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Movilización y traslado

de pacientes. Técnicas de
movilización. Traslado de
paciente encamado, en camilla
y¡ en silla de ruedas. Posiciones
anatómicas básicas

1. Conceptos fundamentales
2. Movilización de pacientes
3. Principios de mecánica corporal para la correcta manipulación de personas
inmovilizadas
4. Técnicas de movilización
S. Traslado de paciente
6. Deambulación del paciente
7. Actuación del Celador en el servicio de rehabilitación
8. Precauciones durante el traslado del paciente: oxigenoterapia
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

1. Conceptos fundamentales
Dos de las funciones más importantes de los Celadores de Instituciones Sanitarias son el tras-
lado de los enfermos, en camilla o en silla de ruedas, a las consultas o dependencias de la institu-
ción (también en el servicio de ambulancias) y la participación junto con otros profesionales en la
movilización de pacientes. Para llevar a cabo este cometido el Celador debe conocer una serie de
conceptos, que ayudarán a realizar su labor correctamente.

1.1. Ejes y planos en el espacio


Para conocer mejor las estructuras anatómicas, el cuerpo humano puede ser dividido en planos
y ejes. Los principales son:
Eje longitudinal. Es aquel que recorre el cuerpo en toda su long itud .

- Eje transversal. Va de derecha a izquierda y es perpendicular al anterior.

- Eje sagital. Posee una orientación de adelante hacia atrás.

Existe una correspondencia entre cada uno de estos ejes básicos y una serie de planos principa-
les, que se utilizan como referencia para situar y orientar la s diferentes posiciones del paciente en el
espacio. Estos planos son los siguientes:

- Plano sagital o plano medio. Es un plano vertical que atraviesa longitudinalmente el cuer-
po (está situado en la línea media del cuerpo). Lo divide en dos mitades especulares, dere-
cha e izquierda.
- Plano transversal u horizontal. Se trata de un plano que divide el cuerpo en una zona
superior y una zona inferior. Es perpendicular al plano sagital.

Plano coronal medio o frontal. Es el plano que, situado a la altura de la sutura corona l,
divide el cuerpo en una parte anterior y una parte posterior. Es paralelo a la frente.

Plano oblicuo. Presenta una angulación de 45° respecto al plano sagital y al plano f rontal.

1.2. Regiones y cavidades del cuerpo humano


Clásicamente, en el cuerpo humano se han descrito dos cavidades situadas en el tronco, que se
hallan separadas por el diafragma: la cavidad torácica y la cavidad abdominal.

- Cavidad torácica: en ella se encuentran la cavidad pleural, la cavidad pericá rdica y el me-
diastino, de situación central, y que se sitúa entre ambos pulmones, la columna vertebral y
el diafragma.

- Cavidad abdominal: contiene la cavidad peritoneal y la cavidad pélvica.

Además de las cavidades antes referidas existen otras regiones anatómicas, como son: extremi-
dades superiores, inferiores, cabeza, tórax y abdomen.

El abdomen se ha dividido clásicamente en nueve cuadrantes:

- Cuadrantes superiores: hipocondrio izquierdo, hipocondrio derecho y epigastrio.


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MOVILIZACIÓN YTRASLADODE PACIENTES 11111

- Cuadrantes medios: vacío renal derecho, vacío renal izquierdo y zona perium bilical.

- Cuadrantes inferiores: fosa ilíaca izquierda, fosa ilíaca derecha e hipograstrio en el centro.

HD : hipocondrio derecho.
EP: epigastri o.
Hl: hi pocondrio izquierdo.
VRD: vacío renal derecho.
ZP: zona periumbilica l.

\l:V EP\,~ VRI: vacío renal izquierdo.


FID : tosa ilíaca derecha .
H: hipogastrio.
VRD l ~ VJU
Fll : f osa ilíaca izquierda.
rm: :m
: H i

1.3. Direcciones de los movimientos


Describen los movimientos y cambios de posición que efectúen los miembros en las distintas
situaciones:
Flexión: movimiento que implica plegar o doblar una extremidad sobre una articu-
lación.
- Extensión: movimiento que implica extender o estirar una extremidad sobre una arti-
culación.
- Abducción: movimiento de alejamiento del plano medio.

- Aducción: movimiento de acercamiento al plano medio.

- Eversión: cambio de dirección hacia fuera.

- Rotación: movimiento de giro sobre un eje.

- Circunducción: movimiento circular alrededor del eje del cuerpo.

- Pronación: giro del antebrazo que coloca la palma de la mano hacia atrás o hacia abajo.

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Inversión: cambio de direccióh hacia dentro.

a. Abducción b. Adducción
- Supinación: giro del antebrazo que coloca la palma de la mano hacia delante o hacia arriba.

n- ;_
\~vh
\ 1
\ /
H
j 1
a. Pronación
H 1 \

b. Supinación

1.4. Posiciones anatómicas básicas


1.4.1. Concepto
Se conocen como posiciones básicas del paciente encamado, todas aquellas posturas o posicio-
nes que el paciente puede adoptar en la cama, camilla, mesa de exploraciones, etc., que son de interés
para el manejo del enfermo por el personal sanitario y no sanitario y, de manera especial, por el Celador.

1.4.2. Tipos de posiciones anatómicas


Son las siguientes:

a) Posiciones de decúbito:
Decúbito supino o dorsal o posición anatómica.

- Decúbito lateral izquierdo o derecho.

Decúbito prono.
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MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

b) Posición de Fowler.

e) Posición de Sims o semiprona.

d) Posición ginecológica o de litotomía.

e) Posición mahometana o genupectoral.

Los cambios frecuentes de postura en los pacientes encamados tienen como finalidad:

Evitar la aparición de isq uemia en los llamados puntos de presión, debido a la acción de la
gravedad y al propio peso.

Evitar que la ropa que cubre la cama roce la piel y llegue a producir lesiones.

Prevenir la aparición de úlceras por presión (anteriormente denominadas úlceras por


decúbito).

Proporcionar comodidad al paciente.

Para ello el Celador debe prestar atención a que:

Las sábanas estén limpias, secas y bien estiradas.

Las zonas de mayor presión corporal estén protegidas.

Las piernas estén estiradas y los pies formen áng ulo recto con el plano de la cama.
Para realizar los cambios posturales se necesitan los siguientes materiales:

Almohadas y cojines.

Férulas.

Ropa limpia para cambiar la cama.


Protectores de protuberancias si fueran necesarios.

Definimos los cambios postura les como las modificaciones realizadas en la postura cor-
poral del paciente encamado para evitar patologías derivadas de la inmovilidad (ú lceras por
presión, atrofia muscular, etc.).

El enfermo no permanecerá nunca más de tres horas en la misma posición. Deberá


ser colocado sucesivamente en decúbito supino, lateral derecho e izquierdo y prono,
tanto durante el día como por la noche.

Los decúbitos laterales se llevarán a cabo inclinando al paciente sobre un lado y apo-
yándole la espalda con almohadas, las piernas se doblarán según el lado del que esté
y entre las rodillas se pondrá un cojín.

El programa de cambios posturales debe estar previsto para el dla y la noche, de ma-
nera que se consiga una continuidad entre las diferentes personas que cuidan durante
las 24 horas al paciente. Generalmente se realizan cada 2-3 horas para prevenir la apa-
rición de úlceras, salvo en los casos en que la presión es mayor (posición de sentado
donde se descarga todo el peso en una sola zona), los cambios se tratan cada 15 o 30
minutos. Siempre que la enfermedad lo permita se recomendará al paciente que cami-
ne o cambie de posición frecuentemente en la cama.

Programa de cambios postura/es


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Úlcera por presión

1.4.3. Posiciones de decúbito


Posición de decúbito dorsal, supino o anat ómica:

El paciente está acostado sobre su espalda. Sus piernas están extendidas y sus brazos alineados
a lo largo del cuerpo. El plano del cuerpo es paralelo al plano del suelo. Se puede colocar un peque-
ño cojín bajo la zona lumbar para mantener la curvatura anatómica.

Es una posición utilizada para la exploración del tórax, abdomen, piernas y pies así como para
la palpación de las mamas en las mujeres. Se emplea para comenzar con la higiene del enfermo y
como punto de partida para diferentes movilizaciones.

Junto con una tabla bajo el colchón y co n almohadas se ut iliza en los traumatismos
dorso-lumbares.

Posición de decúbito lateral izquierdo yderecho


El paciente se halla acostado de lado. Las piernas extendidas y los brazos paralelos al cuerpo.
El brazo inferior, es decir, el que queda del lado sobre el que se apoya, está ligeramente separado y
hacia delante, evitando que quede aprisionado debajo del peso del cuerpo. La pierna que no está
en contacto con la superficie de apoyo, está ligeramente flexionada para dar mayor estabilidad.

El eje del cuerpo es para lelo al suelo. Es una posición que se emplea para realizar cambios
posturales en los enfermos encamados. También para la administración de enemas de limpieza,
para evitar broncoaspiraciones en pacientes que presentan vómitos o para realizar la higiene del
paciente (zona anal, genital, etc.). Es de mucha utilidad en las embarazadas para evitar el "síndrome
de hipotensión en decúbito supino" que se produce como consecuencia de la compresión del úte-
ro sobre la vena cava inferior.
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MOVILIZACIÓN VTRASLADODE PACIENTES IJIII

Posición de decúbito prono


También llamado decúbito ventral. El enfermo se encuentra acostado sobre su abdomen y pe-
cho (tu mbado boca abajo). La cabeza girada latera lmente. Las piernas extend idas y los brazos tam-
bién extendidos a lo largo del cuerpo. El plano del cuerpo paralelo al suelo.

Esta posición se utiliza para las exploraciones de espalda, así como alternativa para cambios
postura les.

Las tres posiciones son fundamentales para los enfermos encamados, ya que los cambios pos-
turales realizados frecuentemente (cada 2-3 horas) evitan la aparición de úlceras por presión, al
evitar una presión excesiva, mantenida durante mucho tiempo sobre una parte o zona corporal.

1.4.4. Posición de Fowler


El paciente se halla semisentado, con la cabecera levantada formando un ángu lo de 45°. Las
piernas están ligeramente flexionadas (semiflexionadas) y los pies en flexión dorsal. Existen dos
variantes que se denominan posición de semiFowler en la que la inclinación es de 30°, y se utiliza
básicamente para cambios postura les y para transporte del enfermo (cuando su estado lo permita)
y la posición de Fowler alta en la que la inclinación es de 90°.

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Los enfermos con patologías cardiacas, digestivas como la hernia de hiato y respiratorias
(enfermedades pu lmonares obstructivas cró nicas -EPOC-), tales como el asma, enfisema,
bronquitis crónica, etc., prefieren esta posición pa ra estar en la cama, puesto que facilita la
respi ración.
Se utiliza para cambios posturales y exploraciones de cabeza, ojos, cuello, oídos, nariz (oto-
rrinolaringología), garganta (ej. cambios de cánula traqueal) y pecho. Es una posición usada muy
frecuentemente en los traumatismos costales.

1.4.5. Posición de Sims


También llamada posición de semiprono o inglesa. Es similar al decúbito lateral izquierdo,
pero el brazo que queda en la parte inferior se lleva hacia atrás y el otro se coloca en flexión del
codo. La cadera superior y rodilla del mismo lado están flexionadas sobre el pecho. La cabeza está
girada lateralmente.

En esta posición se colocan los enfermos inconscientes para facilitar la eliminación de las secre-
ciones y evitar la broncoaspiración. Es una posición frecuente para la exploración del recto.
También se utiliza en la administración de enemas y medicamentos por vía rectal. Es en esta
posición donde se colocan las sondas rectales.

1.4.6. Posición ginecológica


También llamada de litotomía. La paciente se halla acostada boca arriba. Las piernas separadas
y colocadas sobre los estribos. Rodillas y cadera flexionadas 90°. Muslos en abducción.
Esta posición es utilizada en ginecología para el examen manual de pelvis, vagina, recto y para
la exploración de la embarazada. Es también la posición a adoptar en el parto.

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MOVIliZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

1.4.7. Posición de Trendelenburg


El enfermo se coloca como en decúbito supino, pero a diferencia de aquella posición, el plano
del cuerpo está inclinado 45° respecto al plano del suelo. La cabeza del paciente está mucho más
baja que los pies.

En esta postura hay que colocar a los pacientes con shock hipovolémico, desmayos, lipotimias
para intentar restablecer y salvaguardar el riego sanguíneo cerebral.

1.4.8. Posición de Morestin oantiTrendelenburg oTrendelenburg inversa

Es la posición contraria a la anterior en la que el plano del cuerpo está inclinado 45° respecto
al plano del suelo pero la cabeza está mucho más elevada que los pies. Esta posición es utilizada
en pacientes que presenten problemas digestivos con reflujo gastrointestinal. hernias de hiato y
enfermedades respiratorias.

