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2.2.

Ejes discursivos de la organización escolar en el campo académico-


intelectual.
2.2.1. La organización escolar en la sociedad del conocimiento informatizado.
2.2.1.1. LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

El devenir de la sociedad, no solamente puede condicionarse a la transformación de las


estructuras económicas y sociales; tiene que ver primordialmente con una perspectiva de
promoción e interés por el conocimiento; por una gestión adecuada del trinomio educación –
conocimiento – investigación; por un planteo y desarrollo de políticas y estrategias que tengan
que ver con la integración de esta trilogía. Debe considerar, además, que los receptores de este
proceso, deben aprehenderlo con una visión sistémica e integral, no sólo como un intercambio
de información, sino como un medio de formación y transformación de aptitudes y actitudes en
el contexto de su desenvolvimiento en la sociedad.

El mundo actual, desde una perspectiva intelectual, está viviendo un tiempo que se denomina
sociedad del conocimiento. Según Volpentesta (2004:24), en el mundo de las organizaciones
contemporáneas, existe un claro convencimiento de que las ventajas competitivas que deben
poseerse a fin de continuar operando en los mercados son a través de la productividad, la
innovación y el capital intelectual. Para Edvinson y Malone (1998), citado por Volpentesta, el
capital intelectual surge de la interacción que se produce entre capital humano y capital
estructural. El capital humano surge de la combinación y movilización, por parte del ser humano,
de sus destrezas, conocimientos, inventiva y capacidades; mientras que el capital estructural,
surge de la integración de equipos, organización, clientes, información, etc.

Es indudable que, dentro de este paradigma, aparecen dos elementos íntimamente


entrelazados que son: conocimiento e información; estos dos elementos son potencialmente
angulares y se constituyen en el basamento de lo que puede ser un desarrollo estructural en las
organizaciones y la sociedad.

Entendemos el conocimiento como la apropiación y generación de un conjunto de ideas


manejadas por el ser humano y que le proporcionan datos preliminares, que estructurados
lógicamente permiten construir información para que se pueda tomar decisiones y actuar en
consecuencia para transformar la sociedad. El medio por el cual se debe producir el intercambio
de información y la transmisión de significados, constituye la comunicación.

Para Rodriguez Ponce (2008), hemos dejado atrás la era del progreso, para vivir la era de la
sociedad del conocimiento; en la era del progreso, la fuente de las ventajas de una sociedad o
una organización era el acervo de capital y trabajo disponible; mientras que en la era de la
sociedad del conocimiento, la ventaja competitiva reside en la capacidad para adquirir,
transmitir y aplicar conocimientos.

Esto quiere decir, que, en la actualidad, no podemos quejarnos de la falta de información y


vemos que la información está disponible no sólo para grupos reducidos de investigadores, sino
para millones de usuarios en el mundo. Rodriguez Ponce, cita que al promediar el año 2000, se
podían acceder a 2500 millones de páginas electrónicas y esta base de datos crecía a una tasa
de 210 millones de páginas por mes. En el ámbito de las publicaciones científicas, el incremento
del conocimiento se da en la existencia de 100 mil publicaciones científicas, comparadas a las
10 mil del siglo pasado.

Por tanto, surge la pregunta, ¿cuál es la implicancia de este nuevo orden paradigmático que
vamos viviendo?; la respuesta es que las sociedades se están llegando a caracterizar y están
adquiriendo como visión, el fomentar el interés por la adquisición de conocimientos, en
gestionar el conocimiento, a través del desarrollo de estrategias en este sentido. Las sociedades
que quieren ser más competitivas han entrado en la lógica de planificar, organizar, dirigir y
controlar los medios y estrategias de generación de conocimiento, implicando para ello la
educación y la investigación con este objetivo; esto es lo que está caracterizando el modelo de
desarrollo de nuestra actualidad.

