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PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

CURSO :
Psicología clínica
DOCENTE :
Loa Martinez Lucia Antonieta
CICLO :
VI
SECCIÓN :
20675
INTENGRANTE :
Carhuamaca Gracia Gina Zarely
AÑO:

2022
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INDICE

1.Presentación
2.Introducción
3. Marco teorico
3.El suicidio
3.1 incidencia
4.Factores de riesgo
5.Signos y síntomas de alerta
6.Indicaciones de cómo ayudar a un suicida
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PResentación

El suicidio es un problema de salud pública importante, pero a menudo pasado por alto,
rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Todo suicidio es una tragedia que afecta de
manera desproporcionada no solo al individuo sino también a la familia y la comunidad.
Cada año, más de 703.000 personas se suicidan tras numerosos intentos de suicidio, lo
que equivale a una muerte cada 40 segundos.
Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró que, en marzo de 2020, cada
vez más personas experimentan pérdidas, dolor y estrés. Centrarse en la prevención del
suicidio es especialmente importante para construir lazos sociales, crear conciencia y
brindar esperanza. Llegar a sus seres queridos y aprender sobre su salud mental puede
salvarles la vida.
El tercer informe regional sobre mortalidad por suicidio, publicado en marzo de 2021,
muestra que el tema sigue siendo una prioridad de salud pública en la región de las
Américas. El suicidio se puede prevenir con intervenciones oportunas, basadas en
evidencia y, a menudo, de bajo costo. En junio de 2021, la OMS lanzó LIVE LIFE –
VIVIR LA VIDA (en inglés y francés), una guía de implementación de cuatro
intervenciones clave para prevenir el suicidio en todo el mundo. Un enfoque
multisectorial es fundamental para involucrar a la sociedad y las partes interesadas en
los esfuerzos de colaboración.
Las razones por las cuales se desencadena este acto van desde inseguridades, hasta
adicciones o trastornos mentales. Los adolescentes son más propensos a esto, debido
a los múltiples cambios que se generan durante esa etapa. Hay formas de prevenir y
salvar vidas de personas con pensamientos suicidas mientras uno se mantenga
respetuoso y comprensivo.
Hay veces que la vida nos pone en situaciones que uno nuca se espera, nos llega a
parecer injusto y llegan hasta el deseo de querer morir. Pero simplemente es eso,
queremos evitar el dolor, algo imposible en esta vida. No se puede asegurar que la
vida sea color rosa, pero sí que, si deciden luchar, salir adelante y disfrutar cada día
con unas inmensas ganas de vivir y una buena actitud, se darán cuenta que la vida
está llena de matice. De blancos y negros. Un mundo lleno de muchas combinaciones
que es lo que le dan belleza a nuestro propio cuadro.
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INTRODUCCION

El suicidio o lesiones autoinfligidas intencionalmente como se conoce según la


Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 9-10), es un problema humano que
existe desde el origen mismo del hombre, sucede en todas las épocas, afecta a ambos
sexos y a diferentes clases sociales variando sus características de acuerdo con la
cultura y la estructura socioeconómica. Sus consecuencias tienen un gran impacto,
desde el punto de vista social y económico.

A nivel mundial el sexo, la cultura, la raza, el grupo étnico, la historia familiar y el


abuso sexual o físico durante la niñez son determinantes a tener en cuenta en la
epidemiología del suicidio (OMS/OPS 2003; OMS 2004). El médico J. P. Falret señaló
que el suicidio era resultado de un "trastorno mental”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se suicida un millón de


personas por año y que esta cifra se incrementará hasta llegar a 1,5 millones a partir
de 2020, cantidad superior a todas las muertes debidas a guerras y homicidios. 

