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MÓDULO 4

MOMENTOS COMPOSICIONALES
Introducción
La retórica es una disciplina lingüística que ha desarrollado criterios composicionales
sumamente útiles para el desarrollo de la argumentación. Es una disciplina teórica y aplicada
que ofrece estrategias eficaces para la formulación de una estructura lingüística persuasiva.
El interés por el estudio de la lengua al servicio de la persuasión destaca en filósofos
de la Antigüedad como Sócrates, Platón o Aristóteles y en rétores como Cicerón o
Quintiliano. De esta manera, la retórica constituye la primera reflexión sobre el discurso o
uso lingüístico al servicio de una intención comunicativa. El propósito del rhetor u orador
público es persuadir al auditorio de su opinión para orientarlo hacia una determinada
actuación (Mortara, 2015).
En la retórica clásica, se distinguen:
a) Retórica judicial: tiene como finalidad juzgar lo justo y lo injusto delante de
un tribunal en base a la acusación y la defensa.
b) Retórica deliberativa: Tiene como finalidad es decidir entre lo útil y lo nocivo
en los asuntos de gobierno mediante la exhortación y la disuasión.
c) Retórica demostrativa o epidíctica: se propone valorar lo bello y lo feo, con
el elogio o la reprobación.
Entonces, la retórica clásica sistematiza reglas y preceptos referentes al «arte del
bien decir» (ars bene dicendi) o retórica, frente a las reglas de la gramática o «arte de decir
correctamente» (ars recte dicendi). Aristóteles divide la retórica en cuatro partes: invención,
disposición, elocución y acción; la tradición romana (Cicerón, Quintiliano) añade la memoria
a estas cuatro partes (Mortara, 2015).

Estas partes determinan las cinco fases en el proceso de creación de un discurso:

INVENCIÓN (INVENTIO)
El término inventio procede del latín invenire que a su vez procede del griego
εὒρεσις. Significa «hallazgo». Se trata de que el orador seleccione, halle, en un repertorio de
temas, aquellos que son los más adecuados a su exposición. Se trata, mentalmente hablando,
de invenire («hallar») en la memoria, llena de topoi o loci («tópicos» o «lugares» comunes)
las ideas propias o heredadas de la sociedad en general, susceptibles de ser utilizadas en el
discurso.
La invención es la etapa cognitiva en la cual se buscan las ideas para la
estructuración del contenido sobre el cual versará el discurso argumentativo, descartando
aquellas ideas o informaciones que no sean pertinentes. Se trata de encontrar los argumentos
más adecuados al propósito y las circunstancias de la comunicación. Aristóteles señala que,
dada una situación, en el momento de la invención, encontramos y descubrimos premisas
demostrativas o lógicas (los lugares adecuados) para el caso dentro de la reserva colectiva de
las convenciones históricamente construidas (lugares comunes). Por eso, Aristóteles define
a la retórica como “el arte de encontrar lo que es adecuado en cada caso para persuadir”. Los
topoi o lugares comunes son por ello llamados tópicos de invención, pues recurrimos a ellos
para argumentar (Albaladejo, 1991).
Estos tópicos comprenden los siguientes elementos: personas, cosas, lugares,
instrumentos, causas, modos, tiempos, comparaciones, a los que se añaden los tópicos
literarios en el caso de obras literarias.

Las estrategias para determinar los tópicos son:


a) Definición (género/especie)
b) División (parte/todo)
c) De relación (causa efecto, antecedente/consecuente, de los contrarios)
e) De circunstancia (posible/imposible, pasado/futuro)
f) De autoridad (leyes, documentos, máximas).

Existen los tópicos especiales según las áreas del saber: judicial, político,
científico, etc. En otros casos, también requerimos de lugares nuevos (tópicos para cosas de
las que antes no teníamos noticia, como por ejemplo el calentamiento global, que nos lleva a
una nueva tópica como la de la sustentabilidad). Pero los lugares nuevos siempre están en
relación dialéctica con los lugares comunes, pues la comunicación debe asegurarse antes de
postular nuevas ideas. Un ejemplo de ello son los cuadros cubistas, que trataban de inaugurar
una nueva forma de representar el espacio y el tiempo, pero para hacerlo debían recuperar
los lugares comunes de la pintura tales como la “naturaleza muerta” o el “bodegón”, para a
partir de ahí establecer su nueva tópica perceptiva, que por lo demás se volvió común
después, como toda vanguardia.