1.4.9. Posición genupectoral


También conocida con el nombre, aunque menos frecuente, de posición mahometana.
El paciente adopta una posición similar a la que adoptan los mahometanos para sus práct icas
religiosas.
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11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DESALUD

El paciente se coloca boca abaj o apoyado sobre su pecho y rodillas.

Para colocarse en esta posición primero se arrod illa y luego flexio na su cintura de forma que sus
caderas quedan arriba y la cabeza abajo en el suelo.

Sirve para extraer fecalomas, exploraciones del recto y ano, etc.

1.4.1O. Clasificación según su finalidad terapéutica


Otra clasificación de las posiciones anatómicas que podemos encont rar en diferente bibliogra-
fía consultada es la diferenciación entre posiciones quirúrgicas y no quirúrgicas.

Posiciones no quirúrgicas:
- Posiciones decúbito:

* Posición decúbito dorsal, supino o anatómica.

* Posición de decúbito lateral izquierdo y derecho.

* Posición de decúbito prono.

Posición de Fowler.

Posición de Sims.

Posiciones quirúrgicas:
Posición de litotomía o ginecológica.

Posición de Trendelenburg.

- Posición genupectoral.

- Posición de Morestin.

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MOVILIZACIÓN YTRASLADODE PACIENTES 11111

Posición de Trendelenburg Posición de Morestin

2. Movilización de pacientes
Definimos movilización como el desarrollo de un programa de ejercicios encaminado a conse-
guir el restablecimiento de las funciones disminuidas por la enfermedad.
Hay dos t ipos de movilización:

Activa: las realiza el propio paciente bajo la supervisió n del profesional. Consiste en la mo-
v ilización de los segmentos corporales que quiera ejercitar por medio de los múscu los y
articulaciones de esos segmentos.
Se puede realizar con resistencia o contrarresistencia (poleas, manos, etc.).

Pasiva: son realizadas sobre los distintos segmentos corporales del paciente por fisiote-
ra peutas. Se trata de pacientes que, por su incapacidad o bien por indicación médica, no
pueden realizar el esfuerzo que requiere el ej ercicio.

La inmovilidad se define como la disminución o interru pción de la capacidad para desem-


peñar las actividades de la vida diaria por deterioro de las funciones motoras o también como la
incapacidad para desplazarse de forma ind ependiente en su espacio vital.

2.1. Causas del inmovilismo


El conjunto de causas desencadenantes de inmovilidad lo podemos dividir en dos g randes g rupos:

Causas físicas
Dentro de las cau sas físicas se encuentra el envejecimiento fisiológico, el cual es responsable
de una disminución de las facultades físicas y psíquicas y, como consecuencia de ello, podrá llegar
la inactividad del anciano. El otro gran grupo de cau sas físicas que son productoras de inmovilidad
tenemos que relacionarlo co n determinadas enfermedades:

Enfermedades musculoesqueléticas: son responsables de dolor y rigidez (osteoporosis,


artrosis, fracturas, etc.) y es una de las cau sas más frecuentes de invalidez.

Enfermedades neurológicas: las más frecuentes son la enfermedad de Parkinson, los acci-
dentes cerebrovasculares, las neuropatías, etc.
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1 1 •
Enfermedades cardiorrespiratorias: insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obs-
tructiva crónica, vasculopatías periféricas, cardiopatía isquémica, etc.
Alteraciones de la marcha y el equilibrio: hipotensión ortostática, ca ídas, síndrome post-
caída, problemas podológicos, etc.
Pérdidas sensoriales auditivas y de visión: presbiacusia, tapones de cera, presbicia, cata-
ratas, glaucoma, etc.
Enfermedades endocrinometabólicas: diabetes mellitus, hipotiroidismo, deshidrat ación,
hiponatremia, etc.
Enfermedades agudas: traumatismos, fracturas, posoperatorio, etc.

Causas psíquicas
Dentro del conjunto de causas psíquicas que pueden desencadenar un síndrome de inmo-
vilismo se encuentran: la depresión, las demencias y los estados confusionales. Además de estos
grandes grupos reseñados como elementos clave en el síndrome de inmovilismo, no debemos
desmerecer la repercusión que tienen otros elementos como los que se citan a continuación: las
recomendaciones erróneas de reposo, el consumo de determinados fármacos, la hospitalización,
las barreras arquitectónicas en el domicilio y en el exterior, la ausencia de ayudas técnicas, la falta
de apoyo social y la soledad y el aislamiento.

2.2. Consecuencias del inmovilismo


Las repercusiones en la movilidad son:
1. En la función respiratoria: se presenta una disminución en los requerimientos de oxígeno
y tiende instintivamente a respirar de forma más lenta y superficial. La capacidad vent ila-
toria disminuye, por lo que se produce un aumento de gases residuales. Hay un decreci-
miento de secreciones, que puede acumularse y favorecer el medio para el crecimiento
bacteriano (infección respiratoria).

2. En la función motriz: hay una pérdida de tono mus-


cular unida a la posibilidad de aparición de contrac-
turas y de dolor (lumbalgias), alterando o lesionan-
do el tejido muscular. Aparición de atrofia muscular
progresiva.

3. En la función cardiovascular: aparece hipotensión '


ortostática, con aumento del trabajo cardiaco, ade-
más de la posibilidad de formación de trombos.
4. En la función gastrointestinal y metabólica: puede
darse un problema de alteración nutricional con ano-
rexia, deshidratación o alteración de la temperatura
corporal. Aparición de estreñimiento.

5. En la función urinaria: puede darse una alteración


en el vaciado vesical (retención urinaria), con riesgo
de infección y formación de cálculos.
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6. En la integridad cutánea (sistema tegumentario): dos son las problemáticas que con
mayor frecuencia afectan la integridad de la piel. Por un lado las úlceras por presión, sobre
las que la presión mantenida y el tiempo expuesto a ella juegan un papel crucial para su
aparición. Y, por otro, las dermatitis de pañal ligadas a la incontinencia urinaria.

7. En la función cognitiva: la presencia de una deprivación sensorial al disminuir los estímu-


los sensoriales (visuales, auditivos, t áctiles... ) lo que le hará cada vez más dependiente.

3. Principios de mecánica corporal para la correcta


manipulación de personas inmovilizadas
Las reglas básicas para los Celadores que realizan cambios postura les y transporte de perso-
nas son las siguientes:
l. Proporcionar una base amplia de apoyo, manteniendo separados los p ies, uno ligeramente
delante del otro. Se sabe que la estabilidad de un objeto es mayor cuando tiene una base
de sustentación ancha y un centro de gravedad bajo.

2. Hacer el máximo uso de su centro de gravedad sosteniendo los objetos cerca del cuerpo.
La fuerza requerida para mantener el equilibrio del cuerpo aumenta conforme la línea de
gravedad se aleja del punto de apoyo.

3. Proteger la espalda:

- No doblarla incorrectamente.

Hacer uso de los músculos de las piernas para moverse y levantarse. De este modo el
levantamiento estará a cargo de los músculos más grandes y fuertes (abdominales y
glúteos) que no se fatigan tan rápidamente como los pequeños.

- Considerando exclusivamente la fuerza, el ángulo de tracción óptimo para cualquier


músculo es de 90 grados.
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4. Contraer los músculos abdominales y glúteos pa ra estabilizar la pelvis antes de movilizar un


objeto. Esto protege los ligamentos y articulaciones contra la tensión y las lesiones. Espirar
en el momento de la fuerza.

5. Reducir al mínimo la fricción o el roce entre el objeto en movimiento y la superficie en que


está siendo movida. Esto requerirá menos energía.

Poner a favor del cuidador la fuerza de gravedad, a ser posible no trabajar en contra de ella.

6. Hacer que alguien le ayude o usar un medio mecánico, cuando se t enga alguna sospecha
de que la carga resulte demasiado pesada o difícil.

7. Colocar correctamente el pie en dirección hacia donde debe hacerse el giro para no hacerlo
con la columna.

8. Utilizar el contrapeso del propio cuerpo para aumentar la fuerza aplicada al movimiento.

9. Ayudarse con puntos de apoyo exteriores.

1O. Siempre es mejor empujar o deslizar un objeto que tirar.

11. Trabajar, si es posible, a una altura adecuada. Demasiado alto: hipertensión lumbar.
Demasiado bajo: espalda doblada.

12. Antes de mover a un enfermo es necesario saber qué enfermedad o lesión tiene, si se le
puede mover y por dónde se le puede coger.

13. Explicarle lo que se le va a hacer y buscar su colaboración.

4. Técnicas de movilización
Antes de iniciar cualquier movimiento explique al enfermo lo que vamos a hacer y
el procedimiento a seguir. Pídale que participe y ayude en la medida de lo pos ible, sa lvo
contraindicaciones.
Los pasos previos a toda movilización son:

1. Preparar el material que vamos a utilizar.

2. Frenar la cama.

3. Lavado de manos.

4. Solicitar información acerca del paciente (al médico, enfermera, fisioterapeutas, etc.). Es im-
portante saber que no existe contra indicación alguna.

5. Observar con detención al paciente (sondas, sueros, drenajes, sistemas de inmovilización,


etc.). Los tubos de drenaje estarán en todo momento más bajos que el paciente para drenar
favoreciendo la gravedad, la bolsa de orina por debajo de la altura de la vejiga para que no
exista rebosamiento de orina y los botes de sueros (gotero) colocados en los soportes del
cabecero preparado para tal fin.

Si hay alguna incidencia con el gotero o con los drenajes se le comunicará al personal sani-
tario responsable del paciente.

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6. Hablar con el paciente; explicarle lo que vamos a realizar. Averiguar su estado anímico (valora-
ción mental); valoración física de las partes de su cuerpo que mueve con facilidad y cuáles no.

7. Utilizar ayudas mecánicas cuando sea posible, en caso contrario adopta r una posición ade-
cuada (mecánica corporal).

4.1. Movilización del paciente imposibilitado en la cama


Una de las funciones más importantes del personal sanitario es la de mover y acomodar al pa-
ciente en la cama, de forma que se sienta confortable y cómodo.

Con una sistemática de cambios postura les frecuentes y buenas posiciones se evitan las úlce-
ras por presión.

Además, al realizar movilizaciones frecuentes se mejora el tono muscular, la respiración y la circulación.

Para ello es necesario colocar al paciente en unas posiciones o posturas especiales.

A la hora de movilizar al paciente encamado hay que tener en cuenta su estado y saber si éste
está en condiciones de colaborar o no y si es posible su ayuda para cambiarlo de postura.

A) Cuando el paciente no colabora


Cuando no es posible la colaboración del enfermo/a para hacer un cambio postura!, hay que
hacerlo entre dos Celadores.
Se lleva a cabo de la siguiente forma:
a) Se coloca un Celador aliado derecho y otro aliado izquierdo de la cama, frente al enfermo/ a.
b) Los pies del Celador deben estar separados y las rodillas ligeramente flexionadas.
e) Se retira la almohada al paciente.
d) Cada Celador introduce un brazo por debajo del hombro del paciente y el otro por debajo del
muslo. Se sujeta al paciente y se va levantando con cuidado hasta llevarlo a la posición deseada.
Otra forma de hacerlo es colocándose los dos Celadores al mismo lado de la cama.
a) Un Celador coloca uno de sus brazos por debajo de los hombros del enfermo y el otro brazo
por debajo del tórax.
b) El otro desliza los brazos a la altura y por debajo de la región glútea. Se eleva con cuidado
hasta llevarlo a la posición deseada.
e) Alinear correctamente el cuerpo del paciente.

B) Cuando el paciente colabora


Cuando es posible la colaboración del enfermo/a para hacer un cambio postura l. p uede hacerlo
una sola persona.

a) Debe colocarse aliado de la cama del enfermo, frente a él y a la altura de su cadera.

b) Indicarle al enfermo que se agarre a la cabecera de la ca ma y flexione sus rodill as colocando


la planta de los pies apoyada sobre la superficie de la cama.
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e) El Celador debe colocar sus brazos por debajo de las caderas del paciente.

d) Pedirle que haga fuerza con sus p ies y brazos intentando elevarse. En ese momento los
brazos del Celador deben ayuda rle a subir hacia la cabecera.

e) En la posición anterior puede desplazarse incluso sólo si se encuentra ágil.

4.2. Movilización del paciente con ayuda de una sábana


Se realiza entre dos Celadores o bien entre un Celador y un auxiliar de enfermería, uno a cada
lado de la cama .

a) Doblar la sábana en su ancho a la mitad.

b) Hacer un segundo doble en su largo a la mitad.

