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LEY NACIONAL N° 23.

277 DE EJERCICIO PROFESIONAL DE LA PSICOLOGÍA


Historia de la profesión del psicólogo en Argentina. Desarrollo acontecido pre-profesional de la Psicología.

Período de la Psicología Experimental y clínica


A finales del siglo XIX y comienzos del XX se podría hablar de una “psicología sin psicólogos”, el de una
disciplina presente en los desarrollos de otras prácticas y disciplinas. Los comienzos de la psicología en
nuestro país estuvieron orientados por la ciencia positivista basada en la experiencia.
En la Argentina el pionero en el establecimiento del primer laboratorio experimental en el Colegio
Nacional dependiente de la UBA, fue Horacio Piñero. Inaugurando de este modo en nuestro territorio la
Psicología Experimental. En 1908 la Psicología comienza a institucionalizarse cuando se crea la Sociedad
de Psicología de Bs.As, la primera en América latina fundada sobre el modelo de la sociedad científica
Argentina. Su presidente fue Piñero, sucedido luego por José Piñero.

Período de la Psicología Filosófica


En los años 20 comienza a declinar el paradigma positivista que condujo el eje epistemológico de la
psicología en estos primeros años, produciendo el movimiento anti positivista. En este contexto hay un
retroceso y decadencia de los modelos experimentales, dándose un repliegue de la Psicología académica
hacia el campo de la Filosofía, que aparecía estableciendo límites a las formas sensibles de la experiencia.
Una década después, se desarrollarán formas de la filosofía afines al existencialismo, por una parte, y al
atomismo, por otra.
Esta nueva dirección de la Psicología es producida por cambios sociales que reconfiguran nuevas
necesidades y demandas profesionales.
En el contexto socio-político de Argentina, la experiencia peronista generaba una nueva clase
trabajadora que requería de una rápida reconversión y modernización. En dicho marco, la orientación
profesional cobró importancia ya que la misma era requerida para los jóvenes como un complemento de la
acción de instruir y educar. Importancia de la tarea pedagógica. Al mismo tiempo, el proceso de captación
de los nuevos sectores de asalariados y de su familia, conducen al gobierno peronista a una fuerte
apuesta a los derechos del niño, y por ende a la educación. De esta manera, el problema educativo del
rendimiento y la capacidad escolar, resultaban imprescindibles para un proyecto educativo de masas.
En este marco, la psicotecnia y la orientación profesional aparecían como nuevas modalidades de
intervención, con fundamento científico, en el campo de la educación y el trabajo. Y resulta coherente con
ello que algunos de los proyectos más significativos de desarrollo profesional para la incipiente psicología
de aquellos años, hubieran surgido al amparo de 3 centros académicos, todos fuertemente relacionados
con los campos de la educación y el trabajo. Uno de ellos se desarrolló en Tucumán, (centro de
orientación profesional) y los otros 2 en la Universidad de Cuyo.
Aquellos planes de estudios de las primeras carreras presentaban una perspectiva marcadamente
humanística, propia de las corrientes que se debatían en el resto del mundo.

Período caracterizado por la discusión del Rol del Psicólogo y de la Psicología Psicoanalítica
Entre los años 60 y 70 la Psicología perderá definitivamente ese carácter de disciplina estatal que la
había caracterizado desde principios de siglo y que se había acentuado durante el peronismo. Se abre el
debate sobre el Rol del Psicólogo: Uno de los extremos del debate sostiene el papel del psicólogo como
psicoanalista, en el otro extremo, se diseña el modelo del psicólogo como un agente psico higienista,
agente de cambio, capaz de intervenir preventivamente en cualquier situación de modificación de la vida
del sujeto.
Hasta los años sesenta el Psicoanálisis competía con la Psiquiatría en la comprensión y tratamiento de la
enfermedad mental. A comienzos de la década de los 60 surgen los primeros profesionales de la
psicología en nuestro país, es el inicio de la etapa profesional, lo que derivará casi dos décadas después
en la legitimación de la práctica como disciplina independiente. También es de consignar que, junto a la
radicalización política de los años 60 y 70, se adoptan modelos teóricos como el psicoanálisis en lugar de
los Norteamericanos (Conductismo).
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Dentro de las orientaciones profesionales la clínica se fue posicionando rápidamente, siendo así la más
demandada por los alumnos.
El vacío legal que reglamentara el ejercicio de la práctica profesional ya era un tema de preocupación en
los egresados. En 1967 se promulga la Ley Nacional 17.132 conocida también como la Ley de Holmberg
que regulaba el ejercicio de la Medicina, la odontología y actividades de colaboración, en donde se les
prohibía a los psicólogos:
● El ejercicio de la psicoterapia, el psicoanálisis, y la prescripción de drogas psicotrópicas.
● ejercer la práctica clínica subordinada a la supervisión médica y colocándola como su auxiliar.