La invención constituye el fondo o el contenido de la argumentación y consta de


tres sectores específicos:
a) El fondo objetivo: información representada en la argumentación.
b) El fondo subjetivo: presencia de la postura subjetiva del autor.
c) El fondo estético: contenido presentado al oyente o auditorio.

El fondo objetivo
Comprende tres niveles:
a) El mundo exterior: corresponde a la percepción sensible de los objetos,
seres, fenómenos, actividades etc. Ubica al sujeto frente a la naturaleza:
comportamientos y actos.
b) El mundo interior: corresponde a la intimidad psicológica. Tiene que ver
con las tonalidades afectivas como favorables (sentimientos de amor, alegría,
exuberancia, jovialidad, hilaridad, felicidad, satisfacción, etc.) o
desfavorables (sentimientos de odio, abatimiento, falta de energía, desaliento,
tristeza, melancolía, resignación, irritación, etc.).
c) El mundo superior: corresponde a la realidad que sobrepasa la medida
humana. Designa las experiencias situaciones (combate, muerte, azar, culpa,
etc.), las experiencias límites (pasión, locura, creación, gracia divina, etc.),
las fuerzas trascendentales (esencias, valores, virtudes, etc.), acontecimientos
históricos (cataclismos, batallas, guerras, revoluciones, etc.) y se sumerge a
la totalidad de la vida subjetiva: nivel sensorial (visuales, auditivas, olfativos,
táctiles, etc.), nivel afectivo (el impacto que produce el espectáculo
representado en el autor-argumentador) y nivel intelectual (categorías
fundamentales del entendimiento. Generales (dinámico /estático, continuo
/discontinuo, determinación/dependencia, armonía /oposición, interioridad
/exterioridad, afirmativo / negativo, individual /general, surgimiento
/organización, espontaneidad /regla, inmanencia /trascendencia) y juicos
específicos: cantidad (universidad, particular, singular), calidad (afirmativo,
negativo, limitativo), relacional (categórico, hipotético, disyuntivo),
modalidad (problemático, asertorio y apodíctico), filosófico (material,
espiritual, ideal, positivo, existencial) y estético (perspectiva, símbolo y
hermenéutico).

Estrategia metodológica
Lluvia de ideas
Esta estrategia metodológica, también denominada tormenta de ideas, es una
herramienta de trabajo individual o grupal que facilita el surgimiento de nuevas
ideas sobre un tema o problema. Permite crear ideas originales en un ambiente
relajado. Facilita la recolección de datos o ideas claves que servirán para la
fundamentación de los argumentos. En el ámbito grupal, facilita el surgimiento
de ideas creativas en procesos interactivos grupales, dando oportunidad al
aprovechamiento de sugerencias y la creatividad de los participantes.

DISPOSICIÓN (DISPOSITIO)
Provienen del latín dispositio (τἀξις) que quiere decir disposición. Corresponde al
segundo momento de la composición del pensamiento donde el orador organiza los
elementos discursivos en función a una estructura, el orden secuencial, la cadena de los
argumentos y establece el recurrido que deben seguir los oyentes o los lectores. La duración
del discurso se desarrolla siguiendo un cierto orden, un plan, el cual responde a una triple
organización: inteligible, espacial y temporal (Gicquel, 1982).

En la antigüedad, la disposición estaba organizada en torno al discurso oral, apelaba


tanto al juicio como la emoción y se componía de cuatro partes:

Exordio: Es la parte destinada a abrir el ánimo del público, donde el orador establece
su propia autoridad (apelaba al ethos) y su objetivo es captar la atención (el interés o
favor) del oyente.

Narración: Es la parte destinada a exponer un asunto y la tesis del orador sobre el


mismo. Presenta una relación de hechos que exigen una interpretación de parte del
orador y posición de parte de los oyentes o lectores.

Argumentación: Es la parte constituida por el discernimiento de los juicios. El


orador presenta una serie de razones que sustentan la tesis, recorre a los argumentos
lógicos (apelaba al logos) y aducen las pruebas que confirman la propia posición
revelada en la tesis de la exposición (confirmatio o probatio) y se refutan las de la
tesis que sostiene la parte contraria (refutatio o reprehensio).
Conclusión o epílogo: Es la parte que presenta la recapitulación de lo dicho
(peroratio). El orador arriba al final de forma emotiva (apela al pathos), inclinando la
voluntad del oyente, suscitando sus afectos, recurriendo a móviles éticos o
pragmáticos y provocando su compasión (conquestio o conmiseratio) y su
indignación (indignatio) para atraer la piedad del público y lograr su participación
emotiva, mediante recursos estilísticos patéticos; incluye lugares de casos de fortuna:
enfermedad, mala suerte, desgracias, etc.

