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Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte

Cultura Sicán: esplendor preincaico


de la costa norte
editor

Izumi Shimada

traducción y coordinación editorial

Gabriela Cervantes
Índice

presentación
Marco Falconí Picardo
13

presentación
Rose M. Likins
13

introducción
Detrás de la Máscara de Oro: La cultura Sicán
Izumi Shimada
13

Primera parte: aspectos y legados tecnológicos

Tecnología y organización de la producción de cobre arsenical Sicán


Aniko Bezúr
13

Orfebrería Sicán: los vasos y las figuras representadas


Paloma Carcedo
13

Manejo Sicán de recursos naturales: bosques y combustibles de madera


David J. Goldstein
13

Estudio de cerámica Sicán Medio por métodos físicos


Ursel Wagner, Fritz Wagner e Izumi Shimada
13
Segunda parte: arte, ritos, y costumbres funerarias Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas

Arte, religión y cosmología Sicán Medio: nuevos enfoques Examinando la interacción cultural entre Sicán Medio y la costa central, hacia 1000 d. C.
Izumi Shimada Rafael A. Segura Llanos e Izumi Shimada
13 13

El culto a los ancestros: aproximación y evidencia Agricultura Sicán y su transformación bajo el dominio Chinú e Inka:
Go Matsumoto el estudio de caso de la pampa de Chaparrí
13 Frances M. Hayashida
13
Conjunto (assemblage) de vasijas en miniatura funerarias Sicán:
Un análisis multidisciplinario de su variabilidad, uso y significado Los Sicán bajo el dominio Chimú
Gabriela Cervantes, Ursel Wagner y Linda Perry Hartmut Tschauner
13 13

La persistencia de la identidad: una primera aproximación a la identidad mochica


Quinta parte: El Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS)
en el valle de Lambayeque prehispánico tardío
Haagen D. Klaus
13 El Museo Nacional Sicán como centro de investigación, conservación,
defensa y difusión del patrimonio cultural Sicán del Perú y para el mundo
Carlos G. Elera
Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética 13

Treinta y cinco años desenterrando a los Sicán: objetivos, historia, enfoques


La sociedad Sicán: una visión desde los esqueletos
y logros del Proyecto Arqueológico Sicán (PAS)
Sarah K. Muno
Izumi Shimada
13
13
La migración en la cultura Sicán: analizando el movimiento
en el pasado usando la geología y la química nuestros autores
Kelly Knudson 13
13

Análisis del ADN de la sociedad Sicán


Ken-ichi Shinoda
13
11

Presentación

Durante décadas los deslumbrantes tumis y máscaras de oro que llevan la imagen del miste-
rioso personaje de ojos «alados» han simbolizado parte importante del legado cultural único e
incomparable de nuestra patria. Sus réplicas son vendidas prácticamente en todos los lugares
turísticos del país y sus imágenes han sido adoptadas como logos de instituciones nacionales.
Inexplicablemente, a pesar de la amplia difusión y conocimiento de estas imágenes, la identidad
y características de la cultura responsable de estas creaciones han permanecido esquivas a la
gran mayoría del público en general e, incluso, de los especialistas.
En 1978 el arqueólogo japonés Izumi Shimada inició el Proyecto Arqueológico Sicán,
centrado en la región que abarca el pueblo de Batán Grande y el extenso algarrobal de Pómac,
en el valle medio de La Leche, en la costa norte del Perú. Durante 35 años de investigación casi
continua, el equipo interdisciplinario y multinacional, bajo la dirección del doctor Shimada y el
codirector peruano doctor Carlos G. Elera Arévalo, continuó desentrañando los impresionante
logros tecnológicos, riquezas y misterios de esta cultura preincaica denominada Sicán (también
conocida como Lambayeque).
Este libro, trabajado por el doctor Shimada, reúne por primera vez los resultados más
importantes de las investigaciones realizadas hasta ahora por el mencionado equipo. Así llega-
mos a conocer que la cultura Sicán desarrolló su propia identidad durante el siglo IX. Creó su
perfil cultural como el resultado de la selección y la fusión de dos tradiciones anteriores: el norte
con Moche, y el sur con Huari. Durante el periodo de su auge, conocido como Sicán Medio
(900-1100 d. C.), las élites de la cultura Sicán establecieron su dominio sobre otras poblaciones
de gran parte de la costa norte peruana —incluida la etnia Moche— no por medio de la fuerza,
sino por la preeminencia económica, religiosa y tecnológica. Su red de comercio y el alcance de
12 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte 13

su inf luencia llegaron por el norte hasta Colombia y la costa ecuatoriana, por el sur hasta la Cultura Sicán: Esplendor preincaico de la Costa Norte
costa central (Lima Metropolitana) y al este, quizá, hasta la Amazonía.
Los trabajadores de Sicán perfeccionaron la tecnología metalúrgica y produjeron bronce
(aleación de cobre y arsénico) y oro en una escala sin precedente, transformando las socieda-
des del norte del Perú de la «edad de cobre» a la «edad del bronce». Gracias al monopolio del
Spondylus (concha marina tropical) y otros objetos valiosos, a los que debemos sumar el incom-
parable manejo de la producción agrícola a gran escala por medio de sistemas de riego interva-
lle, se podría afirmar que el pueblo Sicán, durante su mayor apogeo, fueron la población más
poderosa e influyente en los Andes.
El resultado de estos hallazgos es el libro Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa
En la Región Lambayeque, en la única reserva de bosques secos tropicales que existe a lo largo del Pací-
norte, del profesor Izumi Shimada, libro que además reúne estudios de numerosos especialistas
fico Sur y que hoy conocemos como Santuario Histórico del Bosque de Pómac, floreció Sicán, cultura
de diversas disciplinas, todos allegados al equipo del Proyecto Arqueológico Sicán y que, en esta
realmente notable, forjadora de una Edad de Bronce en la Costa Norte peruana, poderosa y distintiva
oportunidad, el Congreso de la República se honra en presentar. Un inmenso logro académico
en su organización económica, social y religiosa.
que nos permite apreciar nuevas e importantes contribuciones sobre el conocimiento de la cul-
En su punto de máximo esplendor, la cultura Sicán fue la entidad política, económica y reli-
tura Sicán y el vasto panorama cultural e histórico de nuestro país.
giosa más importante e influyente en el territorio peruano de la época.
Hasta el Santuario Histórico del Bosque de Pómac llegó en los primeros años de la década
Modesto Julca Jara
de 1970 el doctor Izumi Shimada, catedrático de Southern Illinois University. La singular belleza de
Presidente del Fondo Editorial del Congreso de la República
un paisaje austero y agreste adornado por evidencias de decenas de pirámides entre bosques de alga-
rrobos no fue lo único que concitó la atención del doctor Shimada. Él llegó atraído por las muchas
interrogantes que aquel lugar propiciaba en su inquieto afán científico, ansioso por comprender en su
cronología y contexto geográfico lo que anticipaba era una gran cultura surgida en y desde la Región
Lambayeque.
Hoy, cuarenta años transcurridos, podemos afirmar que el empeño del doctor Shimada ha
fructificado inmensamente. Gracias a su inteligencia, agudeza, escrúpulos y tenacidad, acompañados
por el concurso de múltiples especialistas y estudiosos de las más variadas disciplinas, existe un enten-
dimiento cabal de la singularidad, la importancia y la proyección de la cultura Sicán.
Los hallazgos que son testimonio de la gran tarea del doctor Shimada se encuentran alberga-
dos en el Museo Nacional Sicán, con el cual el gobierno de Estados Unidos guarda una relación fluida y
de larga data. Nos complace la participación del Museo Nacional de Sicán en el programa de prácticas
profesionales para estudiantes de maestría de Estados Unidos así como que haya recibido apoyo del
fondo del embajador.
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La complejidad de la cultura Sicán es apreciable en su elaborada agricultura, en su manejo Detrás de la Máscara de Oro: la cultura Sicán
de recursos naturales, en su sofisticada tecnología metalúrgica y orfebre, en su iconografía plasmada
en infinidad de artefactos, en su decidida actividad pesquera y, sobre todo, en su vocación comercial
intensa e integradora.
La cultura Sicán tuvo una visión grande, amplia y ambiciosa de sí misma y del mundo. Ello
Izumi Shimada
la impulsó a extenderse más allá de la cuenca del río La Leche y de la costa lambayecana e incursio-
nar tanto hacia el norte como hacia el sur. A través del comercio, la cultura Sicán alcanzó las costas
de Ecuador y Colombia y la cuenca del Marañón por el este. Hay indicios de presencia Sicán desde
las Islas Galápagos hasta territorios Tiahuanaco, incluida la franja costera en el norte de Chile.
Fue la cultura Sicán una sociedad multiétnica, compleja y estratificada. El haber sido pre-
cedida por las culturas Huari y Mochica y después sucedida por la cultura Chimú, lejos de impedir, Introducción
favoreció que se erigiera en un sofisticado puente de sincretismo religioso, social y tecnológico y en
Cada vez que uno viaja a cualquier destino tu-
una potente fuente de irradiación cultural e iconográfica simbolizada por el Tumi y la Máscara de
rístico del Perú como el Cuzco, la antigua capi-
Oro de Sicán Medio como bien enfatiza el doctor Shimada.
tal del Imperio incaico; Nazca, para sobrevolar
Hay por supuesto un campo abierto y fértil para la investigación; todavía hay mucho por des-
los geoglifos en la desértica pampa; o la ciudad
cubrir y comprobar respecto de la cultura Sicán, particularmente sus horizontes Temprano y Tardío.
de Lima, actual capital del Perú, uno no puede
Cuando gracias a las páginas de este libro nos adentramos en el corazón de la cultura Sicán
evitar ver grandes cantidades de souvenirs con
no podemos obviar que los procesos sociales, culturales y económicos son parte de un contínuum
la forma del ceremonial tumi (‘cuchillo’ en que-
que en el caso del Perú se remonta a más de cinco mil años de antigüedad. Hay elementos que nos
chua), y con la forma de la máscara con los ca-
resultan familiares como es el tesón de los antiguos peruanos por domeñar la geografía y la concien-
racterísticos ojos almendrados inclinados hacia
cia de cuán necesario es aprovechar de manera sostenible los recursos naturales. El Fenómeno del
Niño fue para la cultura Sicán el gran desafío; el imperativo de utilizar juiciosamente sus milenarios arriba (figura 1) . Además de servir como souvenirs,
algarrobos una tarea cotidiana. también han sido adoptados largamente como
Durante seiscientos años la cultura Sicán marcó el rumbo de la integración a través de su símbolos de la moderna nación del Perú, de sus
industriosidad e intercambio comercial y pacífico. Ese espíritu emprendedor, innovador y competi- productos y de sus instituciones, como en el caso
tivo vive en los artesanos, orfebres, hilanderas, empresarios, emprendedores y comerciantes del Perú de la compañía nacional de petróleo Petroperú
moderno. Son estas algunas claves importantes y actuales de un país que se proyecta al futuro con y la desaparecida aerolínea nacional Aeroperú.
la seguridad y el orgullo de un memorable pasado. Entonces, ¿qué son estos objetos y qué cultura
es responsable de haberlos creado? Es una pre-
Rose M. Likins gunta lógica dada su presencia en todo el Perú.
Embajadora de Estados Unidos en el Perú Sin embargo, es difícil encontrar alguna persona,
incluidos los vendedores de souvenirs, que sepan
fig. 1 Tumi de oro de Sicán Medio saqueado de una tumba de la capital de
responder a esta pregunta correctamente. Sicán. Museo Oro del Perú en Lima. Foto: Izumi Shimada.
16 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 17

Hoy sabemos que la responsable de tesoros probablemente se hayan referido


estos objetos fue la inf luyente y prominente a metales preciosos y otros objetos sun-
cultura Sicán, que floreció hace 1.000 años en tuarios saqueados de tumbas de élite en
la costa norte del Perú (figura 2) en la región Poma.
andina del oeste de Sudamérica. El mismo nombre también ha
En las páginas que siguen se explica- sido aplicado a la capital cívico-religiosa
rá cómo se desarrolló esta cultura, su econo- Sicán Medio, ubicada en Poma. Dado
mía, tecnología, religión, organización social y que la civilización prehispánica andina
política, así como otros aspectos característi- no desarrolló la escritura, probablemen-
cos, hasta su caída hacia fines del siglo XIV. te nunca conozcamos el verdadero nom-
Asimismo se examinará cómo influenció tanto bre de lo que hoy denominamos Sicán.
en las culturas contemporáneas como en aque- Antes del inicio de nuestras
fig. 3. Santuario Histórico Nacional del Bosque de Pómac en el valle medio de La Leche
llas posteriores en los Andes. investigaciones científicas e interdisci- con muchos sitios con importantes montículos de adobe. Vista desde la cima de la Huaca
plinarias sobre la cultura Sicán en 1978, Las Ventanas. Foto: Izumi Shimada.
El nombre ‘sicán’ esta cultura era conocida indistinta-
mente como ‘Chimú’, ‘Eten’ y ‘Lambayeque’. Tras aproximadamente 15 años de investigaciones
En la lengua nativa mochica que fue documen- del Proyecto Arqueológico Sicán (PAS), se reveló que la mayor parte de estos montículos en
tada en la mitad norteña de la costa norte del Poma fueron construidos alrededor de 1.000 años d. C. por la misma cultura prehispánica, que
Perú en época colonial, el término ‘sicán’ sig- además había desarrollado un arte distintivo y sofisticadas tecnologías, entre otras características
nifica ‘casa’ o ‘templo’ de la Luna (si). Según notables. Entonces, en 1983, adoptando el nombre nativo de lo que consideré el núcleo de esta
cómo la palabra haya sido transcrita, puede ser cultura, la denominé cultura Sicán. Así, quise poner fin a la ampliamente esparcida confusión al
escrita además como signan o sian. Era el nom- identificar productos de Sicán como si fueran chimúes, cultura que conquistó Sicán hacia 1375 d.
bre de un lugar donde yacía un grupo de an- C. y tomó ventaja de las avanzadas tecnologías y artesanos de Sicán para sus propios fines. Esto
fig. 2. Mapa de la costa norte norteña del Perú donde la cultura Sicán floreció.
tiguos templos o huacas (palabra quechua que tuvo por resultado finas vasijas de cerámica que fueron producidas para los señores chimúes con
Foto: Izumi Shimada.
significa ‘objeto’ o ‘lugar sagrado’), en lo que las tecnologías Sicán y —sospecho— por artesanos de Sicán reubicados a la fuerza en centros
hoy es conocido como el Santuario Histórico chimúes. No es de sorprender entonces que los objetos puramente de Sicán producidos con an-
Nacional del Bosque de Pómac, en el valle medio del río La Leche (figura 3) hacia 32 kilómetros terioridad a la conquista chimú fueran erróneamente identificados como chimú.
al nordeste de la ciudad de Chiclayo. El santuario (hacia 60 kilómetros cuadrados en extensión) El nombre ‘eten’ nunca ganó muchos seguidores. En cambio, el término ‘lambayeque’,
contiene cerca de treinta huacas grandes y pequeñas esparcidas en el extenso y espinoso bosque que designa al extenso y productivo valle del centro Sicán (ver Shimada), ha estado en uso durante
seco dominado por árboles de algarrobo (Prosopis spp.) (ver Goldstein). De hecho, las tierras casi medio siglo. Su uso está íntimamente ligado a una aplicación poco crítica de la leyenda de la
que cubren gran parte de lo que hoy es el Santuario de Pómac eran conocidas en época colonial dinastía Lambayeque recopilada en el siglo XVI (ver Shimada). Hoy consideramos al periodo de
temprana por sus ‘tesoros e ídolos’. Estos incluían murales polícromos que decoraban la cima seiscientos años de duración de la cultura Sicán como la era de florescencia de la larga tradición
de los templos mencionados. Algunos de ellos sobrevivieron hasta mediados del siglo XX. Estos cultural Lambayeque, que continúa hasta hoy.
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una explicación del término ‘sicán’ Nolan 1981). Sus intentos de reconstruir la cultura fueron mayormente basados en la aplica-
ción directa de la leyenda de Naylamp. No había verificación empírica de tal reconstrucción
1. Dado que no había escritura, no existe ninguna base concreta, directa ni confiable que nos
(cfr. Donnan 1989, 1990), que, en este sentido, quedó como una suposición. No se sabe si la
permita identificar los nombres originales exactos de las culturas preíncas. De hecho, aún
leyenda de Naylamp fue basada en hechos reales de la cultura Sicán.
no estamos seguros de que aquello que los arqueólogos denominan cultura Lambayeque o
Sicán haya sido concebido como una sola cultura coherente y significativa por los mismos 4. Cuando empecé con los trabajos del Proyecto Arqueológico Batán Grande-La Leche (en 1978;
lambayecanos antiguos, y, por consiguiente, haya tenido un solo nombre por consenso; con- Shimada 1981) no había ningún estudio sistemático, multidisciplinario ni de largo plazo en la
secuentemente, el fenómeno arqueológico denominado ‘sicán’ o ‘lambayeque’ ha tenido varias región Lambayeque con base en excavaciones científicas. Lamentablemente James A. Ford, en-
designaciones a través de la historia de la arqueología peruana, empezando con el término tonces del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, nunca publicó los resultados
‘chimú’ (W. C. Bennett [1939]; A. L. Kroeber [1925, 1926, 1930], inter alia), ‘north chimú’ de su esfuerzo por establecer por primera vez la cronología cultural del valle de Lambayeque
(Kroeber 1944), ‘lambayeque’ (Larco 1948, 1962) y ‘eten’ (M. Uhle [1959]). Otras culturas a partir de la cerámica recolectada de una prospección superficial poco después de culminar
prehispánicas como Gallinazo (o Virú), Moche (o Mochica) y Lima (o Interlocking, Proto- su trabajo anterior, que fuera un exitoso estudio en el valle de Virú (Ford 1949).
Lima o Maranga) también han tenido múltiples designaciones. 5. Según documentos coloniales tempranos, el nombre original de esta zona fue ‘Sicán’ (cuya
2. El término ‘chimú’ fue errónea y ampliamente aplicado hasta hace sorprendentemente poco pronunciación fue transcrita también como sian, siñan y sigñan), que en lengua mochica
tiempo (por ejemplo, Fagan 1991; Ravines 1980) para designar al estilo artístico que hoy quiere decir «Casa o el templo de la Luna» (Rondón 1966; Zevallos 1989: 28).
conocemos como Lambayeque o Sicán, en gran parte por abarcar en cierta forma el mismo 6. Con la finalidad de identificar el notable desarrollo cultural que tuvo su sede en el área (figura
espacio y tiempo (ver Shimada 1985a, 1989b, 1990, 1995, 2000 para mayor discusión; véanse 3) y caracterizar la fase tardía de lo que Zevallos Quiñones denominaba la tradición lambaye-
también Menzel 1977; Zevallos 1964, 1989). Otras razones incluyen el hecho de que a) ambas que, decidí adoptar el nombre de «cultura Sicán», con lo que nació el Proyecto Arqueológico
heredaron el mismo antecedente de la tradición cultural moche o mochica, y b) los artesanos Sicán en 1983 (Shimada 1985b).
de Sicán fabricaron la cerámica y los objetos de metal utilizando las tecnologías avanzadas
7. Nuestros trabajos científicos señalaron que la cultura Sicán es una cultura fusional, que apa-
sicanes para los señores chimúes tras la conquista de la región Lambayeque hacia 1375-1400
reció en la segunda mitad del Horizonte Medio (hacia 800-900 d. C.) y que tuvo su apogeo
d. C. Muchos de sus productos fueron entonces tecnológica e incluso formalmente Sicán,
cultural en el periodo Sicán Medio (900-1100 d. C.), teniendo al actual Santuario Histórico
pero posteriores a 1400 d. C. Tal vez las razones más importantes para la confusión Chimú-
del Bosque de Pómac como sede principal (por ejemplo, Shimada 1985b, 1990, 1995, 2000).
Lambayeque o Chimú-Sicán sea el hecho de que la cultura Lambayeque o Sicán no fue siste-
máticamente estudiada utilizando información y artefactos científicamente recuperados (ver 8. Nuestra visión y conocimiento sobre la cultura Sicán están basados en estudios científicos
a continuación). multidisciplinarios de largo plazo (más de treinta años) y carácter regional (abarcando toda
la región Lambayeque). Queremos una visión holística de la cultura (véase Shimada 1985a,
3. Es el historiador peruano Jorge Zevallos Quiñones (por ejemplo, 1971, 1989) quien dedica
1995; Shimada y Wagner 2007).
muchos años de estudios a la cultura Lambayeque, que interpretaba como una larga tradición
regional que empezó antes de Cristo y duró hasta la conquista española del Imperio incaico. 9. Como he señalado en varias oportunidades (por ejemplo, charlas y coloquios; Shimada 1995)
Su estudio y otros que nos precedieron se enfocaron en el estudio del estilo de materiales nunca he tratado de imponer el término ‘sicán’ en oposición a ‘lambayeque’. Solo pido que
(incluida iconografía), disponibles en la época, la gran mayoría sin contexto (por ejemplo, se reconozcan y se citen de modo apropiado los avances en la información y el conocimien-
Carrión 1940; Kauffmann 1983, 1989, 1992; Zevallos 1971, 1989) o información recopilada to sobre esta cultura, que nuestro proyecto ha aportado durante treinta años de trabajo
de prospecciones superficiales o visitas cortas (por ejemplo, Donnan 1972; Kosok 1959, 1965; ininterrumpido.
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De hecho, vemos que coexiste el estilo de arte híbrido que denominamos Sicán-Chimú con los
estilos Chimú imperial y Chimú provincial (productos chimúes elaborados localmente) hasta
la conquista completa de la costa norte por el Imperio incaico cerca de 1470 d. C. Durante el
dominio inca, buena parte del mismo fenómeno ocurrido en el dominio chimú se repite, de lo
que resulta la coexistencia de estilos Sicán-Inca, Inca provincial e Inca imperial. La conquista
española, que comenzó en 1532 en el lugar del antiguo dominio Sicán, fue otro momento decisivo
cultural y biológicamente hablando. Sin embargo, como Elera observa (ver Elera), aun después
de quinientos años de dominación española e hibridación asociada, podemos todavía reconocer
prácticas culturales y creencias distintivas que probablemente daten desde épocas de Sicán, si no
de mucho antes.
Lo que sigue es una discusión ordenada cronológicamente del desarrollo y aspectos que
caracterizan cada periodo. La discusión de Sicán Medio es más completa, ya que es el periodo de
florescencia cultural sicán, así como el más estudiado.

tabla 1. Cronología cerámica de Sicán. Dibujo: Izumi Shimada.


Desarrollo y aspectos culturales de Sicán

Finalmente espero que el debate sobre la terminología adoptada por diferentes investigadores dé
sicán temprano (800-900 d. c.)
paso a una discusión académica de fondo, acerca de la naturaleza y los procesos de desarrollo
de esta cultura que tanto admiramos. Los sicanes parecen haberse desarrollado primariamente en el área de Lambayeque y las áreas
circundantes en la mitad norteña de la costa norte del Perú. Debieron mucho de su extraordi-
Cronología de la cultura Sicán nario desarrollo a la gran capacidad agrícola de la región Lambayeque, así como a los avanzados
antecedentes culturales en la costa norte, particularmente los del Mochica norteño (hacia 100 a
La cultura Sicán es una cultura distintiva, independiente y autónoma que duró cerca de seiscien- 750 d. C.) y la adopción selecta de conceptos religiosos introducidos por la cultura Huari (ver
tos años, desde el 800-850 d. C. hasta su conquista cerca de 1375 durante la expansión hacia el abajo) y culturas afiliadas.
norte del Imperio chimú y cuyo centro se ubica en el valle de Moche (figura 2) . La duración total En el presente, sin embargo, no podemos hablar de manera significativa del periodo
de la cultura Sicán se ha dividido en tres periodos, basados en importantes cambios culturales Sicán Temprano porque lo que conocemos se limita a una serie de entierros y a un estilo artístico
documentados a través de nuestras excavaciones (tabla 1) . Numerosos fechados radiocarbónicos en evolución proveniente de algunos sitios en la mitad norteña de la costa norte (figura 3) . Estos
finamente corregidos y obtenidos de muestras provenientes de contextos primarios seguros de restos de Sicán Temprano han sido hallados en profundos pisos y construcciones del posterior
varios sitios de Sicán ubicados en diferentes partes de Lambayeque nos permiten asignar las si- periodo Sicán Medio. Más aún, no hemos encontrado ningún edificio arquitectónico que indique
guientes fechas: 800-900 d. C. para el periodo Sicán Temprano, 900-1100 d. C. para el periodo la movilización sustancial de trabajo o la presencia de un liderazgo político efectivo. Vemos, en
Sicán Medio y 1100-1375 d. C. para el periodo Sicán Tardío. Como hemos visto, la conquista cambio, una gran mezcla de variados estilos artísticos derivados localmente, así como prove-
chimú no erradicó la prominente y distintiva tradición sicán. No hay signos de matanzas masivas nientes de áreas de la sierra norte, costa central y extremo sur. Este parece haber sido un periodo
o despoblación sicán aún en su centro en la región Lambayeque (ver Hayashida y Tschauner). de ajuste gradual en respuesta a desarrollos naturales y culturales sin precedente; a saber, una
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severa sequía de tres décadas de duración durante el siglo VI, seguida de un evento catastrófico y religiosa de Sicán. Al parecer es durante los primeros cincuenta años de este periodo (900-950
de un mega-Niño, de lo que resultaron importantes cambios poblacionales y un eventual colapso d. C.) que se establecen rápida y paralelamente las bases de las tecnologías, ideologías e insti-
político del Mochica norteño hacia 750 d. C. tuciones políticas que aseguraron el destacado crecimiento del poder político y económico, así
Además hubo oleadas simultáneas de expansión hacia la costa de la cultura Huari. Su como el prestigio social y religioso. Algunos elementos representaron un lógico refinamiento de
centro se situaba en la sierra sur-central del Perú cerca de la moderna ciudad de Ayacucho y se desarrollos anteriores, en tanto que otros constituyeron innovaciones culturales; es decir, vemos
desarrolló hacia 550-800 d. C. La cultura Huari debió gran parte de su base artística e ideológica a la amalgamación innovada de antiguas y nuevas ideas, instituciones, materiales y tecnologías en
la cultura Tiahuanaco, que dominó el altiplano alrededor del lago Titicaca (la región conformada una renovada configuración que denominamos Sicán Medio. Al mismo tiempo, el sitio de Sicán
por el Perú, Bolivia y Chile y conocida como los Andes sur-centrales) y áreas circundantes entre en el Santuario de Pómac emergió como el centro preeminente cívico y religioso de la región
hacia 300 y 1100 d. C. Lambayeque.
En los largos y combinados efectos del deterioro ambiental, dispersión de la población y El notable desarrollo de la cultura Sicán en el periodo Sicán Medio es discutido a pro-
colapso del liderazgo social y político y olas de expansión huari, los esfuerzos para restablecer a fundidad posteriormente en cuanto a su: a) arte y religión distintivos, b) tecnologías innovado-
las organizaciones capaces de unificar y dirigir a la gente aparentemente tomaron mucho tiempo. ras y producción a gran escala y sin precedente de una amplia variedad de productos cerámicos y
Este fue el contexto del pausado desarrollo cultural Sicán Temprano. metálicos, y c) resurgimiento de templos montículos monumentales y autoridad religiosa. Hacia
En esencia, el periodo Sicán Temprano fue consecuencia de interacción interregional 1000 d. C., la cultura Sicán se jactaba de distinciones adicionales, incluidas d) una composición
y movimientos poblacionales de largo plazo sin precedente, en el que se fusionaron las dos tra- multiétnica y jerarquía social claramente demarcada, e) tumbas de fosa de élite de dimensiones
diciones culturales andinas más importantes de la costa norte y la sierra sur. Fue una era de y riqueza material sin precedente, y f) una red comercial a larga distancia que aseguró un con-
transformaciones en que valores, creencias, tecnologías e instituciones existentes (locales), así junto de bienes de prestigio exóticos desde Ecuador y Colombia, al norte, y la Amazonía andina,
como las introducidas fueron revisadas y adoptadas, modificadas o rechazadas selectivamente. al este, a cambio del intercambio de productos agrícolas locales y metalúrgicos. Todas estas
El resultado puede denominarse como una «verdadera cultura andina», ya que forjó una nueva características son prueba de una economía
identidad mediante una fusión selectiva de elementos de las tradiciones andinas más prominentes productiva, marcada diferenciación social y
del norte y del sur. una religión inf luyente que aseguraron un
poderoso e inf luyente Estado teocrático.
sicán medio (900-1100 d. c.) Hacia el 1000 d. C., la entidad
política de Sicán Medio había establecido
Sabemos mucho más acerca del periodo Sicán Medio (900-1100 d. C.), ya que hemos enfocado también sus dominios sobre la costa norte
gran parte de nuestra atención e investigación en él. Este enfoque fue condicionado completa- norteña desde al menos el valle de Piura, al
mente por la cantidad, calidad y variedad de artefactos producidos durante este periodo. Estos norte, hasta el valle de Chicama, al sur, una
varían desde numerosos y grandes montículos de plataforma de niveles múltiples (denominados distancia de 350 kilómetros (figura 2) . Hay in-
comúnmente como huacas o pirámides) y literalmente toneladas de aleaciones de cobre y alea- dicaciones de que su dominio haya incluido,
ciones de oro, a cerámica negra altamente pulida hecha en molde distribuida ampliamente a lo además, al valle de Moche (el centro de poder
largo de la costa. del anterior Mochica sureño y el posterior fig. 4a. izquierda Fina botella de un gollete de Sicán Medio del núcleo Sicán de la
región Lambayeque. Foto: Izumi Shimada. derecha fig. 4b. Imitación local de una
La caída de la cultura Huari (hacia 800-850 d. C.) y el consiguiente debilitamiento de Imperio chimú). Más aún, ejerció fuerte in- botella de Sicán Medio proveniente del valle de Piura. Compárese con la figura
su influencia brindó el momento para la rápida emergencia de la identidad y autonomía política fluencia artística, religiosa y probablemente 4a. Foto: Izumi Shimada.
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económica sobre un área más extensa, tan lejos por el norte, como el valle de Tumbes, y, probable- por ejemplo, los huaris), sabemos ahora que esta etiqueta es
mente, hasta el valle de Ica, por el sur, una distancia total de 1.300 kilómetros (figura 2) . En muchas inapropiada, dado el altamente distintivo y en muchas formas
áreas de esta extensa esfera de influencia vemos no solo cerámica y textiles de Sicán importados único e innovador carácter y prestigio del estilo Sicán.
del núcleo Sicán en la región Lambayeque, sino también imitaciones locales (figura 4) . Como se De la misma manera que en las anteriores culturas de
detalla a continuación, su red comercial se extendió mucho más al norte. Esta distribución rápida la costa norte, las representaciones escultóricas permanecieron
y extensiva de un conjunto de productos de Sicán Medio altamente diagnósticos constituyeron lo como cerámica popular, manteniendo uno a tres colores. De
que los arqueólogos denominamos un «horizonte cultural». hecho, la cerámica negra altamente pulida (figura 5) es su pro-
Como ha sido explicado en mayor detalle anteriormente, consideramos que la entidad ducto cerámico más característico. El cómo los ceramistas de
política de Sicán Medio estableció su territorio y esferas de influencia no por medio de conquis- Sicán alcanzaron consistentemente este acabado es discutido
tas militares y consiguiente colonización, sino a través de una orientación matizada que variaba después. Los murales y textiles, por otro lado, utilizaron hasta
desde generosidad (recompensas), asociación económica, intimidaciones ideológicas y militares seis colores (figuras 6 y 7) . Aunque los textiles preservados son
o combinaciones de las anteriores. Propongo que la aceptación de la religión sicán se enfocó en raros en el núcleo Sicán de Lambayeque, existen finos ejem-
la deidad Sicán (ver a continuación) y el patrocinio político y económico que aseguraron a los plos provenientes de áreas más áridas al sur. La composición
grupos locales una variedad de beneficios materiales y sociales. pictórica que caracterizó al arte Mochica Tardío fue retenida
en algunos murales, telas pintadas y cerámica.
1. Arte y religión
fig. 5 . Ejemplo de cerámica negra altamente pulida de Sicán
Las imágenes son mostradas de forma frontal, de
Definir y comprender la religión prehispánica sin la ayuda de versiones escritas de los que la prac- Medio. Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia, perfil o una combinación de ambas vistas frontal-perfil. El
Lima. Foto: Yutaka Yoshii.
ticaron es un enorme reto. Una posibilidad de investigación es buscar las expresiones en el arte, rango de los temas representados es relativamente pequeño,
particularmente las relaciones entre íconos claves o conceptos en su composición. Representaciones y representaciones de actividades cotidianas de la gente co-
antropomorfas de conceptos claves como deidades ciertamente facilitan su comprensión por las mún son raras y largamente restringidas a textiles pintados (figura 8) .
masas. Otra posibilidad es buscar huellas materiales de comportamientos que presumiblemente El sello característico del arte Sicán Medio es el omnipresente personaje con máscara,
fueron guiados por creencias religiosas; es decir, rituales y costumbres funerarias (ver Shimada). con ojos inclinados hacia arriba o en forma
En este caso usaremos un «análisis interno» de estas dos líneas de evidencia como base primaria de almendra, y elaborados tocados (común-
para nuestra discusión de la religión durante el periodo Sicán Medio y así minimizar nuestra mente de forma semicircular) que denomi-
dependencia de información derivada de las tradiciones orales recolectadas durante más de qui- no la deidad sicán (figuras 9 y 10) . Este ícono
nientos años después, durante la época de la colonia española. ya sea en representación completa o solo la
El arte del periodo Sicán Medio es ampliamente representacional en estilo; es decir, re- cabeza decora todos los medios artísticos;
trata objetos reconocibles. Iconográficamente es en esencia un arte religioso mejor descrito como por ejemplo, cerámica fina y algunas veces
‘fusional’ o ‘sincrético’, ya que fusiona los anteriores conceptos religiosos, motivos y convenciones también la utilitaria, objetos preciosos y de
artísticas Huari y Mochica en una totalmente nueva configuración. La integración de estas ideas e metal, textiles y murales. Cuando está re-
íconos, sin duda bien conocidos, habría brindado prestigio y legitimidad a la emergente religión. presentado de forma completa, usualmente
fig. 6. Reconstrucción de tela pintada que cubría una caja que contiene setenta
Aunque el padre de la arqueología científica en los Andes, Max Uhle, caracterizó este estilo de se coloca de manera frontal algunas veces vasijas de cerámica fina (HL’06 Trinchera 2, Entierro 3). Dibujo César Samillán. Foto:
arte como ‘epigonal’ (cuyo significado es el sucesor menos distinguido de una ilustre generación, sosteniendo cabezas trofeo en una mano y Yutaka Yoshii.
26 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 27

un tumi en la otra. En otras ocasiones sostiene obje- argumentado que el personaje alado es una representación del le-
tos inidentificables en ambas manos. Con frecuencia es gendario fundador, el propio Naylamp, a quien después de la muer-
mostrado con alas en ambos lados del cuerpo, e incluso te le crecieron alas y voló al cielo según la misma leyenda; es decir,
garras en los pies. Con mayor asiduidad, particularmen- se transformó en una criatura mítica, un ancestro a ser venerado.
te en la cerámica, se representa solo su cabeza o rostro También relacionadas con Naylamp son las representaciones de
acompañado por una variedad de animales o acompa- Sicán Medio de un personaje (sin atributos de ave) navegando en
ñantes humanos echados. Parece que no era necesario una balsa impulsada por cuatro nadadores, que nos recuerda cómo
representar la figura completa de íconos bien conocidos el legendario fundador arribó a las costas del valle de Lambayeque
como la deidad sicán, su rostro diagnóstico era suficien- en una balsa. La interpretación precedente asume que el arte de
te para comunicar al observador su significado. Sicán Medio es una narración gráfica de la conocida leyenda local
Entonces, ¿cuál era el significado de la deidad (es decir, la leyenda de Naylamp).
sicán? Algunos investigadores han argumentado que los Lo descrito parece responder a la pregunta acerca del sig-
rasgos aviares enumerados anteriormente identifican nificado de la deidad Sicán. Aunque puede sonar plausible, esta
aves como el búho u otro raptor nocturno, y que el ave explicación presenta serios problemas. En primer lugar, la misma
personifica a la Luna, que ejerce control sobre el Pacífico escena básica de un personaje bien ataviado en una balsa acompa-
y controla el bienestar de la vida marina y de los pescado- ñado de cuatro nadadores aparece en el arte mochica al menos 500
res. Esta visión fue claramente basada en documentos co- años antes. Incluso los ojos inclinados hacia arriba —que algu-
loniales que documentaron la importancia de la Luna y el nas veces han
océano Pacífico entre la gente chimú. En efecto, Antonio sido interpre-
fig. 7. Fragmento de textil de Sicán Medio que muestra dos per- de la Ca la ncha t a d o s c o m o fig. 9. Fragmento de textil que muestra al dios
sonas remando en una balsa de totora. Su proveniencia es atri- documentó en el ojos alados— Sicán. Atribuido al sitio de Pachacamac cerca de
buida al sitio de Pachacámac cerca de Lima. Colección Wilhelm Lima. Colección W ilhelm Gret zer, Museo
Gretzer, Museo Etnológico Nacional, Berlín. Foto: Izumi Shimada.
siglo XVII que en aparecen en el Etnológico Nacional, Berlín. Foto: Izumi Shimada.
Pacasmayo (valle anterior felino
de Jequetepeque, justo al sur del núcleo Sicán) la Luna era la antropomorfo mochica, lo que sugiere que
divinidad más venerada. Se creía que ejercía control sobre el se trata de una convención artística para
clima, el crecimiento de las cosechas y era considerada más indicar el carácter místico utilizada desde
poderosa que el Sol porque aparecía en la noche y en el día. muchos años antes. Algunos investigadores
Sin embargo, no sabemos si en la época Sicán Temprano la han señalado correctamente que la deidad
gente también tenía estas creencias. sicán, particularmente la representación
A partir de la etnología etnohistórica, otros in- completa, es una fusión de los «señores
vestigadores han concluido que el mítico personaje ave mochicas» (es decir, grandes deidades) y la
es Naylamp, el progenitor ave del legendario fundador fig. 8. Una imagen de dos mujeres cargando un saco y principal deidad masculina Huari. Además,
hilando. Colección Wilhem Gretzer, Museo Etnológico fig. 10. Cabeza de la deidad sicán en la base del gollete de una botella de cerámi-
de la dinastía Lambayeque del mismo nombre. Otros han Nacional, Berlín. Foto: Izumi Shimada. ca. Museo Nacional Sicán. Foto: Yutaka Yoshii. la encarnación ornifomorfa de la deidad
28 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 29

sicán tiene un precursor Sicán Temprano mostrado en la siguiente


ilustración (figura 11) .
Es más probable que las representaciones relacionadas con
la deidad sicán sean las versiones visualizadas Sicán Medio de un
héroe o ancestro cultural convertido en leyenda con los años, a
quien se le da crédito por establecer una importante dinastía. Tal
versión pudo servir para legitimar el especial estatus y poder del
líder reinante. En los Andes han existido varias leyendas sobre un
fundador que llega del mar o emerge del mar, como en el caso de
una de al menos cuatro leyendas del fundador de la dinastía inca.
Es muy probable que la deidad sicán personificara un sig- fig. 13a. Tela pintada que delineaba el interior de la tumba sur de la Huaca Las Ventanas mostrando a la deidad sicán, acompañada por felinos míticos bajo una
serpiente de dos cabezas. Foto: Izumi Shimada. fig. 13b. Versión reconstruida de la escena nocturna pintada en la tela que delineaba el interior de la tumba sur de
nificado cósmico mucho más amplio como ha sido sugerido en la Huaca Las Ventanas. Dibujo reconstruido: César Samillán. Foto: Izumi Shimada.
la tela pintada que delimita el interior de una importante tumba
explicado, creo que la veneración de esta deidad fue promovida por las élites de Sicán Medio para
en el sector sur de la Huaca Las Ventanas (figura 12) . Esta compo-
fig. 11. Botella de cerámica de Sicán Temprano justificar su reclamo de íntima vinculación con la deidad, del poder y estatus divino. Es incierto
sición muestra efectivamente a la deidad que ocupa el nexo entre
con cabeza ornitomorfa en la base del gollete. si las masas veneraron a la deidad por convicción.
Museo Arqueológico Brüning. Foto: Izumi Shimada. los mundos terrestre y celestial, que sostiene un tumi y una cabeza
Esta deidad poseía un álter ego que denomino Señor
trofeo. El Sol y la Luna se encuentran a los dos extremos mostrán-
de Sicán, término colectivo para los líderes de Sicán. Estos son
dose secundarios a la deidad. Parece que fuera el centro del cosmos y que gobernara sobre la vida
representados portando la máscara de la deidad con los ojos
y la muerte. Sus variadas representaciones bajo el cielo nocturno y el Sol radiante, en ocasiones
inclinados hacia arriba, pero sin algún rasgo sobrenatural como
con aves o con felinos (jaguares basados en sus pelajes; figuras 13 y 14) sugieren su omnipresencia
alas o garras en los pies. Es la imagen del Señor de Sicán la que
y poder transformativo. Representaciones frecuentes de cabezas trofeos y “guerreros” llevando
decora suntuosos objetos de oro que acompañan al personaje
porras de guerra y cabezas trofeos (figura 15) refuerzan la idea de una dualidad vida-muerte o
masculino encontrado en la tumba este de la Huaca Loro (figu-
«muerte que engendra vida». Representaciones omnipresentes del dios sicán y de su al parecer
ras 16 y 17) .
Considero que la gente creía que a partir de la muerte
temperamento invariable explican por qué se piensa que la sociedad sicán fue ideológicamente
del Señor de Sicán este se transformaba junto con la deidad
unificada por su devoción a una religión rígida y monolítica centrada en esta deidad. Como se ha
sicán hasta convertirse en uno solo, alcanzando el estatus per-
manente de ancestro a ser venerado. En esta interpretación, los
personajes alados míticos pintados en la pared en el interior del
recinto en la cima de la Huaca Loro (figura 18) representaban a
los líderes de Sicán que fueron enterrados bajo y alrededor de
este montículo, que se transformaron en venerados ancestros.
fig. 14 Felino mítico en una tela pintada. Atribuido al sitio Una sociedad compleja con clara estratificación
fig. 12 . Cosmovisión sicán en una tela pintada encontrada en el interior de la tumba sur de la Huaca Las Ventanas, excavada en 1991. Foto: Izumi de Pachacamac cerca de Lima. Colección Wilhelm Gretzer,
Shimada. Museo Etnológico Nacional, Berlín. Foto: Izumi Shimada.
social y composición multiétnica probablemente tenga
30 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 31

correspondientes creencias religiosas de múlti- (figura 19) .


Relacionadas con esta preocupación son las líneas de
ples niveles y facetas. En efecto, este parece ha- círculos debajo de cada ojo del dios de Sicán (que es un atribu-
ber sido el caso de la religión de Sicán Medio. to Huari adoptado). Dada la importancia celestial del dios de
Una parte de su complejidad puede ser apreciada Sicán, estas ‘lágrimas’ probablemente simbolizaron la lluvia. El
en los íconos que acompañan a la deidad sicán. uso de cuentas de esmeralda verde como pupilas de los ojos de
Criaturas terrestres como sapos (de la familia las máscaras de oro utilizadas por los señores de Sicán estaría
Bufonidae) y Spondylus princeps y en menor gra- también relacionados con el simbolismo del agua.
do abejas, iguanas (con dorso aserrado) y loros Es importante, además, notar que la presencia de los
flanquean frecuentemente la imagen del dios de fácilmente reconocibles motivos y temas mochicas en el arte si-
Sicán. Estas criaturas aparecen (abruptamente cán atestigua la persistencia de la identidad étnica mochica en la
en grandes cantidades) con el calentamiento de sociedad de Sicán Medio.
fig. 15. Tela pintada que muestra una procesión de ‘guerreros’, llevando cada la costa acompañadas por ocasionales lluvias y En general la evi-
uno una cabeza trofeo y una porra. Tumba oeste de la Huaca Loro. Foto: Izumi
Shimada.
agua en los ríos, particularmente excesos de las dencia artística y funeraria
lluvias anuales regulares en las serranías adya- disponible retrata a la reli-
centes, generalmente en diciembre y durante eventos de El Niño. En esencia, considero que la gión de Sicán Medio como fig. 18. Reconstrucción de un mural polícromo que
persistente preocupación de los agricultores por asegurar suministros de agua y cosechas exito- fundamentalmente sincré- decoraba la pared interna de un recinto en la cima del
templo de la Huaca Loro. Dibujo reconstruido: César
sas era simbolizada. Hay, en efecto, telas pintadas de Sicán que representan maíz y otras plantas tica, combinando creen- Samillán. Foto: Izumi Shimada.
cias y conceptos derivados
desde las anteriores religiones mochica y huari centradas en
1) el omnipotente y poderoso dios de Sicán y 2) un enfoque
en el agua y la abundancia que probablemente date desde
antes de los sicanes. El primero abarca el intento de la élite
por legitimar su estatus privilegiado y convencer a las ma-
sas de su poder transformativo para convertirse en ancestros
míticos a ser venerados. Indudablemente la religión de Sicán
Medio incluía otras creencias importantes que aún no hemos
comprendido; por ejemplo, el aparente uso de plata y oro
(figura 20)se puede relacionar a los pares complementarios
del Sol y de la Luna como masculino y femenino. El arte de
Sicán no fue solo el medio para expresar estas ideas, sino
fig. 19. Fragmento de tela pintada que muestra a un agricul-
tor con una honda protegiendo su maíz de los loros. también para expresar la persistencia de diferentes grupos
Atribuido al sitio de Pachacamac cerca de Lima. Colección
étnicos que fueron integrados en la sociedad de Sicán Medio.
fig. 16. Representación del Señor de Sicán en una lámina de oro recortada de la tumba este de la Huaca Loro. Foto: Yutaka Yoshii. fig. 17. Vaso de oro con una Wilhelm Gretzer, Museo Etnológico Nacional, Berlín. Foto:
representación repujada del Señor de Sicán de la tumba este de la Huaca Loro. Foto Yutaka Yoshii. Izumi Shimada. Cuando la teocracia de Sicán Medio colapsó hacia el 1100 d.
32 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 33

[descritas en 1)] de verdadero acabado negro;


3) uso de anillos de arcilla hechos a mano y
paletas decoradas (de madera y cerámica) en
conjunción con un yunque de piedra (usual-
mente un canto rodado liso de río sostenido
con la mano en la pared interior de la vasija)
para formar y decorar simultáneamente vasijas
utilitarias de tamaño variado conocidas como
«cerámica paleteada», y 4) el uso consistente
y persistente de la base de pedestal en vasijas
fig. 21. Molde de una pieza para elaborar figurinas excavadas en el taller de finas y platos de servir (platos y cuencos pro-
cerámica de la Huaca Sialupe. Véase además el positivo (figurina). Foto: Izumi
Shimada.
fundos y poco profundos).
Estos rasgos nos permitieron identifi-
car rápidamente cerámica de Sicán Medio y Tardío. Las representaciones omnipresentes del dios
y señor Sicán comúnmente con acompañantes animales o humanos hacen la identificación de
cerámica de Sicán Medio aún más fácil. Incluso, luego de la eliminación de las imágenes del dios
y señor de Sicán al final del periodo Sicán Medio, los otros rasgos persistieron aun después de la
conquista chimú del pueblo de Sicán.
fig. 20. Litera de Sicán Medio atribuida al sitio de Chan Chan, capital del Imperio chimú. Véase cómo los ornamentos en forma de Luna creciente Las dos innovaciones y legados más
fueron preparados con láminas de oro y plata. Museo Oro del Perú, Lima. Foto: Yutaka Yoshii. importantes de la cerámica de Sicán Medio son
C., la veneración del dios sicán terminó abruptamente, pero el recuerdo de la religión persistió a claramente el uso extensivo por primera vez de
lo largo del periodo Sicán Tardío. a) la decoración paleteada y b) el acabado negro
altamente pulido. La técnica de la paleta y el
2. Artes y tecnología yunque datan de antes de la cultura Sicán, tal vez
Junto con la religión y el arte, el legado más influyente de Sicán Medio son sus avanzadas e tan temprano como el primer milenio a. C. La
innovadoras tecnologías cerámicas y metalúrgicas. Su cerámica negra muy pulida fue emulada tradición de diseños en las paletas, sin embargo,
ampliamente aunque con poco éxito, en tanto que la producción de cobre arsenical a gran escala puede ser ubicada hasta el comienzo del periodo
fue responsable por la conducción a una ‘edad de bronce’ de buena parte del norte del Perú, que Sicán Medio. Los diseños en las paletas de Sicán
continuó incluso hasta durante el dominio incaico. Medio son tanto geométricos como logográficos
La cerámica de Sicán Medio tiene un número de características estilísticas y tecnológi- y 24) , y fueron utilizados para decorar
(figuras 23
cas: 1) el uso de moldes para dar forma a vasijas decoradas relativamente pequeñas (por ejemplo, jarras y ollas. Los diseños logográficos fueron fig. 22. Molde de dos piezas para elaborar jarras con cara-gollete excavado
en el taller de cerámica de la Huaca Sialupe. Véase además el positivo. La parte
botellas de un solo gollete o doble gollete y cuencos poco profundos) y figurinas (figuras 21 y 22) ; 2) simplemente representaciones en miniatura de
inferior del molde que forma el cuerpo de la vasija fue rota en la época pre-
perfección en la quema en hornos semicerrados para obtener grandes cantidades de finas vasijas figuras y objetos simbólicamente importantes, hispánica. Foto: Izumi Shimada.
34 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 35

como el rostro del dios Sicán, felinos sentados, de la cerámica a una profundidad de unos cuantos milíme-
botellas de doble gollete, tumis, iguanas y el Sol. tros, sino también formaba capas de cristales de grafito en la
Los diseños del dios Sicán han sido encontrados superficie, que resultaba en un verdadero y brillante acabado
hasta la fecha solo en la capital de Sicán, lo que negro. Sospechamos que este acabado puede haber emulado
sugiere que algunos íconos incluso utilizados en la apariencia de los altamente preciados objetos de metal.
vasijas utilitarias fueron restringidos a ciertos Cualquiera que haya sido el motivo por la fuerte
contextos sociales. Mientras estos diseños lo- preferencia de Sicán Medio por el acabado negro, la rápida
gográficos eran diagnósticos para Sicán Medio, distribución de esta cerámica negra decorada con el sello ca-
fueron esencialmente restringidos en el espacio racterístico de íconos religiosos a lo largo de la costa peruana
a áreas cercanas al núcleo sicán (desde Motupe, (desde Tumbes, al norte, hasta al menos el valle de Lurín, por
fig. 23. Fragmento de jarras de Sicán Medio que muestra diseños paleteados por el norte, hasta la margen norte del valle de el sur) fue responsable por la preferencia sin precedente por
de iguanas con dorsos aserrados y colas largas del sitio de Tambo Real. Foto:
Izumi Shimada. Jequetepeque, por el sur). Solo algunos diseños la cerámica monocroma negra. Al mismo tiempo, parece que
geométricos sin aparente connotación religiosa los ceramistas de Sicán fueron cuidadosos al no divulgar sus
o política se diseminaron al sur de la margen sofisticadas tecnologías cerámicas, de tal manera que las imi-
norte del valle de Jequetepeque, al menos hasta taciones provinciales nunca alcanzaron la calidad de los ori-
el límite sur de la costa norte norteña. Los di- ginales de Sicán (tabla 2 ver pág.XXXX) . La distribución de cerá-
seños geométricos continuaron durante los pe- mica negra que fue de la mano con
fig. 25. Horno de cerámica excavado en el taller de cerá-
riodos de dominación chimú e inca en la costa mica de la Huaca Sialupe. Foto: Izumi Shimada. la religión y otras innovaciones de
norte. La tradición del uso de la paleta y yunque Sicán (a continuación) invirtieron
en la formación de la vasija y la decoración pa- completamente no solo el anterior énfasis por la cerámica polícroma,
leteada continúa hasta hoy entre los ceramistas sino, en un sentido más amplio, la dirección de la influencia cultural
modernos en Lambayeque y Alto Piura. precedente de sur a norte, a una influencia de norte a sur.
Aunque los arqueólogos hablan fre- La cerámica negra y la gris permanecieron populares en bue-
fig. 2 4 . Paleta de cerámica bien conservada con dos diseños geométricos
distintos en cada lado. Museo Oro del Perú, Lima. Foto: Izumi Shimada. cuentemente de «cerámica negra», la realmente na parte de la costa peruana hasta la época de la conquista española.
lograda cerámica negra fue relativamente rara Sin duda, el prestigio de la religión y el poder y riqueza de los líderes
antes del periodo Sicán Medio en los Andes. En la parte temprana del periodo Sicán Medio, los políticos de Sicán Medio, por un lado, y la popularidad de la cerámica
ceramistas de Sicán perfeccionaron la producción de cerámica negra altamente pulida utilizan- negra, por el otro, se reforzaron mutuamente.
do arcilla fina levigada, pulido regular de toda la superficie de la vasija y quema a temperaturas La cultura Sicán Medio también dominó magistralmente
sobre los 900 °C en condiciones estrictamente reductoras, creadas sellando fuertemente un re- la metalurgia. A través de sus objetos de metales preciosos atraían la
lativamente pequeño horno en forma de lágrima (generalmente 100-150 centímetros de largo atención del público, hablando tecnológicamente, lo que distinguía a
fig. 26. Horno de cerámica reconstruido
por 50-70 centímetros de ancho) con paredes convexas (figuras 25 y 26) . Cuando la cerámica era la metalurgia sicán era su fundición a gran escala y su diverso uso de en uso. Nótese que la cima de la cámara
quemada durante al menos una hora a temperaturas de 900 °C o más, el carbón del intenso aleaciones de cobre arsenical. Estas aleaciones reemplazaron permanen- está cubierta con grandes fragmentos de
cerámica y barro, y el humo sale por la
humo generado por el combustible orgánico como la leña ‘verde’ no solo penetraba la superficie temente al cobre puro como el metal de las culturas del norte del Perú. chimenea. Foto: Izumi Shimada.
36 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 37

Mientras que hoy el término ‘arsénico’ provoca calidad, FeAsS) con el mineral de óxido de cobre que veían.
cierta preocupación en el lector en comparación Los metalurgistas mochicas pudieron incluso haber reconocido
con el cobre puro, el cobre arsenical ofrece una distintas propiedades de cobre arsenical, pero no persistieron
ductibilidad (capacidad de un material de de- con la experimentación.
formarse sin romperse) superior, resistencia a la Como se ha observado, una reevaluación y adopción
tensión (capacidad de soportar el estrés longitu- selectiva de creencias tradicionales, instituciones y valores he-
dinal sin romperse), vaciado, dureza (capacidad redados de los mochicas y la introducción de los huaris y su
de endurecimiento) y resistencia a la corrosión. síntesis creativa alrededor del 900 d. C. brindaron las bases
Sus puntos de fundición son algo menores que de lo que hoy denominamos Sicán Medio. Fue este contexto
en el caso del cobre (1.083 °C), un factor impor- social particular y el interés en la experimentación con algo
fig. 27. Horno de fundición de Sicán Medio Temprano excavado en el taller tante en el momento de fundir sin los beneficios no convencional lo que considero llevó a la exitosa e intensiva
de fundición de la Huaca El Pueblo de Batán Grande. Nótense los productos
de fuelles. Más aún, los productos de aleación producción de cobre arsenical de Sicán Medio.
con corrosión de cobre dentro. Foto: Izumi Shimada.
originan un sonido nítido y placentero cuando La fundición del cobre arsenical era realizada en
son golpeados. Dependiendo de la concentración de arsénico pueden presentar una apariencia pequeños hornos en forma de pera (figura 27) ; midiendo 30
dorada o plateada (por encima de 4-5 por ciento de arsénico por peso). Su color era potencial- centímetros de largo por 25 centímetros de alto y 25 centí-
mente un factor importante para una sociedad que se preocupaba por los metales preciosos y su metros de ancho y teniendo una capacidad operativa de 1,25
apariencia dorada y plateada. a 3,50 litros. La energía era
fig. 28b. Variedad de toberas del taller de fundición de
Aún no está claro si alguno o todos estos factores utilitarios y simbólicos contribuye- laboriosamente brindada la Huaca El Pueblo de Batán Grande. Cada una tiene un
ron al esfuerzo de Sicán Medio por perfeccionar la tecnología de fundición del cobre arsenical. por la capacidad pulmonar hoyo longitudinal de 8 milímetros de diámetro. Foto: Izumi
Shimada.
Su origen puede haber sido incluso una consecuencia no intencional de la temprana pero sofis- humana a través de tubos
ticada metalurgia mochica basada en el cobre, de soplar que culminaban en toberas (figura 28) . La carga de
conocida por haber producido algunos objetos fundición era preparada de minerales disponibles localmente.
de cobre arsenical. El cobre puro puede ser ob- Específicamente consistía en óxidos de cobre (la fuente de cobre
tenido relativamente fácil fundiendo mineral de hacia 30 por ciento de cobre) y hematina o limonita (fluctuan-
óxido de cobre como la brillante y verde mala- te), con una pequeña cantidad de escorodita, forma oxidada de
quita de alta calidad [CuCO3Cu(OH) 2] que es arsenopirita (fuente de arsénico). La mena (mineral) era tritu-
más simple de encontrar en las minas, pues sus rada con rocas lisas y redondas llamadas chungos en cavidades
depósitos generalmente están cerca de la super- superficiales al centro de grandes y estables yunques de piedra
ficie. A medida que estos depósitos de mineral denominados batanes (figura 29) . El ciclo del proceso productivo
se extinguían, los mineros mochicas habrían te- no solo consumía tiempo, sino que requería de una gran inver-
nido que cavar más profundo, y en el proceso, sión de trabajo y recursos materiales. Nuestros experimentos de
mezclar accidentalmente minerales con compo- fig. 28a. Experimento de fundición conducido utilizando un horno de fundi- fundición (ver figura 28) sugieren que cada fundición habría re-
ción del periodo Chimú en el centro metalúrgico de cerro Huaringa. Foto: Izumi fig. 29. Juego de batán y chungo en uso. Centro meta-
nentes de arsénico (como arsenopirita de baja Shimada. lúrgico de cerro Huaringa. Foto: Izumi Shimada. querido de cuatro a cinco personas trabajando continuamente
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en cercana coordinación durante tres horas, de metal. Para producir objetos tridimensio-
consumiendo al menos 2 kilogramos de nales (figura 33) , piezas de láminas cortadas
combustible de carbón por hora. eran unidas utilizando técnicas mecánicas,
El proceso de fundición se encon- como el corrugado, el engrapado y la inser-
traba probablemente muy lejos de ser una ción de lengüetas en pequeñas ranuras. La
ciencia exacta, y elaborados rituales de soldadura era rara, en cambio los forjado-
ofrendas de fetos de camélidos y cuencos res de metal de Sicán utilizaron la técnica
enterrados asociados con la construcción de las uniones químicas denominada proto-
de los hornos, sugieren que al menos en un brazing, un método espléndidamente simple
comienzo esta tecnología estaba cubierta para unir las aleaciones de oro y plata que
con un halo de misticismo. El abandono de utilizaban cobre, o una mezcla de acetato
fig. 30. Conjunto de hornos de fundición superpuestos excavados en el taller de la los hornos fue también otra ocasión para la fig. 32. Gran tumi de cobre arsenical excavado en una tumba en la base oeste del de cobre en un pegamento orgánico (en una
Huaca El Pueblo de Batán Grande. Nótese que el conjunto superior contiene vasijas montículo de la Huaca Loro en el año 2006. Nótese que está decorado con la
de cerámica ubicadas en las bocas de los hornos. Foto: Izumi Shimada.
ofrenda de cuencos (presumiblemente con- imagen de la deidad sicán bien ejecutada. Foto: Izumi Shimada. forma semisólida).
tenían comida cubierta con platos (figura 30) . Los forjadores de metal de Sicán
El cobre arsenical producido fue utilizado tanto para objetos utilitarios (por ejemplo, reflejaron probablemente la importancia y diversidad de las actividades ceremoniales, así como
tumis sin decoración, punzones, piruros, puntas de cavar, azadas, etcétera) como para objetos el acceso diferenciado a diferentes metales como marcador social (discutido posteriormente),
rituales, ornamentales y funerarios (por ejemplo, máscaras fu- y produjeron una amplia
nerarias, láminas de metal en forma de I conocidos localmente gama de ornamentos y pa-
como naipes, etcétera (figura 31) . La presencia de tumis de cobre rafernalia ritual (por ejem-
arsenical técnica y artísticamente bien elaborados en tumbas de plo, sonajeras y báculos)
élite (figura 32) indica que no podemos imponer el criterio del y, correspondientemente,
uso de este metal como simplemente utilitario o básico. diversas aleaciones hechas
La metalurgia de Sicán Medio también se distinguió a base de cobre arsenical,
por la producción y el uso de metales preciosos en una esca- oro o plata. Cada aleación
la sin precedente. Siguiendo la bien establecida tradición de la ofrecía diferentes propie-
costa norte, los forjadores de metal de Sicán enfatizaron y se dades mecánicas para pro-
destacaron en el trabajo de láminas de metal, y produjeron lá- ducir los efectos deseados
minas uniformemente delgadas (comúnmente de 0,1 a 0,3 milí- o culminar con éxito los
metros de grosor) utilizando solo martillos y yunques. Muchas restos presentados en ma-
de las láminas de oro cuadrangulares cocidas a las túnicas te- nufactura. Por ejemplo,
nían únicamente 0,03 a 0,05 milímetros de grosor. El vaciado mientras la máscara de oro
de metales preciosos era raro. El chasing-repoussé (repujado) y fig. 31. Dos implementos de cavar fundidos y forjados.
era hecha de una
(figura 34)
fig. 33. Escultórica cabeza de murciélago que forma la parte central del tocado ornamental de oro excavado
cortado eran las técnicas decorativas primarias para las láminas Museo Arqueológico Brüning. Foto: Izumi Shimada. lámina con alto contenido en la tumba este de la Huaca Loro en 1991. Foto: Joanne Griffin.
40 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 41

objetos que aparentaban un alto quilataje de


oro sin utilizar mucho oro. Las láminas de
tumbaga, dorado por enriquecimiento de la
superficie, fueron también extensivamente
utilizadas para delinear el dorso de las telas
pintadas enmarcadas con imágenes religiosas
que fueron empleadas como separadores del
espacio portátiles, para definir el escenario
ceremonial en exteriores. Estas telas pintadas
con dorsos de láminas de metal fueron ade-
más utilizadas para delinear los interiores de
las tumbas de pozo (ver figura 12) .
En general la cultura Sicán Medio
puede ser denominada una ‘cultura metáli-
fig. 35. Botella de cerámica de Sicán Medio con el doble gollete y asa puente
ca’, ya que los metales impregnaron todas sus cubiertos con láminas de tumbaga y sujetados con un pegamento orgánico.
facetas, no solo como medio de expresión de Excavada en la tumba sur de la Huaca Las Ventanas. Foto: Izumi Shimada.
prestigio político y religioso, sino también
como marcador de estatus social.
No hay duda de que la textilería, el trabajo en madera y la lapidaria fueron también
practicados extensivamente. Los dos primeros no han sido estudiados en profundidad debido a la
fig. 34. Máscara de oro que cubría el rostro del personaje principal de la tumba este de la Huaca Loro. Foto: Yutaka Yoshii.
poca preservación de sus productos. Mientras algunos pocos ejemplos de textiles de Sicán Medio
del núcleo Sicán fueron tejidos en fibra de algodón fino, existen finos tapices de fibra de lana con
de oro y plata y baja cantidad de cobre arsenical y, por lo tanto, dúctil (capacidad de deformarse imágenes de estilo Sicán Medio como el dios sicán y felinos míticos que al parecer fueron recu-
sin quebrarse), las ‘plumas’ eran hechas de una aleación relativamente alta en contenido de cobre perados del sitio de Pachacámac, al sur de la ciudad de Lima. A pesar de estos innegables íconos
arsenical que brindaba una cantidad apropiada de elasticidad. de Sicán Medio, no podemos estar seguros de que estos textiles hayan sido hechos por tejedores
El uso de metales preciosos se incrementó hasta un punto sin precedente. Por ejemplo, de Sicán Medio, en la región Lambayeque.
láminas delgadas de bajo quilataje (menos de 12), que son aleaciones de oro, plata y cobre arse- Cuentas hechas de unas cuantas especies de conchas marinas tropicales, particularmente
nical conocidas como tumbaga, fueron utilizadas para envolver las vasijas de cerámica (figura 35) . de Spondylus princeps y calcifer y Conus fergusoni y una amplia variedad de piedras preciosas y
Para ese entonces se trató la superficie de las láminas de tumbaga con ácido(s), de tal manera que semipreciosas (como ámbar, amatista, esmeralda, fluorita, cuarzo, sodalita y turquesa) fueron
uno podía eliminar selectivamente el cobre o plata de la superficie para producir una apariencia utilizadas para elaborar brazaletes, collares y pectorales, así como incrustaciones en ornamentos
muy rica en oro, que desafiaba el hecho de que la lámina en realidad contenía baja cantidad de nasales y orejeras. Las piedras preciosas y semipreciosas fueron perforadas de modo invariable
oro (tan baja como 2-3 quilates o 8,3 a 12,5 por ciento de oro en peso). En esencia, las láminas de utilizando taladros rotacionales probablemente con granos de arena, y se dejaron detrás las per-
tumbaga combinadas con esta técnica del «dorado por enriquecimiento de superficie» produjeron foraciones bipolares que dejaban hoyos cónicos.
42 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 43

3. Economía de subsistencia

El análisis del arte sicán, así como de restos animales, vegetales y humanos recuperados de las
excavaciones, concuerda con que la economía de subsistencia de Sicán Medio y Sicán Tardío tuvo
tres componentes complementarios: agricultura de irrigación intensiva, pesca y recolección de ma-
riscos, y el manejo de camélidos domesticados. Como es discutido posteriormente por Shimada y
Hayashida, la agricultura fue claramente dependiente del aprovisionamiento de agua mediante re-
des extensas de irrigación que expandieron aquellas establecidas por los mochicas. Nuevos canales
(por ejemplo, la Pampa de Chaparrí) fueron
construidos durante la época Sicán Medio.
La amplia gama de plantas culti-
vadas para la comida es lo que uno espera
para una cultura relativamente tardía de la
costa norte, incluidos maíz (Zea mays), fre-
jol (Phaseolus vulgaris), pallares (Phaseolus
lunatus), calabaza (Cucurbita maxima), ají
(Capsicum sp.), tomate (Solanum lycopersi-
cum) y maní (Arachis hypogaea) (figuras 36 y
37). Estos productos estaban complementa- fig. 37. Fragmento de textil que muestra una mujer llevando una llama con una soga atada al arnés. Atribuido al sitio de Pachacamac cerca de Lima. Colección
Wilhelm Gretzer, Museo Etnológico Nacional, Berlín. Foto: Izumi Shimada. fig. 38. Botella de cerámica negra de Sicán Medio que muestra a un hombre montando
dos con frutas como la lúcuma (Pouteria lu- una llama. Museo Amano. Foto: Yutaka Yoshii.
cuma), guanábana o chirimoya (Annona sp.)
y pacae (Inga feuillei). Además se cultivaron de diversas edades —desde fetos hasta adultos— sirvieron como ofrendas rituales, en tanto que
plantas utilitarias, rituales y medicinales, su estiércol fue un buen combustible renovable y fertilizante. Sin embargo, es probable que otras
como el algodón (Gossypium barbadense), partes del cuerpo también hayan sido utilizadas (por ejemplo, tendones y fibra para elaborar
fig. 36. Botella de Sicán Medio de asa estribo representando dos pepinos. Se trata
de una ofrenda del entierro 2, trinchera 1, HL’06. Foto: Izumi Shimada. mate (Lagenaria sp.) y coca (Erythroxylum sogas y textiles).
novogranatense). La carne de otros animales domesticados, como perros (presumiblemente aquellos de
Los camélidos domesticados fueron parte integral de la economía de subsistencia sicán raza sin pelo, Canis lupus familiaris), cuyes (Cavia porcellus) y patos moscovitas (Cairina mos-
brindando una variedad de recursos y cumpliendo diversos roles. Existen numerosas represen- chata), y en un grado mucho menor animales salvajes (tanto terrestres como marinos) servían
taciones de los camélidos en cerámica y textiles, incluidas aquellas que presentan carga (figuras de suplemento a la carne de los camélidos.
38 y 39). Restos óseos excavados muestran evidencia de procesamiento (marcas de cortes, huesos La pesca es ampliamente ilustrada en el arte de Sicán Medio. Botes relativamente gran-
rotos) con el objetivo de maximizar la remoción de carne y médula de los huesos. Los huesos des de caña de totora generalmente con dos remadores (figuras 40 y 41) fueron utilizados para atra-
largos, como las tibias de las extremidades posteriores, fueron algunas veces conservados para par una amplia variedad de peces de aguas profundas y superficiales de todos los tamaños, así
elaborar herramientas y también instrumentos musicales como punzones y flautas. Los camélidos como aves marinas y otros animales, muchos para ser listados aquí.
44 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 45

4. Comercio a larga distancia


Un importante logro de Sicán Medio fue el establecimiento de una red comercial sin precedente
en extensión geográfica y tal vez también sin precedente en el rango de bienes. La élite de Sicán
Medio intensificó el comercio tanto con la costa de Ecuador, por el norte, y expandió sus límites
tan lejos como Colombia, al norte, y la cuenca del Marañón, al este 1.000 y 200 kilómetros de
distancia, respectivamente). Al oeste, los navegantes de Sicán Medio bien pudieron alcanzar los
972 kilómetros al oeste de Ecuador hasta las islas Galápagos, donde fragmentos de cerámica negra
han sido hallados en varios sitios. Podría tratarse de cerámica de Sicán Medio, en lugar de chimú,
como lo describe su descubridor, Thor Heyerdahl.
El límite sur de la red comercial de Sicán Medio permanece poco definido, aunque cla-
ramente se extendió más allá de la costa central y puede haber llegado hasta donde su contraparte
Tiahuanaco, centrado en el Altiplano alrededor del lago Titicaca. Sugerentes líneas de evidencia
incluyen: 1) importantes similitudes formales en los vasos conocidos como queros, 2) producción
y uso del cobre arsenical, 3) representaciones de gorros de cuatro puntas en el arte sicán utilizados
extensamente en el territorio Tiahuanaco, y 4) coincidencia temporal (hacia 900-1100 d. C.) de
Sicán Medio con la fase expansiva de la cultura Tiahuanaco.
Adicionalmente el descubrimiento de restos de balsa en la costa norte de Chile y otras
líneas de evidencia sugieren contacto marítimo de larga distancia entre este lugar y la costa norte
del Perú durante este periodo. La posibilidad de que dos de las culturas más poderosas ocupando
fig. 39. Vasija negra de Sicán Medio con representación de dos hombres remando en una canoa de totora. Museo Nacional de Antropología, el norte y el sur de los Andes centrales, interactuando una con la otra es plausible.
Arqueología e Historia, Lima. Foto: Izumi Shimada. Muchos objetos encontrados en la Huaca Loro en las tumbas este y oeste y otras tumbas
de Sicán Medio atestiguan la extensa red comercial, por ejemplo minerales exóticos que inclu-
yen ámbar, amatista, cinabrio, esmeralda, f luorita, cuarzo, sodalita y turquesa. En general los
arqueólogos raramente consideran a los Andes del norte como una fuente potencial de minerales
y otros objetos valiosos para los antiguos peruanos. Nuestros análisis revelan que las esmeraldas
verde traslúcido (que forman las pupilas de los ojos de la máscara de oro de la tumba este de la
Huaca Loro) probablemente provenían de una mina en la región Muso en la sierra colombiana
cerca de la ciudad de Bogotá; en tanto que es muy probable que el ámbar provenga de una fuente
aún sin documentar en la selva amazónica del nordeste de Colombia. En cuanto a la turquesa, a
pesar de detallados análisis, no ha sido posible encontrar una fuente equivalente a su composición
química en ninguna fuente dentro del Perú o fuera de él.
fig. 40. Gran conjunto de cuentas (más de 20 kilogramos de peso) hecho de una variedad de piedras semipreciosas (por ejemplo, amatista, cuarzo y sodalita)
excavado en la tumba este de la Huaca Loro. Foto: Izumi Shimada. fig. 41. Conjuntos de Conus fergusoni y Spondylus princeps encontrados en la tumba este de la
La costa ecuatoriana, como un todo, fue el proveedor primario de conchas de Spondylus
Huaca Loro. Foto: Izumi Shimada. princeps y Conus fergusoni. El cinabrio, pepitas de oro, sodalita y turquesa pueden haber sido
46 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 47

importados desde la geográficamente compleja región de Azogues-Cuenca, en la sierra sur ecua-


toriana. Esta área ha sido largamente conocida por los saqueos de profundas tumbas de pozo
que al parecer contenían ornamentos de oro repujado (por ejemplo, máscaras y coronas) formal
y estilísticamente similares a sus contrapartes de Sicán Medio. Se piensa que al menos algunas
de las pepitas de oro provienen de altos tributarios (por ejemplo, ríos Chinchipe y Marañón) del
río Amazonas, que han sido ampliamente conocidos por ser fuentes de pepitas de oro. Especulo
que parte de la cerámica ‘Chimú negro’ encontrada a lo largo de la cuenca del río Marañón bien
pudiera ser cerámica negra de Sicán Medio.
El establecimiento y la operación de esta red interregional fue de la mano del crecimien-
to del poder y prestigio de la religión y de la política de Sicán Medio, así como de la economía
regional en el núcleo Sicán. Esto último se refiere principalmente a la producción intensiva de
cobre arsenical y, en segundo lugar, a la cerámica pulida negra hecha en molde y a los productos
agrícolas producto de una agricultura de irrigación intensiva.
Más específicamente, se sugiere un acuerdo comercial administrado en dos fases (co-
merciantes especializados auspiciados por líderes políticos para adquirir objetos específicos en
su nombre), que involucra grupos en tres áreas geográficas: Ecuador y las áreas en el extremo
norte, el núcleo Sicán y áreas al este y oeste del núcleo. En esta concepción, la entidad política de
fig. 42. Cinco tamaños estandarizados de naipes excavados de varias tumbas en Sicán. Foto: Izumi Shimada.
Sicán y su núcleo funcionaron como la unión de esta red. Este comercio inferido debió haberse
establecido cuando la entidad política de Sicán ofrecía sus superiores e innovadores productos explotaba efectivamente esta situación, combinando la distribución de conchas con la dispersión
de cobre arsenical (es decir, naipes y otros productos similares (ver a continuación) a las pobla- de su religión centralizada en la deidad sicán; es decir, el acceso a objetos de gran valor ritual y
ciones contemporáneas de las culturas Manteño y Milagro en la costa central y sur de Ecuador, estatus como el Spondylus y Conus era contingente a la aceptación del dogma político y religioso
principalmente por deseados productos naturales que estaban disponibles en abundancia en esos de las élites locales. Este acuerdo presentaba beneficios mutuos, ya que la entidad política de Sicán
lugares y al norte de ellos. Estas culturas ecuatorianas no tenían minerales ni la tecnología sofis- era capaz de validar su religión, en tanto que las élites locales podían mantener su legitimidad
ticada para producir el metal superior de cobre arsenical. y prestigio.
En la costa de Ecuador, el Spondylus princeps y el Conus fergusoni fueron utilizados Este acuerdo también se aplica al sur, debido a la rápida expansión e impacto de la re-
como materia prima para elaborar cuentas; solamente cuando eran importadas al Perú, adqui- ligión y política de Sicán Medio, incluida la distribución de cerámica negra y telas pintadas que
rían significado ritual especial y social. Hubo un incremento significativo en las representaciones representan imágenes del dios y señor de Sicán. Al contar sin medios ni rutas alternativas para
artísticas, y grandes números de estas conchas fueron utilizados durante el periodo Sicán Medio el intercambio de conchas y cobre arsenical, el comercio persistió incluso después del colapso de
cuando se compara con épocas anteriores; las representaciones incluyen escenas de su cosecha la entidad política de Sicán Medio alrededor del 1100 d. C.
por clavadistas y balsas que aparecen en casi todos los medios de representación artística de Sicán Vale la pena discutir brevemente acerca de los productos de cobre arsenical de Sicán Medio
Medio. En esencia, el monopolio de la producción de cobre arsenical junto con su ubicación denominados naipes, que considero sirvieron de un medio de intercambio estandarizado (‘moneda
norteña brindó a la entidad política de Sicán control sobre el abastecimiento de las conchas de primitiva’). Como las monedas en otros países y eras, los naipes eran portátiles, durables y de tama-
Ecuador y su subsiguiente distribución a áreas al este y al sur. Sugiero que esta entidad política ño, forma, peso, método de manufactura y materia prima estandarizados (figura 42) . Fueron hechos
48 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 49

de láminas durables y valiosas de cobre arsenical forjado a mano. Hasta el presente existen cinco en la siguiente tabla (tabla 3) . Estos aspectos incluyen tipo de pigmentos, cuentas y vasijas de cerámica
tamaños de naipes regularmente estandarizados conocidos, que van desde 2,8 × 4,5 centímetros presentes. Otras variaciones importantes son descritas posteriormente.
a 7,0 × 9,5 centímetros. Su grosor varía de 0,1 milímetros (el más fino) a 1,0 milímetros (el más
Primer Nivel: Primer Nivel: Segundo Nivel: Segundo Nivel: Tercer Nivel: Cuarto Nivel:
grueso). Su peso original es difícil de determinar dada la corrosión. Los naipes también pudieron
Élite Superior, Élite Superior, Élite Inferior, Élite Inferior, Plebeyos Plebeyos de
haber sido utilizados como materia prima, ya que se les podía forjar, recortar, refundir para hacer Hombres Mujeres Hombres Mujeres rangos bajos
una variedad de objetos.
BIENES FUNERARIOS
Los naipes han sido encontrados solo como bienes funerarios en la región Lambayeque,
Objetos de aleación ♦ ♦
núcleo Sicán Medio y áreas en el norte como Tumbes, cerca del límite con Ecuador. También han
de oro de alto quilate
sido hallados en conjuntos en la costa ecuatoriana donde culturas contemporáneas florecieron,
Objetos de aleación ♦ ♦
como las culturas Manteño y Huancavelica. Generalmente de 9 a 11 naipes de un mismo tamaño de plata de alto quilate
son apilados y unidos juntos para formar un paquete. El número de paquetes cambia según el es-
Objetos de aleación de oro de bajo ♦ ♦ ♦ ♦
tatus inferido del individuo, variando desde un solo paquete de pequeños naipes para una persona quilate (tumbaga) y/o cobre dorado
común hasta más de 1.500 paquetes de tamaño mediano en la tumba este de la Huaca Loro.
Objetos de cobre plateado ♦ ♦
Pintura de cinabrio ♦ ♦ ♦ ♦
5. Costumbres funerarias y estructura social
Cuentas de piedras semi-preciosas ♦ ♦
Al hablar de estructura social, nos referimos a las relaciones y los patrones de comportamiento Ámbar ♦ ♦
relativamente estables entre los diferentes grupos en el interior de una sociedad. Tales grupos
Cuentas de conchas marinas ♦ ♦ ♦ ♦
incluyen a aquellos basados en el género, edad, ocupación, estatus, creencias y etnicidad. Pero
Spondylus princeps ♦ ♦ ♦ ♦
¿cómo podemos definir la estructura social en el caso de la sociedad Sicán sin escritura? Nuestro
Conus fergusoni ♦ ♦
enfoque se ha basado principalmente en las representaciones artísticas y en la variabilidad del
tratamiento funerario (ver Shimada). La discusión que sigue se enfoca en la naturaleza de la es- Botellas de cerámica de doble pico ♦ ♦ ♦ ♦

tratificada y multiétnica sociedad de Sicán Medio y presenta evidencia que la respalda. Botellas de cerámica de gollete único ♦ ♦ ♦ ♦ ♦
La sociedad de Sicán Medio fue estructurada de manera rígida y jerárquica. Concerniente Objetos de cobre arsénico ♦ ♦ ♦ ♦ ♦
a este aspecto son las representaciones artísticas, tratamiento funerario diferenciado y la salud. (bronce arsénico)

Existen diferencias notables en cuanto a las posesiones materiales y estilos de vida, incluida la Cerámios utilitarios sin decoración ♦ ♦ ♦ ♦
salud entre la gente proveniente de los diferentes estratos sociales que definimos. y/o cerámios paleteada

Las diferencias más notables pueden ser vistas en el tratamiento funerario de ochenta Pintura de hematita roja ♦
individuos de Sicán Medio excavados hasta ahora por el Proyecto Arqueológico Sicán en la capital POSICIÓN DE ENTERRAMIENTO
del sitio de Sicán (62) y en los sitios residenciales y con talleres de cerámica y metal de las huacas
Sentada y piernas cruzadas ♦ ♦ ♦ ♦ ♦
Sialupe (9) y El Pueblo de Batán Grande (9). Hemos observado que diferentes tipos de metales uti-
Extendida - echada boca arriba ♦ ♦ ♦ ♦
lizados en la manufactura de artefactos enterrados presentan covariación con regularidad con otros
aspectos materiales de la misma tumba; a partir de estos datos se forman cuatro grupos mostrados Flexionada ♦ ♦
50 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 51

Que las posesiones materiales del primer y segundo escalón son raras y más exóticas
que aquellas de los escalones tres y cuatro respalda la idea de una estructura social jerárquica.
Solo encontramos objetos de cobre arsenical en los entierros de gente común. Es muy importante
señalar que los únicos objetos de metal encontrados en áreas residenciales con paredes sencillas
de quincha (entramado de caña con barro)
y pisos compactos de barro, que se infiere
pertenecen a gente común, como los encon-
trados adosados a los talleres de la Huaca El
Pueblo de Batán Grande, fueron objetos de
cobre arsenical. La élite baja tenía acceso a
objetos hechos de tumbaga y aleación de pla-
ta y cobre arsenical. La élite alta era la que
tenía acceso a todas las anteriores formas de
metales, incluidas además las aleaciones de
oro de alto quilataje. Que los individuos en
una inferida posición social alta generalmen-
te disfrutaron de mejor salud como lo deter-
mina el análisis de sus esqueletos, ofrece un
respaldo importante e independiente a estas
agrupaciones jerárquicas (ver Muno).
Los entierros de Sicán Medio de
gente común son encontrados usualmente en
fosas superficiales bajo los pisos de residen-
cias y talleres. El tamaño y la forma varían,
pero las fosas superficiales no exceden los
fig. 44. Vista panorámica de la cámara funeraria de la tumba este de la Huaca
dos metros en ninguna dimensión.
Loro. Nótese la colocación invertida del esqueleto del personaje principal cerca
Claramente el aspecto más notable del centro de la cámara. Su cuerpo estaba rodeado por varas de madera de su
de las costumbres funerarias de Sicán Medio litera desmontada. El área en la parte superior de la fotografía corresponde a la
caja que contiene numerosos objetos de oro. Foto: Izumi Shimada.
son las tumbas de fosa de élite. Las profun-
das tumbas de fosa con nichos en las paredes (a veces descritas como de forma de bota) pertene-
cientes a varias culturas son halladas en la costa norte del Perú, sierra de Ecuador y Colombia y
al oeste de México. Las tumbas de fosa de Sicán Medio pueden haber evolucionado de las tumbas
fig. 43. Reconstrucción de la organización de contenidos de la tumba este de la Huaca Loro. Dibujo: Izumi Shimada y César Samillán. de élite más tempranas Mochica Tardío (por ejemplo, en Sipán y San José de Moro en los valles
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Imagen
47 falta
fig. 45. izquierda Esqueleto del personaje principal de la tumba este. Los huesos visibles corresponden a las piernas y pelvis. El cuerpo está bajo canilleras de
traducir
oro y numerosas láminas de oro cocidas al manto que no se ha conservado. Foto: Izumi Shimada. fig. 46. Caja que contiene más de sesenta importantes ornamentos
y parafernalia ritual de metales preciosos encontrada en la esquina noroeste de la cámara funeraria de la tumba este de la Huaca Loro. Foto: Izumi Shimada.

de Lambayeque y Jequetepeque, respectivamente), aunque la presencia de al menos un gran nicho


sugiere una conexión cercana con las tempranas tumbas de Vicús, en el valle del Alto Piura al
norte. Las tumbas de fosa de Sicán Medio, sin embargo, no tienen precedentes en términos de
la total cantidad de bienes funerarios encontrados, algo que no es de sorprender dada su gran
productividad y el poder comandado por las élites.
La impresionante acumulación material posible en las tumbas de élite de Sicán Medio
es ejemplificada por la tumba Este de Huaca Loro. La cámara funeraria de 3 metros × 3 metros
y dos de los siete nichos en las cuatro paredes contenían cinco individuos (un adulto masculino,
dos adultos femeninos y dos jóvenes) y hacia 1,2 toneladas de diversos bienes funerarios, más
de las dos terceras partes era cobre arsenical, tumbaga y objetos de aleación con oro de alto
quilataje (figura 43) . Los bienes funerarios fueron colocados concéntricamente y superpuestos en
capas sobre, alrededor y debajo del cuerpo de un robusto personaje masculino, de unos 40 a
50 años de edad, colocado al centro de un petate alineado con la forma cuadrangular del piso
(figuras 44 y 45) .
Entre los notables contenidos de los niveles superiores se encontraba un cofre que tenía
al menos 24 niveles superpuestos de más de sesenta importantes objetos de oro, oro y plata y fig. 47. Reconstrucción de la organización de los contenidos de la caja mostrada en la figura 46. Dibujo Izumi Shimada y César Samillán.
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fig. 48. Capas intermedias superimpuestas de objetos de metal en la caja. Nótense varias coronas cerca del centro. Foto: Izumi Shimada. fig. 49. Tres ornamentos de coronas de la caja. Foto: Izumi Shimada.

ornamentos de tumbaga y parafernalia ritual (por ejemplo, sonajas, coronas, bandas para la ca- la cámara funeraria. Hacia el centro de la cámara funeraria había dos agrupaciones de conchas
beza, ornamentos para la cima de las coronas, como plumas de oro, etcétera; figuras 46 -49). Estos de Spondylus princeps y Conus fergusoni (179 y 141, respectivamente).
objetos preciosos para la cabeza y parafernalia ritual fueron probablemente utilizados en vida por Debajo, al centro del piso de la cámara funeraria, yacía el personaje principal con sus
el personaje principal y las dos mujeres que lo acompañaban. Aunque estos individuos utilizaron ornamentos y báculos. Estaba ataviado con vestimenta ceremonial real y fue encontrado en una
varios ornamentos de oro, ninguno fue enterrado con tocados. Sin embargo, las coronas y bandas posición sentada e invertida. Tenía una nariguera, orejeras y otros dos juegos de ornamentos
para la cabeza tenían diferentes circunferencias, que se aproximaban a los anchos de sus cráneos para las orejas, una gran máscara de puro oro y al menos cuatro niveles de pectorales de cuen-
y mostraban huellas de uso. tas de minerales y conchas (figura 50) . Su cuerpo estaba cubierto por un gran manto pobremente
Otros rasgos incluyen 15 fardos de 489 implementos vaciados de cobre arsenical (hacia conservado, al cual se habían cocido cerca de 2.000 pequeñas láminas de oro de forma cuadran-
200 kilogramos) y tres grandes pilas de viruta de láminas de tumbaga a lo largo de los bordes de gular. Además se hallaron seis pares de orejeras, un par de canilleras de oro, un par de guantes
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fig. 50. Cabeza del personaje principal con una máscara de oro altamente deformada y otros ornamentos. Nótese que la cabeza está colocada hacia arriba, en fig. 51. Dibujo que muestra la distribución de varios ornamentos y parafernalia ritual debajo y alrededor del esqueleto del personaje principal de la tumba este
tanto el resto del esqueleto está invertido. Foto: Izumi Shimada. de la Huaca Loro. Dibujo: Izumi Shimada y César Samillán.

ceremoniales de un metro de largo, un báculo decorado con oro y plumas, y un ornamento para de estatus, sino también por el estimado de trabajo requerido para su producción y adquisición.
la frente, entre otros objetos (figuras 51 y 54) . La máscara mencionada es una obra de arte de los Solo la manufactura de docenas de miles de cuentas pulidas y perforadas (más de 75 kilogramos
orfebres de Sicán (figura 55) . Fue hecha a partir de una sola lámina de aleación de plata y alta de cuarzo, amatista, sodalita, turquesa, fluorita, ágata, ámbar y conchas de Spondylus y Conus)
cantidad de oro de 13 quilates, que mide 46 × 29 centímetros y de 0,5 a 0,6 milímetros de grosor demandó una tremenda inversión de trabajo. Entonces hay que considerar los 500 kilogramos
y tiene un peso de 677 gramos. Sus ojos fueron hechos para parecerse a los ojos humanos con de fragmentos de delgadas láminas de tumbaga uniformemente martilladas a mano (por lo ge-
fondo blanco, iris y pupilas representadas por la aleación de plata, pulidas cuentas semiesféricas neral entre 0,05 y 0,10 milímetros de grosor), que probablemente generaron meses de trabajo de
de ámbar y cuentas esféricas de esmeralda, respectivamente. docenas de hábiles orfebres y sus aprendices.
El poder esgrimido por el personaje principal enterrado en la tumba este puede ser Existen pocos objetos en la tumba este que presentan motivos religiosos; en cambio, lo
comprendido no solo por la impresionante calidad, cantidad y diversidad de bienes exóticos y que abunda son representaciones del Señor de Sicán (figuras 16 y 17) . La cercana relación entre la
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apariencia del personaje principal de la tum-


ba y la del Señor de Sicán mostrado en estos
objetos (que utilizó en vida) sugiere que son
uno solo y el mismo. Es a través del paso del
mundo de los vivos al mundo de los ances-
tros que el Señor de Sicán se transforma en
la deidad sicán.
La riqueza material e inversión de
trabajo vista en la tumba este no represen-
ta de ninguna manera un caso único. De la
tumba de fosa saqueada de la Huaca Menor
(hacia 600 metros al este de la Huaca Loro)
se reportó que contenía un estimado de 500
kilogramos de objetos de cobre arsenical (in-
cluidos miles de naipes), además de conjun-
tos de láminas de oro y otros objetos. Como
se verá a continuación, la tumba oeste repre-
senta otro impresionante caso.
La tumba oeste estaba simétrica-
mente ubicada en relación con la tumba este, fig. 53. Cuatro de los seis pares de orejeras de oro de 18 quilates. Los tres pares más grandes miden 10 centímetros de diámetro cada uno y exhiben trabajo en
filigrana y granulación maravillosamente ejecutado. El par plateado fue creado por un efecto de amalgamiento del mercurio y el cinabrio. Foto: Yutaka Yoshii. fig.
del otro lado del axis longitudinal norte-sur 54. Reconstrucción de cómo el personaje principal de la tumba este puede haber aparecido utilizando ornamentos y objetos rituales encontrados en su tumba.
de la Huaca Loro. La tumba oeste era físi- Dibujo: Luis Tozuda.

camente imponente con una compleja cons- contenía uno o dos esqueletos de mujeres adultas jóvenes (mayormente de 18 a 22 años de edad;
trucción en dos niveles: uno en el interior figura 59).
Cada grupo, a los que nos referimos como las mujeres del norte y sur, respectivamen-
del otro, como una tumba al interior de otra te, tenía nueve mujeres, cada una de las cuales estaba acompañada por un puñado de vasijas
fig. 52. Estandarte en forma de tumi. Foto: Izumi Shimada. (figura 56). Una antecámara de 10 × 6 metros de cerámica, textiles, objetos de cobre arsenical, u otros objetos funerarios. Se descubrió que
yacía 12 metros debajo de la superficie y te- algunas de estas mujeres carecían de una o más falanges terminales y estaban acompañadas de
nía 10 nichos en las paredes y 12 pequeñas cavidades rectangulares bajo el piso (figuras 57 y 58) . vasijas de cerámica rota e incompleta. En algunos entierros, los huesos se desarticularon a un
Dos de los nichos cerca de la esquina nordeste contenían a un individuo joven femenino cada grado difícilmente atribuible a un proceso natural posenterramiento. Se encontraron pequeños
uno, acompañado de sus bienes de la misma manera como los entierros cercanos en fosas. Un envoltorios ovoides de pupas (larva), presumiblemente de moscas, en directa asociación con dos
nicho central contenía a un niño de 12 a 13 años. entierros. Analizadas en conjunto, estas líneas de evidencia sugieren que por lo menos algunos
Las cavidades subterráneas cuadradas y rectangulares estaban distribuidas en dos gru- cuerpos fueron preservados, ya sea en forma de momias o exhumados de tumbas anteriores, y
pos de seis, opuestos simétricamente en los lados norte y sur de la cámara central. Cada cavidad luego enterrados en la tumba oeste.
60 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 61

fig. 55. La máscara de oro fue utilizada junto a un ornamento en la frente, corona cilíndrica y gran tocado parabólico con plumas de oro. En suma, este ornamento
ceremonial pesa más de 2 kilogramos y mide más de un metro de largo y 60 centímetros de ancho. Foto: Yutaka Yoshii. fig. 56. Vista panorámica de la excavación
de 1995-1996 de la tumba oeste, que muestra su construcción en dos niveles: uno al interior del otro y sus nichos. Foto: Izumi Shimada.

