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Universidad Nacional de La Plata

Facultad de Psicología

Cátedra
“Taller de producción textual”
2021

ESPACIO DE TRABAJOS PRÁCTICOS


Prof.: Gelly Genoud

Comisión de pertenencia: 4

PLAN DE TRABAJO INTEGRADOR FINAL

Estudiante:

 Ringelman, Claudio – N° de legajo: 75967/4


MODALIDAD, ÁREA TEMÁTICA DEL TRABAJO INTEGRADOR FINAL Y
RELEVANCIA DEL TEMA

A más de seis décadas de la creación de las carreras de psicología en la


Argentina, es vigente la pregunta acerca de cuáles fueron las marcas
identitarias que ha dejado en la identidad profesional del psicólogo
argentino, el desarrollo de un psicoanálisis atravesado por una lectura
política, social e histórica.

Si bien se sabe que la psicotecnia y la orientación profesional visibilizan


la necesidad de la creación de la carrera de Licenciado en psicología, y
ante el proyecto de creación de la misma con un corte más bien técnico
experimental, sesgo inicial de formación, que luego se trunca con la
llegada del psicoanálisis, cabe preguntarse por cuales fueron la causas
para que se diera ese devenir en la formación profesional.

Preguntarnos por las causas que barrieron no solo con un psicoanálisis


de corte marxista, sino que también persiguieron sistemáticamente a
todos aquellos profesionales e instituciones que trabajaban desde la
perspectiva de la salud mental comunitaria, donde no se podía desligar a
la psicología atravesada por la perspectiva de derechos, situamos como
fundamental la irrupción de la dictadura cívico militar producida entre los
años 1976 y 1983, que, a través de un sistema represivo, eliminó teorías
y prácticas psicológicas que hasta el día de hoy no se pueden recuperar.
Cómo así también la introducción del lacanismo en la Argentina, teoría
muy requerida por distintas disciplinas, cuyo desarrollo epistemológico
muy aceptado por el campo de las disciplinas sociales, hizo del
psicoanálisis atravesado por una lectura, política, social e histórica, un
edificio teórico endeble. En este contexto es pertinente  preguntarse,
¿cuáles fueron las marcas identitarias que ha dejado en la formación
profesional, el desarrollo de este psicoanálisis atravesado, político, social
e histórico?
La ley de salud mental Nº 26657 requiere ser analizada a la luz del
paradigma de la salud mental, y su relación intrínseca con los derechos
humanos. En ese marco la nueva forma de encontrarse entre la
psiquiatría, el psicoanálisis y la psicología. También el desarrollo de las
ciencias sociales. Es así como la acción política colectiva de las grandes
referencias del psicólogo argentino, lucharon para hacer de la profesión
una praxis colectiva. Este posicionamiento, hizo del psicólogo
argentino un sujeto político.

Para Klapenbach (2006), las causas por las cuales viró la formación del
psicólogo argentino desde una perspectiva de corte técnico profesional a
una perspectiva psicoanalítica fueron multidimensionales, por un lado el
contexto social y cultural argentino de los años 60, y su articulación con
el mundo académico, hicieron del psicoanálisis la vía regia para que el
sujeto se pudiera preguntar por su deseo. También distintos filósofos
hicieron de ciertas corrientes filosóficas el piso para que luego el
psicoanálisis de cimentara en la profesión del psicólogo argentino, y por
último el plantel profesional en las universidades fue también un factor
preponderante para que el psicoanálisis se convirtiera en ese marco
identitario de nuestra profesión, es decir, ante estudiantes ávidos de
psicoanálisis, existían profesores con muchas ganas de enseñar y
transmitir psicoanálisis...

La reflexión sobre las marcas identitarias permite mirar el presente


profesional del psicólogo argentino, a la luz de una historiografía crítica
que, en vez de producir viejas respuestas respecto a la identidad
profesional, provoca nuevas preguntas. 

De esta manera, los temas desarrollados en el presente trabajo,


corresponden a contenidos de la materia Corrientes Actuales en
Psicología. Esta asignatura forma parte del Ciclo de Formación Básica
de la carrera de Psicología de la UNLP tal como lo señala el Plan de
Estudios vigente. Este trayecto formativo tiene como objetivo principal
el acercamiento a la perspectiva histórica. Dicha formación es señalada
como relevante en la resolución 343/09 del Ministerio de Educación de
la Nación y su modificatoria (800/2011) estableciendo allí, contenidos
curriculares específicos dentro de los planes de estudio de las carreras
de Psicología.

