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17 de octubre de 2021.
GESTIÓN DE RIESGOS EN SALUD
Introducción
Cuando los eventos adversos ocurren la percepción no es solamente como una falla en la
obligación de la seguridad y cuidado de la atención en salud sino también como una
negación de la calidad, lo que se podría entender como un riesgo de calidad, esto
ocasiona una tendencia al aumento de las reclamaciones y judicialización de la relación
entre el paciente, el médico y la institución, ocasionando costos económicos directos al
elevar los costos de tratamiento, llegar en ocasiones a la condonación parcial o total del
valor de los servicios de salud y en el caso de la atención pública, al elevar los
presupuestos o considerar partidas extraordinarias del mismo.
Pero los costos económicos no son los principales, sin duda, el costo de la falta de
seguridad en los procesos de atención médica genera costos altísimos a nivel personal,
social, de prestigio e incluso morales para los médicos e instituciones involucrados lo que
a la larga puede causar deterioro patrimonial.
La práctica médica es una actividad de riesgo y con riesgo, sabemos que en la atención
de salud existe una exposición permanente a la ocurrencia de eventos adversos, sin
embargo, existe una resistencia para aceptar que ocurren (cerramos los ojos) y al hacer
esto, se niegan a adoptar y aplicar mecanismos de prevención y gestión de riesgos.
De acuerdo a la observación del trabajo anterior, Cruz Islas Martha Laura (2021) señala
que en México se cuenta con el programa Hospital seguro y para que se pueda acceder a
este programa la institución debe contar con un análisis de sus riesgos, la priorización de
estos y se debe establecer un plan de respuesta ante emergencias y determinar cómo se
dará continuidad a la atención posterior al desastre, poniendo de manifiesto que para este
programa es indispensable un análisis y la propuesta de gestión de estos, así como su
DRP y su BCP.
La seguridad de los pacientes es un punto relevante tanto para las autoridades de salud
como de los propios profesionales que intervienen en el proceso y su administración.
La mejor forma de manejar los eventos adversos es evitar que estos se produzcan, es
por ello que dichos eventos deben proporcionar información útil para anticiparlos y
prevenirlos en el futuro. En base a lo anterior, resulta fundamental conocer los eventos
adversos que ocurren dentro de la institución.
A este respecto es importante también considerar que los eventos adversos también son
costosos en términos de pérdida de confianza en los sistemas e instituciones de salud,
produciendo una disminución notable en la satisfacción de los usuarios (pacientes e
incluso los propios profesionales de la salud).
Existen diferentes elementos que deben ser abarcaos en la gestión de riesgos de salud,
los cuales deben ser observados para lograr un programa de gestión de riesgos exitoso.
Una vez que se han desarrollado estos elementos resulta de fundamental importancia la
identificación del riego, reconociendo, clasificando y describiendo las posibles
amenazas dentro de la institución, ¿qué puede suceder?, ¿Por qué?, ¿Cómo puede
suceder?, para contar con un plan de acción (DRP) para en caso de que el desastre
ocurra se pueda actuar con inmediatez.
Posterior a la identificación del riesgo se debe descifrar el origen del mismo y sus
características, clasificándolo en una escala de mayor a menor nivel de importancia,
estableciendo los controles existentes y basándonos en términos de consecuencia y
probabilidad, en una palabra ejecutar el análisis de riesgo..
Ningún plan se considera estático y bajo los preceptos de mejora continua debemos
implementar el seguimiento y revisión del sistema de gestión de riesgos para validar
que el riesgo este bien clasificado y los controles asociados a este resultan
Por último se debe contar con el registro e informe de la eventualidad para demostrar
cómo se ha desarrollado la gestión del riesgo y detectar las posibles fallas.
Conclusión
Fuentes de consulta: