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APRENDAMOS A LEER EL LENGUAJE CORPORAL

COMUNICACIÓN NO VERBAL

Que dicen las manos, las manos hablan por nosotros con sus movimientos, siempre
tengamos en cuenta el contexto donde nos desenvolvemos.

Manos en la cara:

1. Taparse la boca, 2- Tocarse la nariz, 3- Frotarse un ojo, 4- Tirar del cuello de la


camisa Estas primeras cuatro acciones espontáneas, implican que hay mentira o
engaño.

5- Rascarse el cuello: denota duda, incertidumbre.

1. Dedos en la boca: inseguridad, bajo presión

Gestos con las Manos:

1. Exhibir las Palmas: muestra verdad, honestidad, lealtad


2. Palmas hacia Arriba: posición de mendigo
3. Palmas hacia abajo: contención, restricción
4. Palma con Índice Apuntando: actitud agresiva
5. Frotarse las Palmas: expectativa positiva
6. Frotar el pulgar contra el índice: dinero
7. Dedos entrelazados: frustración está disimulando una actitud negativa
8. Manos en Ojiva: confianza y seguridad en si mismo
9. Manos tomadas detrás de la espalda: denota superioridad, autoridad, seguridad
10. Tomarse la muñeca detrás de la espalda o el brazo: denota autocontrol
11. Mostrar pulgares: actitud dominante, superioridad
12. Señalar con el pulgar: ridiculizar desdén

Mejillas y Mentón:

1. Apoyar la cabeza en la mano: aburrimiento


2. Mano cerrada en la mejilla: que está realizando una evaluación
3. Dedos en L: que tiene un pensamiento negativo
4. Acariciarse la barbilla: que está tomando una decisión

Manos en la Cabeza

1. Acariciarse la nuca: enojo, frustración


2. Palmada en la frente o nuca: que hubo un olvido
3. Manos detrás de la Cabeza: actitud dominante, superioridad

Los Brazos

1. Cruce standard a la altura del pecho: actitud defensiva o negativa, inseguridad


2. Cruce con puños cerrados: defensa y hostilidad
3. Cruce con toma de brazos: actitud negativa de restricción
4. Cruces parciales: tomarse un brazo o tomarse las manos por delante y debajo de
la cintura, defensa de zonas íntimas

Las Piernas:

1. Cruce standard: actitud defensiva


2. Cruce en 4: competencia, discusión
3. Cruce en 4 tomándose la pierna: terquedad
4. Cruce estando de pie: incomodidad, tensión
5. Cruce de tobillos: vicio de postura, disimula actitud negativa

Ojos y Mirada

1. Dilatación de pupilas: sinceridad, actitud practica


2. Contracción de pupilas: mentira, enojo
3. Anteojos de sol: ocultamiento estratégico
4. Bloqueo visual:
1. Mirada de arriba: superioridad
2. Mirada de abajo: agresividad
3. Mirada esquiva: no hacerse cargo
4. Mirada de reojo: seducción, interés, curiosidad
5. Mirada de reojo agresiva: hostilidad
6. Control de mirada por parpadeo largo: el mensaje dice “ te borro de mi
mente”
7. Miradas Triangulo: Ojos – Frente: negocios

Ojos – Nariz: social


Ojos para abajo: intima

Posiciones de la Cabeza

1. De lado a lado: negación


2. Arriba y abajo: asentimiento
3. Arriba: neutral o evaluación
4. Inclinada lateralmente: interés
5. Inclinada hacia abajo: desaprobación, actitud negativa, opuesta

Gestos de Seducción

1. Arreglarse la corbata o los gemelos, Tocarse o arreglarse el cabello, Pulgares en


el cinturón, Exhibición de muñecas, Ondulación de caderas

Gestos de Alerta y Agresión

1. Manos en la cintura: desafío, agresividad


2. Sentarse en alerta: en el borde delantero de la silla, tomándose las rodillas con
las manos o teniendo el asiento
3. Pulgares en la cintura o bolsillos: agresividad sexual, virilidad
4. Indicar con el dedo: desafío
Los Gestos que indican Poder

1. Ubicación en torno al escritorio


2. Tamaño y altura del asiento
3. Características y ubicación del escritorio
4. Elevadores de status: accesorios de escritorio

Otros gestos Comunes

1. Montarse en la silla: escudo, protección


2. Sentarse en el borde de la silla: intento de fuga, inseguridad, poco interés
3. Reclinarse en la silla: seguridad, comodidad, actitud positiva
4. Recoger basuras imaginarias: indica desaprobación, desacuerdo, en este caso el
gesto al que me refiero es el que moviendo las manos hacemos como si
juntáramos las migas del mantel.

