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' N C A 5 f £
Edición y Diagramación: Elias Mujica B.
Carátula, dibujos y fotos: Santiago Agurto Calvo
Fotografías:
B O U C H A R D . pág. 233
G U IL L E N , págs. 45. 52. 165
M EA NS, páq. 75
S E R V IC IO A E R O F O T O G R A F IC O N A C IO N A L ,
págs. 56. 77, 81. 88
PRESENTACION 5
INDICE 7
PROLOGO 9
INTRO DUCCION 15
1.1.— El Tahuantinsuyu 25
1.2.— La Planificación Inca 29
1.3.— La Planificación Física 31
I I . - EL P LA N E A M IE N TO URBANO INCA 55
IV .—SISTEMAS 253
B IB L IO G R A F IA 283
PROLOGO
9
que demuestran una vez más Ia profundidad, a m p litu d y sentido
práctico de su trabajo. De o tro lado, su análisis del m undo tecnoló
gico inca establece que las obras cuyos restos hoy podemos adm i
rar no fueron en ningún m odo fru to n i de la improvisación n i tam
poco de decisiones técnicas aisladas. Sin lugar a dudas existió un
ordenamiento p lanificador y un ordenamiento tecnológico; el p r i
mero las situó en el contexto de una sociedad con una organiza
ción u tilita ria y pragmática y el segundo orden, el tecnológico, per
m itió llevarlas a cabo con eficiencia y repetitivamente en los casos
en que esto era necesario.
10
lo inca, adquiere vida p o r /a experiencia del a uto r en su peregrinar
p o r nuestra sierra actual, p o r su respeto p o r el contexto socioeco
nóm ico. u tilita rio , rígido y eficiente de la civilización inca y p o r la
pasión y cariño que él, aún sin querer, deja traslucir p o r lo perua
no.
11
De o tro lado la historia del hombre como navegante mués
tra desde un inicio, unos 4.500 años antes de Cristo, soluciones a
la necesidad de contar con embarcaciones rígidas usando m ateria
les flexibles o m al ensamblados. Por ejemplo, las embarcaciones
mesopotámicas y egipcias eran construidas de paja en largos con
siderables; en estas embarcaciones la flo ta b ilid a d está provista p o r
el centro de la embarcación y poco p o r los extremos, pero no im
pide que personas o carga se ubiquen en los extremos lo que oca
siona que ellos deflecten y que el centro suba y que, consecuente
mente, la embarcación pierda flotabilidad. Este problema estruc
tural sólo puede ser resuelto proveyendo rigidez longitudinal. E llo
se lograba en dichas embarcaciones mediante un tijera! formado
p o r la misma embarcación, una especie de palo m ayor y 2 cables
de liana atados a los dos elementos anteriores. La misma necesidad
y otra solución al problem a se dio desde época inm em orial en las
islas polinésicas en el Pacifico. En esta cultura la tecnología estaba
y está restringida a la piedra, la madera, las fibras vegetales, los
huesos y las conchas, pero en todas ellas su desarrollo es sobresa
liente; p o r ello y como grandes navegantes desarrollaron, con m a
dera y fibras vegetales, embarcaciones hasta de 50 m. de largo, con
rigidización triangulada en el in te rio r de lo que podría llamarse el
casco de la embarcación lo que les perm itía, con poco peso, buena
flo ta b ilid a d y competencia marina.
12
man en conjunto con las anteriores una nueva estructura estable.
El sistema de agregación está en la esencia misma de los procesos
constructivos previos al desarrollo de las ciencias que han p e rm iti
do predecir analíticamente el com portam iento estructural. En la
época moderna el sistema de agregación se usa en la construcción
de las grandes estructuras (por ejemplo, la Torre E iffe l) y de todas
las estructuras espaciales. En épocas antiguas la agregación nace y
se confunde con el tanteo, el "tria ! and e rro r” , que ciertamente es
la única posibilidad constructiva para avanzar la tecnología en to
das las sociedades hasta mediados del siglo X V III. El tanteo no e li
mina la necesidad de que alguien, el constructor, tenga en la men
te. en un papel o en una maqueta, como fue seguramente el caso
de los incas, la concepción cabal y to ta l de la obra terminada; esto
explica la existencia de construcciones organizadas y sistemáticas
com o son las incas, sin e xclu ir al mismo tiem po el tanteo como
inseparable de un procedim iento de agregación en el sistema cons
tru ctivo de los techados. Es indudable que una vez comprobada
una tipología ella ya podía construirse p o r agregación sin tanteo.
13
INTRODUCCION
El conocim iento de los hechos y realizaciones del pasado
tiene gran importancia en la vida de un pueblo. Permite enterarse
de los orígenes y desarrollo de su cultura, así como de las d ific u lta
des encontradas en ese largo proceso integrador y de los niveles de
excelencia alcanzados en un momento determinado de su historia.
También esclarece, ilum inándolos con la cruda luz de la verdad,
pasajes oscuros o rincones desconocidos del tránsito de ese pueblo
a través de los vericuetos de la historia.
16
yo. Los niveles de vida y organización socio-política del esta
do Inca, su manejo del te rrito rio imperial y de sus recursos,
así como su nivel tecnológico y desarrollo infraestructura!,
fueron únicos en América e, inclusive, superiores en muchos
aspectos a los que existían en Europa.
17
El contraste se especifica entre lo moderno y lo ancestral;
entre lo sofisticado y lo popular; entre la alta tecnología y las
prácticas tradicionales. El progreso sólo alcanza y beneficia a
unos pocos, con el agravante que en muchos casos la costosa
e importada tecnología moderna se aplica equivocadamente,
sin verdadero conocim iento de las características del proble
ma que pretende resolver y sin tom ar en consideración los
factores humanos y ecológicos del contexto.
18
poráneas y, finalmente, en frecuentes ocasiones el empleo de la
tecnología andina representa un sustituto tem poral de la moderna
tecnología mientras se dan las condiciones socio económicas para
la correcta im plantación de esta última.
19
alcanzado por los antiguos peruanos y despertar el interés de los
actuales constructores por la investigación de los métodos y siste
mas constructivos del pasado.
20
basa en el registro de los muros Inca existentes en la ciudad del
Cusco, que efectué, en 1978-79, para el Proyecto Per 39 de la
Unesco y el In stitu to Nacional de Cultura.
21
— División Hispánica y Departamento de Cargografía de la Bi
blioteca del Congreso.
— In stitu to Dum barton Oaks.
— Departamento de A ntropología del Smithsonian Institute.
— Departamento de A ntropología del Museo de Historia Natu
ral de New Y ork.
— Departamentos de A ntropología y Bibliotecas de las Univer
sidades de: Austin, Columbia, Cornell, Harvard, Los Angeles,
Stanford y Yale.
22
LA PLANIFICACION EN EL IMPERIO
DE LOS INCAS
L e Y E N D A
------- ------- -------- LIM ITE» ACTUALCS
■ m m u M iT t i o cl
T A H U A N T IN S U Y O
^ — RIOS
C3 IS L A S
ENTINf
L t a h u a n t in s u y o Y E l PERU
UBICACION G E OG R A F I C A
'^ ^ ^ O O ^ ^ O O O ^ J S O O Z O O O Km
25
Es indudable que los Incas llegaron a tener un eficaz mane O R G A N IZA C IO N
jo te rrito ria l de casi toda la extensión del Imperio. La presencia de Y DESAR RO LLO
obras de infraestructura, aún en los más apartados rincones del
mismo, así lo atestigua. Cuando se visita cualquiera de los países
que conform aron el Tahuantinsuyo se encuentran, a cada paso,
restos de estructuras que muestran claramente el sello in co nfu n
dible de la tecnología Inca y, también, huellas, a veces m uy hon
das, de su influencia en el campo social. La difusión del quechua,
de los m itos y tradiciones incas, de las formas de organización del
trabajo comunal de las corrientes estilísticas imperiales, etc. en
regiones tan apartadas com o Tucumán, en la Argentina, son mues
tras incontrastables de la incanización de casi todo el te rrito rio del
Tahuantinsuyo.
26
Caravana de llamas transportando carga
por el camino de Saqsahuamán
27
Lucrepata. salida al Collasuyu
estableció una alianza dinástica con el reyezuelo de un pequeño
pueblo situado a menos de 15 km. del Cusco. En cambio, pocos
años más tarde, su h ijo Túpac Yupanqui devino en un monarca tan
poderoso que sólo pudo contraer m atrim onio dentro de su propio
linaje y lo hizo con su hermana Mama Ocllo; desde entonces dicha
costumbre rigió para los gobernantes incas.
28
1.2. La Planificación Inca
29
Es probable que los Incas no hubieran logrado el é xito que
alcanzaron, sino hubieran establecido acciones de índole socio
económica, como:
30
1.3. La Planificación Física
31
la noticia llegó rápidamente a Túpac Yupanqui y éste se trasladó
vertiginosamente de Madre de Dios al A ltiplano, levantó un ejér
cito en el camino y cayó como un alud sobre los insurrectos, des
baratándolos total y definitivam ente.
C U IM C U A Y
SUYO
A N T l-S U Y O
f U U R lN
rM A N A N
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C OLLA
SUYO
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S U Y O Y UUNU Y
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Y LOS CUATRO S U YO S P R O V IN C IA Y U U N U S
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CAMINOS
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EL T i f t H U A N T I N S U Y O
EL IM P E R IO Y LOS CAMINOS DEL INCA
O 200 400 ¡ 6 0 0 Km
34
£7 Concejo Real conformado por el Inca
y sus apocunas; el Administrador de
Provincias, y el Corregidor de Provincias.
Según la pluma del cronista indio
Huam in Poma de A y ala
desde sus cimientos, com o respuesta a la necesidad de contar con
una sede de gobierno y de administración de recursos en una zona
tardíamente incorporada al Imperio.
36
Según Huamán Poma de Ayala (| 1613| 1936), las pobla
ciones en las que se ubicaban los Mesones Reales, es decir, las ca
sas donde se alojaban los Incas o sus representantes durante sus
visitas a las distintas circunscripciones territoriales, adquirían cier
ta im portancia jerárquica.
37
centro religioso sede del oráculo del Ichma, se encuentra a 20 km.
de Arm atam bo y de Huaycán. a 100 km. de Asia, donde se a fin
caba el pueblo de Coayllo, y a 200 km. de Chincha. Igualmente,
podemos comprobar que a lo largo del camino que recorre longi
tudinalmente la sierra, las ciudades que constituyeron establecí
mientos de importancia en el Incanato se encuentran a 200 km,
la una de la otra, tal es el caso de Jauja, Bombón, Huánuco Viejo,
etc.
• P erm itir el rápido intercam bio de inform ación entre las dis
tintas marca, sayas y suyos, entre estas y los centros de go
bierno y, especialmente, el Cusco.
Estos caminos eran las rutas oficiales del Imperio, las vías
de prim er orden que usaban el Inca y los altos funcionarios en sus
visitas periódicas a los Suyos y que perm itían los rápidos despla
zamientos de los ejércitos imperiales. En su largo recorrido estos
caminos ligaban entre sí a los Tambos Reales, como Lim atam bo;
a los Centros Adm inistrativos, como Huánuco Pampa; a los Cen
tros Religiosos, com o Pachacamac; a las poblaciones Cabezas de
38
Comarca, como Suculachumbi, el actual Chancay; y a las ciudades
capitales de provincia o Huamani, como Hatun Sausa, Hatun Sora
y Hatun Colla.
40
J r«~*. .w>f capac
SI supervisor de los caminos imperiales,
el capac ñan tocrico Los caminos secundarios complementaban la cobertura te
rrito ria l primaria, surcando en form a longitudinal y transversal los
vastos espacios creados por las retículas de la red principal.
41
los sitios de producción y los poblados vecinos, o entre dos de és
tos, podía recorrerse en poco más de una hora. Naturalmente, la
importancia de este hecho en la eficacia del proceso productivo era
de enorme trascendencia.
Los ríos citados y sus afluentes hacen del Cusco una región
privilegiada, en cuanto a la producción agrícola se refiere, y al mis
mo tiem po convierten la zona en bastión prácticamente inexpug
nable, al conjugarse con las cadenas montañosas que forman los
valles regionales. La ciudad del Cusco se asienta en el pequeño va- La red v,ald0 la rc^'on de/ Cusco
42
La red vial de I.1 suh región del Cusco
lie form ado por el río Saphy, poco antes de que su confluencia
con el Tullum ayo, el Chunchulmayo y el Huancaro de origen al
Huatanay. La ciudad se form ó a p artir del cruce de los caminos
que conducían a los Cuatro Suyos y alrededor de dicho punto,
situado en el centro de gravedad del gran espacio co nstitu id o por
las plazas Huacaypata y Cusipata, se desarrolló la Capac Llacta
imperial.
En los lím ites del "h in te rla n d ", los Tambos o casas reales
de Limatambo, Paucartambo, Urcostambo y Tambobamba asegu
raban la invulnerabilidad del Cusco y señalaban el in icio de la ju
risdicción de los Suyos.
43
secundarios era subdividida, en igual forma, por el tejido de los
caminos de orden terciario. Como resultado de dicho sistema, to
davía hay alrededor del Cusco anillos concéntricos de poblaciones
que se escalonan a distancias de 5, 10, 20, 30 y 40 kilómetros,
dentro del gran lindero form ado por los Tambos Reales. El primer
anillo está form ado por Poroy, Ceremarca, Tambo Machay, San
Sebastián, Choco y Cachona; el segundo por Pucyura, Chinchero,
Chitapampa, San Jerónimo, Huanacaure y Corea; el tercero por
Anta, Huayllabamba, Lamay, Pisac, Condebamba, Vaurisque y
Huanoquite, sucediéndose con el mismo orden y paracida co nfo r
mación los demás anillos.
44
Camino Inca entre el Cusco y Machu sentido económico que regía las actividades de los Inca y conside
Picchu (foto GuillenI
rado un despilfarro. En la costa era casi imposible pavimentar los
caminos y en la sierra era totalm ente innecesario, dada la natura
leza del terreno. Sólo se pavimentaba, con grandes y pulidas losas,
los tramos en que era imprescindible hacerlo, como los sitios por
donde podía discurrir un eventual curso de agua.