Actualmente, se han establecido dos rutas organizativas para la


argumentación:
Opción ascendente:
a) Planteamiento del problema.
b) Discusión detallada de los aspectos del problema.
c) Solución al problema.

Opción descendente:
a) Afirmación categórica (tesis, opinión, postura).
b) Demostración con argumentos retóricos y lógicos (serie de pruebas).
c) Ratificación de la afirmación categórica (tesis, opinión, postura).

EL MODELO TOULMIN
Este enfoque permite entender la forma de usar y analizar las conexiones entre las
partes de un discurso argumentativo. Este modelo comprende seis partes:
a) Afirmación: El orador expresa una opinión, una tesis o un punto de vista.

Puno tiene la necesidad de contar con nuevo hospital.

b) Prueba: El orador expone el asunto usando datos o informaciones que conducen


a la aceptación de la tesis u opinión.

Las estadísticas demuestran que la población de Puno necesita más servicios


médicos.

c) Garantía: Es el concepto entre la prueba y la afirmación, y valida su uso para


apoyar la afirmación.

Solamente la construcción de un nuevo hospital puede dar los servicios médicos


que necesita Puno.

d) Apoyo a la garantía: La garantía deber aceptable para el público. Entonces


requiere del apoyo que haga aceptable la garantía.

-El actual hospital Manuel Núñez Butrón no es adecuado al tamaño ni utilidad.


-La población de Puno, en las últimas décadas, ha crecido significativamente.
e) Calificador: El calificador es un recurso que modifica la afirmación, en la medida
en que plantea otras posibilidades y contingencias, para luego reafirmarla con más
altos niveles de certidumbre. Usa los siguientes calificadores: “es evidente”,
“probablemente”, “debería tomarse la posibilidad”, etc.

(Es evidente) que Puno debería contar con nuevo hospital, (probablemente) Puno
debería contar con un nuevo hospital y Puno debería considerar (la posibilidad)
de contar con nuevo hospital.
.
f) Reserva: La reserva es el elemento que da consistencia o la razón para el
calificador, porque podría existir alguna información que redujera la probabilidad
de la afirmación y el orador debe prever con anticipación estas objeciones de parte
de algún oponente.

Afirmación: Puno tiene la necesidad de contar con nuevo hospital.


Prueba: Las estadísticas demuestran que la población de Puno necesita más
servicios médicos.
Garantía: Solamente la construcción de un nuevo hospital puede dar los
servicios médicos que necesita Puno.
Apoyo a la garantía:
-El actual hospital Manuel Núñez Butrón no es adecuado al tamaño ni utilidad.
-La población de Puno, en las últimas décadas, ha crecido significativamente.
Calificador:
(Es evidente) que Puno debería contar con nuevo hospital, (probablemente) Puno
debería contar con un nuevo hospital y Puno debería considerar (la posibilidad)
de contar con nuevo hospital.
Reserva:
Puno debería contar con un nuevo hospital, a menos que se construyan nuevos
pabellones al interior del actual hospital Manuel Núñez Butrón.
Puno debería contar con un nuevo hospital, a menos que se mejore el actual
hospital Manuel Núñez Butrón con nuevas aplicaciones.

TIPOS DE ARGUMENTACIÓN
Existen tres tipos de argumentos que pueden ser empleados en un discurso:

Argumentos ligados al ethos: El orador muestra carácter y moralidad. Son las


actitudes que debe tomar el orador para inspirar confianza a su auditorio. Es decir,
debe mostrarse sensato y fiable (dar consejos razonables y pertinentes), sincero (no
debe disimilar lo que piensa o lo que sabe) y simpático (debe mostrar que está
preparado para ayudar a su auditorio).

Argumentos ligados al pathos: El orador apela a los sentimientos ligados al oyente


o lector. Según Aristóteles, estos argumentos se basan en suscitar ira (ὀργή), calma
(πραότης), odio (μίσος), amistad (φιλία), miedo (φόβος), confianza (θάρσος),
vergüenza (αἰσχύνη), indignación (τὸ νεμεσάν), agradecimiento (χάρις), compasión
(ἐλείνος) y envidia (φθόνος) por las virtudes de otro (ζήλος).
Argumentos ligados al logos: El orador se ciñe al tema y mensaje mismo del
discurso. Usa la dialéctica, el razonamiento deductivo y el pensamiento analógico.

