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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

APUNTES
DERECHO ROMANO I
PRIMER SEMESTRE

El Senado Romano, reproducción de una escena histórica en el año 63 a. C.


en el Hemiciclo, aparece Marco Tulio Cicerón, filósofo y orador en uno de
sus más célebres discursos, dirigiéndose a Catilina para recriminarle su
conspiración contra la República.

AUTOR: GABINO DÍAZ PROLL

EDICIÓN 2022
PRÓLOGO

Ante la urgente necesidad de que los estudiantes tengan a su alcance un texto


de estudio que recoja en forma resumida el programa de la materia de Derecho
romano de manera sencilla y pedagógica, he decidido elaborar en forma
escrita y ordenada mi diaria disertación ante el curso. Constituyen estos
apuntes, más que un esfuerzo investigativo y analítico sobre la asignatura, la
expresión de los resultados de varios años de experiencia docente impartiendo
la cátedra de Derecho romano. Por lo tanto, estos apuntes no aspiran a ser un
manual completo de Derecho romano.
Únicamente me impulsa el deseo de que los alumnos adquieran una visión
clara sobre la materia y les despierte el interés por el estudio.
Este trabajo ofrece especial interés si toma en cuenta que no existe nada
escrito de manera analítica con relación a la materia del programa del primer
semestre de Derecho romano. De ahí, espero que este primer resumen de la
materia sirva de estímulo a nuestra intelectualidad romanista y de fuente de
consulta para los estudiantes.
Termino expresando mi esperanza de que estos apuntes solucionen en parte
las constantes inquietudes que de manera permanente se me han planteado
dentro de la clase al calor de los debates con mis alumnos.

GABINO DÍAZ PROLL


CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO ROMANO

I. CONCEPTO DEL DERECHO E IDEAS ROMANAS


El objeto de esta parte introductoria consiste en analizar una serie de nociones básicas, a fin
de explicar algunos conceptos e instituciones fundamentales del Derecho romano, cuyo
conocimiento es fundamental para los estudiantes en posteriores explicaciones de la
materia.

1. CONCEPTO DE DERECHO ROMANO


En su significado más amplio (lato sensu), se entiende por Derecho romano el conjunto de
normas y principios jurídicos que rigieron las relaciones del pueblo romano en las distintas
épocas de su historia, es decir, desde la fundación de Roma (753 a.C.) hasta la muerte del
emperador Justiniano (565 d.C.).

En sentido restringido (stricto sensu), se designa con el nombre de Derecho romano al


ordenamiento normativo contenido en la compilación justinianea. Este cuerpo legislativo,
que más tarde fue denominado corpus iuris civilis, es una obra de codificación efectuada
en el siglo VI de nuestra era por el emperador Justiniano.

2. IUS
Los romanos designaron al derecho con la voz latina ius. Este concepto era entendido en un
sentido objetivo, como norma que regula con carácter obligatorio las relaciones sociales y,
en sentido subjetivo, como la facultad o poder que el ordenamiento jurídico reconoce a un
sujeto para hacer valer sus derechos frente a otros, el cual generalmente se realiza a través
del ejercicio de una acción (demanda), como ejemplo de derechos subjetivos tenemos: el
derecho de crédito y el derecho de propiedad que tienen los titulares de esos derechos.

3. PRECEPTOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO


Los romanos no siempre evitaron confundir el derecho con la moral, esto se percibe
claramente en los tres famosos preceptos o reglas del derecho formuladas por Ulpiano, en
las que se pretendió resumir los deberes que el derecho impone a los individuos, estos son:
 honeste vivere, vivir honestamente.
 alterum non laedere, no dañar a otro.
 suum cuique tribuere, dar a cada uno lo suyo.
Solo los dos últimos son preceptos de derecho, el primero, en cambio, es una regla de moral
que tiene sanción en la conciencia y no en la ley.
Sin embargo, la confusión resulta comprensible si se tiene en consideración que en aquella
época se sentía con gran fuerza la influencia del estoicismo griego, doctrina filosófica que
entendía que el derecho no era sino una moral de carácter restringida.

4. FAS
Así como los romanos calificaron con el término ius a la norma jurídica, denominaron con
la voz latina fas a la norma religiosa.

Derecho y religión aparecen en el periodo antiguo como ideas que guardan entre sí un nexo
de unión que hace que no haya diferenciación entre una y otra. Esto se explica,
principalmente, porque los primeros intérpretes del derecho fueron los pontífices romanos
(jurisprudencia pontifical o religiosa), quienes entendían que los actos humanos eran lícitos
en la medida que se conformaran con la voluntad de los dioses.

Sin embargo, fue solo en la época de la República, cuando al abrirse paso la jurisprudencia
laica (particular), que las personas comienzan a estudiar e interpretar el derecho a raíz de la
publicación del ius flavianum y del ius aelianum, que se opera el proceso de
secularización del ius (se aparta de la religión) y, con tales publicaciones, viene a
producirse la separación entre el derecho y la religión. Desde esa época, entonces, fas
equivale a ius divinum, es decir, la norma religiosa que regula las relaciones de los
hombres con la divinidad, en tanto ius es el derecho humano, constituido por las normas
creadas por el hombre para regular las relaciones de estos entre sí y con el Estado.
5. IUSTITIA
No tiene en el Derecho romano la voz justicia una acepción muy distinta a la actual. Justo
es lo que se conforma al derecho, y si esa conformación o adaptación es constante, se llega
a ese valor que es meta del derecho y que los romanos llamaron iustitia.
Las fuentes romanas nos dan el concepto de justicia según el jurista Ulpiano, al decir que es
“la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo”. Supone pues, una aptitud en
la persona de comportarse conforme a lo que exige el derecho.