45
Camino en la costa, cruzando el valle del
Chillón
46
LA INFRAESTRUCTURA DE SERVICIOS PUBLICOS
47
mo éste avistaba la aproximación de un corredor, daba voces para Reconstrucción hipotética de una
chasquiwast o estación de chasquis
avisar a su compañero y avanzaba al encuentro del mensajero que
se aproximaba para recibir el mensaje, a la manera de una posta, y
luego emprender veloz carrera.
48
Por tanto, es indudable que los Chasqui Inca podían reco
rrer de 15 a 20 kilóm etros en una hora y, consecuentemente, la
increíble distancia de 360 a 480 km. al día. Tenían razón, pues,
los cronistas que aseguraban que el Inca en el Cusco, comía pes
cado fresco que le era llevado descie Chala, a orillas del Pacífico.
49
7ZS
* Tambo Real, y
* Tam billo.
50
Reconstrucción hipotética de un tambo
inca, a partir de las descripciones del
siglo X V I y X V III
tivas de funcionarios y cuerpos de ejército, salvo la excepción que
pudieron representar los asistentes a los fía y m i o los vasallos que
concurrían a las ceremonias oficiales de coronación o celebración
de los gobernantes Incas.
53
M AÍO
54
Ih EL PLANEAMIENTO URBANO INCA
Machu Picchu. vista aérea del Servicie
Aerofotogréfico Nacional 11964)
11.1. El Urbanismo Inca
57
Lurin
Huaycán de CieneguMa
existía, por lo menos, una plaza que era centro de las actividades
religioso-administrativas de la población y en la que se ubicaban
los templos, palacios y edificios más importantes. Usualmente, en
las cercanías del poblado y en lo alto de un prom ontorio, existía
una Pucará o fortaleza, acrópolis Tahuantinsuyanas encargada
de prestar refugio y protección a los habitantes de la vecindad.
Así debieron ser las capitales de las naciones sojuzgadas e incor
poradas al Imperio, las importantes Hatun Hacías de las nuevas
provincias imperiales. Las noticias que los cronistas nos hacen
llegar respecto a Tumbes, Cajamarca, Jauja y tantas otras "ciu d a
des" del Incario, se acercan bastante a la imagen urbanística des
crita.
59
Asentamientos poblacionales del
urbanismo informal: sede de un pequeño
curacaigo. población dispersa de un
ayllu: y pequeña población rural
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1 u . I / r
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60
En resumen, las poblaciones no planificadas por el Esta
do Inca eran resultado de un crecim iento espontáneo e inform al
y acusaban las características propias de las formas de vida y del
desarrollo tecnológico alcanzado por las diversas naciones y etnías
que integraban el Tahuantinsuyo. Naturalmente, el medio físico
en que se ubicaban las poblaciones también in flu ía grandemente
en su planeamiento y m orfología.
61
CUSCO ©
5 \
Dichas localidades planificadas cum plían, dentro de los ob ^ « S A N S E B A S T IA N
jetivos de la planificación física, el rol de co n trib u ir a modelar el 7 & S A N 3 E R O N IM O
espacio y a satisfacer una determinada función administrativa.
í SAY L IA
Con esa doble finalidad, el planeamiento urbano Inca estableció 7 \
una vasta tipología urbana, cuyos exponentes se ubicaban, como OROPESA o
se ha expresado anteriormente, a determinadas distancias unos de 5 1
6 ¿ MOUIKJA
otros y de acuerdo a una modulación constante.
p A N D A U U A Y L IU -A S
7 /
Dentro de cada una de dichas clases o tipos de estableci s / M U A PO
mientos humanos, creados para dar respuesta a las más im portan UPCOS Q
tes y típicas necesidades de la planificación Inca, se establecieron
patrones de diseño que perm itieron crear verdaderos modelos o
arquetipos urbanísticos.
62
Balconcillo de Auillay en el valle de Lurin
63
A .— Las Creencias Mágico-Religiosas
64
Machu Picchu. ciempio de la “comunión esa alineación. El caso más claro al respecto lo constituye el diseño
con la naturaleza" del urbanismo Inca d g | g n e |q u g |g s c g l|e s t r a
ción que les impone el C ori Cancha. En todas las ciudades del Im
perio se mantenía dicha orientación en los templos solares, inclu
sive en aquellas que no eran de origen Inca. Por ejemplo: en Caja-
marca, población que era capital de la nación de los Caxamalcas,
el llamado Cuarto del Rescate, que formaba parte del tem plo so
lar, tiene la orientación citada en franca oposición a la predom i
nante en el resto de la población pre-lnca. Tal hecho se debe a la
práctica de imponer a las ciudades conquistadas los patrones de
diseño Inca, sometiéndolas a un proceso de cirugía urbana para
adecuarlas a las necesidades imperiales.
65
B. Ei Pragmatismo y el Sentido Económico
66
tntik jjllu o Callejón del So/
El trazado de la población es ortogonal, con calles y can
chas delineadas a escuadra, haciendo uso apropiado de la pequeña
y chata planicie.
67
to de dar a cada problema el tratam iento más conveniente para Ollantaytambo. valle del Urubamba.
obtener el m áxim o beneficio con el menor esfuerzo. A riba: plano del sitio según Gasparini y
Mogolles, al frente: vistas fotográficas
68
pacial y la suntuosidad y el colorido de su decoración, impactaron
fuertemente en el austero arte Inca enriqueciendo sus realizado
nes.
70
C. Los Principios de Orden y de A utoridad
D. La Posición Integralista
71
Ella era ¡ntegralista y, como tal. consideraba tema de estu
dio a todo el ám bito circundante a la población planeada. Para
lograr tan ambicioso objetivo la Composición Urbanística se valía,
especialmente de tres grandes medios:
72
Modelación escultórica de los andenes dv
. . . . .• • i ■ _ »-_i i Pisac. en el valle del Urubamba.
dor de vistas y perspectivas, e inclusive convertido en un ele A, ,rent¿ lotodeMeans 1938 252
mentó físico de la composición espacial del conjunto. Cosa
parecida sucede respecto al Huayna Picchu, cuya forma se
reproduce en un peñón, bellamente labrado, que se encuentra
en el lado sur este de la "Planicie Sagrada” .
74
La vertiente nor occidental de Machu Picchu constituye un
buen ejemplo de este sui generis diseño ingenieril, en el que la u ti -
lidad confraterniza con el arte asumiendo formas escultóricas.
75
11.2. La Traza Urbana del Cusco Inca:
hipótesis de reconstrucción
El Cusco Inca tuvo el mismo asentamiento que tiene ac
tualmente la ciudad, es decir la parte alta del valle del Cusco, cu
yos datos geográficos son: la titud 13° 29' 1", longitud 71° 58' 4 3 ”
y a ltitu d 3,555 metros sobre el nivel del mar. El sitio tiene el as
pecto de un gran hem iciclo conform ado por una cadena de altos
cerros y está cruzado por los cauces de varios ríos. G E O G R A FIA DEL LUGAR Y
UBICACION DE LA C IU D A D
La orografía del valle tuvo gran importancia para el Cusco
Inca, no sólo por su presencia física que co ntribu yó a determinar
la form a y extensión de la ciudad y a fijar, a través de sus abras, el
trazo de los caminos, sino porque varios de los cerros de esa her
mosa e impresionante geografía, fueron lugar de cu lto y peregri
naje para los antiguos cusqueños.
76
Vista general del Cusco con
Sacsayhuamén a la izquierda.
F o to :S e rv id o A erofotográfíco N acion.it Picchu, Sipasmayo y K itim a yo y del Huancaro los riachuelos Ro-
copata. Choco y Cachona.
77
SAN JERONIMO
PARURO
La form a general del Cusco Inca recordaba la de una gigan FORMA Y EXTENSION
tesca ameba, cuyo cuerpo se asentaba sobre el cruce de los cuatro DE LA C IUDAD
caminos imperiales y sus seudópodos se extendían a lo largo de
ellos, al mismo tiem po que elongaciones menores se proyectaban
hacia el exterior siguiendo el curso de caminos secundarios. Esta
inmensa form a cubría prácticamente toda la parte baja del anfitea
tro, se derramaba valle abajo, trepaba por las laderas de los cerros,
ocupándolas en las partes practicables, y alcanzaba la meseta cu
briéndola en un gran porcentaje.
80
Vista aérea del Cusco.
fo ro . Servicio Aerofotogrifico Nacional. . L q s b a rr¡o s d g | p e r ¡ f é r ¡ c o CQ n 2 8 3 Há.
81
Como ya se ha explicado, las cifras citadas están determ ina
das por el esfuerzo diario que una recua de llamas puede realizar,
dado que dichos animales, con la carga correspondiente, pueden
avanzar entre 15 y 20 km. diarios, dependiendo el recorrido de la
naturaleza del terreno. Consideramos oportuno reiterar que el ani
llo que se situaba a dos jornadas de marcha de la capital encerraba
al "h in te rla n d " cusqueño y estaba delim itado por la presencia de
los grandes tambos que se ubicaban sobre los caminos a los Cuatro
Suyos.
82
A l respecto, bueno es recordar que Francisco Pizarro al
efectuar la fundación de la ciudad española, le d io al Cusco una ju
risdicción muy amplia, tan lejanos como Vilcas, el Océano Pacífi
co y las profundidades de las "tierras de Caribes" y que, para re
mate, tem iendo haberse quedado co rto al fija r los términos y lí
mites de la ciudad, Cabeza de los Reynos del Perú, Pizarro añadió
que le otorgaba "to d o lo demás que sirve y ha servido a esta ciu
dad y a los señores que en ella han sido".
83
dientes son menores de 30;?. Así mismo, la ciudad se ha extendido
hacia Camino Blanco, Huancaro y T iti Tica y empieza a ascender a
la planicie, situada al Norte, a través de las escarpas de Tococache
y Socorropata.
86
miembros, padre, madre, un hijo y dos hijas, y de acuerdo a las
normas de distribución de la tierra le correspondía tres topos: uno
por la pareja, uno por el hijo varón y medio topo por cada hija.
Puesto que un topo tiene, según Valcárcel y otros autores, apro
ximadamente 2,700 m 3 o sea 0.27 Há, cada fam ilia disponía de al
rededor de 1 Há. para su m antenim iento Ahora bien, al referirse
a la población rural del Cusco Inca varios cronistas, entre ellos el
Jesuíta A nónim o (| 15941 1968), y Cristóbal de Molina ((¿1553?|
1916), manifiestan que ella se ubicaba a lo largo de "u n valle que
corre diez leguas hasta el pueblo de Quiquisana” . En dicha zona de
más de 60 km. de largo, fácilmente han debido e xistir 20,000 Há.
de tierras cultivables, teniendo en consideración el sistema de an-
denerías Inca. En dichas hectáreas podían albergarse cómodamen
te 20,000 familias o sea 100,000 personas, aproximadamente.
87
Vista de la plaza principal del Cusco.
Foto: Servicio Aerofotográlico Nación.-'
191 ’
Tullum ayo. Cierto es, que en dichas manzanas hay gran hacina
m iento en las tugurizadas construcciones, pero también existen
grandes áreas baldías en el in terior de los lotes, lo que posibilita
una apropiada remodelación de las viviendas, manteniendo la den
sidad habitacional y mejorando las condiciones de vida.
88
De o tro lado, Valcárcel recuerda que el Palacio Real de
Túpac Vupanqui o Huayna Cápac, estaba guardado permanente
mente por 2,000 soldados cañaris y chachapoyas; que la Cámara
del Tesoro tenía 50 mayordomos y que los sirvientes del palacio
constituían una increíble m u ltitu d que se apiñaba en salas y re
cintos.
* Sancho de la Hoz.
- Para la Zona Suburbana y Rural, 500,000 personas.
* Cristóbal de Molina.
- Para el Núcleo Central, 40,000 personas.
- Para los Barrios Periféricos, Zona Suburbana y Zona Ru
ral, 200,000 personas.
89
A primera vista los datos parecen contradictorios, pero si
los analizamos con cuidado podemos comprobar que, a pesar de
las diferencias en la apreciación de cantidades y que unos conside
ran el número de casas y otros el de personas, las cifras pro po rcio
nadas llegan a tener sentido y a correlacionarse.
90
O 6 10____________ ** m
92
ESTRUCTURA URBANA Sobre este punto se han adelantado varios aspectos en los
DE LA CIUDAD acápites anteriores, y por ello trataremos de resumir al máximo los
asuntos ya tratados y dedicarnos a la descripción y explicación de
los aspectos de la estructura de la ciudad que aún están inéditos.
93
9RsfK
M ESA REOONOA
M U N AYIE- N C
o u iu u p a :
IC C H U
M A N A N C U S C O HURIN CUSCO
W SANCA CANCHA I» A M A N U C A N C H A - P A L A C IO OC M U A V N A C A P A C ( •
1 > T A M » 0 S O C L C H IN C H A T t U V O P A L A C IO
1 - P A L A C IO OC C O L C A N PATA * - H A T U N C A N C H A - P A L A C IO OC T U P A C YU PAN C
4 - PU M A C U R C O 4 - H A T U N N U M IV O C -P A L A C IO OC IN C A NOCA
! • Y A C H AY H U A S I S.» A C L L A HUASI
* - C A S S A N A - P A L A C IO O t P A C H A C U T tC 5 -P U C A M A N C A -P A L A C IO OK A M A N U IN C A VU PAN
I - CON A C O N A • P A L A C IO OC IN C A N O C A T -C A N P A C A N C H A
• -rO N Y A L C Z A OC H U AJIC AN 0 H U A Y P A N S -M U T U C H A C A PAMPA
% - P A L A O O OC H U A S A C A N S .-C U N T U N PATA
1 0 -P A L A C IO OC C U N TU N C AN C H A t O 'P A L A O O OC M A Y T A CAPAC
I I - HUANACO HUASI O YACH AYH UASI II- * P A L A C IO OC C U S IC A N C H A
a PALAQ O OC C A P A C V U PA N O U I Ct-INTIPAMPA
I S * TAM BOS OCL A N T IS U Y O I V P A L A C IO OC L L O O U C YU PAN QU I
M -P L A T A OC A M A N U C C A T A 1 4 -N IM A C PA M P A
If t - O U a W A N C A N C H A -T E M P L O OC V IN A C O C H A
1 5 - P A L A C IO OC S lN C M I N O C A
M .* P A L A C IO OC V IN A C O C H A IN C A • • C O N IC A N C H A
r r • C U T U S M A N C O - COMSCWO n c a l IT - A H U A J P I N T A
• - USNO « .T A M B O S OCL C O LLA S U Y O
ÍS -S U N T U N H U A S I
IS - T C M P L O OC L A P A C H A M AM A
M -H U A C A V P A T A
n CU S IP A T A
t l r T A M B O S OCL C O N T IS U Y O
94
estructuraba en función del sistema de andenerías agrícolas exis
tente y, a la espera del crecim iento del Núcleo Básico, estaba in
tensamente cultivada. El Centro Político-Religioso de la Capital o
Núcleo Básico, se estructuraba alrededor de la plaza principal
Huacaypata, se dividía, a uno y o tro lado del camino Contisuyo-
A ntisuyo, en una parte alta o Hanan Saya y otra baja o Hurin Saya
y tenía un sistema circulatorio de calles y callejones que creaba un
tejido urbano sensiblemente ortogonal, en el cual se conjugaban
plazas. Barrios Centrales y Recintos o Conjuntos Vecinales.
