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Los trastornos de personalidad

en el adolescente, el niño
e incluso en el bebé
F. PALACIO ESPASA*

RESUMEN
En este artículo el autor propone un recorrido por los trastornos de la personalidad desde el niño pequeño hasta el adoles-
cente. Va describiendo cada uno de ellos, destacando, a su vez, las principales características desde diferentes ángulos: relacio-
nes con el examinador, funciones del yo, concepto del self e identificaciones. Termina con descripción de elementos clínicos
y terapéuticos a tener presente en los trastornos del humor del bebé y del niño pequeño. PALABRAS CLAVE: trastornos de
la personalidad, funciones del yo, self, trastornos del humor.

ABSTRACT
PERSONALITY DISORDERS IN ADOLESCENTS, CHILDREN AND EVEN IN BABIES. In this paper the author proposes a journey
through personality disorders from the smaller child up to the adolescent. To achieve this, the author describes each of them
and highlights their main characteristics from different angles: relationship with the interviewer, ego functions, self concept
and identifications. The paper finally ends with an account of clinical and therapeutic elements to be considered in affective
disorders of the baby and toddler. KEY WORDS: personality disorders, ego functions, self, affective disorders.

RESUM
ELS TRASTORNS DE LA PERSONALITAT EN L'ADOLESCENT, EL NEN I FINS I TOT EN EL BEBÈ. En aquest article l'autor propo-
sa un recorregut pels trastorns de la personalitat des del nen petit fins a l'adolescent. Per això descriu cadascun d'ells y desta-
cant, a la vegada, les principals característiques des de diferents angles: relacions amb l'examinador, funcions del jo, concepte
del self i identificacions. Acaba amb la descripció d'elements clínics i terapèutics que s’han de tenir present en els trastorns de
l'humor del bebè i del nen petit. PARAULES CLAU: trastorns de la personalitat, funcions del jo, self, trastorns de l'humor.

Me han encargado la paradójica tarea de describir los ble que tomaremos sin embargo del "conjunto de la
trastornos de la personalidad desde el bebé hasta el ado- organización de la vida psíquica" siguiendo la línea de
lescente mientras que las clasificaciones psiquiátricas Otto y sobre todo de Paulina Kernberg, la cual se ha
actuales (DSM IV y ICD 10) con una visión esencial- ocupado más particularmente de los trastornos de la
mente sintomática no aceptan la noción de trastornos personalidad del niño y del adolescente, así como de la
de la personalidad antes de la edad adulta. Con esta Clasificación Francesa presidida por R. Misès y de la
visión del punto de vista clínico, la descripción de tras- cual forman parte amigos aquí presentes. Igual que lo
torno de personalidad se basa exclusivamente en "el han hecho otras personas deseo rendir homenaje a
rasgo de carácter más "relevante" y "caricaturesco" del Paulina Kernberg, no solamente por su enorme aporta-
individuo, tal como ocurría en las antiguas descripcio- ción a la psiquiatría y al psicoanálisis infanto-juvenil, en
nes de las personalidades perturbadas de Kurt los trastornos de personalidad que nos ocupan y en
Schneider (1923). Se trata de una visión clínica ineludi- prácticamente la mayor parte de los campos de nuestra

*Médico psiquiatra. Profesor de psiquiatría del niño y del adolescente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra.
Correspondencia: francisco.palacio@medicine.unige.ch