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e) Colocarla al paciente por debajo, de forma que llegue desde el hombro hasta el muslo.

d) Se enrolla la sábana por los laterales sujetándola cada persona fuertemente, pudiendo mo-
ver al paciente hacia cualquier lado de la cama.

4.3. Procedimiento para mover al enfermo hacia el borde de la cama


Su empleo está justificado en todo enfermo que por cualquier circunstancia no coopere. Los
pasos a seguir son:

1. El Celador se ubicará en el lado de la cama hacia donde


se moverá al enfermo. Esta posición va a evitar que el pa-
ciente se caiga.

2. Quitar la ropa de la cama, a excepción de la sábana enci-


mera que quedará cubriendo al paciente.

3. Colocar el brazo del paciente que se encuentre más cer-


cano a nosotros a lo largo de su tórax. De esta manera se
evita la resistencia al movimiento del paciente y se impi-
de que se lesione el brazo.

4. Colocar un pie delante del otro y flexionar las rodillas; de


esta forma aseguramos el uso del grupo de músculos de
las piernas más adecuados durante el movimiento.

S. Situar un brazo debajo del hombro más alejado del paciente, de forma que la cabeza de
éste descanse en el antebrazo manteniendo el codo doblado. Poner el otro brazo debajo
de la curvatura lumbar del paciente.

6. Tensar los músculos glúteos y abdominales, para de esta forma prepararlos para el movi-
miento y proteger a la vez a los órganos internos de lesiones.

7. Tirar de la cabeza, hombros y tórax del paciente hacia el lado que se quiere mover, balan-
ceándose hacia atrás y cambiando el propio peso al pie trasero.

8. Para mover la zona de los glúteos del paciente, poner un brazo debajo de la cintura de éste
y el otro debajo de los muslos. Repetir los pasos 6 y 7 tirando de los glúteos.

9. Para mover los miembros inferiores del paciente, situar un brazo debajo de los muslos y el
otro debajo de las piernas. Repetir los pasos S y 6 tirando de las piernas.

4.4. Procedimiento para colocar al enfermo en decúbito lateral


Este procedimiento se lleva a cabo con el obj eto de aliviar las zonas de presión potencial desde la
posición anterior, para proporcionar comodidad, para realizar la higiene de la zona posterior del cuerpo,
para la ej ecución de curas en la misma zona mencionada anteriormente, etc. Los pasos a desarrollar son:

l. Verificar que el enfermo no se encuentra muy cerca del borde de la cama. Si lo está, hay que
moverle hacia el centro.

2. Desnudar la cama, dejando únicamente cubierto al enfermo con la encimera.

3. Situarse en el lado de la cama hacia el que se quiere girar al enfermo.


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4. Colocar un pie delante del otro.

5. Situar el brazo del paciente que se encuentre más cerca lo más próximo a ti que puedas y
fuera de su cuerpo. Realizando esta maniobra se impedirá que el paciente ruede sobre él.

6. A continuación flexiona el otro brazo del paciente sobre su tórax y coloca la pierna más
alejada sobre la más cercana. Al tirar hacia adelante del brazo y de la pierna más alejados se
facilita que el paciente se vuelva hacia este lado.

7. Tensa tus músculos glúteos y abdominales y flexiona tus rodillas.

8. Coloca una mano sobre el hombro más alejado y la otra sobre la cadera más alejada.

9. A continuación gira al paciente hacia ti balanceándote hacia atrás y cambiando el peso


hacia el pie trasero a la vez que flexionas tu rodilla y bajas la pelv is.

1O. Finalmente proceder a la alineación correcta del paciente y a la colocación de la ropa de la cama.

4.5. Procedimiento para mover al enfermo hacia arriba de la cama


Estos procedimientos también se pueden emplear para los cambios posturales.

Primer Procedimiento
Se emplea cuando los enfermos no cooperan, lo cual implica que se necesitan para llevarlo a
cabo dos Celadores. Los diferentes pasos a seguir son:

l. Explicar al paciente el procedimiento.

2. Quitar la almohada.

3. Cada uno debe de colocarse a un lado de la cama con el cuerpo girado ligeramente hacia
la cabecera de la cama, con el pie más cercano a la cabecera de la cama mirando en esa
dirección y con las rodillas flexionadas.
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MOVILIZACIÓN VTRASLADO DE PACIENTES IJI II

4. A conti nuación cada Celador co locará su brazo más cercano al hombro del paciente por
debajo de éste mientras que el otro lo colocarán debajo de los muslos del paciente.

S. Finalmente, proceder a levantar y mover al enfermo manteniendo las rodi llas rectas. No
debemos olvidar que el grupo de músculos que interviene de forma decisiva en el levanta-
miento del paciente es el de los miembros inferiores.

Segundo Procedimiento
Tiene la misma indicación que el anterior pero se lleva a cabo con la sábana de arrastre. Para su
ejecución es necesaria también la presencia de dos Celadores.

1. Desnudar la cama, dej ando únicamente cubierto al enfermo con la sábana encimera.

2. Cada uno se situará a un lado de la cama.

3. Para la colocación de la sábana se pondrá primero al paciente a un lado de la cama y por el lado
que queda libre se colocará la sábana doblada por la mitad. A continuación se volverá al paciente
hacia el otro lado de la cama y el Celador que ahora queda libre terminará de colocar la sábana.

4. Coger la sábana entre los dos Celadores y, a la vez que se levanta al enfermo, moverlo hacia arriba.

S. Retirar la sábana siguiend o el mismo proced imi ento que se ha em plead o pa ra colocarla.

Tercer Procedimiento
Se ejecuta cuando el enfermo coopera. Se requ iere sólo una persona.

1. Utilizar el procedimiento del entrecruzam iento de brazos pa ra levantar al paciente y así


poder retirar la almohada.

2. Acostar al enfermo de nuevo e indicarle que flexione las rod illas apoyando los pies en la
cama y que se aga rre al cabecero de la cama con las manos.

3. Seguidamente pasar el brazo que se encuentra más cerca no al hombro del paciente por
debajo del cuello de éste, mientras que el otro brazo lo situamos debajo de sus muslos.

4. Una vez que se esté preparado, se le indica al paciente que tire con sus manos hacia la ca-
becera, a la vez que se le ayuda moviendo su cuerpo hacia la misma.

S. Por último, se le co loca la almohada y se le arregla la cama.

4.6. Procedimientos para ayudar a un enfermo a ponerse de pie


4.6.1. Cuando el enfermo está acostado en su cama
Se pueden emplear dos proced imientos:

Primer Procedimiento
1. Incorporar al paciente aplicando el procedimiento de entrecruzamiento de brazos.

2. A continuació n proceder a girar las piernas del enfermo hacia nosotros, dejándolas caer por
el borde de la cama.

289
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

3. Una vez que el enfermo se encuentra sentado en el. borde de la cama, debemos colocar
un pie delante de los pies del enfermo y el otro a un lado. Seguidamente le metemos por
debajo de la axila la mano que tenemos libre.

4. El siguiente movimiento consiste en doblar nuestras rodillas para así obtener la fuerza ne-
cesa ria para levantar de forma suave y rítmica al enfermo. Para facilitar aún más la moviliza-
ción le indicaremos al enfermo que, mientras nosotros realicemos el movimiento, se apoye
en nuestro hombro.

Segundo Procedimiento
l . Colocar al paciente en decúbito lateral (el tipo de decúbito lateral debe coincidir con el lado
hacia el cual se va a levantar al paciente).

2. Elevar el segmento superior de la cama hasta consegui r un ángulo comprendido entre 45°
y 60°. De esta forma la movilización requerirá menos esfuerzo y resultará más fácil.

3. A continuación nos colocamos en la posición opuesta a las caderas del paciente. Esta posi-
ción mejora el equilibrio y previene la torsión de nuestro cuerpo.

4. El paso inmediato es pasar nuestro brazo más cerca no a los hombros del enfermo por
d ebajo de ellos, mientras que el otro brazo lo colocamos sobre el muslo más lejano.
Con este movimiento prevenimos que el paciente se caiga hacia atrás cua ndo esté
senta do.

S. Girar hacia la pierna de detrás de forma que las piernas del paciente se columpien hacia
adelante y nuestro peso cambie a la pierna de atrás.

6. Una vez que el enfermo está sentado en el borde de la ca ma, proceder como en el primer
procedimiento.

4.6.2. Cuando el enfermo está sentado en un sillón


Introducir nuestros brazos por debajo de los suyos.

Pedirle que sitúe uno de sus brazos alrededor de


nuestra cintura.

- A continuación flexiona mos las rodillas mantenien-


do la espa lda lo más recta posible y levantamos al
paciente de forma suave y firme.
Mientras dura el proceso se debe proteger el cuerpo
del enfermo con el nuestro.

4.7. Movilización en pacientes con afecciones graves en la movilidad


Básicamente la movilización de pacientes con graves afecciones sigue el mismo procedimiento
que la de pacientes inconscientes o no colaboradores, pero hay que tener en cuenta varios as-
pectos que, si no se realizan bien, pueden incluso agravar la patología del paciente; por ello es
fundamental que el Celador se informe sobre los pacientes que debe movilizar y los identifique
correctamente.
290
MOVILIZA(IÓN YTRASLADO DE PA<IENTES 11111

Algunas situaciones de las que hay que tener en cuenta son:

Existen patologías en las que el movimiento está contraindicado; algunas de éstas son
aquellas en las que el paciente presenta un traumatismo craneoencefálico o espinal con un
aumento de la presión intracraneal.
Las personas con hemiplejía (parálisis de la mitad del cuerpo) y las que presentan tetra-
plejías (pará lisis de las extremidades superio res e inferiores) necesitan constantemente del
apoyo de los Celadores para cubrir sus necesidades básicas. Además, la inmovilidad puede
provocar complicaciones por lo que debemos tener consciencia de regu lar el tono normal
mediante posturas corregidas para evitar daños secundarios.
Cuando se cambia de posición a un paciente con hemiplejía, el Celador debe colocarse
del lado del que conserva su movilidad, de esta manera el paciente puede colaborar para
realizar los cambios. Los Celadores, al igual que el resto de profesionales sanitarios, deben
fomentar la autonomía del paciente y, cuando ésta no sea del todo posible, al menos propi-
ciar al máximo posible su independencia.
Cuando se pase a una persona hemipléjica de la cama al sillón debemos evitar que el pie
del lado afectado se deslice a la hora de realizar el apoyo y que la rodilla del lado afecto se
pueda doblar al realizar fuerza para erguirse.
Para lograr la deambulación lo más pronto posible, se pone énfasis en el lado sano, que
ayudará a compensar al lado afectado y la movilización se realizará con un apoyo externo
(bastón en el lado sano).
Cuando la gravedad lo exija el movimiento del paciente politraumatizado o con traumatis-
mos craneoencefálicos se hará con tres Celadores y bajo la supervisión del personal sanita-
rio diplomado, de esta manera se aumenta la seguridad.
Cuando el paciente presenta fracturas y se encuentra enca mado con aparatos de tracción
por medio de pesas en los miembros inferiores, hay que realizar su higiene evitando que se
pierda la alineación de las fracturas.
Para ello, una persona debe presionar los miembros inferiores con la misma fuerza que rea-
lizan las pesas, mientras otra eleve al paciente y realiza la higiene de los genitales, glúteos y
miembros inferiores.

Tracción esquelética (cruentas)

Para el tratamiento de algunas fracturas de fémur, tibia y columna cervical.

La tracción se aplica directamente al hueso a través de un tornillo (Steinmann) o un alambre


metálico (Kirschner).

En la tracción esquelética se aplican 7 a 12 kg para obtener el efecto terapéutico.

Tracción cutánea

Para controlar los espasmos musculares e inmovilizar una zona antes de la cirugía.

Se utilizan pesas sobre una cinta o pieza de hule-espuma unida a la piel.

En la tracción cutánea se aplican 2 a 3 kg en una extremidad para obtener el efecto terapéutico.

Tipos: tracción de extensión de Buck, dispositivo de tracción cervical y el cinturón pélvico.

Elaboración propia a partir de "Enfermería médico-quirúrgica" Brunner y Suddarth.


Editorial Mac Graw Hill
291
11111 CELADORES OH SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

1 •
En caso de pacientes tetrapléjicos, para realizar su higiene no se les debe girar hacia la posi-
ción de decúbito lateral, sino levantarlos en bloque para llevar a cabo la higiene posterior.
Al movilizar pacientes con fracturas en las extremidades inferiores y que como medida te-
rapéutica las tienen enyesadas se sostiene la extremidad respetando su posición.

En la sala de reanimación con pacientes recién operados que tengan p rescrito por el ciruj a-
no una movilización precoz, se pondrá especial atención en acomodar al paciente, alinearlo
y el movimiento/levantamiento se hará por fases. Al comienzo se harán movilizaciones sim-
ples donde se precise menor ayuda del paciente.