El conocimiento acerca del comportamiento suicida ha aumentado enormemente en


los últimos decenios. La investigación ha mostrado la importancia de la interacción
entre factores biológicos, psicológicos, sociales, ambientales, culturales y las  
condiciones económicas desfavorables que intervienen en la determinación de los
comportamientos suicidas. La epidemiología ha ayudado a identificar los factores de
riesgo y protección frente al suicidio tanto en la población general como en los grupos
vulnerables. Los factores de riesgo actúan acumulativamente incrementando la
vulnerabilidad de una persona al comportamiento suicida y los factores protectores son
las condiciones que mejoran la resistencia a estos trastornos y reducen el riesgo. Así
mismo se menciona promedio de algunas regiones frente al suicidio:

 En la Región de las Américas se notificó un promedio de 98,000 muertes por


suicidio al año entre 2015 y 2019, siendo la tasa de suicidio en América del Norte y
el Caribe no hispano superior a la tasa regional.
 Alrededor del 79% de los suicidios en la Región ocurren en hombres. La tasa de
suicidio ajustada por edad entre los varones es más de tres veces superior a la de
las mujeres.
 El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en las
Américas. Las personas de 45 a 59 años tienen la tasa de suicidio más alta de la
Región, seguidas por las de 70 años o más.
 En 2019, el AVAD ajustado por la edad para ambos sexos más alto es en Guyana,
con más de 3200 años por cada 100.000 habitantes, seguido de 1772 años en
Surinam y 1462 en Uruguay.
 La asfixia, las armas de fuego, la intoxicación con drogas y alcohol y el
envenenamiento con plaguicidas y productos químicos son los cuatro métodos más
utilizados para el suicidio, que representan el 91% de todos los suicidios en la
Región.
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MARCO TEORICO

Al abordar el tema de la prevención del suicidio en jóvenes, es primordial tener claro


que toda persona que piense suicidarse emite una serie de señales de angustia que
pueden ser detectadas por las personas que le rodean o por profesionales entrenados.
Esta detección a tiempo puede significar la diferencia entre la vida y la muerte y es el
fundamento principal de este proyecto, que trata de desarrollar, a través de diferentes
estrategias, un método para lograr descubrir personas en situaciones de riesgo, para
brindarles ayuda lo más pronto posible y así evitar un primer o nuevo intento de
autoeliminación. Para lograr este objetivo, el proyecto trata de motivar a estudiantes,
docentes, padres de familia, profesionales en salud y todos los demás involucrados, a
participar como “luchadores activos” en contra de esta problemática, a través de la
preparación y el conocimiento sobre el tema, los factores de riesgo, los signos de
alerta, la manera de ayudar y los lugares donde se puede encontrar esta ayuda,
además de la invitación a formar parte de grupos de apoyo que ayuden a la
prevención.
Según la OMS (2014) “es comprendido como un trastorno mental multidimensional,
resultado de una interacción compleja de diversos factores; biológicos, genéticos,
psicológicos, sociológicos y ambientales”. Las enfermedades mentales, principalmente
la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la
violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales
constituyen importantes factores de riesgo de suicidio. Spiller (2005, p. 20) considera
el suicidio como “el acto consumado, intencional de finalizar con la propia vida. Incluye
todas las muertes que son resultado directo o indirecto de comportamientos
ejecutados por la propia víctima, quien es consciente de la meta que desea lograr."
Por otro lado, tenemos un concepto más actualizado, según el Instituto Nacional de
Psiquiatría Ramón de la Fuente (2006) que lo define como el acto de matarse de forma
voluntaria en el que intervienen tanto los pensamientos suicidas como los intentos o el
acto suicida en sí. Nizama (2011, p .5) lo concibe como el acto autoinfligido para
causarse la muerte en forma voluntaria, deliberada, en el que intervienen
sucesivamente tres etapas, llamadas en conjunto proceso suicida: el deseo suicida, la
idea suicida y el acto suicida en sí. Por otro lado, se entiende como “conducta suicida”
a toda acción mediante la cual el individuo se causa una lesión, independiente de la
letalidad, del método empleado y del conocimiento real de su intención, se produzca o
no la muerte del individuo. Durkheim (1960, p. 5) lo definió como “Todo caso de muerte
que resulta directa o indirectamente de un acto positivo o negativo realizado por la
víctima y que, según ella sabía, debía producir este resultado”. Hizo una distinción
entre varios tipos de factores del suicidio los cuales son:

Factor Biológico

Las personas que tienen cierta vulnerabilidad hacia el suicidio presentan un


descenso en los niveles de serotonina (neurotransmisor) en el líquido en
cefalorraquídeo. La serotonina es un neurotransmisor que afecta los estados de
ánimo y las emociones, se desintegra en el cuerpo, también se ha encontrado un
descenso en la actividad dopaminérgica.
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Factor Genético:

El estudio de los árboles genealógicos ha confirmado que hay cierta transmisión


genética.