Provincial 6222: prohíbe el ejercicio liberal de la profesión a los psicólogos y subordina su práctica al
médico (contenía básicamente lo mismos que la 17.132).
En la década del 80 se dictaminó acerca de la especialidad en la obtención de los tests psicólogos, como
así también la opinión y colaboración en tareas de investigación psicológica únicamente por indicación y
bajo la órbita y supervisión médica.
Resolución 2350/80 que intentó corregir la anterior, otorgando la habilitación de los psicólogos en las áreas
educacional, laboral y jurídica, pero que aún resultaba insuficiente en el área clínica.

Período de Institucionalización plena de la Psicología


En el año 1985, en Argentina fue sancionada la Ley Nacional del Ejercicio profesional de Psicología
N°23.277: reconoce como profesión independiente para la capital federal y en ese momento denominado
territorio Nacional de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur. Esta norma impulsó a las otras provincias
para legislar al respecto.
A partir de 1985 se abre un período fructífero con el advenimiento de la Democracia, las universidades
recuperan su autonomía y avanzaron hacia una paulatina normalización.

Código de ética de FEPRA. Introducción

LA ÉTICA Y LA DEONTOLOGÍA

Definir a la ética implica realizar un recorrido por el ethos griego:

➔ En el griego clásico significaba “residencia”,” morada”, “lugar donde se habita”.


➔ Acepción más usual: “modo de ser”, o “carácter”, en relación a lo más distintivo de un sujeto: su
modo de ser, su modo de actuar;
➔ Otra versión del ethós quiere decir “hábito, morales y formas de conducta, (propias) de una
persona individual o de un grupo social o étnico.”

La ética: la ciencia que estudia los comportamientos morales de los sujetos. Disciplina confinada a
recopilar las acciones adquiridas como hábitos, supuestamente universales, para extraer de allí reglas
generales que tendrán valor de ética. Implica un modo simbólico de reflexión sobre el fenómeno de la
moralidad que regula y legaliza las relaciones humanas. Relaciones sujetas a innovaciones que,
estipuladas en función de las contingencias históricas del grupo en cuestión, requieren nuevas revisiones.

Deontología:

➔ deon, deontos, significa obligatoriamente, deber y logía conocimiento, estudio.


➔ Acepción etimológica: “ciencia de los deberes o la teoría de las normas morales''. Teoría ética de
los deberes relativos a una determinada actividad social. Esto es, comprendiendo al conjunto de
reglas que un grupo establece para sí en función de una concepción ética común.

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La Deontología profesional será aquella sección de la ética encargada de estudiar y compilar las reglas,
normas y deberes que rigen la “buena” conducta en el ejercicio de las profesiones. El fundamento supremo
ordenador de dichas conductas.

Pareciera que ética y deontología coexisten en sintonía al ocuparse ambas de las acciones de un grupo
determinado, pero, deontología legisla aquello que se debe hacer, lo esperable en el marco de las
relaciones humanas que regula, mientras que la ética reflexiona sobre el obrar humano, sobre los actos de
los sujetos que no pueden ser anticipados por la norma.

La perspectiva de la ética que queremos situar se halla soportada en la práctica y teoría psicoanalíticas,
se sustenta en la pregunta-propia del contexto analítico-que Lacan sitúa en lugar del imperativo kantiano:
“¿Ha obrado usted en conformidad con el deseo que lo habita?” Dentro de este marco el deseo
inconsciente -es la referencia. Deseo que no se encuentre soportado dentro de ningún ideal terapéutico.
La cura analítica lejos de buscar normativizar al sujeto según algún ideal moral implicará el pasaje por la
castración y la lógica del no –todo. El acto analítico apuntará a recortar ese real y no buscará comprender
ni dar sentido según alguna norma o patrón preexistente.