Para proceder a la movilización de un paciente asistido por ventilación art ificia l debe estar
presente un DUE/ATS que vigile los sistemas y conexiones del respirador, así como los tubos
y cánulas, de manera que en ningún momento se altere o interrumpa la ventilación.

S. Traslado de paciente
En las instituciones sanitarias los traslados constituyen una práctica diaria; son muy comunes
los desplazamientos de pacientes de unas áreas a otras (generalmente a servicios como: radio-
logía, quirófanos, etc.). En el Estatuto de P.ersonal No Sanitario se recoge que los Celadores "ten-
drán a su cargo el traslado de los enfermos, tanto dentro de la Institución como en el servicio de
ambulancias':
Cuando el Celador es requerido para trasladar un paciente a un determinado lugar del hospital,
debe hacerlo con profesionalidad, proporcionando a la persona seguridad y bienestar.

El traslado es la movilización del paciente de una zona a otra dent ro del Hospital; para ello el
Celador debe cumplir una serie de normas:
Cuando un Celador va a recoger a un paciente para trasladarlo a algún servicio del hospital
se presentará a la supervisora o persona delegada de esta explicándole su misión.
Una vez que explica al paciente el propósito del traslado se comienza con este. Desde
ese momento el Celador es el responsable del paciente y de la documentación que le
acompañe.
Si no es un traslado urgente y el paciente está estable el traslado se hará proporcionando
seguridad y bienestar al paciente y sin prisas.
Una vez llegado al destino el Celador, y si el paciente se queda allí, se volverá cuando la
persona responsable se haga cargo de él.
Hay dos medios habituales para el t raslado de los enfermos: la silla de ruedas y la camilla. Se
realiza el transporte en un medio u otro segú n sea el estado físico del paciente.

5.1. Traslados de la cama a la silla de ruedas


Hay dos situaciones:
a) Cuando el enfermo colabora.

b) Cuando no colabora porque está imposibilitado.

292
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

5.1.1. Cuando el enfermo colabora

Si el enfermo puede colaborar es suficiente con la ayuda de un solo Celador.


Forma de hacerlo:
- Se coloca la silla frenada en paralelo a la cama, con los soportes de los pies levantados.

- Se coloca la silla con el respaldo en los pies aliado de la cama que se considere más conve-
niente para el paciente. Se extiende una manta sobre la silla.

- Se ayuda al paciente a sentarse en la cama de la forma indicada y las piernas colgando hacia
ese lado.

- Se le pone la bata y las zapatillas.

- Se le pide al paciente que coloque su brazo por encima de los hombros del Celador y éste,
a su vez, debe pasar sus brazos por debajo de las axilas del pacie nte tratando de rodear su
cintura.

- Se le sujeta y se le ayuda a incorporarse de pie.

- Ahora hay que indicarle que se gire hasta colocarse de espaldas a la silla. Ind icarle a conti-
nuación que apoye sus manos sobre los apoyabrazos de la silla.

Está en disposición de sentarse, asegurándose de que queda bien sentado.

- Se le cubre con la manta. Está en disposición de ser trasladado.

5.1.2. Cuando no colabora porque está imposibilitado


Si el enfermo no puede colaborar no es suficie nte con la ayuda de un solo Celador; es preciso
la colaboración de dos.
Forma de hacerlo:

Hasta sentar al paciente se hace de forma similar al caso anterior.

Los dos Celadores se colocan al mismo lado de la cama, uno a cada lado del paciente.

- Cada Celador pasará un brazo por debajo de la axila del enfermo y e l otro por debajo del
muslo. Los Celadores se cogerán de las manos, y, poniéndose de acuerdo, levantarán al
paciente al mismo tiempo hasta colocarlo en la silla.

- Cubrirlo con la manta y asegurarse de que quede sentado cómodamente. Ya se puede


trasladar.

5.2. Traslado de la silla de ruedas a la cama


En ambos casos se hace siguiendo los pasos anteriores pero a la inversa.

293
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

5.3. Forma de transportar al paciente en una silla de ruedas


Siempre se empuja por detrás, excepto cuando se sa le o entra en el ascensor. En est e caso se
vuelve la silla y el Celador entra o sale primero que el paciente, cam inando hacia atrás.

De igual forma se hace cuando se cruza una puerta de hojas elásticas (volverá la silla y pasará
el Celador antes que el paciente, ca minando hacia atrás) o se baja una rampa (el Celador camina
hacia atrás).

Otros supuestos que ocurren muchas veces a lo largo de la jornada laboral de un Celador (sobre
t odo en urgencias) son:

- El acom pa ñar a un paciente en silla de ruedas hacia un vehículo cuando es dado de alta.
Aquí se coloca la silla paralela al coche, frenada con los reposapiés levantados y se sigue el
mismo procedimiento.

Levantar a un paciente del suelo (desmayo, lipotimia, etc.) para colocarlo en una silla de
ruedas; para ello situamos la silla detrás d el paciente y lo cogemos por las axilas leva ntán-
dolo y llevándolo hacia atrás hasta sentarlo. Si el paciente está consciente puede colaborar
sujetando los hombros de los que le van a sentar.

5.4. Traslado de la cama a la camilla


La ca milla se coloca en paralelo a la cama, en posición horizontal y pegada a ella, asegurándo-
nos de q ue la cama y la ca milla están frenadas. Debe reti rarse la sábana y el cubre hacia at rás pa ra
poder colocar al paciente. Según la constitución del paciente se necesitan dos o t res Celadores.

Es importante respetar la intimidad de los pacientes; para ello, además de utilizar biombos o
separadores, se cubrirán con una sábana.
294
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

Forma de hacerlo:

- Uno de los Celadores coloca uno de sus brazos por debajo de los hombros del paciente y el
otro brazo por debajo de la espalda.

El otro Celador debe colocar uno de sus brazos bajo la región sacra del paciente (nalgas) y el
otro debajo de las rodillas. Si fuera necesario una tercera persona se encargaría de cogerle
a la altura de los pies.

- Los tres al unísono deben levantar al paciente y colocarlo en la camilla.

- Se cubre el cuerpo del paciente con la ropa de la camilla.

- Si el paciente llevase una sonda colocada o un gotero de perfusión, la tercera persona se


encargará de atenderlo, mientras que los dos Celadores restantes harían el traslado.

En este caso el primer Celador colocaría uno de sus brazos bajo los hombros del paciente y el
otro brazo bajo la cintura.

El segundo Celador co locaría uno de sus brazos debajo de la región sacra y el otro debajo de
los muslos.

S.S. Forma de transportar a un paciente en camilla


El Celador siempre va detrás de la cabecera del paciente, colocando al paciente de cara al sen-
tido de la marcha. Los pies del paciente van por delante.

Al entrar en el ascensor, primero pasa la cabecera de la camilla y, al salir del mismo, primero
salen los pies del paciente. El Celador camina hacia atrás al entrar en el ascensor.

Lo mismo ocurre al subir y bajar una rampa; al subir el Celador empuja la camilla po r los pies y
al bajarla el Celador se coloca delante de la cam illa y camina de espaldas a la pendiente.

6. Deambulación del paciente


6.1. Técnica para caminar correctamente
Una vez que se consigue la bipedestación (mantenerse parado en ambos pies) se comienza a
entrenar la deambulación.

En la deambulación el paciente debe empezar adoptando la llamada posición de pie correcta.


Para ello debe adelantar una pierna a una distancia que le resulte cómoda inclinando a la vez la
pelvis ligeramente hacia delante y abajo.

Al posar el pie, debe apoyarse en el suelo en primer lugar el talón seguido de la p rotuberancia
situada en la base de los dedos y finalmente los dedos.
A la vez que se hacen los movimientos anteriores se adelanta la otra pierna y el brazo para que
se mantenga el equilibrio y la estabilidad.

Para evitar accidentes es muy importante que el Celador esté continuamente atento a los mo-
vim ientos del paciente.
295
11111 CElADORES DEL SERVICIOANDALUZ DE SALUD

6.2. Técnica para el uso de bastones en la deambulación

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••
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'• •
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.

Poner el bastón a unos lO cm de


la pierna no afectada. Distribuir el
peso entre los pies y el bastón
A continuación se desplazará el peso
a la pierna no afectada y se moverá
el bastón unos 7Ocm por delante del
cuerpo
'·'

'
Mover el pie o pierna afectada
hacia adelante, de forma que
quede paralelo con el bastón

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• ''• • .
' .
..
o

•.• '·'

Desplazar el peso a la pierna no afectada y al bastón. Mover Adelantar la pierna afectada, de forma que
la pierna no afectada por delante del bastón. Si se ha dado quede paralela a la otra pierna
correctamente este paso, el talón quedará ligeramente más allá
del extremo del bastón
Movimientos a seguir para una deambulación correcta con bastón

El uso de bastones en la deambulación proporciona apoyo y seguridad al caminar y disminuye


el esfuerzo que t iene que rea lizar el paciente para desplazarse.

El uso de bastón está indicado en pacientes que presentan algún tipo de lesión unilateral, pér-
d ida del equilibrio o problemas inflamatorios de una articulación que causa dolor al apoyarse y
precisa de descarga. Por el contrario, el uso de bastón está contraindicado cuando la afectación es
b ilatera l, en cuyo caso es preferib le la utilización de muletas o las andaderas.

La longitud del bastón debe adaptarse a la talla del paciente y debe extenderse desde el tro-
cánter mayor hasta el suelo. El extremo del mismo para su apoyo debe tener un regatón de goma
que evite que éste resbale en determinado tipo de suelos.

6.3. Técnica para el uso de muletas en la deambulación


Hay tres tipos fundamentales de muletas:
De aluminio o madera, que son las muletas de uso habitual: es f recuente su uso en
casos de enyesado de m iembro inferior o esguinces. Su utilización exige fuerza de la mitad
superior del cuerpo y de las extremidades superiores.
296
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

Muletas de lofstrand o muletas para antebrazo: tienen un anillo que se adapta al an-
tebrazo y una asidera para apoyarse. Se utilizan para personas que no tienen fuerza en la
parte inferior del cuerpo. Se suelen utilizar en pacientes parapléjicos.
Muletas de plataforma: presentan superficies forradas o acolchadas. Son utilizadas en pa-
cientes que no pueden soportar la descarga del peso corporal sobre sus muñecas.
Está indicado el uso de muletas en el caso de lesión o debilidad de los miembros inferiores en
los que no es recomendable descargar el peso del cuerpo sobre ninguno de los miembros.

Para el uso de muletas es necesario:


1. Seleccionar el tipo de muleta que se debe utilizar.
2. Graduarla en altura estando el paciente de pie, ajustándolas a la talla del mismo. Los
artefactos deben quedar situados 4-5 cm por debajo de la axila. Al apoyarse sobre ellas
los codos del paciente deben quedar ligeramente flexionados forma ndo un ángulo de
15 grados.
3. Hay que indicarle al paciente el tipo de marcha que debe realizar con las muletas en función
de la lesión que presenta.
4. Enseñarle la marcha utilizando la secuencia de apoyo para caminar de cuatro puntos,
tres puntos o dos puntos, según que pueda soportar peso en ambas piernas, pueda
soportar algo de peso sobre una pierna, o no pueda soportar ningún peso sobre
ellas.
Para la secuencia de apoyo sobre cuatro puntos debe indicársele que apoye muleta derecha,
pie izquierdo, muleta izquierda, pie derecho.
Para la marcha sobre tres puntos debe avanzar primero ambas muletas y la pierna afectada y
luego que adelante la pierna sana soportando el peso sobre ambas muletas.
Para realizar la marcha sobre dos puntos hay que ejecutar un tipo de marcha oscilante que
consiste en la alternancia de brazos y pies. Debe avanzar simultáneamente muleta derecha y pie
izquierdo, seguida de muleta izquierda y pie derecho.

297
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

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. f• '. •
• ..
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'

.-. L......l

Con las muletas en su sitio, se Adelantar la pierna Equilibrar el peso en ambas


pondrá de pie erguido, con los lesionada al misma tiempo muletas m ientras hace
hombros relajados y los brazos que mueve las muletas avanzar la pierna lesionada
ligeramente doblados. Utilizar hacia adelante. Mantener
las manos para apoyar el peso el equilibrio, cargando algo
de peso en la pierna no
lesionada

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i •
.''
• •.

Avanzar la pierna sana hasta
la posición que se muestra
Adelantar la pierna lesionada a
la primera posición y comenzar
aquí. Apoyar el peso en esta de nuevo desde el primer punto
pierna mientras mueve las
muletas hacia adelante

Movimientos a seguir para una deambu/ación correcta con muletas

7. Actuación del Celador en el servicio de rehabilitación


La medicina física y •·ehabilitación es la especialidad médica que estudia el diag nóstico, eva-
luación, prevención y tratamiento de la incapacidad, encaminadas a facilitar, mantener o devolver
el máximo grado de capacidad funcional e independencia posible.

