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La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Un enfoque multidisciplinar


desde la perspectiva de los nuevos métodos para organizar el aprendizaje.

Book · February 2013

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Miguel Zapata-Ros
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La Sociedad Postindustrial del Conocimiento.
Un enfoque multidisciplinar desde la perspectiva de los
nuevos métodos para organizar el aprendizaje.

Contenido
La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. ........................................................................... 1
Un enfoque multidisciplinar desde la perspectiva de los nuevos métodos para organizar el
aprendizaje. .............................................................................................................................. 1
Introducción........................................................................................................................... 1
1. El concepto de conocimiento.- ........................................................................................... 3
2. Sociedad de la Información y del conocimiento .................................................................. 6
2.1 La institucionalización del concepto.- ............................................................................ 6
2.2 ¿Sociedad de la información o sociedad del conocimiento?........................................ 10
2.3 La construcción de la idea. Notas sobre la historia de la teoría de la SIC. ................... 11
2.4. Implicaciones sociales. .............................................................................................. 14
3. Una perspectiva global: Las concepciones en presencia.- Burch-CMSI, Castells-
Heimanenn-Tovarld, Sther y Nevers.- ................................................................................. 16
3.1 La sociedad de la Información/Conocimiento según Burch, y según las derivaciones de
la CMSI ............................................................................................................................ 16
3.2 La sociedad de la Información y del Conocimiento como Sociedad-red. La visión de Castells,
Himmanen y Torvald ........................................................................................................... 21
3.3 Nico Stehr .................................................................................................................. 23
3.4 Evers.- Hacia una sociedad del conocimiento. Crecimiento de la ignorancia. Las
sociedades epistemológicas ............................................................................................. 24
4. Conclusiones sobre las características de la Sociedad del Conocimiento ......................... 28
5. Crecimiento de la ignorancia y sociedad de la banalidad.................................................. 35
Referencias ......................................................................................................................... 38

Introducción
El acceso a la información y su procesamiento para obtener un conocimiento operativo
en contextos distintos y concretos de áreas de la producción y de los servicios, o en
ámbitos básicos, como es el de la ciencia, constituye una práctica común a todas
estas áreas. Se trata de una realidad aceptada en la que coinciden todos los autores.
La novedad, el punto de discontinuidad, con respecto a la perspectiva propia de la
sociedad anterior, aún vigente, lo constituye el papel que juega la tecnología:
"la brecha radical entre el presente y el pasado, se encuentra en la naturaleza
de la tecnología y las formas en que ha transformado las relaciones sociales y
nuestra forma de ver el mundo" (Bell, 1968:174).
La nueva sociedad, que se desarrolla de forma autónoma, encuentra su expresión
genuina y se conforma a partir de que aparecen las posibilidades de que la
información sea soportada digitalmente, de que se pueda procesarla masivamente
utilizando algoritmos matemáticos y de que circule y se distribuya a través de Internet
pudiendo acceder de forma personalizada a ella también mediante potentes
algoritmos. Es pertinente pues que exista un abordamiento y un tratamiento de las
características de la nueva sociedad que sea pluridisciplinar y que tenga este hecho
como referencia privilegiada. En este trabajo queremos ofrecer una perspectiva de
cuales son los rasgos más relevantes de esa nueva sociedad de forma que esa
perspectiva se pueda proyectar sobre distintas disciplinas y sea útil incorporada en sus
contenidos específicos o para sus objetivos.
Sin embargo las condiciones en que se ha ido elaborando el material que constituye
este trabajo, una asignatura troncal en los estudios de máster universitario de
Computación en distintas disciplinas (Enseñanza y aprendizaje, Derecho, Salud y
Restauración de patrimonio) y el perfil del autor han hecho que el punto de vista sea el
de estas especialidades con especial énfasis de la transcendentes consecuencias que
tiene estos cambios para la forma en como se produce el aprendizaje en los individuos
En definitiva la sociedad ha cambiado, sin embargo la educación en general sigue
estando organizada de acuerdo a unas pautas de una sociedad que ya no existe.
Por otro lado hay factores que son invariantes al tipo de sociedad, como por ejemplo la
existencia de configuraciones y de necesidades individuales de aprendizaje.
En este trabajo profundizaremos sobre las características, la naturaleza, y el sentido
de los cambios que configuran la sociedad actual y que tienen repercusión sobre
distintas dimensiones sociales, pero especialmente sobre la educación. También
abordaremos aquellos aspectos básicos que permanecen invariantes, como son las
necesidades individuales de aprendizaje.
Según Reigeluth (2012) una de las pocas cosas que prácticamente todos los teóricos,
los docentes y los profesionales de la educación y la formación están de acuerdo es
en que las personas aprenden a ritmos diferentes y tienen diferentes necesidades y
capacidades de aprendizaje.
Nuestro sistema de educación, basado en las condiciones y en las características de
la sociedad industrial de unidad de tiempo y de lugar para la producción, está
organizado para enseñar a un grupo de alumnos una cantidad fija de contenidos. Los
alumnos más lentos se ven obligados a pasar antes de haber dominado el contenido,
con aprendizajes defectuosos o incompletos, que se van acumulando a un déficit
progresivo que hace que cada vez sea más difícil aprender y acaban por abandonar o
por culminar , en el mejor de los casos, con un nivel de aprendizaje ficticio. Los
alumnos con más capacidad se aburren con frecuencia, debido a que su ritmo de
comprensión es superior al estándar, y pierden un tiempo muy valioso esperando al
resto para seguir adelante, lo cual además de frustraciones personales supone un
desperdicio cuantioso de talento que nuestras empresas y nuestra sociedad en
general no puede permitirse, y que necesitan con urgencia. Sobre todo en sociedades
tecnológicamente mas retrasadas o en sociedades donde el esfuerzo se considera
como un valor relativo.
Sería deseable pues, en estas condiciones, un sistema que fuese más eficiente, social
e individualmente, en su diseño para optimizar el aprendizaje y para una
justa satisfacción personal. De manera que no obligase a los alumnos a pasar antes
de aprender o con un mal aprendizaje, y que no retrasase a los más talentosos.
Pero la cuestión es que nuestro modelo actual de educación y de formación nació y se
desarrolló durante la era industrial de acuerdo con la ética weberiana del trabajo. En

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esa época las sociedades no podían permitirse el lujo de educar a todos hasta los
niveles más altos. Tampoco existía esa necesidad, ni esa conciencia.
Posteriormente sí, pero el mundo del trabajo no admite, de forma sostenible, en los
niveles más altos a todos los titulados.
Pero volviendo a la era industrial, lo predominante era el trabajo manual, poco
cualificado, y a medida que se progresaba en la cualificación se progresaba en la
escala social.
De hecho, si se hubiera educado a todos en los niveles más altos, muy pocos hubieran
estado dispuestos a trabajar en las cadenas de montaje, en trabajos repetitivos. Por lo
tanto en la era industrial la educación ha cumplido la función de filtro laboral y, por
ende, social. Separaba a los niños que debían ser trabajadores manuales de los
cuadros, y a estos de los técnicos y de los profesionales.
Estos hechos han determinado todo el sistema y los procesos concernientes a la
educación. Y el principal ha sido la evaluación. Nuestras escuelas y centros de
formación han establecido sistemas para clasificar estudiantes más que para atender
al aprendizaje efectivo. Han sido procesos de evaluación más centrados en el sistema
que en el aprendizaje.
La sociedad actual ha cambiado el panorama respecto al contexto donde se produce
el aprendizaje y sus procesos pero también el papel de la ciencia y del conocimiento.
Igualmente ha cambiado el de los individuos en este contexto y el panorama de cómo
ha de orientarse su capacitación y su inserción social.
Es cierto como afirma Reigeluth (1987 y 1994) que el principal problema de nuestra
educación, de la educación de nuestro tiempo y de los sistemas de capacitación, no
son los profesores o los estudiantes: Es el sistema. Un sistema que está diseñado
más para la clasificación que para el aprendizaje. Como no es menos cierto que el
sistema anterior está incrustado en esta sociedad. Pero en ella, aunque ha cambiado,
sigue habiendo una estructura de valores sociales asociados a los roles y a las
funciones de los individuos. Y por tanto existe una relación implícita y distinta entre el
mundo de la educación y la estructura social. Sigue siendo un esquema de relaciones
predeterminadas el que integra a los individuos, confiere sentido a su papel y a su
vocación, en función de la capacitación.
Cabe por tanto plantearse bajo esta perspectiva una reflexión sobre la naturaleza del
conocimiento, de esta sociedad postindustrial y de la educación, y la correlación de los
valores sociales con los principios que inspiran el mundo de la formación y su diseño.
En lo que sigue haremos este planteamiento desde una perspectiva multidisciplinar.

1. El concepto de conocimiento.-

"Knowledge is like light. Weightless and tangible, it can easily travel the
world, enlightening the lives of people everywhere” 1

Hay que distinguir entre conceptos, ideas y términos. Los términos persisten aún
asociados a distintas ideas y conceptos. Como en otro contexto, y en cualquier

1
El conocimiento (World Bank, 1998) es como la luz. Ingrávido e intangible, que puede viajar
por el mundo, e iluminar la vida de las personas en cualquier parte (traducción del autor)

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sistema de representación cognitiva o simbólica, los términos suponen una economía
de energía mental aprovechable en el mismo o en otro proceso. De esta forma
cualquier término que utilicemos es, en el fondo, un atajo, un ahorro, que nos permite
hacer referencia, evocar, un fenómeno -actual o futuro-, sin tener que definirlo o
describirlo cada vez. Sin embargo el término utilizado en cada ocasión no define, con
su misma evocación, un contenido, una idea o un concepto.
El contenido de un término emerge, cada vez, de los usos en un contexto dado
(contexto eminentemente social, pero que puede ser de otro tipo). De igual forma cada
vez que utilizamos un término en un sentido o atribuyéndole un significado estamos
influyendo en las percepciones y en las expectativas ya que cada término lleva
consigo. Enlazando con un pasado y un sentido (o sentidos), y con su respectivo
bagaje ideológico. Esto sucede con los términos conocimiento y sociedad del
conocimiento.
Para empezar, y suponiendo que es una facultad exclusivamente humana,
distinguiremos entre lo que es el conocimiento, su definición y lo que implica, los
procesos que lleva implícitos en el individuo, el conjunto de competencias cognitivas
complejas que se ponen en marcha y que están presentes en todas las funciones del
conocimiento, antes (motivación expectativas, intereses,…); durante (adquisición,
representación, almacenamiento,…) y después (evocación, recuperación,
transferencia, reconocimiento,…). Hay otras competencias cognitivas complejas
relacionadas con el conocimiento porque funcionan antes después o durante y
condicionan su realización, nos referimos a la percepción, la comunicación, la
asociación y el razonamiento
Y por último hay otra competencia que es igualmente destacable porque conlleva
procesos, que se han manifestado muy importantes en relación con las TICs, como
son enlazar conocimientos diferentes en contextos distintos, abstrayendo y
diferenciando rasgos relevantes en un objeto o en una persona o en una situación o en
un dato. Nos referimos a la capacidad de reconocimiento de los individuos (Cavell,
2002).
Respecto de la definición el Diccionario de la Real Academia define conocimiento
como la “acción y efecto de conocer” (RAE, 2001) o como sinónimo de “entendimiento,
inteligencia, razón natural”, y define conocer (del latín cognoscĕre) como “averiguar
por el ejercicio de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de
las cosas” y también como “percibir el objeto como distinto de todo lo que no es él”.
Aunque no existe ningún acuerdo sobre su definición, el conocimiento supone un
registro consciente o implícito de alguien, utilizando las facultades de la mente o un
soporte simbólico, que puede incluir hechos, informaciones, descripciones o
habilidades adquiridas a través de la experiencia o de la educación.
Habitualmente se clasifica en conocimiento teórico y práctico, según se refiera a la
comprensión teórica o práctica de un sujeto. También se clasifica en conocimiento
implícito, si no se es consciente o no es verificable hasta el momento deponerlo en
práctica, al igual que sucede con ciertas habilidad prácticas o con la experiencia, y en
conocimiento explícito, que es consciente y verificable, como con la comprensión
teórica de un sujeto.
Desde el punto de vista de la Filosofía, pero ahora generalizado, se
llama Epistemología al estudio del conocimiento, y se reserva el calificativo
epistemológico para todo saber o actividad que tenga que ver de forma sistematizada
con el conocimiento. Así hablaremos de sociedades y de culturas epistemológicas.