2.2.1.2. Diacronía de la aparición de la sociedad del conocimiento

La Organización de Centros creció espectacularmente a raíz de su unióna la Didáctica y de su


desarrollo como área de docencia e investigación. Como toda ciencia joven se nutre de
diversas fuentes que van variando conforme la sociedad cambia y se reestructura. La
educación siempre será lo que sea la sociedad en la que se desenvuelve. La aparición de nuevas
fórmulas de organización social, con una simultaneidad de crisis sociales: del trabajo, del Estado,
de los individuos, de la sociedad determina cambios que afectan a todoslos subsistemas
sociales, por lo tanto, también al subsistema educativo. A esta sociedad, primero se le llamó
época postcapitalista, según Peter Drucker, postindustiral para Alain Touraine, postmoderna,
para un amplio grupo de pensadores y más recientemente se ha caracterizado porque el
conocimiento reemplaza los recursos naturales, la fuerza, o el dinero como factores clave. Quizá
es Alvin Tofler el representante más significativo en esta corriente: para él el conocimiento es
ampliable infinitamente y más democráticamente que cualquier otro factor tradicional de
poder. Pero este argumento fue rebatido pronto, este tipo de sociedad del conocimiento
también produce fenómenos de igualdad y desigualdad según como se gestione. “Desde este
punto de vista resulta fundamental conceder prioridad a la democratización de los circuitos en
los cuales se produce y se distribuye el conocimiento socialmente más significativo (...). La
formación básica y universal deberá ser capaz de dotar a los ciudadanos de los instrumentos y
de las competencias cognitivas necesarias para un desempeño ciudadano activo” (Tedesco,
2000, 85).

En la década de los noventa aparece la valoración de la materia gris por encima de otros rasgos
de capitalización de las organizaciones abarcando ámbitos profesionales y académicos de gran
relevancia, por lo que se ha revelado como un importante impacto en los foros y en los enfoques
modernos de la educación. La llamada sociedad del conocimiento, que abarca ámbitos tan
dispares como complejos, ha puesto el énfasis en que los conocimientos son el factor más
importante en los procesos tanto educativos, como económicos o sociales en general. El
conocimiento se erige en factor fundamental para conocer la economía, la educación, la
organización social y para integrar un conjunto difuso de herramientas de gestión, de procesos
sistémicos, coherentes y globales, que estos últimos años del siglo han revolucionado la forma
de vivir y trabajar abriendo perspectivas insólitas inimaginables hace unos años.

La mundialización, la globalización y los requisitos de habilidades tecnológicas han dado como


resultado un gran aprecio por una característicaespecíficamente humana: el cerebro humano,
en tanto que poseedor, creador y consumidor de conocimiento. Y no es que estemos viviendo
una de las periódicas crisis coyunturales del modelo capitalista, sino que estamos ante la
aparición de nuevas formas de organización social y económica basadas en los profundos
cambios tecnológicos. Las nuevas tecnologías han liberado mano de obra en los trabajos
tradicionales para dedicarla a las tareas superiores del pensamiento. Por eso ahora el concepto
de moda es el capital intelectual, entendiendo por tal la capacidad de generar nuevo
conocimiento en cualquier ámbito del saber humano. Las aplicaciones prácticas de la
inteligencia no se miden en productos, son intangibles y sus orígenes básicos son: persona,
organización, tecnología, mercado, etc.
En Educación esta revolución tecnológica se debe basar sobre todo en los cambios de la
metodología y en los contenidos de la enseñanza. Es posible que estemos formando personas
para una sociedad que ya está desapareciendo como tal; esto puede ser considerado como una
trampa o un fraude hacia las nuevas generaciones. ¿Las preparamos para qué? Se entiende que
la educación prepara para el mañana, pero el mañana no es la sociedad actual, es la sociedad
del conocimiento. Un conocimiento que va a transformar profundamente las estructuras
actuales. Pero, ¿cuál es el motivo que hace surgir la sociedad del conocimiento? Aludiremos a
varias razones.

2.2.1.3. Implicaciones en la educación de la sociedad del conocimiento

La aparición de la imprenta y la democratización del conocimiento que esto supuso al poner al