6. AEQUITAS
Etimológicamente significa equidad, igualdad, y viene a ser el ideal o modelo al cual debe
acomodarse el derecho, la finalidad que debe cumplir el ordenamiento jurídico para que sus
normas no sean contrarias a lo justo. Pero no todas las normas jurídicas responden a los
fines del derecho, así a veces la equidad se contrapone al mismo derecho y se origina una
contradicción entre ambas.

7. IURISPRUDENTIA
Según el jurisconsulto Ulpiano, se entiende por iurisprudentia el conocimiento de las
cosas divinas y humanas y ciencia de lo justo y de lo injusto. Hace referencia, la definición,
a la necesidad del jurista de tener conocimiento general de las cosas divinas (fas) y
humanas (ius), para saber determinar lo que es justo y lo que es injusto, a fin de tender a lo
primero y evitar lo segundo.

Se entiende que la definición de jurisprudencia pertenece a la era filosófica de los


jurisconsultos romanos, que entendieron por tal el conocimiento del derecho o, mejor
dicho, el conocimiento de las cosas divinas y humanas.
El Derecho romano reconoció ciertos poderes a las personas para poder administrar la
sociedad romana. Se distinguieron en Roma tres poderes: el imperium, la potestas y la
auctoritas, los cuales veremos a continuación.

8. IMPERIUM
El imperium era el poder o facultad suprema de mando correspondiente a los magistrados
superiores, cuyo origen se remonta al poder de mando en el ejército. En virtud de este poder
de mando, el magistrado tenía sobre los ciudadanos romanos la facultad de exigir
obediencia a sus órdenes, y de adoptar las medidas necesarias para hacerlas cumplir.

La manifestación externa del imperium del magistrado es su acompañamiento por los


lictores, que llevan un haz de varas (fasces), con la segur (hacha) instrumento de castigo.
Inicialmente, este poder correspondió al rey durante el periodo de la Monarquía, después
durante la República, a los magistrados superiores del pueblo romano (cónsules, pretores,
dictador, etc.) y, en la época del Imperio, al emperador.

9. POTESTAS
Potestad o poder, que en la esfera del derecho privado corresponde a la facultad de
disposición atribuida a alguien sobre otras personas y sobre sus adquisiciones o bienes. Y
en la esfera del derecho público, referida a los magistrados, la potestas indica la facultad o
competencia que tienen los magistrados de ejercer en cada momento las funciones
designadas por el Estado, creando para los ciudadanos romanos derechos y obligaciones
que deben acatar, y correspondiendo esta facultad o potestas por igual a todas las
magistraturas según su competencia.

En Roma, existían a manera de ejemplos dos tipos de potestas: en la esfera del derecho
privado, la del jefe de familia (pater familias) y, en el derecho público, la potestas del
magistrado.
La potestas del pater familias, llamada patria potestas, consistía en el poder que tenía sobre
todos los miembros de su familia y sobre los bienes de los sometidos.

Las potestas del magistrado, por el contrario, indicaba la competencia que el derecho le
atribuía al detentador de alguna magistratura. Por ejemplo, el pretor peregrino tenía la
competencia para resolver los litigios entre los ciudadanos romanos y los peregrinos.
10. AUCTORITAS
Literalmente, el vocablo auctoritas significa autoridad. En Roma, la auctoritas era un poder
socialmente reconocido a una persona para autorizar o dar su consentimiento a un acto.
Cuando la persona titular de auctoritas daba consentimiento a un acto, lo autorizaba, es
decir, le da fuerza jurídica y obligatoriedad. Como ejemplo de auctoritas, tenemos la
reconocida al senado romano para autorizar las leyes que eran votadas en las asambleas
populares, la cual era llamada auctoritas patrum.
CAPÍTULO II
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO ROMANO

I. DIVISIÓN DE LA HISTORIA JURÍDICA ROMANA


Probablemente haya sido el historiador inglés, Eduardo Gibbon, autor de la “Historia de la
decadencia y caída del Imperio romano”, uno de los primeros expositores que en el siglo
XVIII abordó el tema de la división de la historia jurídica romana. Por otra parte, al jurista
alemán, Gustavo Hugo, se debe otra de las primeras clasificaciones de las fases de la
evolución de la historia del Derecho romano.

Antes de seguir con el análisis del tema, interesa destacar que no se trata, en modo alguno,
ya que es imposible en un derecho en permanente evolución, de establecer en el lento y
complejo proceso del desarrollo del Derecho romano líneas tajantes y definidas o
momentos cronológicos netamente separados en que se destaquen matemáticamente, por
así decirlo, el fin de un ciclo y la siguiente iniciación de otro.

Estas consideraciones nos llevan a la convicción de que resulta tarea difícil abordar la
evolución del Derecho romano si no señalamos periodos distintos de su desarrollo. Los
expositores de la materia han coincidido en este punto, en la necesidad de la periodificación
del Derecho romano, habiendo discrepado únicamente en la consideración de las
circunstancias que servirían para caracterizar las distintas etapas de su cambiante realidad
jurídica.

Nosotros empezaremos el tema de la periodificación del Derecho romano señalando que en


la vida de los pueblos hay acontecimientos históricos que, por su particular importancia,
son factores gravitantes en el desarrollo del derecho y determinantes de distintos periodos
en la evolución del mismo. Estos momentos históricos que determinaron el desarrollo del
Derecho romano son, en nuestra opinión, las diferentes formas de gobierno que rigieron la
vida romana, y los que nos servirán para estudiar la evolución histórica del Derecho
romano como a continuación se describe:
1. MONARQUÍA: 753 a.C. - 509 a.C. Periodo del Derecho Antiguo
Este periodo comprende desde la fundación de Roma, probablemente en el año 753 a. C.,
hasta la expulsión del último rey etrusco, llamado Tarquino el Soberbio.