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Es famosa la definición de Platón2 del conocimiento como "creencia verdadera y
justificada ". Es decir, algo para que sea conocimiento ha de reunir tres condiciones:
Ser creíble, ser verídico y estar justificado.
Naturalmente esta definición nos remite a otros conceptos igualmente difíciles de
definir, de ahí la dificultad del acuerdo (Bertrand Russell, "Teoría del Conocimiento"):
"La cuestión de cómo el conocimiento se debe definir es quizás la más importante y
difícil de las tres cuestiones de las que nos ocupamos. Esto puede parecer
sorprendente: A primera vista se podría pensar que el conocimiento puede definirse
como la creencia de que alguien está de acuerdo con unos hechos. El problema es
que nadie sabe lo que es una creencia, nadie sabe lo que es un hecho, y nadie sabe
qué tipo de acuerdo tiene que haber para hacer una creencia verdadera."
Hay distintas precisiones a esta definición y a sus críticas por parte de Gettier (1963),
Robert Nozick 's (Schmidtz, 2002) y Simon Blackburn (2006) que imponen requisitos
adicionales, u objetas aspectos formales como Richard Kirkham (1984) que plantea el
requisito de veracidad está implícito en la evidencia de la creencia.
Finalmente Wittgenstein trató de eludir la dificultad de las definiciones formales
tomando como referencia cómo se utiliza el "conocimiento" en los lenguajes
naturales. Siguiendo esta idea, considera que el concepto de "conocimiento" se ha ido
reconstruyendo como un concepto de agrupación, en el que aparecen las
características pertinentes cada caso, pero que no se encuadra adecuadamente en
cualquier definición (Wittgenstein a través de Gottschalk-Mazouz, 2008).
Max Scheler (1960), en su obra "Tipos de conocimiento y sociedad”, considera el
conocimiento como un fenómeno existencial, un "Seinsverhältnis", cuyos fines y
naturaleza pueden ser muy diferente: el desarrollo personal, la salvación en un sentido
religioso, la dominación política, o el progreso económico y social.
Habitualmente el conocimiento va asociado al concepto de ciencia. Sin embargo el
conocimiento científico positivo sólo es una de muchas formas del conocimiento que
existen.
En palabras de Maasen (1999:15), existen dos ámbitos del ser (dos "Seinsbereiche"):
los elementos ideales ("Geist" o espíritu, i.e. ideas, valores, predisposiciones,
conocimiento) y los factores reales (condiciones sociales o materiales), que
determinan la selección de qué conocimiento se crea, se formula o se cree que es
relevante. [desarrollar]
Con este planteamiento el idealismo platoniano se combina con el relativismo cultural
para formar el área central de la sociología del conocimiento vigente. La distinción
básica entre lo imaginario y lo real, entre el espíritu y la estructura social, entre
ideología y clase social por cierto ha sido una constante desde los estudios clásicos de
Marx y Weber, Scheler y Mannheim. Ha sido un tema central en la sociología del
conocimiento y sigue siendo una consideración básica en el ensayo "Knowledge and
Interest" de Habermas (1966) y ha promovido desde siempre muchos estudios
empíricos.

2 Platón en su obra Teeteto, describe como Sócrates y Teeteto discuten tres definiciones
de conocimiento: el conocimiento exclusivamente como percepción, el conocimiento como
juicio verdadero, y el conocimiento como un juicio verdadero, con prueba. Cada una de estas
definiciones se manifiesta inclompleta e insatisfactoria.

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2. Sociedad de la Información y del conocimiento
Como hemos dicho cualquier término que usemos, en particular la Sociedad del
Conocimiento, depende del contexto, emerge de los usos arrastrando consigo un
pasado y un sentido (o sentidos), con su respectivo bagaje cognitivo e ideológico.
Cabe bajo estas premisas esperar que el término elegido para designar la sociedad en
la que vivimos, la que creemos ver en sus rasgos o la que deseamos sea objeto de
una controversia tras la cual se ocultan distintos proyectos de sociedad, distintas
concepciones o distintos intereses.
Hay que distinguir entre un concepto consagrado, o lo que es lo mismo su asunción e
integración por las instituciones en su discurso oficial y la construcción del concepto
como fruto del análisis o de la investigación de la realidad.

2.1 La institucionalización del concepto.-


El concepto de SIC es llevado a este nivel en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la
Información -CMSI- (http://www.itu.int/wsis/index-es.html)
Ya en un inicio, en el marco de la cumbre, se plantearon los dos términos que en
conflicto o conjunción han coexistido: sociedad de la información y sociedad del
conocimiento, cada una con variantes. Si bien la organización y el marco de discusión
impuso la primera denominación en ese momento hubo una amplia disconformidad y
escaso consenso.
Igualmente podemos decir que en los últimos tiempos la expresión “sociedad de la
información” ha sido más frecuente y ha gozado de más difusión. Pero ello no ha sido
como consecuencia de que exprese un mayor rigor o una mayor claridad teórica los
cambios que implica y sus características, sino por el apoyo de las políticas oficiales
de algunos de los países más desarrollados, por un lado, y por otro la consagración
que supuso dedicarle la Cumbre Mundial con este nombre incluido.
Ya veremos que según la conceptualización que se utilice es más adecuado un
término u otro, si bien el objeto es el mismo: Los cambios producidos en la sociedad,
en sus distintas vertientes y manifestaciones, por la irrupción de las tecnologías
digitales.
Tabla 1. Cronología de la Sociedad del Conocimiento
Fecha Autor/Referencia Concepto o aportación teórica
202ac Platón Definición de conocimiento
1597 Francis Bacon El conocimiento científico. Establece las bases
Sacrae metodológicas de la prueba científica: La metodología
Meditaciones inductiva para la investigación.
Bertrand Russell Presenta una Teoría del Conocimiento, en la a partir de la
definición de Platón y de las deficiencias lógicas y formales
que se les plantean, reconstruye sistémicamente una teoría
con consistencia lógica.
Wittgenstein
1951 Presenta el "conocimiento" como un concepto de agrupación,
Sobre la certeza
en el que aparecen las características pertinentes para cada
(a través de
caso, pero que no se encuadra adecuadamente en cualquier
Gottschalk-
definición Siguiendo esta idea, considera que el concepto de
Mazouz, 2008).
"conocimiento" se ha ido reconstruyendo
1960 Max Scheler Considera el conocimiento como un fenómeno existencial, un
(1960) En "Tipos "Seinsverhältnis", cuyos fines y naturaleza pueden ser muy

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de conocimiento y variados, como el desarrollo personal, la salvación en un
sociedad” sentido religioso, la dominación política, o el progreso
económico y social.
1966 Robert E. Lane Sociedad del Conocimiento. Primera definición. Lane la
(1966:650). justifica en función de la creciente relevancia social que
adquiere el conocimiento científico. La sociedad del
conocimiento es aquella en la que sus miembros cumplen
determinadas funciones
1969 Peter Drucker en Otra definición de sociedad del conocimiento: El
“La era de la conocimiento se sitúa "como elemento central de nuestra
discontinuidad” sociedad y como el fundamento de la economía y la acción
social",
1973- Daniel Bell “sociedad de la información”. Básicamente señala que el eje
1976 principal de este tipo de sociedad será la producción de
conocimiento teórico: En el sector servicios el área
predominante será la de producción de conocimientos. (Bell,
1973)
1994 Al Gore http://www.ntia.doc.gov/report/1995/global-information-
infrastructure-agenda-cooperation
http://www.ntia.doc.gov/report/1995/global-information-
infrastructure-agenda-cooperation
Presenta la Agenda de Cooperación de Infraestructura de
Información Global (THE GLOBAL INFORMATION
INFRASTRUCTURE: AGENDA FOR COOPERATION GII) en
la Conferencia Mundial de Desarrollo de las
Telecomunicaciones en primera marzo de 1994. La
Conferencia, celebrada en Buenos Aires, Argentina.
1995 Sterh Publicación de de Knowlwdge Societies
1999 Castells Publicación de “La Era de la Información: Economía,
Sociedad y Cultura: La sociedad Red”.
10 al 12 Cumbre Mundial http://www.itu.int/dms_pub/itu-s/md/03/wsis/doc/S03-WSIS-
de sobre la Sociedad DOC-0009!R1!PDF-S.pdf
diciembre de la Información
Declaración de principios:
de 2003 (CMSI)
“(…)declaramos nuestro deseo y compromiso comunes de
construir una Sociedad de la Información centrada en la
persona, integradora y orientada al desarrollo, en que todos
puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y
el conocimiento, para que las personas, las comunidades y
los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en
la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su
calidad de vida”
2002 Heimannen Publicación de “La ética del hacker y el espíritu de la era de
la información”.
2001-05 Evers Elaboración de los trabajos “Knowledge is Power: Experts as
a Strategic Group”, Hans-Dieter Evers and Solvay Gerke
2005 Burch Publicación del trabajo Sociedad de la información y
Sociedad del conocimiento, en la obra colectiva Palabras en
Juego: Enfoques Multiculturales sobre las Sociedades de la
Información.

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Sin embargo este concepto arranca de mucho antes. Daniel Bell (1976) presentó la
noción de “sociedad de la información”. Básicamente señala que el eje principal de
este tipo de sociedad será la producción de conocimiento teórico, de manera que
dentro del sector de servicios el área predominante será la de servicios de producción
de conocimientos. Y que estos a su vez a través del refinamiento de procedimientos y
de tecnologías constituirán el eje de la estructura de la nueva economía. Según Bell
está nueva sociedad pasará de estar apoyada en la idolología a estar apoyada en la
información.
Los cambios se van acelerando a partir de la década de los ochenta pero sobre todo
en la de los noventa, con el auge de la informática personal y los entornos personales
de trabajo. Pero cuando de verdad irrumpe con fuerza es a mitad de los noventa con la
expansión de las TICs y de Internet. De manera que en 1995 fue incluida en la agenda
de las actividades del G7 (luego G8, y después hasta el G20), que como sabemos es
la cumbre de los jefes de estado y de gobierno de los países más pujantes o en
combinación con los emergentes. Pero sigamos. Del G8 la idea de Sociedad de la
Información pasa a los foros de la UE y de la OCDE, ha sido adoptada por las
literaturas de los informes oficiales de estos, y de EE.UU, así como por los delas
agencias de Naciones Unidas y del Grupo del Banco Mundial. La idea está
consagrada pues en los medios.
En 1998, este apelativo fue elegido por la Unión Internacional de Telecomunicaciones
primero y luego por la ONU, para titular la Cumbre Mundial que iba a desarrollarse en
2003 y 2005.
Si hablamos de definición de SI es difícil encontrarla en los documentos oficiales.
De hecho pasa desde no mencionarse el concepto de SI en la cumbre del milenio
(CMSI, 2003b) a nombrarla sin definirla en la convocatoria de la Cumbre, donde
podemos ver su conceptualización a partir de los párrafos de la convocatotria (ONU,
2002):
Reconociendo la urgente necesidad de aprovechar las posibilidades que ofrecen los
conocimientos y la tecnología para promover los objetivos fijados en la Declaración del
Milenio (CMSI, 2002), y de encontrar medios eficaces e innovadores de poner estas
posibilidades al servicio de un desarrollo para todos,
Reconociendo también el papel fundamental del sistema de las Naciones Unidas en la
promoción del desarrollo, en particular con respecto al acceso a la tecnología y su
transferencia, y especialmente la tecnología y los servicios de la información y las
comunicaciones, entre otras cosas mediante acuerdos de asociación con todas las
partes interesadas pertinentes,
Convencida de la necesidad de lograr el consenso y el compromiso mundiales
necesarios, al más alto nivel político, para promover el inaplazable acceso de todos los
países a la información, el conocimiento y la tecnología de las comunicaciones en
favor del desarrollo, de manera que se aprovechen todas las ventajas derivadas de la
revolución de la tecnología de la información y las comunicaciones, y de abordar todos
los temas pertinentes relacionados con la sociedad de la información, mediante el
fomento de una visión y un entendimiento comunes de la sociedad de la información y
la aprobación de una declaración y un plan de acción que habrán de aplicar los
gobiernos, las instituciones internacionales y todos los sectores de la sociedad civil,

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Ciertas elaboraciones hechas desde una supuesta visión crítica(Sally Burch, )3 pero
que no deja de ser una literatura no estructurada argumentalmente (anclada en el
populismo trivial, muy propio de los mecanismos de pensamiento simple tan
frecuentes como consecuencias secundarias de la SIC) atribuyen, a la construcción
del sistema de ideas y teorías sobre los cambios que conocemos como SIC, una
intencionalidad perfectamente definida, casi un plan, dentro del maniqueísmo propio
de este tipo de ideas. Así suponen que
“El concepto de “sociedad de la información”, como construcción política e
ideológica, se ha desarrollado de la mano de la globalización neoliberal, cuya
principal meta ha sido acelerar la instauración de un mercado mundial abierto y
“autorregulado”. Esta política ha contado con la estrecha colaboración de
organismos multilaterales como la Organización Mundial del Comercio (OMC),
el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, para que los países
débiles abandonen las regulaciones nacionales o medidas proteccionistas que
“desalentarían” la inversión; todo ello con el conocido resultado de la
escandalosa profundización de las brechas entre ricos y pobres en el mundo.”
Atribuyen la convocatoria de la CMSI a la saturación de infraestructuras tecnológicas
en los países más desarrollados, al auge de las acciones y al posterior estallido de la
burbuja conocida como las puntocom (“.com”), y a una política orquestada (Burch,)
“para que dejen la vía libre a la inversión de las empresas de telecomunicaciones e
informática, en busca de nuevos mercados para absorber sus excedentes de
ganancias”.
Sin embargo algo salió mal en lo previsto porque las resoluciones de la CSMI fueron
justamente en la línea contraria (ver las resoluciones que precisamente ponen énfasis
en medidas exclusivamente tecnológicas y de infraestructuras (complejo de niño pobre
que solo desea el brillo de la calculadora más que su potencia de cálculo que entraña
esfuerzo y disciplina para manejarla, ahora es el deslumbramiento por los móviles y
los smartphones, iphones, etc).
Posteriormente cuando estas corrientes han tenido la oportunidad de desarrollar o
impulsar políticas de TICs, como ha sido en la educación, han fomentado líneas
centradas exclusivamente en el despliegue de tecnología (distribución pura y simple
de portátiles, pizarras electrónicas, reutilización de videojuegos con fines educativos
etc.) dejando relegadas las líneas de desarrollo metodológico, de explotación didáctica
de la tecnología con fines eficientes en el desarrollo de capacidades instrumentales,
etc. O incluso para desarrollar el capital humano en/de los niños con competencias
computacionales propias (algoritmia, pensamiento lógico, metacognición, aprendizaje
generativo, etc.), o de altas capacidades. En definitiva no ayudando a los países
menos desarrollados con políticas orientadas a desarrollar sus recursos humanos
propios.
No obstante las bases políticas globales, que justifican esta crítica aún con una
incidencia irrelevante (la crítica), la constituyen (Gore, 1994) los puntos programáticos
de la Agenda de Cooperación de Infraestructura de Información Global (THE GLOBAL
INFORMATION INFRASTRUCTURE: AGENDA FOR COOPERATION GII) en la
Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones en primera marzo de
1994. La Conferencia, celebrada en Buenos Aires, Argentina.
Con cinco principios como fundamento:
 Fomentar la inversión del sector privado y la competencia

3
http://vecam.org/article518.html y http://vecam.org/article697.html

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 Promoción de la red,
 Dar acceso libre a la red para todos los proveedores y usuarios de información;
 Creación de un entorno regulatorio flexible que puede seguir el ritmo con los
rápidos cambios tecnológicos y de mercado, y
 Garantizar el servicio universal.
Los líderes de la comunidad mundial de las telecomunicaciones incorporaron estos
cinco principios en la UIT, "Declaración de Buenos Aires sobre el Desarrollo Mundial
de las Telecomunicaciones para el siglo 21.
De hecho, de una forma u otra, estas directrices han guiado las políticas de las
corporaciones y los gobiernos primero encabezados por el de EE.UU. y luego por el
resto, según su nivel de desarrollo tecnológico, pero en un complejo e irregular
sistema de compromisos.