alcance de las masas el conocimiento y la cultura producida por la humanidad hasta entonces,
fue también un progreso destacado en el camino hacia la sociedad del conocimiento. Otro hito
importante aparece con la posibilidad de convertir en números diversos modos de comunicación
y de conocimiento humano, ya que esto permitió procesarlos, almacenarlos y transmitirlos en
la distancia. Realmente los avances hacia la sociedad del conocimiento están fuertemente
ligados al conocimiento numérico. Ellos propiciaron la caída de barreras que se creían
insuperables: el espacio (cada vez el saber ocupa menos lugar; además es posible comunicarse
desde ingentes distancias) el tiempo (la tv. las videoconferencias, las cintas de vídeo, etc. pueden
ser en tiempo real o grabadas, con lo que tenemos la posibilidad de oír, ver y aprender de
personas que ya no viven). La revolución de las nuevas tecnologías ha permitido procesar
números sin límites con lo que complicadas operaciones que en toda una vida humana no
podrían realizarse se realizan de forma automática en pocos segundos. Ello ha permitido
expresar cualquier tipo de conocimiento de forma numérica, procesarlo y revisarlo. En suma, la
revolución de los números es la revolución de la información, de su influencia, de su importancia
y de su poder. Ahora, la escuela ya no es la única que instruye a los jóvenes. El entorno y la época
ejercen sobre ellos tanta o más influencia que los educadores, según nos decía <Paul Valery. O
como afirma Peter Sloterdijk: La cultura humanista, basada en el libro y en una educación
monopolizada por el sacerdote y el maestro, ha perdido definitivamente su capacidad para
moldear al hombre.

Para entender las características básicas de esta nueva sociedad del conocimiento, será
deseable establecer las bases que la configuran y enmarcan. Hemos pasado de un contexto
donde la información era un recurso escaso a un contexto donde existe excesiva información,
por lo tanto, habrá que enseñar para la selección, evaluación y aprovechamiento de la misma.
Pero el proceso de transformación en conocimiento de la información es muy similar al
procesamiento de la información de corte cognitivista que se opera en el cerebro humano con
lo cual tenemos que habituar a éste a realizar las operaciones pertinentes. Se ha llegado pensar
que la falta de conocimiento ya no depende de la falta de información, sino del exceso de
conocimientos e información. Como consecuencia, cuanta menos importancia tenga lo
cuantitativo de la información, más tendrá en ella lo cualitativo. Se ha de habituar en educación,
por lo tanto, a seleccionar, a filtrar y a valorar la información. La valoración adecuada de esta
información puede producir avances, inventos o inversiones importantes o espectaculares. Por
eso lo destacado es formar en procesos educativos evaluadores, ya que la información ha
pasado de ser estable a ser efímera (aceleración del conocimiento). Además, se pasa, como
decíamos de información escasa a excesiva.

La aceleración del conocimiento ha traspasado un límite: el ciclo de conocimientos


fundamentales ha traspasado el ciclo de la vida: los conocimientos cambian en un espacio de
tiempo más corto que la vida de una persona; de ahí que tengamos que reciclar y renovar
nuestros conocimientos cada poco tiempo. Esto obliga a una intervención decidida en el sistema
educativo: se ha pasado al rediseño, a la reingeniería educativa. Antes se educaba para la
vida, ahora no, ahora el proceso de adquisición del conocimiento se alarga toda la vida, no
termina nunca y afecta a nuestro trabajo. Hoy toda la información está, o puede estar,
digitalizada y accesible. Ello hace que cada vez más se intervenga y se cuestione la educación.

Las instituciones educativas seguirán siendo necesarias para una etapa de la vida, de las
personas, pero habrá que plantearse un fuerte cambio en contenidos y metodología. A esto se
une la diferente concepción del conocimiento de tipo diacrónico que se alarga toda la vida y se
mezcla con el trabajo. Ello ha hecho cuestionarse el valor de la educación. Está claro que seguirá
existiendo una amplia base educativa para los primeros años de la vida de las personas, pero
habrá que plantearse cómo y en qué cosas educar: de conocimientos válidos para toda la vida,
a preparar para aprender durante toda la vida. Por ello cobra especial importancia el
aprendizaje de habilidades y actitudes, frente al de conocimientos inamovibles. Recuperar
centros educativos centrados en valores éticos, solidarios, humanos es ahora una cuestión
casi de supervivencia. En el nuevo modelo lo que se valora son las competencias y las
capacidades y éstas deben desarrollarse en cada trabajador de forma única. Los recursos
humanos se han de gestionar más de modo individual que colectivo. Se trata de que nos demos
cuenta que hay que construir una sociedad nueva para la humanidad, no para la tecnología.