En el centro de la antecámara, la tumba continuaba descendiendo hasta 15 metros por fig. 57. Distribución de artefactos y rasgos en el piso de la antecámara. Dibujo: Izumi Shimada y César Samillán.
debajo de la superficie hasta una cámara central de 3 × 3 metros con un par de nichos simétri-
camente opuestos en las paredes del norte y sur. La cámara tenía un elaborado techo compuesto una posición sentada con las piernas cruzadas. Estaba ataviado con vestimenta ceremonial real,
de por lo menos tres capas de tapetes tejidos sostenidos por vigas de madera y por las paredes que incluía una máscara grande de tumbaga, un tocado muy elaborado y un pectoral de una
este y oeste que estaban cubiertas con telas de algodón pintado. lámina de aleación de plata con incrustaciones mayormente de turquesa. Su cabeza había sido
La cámara central estaba reservada para el personaje principal y sus bienes funerarios. completamente cubierta con pintura de cinabrio, pero estaba de cara al oeste, contrariamente
El personaje, un hombre robusto de aproximadamente 40 años con una herida punzante grave a nuestra hipótesis de que estaría de frente al este, orientado de cara al personaje principal de
—posiblemente mortal— en la pelvis, estaba colocado al centro del piso de tapetes alineados en la tumba este.
62 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 63

Flanqueando al personaje principal se


hallaron dos nichos simétricamente opuestos,
en cada uno de los cuales había una mujer adul-
ta. La mujer sentada con las piernas cruzadas
del nicho sur tenía pintura de cinabrio en el
rostro, vestía un pectoral de cuentas de con-
chas y estaba acompañada por numerosas vasi-
jas de cerámica. En contraste la mujer del lado
norte se encontraba sin sus bienes funerarios,
f lexionada fuertemente y enterrada debajo de
un gran conjunto de cuentas de concha y una
canasta que contenía cerca de dos docenas de
ornamentos de tumbaga y parafernalia ritual.
Análisis de ADN mitocondrial extraí-
do de los dientes de los entierros en la tumba
oeste mostró que las mujeres del norte y del
sur no estaban solo físicamente separadas en
la tumba, sino que eran también genéticamen-
te distintas (figura 60) . Este análisis nos permite
identificar una relación consanguínea, solo en-
fig. 59. Entierros 19 y 23 en la parte norte de la antecámara de la tumba
tre líneas maternas. El soporte independiente de oeste. Nótese cómo se han amontonado. Dibujo Izumi Shimada y César Samillán.
esta interpretación se obtuvo por medio de un
análisis estadístico de formas heredadas de dientes que nos permitió inferir la afinidad genéti-
ca relativa de los individuos comparados. Los resultados de estos análisis nos indicaron que el
personaje principal y las mujeres que se supone eran de élite del nicho sur de la cámara central
eran —biológicamente— mucho más cercanas a las mujeres del sur que a las del norte. La mujer
del nicho norte, por otro lado, estaba emparentada a dos de las mujeres del norte. Las mujeres
fig. 58. Distribución de cavidades funerarias en el piso de la antecámara. Dibujo: Izumi Shimada y César Samillán.
del sur eran genéticamente muy parecidas, probablemente producto de la endogamia, costumbre
Un rango diverso de bienes funerarios rodeaba a este personaje, incluidos los restos de de casarse dentro de su propio grupo. Las mujeres del norte eran como grupo menos similares
nueve rollos de tela angosta, dos báculos de madera, por lo menos 111 vasijas en miniatura de genéticamente. Considerando que estaban acompañadas por cerámicas y textiles (figura 61) que
cerámica cruda hechas a mano, y cuatro vasijas de cerámica decorada completamente envueltas mostraban una afinidad estilística fuerte con el estilo Mochica Temprano, podríamos pensar que
en láminas de tumbaga. También se encontraron las cabezas y extremidades inferiores articuladas ellas representaron a un grupo étnico que había sido incorporado en la sociedad de Sicán. De
de por lo menos 25 camélidos de diferentes edades. hecho, varios análisis químicos y físicos de cerámica asociada con las mujeres del norte revelaron
64 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 65

fig. 62. Cámara funeraria de la tumba central oeste 1 en la trinchera 1 (base oeste de la Huaca Loro) dedicada a una mujer adulta joven. El área blanquecina
en la parte posterior presenta restos de tela pintada en el piso. Foto: Izumi Shimada. fig. 63. Personaje principal femenino adulto de la tumba central oeste 1 llevaba
consigo lo que parece ser un brassière de aleación de plata y cobre, y dos tumis de aleación de plata y cobre, una diadema y otros objetos ubicados cerca de
ella en el piso. Foto: Izumi Shimada.

heredadas anteriormente mencionado también reveló que individuos de élite dentro y entre las
tumbas este y oeste estaban cercanamente emparentados, particularmente los dos personajes mas-
fig. 60. Resultados del análisis de ADN mitocondrial de los individuos enterrados en la tumba oeste. Los entierros (B) con el mismo color presentan culinos. Pueden haber sido tío y sobrino.
relación de parentesco materno. Dibujo: Steve Mueller.
Mientras que las tumbas este y oeste sugieren que el estatus social de las mujeres es-
que fue hecha por ceramistas de la supuesta etnia mochica nor- taba subordinado a aquel de los hombres en la sociedad de Sicán, la excavación del año 2006
teño en la Huaca Sialupe. En cambio, las mujeres del sur estaban en la base oeste del montículo de la Huaca Loro, en la que se expusieron 24 tumbas que conte-
acompañadas por bienes de Sicán exclusivamente, y se presume nían por lo menos 27 individuos, claramente
que pertenecen a una población étnica de Sicán. prueba que algunas mujeres disfrutaban de
En general la organización de la tumba oeste parece una posición social expectante. Por ejemplo,
simbolizar no solo la brecha que existía entre gente de diferen- en la tumba 1 (figuras 62 y 63) una mujer de
tes estratos sociales (y posiblemente de género), sino también aproximadamente 20 años fue enterrada en
la integración de grupos étnicos múltiples durante el lideraz- su propia tumba de pozo de 3,6 × 3,0 metros
go sicán (por ejemplo, el personaje principal). La composición y 5 metros de profundidad con tres nichos
multiétnica no es sorprendente considerando la integración de diversos y numerosos bienes funerarios, así
Sicán Medio de buena parte de la costa norte. Creemos que hubo como con un acompañante adulto femenino.
por lo menos tres grupos étnicos integrados en la sociedad de Se enterraron dos infantes en la boca de la
Sicán Medio: los sicanes, los mochicas del norte y los tallanes. tumba en el momento de sellarla. Además,
fig. 61. Ejemplo de cerámica de estilo mochicoide aso- Los últimos, en la época de la conquista española, ocuparon el por lo menos cinco (figura 64) tumbas meno-
ciada con las mujeres en el lado norte de la antecámara fig. 64. Excavación de tres pequeños entierros y una ofrenda que rodeaban a la
de la tumba oeste. Foto: Izumi Shimada. norte de Lambayeque. El análisis estadístico de formas dentales res (que contenían individuos masculinos y tumba central oeste 1. Foto: Izumi Shimada.
66 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 67

femeninos y un conjunto de ofrendas de bienes suntuarios) fueron colocadas alrededor de la Los montículos principales de las huacas El Corte y Las Ventanas están perfectamente alineados
tumba en un periodo de 50 a 100 años posterior a su entierro, lo que sugiere una duradera me- sobre un eje este-oeste a pesar de la distancia de 1 kilómetro que los separa. La cerámica asociada
moria social de esta mujer de élite. y fechas radiocarbónicas sugieren que los montículos mencionados fueron construidos entre 900
y 1050 d. C. La Huaca Lercanlech (Rodillona) y Sontillo (Santillo o Soltillo) situadas al noroeste
6. La ciudad religiosa y el Estado teocrático de Sicán de la Gran Plaza datan de un poco después de 1000-1100 d. C.
En el centro del eje este-oeste entre las huacas El Corte y Las Ventanas se encuentra una
¿Cuál fue la naturaleza de la entidad política de Sicán Medio? ¿Era un Estado secular con am- formación rocosa de una inusual forma cónica, una huaca natural que había sido parcialmente
biciones territoriales y poder centralizado? Considero que el liderazgo de Sicán Medio atravesó esculpida, y que sugería importancia religiosa. En efecto, sugiero que los montículos en el sitio
por dominios tanto seculares como sagrados, y que tuvo una sólida base de parentesco. Además configuran juntos un tumi gigantesco (figura 65) con el eje este-oeste anteriormente mencionado
creo que no era monolítica o estática con un poder residente en las manos de un único linaje de dando forma a la agarradera. La formación rocosa ocupa el centro del tumi.
élite; en cambio, veo seis linajes de élite —cada uno con su propia identidad social y política, y En Sicán y en todas partes en la región Lambayeque se reconocen tres categorías básicas
un gran templo montículo y un cementerio asociado en Sicán (hay seis templos montículos en de montículos de Sicán Medio con base en su forma, acceso y función inferida: 1) pirámides
el sitio)— que competían o se aliaban en momentos diferentes para ganar o retener poder. La
forma de gobierno multilinajes que propongo, en realidad, no es muy diferente a la que existía
en Cuzco incaico, que fue manejado por descendientes directos y colaterales de los 11 reyes incas.
Al mismo tiempo, también visualizó estos linajes como si estuvieran ideológicamente unidos al-
rededor de la adoración de la deidad sicán, la cual les dio una identidad colectiva. Esta ideología
compartida ejerció una fuerza centrífuga que contrarrestó cualquier tendencia centrípeta nacida
de las maniobras y competencia por el poder. Además considero que las interrelaciones dinámicas
generadas por esta flexibilidad y limitaciones fueron el estímulo para la vitalidad y creatividad de
la cultura Sicán Medio. Al mismo tiempo, la entidad política de Sicán Medio no era una teocracia
típica, lo que implica un gobierno o Estado por guía divina. Tenía un carácter secular fuerte, y
sostenía su prestigio, riqueza y poder con una estrategia económica pragmática y robusta.
¿Cuáles son las líneas de evidencia que sustentan las afirmaciones mencionadas? Primero
permítannos considerar brevemente la capital de Sicán Medio y lo que nos puede decir sobre su
liderazgo y entidad política.
La primera línea de evidencia que tenemos es la presencia de seis templos en la forma de
montículos piramidales truncos. El sitio de Sicán tiene una configuración en forma de T (1,6 kiló-
metros de este a oeste y 1 kilómetro de norte a sur) delineado por seis montículos con plataformas
multiniveles grandes y seis montículos auxiliares más pequeños. El centro de su organización
arquitectónica fue la Gran Plaza, 600 metros norte-sur y 250 metros de este a oeste, delimitada
por los montículos plataforma más grandes de las huacas Loro, el Moscón, Las Ventanas y La
Merced, el último de los cuales fue devastado por la inundación del fenómeno de El Niño de 1983.
fig. 65 Paisaje sagrado inferido de la capital de Sicán en forma de un tumi gigante. Dibujo: Go Matsumoto.
68 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 69

truncas altas con lados relativamente inclinados, largas rampas en zigzag, y un precinto rodeado En suma, el sitio de Sicán puede caracterizarse como un centro religioso mayor, con
por paredes con murales religiosos polícromos en la cima; 2) montículos relativamente bajos un grupo relativamente pequeño de residentes de élite, mantenidos por una variedad de talle-
en forma de T, con una rampa corta, localizada en el centro, y una pared posterior decorada de res. Sospecho que los trabajadores para el soporte doméstico y las actividades de construcción
manera similar con murales religiosos polícromos en la cima; y 3) montículos rectangulares que vinieron de asentamientos residenciales que rodeaban la capital, a una distancia de 0,5 a 2,5
combinan características claves de los otros dos tipos. Se cree que el primer tipo fue el lugar de kilómetros. La presencia de seis grandes montículos plataforma cada uno con distinta forma y
ceremonias privadas y exclusivas, mientras que el segundo servía para rituales más públicos. tamaño, y acompañados de tumbas de élite, sugiere un número correspondiente de linajes de
Estos montículos de Sicán representaban no solo una gran inversión de fuerza laboral y élite. En el caso de los montículos de las huacas Loro y Las Ventanas, la documentación de por
recursos materiales, sino también un resurgimiento notable de la tradición temprana en la costa lo menos un taller de metales cercanamente asociado refuerza este argumento. Aunque la pobre
norte (con fecha en el segundo milenio a. C.) de construcciones monumentales de montículos, preservación de su estado no nos permite comprobar esta idea, considero que los recintos con
siguiendo una pausa de alrededor de 200 años después de la construcción de la gigantesca Huaca muros ubicados en la cima de por lo menos las huacas Las Ventanas, Loro, Lercanlech y Sontillo
Fortaleza en la capital mochica de Pampa Grande, en el cuello del valle de Lambayeque. tenían murales de los líderes fallecidos pertenecientes a los linajes de élite asociados.
Aunque la discusión precedente evoca la impresión de un centro ceremonial mayormente El análisis de las características morfológicas dentales las cuales se heredan por ambas
vacío, parece que el sitio de Sicán se caracterizó buena parte del año por actividades diversas e líneas materna y paterna (método conocido como análisis de biodistancia) indica una relación
intensas, muy similares a las que serían vistas en una ciudad. Además de las actividades públicas cercana de parentesco entre los personajes principales de las tumbas Este y Oeste en Huaca Loro,
y religiosas centradas en la adoración de la deidad sicán y los líderes fallecidos, puede haberse y brinda soporte a la noción de que las tumbas de élite que rodean a cada montículo grande
dado la construcción casi constante, mantenimiento y remodelación de docenas de montículos pertenecían a un solo linaje.
ceremoniales pequeños y grandes, tanto como la preparación de docenas de tumbas de élite. La Hablando de murales, podemos encontrar una segunda línea de evidencia en la cima de
alta frecuencia de platos decorados, presencia de fogones asociados con restos de comida, pilas de las huacas ya mencionadas, la cual sostiene la hipótesis de haber existido un gobierno compuesto
adobes sin utilizar, canales delineados por fragmentos de cerámica y pequeñas plataformas; todo por seis linajes y es el hecho de encontrar representaciones iconográficas sicanes en ellas. Una de
esto en la Gran Plaza evidencia que fue el lugar de diversas actividades, desde banquetes y fiestas las iconografías más contundentes y didácticas que tenemos se representa en el espaldar de una
hasta la preparación para la reparación, remodelación o construcción de nuevos edificios. litera (anda) muy bien conservada que se encuentra actualmente en el Museo de Oro del Perú en
Adicionalmente tres áreas grandes de trabajo de metales (tanto de metales preciosos Lima (O.Md-213; figura 20). Un colega y miembro de nuestro proyecto, Paloma Carcedo, publicó
como de cobre arsenical en la esquina nordeste del templo de la Huaca Loro, al lado este de la un estudio detallado de la composición de los templetes y tocados de las figuras que la conforman
plataforma norte de la Huaca Loro, y al nordeste del templo de la Huaca Las Ventanas colindando (véase las lecturas recomendadas al final de este capítulo). Aunque según Carcedo se atribuye ser
con la Huaca La Botija), y por lo menos dos sectores residenciales de élite (lados sur de las huacas descubierta en Chan Chan, la capital chimú, erróneamente otros colegas la han identificado como
El Corte y Las Ventanas) habrían necesitado un trabajo continuo y soporte logístico. Las últimas una litera real chimú. Pero es claro que estilísticamente y técnicamente, los objetos metálicos de
se caracterizan por tener habitaciones espaciosas con paredes gruesas de adobe, techos sólidos, oro y plata que adornan las figuras pertenecen, sin duda, al Sicán Medio. Análisis radiocarbónico
y pisos enlucidos o empedrados con piedra laja. La población residente en Sicán, sin embargo, (Laboratorio de Gronigen) de una muestra perteneciente a una de las barras de madera original
parece haber sido bastante pequeña. El asentamiento habitacional más grande cercano a Sicán de la litera dieron como resultado una fecha que abarca entre la segunda mitad del siglo XI y la
fue la Huaca Arena, a aproximadamente 1 kilómetro al norte. En ese lugar, las residencias de la primera mitad del siglo XII (por ejemplo, la última parte del periodo Sicán Medio).
gente común eran construcciones simples de quincha, que contenían un conjunto de productos De mayor importancia para nuestra hipótesis son los elementos que forman la es-
diagnósticos de Sicán Medio, que incluyen vasijas con decoración paleteada, cerámica negra hecha tructura de la misma. Estos consisten en la representación de seis templos pequeños techados
en molde e implementos de cobre arsenical. (cada uno con una rampa central como hemos documentado en los templos de huaca El Corte
70 Cultura Sicán: esplendor preincaico de la costa norte introducción. detrás de la máscara de oro: la cultura sicán | Izumi Shimada 71

y Moscón en nuestras excavaciones). Los templetes están ordenados en grupos de tres en dos Sostengo que el pensamiento básico
niveles (superior e inferior). En el interior de cada templete se encuentran talladas tres figuras subyacente del gobierno de Sicán Medio fue
miniaturas que representan a personajes importantes de pie, frontales y con los brazos abiertos. una extensión del pensamiento que gober-
Cada personaje porta una máscara, un elaborado y diferente tocado y sostiene en sus manos un naba la organización de la producción eco-
bastón y un vaso u objeto ritual. El templete central en el nivel superior es diferente a los otros nómica. La cultura Sicán Medio tenía una
por tener a ambos lados un individuo parado con vestido sencillo y llevar ornamentos distintos a organización modular de producción, la cual
lo largo del borde del techo. Estos rasgos sugieren una importancia singular del templete central involucraba artesanos mayormente autosufi-
en relación con los otros. Creo que podría representar al linaje más importante. cientes, o grupos de artesanos que trabaja-
Volviendo al interrogante sobre la naturaleza del gobierno Sicán Medio, consideremos ban cerca unos a otros, pero ampliamente
que los asentamientos Sicán Medio a lo largo del núcleo Sicán carecían de componentes de de- independientes de cada uno para producir
fensa, como parapetos a gran escala, trincheras profundas y conjuntos de armas (por ejemplo, un conjunto de productos similares o esen-
hondas). Afuera del núcleo, no se han reportado enclaves de Sicán Medio, ni una jerarquía de cialmente idénticos. Mientras que la capaci-
asentamientos multiniveles (del tipo que sí se documentó en el valle de Lambayeque). Si bien dad productiva de cada taller era limitada, el
existen representaciones artísticas de cabezas trofeo y restos osteológicos de sacrificios humanos total agregado podría haber sido impresio- fig. 66. Diversidad de marcas encontradas en los adobes de Sicán Medio (platafor-
(ver Klaus), falta la evidencia física de actos de violencia ampliamente extendidos. En efecto, no nante. Los mismos artesanos estaban invo- ma norte de la Huaca Loro, área de excavación 8, HL’08). Nótese la variación de
formas y marcas de los adobes. Foto: Izumi Shimada.
esperaría estas características, dadas las estrategias inferidas de expansión de poder político y lucrados en gran parte, si no en la totalidad,
religioso de Sicán Medio, que dieron acceso a productos rituales y utilitarios deseables efecti- en el proceso de producción. Este enfoque contrasta con la organización moderna de trabajadores
vamente, y que estaban condicionados a la aceptación de su religión. En otras palabras, en las especializados en producción segmentada que trabajan bajo supervisión cercana, cada uno con
afueras del núcleo, la entidad política de Sicán Medio parece haber estado más interesada en la una tarea y una estación específica dentro de una secuencia y diseño de producción en línea.
regulación del acceso material y la inf luencia ideológica más que en el control territorial directo El enfoque modular aportó importantes ventajas administrativas a la entidad política de
o en la ocupación por medio de una inversión fuerte de recursos. Sicán Medio. Una fuerza laboral pequeña y discreta pudo ser reclutada dentro de líneas de paren-
Encontramos varios indicadores de un gobierno que toleraba un alto grado de auto- tesco y especialización económica, con lo que se preservaba un sentido de identidad grupal, unidad
nomía en actividades productivas del día a día, aun entre poblaciones locales en el núcleo. Por y continuidad; y se promovía la integración de diferentes grupos étnicos y sociales. En la sociedad
ejemplo, podemos ver variaciones en detalles técnicos e incluso estilísticos de la producción multiétnica de Sicán Medio, tal enfoque permitía que unidades autosuficientes de producción admi-
cerámica y metalúrgica. También hay un sorprendente grado de variación en los entierros, como nistren mucha de su propia producción; de esta manera se minimizaban los costos administrativos
la orientación y posición del cuerpo. Otro ejemplo es la diversidad en tamaño, forma, textura, mientras se maximizaba el valor político-económico de los recursos humanos y materiales.
tipo de barro y marcas de identificación halladas en adobes (figura 66) . Debido a esta variación en
los adobes, los constructores de Sicán Medio tenían que utilizar enormes cantidades de mortero el colapso de sicán medio
de arcilla, muchas veces de 30 a 40 por ciento del volumen total. Mientras que el concepto de
estandarización existió, como se puede ver en los naipes, así como la habilidad para estanda- El poder, el prestigio y la riqueza que surgió en la época temprana del periodo Sicán Medio dismi-
rizar, dado que los moldes eran extensamente usados para la producción de adobe, cerámica nuyó tan rápido como el liderazgo, y las clases bajas enfrentaron los primeros golpes de una sequía
y metalurgia, no vemos ninguna evidencia de la imposición de rígidos estándares de calidad de tres décadas que empezó alrededor de 1020 d. C., seguida por un megafenómeno de El Niño, con
predeterminados. lluvias torrenciales asociadas y una inundación devastadora entre los años 1050 y 1100 d. C.
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de los templos, con poca o ninguna evidencia de reparación o reocupación, señala un esfuerzo
concertado de remover el liderazgo político y religioso existente en Sicán.
Alrededor de la capital de Sicán, la inundación dejó más de un metro de espesor de de-
pósitos de sedimentos. Más aún, las lluvias destruyeron gran parte del taller de cerámica y metal
de la Huaca Sialupe, 22 kilómetros al suroeste de Sicán, y detuvo permanentemente su produc-
ción. Esta inundación es conocida popularmente como la Inundación de Naylamp, ya que hay
una inundación catastrófica seguida de treinta días de lluvia torrencial mencionada en la leyenda
de la dinastía Lambayeque y de su fundador mítico, Naylamp.
Estas dificultades climáticas probablemente no fueron la única causa del fin de la entidad
política de Sicán Medio. Por ejemplo, el costoso culto a los ancestros y el engrandecimiento de
los linajes de élite vigentes de la manera como se ha descrito líneas arriba pueden haber sido una
larga y acumulativa carga sobre la población, creando un fuerte resentimiento.
Una importante tumba de fosa excavada el año 2008, fechada hacia los últimos mo-
mentos del periodo Sicán Medio en la esquina nordeste del templo montículo de la Huaca Loro,
es muy informativa en este aspecto. La tumba se encuentra casi vacía de ofrendas de metal en
un contraste notable con las tumbas de Sicán Medio más tempranas. Aunque cientos de vasijas
de cerámica finamente hechas fueron colocadas en lugar de los metales, ninguna ostentaba la
imagen de la deidad sicán que anteriormente era omnipresente. La máscara de cobre (arsenical)
utilizada por el personaje principal en el nicho sur de la tumba, uno de los pocos objetos de
fig. 67. Columnas colapsadas y quemadas que alguna vez sostuvieron un sólido techo en la cima del montículo de la Huaca Las Ventanas. Nótense metal en la tumba, era un pálido reflejo de anteriores máscaras en términos de calidad artística
el carbón y la tierra descolorida. Foto: Izumi Shimada.
y técnica; la imagen de la deidad sicán estaba pobremente plasmada. Al parecer, poco tiempo
La sequía antes mencionada podría haber reducido significativamente la cantidad de antes de abandonar la capital de Sicán, en algún momento entre 1050 y 1100 d. C., la deidad
agua que llegaba a la costa y, consecuentemente, la producción agrícola. La poca habilidad de los sicán perdió su prestigio y las élites dejaron de tener el poder para adquirir metales valiosos o
líderes de minimizar o revertir estos efectos adversos puede haber resultado, primero, en una falta producción metalúrgica, que había sido uno de los dos pilares de la economía de Sicán Medio
de confianza y culminado eventualmente en la destrucción del templo. De hecho, entre la sequía ahora mayormente perdida.
y la inundación, toda la arquitectura importante que simbolizaba el liderazgo de Sicán Medio
en la capital de Sicán fue sistemáticamente incendiada. Por ejemplo, unas columnas grandes de Sicán Tardío
algarrobo que alguna vez sostuvieron un techo sólido se encontraron quemadas en la cima del
templo montículo de la Huaca Las Ventanas (figura 67) . La totalidad del lado oeste del montículo de La transición del periodo Sicán Medio al Sicán Tardío alrededor de 1100 d. C. fue un punto
la cercana Huaca El Moscón fue incendiada tan intensamente que muchos de sus adobes se vitri- crucial en la historia de esta cultura. La destrucción y el abandono de la capital de Sicán estuvo
ficaron. Al mismo tiempo, los asentamientos residenciales que rodeaban a la capital no muestran acompañada en el tiempo por abruptos e importantes cambios en el arte sicán; los íconos que
indicios de incendio. El importante sitio Sicán Medio de Vista Alegre en la margen norte del valle habían simbolizado la religión y élite de Sicán, de manera que impregnaron los medios artísticos,
medio de Lambayeque fue abandonado al mismo tiempo. En general la destrucción sistemática básicamente desaparecieron (figura 68) . Aun aquellos íconos que decoraban cerámica paleteada
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utilitaria desaparecieron. En contraste, los motivos abstractos, altamente convencionales, persis-


tieron en la cerámica paleteada del Sicán Tardío. Los felinos míticos y otras criaturas que habían
sido auxiliares a la deidad sicán y que precedieron al surgimiento del arte de Sicán Medio, tam-
bién sobrevivieron a la transición Sicán Medio-Sicán Tardío. En la capital de Sicán Tardío de El
Purgatorio en la unión de los valles de La Leche y Lambayeque (figura 69) , se observan sucesivas
fases de frisos de barro en la Huaca Las Balsas, cuya ocupación abarca desde Sicán Tardío hasta
el periodo inca, y muestran olas estilizadas, botes de caña con estilizadas aves y ‘hombres-ave’, así
como otros motivos relacionados con el océano y las aves, importantes temas de la iconografía de
Sicán Medio. La forma de la cerámica tanto doméstica como
fina, el uso de decoración pintada en negro fugitivo y la popu-
laridad de la cerámica negra y marrón también continuaron
durante el periodo Sicán Tardío.
En general los aspectos de la cultura material de
Sicán no relacionados con la política o religión permanecieron
sin cambio durante la transición Sicán Medio a Sicán Tardío.
Por ejemplo, en el centro metalúrgico del cerro Huaringa, una
agrupación de talleres fue construida durante la parte tem-
prana del periodo Sicán Tardío, pero conservando la misma
organización interna y tecnología de fundición del cobre ar-
fig. 69. Agrupación de los principales montículos de plataforma de adobe en la capital de Sicán Tardío de El Purgatorio. Foto: Izumi Shimada.
senical de Sicán Medio. Las formas y técnicas constructivas
que caracterizaron a la arquitectura de Sicán Medio, como de expansiones arquitectónicas en un periodo de 1300 a 1533 d. C., el montículo plataforma de
la técnica de cámara y relleno, las marcas en los adobes y Huaca Larga en el sector norte creció hasta ocupar 700 metros norte-sur y 280 metros este-oeste
los montículos plataforma, escalonados con rampas cortas y (10-20 metros de altura).
directas o en forma de zigzag, persistieron durante el perio- El Purgatorio alcanzó gran parte de su impresionante tamaño durante el periodo Sicán
do Sicán Tardío. Estas técnicas son visibles en la docena de Tardío y Sicán Chimú. Así como la anterior capital de Sicán, El Purgatorio fue un centro ceremo-
fig. 68. Botella de un gollete de Sicán Tardío sin ninguna
representación de la deidad sicán. Museo Arqueológico
montículos monumentales en El Purgatorio. nial de élite, no un gran centro poblado. Dada su estratégica ubicación junto a un conjunto sin
Brüning. Foto: Izumi Shimada. La ubicación de la nueva capital fue estratégica, en- paralelo de monumentales montículos que comparten muchos cánones arquitectónicos, parece
contrándose cerca del océano Pacífico (hacia 20 kilómetros ser que El Purgatorio simbolizaba la unificación política o reconfiguración de linajes de élite (que
al este) y con acceso a las extensas áreas agrícolas de los valles bajos de La Leche y Lambayeque, fueron representados anteriormente en la capital de Sicán a manera de montículos más disper-
así como al antiguo curso del río La Leche y el canal Taymi. El sitio de El Purgatorio con un sos). Al mismo tiempo, una detallada prospección de asentamientos en la margen norte del valle
conjunto de montículos plataforma muy cercanos entre sí (en los sectores norte y noroeste) y de Lambayeque (ver Tschauner) sugiere —como lo señalan documentos etnohistóricos— que el
estructuras auxiliares cubriendo más de 200 hectáreas construidas en y alrededor del cerro có- valle estuvo gobernado por al menos tres grupos sociopolíticos semiautónomos, cuyos territorios
nico de La Raya, es uno de los sitios prehispánicos más imponentes del Nuevo Mundo. A través fueron definidos por los principales canales y ríos. Proyectando esta imagen hacia lo que vemos
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en El Purgatorio, la agrupación de montículos puede tener mayor relación con una manifestación Bibliografía
simbólica (por ejemplo, algo parecido a un enclave diplomático o religioso) de una alianza o con-
federación de estos grupos. Además de la agrupación de montículos, no hay evidencia material,
I. Tesis importantes resultantes del Proyecto Arqueológico Sicán:
organizacional o ideológica clara de que El Purgatorio haya sido la capital de una entidad política
intervalle centralizada como fue el caso durante el periodo Sicán Medio. La entidad política de Bezur, Anikó
Sicán Tardío fue conquistada por el Imperio chimú alrededor de 1375 d. C. (ver Tschauner), el 2003 Variability in Sicán Copper Alloy Artifacts. Tesis doctoral. Departamento de Ciencia de Materiales y Ingeniería, Universidad
de Arizona, Tucson, Arizona. ProQuest/UMI, Ann Arbor, Michigan.
que, a su vez, fue conquistado por los incas en 1470 d. C.
Cervantes Quequezana, Gabriela
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Conclusión inédita. Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.

Nuestro conocimiento y comprensión de la cultura Sicán está altamente sesgado hacia el f lore- Epstein, Stephen M.
1993 Cultural Choice and Technological Consequences: Constraints of Innovation in the Late Prehistoric Copper Smelting
ciente periodo Sicán Medio. Los periodos Sicán Temprano y Sicán Tardío esperan nuestra aten-
Industry of Cerro Huaringa, Peru. Tesis doctoral. Departamento de Antropología, Universidad de Pennsylvania, Philadelphia,
ción. Al mismo tiempo, todo lo dilucidado acerca del periodo Sicán Medio a lo largo de treinta Pensilvania. ProQuest/UMI, Ann Arbor, Michigan.
años de continua investigación interdisciplinaria, por parte del Proyecto Arqueológico Sicán,
Farnum, Julie F.
deja muy en claro que se trató de una cultura altamente original, innovadora e inf luyente que 2002 Biological Consequences of Social Inequalities in Prehistoric Peru. Tesis doctoral. Departamento de Antropología,
en gran parte se compara con las anteriores culturas Mochica y Huari y la posterior Chimú. La Universidad de Missouri, Columbia, Missouri. ProQuest/UMI, Ann Arbor, Michigan.
fusión de aspectos seleccionados de las notables culturas precedentes del norte y sur del Perú, Goldstein, David J.
las innovaciones tecnológicas y la maximización en la producción de la región de Lambayeque 2007 Forests and Fires: Dry Tropical Forest Management, Metallurgy, and Ceramic Production in Lambayeque, Peru, during the
permitieron a la cultura Sicán, durante el periodo Sicán Medio, ser la cultura económica, polí- Middle Sicán (950-1050 C.E.). Tesis doctoral. Departamento de Antropología, Universidad del Sur de Illinois, Carbondale.
Illinois. ProQuest/UMI, Ann Arbor, Michigan.
tica y religiosamente más importante e inf luyente del Perú en esta época. Esta civilización tuvo
Higueras Hare, Álvaro
muchas distinciones. Sus sofisticadas tecnologías cerámicas y metalúrgicas produjeron cerámica
1987 Caracterización de la cerámica del periodo Sicán Tardío, Valle de Lambayeque. Tesis de Bachiller inédita. Facultad de
verdaderamente negra y altamente pulida, así como el inmejorable cobre arsenical, dos carac- Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.
terísticas que cambiaron permanentemente la subsiguiente producción cerámica y metalúrgica
Klaus, Haagen D.
de gran parte de la costa peruana. La producción a gran escala de cobre arsenical exitosa por 2003 Life and Death at Huaca Sialupe: The Mortuary Archaeology of a Middle Sicán Community, North Coast of Peru. Tesis
primera vez, junto con la producción sin precedente de metales preciosos, rubricó la obsesión de Maestría inédita. Departamento de Antropología, Universidad del Sur de Illinois, Carbondale. Illinois.
de la cultura Sicán Medio por los metales, rasgo distinto al de cualquier otra cultura del Nuevo Taylor, Sarah R.
Mundo. El refinamiento y la dispersión de la cerámica paleteada decorada es otro importante 2002 Artisan Autonomy in the Middle Sicán State: Variability in Mold-Made Ceramic Production. Tesis de Maestría inédita.
legado. La teocracia de Sicán Medio revivió la temprana tradición de monumentales montícu- Departamento de Antropología, Universidad del Sur de Illinois, Carbondale. Illinois.

los religiosos después de un hiato de cerca de 200 años, luego de la caída del Mochica norteño, Tschauner, Hartmut
erigiendo más de cincuenta de estos edificios. 2001 Socioeconomic and Political Organization in the Late Prehispanic Lambayeque Sphere, North Coast of Perú. Tesis doctoral.
Departamento de Antropología, Universidad Harvard, Cambridge, Massachusetts. ProQuest/UMI, Ann Arbor, Michigan.
Nuestras investigaciones en curso han ayudado a sacar a la cultura Sicán fuera de la
oscuridad hacia el centro de atención que merece. Esperamos que las preguntas acerca de la iden- Vetter, Luisa María
1993 Análisis de las puntas de aleación de cobre de la tumba de un señor de la élite Sicán, Batán Grande, Lambayeque, Perú.
tidad y el significado del tumi y la máscara de oro no sean necesarias en un futuro próximo.
Memoria de Bachiller. Especialidad de Arqueología, Pontificia Universidad de Católica del Perú. Lima.
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Primera parte: aspectos y legados tecnológicos
91

La tecnología y organización de la producción


de aleación de cobre de Sicán

Aniko Bezur

Introducción
Los residentes del pueblo de Batán Grande han com-
partido durante mucho tiempo dos herramientas im-
portantes con la gente de Sicán, que vivió en la misma
área hace más de mil años. En los patios de algunas
de sus casas uno puede encontrar los grandes yunques
de piedra prehispánicos, llamados batanes, y las piedras
balanceantes llamadas chungos, que no hace mucho fue-
ron empleadas en conjunto para moler los ingredientes
para las comidas, como el café y el ají. Originalmente los
artesanos metalurgistas de Sicán utilizaron las mismas
herramientas para moler los ingredientes para producir
cobre y pulverizar las grandes cantidades de material
gris vidrioso (escoria) que resultaron producto de la
fundición y que contenía pequeñas esferas de la codi-
ciada aleación de cobre (foto 1) . Caminando alrededor
de la periferia de Batán Grande, uno aún puede ver
los restos de esta actividad en la forma de gruesos y
grises depósitos de escoria molida, que han sido ex-
puestos cerca de los sitios arqueológicos de Huaca El foto 1. Fotografía de batán y chungo. John F. Merkel, miembro del
Proyecto Arqueo-lógico Sicán, muestra el uso de los batanes (tritu-
Pueblo de Batán Grande y cerro Huaringa (cerro de los
rando minerales de óxido de cobre) balanceando el chungo en la
Cementerios) (figura 1) . superficie desgastada del batán. Fotografía de I. Shimada.
92 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos tecnología y organización de la producción de cobre arsenical sicán | Aniko Benzúr 93

Blanco, resultó estar cerca de algunos de los talleres que producían cobre excavados por el
Proyecto Arqueológico Sicán. Esta mina, junto con otras en las faldas de los Andes en la región
Lambayeque, ha sido investigada por Izumi Shimada y Alan Craig (geólogo del proyecto) en
busca de huellas de actividades de minería prehispánica y para identificar el tipo de cobre y
otros minerales que habrían estado disponibles para los metalurgistas de Sicán.
Los estudios muestran que los antiguos mineros removieron inicialmente minerales de
partes de las venas que corren a lo largo de la superficie, lo que los hicieron fácilmente accesibles.
Una vez acabadas, los mineros siguieron las venas subterráneas por varios metros, con este fin
utilizaron martillos para remover los minerales.
El mineral de cobre se convirtió en metal de cobre mediante la fundición, que involucra-
ba reacciones químicas que resultaban en la disociación de elementos unidos al cobre en la forma
mineral (como oxígeno, carbón, hidrógeno, azufre, etcétera) a altas temperaturas. Minerales,
así como otras evidencias relacionadas con la producción excavadas de talleres, indican que los
fundidores de Sicán utilizaron minerales de óxido de cobre, mayormente en forma de malaqui-
ta (Cu 2CO3 (OH) 2), que es un mineral verde relativamente fácil de convertir o reducir a cobre.
Pequeñas cantidades de escorodita (FeAsO4•2H 2O) y arsenopirita (FeAsS), minerales con conte-
nido de arsénico, estuvieron también presentes en los restos metalúrgicos de Sicán, lo que explica
por qué la fundición producía aleaciones de cobre arsenical.
fig. 1. Dibujo de hornos de Sicán. Tomada de Shimada, Epstein y Craig, «Batán Grande: A Prehistoric Metallurgical Center in Peru». Science, 1982, Letchman no ubicó depósitos importantes de mineral de arsénico a lo largo de la costa
216, 952-959, p. 956, figura 4.
norte. Esto lo llevó a sostener en un artículo de 1991 la posibilidad de que tales minerales fueron
La presencia de esta evidencia en superficie, junto con los batanes y chungos dispersos, importados de la sierra. Esta línea argumentativa también sugeriría que los fundidores prehis-
así como los pequeños fragmentos de mineral de cobre verde, ayudó a Izumi Shimada y sus cole- pánicos buscaron crear aleaciones de cobre arsenical deliberadamente. Mientras que la gente de
gas a identificar el área de Batán Grande como un lugar de intensa producción de cobre durante Sicán estuvo sin duda involucrada en intercambio a larga distancia, los reconocimientos de minas
las temporadas de 1978 y 1979. Desde entonces excavaciones sistemáticas de talleres en esta región en la región Lambayeque realizados por Shimada y Craig indican que, junto con la malaquita, la
han llevado a reconstruir el proceso de producción de aleación de cobre, así como de algunos escorodita pudo ser obtenida de la mina de cerro Mellizo. Esto sugiere que los metalurgistas de
aspectos de su organización. Excavaciones de sitios domésticos, arquitectura monumental y entie- Sicán tuvieron acceso local a mineral de arsénico y no fueron dependientes del intercambio para
rros nos han permitido conocer acerca de la variedad de objetos de aleación de cobre producidos producir aleaciones de cobre arsenical.
por los metalurgistas de Sicán y de su acceso a la gente de diferentes estatus sociales. Muchos de Como se ha mencionado, los batanes y chungos fueron utilizados para triturar el mi-
los objetos de aleación de cobre han sido estudiados desde un punto de vista tecnológico, para neral en preparación para la fundición. En esta etapa, los metalurgistas de Sicán pudieron haber
revelar las diferencias en su composición elemental y sus técnicas de manufactura. clasificado los fragmentos pequeños de mineral y eliminar los que no parecían contener sufi-
El exhaustivo reconocimiento de sitios y minas metalúrgicas en los Andes perua- ciente mineral buscado. Los ingredientes empleados en la fundición son denominados colecti-
nos realizado por Heather Lechtman identificó numerosos depósitos modernos y prehispáni- vamente como la carga. Junto con los minerales de cobre y arsénico, las cargas de fundición de
cos de mineral de cobre en la región Lambayeque. Una de las minas que ella comenta, Cerro Sicán también contuvieron f lujo y combustible. El carbón, producido de leña dura local rica
94 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos tecnología y organización de la producción de cobre arsenical sicán | Aniko Benzúr 95

en resina llamada algarrobo (Prosopis spp.; d. C.), pero disminuyó a solo aproximadamente 1,4 litros para los hornos de Sicán Tardío (110-
ver capítulo de D. Goldstein), fue utilizado 1375 d. C) y los periodos chimúes (1375-1470 d. C). El tamaño de los hornos no solo decreció,
como combustible, y también fue partido sino que también llegó a ser cada vez más estandarizado en el tiempo en cerro Huaringa, lo
en pedazos del tamaño de arvejas. Óxido que sugería que la producción de aleación de cobre en el sitio fue coordinada en los niveles más
de hierro, en forma de hematita (Fe 2O3) y altos en la época chimú.
limonita (FeO(OH)•nH 2O), fue mezclado A pesar del tamaño relativamente pequeño de los hornos de Sicán, los metalurgistas tu-
con el combustible y el mineral para servir vieron que trabajar muy duro para alcanzar las temperaturas que fueran lo suficientemente altas
como f lujo. El uso de f lujos ayudaba a sepa- para convertir el cobre y minerales de arsénico en metal y para permitir la formación de prills de
rar las gotas de aleación de cobre arsenical aleación de cobre en medio de la viscosa escoria. La clave, detrás de este procedimiento, fue que
que se formaban durante la fundición de la las culturas prehispánicas no desarrollaron fuelles. En su lugar, la fuerza del pulmón humano fue
roca madre del mineral, que se fundía en utilizada para proveer de oxígeno al combustible de carbón mediante cerbatanas hechas de tallos
foto 2. Fotografía de prills de cobre. huecos de plantas (cañas), que fueron acondicionados con toberas, que eran puntas cónicas de
una masa viscosa. Durante este proceso, los
óxidos de hierro reaccionaban con la matriz cerámica que canalizaban el flujo de aire hacia la carga de fundición y protegían a las inflama-
de la roca fundida, haciendo así a esta masa más f luida o ‘líquida’. Esto facilitó que las gotas bles cerbatanas. La disposición de los grupos de hornos permitió a dos o tres hombres trabajar
microscópicas de cobre se formen y luego se unan o coalezcan con otras en gotas más grandes, juntos. Reproducción de experimentos realizados por Shimada, Merkel y Epstein encontraron
conocidas también como ‘prills’ (foto 2) . que con las cerbatanas podían alcanzar 1.150 °C, pero esta temperatura no solo era localizada en
Los metalurgistas de Sicán desarrollaron el proceso de fundición en hornos, que fueron la pequeña parte de la carga del horno justo alrededor de las toberas, sino que también era muy
excavados y construidos en la tierra, en oposición a las estructuras separadas edificadas sobre la difícil de mantener por más de varios segundos. Los metalurgistas entonces tenían que reubicar
superficie. Los hornos fueron hechos en grupos, cada grupo estaba constituido comúnmente de sus cerbatanas de tiempo en tiempo para completar el proceso de fundición.
hasta tres a seis hornos conectados por un canal (figura 1) . Vistos desde arriba, los hornos indivi- Ya que la carga completa de fundición no podía ser calentada simultáneamente, las go-
duales parecen tener forma de pera. La sección más amplia del horno en forma de tazón al frente tas de aleación de cobre formadas no podían f lotar en la viscosa escoria y mineral líquido en el
sirvió como cámara principal para la carga del horno. La abertura de la cámara fue construida fondo del horno para formar un lingote. Al final del proceso de fundición, los prills tuvieron que
para formar un borde bajo, denominado también ‘apron’, que sirvió como una barrera entre el ser removidos de la matriz de escoria solidificada, que también contenía fragmentos de carbón
fondo de la cámara y la zanja o canal que conectaba hornos adyacentes y usualmente contenía y minerales que no reaccionaron. Bloques de escoria fueron molidos utilizando conjuntos de
escoria con‘prills’, ceniza y otros productos derivados de la fundición que eran removidos del batán y chungo, y los pequeños prills de metal tuvieron que ser separados de los subproductos
horno al culminar la fundición. Hacia la parte posterior, la cámara se contraía para formar una de fundición. Los prills individuales fueron muy pequeños para ser usados directamente para
sección más delgada y alta que actuaba como una chimenea. producir objetos y se consolidaron en lingotes mediante el fundido. Un método relativamente
La superficie interior de los hornos estaba recubierta con una mezcla de arcilla, arena simple involucró probablemente la recolección de prills en el fondo de un gran fragmento de
y otros materiales refractarios. El propósito de este tipo de recubrimiento era aumentar la vida cerámica en forma de plato o fragmento de vasija, cubriéndolo con algo de carbón y calentán-
útil del horno, previniendo que el calor de la carga del horno reaccione con el suelo al cavarse dolo en el fuego con la ayuda de cerbatanas. El estudio de la evidencia arqueológica en cerro
el horno. Algunos hornos fueron encontrados con numerosas capas de recubrimiento, lo que su- Huaringa de Epstein apunta a una práctica algo más compleja, que involucró la fundición de
gería que se utilizaron intensivamente durante periodos prolongados. La capacidad de volumen prills en un crisol o en un fragmento de cerámica y luego vació la aleación fundida en un molde
de los hornos era de aproximadamente 3 a 3,3 litros para los hornos de Sicán Medio (900-1100 de lingote de cerámica.
96 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos tecnología y organización de la producción de cobre arsenical sicán | Aniko Benzúr 97

Métodos de Sicán para elaborar objetos de aleación de cobre Con la excepción de los piruros y puntas, los objetos de Sicán mencionados anterior-
mente fueron hechos de delgadas piezas de aleación de cobre. Si bien hay numerosas huellas
La excavación de diferentes tipos de contextos arqueológicos —incluidos entierros, talleres, áreas
que indican cómo se pudo crear un artefacto, algunos detalles del proceso de manufactura solo
residenciales y arquitectura ritual— por parte del Proyecto Arqueológico Sicán no ha permitido pueden ser comprendidos removiendo una pequeña muestra del objeto y preparándolo para el
conocer acerca de las muchas variedades de objetos de aleación de cobre. Los entierros de gente análisis microscópico, que se denomina ‘metalografía’. Tales estudios revelan que la gran cantidad
del común podían contener agujas, piruros (pesos perforados utilizados junto con husos durante de artefactos de Sicán fueron completados mediante la formación mecánica (ver abajo) de una
el acto de hilar a partir del algodón o de alguna lana animal), pequeñas cucharas, cuchillos senci- pieza de cobre que inicialmente se vació.
llos tipo tumi y una o dos herramientas como puntas (implementos largos, pesados y puntiagudos La evidencia de los talleres reveló que los artesanos utilizaron yunques para brindar so-
con orificio). Los individuos de las élites fueron enterrados frecuentemente con pinzas, ornamen- porte a la pieza de metal que estaban formando con martillos de piedra. Ya que las aleaciones de
tos con forma tipo tumi, tocados, máscaras, pequeños ornamentos, vasos, orejeras y naipes (lá- cobre arsenical se endurecen durante el trabajo, y progresivamente se resisten a la deformación,
minas en forma de I). Algunos entierros de élite contenían numerosas puntas, y la tumba este de necesitaron ser calentadas (recalentadas) periódicamente antes de que el martillado ocurriera.
la Huaca Loro contuvo 489 de tales objetos organizados en 15 envoltorios (foto 3) , con un total de Excavaciones en cerro Huaringa y las huacas El Pueblo de Batán Grande y Sialupe (a 22 kiló-
peso aproximado de 250 kilogramos. Asbjorn Pedersen describió las declaraciones de un huaquero metros al oeste del sitio de Sicán) ubicaron numerosas vasijas de cerámica grandes en forma de
involucrado en el saqueo de una enorme jarra invertidas —denominadas porrones— que sirvieron de hornos de recalentamiento. En las
tumba de Sicán Medio (datada hacia 1050 áreas metalúrgicas en Pampa de Burros (a 37 kilómetros al surdeste del sitio de Sicán), Hartmut
d. C.) en 1967, en Huaca Menor, que medía Tschauner encontró que, en lugar de estructuras de hornos permanentes, pequeños fogones de
14 × 14 metros y alcanzó los 20 metros de carbón fueron utilizados para recalentar láminas martilladas. Cinceles de varios tamaños he-
profundidad. Se dice que la tumba contuvo chos de aleación de cobre arsenical fueron utilizados para marcar y cortar las láminas de metal
cerca de 500 kilogramos de implementos en formas y tamaños deseados. Pequeñas protuberancias de marga, piedra rica en limo, fueron
de aleación de cobre, algunos de los cuales probablemente usadas para bruñir o pulir la superficie de los objetos terminados.
parecían puntas.
Mientras que los individuos de éli- Relación entre tipos específicos de artefactos y sus composiciones
tes de inferior estatus carecían de grandes
cantidades de objetos de aleación de cobre, En su publicación de 1921, Erland Nordeskiöld fue el primero en escribir acerca de la distri-
ellos o quienes hicieron sus arreglos fune- bución geográfica de diferentes tipos de objetos de metal en el Perú, así como su composición
foto 3. Fotografía de un envoltorio de puntas in situ en la tumba este.
rarios hallaron una manera económica de elemental. Él y subsiguientes investigadores determinaron que los metalurgistas de las culturas
imitar las pesadas puntas. Utilizando una preincaicas de la costa norte producían cobre que contenía alto porcentaje de arsénico. Esta
lámina de metal, los metalurgistas de Sicán produjeron objetos livianos que imitaban el orificio y aleación de cobre ha sido denominada cobre arsenical o bronce arsenical con la finalidad de
la forma alargada de las puntas. Cientos de tales puntas fueron encontradas en entierros de élites distinguirla del bronce, una aleación de cobre con estaño, que empieza a aparecer en la costa
de inferior estatus, donde sirvieron de representación simbólica de los envoltorios de puntas. La norte en contextos arqueológicos solo después de la expansión del Imperio incaico a esta región
excavación de entierros rituales en la cima de Huaca Rodillona reveló otro tipo de objeto de lá- alrededor de 1470 d. C.
mina metal. Entre 60 y 100 piezas rectangulares de láminas de aleación de cobre fueron cubiertas La presencia de arsénico en el cobre afecta las propiedades del metal. Para recalentarse,
por envoltorios de tela y numerosos envoltorios fueron depositados con cada entierro. el cobre puro necesita alcanzar los 1.085 °C, mientras que el cobre con solo 4 por ciento alcanzará
98 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos tecnología y organización de la producción de cobre arsenical sicán | Aniko Benzúr 99

el estado completamente líquido a los 1.039 °C. Por lo tanto, los metalurgistas de Sicán descu- lingotes de aleación de cobre y artefactos para cocina, así como los productos de otros especia-
brieron probablemente que era más fácil calentar y vaciar el cobre arsenical. Las investigaciones listas (por ejemplo, cerámica y textiles).
de Paul Budd, Peter Northover y Heather Lechtman han mostrado que las aleaciones de cobre La minería, producción de metal y actividades de procesamiento fueron documentadas
arsenical tienden a ser más fuertes y duras que el cobre puro, pero se mantienen dúctiles aun en un número de diferentes sitios, y la separación espacial de estas actividades nos permite con-
luego de una deformación extensiva mediante el martillado. El incremento del arsénico causa que cluir que grupos distintos de gente las realizaron utilizando tecnología virtualmente idéntica. Esta
el color de la resultante aleación de cobre cambie de rojo a dorado, y eventualmente a plateado diferenciación de tareas impactó en el flujo de materiales de una etapa de actividades de la cadena
con altos niveles de arsénico. metalúrgica a otra. El estudio de las instalaciones del taller en cerro Huaringa sugirió que la recu-
El párrafo anterior sugiere que los metalurgistas de Sicán pudieron encontrar ventajoso peración de prills de cobre de la escoria y su subsecuente producción de lingotes fue cercanamente
escoger las aleaciones de cobre con altos niveles de arsénico como las más apropiadas para alcan- coordinada con el trabajo de una unidad de fundición consistente de numerosos hornos.
zar las propiedades deseadas del producto final. Para diseñar un cincel para cortar formas a partir No hubo, sin embargo, evidencia de un taller asociado directamente a la herrería que
de una delgada lámina de metal, por ejemplo, los artesanos idealmente hubieran utilizado cobre recibiera la producción de lingotes de las unidades de fundición en cerro Huaringa. Si bien es
con 4-6 por ciento de arsénico y habrían formado el borde cortante martillándolo. El trabajo posible que la herrería se efectuara en una porción sin excavar del sitio, lo es también que los
mecánico de la aleación pudo haber incrementado la dureza del borde, así como su resistencia lingotes fueran distribuidos hacia otras ubicaciones, como la Huaca Sialupe, donde la herrería
a la deformación adicional, equipando así al cincel con las propiedades necesarias para su buen del cobre dependía de las fuentes externas para las provisiones de metal y reciclado local.
funcionamiento. En su publicación de 1981, Lechtman observó precisamente esta correlación de La ubicación física de las actividades metalúrgicas no solo nos dicen acerca del f lujo
numerosos cinceles en la colección del Museo Brüning en Lambayeque. material desde la minería hasta los objetos acabados, sino también indican si el artesano trabajó
Además de encontrar ejemplos similares indicativos de la selección de aleaciones de de manera relativamente independiente, o si sus actividades fueron controladas o reguladas en
cobre arsenical por sus propiedades deseadas, Lechtman también halló numerosos casos para su un nivel más alto. El estudio de Hartmut Tschauner en el sitio de Pampa de Burros sugiere que
uso ‘indiscriminado’ en su revisión de 1996 de cobre arsenical en las Américas. Mi análisis de los trabajadores metalúrgicos locales no estuvieron bajo el control directo de miembros de la
más de 400 objetos de Sicán de aleación de cobre encontró que los metalurgistas fueron clara- élite Sicán Medio o del Estado, ya que no existe ningún montículo de Sicán Medio en una dis-
mente capaces de crear el mismo tipo de objeto a partir de un gran rango de composiciones de tancia de 10 kilómetros desde el sitio. Más aún, no hay evidencia arquitectónica para los accesos
aleación. Mientras los artesanos de Sicán se dieron probablemente cuenta de las diferencias en restringidos a los talleres adyacentes y no hay estructuras que parezcan servir de base de una
la apariencia y comportamiento de las aleaciones de cobre arsenical con diversos contenidos de supervisión en el sitio. El contexto de Pampa de Burros es inusual en este sentido y merece mayor
arsénico, aparentemente no relacionaron o no pudieron relacionar el contenido de arsénico en la análisis, ya que los talleres de herrería de Sicán excavados hasta ahora estuvieron ubicados cerca
materia prima con el tipo de propiedades del producto final deseado. de centros cívicos o ceremoniales indicados por la presencia de montículos de adobe (como en
los casos de las huacas Chotuna, Loro y Sialupe).
La organización de la fundición y trabajo metalúrgico de la aleación de cobre Agujas, ornamentos de metal y puntas de láminas fueron parte del repertorio de espe-
cialistas independientes en Pampa de Burros. Este tipo de objetos ha sido recuperado de entierros
La evidencia arqueológica recolectada por el Proyecto Arqueológico Sicán y Hartmut Tschauner de élite de estatus inferior y de entierros que no pertenecieron a la élite, lo que sugiere que los
ubica las actividades de fundición y trabajo metalúrgico de Sicán fuera de los ambientes domésti- productores de Pampa de Burros estuvieron involucrados en una variedad de intercambios. Ellos
cos. La cantidad de metal fundido o el número de objetos producidos por una unidad de trabajo pudieron proveer de adornos especiales, puntas de láminas y otros bienes de prestigio a clientes
excedía lo que su unidad social inmediata —como las familias extensas de los metalurgistas— de élite en la forma de tributo, mientras también se proveían de bienes más utilitarios a ellos
consumía. Esto sugiere que los mecanismos resultaron del intercambio directo e indirecto de mismos y a otras comunidades mediante un intercambio sin restricciones.
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Las investigaciones de Shimada y Montenegro en la Huaca Sialupe encontraron que es objetos. Los envoltorios fueron originalmente amarrados con cuerdas de fibra vegetal, restos de
muy probable que los trabajadores metalúrgicos y ceramistas de Sicán experimentaran más restric- los cuales se han preservado a la corrosión cubriendo algunos de los objetos. El análisis inicial
ciones y control que los artesanos de Pampa de Burros. La gran cercanía de la Huaca Sialupe a la de las puntas indicaba un significativo grado de variación tanto en la forma como el tamaño
Huaca Pared-Uriarte, un centro de Sicán Medio con funciones residenciales y ceremoniales, hace en el interior de cada envoltorio. Esta observación llevó a la investigación a explorar también
compleja la asociación de este taller con la plausible élite residente en las cercanías. Adicionalmente diferencias composicionales entre los objetos y exploró las causas de la variación en términos de
los arqueólogos excavaron un recinto con interior enlucido que no contenía restos relacionados tecnología y organización de la producción, así como las maneras que pudieron llevar a la depo-
con la producción. Esta estructura puede haber alojado personal de supervisión que representaba sición de las puntas en la tumba.
los intereses de las élites cercanas en el control de la distribución de la cerámica negra finamente Un riguroso estudio de variación morfológica entre las puntas se realizó basado en las
pulida y de los artefactos producidos en aleación de cobre y oro. mediciones del peso y otras diez dimensiones diagnósticas de 266 objetos (figura 2) . El rango del
Mientras que la producción de especialistas de Sicán Medio trabajando en la Huaca peso de las puntas va desde 160 a 610,5 gramos, promediando 404 gramos. Sustentadas en su peso,
Sialupe pudo ser regulada hasta cierto punto, estos artesanos disfrutaron de una relativa autono- las puntas no pueden ser fácilmente clasificadas en grupos discretos, además los envoltorios que
mía cuando se trataba de decisiones tecnológicas y de la organización del trabajo en el interior las contuvieron presentan amplia diferencia en los pesos. Más aún, la gran variabilidad notada
de sus talleres. Esto está ilustrado mediante la producción de cerámica y el uso y la distribución para el peso de las puntas también se extiende a su longitud, diámetro y profundidad del orificio,
de carbón de leña (ver capítulo de D. Goldstein) en el sitio. Los productos hechos aquí presentan y las dimensiones de su cuchilla, que es la parte sólida del objeto. Esto sugiere que los artesa-
rasgos claramente reconocibles como de Sicán Medio, pero hay diferencias visibles en estilo y nos de Sicán no presentaron restricción en la
calidad de ejecución cuando se les compara con vasijas de la capital de Sicán a solo 22 kilómetros producción de puntas de formas y tamaños
de distancia. El control por las poblaciones de élite circundantes no se extendió a estos aspectos de estandarizados.
la producción cerámica. Otra área donde los ceramistas parecen que tuvieron considerable auto- Los objetos utilitarios muestran fre-
nomía fue la manera como utilizaron moldes para alcanzar las formas de las vasijas requeridas. cuentemente un gran grado de consistencia
Como los ejemplos de Pampa de Burros y la Huaca Sialupe lo sugieren, la producción de en diseños, debido en parte a las expectati-
objetos de aleación de cobre fue realizada por especialistas que experimentaron diferentes niveles vas de los consumidores de que los objetos
de control por miembros de la élite Sicán o del Estado. El control externo probablemente jugó un realicen sus funciones de manera adecuada.
rol en dirigir los materiales entre las etapas productivas —como la fundición y la herrería— y en Las puntas de la tumba este no parecen haber
determinar la cantidad y naturaleza de al menos algunos de los productos finales. Sin embargo, sido terminadas ni usadas. Si fueron manu-
el control no parece haberse extendido a la organización interna de los talleres y al control de las facturadas y acumuladas para el propósito de
decisiones tecnológicas de los artesanos. su colocación en la tumba este, entonces los
diseños estandarizados no deben haber sido
Un estudio de caso de la tecnología de aleación de cobre y su organización: puntas de importantes para los consumidores, ya que
la tumba este de Huaca Loro nunca se esperó que estas puntas fueran usa-
das en funciones utilitarias.
La excavación de la tumba este de la Huaca Loro contiene el único conjunto de implementos Análisis estadísticos de numerosas
de aleación de cobre arsenical en un contexto de Sicán que han sido documentada y estudiada dimensiones de puntas encontraron que no fig. 2. Dibujo de las dimensiones diagnósticas de las puntas utilizadas para estudiar
la variación morfológica en el interior de los envoltorios de puntas para establecer
científicamente. Las 489 puntas fueron depositadas en 15 grupos o envoltorios de cerca de treinta hubo una relación fuerte entre la forma y conglomerados o grupos.
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el tamaño de las puntas y su ubica- Estos conglomerados, sin embargo, no coinciden con el agrupamiento de las puntas sustentado en
ción en un envoltorio particular. En los envoltorios o en el tamaño y forma. La falta de correlación entre el contenido de arsénico de
otras palabras, el agrupamiento de es- las puntas y su diseño sugiere que los productores no se preocuparon en las ventajas que los nive-
tos objetos en el interior de la tumba les altos de arsénico hayan podido impartir, o que su habilidad para controlar esta variable haya
no se basó en similitudes físicas. Los sido limitada. Al parecer los artesanos fueron capaces de producir puntas de un amplio rango de
métodos estadísticos, como el análi- tamaños y formas sin importar la composición de la aleación. Ya que las puntas en la tumba este
sis de conglomerados, posibilitaron la no fueron hechas con la intención de ser usadas, el control de la composición en la aleación, aun
categorización de las puntas con base si el metalurgista de Sicán era capaz de controlarla, no era relevante.
en dimensiones similares, siendo los El descubrimiento de que las puntas morfológicamente similares, que hayan podido ser
ocho grupos resultantes más homo- producidas por el mismo taller o unidad de producción, pueden tener diferentes composiciones
géneos en apariencia que los envolto- significativas en la aleación nos dice algo acerca del flujo de materiales entre varias etapas pro-
rios de puntas. Estos conglomerados ductivas. La composición de elementos traza de las aleaciones de cobre arsenical puede servir de
pueden representar las unidades de indicador de las fuentes particulares de mineral, de las cuales los talleres de fundición obtuvieron
producción o productores con méto- sus materias primas, ya que el estudio de los hornos muestra una consistencia significativa en la
dos similares de trabajo, preferencias tecnología de fundición empleada en diferentes sitios. El uso de aleaciones de cobre arsenical con
y habilidad. Mientras que los conglo- diferentes perfiles de elementos traza en una sola unidad metalúrgica puede reflejar la confianza
merados de las puntas fundamentados de la unidad en múltiples fuentes para sus requerimientos de suministro de metal. Estas fuentes
fig. 3. Dibujo del proceso de manufactura de una punta deducido de los estudios metalúrgicos
y su análisis visual (basado en diagramas realizados por Heather Lechtman y Luisa Vetter).
en las dimensiones son más similares habrían incluido talleres de fundición que explotaban diferentes minas, así como metal reciclado
a sí mismos que las puntas pertene- por los artesanos en la propia unidad metalúrgica. El uso de aleaciones de cobre arsenical con
cientes a un mismo envoltorio, hay aún una variación notable entre ellos. composiciones muy similares hechas por múltiples unidades metalúrgicas podría señalar que estas
Ya que las puntas fueron producidas una a la vez mediante la formación mecánica de una unidades recibieron suministros de aleación de fundidores que confiaban en compartir una fuente
vara vaciada de metal (figura 3) , el método de manufactura fue responsable por cierto grado de va- de mineral.
riación en la forma y el tamaño de la producción de un taller o un artesano. Grupos basados en las El involucramiento de múltiples talleres de fundición e infraestructura metalúrgica en
dimensiones de las puntas contienen objetos de múltiples envoltorios. Si la similitud morfológica la producción de las puntas de la tumba este no es sorprendente, dada la cantidad total de metal
identifica a los productores de las puntas, entonces envolver los objetos realizados por diferentes que este conjunto representa. La producción de cerca de 250 kilogramos de aleación de cobre
productores pudo deberse a la acumulación de puntas en un largo periodo de tiempo, y la reunión arsenical habría requerido la productividad de aproximadamente 555 series de fundición si cada
de los envoltorios de este suministro justo antes del entierro. una producía cerca de 450 gramos de prills en promedio. Este estimado se basa en experimentos
Análisis elemental de 86 puntas, utilizando una microsonda electrónica, fue conducido de reproducción realizados por Epstein, Merkel y Shimada, que sugieren que la producción de
para investigar si las similitudes en tamaño y forma también se extendían a similitudes en com- cada uno era de 300 a 600 gramos. Estos investigadores estimaron que un solo taller realizó solo
posición. El contenido de arsénico de las puntas varía entre 1,06 por ciento y 5,23 por ciento de tres series de fundición cada día. Dada esta baja producción diaria, es razonable esperar que un
arsénico, con un promedio de 3,03 por ciento de arsénico. Cantidades detectables de níquel, bis- número de diferentes talleres, probablemente en diferentes sitios, participara en la fundición del
muto, antimonio, azufre y plata también estuvieron presentes en numerosos objetos. El análisis metal utilizado para fabricar las 489 puntas, aun si parte de la materia prima provino del reciclado
estadístico de los datos distinguió cinco grupos de puntas basados en su composición elemental. del metal en sitios metalúrgicos.
104 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos 105

La preparación de la tumba este y su abundante y diverso contenido debe haber involu- Los vasos en la orfebrería Sicán
crado esfuerzo considerable de las múltiples personas o grupos con obligaciones sociales u otro
tipo de obligaciones hacia los muertos y sus sobrevivientes. La inclusión de numerosos productos
hechos por especialistas expertos y la presencia de materiales adquiridos por medio del comercio
de larga distancia sugieren que los fallecidos tuvieron acceso directo a la producción de los espe-
cialistas, o que mantuvieron relaciones con los individuos o grupos que brindaron acceso directo
Paloma Carcedo
o indirecto a estos bienes. El estudio morfológico y composicional de las puntas de la tumba este
brinda una forma concreta de ilustrar la compleja red de recursos comandada por los miembros
de la élite Sicán.

Bibliografía Introducción
Entre la caída de Moche (hacia 750 d. C.) y la época de f lorecimiento de la cultura Sicán o
Bezur, Anikó Lambayeque hubo un periodo en el que se mezclaron costumbres e ideologías de diferentes fuen-
2003 Variability in Sicán Copper Alloy Artifacts. Tesis doctoral. Departamento de Ciencia de Materiales y Ingeniería, Universidad tes, tanto serranas como costeñas, lo que originó una nueva ideología que tuvo por centro político,
de Arizona, Tucson, Arizona. ProQuest/UMI, Ann Arbor, Michigan.
administrativo, religioso y cultural el área que actualmente conocemos como Santuario Histórico
Shimada, I., S. M. Epstein y A. K. Craig
Bosque de Pómac. Allí se construyó un complejo piramidal que marcó la época de florecimiento
1982 Batán Grande: a Prehistoric Metallurgical Center in Peru. Science 216: 952-959.
y auge de esa cultura (900-1100 d. C.). Este periodo, Medio o clásico, como toda etapa de floreci-
Shimada, Izumi
miento de una cultura, constituyó un marcador del estilo.
1994 «Prehispanic Metallurgy and Mining in the Andes: Recent Advances and Future Tasks». En In Quest of Mineral Wealth:
Aboriginal and Colonial Mining and Metallurgy in Spanish America, editado por Alan K. Craig y Robert West, pp. 37-73.
Uno de los aportes más fascinantes que nos ha dejado la cultura Sicán son los impresionan-
Geoscience and Man 53. Universidad Estatal de Louisiana, Baton Rouge, Luisiana, Estados Unidos. tes ajuares funerarios caracterizados por extraordinarios objetos metálicos y orfebrería encontrados
Shimada, Izumi y Jorge Montenegro en las tumbas de élite ubicadas en el Santuario Histórico Bosque de Pómac1. Desde las primeras
1993 El poder y la naturaleza de la élite Sicán: una vista de la tumba en Huaca Loro, Batán Grande. Boletín de Lima 15 (90): apariciones de estas piezas en el mercado nacional e internacional, así como en colecciones públicas
67-96. y privadas2, hasta las excavaciones científicas realizadas por el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS)3,
la cantidad de piezas de oro, plata y cobre vinculadas a las tumbas de esta área resulta asombrosa.
Si bien es cierto que dentro de la orfebrería las piezas más conocidas son las máscaras y
los tumis, ambos con la representación del rostro de la deidad sicán4, los vasos encontrados en
1 El complejo lo forman las majestuosas pirámides truncas de adobe de la Huaca Lercanlech o Rodillona, la más monumental y alta
del complejo, Huaca Loro, Huaca Las Ventanas, quizá la más importante por estar en el centro del complejo, Huaca Corte, Huaca
La Merced y Huaca Colorada.
2 Anzte (1930) publica objetos reunidos entre 1875 y 1925 por Heinrich Brüning. Valcárcel (1937, 1938) y Tello (1937a, 1937b) publican
los hallazgos de objetos de oro que llegaron a formar parte de los fondos del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia
del Perú (MNAAHP). Parte de estos fondos fueron robados en 1981. A finales de la década de 1950 y la década de 1960, saqueos
importantes fueron a colecciones públicas y privadas del Perú, Estados Unidos y Alemania. Ver también Carcedo y Shimada 1985.
3 Durante 1990-1992, 1995-1996, 2006 y 2008.
4 El tumi se utiliza como símbolo del Perú en numerosas empresas oficiales. Para lectura sobre los tumis ver: Carcedo 1998.
106 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 107

estas tumbas de élite forman un complejo corpus, muy poco conocido y pocas veces publicado, factores explican esta carencia: a) los escasos objetos metálicos que hasta hace poco se habían
que sintetiza de manera espectacular, tanto morfológica como iconográficamente, las influencias encontrado en contextos arqueológicos ajenos a la costa norte del Perú; b) la escasez de ellos en
serranas y costeñas de las culturas Huari/Tiahuanaco, Pachacámac y Moche. En este estudio se las instituciones públicas y privadas en comparación con la cerámica; c) los pocos especialistas
analiza la variedad estilística e iconográfica 5 de las formas y los diseños de los vasos metálicos, que quieren dedicarse a estudiar e investigar los metales, quizá pensando de antemano que
que es mucho más repetitiva y se estructura de manera distinta a la iconografía narrativa que constituyen simples adornos y que su estudio es secundario como indicador cultural, en relación
usaron sus antecesores moches en los vasos de cerámica o los chimúes en los de metal. con otros soportes más tradicionales, como la cerámica y la arquitectura.
Los descubrimientos en estas últimas décadas de tumbas de personajes de la élite moche
Los vasos: formas y estilos —como aquellos de las tumbas de Huaca Rajada9, las sacerdotisas de San José de Moro10, la Dama
de Cao11, los individuos recientemente descubiertos en Ucupe12 (y de la élite de Sicán), recuperados
Las enormes cantidades de objetos de metal que se han encontrado en los entierros de élite por las excavaciones del PAS y del Museo Nacional Sicán— nos permiten inferir que mediante el
del Santuario Histórico Bosque de Pómac —y que no se han hallado en ningún otro sitio de metal se pueden descifrar códigos y símbolos que establecen no solo el estatus social y político, sino
Lambayeque—, así como sus características y variedades de formas, tecnologías y diseños, son también filiaciones divinas, cultos y rituales relaciones con el mundo de arriba y de abajo, con los
indicios suficientes para pensar que el valle medio de La Leche albergó un estilo propio fácil- ancestros y las estaciones secas y húmedas, entre otras. Al mismo tiempo, los análisis morfológicos,
mente imitable, lo que originó que los objetos encontrados o fabricados allí fuesen vistos como iconográficos, estilísticos y técnicos nos ayudan a entender las influencias o los desarrollos propios
diagnósticos para definir esta cultura. de formas, conceptos y tecnologías usados por los artesanos y, sobre todo, a meternos en la mente
Disponer de información sobre un conjunto de más de 300 piezas de oro procedentes del orfebre, que debía sintetizar el universo ideológico proporcionado por la clase dirigente y trans-
de una sola tumba del Santuario Histórico Bosque de Pómac, en Batán Grande —de las cuales ferirlo a una superficie metálica. Para ello debía disponer y estructurar determinados diseños en un
unos 200 son vasos 6 —, y los continuos trabajos de investigación que como miembro del PAS ha espacio único y cerrado en el que interactúan todos los elementos representados, para finalmente
realizado la autora durante más de veinte años7, ha hecho posible reunir un corpus de más de plasmar conceptos o ideas ‘legibles’ para otros. Por otra parte, este universo iconográfico debía estar
300 vasos con los que se ha podido definir categorías, estilos e iconografías típicas en este tipo enlazado de alguna forma con la forma y el uso del propio objeto metálico.
de soporte metálico. La mayoría de los estilos culturales precolombinos han sido determinados Diferentes culturas antiguas peruanas han plasmado en metal formas, conceptos e ideo-
por estudios analíticos de restos de cerámica. Estos identifican varios indicadores a través de los logías que no crearon en otro soporte tridimensional como la cerámica, la piedra o la madera. Es
cuales se pueden establecer pautas para determinar un estilo. Muy pocas veces el metal —y en importante tener esto en cuenta porque suele creerse que determinadas formas y diseños se deben
particular los vasos de oro y plata— ha sido estudiado y visto como indicador de estilo8. Varios encontrar en varios soportes utilizados por una misma cultura, pero esto no siempre es así. En las
5 Por espacio no se explica la tecnología en los vasos; se explicará en una futura publicación. Ver para objetos suntuarios: Carcedo piezas de metal de la cultura Sicán vemos formas y diseños que no aparecen en otros soportes; por
1992: Carcedo 1998; Griffin y Shimada 1994.
ejemplo, en sus vasos de metal hallamos formas y diseños que no se utilizaron en la cerámica.
6 El conjunto de objetos se encuentra en una colección en Estados Unidos. La primera vez que tuve información sobre este ‘tapado’
fue en 1981, gracias a una foto proporcionada por Junius Bird, curador emérito del Departamento de Antropología del American Algunos investigadores13 prefieren denominar Lambayeque a esta cultura y entienden
Museum of Natural History de Nueva York. El doctor Bird me animó a estudiar las piezas de metal encontradas en Batán Grande,
almacenadas en instituciones públicas y privadas tanto de Estados Unidos como de Europa y del Perú. La foto del ‘tapado’ fue
como su área de desarrollo los sitios de Chotuna-Chornancap (que supuestamente pertenece al
publicada por primera vez en Carcedo y Shimada 1985.
7 En las décadas de 1960 y 1970, grandes coleccionistas compraron gran cantidad de piezas, muchas de las cuales forman actualmente 9 Alva 2004.
parte de los fondos del Museo Oro del Perú, en Lima; Dallas Museum of Art, Metropolitan Museum of Art, en Nueva York; y Birming- 10 Castillo 2008.
ham Museum of Art, en Birmingham, Alabama; todos ellos en Estados Unidos y del Hamburg Ethnological Museum y Ethnological
11 Franco y otros 2007.
Museum de Dahlem, Berlín, ambos en Alemania.
12 Bourget 2009.
8 La escasez de evidencias de cerámica en Colombia motivó a Clemencia Plazas a realizar una tipología de estilos precolombinos a
base de los objetos de oro que alberga del Museo del Oro de ese país. 13 Julio Rucabado 2008. Alana Cordy-Collins 1996.
108 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 109

periodo temprano, aunque la evidencia disponible indica que corresponde a los periodos Medio sicanes se encuentren en otras áreas, ya que esta tipología parece encontrarse exclusivamente en
y Tardío), Batán Grande (Periodo Medio-Floreciente)14, Pacatnamú y Túcume (Intermedio Tardío las tumbas del Santuario Histórico Bosque de Pómac.
y Horizonte Tardío). Desde el punto de vista arqueológico aún no contamos con suficiente in-
formación que pueda sustentar esta premisa. Por otro lado, ni en los asentamientos ‘tempra- Forma y estructura del diseño en los vasos
nos’ de Chotuna-Chornancap en el valle bajo de Lambayeque, ni en Pacatnamú en el valle de
Los moches, antecesores culturales de los sicanes, no pusieron mucho énfasis en la fabricación
Jequetepeque, ni en Túcume en el valle de La Leche, se han reportado la cantidad, la magnitud, de vasos en metal, más bien se ciñeron a un diseño simple de copa en oro, plata o cobre, libre
el estilo o la iconografía de los objetos metálicos encontrados en el Santuario Histórico Bosque de diseños icnográficos. Entonces, ¿de quiénes aprendieron los orfebres sicanes la tecnología y
de Pómac, en Batán Grande. Por otro lado, la influencia de Sicán se ha documentado en lugares las formas tan variadas de vasos en metal que llegaron a manufacturar? En el corpus de formas
lejanos al norte y sur de la región Lambayeque y en diferentes soportes. En metal los ejemplos de vasos metálicos estudiados hay dos claramente distintivas: el quero y el vaso doble pico. Un
más importantes corresponden a los entierros encontrados en el cantón de Sígsig en Ecuador, inte- tercero serían los vasos comunicantes, pero son más raros.
grante de la provincia de Azuay15. Sin embargo, hacia el sur, en los valles norteños de Chicama (El Cuando analizamos los vasos en forma de quero, tenemos que mirar hacia al sur, hacia
Brujo) y Jequetepeque (San José de Moro)16, en los de la costa central de Chillón, Lurín y Rímac las culturas Huari y Tiahuanaco, cuyos ceramistas utilizaron intensivamente esta forma que fue
(Ancón, Huallamarca y Pachacamac) y en los sureños de Ica y Pisco se ha encontrado influencia una característica de su estilo. Entonces, ¿la forma de quero en la orfebrería sicán influencia de
sicán en la cerámica y en los textiles, mas no en objetos de metal17. Huari o Tiahuanaco? Aún no tenemos datos arqueológicos suficientes para saber qué ocurrió a
En Pacatnamú y Túcume —señalados por algunos estudiosos como asentamientos de la partir de la fase Tiahuanaco V (hacia 900-1100 d. C.). Algunos vasos de oro en forma de quero se
cultura Lambayeque durante el Intermedio Tardío y Horizonte Tardío— no se han encontrado atribuyen a la cultura Tiahuanaco y otros a Huari, pero son muy escasos los ejemplos y confusas
objetos metálicos de tipología Sicán. En el caso de Pacatnamú, si bien es cierto que los diseños en sus afiliaciones porque proceden de saqueos. Lapiner19 publicó un conjunto de piezas de oro como
los textiles y la arquitectura de sus templos mantienen fuerte relación con la iconografía y formas pertenecientes al periodo Huari Temprano. Este conjunto consta de un quero, un brazalete y dos
arquitectónicas monumentales sicanes, no hay evidencias de hallazgos de metal18. En Túcume orejeras. El quero representa una deidad felínica que sujeta en una mano a un prisionero y en
los metales encontrados están más ligados icnográfica y estilísticamente a la cultura Chimú. En la otra toma de los pelos a una figura que flota, al estilo de las cabezas trofeo. Young-Sánchez 20
resumen, la influencia de Sicán fuera del Santuario Histórico Bosque de Pómac se manifiesta ma- asigna el mismo quero a Tiahuanaco. En cambio, otro quero de oro de supuesta filiación hua-
yormente en la arquitectura, la cerámica y los diseños de textiles, y en algunos casos en el uso de ri, según el libro Oro del antiguo Perú21, representa en repujado la deidad de la Portada del Sol
máscaras metálicas en fardos o entierros de estilo Sicán Medio de Batán Grande. Es muy difícil que de Tiahuanaco, pero con decoración incisa como aquel publicado por Lapiner. Es decir, ambos
otros elementos metálicos como tumis con la figura tridimensional de la deidad sicán, vasos, coro- queros comparten formas y técnicas decorativas. ¿Serán ambos tiahuanaco o huari? Estos orfe-
nas, diademas, narigueras, brazos, y otros ornamentos metálicos típicos de los objetos suntuarios bres, como más tarde los sicanes, manufacturaron vasos de oro en forma de queros utilizando
la técnica del laminado y embutido profundo. Es decir, ‘modelaron’ las piezas de metal como si
14 Grandes catástrofes naturales, como el Fenómeno de El Niño ocurrido hacia 1100 d. C. obligaron a las poblaciones a mudarse en
busca de nuevas tierras, asentándose unos en el sitio de Túcume, por el norte, algunos en el valle de La Leche y otros en Chan
fueran de cerámica.
Chan, por el sur, hasta la conquista de esta área hacia 1375 d. C. por los chimúes. Si la cultura Huari/Tiahuanaco influenció en la de Sicán, ¿por qué se popularizó entre los
15 El tesoro del Sígsig fue hallado fortuitamente en 1899 y se encuentra en el National Museum of American Indians en Washington, orfebres sicanes la forma de quero y no entre los ceramistas? ¿Por qué los orfebres sicanes no se
D. C. (Saville 2000).
16 Franco 2009, Franco y otros 2007. 19 Lapiner 1976, láminas 580 y 581. El conjunto, según Lapiner, se parece a otro que se encuentra en el American Museum of Natural
History de Nueva York y que se encontró en una isla en el lago Titicaca.
17 Segura y Shimada este volumen. Schmidt 1929 publica textiles de Pachacámac pertenecientes a la colección de W. Gretzer en el
Ethnological Museum Dahlem, Berlín, Alemania. 20 Young-Sánchez 2004: 62.