Dentro del Servicio de Rehabilitación de un hospital, aparece la figura de distintos profesionales,


entre ellos el médico rehabilitador, el fisioterapeuta, auxiliar de enfermería, logopeda, terapeuta
ocupacional, Celador. .. todos ellos trabajando de forma coordinada dentro del Servicio con el obje-
tivo de conseguir un óptimo tratamiento del paciente.

La disposición geográfica de este personal dentro del Servicio varía de un hospital a otro, así
como la inclusión o no de algunos de estos profesionales; variará segú n la cartera de servicios
ofertada por cada hospital.
298
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

Todos los hospitales con servicio de rehabilitación disponen, al menos, de una o varias consul-
tas médicas, donde pasarán consulta los diferentes especialistas (médico rehabilitador, foniatra,
psicólogo, etc.) Y una o más áreas de fisioterapia, además de las áreas administrativas.

7.1. Funciones del Celador en el área de rehabilitación yen la sala


de fisioterapia
La figura del Celador dentro de las áreas de fisioterapia es fundamental ayudando al traslado
de documentos y pacientes dentro de la zona.

Dent ro de las tareas más comunes de un Celador en el servicio de rehabilitación están:

7.1.1. En la zona de puerta del área de rehabilitación


- Vigilarán las entradas de la Institución, no permit iendo el acceso a sus dependencias más
que a las personas autorizadas a ello.

- Recogerán los pacientes de Rehabilitación desde las ambulancias o cualquier otro medio
de transporte. Esta rán con ellos hasta que la persona responsable se haga cargo de él.
- Vigilarán el acceso y estancia de los fam iliares y visitantes, según las normas del Centro,
cuidando que no se introduzcan en el hospital más que aquellos objetos y paquet es
autorizados.

- No dejarán nunca abando nada la vigi lancia de la puerta de entrada.


- En caso de conflicto con un visitante o intruso, requerirán la presencia del personal de
Seguridad.
- En casos excepcionales podrán ser requeridos para cualquier otra actividad contemplada
en su estatuto.
- Se abstendrán de hacer comentarios con los familia res y visitantes de los enfermos sobre
diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos, y mucho
299
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar 'las
consultas hacia el médico encargado de la asistencia del enfermo.
También serán misiones del Celador todas aquellas funciones simi lares a las anteriores
que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado específicamente
reseñadas.

7.1.2. En la sala de fisioterapia


- Tramitarán o conducirán sin tardanza las comunicaciones verbales, documentos, corres-
pondencia u objetos que les sean confiados por sus superiores, así como habrán de trasla-
dar, en su caso, de unos servicios a otros, los aparatos o mobiliario que se requ ieran. Cuando
un Celador traslada a un paciente siguiendo las instrucciones del personal sanitario se hará
responsable del mismo y de la documentación que se le entregue.
- Realizarán, excepcionalmente, aquellas labores de limpieza que se les encomiende en o r-
den a la situación, emplazamiento, dificultad de manejo, peso de los objetos o locales a
limpiar.
- Cuidarán, al igual que el resto del personal, de que los enfermos no hagan uso indebido
de los enseres y ropas de la Institución, evitando su deterioro o instruyéndoles en el uso y
manejo de persianas, cortinas y útiles del servicio en general.
- Darán cuenta a sus inmediatos superiores de los desperfectos o anomalías que encontraran
en la limpieza y conservación del edificio y material.
- Se abstendrán de hacer comentarios con los familiares y visitantes de los enfermos sobre
diagnósticos, exploraciones y tratamientos que estén realizando a los mismos, y mucho
menos informar sobre los pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar las
consu ltas hacia el médico encargado de la asistencia al enfermo.
- Estarán siempre localizados en la unidad a la que estén adscritos.

- En caso de conflicto con un visitante o intruso requerirá la presencia del personal de


Seguridad.
- Etc.
Dentro de todas estas tareas, quizás la más importa nte sea la de ayuda r al fisioterapeuta
con el enfermo durante su tratamiento así como realizar los distintos traslados de éste dentro
de la sala de fi sioterapia o a las distintas sa las del hospital o a puertas para el transporte a su
domicilio.

Para el correcto manejo del paciente durante los traslados, el Celador deberá conocer cuál
es la forma de manejar el paciente según su patología, sus características físicas y cuáles son los
instrumentos y materiales más comunes utilizados por el paciente dentro de la sala.

Es imprescindible saber manejar al paciente atendiendo a su patología; la figura del fisiote-


rapeuta será de gran ayuda, ya que será quien aconseje realizar el traslado del paciente de una
manera u otra. Por ejemplo, un tetrapléjico en fase aguda deberá ser manejado "en bloque'; para no
alterar la recuperación de la lesión; o un hemipléjico deberá ser transportado de la silla de ruedas
a la camilla de una manera concreta, sin tirones del brazo afecto, ya que podríamos ocasiona r una
lesión en ese hombro.

300
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DEPACIENTES 11111

7.2. Funciones de los fisioterapeutas y de los auxiliares de


enfermería
Pa ra contest ar a este epígrafe recurriremos al Estatuto que regulaban estas p rofesiones y donde
estaban reflejadas sus funciones (aunque fue derogado por el Estatuto Marco, las fu nciones siguen
en v igor):

Funciones de los fisioterapeutas según el Estatuto de Personal Sanitario no


Facultativo
Artículo 70. Son funciones de los fi sioterapeutas la aplica-
ción de tratamiento con medios físicos que por prescripción fa-
cultativa se prestan a los enfermos de todas las especialidades
de Medicina y Cirugía donde sea necesaria la aplicación de di-
chos tratamientos, entendiéndose por medios físicos: eléctricos,
térmicos, mecá nicos, hídricos, man uales y ejercicios terapéuti-
cos con técnicas especiales en: respiratorio, parálisis cerebral,
neurología y neurocirugía, reumatología, traumatología y orto-
pedia, coronarias, lesiones medulares, ejercicios maternales pre
y post-parto y cuantas técnicas fisioterápicas puedan utilizarse
en el tratamiento de enfermos.

Estas funciones se prestarán a Instituciones abiertas y ce-


rradas, siendo lugares de tratamiento las consultas y locales de
rehabilitación, los g imnasios terapéuticos y a la cabecera del en-
fermo en los Centros de hospitalización.

Artículo 71 . Los fisioterapeutas realizarán bajo la prescripción del médico las funciones gene-
rales y específicas siguientes:

1. Colaborar en las actividades deportivas de los pacientes en el plano de asesoramiento a los


enca rgados de dichas fu nciones.

2. Aplicar las p rescripciones médicas cumplimentando las instrucciones que reciban en rela-
ción con la especialidad.

3. Tener a su cargo el control de ficheros y demás antecedentes para el b uen orden y funcio-
namiento del servicio.

4. Vigilar la co nservación y el buen estado del material que se utiliza en fisioterapia, así como
de los apa ratos, procurando que estén en condiciones de perfecta utilización.

S. Poner en conocimiento de sus superio res cualquier anomalía o deficiencia que observen en
el desarrollo de la asistencia o en la dotación del servicio encomendado.

6. Realizar las explo raciones manuales prescritas por el Médico.

7. Cumplimentar igualmente aquellas otras funciones que se señalen en los Reglamentos de


Instituciones Sanitarias y las instrucciones propias de cada Centro, en cuanto no se opon-
gan a lo establecido en el presente Estatuto.

301
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

Funciones de los auxiliares de enfermería según el Estatuto de Personal Sanitario no


Facultativo en el área de rehabilitación
Artículo 83. Las funciones de las auxiliares de enfermería en la Unidad de Rehabilitación serán:
l . El aseo y limpieza de los pacientes.
2. La limpieza y ordenación del material utilizado en la Unidad, bajo la supervisión del Personal
Auxiliar Sanitario Titulado.
3. Ayudar a dicho personal en la colocación o fijación del paciente en el lugar especial de su
tratamiento.
4. Controlar las posturas estáticas de los enfermos, con supervisión del Personal Auxiliar
Sanitario Titulado.
S. Desvestir y vestir a los pacientes cuando lo requiera su tratamiento.
6. Recoger y reponer las ropas de uso en la Unidad.
7. En general, todas aquellas actividades que, sin tener un carácter profesional sanitario, vie-
nen a facilitar las funciones del Médico y de la Enfermera o Ayuda nte Técnico Sanitario, en
cuanto no se opongan a lo establecido en el presente Estatuto.

7.3. Uso y mantenimiento del material auxiliar utilizado en


rehabilitación

7.3 .1. Limpieza/ ordenación y uso

a) La limpieza y ordenación del material y aparataje utilizado


La disposición del material en el entorno ha de favorecer la seguridad del paciente para las
actividades de desplazamiento.
Hay algunos aparatos de mecanoterapia, ayudas técnicas para la marcha y mobiliario que son
utilizados por más de un paciente. Es necesario que el uso compartido de los mismos se realice en
condiciones de limpieza e higiene eliminando los restos orgánicos (piel, pelos ...) y sudor que su
empleo pudiese haber producido.

b) La asistencia en la colocación y posicionamiento del paciente en el lugar de su tratamiento


Aspectos a considerar: esta asistencia se proporcionará, teniendo en cuenta aspectos de seguri-
dad así como las particularidades propias de la afectación de cada paciente.

En el uso del diferente aparataje y recursos terapéuticos, los apoyos, contactos y ajustes han de
ser los adecuados (no han de estar ni demasiado apretados ni demasiado sueltos). Han de tener
la fijación adecuada para que no compriman los paquetes vasculonerviosos y estar atentos a cual-
quier alteración de la piel (p. e. alteraciones de sensibilidad).
Es también importante estar pendiente de las reacciones adversas que produce ese posicio-
namiento (por ejemplo, una incorporación o verticalización puede inducir mareos o vértigos por
hipotensión ortostática).
302
MOVILIZACIÓN VTRASLADO DE PACIENTES 11111

e) Vestir y desvestir a los pacientes


Algunas consideraciones: asiste al paciente en las actividades de autocuidado de vestido y calza-
do, por lo que es necesario llamar la atención sobre tres puntos de interés:

Elección de la ropa adecuada para realizar las actividades de rehabilitación física: se elegirá
ropa cómoda que permita libertad de movimientos confeccionada en un tejido que no pro-
duzca reacciones en la piel a la sudación (se recomienda el uso de ropas de algodón para
evitar alergias).

La elección del calzado se realizará, por un lado, atendiendo a la idoneidad para la actividad
física y, por otro, a la seguridad.

El calzado ha de tener una buena base de apoyo, ha de ser plano y correctamente ajustado;
las suelas del calzado han de ser flexibles y antideslizantes.

Los zapatos han de adaptarse perfectamente a la anchura y longitud del pie del paciente y
la parte posterior ha de ser cerrada. La buena adaptación evita resbalones o torceduras de
tobillo.

Hay que desechar los calzados tipo chancleta o co n suelas de madera.

Es conveniente revisar las suelas y tacones del calzado con regularidad así como las buenas
condiciones del calzado. Las zonas desgastadas pueden ser motivo de caídas.

Recoger y reponer las ropas de uso (sábanas para cubrir las camillas, fundas para las
almohadas... ).

El uso de cada paciente de las camillas de tratamiento y del plano inclinado vendrá p rece-
dido de la reposición del material de lencería correspondiente.

Se actuará de igual forma en la interposición de diferente ropa en la aplicación de las téc-


nicas de frío y de calor para evitar el contacto directo de estas aplicaciones con la piel de
paciente cuando la técnica así lo requiera.

7.3.2. Ayudas técnicas para la marcha


Es importante la comprobación del buen estado de las conteras (parte distal de bastones, mu-
letas y andadores) y de las ruedas (en el caso de tratarse de andadores con ruedas).

Las conteras han de ser anchas y cóncavas para permitir una buena fijación al suelo. La parte de
la contera que contacta con el suelo no debe estar gastada y las estrías han de estar bien marcadas
ya que, de lo contrario, pueden producirse resbalones y caídas.

Es también un elemento importante a comprobar el estado de la empuñadura o apoyos


de los miembros superiores en ayudas técnicas, su adecuada conservación pa ra realizar una
prensión correcta y su higiene, dado que es la zona que se halla en contacto con la piel del
paciente (más aún si son de uso compartido) pues, en ocasiones, el empleo de ayudas técnicas
es temporal.

Otro punto a tener en cuenta en el mantenimiento, es comprobar si en la regulación en altura


de las ayudas técnicas los tubos se deslizan con facilidad y la fijación de la altura resulta estable y
segura.
303
11111 CELADORESDEL SERVICIO ANDAlUZ DESALUD

Sillas de ruedas
Consta n de diferentes elementos cuya correcta conservación y mantenimiento favorecen la
comodidad y la alineación corporal adecuada en sedestación (posición sentada), la seguridad, las
t ransferencias y el desplazamiento.