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disciplina, sino también a la persona exquisita y a la la base de los TP del grupo B, según P. Kernberg y
muy, muy querida amiga que fue Paulina. otros.
En el libro Personality Disorders in Children and Con la ayuda de nuestra tabla diagnóstica clínico-
Adolescents, P. Kernberg, Weiner A. S. y Bardenstein K. dinámica (desarrollada con B. Cramer y J. Manzano para
K. (2000) describen tres organizaciones psíquicas de el diagnóstico estructural) describiré el perfil del TP
base psicótica, estados límites y neurótica que corres- esquizoide el cual nos parece el modo de organización,
ponden respectivamente a los tres grupos de trastornos llamada psicótica por Kernberg y otros (2000), más
de la personalidad: grupo A, grupo B y grupo C de las difundido en el niño y el adolescente, al mismo tiempo
clasificaciones actuales. A pesar de la gran coincidencia que señalamos los rasgos que se acercan al TP esquizo-
en líneas generales con la visión de estos autores, subra- típico y al TP paranoide, esta última forma poco fre-
yaremos algunas perspectivas estructurales y evolutivas cuente antes de la edad adulta. Debemos precisar que
un algo diferentes, basadas en nuestra experiencia clíni- existen varios niveles de gravedad del TP esquizoide
ca, nuestros estudios prospectivos y catamnésicos y en que, como veremos más adelante, se encuentra también
las evoluciones terapéuticas a largo plazo de los bebés y en las organizaciones borderline.
los niños pequeños: autistas, psicóticos, trastornos mul- Impresión general
tisistémicos del desarrollo, trastornos del afecto y pro- TP esquizoide. Son niños o adolescentes con relacio-
blemas del comportamiento, experiencias todas ellas nes pobres y muy poco expresivos emocionalmente.
realizadas en colaboraciones diversas con J. Manzano, TP esquizotípico. Dan la impresión de "raros", "des-
D. Knauer, R. Dufour, B. Cramer, S. Eliez y S. Rusconi- organizados" o "extravagantes".
Serpa, sin citar la mayoría de colegas del servicio de TP paranoides. Sobre todo "desconfiados".
Psiquiatría del Niño y del Adolescente (HUG) y del Relaciones con el examinador
Servicio Médico-Pedagógico de Ginebra. TP esquizoide. La regresión y la distancia emocional
P. Kernberg y otros hablan de organización psicótica en hacen que la relación sea difícil, la cual les parece
la base del grupo A constituido por el: inquietante cuando el examinador fuerza un poco la
1. Trastorno de la personalidad (TP) paranoide. Poco relación.
frecuente en el adolescente pero entre el 0,5 y el 2,5% TP paranoide. Muestran abiertamente inquietud y
de la población general adulta. desconfianza hacia cualquier acercamiento.
2. El TP esquizotípico (presente en el adolescente) TP esquizotípico. Difícil de tratar, con un sentimiento
como forma de evolución poco favorable de las psicosis de extrañeza o inadecuación.
infantiles y que aparece en el 3% de la población adulta. Función del Yo
3. El TP esquizoide (más frecuente en el adolescente): - Motricidad. Sin problemas pero con poca gesticula-
a) con un componente deficitario debido a la evolución ción.
poco favorable de las psicosis infantiles y b), sin altera- TP paranoide. Replegados sobre sí mismos. TP esqui-
ción cognitiva procedente de la evolución de organiza- zoide: conductas o gestos extraños.
ciones borderline graves del niño. Los TP esquizoides - Lenguaje. Desármonico con dificultades o retrasos.
constituyen el 7% de la población general adulta. Lenguaje lacónico, muy descriptivo y racional cuando
Estas organizaciones de personalidad psicótica pre- en niño o el adolescente es inteligente.
sentan un trastorno grave de la identidad con confusio- TP paranoide. Reticente además de lacónico.
nes de tipo simbiótico (Mahler) entre la representación TP esquizotípico. A menudo sin hacerlo a propósito,
del Yo… y la del Otro… y/o de objetos fastasmáticos puede ser incoherente.
diversos. Estos sujetos presentan también mecanismos - Inteligencia. Hay una gradación de formas.
de defensa muy arcaicos, tales como: la regresión autís- A. Procedentes de las organizaciones psicóticas infan-
tica, el desánimo y la desvitalización de las personas y tiles. A menudo hay un "déficit intelectual" ligero o
de los seres del mundo animado. En otras palabras, medio.
estos son mecanismos de defensa más regresivos que B. Con una inteligencia normal o incluso elevada,
los de la posición esquizoparanoide que se encuentran a procedente de las organizaciones borderline.
menudo en las organizaciones de tipo estado límite, en TP paranoides. Tienen en general un buen potencial.

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TP esquizotípico. Aunque posean un buen potencial a fantasmas y aspectos simbióticos se convierten en la


menudo no lo utilizan correctamente. "búsqueda del objeto continente", de los aspectos
- Test de realidad. A menudo desfalleciente o muy infantiles del Yo vividos en situación de peligro (típico
desfalleciente (sobre todo en los TP paranoide y en el de las organizaciones borderline). En estos momentos
TP esquizotípico). pueden surgir también fantasmas orales muy voraces y
- Curso del pensamiento. A pesar de los esfuerzos de destructivos o anales y fálico-uretrales, sobre todo
coherencia existen desorganizaciones regulares en el expulsivos, generando una culpabilidad tan intolerable
curso del pensamiento (sobre todo en el TP esquizotípi- que se convierten enseguida en fantasmas de persecu-
co que a menudo es incoherente, menos que en el TP ción (como en las organizaciones borderline).
paranoide). - Superego. Manifestaciones suryoicas muy persecuto-
- Afectos. Expresión de afecto muy pobre para apar- rias y arcaicas cuando se consigue hacerlas evidentes.
tar la angustia y/o la tristeza. TP paranoide. Los inicios del Superego se convierten
TP paranoide. La angustia y el miedo se hacen a fácilmente en puros sentimientos persecutorios.
menudo evidentes a pesar de los esfuerzos de apartarlas. TP esquizotípico. La desorganización dificulta a me-
TP esquizotípico. Algunas veces excitación eufórica a nudo la puesta en evidencia de los elementos Superyoi-
menudo forzada o bien angustias de la coherencia y de cos arcaicos.
la integridad del Yo (angustias del self). - Concepto del Self e Identificaciones
-Mecanismos de defensa. La defensa primordial es la Graves trastornos del sentimiento de identidad (difu-
regresión de tipo autístico, con la desanimación y la des- sión de la identidad). En la forma esquizoide el precio
vitalización de las personas y de los seres del mundo de la identidad más preservada es de una gran pobreza.
animado basado en las separaciones anárquicas y la TP paranoide. El sentimiento de identidad se simplifi-
negación masiva. Identificaciones proyectivas que ane- ca por la identificación proyectiva evacuativa.
xan objetos diversos idealizados que provocan fantas- TP esquizotípico. La identidad está muy desorganiza-
mas simbióticos y algunas veces sincréticos (confusio- da a causa del uso de la fragmentación y las identifica-
nes entre el Yo y los objetos del mundo no-humanos o ciones proyectivas masivas.
inanimados). En resumen, desde nuestro punto de vista, en este
TP paranoide. Identificación proyectiva de tipo expul- grupo A encontramos formas de evolución relativa-
sivo de los aspectos destructivos o muy agresivos del mente favorables de las psicosis infantiles (desarmonías
sujeto. psicóticas) y de los trastornos multisistémicos del des-
TP esquizotípico. Lo mismo que las defensas anterio- arrollo (A y B) del niño pequeño que, durante la edad
res, puntualmente tendencia a la fragmentación (minute escolar, evolucionan hacia estados límites graves: desor-
splitting) y a la desorganización delpensamiento y del Yo. ganizados, muy esquizoides, etc., tal como hemos podi-
- Pulsiones y fantasmas. Predominio de las pulsiones do constatar en la catamnesis en la edad adulta y en los
agresivas en sus formas más arcaicas hechas de desin- de niños de nuestra "Guardería Terapéutica", realizada
vestimento y destructividad de la vida psíquica tanto de por D. Knauer.
los afectos como de las representaciones, las cuales se Estos casos presentan mecanismos de defensa muy
ven simplificadas y empobrecidas. Los fantasmas de la regresivos acompañados de una importante negatividad
persecución son el resultado de las identificaciones pro- y de dificultades de separación, momentos de fragmen-
yectivas "expulsivas" masivas y, en general, están muy tación y dispersión psíquica (minute splitting de Bion) que
denegadas. dejan fuera enormes parcelas de sensaciones y percep-
En los TP paranoide los fantasmas persecutorios son ciones (del mundo externo y del propio) que son desin-
evidentes. Los fantasmas simbióticos son la consecuen- vestidas, "desobjetalizadas" (Green). En consecuencia,
cia de identificaciones proyectivas "anexantes" de obje- el conjunto de los afectos y de las representaciones se
tos idealizados poco precisos e indiferenciados. ve muy empobrecido por lo cual la vida psíquica, en
En el TP esquizotípico, puntualmente identificación general, queda muy afectada (Bion). Esta destructividad
proyectiva con objetos inanimados idealizados (fantas- de la vida psíquica (Manzano y Palacio Espasa, 1983,
mas sincréticos). En los momentos más organizados los 2005) característica del funcionamiento narcisista perse-