95
ción de "Cusco, Capital del Im perio” (1970), fija en doce el núme
ro de barrios, asignándole tres de ellos a cada uno de los Cuadran
tes y aclarando que cada barrio tenia, a su vez, tres caminos y tres
ceques. estando estos últim os al cuidado de las Panacas Imperiales.
Además varios son los cronistas, entre ellos Garcilaso y Vasques de
Espinoza, que respaldan una organización de la Capital Inca similar
a la descrita.
96
Diagrama de la organización de los
ceques en relación con los caminos a los
suyos Así mismo, la relación de ceques, al indicar la ubicación de cada
una de las huacas que se alineaban a los largo de ellos y relacionar
las con una serie de accidentes geográficos, sitios urbanos y obras
arquitectónicas, ha perm itido fija r la posición y lim ites de los Ba
rrios Periféricos.
97
La posibilidad de que los barrios hayan sido diez, que se
apoya en el hecho de que los ayllos y panacas encargadas del cu i
dado de los ceques sólo eran una decena, tendría el serio incon
veniente de im posibilitar el reparto uniform e de los barrios entre
los cuadrantes y de los ceques entre los barrios. Además, ambas
posibilidades no concordarían con las referencias históricas y con
la ubicación de los caminos Inca que se han encontrado en la peri
feria de la ciudad.
98
VVira del Cusco de mediados del siglo
pasado IFotografía. Colección Rozas)
Con la excepción de las residencias de los Curacas de las
naciones incorporadas al Imperio, que posiblemente tuvieron un
standard constructivo superior, la mayor parte de las construccio
nes de los barrios estaba constituida por modestas edificaciones de
barro y piedra sin labrar, techadas con ¡cchu. La precariedad cons
tructiva de esas chujlla, determ inó que a los pocos meses de haber
sido abandonadas por sus habitantes, m itm a y forasteros, como
consecuencia de la llegada de los españoles, las construccciones
estuvieran prácticamente destruidas, habiendo acabado de desapa
recer durante el cerco del Cusco, por Manco Inca.
99
A l respecto, Garcilaso recuerda que, en 1550, vio arar a la
primera pareja de bueyes que llegó al Cusco, en los andenes que,
más tarde, serían de San Francisco... y que, en el posteriormente
llamado llano de Santa Clara, se ejercitaban caballos hasta 1560.
Por su parte, el Padre Velasco cuenta que entre la ciudad y San
Blas, antiguo pueblo in d io de Tococache, había más de tres tiros
de flecha.
100
De o tro lado, en el m undo andino de la época, la costum
bre de separar lugares mediante recintos y de protejerlos con cin tu
rones de aislamiento se practicaba con frecuencia. El Padre Velas-
co relata que en el reino de los Sciris las ciudades se organizaban
en círculos concéntricos y que tanto el sector central como cada
uno de los sectores que formaban la ciudad, estaba separado de los
otros por extensas áreas no construidas.
Probable palacio Inca en el sector sur de En efecto, el Cusco fue divid id o por Pachacútec en diez
Huánuco Pampa, compuesto de 19
estructuras rodeadas por un muro (plano
grandes barrios centrales para residencia de sus antecesores, de él
de Morris y Thompson 1985 691 mismo y de su hijo Túpac Vupanqui. Con dicho reparto del Nú-
cleo Central, como se puede observar con claridad en el plano ar
queológico del Cusco, se saturó la capacidad de alojar Panaca Im
periales que tenía el sector. Además, hay que tener presente que
los reyes Inca jamás habitaban el palacio de sus antecesores, dado
que esas instalaciones quedaban en poder de la Panaca respectiva
con la finalidad de rendir permanente culto a la momia del desapa
recido monarca. La obligación del nuevo Inca de construir su p ro
pio palacio y el de la Coya su esposa, generalmente más grandes
y suntuosos que los ya existentes, generaba a co rto plazo una tre
menda necesidad de espacios libres dentro de la sede del Gobierno
Imperial. Aún en el caso que dentro del Núcleo Básico se hubiese
podido ubicar algunos palacios más, es evidente, dado el tamaño
de los mismos, que no hubieran podido ser muchos y que, en plazo
relativamente corto, la crisis se hubiese producido.
1 0 2
Forma de puma en el tru/o del Cusen, en la circunstancia de que la forma de la ciudad realmente recuer
según John Rowe 119671 en base a un
plano de Squier (1877) da a la de un felino, y en el hecho de que Pachacútec tom ó al pu
ma por tótem de la ciudad, se ha sostenido que el Inca diseñó la
traza del Centro de la Capital Imperial dándole la forma de dicho
animal. Pachacútec, quien era un consumado planificador y diestro
arquitecto, efectivamente trazó la ciudad y la puso bajo la advoca
ción del puma. Betanzos ([1551] 1880) dice al respecto: "a toda
la ciudad ¡unta la nom bró " Cuerpo de León", diciendo que los ta
les vecinos y moradores déI eran miembros del tal León, y que su
persona era la cabeza dé!".
103
Hay, pues, m otivo para suponer que la sim ilitud de la fo r
ma de la ciudad sagrada con la de un puma, no es fru to de la casua
lidad. Pero cabe preguntarse si un planificador previsor y m inucio
so, como lo era Pachacútec, le daría a la ciudad una form a que de
mantenerse constreñiría su desarrollo o en caso contrario, sería
rápidamente desfigurada por la expansión urbana. Graziano Gas-
parini, en su lib ro "A rq u ite ctu ra Inka " (1977), se hace esta misma
pregunta y, con gran agudeza, sugiere que quizás la form a del
puma cubría una parte mayor de la ciudad, previendo su expan
sión, y que en vez de un puma echado sobre el Saphy podía tra
tarse de un felino sentado sobre el río Chunchulmayo.
105
El planeamiento del Núcleo Básico estaba determinado La Traza Urbana
por el Patrón de Asentamiento Urbano, al que ya hemos hecho
referencia. Como se recordará se trataba de un trazado práctica
mente ortogonal, constituido por manzanas o recintos vecinales
de form a sensiblemente rectangular y un sistema de calles prác
ticamente rectilíneas y sumamente estrechas. Dicho planeamien
to estaba fuertemente influenciado por los accidentes naturales
y por las obras que estabilizaban la geografía del lugar y la hacían
más propicia para la producción agrícola. Se trataba, al parecer,
de un planeamiento urbano fuertemente influenciado por facto
res agrícola-religiosos, que se adaptaba a la naturaleza, respetán
dola, e incorporando al trazado urbano todos aquellos accidentes
que en alguna forma se destacaban. "L a prudencia ordena no tu r
bar el orden establecido y desconfiar de todo lo que es anorm al",
dice Baudin al respecto (1959). Esta actitud basada en el animis
mo, creencia profundamente arraigada entre los Inca, obligaba
respetar a las rocas, a las fuentes, a los árboles, etc. pues "lo s ojos
de las cosas" vigilaban constantemente el com portam iento de los
humanos.
106
Intikijllu o Calleón del Sol . . . .
La existencia de una gran trama o retícula, formada por
las calles más importantes y anchas, dentro de la que se conjugaba
otra trama más menuda, conformada por calles estrechas y angos
tos callejones;
* La presencia de grandes conjuntos urbanos, verdaderos
Barrios Centrales, que estaban delimitados por las calles de la gran
retícula vial y conformados por numerosos y pequeños conjuntos
habitacionales o Recintos Vecinales; y
* La escasez de áreas libres, dado que las calles eran estre
chas y las plazas pocas y pequeñas, salvo la ya citada excepción de
Huacaypata.
107
Agua/pinta Ladrillos
108
Huaynapata Siete Culebras
109
Calle San Aguttít,
la subida de San Blas. Esta vía era, en realidad parte del camino al
A ntisuyo;
* La vía que estaba formada por las calles Afligidos, Maru-
ri y Cabracancha, y que principiaba y terminaba en caminos rura
les; y
* La vía que era continuación del camino al Huancaro y
estaba formada por la cuesta de Arrayan, la plaza Intipampa y las
calles Zetas y Abracitos, continuándose, a través de la plaza Rí-
macpampa, en el camino al Collasuyo.
110
Dentro de estas grandes unidades urbanas se daban otras
de menor tamaño, que, a su vez, estaban constituidas por los pe
queños Recintos Vecinales. Por ejemplo, en el caso de Hatun
Cancha aún se nota claramente, en el plano arqueológico del
Cusco, la existencia de tres conjuntos: el impropiamente llamado
Hatun Cancha, el Acllahuasi y Pucamarca. Así mismo la existencia
de los Recintos Vecinales se puede apreciar con nitidez, en el an
tiguo Barrio Central de Cusicancha, actualmente delim itado por
las calles Maruri y San Agustín, por la plaza de Santo Domingo y
por la Pampa del Castillo. En esta unidad se observa la presencia de
nueve Recintos Vecinales cuyos lados tienen entre 40 m. y 47 m.
El sistema de circulación de este conjunto de pequeñas unidades
urbanas, está form ado por una cuadrícula de callejas y callejones,
uno de cuyos típicos ejemplos está dado por el Callejón de Ro-
merito.
111
HIWAM IIN OH AM -l«ll
cando dos de los bloques a fines habitacionales (D orm itorios de la Agrupannentos arquitectónicos típicos
fam ilia paterna y de la del hijo mayor) y los otros dos a los fines ei caso de Pata L i^ t a (tegún Bingham
generales ya descritos.
112
Patrón de agrupamiento arquitectónico
Inca. Aba/o reconstrucción hipotética
de la cancha "A "
LJL.J L.
—
J r - ^ C D r -
113
El agrupamiento de cuatro bloques podía, sin variar funda
mentalmente, hacerse más com plejo y, posiblemente, cu brir un
mayor número de funciones mediante la m ultiplicación del núme
ro de bloques que enmarcaba la cancha central. Para ello, simple
mente, los bloques originales se sustituían, todos o algunos de
ellos, por dos unidades, pudiendo así form ar conjuntos de cinco,
seis, siete y hasta ocho bloques. El caso más frecuente, posible
mente por razones de simetría, es el conform ado por seis bloques.
114
Reconstrucción hipotética de un b.irn las ciudades Inca. Fray Bartolomé de las Casas dice al respecto...
central constituido por seis recintos
vecinales "las casas o Palacios Reales del Rey Cuzco eran... hechas en cuadra
y tenían de esquina 350 pasos.. . " (115251 1948).
115
(|1 5 9 0 | 1946) refiere que en los palacios reales " había verjeles y
huertas, estanques, puentes, baños, templos, capillas de sus dioses
y lo p ro pio era en casa de los señores orejones y demás caciques"...
y respecto a la residencia de Mama Micay, la colla de Inca Roca,
cuenta que tenía cien piezas, veinte huertas y cuatro grandes pa
tios.
116
III. ARQUITECTURA
Y CONSTRUCCION INCA
III.1. Tecnología Inca en la Construcción de
Muros de Piedra
119
Ultimamente, el tema ha sido enriquecido por el estudio de
ciertos aspectos del problema, pero subsisten muchos vacíos tanto
en aspectos específicos cuanto en el planteamiento general del
asunto.d)
Las piedras rnás usadas por los Incas en las construcciones Canteras y Tipos de Piedra
del Cusco y alrededores, fueron: calizas, andesitas, dioritas y gra
nitos. También se usaron en el "h in te rla n d " imperial basaltos, are
niscas y cuarcitas, aunque su uso fue más frecuentes en otros luga
res del vasto Tahuantinsuyo.
A m arillento
TIPOS
Blancuzco
DE
| Verdoso
Rosáceo
ANDESITAS 6 1200 X X X X X
BASALTOS 5 -6 1200 X X X
CUARCITAS 5 800 X X X X X
D IO R ITA S 6 1200 X X
G RANITO S 6 7 1200 X X X X
120
Extracción de los Bloques La extracción de las piedras de las canteras es uno de los
aspectos del proceso que ha sido más frecuentemente tratado y se
puede resumir en lo siguiente:
121
Actualmente, también hay unanimidad en descartar el pro
cedim iento de romper las rocas mediante calentamiento y súbito
enfriam iento por efecto de un chorro de agua, pues tal operación
produce la fracturación de la materia en muchos e irregulares pe
dazos. Es posible, sin embargo, que dicho procedim iento haya
sido usado cuando se deseaba obtener material para trabajos bur
dos, como para la ejecución de terraplenes, andenes, rellenos, etc.
Recientemente (H ollow ell 1985), se especula con la posibilidad
de que la rotura de bloques se haya producido mediante la talla de
una ranura profunda y la acción dilatadora del agua depositada en
ella, al congelarse durante la noche. Una variante del uso de la ra
nura consistiría en llenarla con carbón incandescente hasta produ
cir la rotura de la piedra.