Factor Psicológico

Para el Psicoanálisis, el suicidio es un homicidio contra uno mismo causado por el


abandono vivido de los demás. La agresividad que siento hacia otros la dirijo hacia
mí y por eso me suicido.

Según Shneidman las personas se provocarían la muerte por una diversidad de


otras razones psicológicas tales como:

1.- Búsqueda de solución a un problema que genera sufrimiento.

2.- Es una manera de cesar la conciencia, no necesariamente la vida.

3.- El dolor que no controlamos es un riesgo de suicidio para acabar con ese dolor
incontrolable.

4.- La emoción del suicidio es la desesperanza y el desamparo.

5.- Su actitud: la ambivalencia. Vivir y morir a la vez, pero uno de los sentimientos
surge con más fuerza.

6.- Vergüenza, culpa, desesperanza y dolor.

7.- El suicidio es un acto de comunicación interpersonal con "pistas" a modo de


señales que ha ido dejando el ejecutor.

Factor Sociológico

Los índices de suicidio varían con la ocupación, tamaño de la ciudad de residencia,


posición socioeconómica, edad, género y situación matrimonial. En un trabajo
realizado por el sociólogo francés Emile Durkeim se pudo relacionar las diferencias
en los índices de suicidio con el impacto de las fuerzas económicas sobre la
persona. Propuso tres categorías de suicidio:

– El Suicidio Egoísta:

Resulta de una incapacidad para integrarse con la sociedad. El fracaso de los


vínculos con la comunidad priva a la persona de los sistemas de apoyo que son
necesarios para el funcionamiento adaptativo. Sin dicho apoyo e incapaz de de
funcionar de manera adaptativa, la persona se aísla y se enajena de las demás
personas.

– El Suicidio Altruista:

La decisión de la persona es motivada por el deseo de favorecer los objetivos de


grupo o lograr algún bien mayor, y ni siquiera piensa en reivindicar su derecho a la
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vida. Las presiones del grupo pueden hacer de este acto algo muy aceptable y
honroso. Es la versión opuesta al suicidio egoísta y existen 3 tipos:

 Suicidio Altruista obligatorio: El que está condicionado por la sociedad, una


sociedad que exige el suicidio. Por ejemplo, en sociedades asiáticas
(normalmente relacionado con temas sobre el honor); o antiguamente,
cuando en los pueblos celtas, y parece que también recientemente en
nuestro entorno, los ancianos se quitaban la vida para no representar una
carga para la sociedad en la que vivían. En este tipo de casos, la sociedad
podría, en ocasiones, despreciar a la persona, si no lleva a cabo el suicidio.
 Suicidio Altruista facultativo: La situación sería parecida a la anterior, con la
diferencia de que la sociedad no demanda el suicidio del individuo. Por
ejemplo, una viuda que se quita la vida, pero no por problemas psicológicos,
sino porque siente que ya ha cumplido con su cometido en la vida.
 Suicidio Altruista agudo: Cuando la persona se quita la vida por placer. Es
común que se dé este caso en relación con temas religiosos. Por ejemplo,
alguien que se suicida para alcanzar una supuesta gloria divina.

– El Suicidio Anómico:

Es el más característico de la sociedad moderna, afecta a los individuos a causa de


las condiciones de existencia que caracterizan a las sociedades modernas.