Por lo tanto, esta concepción de la ética se aleja del deber hacer en el quehacer clínico regulado desde
el consenso grupal; por el contrario, se sostiene en el saber hacer en acto. Saber –hacer que se
contrapone al saber absoluto, soportado en algún ideal moral.

La Bioética: Medicina y problemáticas que abren al debate.

La función de un comité de ética es consultiva, siendo que surgió como la mejor alternativa ante la
imposibilidad de dar respuesta única y terminante a determinar situaciones relacionadas con la práctica
médica. Nace como idea a la necesidad de un espacio de debate ante los complejos problemas éticos que
se plantean en la práctica de la medicina como consecuencia del impacto de los avances científicos y
tecnológicos.

Funciones principales:

· consulta respecto de casos,


· la educación en Bioética y
· el trazado de políticas institucionales.

El mismo está integrado por médicos, psicólogos, abogados, religiosos, trabajadores sociales y filósofos,
constituyendo así un grupo interdisciplinario.

La Bioética, definida como la reflexión filosófica sobre los problemas éticos que se plantean en el ámbito
de la medicina. Hoy médicos y científicos pueden intervenir en los procesos fundamentales de vida y
muerte. ¿Pero tiene la vida un valor absoluto? ¿Y sobre qué base se determina ayudar a morir a un
paciente terminal o suspender un tratamiento en un coma irreversible?

Vamos a tomar el respeto por la autonomía, cuyo principio está ligado al reconocimiento de la autonomía
de todo sujeto, es decir, al reconocimiento de sus propias acciones y decisiones. Vamos a pensar en sus
tres requisitos:

1. Su acción debe ser forzada.


2. La noción de autonomía supone algo más que ser libre para decidir, implica también la posesión de
opciones reales.
3. Para que una persona tome una decisión de una manera autónoma, es necesario que posea toda
la información relevante.

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Por lo tanto, la Bioética plantea una regulación, dados los excesos de la ciencia, pero pone en
movimiento una serie de efectos cuya consecuencia escapan al objetivo declarado.

La acción tiene su resonancia en la etimología de la palabra ética (ethos: gr. Hábitos) y la articular con el
saber, la ética se presentaría como la ciencia de lo que debe hacerse, orden no cuestionado y moral,
matizando a la ética.

Lo moral, articulado en una práctica, se traduce en el bien hacer, pautas necesarias, reglas, recurso éste
que encuentra su obstáculo en la diversidad. Imaginarizar la solución en las “diversas técnicas” es
conceptualizar la práctica en el dato inmediato.

“El psicoanálisis es una práctica dialéctica. A diferencia de la experiencia empírica, donde la inmediatez
del dato da la base conceptual al saber”.

Tres principios que vamos a contemplar que forman parte de la bioética: rama de la filosofía que da
herramientas y principios para pensar frente a situaciones difíciles de decidir.

- principio de beneficencia: buscar hacer el bien, tender a hacer el bien, por lo menos para mi.
- principio de justicia: equidad. No discriminar, ni por orientación sexual ni etnia, ni cultura, ni por
ideología.
- Principio de autonomía: ayudar, favorecer, para que el otro pueda gobernar. No lo quiero gobernar.
Ayudarlo a que piense por sí mismo, autodirigirse en función de sus deseos y objetivos.

CONSIDERACIONES SOBRE LA ÉTICA PROFESIONAL - Salomone

Una ética profesional asociada a la deontología genera un desdoblamiento de la función profesional que
toma dos caras:

1. Una parte profesional con deberes de ciudadano, abogando por los derechos de las personas,
atendiendo a las exigencias sociales y legales de la profesión.
2. Por otra parte, se encuentra el profesional que lidia con el sufrimiento del paciente, que debe
operar con otra concepción del sujeto, y que despliega su práctica en el terreno de la transferencia.
(Sufrimiento psíquico del sujeto).

La Ética Profesional involucra el campo normativo, los códigos de ética, los deberes profesionales y las
exigencias que presenta la dimensión clínica. Esta última se refiere al trabajo clínico y toma en cuenta la
dimensión del sujeto y la singularidad en situación.