ELOCUCIÓN (ELOCUTIO)
El término elocución proviene del latín elocutio (expresión). Es el momento
compositivo en que el discurso toma forma en una lengua y en un estilo. Se centra en la
búsqueda de un modo adecuado de expresar verbalmente los materiales de la invención,
ordenados en función a una disposición (estructura). En la actualidad, la elocución es lo que
se denomina estilo.

El estilo reúne tres cualidades fundamentales: puritas, perspicuitas y ornatus.

a) Puritas: tiene que ver con la selección lexical y gramatical. En este aspecto,
el orador somete el discurso argumentativo a la máxima corrección
gramatical: evita los barbarismos, las palabras incorrectas, los solecismos y
las construcciones sintácticas erróneas.
b) Perspicuitas: el orador busca el grado máximo de comprensibilidad del
discurso que se opone a la obscuritas. La organización precisa de la lluvia de
ideas en el momento de la disposición permitirá la máxima claridad del
pensamiento.
a) Ornatus: es el principal constituyente del discurso argumentativo. En este
aspecto, el orador aspira embellecer el discurso con el uso de las distintas
figuras literarias. Consta de dos formantes básicos: la elección de palabras
(véase: tropos y figuras) y su combinación (compositio).

La elocución exige una serie actividades textuales:

a) Escribir un primer borrador del texto y corregir su organización y cómo se


expresa cuantas veces sea necesarias.
b) Redactar el texto definitivo empleando el vocabulario preciso en estructuras
lingüísticas correctas y cuidando el estilo, la ortografía y la presentación del
escrito.
c) Escribir varios títulos y seleccionar el que mejor resuma la idea general. Se
tiene que dejar reposar lo escrito para luego proceder a su retoque y
corrección al releer el trabajo (tiene que existir cierta distancia entre la obra
y el autor).

Procedimientos elocutivos:

a) El oficio y la inspiración: Estos actos cognitivos son complementarios e


inseparables. Una inspiración no alcanza la contundencia sin un oficio de una
permanente práctica.
b) La improvisación y la técnica: La improvisación es consecuencia de la
técnica del escritor. No hay discurso mejor improvisado que el preparado
paciente, detallada y constantemente.
Análisis de los componentes elocutivos del argumento

El estudio del estilo se basa en la categorización de las “figuras retóricas”


como la metáfora, la sinécdoque, la metonimia, la ironía, la paradoja, el
oxímoron, etcétera.
Las figuras son esquemas vertidas según diversos propósitos y es su modo de
operación lo que hace que las ideas anclen de un modo u otro en la percepción y
en el juicio.
Las figuras constituyen el aspecto central en el abordaje del estilo dentro de
esta tradición. Y permiten incidir sobre las emociones, sobre la autoridad y el
carácter del orador, sobre la credibilidad, claridad y coherencia de las ideas, por
lo que sus diversos modos pueden apelar al ethos, al logos y al pathos.

Niveles de análisis del momento elocutivo:

a) Nivel semántico: responde a una serie de preocupaciones centradas en el


significante (palabras), las relaciones entre significantes y los propios
significados. Esto significa que existen palabras o términos que expresan
emociones, deseos, intenciones y razonamientos del hablante; palabras que
evocan un determinado medio, una determinada situación, ligada a grupos
sociales o contextos socioculturales.

b) Nivel gramatical: se realiza un análisis del material lingüístico empleado, las


partes del discurso argumentativo, las fórmulas de construcción y el plano de
sintaxis. Esta evaluación mostrará ciertos matices de expresión que se obtiene
mediante la selección de estructuras sintácticas apropiadas.

En este aspecto se debe tener cuidado en las figuras de construcción:


-Figuras de unión: asíndeton y la enumeración conjunta.
-Figuras de economía: elipsis, silepsis y zeugma.
-Figuras de acumulación, sinonimia, gradación y enumeración.
-Figuras de construcción: paralelismo, hipérbole e hipérbaton.

c) Nivel fónico: en este aspecto se busca la sonoridad musical del lenguaje. El


ritmo del discurso implica que la composición argumentativa refleja la
secuencialidad del pensamiento.

ACTIVIDADES CONTEMPLADAS PARA LA SESIÓN

A) Desarrollo del taller

ATAPAS INVENCIÓN DISPOSICIÓN ELOCUCIÓN


ACTIVIDADES Realice una lluvia Organice las ideas Fije un modelo
de ideas en determinando el textual definitivo.
función a un tema tema y los
elegido. subtemas

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