En estas sociedades, la existencia social ya no regulada por la costumbre; los


individuos compiten permanentemente unos con otros, esperan mucho de la
existencia y les piden mucho, y por lo tanto están acechados perpetuamente por el
sufrimiento que se origina en la desproporción entre sus aspiraciones y
satisfacciones.
Esta atmósfera de inquietud es propicia para el desarrollo de la corriente
suicidógena.

Tres tipos de orígenes del suicidio:

-Suicidio de origen subjetivo; este es el suicido motivado por trastornos mentales,


depresión o el consumo de drogas y/o sustancias de alcohol, sin razones para
ello.

-Suicidio de origen objetivo; es lo que se origina por el conjunto de diversas


experiencias traumáticas, como lo puede ser la muerte de un familiar allegado, el
sujeto se siente desbordado, no desea aceptar lo ocurrido, hay varios factores de
riesgo a los que está sometido, como no saber gestionar tales emociones hasta el
punto del suicidio

-Suicido de origen mixto; este como se da a entender en el nombre es una


mezcla entre los anteriores, ya sea por motivos subjetivos u objetivos.
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Ya presentados estos factores que influyen a alguien a cometer este acto, se debe
destacar este modelo de resiliencia. No todos los que imaginan sobre suicidarse lo
consiguen, mayormente se quedan con el puro pensamiento o intento fallido.
La resiliencia es el poder procesar adversidades o traumas de tal manera que el sujeto
genere alternativas superadoras. Alguien resiliente es capaz de convertir un trauma y
una oportunidad de crecimiento personal o en una motivación.

Las personas con estos pensamientos suicidadas pueden pensar que su problema no
tiene solución y que el quitarse la vida es la única forma de ponerle fin a su dolor y
sufrimiento. Pero existen medidas que pueden tomar para mantenerse a salvo y pues
poder disfrutar de la vida:

Síntomas:

 Hablar sobre suicidio o hacer chistes de esto; ejemplo, con comentarios como
“me quiero suicidar” “desearía no haber nacido” o “quisiera estar muerto”
 Obtener medio para cometer este acto, almacenar pastillas, armas u objetos
afilados
 Aislarse totalmente de la sociedad sin razón aparente
 Tener cambios de humor muy frecuentes, como felicidad y entusiasmo extrema
un día y soledad y tristeza al otro
 Preocuparse mucho por la muerte
 Sentirse sin esperanzas a causa de una situación
 Aumentar o iniciar el consumo de sustancias nocivas para la salud
 Cambiar la rutina
 Hacer actividades arriesgadas o autodestructivas
 Repartir las pertenencias o poner asuntos personales en orden sin alguna
explicación
 Despedirse de la gente allegada como si no la fuera a ver de nuevo
 Manifestar cambios en la personalidad o sentir ansiedad y agitación, en
especial cuando se tienen signos de advertencia que se acaban de mencionar

Estos síntomas o signos de advertencia no siempre son obvios y pueden cambiar


dependiendo de la persona. Algunos pueden dejar en claro las intenciones mientras
que otros guardan en secreto sus pensamientos.

¿Cuándo se debe consultar a un médico si tienes pensamientos suicidas, pero no


estás pensando en hacerte daño?
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 Habla con alguien a quien le tengas mucha confianza, aunque se te haga difícil
hablar sobre tus sentimientos
 Si eres religioso, comunícate con tu pastor, líder espiritual u otra persona de tu
comunidad religiosa.
 Llamar a la línea de asistencia suicida
 Programar una cita con tu psicólogo
Estos pensamientos no desaparecerán por si solos, se debe buscar ayuda, aunque
sea complicado.

¿Cómo podemos ayudar a un suicida?


Lo primero que debemos hacer es escuchar. El saber escuchar es muy importante,
para alguien con estos problemas no hay nada mejor que sentirse escuchado ya que
han reprimido sus sentimientos por un largo tiempo. Una vez que conozcamos el
problema, es muy complicado dar consejos, pero siempre hay que motivar, sin
presionarlos o abrumarlos con preguntas. Hay que asegurarles que la vida es algo
que se debe afrontar con determinación y fuerza, pero que uno no se debe dejar
vencer.
Y a pesar de esto la empatía casi nunca es suficiente, aunque sea doloroso, en
ocasiones es necesaria la ayuda de un profesional como lo mencione anteriormente.
Ante todo, hay que mostrar una actitud llena de respeto, amor, cuidado y comprensión.
Jamás lastima o pena.