18 Donnan y Cock 1983-1985, 1986. 21 Lavalle 1992. Oro del Antiguo Perú. Lámina 206.
110 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 111

conformaron con una sola forma de quero y utilizaron en metal casi la misma variedad de formas engastes. Esta manufactura de piezas tridimensionales por medio de uniones de diferentes láminas
de queros que encontramos en la cerámica huari? Durante el Intermedio Tardío y el Horizonte se encuentra dentro de la tradición de Nazca, Moche28 y Sicán 29. Su manufactura es completamen-
Tardío, culturas posteriores como Chimú e Inca continuaron manufacturando la tradicional forma te diferente a aquella de los queros metálicos que fueron hechos con una sola lámina embutida.
de quero, al mismo tiempo que la producción de vasos de metal se dispersó por toda la costa cen- Este tipo de vaso de doble pico no es común, son pocos los documentados y, a excepción de un
tral con una forma de quero casi uniforme, que llamamos ‘vasos efigie’22. Los chimúes, que como grupo de vasos simples sin decoración encontrados en un entierro en la Huaca de Las Ventanas
los sicanes utilizaron la forma de quero en metal pero no en cerámica, estructuraron los diseños en el Santuario Histórico Bosque de Pómac, no se conocen grupos de vasos iguales como ocurre
en los queros metálicos con complejas iconografías figurativas configurando escenas narrativas y con los queros, aunque sí guardan entre ellos cierta semejanza, y varía simplemente el conjunto
una especie de horror al vacío, muy diferente a como lo hicieron los sicanes23. Los incas, por el de motivos iconográficos como animales, perros o felinos y figuras humanas.
contrario, no utilizaron en las superficies de los queros de metal motivos iconográficos complejos, Si existía una tradición orfebre de manufacturar vasos queros de oro en las culturas
sino más bien se valieron de diseños geométricos como los utilizados en sus queros de madera serranas del sur, que adoptaron los orfebres sicanes, también debemos tomar en cuenta que tomó
o, en todo caso, no emplearon ninguno. Por el contrario, trabajaron las superficies externas con un tiempo aprender las nuevas formas y tecnologías, como la embutición profunda, el repujado
diseños de bandas embutidas horizontales y escalonadas. El quero metálico estuvo vigente hasta y el cincelado en superficies curvas. Por otro lado, no solo debieron aprender una nueva tecno-
la conquista española. Las diferencias principales entre una cultura y otra radican en los diseños logía, sino también la nueva forma de estructurar en la superficie curva del vaso el esquema de
utilizados y en la manera de estructurarlos en la superficie del vaso, mas no en la forma externa los nuevos diseños iconográficos.
del recipiente.
Otra forma de vasos de metal es la de doble pico con o sin puente y pedestal o gollete. Concepto del diseño
Esta forma adoptada y usada por los sicanes tanto en cerámica como en metal es tradicional en la
Las sociedades no son estáticas, se van transformando, moviendo y atravesando por procesos cam-
cerámica nasca de la costa sur y fue introducida en el norte durante el Intermedio Temprano por
biantes. Normalmente estas transformaciones van unidas a cambios políticos y religiosos, y estos
los ceramistas del periodo Moche Tardío. Si bien es una forma bastante consistente en la cerámica,
traen consigo cambios estilísticos. Es decir, un cambio estilístico permite ver que en ese momento
aparece por primera vez en metal con los orfebres sicanes, pero no hay muchos ejemplos metálicos
y espacio ocurrió algo que modificó los íconos, los soportes en los que representaban y el ‘lenguaje’
y tampoco fue adoptada por los orfebres de culturas posteriores como la Chimú o Inca 24. Es curioso
visual o la estructuración de la representación de las imágenes fundamentalmente las religiosas.
que los orfebres sicanes adoptasen esta forma, y no el modelo moche de cerámica asa estribo, que
La ‘construcción’ de la nueva ideología religiosa y su aceptación por las diferentes y dis-
se utilizó tanto en la cerámica y en objetos de metal por culturas anteriores como Cupisnique25, y
persas poblaciones originadas después de la ruptura de la unidad moche (750-800 d. C. aproxima-
adoptada tanto en la cerámica como en los objetos de metal por sus sucesores chimúes26.
damente) debieron tomar tiempo no solo para ser aceptada, sino también para ser aplicada a las
Desde el punto de vista tecnológico, estos vasos fueron confeccionados con varias lá-
nuevas formas y diseños de los bienes suntuarios. Así, alrededor del 900 d. C., época floreciente
minas unidas mecánica y metalúrgicamente27, con decoración recortada, repujada, embutida y
de esta cultura dotada de un fuerte y poderoso poder político y religioso, capaz de dominar un
22 Carcedo y otros 2004.
extenso territorio, ella estaba preparada para manufacturar bienes suntuarios excepcionales con-
23 Ver dibujo de vaso de plata chimú en este artículo.
trolados por un prestigioso grupo de poder religioso y político. Sin estas características es impo-
24 Rondón Salas (1965-1966) describe este tipo de vasos y los afilia a la cultura Chimú en una época en la que aún se carecía de
mayor información. sible que los bienes suntuarios alcancen el nivel excepcional que tuvieron. Los sicanes supieron
25 El American Museum de Natural History de Nueva York tiene dos extraordinarios vasos de oro con asa estribo que fueron catalogados transmitir su sentimiento religioso a través de los objetos suntuarios y posiblemente esto integró
como de Cupisnique y que procederían del valle de Huarmey, costa norte del Perú (Emerich 1977, figura 6).
a los diferentes grupos étnicos (véase Shimada en este volumen). Por eso, la élite que controlaba
26 Lapiner 1976, lámina 600.

27 Por unión mecánica se entiende el uso de elementos metálicos terceros como grapas, alambres y otros. Por unión metalúrgica se 28 Lechtman 1996: 147-162.
entiende utilización de calor. 29 Carcedo 1998.
112 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 113

la manufactura de los bienes suntuarios —como los vasos— tuvo que asegurarse de que el nuevo una banda horizontal en medio del vaso? ¿Cambia el significado de un elemento iconográfico según
orden iconográfico impuesto era comprendido por todos. el lugar en que se coloca o los elementos que lo acompañan? Resulta curioso que el ícono del ave
Este orden iconográfico no solo era definido por la introducción de nuevos soportes rituales vaya acompañado siempre por figuras antropomorfas, ya sean frontales o de perfil, e incluso solo
e íconos, sino también por la manera de disponerlos espacialmente en los soportes, en este caso los el rostro. ¿El ave es el complemento de la figura antropomorfa o se asocia a ella por alguna razón
vasos. Todo cambio o novedad estilística toma tiempo, esfuerzo y destreza para que se aplique correc- religiosa? Como bien se señala, «los modelos icnográficos parten de ideas de homologías y asocia-
tamente en un soporte. ¿Adoptaron los orfebres sicanes de los ceramistas huaris no solo la forma de ciones que construyen el aparato conceptual. Así, la disposición de los elementos y sus asociaciones
quero, sino también la manera de estructurar en la superficie del vaso los elementos iconográficos? están llenas de significados» (Golte 2009: 61). Es decir, el artista utiliza elementos reconocidos por
En determinado contexto de uso social, y desde la perspectiva de quien lo visualice, un la sociedad y los reproduce en los objetos materiales, de tal manera que tanto el soporte que utiliza
ícono puede evocar diferentes mensajes o interpretaciones según su distribución y organización en como el lugar donde los ubica y los otros elementos icnográficos que dispone en el mismo objeto
un espacio iconográfico determinado, con los otros íconos de este espacio con los que interactua- forman un conjunto capaz de transmitir una idea o un dogma30.
rá. Por ello es muy posible que en el momento de elegir, disponer y estructurar espacialmente los
elementos que conforman la unidad iconográfica del vaso, los orfebres cuidasen especialmente que Iconografía y figuras
su ‘lectura’ diera a conocer correctamente el mensaje deseado. Por ejemplo, los íconos de rostros
con tocado semicircular, sean frontales ([vasos 10.2 y 10.6]) o tan solo la representación posterior Lo excepcional de estos vasos es que muchos
del tocado (vaso 10.10), van siempre en la parte superior, mientras que otros íconos acompañantes de ellos se manufacturaron en grupos, con
como ranas, sapos o cabezas del felino o serpiente mítica, van en la parte inferior. Este esquema se al menos 15 piezas iguales y se enterraron
repite en numerosos vasos. El rostro nunca va en un nivel inferior. encajados unos en otros. Por eso encontra-
Aunque en los vasos de metal encontramos poca variedad de diseños, estos se distribuyen mos vasos iguales o muy parecidos dispersos
de diferentes maneras y en distintos órdenes espaciales. Con excepción de los vasos con escenas en colecciones públicas y privadas del Perú,
relacionadas con las olas y el mar, que otorgan cierto ‘movimiento narrativo’ a la escena (vaso 7.4), Estados Unidos y países de Europa. Pero que
la mayoría de los diseños de los vasos están ordenados y distribuidos en campos enmarcados, en se parezcan no quiere decir que sean exac-
los que predominan la simetría y repetitivas unidades básicas de diseño que dan la sensación de tos; siempre hay algún detalle que los dife-
ser estáticos, siguiendo pautas muy parecidas a aquellas de los vasos de cerámica huari. Es decir, en rencia y, a pesar de ser iguales morfológica
lugar de escenas narrativas encontramos personajes o figuras aisladas que interactúan con elementos y estilísticamente, se aprecia que no fueron
asociados. Por ejemplo, cuando el diseño de ave va encerrado en una sección cuadrada, como un hechos por la misma mano (figura 1) . Grupo
tocapu, suele representarse de tres maneras: a) solo, en bandas horizontales y a diferentes alturas de seis vasos iguales.
(8.1; 8.2 y 8.3); b) formando un diseño en damero asociado a un dibujo geométrico escalonado que Por forma y simbología hemos di- fig. 1. Foto de seis vasos de oro simples sin decoración. Categoría 1.1. Cuando se
termina en ola (8.4); y c) asociado a rostros antropomorfos de perfil con tocado romboidal (10.11). agrupan los vasos es más notorio que se parecen, pero que no son exactos. Los
vidido los vasos en diez categorías:
seis son del Museo de Oro del Perú. MOP/M-00088; MOP/M-00061 y MOP/M-00079;
Por el contrario, cuando el ave no aparece encerrada en un tocapu, se representa asociada a figuras 1. Vasos sin diseños (del 1.1 al 1.11). MOP/M-00075; MOP/M-00089; MOP/M-00065. Foto: Paloma Carcedo.
antropomorfas y en hileras o bandas horizontales que se repiten en la sección inferior del vaso (3.2.1
30 Por ejemplo, en la iconografía cristiana, la complejidad del dogma de la Inmaculada Concepción o la maternidad de la Virgen se re-
y 3.2.2), o verticales como separador de figuras importantes o de élite (3.2.2 y 3.1.6). Aquí habría sume en representar a María como una mujer con la Luna bajo de los pies. Lo mismo ocurre en algunas advocaciones del martirologio
que preguntarse ¿por qué un mismo elemento iconográfico, por ejemplo el ave, aparece unas veces y santoral católico. Por ejemplo, Santa Bárbara, que murió como mártir por defender la fe en la Santísima Trinidad, se representa
con una torre con tres ventanas que representa a la Santísima Trinidad en su mano derecha, y otras veces aparece con un cáliz en
en la parte inferior del vaso, otras separando escenas verticales y también encerrada en tocapus en la mano, que simboliza su conversión al cristianismo.
114 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 115

2. Vasos efigie. A su vez se dividen en: a lo que se ha llamado vaso


2.1. Vasos efigie con deidad con colmillos. CATEGORIA 1 cubilete (1.8) y otros tie-
2.2. Vasos efigie sonajas. nen las formas típicas de
2.3. Vasos efigie con deidad con Spondylus (una concha marina tropical), con repre- los vasos huaris encon-
sentación de esqueleto o sin ella. trados en el área de las
2.4. Vasos efigie de cuerpo globular. ofrendas de alfarería de
3. Vasos con diseños de personajes completos. A su vez se dividen en: Moraduchayoq (1.5; 1.6 ;
1.1 1.2 1.3
1.4 1.7) (Cook 1994). (Figura 3:
3.1. Figuras de cuerpo entero con casquete semicircular, tocado de plumas, con bácu-
los o sin ellos. Pueden estar de frente o de perfil (del 3.1.1 al 3.1.7). foto vaso de cerámica colección

3.2. Figuras con adorno trapezoidal, tocado de plumas y báculos. Acervo Leistenschneider ). La
3.3. Figuras que se representan en los vasos que porta en una mano el personaje prin- mayoría de los vasos son de
cipal en los entierros (del 3.2.1 al 3.2.6). oro, pero se han utilizado
1.8 secciones de plata para di-
4. Vasos con incrustaciones (del 4.1 al 4.7). 1.5 1.6 1.7
señar la banda horizontal.
5. Vasos doble pico. Se dividen en:
A diferencia de los cuen-
5.1. Doble pico sin decoración, sin asa puente y sin base. 1.10 1.11
1.9 cos, los tazones tienen una
5.2. Doble pico con asa puente escalonado con base o sin ella.
fig. 2. Categoría 1. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 1. Dibujo: Magaly R. Landaveri.
base plana y ninguno pre-
5.3. Doble pico con gollete.
senta decoración.
6. Vasos comunicantes con figuras. El vaso 1.2 es ex-
7. Vasos con diseños de olas y animales relacionados con el mar. cepcional por tener un diseño en forma de soga en la unión del gollete con el cuerpo globular
8. Vasos con aves. Símbolos como en tocapus (8.1; 8.2; 8.3 y 8.4). del vaso. Este elemento puede emular la soga que llevaban
9. Vasos con formas de animales (9.1; 9.2 y 9.3) atada al cuello los prisioneros, tal como se aprecia en la
iconografía moche.
10. Vasos decorados con elementos individuales (del 10.1 al 10.11).
2. Vasos efigie (del 2.1 al 2.4). Categoría 2 figura 4 . En este gru-
1. Vasos sin decoración de imágenes (del 1.1 al 1.11). Categoría 1 figura 2. En esta categoría hay
po, los rostros aparecen con atributos iconográficos muy
seis formas diferentes de vasos: a) en forma de quero, que a su vez presenta cinco formas dife-
particulares, como los colmillos, que no se encuentran en
rentes (1.4; 1.5; 1.6; 1.7; 1.8); b) en forma de copa con pedestal (1.9); c) en forma de cuencos o
ningún otro vaso o soporte y que han caracterizado a las
escudillas (1.10) y de tazón (1.11); d) con perfil en forma de S y base (1.3); e) con forma de cántaro
figuras sobrenaturales o míticas. Aunque constituyen un
(1.2); f) vasos con base globular con gollete ancho (1.1).
rasgo importante que define a los dioses, no aparecen en
Las cinco formas de quero se diferencian en la decoración por las disposiciones de las
los tumis ni en las máscaras. Otra característica de los va-
bandas horizontales repujadas sobre la superficie curva del vaso o campo de diseño. Estas áreas de
sos de este grupo es la representación del personaje mítico fig. 3. Vaso de cerámica en forma de quero que presenta la
diseño pueden ser más anchas o estrechas, ir en pares o no, y estar dispuestas en la parte superior misma forma que la figura de la categoría 1.6. No tiene con-
transformado en esqueleto, lo que indica su pertenencia al signado el lugar de procedencia. Colección particular Acervo
e inferior del vaso, en la mitad de él, a un tercio del borde o en él. Algunos tienen forma parecida
mundo de abajo o de los muertos. Todos estos vasos llevan Leistenschneider, Lima. Foto: Paloma Carcedo.
116 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 117

un adorno circular sujeto por una cinta con el típico diseño de chevrones huari, el cual sujeta
Categoría 2
los mechones del pelo32 . Se han encontrado vasos con este diseño y forma de casi un metro de
altura 33 y hasta de 15 centímetros, y los hay en oro y en plata.
2.2. Vasos efigie sonajas. Son vasos muy parecidos a los anteriores. Se confeccionaron
en oro y en plata, con el reverso igual que el anverso, y el uso de láminas que forman elementos
independientes del cuerpo central del vaso. Estos elementos se encuentran en la parte superior de
a b c la cabeza y forman las orejas y una sección elevada que asemeja un gorro en forma de ‘bonete’34.
2.1 2.2 En esta última área, el orfebre aprovecha para colocar diseños calados cuadrados con esquinas en
forma de almena y una pequeña perforación central. Dentro de esta área hay pequeñas bolitas de
cerámica o piedra que producen sonidos cuando se agita el vaso. Las orejas de los vasos de oro
están hechas con dos láminas embutidas y soldadas al cuerpo principal del vaso. Estas presentan
diseños circulares que forman las orejeras, las cuales se decoran con chaquiras de turquesa. La
parte inferior del vaso, o cuello de la figura, presenta círculos repujados decorados también con
a b c
2.4
turquesas. Como en el grupo anterior (2.1), cuando se bebe del vaso, la cara de la figura mira
2.3
hacia abajo.
fig. 4. Categoría 2. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 2. Dibujo: Luis Tokuda.
2.3. Vasos efigie con máscara y portando una concha de Spondylus35. Estos vasos repre-
como tocado un sombrero tipo ‘bonete’ o turbante alto redondo31 que se ha visto en la iconografía sentan en la parte frontal el rostro del personaje sicán con máscara embutida y trabajada en alto
huari, especialmente en las figuras de piedra encontradas en Piquillacta, y que se diferencia del relieve, con los brazos flexionados hacia el pecho y sujetando una concha de Spondylus. El reverso
tocado semicircular típico de la iconografía sicán. Se dividen en tres grupos: muestra dos maneras de representar el pelo: una dividiendo el área en dos campos, donde en la
2.1. Vasos efigie en los que la deidad muestra dientes y caninos en forma de N o col- mitad superior van solo mechones que sobresalen del nivel inferior, y en la parte inferior mecho-
millos. Este tipo de vaso es característico de este periodo. Son vasos con rostros fuertemente nes de pelo que terminan en círculos y van sujetos por una banda de chevrones con un círculo
embutidos que le imprimen un carácter casi escultórico. El rostro del personaje ocupa las tres o placa central (¿placa de metal?). En algunos casos, esta placa está decorada con siete círculos
cuartas partes de la superficie del vaso, siendo el cuello de la figura la boca del vaso. Es decir, que rodean a uno central, y en otras el diseño es llano. Este diseño de chevrones con un adorno
la parte inferior del vaso corresponde a la parte superior de la cabeza del personaje, pues se en- circular es muy parecido a la representación de los vasos 2.1 descritos.
cuentra boca abajo. Como resultado, en el momento de beber y alzar el vaso, la figura mira a la En otros vasos, la composición del reverso es diferente aunque se divide también en dos
persona que bebe. Esta estructuración icnográfica es inusual en los vasos efigie Huari/Tiahuanaco partes: en la superior se representa el pelo con la cinta de chevrones y la placa con un círculo cen-
de cerámica y metal, así como en aquellos confeccionados en plata durante el Intermedio Tardío tral, y los mechones del pelo terminando en círculos. En la mitad inferior se representa el cuerpo
y Horizonte Tardío en la costa central. El reverso presenta un campo de diseño con surcos muy esquelético del personaje, que consiste en tres círculos centrales que por su ubicación anatómica
marcados que representan los mechones del pelo, cuyos extremos terminan unas veces en círculos 32 Este adorno circular también aparece en la parte trasera de los tumis, en que se representa la figura tridimensional del dios sicán.
Ver Carcedo 1998.
y otras en cabezas de la serpiente mítica, elementos muy parecidos a aquellos de los apéndices de
33 Según huaqueros.
las diademas radiantes de los personajes sobrenaturales Huari/Tiahuanaco. Siempre presentan 34 Estos elementos están hechos de modo independiente y unidos metalúrgicamente de seguro por la técnica descrita por Jo Anne
31 Cook 2001. Algunas figurillas encontradas en Piquillacta llevan tocados tipo bonete o turbantes altos como los personajes de estos Griffin como pro-brazing. Griffin 1986.
vasos. Ver las colecciones del Museo de América de Madrid y la del Museo de la Universidad de San Antonio Abad del Cuzco. 35 No sabemos si se representa a la deidad o al ancestro.
118 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 119

indicarían la columna vertebral. En ambos lados de la columna se disponen seis líneas arqueadas
laterales que representarían las costillas. Debajo de los círculos de la columna y costillas se obser-
va una forma trapezoidal que podría ser un taparrabos. En ambos lados del vaso van las piernas
del personaje que miran hacia delante, como si estuviera sentado con las costillas delimitadas
por sus muslos. Esta representación es única en los objetos de metal, pues no hay otra como esta
en ningún otro vaso u objeto de metal conocido. Por el contrario, en cerámica existen algunas
representaciones de columnas y costillas asociadas a personajes con rostro arrugado y con labio
leporino, y a representaciones de perros sin pelo (ejemplos MNS-684 y MNS-73). En la cerámica
huari hay representaciones de personajes sentados que sostienen en sus manos Spondylus 36, y
también de personajes con sombrero, y en la parte de atrás de la cabeza se muestran los mechones
del pelo sujetos con un complicado tocado37.
A pesar del posible carácter multiétnico de los sicanes, que incluía a los mochicas,
Gallinazo (o Virú) y quizá los tallanes del norte38, habría conceptos universales como los rituales
relacionados con la muerte o el culto a los ancestros que estuvieron presentes en diferentes cultu-
ras y a lo largo de varias generaciones (véanse los capítulos de Matsumoto, y Shimada y Samillán).
En 1995, en la Huaca de la Luna, Trujillo, se realizó el hallazgo en una cámara funeraria de cinco
tarimas de carrizo y una maqueta de madera, que representaban escenas de los rituales funerarios fig. 5. Vaso de Museo de Oro. Leyenda: Dibujo que representa una escena compleja que se puede dividir en cuatro escenas. De izquierda a
derecha: a) representación de un recinto amurallado almenada, el ancestro, ofrendas, danzantes y músicos; b) una balsa con escena de la
de la élite chimú (Uceda 1997). Las tarimas presentan las pompas fúnebres y los ritos previos al
pesca del Spondylus; c) un personaje sacrificado sujeto a cuatro palos que terminan en la cabeza de una divinidad sicán; y d) divinidades o
enterramiento, mientras que la maqueta alude a las ceremonias que se hicieron en honor del cu- personajes importantes uno de ellos, el de mayor tamaño, con la típica máscara de Sicán, que lleva encima un felino. En la base del vaso se
representa lo que puede ser una divinidad del Spondylus. Dibujo: Luis Cáceres Rey. Vaso MOP/M-1947.
raca muerto, posiblemente conmemorando su deceso. Las escenas de las tarimas revelan rituales
de oferentes que esparcen polvo de mullu o Spondylus, hombres que cargan fardos funerarios, con orejeras de la cultura Sicán y otra con orejeras chimúes—, como si fuesen personajes vivos,
prisioneros o cautivos como posibles víctimas para ser sacrificadas en honor del fallecido y per- aparecen en lugares destacados. Estas escenas recuerdan al vaso de plata chimú del Museo Oro
sonajes con diferentes tipos de ofrendas, todas destinadas al difunto. Por otro lado, la maqueta del Perú 39, que presenta cuatro escenas diferentes de los universos moche y sicán con elementos
representaría ceremonias en honor del individuo según un calendario ritual establecido, y por huari o tiahuanaco, y es una prueba del sincretismo religioso que se ha transmitido de generación
tanto en un tiempo posterior a su muerte. En el centro de la maqueta, que representa un espacio en generación (figura 5 Vaso MOP/ M-1947D) .
arquitectónico parecido a las ciudadelas de Chan Chan, se observan oficiantes u oferentes con un Este vaso completamente repujado se divide en tres franjas, y la última, a su vez, en cua-
cántaro de chicha y una copa, músicos con tambores y antaras o flautas, con tocados de cuatro tro escenas o unidades. La primera franja representa 31 guerreros con corona semilunar, porras y
puntas de influencia huari o tiahuanaco, así como los deudos; todos con máscaras. Tres fardos valvas de Spondylus. La segunda es una representación de olas marinas antropomorfizadas con 16
con máscaras —uno más grande que parece el del soberano y los otros dos de las esposas, una cabezas de perfil, diseño característico de la fase Sicán Medio. La tercera franja, la más compleja,
36 Huari, en: Arte y tesoros del antiguo Perú, BCP, 1984, p. 150. se divide en tres partes. La primera representa una línea paralela almenada, con un personaje cen-
37 Huari, en: Arte y tesoros del antiguo Perú, BCP, 1984, p. 161. tral con corona de casquete, tocado semilunar y dos felinos, debajo de una estructura de porras
38 Véase la introducción de Shimada; Cervantes y otros 2001 (Cervantes, Shimada, Klaus, Knudson y Ken-ichi 2011, Multi-Ethnicity in
the Sicán World: Figurines and Other Lines of Evidence. Ponencia presentada en la 76ª reunión anual de la Sociedad de Arqueología 39 Este vaso está expuesto en la sala del Museo Oro del Perú en Larcomar, Lima. El dibujo fue hecho por Luis Cáceres Rey a indicación
Americana, 30 de marzo-3 de abril). de Paloma Carcedo.
120 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 121

radiantes, usuales en la iconografía moche y que se mantienen en el estilo Sicán o Lambayeque. escenas los seres humanos vivos y muertos. Otro elemento importante es la música, pues en estas
Este personaje representa al ancestro en cuya memoria posiblemente se celebraban las ceremonias escenas se representan músicos, a veces mujeres, en un intento de relacionarse con el mundo de
y rituales que se representan en el resto del vaso. Frente a él se encuentra una plaza con individuos los vivos41. Todas estas representaciones aparecen en vasijas de cerámica procedentes de diferentes
desnudos observando a cuatro músicos que tocan quenas o flautas y sostienen un cuerpo atado entierros y ofrendas de las huacas Loro y Las Ventanas en Batán Grande.
de camélido, y un personaje portando una copa. En la maqueta chimú descrita aparecen también Por lo tanto, si bien es cierto que no se conoce el contexto de los vasos del grupo 2.3, re-
músicos tocando quenas, que lucen este mismo tipo de tocado, así como un personaje (en este sulta interesante ver cómo los elementos iconográficos de los vasos de cerámica de la misma época
caso jorobado) que porta una copa. La escena se completa con una lucha simbólica, individuos y sitio arqueológico nos remiten a una iconografía relacionada con el mundo de los muertos. Por
que beben, sacrificios de mujeres devoradas por aves de rapiña y depósitos de ofrendas. La si- otro lado, si la tumba representa una transición entre la vida de la superficie y el mundo de abajo
guiente escena es la representación de una balsa con buzos que recolectan las valvas de Spondylus o de los muertos y ancestros, se puede suponer que cuando el personaje enterrado adquiere los
con una vela coronada con una suerte de porras radiantes, rodeada de representaciones de aves en signos de divinidad —como la máscara— ingresa en el mundo de los ancestros.
picada y las mismas valvas. La escena a continuación representa sacrificios y una jerarquía de ofi- Por otro lado, la concha de Spondylus de gran tamaño que aparece con relativa frecuencia
ciantes rodeados de aves de rapiña, algunas decapitadas, cabezas humanas y conchas de Spondylus. en las tumbas de Sicán adquiere gran importancia en la iconografía de los vasos. En la orfebrería
La base del vaso representa olas antropomorfizadas, buzos o recolectores de este molusco y un suele representarse de tres maneras: como ofrenda en las manos de personajes importantes, como
personaje antropomorfo desnudo con un gran tocado semicircular40. en las figuras de algunos tumis o en los vasos (3.2), como elemento aislado (10.9) o como elemen-
A falta de escritura, las imágenes y escenas representadas revelan la cosmovisión y los to asociado a otros, que puede ser un personaje con báculos que terminan en punta de diamante
rituales relacionados con la muerte y el culto a los ancestros en las culturas precolombinas cos- (3.1.2) o báculos individuales con punta de diamante asociados con aves (10.8). Cuando va asocia-
teñas Moche, Sicán y Chimú. A través de estas dos representaciones, podemos observar que los do, siempre ocupa la parte superior del vaso. El báculo, como elemento individual, puede ser una
elementos de estas culturas se perpetúan en las siguientes y que los rituales mantienen continui- alegoría del personaje que los porta, es decir, no hace falta representar al personaje completo, pues
dad en el tiempo. Elementos pertenecientes a la tradición huari/tiahuanaco, como los sombreros un solo elemento remite a su imagen. Hemos visto ya que las aves suelen ir asociadas a personajes
de cuatro puntas, llegaron al ámbito de la tradición cultural moche en Lambayeque posiblemente importantes. El Spondylus es un elemento que aparece desde la iconografía del Formativo hasta
bajo la influencia de Pachacamac a fines del Horizonte Medio, y luego pasó a Sicán y —como la cultura Chimú. Se relaciona con el lado femenino del Universo, con la fertilidad, abundancia
vemos en el vaso y en la maqueta— también a Chimú. Escenas de luchas rituales, mujeres sacri- y quizá con el mundo de los muertos en el caso de Sicán. En contraposición están los caracoles
ficadas y torturadas, individuos flexionados desnudos, cabezas humanas y de rapiña presentadas marinos como el Conus fergusoni, que también aparece en las tumbas sicanes como ofrenda y que
como ofrendas remiten al mundo de sacrificios moche que perduraron en las culturas Sicán y se puede asociar por contraposición a lo masculino y quizá al mundo de los vivos. Es curioso que
Chimú. Posiblemente las escenas del vaso correspondan a celebraciones en honor del ancestro y no se haya encontrado ninguna representación del Conus en la orfebrería.
son representaciones rituales de carácter funerario que muestran la cosmovisión de las culturas No sería muy descabellado pensar que estos vasos representarían al muerto divinizado
costeñas durante un periodo de casi mil años. o al ancestro en un ritual relacionado con la fertilidad de la tierra en el mundo de abajo, segu-
Sabemos que en el universo moche, el mundo de abajo era femenino, húmedo y acuático, ramente para asegurar la feracidad del mundo de arriba, al que debe proteger, así como los del
y estaba relacionado con la noche, el mar y el mundo de los muertos. En muchas vasijas de cerá- mundo de arriba deben ocuparse y proteger a sus ancestros. La ayuda es mutua. Quizá el ave
mica, los muertos están representados por esqueletos y aparecen relacionados con lisiados, ciegos, asociada al Spondylus y al báculo represente al ancestro.
enanos y otros seres discapacitados, como es el caso de la cerámica mencionada. También se en- 2.4. Vasos efigie de cuerpo globular y gollete con rostro. Estos vasos son parecidos
cuentran vasijas con diseños de esqueletos de perros sin pelo que bailan como lo hacen en otras en forma a las vasijas efigie cara-gollete del recinto del Área de las Ofrendas del complejo de
40 Carcedo 2009 b. 41 Golte 2009.
122 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 123

Moraduchayoq de Huari42 . La parte frontal tiene dos campos de diseño: a) la sección superior
del cuerpo donde está la boca del vaso y se representa una cara con máscara y orejas embutidas Categoría 3
circundada por unos adornos circulares como ‘perlitas’ que aparece en la cerámica pintada hua-
ri43 ; b) La sección inferior del cuerpo de forma globular. En esta sección se representan los brazos
repujados flexionados hacia el pecho, como indicando que sujetan algún elemento 44. La parte
trasera está decorada por una sección superior donde se representa el pelo con mechones que Figuras casquetes

terminan en círculos. El pelo está sujetado por una banda decorada con chevrones que lleva en
3.1.1 3.1.2 3.1.3 3.1.4
el centro el típico adorno circular. Esta sección sigue los patrones iconográficos de los anteriores
vasos. No lleva decoración en la sección globular inferior trasera.
3. Vasos con diseños de figuras de personajes (3.1 y 3.2). Categoría 3 figura 6. La mayoría Figuras perfil
de los vasos de este grupo tienen forma de quero, a excepción de uno que tiene forma de cuen-
co (3.1.7). Las figuras antropomorfas representadas parecen simbolizar personajes importantes 3.1.5 3.1.6 3.1.7

de élite por la complejidad de los atributos que acompañan su vestimenta. La mayoría de las
construcciones figurativas en los vasos son mitades opuestas y complementarias, separadas por
elementos iconográficos verticales y horizontales que difieren unos de otros. Así, podemos en- Figuras tocado
contrar en el mismo vaso una mezcla de elementos figurativos como personajes junto a elementos
geométricos muy parecidos a los que se ven en la cerámica sureña de Huari y Nazca. Entre los
3.2.1 3.2.2 3.2.3 3.2.4 3.2.5 3.2.6
diseños geométricos están las volutas simétricas (3.1.1 detalle), que también aparecen represen-
tadas en la base de otros vasos (4.1), y el signo escalonado que termina en ola y que pertenece a
fig. 6. Categoría 3. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 3. Dibujo: Luis Tokuda.
las tradiciones de Nazca y Huari (3.1.3).
Los personajes con los brazos abiertos que sujetan báculos, así como las figuras de perfil, 3.1. Figuras de cuerpo entero, frontales o de perfil, con casquete semicircular, con tocado
recuerdan a modelos iconográficos de tradición huari/tiahuanaco. Sin embargo, la estructura- de plumas sin él y con báculos o sin ellos (del 3.1.1 al 3.1.7). Las figuras frontales van una en el
ción de las figuras en la superficie del vaso y su relación con otros elementos o símbolos que los anverso y otra en el reverso, con el ojo almendrado, nariz recta, boca sin dientes, y comisuras
acompañan es característica de la orfebrería sicán. muy marcadas; lucen orejeras y unku (túnica sin mangas) trapezoidal o corto, cuyo borde tiene
Para identificar o diferenciar a los personajes es preciso identificar el principal atributo, adornos que serían los cascabeles o tubitos de metal colgantes; las piernas están de perfil, con
en este caso el tocado. Ello ha permitido establecer tres categorías: 3.1) Figuras de cuerpo entero pies frontales mostrando los tobillos y los brazos abiertos con manos que sujetan báculos de
con casquete semicircular, con tocado de plumas o sin él y con báculos o sin ellos. 3.2) Figuras diferentes formas. La excepción de este grupo es el vaso 3.1.4, en el que se representan cuatro
con adorno trapezoidal, tocado de plumas y báculos. 3.3) Figuras que portan en una mano al figuras frontales con tocado semicircular o casquete con diseño de cinco círculos internos, pero
personaje principal encontrado en contextos funerarios. sin adornos de plumas y sin báculos. En este caso, las figuras tienen los brazos flexionados hacia
el pecho, como llevando un vaso. Es importante señalar también que este vaso es el único en el
42 Cook 1994, lámina 25.
que la figura lleva unos adornos laterales que pudieran ser alas. Las cuatro figuras están ‘libres’,
43 Cook 1994, láminas 23.f y 27.i.
es decir, no van enmarcadas por ningún elemento como en los grupos anteriores y tampoco se
44 En Huari presentan brazos y piernas modelados de la forma que se representan en los vasos comunicantes. Ver Cook 1994, lámina
20. hallan separadas entre sí por ninguna banda, aunque no se tocan. En el resto de los vasos las
124 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 125

figuras antropomorfas dividen los campos de diseño en dos mitades, y horizontal con diseños de aves con picos hacia arriba enmarca a figuras de perfil en dos niveles,
ocupan la figura casi todo un campo de diseño. Ambos campos suelen ir que a su vez están encuadradas por bandas verticales de tres aves marinas que miran hacia arriba.
separados por bandas verticales con diseños geométricos (3.1.1 y 3.1.3), En la tumba este de la Huaca Loro se encontraron figuras muy parecidas a estas de perfil, pero en
figurativos (3.1.6) o de ‘perlitas’ (3.1.7). Las figuras suelen ir enmarcadas láminas de oro recortadas para ser cosidas a un tejido 45. En las figuras de perfil siempre aparece
por una banda horizontal superior con diseños. Estos pueden ser una un báculo, pero no sabemos si portaban dos o uno.
serie de olas simples (3.1.1), diseños geométricos escalonados que ter- 3.2. Figuras con tocado trapezoidal y gran penacho de plumas (del 3.2.1 al 3.2.6). A
minan en ola (3.1.3), o cabezas de perfil de un tipo de felino, serpiente diferencia de las anteriores, algunas figuras van enmarcadas por una banda inferior con diseños
o aves (3.1.5 y 3.1.6). Existen pocos ejemplos en los que se representan de aves que las miran y por otra banda vertical de aves que las separan. El adorno trapezoidal
elementos figurativos aislados en esta banda horizontal, como es el —que parece la parte posterior de un ave en picada o la representación de la parte superior de
fig. 7. Detalle de la base del vaso de la
categoría 3.1.3, en la que se representa un caso de conchas de Spondylus o redondelas con chaquiras incrustadas
los templetes— presenta dos formas: una superior vertical de forma rectangular y otra inferior
sapo. Dibujo: Luis Tokuda.
(3.1.2 y 3.1.3). El casquete o tocado semicircular es similar en todas horizontal y alargada. La vertical puede ser de sección cuadrada, rectangular o un tumi. La cua-
las figuras aunque presenta pequeñas variaciones. La mayoría de ellos drada puede llevar dos, tres o cuatro adornos circulares (3.2.1; 3.2.2; 3.2.5 y 3.2.6). Cuando tiene
llevan plumas de forma radial, pero varían en número y en la manera de ir colocadas. En las forma de tumi puede llevar uno o tres adornos circulares (3.2.3 y 3.2.4). La parte inferior alargada
figuras frontales el número de plumas varía entre 4, 9 y 11 y en las de perfil entre 3 y 9. varía en cantidad de adornos circulares. Estos pueden ser tres, cuatro o seis, y estar dispuestos en
Es interesante el vaso 3.1.3 porque resulta el único que presenta una banda superior hilera (3.2.4; 3.2.5; 3.2.6) o dos en cada extremo (3.2.1 y 3.2.3). Pero la pregunta es ¿a quiénes o
con incrustaciones, y porque tiene en la base una figura de sapo embutida. Dibujo del detalle del sapo qué representan estos personajes? ¿Diferentes élites o etnias? ¿Ancestros divinizados? ¿Diferentes
simbologías o acepciones del dios de Sicán? ¿Un personaje real que porta la máscara en represen-
figura 7.
tación de una etnia o clase dominante con fines litúrgicos? Habría que comparar estas con otras
Las figuras de perfil con báculos (3.1.5; 3.1.6 y 3.1.7) presentan elementos frontales como
representaciones de personajes de élite sicán. Aunque no hay muchos ejemplos, existen algunos
el tocado semicircular con plumas, el unku con colgantes, las orejeras, los pies y el báculo con
restos de murales polícromos en las pirámides ceremoniales, así como las 24 figuras talladas en
punta en forma de diamante, mientras que el rostro, los brazos y las piernas están de perfil. Hay
madera que adornan un espaldar de litera que se encuentra en el Museo Oro del Perú46. En el
tres formas de representación: en procesión y libres de divisiones (3.1.5), enmarcadas en cua-
mural polícromo de Úcupe47 se observa una serie de seis figuras antropomorfas con tocados tra-
drados (3.1.7) y, por último, en dos niveles como los llamados ‘ángeles’ de la Portada del Sol de
pezoidales e imponentes penachos de plumas. Todas las figuras tienen alas, lo que les otorga un
Tiahuanaco (3.1.6). Parece que los orfebres tenían presente las representaciones icónicas religio-
carácter divino. Ellas presentan diferentes vestimentas y tocados, pero lo intrigante son los per-
sas de los estilos serranos sureños, como la figura del ‘Dios de los báculos’ y las figuras de perfil
sonajes menores que aparecen en los extremos. En un caso, una figura con gorro tipo bonete alto
como acólitos o sirvientes que se representan en la Portada del Sol de Tiahuanaco. Por lo tanto,
de tradición sureña y en el otro lado dos figuras con el ojo alado, tocados y vestimentas típicas de
la religión pudo unir no solo pueblos y etnias, sino también estilos locales de representaciones
la iconografía sicán. Por otro lado, vemos también personajes que llevan diferentes tocados y van
icónicas religiosas.
juntos en un mismo objeto o área iconográfica, en los vasos de cerámica donde aparece la deidad
En el vaso 3.1.7, las seis figuras de perfil están dispuestas en cuadrados enmarcados por
sicán escoltada por dos cabezas de personajes con sombrero de cuatro puntas y un asa puente don-
líneas verticales con cinco círculos y otros más pequeños que discurren en una banda horizontal
de se representa un personaje con tocado semicircular y otro con bonete alto. ¿Por qué se quiere
alrededor del vaso. En el vaso 3.1.5, las figuras de perfil van dispuestas en procesión en un campo
45 Shimada 1995: 86.
horizontal que ocupa la tercera parte de la superficie del vaso. Están enmarcadas por dos ban-
46 Carcedo 1989. La autora ya concluye que las figuras representadas en la litera podrían significar un poder jerárquico del valle de
das horizontales que representan cabezas míticas de perfil con tocado semicircular, intercaladas Lambayeque.
con diseños de cabezas de la serpiente mítica. Por último, en el vaso 3.1.6 una banda superior 47 Alva y Meneses de Alva 1983.
126 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 127

marcar tan fuertemente las diferencias de tocados? ¿Se hace referencia a diferentes regiones o definía el linaje del padre, mientras que la máscara definía el materno. En Cupisnique, Chavín
grupos étnicos? Por otro lado, en las 24 figuras de la litera del Museo Oro del Perú se ve una clara y Tiahuanaco, las relaciones de parentesco paterno se expresan en el tocado y las maternas en el
diferencia jerárquica entre las principales y las laterales, pero todas parecen representar personajes cinturón. Quizá las variaciones de tocados remitan a la identificación de linajes o parentescos.
importantes de la élite sicán. En los vasos no se representan personajes alados, sino individuos Es importante señalar que la forma de los báculos que portan las figuras es variable, de
con penachos radiales de plumas. Esto nos remite a seres que posiblemente fueran alados o que manera que permite entrever cierto rango. Por ejemplo, las figuras de perfil que pueden represen-
llevaran plumas en su parte trasera como ocurre en las figuras tridimensionales de los tumis48 . tar figuras secundarias llevan un báculo simple que termina en una forma triangular o diamante.
En la iconografía de la cerámica, la figura cargada por dos mujeres parece representar un fardo Sin embargo, cuando se representa una figura sola con tocados, ya sea trapezoidal o casquete, los
o un ancestro conducido por mujeres al más allá. Pero cuando la figura es representada sola y en báculos son más elaborados. Son especialmente llamativos dos tipos de báculos que terminan en
mayor tamaño en relación con otros elementos secundarios que la acompañan vinculados con la doble cara (3.2.1 y 3.2.2) y los compuestos por varios adornos (3.2.5 y 3.2.6). En el primer caso,
cosmovisión sicán49, o cuando se representa la deidad sola como en las figuras escultóricas de los estos bastones o báculos pueden ir frontales o de perfil como elementos individuales (vaso 10.7).
tumis de oro, parece que estas imágenes emulan o representan a la propia divinidad. Lo mismo En el mundo moche este tipo de bastones se asocia a personajes relacionados con sacrificios o es-
podría ocurrir con las representaciones de la divinidad en las pinturas murales encontradas en cenas importantes. En la iconografía de los vasos de metal solo aparecen en manos de personajes
Huaca del Oro o Loro50 y Huaca Corte51. En este caso, la figura es representada frontalmente, el importantes, con tocados escalonados y plumas, enmarcados vertical y horizontalmente por aves.
ojo en coma, la nariz aguileña y con atributos sobrenaturales como garras de ave y alas. Estas Cuando van como elementos individuales están encuadrados por dos bandas de diseños escalonados
figuras son agresivas e infunden temor. que terminan en ola. El segundo tipo de báculo lleva en la parte inferior un elemento circular con
Por el contrario, las figuras de las pinturas murales de Pañamarca 52 y Huaca Pintada de pequeños adornos también circulares en su interior (3.2.5 y 3.2.6). Los elementos circulares podrían
Íllimo reproducidas por Schaedel 53 pareciera que representan personajes de élite en algún tipo de aludir a estandartes como los encontrados en la tumba Este de la Huaca Loro. En la parte superior
ritual, etnia o linaje54. Ya que estas figuras son más humanas, no llevan garras ni alas y portan lleva una sección alargada con círculos que termina en una sección dentada, como la parte superior
normalmente bastones y a veces un tubo, y no se asocian a elementos importantes de la cosmo- del tocado del personaje, y es difícil definir lo que representa.
visión sicán como el Sol, la Luna o la serpiente cósmica. Lamentablemente de la figura central de ¿Los diferentes báculos significan diferentes etnias o gobernantes? ¿Un báculo o bastón
Huaca Pintada de Íllimo solo queda la parte inferior del podio donde estaba de pie de manera representado individualmente simbolizaría el poder? ¿La representación solamente del bastón
frontal, y la parte inferior de una pierna con garras. Esto diferencia a la imagen que iría aquí del aludiría también al personaje? Y si este se relaciona con el símbolo escalonado y la ola, ¿simboliza
resto de personajes de perfil que lo acompañan como si fueran en procesión, pues aunque llevan el poder de los dos mundos?
el típico ojo en forma de coma, están en un plano secundario y no tienen garras sino pies. En Algunos vasos de este grupo presentan doble base y un diseño en forma de cruz. Estos
cuanto a los tocados, Golte afirma que en Nazca las divinidades estaban emparentadas y su tocado son los vasos sonajas.
3.3. Figuras representadas en el vaso que porta en una mano el personaje principal de
48 Carcedo 1998.
los entierros. Este grupo lo forman los vasos encontrados en una mano de los personajes de los
49 Como son la ‘serpiente del cielo’ o las olas antropomorfizadas con la divinidad sicán portando en una mano el tumi y en la otra la cabeza
trofeo enmarca la escena por el Sol y la Luna, como es el caso de las telas pintadas encontradas en la tumba de Huaca Las Ventanas, o entierros principales de las tumbas este y oeste, y en otros entierros excavados en la Huaca Loro.
cuando se representa la deidad sicán en las figuras escultóricas de los tumis de oro.
El personaje central porta dos guantes de gran tamaño que simulan los brazos del personaje
50 Florián 1951. Huaca Pintada según el dibujo de Carrión-Cachot 1942.
llevando un vaso en una mano (el de la tumba este, en la izquierda, y el de la tumba oeste, en
51 Carcedo y Shimada 1985: 69.
la derecha). El vaso de la tumba este es un vaso sonaja de plata, con diseños en forma de cruz
52 Bonavia 1959.

53 Schaedel 1978.
parecidos al de los vasos efigie de la categoría 2 y con incrustaciones de la categoría 4 (2.2 y 4.2).
54 Ver escrito de Shimada, reunión del Instituto de Estudios Andinos, Berkeley, enero de 2010. Algunos vasos llevan tres figuras frontales con báculos en punta de diamante y casquete.
128 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 129

diseño en forma de cruz con volutas que lleva repujado en su base que no se encuentra en otros55.
CATEGORÍA 4 Y también el diseño de chevrones escalonados que no se repite (4.6); similares chevrones se han
visto en la cerámica huari. La figura de un animal encorvado asociado a los chevrones escalona-
dos y a las olas (4.6 y 4.7) es la única representación figurativa del conjunto. Llama la atención el
color azulado-verdoso de las incrustaciones, ¿tendrá algo que ver la simbología del mar, el agua
en general o la abundancia? (véase el capítulo de Shimada y Samillán).
El diseño escalonado con apéndice de ola que aparece en el vaso 4.1 se encuentra tanto
en la iconografía de Huari como en la Moche. Allí simboliza la pirámide del mundo de arriba
con su extensión de tinku hacia el mundo de abajo o arriba, según la dirección del apéndice. En
este caso, el apéndice forma una especie de ola continua que se enlaza con el siguiente símbolo
escalonado, como una unidad sin fin o una secuencia entrelazada que expresa un ciclo continuo
4.2 4.3 4.4 o una unión entre el mundo terrestre (lo escalonado) y el submarino (la ola) 56. El hincapié por
el color azulado y verdoso de las piedras recuerda el color verdoso de las esmeraldas que llevan
4.1
las máscaras en los ojos a manera de lágrimas y el color del mar, elemento muy vinculado a la
cosmovisión.
5. Va sos de doble
pico (del 5.1 al 5.4). CATEGORÍA 5
C at e g o r í a 5 f i g u r a 9 .
Los vasos de metal
con doble pico y asa
4.5 4.6 4.7
puente aparecen por
fig. 8. Categoría 4. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 4. Dibujo: Magaly R. Landaveri.
primera vez en la or-
febrería. Esta forma
4. Vasos con incrustaciones (del 4.1 al 4.7). Categoría 4 figura 8. Este grupo está formado por vasos tiene su anteceden-
cuya forma esencial es la del quero. Están decorados con incrustaciones embutidas de turquesas. te en la cerámica de
5.4
En algunos casos esta decoración está enmarcada por bandas horizontales con diseños de olas las culturas sureñas
5.2
simples (4.7), geométricos escalonados con apéndice de ola (4.1), chevrones escalonados (4.6) y Huari y Nazca.
figurativos de diseños zoomorfos (4.7). Todos los de este grupo presentan doble fondo y son sona- Estos vasos
fig. 9. Categoría 5. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 5. Dibujo: Magaly R. Landaveri.
jas. Los campos de diseño se dividen en dos, tres o cuatro bandas horizontales. En algunos casos pueden tener: 5.1)
(4.2), el campo inferior que forma la sonaja repite el diseño cuadrado de almenas caladas con 55 Dos vasos como este y otros tres vasos más —dos vasos con la representación de cuatro figuras aladas y uno con dos figuras y
un rombo central que vimos en los vasos efigie sonajas del grupo 2 y de la categoría 3 de figuras báculos— fueron encontrados junto al tumi de Íllimo. En 1981 hubo un robo en el MNAAHP, en que desaparecieron el tumi y cuatro
de estos cinco vasos junto a varios otros objetos, como cucharas y alfileres. Ver Valcárcel 1937, donde salen fotografías de estos
(2.2 y 3.3). En otros casos (4.3; 4.4 y 4.7), se repite el diseño de una sola cruz que vimos en los vasos y las piezas asociadas a ellos.
vasos sonajas de la categoría 3 de figuras (3.2.2 y 3.2.4). Un caso excepcional es el vaso 4.1 por el 56 Golte 2009, figuras 5.13 y 5.50.
130 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 131

doble pico sin decoración, sin asa puente y sin base; 5.2) doble pico con asa puente escalonada Huari y Moche, pero en los vasos
con base o sin ella; 5.3) doble pico con gollete. se transforma como parte del
5.1. Vasos doble pico sin puente y sin decoración. Se han encontrado en el fardo de la cuerpo de la serpiente mítica. Los
llamada Vieja Dama de la Huaca Las Ventanas, en Pómac. Durante las excavaciones de 2008, diseños escalonados pueden alu-
Elera y su equipo encontraron paquetes de tela de algodón que contenían ofrendas de vasos y dir a los muros que aparecen en
objetos metálicos de cobre y plata doblados y aplastados intencional o ritualmente57. Es común las plazas ubicadas frente a las pi-
encontrar ofrendas rituales de cerámica rota intencionalmente en las tumbas Moche y Huari de rámides en el Santuario Histórico
Conchopata 58. Estos vasos quizá recuerden esta tradición. de Pómac62 , o bien representar el
5.2. Vasos de doble pico con asa puente escalonada, con base o sin ella. Estos vasos cuerpo aserrado de la serpiente
pueden ser de oro y de plata 59 y presentan una decoración más elaborada que los anteriores. En la mítica, es decir, el arco del cielo
mayoría de ellos el puente está formado por un arco compuesto por la serpiente mítica de doble o el animal Lunar de Moche 63. En
cabeza con cuerpo aserrado, que corresponde a diseños escalonados como almenas y figuras de este caso puede ser una simbio-
seres humanos míticos que parecen nadar. La sección globular del vaso siempre está decorada con sis que representa al ancestro que
fig.10. Detalle de la figura de la deidad representada en la parte superior de un vaso de oro asa
figuras humanas míticas cuya cabeza con tocado semicircular es en bulto y el cuerpo humano desde la pirámide o tumba domi-
puente entre dos figuras que la miran. MOP/M-0127. Foto: Paloma Carcedo.
repujado. Otras veces en esta sección se representan figuras esculturales de felinos o perros de na el resto del universo. Es decir,
hocico cuadrado. La serpiente bicéfala y estos felinos, así como la deidad que mira frontalmen- unen la característica de la serpiente mítica y del ancestro 64.
te se han heredado de Moche y Huari/Tiahuanaco, los que a su vez lo heredaron del periodo Un ejemplar de botella de asa puente de cerámica, que se encuentra en el Museo del
Formativo (Menzel 1977). En los dibujos 5.1 y 5.2 se puede ver en la parte interna del asa puente Banco Central de Reserva del Perú65, representa la estructura de un recinto ceremonial rodeado
y dentro de los diseños almenados la cabeza de un personaje principal —en algunos casos con de muros almenados como los encontrados en la Huaca Las Ventanas, en Pómac, y en la cima
sombrero de cuatro puntas en otras con casquete— flanqueado por seres humanos secundarios del asa puente se representa una estructura techada con dos figuras laterales muy parecidas a
con máscara en posición horizontal que parecen estar nadando o volando, acompañados por ani- las representadas aquí 66. Uno de los mejores ejemplos que tenemos para la explicación de esta
males que parecen perros, o por otras figuras como nadadores 60 (figura 10: foto detalle del asa puente) . iconografía es un vaso de plata chimú comentado anteriormente 67.
Se han encontrado vasijas similares de cerámica, cubiertas con láminas delgadas de metal, en la
tumbas este y oeste de la Huaca Loro 61. Los gorros de cuatro puntas de influencia sureña Huari/ 62 Menzel 1977; Carol Mackey: Dioses del antiguo Perú, p. 120.

63 En la Huaca Las Ventanas, del recinto ceremonial en Pómac, se encontró una pintura en la que aparece la divinidad con una cabeza
Tiahuanaco llegaron al ámbito de la tradición cultural Moche en Lambayeque, posiblemente trofeo en una mano y parece que el cuchillo en otra bajo el cuerpo arqueado y aserrado de una serpiente mítica, flanqueada por
bajo la influencia de Pachacamac durante el Horizonte Medio. El motivo escalonado aparece en un par de felinos míticos sentados uno frente a otro. En Shimada 1995.
64 En Dumbarton Oaks existe un vaso en oro de estas características con pedestal en que el diseño del asa es una lámina con dibujos
57 Carlos Elera y Víctor Curay, comunicación personal, 2008.
geométricos escalonados y repujados, diseño que se repite en el pedestal, sin ningún tipo de figuras en su interior, pero termi-
58 Cook 1994: 108. nando con las cabezas en bulto redondo de la serpiente mítica. Lo curioso de este vaso es que el cuerpo globular de la vasija, en
vez de figuras, se divide en dos campos: el inferior sin diseño y el superior con cuatro diseños de olas antropomorfizadas y peces
59 En el Museo de Oro del Perú tienen los siguientes: M-00127; M-01464, M-1430. El Museo Larco de Lima tiene varios de plata.
enmarcados por líneas de olas verticales simples, las que enmarcan horizontalmente arriba y abajo este diseño. Cordy-Collins 1996,
60 La representación de personajes con sombrero de cuatro picos se encuentra en la cerámica y el personaje que lo porta se repre- Lambayeque, pp. 192 y 193.
senta de diversas maneras: 1) de cuerpo entero sentado sobre un podio, 2) de pie con alas, 3) acompañando con dos cabezas
65 Publicado en Lambayeque, 1989, libro del Banco de Crédito del Perú, p. 57. En: Los dioses del antiguo Perú, tomo 2, 2001,
a la figura principal y sustituyendo las cabezas de la serpiente bicéfala mítica en las vasijas de un solo pico y puente, 4) el rostro
p.129.
en bulto redondo encima o dentro del asa puente con el sombrero de cuatro picos acompañado por elementos secundarios bien
personajes humanos o bien animales en botellas de doble pico y asa puente. El puente puede ser simple o aserrado. 66 Ramírez 2008: 29.

61 Shimada y otros 1995: 91. 67 Carlos Elera tiene un manuscrito inédito sobre la iconografía de este vaso.
132 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 133

5.3. Vasos doble pico con gollete cónico central (5.3).


CATEGORÍA 6
Categoría 5. En la cerámica huari está presente este tipo de vaso de
doble pico con gollete cónico alargado y pedestal, pero es una forma
inusual tanto en vasos de metal como en cerámica. Los orfebres
sicanes añaden a este diseño dos cabezas en bulto en cada pico que
representan a la serpiente mítica. El gollete del vaso está decorado
con dos filas de incrustaciones de turquesas embutidas. La sección
globular del vaso presenta una tira de seis rostros repujados del ser
mítico con tocado semicircular.
6. Vasos comunicantes con figuras (6). categoría 6 figura 11 . En este
grupo se encuentran los vasos dobles unidos por un asa puente for- fig. 12 Categoría 7. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 7. Dibujo: Luis Tokuda.
mada por un tubo simple. Hay vasos comunicantes en la cerámica
de Huari y del sur de Nazca. Normalmente uno de los vasos presen- campos de variados diseños. Estos últimos a veces ocupan el 75 por ciento de la superficie del
fig. 11. Categoría 6. Dibujo que representa los vaso, enmarcado por dos bandas horizontales de olas simples o de diseños circulares, y en otras
vasos que comprende la categoría 6. Dibujo:
ta una figura en bulto redondo que puede ser antropomorfa o zo-
Magaly R. Landaveri. omorfa, y el otro tiene forma de quero con decoración variada68. La se estructuran en cuatro o cinco bandas de diseño delimitadas por olas simples o aves marinas.
figura antropomorfa más característica es un personaje con máscara Cuando hay varios campos de diseños de olas antropomorfizadas, en uno de ellos van hacia una
y sombrero de cuatro picos. Estas figuras son parecidas a aquellas de los ‘vasos efigie’, pero con dirección y en otro en el sentido contrario. El vaso 7.2 —que es el único con incrustaciones de
más elementos iconográficos. Son más complejos por la utilización de elementos confeccionados crisocola — es una sonaja.
individualmente con láminas repujadas y unidas metalúrgicamente al cuerpo principal. Así, se El tema de la ola antropomorfizada es recurrente en la iconografía. Otra representación
hicieron los cuatro conos que forman el tocado, las orejas, la nariguera con decoración de tur- importante para entender la cosmovisión es la tela pintada encontrada en una tumba en la Huaca
quesas y la sección del cuello de la figura con incrustaciones embutidas en depresiones rodeadas de Las Ventanas, en la que aparece la divinidad con una cabeza trofeo en una mano y el tumi en
de pequeñas esferas en alto relieve. Es también herencia de Huari/Tiahuanaco el modelado de la otra, con olas antropomorfizadas en ambos lados y un sol rojo a la derecha, indicando el este,
las manos y las piernas repujadas en alto relieve, ambas mirando hacia delante como si la figura por donde sale el Sol y la Luna a la izquierda, al oeste, donde el Sol se pone y sale ella69. La ola se
estuviera sentada y portara algo en sus manos. La parte trasera de la figura no presenta decora- representa a punto de romper. No hay duda de que este tema fue importante para los sicanes. En
ción, a excepción del pelo que sigue el esquema de las figuras de los vasos efigie. general el tema del mar y la representación de peces son muy recurrentes en la iconografía de las
culturas costeñas. Peces y aves fueron representaciones comunes en las culturas sureñas de Nazca,
7. Vasos con diseños de olas y animales relacionados con el mar (del 7.1 al 7.5). categoría 7 figura 12 .
Ica e Yschma, y continuaron hasta el Horizonte Tardío70. Los chimúes realizaron extraordinarios
Los diseños continuos y con más movimiento caracterizan a este grupo. Son vasos en forma de
trabajos repujados en metal, con representaciones de escenas de pesca y recolección del Spondylus.
quero que representan el rostro con máscara de perfil formando olas antropomorfizadas, tocado
El mar se relaciona con las fases de la Luna porque esta condiciona las mareas altas y bajas, pero
semicircular, orejeras y plumas, rodeado de peces, aves marinas y en algunos casos con pescadores
también se vincula a la fertilidad, las conchas marinas y el lado femenino del universo, así como
en balsa de totora. Una excepción es el vaso 7.5, en el que el rostro está de perfil sin formar la
el mundo de abajo, de la noche y de la muerte.
ola pero va asociado a una banda superior con olas. En este grupo, bandas horizontales forman
69 Shimada 1995: 136.
68 Para zoomorfas ver las publicaciones de Lapiner 1976, figura 605. Para otro tipo de antropomorfas, ver Cordy-Collins, 1996, Lam-
bayeque, pp. 201 y 202. 70 Carcedo y otros 2004.
134 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 135

8. Vasos con aves. Símbolos como en tocapus (del 8.1 al 8.4). Categoría 8 figura 13 .
En este grupo de vasos en forma de quero se representa siempre la misma figura de
CATEGORÍA 8
ave marina encajada en secciones cuadradas, de manera similar a los tocapus, tanto en planos
horizontales como verticales. Estos vasos suelen ser de oro.

9. Vasos con formas de animales (9.1, 9.2 y 9.3). Categoría 9 figura 14 . Son vasos escultóricos que
representan animales y llevan un gollete. Los animales más comunes son patos de pico ancho
y cóndores. En el mundo moche los patos están estrechamente asociados al lado masculino del
mundo de abajo, nocturno y marino, y en algunas representaciones aparecen patrullando sobre
las olas del mar nocturno. En la cerámica sicán hay representaciones de patos en forma escul-
tórica y también como elementos secundarios en las asas de los vasos de un pico y asa puente.
Por el contrario, no se han encontrado imágenes figurativas de cóndores en estas vasijas.

8.1 8.2 8.3 8.4 10. Vasos decorados con elementos individuales (del 10.1 al 10.11). Categoría 10 figura 15 . La mayoría
de los vasos de esta categoría tiene la forma de quero o cubilete y están decorados con elemen-
fig. 13 Categoría 8. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 8. Dibujo: Magaly R. Landaveri.
tos figurativos o geométricos dispuestos de manera individual. Los figurativos son conchas de
Spondylus, caras frontales con tocados semicirculares con plumas o sin ellas, la parte trasera de
tocados semicirculares, figuras de perfil sentadas con un vaso en la mano y tocado semicircular
CATEGORÍA 9 con plumas y cabeza de felino cayendo por la espalda, figuras de perfil sentadas y con tocado
de cuatro puntas, bastones de mando simples, bastones de mando con representaciones de cara
y tocado de perfil, cabezas de la serpiente mítica con apéndice en la boca, cabezas con tocados
romboidales, ranas y aves. Los elementos geométricos son el signo escalonado que termina en
un apéndice de ola y sucesión de olas que van en direcciones opuestas.
Entre los animales llama la atención la repetitiva representación de las ranas (10.1 y
10.2), que aparecen representadas en el vaso 3.1.3. Estos animales se relacionan con la oscuridad
y el subsuelo, la época húmeda y la fertilidad. En los vasos, ya sean de metal o de cerámica, la
rana va asociada a la figura de la deidad con tocado semicircular, o con tocado de cuatro puntas;
9.1 9.2
la figura puede aparecer completa o solo el rostro. En el norte, cuando las ranas aparecen, se
cree que se acerca una época de lluvias y, por tanto, los campos se riegan y se preparan para la
buena cosecha, es decir, en cierta manera aluden al lado fértil del mundo (véase el capítulo de
9.3 Shimada y Samillán). Lo mismo ocurre con el Spondylus. ¿Por qué se representa la parte trasera
de un tocado? ¿Quizá el rostro de la deidad o la deidad misma se simboliza por lo que contenía
fig. 14 Categoría 9. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 9. Dibujo: Magaly R. Landaveri. el vaso?
136 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 137

Comentarios finales
CATEGORÍA 10
Los vasos de metal forman un importante corpus donde se plasman tradiciones serranas y cos-
teñas que son reinterpretadas para formar un estilo particular, que tendrá su máxima repre-
sentación en el periodo Sicán Medio. Esta reinterpretación va unida a los cambios ideológicos y
religiosos que se experimentaron en este periodo. Los íconos representados y explicados en las
diferentes categorías de vasos no son meras decoraciones, sino que forman parte de una simbo-
logía o semántica que remite al universo y cosmovisión sicán.
Hay gran variedad de formas. Unas se repiten en la cerámica como quero, cubilete, doble
10.1 10.2 pico con puente o sin él, gollete alto y dos picos, copas con pedestal o sin él, cuencos o tazas, glo-
10.3 bulares y escultóricas con animales; y otras solo se harán en metal como los vasos comunicantes
y los vasos efigie escultóricos. Sin embargo, el quero fue la forma más utilizada.
Los íconos figurativos más representados son caras frontales o de perfil y personajes de
cuerpo entero. Por la cantidad, variedad e importancia de los elementos en el vestuario de los
personajes, podemos pensar que más que representaciones de la deidad sicán, podría tratarse de
personajes de la élite. En otros casos en los que se representa el personaje alado, se podría alu-
dir a la propia deidad. Entre las figuras humanas con atributos divinos están las frontales con
10.5 10.6 tocados y báculos que se pueden relacionar con la iconografía del ‘dios de los báculos’ de Huari
10.4
o Tiahuanaco. Estas figuras aparecen asociadas con elementos figurativos de aves y felinos, y
geométricos como el signo escalonado con la ola. Habría que identificar qué significan estos ele-
mentos en relación con cada personaje. Parece que las figuras de perfil no guardan una jerarquía
tan importante como las frontales por la calidad de los accesorios o atributos. Los tocados en
estas figuras varían. Unas veces son semicirculares, otras trapezoidales, otras con sombreros de
cuatro puntas o con bonetes altos. Esto puede indicar que varias etnias o personajes de diferentes
10.7 10.8 10.9 lugares geográficos estaban presentes y que jugaron un rol importante en el mundo sicán. Habría
que profundizar en la explicación de esto.
Hay un grupo de vasos efigie con figuras sobrenaturales con colmillos o esqueletizadas
(categoría 2). Tanto la forma escultórica como la iconografía son elementos muy particulares de
los vasos y no se repiten en otra cultura.
Los diseños figurativos como el Spondylus, los bastones de mando o los tocados solo se
10.10
representan en este tipo de vasos, y tienen una ubicación particular en la superficie del vaso. Los
10.11
motivos figurativos de animales como serpientes, aves marinas, peces, felinos, perros, cóndores,
fig. 15 Categoría 10. Dibujo que representa los vasos que comprende la categoría 10. Dibujo: Magaly R. Landaveri. ranas y patos aparecen también en la cerámica como parte de la cosmovisión de Sicán. Habría
138 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 139

que investigar con mayor detenimiento la ubicación de los diseños en el vaso y sus asociaciones Bibliografía
con otros elementos.
Los diseños geométricos más comunes son las hileras de olas, el escalonado simple Alva, Walter
2004 Sipán. Descubrimiento e investigación. Cervecería Backus & Johnston S. A., Lima.
o compuesto que termina en un apéndice de ola, volutas compuestas y chevrones simples o
2008 «Las Tumbas Reales de Sipán». En Señores de los Reinos de la Luna, editado por Krzysztof Makowski, pp. 266-279. Banco
escalonados. de Crédito del Perú, Lima.
Asimismo son característicos de esta orfebrería los vasos con incrustaciones de turque- Alva, Walter y Susana Meneses de Alva
sas y las sonajas. Llama la atención que las únicas escenas representadas correspondan a temas 1983 «Los murales de Ucupe en el valle de Zaña, norte del Perú». Beiträge zur Allgemeinen und Vergleichenden Archäologie
marinos, como el mar, las olas, el pez guitarra, los tiburones, los lobos marinos, las aves marinas 5 (1983): 335-360. Deutsches Archäologisches Instituts, Bonn, Alemania.

y los pescadores en balsas de totora. Aunque el Spondylus es muy frecuente, su recolección tan Antze, Gustavo
difundida en la época Chimú no aparece en ningún vaso. Es muy posible que aquellas que exis- 1930/1965 Trabajos del metal en el norte del Perú. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.
1930 «Metallerbeiten aus dem nördlichen Peru». Ein Beitraz zur Kenntnis ihrer Formen. Museum Für Völkerkunde in Hamburg,
ten en orejeras, discos y placas definidos como Sicán Medio pertenezcan al periodo Chimú. Para Hamburg, Alemania.
diferenciar estas escenas es importante reconocer en las figuras el ojo en coma o almendrado.
Berenguer, José
Durante el periodo Chimú, el ojo se redondea y el rostro se hace más humano; por otra parte, 2000 Tiahuanaco: Señores del lago sagrado. Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago, Chile.
el adorno del barbuquejo que acompaña a la máscara termina en cabezas de serpiente, ya no en
Bonavia B., Duccio
media Luna. Si bien el tema de las olas antropomorfizadas seguirá representándose en el periodo 1959 «Una pintura mural de Pañamarca, valle de Nepeña». Arqueológicas 5: 21-54. Museo Nacional de Arqueología, Antropología
chimú, el rostro cambiará de perfil a frontal. Por otro lado, la simetría y la disposición de los e Historia, Lima.
íconos se perderán para realizar escenas estructuradas en círculos concéntricos con multitud de Bourget, Steve
imágenes y con cierto horror al vacío. 2009 Lord of the Ucupe. An elite Moche Tomb at Huaca El Pueblo. En: www.utexas.edu/courses/arh400/lectures/390/weblec.htm

Debemos aprender a ‘leer’ los vasos. Evidentemente reflejan un mundo de poder ma- Carcedo Muro, Paloma
rino. El mar regía la vida de los sicanes; las olas, los peces, las aves marinas, las conchas como 1989 «Anda ceremonial lambayecana: iconografía y simbología». En Lambayeque, editado por José Antonio de Lavalle, pp.
249-290. Colección Arte y Tesoros del Perú. Banco de Crédito del Perú, Lima.
el Spondylus y la Luna eran la columna vertebral de su ideología representada en los contextos 1992 «Metalurgia precolombina: Manufactura y técnicas en la orfebrería Sicán». En: Oro del Perú, editado por José Antonio de
funerarios. Estos atributos se representan continuamente. Es lógico que en ‘la casa de la Luna’ Lavalle, pp. 265-305. Colección Arte y Tesoros del Perú. Banco de Crédito del Perú, Lima.
existiera alguna ‘divinidad lunar’. ¿Quizá la ola antropomorfizada? La Luna aparece de día y de 1998a «El cobre del antiguo Perú/The Copper of Ancient Peru». En El cobre del antiguo Perú/The Copper of Ancient Peru (bi-
lingüe), editado por José Antonio de Lavalle, pp. 51-319. Editorial APU, AFP Integra y Southern Peru Limited, Lima.
noche, por ello se relaciona con el mundo subterráneo, aunque en ciertas épocas cambia del lado
Carcedo de Mufarech, Paloma
nocturno al diurno. Otros elementos iconográficos —como las figuras míticas con tocados y
1998b «Técnicas en la orfebrería del oro Sicán». En Gold of Perú, pp. 193-214. Fuji Television Group, Tokio, Japón.
báculos o el signo escalonado en almenas que refiere a los templos— hacen referencia al mundo 2009a «Sican Golworking. Vases and Figures Represented». En The Golden Capital of Sicán: Precursor of the Inka Empire, editado
de arriba y al poder terrenal. Otros aluden a los ancestros divinizados convertidos en esqueletos. por Izumi Shimada, Ken-ichi Shinoda y Masahiro Ono, pp. 327-335. Tokyo Broadcasting System Television, Tokio, Japón.
2009b «Il metallo: Tecnologia, bellezza e sentimento nelle antiche culture peruviane». En: Inca: origine e misteri Della civiltà
Quizá se representen los mundos opuestos, el marino y el terrestre, a través del signo escalonado
dell’oro, editado por Paloma Carcedo, pp. 108-139. Marsilio, Brescia, Italia.
con apéndice de ola. 2011 Inca: Gold Treasures in the Skeppsholmen Caverns, editado por Kristian Göransson y Paloma Carcedo. Världskulturmuseerna,
Los vasos proceden de contextos funerarios y de áreas mortuorias; por lo tanto, las Stockholm, Suecia.
referencias a la muerte están muy presentes, especialmente si consideramos que el Huaco rey re- Carcedo Muro, Paloma e Izumi Shimada
presenta al fardo funerario con máscara y corona. Esperemos que futuras investigaciones vayan 1985 «Behind the Golden Mask: Sicán Gold Artifacts from Batán Grande, Peru». En Art of Pre-Columbian Gold: Jan Mitchell
Collection, editado por Julie Jones, pp. 60-75. Weidenfeld & Nicolson, Londres.
aclarando estos temas.
140 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos orfebrería sicán: los vasos y las figuras representadas | Paloma Carcedo 141

Carcedo de Mufarech, Paloma, Luisa Vetter y Magdalena Diez Canseco Golte, Jürgen
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Los sicanes se desarrollaron en el departamento de Lambayeque, en la costa norte del Péru. La


mayor parte de la región costera peruana hace unos mil años era primariamente desierto, como lo
es hoy. Estos desiertos están acentuados por valles de ríos, siendo la mayoría alimentados anual-
mente por los picos cubiertos por nieve de las serranías andinas. Los ríos de Lambayeque, La Leche,
donde el sitio de Sicán está ubicado, y Lambayeque, al sur, son unos de los ríos más persistentes
con una de las más fuertes descargas de agua anual en la cuenca del Pacífico. Esta circunstancia
resultó en el desarrollo de un extensivo sistema de territorios boscosos en estos valles en la anti-
güedad, y probablemente fue el caso de gran parte del norte del Perú. Los pocos remanentes de
estos «bosques secos tropicales» existentes hoy demuestran que estos bosques fueron únicos. Estos
bosques son ‘secos’ en la medida en que reciben el agua necesaria para su crecimiento del acuífero
144 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 145

subterráneo que sigue a los valles de los ríos, dependiendo mínimamente de la limitada precipi- Tabla 1 Principales plantas madereras del bosque seco tropical peruano (costa norte)
tación anual, a menudo de menos de diez milímetros por día. La neblina del invierno, que flota
Nombres comunes Nombre científico Forma de vida
tierra adentro, ofrece ocasionalmente un respiro a los años, especialmente secos. En la antigüedad
se ha demostrado que los eventos de El Niño de lluvia extremadamente fuerte en la sierra y parte Alcapparillo Cassia bicapsularis L. Arbusto

baja de los valles de la costa norte ocurrieron con similar regularidad con la que suceden hoy, Algarrobo Prosopis pallida (H. y B. ex Willd.) H. B. K.
brindando esporádicas fuentes de agua adicional. La baja precipitación anual y estos ocasionales Prosopis affinis Spreng.
eventos periódicos llevaron al desarrollo de un ecosistema extremadamente resiliente y único en Prosopis juliflora (Sw.) DC Árbol
la región desde hace 8.000 años. Angolo Pithecellobium multiflorum (H. B. K.) Benth. Árbol
Cabelludo, palo verde Parkinsonia aeuelata L. Árbol
Los bosques hoy Cuncun Valesia glabra (Cav.) Link. Arbusto
Faique Acacia macarantha H. y B. ex Willd. Árbol
La principal vegetación leñosa de estos bosques está representada por árboles en las familias
Hualtaco Loxopterygium huarango Spruce ex. Engler Árbol
Fabaceae, la familia de los frejoles, y Capparidaceae, la familia de las alcaparras (tabla 1) . De estos
Overo Cordia lutea Lam. Arbusto
tres árboles, uno en particular, Prosopis spp., conocido localmente como algarrobo, es la especie que
Pacay, guaba Inga feuillei DC. Árbol
define buena parte del bosque moderno existente. Estos organismos pueden vivir hasta al menos
Pajaro bobo Tessaria integrifolia R. y P. Arbusto
500 años (figura 1) : mediante el desarrollo de un extensivo sistema de raíces para aprovechar el agua
Palo santo Bursera graveloens (H. B. K.) Triana y Planch Árbol
Palo verde Cerciduim praecox subsp. praecox (R. y P.) Harms. Árbol
Sapote Capparis angulata R. y P. ex DC. Árbol
Vichayo Capparis avicennifolia H. B. K. Arbusto

a varios metros bajo la superficie, pueden sobrevivir años de sequía extensiva. Es de crecimiento
lento sobre la superficie, pues toma décadas para alcanzar su altura máxima de 10 metros, pero
bajo la superficie crece rápidamente, y alcanza varios metros bajo el suelo actual en pocos años.
Esta manera de crecimiento beneficia además al ecosistema local. Como miembro de la
familia de los frejoles, su sistema de raíces tiene la habilidad de fijar nitrógeno y otros nutrientes
de los suelos, con lo que ofrece un constante favor a la vegetación circundante. Adicionalmente
estos árboles basados en su hábito de crecimiento ofrecen amplias sombrillas en el intenso sol
ecuatorial, y refugio para las plantas y animales que viven en el bosque de dosel. Finalmente, estos
árboles cuando crecen sin ser cortados excesivamente son prolíficos: ofrecen abundantes vainas
de semillas nutritivas y persistentes que la mayoría de aves y mamíferos pueden consumir. De
igual manera, las semillas son durables y pueden yacer en el suelo dormidas esperando el siguiente
ciclo de El Niño para germinar. En otras palabras, el algarrobo funciona ecológicamente como
fig. 1. Vista desde la cima de la Huaca Las Ventanas de la actual reserva de bosque seco tropical en el Santuario Histórico del Bosque de Pómac. un proveedor crítico y motor de regeneración en el bosque.
146 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 147

Más allá de su beneficioso rol en el ecosistema, el algarrobo es de particular importancia Los bosques de los sicanes
para los humanos que hoy habitan la región. Los árboles que rodean pequeños campos agrícolas,
las chacras, ayudan a mantener los nutrientes del suelo y conservan el agua del subsuelo en un Hoy, cuando uno visita el sitio de Sicán, este está situado muy adentro en el corazón de la única
nivel alto, con lo que mantiene las cosechas que han sido sembradas allí. Además de este beneficio reserva de bosque seco tropical de la costa del Pacífico de Sudamérica, en el Santuario Histórico
agrícola, su productividad como árbol frutal es de muchas vainas anuales que se pueden depositar del Bosque de Pómac (figura 2) . Durante el periodo Sicán, el centro ceremonial sicán probablemente
y utilizar como forraje para los animales. Los agricultores locales del área del centro Sicán, en el no estuvo cubierto con árboles como lo está ahora, como se ha determinado a partir de los datos
pueblo de La Zaranda y Pómac, también confiaron en su mayoría en el algarrobo para producir arqueológicos. Alrededor de la superficie del sitio, sobre y alrededor de las pirámides de la Huaca
miel y almíbar local, denominado algarrobina, un endulzante añadido a los jugos, postres y otras Loro, vemos que hubo extensas áreas de quema que sirvieron tanto para mantener el lugar limpio
comidas. Tanto la producción de miel como la de algarrobina son industrias rurales que brindan de vegetación como para limpiar ritualmente
un ingreso extra a muchos de los agricultores locales en el área. el área. Al mismo tiempo, las construcciones
El árbol es también una valiosa fuente de madera tanto para la construcción como para el internas de más de cincuenta estructuras mo-
combustible. El algarrobo brinda madera extremadamente durable y dura, caracterizada por un nú- numentales en el santuario han sido reforza-
cleo marrón oscuro, que es extremadamente difícil de cortar, aun con máquinas modernas. Debido das con la ubicación de enormes troncos de
a este importante rol en la conservación de la ecología local, el gobierno del Perú ha aprobado leyes árbol de algarrobo cortados de ramas madu-
continuamente para proteger y prevenir la tala de algarrobos, que empezó en el periodo colonial. ras, lo que demuestra que a estos árboles se
El Santuario Histórico del Bosque de Pómac, donde se ubica el sitio de Sicán, representa un intento les permitió crecer hasta la madurez en al-
de preservación de estos árboles y de sus ecosistemas circundantes. A pesar de estos esfuerzos, sin gún lugar. Los bosques secos tropicales de los
embargo, el algarrobo continúa siendo talado para producir carbón: su rica y dulce resina y su ex- sicanes, hace mil años, fueron seguramente
tremadamente densa madera brindan un combustible increíblemente durable cuando se convierte distribuidos en forma diferente a como están
en carbón. Como resultado, las industrias rurales ilegales de carbón de algarrobo tienden a desa- hoy, en su mayoría debido a las actividades de fig. 2 Fotografía del algarrobo Prosopis spp. de más de 200 años de edad en la
base de la Huaca Las Ventanas, denominado localmente árbol sicán.
rrollarse dondequiera que persistan remanentes de bosques de algarrobo en el Perú actual. los mismos sicanes.
Irónicamente el árbol está de hecho bien adaptado a ser podado: la tala ocasional de Para encontrar evidencia de los bosques de algarrobo y su uso fuera del precinto ceremo-
las ramas estimula el crecimiento, y lo fuerza a producir más ramas. El extremadamente lento nial principal, necesitamos mirar otro tipo de datos arqueológicos. En particular, en los restos de
crecimiento del árbol, sin embargo, a menudo requiere del estímulo de un evento de El Niño, producción artesanal y asentamientos domésticos podemos ver cómo la gente utilizó el algarrobo
episodio que solo ocurre una vez en veinte años. Por eso la poda y la tala deben ser juiciosas; la y otros recursos naturales. Por ejemplo, en el sitio de cerro los Cementerios, unos 6 kilómetros
tala continua en periodos cortos de tiempo no es sostenible. río arriba de Sicán, encontramos un sitio de fundición de metal (Shimada y Merkel 1991). En
En la región hoy uno de los materiales de construcción más valorados son los largos este sitio los minerales de aleación de cobre fueron fundidos en lingotes para la manufactura de
postes para el mantenimiento de las casas; las vigas, cortadas de árboles de algarrobo maduros. objetos de bronce que fueron recuperados de las tumbas en Sicán. Toneladas de carbón de alta
En los casos en que las casas se caen o son destruidas, estos postes son reciclados en nuevas cons- calidad, estable en altas temperaturas, fueron necesarias para alcanzar temperaturas tan altas
trucciones, ya que son difíciles de cortar y conseguir. La mayoría de gente que corta algarrobo como 1.200 °C, indispensables para producir estos minerales. El algarrobo, con su capacidad
para carbón o para despejar la tierra agrícola ignora los hábitos de crecimiento del árbol y su rol superior de quema, ha sido identificado como uno de los principales componentes del carbón.
como columna del ecosistema circundante. Como resultado, los restantes bosques de algarrobo En otras palabras, este árbol estuvo potencialmente bajo el control ecológico y económico de los
están en peligro de desaparecer para siempre. sicanes, y fue necesario para producir lingotes de aleación de cobre, críticos para la producción
148 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 149

de toda la tumbaga y otros trabajos de metal que el Proyecto Arqueológico Sicán ha excavado; Tabla 2 Resumen de todos los tipos de combustible de los rasgos de producción artesanal de la Huaca Sialupe
sin mencionar las toneladas de objetos disturbados de tumbas del periodo Sicán durante los úl-
timos seiscientos años. Desde nuestro punto de vista, en el siglo XXI, creemos que hay un fuerte Tipo de rasgo Hornos de cerámica reducida Hoyos de Hornos metalúrgicos Fogones domésticos
(n = 13) precalentamiento (n = 8) (n = 25)
potencial para que los artesanos sobreexploten combustibles de madera del bosque. Debido a la
moderna prominencia del problema del peligro de extinción del algarrobo, consideramos que la Combustibles Prosopis spp. Prosopis spp. Acacia macracantha Prosopis spp.
presente situación pudo también ser el caso en la antigüedad. principales 21,5% 46,5% 19,7% 38,5%
(porcentaje g/L Capparis angulata Acacia macracantha Prosopis spp. Acacia macracantha
Para comprender cómo los artesanos de Sicán extrajeron y utilizaron combustibles de
de rasgos similares) 15,3% 6,3% 10,6% 24,5%
madera para la producción, excavamos un pequeño sitio de producción, la Huaca Sialupe, ubicado
Acacia macracantha Capparis angulata Capparis angulata
a 40 kilómetros al oeste del sitio principal de Sicán. Este taller de producción es uno de los pocos 12,3% 0,3% 1,2%
sitios en toda América donde hay evidencia de trabajo de metales y producción cerámica, que Capparis ovalifolia Valesia glabra
ocurrió lado a lado junto con otras actividades diarias domésticas de Sicán, como la elaboración 3,8% 0,6%
de comida, tejido y crianza de camélidos. Nuestras excavaciones en el sitio, junto con nuestros Tessaria integrifolia
experimentos de quema en imitaciones de hornos antiguos, han documentado que la elaboración 3,8%
de las típicas vasijas de cerámica negra de Sicán produjo una gran cantidad de carbón residual Otro madera Otro madera Otro madera Otro madera
como resultado de la quema en atmósfera reductora. Asimismo, nuestras excavaciones y trabajo 18,5% 40,3% 52,3% 5%
Otro no-madera Otro no madera Otro no-madera Otro no-madera
experimental en los hornos de metal en el sitio han indicado que el carbón de madera fue el
24,8% 5,8% 15,6% 32%
recurso preferido para trabajar el metal en el sitio.
Est. promedio
Para evaluar el grado en que los artesanos estuvieron sobreexplotando potencialmente diámetro de rama 0,5 cm < × < 5,0 cm 0,5 cm < × < 1,5 cm 0,5 cm < × < 2,0 cm 0,5 cm < × < 8,0 cm
sus recursos locales, examinamos de manera detallada todos los restos de carbón y combustible carbonizada
de este pequeño sitio (Goldstein 2007; Goldstein y Shimada 2007). El carbón de madera puede
Est. estadío de vida Brote 32% Juvenil 78% Brote 79% Brote 43%
ser identificado en el nivel de especie, debido a que cada tipo diferente de árbol tiene un patrón
de rama de madera Juvenil 11% Brote 12% Juvenil 11% Juvenil 2%
tridimensional distinto de células que pueden ser comparadas con patrones similares de árboles
Madura 5% Madura 1%
conocidos. Además, la carbonización de materiales en el contexto de este sitio, por ejemplo, los
No clasificada 51% No clasificada 10% No clasificada 10% No clasificada 46%
hornos de cerámica y hornos de fundición, preservaron los rasgos principales que nos permitie-
Grado de Incompleto/ limpio Incompleto/pequeños Completo/ algunos Casi completo/ceniza
ron identificar el origen de las semillas, frutas, flores y madera recuperadas arqueológicamente.
combustión con pequeños restos restos de carbón/ceniza restos de carbón
Esto se realizó principalmente mediante la comparación de materiales antiguos con información de ramas carbonizadas de ramas
botánica y ecológica moderna. (excepto por #68,
ver discusión)

Uso de los recursos del bosque en Sicán


de madera, estiércol de camélidos criados localmente y basura orgánica miscelánea. En particular,
Los restos de la Huaca Sialupe revelan que mientras el algarrobo jugó un rol importante como
distintos ratios de material de combustible fueron asignados para específicos tipos de necesida-
fuente de combustible, no fue el único combustible utilizado para la manufactura de artefactos,
des de producción de fuego (tabla 2) . Mientras que los combustibles de madera comprendían el
construcción o cocina. Restos de combustible en el sitio contienen una mezcla de combustibles
mayor componente de todos los combustibles utilizados, vemos que altas proporciones fueron
150 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 151

concentradas en lugares donde específicas calidades de combustible eran requeridas. El estiércol porcentaje de madera. Aquí el algarrobo no es el principal combustible, y el carbón de madera es
de camélido, sobre todo, fue utilizado en todos los contextos de quema, y compone consistente- utilizado casi exclusivamente. En la producción de metales, temperaturas altas y sostenidas son
mente cerca del 5 por ciento de todos los restos de combustible encontrados. La basura orgánica esenciales, lo que hace del carbón un combustible más apropiado: más estable que la madera en
doméstica y los restos agrícolas varían según las necesidades específicas de combustión (Shimada hornos ricos en oxígeno; el carbón puede arder muy caliente durante largos periodos de tiempo.
y Wagner 2007). Basados en la evidencia disponible, parece que el carbón fue, ya sea producido intencionalmente
en las cercanías, para su uso en los hornos, o que ellos dependían del carbón reciclado dejado en
Cerámica
los hornos de producción cerámica. Junto con nuestras observaciones desde el área de producción
La evidencia que tenemos en la Huaca Sialupe señala que tanto los alfares de cerámi-
cerámica, creemos que los restos de los hornos confirman la actividad de reciclar y compartir los
ca oxidada roja como reducida negra requirieron un ambiente de quema controlado, donde el
recursos entre dos industrias al mismo tiempo.
oxígeno es mantenido a un mínimo en un horno muy caliente, hacia 1.200 oC. El resultado es
la deposición de una microsuperficie de grafito negro, que fue muy apreciada por los sicanes. Aprovisionamiento
Curiosamente este mismo ambiente del horno deja una considerable cantidad de carbón residual Tenemos abundante evidencia de que en el sitio de la Huaca Sialupe actividades rela-
después de la quema. Nuestras excavaciones revelaron que todos los 13 hornos, excepto uno, cionadas con la producción de comida también tuvieron lugar. Los restos de huesos animales,
fueron limpiados completamente del carbón residual antes de su abandono. Creemos que esta es mazorcas de maíz y otros productos agrícolas, así como residuos de grandes fogones colectivos
una indicación de que los residuos de carbón fueron utilizados en otro lugar, lo que apunta a un similares a aquellos vistos en la producción de pequeños festines hoy, manifiestan que los arte-
reciclaje de recursos combustibles en forma de carbón. sanos estuvieron cocinando y comiendo en el sitio (Shimada y Wagner 2007). Adicionalmente
La madera de algarrobo (Prosopis spp.) en los hornos cerámicos solo representa cerca el uso de estiércol de camélido y desechos agrícolas como combustible demuestra que una eco-
del 20 por ciento del total de carga de combustible, completando la diferencia con otras maderas. nomía agrícola estuvo en cercana proximidad. Como es visible en la tabla 2, los fogones en el
Cuando es comparado con otros rasgos de uso de combustible en el sitio, también vemos que la sitio utilizaron primariamente combustibles de algarrobo, indicio de que estos recursos fueron
basura orgánica recolectada y el estiércol suplementaron la madera significativamente, compren- lo suficientemente comunes para ser utilizados de modo potencial en maneras cotidianas, y no
diendo cerca del 25 por ciento de los restos de combustible (ver otros no madera; tabla 2). En contraste, estuvieron en exclusiva reservados a la producción artesanal. Este patrón sugiere que dentro y
otro contexto de quema asociado con la producción cerámica, los hoyos de calentamiento (1 × 5 en los alrededores de la Huaca Sialupe la especie dominante del bosque seco tropical, el Prosopis
metros), para precalentar la cerámica seca y pulida antes de la quema y prevenir el shock termal, spp., tenía una significativa abundancia para su uso en las actividades diarias.
estuvieron compuestos casi exclusivamente por madera, de la cual cerca del 50 por ciento fue de
algarrobo. Nuestra revisión de los restos quemados, sin embargo, refiere que la madera provino Uso de recursos por los sicanes e impacto en el bosque
de pequeñas ramas, probablemente caídas en el piso del bosque y recolectadas por los artesanos.
El uso de múltiples tipos de combustible y el reciclamiento de carbón, así como la selección de Al examinar los contextos de recursos de combustible en Huaca Sialupe, pudimos reconstruir
pequeñas ramas caídas, en lugar de árboles enteros, apuntan a un uso muy selectivo de los re- ciertas interacciones entre la manufactura artesanal y la ecología circundante. Nuestra reconstruc-
cursos del bosque por los artesanos de Sicán. ción de los procesos de toma de decisión de los artesanos claramente demuestra el uso juicioso de
los recursos de combustibles: basados en los requerimientos físicos específicos para la producción
Metalurgia
artesanal, los trabajadores utilizaron distintas combinaciones de combustible. Los restos también
En las áreas de metalurgia recuperamos numerosos hornos especializados en metal o
hablan en términos de la composición del bosque en el área. Prosopis spp. y Acacia macracantha
braceros que fueron utilizados para precalentar y recalentar las láminas de metal. En este caso en-
son ecológicamente coetáneos en estos bosques; su crecimiento exitoso es codependiente. La
contramos que los hornos estuvieron cargados completamente con carbón, con solo un pequeño
abundancia de ambas especies prueba una preferencia hacia estos recursos, pero también señala
152 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 153

que el bosque era mixto, con algunas ramas de algarrobo maduro, así como algunas áreas semi- sin embargo, es el completo aniquilamiento, que es lo que está sucediendo hoy en la costa norte
forestales o desforestadas. La presencia de estas áreas despejadas puede ser fácilmente explicada del Perú. El modelo presentado aquí con evidencia de Sicán y la Huaca Sialupe demuestra que
por la presencia de camélidos y campos agrícolas, cuya evidencia también se ha encontrado en los de Sicán crearon múltiples espacios ecológicos; algunos despejaron el bosque y otros fueron
nuestros contextos de combustible. En otras palabras, durante el periodo Sicán hubo claramente claramente dependientes de la presencia de ramas maduras. En cada caso, el esplendor de los
algunas áreas en el bosque que fueron disturbadas o estuvieron en sucesión, probablemente de- principales santuarios en Sicán, las tumbas reales, la gente que las hizo y los artefactos que las
bido a la presión agrícola humana. adornaron, todos dependieron en algún grado del uso juicioso de los recursos del bosque. La
Por otro lado, dentro del conjunto de restos de combustible en la Huaca Sialupe hay relación de la gente de Sicán con su ecología local fue muy diferente de la que la gente tiene hoy,
una marcada ausencia de cualquier madera madura de gran diámetro en los rasgos; en cambio, la que ahora depende mayormente del Gobierno peruano para mantener pequeñas reservas en lo
vemos una alta incidencia de madera de ramas. Adicionalmente, al menos el 90 por ciento de toda que antes fueron grandes bosques. La evidencia arqueológica presentada aquí ilustra una alter-
la madera de ramas muestra la infestación de escarabajos que habitan principalmente la madera nativa muy avanzada. Muestra que los seres humanos pueden desarrollar maneras de vivir con
muerta. La combinación de la presencia de muchas ramas y la infestación son fuertes evidencias estos bosques y extraer recursos para sus necesidades en maneras que son menos destructivas que
de que la madera caída fue recolectada del piso del bosque. La presencia de extensos brotes salu- las actuales. Tenemos la capacidad de escribir el siguiente capítulo en la historia de los bosques
dables de algarrobo puede brindar este tipo de carga de combustible residual, y es la explicación tropicales de Sudamérica y encontrar maneras de vivir con estos ecosistemas sin comprometer
más plausible para el conjunto de combustibles encontrados en el sitio. Asimismo, en Sialupe no su futura existencia.
recuperamos restos de ningún poste de madera o viga sustancialmente intactos. Sin embargo, sí
recuperamos hoyos de postes que habrían mantenido estas vigas en su lugar, lo que indica que,
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una vez abandonadas, estos materiales de construcción fueron lo suficientemente valiosos para
ser recuperados y llevados a otros lugares. Durante el periodo Sicán, parece que no fue necesaria Goldstein, D. J.
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Universidad del Sur de Illinois, Carbondale, Illinois. ProQuest/UMI, Ann Arbor, Michigan.