Las dimensiones de las piedras usadas en los distintos apa T A M A Ñ O DE LOS BLOQUES
rejos Incas son muy variadas e, inclusive, se producen grandes d i
ferencias de tamaño entre los elementos constitutivos de un mismo
tip o de aparejo. A grosso modo, podríamos intentar clasificar el
tamaño de las piedras usualmente empleadas de la siguientes ma
nera:
124
E LH O V E M O C A P 1TH
T '^
Traslado de la piedra cansada, según
Huaman Poma de Ay ala
ríos, pueden haber colocado los bloques sobre una armazón de ma
deros que desempeñaría el rol de patín o trineo. La existencia de
protuberancias y/o encajaduras en los bloques, que facilitarían su
amarrado y fijación al aparato de transporte al ser halados, da base
a esta suposición. En buena cuenta, el sistema funcionaría en fo r
ma parecida al del carguío de los aríbalos, en el que la soga del
portador, al pasar por el mogote posterior y las asas del cántaro,
no sólo lo sostiene en el aire, sino que, también, lo fija a la espalda
del cargador. Naturalmente, para poder ser haladas las piedras eran
atadas con gruesas maromas que, como lo indica Garcilaso, servían
tanto para halar las piedras, guiándolas, como para sostenerlas,
aguantándolas, y así evitar que se desbarrancaran en las cuestas de
fuerte pendiente.
125
Por Rodadura.— Colocando los blOC|U6S sobre rodillos de Pni/westas sobre maneras de trasladar li
madera dura y halándolos según el procedim iento ya descrito. bloques: amba. por arrastre, abato. p<
_ . , ' ' alzamiento y deslizamiento (segu
Rowe inform a que en Ollantaytam bo, cerca de la cantera de Cachi- choisyi. y ai frente, por rodadui
cata, bajo una gran piedra se han encontrado restos de los rodillos
de madera que se usaron para moverla. Con tal fin, el camino a
usarse debió haber sido convenientemente preparado, nivelándolo
y /o terraplenándolo. También es posible que para facilita r la m ar
cha de los rodillos se hayan empleado, a manera de rieles, juegos
de tres o cuatro largos troncos que se colocaban sobre el camino
conform e progresaba el avance del bloque (O utwater 1978).
Por A lzam iento y D eslizam iento.- Dado que son muy es
casos los restos de rodillos que se han encontrado, es posible que
su uso haya sido poco frecuente, en cuyo caso es dable que se em
pleara algún o tro sistema que ofreciera mayores facilidades que el
de, simplemente, arrastrar los bloques a través de la abrupta geo
grafía de la región. Augusto Choisy, en su clásica "H istoria de la
A rq uite ctura", nos indica con lujo de detalles que los hombres pre A-
históricos, desde los máé remotos tiempos, trasladaban enormes
bloques de piedra valiéndose de lo que él llama la "m archa por
gradas". El sistema, sumamente simple y grandemente ingenioso,
consiste en levantar un bloque mediante series de palancas coloca
das a sus lados y luego rellenar el espacio producido debajo de el.
Repitiendo la operación se logrará levantar el bloque hasta la altu
ra que se desee y después bastará construir una rampa, con la pen
diente necesaria, para que el bloque se deslice hasta la base de la
misma, avanzando así un apreciable tramo. Para dicho deslizamien
to el labrado en forma de q u ila de la base del bloque facilitaría la
operación. La repetición de todo el procedim iento, o sea la puesta
en funcionam iento de una nueva "grada", perm itirá que la "m a r
cha" del bloque hasta su lugar de destino se haga con relativa fa
cilidad, mediante sucesivos alzamientos y deslizamientos. Otra
gran ventaja de este antiquísim o sistema, que no requiere de ma
yores instrumentos ni artificios, es que permite el avance en con
trapendiente. Para ello basta regular apropiadamente la pendiente
de las rampas, o gradas, con la gradiente de la cuesta que se quiere
vencer.
126
M A N IP U LA C IO N La manipulación de los bloques para asentarlos debió rea
DE LOS BLOQUES lizarse de diversas maneras, habida cuenta de las grandes diferen
cias de volumen y peso existentes entre ellos. Naturalmente, como
en el caso del traslado o transporte, la manipulación de los bloques
se dificultaba en función del incremento de sus características f í
sicas y requería no sólo de mayor esfuerzo, sino, también, de pro
cedimientos más ingeniosos y difíciles.
Dado que los muros de piedra incas rara vez alcanzaban al
turas mayores de tres metros, la colocación de los bloques en las
hiladas superiores no debió representar m ayor problema. Un sim
ple andamio y unas cuantas escaleras de mano deben haber sido
todo el equipo necesario para construir tales muros.
127
Los bloques medianos deben de haber sido asentados me
diante un procedim iento sim ilar al descrito, constituyendo una de
las diferencias más importantes el empleo de dos individuos para
la manipulación de los sillares. El levantamiento de los mismos has
ta las hiladas superiores, puede haber requerido de plataformas es
caloñadas capaces de perm itir el paso dos o más cargadores, o de
un par de vigas inclinadas, a manera de rampa, para subir los b lo
ques halándolos desde arriba.
128
Al frente: grabado de Huoinan Poma
mostrando a dos personas apare/ando Las rampas se construían en la misma form a y se ubicaban
bloques pequeños, y reconstrucción
hipotética de andamios para la en sitios estratégicos para servir eficazmente a toda la construc
construcción de muros de bloques ción; podían estar adosadas a las plataformas de trabajo o ser per
pet)uoños. Arriba sistema de andamios.
rampas y rellenos para el apare/amiento pendiculares a ellas, según la disponibilidad del terreno existente.
de bloques medianos y grandes Bernabé Cobo declara haber sido testigo de la construcción de la
Catedral del Cusco mediante el uso de dicho sistema por trabaja
dores indígenas. Los españoles, durante los primeros años de la
conquista, al com probar la eficacia de la tecnología nativa, perm i
tieron a los constructores Incas que continuaran usando sus pro
pios sistemas, en tanto aprendían las técnicas hispanas.
129
Sacsayhuamán. e/emplo de aparejos
ciclópeos
de trabajo, con la ventaja de que los propios muros asumirían el
rol de elementos de contención del relleno.
130
era conveniente, para un más fácil ajuste con las piedras a colocar
se posteriormente.
131
chu y determ inó que había 13 instrumentos de bronce que pare
cían haber sido fabricados para trabajos pesados. Análisis posterio
res de la naturaleza y calidad del material, forma y peso de los
instrumentos, así como de las huellas, distorsiones y roturas deja
dos en ellos por el trabajo a que habían sido sometidos (pruebas
micro-estructurales), llevó a la conclusión de que 1 de ellos había
sido empleado para trabajos en madera; 2 habían sido diseñados
para el trabajo en piedra, pero no habían tenido uso alguno; y
que los 10 restantes se habían empleado como verdaderos cince
les. Es decir, para arrancar partículas de material pétreo mediante
el impacto producido al ser golpeados en su extrem o superior. p1t n
Es de resaltar que con los análisis y experimentos de Gor
don se superan, definitivam ente, las dudas acerca de la utilización,
¿_3 L
por los Incas, de instrumentos metálicos para el trabajo en piedra.
132
f / llamado "trono del Inca" en
Sacsayhuamán vestigaciones arqueológicas realizadas en 1982, hasta tres hoyos de
distintas dimensiones, alcanzando la profundidad del mayor de
ellos 0.55 m. En las investigaciones realizadas por H ollowell en
O llantaytam bo, se ha llegado a com probar que los hoyos existen
tes han sido efectuados por un perforador rotatorio. Para ello se
empleó un barreno de madera dura, al que se hizo girar mediante
un arco, agua y arena de río como abrasivo.
133
nes y formas que tienen los artesanos nativos. Muchos hemos pre
senciado, asombrados, cómo, durante la restauración de los m onu
mentos del Cusco destruidos por el terrem oto de 1950, los picape
dreros del lugar reproducían elaboradas tallas y complicados or
namentos de pilastras, columnas y perillones, simplemente tenien
do a la vista el modelo original; estas increíbles copias de pasmosa
exactitud se realizaban tomando, únicamente, ciertas medidas bá
sicas
137
Por tanto, los Incas debieron tener un sistema especial de labrado
y asentamiento de esos bloques, que les permitiera un trabajo reía
tivamente sencillo y les garantizace el adecuado ajuste de los si
llares.
4
140
Propuesta acerca de la forma de colocar
frontalmnnte. las grandes piedras de los procedim iento se repetía sucesivamente con los demás bloques de
muros Inca
la hilada y luego con los de las hiladas superiores.
141
Ciclópeo. Se trataría del reemplazo del modelado por plantilla,
ya descrito, por el de una maqueta de barro a tamaño natural o
"m o ck-u p ". Dicha maqueta, que necesariamente tendría una ar
mazón leñoza, se armaría "in situ ", es decir ocupando el vacío
existente entre dos o más bloques y se recubriría de arcilla. La
humedad requerida por la arcilla para ser moldeada sería respon
sable de la deformación de la cara exterior de la maqueta al se
carse.
142
Arriba: muro megalftico en
Sacsayhuamén (foto: Isabel Bonet). al . . . . , , , ....
frente propuesta sobre w uso de tecnología en especial, asi como la naturaleza perecible de rodillos,
-maquetas"para determinar ia forma de patines, trineos, palancas, andamios y maronas, que debieron ha
los bloques de piedra . . . ...
ber sido usados, hace que, actualmente, no podamos probar varias
de las hipótesis que hemos form ulado. Estamos seguros que en el
fu tu ro cercano, con el desarrollo de las investigaciones arqueoló
gicas, históricas y tecnológicas, encontraremos respuestas satisfac
torias a muchas de las dudas e interrogantes que hoy nos desorien
tan y preocupan.
NOTAS
143
111.2. Los Aparejos de los Muros Inca
144
El enjundioso estudio de Harth Terré ha sido enriquecido
por los aportes efectuados posteriormente por Héctor Velarde,
A tilio S ivirichi y Carlos Astete y, últimamente, por las investiga
dones de Ann Kendall y Graziano Gasparini, pero a pesar del tiem
po transcurrido, más de treinta años, el trabajo del Arq. Harth
Terré aún perdura com o el único enfoque específico sobre el tema
y, también, como el más valioso.
145
PERU C I U DAD
DEL
INSTITUTO NACIONAL DE CULTURA
UNESCO
P R O Y E C T O PER 7 1 / 5 3 9
ARQUEOLOGI
A R O U I TE C TUR
FICHA | | CODIGO
C U S C O CUSCO REGISTRO DE RESTOS INCA 266
aspectos técnicos del problema. Para muchos de ellos no existen Anverso y reveno de la ficha usada an el
. . . .. , . Registro de Restos Incas
en nuestro medio las voces correspondientes, o los términos usados
en España resultan extraños al vocabulario latinoamericano, por lo
que me he visto en la necesidad de "b a u tiza r" a ciertos hechos y
elementos arquitectónicos con denominaciones que, a mi juicio,
describen bastante bien su personalidad y características.
146
^TQ S TIPOLOGICOS DATO S CRONOLOGICOS D A TO S T E C N IC O S
CIMIENTOS ----- -ni R UST ICO
;Ar ACTERISTICAS ESENCIALES CONSTRUCCION Y MODIFICACIONES ANDENES CELULAR
MUROS ENSAMBLADO
- ja r to s g a ^ a lo a , da p ie d r a , da a p s ra - In c a - 1200-1533
SOBREMUROS TSÍTOlTSRWr"
■o s s d lm e n ta rlo r e c t a n g u la r , uno de - In c a I m p e r ia l 1<»38-1533 MOJINETES SEDIMENTARIO
CUARTOS C IC LO PE O
os c u a rto s , d e d ic a d o a la s E s t r e lla s D e s tr u id o p a rc ia lm e n te d u ra n te lo a PUERTAS NATURAL
p rim e ro s años de l a C o lo n ia , p e ra VENTANAS POL CURVILINIA
.ja n e 2 p u e rta s de In g re s o , e n tr e
HORNACINAS PO L RECTILINÍÁ
i l l a s May una h o rn a c in a g ra n d e muy or c o n s t r u i r e l Templo C r ia t la n o que CAJUELAS huecqT] Í>ÓL mT x T I L I N I Í -
d e s tru y 6 e l te rr e m o to de 1650| ha a i P R OTU R BE RANCIAS cuaorang c u r v il .
g e n t a d a . En la a c a ra s I n t e r i o r e s se
CUAORANG RCCTIL
tr c u a n tr a n , en t o t a l , 23 h o rn a c in a s . T r id o a lt e r a c io n e s desde e n to n ce s y C L A V O S - ARBOLLAS CUAORANG m IX T il
r í c T A n g ü lí r
£n tr» lo s c u a r to s hay una p u e r ta de - ha s id o m o d ific a d o nuevamente dea - CUADRAOA
PltORA~~CAM06 la b r a d a
OCUPACION CATASTRO LOSAS PU LID A'
PROPIETARIO Q npu-1950-M za. No. 7*» 05 LARGO ! H.UE BUENA
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OBSERVACIONES Y PROPUESTAS
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§1 T S H V E M A U
REGULAR
MALA
Ea u rg e n te a Im p r e s c in d ib le que aa te rm in a l a r e s ta u r a c ió n d e l C o ric a n c h a ,
previa a x h a u a tlv a I n v e s t ig a c ió n a rq u e o ló g ic a a h i s t ó r i c a . Uno de lo e muroa
IDO5 TuremrTTw
INCLINACION
TECNICO
j£6 1.2 LI B ER AR
DESENC0MBRAR
DESCARGAR
ARQUITECTONICO DESECAR
líe laa " C a p illa s " s o p o rta una pesada p a re d da adoba q u e , a su v e z , B o s tia n e DESARMAR
URBANISTICO
una bóveda c o lo n ia l que te c h a un p a a a je a d y a c e n te ; t a n to p o r razp n e a e s t r u c AROUEOLOOICO APUNTALAR
147
M A T E R l A L T R A B A j O A s E N 1 A 3
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N A T U R A L E Z A T A M A RO FO RM A C O L O R E S T A D O P E R F IL J U N T A
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1
Clasificador de aparejos y el caso di
Coricanch
SE D 04-08-16 20 26 31 36 39-44 51 55
150
Ejemplos de aparejos del tipo rústico y
de su evolución a celular Iaba/o na cuenta el tamaño de las piedras varía entre menos de 0.20 m. y
izquierda) y sedimentario íabajo cerca de 2 m.(2)
derecha)
151
Las piedras que conforman las esquinas o las jambas de
puertas y ventanas de este tip o de construcción son ''desbastadas''
o sea groseramente labradas, con la finalidad de poder cum plir la
función estructural indicada.