Hay pues que aprender a aprender y a desaprender. Al llegarnos esta sobreabundancia de


información y de conocimientos necesitamos olvidar los inútiles para aprender los más útiles
por un proceso de economía mental fundamental; se desprende uno de lo que vale menos. La
sobreabundancia de conocimientos permite sustituir con ventaja los recursos por tecnología
(que no deja de ser también conocimiento). Otra importante sustitución es la referida a recursos
materiales por recursos inmateriales: al igual que en el consumo; de un bienestar ligado a la
posesión de recursos materiales, se pasa a un bienestar ligadoa los recursos inmateriales. Por
ejemplo, antes almacenamos de forma avanzada el conocimiento en libros, CD y discos; después
de pocos años no tendremos en casa un almacén de estos recursos, estarán todos disponibles
en la red. La posesión de bienes materiales se cambiará por la posesión de bienes inmateriales,
como el conocimiento. Los bienes materiales se caracterizan por ser: limitados, desaparecer y
consumirse con el uso, y no ser compatibles. Como consecuencia se ha producido un hecho
bien conocido: el derecho de propiedad. Por el contrario, los bienes inmateriales propios de la
sociedad del conocimiento y de la información se caracterizan por ser: no limitados, compatibles
y no desaparecer con el uso. Así el derecho de propiedad cede ante el derecho de accesibilidad.
La regulación del derecho de accesibilidad será público y no privado con lo que se preparan
grandes cambios en la educación: no nos preocupamos tanto por los conocimientos que hay
que transmitir (cantidad), sino por las habilidades (tecnologías desarrolladas de forma difícil,
compleja y un poco miedosa, moviéndonos entre la tecnofilia y la tecnofobia -no usar el
automóvil que mata, o el ordenador que es menos peligroso-). La correlación entre la tecnología
y el avance en la sociedad del conocimiento es evidente: los países europeos usan
frecuentemente un índice bastante conocido: el número de ordenadores por persona en el país
nos da idea de su avance en este sentido.

Consecuentemente se cambiaron determinados elementos humanos en la formación de las


personas adaptándolos al uso de las nuevas tecnologías y a los cambios contextuales que se
produjeron tanto en el ámbito social como en el económico. En 10 o 15 años pasamos de una
sociedad post industrial a una sociedad del conocimiento, así no más del 5% de los trabajadores
produjeron alimentos suficientes para todos; no más del 15 % se dedicó a la fabricación, aunque
su nivel y cantidad de productos no habrá disminuido; el 80 % de población restante se dedicó
a servicios relacionados con el conocimiento, y la información, o servicios sociales de
proximidad. La educación se encuentra en la confluencia entre unos y otros, de tal manera que
preparar para esto significa formar en actitudes y maneras de trabajo distintas en cuanto a
tiempos y horarios, pero también en cuanto a contenidos que aprender.

La relativización y la desaparición de las tradicionales barreras de espacio y tiempo son otras


características peculiares de este tipo de sociedad que van a enmarcar también dos coordenadas
básicas en la educación. No hay división entre horas de estar físicamente en el trabajo y en casa;
en ambos lugares se puede trabajar y uno será la continuación de otro. Lo mismo ocurre con el
tiempo; necesitaremos tiempo para aprender, de enseñanza, y tiempo para desaprender los
conocimientos inútiles. Tendremos más libertad para optar y decidir, dónde y cuándo
trabajamos y la cantidad de trabajo que hacer. La gente tenderá a trabajar siempre, por lo que
hace falta una preparación para la inseguridad, para la toma de decisiones, para decidir
correctamente y para adoptar una estrategia concreta ante determinadas situaciones dudosas
o difíciles.

En alumnos jóvenes se muestra que es pernicioso pasar demasiado tiempo ante los ordenadores
ya que pueden dañar el aprendizaje al debilitar su motivación, su atención y su creatividad.

¿Cómo organizar los centros educativos de la sociedad del conocimiento surgida a raíz de la
conversión de todo el saber en números? La digitalización de la información ha revolucionado
el mundo. También revolucionará la educación en todos sus ámbitos y aspectos, ya que el
cambio contextual producido conlleva un cambio sustancial. Se trata de introducir innovaciones,
pero en palabras de Miguel Ángel Prats, innovar en educación no significa incorporar a fuerza
de tornillo campos virtuales o plataformas telemáticas. Innovar en educación es saber adónde
vamos y qué queremos para una mejor formación de nuestros alumnos. Algunas de las
sugerencias pueden verse en el cuadro anterior tomando como referencia los elementos
básicos de una organización que aprende: la cultura, el liderazgo, los objetivos, las personas, la
estructura y el contexto.