En este periodo del derecho antiguo o quiritario, los hechos históricos no nos son bien
conocidos, en cuanto caen dentro de una esfera de narraciones legendarias y mitológicas
que los hacen difícilmente comprobables, y solo con la ayuda de métodos investigativos
idóneos puede reconstruirse, en alguna medida, el derecho de aquella época, de una Roma
aislada, rústica, de economía incipiente, que inicia su proceso de expansión.

La costumbre jurídica es la fuente del derecho antiguo, por no decir la única de esta primera
época. Se nos presenta el derecho antiguo con un perfil extremadamente personalista y
formal y con un carácter eminentemente nacional, pues ampara y beneficia a los ciudadanos
romanos, dejando a los extranjeros o peregrinos al margen de toda protección jurídica. Es,
además, un típico derecho de clases, ya que sus normas son aplicables a la clase
privilegiada de la sociedad, el patriciado romano, con olvido absoluto de la clase plebeya.

El derecho quiritario o antiguo no constituye ni integra un sistema organizado de normas


jurídicas. Se trata de un conjunto de principios aislados, rudos y formalista que constituyen
el derecho civil de esa época. El derecho propio de los civis (ciudadano) es el ius civile,
que antiguamente suele designarse también como ius quiritium, por cuanto la
denominación antigua de los ciudadanos romanos tras la fundación de la sociedad es la de
quirites.

La costumbre o derecho consuetudinario, que en la época antigua se les conoce como los
mores maiorum, esto es, la tradición de los jueces sobre el sentido en que se resolvían los
litigios, era conocido únicamente por los llamados pontífices, miembros de un importante y
antiguo colegio sacerdotal llamado colegio de los pontífices, y por este motivo, cuando un
ciudadano quería saber la posible opinión de un juez frente a un problema jurídico,
consultaba al colegio de los pontífices. La respuesta solía ser transmitida en estilo oracular,
por cuanto no expresaba las razones sobre la que se fundamentaba. La clase de los
pontífices constituyó así una especie de escuela de sabiduría (iurisprudentia) que mantuvo
durante bastante tiempo la exclusividad en el conocimiento y la enseñanza del derecho, aun
cuando la tradición oral fue codificada a mediado del siglo V a.C., por obra de una
magistratura extraordinaria, que dio origen a la famosa ley de las XII tablas, terminando así
la prevalencia de un derecho costumbrista, que es reemplazado por un ordenamiento
jurídico que el propio pueblo elabora a través de la ley de las XII tablas.

Aun cuando el ius, en el sentido más estricto, significa una calificación judicial, era natural
que los jueces, en presencia de situaciones semejantes, resolvieran también de una manera
similar, y aún más, que la similitud fuera debida a que el juez posterior tomara como
antecedente la calificación ya emitida por el juez anterior, de manera que en cada litigio
particular podía darse una previsión de las partes que intervenían, sobre el sentido que
habría de tener la calificación o sentencia del juez, previsión que se fundamentaba sobre
una serie continuada de antecedentes. El conjunto de estos antecedentes, que provienen de
jueces antiguos (mores maiorum) termina pues por constituir un verdadero sistema de
derechos, que por extensión reciben cada uno y el conjunto la denominación de derecho
antiguo aplicada a cada momento o situación.

2. LA REPÚBLICA: 509 a.C.- 27 a.C. Periodo del Derecho Honorario


Este periodo histórico-político se inicia en el 509 a.C., con la expulsión de Tarquino el
Soberbio y termina en el año 27 a.C., con la llegada al poder de Augusto, primer emperador
romano.

La fase o periodo del derecho honorario se inicia con la creación del gobierno de la
república, a nuestro entender específicamente en el año 367 a.C., cuando se dicta la lex
Licinia de consulatu que, a la vez que admite a los plebeyos al consulado, crea una nueva
magistratura patricia, la del magistrado pretor.

Corresponde esta época a un momento decisivo para la historia de Roma, ya que se abre
paso a una nueva etapa existencial con la ascendente expansión del núcleo originario de la
urbe por territorios y pueblos limítrofes. Esto trae como consecuencia que el derecho
quiritario, estrictamente nacional, sufra las modificaciones que impone necesariamente el
engrandecimiento del Estado y que, debido a la especial actitud del magistrado pretor, se
hayan introducidos medios más equitativos para regular las relaciones jurídicas.
Durante el periodo del derecho honorario, las primitivas instituciones jurídicas del ius
quiritium se transforman profundamente, porque deben operar armónicamente con la
nueva conciencia social y política, modificada por el contacto con las ciudades extranjeras
del mundo antiguo con las que Roma ha entrado en relación. Los institutos jurídicos se
reforman y se oponen al formalismo, en consonancia con las exigencias de una sociedad
animada de un evidente espíritu mercantil.

La función del magistrado pretor se ve favorecida por la sanción de la lex aebutia,


probablemente del 130 a.C., que vino a constituir un hito fundamental en la evolución del
derecho de la época. Aparece, entonces, con nuevas formas procedimentales el sistema
formulario, una de las vías principales de que se vale el magistrado pretor para renovar el
derecho antiguo, dando nacimiento a un derecho nuevo, el ius honorarium o pretorium,
frente al primitivo derecho civil antiguo o quiritario.