ALGUNOS TRUCOS PARA TENER EN CUENTA EN NUESTRAS


ENTREVISTAS

Usa tus ojos para hablar:


Los ojos son las ventanas del alma. La persona que mira limpiamente a los ojos de
otros, es una persona segura, amistosa, madura y sincera. Sus ojos y su mirada pueden
decir tanto porque expresan prácticamente todas las emociones: alegría, tristeza,
inquietud, tensión, preocupación, estimación o respeto. Por sus ojos muchas veces se
puede saber lo que está pensando. Por eso, constituyen una ayuda poderosa en la
conversación.

Usa adecuadamente tus manos:


Tus manos se pueden aprovechar muy bien para complementar tus palabras y dar
mayor fuerza a tu conversación. No las utilices inútilmente y mucho menos para hacer
cualquier cosa que distraiga a la otra persona. Tampoco las uses violentamente,
palmoteando o pasándoselas casi en el rostro a la otra persona.
.
Cuidado con lo que tocas:
Hay muchas personas que siempre están dando palmadas en la espalda o tocando a los
otros en los brazos, como para llamar su atención. Es bueno demostrar cariño, pero
también hay que guardar el debido respeto a los demás. Muéstralo no tocando a la otra
persona innecesariamente. Hay quien se siente muy molesto si le tocan, ten cuidado.
Pero tampoco hables o escuches con las manos metidas dentro de los bolsillos porque
eso denota indiferencia y mala educación.

Gestos que denotan impaciencia o aburrimiento: La actitud física demuestra lo que


el alma está sintiendo. Si alguien finge interés en una conversación, la otra persona se
dará cuenta muy fácilmente por sus gestos y ademanes. Moverse nerviosamente o
levantarse, cruzar y descruzar las piernas, moverse en el asiento o mirar constantemente
el reloj demuestra aburrimiento y es una gran falta de respeto. Si tienes que mirar la
hora, hazlo en el reloj de otro.
Aprenda a sentarse:
Aprende a sentarte tranquilo y comportarte cuando se escucha. Reparte equitativamente
el peso de tu cuerpo para no cansarte mientas estás sentado conversando. Si te sientas en
el borde de la silla, es indicativo que deseas irte tan pronto como sea posible. Si
cambias constantemente de posición, estás expresando a gritos que te aburres. Si
mueves incesantemente los pies durante la conversación, tu interlocutor pensará que
estás molesto, inseguro, irritado, nervioso, cansado o aburrido. Sitúate en una posición
cómoda y descansada que te permita respirar mejor y manejar mejor tu voz.

Controle su mirada:
Cuando estés hablando con alguien, no estés mirando a todos lados: a la ventana, al
techo, al suelo o limpiando tus uñas. Tampoco mires morbosa y curiosamente los
zapatos, pantalones, camisa o peinado del que habla. Mantén el contacto ocular, pero
sin fijar en exceso la mirada: eso lo hacen los locos. De todas formas, si quieres fijar la
mirada durante mucho tiempo en alguien sin cansarte psicológicamente, mira su
entrecejo. Para el otro/a no hay diferencia.

Controle las expresiones de su rostro:


¡Sonría! Intercalar sonrisas cálidas y francas en la conversación transmite confianza,
alegría y buena disposición. Sin embargo, no exageres. Sonreír demasiado
frecuentemente puede convertir el gesto en una especie de mueca y dar la impresión de
que es algo hueco, vacío y fingido. Apretar exageradamente los labios puede delatar que
tienes dudas o desconfianza acerca de lo que el otro está diciendo o sugerir que no estás
expresando realmente lo que piensas o sientes.

ANEXO

¿Te comunicas bien?


Califica cada una de las frases que aparecen a continuación con las siguientes
numeraciones:
1: No muy exacta
2: Ligeramente exacta
3: Generalmente exacta
4: Muy exacta

1 2 3 4

1. Yo sí sé escuchar. Estoy siempre atento y en actitud receptiva.

2. Cuando me encuentro con alguien por primera vez, trato de dar una buena impresión.

3. Cuando hablo, lo hago oportunamente y me expreso de forma correcta. Mis palabras tienen un
efecto notorio sobre los demás.