152
Ejemplos de apare/os de tipo celular. Los
de la derecha muestran "puntos focales"
a partir de los cuales se irradia el tip o de aparejo constituye muros de carga o de cerco la sección
ordenamiento de las piedras
transversal de los mismos no tiene amarre entre sus caras.
153
Como en el caso del aparejo Rustico, este tip o de muros
refuerza sus esquinas y jambas mediante el labrado, en forma de
paralepípedos rectangulares, de las piedras que forman dichos
elementos estructurales. Debido a ello, el aparejo Celular deviene
en Sedimentario, en dichas partes, lo que ha llamado a confusión
al interpretarse el hecho como una evolución de estilos. También
es usual que las esquinas se refuercen haciendo uso del aparejo
Engastado, tal es el caso del encuentro de las calles Cabracancha
y Tullum ayo o de Ahuacpinta y Zetas.
154
mayo y Huatanay, así como en las calles: Pumacurco, Lucrecalle,
Saphy, Cabracancha, Santa Mónica, Santa Clara, Ataúd, etc.
TIPO ENGASTADO Este aparejo está constituido por grandes piedras que se
unen unas con otras a la manera de piezas de un rompecabezas,
es decir engastándose mutuamente. La unión que produce este
tip o de aparejo es de una gran estabilidad, aún m ayor que la
proporcionada por el Celular, dado que, por el extraordinario
número de ángulos que tiene cada pieza, la superficie de contacto
con unidad es mucho mayor que la obtenida en el citado aparejo.
155
m iento de los paramentos del muro. Cada piedra resulta, así, un Aparejo tipo engastado, £ I caso de la
esquina superior derecha, que
arduo problema a resolver, cuya solución parece imposible de al corresponde a Machu Picchu. es un
canzar si se tiene en cuenta los escasos medios con que contaban ejemplo de la transición del tipo
engastado hacia el ciclópeo
los Incas para labrar las piedras. El resultado estructural del "E n
gastado" tridimensional de este tip o de aparejo, es de una indes
tru ctibilid ad a toda prueba.
156
Cjemplos de apare/os tipo engastado. La
vista de la izquierda corresponde al
callejón Inca Roca y la de la esquina "piedras hinchadas", que aparentan estar a punto de "chorrearse"
superior derecha es un e/emplo de tipo
i-ngastado tendiente a lo sedimentaria de su engaste, y por los acentos que significan las protuberancias
en San Pedro
o "te to n e s" que ostentan muchos de los sillares.(4)
157
Está constituido por piedras que se asientan en hiladas sen TIPO S ED IM EN TAR IO
siblemente horizontales, recordando los mantos sedimentarios o
estratos de ciertas formaciones geológicas.
160
Muro sedimentario tendiente a lo
decreciente, en el Calle/ón del Sol.
Cusco (foto: A. Guillénl: v detalle de la Perú, pero son de especial interés los que se encuentran en Chin
esquina de un muro sedimentario en la chero, Tambo Machay, Quenco, Pisac, Machu Picchu, etc.
calle Triunfo
TIPO CICLOPEO Se denomina asi' a los muros cuyas piedras son tan desme
suradamente grandes, que su construcción no parece obra de hu
manos sino más bien de superhombres o ciclopes.
161
La junta es muy bien labrada y asegura la unión, tanto físi
ca com o visual, de tan gigantescos elementos.
162
Sacsayhuamán, y el empleo de b lo tj.
ciclópeos en la construcción I n
Asi' lo sugiere el uso permanente de Aparejos Rústicos y
Celulares para obras utilitarias; aparejos Engastados para reforzar
basamentos y esquinas y construir muros de edificios sacros; apa
rejos Sedimentarios para form ar las cercas y paredes de los más
importantes edificios públicos y de aparejos Ciclópeos para cons
tru ir las defensas y bases de las acrópolis Inca y /o de las "Casas de
Fuerza" dedicadas al Sol.
164
Aparejo ciclópeo de influencia Así tenemos que entre la "Ficha de Registro" y el cuadro "Clasiti-
Ttwanaku. en Oilantaytambo. Cusco cador de Aparejos", existen las siguientes diferencias:
Tipos de Aparejos:
Los tipos se redujeron de 6 a 5, fusionando los términos ENSAM
BLADO y ESCUDIFORM E en el de ENGASTADO.
165
T R A N G U L A R . Asimismo, la palabra C U A D R A D A se cambió por
la de C U A D R A N G U L A R .
Estructura Vertical:
Se cambió el nombre del clasificador de O R D E N A M IE N T O a ES
T R U C T U R A y el término A LTE R N O por el de A LT E R N A .
Estructura Horizontal:
Se cambió el nombre del clasificador de O R D E N A M IE N T O a ES
T R U C T U R A y las expresiones O N D U L A D O y RECTO se convirtie
ron en O N D U L A D A y R E C T IL IN E A .
(3) Las piedras más usadas por los incas fueron las siguientes:
167
(4) Las protuberancias que muestran algunos sillares incas en su cara ex
terior son llamadas vulgarmente "tetones" y, generalmente, son dos
por piedra y van ubicadas en el borde inferior de las mismas. Su for
ma es sensiblemente ovalada, teniendo en algunos casos el borde in
ferior recto, y se proyectan del paramento a la manera de perillas o
de ménsulas invertidas.
Parece ser que los tetones sirvieron para la manipulación de ios blo
ques, sirviendo de apoyo a las amarras usadas en su transporte y evi
tando que los sillares se "pegaran" al suelo y dificultaran, así, el uso
de palancas para moverlos.
Según varios cronistas el Inca mostró gran admiración por los restos
arquitectónicos de Tiwanaku, especialmente por el trabajo de la pie
dra, y dispuso que varios canteros del lugar fueran llevados al Cusco.
168
R e cin to del Kaiasa&aya en Tiwanaku. (6) bn buena cuenta se trata de aparejos ISODOMOS y PSEUOOiSO
de d o n d e parece originarse el aparejo -<1, DOMOS y de variaciones de los mismos, entendiéndose por:
columnas y relleno
169
A P E N D I C E : D IC C IO N A R IO G RAFICO
M A T E R i a L T R A B A J O A s E N 7 A D O
TIPO S DE TEX.
NATURALEZA TAM AÑO FO RM A COLOR ESTADO P E R F IL JU N TA TU R A ES TRU CTU RA T R A N S V E VERT E HOR
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Tetrangular Rectangular
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TRABAJO: PERFILES
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Pulida
TRABAJO: TEX TU R A S
ASENTADO: ESTRUCTURA TRAN SVERSAL
Encimado Denticulado
Trabada
ASENTADO: ESTRUC TU RA V E R T IC A L
Desigual Alterna
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Decreciente Igual
ASEN TA DO : ESTR U C TU R A H O R IZ O N T A L
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111.3. La Estructura de los Tejados Incaicos
Los tejados usados por los Incas, o sea las cubiertas de edi
ficios formadas por uno o más planos inclinados o vertientes, son
uno de los aspectos de la construcción sobre los que menos cono
cim iento existe. Para colm o de males, la mayor parte de esos
precarios datos adolecen de serios errores productos de una mala
inform ación original, de equivocados juicios de valor, de aprecia
ciones prejuiciosas y de falta de rigor cie n tífico en el tratam iento
del problema. Tenemos asi' que, ante ciertos tabúes y supuestos
impases tecnológicos, establecidos por los cronistas más tem pra
nos, poco es lo que hemos avanzado, en más de cuatro siglos, en
el dom inio del asunto.
177
Como ya se ha dicho, poco es lo que los citados cronistas
aportan al conocim iento de la tecnología Inca y mucho de ese
aporte es discutible o rechazable. En realidad, no debería sorpren
dernos ese balance. Después de todo, los cronistas, especialmente
los tempranos, eran en su mayoría frailes o soldados, y casi todos
hombres de pocas letras y no muchas luces. Para ellos, los hechos
o temas fundamentales eran aquellos en los que les iba la vida, la
fortuna o el éxito de la empresa en la que estaban empeñados. La
organización política, la religión, el poderío m ilitar, los recursos,
la geografía del Imperio, etc, eran los asuntos que ocupaban la
atención de los cronistas y les perm itían zurcir historias y u rdir
explicaciones para justificar la destrucción y despojo en los que
estaban involucrados. Poco tiem po y ánimo les quedaba, entre
cargas de caballería y vigilias angustiosas, para preocuparse por los
problemas tecnológicos de las edificaciones que tenían que tom ar
por asalto o desde las cuales se defendían.
178
En descargo de ia falta de inform ación e inexactitudes de
los cronistas, respecto a las características de los tejados Incas, se
puede argumentar que únicamente algunos de ellos pudieron apre
ciarlos personalmente. Efectivamente, sólo los cronistas tempra
nos, aquellos que formaban parte de los "Conquistadores Prime
ros” o sea de los protagonistas del drama de Cajamarca, tuvieron
ocasión de contemplar algunos tejados Incas en todo su esplandor
" Luego está la iglesia Catedral, que sale a la plaza principal. Aquella
pieza, en tiem po de los Incas, era un hermoso galpón, que en días
lloviosos les servía de plaza para sus fiestas Fueron casas del Inca
Viracocha, octavo R ey; yo no alcancé dellos más de el galpón; los
españoles, cuando entraron en aquella ciudad, se alojaron todos en
él. p o r estar ju n to s para lo que se les ofreciese. Yo la c o n o c í cubierta
de paja y la vi c u b rir de tejas.''
179
en todo el Perú A ntiguo. Lustros después, la acción de los agentes
atmosféricos debe haber borrado totalm ente todo vestigio o huella
de lo que fue la monumental coronación de los edificios públicos
del Incario.
rr
o
180
CAR AC TER ISTIC AS DE LOS TEJADOS
Clases de Tejados Los tejados se clasifican según las formas de sus cubiertas y
de acuerdo a ese c rite rio los tejados incas pueden clasificarse en las
siguientes clases:
181
Los tejados a "D os Aguas" pueden subdividirse en dos t i
pos: tejados con pendientes simétricas y tejados con pendientes
asimétricas. Todos ellos cubren edificaciones rectangulares con
mojinetes o hastiales en sus lados más cortos, pudiendo tener d i
chos locales hasta dos pisos de altura.
182
Tejado a dos aguas con faldones o cuatro
aguas
" Esta Caxana tema dos cubos, uno a un lado de la puerta y o tro a
o tro ; quiero decir casi a las esquinas de esta cuadra. Estos cubos eran
de cantería m u y labrada y m u y fuertes, eran redondos, cubiertos de
paja m u y extrañam ente puesta..."
" Era un herm osísim o cubo redondo, que estaba (fe p o r s í antes de
entrar en la casa. Yo le alcancé; las paredes eran com o de 4 estados
en alto , pero la techum bre tan alta, según la buena madera que en las
casas reales gastaban, que estoy p o r decir, y n o es encarecimiento,
que igualaba en altura a cualquiera torre de las que en España he vis
to. sacada la de Sevilla Estaba cubierto en redondo, com o eran las
paredes, encima de toda la techumbre, en lugar de m ostrador del
viento (porque los indios n o miraban en vientos), tenía una pica m uy
alta y gruesa, que acrecentaba su a ltu ra y hermosura; tenía de hueco
p o r derecho más de 6 0 pies; Iamábanle 'Sunturhuasi'. que es casa o
pieza aventajada. "
184
El "Sonclor Huasi" de Atányaro (Punit)
tegún SQuier I 1877 394)
185
PARTICULARIDADES FORMALES DE LOS TECHADOS
Las áreas de las construcciones Incas, o sea las superficies Las dimensiones
que cubrían los tejados o coberturas, eran de una variedad in fin i
ta, pudiendo estar representadas por el reducido espacio de una
Chujlla o casa campesina, hasta por los miles de metros cuadrados
de una gigantesca kallanka. Por ejemplo, en Machu Picchu la habi
tación más pequeña mide 3 m. de ancho por 4.70 m. de largo,
mientras que la más grande tiene 6.50 m. de ancho por 47.50 m.
de largo. O sea que la segunda, con 308 m J de área, es 22 veces
más espaciosa que la primera, que sólo tiene una extensión de 14
m J.
0 .5 10
V • • • • • • • • • • •
187
La pendiente o inclinación de los tejados de paja fue muy Las pendientes
fuerte, variando de acuerdo a las características del clima en que se
ubicaban las construcciones. Naturalmente, la mayor intensidad y
frecuencia de las precipitaciones pluviales determinaba un aumen
to del ángulo de inclinación del tejado o sea de la relación entre la
altura y la mitad de la luz cubierta por el techo. Obviamente, la
existencia de granizadas o nevadas también in flu ía notablemente
en la inclinación de las vertientes de las coberturas.
O
CD
O
O
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188
Como consecuencia, los techos de paja perdieron eficacia,
su tecnología prácticamente desapareció con el correr de los años
y hoy son muy pocas las personas que conocen las características
propias de esos tejados. Por eso, en muchas reconstrucciones hi
potéticas de edificios Incas nos encontramos con tejados de icchu
con pendientes menores de 45°, lo que, como bien sabemos, es
técnicamente imposible.