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cutorio –para poder separar cualquier vivencia de sepa- de la población general adulta; 10% de las consultas y
ración o pérdida,– es responsable, tanto de los funcio- 30 a 60% de las hospitalizaciones en psiquiatría–. En
namientos psicóticos arcaicos (autista, simbiótico y defi- estas personas la destructividad psíquica se manifiesta a
citario) como más tarde, de las desarmonías más o través de dificultades de mentalización que dejan espa-
menos graves de desarrollo de los niños pequeños. En cio a la impulsividad y a la tendencia "a pasar al acto"
la adolescencia (o en la edad adulta) esta simplificación auto o heteroagresivos.
mutiladora de la vida psíquica se encuentra en forma de Kernberg y otros (2000) subrayan en el niño la pre-
retrasos cognitivos, pero sobre todo en una gran pobre- sencia de dificultades de separación, retrasos en el juego
za de la vida afectiva y mental, la cual caracteriza las gra- problemas graves de identidad. También señalan la pre-
ves personalidades esquizoides o esquizotípicas (con un sencia de trastornos límites en el 10% de los de familia-
componente deficitario más o menos importante) debi- res de primer grado, exactamente como los anteceden-
do a la evolución de las psicosis infantiles o de trastor- tes anamnésicos de pérdidas precoces y de largas
nos multisistémicos del desarrollo. separaciones o como las negligencias, abusos sexuales
Las organizaciones de los estados límites del grupo B o maltratos (Zanarini el al., 1997) que hacen que algu-
presentan en algunos momentos un funcionamiento nos autores consideren estos estados límite como estrés
psíquico y mecanismos de defensa esencialmente de postraumático (Famularo).
tipo esquizoparanoide con separaciones más "fisiológi- Por nuestra parte vemos aparecer la organización
cas" y organizadas, para dar lugar a objetos tan persecu- límite en el niño y más tarde en el adolescente, a partir
torios como idealizados, más diferenciados y de mejor de trastornos graves del apego de los bebés a las perso-
representación. La negación es menos masiva y, por nas significativas del entorno parental. Trastornos del
tanto, menos empobrecedora de la vida psíquica. En la apego relacionados por lo menos con la psicopatología
base de cualquier panoplia de las personalidades narci- de la personalidad de los padres y/o con importantes
sistas más o menos graves existe también el control conflictos de la parentalidad (depresivo-masoquista
todopoderoso y las identificaciones proyectivas "expul- grave y especialmente narcisista-disociado). Estos tras-
sivas" (que dan lugar, diferentemente a los TP paranoi- tornos graves del apego (bebés descritos como "los que
des, a las ansiedades persecutorias más sistemáticas) y se van con todo el mundo") o de los de híperapego
"anexionantes" (de objetos idealizados por sus caracte- compensatorio (de tipo simbiótico) generan trastornos
rísticas más bien persecutorias o bien maníacas). del humor en el bebé, algunas veces de naturaleza
La menor amplitud de la negación y de la dispersión, depresiva pero, lo más frecuente son de tipo hipomaní-
fruto de las separaciones y de las identificaciones pro- aco, Trastornos mixtos de la expresión emocional o
yectivas, hacen que la destructividad de la vida psíquica Trastornos multisistémicos del desarrollo del tipo C
sea menos empobrecedora y mutiladora. Entonces, en (clasificación 0 a 3 años).
su lugar, surge una agresividad muy violenta resultado Los trastornos del humor del bebé comportan gran-
de las identificaciones proyectivas "anexionantes" con des restricciones de los intercambios afectivos positivos
aspectos persecutorios de los objetos idealizados. Este y, a partir de este hecho, se generan limitaciones en las
funcionamiento narcisista persecutorio utilizado por el incorporaciones del bebé y problemas de desarrollo
Yo de estos sujetos para apartar y negar los sentimien- desarmónico que Misès (2004) llamaba "desarmonías
tos de acercamiento o de dependencia de otro, se evolutivas" tipo estados límite (y que la clasificación 0 a
encuentra en la base de graves personalidades narcisis- 3 años los designa como Trastornos multisistémicos del
tas (el 1% de la población general adulta) y de las perso- desarrollo -Tipo C).
nalidades antisociales, sobre todo a partir de la adoles- Las desarmonías evolutivas psicóticas tienen tenden-
cencia (5% de la población en edad adulta). La amplitud cia a evolucionar hacia los TP esquizoides o TP border
de las defensas narcisistas en estas organizaciones nos graves y desorganizados. Por el contrario, los bebés más
ha hecho dudar en calificarlas como narcisistas en lugar hipomaníacos o con Trastornos mixtos del desarrollo
de estados límite. emocional (0 a 3 años) presentan a menudo problemas
Esta organización límite da lugar sobre todo a los de comportamiento o Trastornos de ansiedad con difi-
trastornos de la personalidad borderline (TP border) –2% cultades de separación. En las catamnesis de la edad