Goldstein, D. J. e Izumi Shimada


Observaciones desde el pasado y notas para el futuro 2007 «Middle Sicán Multi-Craft Production: Resource Management and Labor Organization». En Craft Production in Complex
Societies: Multi-Crafting, Sequential Production, and Producers, editado por I. Shimada, pp. 44-67. University of Utah
Mientras que la Huaca Sialupe es simplemente un estudio de caso de un ejemplo localizado del Press, Salt Lake City, Utah.
uso de recursos naturales de Sicán, nos provee sin embargo de un importante modelo de pro- Shimada, Izumi y J. F. Merkel.
ducción sostenible. Vemos gente sin energía eléctrica o de gas utilizando recursos disponibles, 1991 «Copper Alloy Metallurgy in Ancient Peru». Scientific American 265 (1): 80-86.
reciclando materiales y estableciendo relaciones de codependencia entre sus economías agrícolas Shimada, Izumi y Ursel Wagner
y artesanales. La evidencia presentada aquí no es para discutir si esta gente hacía esto para sal- 2007 «A Holistic Approach to Pre-Hispanic Craft Production». En Archaeological Anthropology: Perspectives on Method and
var los bosques y causar un menor impacto en su ecología local. En cambio, esta reconstrucción Theory, editado por J. M. Skibo, M. W. Graves y M. T. Stark, pp.163-197. University of Arizona Press, Tucson, Arizona.

identifica maneras alternativas de uso de los recursos del bosque seco, como el algarrobo, y su
manejo en una forma en que la tala completa y la expansión agrícola no son las únicas solucio-
nes económicas. Como se ha mencionado, las especies en sí mismas están bien adaptadas a los
eventos catastróficos como inundaciones de El Niño y sequías extensas. Lo que no pueden resistir,
155

Estudio de cerámica Sicán Medio mediante métodos físicos

Ursel Wagner, Fritz Wagner e Izumi Shimada

Introducción
Sicán fue una próspera cultura que creó una impresionante cantidad y diversidad de bienes sun-
tuosos. Los más elaborados son los fantásticos objetos de oro y otros metales preciosos, así como la
cerámica negra con un brillo metálico intrigante.
Sin embargo, el proyecto aspira a mucho más que el descubrimiento de hermosas piezas de
arte y artesanía en sí mismas. Se esfuerza en alcanzar una comprensión holística de la cultura Sicán.
En un contexto sin registros históricos, esta empresa recae en los mate-
riales excavados y sus contextos, y en la interpretación de su importancia
y significado. En este sentido, un aspecto importante es el estudio de las
tecnologías utilizadas en la manufactura de varios tipos de productos por
los artesanos de Sicán.

El papel del grupo de Arqueometría de Múnich


y sus estudios científicos
Casi desde el inicio del proyecto, estos aspectos invocaron un enfoque in-
terdisciplinario (ver la introducción de Shimada en este volumen). La idea
es que los estudios científicos de los objetos, materiales y métodos emplea-
dos en su manufactura debían ofrecer valiosas impresiones sobre los logros
culturales y tecnológicos de su cultura. Los prospectos para tales estudios
fig. 1 . El área ennegrecida por carbón y
ocurrieron cuando un gran taller de cerámica Sicán Medio fue excavado ceniza de la intensa cocción de cerámica
dentro del taller de cerámica en huaca
en el sitio de huaca Sialupe, en el valle bajo del río La Leche, durante las
Sialupe. Se notan restos de al menos seis
temporadas de campo de 1999 y 2001. Los restos de hornos, moldes de hornos de cerámicas. Foto por I. Shimada.
156 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 157

cerámica para vasijas, arcilla cruda, cerámica copia Mössbauer es sensible a los compuestos de hierro en el material cerámico. Brinda información
sin cocer, así como numerosos fragmentos de acerca del estado químico del hierro, marcador importante de la temperatura de cocción y la composi-
cerámica cocida roja y negra, fueron encontra- ción de la atmósfera en la que la cerámica fue cocida. Los análisis de secciones delgadas y microscopía
dos (figuras 1, 2, 3). Junto con la cerámica coloca- electrónica de barrido brindan información sobre la composición mineralógica del material cerámico,
da como ofrenda en las tumbas alrededor de la el tamaño de las partículas de minerales individuales y sobre otros detalles estructurales. Los análisis
base del montículo de huaca Loro en la capital de difracción de rayos X permiten identificar los minerales cristalinos en la cerámica, independien-
de Sicán, a unos 22 kilómetros al nordeste, la temente de su contenido de hierro. Complementa así a los otros métodos, brindando información
de huaca Sialupe constituye un conjunto de valiosa de las transformaciones minerales que ocurren durante la quema de la cerámica.
hallazgos de cerámica que presenta condicio- Las condiciones de cocción en la cerámica antigua pueden ser reconstruidas con un alto
nes ideales para un exhaustivo estudio cientí- grado de confianza cuando sus propiedades físicas, como lo muestran los patrones de sus espectros
fico. Un punto de interés particular es cómo Mössbauer y la difracción de rayos X, son comparadas con información correspondiente de especí-
figura 2. Fragmentos de cerámica sin cocer en el piso de un cuarto del taller de
los ceramistas de Sicán produjeron la cerámica menes de prueba cocidos en condiciones controladas en el laboratorio u obtenidos en experimentos
cerámica en Huaca Sialupe. Foto por I. Shimada.
intensamente negra y brillante, que es tan ca- de quema realizados en condiciones controladas en réplicas de hornos antiguos, donde uno puede
racterística de esta cultura (figura 2). monitorear la temperatura con termómetros.
El grupo de Arqueometría de Múnich se ha embarcado en el estudio de los hallazgos de Si- Tales experimentos requieren arcilla de cerá-
cán en un intento por describir y reconstruir la producción de cerámica en el periodo Sicán Medio. mica sin quemar del mismo tipo que fue uti-
Lo que los estudios científicos pueden revelar acerca de las civilizaciones antiguas tal vez sea me- lizado por los antiguos ceramistas. Es de gran
nos espectacular que desenterrar objetos emocionantes, pero es de gran importancia para nuestra suerte que tal arcilla haya estado disponible en
comprensión del desarrollo y la organización de sociedades como la cultura Sicán. Un prerrequisito la excavación del taller de cerámica Sicán, don-
importante para este trabajo fue la experien- de la arcilla de cerámica no cocida y fragmen-
cia ganada durante un estudio precedente de tos de vasijas no cocidos fueron encontrados
las técnicas utilizadas en la producción de ce- junto con fragmentos ya cocidos.
rámica formativa (hacia 1000-700 d. C.) en el Los contenidos de elementos traza de
sitio cercano de hornos en el canal de Poma, las piezas de cerámica pueden ser determina-
que corre a través del Santuario Histórico Na- dos por medio de análisis de activación neu-
cional del Bosque de Poma, en el valle medio trónica. Para este propósito, los especímenes
del río La Leche. son irradiados por neutrones en un reactor
En nuestros estudios empleamos un nuclear y los isótopos radioactivos producidos
número de métodos complementarios de aná- así son detectados por su típica radiación ga-
lisis: el análisis de activación neutrónica es utili- mma. Con la utilización de métodos de aná-
zado para agrupar la cerámica de acuerdo con lisis multivariado, uno puede clasificar los es-
la composición de sus elementos traza, y, por pecímenes en dos grupos según el contenido fig. 4: Un gráfico comparando las composiciones químicas de las muestras de
figura 3. Fragmentos de botellas Sicán con su acabado exterior intensamente negra cerámicas provenientes de huaca Loro y huaca Sialupe determinadas por medio
y brillante, hechas en el taller de Huaca Sialupe. Foto por I. Shimada. consiguiente, sus orígenes (figura 4) . La espectros- de sus elementos traza. Los resultados de estos de análisis multivariado, activación de neutrones (NAA). Preparada por U. Wagner.
158 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 159

análisis son mostrados por las barras (bloques) peccionan los resultados de una quema con
blancas en la figura 4. pobladores locales como observadores. La
La altura de las barras brinda los números quema fue conducida en la réplica de un hor-
de los especímenes de un grupo particular. Los no construido según los hornos de 1.000 años
corchetes que juntan las barras indican la seme- de antigüedad excavados en la huaca Sialupe.
janza de los grupos representados por las barras: Un esquema del horno es mostrado en la parte
cuanto más a la derecha están sus trazos vertica- inferior de la imagen. El horno cuadrangular
les, tanto menos semejantes son los grupos. tiene una abertura en el techo que permite co-
Así, uno puede conseguir información locar combustible para el fuego y que es poste-
sobre el lugar de origen de la arcilla con la cual riormente cubierto con fragmentos de vasijas
fig. 6a. Dos botellas negras estilo Sicán hechas en la réplica del horno por el
fue hecha la cerámica, ya que se puede suponer grandes para cerrar el horno y crear así la at- ceramista José Sosa. Foto por I. Shimada.
con seguridad que los especímenes con similar mósfera reductora, necesaria para hacer cerá-
contenido de elementos traza fueron hechos de mica negra.
arcilla proveniente del mismo lugar de origen. La réplica del horno fue quemada con leña local rica en resina y bosta de vaca seca fue uti-
Uno puede por ejemplo decir que la cerámica lizada para obtener la atmósfera reductora necesaria para hacer réplicas de la característica cerá-
roja y negra de Sicán tiene virtualmente idénti- mica negra Sicán. La superficie negra de las vasijas está creada por la deposición del carbón negro
cos contenidos de elementos traza y, por consi- durante la etapa de cocción reductora, cuando el horno está cerrado y el combustible en llamas en
guiente, fue hecha del mismo tipo de arcilla, pro- él produce gases orgánicos que se descomponen en carbón en la superficie caliente de la cerámica.
bablemente del mismo lugar. En consecuencia, Para obtener la típica superficie brillante, uno debe pulir cuidadosamente las vasijas secadas al aire
la diferencia en el color es resultado de variados
procedimientos durante la cocción. Uno también
puede observar que la cerámica hallada en Sialu-
pe posee virtualmente la misma composición que
la de las tumbas de huaca Loro, a un día entero
de camino de distancia, y, por consiguiente, fue
hecha del mismo tipo de arcilla, tal vez incluso en
el mismo lugar. Probablemente la cerámica cere-
monial encontrada en las tumbas Este y Oeste y
en el cementerio adyacente fue suministrada por
el taller de huaca Sialupe.
En la fotografía de la figura 5 el arqueólo-
fig. 5 . Experimento de cocción de cerámica. Ver el texto por detalles. Se notan
go Izumi Shimada (con camisa azul) y el maestro
en la parte inferior de la figura las diferentes vistas del horno de cocción uti- fig. 6b. Fragmentos de cerámica encontrados en el taller de Huaca Sialupe (fila superior) y las piezas experimentales quemadas en la réplica del horno que
lizado en el experimento. Preparada por U. Wagner. ceramista local José Sosa (con polo blanco) ins- posteriormente utilizamos en los estudios científicos. Foto por U. Wagner.
160 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos manejo sicán de recursos naturales | David J. Goldstein 161

depósito separadas. Los experimentos de campo con un horno reconstruido de este tipo mostraron
que uno puede alcanzar fácilmente temperaturas tan altas como los 1200°C, cuando el viento diario
que proviene del mar sopla rápidamente en el hoyo del lado, brindando la corriente de aire necesaria.
Tales temperaturas son lo suficientemente altas para una amplia variedad de trabajo metalúrgico,
incluido el del oro. En efecto, los análisis de activación neutrónica del carbón excavado en el interior
de los hornos revelaron restos de oro muy por encima del nivel natural. Por medio del uso del carbón,
los artesanos de Sicán pudieron lograr y controlar altas temperaturas y fueron capaces de trabajar el
metal, además de hacer cerámica en sus talleres, ciertamente un paso importante en el desarrollo de
su trabajo artesanal.

Conclusiones
antes de la quema. Los resultados de los aná-
lisis de espectroscopia Mössbauer muestran Estudios científicos, en cercana coordinación con el trabajo de campo arqueológico progresivo, pro-
que la cerámica negra fue, en efecto, primero ducen valiosos conocimientos y enfoques de los logros culturales y tecnológicos de la gente de Sicán.
calentada hasta aproximadamente 800 °C en Por lo tanto, los resultados de numerosos experimentos en laboratorio y campo han contribuido a
la fase inicial, en la que el aire podía ingre- nuestra comprensión holística de su cultura.
sar al horno, y la deposición de carbón ocu-
rría a una temperatura relativamente baja. La
Bibliografía
figura 6amuestra dos réplicas de cerámica ne-
gra brillante hechas en la réplica del horno
Cervantes, Gabriela; Wagner, Ursel y Perry, Linda
por el ceramista José Sosa, en un caracterís- 2011 «Variabilidad de las vasijas en miniatura de huaca Loro: Un estudio multidisciplinario». En II Congreso Latinoamericano de
tico estilo Sicán. Debajo de estas, uno puede Arqueometría, editado por L. Vetter, R. Vega-Centeno, G. Olivera y S. Petrick, pp. 237-251. Universidad Nacional de Ingeniería,
fig. 7. Un antiguo horno de cerámica Sicán excavado en el taller de Huaca Sialupe.
ver numerosos fragmentos de cerámica en- Lima.
Foto por U. Wagner.
contrados en el taller de la huaca Sialupe (fila Cervantes, G. y otros
superior, figura 6b) y numerosas piezas experimentales quemadas en la réplica del horno junto con 2011 «Mössbauer Study of Miniature Vessels from the Sicán Burial Site of Huaca Loro». En Hyperfine Interaction 203: 51-57.

la cerámica negra, y posteriormente utilizada en los estudios científicos. Shimada, Izumi y otros
Las excavaciones del Proyecto Arqueológico Sicán también trajeron a la luz a los hornos que 2003 «Early Pottery Making in Northern Coastal Peru: Part I: Mössbauer Study of Clay». En Mössbauer Spectroscopy in Archaeology,
volume II, editado por U. Wagner, pp. 73-89. Hyperfine Interactions 150 (1-4). Kluwer Publishing, Nueva York.
consistían en una vasija de cerámica grande e invertida (denominada porrón), con una abertura en
Shimada, Izumi y otros
la cima y un hoyo para la quema en un lado. La figura 7 muestra un horno en el momento en el que
2003 «Early Pottery Making in Northern Coastal Peru: Part II: Field Firing Experiments». En Mössbauer Spectroscopy in Archaeology,
es excavado. Los esquemas abajo muestran detalles de su construcción. El aire ingresaba al horno volume II, editado por U. Wagner, pp. 91-105. Hyperfine Interactions 150 (1-4). Kluwer Publishing, Nueva York.
a través del hoyo en un lado y los gases de la chimenea salían mediante la abertura en la cima. Los
Shimada, Izumi y otros
adobes cocidos y la arcilla brindaban un buen aislante térmico. Estos hornos fueron quemados con 2003 «Early Pottery Making in Northern Coastal Peru: Part III: Mössbauer Study of Sicán Pottery». En Mössbauer Spectroscopy in
carbón, restos que fueron descubiertos en el interior de los hornos excavados, y también en áreas de Archaeology, volume II, editado por U. Wagner, pp. 107-123. Hyperfine Interactions 150 (1-4). Kluwer Publishing, Nueva York.
162 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos

Shimada, Izumi y otros


2003 «Early Pottery Making in Northern Coastal Peru: Part IV: Mössbauer Study of Pottery from Huaca Sialupe». En Mössbauer Spec-
troscopy in Archaeology, volume II, editado por U. Wagner, pp. 125-139. Hyperfine Interactions 150 (1-4). Kluwer Publishing,
Nueva York.

Shimada, Izumi y otros


2007 «Pre-Hispanic Sicán Furnaces and Metalworking: Toward a Holistic Understanding». En Metalurgia en la América Antigua:
teoría, arqueología, simbología y tecnología de los metales prehispánicos, editado por Roberto Lleras Pérez, pp. 337-361.
Travaux de l’Institut Français d’Études Andines, nro. 253.

Shimada, Izumi y Wagner, Ursel


2000 «Mössbauer Spectroscopy in Archaeology». En Mössbauer Effect Reference and Data Journal 23(7): 251-253.
2001 «Peruvian Black Pottery Production and Metal Working: A Middle Sicán Craft Workshop at Huaca Sialupe». Materials Research
Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias
Society Bulletin 26(1), 25-30.
2007 «Craft Production on the Pre-Hispanic North Coast of Peru: A Holistic Approach and Its Results». En Archaeology as Anthro-
pology: Theoretical and Methodological Approaches, editado por James Skibo, Michael Grave y Meriam Stark, pp. 163-197.
University of Arizona Press, Tucson.

Wagner, Ursel y otros


1994 «Kiln Firing at Batán Grande: Today and in Formative Times». En Archaeometry of Pre-Columbian Sites and Artifacts, editado
por D. A. Scott y P. Meyers, pp. 67-84. The Getty Conservation Institute, Marina del Rey, California.

Wagner, Ursel y otros


1994 «Las condiciones de auemas y otros aspectos tecnológicos de las cerámicas formativas de los Andes: Perspectiva Arqueomé-
trica». En La tecnología y la organización de producción de las cerámicas en los Andes prehispánicos, editado por Izumi
Shimada, pp. 121-156. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.

Wagner, Ursel y otros


1998 «Clay: An Important Raw Material for Prehistoric Man». En Hyperfine Interaction 117: 323-335.

Wagner, Ursel y otros


1998 «Production of Formative Ceramics: Assessment by Physical Methods». En Andean Ceramics: Technology, Organization and
Approaches, editado por I. Shimada, pp. 173-197. MASCA, The University Museum, University of Pennsylvania, Filadelfia.

Wagner, Ursel y otros


1999 «Reducing Firing of an Early Pottery Making Kiln at Batán Grande, Peru: A Mössbauer Study». En Hyperfine Interaction 122:
163-170.

Wagner, Ursel y otros


2000 «The Use of Mössbauer Spectroscopy in Studies of Archaeological Ceramics». En Radiation in Art and Archaeometry, editado
por D. C. Creagh y D. A. Bradley, pp. 417-443. Elsevier Science Publishers, Ámsterdam.

Wagner, Ursel y otros


2001 «Sicán Kilns and Furnaces: Field Firings and Archaeometric Studies». En Hyperfine Interaction C: 1-4.
165

Arte, religión y cosmología de Sicán Medio: nuevos enfoques

Izumi Shimada, con la colaboración de César Samillán Torres

Introducción
Las imágenes de objetos emblemáticos de Sicán Medio (900-1100 d. C.;
periodo llamado también Lambayeque Clásico), como el tumi (cuchillo
en quechua) ceremonial y la máscara de oro, son ubicuas por todo el Perú
de hoy, sean o no correctamente identificadas como tales. Estas imágenes
han sido ampliamente adoptadas como logos por negocios e instituciones
(por ejemplo, Aeroperú, Petroperú y el equipo nacional de rugby [Los
Tumis]) e imitaciones a manera de souvenirs pueden ser encontradas en fig. 1. Tumi de oro de Sicán Medio que

tiendas turísticas a lo largo del Perú (figura 1) . La imagen escogida para in- decora la nueva serie numismática de la
moneda de nuevo sol Riqueza y Orgullo
augurar la nueva serie numismática de la moneda de nuevo sol Riqueza y del Perú. Foto: Izumi Shimada.
Orgullo del Perú es
la de un tumi de oro de Sicán Medio. Fuera
del Perú, las cubiertas de muchos libros para
público sobre las culturas prehispánicas del
Perú, o más ampliamente sobre la civilización
andina en su conjunto, frecuentemente mues-
tran una llamativa imagen de una máscara de
oro de Sicán Medio (figura 2) .
Es comprensible entonces que las
percepciones tanto del público como de los
arqueólogos dentro y fuera del Perú sobre
fig. 2. Cubierta de un libro para público en general sobre las culturas prehispánicas
arte, religión y cosmología de Sicán Medio
de México y del Perú. Foto: Izumi Shimada. hayan sido modeladas o limitadas «al parecer
166 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 167

el invariable» rostro enmascarado (figura 3) con dado que es mostrada frecuentemente (figura 4) sosteniendo un tumi
ojos en forma de almendra, orientados hacia en una mano y un vaso con el borde evertido tipo quero o una
arriba o ‘alados’ que Shimada (1985, 1990, cabeza trofeo en la otra. Al mismo tiempo, recuentos de A. de la
1995, 2000) ha denominado la deidad sicán Calancha (1976 [1638]; también Rowe 1948) de la veneración a la
(ver a continuación). Consecuentemente la luna en el folclor de los pescadores de la costa norte, junto con
presunción era que la sociedad de la cultura representaciones frecuentes de pesca y otras actividades y rasgos en
Sicán Medio estuvo ideológicamente unifica- el arte de Sicán, fundamentan la interpretación de Carrión Cachot
da por su devoción a una rígida y monolítica de que esta divinidad nocturna ornitomorfa personifica a la luna.
religión centrada en esta deidad sicán (por Por otro lado, Kauffmann Doig (por ejemplo, 1986, 1989,
ejemplo, Mackey 2001: 111). 1992) ha insistido largamente en que la deidad en cuestión o el mí-
Apoyándose fuertemente en análisis tico personaje ornitomorfo, llevando una máscara, es el ave deno-
iconográficos de objetos funerarios disturba- minada Naylamp mencionada en la versión del mito de Naylamp
fig. 3. Rostro enmascarado con ojos en forma de coma o almendra orientados hacia
dos de diferentes materiales (principalmente fig. 5. Variación del rostro ornitomorfo que adorna
registrada por Rubiños y Andrade (1936 [1782]) y es el progenitor
arriba o ‘alados’ de la deidad sicán. Foto: cortesía de Yutaka Yoshii.
metales, cerámica y en mucho menor grado la base del gollete de la botella negra del estilo del mítico fundador de la dinastía Lambayeque del mismo nombre.
Sicán Temprano. Dibujo: Izumi Shimada.
madera, calabazas y textiles) y complementados por información etnohistórica de los siglos XVII Uno podría fácilmente argumentar, sin embargo, que el personaje
y XVIII, particularmente aquellas del padre Antonio de la Calancha (1976 [1638]), Miguel Cabello alado es la representación de Naylamp, quien al morir desarrolló
de Balboa (1951 [1586]) y Rubiños y Andrade (1936 [1781]); investigadores peruanos como Rebeca alas y voló al cielo, según el mito. Recientemente Carlos Elera
Carrión Cachot (1940), Federico Kauffmann Doig (por ejemplo, 1986, 1989, 1992) y Jorge Zevallos (2006, 2009) ha reintroducido la noción de la iconografía sicán
Quiñones (1989) se han enfocado en la fusión de rasgos antropoornitomorfos de la deidad sicán, como una representación visual de la mitología de Naylamp con
la que Carrión Cachot (1940) denomina «di- la deidad sicán como Naylamp.
vinidad ornitomorfa» o «ave lunar». Carrión Verificar empíricamente la identificación de la deidad
Cachot (1940: 573) argumenta que los ojos sicán como Naylamp es en realidad un gran reto que nadie ha
‘alados’ o hacia arriba, con grandes globos logrado hasta ahora (Shimada 1985, 1990, 1995). Todos los in-
oculares esféricos, alas, cola, garras y manchas vestigadores concuerdan con que el personaje masculino mítico
en el plumaje nos permiten identificarla segu- con el rostro enmascarado que aparece representado en todos
ramente como un ave de presa nocturna como los medios artísticos a partir del inicio del periodo Sicán Medio
el búho, pero esa antropomorfización resultó hacia 900-950 d. C. es la deidad principal de la religión sicán. En
en la sustitución de algunos rasgos de ave; el inicio del periodo Sicán Medio, el dios es representado con el
por ejemplo, la cresta emplumada en forma rostro enmascarado, pero sin los rasgos ornitomorfos que enfa-
de luna creciente, tocados alados y el plumaje tizan Carrión Cachot, Kauffmann Doig, entre otros. Los rasgos
por vestimentas lujosamente ornamentadas. fig. 4. Representación de la deidad sicán que sostiene un tumi en una mano y una ornitomorfos empiezan a aparecer en el arte de Sicán Medio un fig. 6. Rostro ornitomorfo que adorna la base del
Más aún, Carrión Cachot (1940) argumenta cabeza trofeo en la otra. Esta imagen se ubica en el centro de la «cosmovisión poco después. Curiosamente estos rasgos, combinados con los gollete de la botella negra del estilo Sicán Temprano.
sicán», pintada en una tela que adornó el interior de la tumba sur del sector sur de Nótese la forma del pico como del búho. Museo
que esta deidad está asociada con el sacrificio, la Huaca Las Ventanas. Dibujo: César Samillán. rostros antropomórficos, caracterizan la cerámica diagnóstica Regional Brüning, Lambayeque. Foto: Izumi Shimada.
168 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 169

visión trunca de la variabilidad de las expresiones artísticas, las interpretaciones de las imáge-
nes representadas se han vuelto ampliamente dependientes de la información etnohistórica, en
particular sobre la mitología de Naylamp. Este enfoque y visión han dado como resultado una
perspectiva extremadamente estrecha y sesgada del arte e ideología asociada a Sicán Medio. Gran
parte del corpus del arte de Sicán Medio disponible hoy, sin embargo, no puede ser comprendido
solo en referencia a la mitología.
El principal objetivo de este artículo es presentar una visión multidimensional del arte,
de la religión y de la cosmología de Sicán Medio desde la ventaja de un corpus iconográfico de
modo significativo más grande y con información contextual segura resultado de más de tres
décadas de investigación casi continua del Proyecto Arqueológico Sicán (PAS). Nuestro enfoque
difiere de manera elocuente de los enfoques convencionales debido en gran medida a nuestro
reconocimiento del poder transformativo y resultante en múltiples encarnaciones y roles de la
deidad sicán, así como los efectos de superposición, consecuencia de la composición multiétnica
de la sociedad de Sicán Medio. Este capítulo argumenta la caracterización básica de la misma
materia presentada en la introducción de este libro. Como tarea de investigación pendiente,
también sugerimos un vínculo íntimo y posiblemente causal entre la caída de la cultura Sicán
Medio y la fundación de la dinastía chimú. En realidad el tema y el objetivo de esta sección
son demasiado amplios y complejos para tratarse adecuadamente en un solo capítulo. En este
fig. 7 Seriación de las botellas de Sicán de gollete simple. Dibujo: Izumi Shimada.
sentido, ofrecemos solo sumarios de nuestros datos e interpretaciones.
del estilo Sicán Temprano (figuras 5 y 7) . Al respecto, hay que considerar la posibilidad de que Nos enfocamos en el arte del periodo Sicán Medio (en lugar de los periodos Temprano o
durante el lapso relativamente corto en la primera mitad del periodo Sicán Medio los rasgos or- Tardío) porque satisface dos condiciones críticas para conducir un análisis interno significativo
nitomorfos (tal vez de origen lambayecano) se fusionaron con el concepto Huari/Tiahuanaco del (ver más adelante); llámese el gran corpus de ejemplos bien documentados en diversos soportes,
dios omnipotente masculino, de lo que resultó lo que conocemos actualmente como la deidad y la amplitud y profundidad de nuestro conocimiento y comprensión de su importante cultura.
sicán. En vez de pensar en la deidad como la representación singular de Naylamp o como una Por análisis interno nos referimos a uno que busca la comprensión de conceptos y mensajes
creación completamente original, se plantea la idea de que la deidad sicán representa una fusión codificados en representaciones artísticas por medio de la identificación de la ocurrencia de
de conceptos y rasgos iconográficos existentes locales y adoptados en una nueva configuración. patrones de diferentes elementos, motivos y temas a lo largo de variados soportes y contextos.
¿Acaso alguna de las teorías antes mencionadas toma en cuenta los aspectos esenciales del Este proceso analítico es similar al que E. Panofsky (1955) refiere como «análisis iconográfico».
arte y de la religión de Sicán Medio más allá de la identificación de la deidad central y la importancia Las representaciones artísticas vistas en conjunto con los diversos objetos, patrones y trata-
de rasgos y temas aviares y marinos? ¿Estuvo la religión sicán centrada en la Luna, o su devoción mientos documentados en los contextos funerarios (es decir, entierros) expresan consciente o
estuvo enfocada en el culto a un ancestro mítico? ¿Cuáles fueron los intereses, las creencias y la inconscientemente ideas y conceptos religiosos y cosmológicos. Por lo tanto, tomando ventaja de
cosmovisión subyacentes en estas imágenes? Estas preguntas nos guían al escribir este artículo. nuestro análisis interno del arte de Sicán Medio, en este artículo también ofrecemos observacio-
Los estudios tempranos del arte de Sicán Medio se han fundamentado fuertemente en nes acerca de la religión y cosmología que complementan aquellas ofrecidas en la introducción
objetos huaqueados de cerámica y metal. Con poca o ninguna información contextual y una de este libro.
170 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 171

Las telas pintadas y una nueva base de datos

Los estudios tempranos del arte y de la religión de Sicán no solo estuvieron fuertemente basados
en la iconografía encontrada en objetos huaqueados (por ejemplo, Carcedo y Shimada 1985; De
Lavalle 1989, 1992), sino que fueron también deslucidos por la confusión entre los estilos artísti-
cos de Sicán y Chimú, como se explicó en la introducción. Al mismo tiempo, hubo un puñado de
estudios que estuvieron sustentados en murales bien preservados y documentados, como aquellos
registrados en la Huaca Pintada (Carrión 1940; Schaedel 1978), Huaca Loro (Florián 1951) y
Úcupe (Alva y Meneses de Alva 1984).
Hoy podemos contar con un rango de evidencia más amplio con mejor documentación.
Gran parte de la evidencia pertinente para este capítulo derivó de excavaciones del taller de cerá-
mica y metalurgia de Sicán Medio de la Huaca Sialupe (en 1999 y 2001; a 22 kilómetros al oeste
de la capital de Sicán Medio de Sicán, entre los pueblos modernos de Lambayeque y Mórrope)
y en tumbas contemporáneas que fueron excavadas en el curso de nuestras investigaciones in-
terdisciplinarias de largo plazo de las prácticas funerarias de Sicán Medio para reconstruir su
organización social y religión que empezaron en 1990 (por ejemplo, Shimada 1995; Shimada y
otros 2004; ver otros capítulos por Shimada y uno por Cervantes y otros). Adicionalmente están
proporcionando mucha evidencia nueva las excavaciones recientes y actuales realizadas en el
complejo de Chotuna y Chornancap y en la Huaca Las Ventanas y su entorno dentro del sitio de
Sicán por los equipos de los museos Regional Brüning y Nacional Sicán, respectivamente.
Una importante fuente de imágenes religiosas son las hasta ahora poco conocidas y
estudiadas telas pintadas (figuras 8 y 12) que cubrieron las fachadas interiores de las paredes y de
los pisos de las tumbas de élite en la capital de Sicán Medio de Sicán, en el valle medio de La
Leche. Había telas llanas tejidas de fibras de algodón especialmente fino, una conclusión a la que
Nobuko Kajitani (comunicación personal, 1996) llegó después de sus análisis detallados in situ
de los residuos del piso de la antecámara de la tumba oeste de la Huaca Loro (ver figuras 61 y 62
de la introducción) utilizando un microscopio monocular de veinte aumentos. Ella considera que
las fibras fueron cuidadosamente sacadas del núcleo interno de las cápsulas de algodón. Las telas
eran típicamente de 1 metro de ancho (la máxima anchura que se puede tejer con el telar de cin-
tura) hasta 7 metros de largo. Cada una estuvo sujetada a un marco rectangular hecho con caña
(probablemente caña brava, hacia 2-3 centímetros de diámetro; Gynerium sagittatum) y postes de fig. 8 Tela pintada que cubre la parte septentrional del piso de la cámara funeraria (hacia 3,0 × 3,2 metros y 5,0 metros de profundidad) de la
madera (hacia 4-5 centímetros de diámetro), tal como los artistas modernos tensarían un lienzo tumba nordeste 2, ubicada cerca de la esquina nordeste de la pirámide de la Huaca Loro. Se puede reconocer el rostro de la deidad sicán. El área
oscura en la esquina nordeste de la cámara corresponde a otro tipo de tela. También se pueden ver grandes números de vasijas. Excavada en el
sobre un marco. En la mayoría de los casos, la parte posterior de la tela estaba completamente año 2008, pero la parte meridional fue disturbada. Dibujo: César Samillán.
172 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 173

cubierta con una capa muy delgada (hacia 0,1


milímetros) y brillante de láminas de tumba-
ga (aleación de cobre arsenical, plata y oro de
bajo quilataje) cosidas en ella y que habrían
dado cierta rigidez estructural a la tela sin
añadir mucho peso. Sospechamos, sin embar-
go, que la intención básica de este elaborado
paso fue dar a la tela el atributo de dorada, y
así reforzar el significado sagrado y especial
de las imágenes y escenas mitológicas ilustra-
fig. 9. Tela pintada que cubre el piso de la antecámara de la tumba oeste de la
Huaca Loro con la representación de una fila de ‘guerreros’, cada uno llevando una das en el otro lado (parte frontal).
cabeza trofeo. Foto: Izumi Shimada.
El dorado fue seguido por la apli-
cación de un engobe de arcilla blanca y par-
ticularmente fina (por ejemplo, caolín) en la
parte frontal de la tela (basado en análisis
de f luorescencia de rayos X; Aniko Bezur:
comunicación personal 2006). Finalmente,
imágenes, patrones geométricos invariables o
motivos religiosos fueron pintados en la su-
fig. 11. Reconstrucción por César Samillán de la tela pintada que cubría el interior del ataúd (sin cuerpo), «Entierro» 3, Trinchera 2-’06, cementerio oeste de
perficie seca utilizando típicamente de cinco la Huaca Loro.
a seis colores (negro para delinear los mo-
tivos; amarillo, anaranjado o marrón claro, fueron encontradas), o incluso pantallas para crear un ambiente privado, ritual en un área abierta
rojo, verde claro y azul claro). Imágenes de (Shimada 1996). Uno pudo haber cambiado estas telas para adaptarse a la ocasión o a los partici-
fig. 10. Tela pintada que cubre la pared interior occidental de la tumba sur del
sector sur de la Huaca Las Ventanas. Se representa un felino mítico sentado que estas telas son comúnmente complejos temas pantes. Sugerimos que el último uso de estas telas pintadas y doradas era delinear/decorar el piso
forma una parte de la «cosmovisión nocturna» con la deidad sicán, debajo de la
míticos, que no son reproducidos en otros y las paredes interiores de las cámaras funerarias de las élites de Sicán Medio que probablemente
serpiente bicéfala arqueada (que simboliza el cielo nocturno). Foto: Izumi Shimada.
soportes o con tanto detalle. Los temas están inferimos utilizaron estas telas enmarcadas en performances de actividades rituales en vida.
compuestos de varias criaturas antropomorfas y zoomorfas, pero usualmente enfocados en la Los componentes orgánicos e incluso las láminas de tumbaga de estas telas doradas no
deidad sicán. Son reminiscentes de la cerámica y del arte mural mochicas en el uso del delineado se preservan bien. Las últimas se corroen fácilmente debido a su alta concentración de cobre. Al
negro, paleta limitada de colores, estilo representacional y uso de tamaño diferenciado y ubica- mismo tiempo, las capas más durables de arcilla con diseños pintados se pueden exponer y do-
ción para denotar la significancia relativa de íconos. cumentar mediante una cuidadosa y paciente limpieza.
El marco de estas telas les permitió ser utilizadas como decoración mural portable e Las fuentes de información antes mencionadas estuvieron suplementadas por 1) nume-
intercambiable (como en el caso de la cara exterior de un recinto en la Huaca Las Ventanas rosos textiles de Sicán Medio en las colecciones de Wilhelm Gretzer en el Museo Völkerkunde
[ver figura 21 en Shimada 1985: 108], donde las improntas dejadas por los marcos de las cañas (Etnológico) en Dahlem, Berlín (ver por ejemplo las figuras en la introducción), y 2) las grandes
174 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 175

La deidad sicán: transfiguración e identidades múltiples

La introducción a este libro presenta líneas pertinentes de evidencia empírica y razones lógi-
cas para argumentar la omnipresencia, omnipotencia y correspondientes encarnaciones y roles
múltiples en el orden cósmico y en la vida en la tierra. Su encarnación ornitomorfa y asociación
con la Luna y el océano Pacífico que fueran enfatizados en estudios más tempranos deberían ser
considerados claves; pero son solo uno de los componentes de este poder transformativo y de
múltiples identidades. A continuación desarrollamos estas afirmaciones.
Una perspectiva a largo plazo del arte de Sicán revela que sus expresiones se vuelven pro-
gresivamente más complejas en el tiempo. Por ejemplo, durante el periodo Sicán Medio temprano
(hacia 900 d. C.; figura 7), la figura enmascarada en la base de los diagnósticos golletes simples de
botellas de cerámica era bastante simple; no mostraba ornamentos en las orejas, figuras acompa-
ñantes antropomorfas o zoomorfas en el cuerpo de la vasija u otros adornos. Como se describe en
otras publicaciones, este tipo de botella pasó por cambios bien documentados y fechados de tamaño,
fig. 12. Reconstrucción por César Samillán de la tela pintada que cubría el interior de la cámara funeraria de la tumba 2, cementerio oeste de la Huaca Loro
(2006).
proporción y complejidad iconográfica (por ejemplo, Cleland y Shimada 1992; Shimada 1985, 1990).
En general la complejidad se incrementó en el tiempo hasta la parte tardía del periodo Sicán Medio
colecciones de cerámicas en el Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia (MNAAH) cuando los detalles decorativos se volvieron progresivamente convencionales y simplificados. La
en Lima y en el Museo Regional Brüning en Lambayeque. Los textiles son en su mayoría frag- misma tendencia es vista para la variabilidad sincrónica en los detalles de la figura enmascarada.
mentarios y atribuidos al sitio de Pachacámac. Fueron adquiridos por Wilhelm Gretzer, un co- Sin embargo, es en las botellas de la etapa temprana de esta secuencia que uno puede reconocer una
merciante alemán de textiles y arqueólogo amateur, durante un lapso de unas cuantas décadas fuerte similitud en las máscaras de metal, madera y tela de los fardos contemporáneos encontrados
a comienzo del final del siglo XIX (ver el capítulo de Segura y Shimada). Las colecciones de en el dominio de Sicán y en otras partes en la costa peruana, tanto al sur como en la costa central
cerámicas, por otro lado, están compuestas por piezas que fueron confiscadas por autoridades o (ver el capítulo de Segura y Shimada). Reconociendo esta similitud, Elera (2009: 98) ha argumen-
aquellas donadas por coleccionistas. Inspecciones de objetos de metales preciosos sin proveniencia tado que estas botellas representan fardos funerarios, y que las diferentes imágenes encontradas en
en el Museo Oro del Perú (Lima), en el Museo del Banco Central de Reserva del Perú (Lima), en estas botellas y botellas similares representan varios eventos y actividades asociadas con Naylamp,
el Museo de Arte de Dallas (Estados Unidos) y en otras instituciones contribuyeron con valiosa el fundador mitológico de la dinastía Lambayeque descrita anteriormente.
información adicional (ver el capítulo de Carcedo). En tanto que consideramos la hipótesis de Elera plausible, particularmente la corres-
En general, aunque este artículo enfatiza en las representaciones artísticas encontradas pondencia entre fardos funerarios y botellas de cerámica decoradas de gollete simple, creemos
en objetos apropiadamente documentados, se debe recordar que en general el tamaño de su que el arte de Sicán Medio tuvo una base más amplia que la representación visual de aspectos
muestra es aún relativamente pequeño y sobrerrepresenta contextos funerarios (particularmente resaltantes del mito de Naylamp. La asumida correspondencia entre las expresiones artísticas y
aquellos de élites) y rituales (conjuntos de ofrendas). Las muestras de contextos de la vida co- los aspectos específicos del mito no dan cuenta de la variabilidad artística observada en el arte
tidiana, particularmente de la gente común, están en su mayoría subrepresentadas. En general de Sicán Medio.
nuestra reconstrucción y comprensión del arte, de la religión y de la cosmología de Sicán Medio En primer lugar, el arte de Sicán Medio, expresado en la cerámica y en otros soportes,
están mayormente parcializadas hacia las visiones y los dogmas de las élites. está repleto de ejemplos de la transfiguración y múltiples identidades de la deidad sicán. No solo
176 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 177

está mostrado al centro de paisajes Su prestigio y culto fue indudablemen-


diurnos (por ejemplo, rodeado de te promovido, si no impuesto por el Señor de
líneas radiantes presumiblemen- Sicán (término colectivo para referirse a los lí-
te representando rayos solares), deres de la élite de la sociedad sicán) como una
nocturnos (por ejemplo, rodeado manera de autoservicio. Su prestigio y poder se
de un fondo punteado presumi- basó grandemente en su mutua asociación físi-
blemente el cielo estrellado o una ca y simbólica. Un buen ejemplo de esta asocia-
serpiente bicéfala arqueada), te- ción y de su importancia es la constante dupla
rrestres y marinos (figuras 12 y 13 de la imagen del Señor/dios Sicán con aquella
de la introducción; Shimada 1995, del Spondylus princeps, que tiene importancia
2000), pero también la cabeza de ritual persistente y dominante en gran parte de
la deidad sicán es representada fu- los Andes. La habilidad del Señor de Sicán, para
sionada con los cuerpos de diversas importar y distribuir esta concha dentro y fuera
criaturas sobrenaturales, como un del núcleo sicán, reforzó seguramente la vene-
fig. 13. Manifestación de la deidad sicán como un felino mítico (jaguar). Colección Raúl Apesteguini.
ave predatoria y un inferido jaguar ración de la deidad sicán y, por asociación, al
Foto: cortesía de Yutaka Yoshii.
(figuras 13 y 14) basados en las marcas Señor de Sicán.
en su pelaje). Además aparece en cercana asociación con diversas criaturas (ver a continuación) Más aún, tenemos la hipótesis de que
incluido el Spondylus princeps, una concha marina grande importada desde las costas de Ecuador un concepto transformativo similar subyace la
o el extremo norte (ver capítulo de Segura y Shimada). Mientras que las versiones del jaguar ampliamente difundida práctica funeraria de
sobrenatural son, sin embargo, bastante raras, aparece más frecuentemente en las telas pintadas cubrir el rostro del fallecido Señor de Sicán con
de Sicán Medio en la colección de Wilhelm Gretzer. una máscara de diferente calidad o aleación
Más importante y difícil que identificar o caracterizar las imágenes ilustradas es, sin (cobre arsenical dorado, tumbaga [aleaciones
embargo, descubrir las ideas y los motivos subyacentes y profundos mensajes codificados, lo que de bajo quilataje de cobre arsenical-plata-oro] fig. 14. Fragmento de la tela pintada de Sicán Medio con la representación de
la deidad sicán como un felino mítico (jaguar). Colección Wilhelm Gretzer en
Panofsky (1955) denominó «interpretación iconográfica». o aleaciones de oro de alto quilataje) según su el Museo Völkerkunde (Etnológico) en Dahlem, Berlín, Alemania. Foto: Izumi
La discusión que presentamos aquí es un intento de tal interpretación destinada a ser estatus o rango. Solo el grupo más selecto de Shimada.
evaluada y refinada. El rostro, al parecer invariable de la deidad sicán, puede dar la impresión de ‘altas élites’, por ejemplo, el personaje principal
tener un carácter monolítico o inclusive monoteísta de la religión sicán. Por el contrario —tal de la tumba este de la Huaca Loro tuvo acceso a máscaras de aleación de oro de alto quilataje. El
como se ha demostrado—, la deidad sicán tuvo múltiples encarnaciones para diferentes roles y enmascararse es un acto consciente de asumir una nueva identidad; en este caso, los vivos están
tareas. Consideramos que estuvo dotado con el poder supernatural, transfiguracional de ser tanto actuando en representación de los muertos para obtener un cambio permanente diferente al uso
omnipresente y omnipotente para alcanzar las necesidades y expectativas de una sociedad com- temporal de una máscara en vida. La práctica de Sicán Medio de enmascararse difiere significa-
puesta largamente por agricultores y pescadores y miembros de por lo menos dos grupos étnicos tivamente de aquella de la precedente cultura Mochica. Mientras que esta última puede variar en
(corresponden a las culturas arqueológicas de Moche o Mochica y Sicán). Visto desde esta amplia la composición del metal, tamaño, técnica de manufactura e incluso la forma completa (Carcedo
perspectiva, sus variadas asociaciones y manifestaciones no resultan una sorpresa. 1989; Carcedo y Shimada 1985; Shimada y otros 1999, 2000), las máscaras de Sicán Medio cubrían
178 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 179

básicamente el rostro completo (incluso son muy grandes y llegan a no significaron ninguna dificultad para su comprensión. Ya que no tenemos el privilegio de tal
tener más de 50 centímetros de ancho) de las élites étnicas de Sicán entendimiento contextual, la identificación apropiada representa un desafío.
y llevaban el rostro de la deidad sicán. Por otro lado, las máscaras En las representaciones a cuerpo entero en los murales, textiles y metales, la deidad sicán
mochicas eran más pequeñas o parciales en cuanto al cubrimiento es a menudo mostrada con rasgos sobrenaturales como garras, alas, dientes puntiagudos, colmi-
del rostro y más individualistas en apariencia, entre otras nume- llos y cuerpo de felino (por ejemplo, las imágenes pintadas en la cara interior del recinto en la
rosas diferencias. cima del montículo templo de la Huaca Loro (Florián 1951; Oswaldo Aurich: comunicación per-
Consideramos que la colocación de la máscara no solo sonal 1980). Aunque algunos autores (por ejemplo, Mackey 2001) hablan de la deidad sicán como
emuló la apariencia de la deidad sicán, sino que también simbolizó un dios que perdió los colmillos, en realidad el simbolismo felino incluidas representaciones de
la transformación de la élite fallecida en un ancestro mítico a ser los colmillos es arraigado en el arte religioso de Sicán (figura 15). En contraste, el Señor de Sicán
venerado (ver capítulo de Matsumoto para mayor discusión sobre la se muestra en forma humana sin aquellos atributos (por ejemplo, seis personajes elaboradamente
veneración a los ancestros de Sicán Medio). Dada la variabilidad en ataviados pintados en la estructura de Sicán Medio de Úcupe; Alva y Meneses 1983; figura 16).
la calidad de las máscaras funerarias, es probable que los ancestros Los objetos de metal precioso, como el vaso ceremonial (tipo quero) y báculo que acompañan al
estuvieran diferenciados por estatus o rango, como lo estuvieron personaje de alta élite en la tumba este, estuvieron decorados con los que parecen ser retratos,
fig. 15. Vaso ritual (tipo quero) de oro de Sicán Medio.
en vida. De hecho, siguiendo la correspondencia fardo funerario- Museo Rafael Larco Herrera, Lima. Foto: Izumi Shimada. vistas frontales del personaje (Señor de Sicán) en estricta forma humana sosteniendo los mismos
botella cerámica que Elera sugiere, podemos argumentar que la tipos de objetos encontrados en el interior de la tumba.
variabilidad sincrónica en la figura enmascarada representada en
las botellas de cerámica refleja la variabilidad en la calidad y decoración de las máscaras de dife- Preocupación sobre las fuerzas de la vida y la reproducción
rentes aleaciones utilizadas para las élites fallecidas de diferente estatus o rango.
La sobrenatural deidad sicán y el naturalista Señor de Sicán, ambos de carácter mascu- La imagen de la religión y cosmología de Sicán Medio que emerge de lo anteriormente expuesto
lino, no son siempre distinguibles en el arte debido al uso frecuente del principio de pars pro toto es compleja y multidimensional. La realidad resulta probablemente más compleja aún.
—que se trata de utilizar un componente de un objeto o concepto, como en la taquigrafía—, para La deidad sicán es a menudo mostrada con simbolismo por el agua, que forma parte
el objeto o concepto completo como en el precedente arte mochica (por ejemplo, Donnan 1976). clave de su poder sobre la vida. Comúnmente en las representaciones en cerámica del rostro de
Seguramente para la mayoría de los miembros de la sociedad de Sicán que compartieron un en- la deidad, vemos una línea de tres a cuatro puntos pequeños circulares impresos entre dos líneas
tendimiento básico de esta práctica, las representaciones abreviadas en sus contextos apropiados paralelas incisas debajo de cada ojo (figura 3). Dada la importancia celestial de la deidad sicán,
estas líneas de evidencia anteriores sugieren que la línea con puntos debajo de los ojos repre-
sentan lágrimas de lluvia dadora de vida del cielo que evolucionaron del «Dios del Cielo» huari
(Menzel 1977: 33) o «Deidad frontal masculina de pie» (Cook 1994, 2004; Isbell y Cook 1987).
Sospechamos que el uso de cuentas de esmeraldas verde transparente para las pupilas de los ojos
o emergiendo de las pupilas en algunas máscaras de oro de Sicán Medio (por ejemplo, la de la
tumba este de la Huaca Loro) bien preservadas es una expresión simbólica adicional del poder
de la deidad sicán para crear y conferir agua en la tierra.
16. Pintura mural del templo de Sicán Medio en Úcupe, excavada por Walter Alva y Susana Meneses, que muestra los seis personajes cada uno
Si examinamos los íconos auxiliares, particularmente la fauna que flanquea o rodea a la
con distinta vestimenta ceremonial. Foto: cortesía del Deutschen Archäologischen Instituts, Bonn, Alemania. deidad y Señor de Sicán, obtenemos una visión mayor de la importancia del agua en la religión
180 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 181

y cosmología de Sicán. Esta fauna incluye sapos por su cercana proximidad con la temporada de
(figura 17 ; familia Bufonidae; con piel seca abulta- llegada o significativo incremento de agua desde
da, patas cortas, nariz achatada y cuerpo grueso), las alturas, la llegada del verano (o de un evento
Spondylus princeps y, en menor medida, abejas, de El Niño y el nuevo ciclo agrícola). Un evento
iguanas (figura 18 ; con dorso aserrado) y loros o similar es observado con las cigarras, cuyas nin-
pericos. Aunque las identificaciones taxonómicas fas emergen de sus profundas madrigueras con
precisas son difíciles, todos estos son animales el calentamiento, para rápidamente despojarse
que aparecen con el calentamiento de la costa y el sus exoesqueletos y pasar por una importante
arribo del agua, particularmente de las descargas metamorfosis. Esta apariencia concuerda con
regulares anuales de la lluvia en la sierra adyacen- la fauna anteriormente descrita y es anunciada
te, típicamente en diciembre. por una distintiva y casi ensordecedora melodía fig. 19. Representación inferida del estado final de una larva de cigarra exca-

—entre las más fuertes en el mundo de los in- vada en un piso de Sicán Medio en la Gran Plaza del sitio sicán, Área de
Otras líneas de evidencia apuntan a la
Excavación 6-’08, Huaca Loro. Foto: Izumi Shimada.
preocupación sobre el acceso y control de los lí- sectos—. La figura 19 ilustra lo que sospechamos
quidos dadores de vida (incluidas la lluvia, el es una representación cerámica de Sicán Medio del estado final de una larva de cigarra poco antes
agua de los ríos, la sangre y la chicha), que son de su metamorfosis en una cigarra. Adicionalmente su apariencia después de una ausencia de
descritos extensamente (capítulo de Matsumoto; múltiples años y con esta metamorfosis, sospechamos fue vista como una manifestación terrenal
Matsumoto y Shimada 2011; Shimada 1986, del poder regenerativo de la deidad sicán.
Shimada y Matsumoto 2011). En general sugerimos que el simbolismo del agua fue un componente clave del arte de
Las represen- Sicán Medio, y que reflejó preocupaciones plebeyas más profundas y omnipresentes como el éxito
fig. 17 Vaso ritual (tipo quero) de oro de Sicán Medio con representaciones de
sapos acompañando a la deidad sicán. Museo del Banco Central de Reserva del
taciones de Sicán de la agrícola y la regeneración de la vida/fertilidad más que los dogmas religiosos y la veneración de
Perú. Foto: cortesía de Yutaka Yoshii. cosecha de Spondylus los ancestros promocionados por las élites de Sicán. Al mismo tiempo, nos parece que la práctica
y la escala sin prece- muy difundida de pintar o espolvorear con cinabrio intensamente rojo (simbolizando la sangre
dente de su uso y acumulación han sido descritas extensamente (por oxigenada) el cadáver momificado de las élites de Sicán antes de enterrarse (y en casos de los
ejemplo, Cordy-Collins 1990; Shimada 1995; Shimada y Samillán 2008; plebeyos, con hematita rojiza y óxidos de hierro) refleja el deseo de regenerar a los muertos o
ver capítulo de Segura y Shimada) y no serán discutidos aquí, sino úni- proporcionarles la fuerza necesaria para transformarse en los antepasados míticos, o realizar sus
camente para reiterar el íntimo e importante vínculo entre el prestigio viajes al mundo de los antepasados. Es posible que la práctica de decapitar o realizar sacrificios
y el poder de la deidad y Señor de Sicán, por un lado, y el significado humanos representados en el arte de Sicán (también ver el capítulo de Klaus; Klaus 2009) haya
religioso de ella, por el otro. tenido una creencia similar subyacente.
En el caso de los sapos, las lluvias sustanciales, ya sea como
parte del calentamiento general estacional en diciembre o por la presen- Multietnicidad y sus implicancias
cia del Fenómeno de El Niño (por ejemplo, 1982-1983 y 1998), los lleva fig. 18. Representación estilizada de iguana
adornando el asa puente de una botella
fuera de sus madrigueras literalmente en masa durante la noche. Este negra de Sicán Medio. Museo Regional En otros lugares hemos presentado varias líneas de evidencia de que la cultura Sicán Medio
llamativo fenómeno impresionó seguramente a los residentes antiguos Brüning, Lambayeque. Foto: Izumi Shimada. tuvo una composición multiétnica (por ejemplo, Cervantes y otros 2011; Klaus 2003; Klaus y
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Shimada 2003; Shimada y otros 2004; también Contrariamente a las percepciones comunes de que las representaciones de la deidad
Klaus en este libro). Esto no es de sorprender sicán y su ideología fueron invariables, estas líneas de evidencia apuntan a un compromiso ne-
considerando la híbrida iconografía religiosa, gociado entre el liderazgo de Sicán Medio y los inferidos artesanos étnicamente mochicas. Los
rituales y creencias. Es importante al respecto artesanos elaboraron simultáneamente una gran gama de productos que pasaban por los emble-
la producción coocurrente de cerámica de Sicán máticos íconos de Sicán Medio, mientras que otros mostraban temas reconociblemente mochicas,
y mochicoide en el taller cerámico-metalúrgico pero alejados de motivos cargados con temas de contenido altamente ideológico como las repre-
de la Huaca Sialupe, a 22 kilómetros al oeste de sentaciones sobrenaturales mochicas (por ejemplo, Goldstein y Shimada 2007; Shimada y Wagner
la capital de Sicán Medio de Sicán (por ejemplo, 2007). En otras palabras, los artesanos étnicamente mochicas tuvieron un grado considerable de
Goldstein y Shimada 2007; Shimada y Wagner autonomía artística, técnica e ideológica. Incluso los entierros excavados en el interior del taller y
2007). Entre sus productos vemos no solo íconos del cementerio asociado mostraban protocolos funerarios mochicas como la posición extendida,
emblemáticos de Sicán Medio, como la deidad si- la orientación este-oeste con la cabeza al este, y la colocación de un trozo de cobre dentro de la
fig. 20 Molde de botella mochicoide excavado del taller de cerámica y metal
de Sicán Medio de la Huaca Sialupe. Foto: Izumi Shimada. cán y un par de invididuos uno al frente del otro boca (Klaus 2003; Klaus y Shimada 2003). Estas líneas de evidencia apuntan hacia la persistencia
(por ejemplo, del estilo artístico y creencias mochicas aún bajo el liderazgo político de Sicán Medio.
comúnmente como adornos de las asas de tira) en las vasijas Adicionalmente se plantea como hipótesis que la amplia distribución espacial y temporal
con formas sicán y acabado negro pulido, sino también el resur- (desde el periodo Sicán Temprano al Sicán Tardío) de los platos y cuencos del estilo de cerámica
gimiento de las anteriores imágenes mochicas, así como formas llamado «Cajamarca costeño» refleja la presencia de colonias de población cajamarquina en el
de vasijas que integran tanto las características de Sicán como territorio de Sicán en la costa norte (Montenegro y Shimada 1998; Shimada 1982; también ver
de Mochica. Ejemplos del resurgimiento moche incluyen una Disselhoff 1958). Estas vasijas hechas frecuentemente con pastas blancas finas compuestas en su
botella de asa estribo hecha en molde de pasta roja con cuerpo mayoría de caolín aparecen en una amplia gama de contextos y sus usos atraviesan diferencias
escultural que representa a un guerrero arrodillado que sostiene de estatus sociales. En otros sitios, ya hemos planteado la idea de que la introducción de la dis-
una porra de guerra (figura 20). tintiva tecnología de la cerámica paleteada a la región Lambayeque hacia el fin del periodo Sicán
Debe notarse que también hay vasijas que son estilís- Temprano fue un resultado de la inmigración sureña de la población Tallán, proveniente de la zona
tica y técnicamente sicán, pero muestran temas mochicas (figu- de Piura (Cleland y Shimada 1994, 1998; también ver Cordy-Collins 2001).
ra 21) como el personaje flanqueado por dos mujeres cada una En suma, en el proceso de dilucidar el arte, la religión y cosmología de Sicán, hay que
sosteniendo uno de sus brazos. Otra vasija muestra a un hom- tomar en cuenta la multietnicidad y, en la misma medida, la compleja interacción social e ideo-
bre sentado con un pequeño mamífero en su regazo. En ambos lógica que existió entre los distintos grupos étnicos en la sociedad de Sicán Medio. Seguramente
casos, mientras constituyen representaciones fieles de los temas esta composición e interacción resultó en la consolidación e intercambio ideológico.
mochicas, en términos de arte estilístico, forma y tamaño, están
dentro del estilo diagnóstico de Sicán Medio del acabado pulido Origen de Sicán Medio de la deidad chimú
realmente negro. No es de sorprender que, a pesar de la inferida
fig. 21. Botella negra de Sicán Medio que representa
desigualdad sociopolítica entre los grupos Sicán y Mochica, su la deidad sicán soportada por dos mujeres en sus Como se detalla en el artículo por Segura y Shimada, un análisis cuidadoso de la evidencia exis-
lados. Es una versión sicán del tema iconográfico
coexistencia física y social haya resultado en un impacto mutuo tente sugiere que la cultura Sicán Medio impactó en el valle bajo de Moche tal vez por medio de
mochica. Museo Nacional de Arqueología, Antropología
claramente tangible. e Historia (MNAAH), Lima. Foto: Izumi Shimada. comerciantes emisarios o misioneros-cum-comerciantes auspiciados por las élites de Sicán. Este
184 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 185

Además, numerosas representaciones de la «deidad chimú» son variantes derivadas de


la deidad sicán frontal parada bajo la serpiente bicéfala arqueada datada hacia 900-1100 d. C. y
documentada a lo largo del núcleo Sicán de Lambayeque. Esta última, como Menzel (1977) ha
sugerido convincentemente, es un producto fusional de conceptos religiosos moche y huari, que
durante el lapso de duración de la cultura Sicán Medio evolucionó lo suficiente para alcanzar su
identidad propia y distinta.
En las conferencias de la mesa redonda de Dumbarton Oaks en el 2008 sobre los avances
recientes en la arqueología chimú y sus vecinos, Shimada (2008) apeló a un reanálisis de las rela-
ciones Sicán-Chimú y argumentó que en el momento del ocaso de la cultura Sicán Medio alrededor
del 1050-1100 d. C., los miembros del linaje de élite Sicán buscaron un refugio migrando al valle
de Moche y formaron una alianza con las entidades políticas locales, de lo que resultó eventual-
mente lo que denominamos la dinastía Chimú. También se puede apreciar la importancia de las
élites de Sicán por la presencia de un fardo funerario de ‘mujer’ (uno de tres fardos), que lleva lo
que parece ser una máscara del estilo Sicán en la conocida maqueta chimú (excavada en la Huaca
de la Luna en Moche; figura 22), que representa un festín dentro de un recinto asociado al culto de
los antepasados (Campana 2012: 242; Shimada 2012: 132).
Nuestro intento aquí es estimular futuras investigaciones sobre la interacción Sicán-
Chimú y sus desarrollos resultantes. Estamos convencidos de que existieron íntimas relaciones
sociopolíticas e ideológicas en los procesos que fundamentaron la dinastía chimú.
fig.22. Maqueta chimú de una ceremonia de v eneración de los ancestros dentro de un recinto. Fue descubierta en la Huaca de la Luna, Moche,
y restaurada en la forma actual que difiere de su estado original. La figura sentada frente a la estructura techada parece ser el personaje principal
momificado. En las esquinas posteriores se ubican dos fardos funerarios. El de la derecha es enmascarado con orejas puntiagudas típico de la
Conclusiones
tradición estilística de Sicán. Museo de sitio de la Huaca de la Luna, Universidad Nacional de Trujillo, Trujillo. Foto: cortesía de Yutaka Yoshii.
Nuestro estudio es un esfuerzo por comprender la religión y cosmología de Sicán Medio a través
argumento se basa en la presencia de cerámica de Sicán Medio y Sicán Tardío temprano en niveles de un análisis interno de sus propias representaciones artísticas sin el tenue apoyo en los recuentos
debajo de la ocupación chimú en Chan Chan (por ejemplo, Narváez y otros 1986), atribución de etnohistóricos de la mayor parte de estudios tempranos. Claramente la materia en discusión es
una variedad de artefactos de Sicán Medio a Chan Chan (incluida la famosa litera de Sicán Medio muy amplia para una presentación corta como la presente. Al mismo tiempo, tenemos la ventaja
en el Museo Oro del Perú en Lima [fechado-AMS de hacia 850 d. C. de una muestra del travesaño de contar con amplias y diversas líneas de evidencia debidamente contextualizada —particu-
inferior original; por ejemplo, Antze 1930; Carcedo 1989; Kroeber 1926]), y fuertes similitudes larmente imágenes de telas pintadas— que registramos en nuestras investigaciones interdisci-
estilísticas y antecedentes de varios motivos de Sicán en los frisos más tempranos de Chan Chan plinarias de largo plazo. Nuestra comprensión preliminar de la religión y cosmología de Sicán
ilustrados por Campana (2012), Pillsbury (1993), Vergara y Valle (2012), entre otros. Respecto al Medio difiere de modo significativo de aquellas visiones más tempranas que han sido fuertemente
último punto, la llamada «ola doble» y seres míticos en los frisos de Ciudadela Uhle, una de las parcializadas por recuentos etnohistóricos y dependientes de un reducido rango de objetos en su
más tempranas ciudadelas en Chan Chan (vean Campana 2012:232, foto 248 en p. 232, y Vergara mayoría huaqueados.
y Valle 2012: 80-81) son básicamente versiones simplificadas de los motivos que aparecen en las Si la deidad sicán representó a un ave divina o a Naylamp, fundador legendario me-
telas pintadas de Sicán Medio y Sicán Tardío temprano (datado entre 1000 y 1150 d. C.). tamorfizado de la dinastía Lambayeque, puede que nunca sea resuelto. Más importante que
186 Primera parte: aspectos y legados tecnológicos estudio de cerámica sicán medio por métodos físicos | U. Wagner, F. Wagner e I. Shimada 187

enfocarnos en la determinación de significados convencionales o en la identidad de personajes Campana, Cristóbal


2012 Arquitectura y ceremonia en Chan Chan. Fondo Editorial de la Universidad Privada Antenor Orrego, Trujillo.
en las representaciones artísticas es elucidar los profundos mensajes codificados y sus significa-
dos subyacentes. Como en el caso de otras sociedades complejas, consideramos que la religión Carcedo, Paloma
de Sicán Medio estuvo compuesta de múltiples niveles y facetas, en parte reflejando el carácter 1989 Anda ceremonial lambayecana: Iconografía y simbología. En Lambayeque, editado por José Antonio de Lavalle, pp. 249-
270. Colección Arte y Tesoros del Perú. Banco de Crédito del Perú, Lima.
multiétnico y estratificado de su sociedad. Más aún, como es esperable para una cultura cuya
economía estuvo sustentada en la agricultura intensiva y la pesca, vemos al Sol y la Luna como Carcedo, Paloma e Izumi Shimada
1985 «Behind the Golden Mask: Sicán Gold Artifacts from Batán Grande, Peru». En Art of Pre-Columbian Gold: Jan Mitchell
partes integrales de la religión y la cosmología con la omnipotente y omnipresente deidad si-
Collection, editado por Julie Jones, pp. 60-75. Weidenfeld & Nicolson. London.
cán en la cima del orden y proceso celestial, controlando la vida y la muerte en la tierra. Por
Carrión, Rebeca
consiguiente, argumentamos que el arte de Sicán Medio integró 1) una agenda de la élite de
1940 La luna y su personificación ornitomorfa en el Arte Chimú. Actas y Trabajos Científicos del 27 Congreso Internacional de
promulgación y promoción de la omnipotente y omnipresente deidad sicán, dotada con poder Americanistas, 1: 571-587. Lima.
transfiguracional y, por lo tanto, múltiples encarnaciones, que a su turno sirvió para legitimar
Cervantes, Gabriela, Shimada, Izumi, Klaus, Haagen, Knudson, Kelly y Ken-ichi Shinoda
su autoridad en vida y transformación en ancestros con estatus de veneración permanente desde 2011 Multi-Ethnicity in the Sicán World: Figurines and Other Lines of Evidence. Ponencia presentada en la 76 a Reunión Anual
la muerte; 2) una persistente y amplia preocupación de las masas (predominantemente de etnia de la Sociedad para Arqueología Americana, 30 marzo- 3 abril, Sacramento, California.
mochica) sobre los líquidos dadores de vida (incluidos el agua y la sangre), el éxito agrícola y Cleland, Kate M. e Izumi Shimada
reproductivo que incluía sacrificios (por ejemplo, de humanos, de Spondylus, objetos de metal y 1992 «Sicán Bottles: Marking Time in the Peruvian Bronze Age». Andean Past 3: 193-235. Ithaca, Nueva York.
de camélidos); y 3) un interés más localista de perpetuar o afirmar las identidades de los grupos 1994 «Cerámica paleteada: Tecnología, modos de producción y aspectos sociales». En La Tecnología y la organización de
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Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
los conceptos e imágenes centrales de la religión de Sicán Medio, que fue introducida en el valle 1998 «Paleteada Pottery: Technology, Chronology and Sub-Culture». En Andean Ceramics: Technology, Organization and
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Inglaterra.
legendaria dinastía Lambayeque (Alva y Alva 1983; Carrión Cachot 1940; Kauffmann Doig 1983,
Shimada, Izumi y Go Matsumoto 1990), las exhaustivas excavaciones de entierros realizadas por el Proyecto Arqueológico Sicán
2011 «Fire, Water, Huaca and Offerings: Rituals of Regeneration and Ancestor Veneration in the Sicán Culture». Ponencia pre-
sentada en la 76 a Reunión Anual de la Sociedad para Arqueología Americana, 30 marzo-3 abril, Sacramento, California.
(PAS) desde 1990 han permitido concluir tentativamente que la veneración y la conmemoración
de los ancestros fue un aspecto central de las creencias religiosas de Sicán. A base de múltiples lí-
Shimada, Izumi y César Samillán
2008 «Mullu Procurement, Distribution, Usage and Artifact Production on the Late Pre-Hispanic North Coast of Peru». Ponencia
neas de evidencia derivadas de una serie de análisis interdisciplinarios de las dos tumbas de élite
presentada en la 36 a Reunión Anual de la Conferencia Medio-Oeste de Arqueología y Etnohistoria Andina y Amazónica, más importantes de la base norte del templo montículo de la Huaca Loro (tumbas este y oeste;
22-24 de marzo, University of Wisconsin, Madison, Wisconsin. figura 1), Shimada y sus colegas (2004) han argumentado convincentemente que algunos de los

Shimada Izumi, Shinoda Ken-ichi, Farnum Julie, Corruccini, Robert y Hirokatsu Watanabe montículos principales y más grandes de la capital de Sicán Medio —huacas Loro, Lercanlech,
2004 «An Integrated Analysis of Pre-Hispanic Mortuary Patterns: A Middle Sicán Case Study». Current Anthropology 45: 369-402. Sontillo, La Merced, Las Ventanas y El Corte— fueron el escenario físico central de la veneración
Shimada, Izumi y Ursel Wagner a los ancestros efectuada por los diferentes linajes de la élite. Los individuos de élite enterrados
2007 «A Holistic Approach to Pre-Hispanic Craft Production». En Archaeology as Anthropology: Theoretical and Methodological en la base de la Huaca Loro estaban genéticamente emparentados, se distinguían de las clases
Approaches, editado por James Skibo, Michael Grave y Meriam Stark, pp. 163-197. University of Arizona Press, Tucson, inferiores en términos de su calidad de vida, y fueron enterrados dentro de un cementerio pla-
Arizona.
nificado en tumbas que fueron objeto de conmemoración durante los banquetes celebrados en
Vergara, Enrique y Luis Valle (editores) la plaza adyacente. Las subsecuentes ampliaciones del montículo piramidal de múltiples niveles
2012 Chan Chan Ayer y Hoy. Ediciones SIAN, Trujillo.
resultaron en el enterramiento del cementerio debajo de tres fases constructivas, y en la cons-
Zevallos Quiñones, Jorge trucción de una superestructura amurallada en la cima del montículo solo accesible por medio
1989 «Introducción a la cultura Lambayeque». En Lambayeque, editado por José Antonio de Lavalle, pp. 15-103. Colección Arte
de una rampa que habría funcionado como el lugar para las ceremonias de conmemoración de
y Tesoros del Perú, Banco de Crédito del Perú, Lima.
los venerados. Hasta qué punto nuestros materiales arqueológicos indican que existió la práctica
de la veneración a los ancestros es un problema que necesita ser esclarecido mediante múltiples
líneas de evidencia.
192 el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 193

En su evocativo artículo «Too Many Ancestors», James Whitley (2002) advierte que
muchos arqueólogos tienden a enfocarse solo en la localización de entierros, y desechan de plano
concepciones y prácticas que son potencialmente mucho más complejas, al incluirlas todas juntas
en la denominación de «culto al ancestro». Ha habido muy poco interés en superar este proble-
ma crítico de la arqueología andina durante la década pasada. En respuesta a los argumentos de
Whitley, a base de las recientes excavaciones del PAS en la capital de Sicán Medio, este artículo
demostrará cómo deberíamos aproximarnos a la veneración de los ancestros en la prehistoria y
qué evidencia necesitamos para definirla en el registro arqueológico.