190
Las inclinaciones de esos tejados deben sus variaciones,
fundamentalmente, a las características climatéricas (lluvias, gra
nizadas, vientos, temperaturas, etc.) las que se ven grandemente
afectadas por la a ltitud de los sitios en que se ubican dichas co
berturas. Para mayor conocim iento del tema incluimos un cuadro
en el que se comparan los datos pertinentes de algunos de los edi
ficios en estudio:
A L T IT U D PENDIENTE
EDIFICIO S UBICADOS EN: M.S.N.M. DE LOS
TEJADOS
MACHU PICCHU
Cusco - Urubamba - Machu Picchu 2,350 63°
HUAYTARA
Huancavelica - Castrovirreyna -
o
(O
O
Huaytara 2,658
O LL A N T A Y T A M B O
Cusco - Urubamba • O llantaytam bo 2,750 65°
YU C AY
Cusco - Urubamba Yucay 2,863 61° 50'
PISAC
Cusco - Calca - Pisac 3,010 62°
CUSCO
Cusco - Cusco - Cusco 3,399 53°
RAJCHE
Cusco - Chanchis - San Pablo de
o
O
LO
Cacha 3,420
CH A N A M A R C A
Cusco - Espinar - Pichigua 3,527 52° 50'
HUANUCO PAMPA
Huánuco - Dos de Mayo - La Unión 3,800 55°
191
M A TE R IA LE S Y SISTEMAS DE CONSTRUCCION
El ingeniero Pablo Chalón, en su trabajo "E l A rte de Las cañas y materiales accesorj
Construir de los Antiguos Peruanos", proporciona la siguiente re
lación de las cañas y otros materiales usados en la construcción de
las coberturas Incas:
Dice Cobo:
Relata Garcilaso:
192
de cornisa a las paredes, sino que se extendía fuera de ellas más de
un m etro, com o un tejado colgadizo para resguardar las paredes de
la lluvia y b rin d a r protección a las personas debajo de él. La parte
que sobresalía más allá de las paredes estaba recortada en form a
m u y pareja..."
" E l á rbol más general de este género que se halla en todas las p ro
vincias del Perú es e l aliso, e l cual nace en los valles templados de la
sierra, de cuya madera se gasta gran cantidad en los edificios de la
ciudad del Cuzco y en otras partes donde no se alcanza maderas
más fuertes".
De densidad media:
— Cachimbo, caim ito, caoba, casho moena, cedro, diablo
fuerte, huairuro, ishpingo, lagarto cashi, moena, sacha-
vaca micuna, to rn illo , yanchama y zapote.
De densidad alta:
— Almendro, copaiba, huacamayo caspi, huairuro, man-
chinga, palo sangre y quina quina.
193
Boceto de árboles alisos
De densidad baja:
— Aliso
De densidad media-
— Nogal y saúco.
De densidad alta:
— C'olle, chachacomo y molle.
194
Por tanto, el aliso por sus dimensiones y tip o de fuste es
de gran utilid ad para estructuras cuyas condiciones de trabajo no
sean excesivas, pero su uso no es conveniente cuando se trata del
techado de grandes luces. Cobo parece referirse a este problema,
cuando en la cita precedente indica que el aliso se usaba en el Cus
co " y en otras partes donde no se alcanzan maderas más fuertes
195
Los árboles serranos más importantes para la construcción son:
C A R A C T E R IS T IC A S
N U M U H t NOMBRE
COMUN C IE N T IFIC O Forma D ií m etro Altura USOS
T ronco en metros en metros
C AR AC TER ISTIC AS
C A IM IT O P O U T E R IA SP Recto 0 40 15 Estructuras
C ilfnd.
196
Poco tiem po después de la ocupación hispana del Cusco, la
demanda de madera, producida por las construcciones y el uso des
medido de leña, fue de tal magnitud que, en 1556, (Sherbondy
1986) el virrey Mendoza tuvo que p ro h ib ir la tala de árboles en las
quebradas del Cusco y, algo más tarde, en 1590, el Cabildo de la
ciudad dispuso la reforestación del valle del Huatanay, desde San
Sebastián hasta Quiquijana, o sea en una longitud de 56 kms.
197
MOBÍEUBRB .
lAMAf?fAI " _ M 0 4 T
|>»suu «í
Dibujos de Huamán Poma de A ya
ilustrando diversos tipos de literas usad,
techo de dos aguas, entonces hay que suponer que en el centro de por los Inc.
este santuario había una hilera de pilares, algo semejante a lo que
existe en las ruinas del tem plo de Huiracocha de San Pedro de Cacha,
con e l fin de sostener la armazón de palos De lo co n tra rio tendría
mos que llegar a la conclusión de que los edificios de esta naturaleza
no tenían techo, eran adoratorios descubiertos, al aire Ubre".
198
ensamblaban. Es decir, los hombres que en materia de tecnolo
gía cerámica, te xtil, metalúrgica, hidráulica, agrícola, etc. eran
capaces de producir obras cuya perfección todavía asombra, en
cuanto al tratam iento de la madera estaban a la altura de los po
bladores paleolíticos.
199
unión con o tro bloque mediante una encajadura o encastre de caja
y espiga. Finalmente, en el in terior de la citada iglesia de Santo
Domingo hay numerosos bloques pétreos procedentes de diferen
tes construcciones, que constituyen, en conjunto, un muestrario
de la técnica magistral de los Incas para trabajar la piedra. Entre
ellos, destacan algunos que muestran evidencias de que su unión
estuvo asegurada por grampas o grapas de bronce. Para tal fin, se
labraba en bloques adyacentes depresiones en forma de barras con
extremos ensanchados y se vaceaba bronce fundido en ellos.
"N o tuvieron más habilidad los carpinteros; antes parece que andu
vieron más cortos, porque de cuantas herramientas usan los de p o r
acá para sus oficios, n o supieron hacer una sierra n i una barrena n i
ce pillo n i o tro instrum ento alguno para o fic io de carpintería, y asi
n o supieron hacer arcas n i puertas más de co rta r la madera y blan-
quealla para los edificios. Para las hachas y azuelas y algunas pocas
escardillas que hacían, servían los plateros en lugar de herreros, p o r
que todo e l herram ental que labraban era de cobre y azófar. N o usa
ron de clavazón, que cuanta madera ponían en sus edificios toda era
atada con sogas de esparto y no clavada. "
200
Raúl Porras Barrenechea en su introducción al Lexicón
de Fray Domingo de Santo Tomás, editado por la Universidad Ma
yo r de San Marcos, dice lo siguiente:
A rbol Malí k i
Tronco de árbol Cullu (L)
Leño Cullu (L)
Viga Quero - Curco (L)
Palo Quero (L)
Palo grande Curco (L)
Palo o madero pequeño Cafpi (L)
Madera Curco - Quero (L)
Tabla Llaplla - Llapsa cullu (V)
201
Acepillar - Llacllani gui (L)
Alisar - Lluch kayachini (V)
Entallar - Llacllani gui (L)
Empalmar madera - Iskay curcucfa - Lucchani (V)
Escopiar - Lluch kayachini (V)
Horadar - Hucchuni gui ( L)
M artillar - Tacani gui o Tacacunigui(L)
Clavar - Tacani gui o Tacacunigui(L)
Barrenar con barrena - Hucchuni gui (L)
202
LOS SISTEMAS CONSTRUCTIVOS Y DISEÑOS ESTRUCTURALES
"Echaban suelta sobre las paredes toda la madera que servía de tise
ras p o r lo a lto della. en lugar de clavos, la ataban con fuertes sogas
que hacen de una paja larga y suave, que asemeja al esparto. Sobre
esta prim era madera echaban la que servia de costaneras y cabios,
atada asimesmo una a otra, y otra a otra, sobre ella echaban la cobija
de paja en tanta cantidad, que los edificios reales que vamos hablan
do tenían de grueso casi una braza e l ya no tenían más. La misma co
bija servía de corm /a a la pared para que no se mojase Salía más de
una vara afuera de la pared a verter las aguas, toda la paja que salía
fuera de las paredes la cercenaban m u y pareja."
203
Como se puede apreciar, es imposible que el sistema de
"Pares Simples" se haya usado para techar luces grandes, pues, aún
en el caso del modesto ancho del Concancha, se requeriría que los
pares estuvieran amarrados por travesanos para impedir la flexión
y controlar, en parte, los empujes laterales; o sea, habría que llegar
a la estructura llamada de "Par y N u d illo ". Para luces mayores
como las de las kallanka, inclusive el sistema de "Par y n u d illo "
resultaría insuficiente, por lo que es evidente que los Incas usaron
otras soluciones estructurales para techar esos enormes edificios.
204
El techado sin columnas Al tratar del prim er tip o de tejado prescindiremos de los
techos de Pabellón y de los Cónicos, los que, por su naturaleza,
no representan un mayor problema estructural y nos dedicaremos
a estudiar los tejados que cubren plantas rectangulares, que son los
más numerosos y los que techan las superficies más grandes.
205
El ancho de las construcciones sin mojinetes varía entre
2.50 m. y 6 m, y su largo puede llegar hasta los 16 m. En los edi
ficios de más de 6 m. de largo el maderamen debe haber estado
constituido por varios pares, espaciados cada 4 a 4.50 m, sobre los
que se ubicaban las correas, cabios y listones o alfajías y finalm en
te el icchu.
206
Kallanka de Chinchero y la manera como
pudo ser techada con estructura de par y en una hilera central de columnas, tiene una distancia de 12.80 m.
entre los ejes de sus muros laterales. Asimismo, los restos de varios
grandes edificios que probadamente no tuvieron columnas, alean
zan una luz entre apoyos de, aproximadamente, los citados 12.00
m. Por ejemplo el palacio de Vilcashuamán tiene 11.60 m. y una
de las kallanka de Chinchero y el aposento dedicado al servicio del
Coricancha llegan a los 11.80 m.
207
En las construcciones con mojinetes, cuya separación no es
muy grande, la viga cumbrera o hilera se apoya directamente sobre
ellos y los pares se afirman sobre dicha viga maestra y los muros la
terales. En tal caso el sistema se llama de Par e hilera o de Parhile
ra. Los ejemplos de esta clase son muy numerosos en la arquitec
tura Inca, encontrándose en Machu Picchu varios de ellos.
208
abierto, dando, así, un apoyo a la viga que constituye el sostén del
techo en ese lado.
210
ESTUDIO C O M PAR ATIVO DE LAS M EDIDAS DE LAS K A L L A N K A EN
MACHU PICCHU
CUA DR O No. 1
CUA DR O No. 2
Long.
Lat. 46.60 24.80 18.30 17 50 16.10 15.10 14.10 13.60 13.30
Partes
300 15.46 8.26 6.1 5 83 5.36 5.03 4.70 4.53 4.43
4.00 11.65 6.2 4.57 4.37 4.02 3.77 3.52 3.4 3.27
9 00 5.17
10.00 4.66
11.00 4.23
12.00 3.88
211
En resumen, creemos que con este tip o de estructura se
pueden construir tejados que techen edificios de un ancho exterior
de 13.50 m, aproximadamente. Basamos nuestra afirm ación en
que existen varios edificios importantes, como el Coricancha, el
tem plo de Huaytará, varias kallanka en Chinchero, el palacio de
Vilcashuamán, etc., cuyos anchos exteriores tienen 10 m. o más.
Asimismo, uno de los locales del Coricancha (el actual refectorio
del convento) y la mayor de las kallanka de Chinchero miden
13 m. de anchura. Respecto a esta últim a, José Alcina Franch,
Director de la Misión Arqueológica Española que estudió Chinche
ro, buscó dentro de la kallanka pruebas o indicios de la posible
existencia de columnas, sin encontrar resto alguno. Cabe pues la
probabilidad de que el techo se apoyaba sobre los muros de la
construcción.
212
B) La longitud de los maderos que forman los lados de los pares
estructurales seria de 11 m, aproximadamente, y el largo del
nudillo, más o menos, de 8.50 m.
El techado con una hilera Los únicos ejemplos de ese tip o de estructura que han lle
de columnas gado hasta nosotros, son los constituidos por los restos de las dos
kallanka del Palacio Real de Huánuco Pampa.
213
Palacio Inca en Huánuco Pampa con los
dos grandes kallankas a la izquierda del
ma de ellas titulada, precisamente, Huánuco Viejo. La edificación plano ísegún Morns y Thompson 1985
mide, exteriormente, 14.25 m. de ancho y 75 m de largo; sus m u 831
ros laterales tienen un espesor de 1.20 m. y una altura de 4 m. y
los mojinetes un grosor de 1.50 m, una altura de 11.50 m, aproxi
madamente, y un ángulo de inclinación de 55°, más o menos.
214
Techado con columna central y tirante:
el caso de la kallanka de Huánuco Pampa •correas y sobre ellas se afirmaban los parecillos. Finalmente, se co
(perspectiva de Gasparmi y MargoliesJ
locaban los listones o alfajías y las capas sucesivas de ¡cchu.
215
Si consideramos columnas de esa longitud, incluyendo
1.50 m. de em potram iento en la base, podríamos techar edificios
de 15.40 m. y 21.40 m. de luz entre apoyos, respectivamente. Pa
rece razonable no llegar a extremos y, por tanto, tom ar como l í
m ite para este tip o de estructura alrededor de 18 m. de luz entre
apoyos o sea edificios de un ancho exterior de 19.50 m.
El mal llamado tem plo de Viracocha, en Rajche, es el ú ni El techado con tres hileras
co ejemplo de esta clase de estructuras que se conoce. En realidad, de columnas
se trata de una gran kallanka que form a parte de un conjunto ar
quitectónico que, a nuestro juicio, constituía un A clla Huasi cuyas
habitantes estaban dedicadas a la producción de objetos de cerá
mica. El conjunto se ubica ju n to al pueblo de Rajche, d istrito de
Cacha, provincia de Canchis del departamento del Cusco y está
constituido, fundamentalmente, por la gran kallanka, un sector
habitacional y un sector de almacenaje.
218
Reconstrucción hipotrtu a del techarlo
de la kallanka de Ra/che
e imposible conocer los elementos estructurales (vigas, ménsulas,
apoyos, etc.) que pudieron empotrarse en los referidos tramos.
Aún asi', hay a nuestra disposición los suficientes datos y elemen
tos de ju icio para intentar una reconstrucción válida de la estructu
ra de Rajche.
— Las alturas del m uro central y de las columnas tienen que ha
ber sido, indefectiblemente, superiores a las que actualmente
tienen (hace casi un siglo, M iddendorf com probó que el muro
tenía alrededor de 15 m. de alto).
219
en el muro central vanos de 8.55 m. de altura por 2.75 m.
de ancho en la base, la estabilidad del m uro se hubiera visto
seriamente afectada.
— La pendiente del techo tiene que haber sido parecida a las usa
das en Yauri, sitio con a ltitu d cercana a la de Rajche, donde
existen los restos de Chanamarca cuyos mojinetes tienen una
inclinación de 52’ . Además, si consideramos la altura del muro
central en tan sólo 15 m. (la dimensión medida por Midden
d o rf casi 400 años después de la posible construcción del e d ifi
cio), la pendiente de las vertientes resultantes tendría un ángu
lo de 46° aproximadamente. Es de suponer, por tanto, que d i
cha inclinación fue algo mayor, tendiendo a alcanzar las pen
dientes de Chanamarca.