Campo normativo: códigos deontológicos y orden jurídico

Deontología: se aboca al estudio de los deberes y obligaciones de los psicólogos, lo cual incluye el
tratamiento de ciertas problemáticas propias del campo, como la confidencialidad, explotación,
competencia, idoneidad, capacitación, respeto por los derechos y dignidad de las personas.

Códigos de ética profesional:

1. Establecen una serie de pautas que regulan nuestra práctica, funcionando como una referencia
anticipada a situaciones posibles y por venir.
2. Resumen del conocimiento alcanzado en el campo profesional hasta cierto momento histórico, el
cual funciona como fundamento de las normativas. Estado del Arte y regulaciones profesionales
constituyen el conocimiento que antecede a una situación dada.

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3. Las normativas de los códigos encuentran una referencia jerárquicamente superior en las normas
jurídicas.

La aplicabilidad del código

1. Normas de excepción a las normas: los códigos de ética profesional velan por los derechos a la
privacidad, confidencialidad, autodeterminación y autonomía de las personas. La deontología
establece las excepciones al deber de confidencialidad cuando existe justa causa. Esto pone en
evidencia la dimensión dilemática que adquiere el secreto profesional.
2. La interpretación de la norma: Cada norma tiende a contemplar un conjunto de situaciones que
responden a las mismas cualidades. El problema surge frente a un caso real, que nos obliga a
analizar la pertinencia de la norma, donde el campo normativo muestra su punto de inconsistencia.
Debemos interpretar si la formulación general de la norma se ajusta al caso particular al que nos
enfrentamos.

Consideraciones sobre la posición ética

En el marco de la ética profesional, la dimensión clínica pone a jugar la lógica del sujeto por dos vías:

1. como referente último de las decisiones en el campo deontológico


2. en tanto soporte de esas decisiones.

El análisis del campo normativo brinda elementos que permiten ubicar los puntos problemáticos de esta
articulación. En primer lugar, los fundamentos morales del campo normativo no garantizan a la referencia
deontológico-jurídica como medio infalible para una decisión ajustada a la dimensión del sujeto, lo cual
configura la dimensión ética. En segundo lugar, el discurso deontológico-jurídico se asienta en
concepciones basadas en una noción del sujeto que difiere de aquella que nos guía en la práctica clínica.
En tercer lugar, el campo normativo organizado sobre una lógica de universo, excluye lo singular,
dificultando su articulación con la lógica del sujeto.

➔ Dos posiciones:
1. El abordaje del campo normativo desde un posicionamiento moral frente a la referencia
deontológica. Esto conlleva un doble engaño, porque por un lado sostiene la idea de una referencia
absoluta y por el otro, es la misma letra del texto normativo la que convoca la interpretación.
También, se fortalece en la idea que solo se obedeció, como si no hubiera una implicancia del
sujeto en esa decisión.
2. Posición ética de responsabilidad. En el campo de la responsabilidad subjetiva ninguna referencia
funciona como determinación absoluta. El sujeto acepta ese punto de indeterminación radical que
lo convoca a responder de un modo singular. Es una posición subjetiva que acepta la lógica de la
falta.

El rol del profesional podrá bascular entre una posición moral de acatamiento a los roles asignados y una
posición ética que propicie un ético del sujeto sobre el que dirige su intervención.

CODIGO DE ETICA de la Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fe.P.R.A)

Aprobado por la Asamblea del 10/04/1999

El código de ética tiene como propósito proveer principios generales y normativas deontológicas
orientadas a las situaciones con que pueden encontrarse los psicólogos en el ejercicio de su profesión,
estableciendo así las reglas de conducta profesional que han de regir su práctica.

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El preámbulo y la declaración de principios constituyen objetivos que guían a los psicólogos hacia los
más elevados ideales de la psicología. Las disposiciones deontológicas establecen reglas de conducta
profesional. Expresan deberes, que, si se descuidan, atentan contra los derechos de los receptores de los
servicios profesionales.

El no cumplimiento o la ignorancia de los deberes profesionales, afecta a los receptores de nuestra


práctica profesional.

Cuando dos derechos entran en contradicción, lo que vamos a hacer valer es el derecho que ocupe la
más alta valoración dentro de la escala de valores.