El derecho civil antiguo, con prioridad de origen y con el profundo arraigo que le daba la
costumbre o tradición, se resiste a que el derecho honorario se imponga y lo desplace, pero
los edictos del pretor van infiltrándose poco a poco en razón de que sus principios, que
reconocen como fuente la equidad, están más en consonancia con las necesidades
impuestas por la convivencia de una sociedad, que ejerce ahora amplio dominio en las
regiones del mare nostrum (mar mediterráneo).

De esta manera, se va produciendo una mutua corriente de transfusión paulatina, pero


profunda, que hace que el ius civile antiguo vaya limando su antiguo rigor formalista hasta
llegar el momento en que se opera la aproximación, y hasta la fusión con el ius honorarium
en un sistema uniforme de derecho positivo o vigente. De ahí en adelante, el dualismo,
derecho civil antiguo – derecho honorario, solo tiene un mero valor histórico, imponiéndose
en este periodo el derecho honorario, como el nuevo derecho civil romano.
3. IMPERIO: 27 a.C. - 565 d.C. Periodo de la Codificación Justinianea
Este periodo histórico-político se inicia con la llegada al poder de Augusto, primer
emperador romano, hasta la muerte del emperador Justiniano en el año 565 d.C.

La tercera y última fase de la evolución histórica del Derecho romano se caracteriza por el
profundo debilitamiento del derecho clásico debido a factores de muy diversa índole e
importancia. Entre las fuentes del derecho de esta etapa aparecen las constituciones
imperiales, que vienen a ser la norma legal obligatoria emanada de la voluntad del
emperador, las cuales adquieren su mayor fuerza y vigor a partir de Diocleciano como
consecuencia de la plenitud del Imperio absoluto.

La absorción total de las otras fuentes por el emperador hace crecer cuantitativamente las
constituciones imperiales, las que no solo por su gran número, sino también por las
disposiciones contradictorias que contienen, vienen a crear un caos legislativo que se debe
cortar de raíz. Se impone pues la ordenación del derecho vigente de las leges, como se
denomina a las constituciones imperiales.

En procura de esta ordenación de las leges (constituciones imperiales), se dictan los


códigos Gregoriano y Hermogeniano, probablemente en época de Diocleciano,
Maximiniano y Constancio Cloro. El proceso de ordenación de las leges, iniciando con
estas colecciones, alcanza mayor relevancia cuando en el año 438 se publica el código
Teodosiano, dictado a instancia de Teodosio II, emperador de Oriente y aplicado también
en Occidente por decisión de Valentiniano III.

Durante este periodo se hace necesaria también la ordenación del ius o iura, esto es, el
derecho comprobado y transmitido por los escritos de los jurisconsultos, en especial la obra
de los jurisconsultos clásicos. A ese fin tiende una constitución imperial dictada por
Teodosio II, en el año 426 D.C, y aplicada también en Occidente, que se conoce con el
nombre de ley de citas. Esta ley tuvo por objeto establecer el procedimiento que los jueces
debían seguir para aplicar la doctrina de los jurisconsultos, confiriendo valor legal a la
opinión de cinco de los más grandes jurisconsultos o prudentes romanos: Papiniano, Paulo,
Ulpiano, Gayo y Modestino.

Este ciclo del derecho de la codificación desemboca, finalmente, en la obra de codificación


del emperador Justiniano, con lo que viene a clausurarse el proceso evolutivo del Derecho
romano. Justiniano lleva a feliz término la codificación tanto del ius como de las leges.

Jurisprudencia y constituciones imperiales se plasman a través del monumento jurídico más


grande de todos los tiempos, el Corpus Iuris Civilis o codificación de Justiniano.

3.1 PERIODO DEL ALTO IMPERIO o PRINCIPADO 27 a.C. al 235 d.C.


Este periodo comprende desde Augusto, en el año 27 a.C., hasta la muerte del emperador
Alejandro Severo, en el año 235 d.C. A este periodo se le ha denominado también periodo
Clásico del Derecho romano, porque en este periodo los jurisconsultos romanos llevaron la
ciencia del derecho a su máximo esplendor.

3.2 PERIODO DEL BAJO IMPERIO. 235 d.C al 565 d.C.


Periodo que va desde la muerte del emperador Alejandro Severo hasta la muerte del
emperador Justiniano, en el año 565 d. C.

El emperador Teodosio el Grande, en el año 395 d. C., dividió el Imperio en dos,


repartiéndolo entre sus dos hijos, otorgándole a Honorio el de Occidente y a su hijo
Arcadio, el de Oriente.

Dos hechos trascendentes y de gravitación en el desarrollo del Derecho romano acaecieron


durante este periodo, estos son: la división del Imperio en dos partes: oriente y occidente y
la invasión de los pueblos bárbaros. Esto trajo como consecuencia la caída del Imperio de
Occidente que sucumbió ante los pueblos bárbaros, como fue la invasión de los visigodos,
los que terminan por ocupar el Imperio occidental, terminando su existencia en el año 476
d.C.
Así, el azar de los acontecimientos hizo que las dos partes en que el Imperio había quedado
dividido después de la muerte de Teodosio no volvieran a reunirse. En los siglos que se
sucedieron a su separación corrieron suertes muy distintas, pues mientras Oriente subsistió
durante mil años independientemente y apegado a sus tradiciones, Occidente cayó en poder
de los invasores germanos y sirvió de origen a la formación de nuevas naciones.

Puede decirse, pues, que a partir del año 476 d.C., el Imperio romano desaparece como gran
unidad política y comienza otro acontecimiento trascendente: la Edad Media, una nueva
época en la historia universal.