Este tema continúa siendo de interés  para la Psicología ya que aún en


nuestros días se considera relevante comprender la práctica psicológica
actual a través del devenir de los distintos períodos de la formación
profesional. Al decir de (Vezzetti, 2007), “se subraya la importancia de la
investigación historiográfica, sosteniendo la tesis de que, la principal
función de la indagación histórica es la iluminación crítica del presente”.
Siguiendo la propuesta de Kurt Danziger (Danzinger, 1984) este
posicionamiento muestra la relevancia del contexto social más amplio.
MARCO TEÓRICO 

La creación de las carreras de psicología entre 1956 y 1959 en la Argentina, han


sido de gran importancia para la formación del psicólogo profesional. Si bien se
crearon, con un perfil técnico-profesional. Rápidamente el marco identitario de la
formación viró hacia el psicoanálisis. Esto trajo aparejado múltiples problemas en
relación a las incumbencias profesionales del psicólogo ya que va a tener vedada
el área clínica, pudiendo ser solamente un ayudante del médico psiquiatra.

Se sabe que la psicotecnia y la orientación profesional visibilizan la necesidad de


la creación de la carrera de Licenciado en psicología, claramente esta decisión
política que se toma en el primer congreso de psicología en Tucumán en el año
1954, hay que leerla en contexto, es decir, la psicotecnia y orientación profesional
fueron de gran utilidad como herramienta para planificar el orden económico y
político de los dos planes quinquenales del gobierno del presidente Juan Domingo
Perón, ya que ante la demanda de trabajadores provenientes del extranjero y del
interior del país, y ante un gran crecimiento de la industria nacional con una fuerte
política exportadora, fue de suma necesidad ubicar al trabajador correcto en el
lugar exacto, y para eso la psicotecnia y orientación profesional tomaron un valor
preponderante para planificar dicha demanda, tal es así que durante el segundo
plan quinquenal del gobierno de Perón, se convierte en interés de carácter
constitucional. En la década de los 70 se evidenció una formación en las carreras
de Psicología de las Universidades públicas argentinas, cuyo rasgo predominante
ha sido el atravesamiento de corrientes teóricas expresadas en una lectura
psicoanalítica con una fuerte impronta social, política e histórica . El  caso
argentino ha sido considerado paradigmático, tanto por las marcas identitarias que
dichas corrientes teóricas han dejado en la formación, como  también por lo
siniestro y clandestino de las metodologías utilizadas por la dictadura cívico militar
(1976-1983) para eliminar teorías y prácticas que hasta el día de hoy cuesta
recuperar.
En este sentido, definimos estas prácticas atravesadas por esta lectura social,
política e histórica como: “Abordajes grupales y comunitarios que invitaban a pensar en la
sociedad y la política” (Vainer, Carpintero, 2005: 6)

Durante los años 1976 y 1983, estas experiencias y teorizaciones, entraron en un


cierto limbo. Produciendo posteriormente, fuertes estigmatizaciones ante el intento
de recuperar algunas de estas prácticas: ,

Para tomar el mejor ejemplo: uno de los puntos de esta operación terminó condensándose en un
neologismo: el “psicobolche”. Sus raíces se hunden en un antecedente: Freudo/marxista . El
uso de esta descalificación (nada “psicobolche” podría ser “bueno”) comenzó a mediados de los ‘70
para señalar a aquellos profesionales de nuestro campo con ideas de transformación social. Pero
para el imaginario este “descalificativo” comparte con el “freudomarxista” el hecho de que es
alguien muy desprolijo. Es quien hace un entrecruzamiento de poca consistencia teórica y clínica
entre marxismo y psicoanálisis. (Vainer, Carpintero, 2005: 7)

Algunas resistencias por la recuperación de las mismas tuvieron que ver con la
aparición del Lacanismo, apoyado en el estructuralismo, ya que como dicen Vainer
y Carpintero, la voluntad del hombre desaparece, para darle paso a la estructura.
“Evidentemente este pensamiento trastocaba las ideas y polémicas acerca del
"compromiso", "la voluntad" y "el hombre dueño de su historia", propias del
existencialismo sartreano y del marxismo. Sus consecuencias políticas eran
evidentes. Si el sujeto dependía de la estructura, ¿cómo se podía realizar el
proceso de transformación social? ¿quién realiza la revolución? Se había
decretado la muerte del Hombre” (Carpintero y Vainer, 2004)

El terrorismo de Estado instituyó como metodología privilegiada la desaparición


forzada de personas, y junto con ellas teorías y prácticas concretas.