INTRODUCCIÓN:

PREÁMBULO:

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS:

A) Respeto por los derechos y dignidad de las personas


B) Competencia
C) Compromiso profesional y científico
D) Integridad
E) Responsabilidad social

NORMAS DEONTOLÓGICAS:

1) Consentimiento informado
2) Secreto profesional
- Límites del secreto profesional
3) Responsabilidad en las relaciones profesionales
- Con los consultantes
- Con los colegas
- Con la profesión y la comunidad
4) Investigación

4. 2. La investigación psicológica se efectuará en acuerdo a las normas éticas reconocidas para la


investigación, con las leyes nacionales y provinciales que corresponda. Se planificará alrededor de
proyectos de investigación de instituciones reconocidas, respetando pautas de diseño, desarrollo y
validación.

5) Docencia
6) Declaraciones públicas
- Publicidad
- Divulgación
- Publicaciones

RESPONSABILIDAD PROFESIONAL: las perspectivas deontológicas, jurídica y clínica - Salomone

Los códigos deontológicos distinguen diversos aspectos de la responsabilidad del psicólogo. Se indica una
responsabilidad hacia los destinatarios de la práctica, hacia la psicología como profesión y como ciencia.
La mayoría de los códigos contemplan una responsabilidad profesional y una científica que redundan en
una responsabilidad social.

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Responsabilidad social: se refiere a que los psicólogos ejercen su compromiso social a través del estudio
de la realidad y promueven y/o facilitan el desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten a crear
condiciones que contribuyan al bienestar y desarrollo del individuo y de la comunidad.

Los códigos también aluden a una responsabilidad individual que compromete al psicólogo respecto de su
propio accionar.

La responsabilidad profesional en el campo deontológico

El psicólogo debe atender a las exigencias sociales y legales de la profesión, dirigiendo su práctica en
función de un sujeto de derecho. Los códigos deontológicos resguardan los derechos de las personas, las
normas protegen los derechos de aquellos sobre los que se dirige la intervención psicológica.

Las normativas deontológicas plasmadas en los códigos de ética profesional se organizan en relación a
diferentes temáticas (competencia, idoneidad, secreto profesional, investigación, docencia, etc.).

Los C.D resguardan los derechos de las personas. Fomentan el respeto y la protección del derecho a la
privacidad, autodeterminación, libertad y justicia, promoviendo la protección de los DD.HH.

Responsabilidad profesional y mala praxis

La mala praxis constituye un concepto jurídico referido a las conductas que ponen en riesgo o daño
aquellos bienes jurídicos tutelados por las leyes y, en consecuencia, las normas deontológicas. Se
configura en relación a la responsabilidad civil que le compete al psicólogo en relación al contrato de
prestación de servicio que establece con el paciente.

IMPRUDENCIA: falta de tacto, de mesura, cautela, falta de precaución y buen juicio. Es un acto positivo,
que se realiza sin contar con todos los elementos requeridos. Tarragó: osadía desproporcionada en la que
incurre un psicólogo al usar métodos que requerirían un entrenamiento específico no recibido por un
determinado psicólogo. También puede ser imprudencia el uso de procedimientos o prácticas complejos,
inciertos con resultados dudosos. Asociación Argentina de Psiquiatras: falta de sensatez para elegir la
alternativa terapéutica que resulte más conveniente, con descuido de las precauciones necesarias.

NEGLIGENCIA: falta de cuidado y abandono de las pautas ya estudiadas, probadas e indicadas de


tratamiento. Es un acto negativo. Se trata de la “conducta del profesional cuando sabiendo y conociendo
determinada terapéutica o procedimiento, no pone en práctica con exactitud esa información y pericia, y
causa un perjuicio al paciente. También, cuando deja de poner los medios usuales para llevar a cabo
aquel patrón de conducta esperado normalmente de un profesional. “Hacer menos de lo que se debería
hacer”.

IMPERICIA: significa la falta o insuficiencia de conocimientos sobre los procedimientos básicos o


elementales para la atención de un caso, que se presumen y se consideran adquiridos por la obtención del
título profesional y el ejercicio de la profesión. Es un elemento negativo. Se define por la falta total o parcial
de pericia, entendida como sabiduría.

INOBSERVANCIA de los REGLAMENTOS o DEBERES A SU CARGO: hecho negativo. Acompañado por


una actitud de indiferencia o de negación respecto de las disposiciones dictadas por una norma o
reglamento a cumplir. Acontece cuando existiendo una normativa positiva, una exigencia verbal o escrita
ordenada por un superior, el subalterno no le da cumplimiento.