220
Con las premisas citadas como base, al diseñar la estructura
hemos tenido en consideración que las vigas longitudinales, que se
apoyan sobre las columnas y sirven de sustento a los pares y ca-
bios.deben ubicarse al centro o eje de dichas columnas. Mas aún,
las citadas vigas también tienen que haber servido de apoyo a los
maderos que formaban el soberado; el piso del soberado debe ha
ber estado a ras del umbral de las ventanas-puertas existentes en el
muro central o ligeramente debajo de su nivel.
221
Posible solución de la estructura de l.i
. kjllanka de Rajche haciendo uso de tres
ma de construcción de la kallanka fue una form a de rendir home- columnas de madera
naje al dios que, al decir de Bingham, imperaba en el lugar y pro
porcionaba a sus habitantes la preciada arcilla con que hacían sus
ceramios y, al parecer, también sus adobes.
B) LOS DOCUMENTOS
222
de Compañón Bujanda, para ilustrar la historia de la diócesis de
T ru jillo (alrededor de 1785), o con las traviesas aguadas que, apro
ximadamente un siglo más tarde, el moreno Pancho Fierro pintara
acerca de la vida limeña.
223
En los dibujos en que se grafica la elevación lateral de una
construcción con techo a dos aguas, es decir se muestra uno de los
hastiales o mojinetes, la representación de la proyección de las ver
tientes del tejado sobre el hastial figura como dos formas triangu
lares, unidas por el vértice, que se ensanchan notablemente en los
extremos que se apoyan sobre los muros laterales. Dada la manera
simplista en que los cronistas describen la estructura de los tejados
Incas, la forma de los lados de dicha visera debió estar compuesta
por elementos rectangulares, constituidos por los pares, apoyados
sobre los muros laterales, las correas, los cabios, los listores y la co
bertura de ¡cchu.
225
constituyen. En efecto, dicha armadura está compuesta por dos
gruesos pares, un recio cordón in ferior y dos piezas ligeramente
, 1/lACÍMÍEHTO
inclinadas que, al unir el vértice del tijeral con el cordón o tirante,
sustituyen al clásico pendolón.
226
La sucesión de varias armaduras de Par y N udillo co n fo r
maba la estructura básica de los techos coloniales; sobre ella se
apoyaba la sobreestructura, conformada por cabios o sobrepares,
correas, parecillos y listones, que recibía la cobertura de tejas.Inte
riorm ente. el maderamen constituido por los pares y nudillos era
forrado con tablas o cañas y barro, creando un cielo raso cuya f i
gura era trapezoidal o en forma de artesa. La ornamentación de esa
superficie con artesones, o sea con molduras diversas, daba lugar a
la decoración conocida con el nombre de artesonado. Tanto el sis
tema estructural de Par y N u d illo como el estilo decorativo del ar
tesonado deben tener sus orígenes en la cultura árabe.
227
En Inglaterra, por ejemplo, las estructuras de madera al
canzaron en los siglos X y XI, bajo la dominación de los norman
dos, un alto grado de desarrollo, que, poco después, llegó a la per
fección al iniciarse el período medieval. En contraste, durante el
largo dom inio de los árabes las estructuras de madera práctica
mente no evolucionaron en España, conservándose en sus formas
más simples. El tijeral prácticamente se desconoció, o se usó muy
poco, y el par y n ud illo mantuvo su hegemonía como sistema para
construir tejados.
C) LA A R Q U ITE C TU R A POPULAR
229
de las grandes urbes, donde esa arquitectura se exterioriza con ma
y o r originalidad y fuerza expresiva. En dichas áreas la creatividad
popular se manifiesta en todo su ingenuo encanto y directo prag
matismo, ajena a la influencia e introm isión de modas, usos y téc
nicas que le son extraños y, la mayor parte de las veces, inconve
nientes o perjudiciales.
230
Construcción con tetrápodos
231
El procedim iento constructivo empleado me llamó grande
mente la atención, pues no tenía conocim iento de su existencia y
su simplicidad, eficacia y economía resultaban verdaderamente
notables. En efecto, el uso de los tetrápodos permite contar, con
gran rapidez y facilidad, con dos puntos de apoyo para soportar
una viga maestra o hilera que sirva de sostén a los pares corres
pondientes. En buena cuenta, cuatro delgados maderos, atados por
uno de sus extremos, que se colocan sin mayor d ificu lta d sobre los
muros del caso, se convierten, tan p ronto como se fijan en posi
ción, en un sólido y estable punto de apoyo. El costo demandado
por esa labor es mucho menor, en esfuerzo humano y materiales,
que el necesario para construir dos altos y gruesos mojinetes de
piedra o para afianzar en sitio una serie de armaduras de par y
nudillo. Encima de ello, la estructura resultante del uso de los te
trápodos constituye una especie de cesto, en el que todos los ele
mentos constitutivos trabajan complementándose, por lo que di
chos miembros pueden conformarse mediante piezas ensambladas
o empalmadas y, además, tener secciones muy reducidas.
232
Vivienda contemporánea con techo en
base a trípodes IBnuchard 1983) netes o en una sucesión de pares. Lichos trípodes estaban form a
das por delgadas varas cuyos extremos superiores se entrecruzaban
y aseguraban con fuertes ligaduras. Es decir, el sistema, salvo el uso
de trípodes en vez de tetrápodo, era en todo igual al observado en
Curacapampa.
233
triangulares que constituyen los faldones. En otras palabras, hay
que construir la limatesa faltante a cada uno de los faldones, ya
que la form a y posición de los trípodes extremos sólo permite
contar con una de las dos que son necesarias.
235
dad del sistema, que podemos considerar entre los clásicos entra
mados de madera, puede ser consecuencia de una influencia cu l
tural foránea, posiblemente Inca.
236
No obstante ello, por razones lógicas, tenemos que suponer
que un pueblo, tan racional y práctico como los Incas, que emplea
ba estructuras apoyadas en una y tres columnas, entre muros,
tenía que conocer y u tiliza r el paso interm edio que representaban
las estructuras soportadas por los muros laterales y dos columnas
internas. Si repasamos los datos establecidos para las estructuras
con uno y tres apoyos intermedios, veremos que entre la distancia
máxima entre muros de apoyo del prim er tip o y la m ínim a del se
gundo hay un gran vacío, que sería imposible de salvar con aquel
y antieconóm ico hacerlo con este.
D IS T A N C IA D IS T A N C IA
ANCHO
TECHADOS ENTRE MUROS ENTRE EJEMPLOS
E X TE R IO R
DE APOYO APOYOS
237
Reconstrucción hipotética del techado
de una kallanka mediante dos columnas
intermedias
siones cuyo manejo les significó serias dificultades. El p ró xim o pa
so, lógicamente, era el aumento del número de elementos de apo
yo, y lo más fácil era trabajar con los módulos y sistemas con los
que ya habían experimentado.
238
entre ejes de muros laterales alcanza 11.50 m. También sabemos
que, posiblemente, la luz máxima a techar con ese tip o de estruc
tura jugaba alrededor de los 12 m.
239
para la tecnología de la época. Es, pues, imprescindible que los In
cas hayan contado con un sistema estructural especial para techar
los citados grandes espacios.
240
longitudinalm ente con todos sus similares por acción de la viga
cumbrera.
242
y j+- n Aft ( ^ U 1)
GRUC I h
Te cho In c a
M í^ ítu ^ C ttM A C t lA P tU , :
( U j u Q C Í h E <*, C * J i4 h « )
bién es de resaltar que los más poderosos miembros de la es
tructura diseñada, o sea las maderas principales de los tetrá
podos mayores, pesarían alrededor de 2000 k, es decir un
peso fácilmente manejable por la tecnología inca.
244
Otras soluciones posibles: sin columnas y
I con una o dos columnas intermedias
245
adentro que es característica de los muros inca. Dicha inclinación
varía entre el 4% y el 10%, siendo de uso frecuente el 5% ó 6%; si
consideramos el antepenúltim o porcentaje el m uro lateral de la
kallanka en referencia tendría un desplome hacia el interior de
0.25 m.
246
EVALUACION DEL ESQUEMA ESTRUCTURAL
1.0 Cowntarios
TECHO INCAICO
Nutero de Nudos 17
Nuiero de Nudos conRestricciones 4
Nutero de nudos conApoyosElásticos 0
Nu»ero de Perfiles 2
Nutero de Barras 40
3.0 Unidades
a) Unidades : kg/ct/ci
b) Valor a asutir por otision en Sección 6.0 : 80000
Nudo D» Dy Dz
1 1 1 1
2 1 1 1
3 1 1 1
4 1 1 1
Barra Perf i j Barra Per< i ) Barra Perf i j Barra Perf i i Barra Perf > j
1 2 1 5 2 2 2 6 3 2 3 7 4 2 4 B 5 í 11 6
6 1 12 7 7 1 13 B B 1 10 5 9 l 5 14 10 1 6 15
11 1 7 16 12 1 e 17 13 t 14 11 14 1 15 11 15 1 15 12
16 1 16 12 17 1 16 13 IB 1 17 13 19 1 17 10 20 1 14 10
21 l 14 15 22 1 15 16 23 1 16 17 24 1 17 14 25 l 14 9
26 1 15 9 27 1 16 9 26 1 17 9 29 2 1 11 30 2 2 11
31 2 2 12 32 2 3 12 33 2 3 13 34 2 4 13 35 2 4 10
36 2 l 10 37 1 5 11 36 1 6 12 39 1 7 13 40 1 B 10
» FIN t
3.0 Cargas
4.0 Cotbinaciones
&RUC10
Tec ho l u c o
Fuerzas í» barros
i Coibinacion(i) Peso ♦ viento
1 1. * H1
2 H1 ♦ H2
♦ FIN ♦
B llle g o s-R io s-C a s a b o n n e -U c e lli-Ic o c h e a -A ra n g o Ingenieros C iv ile s ♦ B allego s-R ios-C asab onne-U ce lli-lc och ea-Ara ngo Ingenieros C iv ile s
HIPOTESIS 1 D
Nudo desp.x desp.y desp.z Nudo desp.x desp.y desp.z Nudo desp.x desp.y desp.z
I 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 2 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 3 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00
4 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 5 0.13810*00 -.36660*00 -.11190*01 6 -.13810*00 -.36660*00 -.11190*01
7 -.13810*00 0.36660*00 -.11190*01 B 0.13810*00 0.36660*00 -.11190*01 9 -.21340-06 0.43730-07 -.11980*01
10 0.29970*01 -.10820-07 -.24950*01 11 0.16720-07 -.17490*01 -.23740*01 12 -.29970*01 -.11030-07 -.24950*01
13 0.16490-07 0.17490*01 -.23740*01 14 0.21100-01 -.55920-01 -.11850*01 15 -.21100-01 -.55920-01 -.11850*01
16 -.21100-01 0.55920-01 -.11850*01 17 0.21100-01 0.55920-01 -.11850*01
Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial
1 -20.224 2 -20.224 3 -20.224 4 -20.224 5 -6.398 6 -10.436 7 -6.398
B -10.436 9 -7.71B 10 -7.718 11 -7.718 12 -7.718 13 -0.000 14 -0.000
15 0.000 16 0.000 17 0.000 18 0.000 19 -0.000 20 0.000 21 -2.007
22 -3.273 23 -2.007 24 -3.273 25 -1.589 26 -1.589 27 -1.589 28 -1.589
29 0.000 30 -0.000 31 0.000 32 -0.000 33 0.000 34 0.000 35 -0.000
36 0.000 37 -6.398 38 -10.436 39 -6.398 40 -10.436
Nudo Rx Ry Rz
l 8.954 -14.600 10.755
2 -8.954 -14.600 10.755
3 -8.954 14.600 10.755
4 8.954 14.600 10.755
HIPOTESIS 2 VIENTO
Nudo desp.x desp.y desp.z Nudo desp.x desp.y desp.z Nudo desp.x desp.y desp.z
1 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 2 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 3 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00
4 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 5 0.90010-02 0.31960-01 -.12560-01 6 -.90010-02 0.31960-01 -.12560-01
7 0.90010-02 0.31960-01 0.12560-01 8 90010-02 0.31960-01 0.12560-01 9 -.17840-08 0. 14840*00 0.27720-10
10 -.11460-07 0.22490-01 0.95380-08 11 0.10480-08 -.13380*00 -.18160*00 12 0.13600-07 0.22490-01 0.11320-07