Cabe destacar que otra de las causas que terminaron con estas lecturas
psicoanalíticas atravesada por lo social, político e histórico, tuvo que ver con la
introducción del Lacanismo en la Argentina. La fortaleza epistemológica que llevó
a la teoría a ser aceptada por diferentes disciplinas sociales, terminó con los
desarrollos teóricos impulsados por un sector disciplinario reaccionario al statu quo
imperante en la Asociación Psicoanalítica Argentina, particularmente fueron los
grupos “Plataforma” y “Documento” quienes pensaban que el psicoanálisis no
podía ser practicado sin el atravesamiento de la mirada, política, social e histórica.

En tal sentido, diremos que, el valor social del Psicoanálisis, “está dado por la
posibilidad de ofrecer un cuerpo teórico cuya elaboración permitiría crear
instrumentos terapéuticos para grupos cada vez más amplios de la población”
(Grupo documento, 1972: 7).
Será desde este recorte conceptual que indagaremos cuales fueron aquellas
marcas identitarias producidas por el psicoanálisis atravesado por la lucha de
clase, que han quedado en la profesión del psicólogo argentino, y que hoy
retomando la ley de salud mental es necesario resignificar.
ESTADO DEL ARTE

Las investigaciones respecto a las marcas identitarias en la profesión del


psicólogo argentino producidas por un psicoanálisis atravesado por la lucha de
clase se encuentran en auge en la actualidad. Con relación a ello, Facundo Lubo
en el libro de cátedra Historias de la psicología y el psicoanálisis en La Plata
(1946-1990) (2016) postula que Considerando a) que el último terrorismo de
Estado (1976-1983) produjo la desaparición no solo de personas, sino de prácticas
y de teorías en el campo de la salud mental (Vainer, 2005), b) que las
consecuencias actuales del terrorismo de Estado en la salud mental permanecen
a la orden del día (Secretaría de Derechos Humanos, 2006), c) que la plena
implementación de la Ley N° 26.657 de Salud Mental requiere de la recuperación y
revisión de dichas prácticas y teorías a la luz de nuestra realidad social actual y
desde un enfoque de derechos humanos; es necesario estudiar la formación del
psicólogo argentino. El autor invita a tener en cuenta estos tres hechos históricos
con el objetivo de realizar una elucidación crítica del presente, para resignificar el
pasado, y de esa manera poder proyectar el futuro de la formación.
En su trabajo visibiliza como este psicoanálisis atravesado por la articulación con
la psicología y la psiquiatría en el marco de las ciencias sociales, pertenecientes al
movimiento antipsiquiátrico, en la medida que fue ganando terreno en el campo
intelectual de nuestro país, fue cobrando fuerzas durante el primer lustro de la
década del ’70, hasta llegar a ser parte del denominado “pasaje de las soluciones
reformistas al de las propuestas revolucionarias”.
Siguiendo a Lubo podemos concluir que no existe otro modo de concebir el
atravesamiento de la mirada, política, social e histórica del psicoanálisis, como una
práctica que busca visibilizar el reconocimiento y pleno cumplimiento de los
derechos de las personas en el marco del paradigma de la Salud Mental. Estas
cuestiones que presenta el autor serán recuperadas en nuestro trabajo para
pensar desde allí la posibilidad de encontrar elementos que nos permitan analizar,
cuáles fueron las marcas identitarias que han quedado en la formación del
psicólogo argentino, producto de esta corriente psicoanalítica.
En un sentido similar, Agustina D´agostino (2012) analiza la presencia en la
formación actual de las siguientes categorías (Ética, Derechos Humanos,
Políticas Públicas/Sociales, Derechos del Niño, Salud Mental, Género, Violencia
de género, Violencia familiar, Prevención e Interdisciplina). También deja abierta la
posibilidad de seguir investigando de manera cualitativa acerca de “como cada
uno de los actores que han participado en el diseño de los programas, piensan y
trabajan estas categorías, y como estas se relacionan con el rol profesional”. (D
´agostino, 2012).
Su planteo deviene interesante debido a que intenta buscar en la formación actual,
y en articulación con la ley de salud mental N° 26657 aquellas categorías que
necesariamente se articulan con las corrientes teóricas que formaron a las y los
psicólogos a principios de la década del 70.
Es así como desde el análisis de estas categorías, puede devenir una variable
relevante que se articule con las marcas identitarias de la profesión. En miras del
presente trabajo nos preguntamos: ¿Cuáles son aquellas marcas identitarias de la
profesión del psicólogo argentino que se han generado producto del
atravesamiento de un psicoanálisis, social, político e histórico? En articulación con
la ley de salud mental N° 26657. ¿Cuáles serían las teorías y prácticas que habría
que retomar para darle plena vigencia a la implementación de la actual ley de
salud mental?
A partir de estas ideas intentaremos responder a nuestra pregunta de
investigación.
OBJETIVOS