La parte oriental del Imperio, al cortar sus relaciones con occidente después del año 476,
vio resurgir nuevamente la tradición griega, un estilo cultural que le había sido arrebatado
por la acción romanizadora. Esto determinó que el Imperio de Oriente fuera llamado
Imperio griego y, más frecuentemente, Imperio bizantino, por el auge que adquirió como
metrópoli Bizancio.

El Imperio bizantino sobrevivió a la catástrofe del año 476 por espacio de diez siglos, ya
que después de experimentar toda clase de vicisitudes, solo cedió ante la acción arrolladora
de los turcos otomanos cuando estos ocuparon Constantinopla en el año 1,453, poniendo fin
al Imperio de Oriente, y, en consecuencia, al Imperio romano.

II. FUNDACION DE ROMA


1. ORIGEN Y ORGANIZACIÓN TRIBAL
Tema envuelto en el misterio y sobre el cual no se han puesto de acuerdo los autores, es el
de la fundación de Roma. Partiendo de ideas generalmente aceptadas, como punto de
referencia en el tratamiento del tema, debemos decir que Roma estuvo formada por tres
tribus, a saber:

1.1. La tribu de los Ramnes, de raza latina, cuyo jefe fue Rómulo.
1.2 La tribu de los Ticies, de raza sabina, cuyo jefe fue Tatio.
1.3 La tribu de los Luceres, de raza etrusca, cuyo jefe fue Lucumon.
Estos tres pueblos o tribus asentados en la ribera del río tíber, bajo la autoridad de un rey,
formaron la ciudad de Roma. Se dice que los etruscos era un pueblo guerrero lo que
representaba una constante amenaza para la pequeña tribu de los latinos. Esto motivó a que
los latinos hicieran alianza con la tribu sabina. De esta alianza surgen los cuatro primeros
reyes romanos:

Rómulo (753-715 a.C.), Numa Pompilio (715-672 a. C.), Tulio Hostilio (672-640 a. C.) y
Anco Marcio (640-616 a. C.). El primero y el tercero son de origen latino y el segundo y el
cuarto de origen sabino.

A estos cuatro primeros reyes les suceden los representantes de la dinastía etrusca en Roma.
La conquista del poder por los etruscos se enmarca, según la tradición romana, dentro del
reinado de los siguientes reyes: Tarquino el Antiguo (616-578 a. C.), Servio Tulio (578-
534 a. C.) y Tarquino el Soberbio (534-509 a. C.).

Con los reyes etruscos, se denomina a la ciudad, que hasta entonces había carecido de
nombre, con el vocablo de origen etrusco ruma (roma), que significa ciudad del río.

Con los etruscos, se introduce el concepto geográfico-político de ciudad-estado, además, se


atribuye a los etruscos la construcción de los muros de la ciudad, consistente en un muro de
seis metros de ancho con espacio interno para 200,000 habitantes,, que si bien no demuestra
el número real de su población, indica que era ya más grande que las ciudades vecinas. El
efecto del régimen etrusco fue general, y contribuyó a formar los elementos básicos de la
Monarquía romana.
2. DIVISIONES DEL DERECHO ROMANO
La jurisprudencia romana dividió el Derecho romano en dos grandes ramas: Derecho
Público y Derecho Privado.

2.1 DERECHO PÚBLICO ROMANO


Corresponde al derecho público el conjunto de normas que regulan la organización,
constitución y actividad del Estado romano y las relaciones que este tiene con los
particulares. El derecho público se fundamenta en el interés de todos los ciudadanos. Por
tanto sus normas tienden a ordenar lo que es justo para el conjunto de la sociedad

2.2 DERECHO PRIVADO ROMANO


Por el contrario, el derecho privado es aquel conjunto de normas que rige las relaciones
entre los particulares. El derecho privado tiene su fundamento en la igualdad entre los
individuos y sus normas buscan que entre ellos sus relaciones sean justas y legales.
El derecho privado será el objeto fundamental del estudio que emprenderemos en nuestra
asignatura de Derecho romano.
El derecho privado romano tiene a su vez las siguientes divisiones: derecho natural,
derecho de gentes y derecho civil.
a) Derecho Natural (ius naturale). Se entiende por derecho natural el conjunto de
normas derivadas de la razón natural y que la naturaleza ha impuesto a todos los hombres
por igual.
b) Derecho de Gentes (ius gentium). Es el conjunto de normas de las que pueden
hacer uso los extranjeros y los ciudadanos romanos. Se entiende también en este derecho
las reglas aplicables a todos los pueblos sin distinción de nacionalidad. Se señala como una
institución de derecho de gentes aquellas que, como la esclavitud, los romanos las ven
establecidas en todos los pueblos.
c) Derecho Civil (ius civile). Es el derecho exclusivo del pueblo romano, aplicable
solamente a los ciudadanos romanos y del cual no pueden hacer uso los extranjeros (ius
propium civium romanorum).
2.3. DERECHO ESCRITO Y DERECHO NO ESCRITO
Las fuentes también clasifican el derecho en escrito y no escrito, pero sin tomar en
consideración que las normas estuviesen o no redactadas por escrito, sino tomando en
cuenta quien la promulgaba o elaboraba.
2.3.1. Derecho escrito (ius scriptum). Era el conjunto de normas promulgadas por
los órganos del Estado romano (comicios, senados, magistrados, emperadores, etc.),
estuviesen o no materialmente fijadas por escrito, aunque en la práctica lo estaban
normalmente.
2.3.2. Derecho no escrito (ius non scriptum). Son las normas formadas por el uso
y la costumbre, las cuales eran tenidas como regla de conducta (mores maiorum). En la
época de la monarquía la costumbre fue la principal y única fuente del derecho.