2.2.1.4. PROBLEMÁTICA DE LA EDUCACIÓN Y LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO


Hasta ahora, se ha caracterizado, el comportamiento de la sociedad del conocimiento; sin
embargo, surge la pregunta ¿Cómo este paradigma y forma de actuación contemporánea se
inserta en el ámbito de la educación y el contexto de desarrollo en la sociedad?

Estamos viviendo un mundo caracterizado por diferentes fenómenos contradictorios; por un


lado están los desafíos de cómo enfrentar a la globalización, la competitividad y el cambio; y por
otro lado surgen los retos de cómo encarar la injusticia, la desigualdad y la complejidad.

Para Broveto (2000), citado por Bernal (2010:4), existe una contradicción entre conocimiento y
sabiduría, entre desarrollo tecnológico y bienestar social. El ser humano, está declarado como
incapaz de resolver: la pobreza, la marginación, desnutrición, muertes infantiles, y la
degradación ambiental.

El mundo, a pesar de haber logrado un crecimiento exponencial en el desarrollo tecnológico, se


ha declarado incapaz de elaborar estrategias de bienestar social y sobretodo incapaz de lograr
un desarrollo interior y espiritual del mismo; se ha declarado incapaz de generar y consolidar
valores superiores de comportamiento eficaz y transformador. La educación como tal, a pesar
de los tremendos cambios e intentos estratégicos, no ha logrado consolidarse e integrar a esta
sociedad del conocimiento, en procura de estructurar respuestas categóricas a los males
endémicos del ser humano.

En Latinoamérica, la problemática es más crítica, dado que, por nuestras características de


países en desarrollo, carecemos de una cultura de investigación, el sistema educativo se
constituye en un modelo pragmático y profesionalizante, sin promover y llevar adelante políticas
de investigación e innovación, y por tanto generar desarrollo. Según Bernal (2010:8), en el tercer
mundo vive el 77% de la población del planeta y este sector, sólo tiene al 6% de los científicos
del planeta de donde el 1% son latinoamericanos. Existen 240 científicos por cada millón de
habitantes. Sin embargo, el Japón cuenta con 4200 por cada millón de
habitantes, y EEUU cuenta con 3600.

Amaya (2000) afirma que “el conocimiento es el fundamento para edificar un país con capacidad
para enfrentar los problemas y retos del futuro”.

Zubiría (2001), considera que es necesario tener en cuenta los siguientes elementos:

• Desarrollar procesos de pensamiento en las personas


• Promover la comprensión básica del mundo
• Estimular la formación de instituciones y seres humanos flexibles
• Capacitar para la autonomía
• Estimular el interés por el conocimiento
• Promover el sentido de la solidaridad y la individualidad
• Practicar y promover el sentido de la responsabilidad

Álvarez(1991) , afirma que hay que tomar en cuenta:

• La restructuración económica mundial


• La revolución tecnológica
• La influencia de las corporaciones
• La deuda social
• La utilización del conocimiento
• Los cambios demográficos
• Los cambios políticos y sociales

2.2.1.5. CIENCIA, INVESTIGACIÓN Y SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Según Terrazas, Silva (2009), la ciencia es concebida como un estudio sistémico del hombre, la
realidad y sus manifestaciones; es conceptuar al mundo como un conjunto de estructuras y
mecanismos. Las estructuras son manifestaciones estáticas de la realidad y están asociadas a la
masa de los objetos y a la dimensión espacial de ellos; los mecanismos son lo que corresponde
a los procesos dinámicos a los que están sometidos los objetos y están referidos a la dimensión
tiempo. Todo objeto y manifestación de la realidad está asociado a su ubicación como estructura
y mecanismo, es decir en un contexto de tiempo y espacio; estos se conocen como medios
unitarios de desarrollo; la ciencia intenta conocer esta realidad y establecer un conocimiento de
ella a través de la ubicación dimensional de los sucesos en este contenido. Por otro lado es
importante mencionar que la predisposición y estímulo de este conocimiento, se da a través de
que existe una búsqueda inmanente de la verdad en torno a este proceso.

La investigación se puede concebir como un proceso sistemático, reflexivo, crítico, en procura


de buscar nuevos conocimientos o soluciones a problemas y necesidades de la sociedad; este
proceso debe seguir un método subyacente que se denomina el método científico. Entonces, la
investigación científica es la actividad que produce la ciencia y el método científico es el
procedimiento o forma de actuación.
La sociedad del conocimiento, valora y busca desarrollar al conocimiento como el principal
recurso de desarrollo; en esta valoración y búsqueda, debe utilizar la ciencia e investigación y
los principios básicos del método científico, formulando preguntas, reflexionando, criticando y
formando a la sociedad para actuar en consecuencia. Ante este panorama, la ciencia, la
investigación y la sociedad del conocimiento, deben propender hacia un bienestar y desarrollo
humano, antes que constituirse en un instrumento de poder y control.