4. Me encuentro animado al hablar. Mi lenguaje corporal es rico.

5. Empleo la modulación y el volumen de voz para reforzar lo que digo.


6. Cuando participo en una conversación siempre trato de ser amable.

7. Hasta la fecha, mis técnicas de comunicación interpersonal son la clave de mi éxito.

8. Comprendo la importancia que tiene el dominio de mí mismo y siempre lo practico.

9. Interactúo bien con la gente porque entiendo todos los elementos implicados en la
conversación.

10. Siempre cuido lo que digo porque sé que hasta las paredes tienen oídos.

11. En muy pocas ocasiones hablo acerca de una información o la revelo si considero que puede
ser delicada.
12. Puedo permanecer en silencio a propósito, pues ejerzo un excelente control sobre cada
palabra que pronuncio.

13. Ejerzo control sobre lo que digo, incluso después de beber algunas copas.

14. Siempre me siento obligado a confesarlo todo para desahogarme.

15. Confío poco en los demás.

16. Soy capaz de guardar un secreto.

17. Muy pocas veces me siento impulsado a cometer una indiscreción.

18. Creo que las filtraciones de información en una empresa son graves y negativas.

19. A menudo doy, inconscientemente, claves ocultas en mi conversación.

20. Nunca participo en altercados o discusiones.

21. El control que ejerzo sobre lo que digo es algo que sale natural de mí.

22. Siento que me comporto muy bien en la mayoría de las conversaciones.

23. No reacciono emocionalmente cuando me siento atrapado o me provocan.


24. Entiendo mis sentimientos recónditos y sé porqué digo ciertas cosas.

25. Sé cuándo es mejor guardar silencio.

26. Me cuesta mucho trabajo guardar para mí mismo la información importante que se me
confía.

27. Casi nunca empleo palabras malsonantes en un ambiente social o laboral.

28. Sé escuchar a los demás pero con frecuencia no presto atención a lo que me dicen.

29. Sé cuándo debo dejar de hablar a los demás.

30. Soy muy eficaz cuando se trata de persuadir a las personas de que comprendan mi punto de
vista o de que hagan lo que yo deseo.
31. A pesar de que me gustaría ser franco, creo que no podría sobrevivir si digo siempre la
verdad, así que miento de vez en cuando.

La traición del rostro


17-06-2006

Cuando el mentiroso es consciente de


ello, tiene
su forma de decírselo a los demás, si
saben verlo

n un experimento, se les mostraron a


varias personas dos fotografías en
apariencia idénticas del rostro de una
persona y se les preguntó cuál les
resultaba más atractiva. Pese al parecido,
la gran mayoría de las personas eligió
una de las dos fotos. La poco evidente
diferencia entre ambas imágenes es que a
la que resultó favorita se le habían retocado las pupilas para que se vieran más grandes,
más dilatadas, y esto era interpretado favorablemente por el espectador.

La psicología tardó mucho en establecer científicamente lo que ya sabían los


mercaderes de varias culturas hace siglos: el diámetro de las pupilas no es sólo función
de la luz, sino que también tiene un componente emocional. Cuando algo nos
desagrada, las pupilas se contraen, pero si algo nos agrada, se dilatan. Esto ha sido
usado por los comerciantes para saber hasta dónde pueden regatear el precio de un
artículo. Si las pupilas del cliente se dilatan notablemente, parten de la idea de que
estará dispuesto a pagar más por el artículo que si no lo hicieran.

En el caso de las dos fotografías del experimento, el espectador interpretaba que la


fotografía de la persona con las pupilas dilatadas era preferible precisamente porque en
ella la persona parecía hallar más agradable nuestra presencia que en la fotografía de
junto, donde las pupilas estaban contraídas en señal de rechazo.

Esta reacción, como muchos otros gestos humanos, es totalmente innata y no depende
de la cultura. Del mismo modo, la sonrisa, el llanto, la expresión de tristeza, la
expresión de furia y la de asco o la reacción de saludar a un conocido levantando las
cejas son comunes a todos los seres humanos, sin importar su cultura, su idioma o su
religión. Como contraparte, otros gestos como el asentimiento (mover la cabeza arriba y
abajo, o a los lados) dependen únicamente de la cultura.