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adulta realizadas con D. Knauer en nuestra "Guardería alcohol o de sustancias.


Terapéutica", estos niños con Trastornos afectivos tie- En algunos casos, en el niño, este trastorno puede
nen tendencia a evolucionar hacia los TP border de tipo tener una actitud de sumisión inhibida, incluso postra-
esquizoparanoide más grave (TP border de O. Kemberg) ción que en la adolescencia se convierte en labilidad en
y más raramente hacia los TP leves del Grupo C. las relaciones interpersonales con sentimiento de vacío.
Debemos señalar que según Bernstein (1966) el 43% Función del Yo
de los niños borderline no persisten en la adolescencia. - Motricidad. O muy hiperactivo o muy lento e inhibi-
Además, los estudios longitudinales de los borderlines do.
adultos muestran que el 3,7% remiten cada año y el - Lenguaje. Dificultades, o bien retrasos solamente en
52% después de 10 años (Perry, 1993). Esto prueba, si los niños pequeños desarmónicos y desorganizados.
hiciera falta hacerlo para convencer a ciertos recalcitran- - Inteligencia. Potencial normal pero mal utilizado ya
tes, que las estructuras psíquicas son móviles aunque sea por la hiperactividad o por la inhibición. En conse-
estén bastante perturbadas. cuencia a menudo existen dificultades o incluso fracasos
escolares.
Trastorno de personalidad grave - Test de realidad. A menudo muy desfalleciente,
Al igual que P. Kenberg et al. (2000) y Horowitz sobre todo en las formas más disociadas o desorganiza-
(1997) consideramos el TP histriónico como una forma das.
grave de personalidad histérica, de manera que describi- - Curso del pensamiento. En el TP narcisista, las difi-
remos el TP narcisista tanto para el niño como para el cultades de secundarización en el proceso del pensa-
adolescente señalando las particularidades de los TP miento y los trastornos de la mentalización son menos
límite grave y el TP disocial en la adolescencia. ostensibles que las formas límite. En el TP antisocial,
Impresión general y relación con el examinador las dificultades de pensamiento y de mentalización son
El TP narcisista (y el TP disocial) manifiestan fácil- evidentes.
mente la arrogancia y el desprecio hacia los otros con TP límite. Hipomaniaco. Trastornos característicos del
una necesidad de admiración incondicional hacia ellos, proceso del pensamiento con "fugas de ideas", donde el
para mantener la idea de ser los más poderosos y más proceso primario, con irrupciones fantasmáticas poco
perfectos. En el adolescente se convierte en inestabili- secundarizadas, surgen más o menos puntualmente.
dad en las relaciones interpersonales y van desde la ide- Esto obstaculiza de manera más o menos grave la
alización a la desvalorización del otro para mantenerse expresión y la elaboración de conflictos y de fantasmas
idealizado uno mismo. inconscientes a través del simbolismo y la mentaliza-
TP límite del niño. De tipo hipomaniaco. Sorprende por ción, las cuales dan lugar al "paso al acto".
la hiperactividad y la inestabilidad muy marcadas que en TP límite. Depresivo-anaclítico. Encontramos las mismas
la adolescencia afecta sobre todo a las relaciones inter- dificultades de simbolización y mentalización, incluso
personales y se convierte en impulsividad imprevisible y aunque el curso del pensamiento esté inhibido o ralenti-
en labilidad afectiva con crisis de rabia inapropiada o zado.
dificultades para controlarla, eventuales abusos de alco- - Afectos. El TP narcisista hace alarde a una autocom-
hol o de sustancias y conductas auto y/o hetereoagresi- placencia cercana a la euforia que puede convertirse en
vas. rabia en caso de frustración u ofensa de la autoestima,
TP límite: Hipomaniaco. El niño manifestará una fami- incluso con un derrumbamiento.
liaridad excesiva pudiendo ser arrogante e incluso muy En el TP límite. Hipomaniaco del niño, la inquietud y la
despreciativo. angustia se transforman en excitación que se convierte
El TP límite: Depresivo anaclítico. El niño puede mos- en euforia forzada y algo contagiosa, que puede llegar a
trarse muy inhibido, algunas veces con una tristeza o ser rabia –a veces violenta–.
incluso desesperado o muy inquieto, que en el caso del - Mecanismos de defensa. Tentativas de organizar
adolescente tiene una tendencia a gestos o amenazas de defensas maniaco-narcisistas y en algunos momentos
automutilación o de suicidio e inestabilidad afectiva defensas de tipo neurótico: represión, desplazamientos,
(pasando del abatimiento a la euforia) con abuso de formaciones reactivas, etc. que en los TP narcisistas