Para Artigas (1992), citado por Bernal (2010); el ser humano enfrenta una dicotomía que no
puede resolver: por un lado está la grandeza y prepotencia que ha generado en base al
desarrollo científico y tecnológico y por otro lado está la desesperación e impotencia que se
genera por los límites y la autodestrucción que experimenta.

El ser humano a pesar de que es capaz de manejar gran cantidad de datos y teorías, de
experimentar un crecimiento exponencial en competencias y conocimientos, denota una
incapacidad en resolver los males más emergentes y endémicos de la sociedad, ni que decir en
relación a que es incapaz de dar respuesta a los problemas existenciales y de principios
esenciales y espirituales de la humanidad.

Erich Fromm (1963)8 , en la reunión de la American Orthopsjehiatic Association, en San


Francisco dice:

El hombre participa de la furiosa competencia del comercio, donde el valor personal se mide en
términos de los precios de mercado, y no es consciente de su ansiedad […]. El tipo de idolatría
que la ciencia ha hecho posible simplemente demuestra que sí el hombre no posee valores
morales y fuerza moral, no será la ciencia la que proporcione esos valores ni esa fuerza […].

Según Jaki (1991), es necesario superar el reduccionismo, el cual afirma que el conocimiento
científico es el único válido. Se trata de una reacción contra el cientificismo, contra la creencia
de que la ciencia liberará al ser humano y a la sociedad de sus problemas. La ciencia no puede
desempeñar un papel profético y redentor. El uso inadecuado de la ciencia, puede convertir a
esta en una empresa “sin alma”.

Ante esta perspectiva, reconociendo el valor esencial de la ciencia e investigación en la sociedad


del conocimiento, no se puede negar que ésta tendría que tener un valor transformador en el
ser humano; siempre y cuando se desarrolle el fin último de la ciencia que sea el propender a la
sabiduría, o sea la utilización del conocimiento en relación a tomar las mejores decisiones para
el beneficio de la humanidad. Sin embargo, esto no será posible si el hombre no comprende que
el gran vacío existencial que vive está en relación a que no ha vislumbrado en su ser, el
desarrollar la dimensión espiritual que lo conecte a su estado interior con Dios. El hombre es un
ser bio-psico-social y espiritual y mientras no comprenda que la gran parte del problema de la
humanidad es espiritual, las soluciones que se busquen serán reactivas e intrascendentes. La
ciencia, la investigación y la sociedad del conocimiento, deben considerar aquello si queremos
preservar este mundo con un ambiente de calidad de vida existencial, de principios y valores.

2.2.1.6. LA INFOPEDAGOGÍA

Después de haber analizado la problemática del conocimiento, la investigación y la educación


en la sociedad actual, planteamos que se deben buscar alternativas de educación, formación y
aprendizaje significativo como respuesta al estado de cosas emergente de esta realidad. En este
contexto han nacido tendencias y comportamientos, basados en el uso de tecnologías de
información y comunicación, tales como la infopedagogía.
La educación en la humanidad ha ido evolucionando y creciendo, en este entendido las
corrientes emergentes se centran en algunos casos en el docente y otras en el estudiante. Hoy
en día gracias a los avances tecnológicos y al rol estratégico de la información, nos enfrentamos
a la necesidad de constituirnos en sociedades informacionales o sociedades del conocimiento y
esto hace que tengamos que replantear las bases educativas para tener personas preparadas
para el uso de las nuevas tecnologías.

La infopedagogía también conocida como la pedagogía informacional, es un término que ha sido


motivo de muchos estudios. Según Mario Lanza de la Secretaría de Educación de la República
de Honduras dice que: “La Infopedagogía es la integración de las tecnologías de la información
y comunicación con el currículo, mediante la aplicación de modelos pedagógicos apropiados en
el proceso de enseñanza-aprendizaje.”