Es lógico que la expresión del rostro sea innata porque era la forma esencial de
comunicación entre los prehumanos antes de la aparición y desarrollo del lenguaje, ya
que un malentendido de expresión facial podía ser desastroso para el individuo y para la
manada. Y por eso tampoco es raro que, también, el control de la expresión de nuestras
emociones sea parte de nuestra educación: no reírse en momentos determinados, no
llorar en público, controlar el enojo (o al menos que no se note) son actos considerados
útiles para enmascarar lo que realmente sentimos.

Formas de medir

Ese ocultamiento es una forma de mentir, y el ser humano siempre ha deseado saber
cuándo uno de sus prójimos miente. Para detectar la falsedad se han propuesto
herramientas como el polígrafo, mal llamado detector de mentiras, que mide algunas
variables (resistencia eléctrica de la piel, pulso, tensión arterial, frecuencia respiratoria)
sobre la suposición de que todos esos aspectos se alteran cuando mentimos. Si bien esto
es cierto en principio, en realidad esos aspectos también se pueden afectar por
muchísimos otros factores emocionales y fisiológicos que nada tienen que ver con la
mentira, mientras que un mentiroso frío y controlado puede decir las mayores
barbaridades sin que tales aspectos sufran alteraciones.

Ahora parece que la mejor forma de determinar, con algún grado de certeza razonable,
si alguien miente es volver a nuestros orígenes genéticos: mirar la expresión de quien
habla. Más allá de ciertos lugares comunes o tópicos (como el que quien miente desvía
la mirada), los psicólogos experimentales han podido dar con indicadores clave
mediante los cuales el rostro traiciona mediante sus expresiones al mentiroso.

Paul Ekman, por ejemplo, uno de los mayores expertos en la mentira y las expresiones
faciales, señala que hay movimientos faciales que no son voluntarios en lo más mínimo,
como el estrechamiento de los labios que se da en momentos de furia, y que
difícilmente se pueden hacer voluntariamente, de modo que quien finge estar enojado
no muestra esta característica clara de una emoción genuina.

Estos signos conductuales precisos de las emociones que realmente experimenta el


sujeto son considerados fiables por su complejidad, aunque Ekman no deja de notar que
también se pueden falsificar si el mentiroso acude a técnicas como el método
Stanislavski de la actuación, en el cual el actor evoca en su interior la emoción real en
lugar de tratar de imitar sus signos externos. Así, para fingir que estamos ‘furiosos’
contra una persona, podemos evocar nuestra furia contra otras cosas, otra persona,
ciertas ideas, etc. Aún así, para 1991, las mediciones de Ekman podían detectar al 85%
de los mentirosos (en el caso de mentiras en las que se jugaba algo importante:
matrimonios, dinero, cárcel, etc., pues el miedo a ser descubierto también lo revelan las
expresiones). Ekman diseño un sistema de numeración de las posiciones de distintos
músculos faciales según la emoción a la que corresponden.

El psicólogo social Mark Frank, colaborador de Ekman en varias investigaciones, ha


clasificado los micromovimientos involuntarios de los 44 músculos faciales del ser
humano, identificando patrones de ‘microexpresiones’ como los de mentira, engaño,
tensión o desconfianza, y, utilizando la numeración de Ekman, ha generado en la
Universidad de Buffalo un programa informático capaz de leer tales microexpresiones y
valorarlas.
Las expresiones

Según Science Daily, el propio Frank se apresura a aclarar que una o muchas
microexpresiones, por sí mismas, no prueban nada, sólo son indicaciones valiosas y
siempre en el contexto de otros signos conductuales. Y más allá de su programa
informático, sus experiencias y conocimientos hoy sirven para que profesionales de las
fuerzas de seguridad fortalezcan sus capacidades de detectar mentirosos.
Porque, en realidad, el mejor detector de mentiras siempre ha sido el ser humano, capaz
de evaluar e interpretar las expresiones de sus congéneres con gran velocidad y
precisión. Y, ayudados del conocimiento de la psicología social, los más interesados en
descubrir mentirosos pueden realizar un trabajo más efectivo determinando cómo
nuestro rostro puede traicionar nuestras peores intenciones.