Los ancestros en la etnografía y la etnohistoria

La veneración al ancestro es un tema con profundas raíces en la reflexión antropológica. Durante


las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, los antropólogos discutieron su
origen y funciones, y definieron sus características mediante comparaciones etnológicas (por
ejemplo, Durkheim 1961 [1912]; Frazer 1968 [1913-1924]; Tylor 1891 [1871]). Aun cuando no
hay consenso sobre una generalización particular, podemos proporcionar una definición mínima
sustentada en algunas características comunes: ancestros son los miembros muertos de una so-
ciedad recordados y venerados, periódica o intermitentemente, como la fuente de derecho o iden-
tidad por sus descendientes, a través de líneas activas de comunicación que usualmente toman la
forma de rituales y sacralizaciones de lugares. Las personas no se convierten necesariamente en
fig. 1. Principales tumbas y trincheras excavadas hasta el presente por el Proyecto Arqueológico Sicán en el templo montículo de la Huaca Loro y la Gran Plaza
ancestros de manera automática después de su muerte. La ancestralidad es más bien una suerte adyacente en la capital de Sicán Medio, costa norte del Perú.
de estatus que se adquiere mediante un proceso de transformación que convierte a los muertos
en ancestros (o a los no humanos en ancestros, como los progenitores místicos y totémicos) a 1958). Se cree que algunos ancestros específicos poseen poderes supernaturales, sean benéficos
través de protocolos apropiados realizados por los vivos (por ejemplo, el concepto de proceso o peligrosos, que afectan directamente a los descendientes vivos (Fortes y Dieterlen 1965).
ritual tripartito de Van Gennep [1960] y el concepto de liminalidad de Turner [1969]) y que debe Kaulicke (1997) plantea un modelo del concepto de la muerte en los Andes centrales
ser constantemente reproducido por medio del mantenimiento de la memoria. Planteado así, la basado en fuentes etnohistóricas documentadas desde el siglo XVI hasta el siglo XX, y presenta su
veneración al ancestro es un fenómeno más amplio que el ritual mortuorio, en el que se incluyen aplicabilidad a los tiempos prehistóricos usando datos arqueológicos. Su perspectiva longitudinal
los ritos funerarios y de enterramiento (Fortes 1965; Morris 1991). Es muy importante notar sugiere que el concepto de la muerte no ha cambiado mucho del concepto que —él infiere— ha-
que el lugar donde se mantiene la memoria de los ancestros no es necesariamente el lugar donde bría existido en tiempos prehispánicos. Independientemente de su complejidad y variabilidad, el
descansan los muertos (Goody 1962; Parker Pearson 2000; Whitley 2002). Cuando se convierten concepto básico de la ‘muerte’ y su mecanismo orientado a mantener la persistencia física de los
en ancestros, los fallecidos pierden sus características personales que tuvieron cuando vivos y muertos habría existido desde ocho mil años atrás. Según Kaulicke, la muerte en los Andes no
pasan a pertenecer a la colectividad (Newell 1976). Los ancestros son categorizados y se les con- es meramente una antinomia de la vida, sino más bien una fase de su secuencia cíclica y trans-
fiere diferentes roles por virtud de sus posiciones relativas en el linaje de veneración (Freedman formativa que surge en condiciones suprasociales particulares y que eventualmente lleva a la
194 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 195

regeneración. Por lo tanto, los muertos y los vivos no pueden ser separados. Para la sociedad que arqueología mortuoria desde mediados de la década de 1980 (Conlee 2007; Dwyer y Dwyer 1975;
desea permanencia, la muerte es percibida como una crisis que podría alterarla. Esta es la misma Hecker y Hecker 1984, 1992; Isbell 1997; Millaire 2004; Nelson 1998; Santoro y otros 2005), se ob-
razón por la que los muertos necesitan ser transformados en ancestros para unir una colectividad serva el problema que estas aproximaciones han tendido a minimizar el potencial de la arqueología
transgeneracional y eternizar la secuencia cíclica de la sociedad. de campo. Por el contrario, yo más bien argumentaría a favor de una aproximación más integrado-
Durante el Tahuantinsuyo, el proceso de convertir a los muertos en ancestros conllevaba ra, y enfatizaría en la importancia de los datos arqueológicos que han sido relegados a una posición
que los cuerpos fuesen cuidadosamente embalsamados para ser preservados por años (Cobo 1990 secundaria. Sostengo, por lo tanto, que es urgente restituir una arqueología de campo orientada a
[1653]: 39-40). Los cuerpos preservados de los incas muertos fueron periódicamente reunidos en clarificar los procesos de formación de los sitios, siendo de máxima prioridad las observaciones de
las grandes ceremonias públicas y convocados a participar en negociaciones políticas (Gose 1996). primera mano de los microcontextos en los que se encuentran los materiales arqueológicos.
Por otro lado, se creía que las almas de los muertos dejaban la carne en descomposición, de modo Tomando en cuenta una serie de características notables de los ancestros andinos des-
similar como la nueva semilla se separa de las plantas secas (Allen 1982), para ingresar y residir critos anteriormente, así como los de otras partes del mundo, sugiero que algunos de los fac-
en el mundo subterráneo. Así, se alimentaba a los muertos vertiendo líquidos sobre ellos o sobre tores y condiciones esenciales para la transformación de los muertos en ancestros serían: 1)
el suelo (Betanzos 1996; Cobo 1990 [1653]; Doyle 1988; Duviols 2003). En este contexto la chicha, algunas pertenencias benéficas de los muertos que ayuden a adquirir y a mantener el bienestar
especialmente aquella hecha de maíz, fue muy apreciada y crucial para las reuniones ceremoniales, de su grupo (por ejemplo, propiedad o derechos de uso de los recursos y su papel como fuente
tal como ha sido documentado etnohistóricamente en la sierra (Lau 2001, 2002; Murra 1960: 397; y símbolo de la identidad grupal); 2) la presencia de su(s) sucesor(es) que controla(n) aquellas
Rowe 1946: 292-293; Zuidema 1979). El lugar para derramar la chicha, que a menudo presentaba pertenencias; 3) lazos genealógicos de legitimación entre los muertos y los sucesores vivos; 4)
una estructura de mampostería o era deliberadamente adornado con imágenes sagradas del Sol rituales de transformación para convertir a los muertos en ancestros, los cuales podrían incluir
y los ancestros (Cieza de León 2010; Guaman Poma de Ayala 1956-1966 [1615]; Hyslop 1990: 69- la momificación y curación del cuerpo, su exhibición e inclusión en los asuntos políticos; 5) un
101;), ha sido bien documentado arqueológica y etnohistóricamente, y se le conoce como ushnu lugar y una estructura para el entierro final del cuerpo preservado, y 6) servicios y atenciones
(por ejemplo, los ushnus de Haucaypata, Vilcashuamán, Isla del Sol, Huánuco Pampa y Jauja rituales, continuos o periódicos, ofrecidos por los descendientes en los sitios de entierro y en
Tambo). Citando el testimonio del conquistador español Juan Ruiz de Arce acerca de su visita al otros lugares. Descubriendo los vestigios materiales de las prácticas humanas que expresan estos
Coricancha, MacCormack (1991:66) define ushnu como «una abertura que da acceso a los conduc- factores y condiciones sería posible definir arqueológicamente la veneración a los ancestros. Las
tos subterráneos, los cuales canalizan el líquido que se vierte como un sacrificio a la tierra y que, últimas tres condiciones mencionadas parecen ser más prometedoras en la medida en que existe
por consiguiente, propicia la vigencia de sus poderes» (ver también Zuidema 1979). La fuente es una mayor probabilidad de que dejen huellas materiales.
una portada a los canales subterráneos imaginarios que unían los cuerpos de agua (por ejemplo, el Como ha sido observado en los fardos funerarios recientemente descubiertos en las excava-
lago Titicaca) y formaban parte de los grandes sistemas de circulación del agua del mundo (Bastien ciones en el complejo El Brujo y Huaca Las Ventanas, los cuerpos de los individuos de élite de Sicán
1978; Sherbondy 1992; Urton 1981). Se creía que los ancestros viajaban a través de estos canales parecen haber sido envueltos con varias capas de telas y adornados con cabezas falsas o máscaras
para emerger a la superficie y establecer sus aillus y lugares de origen (o pacarinas). antes de su entierro final, aunque los textiles no siempre pueden ser reconocidos. Esta clase de prác-
tica para preservar físicamente a los individuos muertos es una de las evidencias más convincentes
Los ancestros en el registro arqueológico de la veneración a los ancestros. Los vestigios materiales de una serie de tratamientos secundarios
y terciarios del cuerpo (por ejemplo, el reempaquetamiento de los fardos funerarios), tal como la
Los estudios arqueológicos tradicionales de las creencias religiosas y rituales prehispánicos en los pérdida de huesos y la desarticulación de las junturas en estos mismos fardos funerarios también
Andes se han focalizado principalmente en la arquitectura ceremonial, las fuentes etnohistóricas, serían una evidencia contundente de las prácticas rituales continuas puntualizadas por Kaulicke (ver
la iconografía o las prácticas mortuorias. Sin considerar los avances teóricos y metodológicos en la Shimada y otros 2010: 143). Las expresiones simbólicas del programa mortuorio de Sicán parecen
196 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 197

conllevar dos objetivos: el enmascaramiento y el realce de la individualidad. Por un lado, se solía física y es repetido durante un largo periodo de tiempo después de la disposición final de los
cubrir los rostros de los miembros muertos de la élite de Sicán con máscaras de metal que exhiben restos del individuo fallecido. Estas prácticas rituales podrían estar expresadas materialmente
rasgos estandarizados (por ejemplo, ojos en forma de coma invertidos). El enmascaramiento de su en varios contextos —temporalmente profundos y espacialmente amplios—. Así, para explorar
individualidad parece haber permitido a estos miembros de la élite adquirir la condición de ances- arqueológicamente la naturaleza de la veneración al ancestro, es esencial estudiar las manifes-
tro, unir a la colectividad y transformarse ellos mismos en seres sobrenaturales. Por otro lado, sus taciones materiales de un rango más amplio de contextos donde los rituales correspondientes
individualidades fueron reflejadas simultáneamente en los tres componentes funerarios básicos de podrían haber ocurrido. Las actividades devastadoras de saqueo de larga data en esta área han
Kaulicke (1997): la estructura funeraria, el tratamiento del cuerpo y los objetos asociados. Estos reducido dramáticamente las probabilidades de los arqueólogos de detectar entierros y actividades
componentes parecen haber expresado el rol social pre mórtem de los muertos reconocido por los posenterramiento intactos dentro de profundas secuencias estratigráficas; sin embargo, una serie
vivos, y los deseos e intenciones de estos últimos (por ejemplo, las diferencias en el acondiciona- de prospecciones con un radar de penetración de suelos (GPR, por sus siglas en inglés) junto
miento funerario entre las tumbas este y oeste de la Huaca Loro; Shimada y otros 2004). con excavaciones asociadas nos han permitido localizar entierros y contextos rituales intactos
Consecuentemente los entierros de los ancestros de Sicán podrían ser identificados me- alrededor del templo montículo de la Huaca Loro. Consecuentemente, como uno de sus objetivos
diante: 1) una máscara usada por el individuo enterrado como el símbolo de la colectividad principales de las excavaciones intensivas de 2006 y 200871, el PAS buscó delinear la trayectoria de
transgeneracional, 2) un tratamiento especial del cuerpo para preservarlo (por ejemplo, haciendo las interacciones durables entre los muertos y los vivos a través de una perspectiva más prolongada
un fardo), 3) rituales y fiestas posenterramiento para conmemorar a los muertos y reforzar los y amplia, y planeó la excavación de varios contextos de entierro y rituales en el sitio (figura 1).
vínculos con ellos, 4) la alteración y renovación del cuerpo preservado (por ejemplo, reempa-
quetamiento y exhumación de algunas partes del cuerpo) y 5) vínculos genéticos estrechos con El PAS 2006
otros individuos enterrados en las cercanías. Más importante aún, en cuanto a la evidencia que
relacionaría las actividades funerarias con las actividades rituales separadas espacialmente y de- Las excavaciones de 2006 revelaron una serie de actividades mortuorias en el suelo funerario de
nominadas veneración a los ancestros, sostengo que el procedimiento más prometedor sería la Sicán Medio (PAS-HL’06, Trincheras 1-3, denominado cementerio oeste), que incluyeron las tum-
confrontación de los componentes artefactuales y ecofactuales de los contextos rituales con los bas 1 y 2, otras estructuras funerarias más pequeñas y simples, y dos cuerpos sacrificados (Shimada
de los contextos funerarios. Si los artefactos y ecofactos hallados solo dentro de los entierros son y otros 2007; figura 2). La mayoría de los entierros parece haber sido ordenada alrededor de las
encontrados también en los sitios rituales, se puede inferir un vínculo simbólico entre ambos tumbas 1 y 2 sin dañarlas, aunque dos de los entierros rectangulares habían sido disturbados por
lugares y la existencia de prácticas relacionadas con la generación de los ancestros más allá de los las deposiciones secuenciales posteriores de los dos individuos sacrificados (T2-B6; figura 3). De
contextos funerarios. Así, los marcadores vinculantes posibles podrían incluir materiales para los treinta entierros y tumbas documentados se recuperaron siete máscaras hechas de diferentes
preservar, vestir, decorar el cuerpo y convertir a los muertos en ancestros (por ejemplo, cinabrio, clases de metal (por ejemplo, aleaciones de cobre-arsenical, de cobre-arsenical-plateado y de cobre-
plumas y textiles para pintar, decorar y envolver el cuerpo), cuidarlos como tales (por ejemplo, arsenical-dorado) halladas en distintas partes del cementerio72. En muchos casos se identificaron
ofreciendo y compartiendo alimentos y bebidas) y renovar el cuerpo preservado.
71 Los objetivos principales de las temporadas de campo del PAS 2006 y 2008 incluyeron: 1) incrementar la muestra funeraria para
examinar mejor la hipótesis de que los entierros alrededor y debajo de la Huaca Loro fueron planeados y distribuidos en dos grupos;
Las temporadas de campo del PAS 2006 y 2008 2) determinar si la estructura social de Sicán Medio estuvo reflejada en los patrones funerarios en el espacio y en la variación del
tratamiento funerario; y 3) documentar las relaciones prolongadas entre los vivos y los muertos.
72 Tres estuvieron localizados sobre la cara (T-1-B10, T-2/3-B17) y el pecho (T-1-B4) de los cuerpos enterrados, dos estuvieron cerca
A diferencia de un mero culto a los muertos (Goody 1962; Hertz 1960 [1905-1906]; Morris 1991), del cuerpo (T-1-Tumba 1, T-1-B6) y dos fueron enterrados juntos con otros objetos funerarios pero sin ningún resto humano (T-1-B7,
T-2/3-B12). No se pudieron reconocer variaciones significativas en la frecuencia a través de los diferentes periodos de tiempo. De
la secuencia de crear y recordar a los ancestros a través de las interacciones entre los vivos y los
las siete máscaras, cuatro datan de Sicán Medio temprano (4/14 = 0,29 por ciento), uno de Sicán Medio medio (1/8 = 0,13 por
muertos se expresa en un sistema complejo de rituales, el cual empieza incluso antes de la muerte ciento), uno de Sicán Medio tardío (1/3 = 0,33 por ciento) y uno de un periodo desconocido (1/5 = 0,20 por ciento).
198 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 199

fig. 2. Distribución espacial y secuencia temporal de las tumbas y entierros hallados en las trincheras PAS-HL’06 1, 2 y 3 (cronología de cerámica revisada de
Shimada 1995: 27, figura 12). fig. 3. Dos individuos sacrificados, individuos 1 (A) y 2 (B) hallados en la trinchera 2, entierro 6. Nótese que el individuo 2 había sido decapitado.
Foto: Go Matsumoto.
huellas de enfardelamiento de los cuerpos que se encontraban sentados y con las piernas cruzadas
o flexionadas. Es recalcable que en 12 de los 24 entierros que contuvieron restos humanos73, el recuperaron más de 1.200 vasijas funerarias en miniatura (frecuentemente llamadas «crisoles»),
cuerpo se hallara extendido en decúbito dorsal con la cabeza al sur, lo cual repite el antiguo pa- indicativas de las ofrendas o libaciones rituales que fueron parte de las ceremonias funerarias.
trón de enterramiento mochica (Donnan y Mackey 1978). La persistencia de la etnicidad mochica Los análisis de estas vasijas sugieren que fueron hechas apresuradamente o con muy poco cuidado
reflejada en programas de entierro también ha sido reportada por Klaus y sus colegas en el área en diversos lugares, y que contuvieron bebidas tipo chicha y algún tipo de comida preparada a
adyacente (Klaus y Tam 2009). base de maíz, ají y cierta clase de tubérculo (Cervantes y otros 2011; y ver capítulo XXX de este
Muchos entierros estuvieron acompañados por cráneos o patas de camélidos y ofren- volumen). Estas vasijas parecen haber sido hechas o traídas por la gente numerosa que participó
das de alimentos en ollas pequeñas de cocina y en botellas finas de cerámica. En la tumba 2 se en los funerales, presumiblemente individuos pertenecientes a diferentes grupos sociales y de
diversos lugares. Sin embargo, debido a su pobre cocción, las vasijas en miniatura no pudieron
73 Consistentes de cinco de Sicán Medio temprano (T1-B2, T1-B3, T1-B8, T2/3-B8, y T2/3-B13), tres de Sicán Medio medio (T1-B5, contener ningún tipo de líquido por mucho tiempo; siendo más probablemente que hayan sido
T2/3-B1, y T2/3-B10), dos de Sicán Medio tardío (T1-B6 y T1-B9) y dos entierros de periodo desconocido (T2/3-B14 y T2/3
-B17). usadas para localizar simbólicamente las ofrendas en la tumba.
200 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 201

de la Luna (Bourget 2001). En algunos casos, se hallaron trozos de poña y carbón parcialmente
incrustados en las superficies arcillosas o de limo fino. También se observaron algunas improntas
de alimentos en una superficie que estuvo anegada.

El PAS 2008

Ya que las excavaciones del PAS 2006 revelaron una estratigrafía profunda e intacta de vestigios
materiales que sugieren interacciones prolongadas entre los vivos y los muertos desde el periodo
Sicán Medio, intentamos ampliar nuestra perspectiva y procedimos a muestrear un área más
grande. Durante la temporada del 2008, el PAS excavó ocho áreas (PAS-HL’08 áreas 1-8) que
presentaron ocho contextos funerarios. A fin de expandir nuestro conocimiento del rango y de la
naturaleza de las actividades en la llamada Gran Plaza, se emprendió la excavación en HL’08-área
3, en realidad una ampliación de la excava-
ción de 1990, con el propósito de clarificar el
contexto más amplio de las actividades ritua-
les inferidas a partir de los datos obtenidos
durante la temporada de campo del PAS de
aquel año.
fig. 4. La superficie ocupacional 5 en PAS-HL’06-T2 muestra varios rasgos y áreas quemadas a lo largo del borde oeste de la terraza basal del La excavación de esta área propor-
templo montículo de la Huaca Loro. Foto: Go Matsumoto. cionó tres grandes hallazgos en la Gran Plaza.
En primer lugar, documentamos un fogón
Sobre este cementerio hubo un mínimo de 14 superficies de ocupación abarcando más revestido de adobes de 3 × 3 metros fechado
de 400 años (figura 4). Cada nivel presentó evidencia de superficies quemadas, artículos quemados en el periodo Sicán Medio, hacia 1000 d. C.
(por ejemplo, maíz y textiles), concentraciones de ceniza, fogatas, ollas enterradas, fogones de (superficie ocupacional 7). Dentro y alrede- fig. 5. Vista de detalle del contexto de quema en la superficie ocupacional 5 del
PAS-HL’06-T3. Nótese que la poña (el término local para las ramas de algarrobo)
cocina revestidos con adobes, huesos desarticulados de animales (por ejemplo, cuyes y pumas), dor de este fogón hallamos una deposición se encuentra parcialmente incrustada en las superficies arcillosas o de limo fino.
etcétera. Las superficies quemadas, sobre las que la gente parece haber prendido fogatas de poña gruesa de tierra ceniza (> 20 centímetros), Foto: Izumi Shimada.
—el término local para los desperdicios arbóreos del algarrobo, fueron encontradas en toda el que contiene una gran variedad de restos ali-
área de la Huaca Loro—. Estas superficies que presentan actividades de quema estuvieron deli- menticios (por ejemplo, huesos de animales y pescados, conchas y semillas), vasijas fragmenta-
mitadas hacia arriba y hacia abajo por gruesos depósitos aluviales de arena y arcilla, los cuales das de cocinar y servir, artículos exóticos (por ejemplo, pequeñas concentraciones de cinabrio y
probablemente sean resultado de intensas lluvias e inundaciones subsecuentes. El examen cui- Conus fergusoni), herramientas de producción artesanal (por ejemplo, torteros en forma de disco
dadoso de los contextos de quema reveló que las actividades que los originaron ocurrieron de y agujas de coser) y algunos huesos humanos (figura 6). El PAS también encontró una serie de
inmediato después de que las capas aluviales se secaran (figura 5), una secuencia que se asemeja fogones grandes en la plaza asociados con abundantes restos de alimentos y vasijas fragmentadas
al caso de los rituales de sacrificio de Moche Tardío documentados en la plaza 3A de la Huaca (por ejemplo, PAS’90-T7 y PAS-HL’08-área 4). Los grandes fogones usados para preparar una
202 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 203

sustancial cantidad de alimentos si-


multáneamente parecen hallarse es-
parcidos en toda el área de la Gran
Plaza. La alta frecuencia de huesos
de camélidos —exceptuando el crá-
neo y las patas que usualmente se
empleaban como ofrendas en los
entierros— parece indicar que el
resto del cuerpo fue procesado para
su consumo directo. Dentro de los
depósitos de tierra ceniza inmedia-
fig. 6. Fogón de 3 × 3 metros revestido de adobes y utilizado durante el periodo Sicán Medio
tamente al este del fogón de cocina
medio (950-1050 d. C.). Los trabajos de prospección con un radar de penetración de suelos de del área 3, descubrimos un ícono
Hirokatsu Watanabe revelaron que en la mitad oeste del fogón se prolongaba por debajo del perfil
de cerámica del Señor de Sicán. La
oeste de la trinchera por casi 2,5 metros. Foto: Go Matsumoto.
cara con los ojos en forma de coma
invertidos, un rasgo típico de las representaciones del Señor/deidad sicán, pudiera ser una parte
de un cántaro con cara gollete separada y recortada con habilidad (figura 7). Este ícono pudo haber
funcionado como un mecanismo nemónico que mantuvo vigente el recuerdo de un individuo
fig. 7. Ícono de cerámica del Señor de Sicán que habría sido removido de un cántaro con cara gollete. Foto: Go Matsumoto.
o grupo particular de la élite sicán, a la vez que habría servido para exhibir la identidad social-
religiosa de este miembro o grupo social. La diversidad de los artefactos acompañantes hallados canal principal estuvieron revestidas de adobes y mortero de arcilla. De manera interesante,
en y alrededor del fogón podría ser un indicador de las actividades múltiples y simultáneas que algunas medidas de elevación tomadas a lo largo del canal sugieren que el agua fue conducida
ocurrían en la plaza, tal como la preparación de alimentos, los rituales que incluían la exhuma- desde las huacas hacia el curso actual del río La Leche,
ción de algunas partes de los cuerpos enterrados o la preparación de los fardos funerarios (por al sur. Esta dirección, totalmente opuesta a lo que se
ejemplo, esqueletos pintados con cinabrio), y la producción artesanal. En relación con esto últi- esperaría según las acequias ordinarias —esto es, de la
mo, en la esquina nordeste de la Huaca Loro, PAS-HL’08-área 5, se halló una gran área de trabajo fuente de agua como un río hacia un área de uso como
de metal de Sicán Medio (más de 8 × 8 metros de extensión) asociada con desechos de láminas una huaca— sugiere un uso ritual del canal (por ejemplo,
de oro, cinceles, fragmentos de toberas y acumulaciones de escoria (figura 8) . el derrame ritual de chicha asociado al ushnu). La exca-
En segundo lugar, documentamos un canal, que inferimos fue ritual (22-48 centímetros vación de una tumba cerca de la esquina noroeste de la
de ancho y 20-30 centímetros de profundidad) en un nivel posterior (superficie de ocupación 6) Huaca Loro (PAS-HL’08-área 1) proporcionó una serie de
a la superficie con el fogón de cocina que hemos descrito. Este canal, que cortaba la plataforma ofrendas de vasijas que se hallaban dispuestas a lo largo
fig. 8. Restos de metal (por ejemplo, residuos de láminas de oro,
de adobe asociada con el fogón, fue construido en forma de T con el brazo central corriendo del borde erosionado del lado norte del templo (figura 10) . cinceles y escoria) asociados con un área de trabajo de metal de
de sur (río La Leche) a norte (Huaca Colorada), y con un canal más pequeño y menos profun- Estos cántaros habían sido colocados cuidadosamente en Sicán Medio en PAS-HL’08-área 5, otra unidad de excavación del
trabajo de campo del PAS 2008 en la esquina nordeste de la
do orientándose hacia el oeste (Huaca Loro) (figura 9) . Las paredes interiores de la parte sur del el extremo distal de las canaletas naturales formadas por Huaca Loro. Foto: Izumi Shimada.
204 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 205

el flujo del agua de lluvia que descendía por


los flancos del templo montículo de la Huaca
Loro. Junto con la función ritual del canal
descrito, el flujo de líquido descendiendo des-
de las huacas parece haber tenido un fuerte
significado simbólico.
Finalmente hallamos una serie de
cinco superficies ocupacionales con eviden-
cias de quema superpuestas al canal ritual.
Estas superficies fueron muy semejantes a las
documentadas en 2006 y 2008 alrededor del
montículo de la Huaca Loro. Las quemas fue-
fig. 10. Ofrendas de vasijas cuidadosamente localizadas en los extremos distales
ron hechas a base de poña y estuvieron aso- de las canaletas naturales formadas por el agua de lluvia que descendía por los
ciadas con muy pocos restos culturales. flancos empinados de la Huaca Loro (PAS-HL’08-área 1). Foto: Izumi Shimada.

Discusión

Retomemos la lista de las manifestaciones materiales que indicarían una veneración al ancestro
entre los sicanes, tal como fue discutido páginas atrás. en relación con el primer indicador, con-
tamos con siete máscaras hechas de diferentes clases de metal provenientes de entierros, aunque
estos objetos no siempre fueron usados por los individuos enterrados o incluso no se asociaron
espacialmente con ninguno de ellos (por ejemplo, T1-B7 y T2/3-B12). Respecto a los siguientes
dos indicadores, las diferentes actividades documentadas en la Gran Plaza parecen reflejar las
prácticas de veneración al ancestro a mediados de Sicán Medio. Es bastante probable que la
gente haya producido artículos (por ejemplo, textiles y objetos de metal) para preparar y ador-
nar los fardos funerarios. Los fardos antiguos pudieron ser reenfardelados periódicamente. Los
participantes en estas actividades también pudieron consumir una gran cantidad de alimentos.
Un esqueleto incompleto, preservado en lo que parece fue un textil, es compatible con nuestro
cuarto indicador. Este hallazgo señalaría claramente la posibilidad de la exhumación de algunas
partes del cuerpo y su enterramiento secundario, aunque no hay evidencia directa de reempa-
quetamiento de los fardos funerarios. El quinto indicador será evaluado con los resultados de los
fig. 9. Canal ritual de la superficie ocupacional 6, PAS-HL’08-área 3. Las medidas de elevación revelaron que el líquido fluía desde las huacas
(norte) hacia el río La Leche (sur). análisis genéticos que actualmente están en proceso.
206 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias el culto a los ancestros: aproximación y evidencia | Go Matsumoto 207

Si bien las actividades descritas se hallan espacialmente separadas —prácticas mortuo- Conclusiones
rias en el área de la Huaca Loro y otras actividades en la Gran Plaza—, podría existir un vínculo
entre ellas manifestado en las prácticas alimenticias que serían parte de la veneración al ancestro. Mediante una aproximación integral a una serie de modelos etnohistórico-etnológicos relevantes
Nuestras excavaciones sugieren la posibilidad de que durante las ceremonias funerarias y conme- y a los correlatos materiales correspondientes que han sido observados en el registro arqueológico,
morativas de los muertos, los muertos enterrados y los vivos participantes de las fiestas en la plaza he argumentado que la veneración al ancestro puede ser efectivamente definida arqueológica-
hayan compartido la carne de los camélidos, más específicamente las cabezas y patas habrían sido mente en los contextos funerarios mismos y fuera de ellos. La atención exclusiva a la búsqueda
destinadas a los primeros y el resto del cuerpo consumido por los segundos. Tradicionalmente los de entierros y al uso precipitado y poco cuidadoso del término ‘ancestro’ —una crítica que
arqueólogos dedicados al estudio de las prácticas mortuorias interpretan los huesos de camélidos justificadamente fue puntualizada por James Whitley— podría ser superada ampliando nuestra
de los entierros como ofrendas a los muertos, pero raramente presentan cómo fue procesado el perspectiva para estudiar áreas más extensas y profundas y prestando una atención cuidadosa
resto del cuerpo de estos animales. Esta hipótesis de trabajo todavía espera su examen mediante a nuestros datos contextuales. De ser así, podremos estudiar la naturaleza multidimensional de
el análisis zooarqueológico de los huesos de camélidos, para no solo identificar la especie, edad, las prácticas religiosas y determinar quiénes estuvieron involucrados en ellas y qué, cuándo y
sexo y región anatómica de cada resto y compararlo con las proporciones relativas de esas varia- cómo ellos hicieron lo que hicieron y en qué contextos. Esto, sin embargo, será incompleto sin la
bles entre ambos grupos, sino también de determinar la posibilidad de que las partes de cuerpo restitución de la arqueología de campo.
de camélidos de estos dos contextos son mutuamente exclusivas.
Similarmente la recuperación de alimentos y bebidas especiales en los eventos de consu- Agradecimientos
mo de la Gran Plaza podría proporcionar una clara evidencia de las fiestas relacionadas con los
ancestros. Cutright (2007) ha intentado recientemente reconstruir las prácticas de Sicán sobre la Antes que nada agradezco a mi asesor, doctor Izumi Shimada, por proporcionarme la magní-
preparación de alimentos (foodways; por ejemplo, elecciones culturalmente construidas de ingre- fica oportunidad de participar en su proyecto para mi investigación doctoral. Las temporadas
dientes, preparaciones y equipo culinario) relacionadas con los muertos. Para ello ha examinado de campo 2006 y 2008 fueron financiadas por becas de The Tokyo Broadcasting System, Tokio,
los restos macrobotánicos y faunísticos de 31 entierros de Sicán del sitio de Farfán en el valle otorgadas al doctor Shimada. Estoy agradecido por su apoyo. También agradezco a todos los
bajo de Jequetepeque. Su trabajo ha mostrado que las vasijas usadas para comida frecuentemente miembros del proyecto —doctor Carlos Elera, Gabriela Cervantes, doctor Ursel Wagner, doctor
contuvieron solo una especie, básicamente maíz, y que algunas especies como el maíz, los frejoles Ken-ichi Shinoda, doctor Katsutomo Kato, Melody Shimada, Hirokatsu Watanabe, doctora Aniko
y los pescados pequeños pero enteros tendieron a concurrir. La frecuencia de maíz, ya sea las Bezur, Elvis Mondragón y Kayeleigh Sharp— y a los trabajadores locales por su labor altamente
mazorcas con los granos o los granos sueltos, fue incomparablemente alto (87 por ciento). Estos calificada tanto en el campo como en el laboratorio.
resultados parecen apoyar la generalización panandina de que la libación de cerveza de maíz es
uno de los componentes más importantes de las ceremonias rituales (por ejemplo, Abercrombie
1998; Betanzos 1996; Cobo 1990 [1653]). Para proceder a una comparación con los materiales de Bibliografía
Cutright provenientes de Farfán, actualmente se encuentra en proceso una serie de análisis de
restos microbotánicos y macrobotánicos (por ejemplo, polen, fitolitos y granos de almidón) de Abercrombie, T. A.
nuestras excavaciones. Los resultados también serán comparados con el estudio de Cervantes y 1998 Pathways of Memory and Power: Ethnography and History among an Andean People. University of Wisconsin Press,
otros (2011, ver este volumen) de restos alimenticios en vasijas en miniatura y con las colecciones Madison, Wisconsin.

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213

Conjunto (assemblage) de vasijas en miniatura funerarias de Sicán:


Un análisis multidisciplinario de su variabilidad, uso y significado

Cervantes Gabriela, Ursel Wagner y Linda Perry

Introducción

Numerosos contextos funerarios prehispánicos (conocidos también como tumbas y entierros)


asociados con grandes cantidades de ofrendas, como objetos de metal, telas decoradas y finas
vasijas de cerámica, han sido excavados recientemente en la costa norte del Perú. Junto con estos
objetos de alta calidad artística y técnica se encontraron pequeñas vasijas comúnmente conocidas
como «crisoles», que eran en su mayoría toscas en manufactura, simples en forma y no decoradas
en comparación con sus contrapartes ‘normales’ más grandes. Estas vasijas en miniatura difieren
de otro tipo de vasijas en miniatura que también son encontrados en las tumbas y que básicamen-
te son vasijas finas elaboradas en escala reducida (por ejemplo, Szumilewicz 2012). Este primer
grupo llama nuestra atención y es sujeto del presente capítulo.
Este capítulo analiza un conjunto (assemblage) de vasijas de cerámica en miniatura
tomando en cuenta su forma, tipos de materiales y contenidos, y los compara con conjuntos de
cerámica de contextos domésticos, funerarios y de fiestas (feasting), así como con otras minia-
turas para reconstruir su significado social en el interior de la tradición funeraria del Periodo
Intermedio Tardío de la sociedad sicán.

Antecedentes: las vasijas en miniatura de la costa norte

Estrictamente hablando, los crisoles son vasijas de cerámica utilizadas para recalentamiento, alea-
ción y fundición de metales. Debido a estos procesos, restos de vitrificación y escoria son usualmente
encontrados en sus superficies (Rehren 2003). Sin embargo, ninguna de las vasijas en consideración
presenta estas características. En cambio, presenta una gran variedad de formas, texturas de pastas,
214 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 215

características de cocción y decoración que sugieren una función diferente. De hecho, estas vasijas con informantes locales viviendo cerca del pueblo de Túcume, sugiere que estas vasijas fueron uti-
han sido encontradas casi exclusivamente en contextos funerarios y rituales (Cervantes 2010). lizadas para calentar chicha o cerveza de maíz. Según sus informantes, esta bebida calentada así
Los contextos funerarios son el repositorio final de los individuos, donde las identidades tendría efectos curativos para los resfriados. Sin embargo, como Narváez reconoce, no hay evidencia
sociales y la percepción de los vivos acerca de los muertos son materializadas. Por consiguiente, el de que tal práctica se haya realizado en tiempos prehispánicos (Narváez 2000: 48). Asimismo, el
tratamiento del cuerpo y sus pertenencias asociadas son el resultado de una compleja interacción autor no presenta indicaciones de cómo estas vasijas fueron elaboradas u obtenidas.
de estos factores. Cómo estos contextos son interpretados no solo puede reflejar las tradiciones Para comprobar si el uso de las vasijas en miniatura para calentar la chicha es de origen
culturales, sino también puede brindar una visión acerca de quién está enterrado y lo que la gente prehispánico o moderno, Cervantes condujo una serie independiente de entrevistas en la comu-
piensa acerca de la transición a la otra vida. En esta concepción, las miniaturas no solo requieren nidad de La Encantada, en Piura, conocida por su tradición de hacer cerámica y chicha, y en el
de la reconstrucción de su manufactura, sino también una interpretación de cómo fueron utili- área de Poma, en el valle de La Leche, en el 2007 (Cervantes 2010). Tres informantes dijeron que
zadas o de cómo la gente en el pasado pensaba utilizarlas. sus madres calentaban chicha para curar los resfriados, pero que al mismo tiempo esta tradición
Contextos funerarios con vasijas en miniatura han sido documentados solamente en la estaba muriendo. Cuando se les consultó acerca de cómo hacían estas vasijas, las tres informantes
costa norte del Perú, entre los valles de Jequetepeque y de La Leche; ningún espécimen ha sido refirieron que ellas no las laboran; en cambio, las vasijas tienen que provenir de huaca o tumbas
reportado al norte (Guffroy y otros 1989) o al sur (Donnan y Mackey 1978) de estos valles. Las antiguas para impartir su efecto curativo (es decir, tienen que ser huaqueadas). Esta información
vasijas en miniatura han sido halladas en sitios arqueológicos de las culturas Mochica y Sicán, sugiere que el uso de las vasijas en miniatura para calentar la chicha es probablemente de origen
como Túcume (Narváez 1995), San José de Moro (Castillo y Donnan 1994, Costin 1999, Rucabado histórico o moderno. Hasta la fecha no hay evidencia arqueológica que indique que esta sea una
2006), Dos Cabezas (Donnan 2003), Huaca Loro (Shimada y otros 2004, Cervantes 2010), entre costumbre prehispánica. De hecho, ninguna vasija en miniatura ha sido encontrada en cocinas o
otros. En las excavaciones de 1995 de la tumba oeste de la Huaca Loro, Shimada y su equipo fogones prehispánicos, sino solo en contextos funerarios y ceremoniales.
(2004: 376, 386) documentaron la presencia de al menos 111 vasijas en miniatura, mayormente En este capítulo presentamos numerosas líneas de evidencia —arqueometría, análisis de
sin cocción, junto con una pila de arcilla preparada en el piso de la cámara central. La arcilla cerámica macroscópico y comparación con otros casos— que apoyan nuestra hipótesis central
concuerda con la textura de las miniaturas asociadas, e indica que fueron hechas rápidamente en de que estos conjuntos de cerámica fueron la representación en miniatura de equipo culinario
el interior de la cámara central por los participantes en el funeral. para feasting en la vida real. Mientras que su tamaño reducido puede haber sido el resultado de
Costin es la primera investigadora en conducir análisis sistemáticos de vasijas en minia- restricciones espaciales en el interior de las tumbas (Rucabado 2006), relacionado con el corto
tura procedentes del sitio de San José de Moro, en el valle de Jequetepeque. Propone identificar lapso de tiempo para producirlas para la ceremonia funeraria y entierro, consideramos que su
la organización de la producción de los objetos depositados en las tumbas como indicador de las variabilidad se vincula al uso intencional durante el proceso funerario.
relaciones sociales (Costin 1999: 85). Esta autora concluye que aquellas vasijas fueron hechas a
mano por un gran número de no especialistas en cercanía al lugar del entierro y repositorio final La tumba 2 de Huaca Loro
en la tumba (Costin 1999: 99) y, por consiguiente, constituyen un gesto de inclusión simbólica
de la comunidad (Costin 1999: 101). Rucabado, trabajando en el mismo sitio, propone que las El escenario arqueológico de nuestro estudio es el centro religioso Sicán de Medio (900-1100 a.
vasijas en miniatura del contexto M-U615 representan jarras y ollas en pequeña escala debido C.) situado en lo que hoy es el Santuario Histórico Nacional de Pómac, en el valle medio de La
a las restricciones del espacio (2006: 141, 142). El autor coincide con la idea de Costin sobre la Leche (figura 1) . El sitio está dominado por seis montículos piramidales truncos construidos de
inclusión simbólica de la comunidad (2006: 143). cámaras de adobe y relleno, incluida la Huaca Loro, uno de los montículos más grandes. Con las
La única interpretación distinta acerca de su posible función ha sido ofrecida por Narváez excavaciones de dos grandes tumbas de élite, que representan al denominado Señor de Sicán de
(Narváez 2000: 48; 1995: 99, 176, 177). Extrapolando información que el autor recogió de entrevistas la tumba este de la Huaca Loro y al Señor de Sicán de la tumba oeste. Shimada y sus colegas (ver
216 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 217

fig. 2 Mapa del cementerio oeste de la Huaca Loro (adaptado por Gabriela Cervantes con base en un original de Izumi Shimada y Go Matsumoto).

fig. 1. Izquierda : Mapa de la costa norte del Perú que muestra los sitios citados en el texto (elaborado por Gabriela Cervantes). Derecha : Mapa de de Sicán Medio (hacia 1050 a. C.), pigmentos de diferentes colores, extremidades y cabezas de
la Huaca Loro que muestra la ubicación del cementerio oeste (adaptado por Gabriela Cervantes a partir de un original elaborado por Luis Cáceres camélidos, así como diversos objetos de metal (figura 3) .
y Natalia Guzmán).
En la parte norte de la estructura funeraria, tres cámaras colocadas una dentro de la
este volumen) argumentan que cada montículo representa a un linaje compuesto de dos mitades otra fueron encontradas. La más grande —denominada cámara 1— fue preparada primero y
complementarias; en este caso representada por cada uno de estos señores, que, además, se ha contenía un entierro de Sicán Medio (hacia 1000 a. C.). Se trataba de una mujer adulta con
demostrado estuvieron emparentados (Shimada y otros 2004). En general cada uno de estos seis numerosas botellas de cerámica fina y cinco conjuntos de puntas de cobre arsenical vaciado (un
montículos habría funcionado como foco de veneración y culto a los ancestros por parte de su tipo de bronce hecho de aleación de cobre y arsénico). En esta cámara se encontró la cámara 2,
linaje asociado, y que tales ceremonias y rituales públicos pudieron servir de símbolos de propa- decorada con tela pintada, y en el interior de esta, la cámara 3 (el ataúd) que contenía los restos
ganda y de poder político. parciales de un infante, que se infiere sería el personaje principal del contexto funerario. En total,
La tumba 2 de la Huaca Loro (también denominada tumba central oeste 2 de la Huaca 7 eventos y 16 microeventos fueron identificados como parte del proceso funerario reconstrui-
Loro) estuvo ubicada a 10 metros debajo de la superficie moderna en el área del cementerio in- do por Cervantes (figura 4) . Una completa descripción del complejo proceso funerario puede ser
tacto situado en la base oeste de Huaca Loro, denominado cementerio oeste de la Huaca Loro ubicada en otra parte (Cervantes 2010). La ubicación de las vasijas en miniatura fue identificada
(figuras 1 y 2) . La tumba tiene una forma rectangular de 7,20 metros (N-S) × 3,50 metros (E-O) y en el microevento 7 (n = 754), 10 (n = 108), 11(n = 87) y 15 (n = 43), que sumaron 992 vasijas
una profundidad de 1,5 metros. Un gran número de diversas ofrendas fue ubicado en el interior diagnósticas identificables (figura 6) . Más fragmentos de vasijas fueron encontrados, lo que elevó
de la cámara principal tanto en sus niveles superior y inferior, entre ellas, botellas de cerámica el número total hasta cerca de 1.200.
218 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 219

Eventos Micro-eventos Sector A Sector B Sector C

Tela 1
16
VII Vasijas en miniatura (conjunto 1)
15
Botellas de cerámica Naipes y otros metales Pigmentos Huesos de camélido
14

Cámara principal
VI 13

12 Tela 2

11 Vasijas en miniatura (conjunto 2)

V Vasijas en miniatura (conjunto 3)


10
Botellas de cerámica Botellas de cerámica
9
Huesos de camélido
8

7 Vasijas en miniatura (conjunto 4)

IV 6 Botellas de cerámica Botellas de cerámica

5 Individuo 2 Puntas y tumis de metal Botellas de cerámica

4 Banda de metal Cuentas y láminas de metal


III
3 Tela 4 Individuo 1 Tela 5

II 2 Cámara 2 Tela 3

I 1 Cámara 1

fig. 4 Diagrama del proceso funerario de la tumba 2 (elaborado por Gabriela Cervantes).

Conjunto Válidos Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado


1 754 76.0 76.0 76.0
2 108 10.9 10.9 86.9
3 87 8.8 8.8 95.7
4 43 4.3 4.3 100.0
Total 992 100.0 100.0

fig. 3 Mapa y fotografía de la tumba 2 (redibujada y adaptada por Gabriela Cervantes basada en un original de I. Shimada y C. Samillán). fig. 6 Tabla que muestra frecuencia y porcentajes de vasijas en miniatura por evento.
220 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 221

Análisis y resultados Cerca de 1.200 vasijas en miniatura


fueron excavadas en la tumba 2 de la Huaca
1. análisis funcional del conjunto de cerámica en miniatura Loro, pero para el presente estudio analiza-
remos solo aquellas que estaban completas o
El análisis funcional de cerámica se centra en relacionar los rasgos técnicos de las vasijas con su
aquellas cuyas partes diagnósticas estaban pre-
desempeño o performance mecánico durante su uso (Brown 1983, Rice 1987). Hay una fuerte rela-
sentes para determinar sus formas completas
ción entre la función destinada de una vasija, y su forma y propiedades físicas (Braun 1983). Estos
(figuras 5 y 11) .
La muestra utilizada consistió en
factores pueden ser aproximados mediante el análisis de las formas de los bordes, accesibilidad de
992 vasijas en miniatura. A pesar de su peque-
los contenidos, estabilidad y capacidad de los contenedores, forma, grosor de las paredes, pasta y
ño tamaño y simple construcción, las vasijas en
otros atributos. Clasificaciones detalladas del conjunto o assemblage de cerámica de Sicán están
miniatura presentan un gran rango de variabi-
disponibles en otras publicaciones (Cleland y Shimada 1982, 1998; Higueras 1987, Tschauner
lidad. Las formas cerámicas descritas anterior-
2001), pero una tipología básica ampliamente utilizada incluye los siguientes tipos:
mente son por lo general aplicables al conjunto
Ollas: Son vasijas abiertas de forma globular en las cuales el diámetro de la boca es más pequeño
de las vasijas en miniatura en estudio. Esta va-
que el del cuerpo. Mientras que la boca es lo suficientemente grande como para permitir ma-
riabilidad, junto con la ausencia de signos de
niobrar con los contenidos en el interior de la vasija, es también lo suficientemente restringida
moldes utilizados en la manufactura y desigual-
como para mantener los contenidos seguros en el interior, de tal manera que son adecuadas para
dad en la superficie exterior y bordes, apunta a
hervir, calentar y servir.
que fueron hechas a mano utilizando la técnica
Jarras: Son vasijas de forma globular con cuellos relativamente altos. Tienen un acceso más del modelado (Costin 1999, Cervantes 2010).
restringido que las ollas y permiten almacenar y transportar líquidos. Los cuellos pueden ser La decoración fue hecha primero modelando
rectos, pero en muchos casos tienden a ser abiertos para permitir servir los líquidos. la arcilla para dar la forma requerida y, luego,
Botellas: Son vasijas restringidas donde el diámetro del cuello es mucho más pequeño que el los detalles más finos fueron añadidos por inci-
diámetro del cuerpo. Tienden a tener un cuello largo o gollete (o un par de ellos), y usualmente sión con un instrumento puntiagudo. Una vez
fig. 5. Tipos formales del conjunto de cerámica en miniatura de la tumba 2 de
son de tamaño relativamente pequeño. Con frecuencia son hechas mediante la técnica del molde, listas, fueron secadas al sol y fueron quemadas la Huaca Loro.
pueden tener complejas formas y decoraciones que muestran rasgos ideológicos y religiosos. hasta cierto punto en una quema abierta (ver
más adelante).
Vasijas de servicio: Por lo general incluyen platos y cuencos. Estas vasijas son abiertas con
Hay dos maneras de estudiar el pequeño tamaño de las vasijas en miniatura: es decir,
paredes bajas y muchas veces algo convexas. Están diseñadas para tener un fácil acceso a los
si nos acercamos a ellas como modelos o como miniaturas. Los modelos son representaciones a
contenidos que tienden a ser comidas secas para los platos y semisecas para los cuencos.
escala de un original; son precisas, como un modelo arquitectónico. Las miniaturas, por otro lado,
Vasijas de almacenaje (paica): Son vasijas grandes con bocas abiertas, de paredes gruesas y de- son representaciones no hechas a escala (Bailey 2005: 29). Las miniaturas son productos culturales
rechas o ligeramente curvadas. La base es generalmente redondeada para ser colocadas en hoyos resultado de la experimentación humana con el mundo físico. En este sentido, no existen las mi-
en el suelo. Estas vasijas tienen gran capacidad y pueden almacenar líquidos o comidas secas; niaturas naturales, sino que son manipulaciones de la realidad; cada una constituye la utilización
sin embargo, algunas veces también sirven para la cocción y fermentación de chicha (Hayashida de la vista y el tacto para manipular el mundo. Las miniaturas son manipulaciones de la forma y
2008). del contenido de un original para crear algo que no existe, pero que conserva alguna referencia al
222 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 223

Assemblage de miniaturas tumba 2 de Huaca Loro 2. Tipos de materiales


100
Fueron determinados mediante la espec-
90
80 troscopia Mössbauer. La espectroscopia
70 Mössbauer es un método analítico sensible
60
al hierro contenido en los materiales cerá-
50
40 micos. Brinda información acerca del estado
30 químico del hierro, que sirve de indicador
20
de la temperatura y atmósfera de cocción
10
0 Miniaturas Tumba en la cual la cerámica fue cocida (Wagner y
Ollas % Jarras % Botellas % Cuecos / Almacenamiento Otros/ 2 de Huaca Loro
platos % % desconocido % Wagner 2004). Para fines comparativos, los
espectros de estas muestras fueron compa-
fig. 7 Porcentajes de diferentes tipos de vasijas en el conjunto de cerámica en miniatura de la tumba 2.
rados con los espectros de una muestra de
mundo real (Bailey 2005: 29, 32). Consecuentemente no esperamos encontrar una exacta corres- arcilla proveniente de un taller de cerámi-
pondencia entre las características físicas del conjunto de vasijas en miniatura al ser comparado ca y metales de Sicán Medio, denominado
con un conjunto cerámico de tamaño normal (es decir, proporción de forma, características de Sialupe (Shimada y Wagner 2007), y del si-
cocción, desgaste, combinación y uso apropiado de inclusiones para vasijas para cocinar en con- tio de Sicán. Estas muestras de arcilla fue-
traste con aquellas vasijas de servicio, etcétera). Sin embargo, esperamos encontrar características ron cocidas en el laboratorio en condiciones
generales y principales de tales vasijas en las miniaturas. controladas, de tal manera que los minerales
La clasificación completa de las vasijas en miniatura no puede ser presentada aquí de- con elementos de hierro pueden ser identi-
bido a restricciones de espacio, pero se encuentra disponible en otras partes (Cervantes 2010); ficados en la cerámica y, por consiguiente,
sin embargo, en un sentido amplio, el conjunto de vasijas en miniatura (figuras 5, 6, 7 y 11) está las técnicas antiguas de quema se pueden
caracterizado por un alto porcentaje de jarras (58 por ciento), seguido de ollas (19.7 por cien- evaluar.
to), paicas (18.6 por ciento) y otras formas en pequeñas cantidades. Ninguna vasija de ser- Estudiamos los f ragmentos de
vicio fue encontrada teniendo la forma de cuencos o platos. La gran cantidad de jarras nos 18 miniaturas y registramos espectros
brinda una idea de la importancia de los líquidos y las bebidas. A diferencia del conjunto de Mössbauer a RT (temperatura ambiente) y
la tumba 2, el conjunto de miniaturas de la tumba 1 (también denominada tumba central a 4.2 K (Kelvin). Estos resultados brinda-
oeste 1) (figuras 11 y 12b) es muy uniforme y solo representa un tipo de equipo culinario, las jarras. ron seis tipos de espectros Mössbauer (tipos
Aunque no hay variación en la forma en el conjunto de la tumba 1, la única forma encontrada, Mössbauer), de los cuales dos están represen-
las jarras, muestran también la importancia central de los líquidos en la tumba. Si estos datos tados cada uno por un espécimen (figura 8).
fueran la descripción de vasijas de tamaño normal, tendríamos un conjunto de vasijas centrado Este resultado no es sorprendente, dado que
en la distribución y el consumo de líquidos, y la cocción y almacenaje-fermentación como acti- solo 18 de las 1,200 miniaturas fueron es-
fig. 8 Seis tipos de espectros Mössbauer a RT (temperatura ambiente) y 4.2 K
vidades secundarias y relacionadas. tudiadas. Los tipos Mössbauer, que exhiben (grados Kelvin) identificados entre las miniaturas analizadas.
224 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 225

espectros característicos, han sido deducidos tomando en cuenta tanto la temperatura ambiente Muestra# Forma Fragmentos Intactos Identificados Unidentificados Gelatinizados Carbón Fibras Plantas
(RT) como los patrones Mössbauer a temperatura 4.2 K (grados Kelvin). Los tipos Mössbauer 1 pequeños pero dañados y dañados
al 4 son típicos de cerámica de calidad estándar. Los espectros reflejan en su mayoría condiciones 1 Jarra Pocos     X X   X X
de cocción oxidantes y están en concordancia con los colores rojizos de los fragmentos. El tipo 1 2 Jarra Muchos   Cf. Zea mays X X   X X
no contiene ningún Fe2+, mientras que la cantidad de Fe3+ es de hasta 10 por ciento en el tipo 3 Jarra Pocos   Cf. Zea mays X   X   X

2. En general los tipos 1, 2, y 3 parecen haber sido calentados hasta alrededor de los 400 a 500 4 Paica Abundantes Posible Cf. Capsicum, X X X X X
tubérculo Zea mays
°C, debido a que el desdoblamiento cuadrupolar de la fracción paramagnética se incrementa con
5 Paica Pocos   Zea mays X X X X  
la temperatura de cocción; es aún relativamente pequeño. El tipo 4 es una excepción. Contiene
6 Olla Muchos   Zea mays X     X X
hematita bien cristalizada, que parcialmente experimenta la transición Morin al enfriarse.
7 Olla Muchos   Zea mays X X X   X
Los tipos 5 y 6 son sustancialmente diferentes del tipo 1 al 4. El tipo 5 pertenece a una
fig. 9 Contenidos de almidón identificados en las vasijas en miniatura de la tumba 2.
miniatura (39/425b) y muestra hercinita bien cristalizada con poca adición de Fe3+. La hercinita
se forma durante la cocción en un ambiente reductor a temperaturas alrededor o superiores a los Los restos de las plantas recuperadas
800 °C. La miniatura 39/425a es del mismo tamaño y forma que la 39/425b. Es, sin embargo, de incluyen granos de almidón derivados proba-
color ladrillo y exhibe el tipo 4. blemente del maíz (cfr. Zea mays), así como
Estudios recientes de una muestra más amplia confirman estos tipos y su validez (Wagner de tubérculos no identificados y probable-
y otros 2012). mente ají (cfr. Capsicum). Todas las muestras
recuperadas exhiben efectos de procesamiento
3. Contenidos de las vasijas por cocción, molido, o ambos (figuras 9 y 10) . Es
más, cada vasija contenía diferentes conjuntos
Fueron analizados mediante el análisis de granos de almidón, un método que recupera e identifica de alimentos, ya sea en los tipos de plantas
los residuos de almidón. Los granos de almidón son estructuras microscópicas (1-100 micrones como en el tipo de procesamiento observado.
de tamaño) producidas en varios órganos de las plantas para el almacenaje de comida. Diferentes Entonces se puede concluir que las vasijas en
plantas producen formas de granos de almidón distintivas y morfológicamente diagnósticas en miniatura parecen haber sido llenadas con una
sus órganos de almacenamiento, lo que permite la identificación de residuos depositados por el
amplia variedad de comidas o bebidas.
procesamiento de comidas con almidones (Reichert 1913). fig. 10. Micrografías de granos de almidón de maíz procesado (cfr. Zea mays),
fragmento de planta quemada y matriz que contiene granos de almidón.
Los sedimentos contenidos en el interior de ocho vasijas en miniatura fueron recolecta-
dos y analizados en busca de restos de plantas. Los métodos de extracción fueron modificados le- Discusión: El conjunto de vasijas en miniatura como representación de un conjunto
vemente de procedimientos estándares (Perry 2004, Perry y otros 2006). En un intento por extraer (assemblage) de feasting
la mayor cantidad posible de residuos de almidón, en lugar de realizar un solo paso de flotación,
dos pasos fueron hechos utilizando pequeñas cantidades frescas volumétricas de cloruro de cesio El conjunto de vasijas en miniatura de la tumba 2 (figuras 5, 6, 7 y 11) está caracterizado por un alto
(CsCl) líquido en gravedad específica de 1.8 g/centímetros cúbicos. Los residuos adquiridos en porcentaje de jarras que constituyen la gran mayoría, seguido de ollas y vasijas para almacenaje.
ambas flotaciones fueron combinados para realizar el análisis microscópico. Las identificaciones, La gran cantidad de jarras nos brinda una idea de la importancia de los líquidos y de las bebidas
cuando fueron posibles, siguieron procedimientos estándares (Piperno y Holst 1998). acerca del uso inferido del conjunto cerámico.
226 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 227

contexto ollas % jarras % botellas % cuencos/platos % almacenamiento % otros/desconocido %


Assemblage de miniaturas TUMBA 2 HUACA LORO (A) Assemblage de miniaturas TUMBA 1 HUACA LORO (B)
Tumbas Cementerio 1.6 32.8 64 0 0 1.6
Oeste Huaca Loro 100 100
90 90
Miniaturas Tumba 1 0 100 0 0 0 0 80 80
de Huaca Loro 70 70
60 60
Miniaturas Tumba 2 19.73 58.98 2.5 0 18.59 0.2 50 50
de Huaca Loro 40 40
30 30
Sector A de Pedregal 48 8 1 23 10 10 20 20
10
Miniaturas Tumba 2 10
Miniaturas Tumba 1
Sector B de Pedregal 22 24 2 18 8 26 0 de Huaca Loro 0 de Huaca Loro

Ollas %

Jarras %

Botellas %

Cuencos/platos %

Almacenamiento %

Otros/desconocido %

Ollas %

Jarras %

Botellas %

Cuencos/platos %

Almacenamiento %

Otros/desconocido %
fig. 11 Comparación de los porcentajes de diferentes tipos de vasijas encontradas entre los conjuntos cerámicos de los diversos sitios discutidos
en el texto.

Cuando se compara el conjunto de miniaturas con el conjunto (assemblage) funerario


de la Huaca Loro (figuras 11 y 12a) , encontramos diferencias importantes. Como es de esperar, la
Assemblage Sector A (doméstico) de Pedregal (C) Assemblage Sector B (público) de Pedregal (D)
mayoría de cerámica del conjunto funerario de un cementerio de élite tiene un alto porcentaje
100 100
de botellas finas, siendo mínimamente representadas en las miniaturas. La presencia de jarras 90 90
80 80
es alta en ambos conjuntos, sugiriendo también la importancia de los líquidos. Mientras que las 70 70
jarras son usualmente vasijas grandes que permiten servir líquidos para numerosas personas, las 60 60
50 50
botellas tienden a ser más pequeñas y posibilitan el contenido de líquidos para un menor número 40 40
30 30
de personas, algunas veces solo una. Sus características son diferentes, ya que las botellas de la 20 20
10
Sector A de Pedregal 10
Sector B de Pedregal
Huaca Loro son casi siempre decoradas con imágenes de alto contenido político o religioso, y 0 0

Ollas %

Jarras %

Botellas %

Cuencos/platos %

Almacenamiento %

Otros/desconocido %

Ollas %

Jarras %

Botellas %

Cuencos/platos %

Almacenamiento %

Otros/desconocido %
especialmente hechas por el Estado Sicán y sus élites en talleres especializados como la Huaca
Sialupe (Shimada y otros 2004; Shimada y Wagner 2007).
Al comparar el conjunto en miniatura con un conjunto (assemblage) doméstico, por
ejemplo aquel del sector A del sitio Pedregal del Periodo Intermedio Tardío (ver Cutright 2009),
también vemos grandes discrepancias. Las miniaturas no parecen reflejar un conjunto de ce- fig. 12 (A,B,C y D) Histogramas que comparan los porcentajes de diferentes tipos de vasijas encontradas en los variados conjuntos cerámicos
discutidos en el texto (a. Conjunto cerámico funerario de la Huaca Loro, b. Conjunto cerámico de la tumba 1 de la Huaca Loro, c. Conjunto cerámico
rámica doméstica en el que las vasijas para cocinar predominan (figuras 11 y 12c) . Por otro lado, del sector A de Pedregal, d. Conjunto cerámico del sector B de Pedregal).
el sector B de Pedregal, de carácter público y con un conjunto (assemblage) de feasting, brinda
información comparativa interesante. Sus formas más frecuentes son jarras empleadas para alma- son importantes, dada la gran cantidad de comidas y bebidas para numerosos participantes de
cenar líquidos y para servirlos; resalta la importancia de los líquidos en las actividades públicas tales eventos. Por otro lado, las botellas están mínimamente presentes, ya que su uso tiende a ser
como las fiestas. Ya sean de carácter comunal o patrocinadas por el Estado, el uso de bebidas más restringido y exclusivo.
en las fiestas es de alta importancia en muchas partes del mundo (Dietler 2001, Hayden 2001). La actividad de feasting está definida como el contexto ritual de consumo de comi-
Las ollas o vasijas para la cocción también ocupan el segundo lugar en cantidad mostrando la das especiales (Dietler 2001, Hayden 2001). Lo que hace especial a una comida depende del
importancia de comidas húmedas en eventos públicos. Las vasijas de almacenamiento también contexto cultural, pero generalmente incluye el uso de ítems exóticos y caros servidos en raras
228 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 229

combinaciones (cfr. Hastorf 1991). El consumo de comidas y bebidas a gran escala es un com- de maíz, pescado, etcétera (Gummerman 1997), y son diferentes de la comida diaria regu-
ponente de las ceremonias y contextos políticos y religiosos entre diferentes culturas (Dietler y lar que experimenta numerosas técnicas de cocción. Sin embargo, los análisis de los residuos
Hayden 2001). En los Andes, las fiestas cumplieron múltiples roles rituales, públicos y políticos, de las vasijas en miniatura funerarias muestran los restos de comidas fuertemente cocidas o
como la movilización del trabajo a través de obligaciones recíprocas (Morris 1979), proveer los procesadas.
lazos entre los ancestros de élite y los vivos a través de ‘comidas lujosas’, clasificadas como tales Los datos de la Huaca Loro demuestran claramente que cada vasija en miniatura con-
debido a su rareza, calidad especial, cantidad o contexto específico de uso (Hastorf 2003) o crean- tenía un conjunto diferente de restos de plantas, ya sea en términos de procesamiento o taxón.
do oportunidades para negociar el poder estatal o expansión política (Bray 2003). Para la mayor parte, los restos de plantas identificables son derivados del maíz. Sin embargo, las
Dos rasgos importantes caracterizan al conjunto de cerámica en miniatura: las altas can- concentraciones de fragmentos y diferentes conjuntos de otras células de plantas indican que el
tidades de jarras y vasijas de almacenaje o paicas, y la ausencia de vasijas de servicio. En un con- contenido de cada una de estas vasijas era diferente. Diferentes ingredientes y métodos de procesa-
texto de feasting, esperaríamos un gran porcentaje de vasijas de servicio, como cuencos y platos miento, indicados por la presencia o ausencia de calentamiento y carbón, indican tanto mixturas
que se ilustra en el sector B de Pedregal. El hecho de que ninguna vasija de servicio en miniatura de plantas cocidas ‘estofados’ como materiales no cocidos pero altamente procesados. Dadas las
esté presente en el conjunto analizado puede explicarse de diversas maneras. En primer lugar, la características de los contenidos altamente procesados del conjunto de miniaturas, posiblemente
gente puede escoger utilizar mates que son de características perecederas como vasijas de servicio, la chicha haya estado presente en al menos algunas de las vasijas.
como se ha encontrado en otros contextos funerarios en Pacatnamú y Farfán (Gummerman 1994, Las ofrendas de comidas con numerosos ingredientes son raramente encontradas en las
Cutright 2011). Dada la alta napa freática de la ubicación de la Huaca Loro, la preservación orgá- tumbas de Farfán del periodo Sicán (Cutright 2011). En el caso de la Huaca Loro hay evidencia de
nica es mínima y los objetos orgánicos no se preservan bien. Otra explicación podría ser que la diferentes combinaciones de procesamiento de las comidas en el interior de cada vasija, pero solo
gente conscientemente decidió no incluir vasijas de servicio. Dado que los cuencos y platos están en un caso restos de comidas con múltiples ingredientes fue identificado. Numerosas muestras
generalmente asociados a comidas secas, posiblemente estas no fueran importantes o no debían exponen restos fuertemente procesados que no pueden ser identificados en forma concluyente.
ser incluidas en el banquete, y, por consiguiente, en el conjunto cerámico. Una tercera explicación Por consiguiente, no es posible saber si los restos procesados pertenecen al mismo ingrediente o
puede ser que este conjunto en miniatura solo represente algunas etapas de la preparación de la a una combinación de muchos ingredientes.
fiesta, con énfasis en el almacenaje y probable fermentación de bebidas.
Para la costa norte prehispánica, las técnicas de cocción húmeda están entre las prepa- Conclusiones
raciones más comunes mencionadas por recuentos etnohistóricos, lo que revela la preferencia por
los estofados y sopas. Cutright (2011) resalta que la mayoría de las ofrendas de comida funeraria Los conjuntos en miniatura hallados en los contextos funerarios de Sicán Medio en la Huaca
en el sitio de Farfán fue encontrada en ollas o vasijas para la cocción. Esto resalta la importan- Loro, especialmente aquellos de la tumba 2, parecen ser miniaturas de un conjunto de feasting,
cia de técnicas de cocción húmeda en la cocina costeña. Las jarras encontradas en contextos caracterizado por libaciones debido al alto porcentaje de jarras. Tal vez la consideración más
domésticos en Pedregal muestran que estas no tenían hollín; es decir, que no fueron utilizadas importante que subyace el uso de estas vasijas se relacione con el acto personal de diferentes
para cocinar, sino probablemente para servir y almacenar líquidos. En la costa norte los mates miembros de la comunidad que participan en el funeral de dar ofrendas o regalos a los muertos.
son ampliamente utilizados como vasijas de servicio, en lugar de cuencos de cerámica y platos Mientras que esto puede consolidar la identidad de grupo alrededor del fallecido, también puede
tanto para las comidas líquidas como secas en la vida diaria moderna, y un gran número ha sido brindar simbólicamente a los muertos el conjunto cerámico para feasting, listo para ser usado
encontrado también en contextos arqueológicos. como en una fiesta en la vida real. El vínculo de los muertos con los vivos, a través de las ofrendas
Para la costa norte del Perú, Gummerman sugiere que las ofrendas de comida son de comida y libaciones, ofrece la oportunidad de crear nuevos ancestros (Hastorf 2003, Nelson
simbólicas y por este motivo son generalmente productos crudos o sin procesar, como mazorcas 2003) y de hacer alianzas estratégicas con ellos.
230 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias conjunto de vasijas en miniatura funerarias sicán | G. Cervantes, U. Wagner y L. Perry 231

Agradecimientos Cervantes, Gabriela, Izumi Shimada, Wuster Häusler, Ursel Wagner y Fritz E. Wagner
2011 Mössbauer Study of Miniature Vessels from the Sicán Burial Site of Huaca Loro. Hyperfine Interactions, 203: 5-57.

La información aquí presentada pertenece a la base de datos del Proyecto Arqueológico Sicán. El Cleland, Kate M. e Izumi Shimada
doctor Izumi Shimada leyó borradores del manuscrito y brindó valiosos comentarios. El doctor 1992 «Sicán Bottles: Marking Time in the Peruvian Bronze Age». Andean Past 3: 193-235. Ithaca, Nueva York.
1998 «Paleteada Potters: Technology, Production Sphere, and Sub-Culture in Ancient Peru». En Andean Ceramics: Technology,
Fritz Wagner también proporcionó observaciones útiles, particularmente respecto a la espectros-
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copia Mössbauer. La doctora Robyn Cutright y el licenciado Hugo Ikehara leyeron el manuscrito and University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology, Philadelphia, Pensilvania.
y aportaron importantes observaciones. Las autoras quieren agradecer al Museo Nacional Sicán,
Costin, C. L.
al Departamento de Física de la Universidad Técnica de Múnich y al Programa de Arqueobiología 1999 «Formal and Technological Variability and the Social Relations of Production: Crisoles from San José de Moro, Peru». En:
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Un aspecto clave del Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) concierne al propósito de desarrollar
una comprensión holística y detallada de la diversidad de la población perteneciente a la socie-
dad de Sicán Medio. ¿Quiénes fueron, de dónde vinieron, adónde fueron? Este capítulo explora
la identidad y etnicidad de las poblaciones locales que específicamente vivieron y murieron
durante el periodo Sicán Medio. Basado en el examen de múltiples líneas de evidencia arqueo-
lógica, sostengo que la mayoría de la gente humilde de Sicán Medio, que vivió y murió en el
valle de Lambayeque, fue étnicamente mochica (o mochica). Esta población se originó a partir
del declive de la cultura Moche del primer milenio antes de Cristo y continuó existiendo mucho
tiempo después.

Base teórica

Las preguntas acerca de la identidad de las personas son claves indispensables para entender
el pasado, pero ¿cómo los arqueólogos develan la ref lexión aparentemente intangible que los
individuos hacen sobre su propio sentido del yo, o su concepción del grupo de gente al que per-
tenecen? Con frecuencia la respuesta se basa en los comportamientos y las prácticas singulares
que un grupo de personas comúnmente comparte y mantiene, y que dejan rastros arqueológicos
físicos. Los estudios arqueológicos de la identidad han florecido durante los últimos veinte años.
Históricamente ha habido una tendencia en los estudios andinos a visualizar las antiguas identi-
dades sociales a través de los restos materiales que un arqueólogo puede ‘leer’. Por ejemplo, se ha
dado una especial atención a los diferentes estilos de deformación craneana en los Andes sur cen-
trales (por ejemplo, Lozada y Buikstra 2002) para correlacionarlos con las prácticas particulares
236 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 237

de diferentes grupos étnicos. Las diferencias artísticas, como las que se observan entre la ico- Evidencia de un sustrato cultural mochica
nografía moche y huari, también ref lejan con amplitud dos distintas identidades culturales. Si
bien estas aproximaciones a la identidad de los antiguos grupos humanos son muy útiles, ellas 1. arqueología mortuoria
tienden a asumir que la cultura material comunica un mensaje social fijo que es permanente en
la percepción que las personas tienen de sí mismas. Sin embargo, la teoría antropológica (Jones Durante los últimos veinte años se han hecho avances significativos en el estudio de la evolución,
1997; Knudson y Stojanowski 2009) establece claramente que las antiguas identidades fueron complejidad y diversidad de los rituales de entierro en el Perú (por ejemplo, Alva 1995; Donnan
complejas y siempre cambiantes. 1995; Donnan y Castillo 1994; Donnan y Cock 1997; Kaulicke 2002; Oyala y Romero 2005;
La concepción teórica de la identidad étnica usada en este trabajo sostiene que una base Shimada, en este volumen; Shimada y otros, 2004). Algunos de estos avances consisten en nuevos
de referencia de la etnicidad consiste en el reconocimiento y la participación de una identidad descubrimientos, pero también están cambiando la teoría, métodos y motivaciones de fondo en
común en un grupo social (Bawden 2005). Sin embargo, la etnicidad también consiste en las los análisis de los entierros andinos. La arqueología mortuoria está dejando atrás, cada vez más,
maneras como las personas usan la cultura —como una herramienta de expresión, cambio y los estudios basados en la excavación de entierros exclusivamente para obtener artículos decora-
solidaridad social—. La historia también es relevante: «[la] construcción de la etnicidad, y la dos para estudios de historia del arte, cronología de la arquitectura, o descripciones de la riqueza
representación de las diferencias culturales que esta supone, es un producto de la intersección de la tumba. Hoy más arqueólogos estudian las variaciones mortuorias a través de investigaciones
entre las disposiciones habituales de la gente y las condiciones sociales concretas que caracterizan regionales que son interpretativas, basadas en problemas teóricos, y que también incorporan la
cualquier situación social dada» (Jones 1997: 163). En otras palabras, la identidad se relaciona información social contenida en los restos humanos de las tumbas (Klaus 2008, 2011; Nelson y
con los símbolos y los objetos creados, manipulados y transformados por las personas en un otros 2000; Shimada y otros 2004; Tung y Del Castello 2005).
momento histórico específico. La identidad puede ser la herramienta más dinámica de un gru- El estudio de los patrones de entierro ha sido una tarea clave del PAS desde 1990. La
po social, tanto que puede crear cohesión social y contribuir significativamente a la conciencia arqueología mortuoria, cuidadosamente contextualizada con las reconstrucciones de la historia
cultural de la gente. En efecto, un número notable de conductas son expresiones potenciales de de Sicán, medio ambiente, tecnología y organización social, ha proporcionado una nueva pers-
la identidad en los Andes, que abarcan la iconografía y arquitectura, dieta, memoria colectiva pectiva de la cultura Sicán Medio mediante todos sus estratos sociales. Esto es posible porque
social, espacio doméstico y patrones de entierro (ver los capítulos de Reycraft 2005). en muchas sociedades complejas, como la de Sicán (figura 1) , los rituales de entierro tienden a
Sin embargo, si la arqueología de la identidad y etnicidad estuviese simplemente limita- asociarse con acciones sociales poderosas e intensas, y con declaraciones sociales significativas.
da a catalogar diferencias estilísticas y distintas tradiciones entre diferentes grupos de personas, Los vivos codifican las huellas de su organización social, creencias e identidades en los rituales
no sería más que una aproximación estática y unidimensional. Por el contrario, el estudio de de entierro. Las personas pueden usar los rituales de entierro para enfatizar diferencias entre
la identidad se relaciona frecuentemente con el concepto de ‘etnogénesis’: el estudio de cómo y sistemas de creencias, legitimar un orden social o expresar resistencia contra nuevas formas de
por qué las identidades sociales nacen, f lorecen, cambian y se desintegran. En esta perspectiva política o religión (Bawden 2001). En resumen, los entierros del periodo Sicán Medio nos dicen
se enfatiza en la naturaleza dinámica de las antiguas identidades, las cuales emergen y se trans- mucho acerca de las ideologías, la política y las identidades de los vivos.
forman durante momentos particulares en el tiempo. A fin de detectar y descifrar las manifesta- Para entender el significado más amplio de los entierros de Sicán Medio, examinamos
ciones de la identidad étnica, sin embargo, es necesario evaluar múltiples líneas independientes primero su historia comenzando con el periodo Cupisnique (hacia 1500-500 d. C.) (Elera 1986,
de evidencia arqueológica en términos de una detallada comprensión histórica y regional de 1997; Larco Hoyle 1941). La gente de Cupisnique (especialmente en su fase más tardía) enterra-
una sociedad. Esta perspectiva es la clave para descifrar qué significaron las antiguas prácticas ba frecuentemente a sus difuntos en posiciones de cuerpo extendido alineadas hacia un punto
y símbolos y cómo pudieron haber sido usados. Sin este contexto, la arqueología de la identidad cardinal. La cara o el cuerpo era a veces cubierto con pigmentos de color rojo. Una serie de
es imposible. artículos mortuorios también se depositaba en la tumba junto con el difunto, incluidas vasijas
238 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 239

de cerámica decoradas con moti- los entierros de la gente más pobre en los valles
vos religiosos, a la par que proba- de Santa (Donnan 1973), Virú (Strong y Evans
blemente existieron áreas formali- 1953), Moche (Tello y otros 2003); Chicama
zadas para colocar a los miembros (Franco y otros 2001), Jequetepeque (Castillo
de diferentes rangos sociales. De 2003), Zaña (Klaus 2008) y Lambayeque (Alva
hecho, algunos de estos elementos, 1995). El patrón básico parece integrar las si-
como el uso del pigmento rojo, pu- guientes características (figura 2) :
dieron haber surgido primero entre 1. Los cuerpos son colocados en posición ex-
los cazadores recolectores de Paiján tendida de espaldas y alineados a un punto
(Chauchat 2006). Esta práctica es cardinal (a menudo con la cabeza en el ex-
indicativa de la gran antigüedad de tremo sur de la tumba).
las formas de algunos rituales de la
2. Se incluyen objetos de metal (usualmente de
muerte en la costa norte.
cobre), con frecuencia colocados en las ma-
En los inicios de la so-
nos y en la boca.
ciedad moche (100-750 a. C.) sur-
gieron configuraciones innovado- 3. Se colocan bienes funerarios de cerámica fre-
ras del poder político y religioso. cuentemente decorados con símbolos ideoló-
Bawden (2001) considera la proba- gicamente importantes.
bilidad de que la nueva élite moche 4. Presencia de ca labazas y of rendas de
habría manipulado las profundas comida.
estructuras sociales y religiosas que 5. Inclusión de cabezas y extremidades delan-
atravesaban todas las cosmologías, teras de camélido (que indica un banquete
lenguajes mentales y segmentos de ritual antes del entierro).
la población local. Esto no solo dio 6. Evidencia de interacciones ritualizadas entre
forma a la cultura Moche que iden- los vivos y los muertos que incluyen: tumbas
fig. 1. Mapa de la costa norte del Perú que resalta los principales sitios discutidos en el texto.
Basado en un mapa original de Izumi Shimada.
tificamos arqueológicamente, sino abiertas que facilitan la visita, reapertura,
que probablemente también forjó remoción de elementos esqueléticos; reen-
la etnogénesis de una nueva identidad entre la gente y los grupos culturales locales. Esto habría tierros de elementos esqueléticos (común-
atraído a un grupo diverso de gente local hacia un ámbito social, religioso, político y económico mente cráneos y huesos largos colocados
común. De hecho, este proceso es parcialmente identificable en los entierros moches. Donnan en los entierros de otra gente); y entierros
(1995), Millaire (2002) y Klaus (2008) han identificado sistemáticamente una serie de caracterís- secundarios.
ticas compartidas de las prácticas mortuorias moches, desde inicios del primer milenio antes de
izq. | fig. 2. Entierro extendido de Sicán Medio de la tradición mochica,
Cristo, que pueden ser identificadas en contextos que van desde las tumbas de estatus más alto hasta Huaca Loro . Dibujado por Rafael Vega-Centeno y César Samillán.
240 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 241

Este último punto indica que una vez enterrados, los difuntos moches no eran olvidados. Los
trabajos recientes han acumulado convincente evidencia de contactos intensivos entre los vivos
y los muertos (Klaus 2008; Millaire 2004; Uceda 1997). La participación en los rituales que he
mencionado y que formalmente incluyeron creencias regionales de larga data acerca de la muerte,
los muertos y los ancestros parece haber sido un poderoso vehículo que creaba y expresaba una
común identidad mochica.
Gracias a la estrategia del PAS de muestreos de entierros representativos en términos re-
gionales y sociales, estamos empezando a percibir una serie de variaciones básicas en las prácticas
mortuorias de Sicán Medio. Así, estamos aproximándonos a la organización social de la sociedad
de Sicán Medio a partir de un modelo provisional de cuatro niveles de jerarquía social. Este mo-
delo está sujeto a un continuo refinamiento, y sin duda aún no representa toda la complejidad de
la diferenciación social. Sin embargo, es bastante claro que solo las ‘élites altas’ tuvieron acceso
al rango completo de aleaciones de metal producido por los artesanos, incluidas aleaciones de
oro de alta ley, y que solo los individuos de este grupo fueron enterrados en posición sentada y
flexionada en profundas tumbas de pozo en el sitio de Sicán. Los individuos de la ‘élite baja’ (ver
Alva 1985) fueron también enterrados sentados y flexionados y tenían acceso a todas las aleacio-
nes, excepto a las de oro de alto quilate. En cambio, el tercer nivel, correspondiente a la gente
del común, solo tuvo acceso a los objetos de cobre arsenical. Un cuarto nivel, hasta el momento fig. 3 Ejemplo de patrón mortuorio mochica en la Huaca Sialupe (entierro 01-5). Foto por Haagen Klaus.
definido tentativamente en base a unos pocos entierros, no se asociaría a objetos de metal (o a
ningún otro artículo funerario de ese material). atribuyo la designación ‘mochica’ a este sustrato generalizado que surgió durante el periodo
Cerca de algunas de las tumbas principales en Sicán, así como en la campiña próxima, Moche Temprano y que se prolongó hasta la era colonial. El término ‘mochica’ está basado en
se observa la persistencia de las formas de los rituales de entierro mochica entre la gente común el análisis de Paul Rivet (1949) de la lengua, que durante el periodo colonial era hablada por la
del valle de Lambayeque (es decir, posición extendida del cuerpo, su orientación sur-norte, entie- gente yunga, que fue parte de la población indígena costeña sobreviviente durante este periodo.
rros con hasta cinco piezas de vasijas de cerámica, cabezas y patas de camélido, manipulaciones Deduzco (y discuto más adelante) que casi todos los individuos en la categoría de no élite o del
esqueléticas posenterramiento). Esto incluye sitios bien fechados, como la Huaca Sialupe (Klaus pueblo eran, en un sentido amplio, étnicamente mochica. Sin embargo, enfatizo que es necesario
2003), cerro Cerrillos (Klaus y otros 2010a), el cementerio sur de Túcume (Narváez 1995), así como ser cautelosos con el supuesto que todos ellos fueron mochicas, o que todos ellos desarrollaron
varios sitios en y alrededor del área rural del valle bajo de La Leche (Bennett 1939) y las regiones mecánicamente una identidad grupal monolítica. Agrupar como un solo conjunto a todos los
de Sechura y Piura, al norte (Cárdenas y otros 1991,1992; Guiffroy y otros 1992). ‘mochicas’ con base en su acceso al ritual podría ocultar algunas variabilidades e identidades
Las observaciones básicas precedentes sugieren dos puntos claves. Primero, no es una dentro del grupo. En el presente, varias líneas de evidencia insinúan esa variabilidad, y sugiere
coincidencia que la gente del común de Sicán Medio haya enterrado a sus difuntos de esta manera. alguna clase de subcultura Tallán, Gallinazo, o aquella asociada con la cerámica paleteada dentro
Por el contrario, estos individuos pertenecieron a un sustrato cultural mochica conservador, origi- de la sociedad de Sicán Medio (Cleland y Shimada 1998; Shimada y Maguiña 1994).
nado en la historia de los eventos sucedidos hacia 100-300 a. C., y como tal continuaron reprodu- Segundo, la teoría social y nuestra evidencia sugieren que la gente local simplemente no
ciendo las prácticas rituales de sus ancestros de muchas generaciones anteriores. Tentativamente reprodujo la misma identidad de sus ancestros moches. En su lugar parece que, bajo la superficie
242 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 243

de la sociedad sicán, hubo desarrollos etnogenéticos en las nuevas formas —y usos— de la iden-
tidad mochica, incluso en el núcleo territorial sicán. Por ejemplo, durante las excavaciones del
PAS en el taller multiartesanal de la Huaca Sialupe en el valle bajo de La Leche, en 1999 y 2001,
se documentaron los entierros de 15 individuos del común (figura 3) . Esta comunidad estuvo in-
tensamente ocupada en la producción de objetos relacionados con el ícono estatal de la deidad
sicán y sus productos fueron consumidos directamente en la capital de Sicán. No obstante, esta
gente local enterraba a sus difuntos en inequívoca tradición mochica, tal como se demuestra por
la posición y orientación del cuerpo, el uso estandarizado de bienes mortuorios en la tumba y
la evidencia de intensas interacciones con los muertos, por ejemplo la reapertura de la tumba,
la inclusión de cráneos adicionales en nuevos entierros y los enterramientos secundarios (Klaus
2003). Los entierros de las víctimas de sacrificios en cerro Cerrillos también presentan este patrón
(Klaus y otros 2010a). Sin embargo, dentro de los entierros de la Huaca Sialupe y cerro Cerrillos
no se halló ni un solo objeto relacionado a la deidad sicán. La ausencia de auspicios simbólicos de
la deidad sicán omnipresente podría indicar un «mantenerse a parte de» o una resistencia rituali-
zada contra la ideología sicán entre algunos grupos rurales (Klaus 2008). Estos comportamientos
señalarían un fuerte sentido de identidad mochica que era usado no solo en el mantenimiento de
una identidad histórica grupal, sino también en actos de oposición o distinción simbólica.
Asimismo, la excavación de los cementerios de Sicán Medio Medio-Tardío en Íllimo
(Martínez 1996; Fernández 1997) y Sicán (Shimada y otros 2007; notas de campo) documentó
una muestra de aproximadamente 75 entierros que siguen el patrón mortuorio mochica, pero
que comunican un mensaje diferente. Íllimo fue un centro secundario principal a 7 kilómetros al
oeste de la capital de Sicán. Allí muchos entierros tradicionales mochicas incluyeron las clásicas
fig. 4. A. Entierro de Íllimo 21. B. Reconstrucción de la tumba I con el Guerrero de Íllimo al centro (dibujado por Alberto Gutiérrez). C. Cuenta mochicoide en
vasijas negras presentando el motivo ideológico y político de la deidad sicán (figura 4a) , junto con
forma de cabeza usada por el personaje principal de la tumba. Todas las imágenes son cortesía del Museo Nacional de Arqueología y Etnografía Brüning.
una mezcla de alfares de cerámica local y estilos decorativos.
Los casos precedentes parecen tener su expresión extrema en la tumba I de Íllimo, que que presenta una fuerte afinidad genética con los individuos de identidad local mochica (Klaus
contiene el entierro del llamado Guerrero de Íllimo (figura 4b) . El personaje principal de la tumba I 2008). A diferencia de la gente mochica de la Huaca Sialupe y cerro Cerrillos, estos entierros
fue enterrado en una fosa y no en una tumba de pozo. El cuerpo estaba extendido con orientación apuntan no a una resistencia sino, con mucha probabilidad, a la etnogénesis de una identidad
norte-sur, y estaba acompañado por un extenso rango de ofrendas (incluidos los cuerpos de dos sociopolítica híbrida o a una cercana afiliación con los de Sicán. En el caso de el Guerrero de
mujeres, grandes cantidades de cerámica, cuchillos tumi decorados, ofrendas de camélido, una Íllimo, pudo tratarse de un señor local mochica de suma importancia integrado dentro de los
máscara funeraria de Sicán Medio Tardío de cobre dorado de baja calidad y un collar de cuen- niveles inferiores de la élite de poder sicán. Sin embargo, surge la pregunta crucial acerca de qué es
tas de oro en forma de cabezas bastante similar a las que se enterraron ochocientos años antes lo que motivaba a algunos a ‘resistir’ y a otros a mezclar los rituales de entierro mochica y varios
en Sipán [figura 4c]). Los análisis de biodistancia de los rasgos dentales heredados indican que el aspectos de su identidad con la cultura material de Sicán Medio. Por ejemplo ¿sería una estrategia
Guerrero de Íllimo no parece relacionarse biológicamente con los miembros del grupo sicán, sino para incrementar el prestigio personal, un efecto de la conversión ideológica, o un resultado de
244 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 245

la negociación de relaciones políticas? De cualquier manera, el resultado fue diversas identidades


situacionales, aunque cada una continuó arraigada a su más profunda herencia mochica.

