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• Las pupilas se dilatan, la mirada

es más intensa.
• Proximidad mayor, una
inclinación más pronunciada,
brazos y cuerpo más abiertos.
• Relajación en las expresiones
faciales.

• La persona interpone un objeto


entre ella y nosotros.
• Mirada hostil o inexpresiva,
postura tensa y poco o nulo
movimiento corporal.
• Cruzar los brazos
• Masajearse la nuca, acariciarse el pelo o la barba,
humedecerse los labios o chupar algún objeto.
• Abrir mucho los ojos, gritar, temblar, echarse hacia
atrás, contener la respiración, etc.
• Cara enrojecida, brazos en la cadera o cruzados,
respiración rápida, labios apretados.

• Golpear el suelo con el pie o


algún objeto; apretar, estirar o
pellizcar partes de la cara, o
morderse los labios.
• Cambiar la mirada: pupilas
achicadas, músculos faciales
tensos, y tórax de aspecto
rígido.
• Taparse la boca y/o oídos o rascarse.
Tocarse la boca, la nariz o los ojos.
• Mirada que tiende a ser “muy” fija o
esquiva, evita mirar al interlocutor.
• Utilizar gestos que refuercen o
distraigan de lo dicho.
• Buscar más complicidad con quien
escucha: copiar su postura,
acercándose, bajar la cabeza
haciéndola oscilar como apenado,
para conmover y ganarse la
confianza.

• Utilizar menos gestos y dejar el


cuerpo prácticamente inmóvil.
• Apoyar la cabeza en la mano para tratar
de no quedarse dormido.
• Moverse nerviosamente o levantarse,
cruzar y descruzar las piernas.
• Moverse en el asiento o mirar
constantemente el reloj.

• Suspirar, bostezar o cruzar y


descruzar los brazos.
• Mover incesantemente los
pies durante la
conversación.
• Sentarse al borde de la silla
indica el deseo de irse tan
pronto como sea posible.
• Apretar los puños.
• Tener el cuerpo rígido.
• Señalar con el dedo mientras se
habla (como si el dedo fuese un
arma).
• Establecer un contacto visual
prolongado e intimidatorio.
• Acercarse demasiado a la otra
persona, invadiendo su
territorio personal.
• Sujetarle un brazo o apoyarle
una mano en el brazo.
• Realizar gestos exagerados, sobreactuación.
• Usar un tono de voz excesivamente dulce o
convincente.
• Abuso de los contactos físicos que aparentan
ser afectuosos pero provocan en el oyente
tensión (Ej.: mano en el hombro).

• Uso casi teatral de la voz


(alteración melódica y rítmica)
acompañado con gestos
seductores o de complicidad o
enfado que se sienten poco
auténticos.
• Taparse la boca o
parcialmente la cara.
• Imitar el tono de voz o
estado de ánimo de
nuestro interlocutor.
• Poco contacto visual.
• Sonrisa nerviosa.
• Asentir constantemente.
• Postura encogida o
encorvada.
• Sostener una postura erguida y
al mismo tiempo relajada.
• Establecer un contacto visual
directo pero con pequeñas
retiradas.
• Gestos calmados.
• Brazos y piernas ligeramente
abiertas.
• Mantener una distancia
apropiada a cada situación sin
provocar incomodidad en el
otro, ni permitir al otro
intimidarnos.

Fuente:
Como saber si alguien miente. Ana Unamuno

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