De esta manera, cuando nos referimos a tecnologías de información y comunicación, conocidas


mundialmente por las TIC, consideramos que estamos frente a un conjunto de herramientas que
permiten el tratamiento de información y que independientemente del área donde se las utilice
permitirá alcanzar:

• La interactividad, donde se analizará a quién está dirigido y el propósito de la


comunicación, ya sea empresarial, educativa y otros
• La instantaneidad, referida al hecho de transmitir información de manera instantánea
de un lugar a otro no interesando las distancias
• El uso de imagen y sonido con alta calidad
• La diversidad, que considera los diferentes temas, su profundidad y sus diferentes
enfoques
• La digitalización, que permite el almacenamiento de fuertes volúmenes de información
en dispositivos cada vez más pequeños.
• Etc.

Ahora bien, esta integración de las TIC con los programas de educación dará lugar a que el acceso
a la información será cada vez mayor y dará la oportunidad de hacer el autoaprendizaje con las
diferentes alternativas que nos ofrecen estas tecnologías.

2.2.1.6.1. La infopedagogía y la educación

De acuerdo al portal educativo “educarecuador” en el Ecuador, “La Infopedagogía o Pedagogía


Informacional es un cambio de modelo mental para enseñar a aprender en la Sociedad de la
Información y el Conocimiento.” Este portal, asimismo propone una revolución de pensamiento
que implique una transformación educativa en relación a considerar cuatro factores clave en el
desarrollo de la infopedagogía:

• “El aprendizaje centrado en las redes de estudiantes.


• La información como fuente de aprendizaje.
• El conocimiento como punto de partida y llegada.
• Las TIC como instrumento articulador de lo anterior.”

Rafael Casado Ortiz, un especialista en gestión del conocimiento, publicó el artículo “El
aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para la creación
de redes de aprendizaje cooperativo: La experiencia de Telefónica de España” en la revista
Training & Development Digest donde muestra de una manera resumida cómo tipificar a las
tecnologías. Este autor desarrolla una teoría que relaciona a las tecnologías con la pedagogía en
base a la consideración de tres tipos de tecnologías a saber: transmisivas, interactivas y
colaborativas.

El planteamiento de esta relación intrínseca entre las tecnologías y la pedagogía es expresado


en el gráfico 1 siguiente. De la misma manera se desarrolla los conceptos de las tecnologías
planteadas según este autor.

- Tecnologías transmisivas: En este tipo de tecnologías el instructor pasa a ser el sujeto


activo, es el que motiva, el que trasmite la información; entonces el estudiante pasa a
ser el sujeto pasivo.
- Tecnologías interactivas: En esta tipología, el principal actor aquí es el estudiante que
tiene control sobre los contenidos y sobre cómo manejar aspectos tecnológicos, por
ejemplo, cómo navegar en internet.
- Tecnologías colaborativas: En esta clasificación se da la interacción entre instructor y
estudiante y entre estudiantes. Esta tecnología está caracterizada por el trabajo en
equipo.

El ministerio de Educación del Ecuador dice que la Infopedagogía aporta los siguientes aspectos:
1. Cambio de paradigma educacional - “Educar a lo largo de la Vida”.
2. Desarrollar un Modelo Infopedagógico que funcione “en cualquier lugar, en cualquier
momento y a cualquier edad”.
- Semipresencial y virtual.
- Un modelo que transforme:
- Los roles del educador y del educando.
- El grado de interacción (sujeto-sujeto).
- El nivel de interactividad (sujeto-objeto).”

2.2.2. Cambios esenciales en la organización de los centros escolares.

Las escuelas creadas en el siglo XX bajo sistemas burocráticos no se ajustan a las demandas del
entorno. En este sentido Collinson y Cook (2007:4) afirman: "los sistemas escolares, como
subconjuntos de la sociedad, no son inmunes a los cambios paradigmáticos. El paso de una
sociedad industrial a una sociedad del conocimiento ejerce presión sobre los sistemas escolares
a cambiar su paradigma de organización propia y el desarrollo de los individuos que son capaces
de contribuir a nuevos tipos de organizaciones".