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reactivas graves dan lugar fácilmente a defensas arcaicas - Pulsiones y fantasmas


(clivage, negación, identificación proyectiva, idealiza- TP narcisista. Presenta fantasmas de sí mimo grandio-
ción, etc.). Pero de hecho estos mecanismos regresivos sos y/u objetos idealizados con los cuales el sujeto tie-
surgen porque su conflictualidad depresiva se vuelve nen una relación privilegiada. La vida pulsional y fantas-
fácilmente muy agobiante (CD Parapsicótico). mática de estos niños o adolescentes puede
El TP narcisista recurre a las defensas maníacas stricto manifestarse de manera simbólica y mentalizada pero
sensu por la vía de la identificación proyectiva con los con fallos que algunas veces contribuyen a "pasar al
objetos idealizados dando lugar al "funcionamiento nar- acto" con manifestaciones más crudas de fantasmas,
cisista persecutorio" (como le llamamos con Manzano) sobre todo agresivos.
o "narcisismo destructor" (Rosenferls, Kenberg, etc.) TP límite. No observamos fijación en una zona eróge-
cuando esta identificación proyectiva se realiza con un na particular de lo que Widlocher había calificado de
Objeto Idealizado Persecutorio. O bien, en el funciona- "caos libidinal" y encontramos toda la gama de fantas-
miento narcisista maníaco cuando el objeto idealizado mas especialmente orales canibalísticos o anales expulsi-
posee características grandiosas: fuerza, potencia, rique- vos pero también fálico-uretrales o edípicos. La oralidad
za, etc. y, por tanto, la agresividad y la destructividad no les sirve como modo de expresión simbolizable de
física empleadas son menos importantes. (El TP antiso- los fantasmas de pérdida y/o destrucción de los objetos
cial se establece esencialmente sobre el funcionamiento del investimento libidinal. A partir de ahí hay una profu-
narcisista persecutorio de identificación con un objeto sión de fantasmas diversos cargados sobre todo de
idealizado perseguidor). agresividad o de angustias depresivas y de persecución,
El TP límite. Hipomaniaco. Predominan las defensas poco o mal organizados de manera simbólica.
maniacas que toman algunas veces tal amplitud que se -Superego e ideal del Ego
aproximan a las de la manía clínica. Frente a las angus- TP narcisista. Pueden existir manifestaciones de un
tias depresivas catastróficas la tentativa de dispersión Superego edípico pero muy severo que toma fácilmente
del conflicto, y de "disolución" de la angustia, se realiza formas regresivas pregenitales y persecutorias de un
por medio de desplazamientos repetidos y rápidos de modelo arcaico. Estas manifestaciones suryoicas apare-
pulsiones y fantasmas conflictivos sobre diversas repre- cen en los casos graves difíciles de distinguir de las
sentaciones de destrucción y de persecución a fin de manifestaciones de persecución.
alejarlas de los objetos primitivos del investimento libi- El ideal de Ego está en una posición elevada, es tirano
dinal. La consecuencia es un trastorno importante de la y muestra así la dimensión gravemente narcisista de
simbolización (y de la secundarización) patognomónica estas personalidades. Mejor sistematizados, a pesar de
de los niños borderline. Los vínculos relativamente fijos las enormes exigencias, en los TP narcisistas y con idea-
entre el objeto simbolizante y el objeto simbolizado dis- les muy persecutorios en el TP antisocial que, a su vez,
minuyen y se pierden por momentos. Estos trastornos están mal organizados en el TP límites.
de la simbolización y de la mentalización de los conflic- - Concepto del Self e Identificaciones
tos son la base de las tendencias "a pasar al acto" y de En los TP narcisistas predominan los fantasmas narci-
los abusos de sustancias en la adolescencia. sistas persecutorios o maníacos con identificaciones de
El TP límite. Depresivo anaclítico. Presenta estos mis- objetos idealizados y una imagen de sí mismo grandiosa
mos trastornos de la simbolización y de la mentaliza- que actúa a menudo con el "pasar al acto". Junto a ellos
ción secundarizada pero surgen en primer plano las se encuentran las identificaciones melancólicas o melan-
defensas melancólico-masoquistas (con ataques a los coliformes que aparecen en la base de las tendencias a
objetos en el Yo o en el propio cuerpo) en forma de los accidentes infantiles, las somatizaciones, etc.
diversas automutilaciones o autoagresiones, o incluso En el TP límite debido a la utilización de identificacio-
amenazas o tentativas de suicidio o abuso de sustancias. nes proyectivas diversas encontramos diferentes moda-
Como las defensas maniacas, las defensas melancólico- lidades de fantasmas narcisistas con grandes dificultades
masoquistas sirven para recuperar la autoestima esen- para organizar una identidad coherente (difusión de la
cialmente por la vía de la expiación de la culpabilidad o identidad); en las formas mejor organizadas están los
omnipotente. "fantasmas de búsqueda de un objeto continente" que

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recoja y dé forma a las partes infantiles mal integradas. vos, de oposición o de sumisión, de dependencia, etc.,
En el TP antisocial hay un predominio de los fantasmas derivados de las defensas melancólico-masoquistas
narcisistas persecutorios. moderadas así como los rasgos evitativos-huidizos o
Nuestra mayor divergencia con P. Kernberg y otros controladores obsesivo-compulsivos más cercanos a las
(2000) está en la noción de organización neurótica que neurosis sintomáticas. Estos rasgos de carácter les per-
ella describe como base de los trastornos de personali- miten exteriorizar y de mantener en vida la conflictivi-
dad neurótica del grupo C. Según nuestro punto de dad depresiva de las personas de su entorno. Sería la
vista, en las estructuras psiconeuróticas las angustias noción de "caracterial" (de los años 70 y 80) que descri-
depresivas predominantes son las de pérdida de amor bía de manera elocuente estos trastornos del carácter
del objeto de investimento libidinal. Esto supone un "deprimentes" para sus interlocutores o compañeros,
predominio de las pulsiones libidinales del sujeto sobre sin poder soportar la menor baja o daño de la autoesti-
las pulsiones agresivas que le permiten guardar sus con- ma.
flictos internamente, con la ayuda de defensas y sínto- En este grupo C vamos a describir la organización
mas neuróticos, aunque sea al precio de un sufrimiento "para-depresiva inhibida" a partir del TP evitativo pues-
considerable. Esto explica la rareza de los trastornos to que se acerca mucho a las descripciones longitudina-
psiconeuróticos en las consultas de psiquiatría infantil les realizadas por Kagan y otros (1991) entre 10 meses y
(10 a 12% según dijo ya Anna Freud) y que los trastor- 10 años de niños muy tímidos con "inhibición compor-
nos de personalidad constituyen más de una tercera tamental", ya que la inhibición es el rasgo clínico más
parte de estas consultas. relevante en estos niños. Al mismo tiempo, tal como lo
De este modo, en nuestra investigación realizada con hemos hecho anteriormente, apuntaremos los elemen-
R. Dufour sobre el diagnóstico estructural de 144 casos tos diferenciales de los TP obsesivo-compulsivo y TP
de niños en edad preescolar, hemos encontrado junto a masoquistas. Los TP histéricos derivan más de la orga-
organizaciones borderline, los llamados "trastornos leves nización paraneurótica hipomaníaca del niño pequeño.
de la personalidad" que hemos calificado como "organi- Impresión general
zaciones para-depresivas". En ellas la problemática cen- TP evitativo. Son los niños o adolescentes que llaman
tral es la conflictividad "para-depresiva" donde predo- la atención por sus mímicas y gesticulaciones huidizas y
minan los fantasmas de muerte o de daños graves, de pobres con una gran inhibición a nivel de sus activida-
los objetos del investimento libidinal, conflictualidad des.
depresiva más grave que la de tipo "para-neurótico" El TP obsesivo-compulsivo se muestra muy detallista
donde predominan los fantasmas de pérdida del amor y controlado mientras que los TP masoquistas son más
del objeto del investimento libidinal característico de las bien quejumbrosos.
organizaciones psiconeuróticas. Relación con el examinador
En los niños pequeños podemos ver que, frente a la TP evitativo. Evita activamente la relación y se mues-
intensidad de la conflictividad depresiva, surgen defen- tran poco atrayentes. De todos modos la distancia emo-
sas maníacas y melancólico-masoquistas menos extre- cional parece más evitar la crítica o la desvalorización
mas y perjudiciales para las capacidades mentales y sim- que el repliegue frente a las vivencias de persecución de
bólicas del sujeto, de manera que llegan a dar una los TP esquizoides.
expresión simbólica a los fantasmas de muerte (o de Los TP obsesivo-compulsivos son controladores si
daños graves) y de pérdida de los objetos investidos libi- bien complacientes y nada despreciativos como el TP
dinalmente. A pesar de la gran cantidad de fantasmas narcisista. El TP masoquista: se muestran sumisos y
agresivos de estos sujetos, sus recursos y potencialida- tranquilos.
des libidinales limitan la destructividad psíquica de Funciones del Yo
manera que su capacidad de representación y simboliza- TP evitativo. Motricidad. Disminución motora con evi-
ción se ven limitadas solamente por la represión. Este tación de los riesgos físicos.
rechazo es a veces tan grande que se acerca a la nega- El TP obsesivo. Meticuloso y puntilloso. El TP maso-
ción. Así empiezan a aparecer rasgos de carácter defen- quista: patoso con tendencia a lastimarse o tendencia a
sivos de tipo maníaco-narcisista, o bien pasivo-agresi- los accidentes.

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Los trastornos de personalidad en el adolescente, el niño e incluso en el bebé