2.2 ¿Sociedad de la información o sociedad del conocimiento?


Acerca de esta discusión es importante señalar la opción adoptada por la UNESCO en
sus documentos e informes y señalar la argumentación que aporta.

La UNESCO ha optado por la expresión “sociedad del conocimiento”, o su variante


“sociedades del saber”. La reflexión gira en torno a la idea de buscar un concepcto
más integral, no que gire exclusivamente en torno a la dimensión económica. Esta
idea queda plasmada en expresión de Abdul Waheed Khan (subdirector general de la
UNESCO para la Comunicación y la Información (Khan, 2003):
“El concepto de “sociedad de la información”, a mi parecer, está relacionado
con la idea de la “innovación tecnológica”, mientras que el concepto de
“sociedades del conocimiento” incluye una dimensión de transformación social,
cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más
pluralista y desarrolladora. El concepto de “sociedades del conocimiento” es
preferible al de la “sociedad de la información” ya que expresa mejor la
complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. (...) el
conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico
sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad”.
El razonamiento es simplificado, suponemos que por su propia naturaleza y por el
marco donde se expresa. El concepto de información supone un concepto primitivo,
sin elaborar, el conocimiento entraña el valor añadido de la elaboración. Esta es la
razón más elemental, pero hay otras. El acceso y el poder basado en la información
supone una idea similar a la que ocurría en los albores de la sociedad industrial, donde
la clave estaba en el acceso a las materias primas. Pero desde luego hay razones más
de peso y más complejas: El conocimiento, el saber, añade a la elaboración otros
valores (valores añadidos). Entraña un cambio radical en cuanto a la eficiencia de los
procesos de todo tipo, incluidos los de la administración. La eficiencia es un factor
clave, supone una configuración nueva de los sectores sociales que se implican en
cada proceso de su ubicación en el tejido social y un giro en el eje sobre el que
basculan cuestiones como el poder y el desarrollo social.

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En la denominación aún cabría hacer una distinción. Si bien en inglés se acepta como
un mismo término, Knowledge, en castellano y en general en los idiomas romances se
hace una distinción entre conocimiento y “saber” o “saberes”.
El concepto de saber o de saberes implica una concepción más estática, de certezas
más intemporales y de habilidades para la práctica en otro sentido. Sin embargo el
concepto de conocimiento tiene un sentido más dinámico, más abierto y flexible, sin
contar la dimensión de saber elaborado que hemos señalado antes. También entraña
un sentido estructurado o sistémico, que no hay por qué suponer al concepto de
“saber”.
Sin embargo André Gorz (2004), muy cerca de los actuales conectivistas, en otro
sentido, considera que los conocimientos hacen referencia a “contenidos formalizados,
objetivados, que no pueden, por definición, pertenecer a las personas”. Coincidiendo
con lo dicho en su naturaleza objetivable y estructurada, pero no incompatible con una
representación cognitiva que se puede aprender por los individuos, y a la que se
puede atribuir significado. Y que por el contrario “el saber está hecho de experiencias y
de prácticas que se volvieron evidencias intuitivas y costumbres” (Gorz, 2004).
En este sistema de conceptualizaciones Gorz (2004) atribuye a la “inteligencia” el
conjunto de capacidades que permite pasar de los saberes a los conocimientos,
estableciendo las relaciones convenientes que permitan formalizar los saberes.
Entonces propone para esta era (“knowledge society” el denominativo de “Sociedad
de la inteligencia”.
La corriente crítica-populista cuyo referente más significativo es Burch (2005)4 señala
dos posiciones enfrentadas sino divergentes, en el documento “Sociedad de la
Infromación /Sociedad del Conocimiento”:
Es preciso diferenciar aquí aquellas definiciones que apuntan a caracterizar
una realidad existente o emergente [Castells] de aquellas [Burch, derivación de
la CMSI] que expresan una visión –o anhelo- de una sociedad potencial. Las
dos son relevantes: las primeras por su aporte al análisis, las segundas porque
orientan políticas y acciones.
Más adelante veremos estas dos concepciones como dos epistemologías de lo que es
la SIC.

2.3 La construcción de la idea. Notas sobre la historia de la teoría de la


SIC.
La dificultad radica, no en las ideas, sino en escapar de las viejas ideas, que se
ramifican, como consecuencia de la educación que hemos recibido la mayoría
de nosotros, por todos los rincones de nuestra mente.(JM Keynes, Teoría
General del Empleo, Interés y dinero)

4
Burch inicialmente se presenta como una derivadación de la Cumbre Mundial, como una
corriente que partiendo de los documentos de la cumbre inicia un planteamiento hacia lo que
debe ser , cómo debieran orientarse las prácticas de los gobiernos del tercer mundo para evitar
el agrandamiento de la la brecha digital. Y qué carcaterísticas deberían tener las contribuciones
de lo srecursos puestos a su servicio por la comunidad internacional (estados y corporaciones)
para, lejos de los intereses neoliberales que define de forma intencional, favorecer las políticas
y acciones señaladas.

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 11 de 41


Veamos en primer lugar cómo nace y evoluciona el concepto de sociedades del
conocimiento.
Uno de los primeros autores que utiliza el término 'sociedad del conocimiento' es
Robert E. Lane (1966:650). Lo justifica en función de la creciente relevancia que
adquiere en la sociedad .el conocimiento científico. Podemos considerar esta primera
aproximación como una definición de la sociedad del conocimiento.
La sociedad del conocimiento es aquella en la que sus miembros:

A. Tienen interés por investigar la causa de sus creencias sobre el hombre, la


naturaleza y la sociedad.
B. Se guían (quizás solo de forma implícita o supuestamente) y atribuyen valor a
las normas objetivas de la realidad verificable y por seguir, en los niveles
superiores de educación, las reglas científicas de evidencia e inferencia en la
investigación.
C. Consideran socialmente justo y necesario que se dediquen considerables
recursos a este tipo de investigación y por lo tanto que existan grandes
almacenes de conocimientos (podríamos añadir en la actualidad que sean
accesibles).
D. Recoger, organizar e interpretar sus conocimientos en un esfuerzo constante
para extraer el significado y de aplicarlo a fines de utilidad práctica.
E. Utilizan este conocimiento para interpretar a su luz, justificar y quizá modificar,
sus valores y metas, así como para avanzar hacia ellos. También con carácter
general: De igual forma a como la sociedad "democrática" tiene un fundamento
en las relaciones gubernamentales e interpersonales, y la "sociedad industrial y
de comercio tiene su fundamentación en la economía, la sociedad del
conocimiento tiene sus raíces en la epistemología y en la lógica de la
investigación científica.
Ésta puede constituir pues una primera definición relevante de lo que es la sociedad
del conocimiento: Aquella cuyos individuos cumplen las funciones señaladas.
En definitiva, la concepción que tiene Lane de la existencia de una sociedad del
conocimiento está ligado estrechamente a la vislumbra en esa época, la década de los
sesenta, como una visión optimista de la ciencia que puede resolver multitud de
problemas sociales de igualmente que la lógica científica se ha mostrado en otros
órdenes de resolver problemas en otros órdenes (salud, alimentación, etc.). Se piensa
que se puede sustituir como elemento regulador de la sociedad al sentido común por
la razón científica, dentro de una visión optimista. Y también ese papel de regulación
puede jugarlo en la conducta individual y en las relaciones interindividuales. Como
Lane destaca en su definición “los miembros de la sociedad del conocimiento son
guiados en su conducta, aunque sólo sea inconscientemente, por las normas de la
"verdad verificable".
La tercera alusión notable al término la hace Peter Drucker (1969) en “La era de la
discontinuidad”. Emplea el término sociedad del conocimiento, describe los cambios
que se producen, pero no le otorga al conocimiento el papel de centralidad que le
confieren los otros autores. La tesis general que se presenta en su libro coloca el
conocimiento "como elemento central de nuestra sociedad y como el fundamento de la
economía y la acción social". No es evidente, sin embargo, que se atribuyan los
cambios al principio de conocimiento (knowledge principle), o que sean inducidos por
él.

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 12 de 41


Bell (1968: L98) ya utiliza el término anteriormente, pero en un contexto o en un
sentido ligeramente distinto (no señala el factor de la discontinuidad), indica que la
sociedad post-industrial es claramente "una sociedad del conocimiento en un doble
sentido: Primero, las fuentes de innovación son cada vez más derivadas de la
investigación y de su desarrollo (y se produce de forma más directa, es una nueva
relación entre la ciencia y la tecnología debido a la centralidad del conocimiento
teórico), y en segundo lugar, el "peso" de la influencia del conocimiuento es cada vez
mayor en la sociedad. Si medimos el peso por una mayor proporción del Producto
Nacional Bruto y una mayor proporción del empleo.”
Sin embargo la primera aportación verdaderamente significativa a lo que es la
sociedad del conocimiento como hecho y concepto diferenciado la hace Daniel Bell.
Lo hace en el contexto de su discusión sobre su surgimiento, señalando que es la
designación que él prefiere. Sin embargo en ocasiones utiliza el concepto de sociedad
del conocimiento de manera intercambiable con la noción de "sociedad postindustrial".
Esta será una constante hasta los recientes trabajos de Reigeluth (2012). Así dice en
un momento de la discusión que "la sociedad post-industrial está claro que es una
sociedad del conocimiento" (Bell, 1973a:212). La justificación básica de esta
equivalencia es, por supuesto, que el conocimiento es un recurso fundamental "de la
sociedad post-industrial. Como cuestión de hecho, Bell (19'73a: 37) indica que podría
haber sustituido la expresión "sociedad del conocimiento" por "sociedad post-
industrial", estableciendo con ello la idea de ruptura y la idea de paralelismo. También
podría haber utilizado la expresión de "la sociedad intelectual" (Bell, 1964:49 ), para
indicar los aspectos más sobresalientes de la estructura emergente de la sociedad que
se propone examinar en su estudio sobre la naturaleza y la cultura de la sociedad
incipiente.
Mención aparte merece la aportación de Radovan Richta proveniente del sector
revisionista radical del marxismo como alternativa al sistema de ideas oficiales en la
URSS antes de la caída del muro. La teoría de la revolución científico-técnica
constituye la contraparte socialista a la teoría de Bell de la sociedad. Bell (1973a: 212)
sostiene que la sociedad post-industrial es una sociedad del conocimiento por dos
razones principales: (1) "las fuentes de innovación son cada vez más derivadas de la
investigación y del desarrollo, y (2)"cada vez es mayor el peso en el Producto Nacional
Bruto y en el empleo del sector del conocimiento "hay una "brecha radical entre el
presente y el pasado, se encuentra en la naturaleza de la tecnología y en la forma en
que ha transformado las relaciones sociales y nuestra forma de ver el mundo" (Bell,
1968:174). Sin embargo Richta sostiene que el reconocimiento por parte de los
científicos sociales de la importancia social y política del conocimiento es tal vez más
que por otra razón el aumento de conciencia de la sociedad por la importancia del
conocimiento. (cf. Richta et al. , 1969:216). Se trata pues de una cuestión de
conciencia social frente a la innovación y a la ciencia que por otra parte siempre han
existido.
Las razones que aportan otros autores, y como veremos fundamentalmente Stehr, y
que hago mías son las de vincular las etiquetas de un concepto con los aspectos más
notables del concepto, en este caso de la nueva sociedad. El llamarle sociedad ya es
una declaración, una asunción de la importancia de la nueva configuración de la
sociedad, es no solo atribuir esa importancia equiparable al de otras sociedades
(siempre ponemos el mismo ejemplo de la sociedad industrial) sino también admitir
que hay un desarrollo teórico, una teoría constitutiva, detrás, en este caso una teoría
social y una epistemología. La segunda cuestión es que el calificativo o la etiqueta de
la denominación debe hacer referencia a los aspectos determinantes o constitutivos de
la sociedad, de igual forma a como se hace con “industrial” en la sociedad industrial

