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El 14 de noviembre de 2019, los jueces de la Sala de Cuestiones Preliminares III de la Corte Penal Internacional accedieron a la solicitud
del Fiscal de proceder abrir una investigación sobre la Situación en Bangladesh/Myanmar por los presuntos crímenes dentro de la
jurisdicción de la CPI. La Sala aceptó que existe una base razonable para creer que se pueden haber cometido crímenes de lesa
humanidad de deportación, a través de la frontera entre Myanmar y Bangladesh, y de persecución, por motivos de origen étnico y/o
religión, contra la población rohingya.
Estos presuntos crímenes, teniendo en cuenta su escala - se estima que entre 600.000 y un millón de rohingya fueron desplazados por la
fuerza de Myanmar al vecino Bangladesh - son de suficiente gravedad para que la CPI los investigue.
La CPI tiene jurisdicción sobre delitos en los que al menos parte de la conducta delictiva tiene lugar en el territorio de un Estado Parte.
En esta situación, aunque Myanmar no es un Estado Parte, Bangladesh ratificó el estatuto de Roma de la CPI en 2010. En consecuencia,
si parte de la presunta conducta delictiva tiene lugar en el territorio de Bangladesh, esto es suficiente para otorgarle jurisdicción
territorial a la Corte. El Fiscal puede investigar cualquier delito, incluidos delitos distintos de la deportación y la persecución, si se
encuentran dentro de la jurisdicción de la CPI y están suficientemente vinculados a la situación descrita en la solicitud del Fiscal. La
jurisdicción de la CPI cubre los crímenes cometidos en el pasado y el futuro desde que Bangladesh se convirtió en Estado Parte en 2010.