- Lenguaje cular de críticas, rechazos, desaprobación o ridículo, que


TP evitativo Correcto pero lacónico por miedo a bajan la autoestima del sujeto.
exponerse demasiado. El TP masoquista muestra toda una gama de senti-
El TP obsesivo: más bien amanerado o incluso algo mientos de insuficiencia, incapacidad, autodesvaloriza-
pedante. El TP masoquista: con tonalidad triste y de ción, autoreproches, etc. Por tanto, de manera subya-
auto-lamentación. cente y a pesar de la presión de la reparación, se
- Inteligencia encuentran fantasías de muerte o de daños graves de los
TP evitativo. Buena pero parece limitada por su acti- objetos significativos que encuentran posibilidades de
tud miedosa. expresión mental y simbólica.
El TP obsesivo-compulsivo por su amaneramiento y En el TP evitativo y masoquista, la oralidad retorna a
perfeccionismo parecen más inteligentes. una de las zonas erógenas elegidas para la expresión de
- Test de realidad. TP evitativo. Bueno. una avidez mortífera vivida como responsable de la
- Curso del pensamiento muerte y de los daños graves de los objetos significati-
El TP evitativo. Sin problemas pero con tendencia a vos.
la "suspensión" angustiosa del desarrollo del pensa- En los TP obsesivo-compulsivos la fantasmática anal,
miento. especialmente anal retentiva, toma un lugar considera-
TP obsesivo. Muy lógico y con pocas expresiones ble, pero predominan los fantasmas anales expulsivos
afectivas o pulsionales. proyectados y controlados en las personas del entorno
TP masoquista. El curso del pensamiento puede del sujeto.
ralentizarse. En los TP evitativo surgen también las zonas eróge-
- Afectos nas fálico-uretrales que comportan fantasmas omnipo-
EL TP evitativo. Expresión de ansiedad sobre un tentes muy excitantes que están en la base de los miedos
fondo muy serio incluso sombrío o triste. La culpabili- de estos sujetos al igual que la fantasmática edípica
dad se torna culpabilidad persecutoria con miedo a sen- directa e inversa, sobre todo ésta última. En efecto, la
tirse acusado. evitación lo es sobre todo de personas o situaciones que
TP obsesivo. Poca expresión afectiva y rigidez lógica despiertan fantasmas homosexuales.
para negar los afectos de tristeza y culpablidad. - Superego Ideal del Yo
TP masoquista. Ostentación de la tristeza y de la cul- TP evitativo. Superego muy severo y crítico especial-
pabilidad. mente con las expresiones de agresividad. A menudo
- Mecanismos de defensa externalizado y suscitando la evitación por miedo a las
El TP evitativo. El mecanismo de defensa predomi- críticas o a la desvalorización.
nante es el desplazamiento, la represión masiva de las El TP obsesivo-compulsivo se identifica con este
pulsiones agresivas, el cual se transforma fácilmente en Superego riguroso y controla fuera de sí mismo los des-
negación de las mismas al emplear defensas melancóli- bordamientos agresivos temidos que externaliza.
co-masoquistas con identificación proyectiva en los TP masoquista. La presión de la severidad del
objetos muertos o muy lastimados, responsables de la Superego se traduce por auto-reproches. El Ideal del Yo
gran vulnerabilidad y de los descensos importantes de la es muy elevado y exigente. De ahí el temor a la devalua-
autoestima. ción.
El TP obsesivo-compulsivo. Recurre también a las - Identificaciones e imágenes del Yo
defensas maniacas matizadas con el control omnipoten- TP evitativo. En las imágenes de ellos mismos apare-
te y la idealización. cen sentimientos de desvalorización, insuficiencia, inca-
El TP masoquista o con los rasgos defensivos maso- pacidad o fracaso, con falta de confianza en sí mismo.
quistas: la sumisión, el apaciguamiento, etc. TP obsesivo-compulsivo. En algunos momentos pue-
- Pulsiones y fantasmas den manifestar reproches hacia los más cercanos.
El TP evitativo. Puede manifestar abiertamente fanta- Algunas veces manifiestan ideas de indignidad o temas
sías depresivas de muerte o de abandono o fantasmas hipocondríacos.
angustiosos de castración y de miedos diversos en parti- Las mayores posibilidades libidinales de estos sujetos

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F. Palacio Espasa

contribuyen no solo a una mejor expresión mental y así como el input de experiencias interpersonales que
simbólica de su vida psíquica, sino a posibilidades crea- facilitan el desarrollo del Yo y sus funciones.
tivas por medio de defensas maníacas antidepresivas 2. Super-apego de tipo simbiótico que sirve para
alrededor de la fantasmática de Edipo precoz. Se trata sobrecompensar y, por tanto, para negar las carencias
de fantasmas referentes a objetos parciales parentales y de apego subyacentes.
especialmente del vientre de la madre y su creatividad, Trastornos del humor del bebé y del niño pequeño
su potencia y sus riquezas: bebés, penes, tesoros, depo- 1. La depresión crónica ligera del bebé se manifiesta
siciones, etc. Estos fantasmas a menudo cargados de esencialmente por la apatía, la escasez de demandas y de
deseos y de ávida curiosidad dan fácilmente una gran respuestas afectivas, la inhibición y falta de iniciativas y
conflictividad a las pulsiones epistemológicas (M. Kle- actividades de exploración con ligeros retrasos del des-
in). Esto hace que el deseo de crear se vuelva fácilmen- arrollo. A menudo éstas se alternan con manifestacio-
te maníaco, compulsivo y prolífico. La ausencia, o la nes hipomaníacas del bebé con excitación, tendencia a
pausa, de creatividad es vivida como un hundimiento la euforia triunfante, oposición, turbulencia, inestabili-
depresivo-melancólico de identificación con los objetos dad e hiperactividad desprovista de una capacidad sim-
parentales atacados y destruidos. bólica organizada. Esta alternancia de inhibición depre-
La personalidad creativa comparte con el loco la difi- siva y de excitación hipomaníaca da lugar a los
cultad en reconocer y aceptar la realidad tal como es; Trastornos Mixtos de la Expresión Emocional de los
realidad vivida como una imposición muy violenta e cuales hemos visto evolucionar hacia trastornos leves
invasora por parte del Yo del sujeto. Sin embargo, la de la personalidad del niño y del adolescente de tipo
diferencia es enorme ya que el "loco" deforma esta rea- evitativo y del grupo C o hacia personalidades límites de
lidad de manera todo poderosa mientras que el sujeto tipo anaclítico (del grupo B).
creativo la reconoce tal como es –integración depresiva 2. Cuando la depresión del bebé es más grave, la apa-
de H. Segal–, sin embargo la transforma en función de tía está acompañada de un "desapego" (Guedeney,
sus propias necesidades narcisistas de reparación. Estas 2000) del entorno, especialmente de las personas signi-
transformaciones se encuentran en mayor o menor ficativas del entorno familiar. Se ve acompañada de
medida, de manera más o menos oportuna, con las retrasos más importantes que dan lugar a desarmonías
"públicas" (Bion); es decir, de su medio cultural, artísti- evolutivas no psicóticas, en el marco de un trastorno de
co o científico. Todas estas precauciones no ponen a la personalidad, llamadas actualmente por la clasifica-
las personalidades creativas a cubierto de derivas narci- ción de Mises, "Estados límites" y para la de 0 a 3 años,
sistas y omnipotentes que les llevan a rozar la "locura" Trastornos multisistémicos del desarrollo de tipo C.
de invención y de creación o, en el mejor de los casos, a 3. A menudo en lugar de, o siguiendo estas manifesta-
vivir hundimientos depresivos de "ruina" de su creativi- ciones depresivas aparece lo que hemos llamado con J.
dad en alternancia con periodos hipomaníacos de "ferti- Manzano, el síndrome "hipomaníaco del niño pequeño
lidad prolífica e inacabable". tipo borderline". Tanto las depresiones con desapego
El eje principal de estas reflexiones evolutivas presen- como los síndromes hipomaníacos tienen tendencia a
ta de nuevo el papel crucial del nivel de la conflictividad evolucionar hacia el trastorno límite de personalidad del
depresiva (predominio de los fantasmas catastróficos y niño y del adolescente (tipo Kernberg) y hacia aquellos
muerte. Pero también de los trastornos del humor del del grupo B.
bebé en el desarrollo psíquico, por tanto de la persona- 4. Cuando la depresión del bebé se agrava, el "desape-
lidad del niño. No se trata de un factor aislado ya que el go" se transforma en evitación y rechazo sistemático de
humor del bebé es a menudo el reflejo de los conflictos la relación con las personas del apego. Es lo que hemos
de la parentalidad, de las características particulares del visto con S. Maestro y F. Muratori en la investigación
bebé (–temperamento–, etc.) y de los trastornos graves sobre las formas clínicas precoces de aparición del
del apego que se derivan de ello: autismo a partir de vídeos familiares. Las pruebas de
1. Carencia de apego y de la contingencia de padres expresión afectivas se embotan y se tornan inaparentes.
con las necesidades e iniciativas del bebé que limitan Estos trastornos graves de la relación se acompañan de
considerablemente el condividir de los afectos positivos trastornos graves del desarrollo y dan lugar a toda una