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 13 de 41


que hace énfasis en la forma de producción, y en el importancia que adquiere la forma
de producción en la sociedad. No sucede así por ejemplo en la sociedad medieval o
en la sociedad renacentista por ejemplo, por tanto admitimos que el conocimiento es la
clave de la sociedad, y al no ir esta palabra vinculada a otra como sucede con
industrial en relación a un modo de producción, estamos entendiendo que el
conocimiento afecta a todos o ala mayoría de aspectos de la sociedad. El
conocimiento es la identidad de la sociedad actual.
Es importante tener en cuenta la dinámica de los cambios. La aparición de una
sociedad no se produce de forma repentina o a saltos, tampoco la aparición de
sociedades del conocimiento se produce repentinamente, no es un desarrollo
revolucionario, sino más bien un proceso gradual en el que la característica definitoria
son los cambios de la sociedad que emerge. Lo recíproco también es cierto, la
desaparición de la sociedad anteriormente existente, también es lenta y progresiva, en
la misma medida que se dan los cambios, e incluso muchas veces coexisten ambas
formas sociales en muchas actividades y en aspectos concretos, predominando las
viejas formas, en el comercio, la producción, los servicios, las finanzas, y sobre todo
en la educación. Rara vez se producen saltos espectaculares No obstante sí es cierto
que los aspectos visibles dela nueva sociedad resultan espectaculares y hacen que los
cambios aparezcan como importantes y excepcionales. Como señala Sterh (1994) “la
interrupción de las rutinas desplaza a las orientaciones”, y en palabras de Narr ([1979]
1.985:132) es "difícil establecer claramente la cristalización real de un nuevo estado de
cosas a fin de identificar, tanto en forma clara e inequívoca, el surgimiento de una
nueva sociedad y sus nuevos modos de comportamiento`.
La sociedad del conocimiento no se realiza como resultado de un despliegue que se
produce siempre de la misma manera de una forma sencilla e inequívoca. La forma de
producirse depende de los grupos sociales y de la configuración social anteriormente
existente que, de igual forma, tampoco es única, sencilla o inequívoca. La sociedad
del conocimiento (más valdría hablar de sociedades) tienen rasgos comunes pero son
muy diferentes en la forma de manifestarse, porque aun existiendo el factor de la
globalización, del que después hablaremos (los nuevos modos tecnológicos de
comunicación y transporte rompen la distancia entre los grupos e individuos), se sigue
produciendo un factor de aislamiento, o de impermeabilidad, y de diversidad, y el
aislamiento entre regiones, ciudades, pueblos, grupos sociales e individuos. De
manera que igualmente va a constituir un rasgo de la sociedad emergente el cómo
actúan las nuevas fuerzas en esa singularidad. El mundo se abre y cambia, los estilos
y las naturalezas se mezclan, sin embargo permanecen las fronteras entre las
convicciones y las identidades.
2.4. Implicaciones sociales.
La sociedad moderna se concebía, hasta hace poco y en un sentido mayoritario aun
hoy se concibe así, principalmente en términos de propiedad y de trabajo. De esta
forma trabajo y propiedad (o capital) han tenido una larga influencia en la vida social,
económica y por ende en la teoría política. En algunos casos como una misma unidad
sin solución de continuidad: El trabajo es visto como una forma de propiedad
emergente (téngase en cuenta, por ejemplo, el valor de los créditos de renta y las
hipotecas). Y al revés: la propiedad es considerada como una plasmación del trabajo.
En la tradición marxista, el capital es conceptualizado como trabajo objetivado,
encapsulado. De esta forma podemos hablar de una misma realidad: trabajo-capital.
Sobre esta base y merced a estos atributos, los individuos y los grupos definieron o
limitaron su forma de integrarse en la sociedad, su forma de pertenecer a ella. Sin
embargo estos atributos están cambiando, están perdiendo importancia a favor de

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 14 de 41


otros atributos económicos convencionales y de las manifestaciones externas de
éstos. Los patrones de desigualdad social de los trabajadores (Lebenslagen), por
ejemplo, son mucho más impulsado por las actividades de consumo que por los
salarios (Niklas Luhmann, 1988: L64-166)
No obstante estos atributos están en buena medida aun implícitamente vinculados al
papel del trabajo y de la propiedad en la generación de valor añadido económico. Si
bien se da por tan supuesta la exclusividad, como atributos distintivos de la propiedad
(Durkheim, [1950] 1957), o más aun con la medida de que el trabajo sólo puede ser
vistos como una fuente de valor.
Este hecho es en parte independiente de lo que estamos tratando. Aunque estas
características del trabajo y de la propiedad tienen menos importancia y no han
desaparecido por completo, ha aparecido un nuevo principio, el "conocimiento", que se
ha añadido como elemento transformador de la propiedad y creador de riqueza. A
pesar de que aun no es aceptado o no se es consciente de él, este hecho es y será en
cada ocasión más generador de nuevos conflictos. Como Rueschemeyer (1986 :139-
140) subraya y advierte al mismo tiempo, en su conjunto la distribución del poder de
las ocupaciones de apoyo y generación de conocimientos, probablemente ha diluido la
concentración de poder basadas en la propiedad, la coacción y el atractivo popular,
pero está muy lejos de decir que el poder de los intereses parciales y los conflictos
entre ellos se han convertido en irrelevantes o incluso silenciada.
En este análisis cabe plantearse igualmente quien es ahora la burguesía. La sociedad
burguesa era originalmente una sociedad de propietarios de bienes y mercancias. Más
tarde se convirtió en una sociedad de propietarios del trabajo (Arbeirsgesellschaft), y
ahora se está transformando en una sociedad de propietarios del conocimiento. No
obstante también cambia el sentido de propiedad cuando hablamos de conocimiento.
La disminución de la importancia social del trabajo y de la propiedad está asociada con
sentimientos crecientes (Bergmann, 1.992.120) de identificar las creencias y
convicciones que giran en torno a las fuerzas dominantes de la producción una vez
que la sociedad industrial va desapareciendo. Hay un sentimiento creciente de
necesidad, entre los individuos y los grupos, de reinterpretar cuales son los líderes de
la época.
¿Tiene sentido pues hablar de una “burguesía del conocimiento”? En todo caso cabría
estudiar qué características la hacen distinta, bajo esta perspectiva, de la burguesía
capitalista. No solo sería la clase que detentara el poder del conocimiento académico,
de investigación o básico, sino de las bases y de los fundamentos de los
procedimientos que hacen más eficientes los servicios, o la elaboración, distribución y
comercio de productos y de servicios.
El patrón oro desapareció como referencia del dinero, con las tarjetas de crédito ha
desaparecido una cantidad importante de papel moneda. Pero las transacciones hasta
su nivel mínimo se hacen con referencia a anotaciones digitales. Este es un claro
ejemplo de que ya no es necesario ponerse en contacto con las cosas mismas, sino
sólo con sus representaciones simbólicas. Este es el significado y el alcance social del
almacenamiento, la lectura, la escritura, y la impresión de datos. Hay un stock inmenso
de conocimiento objetivado sobre nosotros que media nuestra relación con la sociedad
y con nosotros mismos. La centralidad, el foco de los procesos económicos, sociales,
etc. pues recae sobre la representación de la sociedad no sobre la propia realidad de
la sociedad,
Es sólo después de que uno adquiere un sentido de la importancia social de las
funciones y de las operaciones que se realizan sobre estas bases de información que
el pleno significado sociológico del conocimiento comienza a emerger. Esta

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 15 de 41


perspectiva nos hace ver y nos asegura hasta qué punto el conocimiento puede
constituir la base de la autoridad, y que el acceso al conocimiento se convierte en un
recurso importante de la sociedad y el motivo de luchas políticas y sociales.
El conocimiento siempre ha tenido una función social, pero se conocen unas pocas
investigaciones cuyo objeto ha sido examinar la estructura de la sociedad y su
desarrollo desde el punto de vista de la producción, distribución y reproducción de
conocimiento (Malinowski, 1955 y Machlup, 1962). Aplicado a la sociedad que nos
ocupa, la cuestión es: si el conocimiento puede proporcionar el principio para la
organización de las jerarquías sociales y para su estratificación, para la formación de
la estructura de clases, para la distribución de las oportunidades de influencia social y
política. Incluso si puede proporcionar principios válidos para la organización social de
aspectos personales de la vida. Y si por último, el conocimiento también puede ser un
principio normativo de la cohesión social y de la integración, a pesar de que las
variaciones y alteraciones en la reproducción del conocimiento más parece que crean
barreras y brechas que cohesión e integración.

3. Una perspectiva global: Las concepciones en presencia.- Burch-


CMSI, Castells-Heimanenn-Tovarld, Sther y Nevers.-

El sistema de conceptos y términos que se teje bajo los apelativos de ‘sociedad del
conocimiento’, ‘sociedad de la información’ o ‘sociedad red’ ocupa un lugar central en
la discusión actual en las ciencias y actividades vinculadas con el mundo digital, o en
las que utilizan este soporte en el ámbito de su desarrollo. O sea: todas. Así como en
la política europea. Se trata genéricamente de un concepto que pretende resumir y
atribuir sentido a las transformaciones sociales y de todo tipo que se están
produciendo en la sociedad moderna y sirve para el análisis de estas
transformaciones. Al tiempo que ofrece un marco de desarrollo para el futuro, para
guiar las acciones estratégicas (en la tecnología, las comunicaciones, la educación, el
comercio, los negocios, el entretenimiento,…) y para regular las acciones políticas.
La revisión de la bibliografía de referencia pone de relieve cuatro ejes culturales de
desarrollo: Uno el de Burch, adaptación crítica (o populista) de las conclusiones y de
los trabajos de la CMSI, otro en el que el uso de este término, ‘sociedad de la
información’, está fijado desde el principio de los años 1990 por los trabajos de Nico
Stehr. Otro está impulsado por Manuel Castells, Pekka Himanen y Linus Torvald que
acuñan los términos sociedad del conocimiento y sociedad red. Y el tercero por Hans-
Dieter Evers que, desde una perspectiva de la economía y de la filosofía, introduce un
nuevo concepto que es esencial para él en la Sociedad del Conocimiento y es el de
Culturas Epistemológicas.

3.1 La sociedad de la Información/Conocimiento según Burch, y según


las derivaciones de la CMSI
Esta visión quizá sea la que inicialmente cuenta con un mayor impulso. Se cristaliza en
los documentos de la CMSI, que es un proceso mundial. La visión se plasma en la
Declaración de Principios de Ginebra[9], adoptada por los gobiernos –en ella se
incluyen aportaciones de movimientos, asociaciones y en general de lo que se ha
dado en llamar aportes de la sociedad civil (de hecho aún hoy cuando leemos los
principios que inspiran el movimiento OLPC, nada sospechoso de populismo,

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 16 de 41


encontramos reflejado en ellos buena parte de estas declaraciones-. Esta declaración
manifiesta en su primer artículo:

“Nosotros (...) declaramos nuestro deseo y compromiso comunes de construir


una Sociedad de la Información centrada en la persona, integradora y orientada
al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la
información y el conocimiento, para que las personas, las comunidades y los
pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la promoción de su
desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida, sobre la base de los
propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.”

En la Declaración de la Sociedad Civil [10] proyecto esta misma visión, y la manifiesta


en varios párrafos. Dice:
“Nos comprometemos a constituir sociedades de la información y la
comunicación centradas en la gente, incluyentes y equitativas. Sociedades en
las que todas y todos puedan crear, utilizar, compartir y diseminar libremente la
información y el conocimiento, así como acceder a éstos, con el fin de que
particulares, comunidades y pueblos sean habilitados y habilitadas para
mejorar su calidad de vida y llevar a la práctica su pleno potencial”.

Como vemos se trata de una literatura de proclama que huye de un análisis sistémico
donde se establezca una correlación entre uso y disfrute de bienes y medios para su
obtención, ideas de corresponsabilidad y una mínima consideración o análisis sobre
soporte, medios y compromisos para que este desarrollo se posible, y caracterizarlo
con unos criterios que puedan desarrollarse en indicadores concretos. Lo menos que
se puede decir es que se trata una declaración de buenas intenciones y voluntarista.

En esta línea continúa la declaración añadiendo principios de justicia social, política y


económica, así como para una plena participación y legitimización de los pueblos;
Hace énfasis en los objetivos de sostenibilidad, democracia e igualdad de género; y
por último evoca arcadias felices en donde (Burch, …) “el desarrollo se enmarque en
los derechos humanos fundamentales y esté orientado a lograr una distribución más
equitativa de los recursos”.
No establece criterios ni para la obtención ni para la generación de la riqueza del
conocimiento, que no sea la distribución, el reparto.
La aplicación estricta de estos principios llevaría a corto plazo a la destrucción de la
fuerza generatriz de esta riqueza con la rápida aniquilación de la SIC. De hecho esa
tendencia así se ha manifestado en las sociedades y países donde se ha aplicado en
mayor o menor grado, llevando a una mayor ampliación de la brecha der esos países y
sociedades con el resto. [Revisar esto para suavizarlo y citar ejemplos en un sentido y
en otro de a) Países árabes y áreas de Iberoamérica; b) Países orientales (Malasia,
Indonesia, Hong Kong, etc.), India, y China ]

En su análisis de la CMSI, Burch hace una disección en dos visiones radicalmente


distintas. Señalando que aunque el objetivo declarado de la CSMI desde sus inicios
era obtener una perspectiva común de todos los participantes, muy pronto se
decantaron dos posturas. Para esta autora ya desde el principio adscribe a una
posición, la de las delegaciones gubernamentales y del sector privado, una idea la de

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 17 de 41


dar poca importancia al hecho clave, para ella, de obtener una posición común [clásica
posición consistente en que todos asuman los principios de la mayoría]. Y por otro
lado las organizaciones de la sociedad civil, para las cuales esta idea era un principio
clave, pues allí “tenía lugar la disputa de sentidos, poniéndose en evidencia la
confrontación de proyectos de sociedad”. A partir de este punto a la primera posición
adscribe a Castells, y por ahí pasa la línea divisoria de los países desarrollados,
corporaciones, gobiernos, etc y la de la sociedad civil, países en desarrollo, etc. la
otra. Con dos grandes enfoques:
El primero solo lo citaremos para reincidir en la posición de la autora que lo toma como
referencia en negativo para que destaque la suya en un planteamiento claramente
maniqueo. Tan importante es para el conocimiento de este planteamiento lo que dice
la autora sobre él como lo que atribuye a “los otros”. Según Brunch para este enfoque,
el de los países desarrollados, etc., hablar de sociedad de la información es hablar de
un paradigma de desarrollo que atribuye a la tecnología un papel causal (como en
todo este tipo de discursos personaliza los entes materiales atribuyéndoles rasgos
humanos: intenciones, etc.) en el nuevo ordenamiento social. Este paradigma coloca
la tecnología en todo caso como el motor del desarrollo económico y social. En este
sentido a pesar de su carácter esquemático, tiene bastantes concomitancias como
después veremos con el carácter que atribuye Castells a Internet en la sociedad-red y
con su discurso simplificado.
Sin embargo Bruch no establece una argumentación solida ni alega fuentes para
afirmar que el planteamiento tecnologicista de los países desarrollados sostiene que la
“transición hacia la sociedad de la información es esencialmente una cuestión de
tiempo y de decisión política para crear las “condiciones habilitadoras” adecuadas”.
Tampoco acredita la posición de esta tendencia en relación con los sectores con
exclusión o con acceso limitado a las redes “Algo parecido sucedería con relación a
los sectores sociales afectados por la brecha digital, a los cuales habría que incluir
mediante programas de acceso universal”. No lo hemos visto en ningún texto.
Esta posición de adjudicación de intenciones y de estrategias la hemos visto después
confirmada por el tipo de críticas que se han hecho a programas como OLPC.
Para concluir Bruch atribuye esta teorización o fundamentación, colocar a la tecnología
en el centro de este modelo, a la intención de la industria de telecomunicaciones de
ser y aparecer como la líder del desarrollo de estos sectores y países así como del
desarrollo de la SIC; y a que la industria productora de servicios y contenidos digitales
asuma una influencia decisiva.
A diferencia de lo anterior esta afirmación, como no podría ser de otra forma por la
potencia de la aseveración, sí es justificada. Lo hace de forma genérica con una
alusión al Plan de Acción de la Cumbre (CMSI 2003-b), diciendo que se manifiesta una
visión “centrada en el mercado” como predominante el Plan de Acción de la Cumbre
(CMSI 2003-b), “incluso” (sic) desde el primer párrafo (pero no cita más), que dice “la
visión común y los principios fundamentales de la Declaración de Principios se
traducen en líneas de acción concretas para alcanzar los objetivos de desarrollo
acordados (...) mediante el fomento del uso de productos, redes, servicios y
aplicaciones basados en las tecnologías de la información y las comunicaciones”. (Las
cursivas son de Burch). Ésta es la máxima argumentación que sostiene tan fuertes
alegaciones. Pero cómo puede producirse el acceso si no es mediante “el uso de
productos, redes, servicios y aplicaciones basados en las tecnologías de la
información y las comunicaciones”.

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 18 de 41


La perspectiva de Burch que coincide con lo que presenta como segundo enfoque de
la CMSI, que impugna al primero que hemos señalado sostiene los siguientes asertos:
Como no puede ser menos, la nueva etapa se caracteriza por el predominio que
ejercen la información, la comunicación y el conocimiento en la economía y en general
en todas las actividades humanas.
La tecnología es el soporte que ha desencadenado (sic) un desarrollo acelerado de
este proceso; Sin embargo no es un factor neutro, ni su la orientación de su progreso
es inevitable, en función de que, en su origen, el propio desarrollo tecnológico está
orientado por estrategias de intereses.

Evidentemente esta última afirmación se comenta por si misma. ¿cómo puede un


soporte desencadenar cambios tan trascendentes?. Se produce la confusión entre
niveles de maquinas e instrumentos con entes dotados de intención, de igual forma a
como curiosamente sucede con el conectivismo [citar a Siemens]. Nadie afirma que el
desarrollo de la sociedad de la información sea inevitable en un sentido. Y las
estrategias de intereses habría que desvelar cuales son y a qué intereses obedecen.
Como alternativa propone que:
 Las políticas para desarrollar la sociedad de la información deben centrarse en
las personas, deben definirse en función de sus necesidades
 Las políticas de la SIC deben desarrollarse en un marco de derechos humanos
y de justicia social.
 Los países en vías de desarrollo y la sociedad civil deberían tener un papel
clave en la orientación de dicho proceso y en su gestión.
¿Qué añade esto de lo que cabría esperarse en cualquier circunstancia, se trate de
esta era o de un periodo cualquiera?
Pero continuando, para la propuesta lo fundamental no es “información” sino
“sociedad”. Caracteriza la primera porque hace referencia a datos, canales de
comunicación y dispositivos de almacenamiento, y la segunda está referida a seres
humanos, culturas, formas sociales de organización y de comunicación. Concluye con
la supuesta evidencia La información se determina en función de la sociedad y no a la
inversa. Que no es un hecho sino una intención simple en una realidad
extremadamente compleja. En cualquier caso si este fuera el deseo o la intención,
debieran de ser los propios actores quienes la confiriesen no impulsarlo mediante una
directriz voluntarista, pero es que es la propia naturaleza de la red la que propicia más
y mejor que en ningún otro momento este carácter de la sociedad por su naturaleza
abierta.
Evidentemente el carácter de proclama del texto y de la propuesta no merecería ser
más comentado si no fuese porque es asumido por organismos merecedores de tan
alta consideración, y en ellos estuviesen representadas tan altas instancias. No es
preciso que los informes estuviesen avalados por investigaciones solo bastaría un
mínimo rigor lógico y discursivo
Como muestra baste señalar lo que dice, en el sentido señalado, el organismo
denominado “Campaña por los Derechos a la Comunicación en la Sociedad de la
Información” -CRIS- en el documento sobre la CMSI titulado “La Pregunta para la
Sociedad Civil de cara a la CMSI” (CRIS, 2003):

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 19 de 41


“Si la sociedad civil va a adoptar y rescatar la noción de una sociedad de la
información, debe regresar a estas nociones básicas, planteando las preguntas
correctas:
¿Quién genera y posee la información y el conocimiento? ¿De qué manera
está valorizado?
¿De qué manera es difundido y distribuido el conocimiento? ¿Quiénes son los
guardianes?
¿Qué limita y facilita el uso del conocimiento por parte de la gente para lograr
sus metas? ¿Quién está mejor y peor posicionado para aprovechar este
conocimiento?”

En resumidas cuentas el enfoque Burch se caracteriza sobre todo por lo que


rechaza, o por lo que afirma, o por cómo lo hace: como proclama, que por lo
que pueda aportar de visión sistémica o integradora, o por atribuir un
significado a los cambios que no sea el de que obedecen a estrategias, según
una forma de pensar maniquea, o más bien utilizando una técnica de atribuir
intenciones en la gestión de los cambios orientándolos a la explotación de los
países y sectores en vías de desarrollo. Visión que no justifica.
No obstante estos enunciados, esta posición como todo lo que constituye la
CMSI tiene la virtud de colocar en primer plano el debate, el análisis y la acción
en torno a los cambios que se están produciendo en las sociedades que tienen
como base o motivo visible las nuevas formas de comunicarse y de circular y
procesar la información, que da lugar a una amplia y profunda modificación de
todas las actividades sociales, económicas, políticas, de relación en todos los
ámbitos, capas sociales y en todas las latitudes.
También ponen en primera línea y como primera prioridad el debate en torno a
“sociedad del conocimiento”, y en particular esta posición, la de Burch, si bien
con una gran simplicidad, y repleta de lugares comunes, sin un mínimo análisis,
tiene la virtud de evocar justamente una concepción integral y hacer un
esfuerzo en poner el énfasis en aspectos esencialmente humanos de los
procesos.
Cabe destacar una postura que pasó inadvertida pero que plantea un
interesante perfil de la sociedad del conocimiento poniendo énfasis en la idea
se saber o del conocimiento compartido, como aspecto más destacado del
nuevo conocimiento.
Esta propuesta fue defendida por un sector muy minoritario, y su portavoz
visible fue Adama Samassékou (presidente entonces del Buró de la CMSI). El
párrafo siguiente sintetiza su posición:
“Es importante comprender qué cubre este concepto [el de Sociedad de
la Información]: no se trata de una información que se difunde y se
comparte sino más bien de una sociedad en la que se quiere comunicar
de otra manera y compartir un saber. Se trata, pues, de una sociedad del
saber compartido y [a través de él] del conocimiento” (Samassékou,
2003).

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3.2 La sociedad de la Información y del Conocimiento como Sociedad-
red. La visión de Castells, Himmanen y Torvald
Podríamos referir esta otra visión de la nueva sociedad como atribuida a Manuel
Castells, él por su creación muy prolija y por su sistema de ideas sobre el tema, muy
próximo a una epistemología, tendría peso suficiente para identificar este apartado.
Sin embargo otros dos autores que han manifestado su importancia en éste y en otros
ámbitos como son Pekka Heimanenn, en el campo de la ética del trabajo y Linus
Torvald en la ingeniería del software y en la filosofía del open source, comparten de
forma manifiesta (Himmanen, …) la práctica totalidad de esta visión, y por tanto no
podríamos sustraer este hecho a la importancia de este enfoque.

Castells, Himmanen y Torvald perciben de otra forma la sociedad sociedad del


conocimiento y de la información. Así para Manuel Castells (Castells, M. 1999) cuando
se habla de la sociedad red se está hablando de un desarrollo social autónomo que ha
encontrado al mismo tiempo su soporte de cambio y su expresión en Internet, que
pasa de ser una red fría de cables, ondas y bytes y megahercios, a ser la sociedad,
expresa los procesos sociales, los intereses sociales, los valores sociales, las
instituciones sociales.
Pero tampoco es la sociedad en la forma que tradicionalmente la conocemos, es una
sociedad nueva y distinta
Internet es pues la sociedad [verificar esta cita]:
Y su especificidad es que constituye la base material y tecnológica de la
sociedad red, es la infraestructura tecnológica y el medio organizativo que
permite el desarrollo de una serie de nuevas formas de relación social que no
tienen su origen Internet, que son fruto de una serie de cambios históricos pero
que no podrían desarrollarse sin Internet. (...). Pero además Internet tampoco
es es una simple tecnología por otra razón; es el medio de comunicación que
constituye la forma organizativa de nuestras sociedades, es el equivalente a lo
que fue la factoría en la era industrial o la gran corporación en la era industrial.
Internet es el corazón de un nuevo paradigma sociotécnico que constituye en
realidad la base material de nuestras vidas y de nuestras formas de relación,
de trabajo y de comunicación. Lo que hace Internet es procesar la virtualidad y
transformarla en nuestra realidad, constituyendo la sociedad red, que es la
sociedad en que vivimos.
Sobre la terminología Castells señala su preferencia por la expresión “sociedad
informacional” más que por cualquier otra. De esta forma, además de hacer énfasis en
el término sociedad sobre el de información, que corre paralela con su teorización,
establece una correspondencia entre lo que es ahora informacional y lo que era
industrial en la sociedad industrial, o incluso en lo que era el modo de producción y de
sociedad en la era artesanal. La correspondencia es la misma. El modo de producción,
la tecnología y la forma de circular la información determina la sociedad pero esta es la
importante. Tanto en la sociedad artesanal como en la industrial son decisivos el
conocimiento, la información disponible y como circula ésta, e incluso el grado de
producción y su eficiencia dependen de la transferencia del conocimiento, sin embargo
en este caso (Castells, 1999) “el término informacional indica el atributo de una forma
específica de organización social en la que la generación, el procesamiento y la
transmisión de información se convierten en las fuentes fundamentales de la

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productividad y el poder, debido a las nuevas condiciones tecnológicas que surgen en
este período histórico”.
Otros aspectos centrales en la conceptualización que hace Castells de la sociedad
actual son, no tanto el carácter central del conocimiento que como ya hemos visto es
una característica común a otras sociedades y no exclusiva de ésta, como:
a) La transferencia de ese conocimiento al mismo sistema que lo genera, en un bucle
de retroalimentación. Podríamos añadir: Y de los sistemas colaterales, en un proceso
de interacción en sistemas comunicados y globalizados.
b) La capacidad y la necesidad de gestionar y de acceder al flujo de información como
actividad primordial.
Cabe destacar aquí, como consecuencias para el diseño de sistemas y la organización
del aprendizaje, aspectos tratados en otros puntos sobre autorregulación, evaluación e
investigación formativa, generatividad, metacognición, etc. [citas]
Sobre lo dicho en a y b señala (Castells, 1999b):
“Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central
del conocimiento y la información, sino la aplicación de ese conocimiento e
información a aparatos de generación de conocimiento y procesamiento de la
información/comunicación, en un círculo de retroalimentación acumulativo entre
la innovación y sus usos”.