Hay que considerar la ido neidad de: la anchura del asiento, la altu ra a la que está del suelo, la
altura del respaldo y de los apoya brazos y la longitud de los apoyapiés.
Ruedas: hay que comproba r el buen estado de las cubiertas así como de los aros manuales
(si posee) para realizar el auto impulso.

Frenos: los frenos han de trabar correctamente el giro de las ruedas. Esta es una maniobra
básica para rea liza r cualquier traslado o transferencia. Los frenos deben soltarse fáci lmente
y permitir el giro de las ruedas.

Apoyabrazos: la altura del apoyabrazos ha de ser 2,5 cm más alta que la distancia ent re el
asiento de la silla y el codo d el paciente. Los apoyabrazos se han de poder retirar con faci-
lidad para poder despejar el campo de acción en los traslados y transferencias y así poder
actuar con mayor seguridad.
Apoyapiés: para las transferencias es importante que éstos sean móviles y giratorios.

Si posee un sopo rte para apoyar las piernas, ha de evitarse la compresión sobre el hueco poplí-
teo (parte posterior, de la rodilla), posicionando este soporte 2,5 cm inferior a éste.

Hay que evitar que el paciente se incline hacia delante para evitar las caídas. Si al paciente se
le cae un objeto hay que instruirle para que sobrepase ese obj eto y que para recogerlo se incline
hacia un lado de la silla de ruedas.

En los casos de amputaciones bilaterales se lastrarán ambos apoyapiés para corregir el


desequilibrio.

En el caso de amputación por debajo de las rodillas, para prevenir el flexo de rodillas se utilizará
una tabla almohadillada para favorecer la extensión de la rodilla.

Diverso material ortoprotésico


Cojines antiescaras: se utilizan en personas afectadas por la inm ovilización para la preven-
ción de las úlceras por presión en la región de apoyo isquiático. Para este obj etivo resulta
también importante la corrección de los apoyos y de la oblicuidad pélvica, así com o los
304
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES IJIII

cambios postura les. Para las regiones muy húmedas se recomiendan cojines transpirables
y para las regiones cálidas los cojines de silicona (porque pierden temperatura). Los cojines
antiescaras de materiales plásticos dan mayor calor y aumentan la sudación por lo que hay
que tener precaución con las lesiones en la piel.

Cinturón de movilización: sirve para facilitar el levantamiento, el giro, el acompaña-


miento en la marcha y movimiento a los pacientes sin tener que sujetarles por sus ropas.
Proporciona un incremento de la capacidad física para sujetar al paciente y previene lesio-
nes al rea lizar estos procedimientos a la vez que proporciona al paciente una mayor sensa-
ción de comodidad y seguridad en el inicio de los procesos de rehabilitación.

Órtesis postura les y de función. Su objetivo es prevenir la aparición de actitudes viciosas


a consecuencia de la inmovilidad (dispositivos para evitar la rotación externa de caderas, p.
e.) o bien compensar una función deficitaria (órtesis antiequina).

Estas órtesis suelen estar fabricadas con materiales plásticos termoconformab les por lo que hay
que tomar dos precauciones: se produce una mayor sudación de la piel con el mayor peligro de re-
acciones alérgicas por lo que se interpondrá alguna prenda de algodón entre la p iel y los materiales
plásticos. Por otro lado, al ser termoconformables, hemos de tener la precaución de no acercarlos a
las fuentes de calor para evitar deformaciones y preservar su buen uso.

Por último hay que señalar que ciertos materiales sintéticos (neopreno o elásticos con que es-
tán confeccionados las coderas, cabestrillos, rodilleras y tobilleras) pueden provocar escozor en
pieles sensibles, por lo que hay extremar la higiene tanto de estas prendas como de la piel del
paciente.

7.3.3. Medios auxiliares de la marcha


Ayudas fijas:

* Pasamanos: se usan en pasillos, en hospitales, en


residencias de ancianos ...

* Barras paralelas. Se usan en la reeducación inicial


de la marcha.

Ayudas autoestables:

* Andadores. Se usan generalmente con personas de


edad. Permiten una marcha en tres tiempos (avan-
ce del andador, avance de un miembro, avance del
otro miembro). Existen gran variedad de andadores:
de ruedas, fijos, articulados (avance alternativo de
un lado y luego del otro, del andador, sin levantarlo).

* Bastones multipodales. Disponen de tres o cuatro


puntos de contacto con el suelo, lo que otorga una
amplia base de sustentación. Son difíciles de utilizar
en escaleras. Obliga al paciente a realizar pasos cor-
tos debido a que la fuerza que se ejerce debe estar
centrada sobre la base de apoyo del bastón para que
no pivote. En terrenos irregulares funcionan mejor Barras paralelas
los trípodes que los bastones de cuatro puntos.
305
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

- Bastones:

* Bastones simples. Son los más utilizados. Proporcionan estabilidad y equilibrio. Son ines-
tables, si sobre el bastón se ejerce una fuerza superior al20-25% del peso corporal. Si su
empleo es bilateral se apoya en un mismo tiempo los bastones y el miembro afecto.

7.3.4. Transfer, grúas


- Grúas. Dispositivos metálicos que por medio de una bomba hidráulica y de determinados
complementos, permiten la elevación, transporte y acomodamiento de personas en dife-
rentes lugares (cama, baño, etc.).

Distintos tipos de transfers:

* Cabestrillo flexible de gran ayuda para los asistentes a transferir y volver a colocar pa-
cientes. Permite sujetarlos por detrás o por debajo según la situación, y ya se trate de
uno o de dos asistentes. Reduce considerablemente el esfuerzo y aumenta la seguridad
de las transferencias.

* Fabricada en madera laminada con sección que disminuye en los extremos para desli-
zar suavemente la tabla por debajo del paciente. Con orificios asidera en ambos extre-
mos para facilitar su agarre y transporte.

* De forma curvada para salvar fácilmente la rueda grande de las sillas de ruedas. Sus
cantos redondeados y superficie lisa permiten deslizarse cómodamente sobre la ta-
bla. De plástico macizo y reforza do, resiste al agua y al astillado. Las almohad illas an-
tideslizantes de los extremos de la parte inferior aumentan la estabilidad durante la
transferencia.

306
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

7.3.5. Otros materiales empleados en fisioterapia


Dentro del área de fisioterapia, además de los mencionados anteriormente existen materiales
que el Celador adscrito a tal área deberá conocer como:

Planos inclinados y bipedestadores, utilizados, mediante diferentes fijaciones o cin-


chados, para colocar el paciente en posición vertical y realizar ejercicios postu rales y de
columna.

Barras paralelas regulables, de base móvil o fijas.

- Rueda de hombro, se coloca fija a la pared. Mediante un soporte móvil puede subirse y
bajarse el eje de giro para adaptarlo a la altura del paciente. Se utiliza para realizar ejercicios
de hombro.

- Espejo de reeducación, de luna cuadriculada, de pared, con ruedas...

- Saquitos de arena, utilizados como pesas en rehabilitación (antes se empleaba en planta


como apoyo de uno de los miembros inferiores del paciente para favorecer su estabilidad
cuando está acostado, hoy en día hay otros productos que cumplen la misma función).

- Poleas de pared, se le adaptarán unas pesas y se utilizarán, sobre todo, para realizar ejerci-
cios de musculación de miembros superiores

- Mesa de mano universal o mesa de Kanavel, está diseñada para la recuperación fu ncio-
nal de las extremidades superiores.

- Banco de cuádriceps o de Colson, su utilización más común es la de fortalecimiento de


cuádriceps.

- Bicicleta cinética.

- Tablas o discos de Bohler o Freeman, son tablas de madera de forma rectangular o circu-
lar, utilizadas para la realización de diferentes ejercicios propioceptivos.

- Jaula de Rocher, formada por cuatro planos enrejados de unos 2 x 2m de superficie, dispues-
tos en forma cúbica que permiten la colocación de sistemas de suspensión mediante la utili-
zación de eslingas o reguladores, cuerdas, mosquetones, eses metálicas, cinchas o hamacas
de distintos tamaños, tobilleras, testeras y una camilla de tratamiento pa ra colocar al paciente.

Existen multitud de materiales utilizados en las unidades de fisioterapia y Rehabilitación, losan-


teriores son algunos ejemplos, los más comunes, los Celadores deberán conocerlos y así integrarse
dentro del equipo multidisciplinar del Servicio de Rehabilitación.

8. Precauciones durante el traslado del paciente:


oxigenoterapia
8.1.1ntroducción
Los trastornos respiratorios constituyen un conjunto de emergencias muy habituales especial-
mente durante determinadas épocas del año.

307
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

Es imprescindible. que nos familiaricemos con determinadas patologías, técnicas y proced i-


mientos que vamos a necesitar conocer a la hora de enfrentarnos a una urgencia respiratoria.

Aunque todos estos trastornos suelen ir acompañados de una importante carga de ansiedad,
la actitud de calma que con nuestro comportamiento podamos transmitir al enfermo es probable-
mente, en estos casos, más importante que en ningún otro.

8.2. Insuficiencia respiratoria aguda


La principal función del sistema respiratorio es asegurar su intercambio adecuado de oxígeno
y anhídrido carbónico. En condiciones normales se transfiere suficiente oxígeno y se elimina una
cantidad adecuada de anhídrido carbónico.

Cuando uno o más componentes del sistema respiratorio fracasan en el logro de estos objeti-
vos del intercambio se produce la insuficiencia respiratoria.

La insuficiencia respiratoria (IR) se define como todo cuadro pulmonar que da lugar a una dis-
minución de la P02 (hipoxemia) en sangre arterial, con o sin aumento de la PC0 2 (hipercapnia).

Más que una enfermedad en sí misma, es la consecuencia final común de gran variedad de pro-
cesos específicos, respiratorios en su mayoría, pero también cardiológicos, neurológicos, tóxicos,
traumáticos, etc.
Existen diferentes tipos de IR según el mecanismo por el que se prod uzca:

- Anomalías que causan hipoventilación alveolar.

- Alteración en la relación ventilación/perfusión.

- Shunt.

- Anomalías de la difusión.

8.2.1. Valoración inicial


La clínica de la insuficiencia respiratoria es bastante inespecífica dependiendo de la hipoxemia,
hipercapnia, acidosis y de la enfermedad de base que la provoque.
308
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

La disnea (sensación de falta de aire que se manifiesta a menudo con jadeo) es el síntoma más
frecuente, aunque en los casos más graves pueden aparecer síntomas neurológicos como incoor-
dinación motora e incluso alteración del nivel de consciencia. Normalmente predominan los sínto-
mas de la enfermedad causal: fiebre, sibilancias, tos y expectoración, hemoptisis, dolor torácico, etc.

8.2.2. Estabilización ytransporte


El diagnóstico de IR es sencillo ya que se deriva del análisis directo de la gasometría arterial,
pero como ocurre que en el ámbito prehospitalario raramente dispondremos de medios para rea-
lizar esta prueba, será la intensidad de la clínica (disnea, taquicardia, taquipnea, sudoración ... ) y la
saturación de 0 2, junto con los antecedentes personales del enfermo, los indicadores que tendre-
mos que utiliza r para decidir en qué momento podemos trasladar al enfermo.

En cualquier caso, a la hora del transporte deberemos mantener la calma tratando de disminuir
la ansiedad del paciente, lo que probablemente le ayude a ventilar mejor.
El traslado se realizará en posición de Fowler o Fowler alta, según la gravedad del cuadro, con
oxigenoterapia desde el primer momento y con monitorización permanente de la saturación de 0 2,
la frecuencia y ritmo cardiacos y la tensión arterial.
Se debe favorecer la eliminación de secreciones mediante fisioterapia respiratoria, aerosoltera-
pia e hidratación adecuada.
Los enfermeros canalizarán una vía venosa periférica para, según cada caso, administrar anti-
bióticos, broncodilatadores, diurético ...

8.3. Asma agudo


El asma es un síndrome de hiperactividad bronquial desen-
cadenado por múltiples causas, que produce estrechamiento de
la vía aérea de severidad variable, que puede mejorar de forma
espontánea o con tratamiento y que desde el punto de vista clí-
nico se caracteriza generalmente por disnea, tos y sibilancias de
curso paroxístico.

Los ataques pueden durar de minutos a horas, y en un pe-


queño grupo de pacientes pueden ser de mucha gravedad.

8.3.1. Valoración inicial


El asma agudo puede presentarse como una crisis de broncoespasmo que por su severidad
requiere el inicio inmediato de una terapéutica enérgica.