2. Otras líneas de evidencia de la etnicidad e identidad mochica


en la cultura Sicán Medio

Además de las prácticas mortuorias, hay otras líneas de evidencia independientes que revelan la
existencia de un sustrato cultural mochica bajo la superficie del Estado Sicán Medio. Muchos de
estos elementos estuvieron probablemente fuera del control directo de la élite Sicán, y sugieren
que la gente mochica reproducía o incluso revivía varios aspectos de la cultura tradicional. En el
taller de la Huaca Sialupe, un sitio donde no hubo supervisión de la élite, se recuperó el molde
de un guerrero arrodillado (figura 5a) . Esta es una posición clásica en el arte moche, pero el gue-
rrero se caracterizaba por los ojos rasgados, un elemento icónico de Sicán Medio. En otra parte
de la Huaca Sialupe también se documentaron varios fragmentos de cerámica decorados con el
motivo de un atado de armas de guerra, consistentes en un mazo y un escudo —otra vez, una
reproducción de motivos mochicas unos 250-300 años después del colapso moche—. Igualmente
se observa la decoración pintada en línea fina en una serie de vasijas de Sicán Medio y Tardío de
varias colecciones de museos, incluidas las del Museo Nacional de Sicán y el Museo Nacional de
fig. 5 A. Molde de vasija de cerámica de un guerrero arrodillado mochica-sicán, Huaca Sialupe. Foto por Izumi Shimada. B. Vasija de cerámica decorada con
Arqueología y Etnografía Brüning (figura 5b) . La pintura en línea fina es uno de los rasgos estilísticos línea fina. Dentro del círculo se señala el ícono de una pirámide escalonada. Foto de Haagen Klaus y cortesía del Museo Nacional Sicán.
que definen el arte moche. Mi estudio de la cerámica Sicán Medio y de otros estilos prehispánicos
tardíos sin procedencia conocida pertenecientes a la colección del Museo Brüning me ha permitido pirámide escalonada se asocia con representaciones de huacas, sacrificios y personajes políticamente
identificar múltiples motivos sexualizados del periodo Sicán Medio, que se derivan de los temas poderosos. En el fondo, su simbolismo podría derivar de una concepción sagrada de la ‘montaña’,
moches más tempranos. Aunque no ha sido reportado con suficiente amplitud, parece que estos probablemente evocando ancestros e ideas cosmológicas profundamente enraizadas.
elementos simbólicos provinieron del arte erótico moche, aunque las figuras presentan el rostro Hay también una relación compleja alrededor de los rituales y las representaciones de
inconfundible de la deidad sicán o incorporan otras características diagnósticas de la cerámica del sacrificio humano. La ejecución ritual de individuos entre los moches, con su fuerte énfasis en
Intermedio Tardío u Horizonte Tardío. Aparentemente se revivieron algunas habilidades locales el sacrificio de sangre, el degollamiento y la decapitación, ha sido documentada a través de los
en la construcción de los montículos monumentales de adobe usando las técnicas de cámara y estudios icnográficos y de los análisis de antropología biológica en sus víctimas (Bourget 2001,
relleno, así como el sistema productivo relacionado con los adobes marcados. Tufinio 2008, Verano 1998, Verano y otros 2008). Las representaciones artísticas de sacrificios de
Muchos íconos secundarios también reflejan las dimensiones duraderas de la identidad Sicán Medio son pocas, pero un textil pintado recuperado de una tumba saqueada en la Huaca
e ideas mochicas —notablemente la pirámide escalonada (figura 5b) —. Los diseños de pirámides Las Ventanas muestra la representación de una cosmovisión sicán con la deidad sicán al centro
escalonadas adornan todo tipo de arte de Sicán Medio: la cerámica, el trabajo en oro y las decora- (Shimada 1995: 136-7, figura 120). Sin embargo, la deidad presentaba la posición distintiva de
ciones textiles. Los íconos de la pirámide escalonada son tan antiguos que aparecen en los perio- la entidad conocida como El Decapitador del periodo moche, portando un cuchillo ceremonial
dos Cupisnique y Salinar, y persisten hasta la invasión española. Dentro de los cánones moches, la tumi en una mano y sosteniendo una cabeza humana por el cabello en la otra (Shimada 1995).
246 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 247

Otro textil pintado de la tumba oeste de la Huaca Loro presenta guerreros marchando, cada uno víctimas fueron enterradas en posición extendida y con ofrendas de camélido. Sin embargo, uno
sosteniendo una cabeza decapitada, y así muestra semejanzas con las representaciones moches de los vacíos más grandes en el conocimiento actual del fenómeno mochica se relaciona con la
de guerreros asociados con el sacrificio, tal como se observa en los murales documentados en ocupación inca de la costa norte. Si bien se ha documentado una variedad de contextos mortuorios
las huacas Cao Viejo y de la Luna. Estos casos sugieren otro proceso de hibridación cultural en incas en Túcume (Narváez 1996), no puede asumirse que los entierros en este sitio importante son
el que la élite Sicán Medio (1) creaba simbolismos y lenguajes visuales localmente comprensi- representativos de los rituales de entierro practicados en el área rural. Si bien queda pendiente el
bles, a fin de conectar las ideas tradicionales mochicas con la ideología de Sicán Medio, y (2) se esclarecimiento de la identidad y del ritual mochicas durante este tiempo, es razonable predecir un
apropiaba de símbolos poderosos semejantes para legitimar su derecho a gobernar y mantener fuerte grado de continuidad étnica local, en parte porque la ocupación inca no fue particularmente
el poder sobre la vida y muerte. larga o socialmente invasiva: los incas estuvieron interesados en controlar la fuerza laboral local,
En términos del ritual, el sacrificio humano del periodo Sicán Medio documentado en no en reelaborar sus identidades culturales (Ramírez 1990).
cerro Cerrillos claramente implicaba nuevas variaciones desde los tiempos moches. Estas incluían El periodo de la conquista y colonización española es casi desconocido (Klaus 2008;
sacrificio de niño, apertura de pecho y posiblemente envenenamiento (Klaus y otros 2010a). Sin Quilter 2007), pero en Lambayeque la excavación de capillas coloniales en Mórrope y Eten (Klaus
embargo, el énfasis tradicional visto en los sacrificios moches —degollamiento de la garganta y otros 2011; Klaus y Tam 2009) ha proporcionado muchas revelaciones sobre la evolución de la
resultando en ofrendas de sangre a la tierra o ancestros— está fielmente reproducido por lo identidad histórica mochica. Frecuentemente se ha asumido que la conquista produjo una inevi-
que parece como un grupo semiindependiente de gente mochica en cerro Cerrillos. El estilo de table destrucción de la cultura indígena. Sin embargo, en la capilla de San Pedro de Mórrope, la
decapitación moche más temprano recientemente ha salido a la luz en un caso de la Huaca Las tradición de entierro mochica parece haber sobrevivido hibridizándose con el ritual español ca-
Ventanas (Klaus 2006). Esta tradición de sacrificio mochica claramente contrasta con aquella de la tólico. Estos rituales mortuorios híbridos son en parte católicos y en parte mochica. Los cuerpos
etnia sicán gobernante. Los sacrificios asociados con ellos no parecen haber implicado ofrendas de fueron alineados en el tradicional eje norte-sur; muchos individuos mostraban la cara cubierta
sangre. En cambio, la matanza ritual vinculada a la etnia sicán fue probablemente de naturaleza con pigmentos de color rojo; y se halló evidencia de intensas interacciones entre vivos y muertos
dedicatoria o funeraria y focalizada en las ofrendas de cuerpos totalmente intactos. de estilo prehispánico, incluidos el aplazamiento de los enterramientos primarios, la reapertura de
tumbas y la manipulación de cráneos y huesos largos. Mórrope muestra el proceso de etnogénesis
3. Adenda: el fenómeno mochica después de Sicán Medio de otra nueva forma de identidad, la ‘mochica colonial’. Esta identidad más tardía aún mantenía
sus raíces con la tradición nacida del periodo Moche, la que a su turno se derivaba de prácticas
Aunque no es el tema principal de este libro, es importante anotar que, entre otros elementos, la aún más tempranas. En Eten también existe evidencia de este proceso de hibridación, aunque
tradición de entierro mochica no desaparece al final del periodo Sicán Medio. Tal como he des- limitada a la orientación norte-sur de los entierros, mientras que todos los otros atributos de los
crito con detalle en otra parte (Klaus 2008), el fenómeno cultural mochica persistió en toda la entierros parecen derivar de prácticas europeas. Nuevamente esto sugiere el desarrollo de al menos
región Lambayeque durante la ocupación chimú y sobrevivió hasta la mitad del siglo XVIII antes dos tradiciones distintas, localmente diferentes de las identidades mochicas, que simultáneamente
de Cristo. Por ejemplo, los entierros chimúes del pueblo de pescadores de la caleta de San José no estuvieron vinculadas a una historia y una práctica cultural común muy antiguas.
están flexionados o sentados, sino más bien totalmente extendidos y se ajustan al ritual mochica
discusión: la identidad mochica, preguntas sin resolver
(Rodríguez 1996). Los entierros chimúes de Úcupe en el valle de Zaña también reproducen los pa-
y futuras líneas de trabajo
trones de entierro mochica, con los cuerpos extendidos y la presencia de cerámica, metal, ofrendas
de camélido y pigmento rojo (Wester 1996). Mediante sus recientes trabajos en el sitio de Chotuna, Muchas líneas de evidencia independientes apuntan a un sustrato étnico mochica vigoroso, diver-
el equipo del Museo Brüning ha identificado 33 víctimas de sacrificio del periodo Chimú y Chimú- so y dinámico bajo la superficie de la sociedad de Sicán Medio (figura 6) . Este trabajo constituye
Inca. Aparentemente todos los individuos fueron sacrificados a la manera tradicional mochica; las una primera aproximación a la población mochica de los periodos prehispánicos tardíos del valle
248 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 249

de Lambayeque, y sirve de base en una total hegemonía cultural y religiosa, sino más bien en una política de laissez-faire, o en
para nuevas preguntas relaciona- estrategias que tenían por propósito mantener la preexistencia de las tradiciones étnicas y reli-
das con la naturaleza, estructura giosas, un procedimiento que habría complementado el rol de la economía en estrechar los lazos
y evolución de las sociedades de entre las élites y las colectividades locales.
la costa norte. Otro factor que rodea la continuidad mochica se relaciona con la naturaleza de la or-
Es lógico asumir que ganización social tradicional de la costa norte —el sistema segmentario y dualista de las parcia-
los mochicas fueron responsa- lidades—, que ha sido identificado desde Moche V al menos (Shimada 2001). Es probable que el
bles de reproducir sus propios ‘colapso’ de sociedades semejantes a la Moche o Sicán Medio conlleve la desintegración de solo
estilos ancestrales y rituales tra- los niveles jerárquicos más altos de una parcialidad. Los niveles medio y bajo de las sociedades
dicionales. Pero ¿fueron ellos los locales habrían quedado relativamente intactas tras eventos como las invasiones chimú e inca
únicos manipulando este proce- y los inicios de la invasión española (Netherly, 1990). De este modo, no es sorprendente que la
so? Recientes trabajos en Farfán identidad étnica local no fuera repentinamente suprimida o remodelada con el ascenso y caída
en el valle de Jequetepeque, por de las culturas arqueológicas.
Carol Mackey y colegas, encon- Dillehay (2001) anota que los arqueólogos han tendido a subestimar a la gente común
traron evidencia de estrategias como los mochicas. En consecuencia, este trabajo cuestiona la noción de que la gente del co-
internas de conquista chimú e mún fueran habitantes unidimensionales que compartían una sola racionalidad y sin agendas
inca que, inadvertida o intencio- independientes, meramente ocupados en las maquinaciones de la vida diaria y a la espera pasiva
nalmente, preservaron las iden- de que «aparezca un líder y dé ordenes» (Dillehay 2001). La persistencia mochica también de-
tidades locales étnicas (Mackey safía directamente el pensamiento de que el colapso político automáticamente se equipara a la
2008-9 comunicación personal). desaparición de la población local o a su ‘conversión’ en miembros de una sociedad nueva que
Los señores y administradores de florece posteriormente. Pero ¿cuán bien integrados estuvieron estos varios agrupamientos socio-
Sicán pudieron haber instituido políticos mochicas en el tiempo y en el espacio?, ¿interactuaron armoniosamente emparentados
políticas similares promoviendo por principios unificadores de la parcialidad?, ¿las variadas colectividades mochicas representan
la preservación de la vestimen- facciones de grupo que se caracterizan por la competitividad y la ausencia de una autoridad ét-
ta, el lenguaje y las costumbres nica centralizada?
locales. El principal motor de la Los arqueólogos han asumido comúnmente que la posición f lexionada del cuerpo es
fig. 6. Modelo de los desarrollos culturales de la costa norte que incluye el sustrato cultural
mochica. sociedad de Sicán Medio fue la un rasgo universal de los entierros posmochica. Sabemos que esto no se cumple en el caso de
economía. Una población local los entierros de Sicán Medio y de aquellos más tardíos de la región Lambayeque. La cultura y
estable, coherente y satisfecha habría sido necesaria para crear y mantener una fuerza de trabajo el ritual de enterramiento mochica parecen haberse preservado bien en y alrededor del valle de
local altamente productiva. En otras palabras, si los líderes de Sicán Medio trataron de conver- Lambayeque, pero no en los territorios más al sur. En el valle de Jequetepeque son evidentes di-
tir a todos los miembros de la sociedad en sicán, es probable que la interrupción de la religión, ferentes patrones de entierro durante el periodo Sicán Medio. Este valle fue una zona transicional
costumbres y comportamiento locales hubiese sido contraproducente para el control eficaz del entre la costa y la sierra. Allí, en San José de Moro (Bernuy 2008) y Farfán (Mackey 2007-2008
trabajo humano y sus beneficios económicos. Así, las élites de Sicán no habrían estado interesadas comunicación personal), se ha documentado una fascinante mezcla de entierros extendidos y
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f lexionados durante la ocupación de Sicán Medio. Como Bernuy (2008) describe, los entierros biohistóricos derivados de patrones genéticos cambiantes. De manera diferente, los estudios de
extendidos y el material cultural asociado, que representan casi una cuarta parte de los entie- biodistancia están empezando a aclarar de dónde vinieron los mochicas, cómo se relacionaron
rros del periodo Sicán en San José de Moro, apuntan a profundas raíces moches. Sin embargo, unos con otros y en quiénes se convirtieron finalmente. Los orígenes mochicas se encuentran
queda por aclarar por qué la mayoría de la población participaba en nuevos rituales mortuo- fuertemente asociados con las poblaciones de Gallinazo (Shimada y Maguiña 1994; Shinoda, en
rios con cuerpos sentados y f lexionados. Todo señala que los estilos de entierros extendidos en este volumen). Además, los hallazgos iniciales de Shinoda también revelan una clara continuidad
los valles de Chicama y Moche fueron completamente reemplazados por la posición sentada y genética entre los individuos de la reconstruida identidad mochica de los periodos Moche, Sicán
f lexionada (Franco y Gálvez 2005). La memoria y la práctica recientes facilitaron la continuidad Medio, colonial y moderno.
o la revitalización de la identidad mochica. Los entierros sentados y f lexionados en la región de Otras perspectivas genéticas ayudan a esclarecer las reglas sociales que establecen cómo
Chicama-Moche sugieren influencias religiosas e ideológicas de las culturas Huari y Pachacámac, los grupos interactúan y se desarrollan biológicamente. El estudio del tamaño heredado de los
que penetraron más directamente en las poblaciones sureñas de la costa norte. Esto no sig- dientes, mediante un trabajo inicial basado en los modelos clásicos de población genética, re-
nifica que debamos asumir que la identidad étnica mochica en la región de Chicama-Moche vela que las etnias mochica y sicán fueron dos grupos distintos de gente que no se casaron ni
fue abandonada o que desapareció. Por el contrario, probable mente la identidad local de esta intercambiaron genes ampliamente entre sí. Los estimados matemáticos de gene flow, basados en
región haya evolucionado en diferentes direcciones en formas que aún están por definirse; el la variación del tamaño de los dientes, revelan que la etnia mochica disfrutó de una saludable
hecho que todavía se entierren los cuerpos en posición sentada y f lexionada junto con muchas participación en una red regional de emparejamiento sexual (Klaus 2008). De manera diferente,
de las ofrendas tradicionales sugiere un vínculo con las profundas estructuras que se preservan los datos genéticos indican que los miembros de las familias reales de Sicán generalmente solían
del ritual de entierro en la costa norte. Cómo y por qué surgieron y se bifurcaron estas nuevas casarse entre sí, dentro de los límites de sus propios linajes. El poder de los señores de Sicán, como
identidades políticas locales en la costa norte a mediados del siglo XIV antes de Cristo es una en las monarquías europeas históricamente conocidas, parece haber estado relacionado con una
cuestión que aún se debe entender. considerable monogamia real. Esta falta de interacción con los mochicas habría tenido también
Otra perspectiva clave provendrá del estudio de los restos esqueléticos humanos. Como un efecto social —principalmente, dando lugar a un sentido de diferencia o distinción del tipo
lo demuestran recientes trabajos (Gowland y Knüsel 2006), de importancia excepcional para «nosotros y ellos»—. En última instancia, los objetivos de este tipo de investigación consisten en
descifrar la identidad social son los diversos aspectos de la biología de los esqueletos que reflejan entender cómo tales interacciones entre comunidades, moieties y estados dan forma a los antiguos
los resultados biológicos de las experiencias sociales vividas. En cuanto a la sociedad de Sicán patrones de genética humana a través del tiempo y del espacio.
Medio, hemos empezado a comprender cómo el estado de salud, el rango social y la pertenencia
a un grupo étnico se entrecruzan con la biología y la herencia biológica —y a tomar en cuenta Conclusión
la coevolución de las enfermedades dentro de estos grupos sociales (Klaus y otros 2010b)—. Los
resultados iniciales sugieren que las dimensiones sociales de la etnicidad y la desigualdad eco- La gente moche nunca desapareció. Las identidades prehispánicas tardías mochicas reflejan, en
nómica entre las etnias sicán y mochica contribuyeron a una menor incidencia de enfermedades parte, un sustrato duradero y conservador que sobrevivió a los principales sistemas políticos e
infecciosas, mejor crecimiento y una mejor dieta de la élite Sicán en comparación con la gente ideológicos durante más de un milenio. La población mochica encontró una manera de comunicar
común (Klaus y otros n. d.). su particular identidad social y agenda en sus propios términos durante el periodo Sicán Medio. Si
Los estudios de biodistancia que integran los rasgos esqueléticos y dentales junto con bien la identidad local durante Sicán Medio estuvo vinculada a las prácticas ancestrales moches,
los datos de ADN mitocondrial (mt) serán vitales para las futuras investigaciones. El objetivo no era esta un estado prístino de existencia mochica, impecablemente conservada desde tiempos
de tales estudios no es definir algún tipo mochica esencial, como fuera hecho por una serie de inmemoriales. Más bien, la identidad mochica fue situacional, creativa y dinámica. Durante las
estudios raciales desacreditados (ver Armelagos y Van Gerven 2003), sino proporcionar detalles décadas que vienen, el trabajo futuro seguramente proporcionará un cuadro más complejo que el
252 Segunda parte: arte, ritos y costumbres funerarias la persistencia de la identidad | Haagen D. Klaus 253

actual. Debemos considerar que el periodo Sicán Medio supuso una rápida expansión territorial, Bernuy, Jaquelyn
2008 «El periodo Lambayeque en San José de Moro: Patrones funerarios y naturaleza de la ocupación». En Arqueología Mochica:
así como el incremento del poder sociopolítico y económico y de la complejidad organizacional.
Nuevos Enfoques, editado por Luis Jaime Castillo, Hélene Bernier, Gregory Lockard y Julio Rucabado, pp. 53-65. Pontificia
Esto supone que hubo cierta fluidez y complejidad de las identidades sociales, lo que señalaría que Universidad Católica del Perú, Lima.
hay deficiencias y también detalles que no han sido considerados en el actual modelo de identidad
Bennett, Wendell C.
mochica. Con cada grupo afirmándose, la pertenencia al grupo y sus marcadores tangibles e in- 1939 «Archaeology of the North Coast of Peru: An Account of Exploration and Excavation in the Virú and Lambayeque Valleys».
tangibles sin duda conllevaron dimensiones situacionales y negociables. El énfasis principal debe Anthropological Papers of the American Museum of Natural History vol. XXXVIII, Part 1. American Museum of Natural
ser puesto en las formas en las cuales las identidades sociales de la cultura Sicán Medio fueron History, Nueva York.

desafiadas, manipuladas y dinámicas —inmersas en un estado constante de transformación y Bourget, Steve


etnogénesis—, a la vez que todavía profundamente vinculadas a la historia de las poblaciones de 2001 «Rituals of Sacrifice: Its Practice at Huaca de la Luna and its Representation in Moche Iconography». En Moche Art and
Archaeology in Ancient Peru, editado por Joanne Pillsbury, pp. 89-109. Yale University Press, New Haven.
la costa norte del Perú.
Castillo, Luis Jaime, y Christopher B. Donnan
1994 «Los Mochica del Norte y los Mochica del Sur». En Vicús, editado por Krzysztof Makowski, pp. 143-181. Banco de Crédito
Agradecimientos del Perú, Lima.

Cárdenas, Mercedes, Cirilo Huapaya y Jaime Deza


Extiendo mi gratitud a Rosabella Álvarez-Calderón, Jorge Centurión, Víctor Curay, Carlos Elera, 1991 Arqueología de Macizo de Illescas, Sechura- Pirua: Excavaciones en Bayóvar, Nunura, Avic, Reventazón y Chorrillos.
Julie Farnum, Marco Fernández, Juan Martínez, Ken-ichi Shinoda, Manuel Tam, Carlos Wester, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.
y al personal del Museo Nacional Brüning y Museo Nacional Sicán por sus contribuciones fun- Cárdenas, Mercedes, Judith Vivar, Gloria Olivera y Blanca Huapaya
damentales a este trabajo durante los últimos diez años. Muchas ideas aquí se han beneficiado 1992 Materiales Arqueológicos de Macizo de Illescas, Sechura-Piura: Excavaciones en Bayóvar, Nunura, Avic, Reventazón y
de mis conversaciones con Izumi Shimada, Go Matsumoto, Carlos Elera, Marla Toyne, David Chorrillos. Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.

Goldstein y David Knowlton. Agradezco especialmente a Izumi Shimada por la invitación a con- Chauchat, Claude
tribuir con este volumen. 2006 Prehistoria de la Costa Norte del Perú: El Paijanense de Cupisnique. Instituto Francés de Estudios Andinos y Patronato
Huacas del Valle de Moche, Lima y Trujillo.

Castillo, Luis Jaime


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1985 «Una tumba con máscara funeraria de la costa norte del Perú». Beiträge Zur Allgemeinen Und Vergleichenden Archäologie 1998 «Paleteada Potters: Technology, Production Sphere, and Sub-Culture in Ancient Peru». En Andean Ceramics: Technology,
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Tercera parte: población de Sicán:
origen, salud y genética
261

La sociedad sicán: una visión desde los esqueletos

Sarah Katherine Muno


Department of Anthropology Southern Illinois University, skmuno@siu.edu

Uno solo tiene que observar los grandes templos construidos en la capital de Sicán, la espléndida
calidad de los objetos de esta cultura o las elaboradas tumbas de la élite para apreciar el carácter
complejo de esta sociedad. De hecho se ha podido obtener bastante información sobre esta cultura
a partir de sus restos materiales. El registro arqueológico ha revelado que la gente de Sicán destacó
en agricultura, arquitectura y tecnología de la fundición de metales; participó en el comercio a
larga distancia, y probablemente constituyó una sociedad multiétnica, gobernada según creencias
religiosas compartidas y organizadas en un sistema jerárquico de clases. Pero ¿qué podemos decir
acerca de la vida cotidiana de la población de Sicán?, ¿cómo los sistemas económicos, políticos
y religiosos que exploramos a través de la arqueología formaron sus vidas y experiencias?, ¿el
acceso a los recursos, la exposición a las enfermedades y lesiones, o las actividades laborales di-
ferían entre hombres y mujeres o entre clases sociales? Para responder a estas preguntas debemos
examinar los restos humanos de la misma gente de Sicán.
A diferencia de los restos de artefactos y otros materiales, los huesos humanos pueden
proporcionar evidencia directa de una identidad individual (en términos de edad, sexo y linaje) y
un registro acumulativo de las experiencias de vida. Una serie de aspectos importantes de la vida
cotidiana, tal como las prácticas dietéticas, el trabajo físico, las dolencias y enfermedades, la vio-
lencia y otras clases de traumas físicos, pueden dejar huellas en el esqueleto que perduran mucho
tiempo después de la muerte. En sociedades antiguas donde a menudo las representaciones de la
vida cotidiana y los registros escritos resultan escasos, tales indicadores esqueléticos pueden ser
la única fuente de información sobre la calidad de vida experimentada por la gente del pasado.
Como parte de la agenda de investigación integral y de largo plazo del Proyecto
Arqueológico Sicán, se han excavado y analizado casi cien individuos que datan del periodo
Sicán Medio, con el objeto de ampliar nuestro conocimiento de la sociedad de Sicán. La mayoría
262 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 263

de estos individuos proviene de la capital de Sicán (generalmente de la Huaca Loro, y en menor


medida de las huacas Las Ventanas y Rodillona), pero también se incluyen individuos de sitios de
habitación y talleres locales de las secciones media y baja del valle de La Leche (las huacas Sialupe
y de El Pueblo de Batán Grande), y cincuenta individuos de un cementerio de Sicán provincial del
valle de Chicama (El Brujo). Todos los segmentos de la sociedad de Sicán se encuentran repre-
sentados, desde las élites de los niveles altos hasta la gente común, aunque hay un ligero sesgo a
favor de las mujeres jóvenes (Shimada y otros 2004). Esta muestra constituye una ‘visión amplia’
para ver cómo fue la experiencia de vida de los sicanes, ofreciendo información sobre los hombres
y mujeres de diferentes edades y grupos de estatus, por lo que es posible explorar la historia de
Sicán desde múltiples perspectivas.

Prácticas de entierro y relaciones familiares en la Huaca Loro

Durante la década de 1990, y nuevamente en el 2006, excavaciones realizadas alrededor y debajo


de la Huaca Loro —un gran templo montículo de la capital de Sicán— permitieron descubrir
cuatro tumbas de pozo de élite (las llamadas tumba este, tumba oeste, tumba 1 y tumba 2), así
como varios entierros circundantes. La mayoría de los individuos recuperados fueron mujeres
—particularmente jóvenes—. De hecho, el promedio de edad de las mujeres de la Huaca Loro en
el momento de su muerte fue de 24 años, mientras que el de los hombres fue de 32. Debido a esta
desigualdad en la distribución del sexo dentro de la muestra, y al hecho de que el personaje prin-
cipal de la tumba 1 era mujer (ver figura 1) , Shimada y colegas (2007) formularon la hipótesis de que
la porción oriental de la Huaca Loro estaba reservada para las mujeres de la élite y sus sirvientes.
Además, la organización espacial y el ajuar funerario de las tumbas este y oeste sugieren
fig. 1. Dibujo de la Tumba 1 hallada en HL 2006 T-1 representando al individuo principal sentado cerca del centro de la cámara funeraria. Dibujo por I. Shimada y C.
algún tipo de relación especial entre los individuos enterrados. Basados en el paisaje funerario, Samillán.
Shimada y colegas plantearon la hipótesis de que las tumbas este y oeste fueron parte de un
cementerio de élite planificado, y que los individuos enterrados fueron miembros de mitades la antecámara, se ubicaban dos grupos de entierros de nueve mujeres cada uno, un grupo en lado
complementarias, tipo moieties. norte y el otro en el lado sur. Las mujeres del lado sur estaban unidas al individuo principal por
Las tumbas este y oeste estaban construidas adyacentes una de la otra en un eje longi- una faja larga de tela que se extendía entre ambos. La tela envolvía la parte superior del cuerpo
tudinal norte-sur (Shimada y otros 2004), una oposición que también se refleja en la disposición del individuo principal (Shimada 1995). Las mujeres del lado norte no compartieron este vínculo
de los individuos principales —ambos hombres abarcan edades de 30 a 55 años (Farnum 2002). con el individuo principal, y se diferenciaron del grupo sur por su asociación única con cerámica
Dentro de cada tumba, el personaje principal estaba acompañado por varios individuos —princi- de estilo Moche temprano –—en lugar del típico estilo de Sicán Medio— (Shimada 1995).
palmente mujeres jóvenes y niños—. En la tumba oeste, el individuo principal dentro de la cáma- En la tumba este, el individuo principal estaba colocado sobre el piso en una posición sen-
ra estaba acompañado por dos mujeres –—una en el lado sur y la otra en el norte—. Afuera, en tada invertida, cabeza abajo, y se acompañaba de dos sirvientes (Farnum 2002). El ordenamiento
264 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 265

individuos de la tumba en algún sentido potencialmente significativo —por ejemplo en términos


de identidad étnica? ¿Cuál era el significado de la tela como elemento vinculante entre las mujeres
del lado sur y el personaje principal de la tumba oeste, o de la posición del niño orientado hacia el
personaje principal de la tumba este? Los restos esqueléticos de estos individuos —especialmente sus
dientes— permitieron a Corruccini y Shimada (2002) evaluar si estos supuestos vínculos simbólicos
reflejaban relaciones familiares o un linaje común.
Los bioarqueólogos usan frecuentemente los rasgos dentales para hacer inferencias sobre
las relaciones genéticas entre las poblaciones del pasado. Los rasgos dentales son particularmen-
te útiles porque una serie de estudios ha demostrado que las variables de tamaño y forma de
los dientes reflejan la herencia familiar y las influencias por línea materna y paterna (ver Scott
y Turner 1997 para una discusión). Además,
los dientes tienden a preservarse bien en con-
textos arqueológicos, son menos propensos a
influencias medioambientales que el resto del
esqueleto y pueden ser menos susceptibles de
contaminarse que las muestras de ADN anti-
guo (Hillson 1996).
El análisis de los rasgos dentales de
Corruccini reveló que los individuos princi-
pales de las tumbas este y oeste compartían
más similitudes entre sí que con cualquiera
de los otros individuos o agrupamientos. Es
fig. 2a. Dibujo de las dos cámaras funerarias exteriores (cámaras 2 y 3) de la Tumba 2 hallada en HL 2006 T-2. Se nota el cráneo del individuo principal fig. 2b. Dibujo del atáud (cámara funeraria 1) de la Tumba 2 hallada en HL posible que estos dos hombres de élite fueran
cerca del centro del dibujo. Dibujo por I. Shimada y C. Samillán. 2006 T-2. Se nota el resto del individuo principal dentro del atáud. Dibujo por
parientes de segundo orden, quizá tío y sobrino
I. Shimada y C. Samillán.
de los cuerpos sugeriría una escena de parto, y habría representado el renacimiento simbólico de (Corrucini y Shimada 2002). Se puede plantear
este miembro de la élite (Shimada 1995). Encima de estos individuos se hallaba un niño de 12 a que, al menos en el caso de algunos individuos, el estatus de élite pudo haber sido transmitido
15 años (Farnum 2002) sobre una litera, quien parece que fue colocado de tal manera que mirase a través de líneas familiares. La evidencia de la tumba 2 apoya esta inferencia. Su principal ocu-
hacia abajo y al individuo principal (Shimada 1995). pante, un niño de no más de 5 años (ver figura 2) , estaba adornado con grandes orejeras doradas,
El ordenamiento funerario de los individuos de las tumbas este y oeste sugiere algunas pre- cuentas y otros objetos de metal. El tratamiento del entierro sugiere que este niño o niña tuvo un
guntas intrigantes acerca de qué clase de relaciones (si las hubo) son las que se habrían representado estatus de élite, y es posible que en el momento de nacer ya haya gozado del privilegio social.
simbólicamente. ¿Significa la ubicación opuesta de los individuos principales de las tumbas este y Dentro de la tumba oeste, el personaje principal estaba relacionado más estrechamente
oeste que estos dos hombres de la élite mantuvieron en vida alguna clase de vínculo importante? con las mujeres del lado sur que con las del lado norte, una relación que es consistente con la
¿Fueron las mujeres del lado norte que estaban asociadas con cerámica moche distintas de los demás presencia de la tela como elemento simbólico vinculante (Corruccini y Shimada 2002). Además,
266 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 267

cuando se las compara con todas las otras agrupaciones de individuos (Corruccini y Shimada
2002)—. Estas mujeres también se caracterizaron por su singular asociación con objetos de ce-
rámica moche (en lugar de los típicos objetos de estilo de Sicán Medio). Es bastante posible que
fueran miembros de varios grupos étnicos incorporados en el gobierno de Sicán (Corruccini y
Shimada 2002).
De la síntesis de la información derivada de los contextos mortuorios, las representacio-
nes artísticas y los restos esqueléticos humanos, obtenemos una nueva imagen de la jerarquía y la
identidad de Sicán. Se observan mayores similitudes culturales y genéticas dentro de los grupos
que componen las distintas clases sociales que entre las clases mismas, con las élites compar-
tiendo las similitudes más llamativas (Cervantes y otros 2011). Sin ninguna duda la identidad
étnica jugó un rol importante en la posición social de los individuos. Creemos que las élites bien
pudieron practicar alguna forma de endogamia como una estrategia para mantener y legitimar
su autoridad.

La modificación esquelética en la sociedad de Sicán

Como en muchas poblaciones prehispánicas de Sudamérica, la deformación craneana fue muy co-
mún entre la gente de Sicán. La deformación craneana es la práctica de alterar la forma natural de
la cabeza, ya sea mediante el uso intencional de vendajes o como consecuencia de las prácticas de
fig. 3. PAS 2006 representación de las trincheras 1-3 mostrando las ubicaciones de los entierros, periodos de tiempo asociado y sexo de los individuos exca-
transporte de los infantes. En los sitios de Sicán se observa la deformación craneana en hombres,
vados alrededor de las tumbas 1 y 2. Dibujo por I. Shimada.
mujeres y niños de todas las clases sociales, siendo la modalidad más frecuente el cráneo con la
las mujeres del lado sur parecen haber estado fuertemente emparentadas entre sí, al igual que parte posterior aplanada. Es bastante probable que esta clase de deformación craneana resultara
cinco individuos comunes enterrados juntos cerca de la tumba oeste (Corruccini y Shimada del uso de objetos para cargar a los bebés (como los portabebés) que pueden haber sido comu-
2002). Se han encontrado resultados similares entre los ocupantes de la tumba este y los indi- nes en la sociedad sicán. Aunque comúnmente se afirma que los antiguos peruanos deformaron
viduos comunes enterrados en la periferia de la tumba (Corruccini y Shimada, 2002). Una serie intencionalmente las cabezas de los bebés para indicar su estatus social privilegiado o afiliación
de mediciones dentales adicionales tomadas el 2006 sugiere un patrón general de semejanza étnica, únicamente un individuo de élite de la capital de Sicán tuvo el cráneo intencionalmente
genética para los individuos de las tumbas 1 y 2, con asociaciones particularmente estrechas deformado. Se trata de un niño joven con deformación craneana anular (Farnum 2002). Este
entre el individuo principal de la tumba 1 y una mujer enterrada a unos metros de distancia rasgo, más su salud esquelética excepcional, llevó a Farnum (2002) a formular la hipótesis de que
(representadas en la figura 3 por dos símbolos femeninos en la tumba 1). Es muy probable que el niño en cuestión habría gozado de un estatus especial en la sociedad sicán.
en el precinto sicán la disposición de los entierros en el área funeraria haya sido planeada según Otra evidencia de modificación cultural fue encontrada en los dientes de varios indivi-
las relaciones de parentesco. duos de la capital de Sicán, aunque se trata de una práctica menos común que parece haber estado
Resulta interesante que las mujeres del lado norte de la tumba oeste no reflejen el mis- restringida a las élites. El individuo principal joven de la tumba 2 y varios individuos de la tumba
mo patrón, sino más bien una notable variabilidad genética —tanto entre ellas mismas como oeste presentaron evidencia de que sus dientes delanteros, particularmente los premolares, fueron
268 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 269

limados o rotos. Prácticas similares han sido documentadas entre sociedades contemporáneas de Las articulaciones que están sujetas a un estrés prolongado y frecuente desarrollan la
la costa de Ecuador (Zevallos 1982), lo cual es intrigante a la luz de las evidencias arqueológicas proliferación del hueso de forma similar a la que experimentan los puntos de inserción muscular.
indicativas de la interacción entre Sicán y las sociedades de la costa ecuatoriana. Con el tiempo, el estrés constante de las articulaciones resultará en la ruptura de la cápsula de
la articulación, esto es, la membrana que protege a los huesos contiguos del roce mutuo durante
El trabajo en la sociedad de Sicán el movimiento. Cuando la cápsula de la articulación se daña y los huesos comienzan a hacer
contacto entre sí, se producen lesiones específicas y permanentes que serán visibles en el esque-
Los logros tecnológicos característicos de la cultura Sicán Medio no habrían sido posibles sin la leto. Aunque el deterioro de las cápsulas y la degeneración de la superficie ósea en los puntos de
organización de una gran fuerza de trabajo. La excavación de talleres, los análisis químicos de articulación —una condición conocida como osteoartritis— es una parte natural del proceso de
los artefactos y los estudios experimentales han ampliado enormemente nuestra comprensión envejecimiento, los casos severos (mostrando procesos de eburnation, el pulimento de las super-
de los métodos de producción, así como de los requisitos de la mano de obra que permitieron la ficies a causa de su continua frotación; ilustrado en la figura 2) o presentes en adultos jóvenes
excelente calidad de la artesanía sicán; pero ¿qué sabemos de los trabajadores mismos? Parece (aquellos menores de una edad estimada en 30 años) son generalmente indicativos de una intensa
claro que el estatus social tuvo una profunda inf luencia en la distribución de los recursos den- actividad física durante la vida.
tro de la sociedad sicán —con las élites poseyendo ventajas significativas—; pero ¿qué sabemos En las muestras arqueológicas, la distribución y los patrones de los MSM, robustez esque-
sobre el rol de las élites en la producción?, ¿cómo se negociaron las necesidades y las expecta- lética, osteoartritis y trauma esquelético resultantes de daño o violencia proporcionan información
tivas de trabajo dentro y entre los diferentes grupos sociales? Si bien no es posible deducir las útil para entender no solo la intensidad del trabajo físico experimentado en el pasado, sino también
ocupaciones específicas que un individuo ejerció durante su vida a partir de la condición de de cómo estas actividades estaban distribuidas entre los miembros de la sociedad —particularmen-
sus huesos, es relevante que a menudo pueda detectarse la exposición diferencial al estrés bio- te en relación con el estatus social y el sexo de los individuos—. El estudio de Cleland y Shimada
mecánico. Aunque estos análisis tienen algunas limitaciones (ver discusión abajo), ofrecen un (1995) proporciona evidencia convincente de que los miembros de la élite participaron en la pro-
gran potencial para contextualizar las interpretaciones del trabajo (sustentadas en el estudio de ducción como patrocinadores y artesanos especializados elaborando artículos suntuarios. Al asumir
materiales) con las experiencias humanas. estos roles, estos individuos habrían estado exonerados de tareas más duras, como la producción de
La fuerza mecánica habitual puede causar cambios en la arquitectura del hueso, tanto alimentos o la extracción o transporte de materias primas. En este sentido, se esperaría encontrar
en las superficies exteriores donde se adhieren los músculos como en las áreas de articulación muy poca evidencia de trabajo estresante en los esqueletos de los supuestos individuos de la élite,
donde los huesos se conectan entre sí (como los hombros, los codos, las caderas y las rodi- particularmente en comparación con los individuos de los estratos sociales bajos.
llas). Cuando los músculos experimentan un estrés muy intenso, prolongado y recurrente, las Si bien los datos osteológicos son plenamente consistentes con las inferencias arqueo-
áreas de inserción muscular del esqueleto tienden a alargarse con relación al resto del hueso, lógicas acerca del trabajo, el privilegio de la élite no parece haber ofrecido ninguna ventaja real
y su superficie se complejiza con la aparición de protuberancias, orificios y crestas óseas. Los en términos de exposición a la violencia y al daño accidental. Los individuos principales de las
bioarqueólogos usan estos rasgos —llamados marcadores de estrés muscoesquelético (o MSM, tumbas este y oeste habían sufrido fracturas en la mandíbula y el antebrazo (individuo masculino
por sus siglas en inglés)— para entender mejor la división laboral de las sociedades pasadas, de la tumba este), así como una herida por punción en la pelvis, una lesión que sugiere confron-
aunque con variado grado de éxito (ver, por ejemplo, Cardoso y Henderson 2010 y Villotte y tación violenta (individuo masculino de la tumba oeste). Adicionalmente dos mujeres de élite del
otros 2010). Las relaciones entre los MSM, la osteoartritis y la actividad física son complejas complejo de la Huaca Loro presentaron evidencia de fractura esquelética en la cadera y clavícula,
debido a las inf luencias concurrentes de los factores de edad, sexo, genética y tamaño corporal respectivamente. Otra mujer, esta vez del lado sur de la tumba oeste, tenía múltiples fracturas en
de los individuos; sin embargo, estas relaciones pueden ser deducidas (aunque con cautela) si el lado izquierdo de su cuerpo que probablemente ocurrieron durante un solo evento traumático,
se emplean controles rigurosos. por ejemplo una dura caída (Farnum 2002).
270 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 271

La evidencia de fracturas fue rara entre los que pertenecieron y no pertenecieron a la también pueden contribuir a una comprensión más amplia de las condiciones de salud a través
élite. Tampoco se observan patrones claramente discernibles según edad, sexo o estatus. Esto del tiempo y del espacio.
sugiere que la guerra y la agresión interpersonal no fueron problemas persistentes dentro de la En el estudio de las poblaciones del pasado es muy frecuente evaluar la salud del desa-
sociedad sicán, aunque los hombres de la élite pudieron haber estado ocasionalmente involucrados rrollo mediante mediciones de la estatura en los adultos y la documentación de las hipoplasias
en actos violentos. Las huellas de osteoartritis y de los MSM indican de manera más clara que las lineales de esmalte (ver explicación más abajo). Los estudios clínicos han demostrado que, a nivel
clases sociales ejercieron actividades diferentes. Estos indicadores esqueléticos proporcionan más mundial, la interrupción del crecimiento durante la infancia (particularmente debido a una nu-
luces acerca de la organización laboral en Sicán Medio. trición pobre) está asociada con una disminución de la estatura en la edad adulta, de manera que
Las investigaciones recientes de Haagen Klaus y Sarah Muno han develado que los restos los niños poco saludables probablemente sean adultos de baja estatura comparados con individuos
esqueléticos de los individuos de las élites y la población común de Sicán Medio tuvieron diferen- de infancia más sana dentro de sus respectivas poblaciones (Larsen 1997). En la capital de Sicán,
cias significativas en términos de la incidencia de osteoartritis y la severidad de los MSM, incluso la estatura promedio de los individuos masculinos (159.5 centímetros) es consistente con los
después de controlar los efectos de la edad y del tamaño corporal. Muno ha comparado las huellas rangos promedio que caracterizan a los individuos masculinos de las poblaciones prehispánicas
de osteoartritis y de los escores de los MSM documentados en las extremidades superiores de los de Centroamérica y Sudamérica (159.2 centímetros; Bogin y Keep 1999). En contraste, las mu-
individuos del precinto sicán y del cementerio Sicán Medio provincial de El Brujo. Su estudio jeres de la capital de Sicán fueron significativamente más altas de lo esperado, con un promedio
sugiere que la gente común tuvo más probabilidades de involucrarse en actividades que conlleva- de estatura de 152.6 centímetros, que es superior a los 147.6 centímetros documentados entre
ron un mayor estrés en el cuello y la columna, tal como pudo haber sido el transporte de cargas las mujeres prehispánicas de América Central y del Sur (Bogin y Keep 1999). Los individuos de
pesadas sobre la cabeza o la espalda. Asimismo, con base en la evidencia de estrés biomecánico El Brujo presentan un patrón similar. En este caso, la estatura masculina promedio es de 159.2
visible en varios adultos jóvenes (20-22 años), parece que algunos individuos comunes fueron centímetros y la femenina de 150.4 centímetros. Nuevamente la estatura promedio masculina es
incorporados en las actividades laborales a la edad en la que se acercaban a la adolescencia (por consistente con los valores esperados, mientras que la de las mujeres excede los promedios de
ejemplo, a los 10 años), si acaso no antes. Centroamérica y Sudamérica, aunque de forma menos pronunciada que la muestra de la capital
Si bien es evidente que las clases sociales de Sicán difieren en cuanto a la incidencia de Sicán. Probablemente estas mujeres gozaron de ventajas en términos de su nutrición y salud
de osteoartritis y los MSM, la población de Sicán, como un todo, estuvo relativamente menos durante la niñez. Los recursos alimenticios de la costa peruana —incluidos cultivos agrícolas,
agobiada por el estrés y el trauma biomecánico que otras poblaciones prehistóricas de los Andes productos marinos y llamas— fueron particularmente abundantes, en especial hacia el sur. Esto
(Farnum 2002). Esta evidencia, combinada con los datos arqueológicos, apoya la interpretación de podría haber dado ventajas nutricionales a las poblaciones de Sicán que se reflejan en la estatura.
que la estructura del poder de Sicán fue sustentada más por factores como la ideología religiosa, De hecho no se encuentran diferencias significativas al agrupar las estaturas estimadas de los
la identidad étnica y la interdependencia económica que por la conquista militar. individuos de la capital de Sicán, El Brujo y Huaca Sialupe y dividirlas según el estatus social
(élites versus gente común). Estos resultados sugieren que, en el contexto de la costa norte, la
La salud en la sociedad sicán disponibilidad de recursos fue probablemente una condición que favoreció por igual a las élites
y a la gente común.
Quizá la mayor contribución del esqueleto para reconstruir el pasado se encuentra en su poten- La distribución de las hipoplasias de esmalte (ver explicación más abajo) entre los indivi-
cial para aclarar aspectos de la salud. El esqueleto proporciona un registro permanente tanto duos sí sugiere diferencias entre las clases sociales, en la medida en que este indicador parece ser
del desarrollo como de la salud adulta que devela la calidad de vida experimentada por las más sensitivo a los episodios de estrés del desarrollo que la estatura (Larsen 1997). Las hipopla-
sociedades del pasado. Los indicadores de salud en el esqueleto se pueden usar para comparar sias del esmalte son causadas por las interrupciones en la deposición normal del esmalte dental,
divergencias de la calidad de vida en el nivel local (como entre clases sociales o sexos), pero y se manifiestan como surcos lineales u orificios en la superficie de los dientes. Estos defectos
272 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 273

ocurren cuando los dientes están aún en formación, desde aproximadamente los cuatro meses Esto indicaría que los individuos de Sicán de
en el útero hasta los 12 años, y permanecen visibles toda la vida (Hillson 1996). Las hipoplasias bajo estatus consumían más alimentos agríco-
del esmalte se forman en respuesta a procesos de daño metabólico que resultan de una serie de las con almidón, y también sugeriría que ellos
tensiones, incluidas la desnutrición y las enfermedades sistémicas. Los defectos de la hipoplasia se tenían menos acceso a los productos marinos y
encuentran presentes en 8 por ciento de todos los dientes de las muestras de Sicán. Las frecuen- animales terrestres que las élites.
cias más altas de hipoplasias de esmalte fueron halladas entre los individuos comunes, siendo La hiperostosis porótica es una condi-
la única excepción notable las mujeres del lado norte de la tumba oeste (Farnum 2002). Estas ción que afecta el cráneo y es causada por la ane-
mujeres presentaban más defectos de los que uno esperaría por su condición de alto estatus. De mia de deficiencia de hierro, la que a su turno
modo interesante, no hay diferencia entre la estatura promedio de estas mujeres y la de todas las resulta de insuficiencias dietéticas o infecciones
otras mujeres de la capital de Sicán. Esto sugiere que aunque ellas habrían experimentado breves parasitarias (Larsen 1997). En nuestra mues-
episodios de estrés del desarrollo (indicados por la presencia de las hipoplasias), estos episodios tra Sicán se observa que las lesiones óseas que
no fueron lo suficientemente severos, prolongados o frecuentes como para producir largos pe- podrían ser diagnosticadas como hiperostosis
riodos de atrofia del crecimiento (documentado por las mediciones de estatura en los adultos). porótica son más comunes entre los individuos
Dada la variabilidad genética de las mujeres del lado norte, es posible que ellas pasaran sus años con deformación craneana. Como la deforma-
de desarrollo en poblaciones donde su exposición al daño metabólico era más común que en el ción craneana es relativamente común entre los
medio sicán, aunque es dudoso que tales episodios fueran de larga duración. Alternativamente individuos de Sicán, no es de sorprender que se
estas mujeres pudieron haber adquirido el estatus de élite póstumamente, careciendo así de las haya observado una llamativa frecuencia de hi-
buenas condiciones de salud que habrían gozado los otros miembros de la élite durante su vida perostosis porótica. Posteriores estudios sobre
(Shimada y otros 2004). A pesar de que las clases sociales en estudio presentan, cada una, dife- la dieta en Sicán (por ejemplo, mediante análi-
rentes frecuencias de hipoplasias, en general todas estas clases juntas exhiben menos defectos en sis de isótopos estables) podrían esclarecer si la
el esmalte que los hallados en otros sitios peruanos prehispánicos (Farnum 2002). Este hallazgo deformación craneana o la deficiencia de hierro
es consistente con los resultados del análisis de la estatura que sugieren que, en términos gene- fue la causa de esta condición.
rales, la sociedad de Sicán Medio estuvo compuesta por individuos que habrían tenido infancias La periostitis es una respuesta infla-
relativamente saludables. matoria que típicamente resulta de una infec-
Otros indicadores esqueléticos de la salud adulta son las caries dentales y la pérdida de ción parasitaria o de trauma localizado, y que
dientes (ver figuras 4 y 5 para ejemplos de estas lesiones), la hiperostosis porótica y la periostitis (ver se presenta como depósitos de hueso fibroso (ver
explicaciones abajo). Las caries y la pérdida prematura de dientes ocurren cuando la bacteria de para un ejemplo de esta lesión). Se trata
figura 6
los carbohidratos de la dieta corroe el esmalte de los dientes. Son lesiones particularmente comu- de una condición que frecuentemente se asocia
nes entre las poblaciones agrícolas prehistóricas que consumen un alto porcentaje de alimentos con sociedades prehistóricas que experimentan fig. 4. Un ejemplo de las caries dentales en la parte izquierda de la mandí-
con almidón (como el maíz; Larsen 1997). De todos los dientes de Sicán documentados, el 9.7 un incremento de la densidad de la población bula. Huaca Loro, Trinchera 3, Tumba 2, Individuo 2. Foto tomada por Sarah
Muno.
por ciento tenía caries y el 2 por ciento correspondía a dientes perdidos prematuramente, lo que y una pobre higiene; sin embargo, es relativa-
fig. 5. Dientes perdidos: los incisivos centrales, los molares segundo y tercero
en general es consistente con lo que se esperaría entre las poblaciones agrícolas prehistóricas. Sin mente rara entre las poblaciones peruanas pre-
en el lado izquierdo y derecho de la mandíbula. Huaca Loro, Trinchera 2,
embargo, las caries y la pérdida prematura de dientes fueron más frecuentes entre la gente común. hispánicas (Blom y otros 2005). La periostitis Tumba 8. Foto tomada por Sarah Muno.
274 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 275

también fue poco común entre los individuos laborales más duras, tuvo más probabilidad de sufrir de ataques breves de dolencias infantiles
de Sicán. Pero es importante notar que las fre- y de padecer enfermedades infecciosas durante la adultez, y consumió menos alimentos ricos
cuencias más altas fueron encontradas entre en proteínas que su contraparte de élite. Sin embargo, su incorporación dentro de la sociedad
individuos de Huaca Sialupe. Esto sugiere que de Sicán pudo haber ofrecido a la gente de la costa norte algunas ventajas importantes. Esto es
alguna enfermedad infecciosa y una pobre hi- particularmente cierto durante la era Sicán Medio, cuando la decadencia de los estados Huari y
giene fueron más comunes en este taller rural Moche motivó movimientos poblacionales y reorganizaciones sociopolíticas relevantes. Los datos
de cerámica y metal que en la capital de Sicán. esqueléticos humanos sugieren que los factores de estrés usualmente asociados con estos cambios
—como el hacinamiento y la pobre salubridad, la escasez de alimentos y la violencia— no fueron
Conclusiones particularmente problemáticos en la sociedad de Sicán Medio.
Desde una perspectiva biológica, la organización social de Sicán Medio parece haber sido
El ambiente único y los abundantes recursos de efectiva en mediatizar las demandas de los privilegios de la élite con las necesidades más amplias
la costa norte del Perú podrían explicar parcial- de toda la comunidad. El contexto arqueológico ofrece importantes pistas acerca de cómo esta
mente la mejor calidad de vida de la gente de cohesión social fue mantenida a pesar de las rígidas distinciones de clase, entre las que resaltan los
Sicán (tanto de la élite como de la gente común) factores de abundancia ecológica, ideología religiosa compartida e interdependencia económica.
respecto a la de las poblaciones contemporáneas Resulta interesante constatar que la decadencia de Sicán Medio correspondió a periodos prolon-
localizadas más al sur. La nutrición cumple un gados de sequía, las cuales pudieron haber disminuido la capacidad de la estructura de poder
papel my importante en cómo el cuerpo respon- prevaleciente para responder al incremento del estrés social. Existe clara evidencia que sugiere que
de a todos los tipos de factores causantes de es- una vez que las necesidades básicas de la población ya no estaban siendo satisfechas de manera
trés, incluidos las enfermedades y el trabajo ma- general, se empezó a rechazar las ideologías del poder y la autoridad de Sicán Medio.
nual. Aunque es probable que la dieta en Sicán Si no tomáramos en cuenta el registro material y biológico, sería imposible explorar cómo
haya proporcionado alguna protección contra el las relaciones de poder de Sicán Medio impactaron realmente en las experiencias y la vida cotidiana
estrés fisiológico, es bastante claro que la posi- de los miembros de la comunidad. Esa información es crucial, no solo para un conocimiento más
ción de los individuos en la jerarquía social tuvo integral de la sociedad misma, sino también porque permite una contextualización ampliamente
consecuencias materiales y biológicas reales. necesitada de las drásticas transiciones sociopolíticas, culturales y biológicas que siguieron a la do-
Los análisis bioarqueológicos nos ayu- minación inca y la conquista española. Ciertamente estos fenómenos tuvieron un impacto duradero
fig. 6. Un ejemplo de la periostitis de la parte distal de la tibia y del peroné dan a comprender cómo las identidades sociales en las comunidades contemporáneas; sin embargo, sin una comprensión más amplia del cambo
izquierdos. El Brujo, Entierro 2, excavado en 1992 de Cao Viejo. Foto tomada social, no es posible comprender verdaderamente la dinámica del desarrollo histórico del Perú.
inferidas a partir del registro arqueológico fue-
por Sarah Muno.
ron incorporadas en la experiencia de la gente
del pasado. En el contexto de la sociedad de Sicán Medio es muy probable que la identidad étnica y Agradecimientos
las relaciones familiares hayan tenido un papel importante en la posición social de los individuos,
particularmente de la élite. Virtualmente las distinciones de clase son visibles en cada aspecto La autora agradece a Régulo Franco Jordán, Denis Vargas Salvador, César Gálvez Mora y Carmen
de la sociedad, desde el tratamiento mortuorio y la cultura material hasta las prácticas laborales, Gamarra de la Cruz, así como al resto de miembros del Proyecto Arqueológico El Brujo, por
la dieta y la exposición a las enfermedades. La población común soportó el peso de las tareas permitir el acceso a los restos humanos de la Huaca Cao Viejo.
276 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la sociedad sicán: una visión desde los esqueletos | Sarah K. Muno 277

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279

Migración en la cultura Sicán: analizando movimientos poblacionales


en el pasado utilizando la geología y la química

Kelly J. Knudson
School of Human Evolution and Social Change,
Center for Bioarchaeological Research
Director, Archaeological Chemistry Laboratory, Arizona State University,

Introducción

La geología y la química, y particularmente la biogeoquímica, se utilizan para investigar la dieta


que tuvo la gente en el pasado, así como el lugar donde la gente vivió. Actualmente los antropólo-
gos utilizan análisis de isótopos para determinar la movilidad y la paleodieta de las poblaciones.
Estas técnicas permiten que los arqueólogos examinen las migraciones mediante los movimientos
de la gente en sí misma, en lugar de a través de procedimientos alternativos como la dispersión
de la cultura material. En pocas palabras, las características de los isótopos de estroncio en el es-
malte de dientes y huesos humanos arqueológicos se pueden utilizar para identificar movimientos
poblacionales entre zonas geológicas con isótopos de estroncio de diferentes características. En
cambio, las características de los isótopos de oxígeno varían según factores ambientales, incluidas
la altitud y la distancia al océano. Además, dado que el esmalte de los dientes no cambia después
de su formación, mientras que el hueso se remodela continuamente, los cambios en la residen-
cia geológica o ambiental a través del curso de la vida de un individuo pueden ser rastreados.
Finalmente, los arqueólogos y los bioarqueólogos utilizan los isótopos de carbón y de nitrógeno
en restos esqueléticos humanos arqueológicos, para determinar la paleodieta. Las plantas utilizan
el carbón según las vías fotosintéticas C4, C3, o CAM, que resultan en diversas características
del isótopo de carbón para diversos tipos de plantas. El análisis de los isótopos de carbón se
ha convertido en una herramienta muy útil en arqueología, y se ha utilizado para entender el
consumo diferenciado de las plantas C4, como el maíz (Zea mays). Los isótopos de nitrógeno
pueden ayudarnos a entender el uso de recursos marinos y de agua dulce en la dieta, puesto que
los isótopos del nitrógeno en un organismo reflejan las fuentes del nitrógeno en la dieta y varían
por el nivel trófico.
280 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la migración en la cultura sicán | Kelly Knudson 281

En Sicán, los análisis biogeoquímicos de restos humanos arqueológicos ayudan a deter- 2008; Knudson y Price 2007; Slovak y otros 2009; Tomczak 2003). Por ejemplo, trabajos recientes
minar la movilidad poblacional y la paleodieta. Aquí discuto datos de análisis biogeoquímicos de han demostrado que las cabezas trofeo de Nazca de la costa sur del Perú fueron obtenidas de
restos humanos arqueológicos de un cementerio intacto en la base este del montículo de la Huaca habitantes locales de la cuenca de Nazca, en lugar de provenir de guerreros foráneos (Knudson
Loro. Nuestro análisis se centró tanto en individuos masculinos como femeninos con diversos y otros en prensa), mientras que estudios de subsistencia en la cuenca de Nazca han demostrado
tipos de entierro, y, por lo tanto, diversos estatus inferidos durante sus vidas. Las características que los habitantes tuvieron acceso a una amplia variedad de recursos (Kellner y Schoeninger
de los isótopos de estroncio en los restos humanos arqueológicos de Sicán son relativamente ho- 2008). La costa norte del Perú ha tenido menos trabajo isotópico; el trabajo en Sicán afectará
mogéneas, y no se han encontrado rasgos atípicos en el presente conjunto de datos. Por lo tanto, indudablemente nuestra comprensión de la variabilidad en orígenes geográficos y paleodieta y de
con base en estos datos preliminares, lo más probable es que los individuos enterrados en Sicán su relación con el estatus social y comportamiento funerario.
hayan sido originalmente del área alrededor de Sicán y de la costa peruana, y no de las serranías
peruanas. Resulta muy interesante que no haya distinciones entre los orígenes de los individuos Análisis de isótopos en antropología
de estatus alto o bajo. Análisis en marcha de isótopos de oxígeno, de carbón y nitrógeno en restos
humanos arqueológicos también ayudarán a determinar los orígenes geográficos y la paleodieta Los antropólogos están utilizando progresivamente análisis de isótopos estables y radiogénicos
de los individuos enterrados en Sicán. Sobre la base de múltiples líneas de evidencia isotópica es para determinar la movilidad residencial y paleodieta. Los análisis biogeoquímicos son técnicas
posible comparar la variabilidad en la dieta y los orígenes de los individuos con el tratamiento ideales para probar hipótesis respecto a la movilidad residencial arqueológica, ya que permiten
del entierro y estatus social, para entender mejor a la sociedad de Sicán. a los arqueólogos examinar la migración mediante las personas moviéndose ellas mismas, en vez
de procedimientos alternativos, como la dispersión de la cultura material. En pocas palabras, las
Movilidad residencial y paleodieta en la costa peruana características de los isótopos de estroncio en el esmalte de dientes y huesos humanos arqueoló-
gicos se pueden utilizar para identificar movimientos poblacionales entre zonas geológicas con
La cultura arqueológica Sicán emergió alrededor del 750 d. C. en la región de Lambayeque, en isótopos de estroncio de diferentes características. En cambio, las características de los isóto-
la costa norte del Perú. Aunque el periodo Sicán Temprano, de 800 a 900 d. C., es aún poco pos de oxígeno varían según factores ambientales, incluidas la altitud y la distancia al océano.
conocido, el periodo Sicán Medio, que data de 900 a 1100 d. C., es un periodo de fluorescencia Además, dado que el esmalte de los dientes no cambia después de su formación, mientras que el
cultural caracterizado por arquitectura monumental, innovaciones tecnológicas en metalurgia hueso se remodela continuamente, los cambios en la residencia geológica o ambiental a través
y cerámica, y gran influencia política, económica y religiosa en gran parte de la costa norte del del curso de la vida de un individuo pueden ser rastreados.
Perú. Buena parte de la investigación reciente se ha enfocado en elucidar la organización social y Dado que las proporciones de los isótopos de estroncio en una región geológica se basan
religiosa de Sicán por intermedio del comportamiento funerario (por ejemplo, Shimada y otros en la edad y la composición de la roca madre (Faure 1986), es necesario explorar las regiones
2004). La biogeoquímica puede contribuir a nuestra comprensión de estos complejos comporta- geológicas en el área de estudio para determinar si la variabilidad geológica se puede utilizar
mientos, elucidando la variabilidad de la movilidad residencial y de la paleodieta, y su relación para identificar la migración humana. Los mapas geológicos demuestran el predominio de rocas
con el estatus social y tratamiento mortuorio. volcánicas cenozoicas en los Andes. Sin embargo, además de examinar las proporciones de los
Este aspecto del Proyecto Arqueológico Sicán es parte de un creciente número de proyec- isótopos de estroncio en muestras expuestas de la roca madre, es también importante determinar
tos biogeoquímicos que se desarrollan en la costa peruana. Mientras que la mayor parte de la in- las características biológicamente disponibles de isótopos de estroncio en una región determinada
vestigación biogeoquímica en los Andes se ha centrado en poblaciones altoandinas del Horizonte (Bentley 2006; Price y otros 2002). El análisis de los isótopos de estroncio de mamíferos peque-
Medio y del Horizonte Tardío (por ejemplo, Knudson 2008; Turner y otros 2009), hay un creciente ños modernos y arqueológicos demuestra que las características disponibles de los isótopos de
número de estudios tanto de paleodieta y de movilidad en la costa peruana (Kellner y Schoeninger estroncio biológicamente disponibles para las diversas regiones geológicas en los Andes centrales,
282 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la migración en la cultura sicán | Kelly Knudson 283

según lo esperado, concuerdan con las proporciones de isótopos de estroncio medidos en muestras con marcas bajas de isótopos de oxígeno proveniente de las precipitaciones de altura. Además, la
de roca madre expuestas de las regiones incluidas en el presente estudio (Knudson y Price 2007). evaporación que ocurre cuando el agua corre hacia el océano Pacífico asegura que las aguas de río
Por supuesto, el uso del análisis de los isótopos de estroncio para identificar movilidad residencial sean enriquecidas en 18O, que dará lugar a una marca más alta de isótopos de oxígeno.
humana se basa en la presunción de que la zona geológica que proporcionó el estroncio en la dieta Finalmente, los arqueólogos y los bioarqueólogos utilizan los isótopos del carbón y
era también el lugar de residencia. Claramente los individuos en el curso de la prehistoria han del nitrógeno en restos esqueléticos humanos arqueológicos para determinar la paleodieta
intercambiado alimentos extensamente, o se han movido a través de diversas zonas geológicas a (Katzenberg 2000). Brevemente las características de los isótopos de carbón ref lejan variabi-
medida que recolectaban y cazaban. En la mayor parte de los Andes podemos demostrar que la lidad en la dieta. Las plantas utilizan el carbón según las vías fotosintéticas C4, C3, o CAM,
mayoría de los alimentos intercambiados eran ya sea bajos en estroncio, como el maíz, o consu- que resultan en diversas características del isótopo de carbón para diversos tipos de plantas. El
midos en cantidades relativamente pequeñas, como la coca o el ají. Sin embargo, si buena parte análisis de los isótopos de carbón se ha convertido en una herramienta muy útil en arqueología,
del calcio y del estroncio en la dieta se derivaba de productos marinos, las características de los y se ha utilizado para entender el consumo diferenciado de las plantas C4, como el maíz (Zea
isótopos de estroncio deben reflejar marcas de agua marina. Aquí la información de paleodieta mays), y cuando se usa junto con el análisis de isótopos de nitrógeno, se puede comprender el
de isótopos de carbono en la hidroxiapatita del hueso y colágeno que pueden aclarar el consumo consumo de recursos marinos (por ejemplo, Finucane y otros 2006). Los isótopos de nitrógeno
del maíz, y los isótopos de nitrógeno en el colágeno del hueso que pueden determinar el consumo pueden ayudarnos a comprender el uso de recursos marinos y de agua dulce en la dieta, ya que
de alimentos marinos son líneas de evidencia importantes e independientes. los isótopos de nitrógeno en un organismo ref lejan las fuentes del nitrógeno en la dieta, y varían
En cambio, las características de los isótopos de oxígeno varían según factores ambien- por el nivel trófico (DeNiro y Epstein 1981).
tales. La proporción de 18O y de 16O varía a través del ambiente, puesto que las moléculas de Las plantas utilizan el carbón según los caminos fotosintéticos de C4, de C3, o de CAM,
agua que contienen el isótopo más ligero del oxígeno 16O, se evaporarán más fácilmente que las que generan diversas signaturas de los isótopos del carbón para diferentes tipos de la planta. El
moléculas de agua que contienen 18O, mientras que las partículas de 18O se condensarán y caerán análisis de los isótopos de carbono se ha convertido en una herramienta muy útil en arqueología,
en precipitación más fácilmente que 16O. Por lo tanto, la característica de los isótopos de oxígeno y se ha empleado para entender la consumición diferenciada de las plantas C4, como el maíz (Zea
disminuye en la precipitación con el aumento de altitud, con una mayor distancia de la costa, una mays), y cuando está utilizado con análisis de isótopo del nitrógeno, la consumición del recur-
mayor altura y una disminución de la temperatura. Los arqueólogos y los bioarqueólogos han uti- so marino (por ejemplo, Finucane y otros 2006). Los isótopos del nitrógeno pueden ayudarnos
lizado las diferencias en las marcas de los isótopos de oxígeno en el esmalte de los dientes y en los a entender el uso de recursos marinos y de agua dulce en la dieta, puesto que los isótopos del
huesos humanos arqueológicos para examinar la movilidad residencial, ya que el agua para beber nitrógeno en un organismo reflejan las fuentes del nitrógeno en la dieta, y varían por el nivel
es probablemente de fuentes locales que reflejan el lugar de residencia (por ejemplo, White y otros trófico (DeNiro y Epstein 1981).
2007). Mientras una parte del oxígeno en los restos humanos arqueológicos viene de la atmósfera,
vía inhalación, y otra parte del oxígeno viene del alimento consumido, la mayor parte del oxígeno Datos de isótopos de Sicán
proviene del agua consumida. Esta agua puede derivar de un número de fuentes, como agua de
lluvia recogida en cisternas, agua de río, nieve, o agua glacial del derretimiento, o agua subterrá- Aquí presento datos de análisis biogeoquímicos de restos humanos arqueológicos de un cementerio
nea obtenida a través de pozos. Por ejemplo, el agua consumida por individuos que viven en la intacto en la base oeste del montículo de la Huaca Loro, excavado por el Proyecto Arqueológico de
costa no consistirá solo de precipitación costera, dada la aridez extrema. Mucha del agua usable Sicán en el 2006. Nuestro análisis se enfocó tanto en individuos femeninos como masculinos con
en la costa consiste de agua de lluvia, nieve derretida y hielo glacial derretido de altitudes más diversos tratamientos de entierro y, por lo tanto, diferentes estatus inferidos durante la vida. Los
altas que fluye hacia los ríos o que es incorporada en sistemas de acuíferos subterráneos a los que datos biogeoquímicos de Sicán fueron generados a partir de muestras preparadas y analizadas en
se accede mediante pozos y manantiales. El agua de río costeño debe, por lo tanto, contener agua el Laboratorio de Arqueología Química en la Universidad Estatal de Arizona (figuras 1 y 2) . Los datos
284 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la migración en la cultura sicán | Kelly Knudson 285

de fauna moderna de Sicán son muy homogéneos y si-


milares, y concuerdan con las características de isóto-
pos de estroncio esperadas para la roca madre en la
costa peruana (figura 3) . En otras palabras, los huesos
de cuyes modernos de áreas cercanas a Sicán muestran
una media de 87Sr/86Sr=0.70685±0.00001 (1σ, n=8).
La adición y sustracción de dos desviaciones están-
dares del promedio proporcionan un intervalo ‘local’
para Sicán de 87Sr/86Sr=0.7068-0.7069. Según esta
definición de un intervalo ‘local’ basada en la media
de la fauna moderna, más y menos dos desviaciones
estándares, solo diez muestras exhiben las caracterís-
ticas ‘locales’ de Sicán. Al usar las muestras de hueso
arqueológico para determinar las características ‘lo-
cales’, cinco muestras de esmalte exhiben caracterís-
ticas ‘no-locales’ (figura 3) . Más específicamente, para
los huesos humanos arqueológicos de Sicán, se obtiene
fig. 1. Laboratorio de Arqueología Química de la Universidad Estatal
una media de 87Sr/86Sr=0.70692±0.00023 (1σ, n=15). de Arizona. Foto: Kelly Knudson.
La adición y sustracción de dos desviaciones estándar
fig. 3. Datos de los isotopos de estroncio de Sicán, Perú.
de la media proporcionan un intervalo ‘local’ para Sicán de 87Sr/86Sr=0.7065-0.7074. Sin embar-
go, las muestras de esmalte y huesos arqueológicos son relativamente homogéneas al ser compa-
radas con otras poblaciones (por ejemplo, Knudson y Price 2007; Price y otros 2008), no encon- carbón y nitrógeno se utilizarán para determinar la dieta, y particularmente la variabilidad en el
trándose claros casos atípicos en este conjunto de datos. consumo de maíz y productos marinos en Sicán. A partir de múltiples líneas de evidencia isotó-
Por lo tanto, sustentados en estos datos preliminares, lo pica, podemos comparar la variabilidad en dieta y origen con el tratamiento del entierro y estatus
más probable es que los individuos enterrados en Sicán social, para comprender mejor a la sociedad sicán.
hayan sido originalmente del área alrededor de Sicán
y la costa peruana más generalmente, y no de la sierra Reconocimientos
peruana. Resulta interesante que no haya distinciones
claras entre los orígenes de los individuos de estatus Quisiera agradecer a las siguientes organizaciones y laboratorios que brindaron financiamien-
alto y bajo. Los análisis en curso de isótopos de oxíge- to y que hicieron posible este trabajo: al Laboratorio de Arqueología Química de la Escuela de
no en restos humanos arqueológicos también ayudarán Evolución Humana y Cambio Social de la Universidad Estatal de Arizona, al Instituto para la
a determinar los orígenes geográficos de los individuos Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de Arizona, a la Tokyo Broadcasting
fig. 2. Preparación de muestras para el análisis de isótopos de
estroncio en la Universidad Estatal de Arizona. Foto: Kelly Knudson. enterrados en Sicán. Finalmente, análisis de isótopos de System y al Laboratorio de la Fundación W. M. Keck para la Biogeoquímica Ambiental.
286 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética la migración en la cultura sicán | Kelly Knudson 287

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Shimada, I., K-i Shinoda, J. Farnum, R. Corruccini y H. Watanabe


289

Análisis de ADN de la sociedad Sicán

Ken-ichi Shinoda
Department of Anthropology, National Museum of Nature
and Science, Head of Division, Tokyo Japón

Introducción

La historia de la raza humana yace en el registro de la memoria de los seres humanos. Originalmente
estas investigaciones son realizadas con base en documentación y tradiciones literarias. Sin em-
bargo, aquellos recuerdos son frecuentemente incompletos. En el pasado, los restos arqueológicos
y estudios morfológicos de los huesos humanos fueron simples formas de averiguar la historia sin
ninguna fuente de documentación. En la actualidad, los análisis científicos se han aplicado pro-
gresivamente a este tipo de estudios. Un ejemplo es el ADN, que brinda información relacionada
al origen y a las relaciones consanguíneas entre los seres humanos.
Sin embargo, métodos analíticos como el ADN para el reconocimiento individual no
funcionan de manera eficiente para los huesos humanos que no incluyen ningún tipo de infor-
mación arqueológica. Por ejemplo, aun luego del análisis de ADN, la interpretación varía depen-
diendo de si los huesos fueron excavados en la misma tumba o en tumbas diferentes. Más aún, es
imposible identificar qué individuo es el padre sin especificar quién fue enterrado primero, aun
después de que el ADN muestre su filiación. Por lo tanto, los huesos humanos no están siempre
disponibles para el análisis. En especial muchos de los huesos humanos almacenados en los mu-
seos carecen de información arqueológica, por lo que muy pocos están en condiciones para el
análisis de ADN.
Sin embargo, las excavaciones arqueológicas sistemáticas comenzaron en la década de
1990. Esto permitió encontrar más huesos humanos en contextos arqueológicos. Un caso espe-
cial es el templo sicán de la Huaca Loro excavado por el doctor Izumi Shimada, que incluye las
primeras tumbas de élite para las cuales el análisis de ADN es exitoso.
290 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética análisis del adn de la sociedad sicán | Ken-ichi Shinoda 291

Las relaciones consanguíneas en la tumba oeste de la Huaca Loro La tumba fue excavada entre 1995 y 1996 por el equipo del Proyecto Arqueológico Sicán.
La tumba poseía una forma característica. Tenía la parte principal en el medio de la tumba y hoyos
Los análisis de ADN en huesos humanos antiguos se usan para investigar la construcción so-
en las partes norte y sur, con 24 cuerpos que yacían alrededor. Morfológicamente se determinó
cial de un grupo de personas que vivieron en el lugar basados en sus relaciones consanguíneas.
que 22 cuerpos ubicados al sur y al norte eran femeninos. Además, el análisis morfológico de los
Veamos los resultados de los análisis aplicados a los huesos de más de veinte cuerpos humanos
dientes fue aplicado para determinar si los cuerpos situados al sur y al norte pertenecían a grupos
descubiertos en la tumba oeste en la parte inferior norte del templo de la Huaca Loro.
diferentes (Corruccini y Shimada, 2002).
Revisamos el haplotipo de ADN mitocondrial de aquellos huesos humanos utilizando
técnicas antiguas de ADN. A diferencia del caso del ADN nuclear, el ADN mitocondrial reside
en el citoplasma de la célula. Debido a que es transmitido mediante la línea materna, solo puede
brindar relación de tipo maternal. Ya que el ADN mitocondrial incluye muchas copias en una
célula, existe la alta posibilidad de que el análisis funcione. Por lo tanto, este método es utilizado
para este tipo de estudio incluidos estudios importantes en relación con los nativos americanos
(Eshleman y otros 2003).
El análisis muestra haplotipos de ADN para 15 individuos. Como resultado, algunos indi-
viduos de un área compartían el mismo haplotipo, en tanto que no se encontró haplotipo común
entre los individuos del norte y del sur (figura 1) . Esto significa que al menos no existió relación
de consanguinidad materna entre los individuos del norte y los del sur. Además, esto coincide
con el resultado obtenido del estudio morfológico de los dientes. Hasta ahora solo tenemos esta
deducción limitada, ya que el análisis de ADN en huesos antiguos solo puede probar relaciones
de consanguinidad materna, por lo menos en algunas circunstancias extremas. Pero aún así, este
análisis brinda información que ayuda a elucidar la antigua sociedad, respaldado por los resultados
de otros estudios. Estos resultados de los análisis del templo de Huaca Loro muestran la disponi-
bilidad de análisis de ADN en este campo de estudio (Shimada y otros 2004).

Formación de los nativos americanos

Para revisar la información del linaje de la población sicán, es necesario esclarecer la transición he-
reditaria en esta área. Escribiré brevemente sobre las características de transición hereditaria en los
seres humanos del Nuevo Mundo antes de mencionar el resultado de nuestros análisis de ADN.
Hoy se asume por las evidencias arqueológicas y factores climático-ambientales que la
humanidad moderna llegó a las Américas hace 14,000 años (Waters y Stafford, 2007). Un pe-
fig. 1. Distribución de individuos relacionados maternalmente en la Tumba Oeste determinada por medio de analisis de AND mitocndrial. Los
entierros representados por la misma forma (triángulo, cuadrado y diamante negro sólido) están relacionados. Los círculos abiertos son individuos
queño grupo de personas del nordeste de Asia entró en América por intermedio del estrecho de
que no están relacionados con nadie más en la tumba (En base a Shimada et. al. 2004). Bering (que estaba conectado con el continente en esa época), y ahora se asume que ellos son
292 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética análisis del adn de la sociedad sicán | Ken-ichi Shinoda 293

los ancestros de los nativos americanos. El ADN mitocondrial muestra además que el tipo de los de la población allí? ¿Viene la cultura junto
individuos del Nuevo Mundo (haplotipo) forma parte de las poblaciones del este de Asia, lo que con la migración humana? Para encontrar la
significa que su origen está en parte en la gente del nordeste de Asia (Schurr y otros 1990). respuesta, hemos analizado ADN en huesos
Actualmente existen nueve tipos de haplogrupos de ADN mitocondrial entre las personas humanos en la costa norte durante los últi-
del Nuevo Mundo (Achilli y otros 2008). Calculando el tiempo coalescente de los primeros cinco mos diez años.
grupos que ingresaron al Nuevo Mundo provenientes de otros grupos, los ancestros comunes de En términos generales, los restos
cada haplogrupo pueden ser rastreados en el tiempo hasta más de 20,000 años. Esto ocasiona una de ADN en huesos humanos se mantienen
brecha de unos cuantos miles de años de los resultados arqueológicos. Recientemente el «modelo de en mejores condiciones en climas fríos. La
colonización en tres etapas» ha sido propuesto para explicar esta brecha (Kitchen y otros 2008). costa norte del Perú, que se encuentra cerca
Las personas ingresaron hacia la parte nordeste de Siberia hace treinta mil años y fueron de Ecuador, no está en buenas condiciones
forzadas a desplazarse hacia el sur debido a los fríos climas al final de la última etapa del periodo para el análisis de ADN. Por lo tanto, solo la
glacial (hace aproximadamente veinte mil años). Esta drástica migración afectó la formación del mitad de los huesos que tenemos disponibles
grupo del nordeste asiático. Hay evidencias arqueológicas de que algunos de ellos alcanzaron el eran aptos para el análisis de ADN. Aun así fig. 2. Distribución de frecuencias de haplogrupos de ADN mitocondrial en pobla-
archipiélago japonés justo antes del inicio de la era Jomon. Mientras tanto, algunos fueron dejados tuvimos éxito en recolectar un par de doce- ciones de la costa norte e inca. No hay diferencias claras entre las poblaciones de
la costa norte.
en Bering sin continuar hacia el sur. Esta es la teoría de cómo ellos llegaron a ser los ancestros de nas de datos en cada periodo: Moche, Sicán
la gente del Nuevo Mundo. y colonial.
Hasta hace 16,000 años, un enorme iceberg estaba en Alaska del lado del Bering. El lado La figura 2 muestra las frecuencias de haplogrupos comparadas por periodo, basados en
de Siberia también estuvo cerrado debido a la tundra. Por consiguiente, la gente estuvo aislada allí datos de nuestro análisis. No hubo cambio secular a través de cada periodo en la composición del
durante varios miles de años. Deben haber ingresado al Nuevo Mundo cuando el último periodo haplogrupo. Esto prueba que no hubo un cambio importante en la composición de sus poblacio-
glacial se terminó y el iceberg comenzó a derretirse. El ADN de los nativos americanos prueba nes debido al incremento o a la disminución de las poblaciones por migración. El área de la costa
que su población se incrementó en esta época. Por consiguiente, se considera que expandieron norte en el Perú tuvo constantemente un gran número de poblaciones. Por ello supuestamente
rápidamente su territorio y población mediante esta migración. estas culturas fueron heredadas al mismo grupo de gente. Por otro lado, los resultados del aná-
Los seres humanos ingresaron a Alaska y posteriormente llegaron al extremo de lisis de la costa sur prueban claramente el reemplazo de grupos. La relación entre los cambios
Sudamérica hacia mil años después. En la actualidad existen cuatro tipos de haplogrupos (A2, B2, culturales y los grupos humanos en el área de los Andes es complicada, por lo que un enfoque
C1 y D1) de los cinco primeros tipos existentes entre los nativos en Sudamérica. El porcentaje de uniforme resulta difícil.
cada tipo varía de área a área. Hasta el momento se cree que esto se relaciona con la distribución En segundo lugar, expandimos el objetivo de comparación a toda el área andina y bus-
de la población en la etapa más temprana y la subsecuente reubicación. Sin embargo, los detalles camos linajes en cada grupo, incluidos datos de poblaciones incas que fueron recolectadas en el
aún necesitan ser estudiados. pasado por nuestro equipo. Como lo evidencia la figura 3 , el grupo de la región montañosa andina
y el de la costa norte son marcadamente distinguidos. El grupo ecuatoriano está clasificado en el
Linajes genéticos de las poblaciones de la costa norte mismo grupo (conglomerado) que el de la costa norte. Un grupo colombiano existe un poco más
alejado del grupo ecuatoriano. No se conoce exactamente cómo el grupo de la costa norte llegó
La costa norte del Perú, donde la cultura Sicán floreció, ha tenido una larga historia de ascen- a tener este tipo de tendencia hereditaria, pero la afinidad aquí brinda un indicio para revelar la
sos y caídas de numerosas culturas, ¿cómo los rápidos cambios de la cultura afectaron el linaje historia. El doctor Shimada señala la relación entre el grupo Sicán y el grupo ecuatoriano basada
294 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética análisis del adn de la sociedad sicán | Ken-ichi Shinoda 295

en la evidencia arqueológica. Los análisis de ADN respaldan también esta teoría. Al menos que- Bibliografía
da claro que hubo una diferencia hereditaria de la región montañosa desde el periodo inca. Este
hecho es invaluable al hablar de varias culturas que florecieron en los Andes.
Achilli A, U. A. Perego, C. M. Bravi, M. D. Coble, Q-P. Kong, S. R. Woodward, A. Salas, A. Torroni y H. J. Bandelt
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Corruccini, R. S. e I. Shimada
Veamos la relación entre la población en la costa norte hoy y la población que vivió el periodo Sicán. 2002 «Dental Relatedness Corresponding to Mortuary Patterning of at Huaca Loro, Peru». American Journal of Physical
Practicamos análisis de ADN a la población que actualmente vive en esta área. A diferencia del Anthropology 117: 113-121.
caso de los huesos antiguos, el ADN se puede recolectar simplemente cepillando el revestimiento Eshleman, J.A., R.S. Malhi y D.G. Smith
de la boca. El análisis en sí mismo es además más fácil. Recolectamos 24 muestras para este ensayo. 2003 «Mitochondrial DNA Studies of Native Americans: Conceptions and Misconceptions of the Population Prehistory of the
El resultado de este experimento se muestra en las figuras 2 y 3 . Costa norte (humanos actuales) Americas». Evolutionary Anthropology 12: 7-18.

son los datos. Los nativos de los Andes comparten genes con Europa y África tras su historia de Fuselli, S., E. Tarazona-Santos, I. Dupanloup, A. Soto, D. Luiselli y Davide Pettener
largo tiempo colonial. El ADN mitocondrial prueba que el 10 por ciento de nativos aquí se origina 2003 «Mitochondrial DNA Diversity in South America and the Genetic History of Andean Highlanders». Molecular Biology and
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en el Viejo Mundo (Rodríguez-Delfín y otros 2001). Pero todas estas muestras fueron recolecta-
Keyeux, G, C. Rodas, N. Gélvez y D. Carter
das; esta vez fueron
2002 «Possible Migration Route into South America Deduced from Mitochondrial DNA Studies in Colombian Amerindian
originadas solo en el Populations». Human Biology 74: 211-233.
Viejo Mundo.
Lewis, C. M., R.Y. Tito, B. Lizárraga y A. C. Stone
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Rodríguez-Delfín, L., V. E. Rubin-de-Celis y M. A. Zago
los incas, pero en 2000 «Genetic Diversity in an Andean Population from Peru and Regional Migration Patterns of Amerindians in South America:
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mantuvieron las cul- Shimada, I., K-i. Shinoda, J. Farnum, R. Corruccini y H. Watanabe
turas f lorecieron en 2004 «An Integrated Analysis of PreHispanic Mortuary Practices: A Middle Sicán Case Study». Current Anthropology 45: 369-402.
fig. 3. Relación filogenética entre cuatro poblaciones antiguas y diez poblaciones modernas determinada por unión de
tiempos antiguos. vecinos utilizando valores Fst basados en frecuencias de haplogrupos.
296 Tercera parte: población Sicán. Origen, salud y genética

Shinoda, K-i, N. Adachi, S. Guillén e I. Shimada


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Cuarta parte: La cultura Sicán


y su relación con otras culturas
299

La interacción Sicán Medio-Costa central, hacia 1000 d. C.