III LA MONARQUÍA
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA MONARQUÎA
La Monarquía romana se asienta en tres órganos políticos: rex, el senado y los comicios.
Veamos cada uno de ellos.
1.1. REX
Es el supremo y exclusivo magistrado de la época monárquica, por tanto el rey no tenía
colegas, es el único magistrado que rige en este periodo. Esta magistratura vitalicia es
monocrática, por cuanto el rey no tiene compañero, y sagrada, ya que todo delito contra su
persona era reputado un sacrilegio, le confería a su titular amplios poderes.

El nuevo rey era elegido vitalicio por el rey de turno, por lo que hace que con relación a la
sucesión del rey no se acepta que el rey fuera elegido por el pueblo en los comicios, ni que
la designación tuviera un carácter hereditario, sino el concepto, genuinamente romano, de
que el rey de turno elige al nuevo magistrado, lo que hacía que el rey saliente designara
quien debía sucederle, correspondiendo al comicio solamente la función de investirlo de
imperium (poder supremo de mando).

Al morir el rey y si este no había designado quien debía sucederle, la autoridad real pasaba
al senado, produciéndose el periodo llamado Interregnum, que hacía que cada senador
ejerciera por cinco días el poder real en carácter de Interrex, hasta que, reunidos los
comicios, el Interrex de turno propusiera el nuevo rey, al que los comicios lo dotaban de
Imperium; La Ley que investía de imperium al rey se llamaba Lex Curiata de Imperio.

Entre las funciones más importantes que tiene el rey tenemos que convoca y preside los
comicios y designa a los miembros del senado. Es el supremo sacerdote (pontifex
maximus) encargado de organizar la sacra pública (culto público). Es igualmente el jefe del
ejército y, en consecuencia, tiene la dirección de la defensa del Estado.

Por otra parte, todo parece indicar que la función legislativa de dictar normas jurídicas e
interpretarlas no habría sido ejercida por los reyes romanos, pues confiaban al colegio de
los pontífices esta tarea. Sin embargo, la historia romana refiere que Rómulo y sus
sucesores dictaron una serie de leyes regias o leyes reales a través de los comicios, que
fueron coleccionadas y publicadas por un pontífice llamado Sexto Papirio, a esta colección
se le llamó ius civile papirianum. Así, a la par del derecho consuetudinario o costumbrista
habrían tenido vigencia durante la fase del ius quiritium o derecho antiguo las llamadas
leges regiae y el ius civile papirianum, a los que si bien la leyenda proclama como ciertos,
faltan datos documentados que nos conduzcan a admitir su verdadera existencia.
1. 2. EL SENATUS
Senado viene de la palabra latina senex que significa viejo, anciano. La idea guarda
relación con la integración primitiva del senado romano, el cual estaba integrado en la
época monárquica por los más viejos entre los patricios jefes de familia, los quienes eran
vistos como venerables ancianos descendientes de los fundadores de Roma.
Los senadores eran designados directamente por el rey y actuaban como cuerpo de
consultores asesorando al rey, que regularmente los consultaba sobre cuestiones del Estado
romano. No obstante lo anterior, todo parece indicar que la verdadera función de los
senadores fue la potestad para asumir el Interregnum en la elección del rey y las
auctoritas patrum, a través de la cual convalidaban las resoluciones votadas en el comicio.

Así, solamente los patres, es decir, los integrantes de esa clase privilegiada de la sociedad
romana primitiva (patricios) fueron los únicos con derecho a integrar el senado romano, que
de esta manera vino a tener una constitución de corte netamente aristocrático.
Bajo la República este cuerpo asesor adquiere mayor importancia, sus miembros son ahora
elegidos entre exmagistrados por los cónsules y, posteriormente, por los censores a raíz de
la promulgación de la lex ovinia. Finalmente, en la época del Imperio, son elegidos por el
propio emperador y pasan a ser instrumentos dóciles y subordinados al emperador de turno.
1.3. COMITIA CURIATA
Estaba compuesta esta asamblea popular por los miembros de las tres tribus que fundaron la
ciudad y que según la leyenda estaban distribuidas en treinta curias a razón de diez curias
por cada tribu. Los comicios son convocados y presididos por el rey, y las decisiones de los
comicios se convierten en leyes (lex curiata). El comicio se reunía en Roma sobre una
parte del foro llamado comitium.

Se ha atribuido al comicio curiado, siguiendo una tendencia muy arraigada en la


historiografía romana, funciones legislativas como las tuvo en el periodo republicano. No
obstante, todo parece indicar que no es verosímil tal hipótesis, porque no se han admitido
como ciertas las referencias antiguas que aludían a leyes votadas por el comicio a propuesta
de los reyes (leyes regias) y recopiladas luego por SEXTO PAPIRIO en el ius civile
papirianum.

La verdadera y específica función del comicio por curia fue la de investir al rey de
Imperium, mediante la lex curiata de Imperio. Pero también decidían sobre la
adrogación que era la forma de adopción de un pater familia y sobre un tipo de testamento
antiguo llamado calatis comitiis, consistente en la declaración de voluntad realizada
oralmente por el testador ante la comitia curiata, reunidos con este fin dos veces al año.

También era convocado el comicio por el rey para anunciar al pueblo decisiones de
importancia y obtener su adhesión, como iniciar una guerra o celebrar un tratado de paz.
La votación de los comicios se realizaba a través de la unidad del voto de cada curia.
Dentro de cada curia votaban los ciudadanos individualmente para determinar la opinión de
la curia.