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Los trastornos de personalidad en el adolescente, el niño e incluso en el bebé

gama de psicosis infantiles o a Trastornos multisistémi- Bibliografía


cos del desarrollo de tipo A, cuyas evoluciones terapéu-
ticas favorables, pero mediocres, tienen tendencia a pre- BERNSTEIN, D., COHEN, P., SKODAL, A., BEGIR-
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tituyen la indicación, sobre todo porque a través de las nel chez le jeune enfant. Analyse critique de la littératu-
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docentes puede establecerse una escolaridad especializa- 331.
da limitando así los problemas de aprendizaje que se HOROWITZ, M. J., (1997). The core caracteristics of
derivan de las dificultades de inserción de estos pacien- hystrical personality. In M.J. Horowitz (ed) Hysterical
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continuar estos tratamientos con la introducción de la KAGAN, A. ET SNIDMAN, N., (1991). Temperamental
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Este enfoque terapéutico relacional y psicoterapéuti- (8), 856-862.
co puede necesitar ser complementado con otros trata- KERNBERG, O. (1996). A psychoanalytic theory of
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trastornos graves de la personalidad con los neurolépti- KERNBERG, P., WEINER, A.S., ET BARDENSTEIN, K K.
cos llamados atípicos tales como la risperidona o la (2000). Personality Disorders. In Children and Adolescent,
olanzapina, y la fuerte labilidad del humor con los timo- New-York, Basic Books.
reguladores (valoproato o lamotrigina). En el niño bor- KLEIN, M., (1953). Quelques considérations théori-
derline hipomaníaco, en centro de día, el metilfenidato ques au sujet de la vie émotionnelle des bébés. In
tiene a menudo un efecto muy favorable para aumentar Developpement de la psychanalyse. Paris, PUF.
la capacidad de atención y participación en las activida- KNAUER, D. ET PALACIO ESPASA, F., (à paraître). De la
des escolares cuando existe una "relación privilegiada" parentalité à la personnalité de l'enfant.
con el docente. MAESTRO, S., MURATORI, F., CAVALLARO, M.C.,
PECINI, C., CESARI, A., PAZIENTE, A., STERN, D.,
Conclusión GOLSE, B., PALACIO-ESPASA, F. (2005). How young chil-
dren treat objects and people: an empirical study of the
El enfoque dinámico estructural, que es el nuestro, en first year of life in autism. Child Psychiatry Hum Dev, 35,
la comprensión de la génesis y de la organización de los 4, 383-396.
trastornos de la personalidad desde el bebé hasta la ado- MAHLER. M. (1962). Psychose infantile, Paris, Payot
lescencia, intenta poner en evidencia las posibles inter- 1973.
venciones terapéuticas precoces, procurando ejercer MANZANO, J. ET PALACIO ESPASA, F., (1983). Etude
una acción preventiva muy importante. Un enfoque de sur la psychose infantile, Lyon, Ed. Simep.
este tipo puede beneficiarse sobre todo de cualquier MANZANO, J. ET PALACIO ESPASA, F., (2005), La dimen-
forma de complemento terapéutico sintomático (psico- sion narcissique de la personnalité, Paris PUF.
farmacológico, sistémico, cognitivo-comportamental, MISES, M. (1990). Les pathologies limites de l'enfance, Paris,
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30 Psicopatol. salud ment. 2007, 10, 21-31


F. Palacio Espasa

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