Rafael Segura Llanos e Izumi Shimada

Introducción

Las investigaciones interdiscipli-


narias y de largo plazo desarrolla-
das por el Proyecto Arqueológico
Sicán durante los últimos 34 años
han establecido una visión com-
pleta y exhaustiva de la cultura
Sicán en su región nuclear de
Lambayeque (ver la introducción
por Shimada). De hecho, nuestras
investigaciones han demostrado
que durante el periodo de auge
Sicán Medio (900-1100 d. C.) las
élites de Sicán en el área nuclear
aprovecharon fuentes materiales
e ideológicas extralocales para
propiciar y consolidar su pres-
tigio social y poder político y
religioso. Durante este periodo,
los sicanes establecieron una red
de comercio sin precedentes con
fig. 1. Mapa de la costa del Perú que muestra las ubicaciones de los sitios mencionados en el
sus vecinos norteños en Ecuador ytexto.
300 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas la interacción cultural entre sicán medio y la costa central | R. Segura e I. Shimada 301

Colombia, quienes proporcionaron objetos de valor ritual y suntuario, como Spondylus princeps y abandono hacia el final del siglo VIII, esta área
Conus fergusoni, ámbar, esmeraldas y tal vez pepitas de oro de lavaderos (explotación de placeres fue utilizada como cementerio por la población
fluviales) y cinabrio (Shimada 1995; Shimada y otros 1997). local mochica que construyó el montículo. Antes
¿Mantuvieron los sicanes relaciones con otras poblaciones, además de aquellas locali- de que Régulo Franco y su equipo iniciaran las
zadas al norte de la región Lambayeque? Si este fue el caso, ¿de qué poblaciones se trata y dónde excavaciones de este cementerio, los huaqueros o
se localizaron? ¿Cuál fue la naturaleza y cuáles los medios y el propósito de estas relaciones? saqueadores de tumbas habían saqueado más de
Estas son las preguntas que guían este capítulo. Así, documentamos la presencia de elementos quinientos entierros de Sicán provincial. A pesar
culturales de Sicán Medio en los valles costeños al sur de la región Lambayeque, especialmente de ello, las excavaciones han permitido recupe-
en la costa central (figura 1) , ya sea como importaciones de Sicán o como sus imitaciones locales. rar unos cincuenta entierros de Sicán provincial
Reconsideramos la información publicada, ofrecemos nuevos datos, y establecemos nuestra hipó- intactos y parcialmente disturbados.
tesis de trabajo teniendo en cuenta los medios y objetivos del contacto Sicán Medio con diversos Las tumbas consistían en fosas cilín-
grupos costeños al sur de su núcleo territorial. En general nuestro estudio revela interacciones y dricas simples que contenían uno o dos indi-
desarrollos culturales muy importantes hasta ahora largamente ignorados que ocurrieron hace viduos enterrados en posición sentada flexio-
unos 1,000 años en la costa peruana. nada o sentada con las piernas cruzadas, como
comúnmente se ha documentado en la región
‘Contactos’ Sicán: desde el valle de Lambayeque hasta el valle de Casma Lambayeque, pero orientados al norte, hacia
Lambayeque. En contraste, en el núcleo terri-
Hasta la década de 1990, la evidencia de la influencia, coopción o presencia de Sicán fue poco do- torial de Sicán los entierros son comúnmente
cumentada en las áreas al sur del valle de Jequetepeque. Por ‘influencia’ nos referimos a los cambios orientados al este, oeste o sur, y rara vez al norte Figura 2. Fardo funerario de «élite de rango bajo» con máscara de cobre exca-
vado en el cementerio de Sicán provincial en el sector nordeste del montículo
artísticos, económicos, ideológicos, políticos, sociales o tecnológicos, tangibles o intangibles, en la (Shimada 1990, 1995; Shimada y otros 2004). de la Huaca Cao Viejo. Foto por Izumi Shimada.
cultura y modo de vida de las poblaciones locales generados sin coerción y por estímulo externo. Tal vez la orientación al norte refleje una co-
Durante un largo tiempo, la visión ampliamente aceptada ha sido que la consolidación política de nexión simbólica con el núcleo Sicán.
los valles de Moche y Chicama fue consecuencia del desarrollo del Estado chimú en esta región En El Brujo, con menos precipitaciones que en el área de Lambayeque en el extremo
(fechado variablemente entre los 900 y 1200 d. C.; por ejemplo, Conrad 1990; Moore y Mackey norte, los entierros están mejor preservados, y revelan la presencia de cuidadosos envoltorios con
2008; Topic 1990), lo que hizo poco visible la influencia o expansión territorial de Sicán hacia el textiles de variada calidad, incluidos fragmentos de tapices. En algunos casos, una caña o palo de
sur. Sin embargo, aunque no muy numerosos, los bienes funerarios de Sicán o derivados de Sicán madera fue colocado a cada lado del cuerpo y envuelto junto con el individuo para mantener el
documentados en el corazón del territorio chimú (por ejemplo, Antze 1930/1965; Campana 2006: fardo resultante en posición vertical (Franco et al 2007: 48, figura 70). Artefactos típicos asociados
figura 50; Kroeber 1926: Plate IX: 4; Larco Hoyle 1948: 43, Pl. IX) indican que debemos reconsi- con estos fardos son herramientas textiles, trozos de tiza, cabezas y extremidades de camélidos,
derar la influencia de Sicán al sur del valle de Jequetepeque. mates incisos y artefactos de hueso o cerámica. Estos fardos, que los excavadores consideran
Desde el inicio de la década de 1990 se han excavado numerosos entierros de Sicán, aun- pertenecientes a «élites de rango bajo», están asociados con botellas negras brillantes hechas en
que todavía inéditos, hallados en los gruesos depósitos de cascajo que cubren la porción nordeste molde —y de asa estribo simple o doble mostrando a la deidad sicán y elementos iconográficos
(fachada) del montículo de la Huaca Cao Viejo, en el complejo de El Brujo en la ribera norte de asociados que fueron claramente importados desde el núcleo Sicán—. Algunos fardos de «élite
la desembocadura del valle de Chicama (Franco y otros 2007; Mujica y otros 2007). Luego de su de rango bajo» tenían máscaras de ‘cobre’ técnicamente poco sofisticadas (que bien podrían ser
302 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas la interacción cultural entre sicán medio y la costa central | R. Segura e I. Shimada 303

de aleaciones de cobre arsenical) (figura 2) . Las tumbas de la población común estuvieron asocia- estos dos valles en algún momento alrededor de 1000 d.C.
das con imitaciones locales de vasijas importadas de Sicán (figura 3) . La cerámica de Sicán Medio Adicionalmente excavaciones de prueba en Chan Chan
importada puede ser rápidamente distinguida de las imitaciones locales, como se resume en la debajo de los niveles ocupacionales chimúes por Alfredo
tabla 1. Narváez y sus colegas proporcionaron algunos fragmen-
tos de Sicán Medio y Sicán Tardío temprano de contextos
Tabla 1: Comparación de la cerámica negra de Sicán Medio y sus formas provinciales
estratigráficos seguros (Narváez y otros 1986). Algunos
Técnica de manufactura Formas Acabado Pasta Cocción autores (por ejemplo, Billman y Huckleberry 2008; Kolata
Sicán Medio Uno o múltiples Simétricas, Altamente pulido; Pasta fina Primero en una 1982; Moore y Mackey 2008; Topic 1990) han fechado el
Núcleo pares de moldes; proporciones a menudo con consistente de atmósfera oxidante,
(Lambayeque) paredes delgadas estandarizadas brillo metálico; arcilla preparada luego en condiciones
origen del Estado chimú entre 900 y 1000 d. C. Este fe-
de varias partes uniformemente (levigada) y reductoras hacia chado temprano, sin embargo, se ha hecho con base en
negro arena fina 800 °C la extrapolación de unos pocos y tenues fechados radio-
Provincial Modelada a mano; Asimétricas, Pobremente pulido; Pasta algo Indefinida carbónicos de Chan Chan (ver una crítica detallada de
paredes relativamente proporciones no opaco; a menudo no más gruesa
estos fechados en Cavallaro 1991, 1997). Shimada (2008)
gruesas estandarizadas es uniformemente
negro ha argumentado que la consolidación chimú de los valles
de Moche y Chicama ocurrió poco después del colapso
Numerosos atributos de artefactos asociados, particularmente forma y decoración cerámica, in- Sicán Medio cerca de 1100 d.C. que sin duda debilitó, si no
dican que la mayor parte de los entierros de Sicán provincial de El Brujo datan del periodo Sicán desintegró su poder político y religioso sobre poblaciones
Medio medio a Sicán Medio tardío, hacia 1000-1100 d.C. Los fechados de Sicán Medio han sido locales.
establecidos con mucha seguridad por medio de más de cien fechados radiocarbónicos de mues- La hipótesis mencionada de la influencia de Sicán
fig. 3 . Imitación local hecha a mano de una botella de pasta
tras de contextos primarios en diversos sitios de la región Lambayeque (Cleland y Shimada 1992; Medio expandiéndose hacia el sur está apoyada adicio- negra de Sicán Medio asociada con un entierro sicán provincial,
Shimada 1990, 1995). En general la muestra de entierros parece representar a la gente común nalmente por la presencia de vasijas grises de inspiración sector nordeste del montículo de la Huaca Cao Viejo. Foto por
Izumi Shimada.
local y a las élites de rango bajo del valle de Chicama —que al parecer habrían sido descendientes Sicán Medio en la muestra cerámica que David Wilson
mochicas— que se adscribieron a la ideología sicán. De hecho, algunos entierros excavados con- (1988) recolectó en el valle bajo del Santa, particularmente
tuvieron cerámica más temprana Mochica junto con cerámica de Sicán Medio o Sicán provincial de cementerios tierra adentro que datan de 900-1350 d. C. Observamos, por ejemplo, una emu-
(Franco y otros 2007). No es de sorprender que Banks Leonard y Glenn Russell (1996; Russell: lación local de la botella de gollete simple y base anular de Sicán Medio, denominada Huaco rey
comunicación personal, 2003), que prospectaron el valle de Chicama, piensen que la mayor parte (Wilson 1988: 269; figura 4). Esta botella presenta un arreglo iconográfico tipo Sicán Medio con
de montículos de adobe en el valle bajo fueron construidos hasta alcanzar su tamaño y forma un rostro antropomórfico en la base del gollete, ataviado con un complejo tocado y ornamentos
final durante el periodo Sicán Medio. Adicionalmente la presencia de topónimos mochicas en el para las orejas, y rodeado por seres zoomórficos secundarios similares a los sapos que común-
valle (incluidos los nombres de algunos canales) sugiere la clara posibilidad de la presencia de mente acompañan a la deidad sicán. De igual manera, Wilson ilustra fragmentos de golletes de
colonias de Sicán en esta parte de la costa (Netherly 2012, comunicación personal, 2012). botellas que exhiben rostros antropomórficos con orejas puntiagudas simplificadas que se asemejan
La información precedente respecto a la amplia presencia de rasgos culturales de Sicán a aquellas de la deidad sicán (Wilson 1988: figura 247). Este es un rasgo que no está presente en
Medio en el valle bajo de Chicama y los ya mencionados pocos pero inequívocos objetos de fases más tempranas en el valle del Santa. Las colecciones de Wilson (Wilson 1988: 260) también
Sicán del valle de Moche sugieren que un sustrato ideológico de Sicán Medio se dispersó en incluyen jarras que mezclan rasgos decorativos locales (por ejemplo, diseños de círculo con punto
304 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas la interacción cultural entre sicán medio y la costa central | R. Segura e I. Shimada 305

Contacto o presencia sicán en la costa central y costa extremo sur

Al sur del valle de Casma no se observa evidencia indiscutible de la in-


fluencia sicán sino hasta la costa central, particularmente en los valles
de Chillón, Rímac y Lurín. De hecho, los primeros reportes de artefac-
tos de Sicán o derivados de Sicán en esta área provienen de Ancón y
Pachacámac. Además de los textiles de Sicán, Wilhelm Reiss y Alphons
Stübel (1880-1887, cfr. Kaulicke 1997: figura 62: 12) excavaron una bo-
tella negra de gollete simple o Huaco rey en uno de los cementerios de
Ancón en 1875, figura 6. En cuanto a Pachacámac, es muy conocido que
Max Uhle (1903: 42, Pl. 8: 7-10; figura 7) obtuvo dos botellas negras de
Sicán Medio importadas (una de ellas un Huaco rey), y al menos otras
dos imitaciones de baja calidad del cementerio I al frente del Templo de
Pachacámac o Templo Pintado. Estas vasijas, junto con algunos tapices
(Uhle 1903: Pl. 8: 17-18), representando personajes ataviados con tocados
Figura 6. Botella altamente diagnóstica con
típicamente norteños, parecen haber estado asociados a fardos funerarios
pedestal de Sicán Medio, excavada en Ancón
a los que les faltaban las cabezas falsas. por Wilhelm Reiss y Alphons Stübel en 1875.
fig. 4.[izq.] Emulación local de una botella de base anular y gollete simple de Sicán Medio documentada en el valle del Santa. En: Wilson 1988: 269. fig. 5 . En: Kaulicke 1997: Figura 62: 12.
Nosotros hemos localizado otras imi-
Botella de Sicán Medio con pedestal encontrada en El Purgatorio, inferida capital de la entidad política de Casma. Cortesía de Melissa Vogel.
taciones locales de cerámica de Sicán Medio.
incisos y elevados) con rasgos aislados derivados de la tradición de cerámica paleteada de la región Por ejemplo, una imitación de un Huaco rey
Lambayeque, como agarraderas de apéndices verticales aserrados. fue excavada en 1958 por Arturo Jiménez Borja
La presencia de textiles de Sicán Medio del valle del Santa o del «área de Chimbote» en la plataforma de Huaca Huallamarca, sitio
en algunas colecciones arqueológicas, como la colección de Rafael Larco (Museo Rafael Larco ubicado en la margen sur del valle del Rímac
Herrera de Lima) y la Colección Plock (Museo Etnológico de Berlín), concuerda bien con los ha- (San Isidro, Lima; figura 8). Las notas de cam-
llazgos de Wilson. Consideramos que los objetos que fueron inicialmente identificados de manera po de Jiménez Borja no son muy informativas,
poco definida como ‘Chimú Temprano’ en este valle son, en realidad, de inspiración de Sicán pero sugieren que las vasijas pertenecieron a
Medio. un entierro simple. A diferencia del típico pro-
El actual trabajo en El Purgatorio, la inferida capital de la entidad política de Casma en totipo de botellas negras brillantes hechas en
el valle de Casma, al sur del valle del Santa, dirigido por Melissa Vogel (2011), ha documentado molde, esta es una hecha a mano de pasta oxi-
fig. 8. Imitación local de vasijas de cerámi-
algunas vasijas de Sicán Medio importadas con claros rasgos diagnósticos (por ejemplo, una jarra dada con acabado de superficie desigual, cuyo
ca de Sicán Medio excavadas en 1958 por
con cara gollete y base de pedestal y asa trenzada; figura 5) e imitaciones locales. De manera similar Arturo Jiménez Borja en una de las plata- modelado y decoración incisa han sido ejecu- fig. 7. Botella de Sicán Medio excavada por
formas de la Huaca Huallamarca, sitio ubi- Max Uhle (1903: 42, Pl. 8), en el cemente-
a la situación en el valle del Santa, no hay evidencia física de una población de Sicán ocupando tados toscamente. Al mismo tiempo, posee un
cado en la orilla sur del valle del Rímac. rio I al frente del Templo Pintado de
el valle de Casma. Cortesía de Lida Casas. gollete tronco cónico, base de pedestal baja, Pachacámac.
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asa cintada, un par de apliques (representaciones toscas de en un modelo de Sicán Medio (cuerpo sobre una base de pedestal,
monos) simétricamente ubicados en la porción superior del acompañantes o ‘nadadores’ extremadamente simplificados en la parte
cuerpo y otros rasgos que en conjunto indican una defini- superior del cuerpo, orejas triangulares del personaje principal, etcé-
tiva inspiración estilística de Sicán Medio. Fragmentos de tera), es evidente que el ceramista no estaba familiarizado con las téc-
rostros similares al rostro sicán también están almacenados nicas cerámicas típicas de Sicán, como el uso de moldes, pulido fino
en el museo de Huaca Huallamarca (Casas: comunicación y técnicas apropiadas de cocción para producir pastas negras de alta
personal 2009). calidad. Al igual que con otras imitaciones locales de la costa central,
En Huallamarca también se ha excavado una el personaje principal también carecía de lágrimas y ojos rasgados, lo
ofrenda inusual, consistente en una gran agrupación de que sugería que los ceramistas locales ignoraban varias claves simbó-
conchas completas de Spondylus princeps, en asociación licas de Sicán.
con una vasija de Sicán Medio importada: una botella A diferencia de la cerámica, los textiles parecen haber sido fig. 11. Imitación local de Huaco rey aso-
fig. 9. Botella silbadora de doble cuerpo de Sicán Medio exca-
vada por Jiménez Borja en Huallamarca. Cortesía de Lida silbadora de doble cámara y pedestal con decoración en importados más fácilmente, o alternativamente, haber capturado mejor ciado con un entierro excavado cerca del
Templo Pintado en Pachacámac. Cortesía
Casas. pintura fugitiva negra y representación modelada de un la iconografía de Sicán Medio. Este es el caso de un fragmento de tela de Peter Eeckhout.
loro (figura 9 ; Casas: comunicación personal 2009). Los llana de algodón hallado fuera de su contexto original por el personal
detalles específicos de estos hallazgos permanecen inéditos. del Museo de sitio de Pachacámac en el sector Las Palmas (aproximadamente hacia la esquina
Aunque la reconstrucción del edificio principal de Huallamarca por Jiménez Borja no fue nordeste del sector III de Uhle) en 1988 (figura 12) . La tela exhibe a la deidad sicán representada con
bien documentada, la forma resultante de tres niveles con una rampa central larga y recta guarda fidelidad y habilidad indiscutible de estilo Sicán Medio. El personaje y los detalles de su tocado
notable parecido con aquellas de construcción Sicán Medio, ubicadas en varios sitios de la región de luna creciente, ojos alados y plumas nos llevan a concluir que esta
de Lambayeque (por ejemplo, huacas El Corte y Colorada [El Moscón] en Sicán [Shimada 1985b]; tela fue importada desde el área nuclear Sicán.
Huaca Taco o Eten [Brüning 1989[1922], fi- La tela pintada de Las Palmas-Pachacámac es en realidad solo
gura 5 ; Kroeber 1930, lámina XIX, figuras 1 y la punta del iceberg, si consideramos las excelentes pero poco y solo
2;ver figura 10). parcialmente estudiadas colecciones de tapices sicán y telas pintadas
Otra imitación inédita de Huaco rey actualmente almacenadas en su mayoría en el Museo Etnológico de
proviene de Pachacámac (Eeckhout: comu- Berlín, Alemania (por ejemplo, Schmidt 1929). Ese museo conserva va-
nicación personal 2009; figura 11). En el 2004, rios cientos de piezas recolectadas en Pachacámac o alrededores hacia
debajo de uno de los corredores cerca de la el final del siglo XIX por los anticuarios alemanes E. van der Zypen,
esquina este de la plaza de los Peregrinos, Wilhelm Gretzer y Wilhelm Eckhard. Más importante para este es-
Peter Eeckhout documentó una serie de en- tudio son los numerosos tapices de alta calidad y telas pintadas que
tierros preíncas. Un entierro disturbado que muestran un amplio rango de temas y motivos de Sicán en las colec-
se cree perteneció a un individuo de estatus ciones Gretzer del Museo Etnológico de Berlín y, en menor medida, del
bajo o medio proporcionó una vasija que fu- Figura 12. Fragmento de tela llana de algo- Niedersächsisches Landesmuseum en Hannover, Alemania (Hoffmann
fig. 10. Huaca Taco o Eten, plataforma de tres niveles con una rampa larga central, dón pintado recuperada en el sector Las
siona atributos de estilo sicán y local. Si bien Palmas, del sitio de Pachacámac. Cortesía
2007; Raddatz 1985, 1987). Particularmente sobresalientes son las re-
que tiene una forma idéntica a la reconstruida plataforma de la Huaca Huallamarca.
la concepción de la vasija estuvo inspirada En: Brüning 1989[1922], figura 5. de Yutaka Yoshii. presentaciones polícromas de un personaje de élite que participa en
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una serie de ceremonias y otras escenas complejas que son Discusión y conclusiones
reminiscentes del arte mochica con representaciones narra-
tivas de línea fina, y de animales mitológicos, como felinos En las secciones precedentes hemos proporcionado información e imágenes relacionadas que
alados, híbridos felino-ave, o la misma deidad Sicán, repre- en conjunto revelan la extensa distribución de productos de Sicán Medio y sus emulaciones o
sentada con todos sus atributos diagnósticos (figuras 13, 14 y híbridos locales a lo largo de la costa peruana, desde la costa norte hasta quizá la misma región
15) .
Si bien no contamos con información sobre los contextos Ica. Antes de concluir este manuscrito, ofrecemos algunas observaciones e hipótesis de trabajo
arqueológicos originales y exacta localización de estas piezas generales que deberán ser refinadas y comprobadas teniendo en cuenta la evidencia, el tiempo,
identificadas como de Pachacámac o áreas cercanas, estamos la naturaleza, medios y motivos subyacentes de la expansión hacia el sur de los productos e in-
seguros de que la mayoría, si no todos estos textiles pro- fluencia de Sicán Medio.
vienen de la costa central. Piezas En primer lugar, consideramos que los artefactos de Sicán y de inspiración sicán des-
adicionales de algunas colecciones critos aquí representan solo una pequeña fracción del rango y número completo de importa-
privadas en Lima apuntan hacia la ciones e imitaciones locales e híbridos que existen en la costa, al sur del valle de Jequetepeque.
misma conclusión (Lavalle y Lang Sospechamos que ha habido un subreporte de objetos que no poseen los rasgos emblemáticos de
1980: 115). Sicán Medio fácilmente reconocibles, como algunos elementos o la totalidad de la cabeza de la
De alguna manera que deidad sicán (por ejemplo, Dillehay y otros 2009). Como se ha discutido en otras partes (ver la
aún queda por esclarecer, las im- introducción de Shimada; también Shimada 2000; Zevallos 1964), la persistente identificación
portaciones y copias de Sicán lle- errónea de objetos de Sicán y de inspiración de Sicán como Chimú ha contribuido sin lugar a
fig. 13. Tela pintada que ilustra una criatura mítica con dudas a este subregistro.
cuerpo de jaguar y con la cabeza de la deidad sicán, atri- garon hasta Ica, en la costa sur.
buida a Pachacámac. Colecciones de W. Gretzer. Foto por Izumi Las colecciones de Larco y Gretzer En segundo lugar, en cuanto al momento de difusión e influencia de los productos de
Shimada. Sicán, el considerable grado de unidad estilística visto entre los objetos de Sicán documentados,
incluyen algunos textiles y artefac-
tos de madera que se dice proce- particularmente aquellos muy diagnósticos como las botellas negras decoradas y los textiles, su-
den de Ica (por ejemplo, Schmidt gieren que la primera fase de su diseminación ocurrió relativamente rápida, hacia el 1000 d. C. o
1929: 539). Esta atribución parece fig. 14. Fragmento textil que muestra al poco después. En realidad esta constelación de objetos de Sicán Medio temprano constituye un
Señor de Sicán cargado en una litera, atri- ‘horizonte marcador’ para gran parte de la costa peruana. La presencia de objetos de Sicán Medio,
razonable si tomamos en cuenta buida al sitio de Pachacámac. Colecciones
la importante colección de textiles W. Gretzer. Foto por Izumi Shimada. como las botellas de cerámica con base de pedestal relativamente alta y gollete cónico en la Huaca
de diferentes periodos de Huaca Cao Viejo, Pachacámac y otros sitios sugiere que la influencia continuó durante gran parte del
Malena, un sitio ubicado en el pequeño valle de Asia, casi a periodo Sicán Medio. Sin embargo, la internacionalización de objetos y símbolos de Sicán parece
100 kilómetrosal sur de Lima (Ángeles y Pozzi-Escot 2000). haber excluido las expresiones materiales de Sicán Temprano y Sicán Tardío.
La muestra recuperada por los arqueólogos Rommel Ángeles Si bien es cierto que las adopciones pueden ser anacrónicas, la uniformidad observada
y Denise Pozzi-Escot, proveniente de cementerios intensa- sugiere que el tiempo de duración para el contacto documentado fue relativamente corto (tal vez
fig. 15 . Fragmento de textil que muestra a la deidad sicán mente disturbados, incluye piezas en estilo de Sicán Medio hacia 100 años en duración). Este fechado está basado en nuestra cronología de Sicán definida es-
rodeada de varios acompañantes sobrenaturales, atribuido tratigráficamente y registrada de manera muy confiable con más de cien fechados radiocarbónicos
al sitio de Pachacámac. Colecciones W. Gretzer. Foto por que exhiben personajes con los distintivos tocados y ojos ala-
Izumi Shimada. dos de Sicán. de numerosos sitios del núcleo Sicán (Cleland y Shimada 1992; Shimada 1990, 1995). Entre otros
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factores, esta discontinuidad está relacionada muy probablemente con severos cambios ambien- Shimada y Merkel 1991). Sin embargo, su distribución espacial fuera de la región Lambayeque
tales y sociales durante el siglo XI, que conllevaron una reestructuración de la sociedad sicán en no ha sido bien documentada porque su estado de corrosión en los contextos arqueológicos
su núcleo territorial (Jennings 2008; Shimada 1990, 2000). impide distinguirlo fácilmente del cobre puro sin algún tipo de análisis composicional. Los
En tercer lugar, nuestra habilidad para especificar la identidad, calidad y cantidad de mullus, por otro lado, presentan el problema de identificación de sus proveedores. Al mismo
lo que realmente se diseminó está bastante relacionada con el problema visto anteriormen- tiempo, las representaciones de la cosecha de Spondylus, la presencia de artefactos de Sicán en
te de una pequeña muestra y su limitada información contextual. La muestra disponible no la isla de La Plata en la costa de Manabí, una región conocida por la recolección de Spondylus
puede ser considerada representativa porque y otras líneas de evidencia (por ejemplo, Carter 2011; Cordy-Collins 1990; Hocquenghem 1993;
los contextos funerarios aparecen sobrerre- Shimada 1995, 2010) señalan convincentemente que los sicanes fueron uno, si no el principal
presentados. Aun así, es seguro que las vasijas proveedor de esta valiosa concha a las poblaciones al sur de la región Lambayeque en esa época.
de cerámica brillante, bien cocida y realmente El papel hipotético del cobre arsenical y el mullu en la expansión al sur de la inf luencia sicán
negra que invariablemente muestran algunas se discute más adelante.
representaciones de la deidad sicán o del Señor Las telas pintadas de algodón y los tapices de lana son otros importantes componentes
de Sicán escoltado por acompañantes humanos de la inf luencia sicán. Debido a la presencia de humedad, los textiles generalmente no se preser-
o animales (ver el capítulo de Shimada sobre van bien en el núcleo sicán de la región Lambayeque. Sin embargo, el descubrimiento de telas
religión sicán) formaron un componente im- de algodón pintadas que reviste el interior de tumbas de élite de Sicán Medio y que muestran
portante. Como se muestra en la tabla 1, sin temas míticos complejos (ver el capítulo de Shimada sobre religión; Shimada 1995) revela que
embargo, la tecnología y la habilidad asociada los textiles fueron un elemento crítico en la diseminación de las narrativas políticas y religiosas.
incluía la cuidadosa levigación de arcilla, mol- Por consiguiente, así como Burger (1988) sugirió en el caso de la difusión del imaginario e ideas
des para su formación y hornos semicerrados religiosas de Chavín, consideramos que las telas pintadas fácilmente transportables y exhibibles
con corriente de aire ascendente para la coc- formaron un medio efectivo de proselitismo y propaganda de Sicán Medio fuera de la región
ción (Shimada y Wagner 2001, 2007), logros Lambayeque. Las telas pintadas bastidas con cañas y con postes de madera también pudieron
que no fueron compartidos con los ceramistas servir de telón de fondo con imágenes religiosas, y así demarcar un área ceremonial al aire libre
locales, que más bien produjeron imitaciones e (Shimada 1996).
híbridos tecnológicamente inferiores. Tal como fue señalado por Richard Keatinge (1978), algunos de los textiles de Sicán en
Hipotéticamente el cobre arsenical y las colecciones de Gretzer son virtualmente idénticos a aquellos excavados en Pacatnamú en el
mullus, particularmente Spondylus princeps y valle de Jequetepeque, por Ubbelohde-Doering y Hans Disselhoff, entre 1938 y 1963 (Ubbelohde-
Conus fergusoni, presentes en pares o solos en Doering 1952, 1967 y 1983). Si bien la información presentada anteriormente respalda el argu-
las ofrendas funerarias o de otros rituales, pu- mento de que muchos de los textiles de Sicán atribuidos a Pachacámac fueron importados, no
dieron haber sido los componentes materiales fig. 16. El Spondylus princeps sobre la cabeza de la deidad sicán, decorando podemos descontar la posibilidad de que los tejedores de la costa central hicieran copias con
la cima de su báculo de madera, muestra efectivamente la importancia sim-
claves que fundamentaron la inf luencia sicán bólica de esta concha. Este báculo fue encontrado en asociación con un algún grado de variación respecto de los originales, aunque los rasgos diagnósticos, como los
(figura 16) .
La cultura Sicán Medio monopolizó fardo funerario de «élite de rango bajo» en el cementerio del sector nordeste ojos rasgados de la deidad sicán, son claramente retratados, si no exagerados. Dada su larga y
del montículo de la Huaca Cao Viejo. Un báculo similar adornado con un
la producción de cobre arsenical en la costa (por exquisita tradición textil, los artesanos de la costa central pudieron reproducir más fácilmente los
Spondylus princeps tallado fue hallado en la tumba oeste de la Huaca Loro,
ejemplo, Shimada 1985; Shimada y Craig 2012; en Sicán. Foto por Izumi Shimada. textiles de Sicán que los productos de las sofisticadas pirotecnologías de Sicán (es decir, cerámica
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y metalúrgica). En otras palabras, la reproducción local de productos de Sicán pudo variar sig- élites locales el acceso seguro al Spondylus princeps y otros objetos valiosos del norte, como el
nificativamente según el tipo de materiales y destreza involucrados. Hay cierta evidencia de que Conus fergusoni, cuentas de concha y minerales, implementos de cobre arsenical, y cerámica
los textiles, ya sean importaciones o copias de alta calidad, fueron preferentemente adquiridos negra brillante. Sea formando una alianza con las élites de Sicán Medio o aceptando ser sus
por individuos de alto estatus social, mientras que solo las copias toscas de cerámica estuvieron aliados regionales, Pachacámac (así como otras élites locales de la costa) habría obtenido objetos
disponibles para aquellos de bajo estatus. Esto es sugerido por las botellas de inspiración sicán rituales cruciales y productos nuevos y superiores que no fueron manufacturados localmente.
halladas por Jiménez Borja (Huaca Huallamarca) y por Eeckhout (Pachacámac), que pertenecie- Esto le habría permitido recuperar el prestigio perdido con el declive y eventual colapso del
ron a entierros caracterizados por su simplicidad. En cuanto a la colección de Uhle, no es claro Imperio Huari (Shimada 1991). En realidad, no hay líneas de evidencia claras que indiquen una
si las vasijas de cerámica y los textiles que ilustra en su clásico reporte de 1903 provienen del conquista militar de la costa por Sicán.
mismo entierro. Consideramos que no es el caso, aunque estilísticamente todos ellos pertenecen En esencia, la difusión de la religión de Sicán Medio fue acompañada tanto por objetos
a la parte temprana del periodo Sicán Medio. utilitarios como por rituales, lo que elevó su atractivo para las élites y para la gente común por
En cuarto lugar, la diseminación hacia el sur de la influencia Sicán Medio y su asimila- igual. Este arreglo inferido habría sido mutuamente beneficioso y así fortalecido; Pachacámac
ción local incluyeron no solo objetos, imágenes y prácticas que contenían una fuerte carga ideo- habría servido para legitimar las demandas y el prestigio de la religión de Sicán Medio y crear
lógica, como la deidad sicán y los sacrificios humanos, sino también elementos más utilitarios, una demanda para sus productos. Incluso Pachacámac pudo haber cedido el privilegio de tener
como las ollas con los muy diagnóstico apéndices aserrados. Similarmente la naturaleza de los algunos miembros fallecidos de la élite de Sicán en el cementerio cerca del Templo Pintado.
objetos funerarios relacionados con Sicán y encontrados en la costa central, tanto importados También sugerimos que algunos elementos de la ideología sicán alcanzaron amplia
como derivados localmente, parece correlacionarse con las capacidades productivas locales y los aceptación en la costa central, al punto que fueron subsecuentemente incorporados en las ex-
estatus sociales de los individuos enterrados. Parece entonces que la influencia Sicán Medio tanto presiones iconográficas posteriores del muy conocido ídolo de Pachacámac (por ejemplo, ambos
en la costa norte como en la central fue de amplio espectro, que impactó en amplios segmentos comparten serpientes de doble cabeza, felinos míticos sentados y un personaje principal retrata-
de las poblaciones locales. En este sentido, los medios específicos de distribución de los productos do de frente). Uno se pregunta si la extensa práctica de la costa central de colocar una máscara
e ideas de Sicán Medio pudieron haber tomado múltiples formas, variando desde comerciantes falsa de metal o de madera en los fardos funerarios comúnmente asignados al Horizonte Medio
emisarios hasta grupos de misioneros convertidos en comerciantes. Estos agentes de intercambio estuvo inspirada en el uso de las máscaras de aleación de cobre arsenical y oro de Sicán Medio.
habrían sido auspiciados por las élites de Sicán o por su Estado teocrático y proporcionado por En apoyo de esta idea, cabe considerar que nuestros recientes fechados radiocarbónicos de varias
elementos rituales (por ejemplo, Huaco rey, telas pintadas y los mullus) mediante un sistema de máscaras de madera excavadas en la costa central son mucho más recientes (bien entrado el
‘down-the-line trade’, esto es, a través de intercambios sucesivos de objetos típicamente utilitarios Periodo Intermedio Tardío) de lo comúnmente asumido (Shimada y otros 2010: 145).
(incluidos aquellos de cobre arsenical). En general nuestro estudio sirve de primer paso hacia una reevaluación necesaria del
Finalmente ¿cuál fue la razón fundamental de la inf luencia de Sicán Medio en el sur? proceso cultural a lo largo de la costa peruana durante la transición entre el Horizonte Medio y
Considerando datos y observaciones presentados anteriormente, sugerimos que los contactos el Periodo Intermedio Tardío, un tiempo en el que la dirección de la inf luencia cultural se revir-
entre la costa central y la cultura Sicán configuraron una red compleja que conllevó el f lujo de tió del sur al norte. Esta nueva perspectiva es necesaria para una mejor comprensión no solo del
ideas y artefactos necesarios para sustentar los dogmas políticos y religiosos de las élites loca- significado más amplio de la cultura Sicán Medio en el interior de la civilización andina, sino
les. Más aún, consideramos que la entidad política de Sicán Medio promovió y diseminó sus también de las dinámicas culturales que rodean los orígenes del Imperio chimú y el resurgimien-
dogmas religiosos y políticos encapsulándolos en el concepto de la deidad sicán y su álter ego to de Pachacámac. La comprensión de estos fenómenos requiere una perspectiva interregional
terrenal, el Señor de Sicán, que, por turnos, ref lejaron la preocupación por el agua, la fertilidad amplia, así como datos tanto de carácter local como regional. Esperamos que el presente trabajo
y la reproducción de la vida, así como el culto a los antepasados. Esto habría permitido a las estimule una reexaminación de los datos y las colecciones existentes bien contextualizadas.
314 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas la interacción cultural entre sicán medio y la costa central | R. Segura e I. Shimada 315

Agradecimientos Cleland, Kathryn M. e Izumi Shimada


1992 «Sicán Bottles: Marking Time in the Peruvian Bronze Age». Andean Past 3: 193-235. Ithaca, Nueva York.

Gran parte de los datos e ideas presentados en este trabajo surgieron durante el desarrollo del Cordy-Collins, Alana.
Proyecto Arqueológico Sicán. Por ello agradecemos a todos sus miembros —pasados y presen- 1990 «Fonga Sigde, Shell Purveyor to the Chimu Kings». En Northern Dynasties: Kingship and Statecraft in Chimor, editado por
M. E. Moseley y A. Cordy-Collins, pp. 393-417. Dumbarton Oaks Research Library and Collection, Washington D. C.
tes— por su apoyo. También agradecemos a las siguientes personas por brindarnos sus imágenes
Dillehay, Tom D., Alan L. Kolata, Edward Swenson y Duccio Bonavia
o información pertinente de varias líneas de evidencia de la influencia sicán al sur de la región
2009 Paisajes culturales en el valle del Jequetepeque: Los yacimientos arqueológicos. Ediciones SIAN, Trujillo.
Lambayeque: Lida Casas, Peter Eeckhout, Régulo Franco, Heiko Prümmer, Rommel Ángeles y
Franco, Régulo, César Gálvez Mora, y Segundo Vásquez Sánchez
Melissa Vogel. Melody Shimada brindó su valiosa asistencia editorial.
2007 El Brujo: Prácticas funerarias Post-Mochica. Fundación Augusto N. Wiese, Lima.

Hoffmann, Beatrix
Bibliografía 2007 «Posibilidades y limitaciones para la reconstrucción y recontextualización de la Colección Gretzer del Museo Etnológico
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llo de civilizaciones como la Mochica, Sicán y Chimú. Sin embargo, tan temprano como durante
el periodo Inicial (1800-1900 a. C.), los habitantes de la costa empezaron a construir canales para
irrigar sus campos de cultivo con agua de los ríos que descienden de los Andes (Pozorski 1987).
Estos sistemas crecieron con el tiempo, llevando a los desiertos costeros a ser productivos (Deeds y
otros 1978; Deza Rivasplata 1999; Eling 1986; Farrington 1978; Kosok 1965; Kus 1980; Moseley y
Deeds 1982; Ortloff 1993). Por medio de la irrigación, los agricultores se alimentaron y produjeron
el excedente que mantuvo a sus señores, sus séquitos y a la multitud de especialistas que manufac-
turaron las artesanías utilizadas en la vida diaria y ritual.
El proyecto Ynalche que dirijo investiga la organización y tecnología de la irrigación
agrícola en la costa norte prehispánica y sus cambios a través del tiempo desde diferentes regíme-
nes políticos. Por ejemplo, ¿en qué medida hubo grandes sistemas de canales, algunos alcanzaron
desde un valle costero hasta el siguiente, y en qué medida fueron manejados por el Estado versus
el producto de una agricultura comunal? ¿Cómo cambiaron las decisiones acerca del agua local y
del manejo de tierras después de la conquista de otras entidades políticas? ¿Qué tipos de cambios
ambientales enfrentaron los agricultores y cómo fueron enfrentados estos cambios?
Nuestra investigación se centra en la Pampa de Chaparrí, ubicada al norte de Lambayeque
entre los ríos Chancay (porción superior del valle de Lambayeque) y La Leche (figura 1) . La pampa
está en un lugar ideal para este tipo de estudio porque fue abandonada poco después de la con-
quista española, cuando el agua para la irrigación fue dirigida hacia los campos españoles con
cosechas que demandaban más agua hacia la parte baja del valle, y la población local fue reubi-
cada (Zevallos Quiñones 1975). Lo que queda es un paisaje de campos, canales, caminos, aldeas
320 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas agricultura sicán y su transformación bajo el dominio chimú e inka | Frances M. Hayashida 321

fig. 1. Ubicación del área de estudio. fig. 2. Fotografía aérea de la pampa que muestra la preservación de los canales y campos de cultivo. Las líneas paralelas oscuras estrechamente
espaciadas son surcos que separan filas de bordes en forma de peine.

y centros administrativos prehispánicos inusualmente bien preservados (figura 2) , que fue primero campos de cultivo a ambas márgenes de la cuenca del Zanjón, pero la mayoría de los campos y
reportado en estudios tempranos por Kosok (1965) y Shimada y Craig (Shimada 1982, 1990). asentamientos estuvieron en la banda occidental, que fue irrigada por ramales del canal principal
Racarumi. Procedimos con un reconocimiento sistemático de la banda occidental, una técnica que
Reconocimiento regional y manejo de agua involucra caminatas de ida y vuelta a lo largo del área de estudio en intervalos fijos para ubicar
sitios arqueológicos. Esta técnica ayuda a asegurar que todos los sitios, grandes y pequeños, sean
Para comenzar nuestro proyecto quisimos obtener una aproximación general de la ocupación pre- documentados. Cuando encontramos un sitio, registramos observaciones acerca de la arquitectura
hispánica de la pampa y los cambios mediante el tiempo. Empezamos estudiando las fotos aéreas, existente y artefactos de superficie, y recolectamos una muestra de cerámica que nos permita datar
que mostraban un gran canal identificado por investigadores previos como el Racarumi I o ca- cada sitio, ya que los estilos de cerámica cambian con el tiempo.
nal Ynalche, que tiene su bocatoma en el río Chancay. Se extiende por más de 40 kilómetros al Documentamos más de quinientos sitios arqueológicos no antes registrados en un área
adyacente valle de La Leche. El canal irrigó un máximo de aproximadamente 5,600 hectáreas de de 38 km 2 que datan de los periodos Sicán Medio (d 900-1100 d.C.), Sicán Tardío (d 1100-1375
322 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas agricultura sicán y su transformación bajo el dominio chimú e inka | Frances M. Hayashida 323

Una pregunta fundamental que esperamos responder observando los patrones en la


distribución de sitios era si la irrigación fue manejada por agricultores o por el Estado. Basado en
documentos coloniales españoles tempranos, Netherly (1984) ha argumentado convincentemente
que el manejo indígena de los canales fue sobre todo del tipo ‘bottom up’, en que los agricultores
locales tomaron decisiones sobre la irrigación, en lugar del tipo ‘top down’, en que las decisiones
son controladas por el Estado. Ramales de canales principales corresponden a las divisiones so-
ciales o parcialidades lideradas por señores locales; las principales parcialidades estuvieron en
cambio subdivididas en grupos que corresponden a los ramales inferiores del canal. Grupos de
regantes coordinaron entre ellos la distribución del agua y la limpieza y el mantenimiento de los
canales. El Estado intervino solo en casos de disputas mayores o después de eventos catastrófi-
cos, como inundaciones masivas causadas por excepcionales fenómenos de El Niño.
La evidencia arqueológica sugiere que el manejo del agua en la pampa empezó, en
efecto, como se ha descrito en los registros históricos. Durante el periodo Sicán Medio (figura
3) hubo dos grandes sitios residenciales, cada uno asociado a uno de los importantes ramales
del Racarumi —el Racarumi IIA y IIC (RIIA y RIIC)—. La asociación de estos sitios con los
ramales sugiere que cada ramal correspondía a un grupo social separado. A lo largo de uno de
los ramales del RIIA, los sitios estuvieron agrupados en dos conjuntos en intervalos bastante
regulares, lo que sugería consiguientes subdivisiones sociales y en la irrigación. Este patrón per-
sistió largamente durante el periodo Sicán Tardío, cuando el tercer ramal principal, el Racarumi
IIB (RIIB), también fue construido (figura 4) .
Este patrón estable de larga duración tuvo un dramático fin cuando la pampa sucumbió
fig. 3. Ubicación de sitios residenciales durante el periodo Sicán Medio. Cada punto representa un sitio; mientras más grande el punto, más grande
el sitio. Nótese la presencia de dos grandes asentamientos (sitios 81F15 y 256A01) a lo largo de los ramales IIA y IIC del Racarumi. ante el dominio chimú y posterior inca (figura 5) . Debe notarse que puede ser difícil de distin-
guir entre los asentamientos de los periodos chimú e inca en la costa norte (Hayashida 2003).
d.C.), Chimú (d 1375-1460 d.C.) e Inca (d 1460-1532 d.C.) (Hayashida 2006). Mientras que el En primer lugar, no hay estudios publicados de cómo la cerámica u otros artefactos cambiaron
impresionante sistema de canales fue originalmente construido por los sicanes, la pampa y sus en estilo a través del tiempo (lo que los arqueólogos denominan «seriación»). La falta de una
canales sucumbieron ante el dominio extranjero, con la caída de los sicanes por el Imperio chi- seriación para esta época se debe en parte a que, a diferencia de otras áreas en los Andes, los
mú, fundado en valle de Moche al sur, y la caída de los chimúes por el Imperio incaico, creado estilos no cambiaron mucho después de la conquista inca. Incluso en centros administrativos
en la sierra. incas del norte, solo un pequeño porcentaje de cerámica tiene característica inca. Además, las
Lo que recolectamos en el reconocimiento fue incorporado al Sistema de Información vasijas utilizadas en la vida diaria (las que los arqueólogos denominan «cerámica utilitaria»)
Geográfica (GIS, en inglés), que también contenía datos de la topografía local y de la distribución no modifican mucho. Estas vasijas de uso diario predominan en la pampa. Entonces para un
de los canales. El uso de este software nos facilitó visualizar y analizar patrones a una escala re- arqueólogo, tratando de datar los asentamientos en un reconocimiento basado en artefactos de
gional. Entonces, por ejemplo, pudimos trazar la ubicación de los sitios de diferentes periodos de superficie, puede ser muy difícil distinguir las ocupaciones chimúes de las incas. Una solución
tiempo y ver cómo el número, tamaño y ubicación de sitios cambió a través del tiempo. sería identificar como inca solo aquellos sitios con artefactos de estilo claramente inca. Sin
324 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas agricultura sicán y su transformación bajo el dominio chimú e inka | Frances M. Hayashida 325

fig. 4. Ubicación de sitios residenciales durante el periodo Sicán Tardío. fig. 5. Ubicación de sitios residenciales y administrativos durante los periodos chimú e inca. Los sitios de cerro Arena y el sitio 257X01 son centros
administrativos chimúes; el sitio 257X01 está ubicado en un camino. El sitio 2839X01 constituye probablemente un tambo inca.

embargo, si no hay artefactos de este estilo , el sitio podría tener una ocupación chimú, una En el periodo chimú/inca, el principal asentamiento a lo largo del RIIA fue abandonado
ocupación inca, o ambas. Identificar como ‘inca’ solo a aquellos sitios con artefactos de este y los agrupamientos de sitios fueron reemplazados por un número mucho más grande de sitios
estilo podría resultar en una grave subestimación de la ocupación del periodo inca, y en una pequeños dispersos, lo que sugiere el colapso de las comunidades de regantes y un posible influjo
exageración de la ocupación del periodo chimú. Por esta razón, en este estudio los sitios están de colonos. Otro cambio significativo en relación con el periodo previo fue la ocupación expan-
agrupados juntos como chimú/inca (que significa chimú o inca). Siendo menos que ideal (ya dida de cerro Arena, un lugar que domina el centro de la pampa. El sitio más grande y monu-
que desearíamos saber, por ejemplo, cómo las dinámicas imperiales de los chimúes y los incas mental de los nuevos sitios, también denominado cerro Arena, está ubicado en la misma cima del
difieren) es, mientras tanto, la solución más prudente. cerro (Figueroa y Hayashida 2004). Se caracteriza por masivas paredes de piedra concéntrica y
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terrazas con recintos de paredes de piedra. La cerámica es abrumadoramente chimú, y hay rasgos fueron campos reales, el concepto de cercar parcelas fue una introducción chimú o inca que
arquitectónicos vistos en otros sitios administrativos chimúes. Es posible que cerro Arena haya proyectó un fuerte mensaje de exclusividad.
servido de centro administrativo provincial para los chimúes. Con su ubicación en la cima del Los materiales de construcción y las técnicas de los muros en los asentamientos cam-
cerro, tiene una excelente vista de la pampa, y los impresionantes muros en forma de anillo del biaron entre los periodos Sicán y Chimú/Inca. En tiempos de Sicán, el tipo de muro predomi-
sitio son altamente visibles a los que se encuentran abajo del cerro. Tschauner (2001: capítulo 6) nante tenía una sola fila de piedras que probablemente sostuvo un muro de quincha o caña. En
ha reportado centros administrativos chimúes con murallas semejantes en la cima de los cerros tiempos de los chimúes/inca hubo un cambio marcado; los muros de adobe o de adobe y piedra
similares, a lo largo del canal Taymi. predominaron.
Fuera del área de reconocimiento, dos sitios identificados en fotos aéreas brindan evi- La configuración de las habitaciones también cambió en el periodo Chimú/Inca. En
dencia adicional del control chimú e inca. Ambos fueron situados en antiguos caminos y podrían el periodo Sicán, habitaciones individuales separadas con espacios abiertos entre ellas fueron
haber estado en posición de monitorear el f lujo de tráfico y bienes hacia adentro y fuera de la comunes, mientras que grandes recintos con subdivisiones internas formando habitaciones fue-
pampa. El primero, probable sitio administrativo chimú (Sitio 257X01), se encuentra al norte ron más prevalentes en el periodo Chimú/Inca. Estos recintos tienden a ser muy espaciosos
de la pampa. El sitio fue construido a lo largo del camino que une la pampa con las minas de (>50 metros de separación), mientras que las habitaciones de Sicán tendían a ser agregadas y
cobre y las instalaciones para el fundido en cerro Huaringa al oeste, donde otro centro chimú distribuidas continuamente a lo largo del sitio. Si estas construcciones representan casas, la
estuvo ubicado (Epstein y Shimada 1983; Shimada y otros 1982). implicación es que el espacio doméstico estuvo organizado en forma muy diferente en los dos
El segundo, una inferida pequeña instalación inca (Sitio 2839X01), fue encontrado periodos, con gran visibilidad de los miembros de la casa y de sus actividades en el periodo
fuera del área de reconocimiento en la banda este del Zanjón, en una ubicación donde nume- Sicán, ya que la gente se movía entre las habitaciones a vista de sus vecinos; y mayor segregación
rosos caminos (que parecen conducir al valle de Chancay) convergen. Aunque no clásicamente de casas en tiempos chimú/inca. Durante el dominio sicán, un patrón habitacional agregado
inca en cuanto a arquitectura, un estimado del 10 por ciento de la cerámica del sitio es inca más abierto puede haber reforzado los lazos de interdependencia entre los usuarios del agua.
en diseño, e incluye grandes aríbalos incas, asociados con almacenaje y festividades estatales. En el dominio chimú e inca, con mayor dependencia del Estado, estos lazos fueron rotos y los
Grandes aríbalos utilizados para almacenar y para servir (versus pequeñas versiones utilizadas habitantes de la pampa se dispersaron y adoptaron estilos de vivienda que permitieron adquirir
como cerámica funeraria) son raros en la costa norte; ejemplos publicados solo han sido hallados mayor privacidad.
en sitios administrativos incas en el camino troncal de la costa en el valle de La Leche, donde Para resumir, los resultados del reconocimiento nos dicen que el extenso sistema Racarumi
fueron manufacturados por artesanos estatales (Hayashida y otros 2003; Hayashida 1998, 1999). fue inicialmente construido durante el periodo Sicán Medio, y coincidió con el rápido y dramá-
Dados su tamaño y ubicación, el sitio 2938X01 fue probablemente un tambo al lado del Camino tico crecimiento del Estado Sicán Medio, como se ha visto en la construcción de montículos
Inca, o una estación de paso. monumentales de adobe en la cercana capital de Sicán, y una marcada diferenciación entre clases
Campos de cultivo cercados aparecen por primera vez (Téllez y Hayashida 2004). En la sociales y en la producción, acumulación e intercambio de objetos suntuosos (por ejemplo, objetos
costa norte, los únicos campos de cultivo cercados reportados a la fecha estuvieron íntimamente de bronce arsenical y aleaciones de metal precioso) en una escala sin precedente (Shimada 2000).
relacionados con los gobernantes o sus familias, y son tardíos en fecha. Han sido descubiertos en Mientras que el manejo del agua no tuvo que requerir de la mano guía del Estado, el crecimiento
Chan Chan, donde los campos fueron plantados en el interior de masivos muros de numerosos de la agricultura de irrigación es inseparable del desarrollo del Estado sicán. Un posible escenario
recintos palaciegos, o ciudadelas en la ocupación Chimú Tardío (Kolata 1990: 118, 121; Moseley es que las históricamente documentadas parcialidades en Lambayeque empezaron como élites
y Day 1982, lámina 1). En el valle medio de Moche, campos cercados de coca que pertenecieron que competían por el control de tierra y del agua, que se pudo utilizar para atraer a seguidores y
al gobernante inca Huayna Cápac y a su madre han sido reportados en documentos históricos producir el excedente necesario para mantener a trabajadores y artesanos. Un proceso similar ha
(Netherly 1988). Mientras que los campos cercados en la Pampa de Chaparrí probablemente no sido propuesto por Billman (2002) para la emergencia del Estado mochica.
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Al mismo tiempo, el rasgo más llamativo acerca de la ocupación de Sicán Medio y bases de piedra, lo que permite el paso del agua en años lluviosos. Los canales no podían, sin
Tardío fue la relativa estabilidad en el patrón de asentamiento a lo largo de un periodo de embargo, resistir las fuertes lluvias que acompañan importantes eventos de El Niño, y numerosas
aproximadamente cuatrocientos años, a pesar de la convulsión ocurrida al fin del periodo Sicán secciones tuvieron que ser reconstruidas después de las inundaciones.
Medio (Shimada 2000), cuando la capital fue incendiada, abandonada y restablecida en el sitio Los campos agrícolas no fueron diseñados con largos, rectos bordes y surcos, como es
de El Purgatorio. La transición estuvo acompañada de un cambio ideológico, como lo ref leja el común hoy; en cambio, los bordes fueron formados como peines con una columna larga y varias
cambio completo en la iconografía de los artefactos y la desaparición virtual del entonces ubicuo series de brazos cortos. Este diseño puede haber servido para disminuir el flujo de agua mediante
motivo de la deidad/Señor de Sicán. En la pampa, los eventos dramáticos parecen haber tenido la superficie de los campos, reduciendo la erosión e incrementando la absorción del agua.
poco efecto, apoyando de nuevo la conclusión de que el manejo del agua y de la agricultura fue El suelo natural de la pampa es grueso, pero la textura fue mejorada a través de la irri-
mayormente autónomo. gación, ya que los ríos costeros cargan partículas de arcilla y limo que incrementan los nutrientes
Este largo periodo de manejo local estable fue dramáticamente interrumpido durante del suelo y la capacidad de albergar agua. Mientras que los suelos tenían niveles adecuados de la
el corto reinado de los chimúes e incas, como lo evidencian modificaciones en el patrón de mayoría de nutrientes necesarios para el rango de cultivos cosechados, eran bajos en nitrógeno
asentamiento y arquitectura, que parecen corresponder al cambio de la agricultura que fue y material orgánico (Nordt y otros 2004). Fuentes históricas notan que el guano, estiércol de
mayormente autosuficiente a una agricultura por tributo. Mientras que los grandes sistemas de ave rico en nitrógeno de las islas a poca distancia de la costa, fue un importante fertilizante en
irrigación no requieren control estatal, representan alimento, riqueza y poder, y por consiguiente tiempos precolombinos. Otras posibles fuentes de nitrógeno son el estiércol de llama y de cuy,
son vulnerables a la intervención de individuos e instituciones poderosas, con consecuencias que también habrían añadido material orgánico. Desafortunadamente aún no hemos divisado
potencialmente radicales para las vidas de los habitantes locales. una buena forma de determinar si el guano o estiércol fue añadido a los suelos de la pampa.
Una fuente mucho menor de nitrógeno pudo estar en los árboles leguminosos y cultivos que
Tecnología y ecología agrícola capturan nitrógeno de la atmósfera y lo sueltan en el suelo. Hemos recuperado evidencia botá-
nica del cultivo de frejol y de árboles leguminosos (pacae, Inga feuillei). Los agricultores de la
Además de nuestra exploración de los cambios en el manejo del agua desde diferentes regímenes pampa pudieron también haber preservado o plantado líneas de algarrobo (Prosopis sp.) en o
políticos, también hemos investigado la tecnología y ecología agrícola en la pampa. ¿Cómo fueron cerca de sus campos. Estos árboles leguminosos son raros en la pampa hoy, pero la evidencia de
diseñados los canales? ¿Cuál fue la calidad del suelo? ¿Los residentes de la pampa, como muchos polen muestra que fueron más comunes en el pasado. En el pasado, los agricultores en la región
otros regantes intensivos enfrentaron problemas con la salinización de sus campos? ¿Qué tipos comúnmente esparcieron hojarascas de algarrobo conocida localmente como poña en calidad de
de cosechas fueron cultivados? ¿Cambió el rango de cosechas en el transcurso del tiempo? fertilizante. Esta práctica habría añadido tanto nitrógeno como material orgánico.
Para responder estas preguntas hemos excavado canales, campos agrícolas y casas para Durante la recientemente culminada temporada de campo del 2008, descubrimos una
recolectar información sobre el diseño, suelos, cosechas y los tipos de plantas consumidas en los extensa capa de suelo oscuro, orgánicamente rico y de fina textura en una sección de la pam-
campos. Este trabajo involucra la colaboración entre arqueólogos, científicos de suelos, geólogos pa que fue cortada por el canal RIIB. Debido a que el canal RIIB parece ser de Sicán Tardío
y arqueobotánicos (especialistas que examinan los restos fragmentarios y microscópicos — por en fecha (basados en sitios asociados), y debido a que los sitios tempranos documentados en
ejemplo, polen y granos de almidón— de las plantas en el registro arqueológico). la pampa son de Sicán Medio, es posible que este suelo oscuro haya sido creado por los agri-
Mediante este trabajo, hemos encontrado que la mayor parte de los canales no estuvie- cultores de Sicán Medio, los que fueron capaces de mejorar notoriamente los suelos gruesos y
ron revestidos, lo que significa una pérdida de agua debido a la filtración. Los canales fueron orgánicamente pobres de la pampa. Para probar esta idea, estamos estudiando la composición
limpiados de manera periódica y el limo dragado fue botado en las márgenes del canal. Donde química y textura de este suelo y los restos de plantas asociadas, para identificar lo que se haya
los canales cruzaban cuencas, los regantes de la pampa construyeron acueductos de tierra con podido añadir y para identificar lo que se cultivó. También fecharemos el material orgánico en
330 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas agricultura sicán y su transformación bajo el dominio chimú e inka | Frances M. Hayashida 331

el suelo y evaluaremos si fue efectivamente creado durante tiempos de Sicán Medio. Idealmente modificación en los cultivos que corresponde a cambios políticos y sociales que ocurrieron du-
seremos capaces de reconstruir las técnicas utilizadas por los agricultores antiguos para mejorar rante el dominio chimú e inca. Por ejemplo, ¿hubo una reducción en la diversidad de los culti-
sus suelos sin la adición de fertilizantes artificiales u otros añadidos comprados, y pondremos vos, como se esperaría si hubo un incremento en la producción para el tributo? Aunque aún no
este conocimiento a disposición de los agricultores locales. podemos responder esta pregunta, empezamos a identificar el rango de los cultivos durante toda
Mientras que los campos de cultivo sufren hoy de problemas de salinización (Onern la ocupación prehispánica de la pampa. Estos incluyen algodón (Gossypium), maíz (Zea mays),
1986), encontramos que los niveles salinos fueron bajos en los campos agrícolas antiguos en la calabaza (Cucurbita sp.), ají (Capsicum sp.), lúcuma (Lucuma bifera), guava (Psidium guajava),
pampa (Nordt y otros 2004). Las aguas del Chancay son ahora bajas en salinidad, pero la sal se maní (Arachis hypogaea), frejol común (Phaseolus sp.), pallar (Phaseolus limensis), frejol blanco
puede acumular si el drenaje es pobre. En la pampa, los suelos relativamente gruesos, el cultivo (Canavalia sp.), mate (Lagenaria sp. or Cucurbita sp.), posiblemente papa (Solanum tuberosum)
de cosechas con bajas demandas de agua, como el algodón nativo y las variedades locales de y camote (Ipomoea batata), y los cultivos de árboles de guanábana o chirimoya (Annona sp.),
maíz, y tal vez el diseño de los campos mismos contribuyeron a la baja acumulación de sales palta (Persea americana) y pacae (Inga feuillei).
y su filtración de otros campos. En contraste, los agricultores modernos en la región cultivan Para complementar el trabajo arqueológico, hemos iniciado también las entrevistas
cosechas no nativas que demandan regadío intensivo, como la caña de azúcar y el arroz. Los a agricultores locales acerca de sus prácticas agrícolas. Esta información nos ayuda a com-
sistemas de drenaje son aparentemente inadecuados, pues permiten la acumulación de sales y la prender la agricultura costera y cómo podemos interpretar lo que encontramos en el registro
degradación de grandes áreas de tierras cultivables. arqueológico. Por ejemplo, cultivos de árboles hoy son plantados a lo largo de los canales sin
Nuestras excavaciones en los canales también se utilizarán para poner a prueba nuevas bordes para tomar ventaja del agua filtrante que de otra manera se perdería. Es probable que
técnicas para fechar la construcción de los canales, su uso y abandono y el ritmo de las inun- los agricultores prehispánicos hayan hecho lo mismo. Los agricultores también describieron
daciones más importantes. Es problemático aplicar fechados radiocarbónicos a los depósitos de los bajos requerimientos de agua de las cosechas tradicionales, como las variedades locales del
los canales, ya que cualquier carbón encontrado puede haber sido arrastrado desde sitios más maíz. Desafortunadamente muchas de estas cosechas tradicionales se han perdido, ya que los
tempranos a lo largo del curso del canal. Estamos probando una técnica denominada luminis- agricultores fueron en cambio incentivados a cultivar variedades híbridas, que tienen mayor
cencia ópticamente estimulada (OSL Optically Stimulated Luminescence, en inglés), que mide el rendimiento y demanda del mercado, pero requieren mayores aportes de fertilizantes y pestici-
último punto en el tiempo en el que los granos de cuarzo o feldespato en un depósito fueron ex- das. Nuestras entrevistas con los agricultores también nos ayudaron a comprender el importante
puestos a la luz (Feathers 2003; Murray y Wintle 2000; Wintle y Murray 2006). La OSL también rol de la irrigación en la mejora de la calidad del suelo. Buena parte de Lambayeque hoy está
ha sido utilizada para fechar canales en otras partes del mundo (Berger y otros 2004; Bishop y irrigada por el canal Taymi, que también tiene su bocatoma en el río Chancay. El agua es pri-
otros 2004; Sanderson y otros 2007; Sanderson y otros 2003). Si funciona para los canales de la mero capturada en la reserva de Tinajones para regular su f lujo, una importante función dado
pampa, entonces tenemos una nueva herramienta para fechar y reconstruir la profunda historia lo impredecible de las lluvias en la sierra. Sin embargo, un efecto secundario es que las arcillas
agrícola de la costa peruana. y los limos en el agua del río se asientan en el reservorio y no son llevados en el agua a los cam-
Para comprender cómo la agricultura pudo haber cambiado en el transcurso del tiem- pos de cultivo. Como resultado, la calidad de los suelos ha sufrido, hecho que es lamentado por
po, hemos empezado a excavar recientemente casas de Sicán, Chimú e Inca. Estamos tomando los agricultores pobres, que no tienen los recursos para comprar aportes adicionales para sus
medidas especiales para recuperar cualquier planta de estas casas. Esto incluye muestras de los campos, o para expandir sus tierras.
pisos, fogones y cúmulos de basura pasadas a través de zarandas finas (de 4.0, 2.0, 1.0, y 0.5 Mientras aún hay una gran cantidad de información acerca de los antiguos agricultores
mm) para recuperar el carbón, semillas y otros restos fragmentarios de plantas. Muestras sepa- y agricultura que puede ser recuperada de la Pampa de Chaparrí, puede que haya poco tiempo
radas además se han tomado para identificar las plantas a través de polen, granos de almidón para realizar más investigación. Ha habido un reciente gran interés en el desarrollo de la pampa
o fitolitos (diminutos cuerpos de sílica) que fueron dejados. Queremos determinar si hubo una para la agroindustria y la minería. Cada una de estas actividades resultaría en la destrucción
332 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas agricultura sicán y su transformación bajo el dominio chimú e inka | Frances M. Hayashida 333

de innumerables sitios arqueológicos y la obliteración de los campos y canales antiguos. Es Deza Rivasplata, J. M.
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importante enfatizar que esta es una de las muy pocas áreas en la costa peruana donde los sis-
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temas de cultivo antiguos y los pequeños asentamientos agrícolas se han preservado. La mayor
Eling, J., Herbert H.
parte de áreas costeras continuaron siendo cultivadas después de la conquista española. Esta
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agrícolas costeñas que permitieron una agricultura exitosa en la pampa por más de quinientos Feathers, J. K.
años. Este es el tipo de conocimiento que puede contribuir a resolver los problemas moder- 2003 «Use of Luminescence Dating in Archaeology». Measurement Science and Technology 14 (9): 1493-1509.

nos de la agricultura costeña, como la degradación de los suelos, brotes de pestes y escasez de Figueroa, A. y F. M. Hayashida
agua. Mientras que el desarrollo de la pampa y áreas similares puede traer consigo ganancias 2004 «Sitios amurallados en la costa norte del Perú: Observaciones preliminares de cerro Arena, pampa de Chaparrí,
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plazo que generan la pérdida de sitios y paisajes arqueológicos mediante el fortalecimiento de PUCP 8. Lima.
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337

Los sicanes durante el dominio chimú

Hartmut Tschauner

Los arqueólogos cuyas investigaciones se han centrado en el corazón del Imperio chimú, común-
mente caracterizan la ocupación del valle de Lambayeque como un evento de calidad transfor-
macional en la historia de la expansión chimú, proponiendo un nexo causal entre la incorpora-
ción de Lambayeque al Estado chimú y una propuesta transformación de su economía política
desde una base agrícola hacia la producción artesanal como la base principal del poder de la
élite de Chan Chan (Topic 1990: 166, 171; cfr. Kolata 1990: 138-139; Pozorski 1987: 119). El
presente capítulo examina la ocupación chimú de Lambayeque desde la perspectiva ‘provincial’
lambayecana. Por medio de una comparación de los datos primarios procedentes de mi pros-
pección del territorio del antiguo señorío de Cinto en la ribera norte del río Lambayeque (figura
1.Tschauner 2001) con los hallazgos de las excavaciones de Túcume (Heyerdahl y otros 1995;
Heyerdahl 1996), trataré de entender la naturaleza de la relación entre las élites locales Sicán
y Chimú en los principales lugares centrales de dos señoríos locales y el impacto territorial y
económico de los chimúes en su interior. Los resultados son en parte paradójicos. Propondré
algunas posibles resoluciones de las contradicciones. Las relaciones entre las élites Sicán y Chimú
pueden caracterizarse como precarias y como un caso de gobierno «no tan indirecto» por parte
de los chimúes.
Adoptar la perspectiva ‘provincial’ lambayecana no equivale a escribir desde la pers-
pectiva sicán, ya que de lejos el cambio más drástico del periodo chimú —de hecho, el único
cambio arqueológicamente visible— en el área de estudio en la ribera norte de Lambayeque es el
efectuado por los chimúes en la cúspide de la jerarquía de asentamientos. La concomitante falta
de cambios en la base de la jerarquía por sí misma es una observación importante respecto al
impacto que la intrusión chimú tuvo —o al parecer no tuvo— en el común de la población sicán,
pero no revela mucho sobre la perspectiva de la gente local. Esta última solo la podemos inferir
338 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 339

indirectamente a partir de la ubicación y de la estructura interna de las instalaciones intrusivas


chimúes, y exclusivamente la del estrato más alto de las sociedades locales sicanes.
En la ribera norte del valle de Lambayeque, la intrusión chimú rompe y parcialmente
invierte dos patrones sobresalientes que caracterizan la historia de asentamientos de la era pre-
hispánica tardía.
El primero de estos patrones de la época Sicán Tardío (figura 2) es un movimiento cen-
trífugo del poder desde el centro de gravedad del valle a sus periferias, a través de un proceso de
promoción de centros anteriormente secundarios al rango más alto en la jerarquía de asentamien-
tos, y la aparente formación de dos sistemas de asentamientos separados a partir de un sistema
integrado que unificaba todo el valle durante la época Sicán Medio. El patrón de asentamiento de
Sicán Medio (figura 2a) puede describirse como un sistema solar unificado, centrado en el enorme
complejo de montículos de Vista Florida, en el corazón del valle bajo. Este es nada menos nueve
veces mayor que el segundo asentamiento más grande y ostenta el mayor número de montículos
de adobe, los cuales además exceden a todos los otros centros de montículos del área de estudio
en la escala de impacto visual, teniendo un área de visibilidad más de dos veces el tamaño de la
próxima más grande (figura 2a) . Después de la desaparición de Vista Florida, tres centros periféri-
cos, anteriormente secundarios por un breve lapso de tiempo, ascienden al rango más alto en la
jerarquía de asentamientos (figura 2b) . Después, hacia el final del periodo Sicán Tardío, Pátapo y
Mocce emergen como los principales centros en el sur, formando un eje este-oeste a lo largo del
río (figura 2c) . Los sitios de la parte norte del valle bajo ahora forman un agrupamiento distinto
que no incluye centros mayores y está separado de un agrupamiento sureño por un corredor
desocupado, ubicado apenas al sur del ápice sur del cono aluvial irrigado de La Leche-Motupe y
aproximadamente sigue el principal canal ramal de Ferreñafe. El agrupamiento norteño cada vez
más parece ser un fragmento de un sistema de asentamiento distinto, cuyo centro de gravedad
—Túcume— está apenas fuera del área de estudio.
Este desarrollo centrífugo post-Sicán Medio traza la génesis de dos señoríos etnohis-
tóricamente documentados en el mapa regional: Cinto-Pátapo, hacia el sur, y Túcume, hacia el
norte (figura 1) . Los dos centros principales de Cinto están ubicados cerca de los extremos este y
oeste del territorio de este señorío (figura 2c) y el asentamiento de primer rango (Pátapo) clara-
mente eclipsa al del segundo (Mocce) tanto en la escala de tamaño de asentamiento como en el
volumen de arquitectura pública. El corredor entre los dos propuestos sistemas de asentamiento
fig. 1. Mapa del área de prospección en la ribera norte del valle de Lambayeque, que muestra el patrón de asentamiento del periodo chimú, la coincide aproximadamente con la frontera etnohistóricamente reconstruida (Netherly 1984, figu-
frontera aproximada entre los señoríos etnohistóricamente documentos [¿DOCUMENTOS O DOCUMENTADA (EN CONCORDANCIA CON
‘FRONTERA’)?] en el área y la ubicación del taller de cerámica de la Pampa de Burros. ra 5) entre los señoríos de Túcume y Cinto (figura 1) y su ubicación con el principio, planteado por
340 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 341

fig. 3. Correlación de rangos entre las jerarquías de tamaño de asentamientos y de volumen de montículos de adobe durante los periodos prehis-
pánicos tardíos en la ribera norte del valle de Lambayeque.

la misma autora, de que los ríos y canales delimitaban los territorios de los señoríos de la costa
norte. Este corredor podría ser el residuo de lo que solía ser una frontera antigua explícitamen-
te marcada (cfr. Eling [1977: 408, 412; 1988: 471-474] para Jequetepeque). Su presencia sugiere
que los señoríos locales, por más que compartieran los beneficios y el mantenimiento del canal
Taymi, eran entidades relativamente cerradas en el ámbito económico o político, si no abierta-
mente hostiles (cfr. Cabello Balboa 1951[1586]: parte III, cap. 32, p. 468, citado en Sandweiss y
Narváez 1995: 197). Esta inferencia está apoyada por la evidencia sobre la producción y distri-
bución de cerámica, la cual indica un f lujo limitado de bienes cruzando la propuesta frontera
fig. 2. Historia de asentamiento en la ribera norte del valle de Lambayeque: (a) Sicán Medio, (b) Sicán Tardío inicial, (c) Sicán Tardío terminal,
(d) Chimú.
entre señoríos (Tschauner 2001: ch. 8; Tschauner 2006; Tschauner en prensa).
342 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 343

La llegada de los chimúes altera ambos patrones de largo plazo en el sistema de asen-
tamiento de la región. Aparece un nuevo tipo de asentamiento en la cúspide de la jerarquía de
tamaño, cuyo estilo arquitectónico está claramente vinculado al de Chan Chan: una cadena de
cuatro centros fortificados ubicados encima de cerros en puntos rígidamente equidistantes a lo
largo del canal Taymi, aparentemente apareada con otra cadena de centros similares, pero más
pequeños a lo largo de la margen sur del valle (figura 4) . Esta red de centros chimúes trasciende la
distribución doblemente bipolar de asentamientos, marcada en dirección este-oeste por los dos
asentamientos y centros de montículos más grandes —Pátapo y Mocce— y en dirección norte-
sur por dos agrupamientos de asentamientos separados por un corredor desocupado (figura 1) .
Dos de los centros chimúes, La Puntilla y Pátapo, se encuentran en territorio de Cinto; Mesones
Muro en el límite entre Cinto y Túcume; y Salinas en lo profundo del territorio de Túcume,
apenas al sur de su frontera etnohistóricamente reconstruida hacia el señorío de Jayanca.
Los centros chimúes representan un tipo intrusivo de asentamiento arquitectónica y
estructuralmente homogéneo definido más notablemente por la presencia de audiencias (figura
5b) , un elemento arquitectónico en forma de U que comúnmente se asocia con el Estado y la
élite chimú (p. e. Andrews 1974; Keatinge y Conrad 1983: 261, 264; Kolata 1990; Moore 1992;
1996: 207-209; Topic 1982, 1990, 2003), además de otros elementos del estilo arquitectónico de
Chan Chan, p. e. los corredores tortuosos, los vanos de control y los patios con banquetas y
rampas en forma de U. Además, todos los centros están ubicados encima de cerros y rodeados
de múltiples muros envolventes macizos, típicamente parapetados (figura 5a) . Pátapo (figuras 4
y 5a) , el centro principal del señorío de Cinto, fue cooptado por los chimúes. Los centros más
pequeños —Salinas, Mesones Muro y La Puntilla (figura 4) — no tienen ocupaciones previas del
periodo Sicán Tardío. Según la disminución general de la construcción de montículos en la ar-
fig. 4. Distribución equidistante y área de visibilidad de los centros administrativos chimúes en el valle de Lambayeque. quitectura chimú, estos centros —con la excepción de los montículos de Sicán al pie del cerro
Pátapo— ocupan un rango bajo en la escala de volumen de montículos y algunos de los sitios
El segundo patrón sicán roto por los chimúes es la consistentemente alta correlación
más grandes del periodo chimú son asentamientos habitacionales. Por lo tanto, por primera
de rangos entre las jerarquías de tamaño de asentamientos y volumen de montículos de adobe
vez en la historia prehispánica tardía de Lambayeque, la jerarquía de volumen de montículos
(figura 3) .
Es decir, grandes volúmenes de arquitectura pública de Sicán tienden a presentarse
se disocia de la de tamaños de los asentamientos. Se observa un descenso brusco de la corre-
en asentamientos grandes, los cuales al mismo tiempo exhiben una distribución no aleatoria
lación de rangos entre las dos jerarquías (figura 3) y las distancias entre vecinos más cercanos
de distancias entre vecinos más cercanos dentro de cada clase de tamaño de asentamiento, tal
como esperaríamos en un sistema de asentamiento coherente y estructurado. En otras palabras, dentro de clases definidas con base en volumen de montículos ya no satisfacen mi criterio de
los centros de montículos indudablemente son los lugares centrales de la región durante los no-aleatoriedad. Claramente los centros chimúes reemplazan a los centros de montículos como
periodos de Sicán. los lugares centrales de la región.
344 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 345

fig. 5. Arquitectura chimú en el valle de Lambayeque: (a) [arriba] Plano de Pátapo, centro administrativo principal, (b) [pág. siguiente] Ejemplos
de audiencias, vestíbulos de recepción y complejos residenciales.

Aparte de este nuevo tipo de asentamiento intrusivo, el sistema local de asentamientos era prehispánica tardía. La jerarquía de tamaño de asentamientos, por otro lado, está dominada
del periodo chimú es una copia fiel del sistema Sicán Tardío (figuras 2c y d) . La intrusión chimú por los centros intrusivos chimúes de funciones administrativas y residenciales de élite.
esencialmente no tiene ningún impacto en la base de la jerarquía de asentamientos y en la distri- Juzgando por los cambios en el patrón de asentamiento, fue principalmente la clase de
bución espacial de la población local (cfr. Mackey y Klymyshyn 1990: 221). Se encuentran solo líderes de las sociedades locales de Sicán la que sufrió el impacto de la ocupación chimú del valle.
muy contadas construcciones chimúes en el fondo del valle. El grueso de la población continuó Si Pátapo y Túcume fueron los centros principales de sus respectivos sistemas de asentamientos,
residiendo en montículos habitacionales dispersos. La jerarquía de asentamientos del periodo chi- los chimúes consistentemente hubieran cooptado la sede del señor principal de cada señorío lo-
mú es un compuesto del sistema local y una red injertada en él de centros novedosos ubicados a cal, pero lo emprendieron de manera totalmente diferente. En Túcume, los chimúes expandieron
lo largo de las márgenes del valle. La jerarquía local en gran parte es idéntica a la de montículos, enormemente los montículos preexistentes de Sicán. Convirtieron a Huaca Larga en una imitación
lo que refleja la tradición independiente de arquitectura pública de la región Lambayeque en la de una ciudadela de Chan Chan encima de un montículo de plataforma sicán, y forjaron una
346 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 347

síntesis entre los cánones local y chimú de arquitectura del poder (Narváez 1995: 89-90; Sandweiss y audiencias: el criterio esencial de la definición mínima que da Mackey (1987: 126) de un centro
Narváez 1995: 192; para Jequetepeque, cfr. Sapp 2002; Swenson 2007). Mientras tanto, «...los señores administrativo chimú. Además, Pátapo forma parte de una red de centros más pequeños, pero
Lambayeque de Túcume parecen haber continuado viviendo en y probablemente ejerciendo poder desde estructuralmente similares y ubicados encima de cerros a lo largo de las márgenes norte y sur
la cima de pirámides como la Huaca 1, con vista a los administradores chimúes en la Huaca Larga» del valle y los principales canales de irrigación; todos previstos de audiencias, visibles desde y
(Sandweiss y Narváez 1995: 193, [traducción del autor]). Solo la Huaca Larga fue construida usando visualmente controlando el valle entero (figura 4) . Indudablemente los chimúes intentaron lograr
adobes chatos de tipo intrusivo, los cuales probablemente fueron deliberadamente rechazados en las un dominio territorial sobre el valle de Lambayeque. Aunque causaron pocos cambios en la base
sedes de los señores locales como la Huaca 1 (Narváez 1995: 130). Este escenario implica que los de la jerarquía de asentamientos, trastocaron sus escalones superiores, y su cadena de centros
chimúes practicaban una forma de gobierno indirecto; respetaban hasta cierto grado las divisiones equidistantes de control trascendió las fronteras propuestas entre señoríos locales. El ‘domino
territoriales locales, dejaban a líderes locales en su posición y cooptaban sus centros principales. indirecto’ chimú, por lo tanto, parece haber sido más similar a tomar a los principales señores
El centro chimú de Pátapo es comparable con Túcume en extensión y es ‘monumental’ locales como rehenes y vigilarlos de cerca —una relación acertadamente descrita por el ‘modelo
en su manera particular (figura 5a). En Pátapo los chimúes anexaron su centro en la cima del títere’ de Schreiber (1992:19). La ubicación estratégica y la arquitectura defensiva de los centros
cerro a una previa sede de poder y los montículos de adobe al pie del cerro. Pátapo está compuesto chimúes (cfr. Schaedel 1951: 222, 237, 243) le dan un carácter decididamente militar a la ocupa-
por dos partes claramente separadas —meramente yuxtapuestas, no verdaderamente integradas— ción chimú del valle de Lambayeque.
y no se observa ninguna fusión de las tradiciones arquitectónicas local y chimú. Los chimúes Con base en su tamaño y la monumentalidad de sus montículos, además de la supuesta
construyeron su enorme asentamiento en el cerro detrás de múltiples muros envolventes macizos ausencia de audiencias al norte de Jequetepeque y de obvias estructuras chimúes en el valle de
parapetados de hasta 5.5 metros de altura y 4 metros de grosor. El asentamiento chimú excluye y Lambayeque, Sandweiss y Narváez (1995: 192; Narváez 1995: 86, 90; también Kosok 1965: 163)
visualmente domina los montículos de Sicán preexistentes al pie del cerro, donde probablemente proponen que los chimúes gobernaban toda la región Lambayeque-La Leche desde Túcume. Sin
las élites locales seguían residiendo —bajo la literal ‘supervisión’ de los chimúes (cfr. Swenson embargo, claramente hay audiencias y estructuras chimúes en Lambayeque. Túcume fue solo
2004, 2007 para Jequetepeque)—. Esta relación espacial entre las dos partes del asentamiento está una de varias capitales de señoríos locales cooptadas por los chimúes. Los mismos Sandweiss y
sumamente cargada de significado práctico y más aún simbólico. En la tradición de Lambayeque, Narváez (ibídem) mencionan a Apurlec como otro centro chimú que cooptaba la probable capital
los lugares de alto estatus son elevados (Shimada y Cavallaro 1986: 46), mientras que la arquitec- del señorío de Jayanca.
tura chimú de élite proyecta una ideología de separación (Moore 1996: 218), «[...] la noción de La ubicación de los centros chimúes del valle de Lambayeque hace pensar que el canal
que la realeza y los plebeyos estaban separados por nacimiento, mito y muros de adobe» (Moore Taymi era el objeto de principal interés de los chimúes (contra Pozorski 1987: 119). Cada uno de
1996: 224, [traducción del autor]). Tanto el plan amurallado de los asentamientos como el diseño los cuatro centros de la ribera norte está ubicado junto a un punto nodal del canal: La Puntilla
de los recintos individuales de los que se componen los centros chimúes en el valle de Lambayeque en su toma, Pátapo y Mesones Muro en importantes puntos de ramificación y Salinas cerca de
expresan esta separación, estableciendo una relación de gobernantes a gobernados entre los admi- su destinación. Así como el Taymi es el canal de irrigación más importante de la ribera sur del
nistradores chimúes y las élites locales. No obstante algunas alteraciones debidas a la ubicación valle, así son más grandes los centros chimúes en la ribera norte que sus homólogos en la ribera
en la cima y las faldas de los cerros, Pátapo y los otros centros chimúes del valle de Lambayeque sur. Aunque los chimúes no construyeron el canal Taymi, parece haber sido el más valioso de
con sus complejos de recintos administrativos, residenciales de élite y militares construidos de los bienes raíces de Lambayeque que reclamaron. Mientras que otros autores enfatizan en la im-
piedra de campo, estructuralmente se parecen mucho más a los centros administrativos rurales portancia de Lambayeque como una fuente de artesanos expertos para la producción artesanal
chimúes en el valle de Moche que a Túcume (véase Keatinge 1973; 1974; 1980; Keatinge y Conrad en Chan Chan (Topic 1990: 166, 171), la inequívoca asociación de sus centros administrativos
1983; Keatinge y Day 1973). Al parecer, los chimúes concebían el valle de Lambayeque como su con el canal Taymi indica que los chimúes no estaban nada menos interesados en los enormes
propio patio. Entre los dos centros principales de la región, Túcume y Pátapo, solo Pátapo tiene recursos agrícolas que el valle de Lambayeque tenía que ofrecer.
348 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 349

fig. 6. Estructura interna de los centros administrativos chimúes comparada con sitios habitacionales comunes del periodo chimú en Lambayeque:
(a) [arriba] Área de almacenaje, (b) [pág. siguiente] Proporción de vasijas de servir decoradas en las colecciones de cerámicas.