LEY 26657. LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL (resumir)

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Después de dos años de discusión por parte de la sociedad civil que tuvo un importante papel en el
debate, entre ellos abogados, psicólogos, trabajadores sociales, médicos y miembros de equipos de salud
mental y autoridades del área de salud Mental de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, y
estudiantes universitarios, se sancionó y se promulgó en noviembre y en diciembre 2010 la ley nacional N°
26657.

Reglamentada recién en mayo de 2013 debido a las posiciones críticas dificultaron el proceso de la
reglamentación, contó con el explícito apoyo de la Organización Mundial de la Salud y la organización
panamericana de la salud. Es una ley de orden pública debe ser cumplimiento en todas las jurisdicciones
se requiere adhesión. Todas las leyes que sanciona el Congreso de la nación tienen aplicación nacional.
Como la Ley de Promoción y Protección de los Derechos de los Niños, como la Ley de Violencias. Como
tantas leyes que tenemos que garantizan derechos.

La Salud Mental nos compete a todos, porque la misma salud mental de los profesionales está implicada
en esta ley. Y esta norma jurídica, trae cambios paradigmáticos que me parecen sustanciales. Debido al
cambio paradigmático que representó en la historia legislativa y en la propia historia de la Argentina,
podemos afirmar que también implicó un cambio de paradigma en los criterios criminológicos, que asume
la ley. Este cambio criminológico tiene que ver las pautas al momento de la internación, porque ha variado
el criterio de peligrosidad, al de riesgo; el criterio de peligrosidad tiene toda una íntima connotación de la
criminología positivista, y que habla justamente del criterio de exclusión, de los peligrosos, de una
sociedad que excluye a quien considera potencialmente generador de disrupción del control social. Esto
supone la necesariedad y sostenimiento de las instituciones carcelarias, cerradas, contemplando que el
riesgo supone una sociedad que se cuida de “los locos”.

Este término, que parece un término menor, es uno de los ejes de los cambios paradigmáticos junto con
el criterio interdisciplinar, ya que la salud mental o la salud no tiene dueños, tiene responsables, tiene
participantes. Es una ley que acuña y apoya las convenciones internacionales que hacen a los derechos
del paciente, pero en este sentido hay mucho por caminar, para concretar los ejes del respeto humanista y
la inclusión.

LEY 26.529: Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud.

DERECHOS DEL PACIENTE, HISTORIA CLÍNICA Y CONSENTIMIENTO INFORMADO

Art 1° - Ámbito de aplicación. El ejercicio de los derechos del paciente, en cuanto a la autonomía de la
voluntad, la información y la documentación clínica, se rige por la presente ley.

Capítulo I: DERECHOS DEL PACIENTE EN SU RELACIÓN CON LOS PROFESIONALES E


INSTITUCIONES DE LA SALUD.

Art. 2: Derechos del paciente. Son los derechos esenciales en la relación entre el paciente y el profesional
de la salud.

a) Asistencia: el paciente tiene derecho a ser asistido por los profesionales de la salud sin distinción,
refiriéndose a sus ideas, creencias religiosas, políticas, raza, sexo, etc.
b) Trato digno y respetuoso.
c) Intimidad. Toda actividad médico - asistencial debe observar el estricto respeto por la dignidad
humana y la autonomía de la voluntad. Resguardo de la intimidad del mismo y confidencialidad de
sus datos sensibles.
d) Confidencialidad. El paciente tiene derecho a que se guarde reserva de su información clínica.
e) Autonomía de la voluntad. El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinados
procedimientos médicos con o sin expresión de causa.

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f) Información sanitaria. El px tiene derecho a recibir la info sanitaria necesaria, vinculada a la salud.
g) Interconsulta Médica. El px tiene derecho a recibir la info sanitaria por escrito, a fin de obtener una
segunda opinión sobre el diagnóstico relacionado con su estado de salud.

Capítulo II: DE LA INFORMACIÓN SANITARIA

Art. 3: Definición. Es la manera clara, suficiente y adecuada a la capacidad de comprensión del paciente,
informe sobre su estado de salud, los estudios y tratamientos que fueren a realizarse, incluyendo su
evolución, riesgos y complicaciones.