Objetivo general:
Analizar las marcas identitarias que dejó el psicoanálisis comprometido con lo
social y lo político en la profesión del psicólogo argentino. Rastrear los momentos
de extravío de dicho psicoanálisis en la formación de los licenciados en psicología,
en el periodo de egreso 1962 – 1975 perteneciente a la carrera de psicología de la
UNLP.

Objetivos específicos:
- Indagar acerca de los efectos posibles que puede tener en la formación actual el
psicoanálisis atravesado por la mirada, política, social e histórica.
- Reconocer el papel de la ley de Salud Mental N° 26.657 en la recuperación de
teorías y prácticas eliminadas por el sistema represivo de la dictadura militar,
instaurada entre los años 1976 – 1983.

METODOLOGÍA
El presente Plan de Trabajo se enmarca en un estudio ex post-facto retrospectivo
con preponderancia exploratoria y cualitativa de acuerdo con la clasificación de
Montero y León (2002, 2005). También, dentro de la perspectiva de una historia
intelectual de tipo crítico que articula estudios de campo -que reconocen el
carácter diversificado de una configuración que involucra relaciones entre
Psicología, Psicoanálisis y psiquiatría- con estudios de recepción.
En las unidades de análisis se estudiaron las siguientes variables:
fundamentación, objetivos, contenidos y bibliografía. A su vez, a partir de la lectura
de las legislaciones vigentes se establecieron las siguientes palabras categorías:
a) Psicoanálisis b) Historia c) Políticas Públicas/ Sociales.
En caso de ser necesaria una profundización del tema podría llevarse a cabo una
serie de técnicas de carácter cualitativo como la realización de entrevistas a los
actores que han participado en el diseño de los programas para dar cuenta de
cómo piensan y trabajan estas categorías y como estas se relacionan con el rol
profesional.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS PARA TIF

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Libros. Para una crítica política de la cultura, 34, 4-15.

Carpintero, Enrique, &Vainer, Alejandro (2004). Las huellas de la memoria.


Buenos Aires: Topía. [Tomo II, Cap.5]

Danziger, K. (1984). Towards a conceptual frameworkfora critical history of


psychology. Revista de Historia de la Psicología, 5, 99-107.

Delucca, Norma (1994). Palabras de una veterana de la primera promoción de


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Grupo Documento (1972). “Declaración del Grupo Documento”. Revista Los


Libros. Para una crítica política de la cultura.

Klappenbach, Hugo (2000). El título profesional de psicólogo en Argentina.


Antecedentes históricos y situación actual. Revista Latinoamericana de Psicología,
32 (3), 419-446.

Klappenbach, Hugo (2006). Periodización de la psicología en Argentina. Revista


de Historia de la Psicología,27(1), 109-164.

Ley Nacional N° 26.657 de Salud Mental. Boletín Oficial de la República Argentina


Nº 32041. 2 de diciembre de 2010.

Montero, I. & León, O. G (2002). Clasificación y descripción de las metodologías


de investigación en psicología. Revista Internacional de Psicología Clínica y de la
Salud, 2 (3), 503-508.

Montero, I. & León. O. G. (2005). Sistema de clasificación del método en los


informes de investigación en psicología. Revista Internacional de Psicología
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Rodríguez, L. G. (2014). La Universidad Nacional de La Plata entre 1973 y 1983.
Memoria Académica, 7 (14), 259-279.

Vainer, A. (2009). Los desaparecidos de la Salud Mental. Topía. Un sitio de


psicoanálisis, sociedad y cultura, volumen (número), 1-5.

Vezetti, Hugo (2007) Historias de la Psicología: problemas, funciones y objetivos.


Revista de Historia de la Psicología.

Viguera, Ariel (2016). Historias de la Psicología y el Psicoanálisis en La Plata


(1946 – 1990). Editorial de la Universidad Nacional de La Plata.
https://doi.org/10.35537/10915/53690

D´agostino, Agustina (2012). Políticas públicas. La formación del psicólogo en la


UNLP. Editorial de la Universidad Nacional de La Plata.
http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/81036

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