Sin embargo, los centros chimúes de Lambayeque no están provistos de grandes ins- La evidencia arquitectónica y cerámica indica que los centros chimúes de Lambayeque
talaciones públicas de almacenamiento; de hecho tienen proporcionalmente menos espacio de —en contraste con los centros administrativos incas (Conrad 1977; Morris y Thompson 1985:
almacenaje que los asentamientos habitacionales comunes del periodo chimú (figura 6a) y todos sus 90-91)— no jugaron ningún papel en el reclutamiento de trabajadores locales dentro de contextos
depósitos son pequeños receptáculos ubicados en las esquinas de contextos privados. Incluso en festivos. Los centros chimúes tuvieron una considerable población permanente de hasta 1,760
Chan Chan los volúmenes de depósitos son pequeños en relación con la enorme área construida personas de elevado estatus, formando unidades domésticas que residían en recintos amuralla-
del sitio (Mackey y Klymyshyn 1990: 217; Mackey 1987: 127). Claramente son inapropiados para dos autónomos y espacialmente separados. Aunque las proporciones de vasijas de servicio son
guardar la mayor parte de los bienes de subsistencia. No existe infraestructura de almacenamiento excepcionalmente altas en las colecciones de cerámicas de estos recintos, estas vasijas no están
a gran escala mantenida por el Estado dentro del territorio chimú. Ciertamente no hay ninguna decoradas, y nada más características de un estilo corporativo chimú que las vasijas de servir
en el valle de Lambayeque. usadas en asentamientos habitacionales comunes (figura 6b) . Además, estas vasijas se encuentran
350 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 351

indistintamente en sectores residenciales y públicos, y no hay concentraciones de grandes vasijas Por otro lado, la naturaleza y ubicación de sus centros administrativos son sólidas razo-
de cocina. Los espacios públicos en los centros chimúes de Lambayeque son numerosos, dispersos nes para creer que los chimúes al menos intentaban mantener un control territorial del valle, y
y relativamente pequeños, ubicados en recintos amurallados similares a los recintos residenciales el tamaño de la población residente de los centros señala la presencia de un considerable número
‘privados’ y de tamaño insuficiente para acomodar reuniones de numerosa concurrencia. A la de ‘administradores’ o personal militar chimú en Lambayeque (cfr. Mackey y Klymyshyn 1990:
luz de esta evidencia, la explicación más parsimoniosa de las proporciones elevadas de vasijas de 218 para Manchán).
servir en los centros chimúes es el frecuente entretenimiento privado de invitados en las unidades La estructura interna de los centros chimúes es motivo para dudar del rol que estos ‘ad-
domésticas de élite. ministradores’ jugaran como parte de una organización estatal coherente. En vez de ello podrían
Aunque no cabe duda de que los centros chimúes no sirvieran de escenarios para agasa- considerarse una suerte de contratistas independientes lejanamente afiliados con Chan Chan y
jos a gran escala, hay documentos de la Colonia temprana que dan testimonio de lo importantes con su propia clientela provincial, una relación no del todo diferente entre los conquistadores y
que eran la hospitalidad y, en particular, la chicha en el reclutamiento de trabajadores en la costa la corona española. Los centros chimúes de Lambayeque no tienen un singular núcleo cívico-
norte (Netherly 1977: 211, 214, 216; Rostworowski 1977b: 241-242; cfr. Moore 1989; Ramírez público. Al contrario se componen de recintos amurallados autónomos y repetitivos, con espacios
1996; Johannessen y Hastorf 1989: 692). ¿Cómo, entonces, fue reclutada la mano de obra para el públicos relativamente pequeños y reiterados, audiencias frecuentes y vestíbulos de recepción
proyecto agrícola estatal que inferimos del evidente interés chimú en lograr el control del canal repetitivos, patios en forma de U con bancos y rampa delante de una antesala angosta, similar
Taymi? ¿O tal vez debamos reconsiderar si existió tal proyecto agrícola estatal? a un corredor, que se encuentra frente a la entrada principal y forma un ángulo recto con el eje
El modelo que Netherly propone para la organización social de la costa norte propor- central del recinto (p. e. S285m en Salinas o S183 en La Puntilla [figura 5b]). Moore (1996: 215-217;
ciona una explicación potencial de esta aparente contradicción. Según dicho modelo, los orga- cfr. Donnan 1986) interpreta las antesalas como espacios fuera del escenario ocultos a la vista de
nismos políticos de la costa norte se estructuraban a partir de divisiones duales jerarquizadas de espectadores, desde los cuales las élites emergieran para participar en «encuentros espacialmente
unidades sociopolíticas anidadas, las llamadas parcialidades, a un nivel cada vez más pequeño controlados y visualmente regulados» (Moore 1996: 227, [traducción del autor]) con plebeyos. Ya
(Netherly 1977: 118-119, 134-135, 141). Todas las funciones administrativas, incluido el control que tales encuentros hubieran tenido lugar en múltiples recintos en cada centro chimú, es razo-
del sistema de irrigación y el reclutamiento de mano de obra, fueron delegadas a grupos de ran- nable proponer que tal vez fueran encuentros entre familias de élite y sus clientes, igual que la
go menor y a sus líderes (Netherly 1977: 226; 1984: 229-230, 233; 1990: 481; Ramírez-Horton evidencia cerámica y arquitectónica apunta a entretenimiento privado y almacenaje privado en
1982; cfr. Mackey y Klymyshyn 1990: 221). La hospitalidad oficial hubiera sido de una escala unidades domésticas individuales de alto estatus.
mucho más módica que en los centros administrativos incas y, cabe especular, tal vez indirecta, La organización de la producción de bienes sencillos de consumo en el valle de
agasajando solo a los jefes de los grupos locales. La proporción perteneciente a los chimúes de Lambayeque exhibe todavía menos indicios que la agricultura de un involucramiento o control
los productos agrícolas de Lambayeque se podría haber transportado de frente a Chan Chan por parte del Estado chimú o cualquier otra élite (Tschauner 200: chs. 7-8; Tschauner 2006;
(cfr. Andrews 1974: 259; Mackey y Klymyshyn 1990: 210, 217; D’Altroy 1992: 83-90), donde sus- Tschauner en prensa; Tschauner y Wagner 2003; en cuanto al debate etnohistórico sobre los ar-
tentara la economía palaciega con sus miles de especialistas patrocinados dedicados a producir tesanos especialistas de la costa norte, véanse, entre otros, Ramírez-Horton 1981, 1982; Ramírez
bienes de lujo y «fondos de riqueza» (D’Altroy y Earle 1985). Desde esta perspectiva, los chimúes 1996; Ramírez 2007; Rostworowski 1970; 1977a, b, 1989). La evidencia de un taller de cerámica
dependían fuertemente de las organizaciones de rango medio de los señoríos locales para re- excavado en la Pampa de Burros (figura 1) y la distribución de sus productos en el valle sugieren
clutar la mano de obra agrícola del valle de Lambayeque y la organización de la producción en que la distancia desde el centro de producción fue el determinante principal de la presencia de
su empresa agrícola estatal (Keatinge y Conrad 1983: 283; Keatinge y Day 1973: 286; Pozorski sus mercancías. Ninguna clase de asentamientos muestra un porcentaje uniforme de productos
1987: 116). Bawden (1990: 170) considera tal estructura anidada una versión hipertrofiada de de la Pampa de Burros en las colecciones de cerámica provenientes de sus sitios miembros, lo
una sociedad de rangos. que refuta la noción de un aprovisionamiento centralizado, y el porcentaje de estos productos
352 Cuarta parte: la cultura Sicán y su relación con otras culturas los sicán bajo el dominio chimú | Hartmut Tschauner 353

es notablemente bajo en las colecciones de los centros chimúes. Por lo tanto, los productos de Eling, H. H., Jr.
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asentamientos de consumidores, y los centros chimúes no estaban (físicamente) involucrados Lima.
en su distribución. 1988 The Role of Irrigation Networks in Emerging Societal Complexity during Late Pre-Hispanic Times, Jequetepeque Valley,
La relación entre los señores locales de Sicán y los señores supremos chimúes parece North Coast, Peru. Tesis doctoral. Departamento de Antropología, Universidad de Texas, Austin, Texas. ProQuest/UMI,
haber sido mucho menos amigable de lo que implica el modelo de divisiones duales jerarquizadas Ann Arbor, Michigan.

propuesto por Netherly para los señoríos de la costa norte. Sin embargo, en el ámbito económico Heyerdahl, T.
los datos de Lambayeque indican una economía de subsistencia —tanto agrícola como artesa- 1996 Túcume. Colección Arte y tesoros del Perú. Banco de Crédito del Perú, Lima.

nal— que de ninguna manera siguió el «modelo burocrático» de una economía comandada, «el Heyerdahl, T., D. H. Sandweiss y A. Narváez
paradigma reinante para la mayoría de investigaciones arqueológicas en Chan Chan» (Moore 1996: 1995 Pyramids of Tucume: The Quest for Peru’s Forgotten City. Thames and Hudson, Nueva York.

205, [traducción del autor]; Mackey y Klymyshyn 1990: 208). Este paradigma exclusivamente Johannessen, S. y C. A. Hastorf
describe la economía política de los palacios de Chan Chan. En la provincia, el común de la 1989 «Corn and Culture in Central Andean Prehistory». Science 244: 690-692.

población sicán parece haber sentido poco más impacto directo de los chimúes que la intrusión Keatinge, R. W.
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Quinta parte: el Museo Nacional Sicán


y el Proyecto Arqueológico Sicán
359

El Museo Nacional Sicán como centro de investigación, conservación,


defensa y difusión del Patrimonio Cultural Sicán al Perú y el mundo

Carlos Elera Arévalo

Introducción
La denominación ‘museo’ con el cual se llamaba al templo de las musas del Mediterráneo, du-
rante la Antigua Grecia conceptuaba a un lugar de la creación poética y cultural de mentes ins-
piradas del mundo helénico. A través de los años, décadas y siglos la institución museística ha
evolucionado de manera prodigiosa hasta convertirse en una suerte del palpitar y centro cultural
de una determinada colectividad humana. Ya el aura elitista de museo propio a décadas pasadas
va cambiando con el tiempo a una dinámica museística más democrática y comprometida con
el desarrollo sostenible, el que está aunado al fortalecimiento de la identidad cultural de una
comunidad o comunidades a la cual sirve.
El museo se define como una institución técnico-científica organizada y permanente
alrededor de sus colecciones que cuidadosamente resguarda, estudia y difunde. Más aún cuando
el grueso de sus colecciones proviene de excavaciones sistemáticas de sitios arqueológicos que
hacen de la entidad única. El museo es una entidad sin fines de lucro, cuyo esencial propósito es
ser un centro educativo de diseminación de conocimientos.
El Museo Nacional Sicán (figura 1) está próximo a cumplir una década y su praxis de
acción no solo está dirigido a la investigación, conservación, defensa y difusión del patrimonio
mueble e inmueble que forman parte de la herencia cultural de Sicán, sino también en ser un
centro de diseminación de conocimientos y agente de desarrollo sostenible que apuesta por el
fortalecimiento de la identidad cultural mochica de la comunidad humana a la cual sirve.

La región Lambayeque y sus museos


En este contexto discutiremos brevemente el carácter actual de los museos lambayecanos con-
temporáneos, los cuales son eminentemente arqueológicos. La mayoría de los museos peruanos
360 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) el museo nacional sicán | Carlos G. Elera 361

la mayoría de los nombres (topónimos y antropónimos) de provincias, distritos, caseríos, así


como apellidos contemporáneos lambayecanos de hoy son de prosapia lingüística mochica.
En el caso de los museos lambayecanos estamos frente a una situación única: el Museo
Brüning de Lambayeque (ubicado en la ciudad de Lambayeque) presenta una síntesis del proceso
histórico cultural seguido en la región, así como su relación con otras áreas del Perú; el Museo
Tumbas Reales de Sipán (ciudad de Lambayeque) y el museo de sitio de Huaca Rajada (en el
pueblo de Sipán, en el valle medio de Lambayeque) exponen museográficamente los hallazgos de
las tumbas de élite de Sipán, y dan cuenta a su vez del marco cultural moche donde se edificó el
sitio de Huaca Rajada de Sipán; el Museo Nacional Sicán expone la historia de la cultura Sicán o
Lambayeque, momento de un esplendor tecnológico y económico sin parangón alcanzado durante
la historia prehispánica de norte del Perú durante el Horizonte Medio e Intermedio Tardío, cuyos
orígenes estarían asociados a Naylamp, héroe mítico vinculado a la primera dinastía de reyes lam-
bayecanos; el museo de sitio de Túcume da cuenta de la capital en la última etapa de la cultura
Sicán, que es anexado por los chimúes y luego por los incas. Túcume es el sitio donde el cacique
Martín Farro Chumbi transmitió la versión oral del origen de los lambayecanos con el legendario
Naylamp al cronista español Miguel Cabello de Balboa en el siglo XVI. Es importante acotar que
fig. 1. Vista frontal del Museo Nacional Sicán. Foto cortesía de Yutaka Yoshii.
no existe en la región Lambayeque un museo que conecte desde los periodos arqueológicos de la
son locales adaptados para museo, pero no concebidos desde el anteproyecto arquitectónico historia de los mochicas hasta la colonia hispánica a nuestros días (siglos XVI al XXI).
como un museo. La región Lambayeque tiene el privilegio de contar con varios museos que El Museo Nacional Sicán, inaugurado el 2001, se acerca a su primera década de su
adecuadamente interconectados en un futuro cercano den cuenta de los periodos arqueológicos existencia como entidad museística nacional. La misión central del museo es: ser un centro
del pueblo o nación muchik o mochica, una de las más importantes en el mundo andino por sus académico-museístico por excelencia en investigación, conservación y difusión, los cuales están
aportes tecnológicos y culturales. Los periodos arqueológicos de esta notable nación norcosteña dirigidos a un público pluricultural, así como un ente articulador que fortalezca, en general, la
se muestra a través de varios momentos de su desarrollo histórico: Cupisnique (2500-400 a. identidad mestiza de Ferreñafe y Lambayeque y, en particular, la matriz étnica y cultural mochica,
C.); Salinar (400-100 a. C.); Moche (100 d. C-750 d. C.); Sicán o Lambayeque (800-1375 d. C.); de la cual Sicán es uno de sus periodos más importantes, de igual manera revalorar el sustrato
Chimú (1300-1470 d. C.) hasta el mundo mestizo lambayecano de hoy, donde la matriz étnica lingüístico, étnico y cultural quechua de la sierra, correspondiente a los distritos de Incawasi y
y cultural predominante es mochica (véase el capítulo de Ken-ichi Shinoda), la cual ninguna Cañaris que pertenecen a la provincia de Ferreñafe.
entidad museística revalora debidamente desde un enfoque museográfico moderno.
Se entiende por etnicidad mochica a un grupo humano que comparte un fenotipo, El Museo Nacional Sicán
mismo territorio, las mismas tecnologías, costumbres, idioma y cultura a lo largo de mile-
nios. Desde los periodos arqueológicos hasta el presente se continúa aún con muchos rasgos los objetivos del museo nacional sicán son:
culturales conservadores de la tradición muchik o mochica desde el contexto mestizo coste-
ño del territorio lambayecano. El término ‘muchik’ es el nombre de la lengua con la cual se 1. Centro de investigación científica multidisciplinaria, conservación y museología de la cultura
comunicaba este pueblo y que se ha extinguido en el siglo XX. Sin embargo, prácticamente Sicán por excelencia a nivel nacional e internacional.
362 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) el museo nacional sicán | Carlos G. Elera 363

2. Centro de exposiciones, difusión, eventos académicos y publicaciones a nivel nacional e Bosque de Poma. Inclusive fue tanto el Proyecto de Rescate Arqueológico de Huaca La Merced
internacional. (1983), dirigido por el suscrito y el doctor Shimada, el que elevó al Supremo Gobierno del Perú
3. Fortalecimiento de la identidad mestiza de Ferreñafe, en particular la matriz étnica y cultural para que sea declarado el potrero de Poma (Pómac) como una Reserva Arqueológica y Ecológica
mochica, la cual será articulada al fortalecimiento de la identidad mochica de la costa norte (1984), que con el tiempo dado los especiales valores culturales y naturales que encierra se con-
del Perú. virtiera en el 2001 en el Santuario Histórico Bosque de Poma (a continuación, Bosque de Poma).
Irónicamente ese mismo año, en que se declara a Poma como Santuario Histórico Nacional,
4. Ente clave que articule y establezca la política por seguir para las bases del Plan Maestro del
categoría que comparte solo con un sitio afín pero ecológica y culturalmente diferente, tal es el
Turismo Rural Comunitario de la provincia de Ferreñafe, a fin de que las comunidades pobres
caso de Machu Picchu. Además se inaugura ese mismo año el Museo Nacional Sicán, cuando se
protagonistas se beneficien de forma directa. En este contexto se concierta con entidades esta-
invade Poma. Se trató de invasores procedentes de la sierra de Cajamarca, los que ilegalmente
tales y privadas para desarrollar un turismo rural basado en el manejo sostenible del territorio,
ocuparon cerca de 2,000 hectáreas del bosque de Poma. Después de varios años de batallar en
patrimonio cultural, natural y culturas vivas de la provincia de Ferreñafe.
la justicia, gracias al Comité de Gestión del Bosque de Poma y Refugio de Vida Silvestre de
5. Agente de desarrollo sostenible de proyectos cuyos resultados eleven el nivel de vida de los
Laquipampa, entidad liderada por el Museo Nacional Sicán, se pudo recuperar para el Estado
pobladores rurales de la provincia de Ferreñafe.
peruano la zona invadida, la cual es muy rica tanto en patrimonio cultural como natural. Ello
6. Sede del Instituto de Investigaciones Antropológicas del Mundo Muchik en la costa norte del ha sentado jurisprudencia a nivel nacional en relación con la recuperación de zonas invadidas
Perú. ricas en patrimonio arqueológico y biológico en el Perú. Por ello se viene tomando el caso Poma
Los últimos tres objetivos amplían nuestro compromiso como museo con las comunidades a la como ejemplo a imitarse en otras zonas del país.
cual sirve. Es decir, el Museo Nacional Sicán como un medio de transmisión de conocimientos
y valores culturales ancestrales mochicas que coadyuven, desde políticas de desarrollo concerta- El Santuario Histórico Bosque de Poma antes de 1969
do, al reforzamiento de la identidad cultural en todo cambio de las comunidades lambayecanas
costeñas. Además, el acopio, la sistematización y el estudio antropológico de los diversos aportes Antes del Programa de Investigaciones Arqueológicas del Proyecto Arqueológico Sicán, dirigi-
legados materiales y espirituales asociados al mundo mochica de la costa norte del Perú. do por el doctor Shimada a partir de 1978, en el que fuera potrero Poma de la otrora hacienda
En síntesis, concebimos al Museo Nacional Sicán no solo como un centro de conser- Batán Grande, ahora Santuario Histórico Bosque de Poma, ningún estudio científico de contextos
vación, investigación y difusión tanto regional, nacional e internacional, sino también como funerarios de Sicán Medio ha sido conducido en el área. Como es mencionado en capítulo xx
una suerte de agente de desarrollo sostenible de las comunidades predominantemente rurales a (Shimada) y yy (Carcedo), el sitio de Sicán ha sido conocido como la Meca de la Huaquería; en
la cual sirve, contribuyendo, desde varios proyectos, a fortalecer la identidad cultural a fin de ninguna otra parte del Perú la profanación de tumbas y el tráfico ilícito de bienes culturales de
vislumbrar el nuevo mañana de una comunidad orgullosa de sus ancestros y elevar su nivel de oro fueron de la magnitud que se dio en Poma. Los hacendados locales, dueños de Batán Grande,
vida desde una estrategia de desarrollo económico sostenible, en que la conservación tanto del han empleado docenas de peones de las comunidades campesinas de ancestro mochica. Estas co-
patrimonio cultural como del natural será la razón de ser frente a la multicultural realidad del munidades rurales rodean el Bosque de Poma. Estaban organizados en verdaderas cuadrillas con
Perú en los nacidos en este casi desconocido rincón del mundo andino norcosteño. especialistas de varios rangos. Es muy probable que cultural y biológicamente estos campesinos
El Proyecto Arqueológico Sicán (PAS), inicialmente denominado Proyecto Arqueológico estén relacionados con los individuos de élite enterrados en los suntuosos templos-mausoleos que
Batán Grande-La Leche, dirigido por el doctor Izumi Shimada (véase el capítulo xx) desde 1978, constituyen los centros ceremoniales monumentales de la cultura Sicán.
ha realizado investigaciones arqueológicas junto con un equipo multidisciplinario de especia- A principios de la década de 1970, un prestigioso brujo —para unos— y curandero
listas tanto peruanos como provenientes de varias partes del mundo en el Santuario Histórico —para otros— de la región Lambayeque, Santos Vera, natural de Túcume Viejo que corresponde
364 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) el museo nacional sicán | Carlos G. Elera 365

los lados norte y oeste, no han sido saqueadas. El conocimiento de ello permitió al PAS realizar
excavaciones arqueológicas de tumbas de la Huaca Loro entre 1990 y 1992 y entre 1995 y 1996.
Las dos tumbas de cámara de la élite Sicán Medio que nosotros excavamos en la Huaca
Loro brindaron datos muy valiosos y artefactos, los que fueron el punto de partida del Museo
Nacional Sicán de la ciudad de Ferreñafe, que fuera construido a partir de la visión de Shimada
y con la donación del Gobierno de Japón. Elera, quien sirvió de codirector del PAS durante la
excavación de la tumba este, ha sido el director del Museo Nacional Sicán desde su fundación.
En el 2001, el equipo del Museo Nacional Sicán —dirigido por Elera y con la valiosa
colaboración y asesoría del ingeniero Hirokatsu Watanabe y el doctor Shimada— condujo un
reconocimiento con radar de penetración de suelos, lo cual fue acompañado con excavaciones de
prueba en la Huaca Rodillona (figura 2) —conocida ahora como la Huaca Lercanlech, topónimo
mochica, el cual denomina originariamente al valle de La Leche—, situada en la esquina noroeste
del sitio o núcleo Sicán. Como es el caso de Huaca Loro, el trabajo de campo del 2001 indicó la
presencia de lo que parece ser tumbas de cámara profundas alrededor de la pirámide de Huaca
Lercanlech, la más alta (hacia 100 × 100 metros en su base y alrededor de 38 metros de altura)
de los centros ceremonial-funerarios del Bosque de Poma.
En el 2003 se efectuaron excavaciones en Huaca Sontillo, también sitio que conforma
parte del Bosque de Poma, con auspicios de la empresa Tokyo Broadcasting System. Este sitio
construido en la parte tardía del periodo Sicán Medio (hacia 1050-1100 d. C.) fue reocupado por
los chimúes durante su dominación en el ámbito Sicán de Poma.

El Santuario Histórico Bosque de Poma y el estudio del Núcleo Cultural Sicán:


últimos hallazgos
fig. 2. Huaca Rodillona (aka Huaca Lercanlech) vista de la cima de Huaca Loro. Foto por C. Elera.

El bosque seco de algarrobos o algarrobal más extenso por su densidad y componente florístico
a la zona de amortiguamiento del Bosque de Poma, empezó previa mesa y visión en los algarro- primordial del hemisferio occidental es el Bosque de Poma, el cual es el último relicto de algarro-
bales contiguos a la Huaca Loro a profanar la tumba este del mencionado sitio arqueológico. La bal prístino en la parte no afectada por factores antrópicos que debemos preservar a posteridad
napa freática impidió al brujo terminar de profanar la tumba, que después fuera excavada cien- dada su influencia en la biodiversidad asociada y clima de la región. El centro de poder políti-
tíficamente en 1991 durante el Proyecto Arqueológico Sicán, hallazgo que con el tiempo creará co, religioso y económico de Sicán en su fase media estuvo localizado en el Bosque de Poma.
las condiciones para construir el Museo Nacional Sicán, el que se abriera al público, como ya Impresionantes centros ceremoniales, plazas, talleres y tumbas magníficas de sus clases dirigentes
conocemos, en el 2001. aún esperan por una puesta en valor, que junto a su entorno boscoso y bajo un plan maestro
A pesar del daño causado por la maquinaria pesada empleada por los huaqueros, parece por ejecutarse hacen del lugar único para el turismo rural sostenible, orientado al patrimonio
que las tumbas en el área que rodea la pirámide que constituye Huaca Loro particularmente, hacia natural y cultural.
366 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) el museo nacional sicán | Carlos G. Elera 367

fig. 3. Vista del frente Este del edificio piramidal de Huaca Las Ventanas. La muralla almenada perimétrica fue enterrada y descubierto por el Proyecto Sicán en
su temporada del año 1986. Foto cortesía de Eduardo Herrán (2007).

A nivel de gabinete en el Museo Nacional Sicán se elaboran colecciones comparativas de


material botánico, faunístico y geológico de especies y minerales nativos de suma importancia
para estudios de carácter interdisciplinario. Lamentablemente no se cuenta en los museos del
Perú con colecciones sistemáticamente organizadas de material botánico, faunístico y geológico
que puedan usar botánicos, arqueozoólogos, paleobotánicos, biólogos, geomorfólogos, geógrafos,
etcétera, en sus estudios de la biodiversidad, suelos y paisaje, tanto pasado como presente del
territorio del ecosistema del bosque seco y mar ecuatorial. fig. 4. Tumba de una anciana de alto estatus social descubierto por el equipo del Museo cerca de la esquina Sureste del edificio piramidal de Huaca Las Ventanas.
Durante los últimos meses se realizan trabajos de investigación arqueológica y puesta en Foto por C. Elera.

valor de la zona de Huaca Las Ventanas dentro de la capital de Sicán, lugar donde el más clásico fig. 4a. Dibujo de planta de la misma tumba. Archivo del Museo Nacional Sicán..
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estilo que define a esta cultura ha sido documentado. Se pueden ya apreciar los avances del frente quechua, fortalezcan su identidad étnica y cultural a través de una revalorización de los aportes
este del edificio piramidal (figura 3) , una de las orientaciones más sagradas asociadas a la ideología legados por sus ancestros.
religiosa de Sicán, y las colecciones que devienen en contextos funerarios encontrados in situ (figu- Una gran preocupación del Museo Nacional Sicán es la reivindicación del mundo andino
ra 4) . Una tumba documentada corresponde a una anciana noble con corona plateada y máscara correspondiente al ámbito étnica y culturalmente mochica. En ese sentido es una lucha contra
dorada. El esqueleto de la anciana estuvo en un fardo funerario que simulaba la forma de la bo- la pobreza, el analfabetismo y las enfermedades y, a su vez, más conciencia de autonomía y au-
tella cerámica conocida con el Huaco rey. Fue a raíz de ello que se reconocía a esta vasija como todeterminación, a fin de erradicar diversas formas de explotación económica y marginalización
la posible representación de los fardos funerarios, que no son sino los ancestros a los cuales se les sociopolítica.
rindió un gravitante culto en Poma. En esta tumba se documentaron numerosos objetos de metal,
como guantes, vasos, tumis, máscaras, brazaletes, etcétera. Muchos de estos objetos aparecieron El quehacer arqueológico y social del Museo Nacional Sicán
chancados intencionalmente y fueron cuidadosamente colocados en paquetes al oeste del fardo
funerario de la anciana noble. Toda esta nueva información enriquecerá con datos valiosos sobre Para nadie ya escapa que el turismo alrededor del patrimonio cultural y natural en el Perú está
el rol de la mujer en la organización sociopolítica de la sociedad sicán, a su vez de mostrar un basado en el creciente interés mundial hacia su herencia cultural, pero en especial al correspon-
templo-mausoleo desde un programa de puesta en valor. Ello significa la excavación, el registro, diente a los periodos arqueológicos. Así como la multicultural sociedad peruana contemporá-
la conservación y la restitución de elementos arquitectónicos ya destruidos, sean estos por factores nea con una cultura viva muy rica y variada despierta también el interés del público nacional
antrópicos y naturales, pero que gracias a la documentación arqueológica se pueden reconstruir e internacional de un turismo cultural que, junto a un turismo ligado al patrimonio natural,
con cautela y mostrar al público con fines estrictamente educativos. Es muy difícil para el públi- es gravitante para las estrategias a ser discutidas en los programas de desarrollo turístico rural
co no especializado tener una apreciación adecuada de los templos-mausoleos de Sicán si no se sostenible a mediano y largo plazo en un consenso de opinión y praxis de varios sectores repre-
intervienen y conservan para la posteridad. Hoy la mayoría de estas estructuras monumentales sentativos del Perú.
aparecen como masas amorfas. Lo que queremos es que estos prestigiosos edificios asociados a En el caso de la arqueología, por un lado, estamos tratando con una disciplina académica
los ancestros nos ilustren sobre la concepción y el significado de estas magníficas estructuras, que muy seria y rigurosa y, por otro lado, su gran importancia para que el monumento arqueológico,
en conjunto son la esencia del paisaje cultural sicán del Bosque de Poma. que es interpretado mediante estudios minuciosos por el arqueólogo, sea conocido por una gran
variedad de audiencias de diverso nivel educativo. El primer reto es una excelente comunicación
Comunidades de ancestro mochica en el Santuario Histórico Bosque de Pómac con la comunidad adyacente al monumento arqueológico desde investigación y puesta en valor,
sobre todo cómo esta se integra para el cuidado y su difusión, así como el reforzamiento de la
Las comunidades mestizas de la parte baja de la provincia de Ferreñafe presentan un fuerte com- identidad cultural. En ese sentido, no solo con la Unidad Ejecutora Naylamp-Lambayeque, creada
ponente étnico y cultural mochica, cuyos habitantes con apellidos nativos y fuertes preferencias recientemente por el Congreso Nacional con el fin de investigar, conservar, defender y difundir el
culturales —aún hoy vigentes— de la misma tradición desconocen totalmente. A pesar del tiempo patrimonio arqueológico de la región Lambayeque a partir de los cuatro museos ya existentes en
transcurrido, existe una fuerte percepción mochica del medio ambiente, de las diversas tecnolo- el ámbito lambayecano, se fortalecerá la investigación, conservación y difusión del patrimonio ar-
gías, de las plantas alimenticias, medicinales e industriales, entre otras importantes actividades. queológico de la región Lambayeque, sino también se crearán las condiciones para desarrollar un
Se quiere que los pobladores rurales de fuerte ancestro mochica en la zona de amortiguamiento turismo interno y receptivo, cuyo eje será la puesta en valor de determinados sitios arqueológicos
(área circundante al Bosque de Poma que sirve para amortiguar el impacto de la actividad hu- siendo relevados estos con su entorno de biodiversidad inmediato. Como paradigma, parte de los
mana, concibiendo solo actividades productivas y económicas compatibles con los fines y obje- resultados de poner en valor un monumento arqueológico es elevar las condiciones de vida de las
tivos de la conservación del Bosque de Poma), el cual coexiste con los componentes hispánico y comunidades adyacentes y residentes a los monumentos arqueológicos junto con otras actividades
370 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) 371

económicas complementarias. Ello conllevará a un plan estratégico para que estos objetivos se Treinta y cinco años desenterrando la cultura Sicán: objetivos, historia,
cumplan apostando por la filosofía y praxis de un turismo rural comunitario.
En general siempre se habla de que el turismo será la alternativa de desarrollo que el aproximaciones y logros del Proyecto Arqueológico Sicán
Perú necesita para salir adelante. A veces olvidamos que los arqueólogos son los primeros es-
pecialistas en dar a conocer información inédita a las agencias y guías de turismo, público en
general, agencias nacionales e internacionales de noticias, etcétera. Lo cierto es que muchas veces Izumi Shimada
nos enorgullecemos cuando aparece un hallazgo arqueológico —que ya es común en nuestro
país— y que acapara el interés no solo nacional, sino mundial y, por ende, un deseo de hacer
turismo en el Perú.
Hoy los descendientes de las comunidades rurales, cuyos padres o abuelos participaron
en el saqueo de las tumbas de élite de Poma hace pocas décadas, forman parte de los trabajos de Antecedentes arqueológicos y culturales
investigación arqueológica, puesta en valor de monumentos, capacitación en diversas actividades,
etcétera. En síntesis, rescatando, desarrollando y promocionando diversos aportes del marginali- En el otoño de 1970, durante mi último año en la Universidad de Cornell cuando estaba pre-
zado mundo mochica, que en buena cuenta involucra un sector representativo de las comunidades parándome para postular a varias universidades para continuar con mis estudios de posgrado,
indígenas andinas y costeñas dedicadas a la agricultura y pesca, así como otras actividades de la busqué la asesoría del profesor John V. Murra, reconocida autoridad en la etnohistoria inca y
costa norte del Perú, el Museo Nacional Sicán cumplirá con los siguientes mandatos: el desarrollo responsable de mi decisión de estudiar arqueología andina. Nuestra reunión fue inesperadamen-
de la autoconfianza, afirmación de los valores culturales propios y la elevación del nivel de vida te corta, ya que él fue muy claro y enfático en lo que debía hacer: «Para comprender mejor al
de sus habitantes a través de una serie de proyectos sostenibles, entre ellos la praxis del Turismo Imperio incaico y la amplia civilización andina, necesitamos mejorar nuestro conocimiento y
Rural Comunitario que conlleven en un futuro cercano a un desarrollo pleno de la región. comprensión de los desarrollos culturales preíncas en la costa norte». Por consiguiente, durante
los dos primeros años de mi educación en el posgrado en la Universidad de Arizona busqué
Bibliografía oportunidades de trabajo de campo en la costa norte, y resistí la tentación de unirme a los pro-
yectos de varios profesores en otros lugares.
Carcedo, Paloma e Izumi Shimada
La anhelada oportunidad llegó en 1973, cuando fui invitado por Kent C. Day para
1985 «Behind the Golden Mask: Sicán Gold Artifacts from Batán Grande, Peru». En Art of Pre-Columbian Gold: Jan Mitchell unirme a su nuevo Proyecto Lambayeque del Museo Real de Ontario (Royal Ontario Museum,
Collection, editado por Julie Jones, pp. 60 -75. Weidenfeld & Nicolson, Londres, Inglaterra. Toronto, Canadá) en la primera investigación sistemática de la capital urbana mochica [Moche]
Elera, Carlos y Izumi Shimada y centro ceremonial de Pampa Grande (hacia 600-750 d. C.). Ese año desarrollamos cuatro me-
2006 «The Sicán Museum: Guardian, Promoter, and Investigator of the Sicán Culture and the Muchik Identity». En Site Museums ses de prospección intensiva y mapeo del sitio, que está situado 50 kilómetros tierra adentro en
in Latin America, editado por Helaine Silverman, pp. 217-233. University of Florida Press, Gainesville, Florida.
el cuello del valle de Lambayeque, el valle más grande de la costa peruana. Unos diez meses de
Pedersen, Asbjorn excavación continua y mapeo en 1975 formaron las bases de mi tesis doctoral sobre las dinámicas
1976 «El ajuar funerario de la tumba de la Huaca menor de Batán Grande, Lambayeque, Perú. Actas del 41 Congreso Internacional
de Americanistas 2: 60-73. Ciudad de Mexico, México.
sociales y económicas del urbanismo mochica en Pampa Grande (Shimada 1976, 1994a).
Tanto Day como yo éramos conscientes de la singular ubicación que Pampa Grande
Shimada, Izumi
ocupaba en la civilización prehispánica; que representaba el único y más grande asentamiento
1995 Cultura Sicán: Dios, Riqueza y Poder en la Costa Norte del Peru. Edubanco Continental, Lima.
complejo de la fase final de la tradición cultural mochica de más de medio milenio de duración.
372 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) treinta y cinco años desenterrando a los sicán: proyecto arqueológico sicán (pas) | Izumi Shimada 373

Existió en una era transformativa en la que importantes cambios naturales y culturales de amplio Fue el historiador estadounidense Paul Kosok y su colega el arqueólogo Richard P.
y duradero impacto ocurrieron cercanos en el tiempo el uno al otro: una severa y prolongada Schaedel quienes comprendieron el completo significado arqueológico de esta región. Ellos con-
sequía (562-594 d. C.), seguida por un fenómeno de mega-Niño (al final del siglo VI), importante dujeron un estudio regional de los canales de irrigación prehispánicos y sitios asociados con el uso
reorganización o colapso de notables culturas regionales (incluidas la Mochica y la Nazca) y la intensivo de fotografías aéreas hacia finales de la década de 1940 e inicios de la década de 1950
expansión del primer imperio andino Huari [Huari] (Shimada 1994a; Shimada y otros 1991). y documentaron la impresionante capacidad y compleja organización de la región (p.e., Kosok
Mientras que nuestra investigación en Pampa Grande es considerada uno de los estudios más 1959, 1965; Schaedel 1951a, b). Lamentablemente ambos fallecieron antes de publicar gran parte
completos del urbanismo prehispánico hasta la fecha, esta se enfocó en un solo sitio y periodo de sus hallazgos.
de tiempo y no consideró contextos sociales e históricos regionales más amplios. Una pregunta Sus contemporáneos, el ingeniero Rafael Larco, el etnohistoriador Jorge Zevallos y el
clave exigía nuestra atención: ¿qué sucedió con la población y las tradiciones culturales que coa- historiador del arte Federico Kauffmann, reconocieron subsecuentemente la tradición cultural
lescieron en el centro urbano y ceremonial de corta duración de Pampa Grande después de su regional que ellos denominaron Lambayeque, distinta de la Chimú, cuyo centro se ubica en el va-
violenta y rápida caída alrededor del 700 d. C.? lle de Moche, al sur (por ejemplo, Kauffmann 1983, 1986, 1989, 1992; Larco 1948, 1962; Zevallos
Hacia el final del trabajo de mi tesis doctoral estaba claro para mí que (1) la región de 1964, 1971, 1989). Sus estudios, sin embargo, se basaron mayormente en análisis iconográficos
de objetos de cerámica y metal huaqueados y en la extrapolación de la leyenda registrada en la
Lambayeque no había recibido la atención arqueológica que tanto merece, y (2) muchos de los
Colonia del héroe cultural llamado Naylamp, quien arribó a Lambayeque con su séquito para
centros ‘urbanos’ andinos como Pampa Grande eran relativamente pequeños y de corta duración,
establecer una dinastía conocida como Lambayeque (Rubiños y Andrade 1936[1782]; Cabello
y se apoyaban a menudo en instituciones religiosas tradicionales como medio primario de inte-
1951[1586]). Zevallos y otros investigadores reconstruyeron la prehistoria tardía de Lambayeque
gración social, a diferencia del carácter urbano de otras civilizaciones antiguas en otras partes
asumiendo la veracidad histórica de la leyenda de Naylamp y los hechos y eventos que rodean
del mundo.
a sus descendientes. Mientras que hay acuerdos definitivos entre los lugares mencionados en la
Respecto al primer punto, en 1973, cuando llegué a esta región, además de Day y de
leyenda y sitios arqueológicos conocidos, la reconstrucción directa la sin adecuada evidencia
mi persona, no había ningún arqueólogo profesional nacional o extranjero realizando investi-
empírica hace que la leyenda permanezca esencialmente como una hipótesis a ser comprobada
gaciones allí. El Museo Arqueológico Regional Brüning y el Centro de Estudios Arqueológicos
(Shimada 1985, 1990).
de Lambayeque (CEAL, un centro arqueológico amateur) eran ampliamente conocidos entre el
En general, con poca investigación científica sostenida e información publicada sobre las
público en general, pero no estaban involucrados en el trabajo de campo científico. El pionero
culturas regionales, la región fue percibida como culturalmente marginal en comparación con el
etnólogo alemán (ingeniero mecánico de profesión), Hans Heinrich Brüning, recolectó artefactos valle más conocido y centro inferido del poder de la costa norte, el valle de Moche al sur, hasta
arqueológicos locales y documentó sitios arqueológicos locales por medio de fotografía en placas fines de la década de 1970; por ejemplo, Willey 1971).
de vidrio durante sus cincuenta años de residencia en la región Lambayeque (1875-1925; Brüning Aun así, Kosok (1959, 1965) justificadamente enfatizaba que el «complejo del valle de
1922; Raddatz 1990; Schaedel 1988). Desafortunadamente su «enfoque etnológico regional» a Lambayeque» contenía aproximadamente un tercio del total de la tierra cultivable y población
largo plazo no fue seguido por los notables arqueólogos de su tiempo, como Alfred L. Kroeber, estimada en toda la costa peruana. Este complejo consistió en cuatro valles contiguos: Motupe, La
Wendell C. Bennett y Julio C. Tello, quienes vinieron por un breve tour o trabajo de campo, Leche, Lambayeque y Zaña, que fueron unidos prehispánicamente vía cuatro importantes canales
pero no tuvieron un compromiso de largo plazo con la arqueología de Lambayeque. El recono- intervalles (Antiguo Jayanca [La Leche y Motupe; Racarumi [Chancay-Lambayeque y La Leche];
cimiento de asentamientos, la recolección de cerámica de superficie y el análisis cronológicos Antiguo Taymi [Chancay-Lambayeque y La Leche] y Collique [Chancay-Lambayeque y Zaña]).
concomitantes conducidos (hacia 1947) por James Ford, poco después de su participación en el Más aún, la región contaba con más de cincuenta montículos de más de 10 metros de alto —más
afamado Proyecto del valle de Virú, nunca fueron publicados. que ninguna otra región de Sudamérica prehispánica — y un fuerte argumento material para
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El Proyecto Arqueológico Sicán (PAS): fundación y objetivos

Desde mis visitas tempranas a Pómac en 1973 y 1975, ya era consciente de la docena de montículos
monumentales de adobe en el sitio de Sicán y su gran reputación como meca de los huaqueros, los
que tomaron como su blanco las tumbas de élite con oro y otros objetos suntuarios alrededor de
las bases de los montículos de Sicán y sitios cercanos al interior y cerca del santuario de Pómac
(Shimada 1981, 1985; figura 2).
Además, los pocos estudios tempranos realizados por otros investigadores revelaron que
Pómac tuvo ocupaciones de Mochica tardío, así como pos-Mochica —esta última asociada a la

fig. 1. Plano topográfico de la parte media del valle de La Leche y ubicaciones de los sitios principales en el área. Preparado por Izumi Shimada.

la impresionante capacidad productiva y demográfica, así como la presencia de organizaciones


que las aprovecharon efectivamente. Era más que evidente que la región merecía investigación
arqueológica sistemática y a largo plazo.
El reconocimiento del segundo punto, la importancia del centro religioso para la inte-
gración social y desarrollo cultural en los Andes, me convenció para dedicar mi carrera profe-
sional a la investigación a largo plazo y en múltiples fases para definir los rasgos básicos, roles y
manifestaciones de lo que es un centro religioso andino (Shimada 1991, 1994a). De esta manera
decidí comprometer el resto de mi carrera a dos centros que representan situaciones contras-
tantes a las de Pampa Grande. El primer caso escogido fue el del afamado centro religioso de
Pachacámac, justo al sur de la ciudad de Lima. El segundo fue el sitio de Sicán con una docena de
montículos de plataforma de adobe en lo que hoy es el Santuario Histórico Nacional del Bosque
de Pómac (Poma), en el valle medio de La Leche (figura 1) . fig. 2. Sitios principales en el Santuario Histórico Nacional del Bosque de Pómac (Poma). Preparada por Izumi Shimada.
376 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) treinta y cinco años desenterrando a los sicán: proyecto arqueológico sicán (pas) | Izumi Shimada 377

combinación de estilo de arte mochica y huari—. Combinando estas líneas de evidencia, deduje Pampa de Chaparrí justo al este del pueblo de Batán Grande y al extremo oeste del santuario de
que en algún momento después de la llegada de la influencia Huari 700-750 d. C., Pómac vio el Pómac), albergado en el interior del amplio complejo Lambayeque (figura 1) .
nacimiento de una nueva cultura caracterizada por una compleja jerarquía social, un arte dis- Para investigar propiamente la amplia gama de fenómenos culturales y naturales, estaba
tintivo, sofisticada metalurgia y una religión poderosa. Esta es la cultura que se denomina Sicán convencido de que necesitaba adoptar un enfoque interdisciplinario, uno en el que un equipo de
(Shimada 1985). especialistas trabajara cercanamente en muchas, sino en todas las fases de investigación tanto
Mi decisión de enfocarme en el valle medio de La Leche estaba basada también en la en el campo como fuera de él (Shimada 1981, 1995; 2011). Identifiqué que los comúnmente
presencia de dos de los citados cuatro canales intervalles, que trajeron agua desde la orilla norte implementados enfoques multidisciplinarios en los que especialistas eran traídos para analizar
del valle de Lambayeque hasta el valle medio de La Leche. El canal Racarumi se extendía hasta los materiales ya excavados, pierden la oportunidad del intercambio dinámico de ideas y datos
el pueblo moderno de Batán Grande, mientras que el Taymi proveía de agua al impresionante —sinergia creativa— que ocurre con la participación activa en todas las fases de la investigación.
sitio de Túcume (El Purgatorio; 7 kilómetros al oeste del sitio de Sicán), conocido por sus 22 Había experimentado ya la productividad del enfoque interdisciplinario en arqueología en mis
montículos monumentales de adobe agrupados apretadamente. anteriores investigaciones.
Las observaciones juntas mencionadas indicaban que el pequeño valle de La Leche fue Durante su existencia completa, el
la sede de una entidad política, lo suficientemente poderosa para movilizar recursos humanos y PAS ha estado comprometido con este enfo-
materiales para erigir docenas de montículos monumentales y traer agua a lo largo de una dis- que interdisciplinario y gran parte de la in-
tancia considerable desde el valle vecino más grande de Lambayeque, obligándolo a servir como formación presentada en esta publicación fue
su despensa principal (Schaedel 1951a). generada a través de investigación en colabo-
Para comprobar esta hipótesis, sin embargo, se necesitaría un conocimiento exhaustivo ración. Por ejemplo, la investigación en me-
y comprensión de la cultura Sicán y de su centro religioso en Sicán. Más aún, dado su limitado talurgia que se realiza durante treinta años
y sesgado conocimiento en aquel tiempo de la cultura Sicán que fue largamente derivado desde y ha juntado a una historiadora del arte, dos
estudios más tempranos de artefactos huaqueados de tumbas y de la aprobación acrítica de la químicos, un geólogo, una orfebre, un histo-
leyenda de Naylamp, era esencial que, a través de la investigación científica sostenida, ganemos una riador, un ingeniero de minas, un minerólo-
visión holística de la cultura Sicán; esto es, en su total y apropiado contexto cultural y natural. go y varios conservadores de metales y me-
fig. 3. Aniko Bezur, ingeniera química húngara y especialista de análisis y conser-
Por eso nuestra primera tarea de investigación fue definir la cronología y contexto ambiental, así vación de artefactos metálicos, utilizando un aparato portátil para el análisis de
talurgistas (por ejemplo, Carcedo y Shimada
como los procesos de desarrollo, organización interna y logros materiales de la cultura Sicán. espectroscopia de fluorescencia de rayos X para identificar la composición química 1985; Gordus y otros 1996; Merkel y otros
de los pigmentos y otros objetos asociados con entierro 12, trinchera 3 en el
cementerio oeste de la Huaca Loro (temporada del 2006). Foto por Izumi Shimada.
1994; Shimada y otros 1982, 2000, 2007). La
El Proyecto Arqueológico Sicán (PAS): filosofía, enfoque, personal y logros mayoría de ellos participaron activamente
en la formulación del plan de investigación,
En 1978, cuando inicié el Proyecto Arqueológico Batán Grande-La Leche (rebautizado como muestreo del mineral y otros restos metalúrgicos, excavaciones, además de los análisis posteriores
Proyecto Arqueológico Sicán en 1983), proyecté un estudio regional sostenido de una duración de al trabajo de campo y publicación de los resultados. Especialistas de Inglaterra, Hungría y Estados
15 años. El enfoque regional implicaba el muestreo de múltiples sitios en diferentes ubicaciones Unidos fueron conducidos hasta Lima para la conservación y el análisis de los objetos de metal
(por ejemplo, capital versus periferia), carácter (por ejemplo, residencial, industrial y ceremonial) (figuras 3 y 4) .
Este acuerdo no solo fue eficiente en términos de costo, tiempo y recursos humanos,
y tamaño. El área abarcada en este estudio en realidad consistía de dos áreas: la pequeña área sino que también permitió a los especialistas trabajar lado a lado con los conservadores y estu-
nuclear en el valle medio de La Leche (aproximadamente el área entre el extremo norte de la diantes peruanos, para así lograr un entrenamiento e intercambio de experiencias in situ.
378 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) treinta y cinco años desenterrando a los sicán: proyecto arqueológico sicán (pas) | Izumi Shimada 379

Al mismo tiempo, es mucho más fácil hablar que ha- en pastelería y ahora nuestra cocinera principal.
cer una investigación interdisciplinaria, ya que existen varios Considero que la buena y nutritiva comida es la
retos para convocar a un equipo productivo y cohesivo. Por base de un trabajo de campo sostenido y pro-
ejemplo, muchos candidatos a colaboradores no tienen el áni- ductivo. Como el dicho reza, la buena comida
mo suficiente para involucrarse en el físicamente demandante alimenta el cuerpo y el alma.
trabajo de campo, o resistir condiciones de vivienda austeras. Los primeros trabajadores locales que
Algunos están condicionados por obligaciones de enseñanza en contraté, Miguel Nole y Martín Velásquez,
sus universidades o por otras obligaciones, lo que hace que su destacan por ser muy confiables y trabajado-
participación en el trabajo de campo no sea factible. Nosotros res (figuras 7 y 8) . Sabiendo la importancia de las
hemos sido capaces de ubicar, atraer y persuadir a especialistas relaciones de parentesco entre la gente local,
altamente calificados para que se unan a nuestro trabajo de les pedí sus recomendaciones para armar mi fig. 6. Señora Alejandrina Mori (izquierda), su hermana, Ramona (centro), e
hija Rosa (derecha). Foto por Izumi Shimada.
campo. La edad, el sexo y la nacionalidad fueron considerados equipo de trabajadores. Así, llegué a contactar
irrelevantes; lo que importaba era su experiencia e interés en a Héctor y Armando. Yo brindé una instrucción
la investigación. La doctora Ursel Wagner ejemplifica el perfil básica inicial en técnicas de campo, y Miguel y Martín tuvieron la responsabilidad de supervisar
de nuestros especialistas colaboradores (figura 5) . Desde 1989 ha la buena conducta de sus recomendados. Durante el tiempo, más de treinta trabajadores han sido
viajado en numerosas oportunidades desde su laboratorio en contratados bajo estos lazos de parentesco. Cerca de una docena de ellos ha trabajado conmigo
la renombrada Universidad Técnica de Múnich, en Alemania, durante treinta años y ahora sus hijos son los nuevos miembros de nuestro equipo.
fig. 4. Judy Jungel, conservadora estadounidense de
artefactos de metal, revisando y limpiando un tumi de para unirse a nuestro equipo en el Perú, presenciando y selec- Yo planeé que el PAS duraría 15 años teniendo tres etapas sucesivas, pasando desde el
cobre arsenical asociado con el entierro 7 (ver figura cionando personalmente las muestras conmigo para los análisis establecimiento de los parámetros básicos espacio-temporales de la ocupación sicán (así como
16), trinchera 2 en el cementerio oeste de la Huaca
Loro (temporada del 2007). Foto por Izumi Shimada. posteriores en pre-Sicán y pos-Sicán), seguida de la clarificación de su economía y tecnología, y finalmente la
su laborato- tarea más desafiante: la reconstrucción de su organización social y religiosa.
rio. Hemos publicado conjuntamente resultados En realidad muchas de las actividades de investigación planificadas en las dos prime-
numerosas veces tanto en las especialidades de ras etapas se efectuaron durante las primeras seis temporadas (1979-1984). Tuvimos éxito en
arqueología como química en el Perú, Estados elucidar el paleoambiente, recursos naturales, cronología y patrón de asentamientos del área
Unidos y en otras partes (por ejemplo, Shimada nuclear y, en menor medida, de la región. La geología e hidrología regional, canales de irrigación
y otros 2007; Shimada y Wagner 2007; Wagner antiguos y asociados campos de cultivo y recursos minerales fueron identificados y definidos a
y otros 1998). través del análisis de fotos e imágenes satelitales combinadas con prospecciones intensivas (por
La primera persona que seleccioné para ejemplo, Shimada 1981; Shimada y Shimada 1985). Procesos como los eventos de El Niño pasa-
el proyecto fue la señora Alejandrina Mori, quien dos y movimiento de ríos y arena fueron documentados y brindaron una importante base para
sirvió como nuestra cocinera durante casi tres comprender patrones de asentamiento regional y manejo de tierra. Por ejemplo, el trabajo en
décadas (figura 6) . Ella fue la cocinera principal fig. 5. Ursel Wagner revisa las temperaturas registradas por pares térmicos colaboración del geólogo Alan K. Craig reveló que la aparente ausencia de la agricultura de cul-
puestos en la reproducción del horno de Sicán Medio utilizado en nuestro
de la hacienda de Juan Aurich y fue hábilmente tivo durante el periodo Sicán en Poma se debió a una situación hidrológica peculiar y una serie
experimento de cocción de cerámica en la Huaca Sialupe. Foto por Izumi
asistida por su hija Rosa, excelente especialista Shimada. de gruesos depósitos aluviales que podrían haber hecho la irrigación muy difícil (por ejemplo,
380 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) treinta y cinco años desenterrando a los sicán: proyecto arqueológico sicán (pas) | Izumi Shimada 381

Craig y Shimada 1986). Esta fue una razón im- Estos hallazgos provenientes de contextos seguros bien datados nos ayudaron a mostrar que con-
portante por la que Pómac fue el asentamiento trariamente a la largamente aceptada presunción, las llamas y posiblemente alpacas domesticadas
de numerosos cementerios prehispánicos y una fueron criadas y cuidadas en rebaños en la región Lambayeque (Shimada y Shimada 1985, 1987).
concentración extraordinaria de construcciones Tanto las élites como el pueblo de Sicán disfrutaron por igual de una dieta que incluía carne de es-
monumentales de adobe. tos animales, diversos pescados y mariscos del océano Pacífico y una gran producción agrícola.
Una parte no planificada de nuestra in- Además del establecimiento de una cronología regional, el logro más importante de
vestigación que llegó a ser un gran logro del pro- las primeras dos etapas del PAS fue revelar la tecnología y organización de la producción de
yecto fue la excavación (1979, 1982, 1983) de un cobre arsenical de Sicán. La tecnología de fundición que hasta entonces había sido hipotética y
pequeño montículo circular (hacia 50 metros de controversial fue definida mediante nuestras excavaciones de talleres de fundición y facilidades
diámetro y 5 metros de alto) denominado Huaca relacionadas en cerro Huaringa (cerro de los Cementerios), cerro Sajino y HPBG, junto con la
El Pueblo de Batán Grande (HPBG), situada en prospección de minas asociadas cercanas, análisis de metal recuperado, escoria y muestras de mi-
la esquina de la plaza principal del pueblo mo- neral, así como experimentos de fundición utilizando reproducciones a escala natural de hornos
derno de Batán Grande. El arqueólogo Walter bien preservados de seiscientos años de antigüedad (Merkel y otros 1994; Shimada y otros 1982;
Alva, en ese entonces nuevo director del Museo Shimada y Merkel 1991).
Arqueológico Regional Brüning en la ciudad de Muchos de nuestros trabajadores se ofrecieron como voluntarios para asistir en estos
Lambayeque, me consultó si este montículo era experimentos, brindando la fuerza pulmonar para mantener las temperaturas de los hornos
un sitio arqueológico. La gente del pueblo le ha- sobre los 1,000 °C durante dos horas con-
bía pedido que autorice construir la ya planeada tinuas, tarea físicamente desafiante (figura
iglesia sobre el montículo. Nuestras excavaciones 9) . Los experimentos claramente ayudaron
revelaron una estratigrafía «como sacada de li- a instalar en nosotros un profundo aprecio
fig. 7. El primer grupo de trabajadores, que ya tiene tres décadas de historia bro de texto» de cinco metros, con más de 32 y respeto hacia el esfuerzo involucrado en el
con el PAS, e Izumi Shimada (centro de la fila posterior). Miguel Nole está
pisos superpuestos, que se expandían a lo lar- trabajo de fundición. También fue reconfor-
parado al lado derecho de Shimada. Martín Velásquez se encuentra en la fila
anterior, el segundo de la margen izquierda. Foto por Gabriela Cervantes. go de hacia 1.500 años (desde 500 d. C. hasta el tante ver a la población local ser testigo de
fig. 8. Los miembros del PAS e Izumi Shimada (temporada 2008). De la mar- presente) de ocupación humana casi continua. nuestro trabajo y de darse cuenta de que el
gen derecha, Juan Carlos Santoyo (asistente de Shimada), César Samillán Los fechados radiocarbónicos y arqueomagnéti- nombre del pueblo de Batán Grande derivaba
(ilustrador científico), Izumi Shimada, Carlos G. Elera (codirector del PAS y
director del Museo Nacional Sicán), Rosa Pastor (cocinera del PAS) y Gabriela cos obtenidos para muchos pisos y fogones, y la de su tecnología de fundición prehispánica;
Cervantes (coordinadora del trabajo de campo del PAS). abundante cerámica diagnóstica asociada, nos es decir, de los batanes grandes utilizados
permitieron establecer la primera cronología ex- fig. 9. Molde de botella con dos picos y asa-puente y fragmentos de vasijas no para moler el mineral y la escoria.
haustiva cubriendo la duración completa de la cultura Sicán (Cleland y Shimada 1992, 1994; ver cocidas encontrados en el taller de cerámica en la Huaca Sialupe. Foto por Izumi Al reconocer el potencial único
Shimada.
pp. 183-201 en Shimada 1995). Hasta el presente, esta sirve de referencia cronológica para toda la para la investigación que representaban los
región Lambayeque. talleres bien preservados, minas asociadas y asentamientos residenciales, nos comprometimos
Esta excavación también ofreció no solo restos de comida y entierros del periodo Sicán, desde 1979 a maximizar este potencial para obtener una comprensión holística de la metalurgia de
sino que también expuso talleres de fundición de cobre arsenical bien preservados de Sicán Medio. Sicán (por ejemplo, Shimada 1994b; Shimada y Craig en prensa; Shimada y otros 2007); es decir,
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una definición y explicación de la organización y tecnología del proceso metalúrgico completo y función ceremonial de estas estructuras, la
una comprensión de las convenciones e instituciones sociales, sistema de valor, distribución de fecha de su construcción en periodo Sicán
mecanismos y funciones de los productos. Estamos cerca de alcanzar esta comprensión mediante Medio (900-1100 d.C.) y que todas fueron
la combinación de excavación de talleres, una amplia gama de análisis químicos y físicos de los edificadas empleando un eficiente método
desechos de producción y experimentos para probar nuestras reconstrucciones sobre la tecnología de cajas de adobe construidas contiguamen-
con la participación de estos especialistas. Hasta hoy continuamos refinando y ampliando nuestro te, llenadas con relleno suelto (por ejemplo,
conocimiento y comprensión de la tecnología y sus aspectos simbólicos y sociales. Cavallaro y Shimada 1988; Shimada 1990;
La misma combinación de métodos nos permitió alcanzar una comprensión holísti- Shimada y Cavallaro 1986). Además encon-
ca de la bien conocida cerámica negra de Sicán, al excavar un taller cerámico-metalúrgico en tramos que todos estos montículos y las es-
Huaca Sialupe, unos 22 kilómetrosal suroeste de la capital de Sicán en 1999 y 2001 (por ejemplo, tructuras que los rodean fueron quemados
Shimada y Wagner 2007). Descubrimos cientos de moldes completos y fragmentados para la for- sistemáticamente poco antes de una gran
mación de vasijas y figurinas, los modelos para confeccionar estos moldes, así como bloques de fig. 11. Botellas negras (imitaciones) del estilo Sicán Medio que resultaron de nues- inundación alrededor de 1050-1100 d. C.
tro experimento (año 2000) de cocción. El horno fue reconstruido a partir de los
arcilla preparada y mezclada, vasijas confeccionadas pero sin quemar y un conjunto de hornos (por ejemplo, Craig y Shimada 1986) que,
hornos de cerámica de Sicán Medio excavados en el taller, en la Huaca Sialupe. Foto
bien preservados para la cocción de vasijas (figura 9) . La información de análisis técnicos a cargo por Izumi Shimada. en cambio, fue inmediatamente seguida por
de Ursel Wagner de muestras de los materiales excavados, junto con evidencia arqueológica, for- el abandono de la capital. En contraste, los
maron las bases para reconstruir las técnicas de cocción de la cerámica negra (Shimada y Wagner extensos asentamientos residenciales que rodeaban a la capital a unos 2 a 5 kilómetrosde dis-
2001). La validez de esta reconstrucción fue puesta a prueba en un experimento utilizando una tancia no habían sido quemados.
imitación a escala natural de los hornos excavados y reproducciones de Hacia fines de la década de 1980 y con un buen conocimiento sobre los antecedentes de la
vasijas (figuras 10 y 11) , los cuales fueron preparados por el experimentado cultura Sicán, y con la colaboración de especialistas, estudiantes y trabajadores locales experimen-
ceramista peruano José Sosa, quien utilizó arcillas locales identifica- tados y altamente capacitados, sentí que estábamos listos para embarcarnos en la reconstrucción
das como similares a las utilizadas hace 1,000 años por los ceramistas de la organización social y religiosa de Sicán Medio, la tercera y última etapa de esta agenda de
de Sicán Medio. Previamente al experimento, el paleobotánico David investigación a largo plazo. Durante muchos años he sentido que numerosos arqueólogos han sido
Goldstein identificó no solo las especies específicas de leña utilizada por tentados por la posibilidad de excavar tumbas con objetos suntuarios, sin primero convocar a un
ceramistas de Sicán para la cocción de cerámica, sino también cómo equipo de especialistas, y más importante, sin primero adquirir un conocimiento contextual para
fueron recuperadas (ver el capítulo de Goldstein; Goldstein y Shimada comprender apropiadamente las numerosas facetas y matices de las tumbas excavadas.
2007). Hoy José Sosa produce imitaciones de vasijas de cerámica sicán Nuestro enfoque se realizó mediante un exhaustivo análisis interdisciplinario de con-
con el característico color negro brillante obtenido por la cocción en textos funerarios, ofrendas asociadas y prácticas rituales, complementadas por el análisis de re-
atmósfera reducida, a diferencia de las otras que son simplemente pin- presentaciones artísticas (por ejemplo, Shimada 1995; Shimada y otros 2004). El tratamiento
tadas de negro. funerario, incluidas la cantidad y calidad de las construcciones funerarias y ofrendas, puede ser
En preparación para la tercera fase del PAS en 1985, nues- engañoso para reconstruir la posición social y roles ejercidos por el fallecido en vida. Por ejem-
tras investigaciones giraron hacia el sitio de Sicán y su arquitectura f ig . 10. El conocido ceramista de plo, los sentimientos hacia el fallecido y los recursos ejercidos por los miembros sobrevivientes
Chulucanas, José Sosa, maneja el horno de la familia y el resto de la comunidad pueden afectar el tratamiento funerario y llevarnos a
monumental. Las excavaciones de 1985 y 1986 en la cima y alrededor
de cocción experimental. Foto por Izumi
de la base de los principales montículos nos posibilitaron definir la Shimada. conclusiones erróneas.
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Nuestros estudios precedentes sobre las representaciones artísticas, arquitectura y otros templos montículos más grandes en el sitio de Sicán: la Huaca Loro (alias Huaca Oro) y la Huaca
aspectos visibles de la cultura Sicán (figura 12) sugieren fuertemente que la sociedad de Sicán Medio Lercanlech (alias Huaca Rodillona) para ser excavadas de manera científica.
fue organizada jerárquicamente y que las diferencias en el estatus social fueron expresadas en Estas excavaciones capturaron el interés de la Tokyo Broadcasting System (TBS) en 1989.
maneras y formas reconocibles, como las telas y los ornamentos personales. Por añadidura sentí El acuerdo, al que llegamos subsecuentemente para el apoyo a largo plazo de nuestras investiga-
que los aspectos materiales observables del tratamiento funerario se podían utilizar como aproxi- ciones, estipulaba nuestra libertad para alcanzar nuestra agenda científica propia con métodos
mación de la importancia social ejercida por el fallecido. apropiados y personal de nuestra elección, a cambio de los derechos exclusivos de documentación
Análisis científicos de los esqueletos brindaron pertinentes líneas de evidencia adiciona- y difusión de nuestras actividades y resultados. Tal contrato aseguraba la integridad y la calidad
les para nuestro estudio. Por ejemplo, el estatus de salud y dieta durante la vida y las relaciones de nuestras investigaciones.
de parentesco entre los fallecidos fueron determinados mediante numerosos análisis en huesos Otros dos factores claves que llevaron al inicio de nuestras excavaciones de contextos
y dientes (ver los capítulos de Knudson, Muno y Shinoda). En otras palabras, maximizando la funerarios en 1990 fueron la disminución del nivel de la napa freática y el claro y fuerte apoyo
información de los restos físicos encontrados en los contextos funerarios y contextos circundan- de la comunidad local hacia las excavaciones planeadas. Con el nivel de la napa freática bajando
tes por intermedio de la aplicación de una multitud de análisis complementarios fue la clave de a más de 15 metros bajo la superficie moderna, pudimos excavar seguramente las profundas
nuestro estudio. Por consiguiente, si excavábamos un adecuado número de contextos funerarios tumbas de élite que a menudo alcanzaron 12 metros o más de profundidad. Además, tras años
que representaban los diferentes segmentos sociales y sus contextos más amplios, podíamos infe- de esfuerzo para explicar de qué se trataba la arqueología (en oposición a la huaquería) y lo que
rir la jerarquía social y las creencias y rituales relacionados a los podemos aprender a través de la excavación científica (por medio de numerosas charlas públicas),
muertos de Sicán Medio. los residentes locales estuvieron ansiosos de ver las tumbas sicán de élite propiamente excavadas
Nuestro enfoque para comprender la religión de Sicán se y documentadas por primera vez.
basó mayormente en el análisis de las imágenes (por ejemplo, se- Siguiendo el trabajo de campo de seis meses en 1990, que se enfocó en las excavaciones
res supernaturales), ofrendas y otras líneas de evidencia de activi- de tumbas de pobladores comunes en las huacas El Corte y Las Ventanas, procedimos a excavar
dades rituales halladas en las tumbas y los cementerios, así como (1991-1996) lo que inferí serían tumbas de élite. Estas son tumbas que ubiqué en 1978 y que ha-
templos asociados. Reconocemos que las ofrendas e imágenes in- bían sido huaqueadas parcialmente (conocidas como la tumba sur de la Huaca Las Ventanas y
formativas y otras representaciones artísticas no fueron restrin- la tumba oeste de la Huaca Loro) o parcialmente expuestas por los huaqueros (tumba este de la
gidas a asentamientos convencionales funerarios. Por ejemplo, el Huaca Loro). En todos estos casos ya había registrado sus ubicaciones anteriormente, pero decidí
duelo o la celebración de los muertos puede ocurrir en la tumba esperar el momento apropiado para excavarlas de la mejor manera posible, como se ha explicado
o en la casa mucho después del funeral. Entonces necesitamos anteriormente. Durante la subsiguiente memorable temporada de nueve meses de duración (de
ser vigilantes sobre las líneas pertinentes de investigación aun en junio de 1991 a marzo de 1992), excavamos primero una gran tumba de élite de Sicán Medio,
asentamientos mundanos. que tenía la forma de una pirámide invertida (14 metros de lado en la boca) que alcanzó hacia 12
El ya mencionado huaqueo intensivo a gran escala (des- metros de profundidad ubicada en arena pura bien consolidada (figura 13) . La filtración de la napa
de inicios de 1930 hasta 1968) tuvo fuertes pérdidas para las tum- freática había prevenido que los huaqueros destruyeran por completo la tumba y que pudiéramos
bas en el sitio de Sicán y otros lugares cercanos. Años de análisis salvar la mitad sur, incluidas impresionantes imágenes de la deidad sicán y las criaturas míticas
fig. 12. Botella negra de Sicán Medio con la repre- de numerosas tumbas huaqueadas y su patrón de distribución, que lo acompañaban pintadas en telas de algodón recubiertas con fina arcilla pegadas en lámi-
sentación del Señor de Sicán sentado en su litera.
sin embargo, nos brindaron la confianza de que podíamos en- nas muy delgadas de tumbaga (aleación de bajo quilataje de cobre-plata-oro; ver el capítulo de
Colección del Museo Nacional de Antropología,
Arqueología e Historia, Lima. Foto por Izumi Shimada. contrar aún tumbas intactas, incluidas aquellas de élite en los dos Shimada y Samillán; Shimada 1995). Gran parte del interior de la tumba había sido forrado con
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estas telas. Esta fue la primera vez que se documentaban tumbas de Sicán Medio de tal magnitud y Lima y Japón (1994-1996), volvimos al campo
elaboración, así como la documentación de imágenes sagradas de la religión de Sicán pintadas con en 1994 para conducir la primera prospección
detalle. Esta tumba también nos mostró los riesgos de la excavación de una tumba de arena pura con Radar de Penetración Terrestre (GPR) y ex-
a esa profundidad. Durante la temporada de excavaciones de seis meses, tuvimos que mantener cavaciones de prueba asociadas al área circun-
vigilancia constante para evitar el colapso de la arena mientras se secaba y se volvía inestable. dante al templo-montículo de la Huaca Loro,
Fue la excavación subsiguiente (de octubre de 1991 a marzo de 1992) de la tumba este en colaboración con Hirokatsu Watanabe (figura
de la Huaca Loro la que recibió gran atención del público debido a sus numerosos objetos de 14) . Prospecciones de radar adicionales fueron
oro, incluida una máscara de oro magistralmente realizada y tocados asociados. No discuti- conducidas en 1997 y 2001 en las huacas Loro
ré sus contenidos ni significado aquí, ya que y Lercanlech (hacia 110 × 110 metros y 35 me-
son discutidos en otras partes (ver capítulos tros de alto) al norte. Estas sugerían numerosas
de Shimada y Muno; Shimada 1995; Shimada fig. 14. Prospección en la Huaca Loro con Radar de Penetración Terrestre tumbas de cámara dispuestas ordenadamente
(1997). Foto por Izumi Shimada.
y otros 2004). Es suficiente mencionar que la en ambas áreas.
tumba ilustra ampliamente el poder y la riqueza En 1995-1996 excavamos la tumba
ostentados por un miembro de los líderes de oeste, que fue situada simétricamente opuesta a la tumba este a lo largo de un axis central de la
Sicán Medio. Huaca Loro, que va de norte a sur (ver capítulos de Shimada y Muno; Shimada 1995; Shimada y
Mientras la tumba contiene mucha im- otros 2004). Esta excavación fue emprendida para comprobar dos hipótesis interrelacionadas: 1)
portancia científica, tuvo un impacto aún más las tumbas alrededor y debajo de la base de la Huaca Loro constituyen un cementerio planificado
grande en la comunidad local. La gran máscara de miembros que pertenecen a un linaje de Sicán Medio organizado alrededor del axis central
de oro que cubría el rostro del personaje princi- de la huaca, y 2) que los agrupamientos de tumbas al este y oeste reflejaban su distribución asi-
pal de la tumba era artística como técnicamente métrica del poder y recursos.
espléndida, además de ser la primera máscara de La excavación de la tumba oeste no atrajo mucha atención pública, ya que brindó pocos
oro de Sicán excavada científicamente. Los go- objetos de oro; sin embargo, proporcionó rica información para la organización social de Sicán
biernos locales y regionales la adoptaron como Medio que ha sido descrita en otras partes (ver capítulos de Shimada, Shinoda y Muno; por
su símbolo, sin mencionar tiendas locales, es- ejemplo, Shimada y otros 2004). Bastará resaltar aquí que una amplia gama de análisis (particu-
cuelas ni su uso por otros grupos e individuos. larmente de ADN antiguo y rasgos dentales heredados) de individuos enterrados en esta y en la
En general la excavación de la tumba este ilus- tumba este apoya la hipótesis de la existencia de un cementerio de élite planificado y que la socie-
tra dramáticamente el poder de la imagen, así dad de Sicán Medio era de composición multiétnica. Mientras que la gente étnicamente no-Sicán
como el impacto potencial de la arqueología en (por ejemplo, Mochica) coexistía con la de Sicán, los análisis esqueléticos sugieren que la calidad
el público en general. de sus vidas no fue tan buena como la que disfrutaba la de Sicán (ver capítulo de Klaus).
Después de tres años de dedicarnos Fue de mi interés adquirir más información para poner a prueba de manera apropiada
a ordenar, analizar y conservar (1992-1994) las hipótesis anteriores, lo que me trajo de vuelta a la Huaca Loro en el 2006 y el 2008 para ex-
los materiales excavados de la tumba este y de cavar entierros intactos adicionales, nuevamente con el apoyo de TBS. Mientras que el sitio de
fig. 13. Excavación de la tumba sur en el sector sur de la Huaca Las Ventanas,
1991. Foto por Izumi Shimada. preparar las primeras exhibiciones de Sicán en Sicán tiene otras áreas que merecen nuestra atención, por ejemplo, la Huaca Lercanlech (alias
388 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) treinta y cinco años desenterrando a los sicán: proyecto arqueológico sicán (pas) | Izumi Shimada 389

estaba acompañado por una copa dorada y


dos cuchillos tipo tumi decorados grandes
(figura 16; también ver figura 4) .
Aunque estos tu-
mis fueron elaborados a partir de láminas
de cobre arsenical, contenían imágenes de la
deidad sicán, y conllevaba la posibilidad de
que este individuo haya estado involucrado
en sacrificios humanos.
Otro logro notable de esa tempo-
rada fue la documentación de dos grupos de
entierros que datan de diferentes momentos
en el periodo Sicán Medio, cada uno de los fig. 16. Entierro 7 de trinchera 2 en el cementerio oeste de la Huaca Loro asociado
con dos tumis decorados (temporada 2006). Foto por Izumi Shimada.
cuales rodeaba una tumba más grande e im-
portante, lo que sugería que la ubicación de los entierros estaba determinada por la relación social
o biológica con algún individuo notable sin importar las diferencias generacionales. De hecho,
también descubrimos ofrendas superpuestas (conjuntos de quemas y vasijas intencionalmente
enterradas) sobre las tumbas principales, que indica que la veneración de los muertos persistió por
un periodo de más de quinientos años (ver capítulo de Matsumoto). Otros resultados importantes
se presentan en otra parte (ver capítulos de Shimada y Muno).
Nuevamente guiados por la información precedente de la prospección de radar, durante
fig. 15. Distribución espacial de los entierros excavados en el cementerio oeste de la Huaca Loro durante la temporada 2006 (Trench=Trinchera;
Tomb =Tumba; B = Entierro; Niches= Nichos; Male = Hombre; Female = Mujer; fosas en color azul claro corresponden al periodo Sicán Medio tem- la subsecuente temporada de campo del 2008, excavamos tres tumbas de cámara cerca de la es-
prano, fosas en color azul al periodo Sicán Medio medio y en color azul oscuro al periodo Sicán Medio tardío. Dibujo por Izumi Shimada. quina nordeste de la Huaca Loro. Dos de las tumbas estuvieron parcialmente huaqueadas, pero la
tercera estuvo intacta. Al igual que con la excavación del 2006, estas tumbas en conjunto repre-
Rodillona) y las tumbas de cámara intactas alrededor de su base, mi filosofía era que sería me- sentan casi toda la duración del periodo Sicán Medio y presentan una gran variedad de formas,
jor enfocar nuestra comprensión del significado religioso y social en Huaca Loro que tener una contenidos y organización. La última contenía un individuo adulto sentado flexionado, ataviado
comprensión superficial de múltiples lugares. con un elaborado pectoral de cuentas, una máscara dorada, un elaborado tocado dorado y un par
La temporada de campo del 2006 se enfocó en una excavación a gran escala de un ce-
de guantes dorados (figuras 17 y 18) . El cuerpo había sido colocado cuidadosamente en el centro de
menterio intacto de Sicán Medio en la base oeste del montículo de Huaca Loro, que había sido
un gran nicho en el extremo sur de una cámara funeraria rectangular. Una vasija de cerámica
identificado mediante una prospección por radar conducida por Watanabe en 1997. La excavación
inusual sostenida en la mano derecha puede indicar que el individuo era un miembro de élite de
que cubría un área de 15 metros (E-O) × 31(N-S) mostró dos elaborados conjuntos de ofrendas
un grupo no-Sicán (es decir, Tallán del valle de Piura).
y 21 tumbas de diferentes tamaños y formas que contenían esqueletos de al menos 27 individuos
Adicionalmente, para obtener una comprensión de la historia constructiva del montículo
de uno y otro sexo y diversas edades (figura 15) . Un entierro de interés contenía un hombre adulto templo, excavamos un pozo de prueba de 8 metros al centro de la cima del montículo, así como
ataviado con una corona de aleación de cobre-plata. Su esqueleto en posición sentada flexionada dos trincheras en la cima de la plataforma norte. El primero mostró que el centro del montículo
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estaba rellenado con suelo arenoso y que la


cima del montículo fue remodelado al me-
nos en tres ocasiones durante Sicán Medio.
El último mostró tres juegos de fosas super-
puestos para los pilares que soportaron los
techos, lo que muestra similitud en las tres
fases de construcción. Otra excavación cerca
de la esquina suroeste de la Gran Plaza ex-
hibió evidencia de preparación y consumo
de comida que se piensa acompañó funerales
ocasionales o ritos de veneración a los ances-
tros (ver capítulo de Matsumoto).

Conclusión

Mientras que aún nos falta mucho por co-


nocer, después de más de treinta años de in-
vestigación casi continua, siento que hemos
obtenido una comprensión razonable de la
cronología, del ambiente y de la tecnología
de Sicán. El desconocimiento generalizado
acerca de la cultura que creó las cautivantes
máscaras de oro y tumis se ha reducido me-
recidamente, dado su distintivo carácter, so-
fig. 17. Vista panorámica de la tumba de la plaza en el área de excavación 6, Huaca fisticación, innovación y extensa área (desde
Loro, 2008. Foto por Izumi Shimada.
la costa sur-central hasta la costa extremo
norte del Perú) que controló o influenció.
Al mismo tiempo hemos enfocado nuestras investigaciones casi exclusivamente en el
periodo Sicán Medio, y dejamos los periodos Sicán Temprano y Sicán Tardío mayormente sin
estudio. Más aún, si la variabilidad documentada en los tratamientos funerarios es alguna indica-
ción, entonces recién empezamos a comprender la complejidad de la sociedad e ideología de Sicán.
fig. 18. Dibujo que muestra los detalles del gran tocado del personaje principal colocado dentro del nicho (extremo sur de la tumba) en la tumba de la plaza. El
Brindar mayor énfasis a este fenómeno cultural es un proceso largo que requiere un enfoque en personaje llevaba un pectoral de cuentas de piedras semipreciosas. Fue acompañado por dos individuos sacrificados, un vaso y un tumi, entre otros objetos.
conjunto que integre una multitud de especialistas cercanamente integrados. La cultura Sicán me Dibujo por César Samillán.
392 Quinta parte: el Museo Nacional Sicán y el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS) treinta y cinco años desenterrando a los sicán: proyecto arqueológico sicán (pas) | Izumi Shimada 393

ha presentado numerosos desafíos y alegrías, y aún continúa alentándome para continuar investi- Kosok, Paul
gándola. Por último, invito a todos los lectores a visitar la página web del Proyecto Arqueológico 1959 «El valle de Lambayeque». Actas y Trabajos del II Congreso Nacional de Historia del Perú: Época Pre-Hispánica 1: 69-76.
Lima.
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Arizona.

Shimada, Melody e Izumi Shimada


Nuestros autores

Aniko Bezur
(Hungría-residente en Estados Unidos)
Bachiller y magíster en Química por la Universidad de Brandeis. Obtuvo su doctorado
en Ciencias de los Materiales e Ingeniería y una mención en Estudios Latinoamericanos
en la Universidad de Arizona, con un estudio acerca de la variabilidad tecnológica y
socioeconómica de la tecnología de Sicán Medio del cobre. Actualmente es directora de
Investigación Científica en Conservación en el Instituto para la Preservación de Herencia
Cultural de la Universidad de Yale, en New Haven. Es miembro del PAS desde 1997.

Paloma Carcedo
(España)
Doctora en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid, con un estudio
sobre la orfebrería y oro de Sicán. Ha ejercido como profesora especialista en metales en
la Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue encargada de la museografía y de montaje
del Museo Nacional Sicán, ha publicado libros y artículos especializados sobre los metales
precolombinos del Perú. Fue miembro del PAS de 1981 a 1993.

Gabriela Cervantes
(Perú)
Bachiller y licenciada por la Pontificia Universidad Católica del Perú con una tesis so-
bre la reconstrucción del proceso funerario y estudio de las vasijas en miniatura de
Huaca Loro, valle de La Leche. Actualmente es estudiante doctoral en la Universidad de
Pittsburgh. Es miembro del PAS desde 2006.

Carlos Elera Arévalo


(Perú)
Bachiller y licenciado por la Pontificia Universidad Católica del Perú y doctorado en
Antropología por la Universidad de Calgary con un estudio sobre Puémape y la cultura
Cupisnique y el Periodo Formativo. Actualmente es director del Museo Nacional Sicán y Kelly Knudson
presidente del Comité de Gestión del Santuario Histórico Bosque de Pómac y Refugio de (Estados Unidos)
Vida Silvestre de Laquipampa. Tiene a su cargo el Proyecto de Investigaciones Arqueológicas Bachiller por la Universidad de Beloit y magíster por la Universidad de Wisconsin en
y puesta en valor de la Huaca Las Ventanas. Ha sido miembro del PAS desde 1979. Madison. Es doctora en Antropología por la Universidad de Wisconsin en Madison, con
un estudio sobre la movilidad y la migración en el estado Tiahuanaco mediante el uso de
David Goldstein isótopos en antropología. Actualmente se desempeña como profesora en la Universidad
(Estados Unidos) Estatal de Arizona y es directora del Laboratorio de Arqueología Química. Ha sido miem-
Doctor en Antropología (2007) por la Universidad del Sur de Illinois, con un estudio so- bro del PAS en 2008 y 2009.
bre el uso del combustible en talleres de cerámica y metal en la Huaca Sialupe para enten-
der su impacto en los bosques secos de la región. Es profesor visitante de la Universidad Go Matsumoto
Peruana Cayetano Heredia en Lima, donde enseña e investiga con los estudiantes de (Japón)
biología en el campo arqueológico. Fue miembro del PAS de 1999 a 2001. Supervisa ac- Bachiller en el idioma inglés por la Universidad de Kanda de Estudios Internacionales en
tualmente la educación e investigación para tres parques nacionales en las islas Vírgenes 1995. Candidato doctoral en la Universidad del Sur de Illinois. Durante el año académico
de Estados Unidos. 2012-2013 será junior fellow en Dumbarton Oaks Precolumbian Studies, donde trabajará
en su tesis doctoral enfocada en el rol integrador de la veneración a los ancestros y fiestas
Frances Hayashida asociadas al Estado Sicán Medio. Ha sido miembro del PAS desde 1999.
(Estados Unidos)
Bachiller y magíster por la Universidad de Stanford. Es doctora en Antropología por Sarah K. Muno
la Universidad de Michigan con un estudio sobre la producción de cerámica inca en (Estados Unidos)
Lambayeque. En la actualidad se desempeña como profesora asociada en la Universidad de Bachiller por la Universidad Estatal de San Francisco y magíster por la Universidad
Nuevo México y ha dirigido el Proyecto Arqueológico Ynalche en la Pampa de Chaparrí, del Oeste de Michigan. Actualmente trabaja su doctorado en la Universidad del Sur de
que ha concluido recientemente. Ha sido miembro del PAS en 1985 y 1986. Illinois con un estudio sobre la relación entre estatus social, actividades ocupacionales
y salud entre los individuos de los sitios de Sicán y Pachacámac. Ha sido miembro del
Haagen D. Klaus PAS en 2007 y 2008.
(Estados Unidos)
Bachiller por la Universidad Estatal de Nueva York en Plattsburg y magíster por la Linda Perry
Universidad de Southern Illinois. Es doctor en Antropología Biológica y Arqueología por (Estados Unidos)
la Universidad Estatal de Ohio. Actualmente es profesor asistente en la Universidad del Bachiller en Biología por la Universidad de Tulane y magíster en Botánica por la
Valle de Utah. Es investigador asociado al Museo Nacional Sicán y Museo Arqueológico y Universidad de Florida. Doctora en Antropología por la Universidad del Sur de Illinois
Etnográfico Brüning. Desde 2003 dirige el Proyecto de Biohistoria del valle de Lambayeque, con un estudio sobre la aplicación de análisis de almidón como una herramienta para
que en su pase actual examina el periodo prehispánico tardío y el impacto biocultural de comprender las estrategias de subsistencia en los llanos de Venezuela. Es en la actualidad
la colonización española en esta región. directora ejecutiva en The Foundation for Archaeobotanical Research in Microfossils y
trabaja en el Departamento de Geografía y Ciencias de la Geoinformación en el Centro Fritz Wagner
para la Observación de la Tierra e Investigación del Espacio, Universidad de George (Alemania)
Mason. Ha colaborado con el PAS en 2008 y 2009. Doctor en Física por la Universidad Técnica de Múnich con un estudio sobre la espec-
troscopia Mössbauer. Desde entonces ha laborado en este campo de la ciencia, donde
Rafael A. Segura Llanos ha aplicado el método a muchos isótopos y estudiado problemas de física nuclear, de
(Perú) química de sólidos, de metalurgia y de mineralogía. Durante las dos últimas décadas su
Bachiller y licenciado por la Pontificia Universidad Católica del Perú con una tesis sobre atención se ha focalizado en estudios de cerámica arqueológica como miembro del Grupo
rituales y simbolismo en el sitio de Cajamarquilla, costa central. Ha dirigido el Proyecto Arqueométrico de Múnich. En este contexto también ha colaborado con el PAS.
Arqueológico Cajamarquilla y codirigido el Proyecto Arqueológico Pachacámac. Es au-
tor del libro Rito y economía en Cajamarquilla. Actualmente es candidato doctoral en la Ursel Wagner
Universidad del Sur de Illinois. Ha sido miembro del PAS en 1995. (Alemania)
Bachiller en Química por la Universidad Técnica de Múnich. Doctora en Química por
Ken-ichi Shinoda la misma universidad con una investigación sobre compuestos radioquímicos. Durante
(Japón) décadas se ha dedicado al análisis de cerámica antigua utilizando métodos físicos, espe-
Bachiller por la Universidad de Kioto y doctor por la Escuela de Medicina de Saga con cialmente la espectroscopia Mössbauer. Es una integrante clave del Grupo Arqueométrico
un estudio sobre la alometría de huesos largos de macacos cercanamente relacionados. de Múnich y colabora con el PAS desde 1989.
Actualmente ejerce como jefe de División del Departamento de Antropología del Museo
Nacional de Ciencia y Naturaleza de Tokio, en Japón. Ha colaborado con Izumi Shimada
en un estudio a largo plazo sobre AND mitocondrial de las poblaciones andinas prehis-
pánicas Mochica y Sicán.

Hartmut Tschauner
(Alemania-residente en Reino Unido)
Bachiller en Estudios Americanistas por la Universidad de Bonn. Doctor en Antropología
por la Universidad de Harvard (2001). Su tesis se basó en un estudio de prospección de
asentamientos a lo largo del canal Taymi en la margen norte del valle de Lambayeque.
Realizó trabajos de campo arqueológicos en México, así como en la costa norte y sur
del Perú. Actualmente es consultor en Heritage Information Technology asociado con
exeGesIS, compañía de manejo de datos espaciales en Inglaterra. Ha sido miembro del
PAS en 1990 y 1991.
Solapa izquierda

Izumi Shimada es bachiller por la Universidad de Cornell, donde fue alumno de John
Murra, quien lo motivó a trabajar en los Andes. Es doctor en Antropología por la Universidad de
Arizona, con un estudio sobre el urbanismo moche en Pampa Grande. Actualmente se desempeña
como profesor principal de Antropología en la Universidad del Sur de Illinois (desde 1993), donde
también fue reconocido como catedrático distinguido. Anteriormente se desempeñó como profe-
sor en las universidades de Oregon (1977-1978), Princeton (1978-1983) y Harvard (1984-1991).
Desde 1978 dirige el Proyecto Arqueológico Sicán (PAS), en que se enfoca en los procesos
de desarrollo, organización interna y logros materiales de la cultura prehispánica Sicán en la costa
norte del Perú. Los resultados y hallazgos del proyecto formaron las bases del Museo Nacional
Sicán, del que participó activamente en el diseño, organización y la museografía.
De 2003 a 2007 investigó en el centro religioso de Pachacámac, fuera de la ciudad de
Lima.
Ha escrito más de 150 artículos en revistas especializadas y capítulos de libros, y es autor
o editor de 11 libros publicados en el Perú, Japón y Estados Unidos. En 2006 fue condecorado con
la medalla del Congreso peruano en el grado de Gran Comendador por Servicios Distinguidos.
Contracarátula
El Fondo Editorial del Congreso del Perú, con el auspicio de la Embajada de Estados
Unidos y el Centro Cultural de España, ofrece al público peruano esta importante síntesis ac-
tualizada de la cultura Sicán, prominente cultura preincaica de la costa norte del Perú. El libro
presenta por primera vez los resultados de esfuerzos de 35 años de investigación casi continua:
los trabajos delos miembros del Proyecto Arqueológico Sicán bajo la codirección de los doctores
Izumi Shimada (un arqueólogo japonés) y Carlos G. Elera (su colega peruano).
El equipo interdisciplinario y multinacional continúa desentrañando los impresionan-
tes logros tecnológicos, riquezas y misterios de la cultura Sicán, que floreció en la región de
Lambayeque durante los años 800-1375 d. C. La abundancia de nueva información y los impor-
tantes descubrimientos meticulosamente documentados por medio de una variedad de métodos
analíticos y científicos nos permiten por fin obtener una visión completa de la cultura Sicán, una
de las más poderosas e influyentes de los Andes.

Marco Falconí Picardo


Primer vicepresidente del Congreso de la República

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