Suele ser difícil detectar cuando alguien está mintiendo, incluso si conocemos mucho a
esa persona. Pero una de las razones principales es que la gente no sabe cómo detectar
una mentira. Aldert Vrij y colegas han realizado una investigación de años de duración,
que incluye a expertos en interrogatorios policiales, y con sus conclusiones crearon una
guía mediante la cual se pueden detectar signos no verbales que prueban una mentira y
cuales no.
Primero los tres mitos más comunes:

1- La gente no suele moverse y mirar hacia los lados nerviosamente cuando mienten.
Incluso algunas fuerzas policiales tienen esta razón en sus manuales, pero es incorrecta.

2- Incluso los signos más conocidos no son fiables: reducir los parpadeos, más pausas al
hablar, tensión vocal, dilatación de la pupila, levantar el mentón o estar nervioso, no son
consistentes con alguien que está mintiendo.

3- Otro mito es el que dice que es particularmente difícil detectar mentiras entre los
amigos cercanos o compañeros ya que hemos llegado a confiar en ellos y no esperamos
que nos mientan.

La principal razón de que estos signos suelan ser tenidos como algo común entre
quienes mienten no sólo se debe a una desinformación de le gente, debido a la cultura
popular, sino que la gente tiende a creer que ella misma hace esas cosas cuando miente.

Ahora hagamos un repaso por lo que los investigadores dicen que es la justa para
detectar mentiras.

1- Las diferencias individuales son la llave. El comportamiento natural de algunas


personas suele lucir honesto, mientras que el de otras no. Esto solo no nos dice quién
miente, sino que hay que comparar. Se tienen que comparar falsedades con
declaraciones verdaderas.

2- Las micro expresiónes son clave. Los buenos detectores de mentiras pueden elegir
pequeños movimientos faciales que delatan mentiras. El problema es que al ser micro
son difíciles de detectar, tal vez sólo se pueda dar entre gente que se conoce mucho.

3- La inflexión vocal puede ser vital. Es más fácil de detectar las mentiras en la voz. Los
ojos son fáciles de controlar, así que a veces es mejor no prestarle atención.

4- La intuición también es buena, hay que dejarla flotar. Procesos implícitos


inconscientes pueden ser más efectivos que pensamientos dirigidos de forma conciente.

5- Mentir es un trabajo arduo, y puede tener altas demandas cognitivas en un individuo,


así que poniendo presión en un sospechoso de mentir puede ayudar a detectar la
mentira.

Como ven la detección de mentiras es un trabajo difícil y arduo, pero al menos tenemos
5 pistas de cómo empezar.
Referencia
Vrij, A. (2006). Nonverbal communication and deception. In: V. L. Manusov & M. L.
Patterson (Eds.). The SAGE Handbook of Nonverbal Communication. SAGE.

¿Sabía que las citas online son el mayor negocio de la web? Si usted es solter@,
probablemente haya incursionado alguna vez en uno o dos sitios. Si lo ha hecho, tal vez
se haya formulado una pregunta muy frecuente: "¿Cómo puedo saber si me están
mintiendo?" ¡No se preocupe! hay muchas maneras. Aquí le muestro algunas de ellas:

Primero, la mayor "razón" para mentir por Internet es la enorme difusión de este medio.
¿Qué interés podría existir en la historia común de una persona común? Sin duda,
mucha gente miente. Y saber discernir quién y quién no requiere una gran dosis de
sentido común.

Razones para mentir:

* Evitar conflictos

* Evitar las consecuencias de su conducta.

* Posponer cambios en su vida.

* Esconder algo que han hecho o que no han hecho.

* Evitar el rechazo.

* Controlar la situación.

* Evitar sentirse incómodos.

* Parecer más exitosos, buenos o talentosos de lo que son.

Todas ellas son buenas razones por las que la gente miente por Internet.

Cómo detectar las mentiras:

Una persona sincera sonará "congruente". Ésto quiere dcir que toda la información que
le esté dando (sus palabras, su lenguaje corporal, su estilo de vida y vestimenta, todo)
encaja, y no contiene contradicciones. La gente que miente es incoherente en algún
aspecto.