¿Por qué es importante tratar de la prevención suicida?

El suicidio entre los jóvenes es una tragedia que se menciona pocas veces en nuestra
sociedad, suele callarse y evadirse pues nos enfrenta directamente con la realidad de
que nuestros jóvenes encuentran la vida tan dolorosa que de forma consciente y
deliberada se causan la muerte, es un tema que impacta y cuestiona nuestro sistema
familiar y social; sin embargo, es importante encarar el problema y tratar de
comprender las posibles razones para que un adolescente, con todo un futuro por vivir,
acabe repentinamente con su existencia motivado por una situación, o en muchos
casos un sufrimiento, que lo obliga a tomar tal decisión. Es de suma importancia el
conocer y reflexionar en las causas que llevan a un joven a su autodestrucción, así
como saber cuál es el significado de este acto y cómo puede prevenirse. Debemos
estar conscientes de que en el acto suicida siempre habrá una lucha interna entre el
deseo de morir y el de seguir viviendo. y generalmente, la persona pedirá auxilio de
una u otra forma. Por lo tanto, si el comportamiento, ya sea verbal o no verbal, de un
joven no revela que podría intentar suicidarse, hay que atender esas señales pues
existe la posibilidad de ayudarlo o de buscar el apoyo de profesionales que pueden
guiarlo a cambiar su perspectiva del problema o prevenir situaciones de emergencia.
Es precisamente esta posibilidad de ayudar que los jóvenes se decidan por su propia
vida lo que motiva a realizar un proyecto con métodos prácticos que promueva una
adecuada prevención del suicidio, no esperando que los individuos se acerquen a los
medios de salud para pedir ayuda, lo cual usualmente no sucede, sino, llevando la
ayuda directamente a los centros de estudio donde se encuentra la mayor
concentración de esta población.
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Instrumento para medir y evaluar el suicidio

Escala de Ideación Suicida de Beck (ISB)

La ideación suicida se evaluó por medio de la Escala de Ideación Suicida de Beck


(ISB). Esta escala fue diseñada para cuantificar y evaluar la recurrencia consciente de
pensamientos suicidas; poner en la balanza varias dimensiones de autodestructividad:
pensamientos o deseos. La ideación suicida también puede abarcar la “amenaza de
suicidarse”, expresada abiertamente a otros (Beck y cols.,1979). La ISB consta de 19
reactivos aplicados en el contexto de una entrevista clínica semiestructurada. Estos
reactivos miden la intensidad de las actitudes, conductas y planes específicos para
suicidarse. Cada reactivo se registró en un formato de respuesta de 3 opciones, con
un rango de 0 a 2. Las mediciones se sumaron para obtener un puntaje global. De
este modo, el rango teórico del puntaje es de 0 a 38. Si la puntuación de los reactivos
(4) “Deseo de ‘intentar suicidarse” y (5) “Intento pasivo de suicidar– se”, es “0”, se
omiten las secciones siguientes y se suspende la entrevista, codificando como: “No
aplicable”. En caso contrario, se sigue aplicando (Beck y cols., 1978). Este instrumento
va a consistir de 19 ITEMS los cuales son:
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REFERENCIA BIBLIOGRAFIA:
Rueda, F., (2022). Vigilancia epidemiológica de problemas de salud mental
priorizados en establecimientos de salud centinela.
https://www.dge.gob.pe/portal/docs/vigilancia/sala/2022/SE20/mental.pdf
Bedoya, E., (2016). Suicidio y trastorno mental. Revista Ces Psicología.
https://www.redalyc.org/journal/4235/423548400012/html/
Hernandez, P., y Villareal, R., (2015). Factores de riesgo (conducta suicida).
http://scielo.sld.cu/pdf/san/v19n8/san14198.pdf
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