13 -.87460-09 -.13380*00 0.18160*00 14 10520-03 0.10410*00 -.15880-01 15 0.10520-03 0.10410*00 -.15880-01
16 -.10520-03 0.10410*00 0.15880-01 17 0.10520-03 0.10410*00 0.15880-01
Barra Axial Barra Axial 1Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial
1 -1.937 2 -1.937 3 1.937 4 1.937 5 -0.417 6 -0.270 7 0.417
8 0.270 9 -1.330 10 -1.330 11 1.330 12 - 1.330 13 -0.000 14 -0.000
15 0.905 16 -0.905 17 -0.000 18 -0.000 19 -0.905 20 0.905 21 0.010
22 0.000 23 -0.010 24 0.000 25 -0.423 26 -0.423 27 0.423 28 0.423
29 0.000 30 -0.000 31 -0.787 32 0.787 33 -0.000 34 -0.000 35 0.787
34 -0.787 37 -0.417 38 0.270 39 0.417 40 -0.270
Nudo R» Ry R2
l 1.030 -2.138 1.237
2 -1.030 -2.137 1.237
3 1.030 -2.137 -1.237
4 -1.030 -2.138 -1.237
rnHBINAClON 1 1. t Ht
Nudo desp.x desp.y desp.z Nudo desp.i desp.y desp.t Nudo desp.i desp.y desp.z
1 0.00000+00 0.00000*00 0.00000*00 2 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 3 0.00000*00 0.0000ü*00 0.00000*00
4 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 5 0.13810*00 -.34660*00 -.11190*01 6 -.13810*00 -. 36660*00 -.11190*01
7 -.13810*00 0.36460*00 -.11190*01 8 0.13810*00 0.36440*00 -.11190*01 9 -.21340-06 0.43730-07 1198D+01
10 0.29970*01 -.10820-07 -.24950*01 11 0.16720-07 -.17490*01 -.23740*01 12 -.29970*01 ,11030-07 -.24950*01
13 0.1649D-07 0.17490*01 -.23740*01 14 0.21100-01 -.55920-01 -.11850*01 15 -.21100-01 -.,55920-01 -.11850*01
16 -.21100-01 0.55920-01 -.11850*01 17 0.21100-01 0.55920-01 -.11850*01
Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial
1 -20.224 2 -20.224 3 -20.224 4 -20.224 5 -6.398 6 -10.436 7 -6.398
B -10.436 9 -7.718 10 -7.718 11 -7.718 12 -7.718 13 -0.000 14 -0.000
15 0.000 16 0.000 17 0.000 IB 0.000 19 -0.000 20 0.000 21 -2.007
22 -3.273 23 -2.007 24 -3.273 25 -1.589 26 -1.589 27 -1.589 28 -1.589
29 0.000 30 -0.000 31 0.000 32 -0.000 33 0.000 34 0.000 35 -0.000
36 0.000 37 -6.398 38 -10.436 39 -6.398 40 -10.436
Nudo Rx Ry Rz
t 8.954 -14.600 10.755
2 "8.954 -14.600 10.755
3 -8.954 14.600 10.755
4 8.954 14.600 10.755
COMBINACION 2 H1 * H2
Nudo desp.x desp.y desp.z Nudo desp.x desp.y desp.z Nudo desp.x desp.y desp.z
1 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 2 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 3 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00
4 0.00000*00 0.00000*00 0.00000*00 5 0.14710*00 -.33460*00 -.11310*01 4 -.14710*00 - .33440*00 -.11310*01
7 -.12910*00 0.39860*00 -.11060*01 8 0.12910*00 0.39860*00 -.11060*01 9 -.21510-04 0.14840*00 -.11980*01
10 0.29970*01 0.22490-01 -.24950*01 11 0.17770-07 -.18820*01 -.25550*01 12 -.29970*01 0.22490-01 -.24950*01
13 0.15420-07 0.16150*01 -.21920*01 14 0.21000-01 0.48170-01 -.12010*01 15 -.21000-01 0.48170-01 -.12010*01
16 -.21210-01 0.16000*00 -.11700*01 17 0.21210-01 0.16000*00 -.11700*01
Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Axial Barra Anal
l -22.160 2 -22.160 3 -18.287 4 -18.287 5 -6.815 4 -10.705 7 -5.981
8 -10.166 9 -9.049 10 -9.049 11 -6.388 12 -4.388 13 -0.000 14 -0.000
15 0.905 16 -0.905 17 0.000 18 0.000 19 -0.905 20 0.905 21 -1.997
22 -3.273 23 -2.017 24 -3.273 25 -2.012 26 -2.012 27 -1.165 28 -1.165
29 0.000 30 -0.000 31 -0.787 32 0.787 33 0.000 34 0.000 35 0.787
36 -0.787 37 -6.815 38 -10.166 39 -5.981 40 -10.705
Nudo Rx Ry Ri
1 9.984 -16.737 11.992
2 -9.984 -16.737 11.992
3 -7.923 12.462 9.517
4 7.923 12.462 9.517
♦ FIN «
iRUCIA
Te cho In ca
D ( l « r M ( iones
Viento
«RUCIA ’ GAUCIO
251
Maqueta Inca en pialra. representando
probablemente un templo o "casa <lrl
sol". La distribución de sus elementos
hacen recordar al Coricancha
IV. SISTEMAS
IV. 1. Medidas de Longitud en el Incario
Poco es lo que se sabe sobre el sistema de medición que se
usaba en el Im perio Incaico y tal cosa llama a sorpresa. Dada la
complejidad de las obras que los Incas llevaron a cabo, necesaria
mente teman que contar con un sistema, por rudim entario que
fuera, que les permitiera dimensionar las numerosas e importantes
obras de arquitectura e ingeniería que realizaron a lo largo y ancho
de todo el Imperio. Es pues sorprendente que casi nada se conozca
al respecto y que no hayan llegado hasta nosotros abundantes ves
tigios de los conocimientos e instrumentos que indudablemente
debieron existir.
255
Si se indaga sobre el sistema de medición que emplean ac
tualmente los campesinos del Cusco, se llega a comprobar la vigen
cia de gran parte de lo afirmado por cronistas y estudiosos Prácti
camente en todo el Perú, en especial en el Cusco y en la región al
tiplánica, se siguen usando las viejas medidas basadas en el cuerpo
humano. El empleo del jeme, la cuarta, el pie, el codo, la vara, el
paso, la braza, etc. expresados en las viejas voces quechuas de
yuku, capa, chaqui, cuchuch, sikya, th a tky y riera refleja la super
vivencia de un sistema ancestral.
256
I .................
257
En el supuesto de que en una cultura la inexistencia de una
palabra o expresión, significa que la cosa o idea que definen tam
poco existe; se finca la suposición de que las medidas que están en
función del número 3 no son de origen incaico sino resultado de la
influencia española.
258
A -alcance I07.q5
B -B R A Z A ií>o.ao
C-ALTURA. 157.25
A D - C O D O * 1/2. B R A Z A nq«»6
E- METRO 96-«e
F -V A R A © 1.02
G - YARDA 6 4 -0 6
H-CODO 4 (0 4
I-P IB 2 3 .7 6
J - M ANO tfc.54
K -P A L M A a46
L -D U D O M ftO lO -P U U á A R 7.67
_ M -O E D O P U L G A R 5.61
•
M E D ID A S AN TRO PO M ETRICAS
A B C D E F G H 1 J PROM EDIO
Alcance 210 0 203.0 203.0 193.0 197.0 182.0 194 6 197.5 201.1 1983 197.95
Braza Riera 166 0 162.5 161.5 159.7 160.0 153.5 159.0 165.5 166.1 154 2 160 80
A ltu ra • Sayai 163.0 159.0 157.0 157.0 155.5 148 5 157 0 154.5 161.8 158 8 157 25
Vara ■Sikya 82 5 81.5 79.0 81.5 81.0 76.0 79.7 83.5 84 7 808 81.02
Yarda ------ — — 64.00 660 61 0 630 64.0 66.3 64.1 64 06
Codo ■Cuchuc 41.0 45.0 41.0 40 0 40 5 40.0 41.0 41.5 40 6 39.8 41.04
Pie ■Chaqui ----- — ----- 22 0 228 24 0 25.0 23.5 24.7 24.3 23.76
Cuarta - Palmo 19.5 19.5 20 5 18.2 20.0 21.3 21.3 22.3 21.0 18.3 20.14
Mano • Maqui — — ----- 16.0 17.0 17.55 174 17.0 15.7 15.2 16.54
Jeme - Y uku 17 5 15.5 17.0 13.0 14.2 17.8 16.4 17.8 17.5 14.9 16.16
Palma - Tajlla 85 7.5 8 0 7.4 8.4 8.3 9.4 8 8 96 8.6 845
Pulgar-Dedo M edio — — --- 7.8 8.0 7.6 8.5 7.2 8 7 7.3 7.87
Pulgar
Ñaupa rucana — — — 4.8 5.1 6.2 6.0 5.5 64 5.3 5.61
259
Lo expuesto reafirma la hipótesis de que los Incas, para
medir longitudes, relacionaron el sistema decimal con un sistema
antropom étrico. Con la finalidad de comprobar esta suposición se
llevó a cabo la medición de un grupo de individuos procedentes de
la Sierra, encontrándose que las medidas de las partes fundamenta
les del cuerpo humano prácticamente coincidían con las de la serie
citada. También es notoria la sim ilitud existente entre las referen
cias históricas proporcionadas por Rowe, Rostworowski y Baudin
y las medidas determinadas antropométricamente.
260
© Leonor do do V ih o : <anon J« p r o p o r c ió n * »
261
1 /2 1/2
1/4
■l i l i
.10 .20 .30 .4 0 .50 .60 .70 .6 0
.80
Ñañu huasca o cuerda, y cota kaspi o
262
Q lo 20 30 4 0 SO 6 0 _______ 7¡ o _ a o
<
9>
C 70 60 50 40 30 20 K> O
M — . 8 0 -f .0 5 “ • 6 5 m
W iI l, , “n -mJ
M « é O tB S a L ? 5 m
ffeg/a deslizan te
Von Hagen sostiene que los incas “ poseían una rudim en
taria regla de cálculo y usaban la plom ada" y Rowe afirma que
usaban una "S L ID IN G R U L E " para tom ar medidas y que la regla
consistía en 2 maderas unidas, de manera tal que al deslizarse au
mentaban o disminuían su tamaño. Es posible que los Incas inven
taran un dispositivo sim ilar al que se indica en el diseño que se
acompaña. Tal "Regla Deslizante” habría consistido en 2 reglas
metálicas o de madera, de 80 cm. cada una, unidas en forma que
pudieran deslizarse la una sobre la otra, hasta alcanzar la dim en
sión de 1.55 m.
263
CONCLUSIONES
264
IV.2. Análisis del Sistema de Medidas Inca
1. H ABITAC IO N ES
NOTA:
Se ha marcado con un asterisco las cifras que no representan decenas o medias
decenas.
265
Pisao
SITIO LARGO ANCHO ESPESO R MURO
Chaupillacta 54 00 6.70
266
MaukdllBt/tj
267
J ffa'JTÉj-----
Sacsayhuamán
268
2. C O N S TR U C C IO N E S O V A L A D A S
S IT IO D IA M E T R O D IA M E T R O ESPESOR
MAYOR M EN O R MURO
D IA M E T R O IN T E R IO R ESPESOR M U R O
Murkhapata 80 .4
80 .40
80 .40
.80 40
1.00 .50
.80 40
.60 .25
.60 .40
.80 .60
95 .40
1.35 .40
1.20 40
80 60
1 00 .60
1.00 .60
M achii Picchu
269
r—
L É fijÉ e - " ■ i
t f t l f ■<: %%■
3 r t r < -r;
F r? r ' TF
* w i f r r - ' m ' ^ r «; r n rr
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f / " ^ r r r r r p
¿ 'J I 0fJl rr^-ir-f s
*' r**-1 • r ‘ -T'-'>í
270
Machu Picchu
4. V E N T A N A S
5. H O R N A C IN A S
271
PlSál)
6. ESCALERAS
S IT IO PASO C O N TR A PA SO
272
IV.2.2. ORDENACION DE LAS MEDIDAS EXISTENTES EN LOS CASOS ESTUDIADOS:
1 90 1.95
2 00 2 05 2 10 2.12 +
2 15 2.20 2.25
2 30 2.40
245 2.50 2 54+
2 60 2 65 2 70
2 75 2 85
2.90 3 00
3.10 3 15
3 25 3.29 + 3 30
3 40
3 60
3 70
3 80 3.89 +
396* 400
4 10 4 15 4 20
4.25 4 30
4 40 4 45 4 50 4.52+
4 60
4 70 4.80
4 85 4 90
5 00 5 02 + 5 10
5.15 5 25
5 35 540
5 50
560 5 66 + 5 66* 5 70
5 80
5 90 5.95 6 00
6 05 6.10 6 15
6 30
6.35 6 40
6 58 + 6.60
6 70
6 80
7.10 7 20 7 30 7.50 7 60 7.70 7.75 7 .8 8 * 7.90 7.93+
8.00 8 30 8 50 8 60 865 8.75 8 80
9.10 9.20 9 40 9.50 9.55
10 10 10 30 10.40 10.60 10 75 1080 10.90
11.00 11.10 11.20 11.30 11.32 + 11.40 11 60 11 80 11 88 +
12.00 12.20 12.40 12 50 12.71 + 12.80
13.00 13.20 1380
14 00 14.34 + 14 80
15.00 15 50 15.70
17.31+ 17.50 17.70
19 20 19.40 19.70
22 60
35 00 36 00 40 00 54.00
273
O B S E R V A C IO N E S SOBRE LAS M E D ID A S
— Del 1.60 m. a los 6.40 m (la Ñañu Huasca), las variaciones con
tinúan produciéndose, prácticamente sin excepciones, cada
0.50 m.
274
IV.2.3 MEDIDAS INCAICAS DE LONGITUD
Medidas Itinerantes
Medidas Racionalizadas
Tajila: 1 = 0.10 m.
275
V I.2.4 M EDIDAS DE LO N G ITU D SEGUN REFERENCIAS HISTORICAS
Yuku 0 .1 2 -0 .1 4 0 .1 0 -0 .1 2 0.12
Medidas Itinerantes
Pie: 1 = 0.2786 m.
Medidas de longitud
Punto: 1 0.0001612 m.
277
Tambo Colorado, centro administrativo
Inca en el valle de Pisco
IV.2.6 M ULTIPLO S Y SUB M ULTIPLO S DE LA S IK Y A (Racionalizados)
25.60 m. 32 48 38.40 m.
12.80 m. 16 24 19.20 m. •
Huesca 6.40 m. 8 12 9.60 m.
3.20 m. 4 6 4.80 m.
Ricray Sayai 1.60 m. 2 3 2.40 m.
NOTA:
La Maqui (0.15 m) es 1/5.3 parte de la Sikya.
El Thatky (1.20 m) es 1 1/2 veces de la Sikya.
26.7488 m. = 32 48 = 40.1232 m.
13.3744 m. = 16 24 = 20.0616 m.
Cordel = 6.6872 m. = 12 = 10.0808 m.
8 L
3.3435 m. = 1 6 = 5.0154 m.
4 n
Braza = 1.6718 m. = 3 = 2.5077 m.
2
VARA
0.8359 m.
278
Machu Picchu
Alcance 2.00 m
279
IV .2.9 PALABR AS QUECHUAS QUE TIEN EN RELAC IO N CON
EL TEM A
Según el "D ic c io n a rio " de Fray Domingo de Santo Tomás (Publicado en 1560).
Dedo = Rukana
Distancia = Carucay
Medida = Tupu
280
Cuantos palmos = Huaycacopachicam
281
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