Art. 4: Autorización. La info sanitaria solo podrá ser brindada a terceras personas con la autorización del
px.

Capítulo III: DEL CONSENTIMIENTO INFORMADA

Art. 5: Definición. Entiéndese por consentimiento informado, la declaración de voluntad suficiente


efectuada por el paciente, o por sus representantes legales en su caso, emitida luego de recibir por parte
del profesional interviniente, informaciones clara, precisa y adecuada con respecto a:

a) Su estado de salud.
b) El procedimiento propuesto, con especificación de los objetivos perseguidos;
c) Los beneficios esperados del procedimiento;
d) Los riesgos, molestias y efectos adversos previsibles;
e) La especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en
relación con el procedimiento propuesto;
f) Las consecuencias previsibles de la no realización del procedimiento propuesto o de los
alternativos especificados.

Art. 6: Obligatoriedad. Toda actuación profesional en el ámbito médico-sanitario requiere el previo


consentimiento informado del paciente.

Art. 7: Instrumentación. El consentimiento será verbal con las siguientes excepciones:

a) Internación
b) intervención quirúrgica
c) Procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos;
d) Procedimientos que implican riesgos según lo determine la reglamentación de la presente ley;
e) Revocación.

Art. 8: Exposición con fines académicos. Se requiere el consentimiento del px ante exposiciones con fines
académicos antes de dicha exposición.

Art. 9: Excepciones al consentimiento informado. Cuando haya peligro para la salud pública o sea una
emergencia.

Art. 10: Revocabilidad. La decisión del paciente, en cuanto a consentir o rechazar tratamientos, puede ser
revocada.

CAPÍTULO IV: DE LA HISTORIA CLÍNICA

Art. 12: Definición y alcance. La historia clínica es el documento obligatorio cronológico foliado y completo
en el que conste toda actuación realizada al px por profesionales y auxiliares de la salud.

Art. 13
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Art. 14: Titularidad. El px es el titular de la historia clínica. Si lo requiere debe suministrarse una copia.

Art. 15

Art. 16: Integridad. Forman parte de la HC los consentimientos informados, las hojas de indicaciones
médicas, planillas de enfermería, protocolos quirúrgicos, estudios y prácticas.

Art. 17: Unicidad. La HC tiene carácter único.

Art. 18: Inviolabilidad. Depositarios. La HC es inviolable. La obligación impuesta en el párrafo precedente


debe regir durante el plazo mínimo de 10 años de prescripción liberatoria de la responsabilidad
contractual. Se computa desde la última actuación registrada en la HC y vencido el mismo.

Art. 19: Legitimación. Pueden solicitar la HC:

a) el px y su representante legal
b) el cónyuge o la persona conviviente.
c) médicos y profesionales del arte de curar, cuando cuenten con la autorización.

Art. 20: Negativa. Acción. Todo sujeto legitimado en los términos del art 19, frente a la negativa, demora o
silencio del responsable que tiene a tu cargo la guarda de la HC, dispondrá del ejercicio de la acción
directa de “habeas data” a fin de asegurar el acceso y obtención de aquella.

(apuntes de clase)

2009: Ley de los derechos en su relación con los profesionales e instituciones de la salud. Derechos de los
pacientes y lo que es consentimiento informado y la historia clínica.

2011: debate de lo que va a ser la ley de salud mental de 2013.

Se habla de un sujeto diferente, que ya no se va a contemplar al $ como uno pasivo, sobre el cual se va a
decidir respecto de su salud, sino se trata de que ese $ es uno pleno de derecho con la capacidad de
poder decidir sobre sí mismo.

Se empieza a concebir la salud como un resultante donde intervienen muchos factores que son
variables, que son las condiciones de salud de una población.

El individuo es parte de su salud. No hay un dueño de la salud. Uno tiene la posibilidad de cuestionar la
salud, que se llama autonomía, libertad, autodeterminación. Tengo la opción de buscar el profesional que
yo quiera, no incluso de no tenerla. De eso se trata la ley de los derechos del paciente.

Dicha ley se basa en el principio de autonomía y principio de confidencialidad. El sujeto tiene derecho a
recibir la información necesaria antes de tomar una decisión y antes de que se va a tratar la práctica que
sea.

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