Cuando 16 curias se pronuncian en el mismo sentido forman la mayoría y se toma esa


decisión. Sin embargo, la ley curiata no tiene validez legal hasta tanto no hayan recibido la
autorización del senado romano a través de la auctoritas patrum.
2. REFORMA DE SERVIO TULIO
2.1 Causas:
La importancia que la clase plebeya iba adquiriendo en la roma monárquica a raíz de su
incesante aumento, lo que viene a significar un apreciable aporte para las legiones romanas,
hace necesario un reconocimiento de sus legítimas aspiraciones para no correr el riesgo de
perder su apoyo en la tarea de expansión territorial en que Roma estaba empeñada.
Este problema fue percibido por los reyes etruscos que entendieron que debían efectuar
ciertas concesiones a favor de la plebe. Así, el rey Tarquino el Antiguo fue el primero que
admitió nuevas gentes plebeyas en las antiguas tribus y, como consecuencia, aparecieron
los llamados ramnes, ticies y luceres secundi como se les denominó a este nuevo grupo
social. Estos plebeyos, que en cierta medida se asimilaban a los patricios, pudieron también
formar parte del aristocrático senado con el nombre de patres minorum gentium, para
distinguirlo de los senadores patricios que eran 1os patres maiorum gentium.
Una reforma más completa y revolucionaria que la de Tarquino el Antiguo se le atribuye al
rey Servio Tulio, la cual establece una nueva división del pueblo romano, fundado no ya
sobre el origen o la raza de los ciudadanos sino sobre su fortuna. La reforma tenía como
fin resolver tres necesidades públicas. Estas son:

 El pago de los impuestos.


 El servicio militar.
 El voto en el comicio.
Las cuatro reformas creadas por Servio Tulio fueron las siguientes:
2.2 CREACIÓN DEL CENSO
Para determinar la fortuna de cada ciudadano, Servio Tulio creó el censo, el cual se
realizaba cada cinco años. En el debía anotarse cada jefe de familia, que tenía su capítulo
especial (caput), haciendo constar el número de miembros de la familia, los bienes que
poseyera y los esclavos que estuvieran sometidos a su potestad.
El interés del censo estriba en servir de base para determinar las obligaciones militares y
fiscales de los ciudadanos, a los efectos del servicio militar y el pago de los impuestos.
2.3 POBLACIÓN
Tomando en cuenta la fortuna determinada por el censo, se dividió la población romana en
cinco clases:
 Primera clase: estaba compuesta por los ciudadanos que poseyeran más de cien mil
ases.
 Segunda clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 75 mil ases.
 Tercera clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 50 mil ases.
 Cuarta clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 25 mil ases.
 Quinta clase: por los ciudadanos que poseyeran más de 11 mil ases.

A través de esta reforma, Servio Tulio decide quienes pagarán los impuestos, entendiendo
que estos serán pagados proporcionalmente a su fortuna por los ciudadanos de las cinco
clases y los que tengan, por lo menos, hasta 1,500 ases. Aquellos que tengan menos de esa
cantidad están eximidos de pagar impuestos.

Los ciudadanos de menos de 1,500 ases son llamados proletarii, no pagan impuestos y solo
aparecen en el censo por el número de hijos que tengan.

Con la división de las cinco clases sociales, Servio Tulio conforma igualmente el nuevo
ejército romano compuesto ahora ya no solo por patricios, sino también por los plebeyos
que integran las cinco nuevas clases sociales.

El puesto de los soldados dentro del ejército se establece con base en el censo de las cinco
clases sociales así: los ciudadanos más ricos de la primera clase servían a caballo y eran
llamados caballeros (equites), los restantes de la primera clase servían a pie (infante) y se
situaban en las primeras filas de la legión. Los ciudadanos de las otras clases tenían un
armamento más ligero y se situaban en las filas últimas. Los pertenecientes a la infra
classem (proletarii) estaban exentos del servicio militar.
3. COMITIA CENTURIATA
Dividida la población en 5 clases con sus correspondientes centurias, crea entonces una
nueva organización o asamblea popular denominada comicios por centurias. En esta
asamblea se reúnen en armas tanto patricios como plebeyos, fuera de los límites de la
ciudad de Roma, en el campo de Marte.
Estas clases eran divididas en centurias, cada una comprendía un número igual de
ciudadanos de 17 a 46 años (iuniores) y de ciudadanos de 46 a 60 años (seniores) así:
correspondían 80 centurias a la primera clase, 20 a la segunda, 20 a la tercera, 20 a la cuarta
y 30 a la quinta, lo que daba un total de 170 centurias. A estas debían agregarse 18
centurias de caballeros, como una clase extra que procedían de la primera clase. Los
ciudadanos de menos de 11 mil ases formaron 5 centurias (2 de artesanos, 2 de músicos y
una de soldados no armados). Así la reforma de Servio Tulio distribuyó el conjunto de los
ciudadanos en 193 centurias.

La unidad del voto en esta asamblea es la centuria y las leyes votadas se llaman lex
centuriata, que también requieren la aprobación del senado romano para que sus leyes
tengan validez y puedan aplicarse al pueblo.

4. DIVISIÓN POR TRIBUS DEL TERRITORIO ROMANO


Servio Tulio dividió el territorio romano en cuatro tribus urbanas (collina, palatina,
esquilina y suburana) y la campiña romana en 17 tribus rústicas. El rey etrusco distribuyó
las tribus teniendo en cuenta el domicilio de los ciudadanos y no sus orígenes de razas. La
importancia que tiene esta nueva división es que en las tribus se incluyen tanto a patricios
como plebeyos, sin distinción alguna, tomando en cuenta solo su domicilio.