La broncoconstricción y la acumulación de secreciones provocan unos síntomas de: disnea pa-


roxística, tos, sibilancias (sonidos continuos de tonalidad alta, como pitidos o chirridos provocados
por el paso del aire en vías estrechadas) y secreciones bronquiales.

309
f/111 CELADORESDEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

8.3.2. Estabili~ación ytransporte


El paciente debe ser trasladado en posició n de Fowler, con oxigenoterapia de forma permanen-
te a concentraci ones elevadas.

Nuestra actitud debe procurar disminuir la ansiedad del enfermo.

En casos extremos en los que el cuadro se descompense, podría ser necesario realizar la intu-
bación orotraqueal del enfermo, por lo que debemos ayudar al facultativo a tener preparado el
material pa ra int ubación (laringoscopio, t ubos, vendas, respirador automático .. .).

8.4. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica


La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una
alteración respiratoria crónica que cursa con la obstrucción del
aire que entra y sale de los pulmones. Constituye un problema
sanitario de primera magnitud con una amplia demanda de los
servicios de neumo logía.

Se debe tener en cuenta que en la reag udización de un cua-


dro pulmonar crón ico siempre hay un aumento de acumulación
de secreciones, congestión y edema de mucosa con lesiones
inflamatorias de la pared bronquial por irritación física (frío, re-
secamiento, polvo), química (tabaco, gases, etc.) o biológicas (vi-
rus, bacterias) y finalmente disminución de la luz bronquial por
contracción de la musculatura lisa.

8.4.1. Valoración inicial


Una EPOC reagudizada se caracteriza por el empeoramiento de la disnea, con aumento de la tos, y
habitualmente también de las expectoraciones. Encontraremos un enfermo con un alto grado de ansie-
dad y un nivel de consciencia disminuido que puede llegar hasta el estupor, sudoración profusa y mala
perfusión. Es muy frecuente que el cuadro debute con fiebre y secreciones espesas de aspecto purulento.

En la exploración se evidenciará el aumento del trabajo respiratorio, serán aud ibles los roncus
(sonidos crepitantes fuertes, al final de la inspiración y durante la espiración producidos por paso
del aire a través de líquido en bronquiolos, bronquios y tráquea) y sibilantes (son idos continuos de
tonalidad alta, como pitidos o chirridos producidos por el paso del aire en vías estenosadas).

El diagnóstico, a falta de las pruebas complementarias que se realizarán a la llegada al centro de


atención especializada, se hará basándose en la historia previa del enfermo. El agravamiento de los
síntomas se produce por factores fisicoquímicos: frío, polvo, taba co ... o factores b iológicos: virus,
bacterias, que ocurre principalmente en los meses fríos del año.

8.4.2. Estabilización ytransporte


Lo trasladaremos con urgencia a un centro de atención especializada en posición de Fow ler,
evitando los cambios bruscos de temperatura y con la administración de oxígeno humid ificado a
moderada concentración.
310
MOVILIZACIÓNYTRASLAOO DE PACIENTES 11111

Nuestra actitud debe procurar en todo momento disminuir la ansiedad del enfermo.

Monitorización permanente de la saturación de 0 2, la frecuencia y ritmo cardiaco y la tensión


arterial.

8.5. Oxigenoterapia
El oxígeno (02 ) es un gas incoloro, inodoro, explosivo y altamente inflamable, por lo que su
manejo en oxigenoterapia requiere importantes medidas de seguridad.

La oxigenoterapia consiste en la administración de oxígeno gaseoso (mezcla de aire enrique-


cida con oxígeno) a un paciente, con la finalidad de establecer la tasa normal de oxígeno en sangre.
La administración de oxígeno se realiza en situaciones de hipoxia.

La administración de oxígeno puro mantenida por periodos prolongados, es peligrosa puesto


que produce lesiones en el pulmón y cerebro además de ser un irritante de las mucosas. Su uso en
estado puro está desaconsejado y muy restringido.

La oxigenoterapia está indicada en todas aquellas personas que sufren hipoxia, acompa-
ñada o no de hipercapnia (asfixia, elevaciones a grandes alturas donde desciende la Pp de 0 2
intoxicaciones por gases que bloquean la hematosis normal, insuficiencia respi ratoria, lesiones
del Sistema Nervioso Central que afectan al centro regulador de la respiración y alteraciones del
transporte de oxígeno en sangre como en grandes hemorragias, intoxicaciones po r monóxido de
carbono etc.).

La importancia de este tema para el Celador es máxima; a menudo realizan traslados de pacien-
tes que estén sometidos a esta técnica y deben conocer todo el sistema para actuar ante cualquier
incidencia.

Es importante durante el traslado valorar el aspecto y el estado del paciente para detectar situa-
ciones de hipoxia que indicarían, o bien, un empeoramiento del cuadro o un mal funcionamiento
de los sistemas de administración de oxigenoterapia.

8.5.1. Métodos de administración de oxígeno

8.5.1.1. Equipos de oxigenoterapia


La administración de oxígeno tanto en el hospital como en los centros de salud procede de la
central de oxígeno o bien de balas, bombonas o tanques de oxígeno.
En la mayoría de hospitales existe central de oxígeno. El oxígeno se encuentra almacenado en
la Central, situada fuera del edificio general del hospital, y llega a las habitaciones de los enfermos/
as a través de tuberías.
A continuación pasamos a describir los diferentes componentes de los equipos de
oxigenoterapia:
Balas de oxígeno. Las balas de oxígeno son cilindros de acero que contienen oxígeno a
una presión superior a la atmosférica y a temperatura de 21 oc. Hay diferentes tamaños de
balas, las mayores contienen 6.000 1, mientras que las pequeñas son de 350, 175 y 150 l. Este

311
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

sistema se usa en el transporte de enfermos a los que hay que administrarles oxígeno y en
pacientes a los que se suministra oxígeno a domicilio.

Las unidades en que se expresa la capacidad de una bala puede ser: litros (1), atmósferas de
P, mm de Hg o kg/cm 3 •

Bala de oxígeno

Manómetro. Todo tanque está provisto de un manómetro que mide la presión de oxígeno
en el interior de la bala. El manómetro consta de un reloj con una circunferencia graduada
expresada en 1, mm de Hg, atmósferas, etc. y una aguja que expresa en cada momento la
presión existente en la bala.

1~·
-~ - .
\

Manómetro, vaso y caudatímetro

Caudalímetro, manorreductor o flujómetro. En cua lquiera de los casos, tanto si el oxí-


geno se toma de la llave de paso existente en la habitación como si se toma de una bala,
es necesario para poder aplicarlo al paciente un caudalímetro o tlujómetro. Este permite

312
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DEPACIENTES 11111

controlar la ca ntidad de oxígeno que sale de la toma por minuto. Se expresa en 1/ m inuto.
Consta de una válvula para regular el flujo de salida de oxígeno.

- Sistema de humidificación. Pa ra administrar el oxígeno a los pacientes hay que proveerlo


del grado de humedad adecuado para que las mucosas del enfermo no se sequen y man-
tengan la humedad adecuada tratando de evitar su irritación.

Pa ra ell o se hace pasar el gas por un frasco humidificador que contiene agua destilada. Se
llena de agua destilada hasta el nivel indicado. Debe vigilarse que el frasco siempre conten-
ga agua a 37 oc.
La tapa del frasco está perforada por dos t ubos. Uno de ellos se introduce por uno de sus
extremos en el agua, unos 7-1 Ocm. aproximadamente y por el otro extremo se conecta con
la toma de oxígeno. El otro tubo, se introduce por uno de sus extremos en el frasco humi-
dificador quedando 2-3 cm. por encima del agua y se conecta al dispositivo del paciente
(cánula, mascarilla, etc.).

Vaso y caudalímetro

8.5.1.2. Dispositivos para la administración de oxígeno


En la actualidad existen varios métodos para la administración de oxígeno, con características
propias y distintas aplicaciones. Se pueden clasificar en dos grupos:

- Sistem as de circuito abierto:

* Mascarillas: gafas nasales, mascarillas orona sa les.

* Sonda o catéter nasal.

- Sistemas de circuito cerrado:

* Tienda de oxígeno.

* Campana de oxígeno.

Cuando el paciente está en coma o inconsciente y tiene dificultades para respirar por sí solo,
debe hacerse una intubación endotraqueal que facilita la administración de oxígeno. Si está lúcido
y colabora deben utilizarse los otros métodos (sonda o catéter nasal, gafas nasales, etc.).
313
11111 CELADORES DEl SERVICIO ANDAlUZ DE SAlUD

1. Métodos para la administración de oxígeno al paciente por el sistema de circuito abierto

a) Sonda o catéter nasal

Es un tubo de grosor variable y 25 cm de longitud aproximadamente, de goma o plástico


flexible y transparente. Su extremo o punta es roma y presenta uno o varios orificios en los 3
últimos cm del tubo. Se introduce por la fosa nasal hasta la orofaringe. Se fija exteriormente
con esparadrapo hipoalérgico.
Hay que vigilar su correcta posición y debe cambiarse cada 48 h. En cada cambio se alterna
la fosa en que se coloca el catéter ya que puede irritar la mucosa nasal y de la o rofaringe.
b) Mascarillas

Las mascarillas pueden ser nasales o gafas nasales y oronasales.


1. Gafas nasales
Son tubos similares a las sondas, pero se adaptan a las dos fosas nasales simultánea-
mente. El oxígeno se administra al interior de las dos fosas nasales y no a una sola.
Tienen el inconveniente de que no llevan dispositivo para regular la concentración de
oxígeno y reseca n mucho las mucosas. Su ventaja es que el enfermo puede hablar, co-
mer, beber, etc.

Gafas nasales

2. Mascarillas oronasales tipo Venturi o Ventimask.


Son dispositivos de plástico transparente que cubren nariz y boca. Pueden tener varios
orificios laterales con la finalidad de que el oxígeno que fluye se mezcle con el aire am-
biental que respira el paciente.

Cada mascarilla está preparada para administrar una concentración de oxígeno deter-
minada que puede oscilar entre el 24% y 40%. Las más usadas son las que permiten
administrar una concentración del24o/o y 28%.

También permite regular el flujo de oxígeno por minuto. Se expresa mediante un núme-
ro (2, 4, 6, etc.), e indica los litros por minuto que hay que administrar.

Cada mascarilla presenta una numeración: Ej: 24/2. Esto significa que para conseguir una
concentración de oxígeno del24o/o hay que administrar un flujo de 2 litros por minuto.
314
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

Las concentraciones de oxígeno que se alcanzan son superiores a las conseguidas con
la sonda nasal pero, al igual que la anterior, se usan cuando se requiere administrar
concentraciones bajas de oxígeno.

Mascarilla oronasal

Además del anterior hay varios modelos en el mercado, con características peculiares:

Mascarilla con bolsa reservorio, para administrar concentraciones superiores; 60% de


oxígeno.

Mascarilla de traqueotomía.

Mascarilla oronasal de no reinhalación, la que produce una concentración d e oxígeno más


alta (90-95%).

2. Métodos para la administración de oxígeno al paciente por el sistema de circuito cerrado

a) Tienda de oxígeno
Son tiendas de plástico transparente tendido de un soporte metálico. El paciente respira dentro
de un ambiente aislado. Se usa especialmente en niños/as, a los que resulta incómodo y difícil colocar-
les una mascarilla de oxígeno y cuando se requiere administrar concentraciones de oxígeno elevadas.

Para mantener las condiciones óptimas de temperatura, la tienda está provista de un dispositi-
vo refrigerador con ventilador incorporado que regula la temperatura. Ta mbién existe sistema de
control de la humedad y concentración de oxígeno.

b) Campana de oxígeno
Es parecida a la tienda de oxígeno. Se pone a la cabecera de la cama y se limita a la cabeza y
cuello, dejando libre el resto del cuerpo.
315
11111 CELADORES DEL SERVICIO ANDALUZ DE SALUD

Procedimiento para instalar una sonda o catéter nasal

-Material necesario:
*Sonda de calibre adecuado.
* Esparadrapo hipoalérgico.
* Lubricante.
*Gas y cremas para el cuidado de la nariz.
*Sistema completo de administración de oxígeno.
*Guantes estériles.
*Material para la higiene bucal.
- Técnica para instalarlo:
*Hay que calcular los cm de sonda que hay que introducir. Para ello se mide la distancia
nariz-oreja-cuello.
*Colocarse guantes estériles.
*Lubricar la sonda en su extremo distal.
*Colocar al paciente con la cabeza en hiperextensión (Roser).
*Introducir la sonda despacio, sin forzar, hasta que llegue a la altura de la úvula.
*Fijar la sonda con el esparadrapo, a un lado de la cara, procurando que quede fijada a la
altura de la oreja.
*Conectar la sonda al sistema de administración de oxígeno.
*Calibrar el flujo de salida de oxígeno.
*Cambiar la sonda de fosa nasal cada 48 h aproximadamente. A veces es necesario hacerlo antes.
* Hacer la higiene bucal.
*Cuidados de las fosas nasales (limpieza y aplicación de cremas).
*Vigilar su funcionamiento.