La tecnología ha tenido tradicionalmente el poder de ampliar las facultades humanas.


La mente humana ha desarrollado ingenios para multiplicar la fuerza, potencia,
velocidad, incluso su capacidad de cálculo o de almacenamiento de datos, sin
embargo la SIC supone un cambio cualitativo radical, se amplían capacidades que
afectan facultades humanas de crear, representar, conocer, elaborar ideas, deducir,
sintetizar. Los ingenios amplían las capacidades humanas de pensar, conocer y crear.
Este hecho tiene repercusiones en el ámbito de la educación, aun incipientemente y
poco reconocido. Son las estrategias para propiciar el aprendizaje generativo [cita mía]
Este cambio también es recogido (Castells, 1999b):
“La difusión de la tecnología amplifica infinitamente su poder cuando sus
usuarios se la apropian y la redefinen. Las nuevas tecnologías de la
información no son sólo herramientas que aplicar, sino procesos que
desarrollar. (...) Por primera vez en la historia, la mente humana es una fuerza
productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema de producción”.

Y en una publicación más reciente cuando dice que la sociedad del conocimiento es:
“una sociedad en la que las condiciones de generación de conocimiento y
procesamiento de información han sido sustancialmente alteradas por una revolución
tecnológica centrada en el procesamiento de información, en la generación del
conocimiento y en las tecnologías de la información”.
Entre las críticas hechas a Castells está la de la visión crítica de la CMSI (Burch) que
atribuye, por un lado, al planteamiento de Castells el carácter de ser un enfoque
centrado en la tecnología (de hecho no podemos evitar relacionar lo planteado por
Castells, que veremos después cuando dice que “Internet es la sociedad”, y la filosofía
de Siemens Downes y el conectivismo), y por otro lado parece ser el enfoque de una
corriente “humanista-progresista-paises en desarrollo” cuando dice:

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Al colocar a la tecnología en el centro de este modelo, la industria de
telecomunicaciones aparece como la llamada a liderar su desarrollo; mientras
que la industria productora de servicios y contenidos digitales asume una
influencia inédita.

3.3 Nico Stehr


Según este autor en la ‘sociedad del conocimiento’ las estructuras y procesos de
creación material y de representación simbólica, cognitiva o conceptual que se dan en
las actividades de la sociedad están constituidas por operaciones de conocimiento. El
tratamiento de información, el análisis simbólico y los sistemas expertos cobran
primacía frente a otros factores de producción como son capital y trabajo. La ‘sociedad
del conocimiento’ no es solamente una sociedad con más expertos, más
infraestructuras y estructuras tecnológicas de información, sino que la validez social de
los procedimientos y conceptos depende más de la producción, la distribución y la
reproducción del conocimiento, y de su naturaleza, validez y calidad que de cualquier
otro factor de producción social.
Según esta visión la principal característica de la ‘sociedad del conocimiento’ es la
transformación radical y progresiva de la estructura económica de la ‘sociedad
industrial’, en un sistema productivo basado en factores materiales hacia un sistema
en el que los factores simbólicos basados en el conocimiento son dominantes.
Factores cognitivos, de creatividad, de conocimiento y de información contribuyen
cada vez más a la riqueza las sociedades y de los individuos.
Otra característica es la progresiva adquisición de un carácter científico de áreas de
actividad de la sociedad. Así Stehr señala las siguientes tendencias:
-Sustitución de otras formas de conocimiento por la ciencia;
-Tendencia de constitución de la ciencia como fuerza productiva directa;
-Constitución de un área política específica: Educación y ciencia.
-Constitución de un nuevo sector productivo (producción del conocimiento)
-Transformación de las estructuras de poder (fortalecimiento de las tecnocracias)
-Transformación de la base legitimadora del poder hacia grupos que detentan el
conocimiento o conocimientos específicos (poder de expertos)
-Tendencia a que el conocimiento se constituya como factor básico de la
igualdad/desigualdad social y de solidaridad social.
-Transformación de las fuentes dominantes de conflictos sociales: Aparición de un
nuevo proletariado, el del saber.

Igualmente a como sucede con otros autores, para Stehr el conocimiento no es solo la
clave de todas las actividades sino que ocupa un papel central en el desenvolvimiento
vital de los individuos, cambia la forma de vivir interviniendo en todos los aspectos.
Nico Stehr examina críticamente las premisas de las teorías sociales existentes,
analizando en qué se ven afectadas y explora las relaciones de conocimiento en las
sociedades avanzadas. El resultado es una síntesis nueva y significativa de teoría
social.
En ella las conclusiones más importantes giran en torno a los temas siguientes:

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 El proceso de cientifización y la penetración de los conocimientos científicos
afecta no sólo a la producción y a la economía, sino también a la mayoría de
las esferas que tienen que ver con la acción social
 La transformación de los sistemas políticos por los ciudadanos, que están cada
vez más informados.
 El aumento de áreas específicas de conocimientos y la aparición de cambios
en las instituciones correspondientes sobre la base del despliegue de los
conocimientos especializados.
 Un cambio en la naturaleza del conflicto social, de las luchas sobre la
asignación de los ingresos y los bienes a las demandas y de los conflictos
generalizados sobre las necesidades humanas.
 La aparición de la fragilidad como un atributo básico de las modernas
organizaciones sociales.
Stehr (1994) afirma que "las transformaciones de las sociedades contemporáneas en
torno al conocimiento no se producen siguiendo un patrón de cambio debido a una
sola variable, o que los cambios universales obedezcan unicamente a la consecución
de ventajas de los grupos sociales”. Su argumentación pone énfasis en que todas las
teorías sociales vigentes y operativas tienen en cuenta la naturaleza cambiante de las
relaciones sociales en torno al conocimiento, y define los parámetros en los que este
tipo de análisis debe llevarse a cabo: “El conocimiento sobre el conocimiento”, la
estructura económica de las sociedades del conocimiento, el papel de los expertos, la
tecnologización de la administración y la naturaleza y estructura de las sociedades y
de los grupos sociales.

3.4 Evers.- Hacia una sociedad del conocimiento. Crecimiento de la


ignorancia. Las sociedades epistemológicas

Hans-Dieter Evers desde los centros e institutos que ha liderado en la Universidad de


Bielefeld, Centro de Investigación Sociología del Desarrollo (Forschungsschwerpunkt
Entwicklungssoziologie) y posteriormente en el Center for Development Research
(ZEF), Department of Political and Cultural Change, Research Group Culture,
Knowledge and Development, en la Universidad de Bonn, ha dirigido y elaborado
numerosos trabajos, citados y referenciados aquí. Un resumen de cuyas elaboraciones
exponemos a continuación de forma glosada.
Evers, al que ahora citaremos como autor, o mejor como inspirador de esta línea de
pensamiento, porque es quien coordina un notable grupo de investigadores
multidisciplinares, aunque aunados por el enfoque sociológico, parte, como el resto de
especialistas tratados, de una idea común: Del papel y de la importancia del
conocimiento como principal fuente de productividad que ha remplazado a otras:
materias primas, trabajo, recursos, información, tecnología o finanzas, en la
organización y en la producción. Se convierte así en la principal fuente de
productividad.
Para ello cita a otro autor Peter F. Drucker (1994), en lo que ha llamado la sociedad
postcapitalista del conocimiento:
"las principales actividades generadoras de riquezas ya no serán ni la
provisión de capital para usos productivos ni el 'trabajo' (...) Actualmente se

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crean valores mediante la 'productividad' e 'innovación', vale decir, la aplicación
de conocimientos al trabajo" (Drucker 1994:8).
Incluso en la computación la mayor parte de valor agregado no reside en el valor de
los recursos empleados o en trabajo y capital invertidos, sino en el conocimiento
empleado para obtener el producto final.
Sin embargo a diferencia de los otros autores no distingue esta era de las
precedentes, de la era industrial (Evers. 2000a)
En la actual fase de la revolución industrial, el conocimiento ha asumido su
lugar como el factor más importante de producción, sobrepasando el capital y
el trabajo.
Señala igualmente una nueva industria, la del pensamiento, constituido a la sazón por
las universidades, institutos o departamentos universitarios, los institutos de
investigación, los departamentos de investigación y desarrollo de las empresas, e
incluso los centros de creación de ideas de los partidos políticos y de los grupos de
presión (los "Think Tanks") que se han convertido en factorías del conocimiento.
Conocimiento que es puesto en circulación, o simplemente vendido, a otras instancias
productivas. No es pues la tecnología la que se vende o se acepta como motor de la
producción sino el conocimiento
Otra cuestión que el autor no aclara a este nivel es la dificultad de comerciar con un
bien intangible, no perecedero, invariante con el uso y con el resto de atributos que
veremos, o que él mismo supone que posee.
Evers reconoce como y asume las características que otros autores (Albrow y King
1981, Nonaka 1995, Stehr 1994, Willke 1998a, Banco Mundial 1998:1) atribuyen a la
S. del C., y que enunciamos en el punto … de este trabajo.
Evers a estas características añade otras que se reconocen en una sociedad del
conocimiento, que describimos:
 En general se acepta que los componentes de este tipo de sociedad tienen,
por término medio, un nivel de educación general superior al de otras
sociedades y que hay una proporción cada vez mayor de la fuerza de
trabajo empleada como trabajadores con conocimientos cualificados.
Cabría alegar sobre estándares educativos que se consiguen y sobre la
naturaleza de la instrucción, si es transferible, válida o si se trata de una
información muchas veces banal de carácter paracientífico, o si los
mecanismos de evaluación y de validación son adecuados u obedecen a
otros factores.
 Las industrias integradas en este tipo de sociedad producen productos con
componentes de inteligencia artificial integrados. .
 Sus organizaciones, tanto en el ámbito de la iniciativa privada, como
gubernamental o de la sociedad civil, incorporan elementos de gestión y
toma de decisiones que las transforma en organizaciones inteligentes. Un
ejemplo de esto son los operadores de bolsa, o los departamentos de las
entidades financieras.
 El volumen de conocimiento organizado, soportado y procesado
digitalmente, es cada vez mayor. Se hace en forma de grandes volúmenes
de informaciones procesados y accesibles con sofisticados y potentes
algoritmos que permiten un uso cada vez más adaptado a las

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singularidades de personas e instituciones en forma de conocimientos
especiales.
 Existe una gran diversidad de nodos especializados en conocimientos
técnicos junto con una producción multimodal e interdisciplinar de
conocimientos.
 Existe una cultura epistemológica. Es decir un conocimiento compartido,
que es diferente de otros, sobre la producción y utilización de
conocimientos.
La mayor parte de los puntos anteriormente enunciados requieren un desarrollo
extenso con explicaciones especificadas y desarrolladas con detalles y ejemplos
significativos, Y naturalmente una reflexión sobre el campo específico de referencia.
Evers hace una importante distinción entre el trabajo basado en conocimientos y
trabajo cognoscitivo propiamente dicho. Al tiempo que hace una distinción entre la fase
tradicional de la sociedad industrial y la sociedad del conocimiento.
Una sociedad industrial en general debe descansar en el trabajo basado en
conocimientos de individuos especializados como son los profesionales y los técnicos:
médicos, abogados, ingenieros o científicos, de las ciencias sociales o de las ciencias
experimentales.
El trabajo cognoscitivo, sin embargo, el que caracteriza una sociedad del
conocimiento, va más allá del trabajo realizado por profesionales y técnicos ad hoc
formados en universidades. El nuevo tipo de conocimientos contiene una cantidad de
elementos de evaluación, autorregulación, reflexión y feedback que lo hacen flexible y
adaptable, y sobre todo operativo sobre sí mismo y sobre los procesos en que opera.
Tomaremos este elemento, por su validez y por su carácter central, como punto de
partida de una reflexión más amplia en el apartado siguiente.
Un aspecto al que Evers atribuye una relevancia notable es al aumento de la
ignorancia. Lo incluye entre los problemas más importantes que hay en el camino
hacia una sociedad del conocimiento. Es esencial:
Mientras por una lado nos encaminamos realmente hacia una "sociedad del
conocimiento", por el otro, también nos volvemos simultáneamente más
ignorantes (Evers 2000b,c).
Evers basa este hecho en que la producción de conocimientos abre nuevos campos
de saber sin respuestas o teorías que los expliquen o que le den sentido (Evers
2000b,c): “Cada vez que terminamos con éxito un proyecto de investigación, surge un
sin número de nuevas preguntas”.
De esta forma el crecimiento de los conocimientos es veloz, el “saber de lo que no
sabemos”5 aumenta con velocidad aún más vertiginosa. En principio es positivo el
carácter reflexivo de los procesos de proceso y gestión de la información, son el motor
de la elaboración de nuevos conocimiento. Sin embargo esto que en un contexto la

5
No confundir “saber lo que no sabemos” con “saber de lo que no sabemos”. Lo primero
entraña un elemento de responsabilidad y de estímulo por ser consciente de la magnitud de lo
que resta por saber. Lo segundo presupone la ignorancia: Atribuir carácter de conocimiento a lo
que ignoramos, por el simple hecho de enunciarlo. Situaciones de ese tipo se producen cuando
se usan expresiones y aún desarrollos sobre enunciados como por ejemplo “el efecto
mariposa”, caos, fractal, y otros utilizados en las situaciones más lejanas en su intención y
conceptualidad de las que los han producido y con los fines más remotos.