Una renovación pedagógica ha de ir unida a la renovación organizativa si se quiere


crear y sostener el tipo de organizaciones educativas que son reclamadas para asegurar el
derecho esencial de la educación. Los núcleos que aglutinan los cambios organizativos (y
capítulos del libro) son:
1) Los centros escolares y el aprendizaje de los alumnos. Modos organizativos (ligados a la
cultura y clima escolares) que condicionan nuevas relaciones de cuidado personal, social y
académico de los alumnos; de manera que se conviertan en entornos acogedores, cercanos y
personalizados. Paralelamente, la participación y la voz del alumnado, los niveles y estrategias
de participación son un núcleo potente de renovación. Como en la investigación de Rudduck y
Flutter (2007), dar la voz al alumnado puede ser el mejor aliado para la mejora. También, cómo
los centros pueden responder a la creciente diversidad (y desigualdad) del alumnado para la
inclusión educativa y el tipo de liderazgo que comportan. Se trata de ver, pues, desde la cara
humana de los centros y el profesorado, ¿de qué manera, ¿cómo y por qué han de ser diseñados
como espacios sociales y culturales humanos, acogedores de las diversidades e intereses de los
que los habitan?

2) Centros escolares, condiciones de trabajo y desarrollo profesional de los docentes apuntan


a las condiciones laborales de los centros, dependientes de condiciones externas, pero también
a las propiamente organizativas (clima, liderazgo, relaciones de colaboración, responsabilidad
por los resultados) y, de otro, cómo configurar los centros escolares como espacios de
aprendizaje y desarrollo profesional de los docentes, reexaminando la propuesta de
"comunidades profesionales de aprendizaje" a la luz de nuestras condiciones y posibilidades.
¿Cómo afrontar la reconstrucción del gobierno, dirección y trabajo en los centros escolares para
responder a las demandas y a los nuevos contextos de fuera? Proveer una buena educación para
todos supone funcionar de modo conjunto y no como suma de partes aisladas e independientes.
Aquí se resitúa el liderazgo educativo y la escuela, entendida y construida como "comunidad
profesional de aprendizaje".

3) Gobierno, gestión y liderazgo en los centros escolares. Se precisa una reconstrucción en la


gestión y gobiernos de los centros que dé respuesta a las nuevas demandas y necesidades del
entorno, donde el liderazgo y dirección deben ser la clave para propiciar la mejora. De un
gobierno a una "gobernanza", entendida en un sentido más horizontal, con múltiples agentes,
instancias y relaciones. La dirección de los centros, en lugar de una función burocrática, debe
incidir en los procesos de enseñanza–aprendizaje. Eso reclama un liderazgo entendido ahora de
modo compartido o distribuido en toda la organización y en los modos de trabajo y relación
profesional de los miembros, sin dejar de vertebrar y cohesionar de estos otros modos el
discurrir educativo del centro. Se presta atención a aspectos destacados en los últimos tiempos
como decisivos para mejorar los centros: la autonomía organizativa y pedagógica de las
instituciones escolares, la descentralización de poder, liderazgo distribuido, las escuelas como
comunidad profesional de aprendizaje. Igualmente debiera formar parte de la dinámica interna
la autoevaluación como revisión interna orientada a la mejora.

4) Los contextos y relaciones de los centros escolares. En esta sociedad compleja la educación
es, cada vez más, una tarea comunitaria; por eso un ámbito de renovación es la relación que los
centros escolares mantienen con su entorno. La soledad y aislamiento de la escuela no propicia
la alianza que hoy día las escuelas necesitan para crear sinergias que faciliten su mejora, crear y
reforzar vínculos con las familias, barrios, comunidad. Es de suma importancia promover el
trabajo en colaboración con las familias, en primer lugar, pasando de una representación a una
implicación y participación activa. La integración de servicios comunitarios en torno al centro
educativo es otro de los retos pendientes. En el plano de las relaciones es preciso replantear las
que, hasta ahora, han mantenido con la Administración educativa, como hace Juan M. Escudero.
Por último, en una sociedad de la información los centros han de funcionar en redes de escuelas
y de escuelas como comunidades de aprendizaje.

Referencias
https://studylib.es/doc/1731461/nueva-organizaci%C3%B3n-escolar-en-la-sociedad-del-conocimient...
TERRAZAS Pastor, Rafael y SILVA Murillo, Roxana; (2013). “La educación y la sociedad del conocimiento”.
Perspectivas, Año 16 – Nº 32 – octubre 2013. pp. 145-168. Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, Unidad
Académica Regional Cochabamba.

González, María Teresa (coord.); Escudero, Juan Manuel; Nieto, José Miguel y Pórtela, Antonio (2011). Innovaciones
en el gobierno y gestión de los centros escolares, Madrid: Síntesis, 298 pp.

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