Procedimiento para instalar mascarillas


-Material:
*Mascarilla nasal u oronasal, del calibre adecuado, y con la concentración y flujo de oxí-
geno adecuado (24/2, 28/4, 35/6, etc.).
*Gasas.
*Sistema de administración de oxígeno.
*Material para la higiene de la boca y nariz.
- Técnica para instalarla:
*Colocar la mascarilla sujetándola con la goma por detrás de las
orejas.
*Hay que tener la precaución de que al instalarla el oxígeno no
llegue a los ojos para evitar irritaciones.
*Regular el flujo de oxígeno que hay que administrar.
*Conectar la mascarilla con el sistema de administración.
*Abrir la llave de paso.
*Vigilar su funcionamiento. - --· ~__j
316
MOVILIZACIÓN YTRASLADO DE PACIENTES 11111

8.5.2. Ventilación mecánica


Se denomina ventilación mecánica (VM) a todo procedimiento respiratorio que emplee un apa-
rato, denominado genéricamente respirador, para introducir aire en los pulmones del paciente.

Los procedimientos para incrementar la ventilación alveolar se dividen en dos grandes grupos,
dependiendo de cómo se acceda a la vía aérea.
Se habla de Ventilación mecánica invasiva (VMI), para referirse a aquellos casos en los que se
accede al interior de la vía aérea de forma artificial, por medio de la intubación endotraqueal, y de
Ventilación mecánica no invasiva (VMNI), para referirse a aquellos otros en los que se emplean
mascarillas nasales o faciales, en lugar de tubo endotraqueal.

8.5.2.1. Ventilación mecánica invasiva (VMI)


La asfixia se produce como co nsecuencia de la falta de aire (oxígeno) en los pulmones o bien
por la imposibilidad de que el aire llegue a los alveolos pulmonares (obstrucción de la s vías respira-
torias; falta de los movimientos respiratorios de la caja torácica).

El respirador sustituye en estos casos a las funciones que en condiciones normales realizaría la
caja torácica (costillas, músculos respiratorios, etc.) y el diafragma.

Hay dos tipos básicos de respiradores, a saber:

Respiradores de presión. Estos aparatos permiten regular solamente la presión de insufla-


ción y exigen una estrecha vigilancia del paciente. Se usan por lo general por periodos de
tiempo cortos y rara vez para la reanimación.

Respirador de presión
Respiradores de volumen. Estos aparatos permiten la regulación de la presión de insufla-
ción, la frecuencia respiratoria por minuto, el volumen corriente, el porcentaje de oxígeno
y la relación inspiración-espiración. Son fáciles de regular y no exigen una vigilancia tan
estrecha como en el caso anterior. Se utilizan principalmente en la reanimación respiratoria.
Atención a los cuidados del paciente intubado:

* Facilitar la higiene bucal y nasal del paciente frecuentemente debido a que la cavidad
bucal es una fuente primaria de infección para los enfermos.

* Cambios de los sistemas según protocolo de la unidad. Generalmente los humificado-


res se cambian cada 24 horas y los tubos corrugados cada 48 horas.
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8.5.2.2. Ventilación mecánica no invasiva


La Ventilación mecánica no invasiva (VMNI) se usa reg ularmente desde mediados del siglo XX,
pero fue en la década de los 80 cuando se popularizó definitivamente su uso, especialmente en los
tratamientos domiciliarios y en las emergencias prehospitalarias y hospitalarias. El aumento en la
utilización de este procedimiento terapéutico se debe, por un lado, a la mej ora en la fabricación de
las masca rillas de silicona y, por otro, a la d ism inución de las complicaciones en relación con la VMI.

Ventajas de la VMNI:

Suele ser mejor tolerada por el paciente.

No suele requerir sedación.

- Su uso es más rápido y seguro y menos traumático.

El destete suele ser igualmente más rápido y seguro.

- Permite la tos y eliminación de secreciones.

- Permite que el afectado siga usando su propia musculatura respiratoria.

- Evita las complicaciones que supone la intubación t raqueal: lesiones, neumonías nosoco-
miales, barotraumatismos.

Contraindicaciones de la VMNI:

- Coma.

- PCR.

- Vómitos.

- Alteración hemod inámica grave.

1. Presión positiva continua en la vía aérea (CPAP)

El paciente respira espontáneamente (tanto en la inspiración como en la espiración) un flujo de


aire a una presión por encima de la atmosférica. Al administrar un nivel de presión constante en la
vía aérea, se consigue reclutar los alveolos colapsados.

La presión durante la inspiración (IPAP}, es igual a la presión durante la espiración (EPAP), con-
siguiéndose una presión positiva al final de la espiración (PEEP).

La CPAP permite mejorar la oxigenación durante los primeros m in utos del tratam iento, siendo
considerada como la forma de ventilación más fisiológica y menos tra umática. El sistema más usa-
do es el de flujo libre mediante el denominado Método CPAP Boussignac.

2. La ventilación con presión de soporte (PSV)

En este caso el respirador adm inistra una presión inspiratoria que se programa a un d etermina-
do valor, mientras que la espiración se rea liza a presión atmosférica. Dentro de los sistemas de PSV,
el más conocido y usado es la Presión de soporte binivel (BIPAP). En esta situación, se le añade una
presión al final de la espiración (PEEP).

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MOVILIZACIÓNVTRASLADO DE PACIENTES 11111

8/PAP

Al utilizar la BIPAP. aplicamos un nivel de presión durante la inspiración (IPAP) y un nivel menor
durante la espiración (EPAP).

La VMNI, en cualquiera de sus variantes, se está demostrando como una alternativa válida en
el tratamiento de muchos trastornos respiratorios, que hasta ahora estaban abocados a la intuba-
ción orotraqueal y la conexión a ventilación mecánica, con todos los efectos secundarios que esto
producía.

En la actualidad sus principales indicaciones son:

Insuficiencia respiratoria aguda (IRA) hipercápnica y/o hipoxémica: EPOC reagudizado, edema
pulmonar cardiogénico, crisis asmática, bronquiectasias, síndrome de distrés respiratorio agu-
do, deformidades de la caja torácica, trastornos neuromusculares (miastenia grave, distrofias ... ).

Insuficiencia respiratoria crónica hipercápnica. EPOC. asma, fibrosis quística.

Síndrome de las apneas obstructivas del sueño.

Síndromes de hipoventilación alveolar por afectación de SNC.

Apoyo para el destete del respirador tras ser sometido a VMI.

8.5.3. Aerosolterapia
La aerosolterapia es un tratamiento habitual en los servicios de ORL, pediatría, neumología y alergo-
logía, aunque también se vienen utilizando en Atención Primaria. La aerosolterapia es la forma de t rata-
miento que utiliza aerosoles de manera que éstos son pulverizados para ser empleado por inhalación.

El fármaco más utilizado es el salbutamol, que es un agonista beta-adrenérgico de los recepto-


res{32. Este fármaco en aerosol es utilizado en el tratamiento del asma bronquial y del broncoespas-
mo asociado a EPOC. bronquiectasia o infecciones pulmonares.

Como reacciones adversas del salbutamol destacan la taquicardia, palpitaciones, temblor, an-
siedad y cefaleas.

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8.5.4. Vías aéreas artificiales: intubación endotraqueal y traqueostomías


La actuación de los Celadores en relación con estas vías artificiales de oxigenación se limita a
conocer los procedimientos y los sistemas para que, cuando sea necesaria una movilización de los
pacientes, se haga con las máximas garantías.
También en los procedimientos, el Celador puede ser requerido para que ayude al facultativo.
Est a ayuda consistirá en colocar al paciente en la posición de Roser (con el objet ivo de mantener
el cuello en hiperextensión) para llevar a cabo la intubación, controlar la seguridad del paciente y
facilitarle al médico la ayuda que necesite dentro de sus funcio nes.

8.5.4.1. Intubación endotraqueal


La Intubación endotraqueal es la mejor manera de aislar una vía aérea comprometida, siendo
la técnica de elección en los casos que peligre la vida del paciente.

En la práctica hay tres tipos de intubación:

- Intubación orotraqueal. Es la más empleada. Se realizará con la ayuda d e un laringosco-


pio, precisando un tubo endotraquea l con neumotaponamiento del t amaño adecuado (n.o
8 en mujeres y n.o 8,5 en hombres).
Intubación nasotraqueal. Se puede realizar en pacientes en los que se sospecha lesión
de columna cervical, fractu ra mandibular, o en los que la intubación orotraqueal no sea
posible. Los tubos será n de menor diámetro (n.o 7 o 7,5) y la mucosa nasal debe ser irrigada
previamente con una solución anestésica y vasoconstrictora para evitar epistaxis.

- Intubación con transiluminación. Cuando una luz brillante se introduce en la vía aérea
superior, puede ser percibida a través de los tejidos del cuello cuando se encuentra en el
interior de la laringe o tráquea. Esto permite g uiar la punta del tubo a través de la glotis sin
visualizar directamente las cuerdas. Se denomina «método visual indirecto».

Cuando no es posible la intubación se utilizan otras técnicas:

- Punción cricotiroidea. Para ello se punciona con un angiocatéter del número 14 a través
de la membrana cricotiroidea. Esta técnica precisa de co nexiones especiales para asegu rar
una oxigenación de alta presión.

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Cricotiroidotomía. Exi sten sistemas preparados para esta técnica. En toda caso, y en situa-
ciones extremas, se puede realizar una incisión de 1 cm sobre el cartílago cricoides, intro-
duciendo el mando del bisturí girándolo posteriormente 90° para introducir la cánula de
traqueotomía .

Material necesario para una intubación

8.5.4.2. Traqueostomía
Denominamos la traqueostomía como técnica quirúrgica mediante la cual se abre un orificio
entre el segundo o tercer anillo traqueal, cuyo objetivo es el paso de aire entre la tráquea y el exte-
rior, para permitir la respiración, por medio de una cánula.
La traqueostomía se practica en los casos de perturbación grave de la fu nción ventilat oria, de
forma que asegure la entrada de aire en el árbol traqueobronquial.

Dichas perturbaciones pueden ser debidas a:


Obstrucción respiratoria a nivel de orofaringe, laringe o tráquea, secundaria a: edema local
(infección, alergia o reacción a tóxicos), traumatismos, tumores, malformaciones, di sfuncio-
nes neurológicas o cuerpos extraños.

Intubación prolongada.
Retención de secreciones con aspiraciones frecuentes y neumonía de repetición.

Reducción del espacio muerto en la insuficiencia respiratoria crónica.

Se puede dar el caso de que ante una disnea severa, en la que no sea posible la intubación y se
prevea una parada cardiorrespiratoria, haya que realizar una traqueotomía de urgencia.

Además de la traqueotomía reglada o la urgente, existen otras formas para permitir la entrada
de aire por la tráquea:

- Traqueotomía percutánea, menos cruenta, reduciendo el riesgo de estenosis traqueal


y disminuyendo la incidencia de infecciones, pudiéndose además realizar en la cama del
paciente.
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Traqueotomía translaríngea, aunque al igual que la anterior también puede realizarse en


la cama del paciente, tiene un menor uso por su complejidad, riesgos y medio d e abordaje
(desde el interior de la tráquea).

8.5.5. Precauciones en la oxigenoterapia


Es necesario un comportamiento técnico correcto para evitar los accidentes. Con el fin de evitar
toda clase de errores es necesario lo siguiente:

Prohibir fumar, así como el manejo de llamas, cerca de la instalación y del paciente.

Las botellas se colocan verticalmente y siempre sobre un porta botellas.

Comprobar la presión de oxígeno en las balas y tomas de la habitación, etc.

Comprobar que el frasco humidificador contiene agua destilada hasta la señal indicada.

Comprobar que no existan fugas en las tomas de las habitaciones.

Controlar la temperatura de la habitación. Las temperaturas elevadas pueden aumentar la


presión.

- Al instalarlo verificar que la concentración de oxígeno, humedad y flujo son adecuados a lo


prescrito.

Comprobar la instalación a menudo.

Comprobar que el paciente se coloca en posición de Fowler (si no tiene contraindicación)


ya que esta es la posición ideal para realizar este procedimiento.

Comprobar el estado de la piel del paciente.

Humedecer la cavidad oral del paciente para evitar resecaciones.

Comprobar el estado de las fosas nasales.

Administrar líquidos según prescripción médica.

Especial vigilancia a los recién nacidos y prematuros. Comprobar frecuentemente el estado


de las tiendas y campanas de oxígeno.

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