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reflexión es productivo, en otro estimula el incremento de la ignorancia, porque si no
se encuadran en un contexto discursivo lógico los conocimientos nuevos son
cuestionados en cuanto aparecen.
Sin embargo Evers se queda en este punto, atribuyendo a este hecho un carácter
neutro. Se remite a su enunciado. Más tarde avanzaremos en esta línea.
Más lejos llega Lachenmann (1994) que atribuye un carácter de riesgo a este tipo de
ignorancia: La moderna sociedad globalizada del conocimiento también lo es de la
ignorancia, incluso en contextos sociales y políticos desectructurados desde el punto
de vista tecnológico, moral, social o científico. Por lo tanto también es una "sociedad
de riesgos", en la que los desconocimientos conocidos sobrepasan los conocimientos,
y en la que el desarrollo se efectúa en condiciones de gran incertidumbre.
Mención aparte merece la noción de “Cultura epistemológica” y el sentido que tiene en
ella la producción de conocimientos nuevos.
Para que una sociedad adquiera un estatus al uso (consiga un nivel esporádico y
temporal de bienestar social) basta comprar y consumir conocimientos, pero esto es
efímero y ruinoso (ver lo que está sucediendo y cual ha sido el origen de las crisis
actuales que se están viviendo en países como el nuestro) y no es algo específico de
una sociedad del conocimiento consolidada. Para que la sociedad del conocimiento se
consolide no basta comprar y consumir bienes del conocimiento, es imprescindible
producirlos.
De hecho este análisis nos lleva, lleva al autor, a que para cualquiera sociedad y para
cualquier estado nacional, como comunidad política y de decisión, será crucial en este
contexto si se logra un nivel crítico de producción de conocimientos o no. La
innovación de métodos, la producción y la aplicación de los nuevos conocimientos, así
como el uso eficiente, la circulación y la gestión de la información son decisivos para
el éxito o el fracaso de la comunidad y para su integración en un contexto global.
El número creciente, y eficiente, de institutos de investigación y universidades
globalizadas y tecnologizadas, de firmas consultoras y de expertos locales que
divulgan, aplican y -sobre todo - crean conocimientos, son factores decisivos e
indicadores primordiales.
Sin embargo esto no es todo y no es en sí, sólo, lo principal.
Evers (Evers y Solvay, 2005) han reseñado estudios sociológicos recientes, que
atestiguan que no se puede explicar la elaboración de conocimientos sólo como un
proceso racional, ni que se puede estimular mediante sólo medidas insertas en
decisiones de pura lógica o voluntaristas. Es necesario que existan determinadas
condiciones de interacción social entre la experiencia social del mundo circundante y
la cultura (conjunto de valores asumidos por la comunidad).
Esta es pues la base de su concepción de culturas epistemológicas. Según este autor
es difícil que esta conjunción de valores e interacciones se produzcan, que surja una
cultura epistemológica productiva (cultura de producción de conocimientos).
El autor rechaza las explicaciones culturalmente deterministas así como las que se
basan en aspectos puramente culturales. Las primeras, que tratan de mostrar por qué
algunos valores culturales impiden el desarrollo de la ciencia y la investigación, son
insuficientes e insatisfactorias para explicar todos los casos y la complejidad de casi
todos. Las teorías que tratan de explicar los éxitos o fracasos únicamente en base a
aspectos culturales arguyen aspectos banales. El autor tiene un enfoque más
proactivo y construccionista. Las razones del éxito de una sociedad epistemológica, o
al menos que sea posible lograr mejores resultados, tiene más que ver con la

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investigación de factores complejos implícitos en los procedimientos y en las
interacciones que se producen. Que son las que definen y caracterizan a las
sociedades tecnológicas.
De esta forma las condiciones previas para el desarrollo y crecimientos de culturas
epistemológicas, sus formas y contenidos deben pues ser investigadas y
comprendidas para explicar la dinámica y la lógica interna de la producción de
conocimientos en un contexto social concreto
Este es pues el interés de considerar, como un fenómeno complejo y diferenciado, las
sociedades epistemológicas, que abordaremos en otro punto de este trabajo.

4. Conclusiones sobre las características de la Sociedad del


Conocimiento
Hemos visto hasta aquí lo que han aportado algunas de las más conocidas teorías y
autores, tanto de carácter económico, como de orden sociológico o filosófico, sobre la
nueva sociedad. Todos ellos han coincidido en que se trata de una sociedad que ha
superado la configuración y características básicas de la anterior sociedad industrial y
que tiene como principal base de su organización y riqueza el conocimiento. A partir
de este punto trataremos de fundir lo que hay de común en sus rasgos y
características según estos autores y otros que referenciaremos con una particular
visión sobre lo que entendemos que una visión interdisciplinar o transdisciplinar
pueden aportar haciendo especial énfasis en las repercusiones que puede tener en la
organización de la formación.
Los autores especializados en la economía (entre otras, Albrow y King 1981, Nonaka
1995, Stehr 1994, Willke 1998) han puesto énfasis en la distinta naturaleza que tiene
como bien el conocimiento y que lo hace distinto del resto de factores que determinan
la sociedad, y también tiene fortísimas implicaciones, su circulación y propiedad para
el mundo del derecho en sus fundamentos:
 El conocimiento no tiene unidades ni patrones para medir. En todo caso su
medición se produciría por la calidad, impacto y alcance de sus consecuencias,
y esto se pueden apreciar mucho después de su producción, en realidad puede
no dejar de apreciarse nunca. El conocimiento es más difícil de medir que los
otros factores. Expresado de forma inusual, en el contexto de su fuente, el
Informe sobre el Desarrollo Mundial (Banco Mundial 1998:1) dice: "El
conocimiento es como la luz. Sin peso e intangible, puede viajar fácilmente por
el mundo, iluminando las vidas de la gente en todas partes".
Este hecho hace que los factores que propician su producción, la educación y
la circulación del conocimiento existente de forma previa, han de ser
considerados con sistemas de evaluación y de valoración distintos que otros
tipos de mercancías o de la forma que se hace habitualmente. La evaluación
ha de tener una naturaleza formativa.
 Una vez que el conocimiento está producido, puede ser reproducido o copiado
fácilmente, y hacerlo de forma ilimitada y sin coste. Este hecho cambia su
sentido como mercancía. La titularidad del valor no es el ejemplar sino la matriz
del conocimiento, que además tiene un carácter distinto, en su soporte, del
resto de soportes del conocimiento. Planteando la cuestión de la propiedad
donde radica, su naturaleza, etc. No hay que traer hechos recientes como Wiki-
Leads o Megaupload. O los conflictos de las empresas de la industria de la
computación y de las redes (Google, Microsoft,…), incluso con estados por

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cuestiones de los derechos de reproducción y de las patentes de propiedad
intelectual. O el cambio de política de las universidades respecto de las
editoriales como Elsevier o Thonsom-Reuter
 En parte por la razón anterior, los gastos de carácter general de las
transacciones con bienes del conocimiento son bajos, y con una naturaleza y
distribución por partidas distintas a las mercancías y bienes anteriores. Sucede
algo parecido a lo que hemos visto que sucede con el coste del e-learning en
relación con la enseñanza de aula tradicional que hemos visto en las
asignaturas de organización:

Fig. 3 Coste de las mercancías y del conocimiento en la sociedad industrial


Hay un coste inicial por producción y luego un coste debido a la distribución y
comercialización que es por unidades y, aunque está exagerado en el gráfico,
tiene una naturaleza casi lineal.
Distinto es lo que sucede en la sociedad del conocimiento donde hay un coste
inicial, generalmente más alto que antes, pero sin casi incremento debido a la
distribución.
En el gráfico siguiente (Fig. 4) vemos la progresión del coste en función del
volumen de conocimientos, o de unidades (copias de un mismo producto)
comparado en la sociedad industrial y en la sociedad del conocimiento.

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Fig. 4 Coste comparado del conocimiento en la sociedad industrial y en la sociedad del
conocimiento

 Otra diferencia entre el conocimiento y otras mercancías es que mientras éstas


están sujetas a la “ley del decrecimiento de las utilidades” (a medida que se
usan decrece su valor), el conocimiento por el contrario experimenta una
productividad marginal creciente. A medida que es mayor o más apreciado el
saber de un experto, o un grupo de consultores y asesores en una
organización, más valiosos se vuelven los conocimientos dde cada uno de los
individuos o de los grupos de dicha organización; o expresado de otra forma
“se necesitan conocimientos [marginales] para utilizar el conocimiento con
efectividad y eficiencia” (Willke 2000:2).

Sobre los rasgos que atribuyen el resto de autores podemos añadir o enunciar con una
reformulación que pensamos más ajustada lo que sigue:

 A propósito de la definición de la CMSI hemos dicho que el concepto de


información hace referencia a datos sin elaboras. La información tiene una
connotación de material primitivo (es el equivalente a lo que son las materias
primas en las etapas anteriores, si se puede decir). La idea de conocimiento
entraña un valor esencial: la elaboración. Supone un cambio radical, en lo que
respecta a la eficiencia, con el resto de procesos, sobre todo en los procesos
de gestión de la producción, incluida la gestión de la producción del
conocimiento. La eficiencia se convierte de esta forma en un factor clave. Así lo
vemos por ejemplo en la evolución continua de la tecnología del automóvil, de

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las comunicaciones, de la telefonía móvil e incluso de las finanzas. Supone una
configuración nueva de los sectores sociales poniendo en el centro los sectores
vinculados directamente con la producción y la gestión del conocimiento. Y en
consecuencia supone también un giro en el eje sobre el que basculan
cuestiones como el poder y el desarrollo social.
 El papel que en estos procesos cumple la tecnología. Los cambios de todo tipo
que estamos tratando se producen de forma acelerada con la irrupción de la
tecnología digital en el ámbito de lo personal primero, con la aparición de
Internet, la comunicación interpersonal masiva en un segundo paso y con las
herramientas sociales y ubicuas en un tercer momento, Pero sobre todo con el
soporte y la circulación supermasiva de información, los algoritmos de proceso
generativos (singularizados a cada usuario) y el uso por parte de todas las
industrias y los servicios. La tecnología no es la sociedad del conocimiento
pero ha puesto las bases materiales para que los cambios se produzcan. De
igual forma que la máquina de vapor o la electricidad no son la sociedad
industrial pero sin ellos ésta no hubiera sido posible. Siempre hemos dicho que
la tecnología potencia las facultades humanas, las amplía, en un caso la
fuerza, o la capacidad de producir bienes y servicios, y en otro la capacidad de
conocer, crear, procesar y de representar.
La orientación del progreso de la tecnología y por ende la orientación de la
sociedad, es inevitable que se produzca no por la naturaleza intrínseca o por
factores de su propia dinámica, sino por decisiones y estrategias políticas, de
poder o por intereses. Una cuestión a debatir es si se hace en las condiciones
necesarias de conocimiento.
 Algunos teóricos como Castells (…) y Heimannen (…) sostienen que:
Su especificidad [la de Internet] es que constituye la base material y
tecnológica de la sociedad red, es la infraestructura tecnológica y el
medio organizativo que permite el desarrollo de una serie de nuevas
formas de relación social (…); es el medio de comunicación que
constituye la forma organizativa de nuestras sociedades, (…). Lo que
hace Internet es procesar la virtualidad y transformarla en nuestra
realidad, constituyendo la sociedad red, que es la sociedad en que
vivimos.
Sin embargo no hay evidencias de que Internet, o en general la tecnología
digital, determine la forma organizativa de nuestras sociedades. Las finanzas,
el comercio, la sanidad, la educación o los entretenimientos no adoptan la
forma de organizarse de Internet. Tampoco está demostrado que suceda al
contrario.
De una variedad de opciones que en un momento son posibles, la práctica, o la
dinámica social-económica-científica, determina que se consolide o
permanezca sólo una o sólo algunas. Así Internet a sobrevivió a otras opciones
de redes (BBS, u otras formas de transmisión de datos por lotes como Minitel,
Telecom o Ibercom) , y en Internet la Web sobrevivió a Gopher, o las redes
sociales han acabado con las listas de discusión. Es decir en el bosque de
opciones que la tecnología ofrece en un momento una determinada actividad
encuentra un camino para desarrollarse a través de ella.
Ocurre como a las especies biológicas en evolución: Hay algunas que, en la
diversidad de las distintas que aparecen, tienen rasgos que dan respuesta más