En conclusión, la reforma realizada por el rey Servio Tulio resolvió el pago de los
impuestos haciéndolo obligatorio para las cincos clases sociales, conforma el nuevo ejército
romano compuesto ahora tanto por patricios como por plebeyos y asegura el voto de los
plebeyos en la nueva asamblea de los comicios por centurias.
IV. ORGANIZACIÓN SOCIAL (Patricios-Plebeyos)
1. FUNDAMENTOS DE LA DIVISIÓN POR CLASES
Son numerosos los fundamentos que se dan en cuanto a la división de las clases y el origen
de ellas. Se ha dicho que hay una diferencia de origen económico, los patricios eran los
ricos y la plebe los empobrecidos. Del mismo modo, se ha dicho que los patricios eran los
terratenientes dueños de grandes tierras y los plebeyos los que carecían de ellas.

El romanista, Arangio-Ruiz, sostiene por el contrario que la diferencia de estas dos clases
sociales está en las distintas nacionalidades. Los patricios estaban formados por los etruscos
que habían conquistado los otros pueblos y fundaron Roma. Los plebeyos eran las demás
tribus y pueblos conquistados, además de todos los inmigrantes que se establecieron en
Roma.

Los patricios eran los únicos que tenían el goce de los derechos de la ciudad, y estaban
constituidos, como ya hemos visto, por los pater familias y sus descendientes, que
componen la asamblea de las 30 curias.

2. DERECHOS DE LOS PATRICIOS


Los derechos a los cuales solo tienen acceso los patricios los podemos resumir dentro del
orden público, religioso y privado, como a continuación se detalla:
2.1. DERECHOS PÚBLICOS
 Ius Suffragii: Los faculta a votar en los comicios o asamblea popular.
 Ius Honorum: Derecho a ocupar las magistraturas.
 Ius Militae: Ser jefe de las legiones romanas.
 Ius Occupandi Agrum Publicum: Tomar posesión de las tierras
conquistadas.
2.2. DERECHOS RELIGIOSOS
 Ius Sacerdotii: Derecho a integrar los colegios sacerdotales como por
ejemplo, el colegio de los pontífices.
 Ius Sacrorum: Derecho a ejercer el culto de la ciudad.
2.3. DERECHOS PRIVADOS
 Ius Conubii: Derecho a contraer matrimonio legítimo (iustae nuptiae)
 Ius Commercii: Derecho a realizar toda clase de negocio jurídico.
 Ius Actionis: Facultad de hacer valer en justicia sus derechos, regularmente
por medio del ejercicio de una acción (actio).

3. CONDICIÓN JURÍDICA DE LOS PLEBEYOS


Siguiendo el mismo orden establecido para los patricios, podemos decir que los plebeyos
tenían la siguiente condición jurídica:
 Carecían de los derechos públicos o políticos.
 Carecían de los derechos religiosos.
En cuanto a los derechos privados:
 No tenían derecho al ius conubii con patricios, hasta la sanción de la ley canuleia en
el año 445 a.C. que deroga tal prohibición.
 No tenían derecho al ius commercii y solo se les reconoció en la medida que fueron
admitidos en las colonias latinas.

Al no poder participar del culto de la ciudad, tenían sus propias divinidades como la diosa
Diana. Todo ello ha hecho decir que dentro de Roma vivían dos pueblos que colaboraban
en la economía local, pero que estaban separados de todos los demás aspectos de la vida.

4. CLIENTES
Este grupo social está colocado entre el patriciado y la plebe. Podría decirse que los clientes
fueron ciudadanos de segunda clase que provenían de familias empobrecidas o extranjeros
llegados a Roma, que se colocaban al amparo de una familia patricia a la que se
subordinaban, con la obligación de prestarle servicio a cambio de ayuda económica y
jurídica.
El cliente le debía respeto y obediencia al jefe de familia, al cual debía asistirle en caso de
una necesidad económica y acompañarle a la guerra.

El jefe patricio estaba obligado a darle alimentos y representarle en los juicios. Este
conjunto de derechos y obligaciones recíprocas entre el jefe patricio y el cliente se le
llamó: derecho de patronato (ius patronatus).

V. PERIODO DE LA REPÚBLICA
1. INTRODUCCIÓN
Las fuentes de la historia romana señalan el año 509 a.C., como el fin del periodo histórico-
político llamado Monarquía y el advenimiento del periodo llamado la República, al
producirse la expulsión del último rey etrusco (Tarquino el Soberbio) que fue reemplazado
por dos cónsules: Junio Bruto y Tarquino Colatino.

Causas:
Las causas que originaron el derrocamiento de la Monarquía no es tema que esté
perfectamente dilucidado. Sin embargo, se ha considerado por los estudiosos de esta
materia que el cambio institucional haya obedecido a una reacción de la clase patricia que
venía desde hacía algún tiempo conspirando contra los reyes etruscos, los que, a partir de
Tarquino el Antiguo, iniciaron una serie de reformas políticos-sociales que atentaban contra
los intereses y privilegios de que gozaba la clase patricia.

A raíz de la revolución patricia del año 509 a.C., las funciones que tenía el rey la asumen
dos magistrados llamados cónsules. Estos magistrados eran elegidos por los comicios por
centurias y desempeñaban su cargo alternativamente por el periodo de un año y, cada uno,
tenía derecho de veto (intercessio) sobre las decisiones del otro cónsul.

El nombre de rey subsiste bajo la República en dos casos: para un sacerdote que reemplaza
al rey etrusco en sus funciones religiosas, pero que posteriormente es reducido a una
categoría inferior al aparecer la figura del pontifex maximus como el verdadero jefe del
grupo religioso. El otro caso es el del interrex, un senador que gobierna por cinco días
mientras se designan los nuevos cónsules, por los comicios por centurias.

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