Lo que debe vigilar:

1. Cómo usan las palabras: escritas, por teléfono


o en persona:

Hablar muy aprisa o muy lentamente. Cambios


en el tono de voz. Hacerse cargo de la
conversación, intentando distraerlC. Negar
acusaciones continuamente. Fluctuaciones
inusuales de la voz, elección de las palabras,
estructura de las oraciones. Detener la
conversación usando repetidas pausas y
comentarios como "ehhh...", o "ya sabes..."
Estructura conversacional demasiado meticulosa
(puede que se haya escrito o estudiado los textos) Enfatizar demasiado la palabra "no"
mientras habla. Estar muy a la defensiva. Decir repetidamente "créeme".

2. Cómo se comportan o cuáles son sus actitudes

Mostrarse dudos@s. Risa nerviosa. Autosuficiencia. Calma poco común. Dar más
información específica que la necesaria o que la que se le pide. Inconsistencias cuando
debe repetir algo que ya ha dicho.

3. Claves durante los encuentros en persona:

Tocarse el mentón, cubrirse la boca o frotarse las cejas. Piernas o brazos cruzados.
Pupilas contraídas. Jugar con el cabello. El lenguaje corporal y las expresiones faciales
no coinciden con lo que está diciendo. Por ejemplo, decir "no" pero mover la cabeza
hacia arriba y abajo. Evitar el contacto ocular, mirar hacia la derecha, mantener la vista
fija en un punto lejano o en el suelo, o esquivar su mirada mientras hablan. Estar rígidos
o jugar con los dedos. Postura encorvada. Movimientos poco naturales o limitados de
manos y brazos. Encogimiento parcial. No señalar con el dedo. Muchos ponen una
barrera ante sí, como un escritorio o una silla. Sudar, incluso si no hace calor. Decir
"no" repetidamente.

4. Sus propias pistas internas:

Usted siente que algo va mal. Las explicaciones que le dan no le resultan suficientes. Se
siente confus@, se sorprende a sí mism@ entrecerrando los ojos o inclinando la cabeza.
Siente que hay una barrera entre usted y la otra persona.
En las citas por Internet, o en cualquier tipo de citas para el caso, trate de controlar su
ansiedad, mantenga su mente clara y ESCUCHE todo lo que su cita le diga en todo
sentido. La gente dice mucho más acerca de sí misma de lo que cree, desde el primer
segundo de contacto. Usted debe estar dispuest@ a escuchar. No sólo lo que le dicen,
sino lo que no le dicen.

Muchos de estos gestos sospechosos pueden provenir de la simple distracción o del


nerviosismo por la primera cita, no de la intención de engañar. Las personas que se
encuentran por primera vez tienen motivos para estar nerviosas. Las señales de la
mentira difieren de una persona a otra. No permita que sus propios nervios l@ lleven a
sacar conclusiones erróneas. Dele una oportunidad a su interlocutor y tómese su tiempo.

A menudo, la gente que establece citas por Internet pasa rápidamente a una
conversación telefónica o a un encuentro personal. De este modo se pierde la valiosa
oportunidad de hacer preguntas en una situación segura y estudiar las respuestas con
cuidado. La tensión y la ansiedad se acrecientan, haciendo difíciles la reflexión y el
juicio claros.

Usted tiene una tremenda ventaja con las citas online, en vez de los encuentros directos:
puede registrar por escrito lo que su interlocutor le dice. ¡Úselo! Tómese su tiempo y
conozca a su media naranja a la manera antigua: ¡por correspondencia!

POR QUE AL MENTIR LAS PUPILAS


SE DILATAN?
ps resulta que aprendi a detectar mentiras viendo las pupilas dela(acusada) jeje,,pero
kisiera saber ,,,,por ke el cuerpo ordena ke las pupilas se dilaten al mentir,
ke necesidad fisiologica lo necesita???

Mejor respuesta - elegida por quien preguntó


La activación se produce de la siguiente manera:
El lóbulo frontal de la corteza cerebral por la acción del hipotálamo activa la glándula
suprarrenal.
La glándula suprarrenal descarga adrenalina.
Las pupilas se dilatan.
El tórax se ensancha.
El corazón se dilata, aumenta la provisión de sangre.
Se produce un aumento de la tensión arterial.
Los músculos se contraen.
El hígado libera glucosa, el combustible de los músculos.
La piel palidece.
Los bronquios se dilatan para aumentar el volumen de oxigeno.

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