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eficaz a unas necesidades previas de adaptación (que se hacen visibles en
ese momento) y sobreviven. Existe una real “evolución de la tecnología”.
 En esta sociedad se produce la transferencia de conocimiento elaborado al
mismo sistema que lo genera, en un bucle de retroalimentación. Pero no solo a
él sino también a los sistemas colaterales, en un proceso de interacción entre
sistemas comunicados y globalizados.
 Otra característica es la capacidad y la necesidad, básica para la sociedad, de
gestionar y de acceder al flujo de información como actividad primordial.
En la segunda parte de este trabajo tratamos con más profundidad y extensión los
rasgos que tienen facetas específicas de la sociedad como son la naturaleza y
cambios en la ciencia, en la educación o en el poder.
 Respecto de la ciencia, el nuevo paradigma imperante atribuye un carácter
científico, o las fundamenta, a todas las áreas de actividad de la sociedad. Así
podemos decir a partir de lo que Stehr, ( …) plantea como tendencias lo
siguiente: La ciencia se convierte en la forma de conocer por excelencia, otras
formas de conocer se revisten de un carácter y de un lenguaje cientifista o son
sustituidas. Se admite la ciencia como elemento productivo directo, las
empresas tienen su división científica, las universidades venden patentes, etc.
Hay un área política específica que gestiona la ciencia, vinculándola a la
industria, y el empleo además de a la educación.
 Formación de un nuevo sector productivo (producción del conocimiento)
distinto de los sectores extractivo, de transformación y del de servicios. Con la
consiguiente aparición de una nueva forma de trabajo y de un sector de
asalariados: Estos hechos han cambiado los roles sociales (el profesional con
funciones de dirección y gestión ha pasado a ser un asalariado que ve como
otros individuos desposeídos del conocimiento ejercen funciones para las que
no están capacitados o que simplemente ignoran su sentido y alcance, por mor
de avatares de la política) y han transformado las fuentes de los conflictos
sociales.
 No obstante lo contradictorio, solo en apariencia o nominalmente, con la
tendencia anterior, aparece igualmente una transformación de las estructuras
de poder. Hay un fortalecimiento de las tecnocracias. Pero las tecnocracias no
son fuerzas productivas directas, son fuerzas políticas que no basan su
legitimidad en la representatividad, sino en su experticia. Sin embargo su
naturaleza no es científica sino política, de esta toman sus métodos y de
aquella su lenguaje y sus formas.
Paralelamente ha cambiado la base legitimadora del poder, Se ha reorientado
hacia grupos organizados que gestionan y detentan la propiedad de los
productos del conocimiento o de los conocimientos específicos. Es el poder de
“los expertos”.
La últimas consecuencia y la de más efectos, de más alcance además, es la
tendencia a que el conocimiento se constituya como factor clave de la
igualdad/desigualdad social y de solidaridad/insolidaridad social. Pero esta
sería la últimas y más grave consecuencia de una mala orientación de
prácticas derivadas de las tendencias anteriores. Y contra las que habría que
luchar en sus causas y esperar a sus efectos.

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Las teorías sociales se ven igualmente fuertemente concernidas. Según hemos visto
(Stehr y Evers sobre todo pero también Castells) las premisas de las teorías sociales
existentes se ven afectadas en la sociedad del conocimiento. La síntesis sin duda
constituye la base de una nueva y significativa de teoría social, a la cual están
abocadas nuevas investigaciones.
Las conclusiones más importantes pueden ser:
 Al igual a como sucede en la economía el proceso de cientifización y la
representación y organización a través de, o utilizando, los modelos científicos
afecta a la mayoría de las áreas que tienen que ver con la acción social
 Existe una tendencia, y un deseo, por los ciudadanos a una mayor participación
en la transformación de los sistemas políticos, en la idea de que están cada
vez más informados. Esta tendencia se manifiesta igualmente en un auge de
las organizaciones de la sociedad civil, autónomas muchas veces ante los
canales de participación y representación tradicionales, por participar en las
decisiones en los ámbitos sociales y de servicios a la comunidad. Como
consecuencia se produce un cambio en la naturaleza del conflicto social. La
lucha cambia de eje enfocándose a cambiar los criterios sobre la asignación
de ingresos y bienes a unas demandas distintas. Otra consecuencia de este
distanciamiento entre los cauces de participación y de representación
tradicionales y las nuevas orientaciones de la sociedad civil produce la
fragilidad como un atributo característico de las nuevas organizaciones
sociales.
 Hay un aumento de áreas especializadas de conocimientos, ello conlleva la
aparición de cambios en la organización de las instituciones, con la aparición
de departamentos, agencias e institutos, tomando como referencia el
despliegue de los conocimientos especializados.

A partir del as características generales que atribuye Evers a “una sociedad del
conocimiento” podemos hacer algunas precisiones:
 Aunque en general se acepta que los individuos en esta sociedad tienen, en
promedio, un nivel de educación general superior al de otras sociedades cabe
decir que hay una gran dispersión o falta de consistencia de los estándares
educativos que se utilizan, como señalan las frecuentes críticas y denuncias
que hace la prensa especializada y algunos autores (ver Wiley,….) y que
muchas veces hace que los resultados se confundan por parte de algunas
instituciones en una especie de marketing. Igualmente se pone en duda la
validez de la capacitación otorgada por los títulos, basado en la falta de poder
de transferencia de los aprendizajes obtenidos en la educación formal. Se
cuestionan los mecanismos de evaluación. Hay una inflación de títulos, se
transfiere la validación de las competencias por la práctica laboral o
profesional, y un título no garantiza ni asegura un estatus profesional ni la
competencia que debería llevar aparejada. Hay una crisis de los procesos y del
concepto mismo de evaluación o de su función validadora de la competencia.
Algunas propuestas de diseño de nuevos estudios, como son los sistemas
MOOCs (Downes,…), renuncian explícitamente a esta función evaluadora..
 Hay un cambio clave en la forma de procesar las grandes masas de
información, si bien al comienzo de la sociedad de la información el volumen de
conocimiento organizado, soportado y procesado digitalmente, era ingente,
este proceso se hacía de forma única o unidimensionalmente, dando una única

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respuesta a una única pregunta cada vez. Actualmente la respuesta se hace
personalizada teniendo en cuenta el enunciado de la pregunta y el perfil que el
sistema se forma del usuario que la formula, tomando como base los
conocimientos que tiene sobre él, que a veces son asimismo cuantiosos. Lo
hace en forma de grandes volúmenes de informaciones procesados y
accesibles con sofisticados y potentes algoritmos que permiten un uso cada
vez más adaptado a las singularidades de personas o sistemas, en forma de
conocimientos especiales. Este hecho permite por un lado procesar el
conocimiento de forma generativa atendiendo a diversos niveles de demandas,
y por otro permite un tratamiento transdiciplinar de la información sometiendo a
distintos puntos de vista la búsqueda que hace (ofreciendo informaciones que
son relevantes para distintos enfoques) como respuesta a una misma
interrogación.
 Junto a una gran diversidad de nodos especializados en conocimientos
técnicos aparece, de forma original o de forma derivada, una producción
multimodal e interdisciplinar de conocimientos. Este hecho favorece una visión
interdisciplinar y sistémica del conocimiento frente a la visión fragmentada
existente como predominante hasta ahora.

A los anteriores podemos añadir otros rasgos:


 Bell (1973, 1976) señala que la característica principal de este tipo de
sociedad será la producción de conocimiento teórico, y que dentro del sector
servicios el área predominante será la producción de conocimientos. Y que
estos a su vez a través del refinamiento de procedimientos y de
tecnologías constituirán el eje de la estructura de la nueva economía. Este
anuncio hecho en la década de los setenta se ha confirmado sobradamente. El
crecimiento de la economía y la mejora delos servicios ha sido partir de la
depuración y del refinamiento de los procedimientos, obteniendo una
mayor eficiencia. Esto ha sucedido en la tecnología automovilista (con
motores más eficientes, de gestión electrónica, menos contaminantes, de
tecnología híbrida,…) en las finanzas y en el comercio (donde la gestión
electrónica y los nuevos productos financieros hacen que se pueda hacer un
uso más eficiente del dinero y tener acceso a más y mejores servicios), en la
farmacología, la cirugía, etc.
 Hemos reiterado que en la Sociedad del Conocimiento, la principal base de la
producción es el conocimiento. Y éste tiene una característica que determina
las relaciones económicas, culturales y el sistema de circular, difundirse y su
apropiación: Con el denominador de conocimiento no hay riqueza que no sea
creada, a diferencia de como sucede en otro tipo de riqueza determinante en
otro tipo de sociedades: Las materias primas, los productos manufacturados, la
producción industrial e incluso los servicios.

 Se necesitan conocimientos para utilizar el conocimiento con efectividad y


eficiencia (Willke 2000:2). Habría que decir más: Se necesita un conocimiento
especial y distinto como es la metacognición o las estrategias de regulación
(Esteban y Zapata, ), para utilizar el conocimiento necesario y adecuado a cada
situación en un momento determinado.

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 Se resalta el papel y de la importancia del conocimiento como principal fuente
de productividad que ha remplazado a otros factores: Materias primas, trabajo,
recursos, información, tecnología o finanzas, en la organización y en la
producción. Ahora además vale decir lo mismo pero aplicado al conocimiento
sobre materias primas, al conocimiento sobre trabajo, al conocimiento sobre
recursos, al conocimiento sobre información, al conocimiento sobre tecnología
o al conocimiento sobre finanzas. E incluso al conocimiento sobre
conocimiento. Se convierten así en la principal fuente de productividad.

5. Crecimiento de la ignorancia y sociedad de la banalidad


La necesidad de atribuir sentido a los conocimientos o a los fenómenos conocidos, en
cantidades cada vez más ingentes siguiendo modelos supuestamente conocidos, pero
solo conocidos por sus enunciados o la interpretación que de ellos se hace o de una
versión muy reducida cuando no desvirtuada y destinada a la difusión,, hace que las
mismas conjeturas que se producen en el seno de los grupos de investigación o por
los investigadores se produzcan de forma amplia y muy difundida. De esta forma la
cantidad que se formula de interpretaciones, ideas o teorías implícitas, es mucho
mayor en su crecimiento que el desarrollo del conocimiento científico o el conocimiento
social o tecnológicamente útil.
Si en la propuesta de Evers (2000, p.7) (Diagrama 1: El crecimiento de los
conocimientos y de la ignorancia (ficticio)), el crecimiento de la ignorancia es
simplemente superior que el del conocimiento cabal, y por la gráfica ficticia que no
spresenta parece atribuirse un sentido de crecimiento

Fig. 1 El crecimiento de los conocimientos y de la ignorancia (ficticio).(Evers, 2000,


p.7)
Parece atribuirse una función creciente pero más bien polinómica a la masa de
conocimientos en función del tiempo, y una función igualmente polnómica a la función
de “la ignorancia” pero de mayor grado, o en todo caso una función exponencial pero
de base baja, si hacemos la consideración siguiente quizá la interpretación sea otra:

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Si por cada proposición aceptada se pueden derivar una cierta cantidad de
derivaciones, consecuencias, conclusiones, deducciones posibles o probables o a las
que simplemente se les pueda atribuir sentido dentro de un esquema de pensamiento
(racional o no), y de ellas solo son ciertas con rigor de prueba un número reducido, se
podrían extraer cuanto menos dos conclusiones:
a) El crecimiento de conocimiento y de ignorancia son funciones exponenciales.
b) Pero la base de la segunda es mayor, en una proporción estimativamente fija
de la base de la segunda.
De esta forma cabria pensar en dos funciones exponenciales con sendas bases
distintas (la segunda mayor) de tal manera que una sea una función proporcional de la
otra:

De esta forma si siendo prudente atribuimos una estimación de entre una o dos
consecuencias válidas a cada proposición (a=1,5) y como conclusiones aceptadas
solo el doble obtendríamos dos funciones sensiblemente distintas:

Naturalmente se podrían llevar a cabo investigaciones sobre casos concretos y seguro


que las diferencias serían mayores, pero ya en este ejemplo la grafica es elocuente:

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Fig. 2

Naturalmente nos referimos a funciones de solo una variable y con las demás en
igualdad de condiciones, pero igualmente podríamos considerar otras variables como
son el medio de difusión (Internet, foros,…), o en combinación.
La diferencia con el planteamiento de Evers es que tal como lo plantea él la ignorancia
son conocimientos inocuos, no operativos en principio y solo latentes, sin embargo la
ignorancia en un porcentaje alto es un “conocimiento” operante a través de
conclusiones falsas que llevan a acciones, o a interpretaciones.

Concluida la primera parte en versión preprint el 09 de agosto de 2012

La Sociedad Postindustrial del Conocimiento. Miguel Zapata-Ros Página 37 de 41


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6
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El trabajo para este artículo comenzó con la preparación de un programa de investigación para
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Knorr Cetina, Peter Weingart, Helmut Willke y Rudolf Stichweh. El artículo se escribió mientras
el autor era miembro del grupo de investigación sobre la sociedad del conocimiento,
Departamento de Sociología, Universidad de Singapur. Compuesto también por Sayid Farid
Alatas, Zaher Baber y Thomas Menkhoff..

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Guión de la segunda parte.-


6. Sociedad del Conocimiento y aprendizaje
7. El trabajo y la comunicación en la red
7.1 Ética del trabajo.
7.2 Protocolos y pautas sociales. Netiquette.
8. Comunicación y poder en la nueva sociedad.-
9. La globalización.-
10.La ciencia
11. Culturas epistemológicas
12. Conclusiones

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