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República Dominicana

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA – UNIBE

PSICOPATOLOGÍA DE LA NIÑEZ

El psicoanálisis y pediatría: Etapa anal y Etapa fálica

Resumen del libro Francois Dolto

Natalia Serra (21-0226)

Sección 01

Profesora:

Vanessa María Francisca


El psicoanálisis y pediatría: Etapa anal y Etapa fálica

Etapa anal

Esta etapa dura desde los 1 a 3 años de edad, en esta etapa el 90% de los intercambios con
adultos son con el propósito de alimento, aprendizaje, limpieza y control de los esfínteres.

En el segundo año de vida para él bebe su área anal tiene un significado especial, en este
momento el individuo ha alcanzado su mayor desarrollo neuromuscular y el niño descubre el placer
que proviene de la retención de heces y la expulsión de estas, en esta etapa de la vida este aprende
sobre el placer autoerótico masoquista. El aseo por otra parte es proporcionado por la madre, de la
cual dependerá la calidad de la experiencia, si esta está contenta con el bebe, el aseo transcurrirá en
un ambiente agradable, pero si ha ensuciado sus pañales, será regañado y llorara, no obstante, esto
el aseo es una experiencia positiva, de consecuencia se asocian a la madre emociones
contradictorias este causando la primera situación de ambivalencia.

Al dominar la disciplina de los esfínteres, el niño comprende su poder y el de su propiedad


privada: sus heces, el poder autoerótico sobre su tracto intestinal y poder efectivo sobre su madre,
que puede o no recompensar. El "regalo" que le ofrece se equipara con todos los demás "regalos"
que se "dan", dinero, algunos objetos que se vuelven valiosos sólo porque se dan, incluso a un hijo,
a un hermanito o una hermanita, el cual, en las fantasías infantiles, la madre obtiene por el ano
después de comer alimentos milagrosos. Es el descubrimiento del placer sádico.

Al niño a la vez se le prohíbe jugar con sus excrementos, lo cual resulta en la renuncia de un
placer, pero a cambio de otro, ya que el modo de relación inaugurado en relación con las heces no
puede desaparecer, por lo cual se encuentran sustitutos sobre los cuales este pueda desplazar sus
afectos. En esta etapa el niño alcanza un desarrollo neuromuscular muy satisfactorio, creando la
posibilidad de imitar al adulto, no solo en sus palabras sino en todos sus gestos, logrando la
identificación, es activo, brutal, agresivo con objetos, no solo con los que están en su alcance, si al
niño le complace molestar y golpear es porque ama el adulto. Aquí entra el rol de la educación, ya
que el niño usa su agresividad por “capricho”, el papel de la educación es habituarlo a una
disciplina social.

Los componentes que se le atribuyen en la adultez a la fase anal son los caracteres
mezquinos, posesivos, avaros, testarudos, malhumorados, obstinados. El objeto de amor de las
personas con estos rasgos característicos es recrear la modalidad de las relaciones experimentadas
con sus padres adultos durante la etapa anal. Es importante recordar que el niño deriva de la cataxis
anal (pasivo-activa) lo cual permitirá establecer una serie de conocimientos relacionados con lo que
lo rodea, aprende a dirigir su afecto hacia objetos dándoles una realidad subjetiva, atreves de
repercusiones agradables o desagradables.

Etapa fálica

En esta etapa el interés se centra en la zona erógena fálica, el pene en el niño y el clítoris en
la niña, esto ocasiona una excitación natural de la micción, tocamientos repetidos del área durante el
aseo. Por lo mas frecuente que se manifieste esta “masturbación primaria” del bebe, esta cesa por si
misma para luego reaparecer en el curso del tercer año. Observamos pues que la existencia general
de esta masturbación infantil secundaria ha sido ignorada o malentendida por los adultos, hay que
reconocer que esta es muy manifiesta y persistente en presencia de los adultos, a pesar de las
prohibiciones, lo cual prueba que a la pulsión libidinose se ha venido a añadir una reacción
neurótica ya sea angustia, provocación o búsqueda de castigo.

La curiosidad sexual empieza desde el tercer año y su primer objetivo es saber de dónde
vienen los niños. Este interés a menudo es estimulado por la necesidad de saber de dónde viene un
hermanito o por la identificación con un compañero de juegos que está ya sea descontento o
gratificado por la llegada de un hermanito o hermanita. Los adultos generalmente evitan las
preguntas, pero el niño aprende que el vientre de la madre esta hinchado antes del nacimiento del
nuevo bebe y que esta luego amamanta. Dando así lugar a varias “teorías” con relación a el
conocimiento anatómico de este periodo: el concepto del sistema digestivo, el nacimiento por
defecación, la reserva de roles, la paternidad, estos raramente confirmados y por lo tanto
desvaluados por parte de los adultos educadores. En esta etapa surge otra pregunta, la diferencia
entre un niño y una niña, otra incógnita que los adultos comúnmente evitan responder, por lo cual el
niño utiliza su conocimiento personal, refiriéndose a su experiencia de la fase fecal muscular, y
responde “los niños son másu+

41 fuertes”. Esto generalmente siendo cierto en la primera infancia. Estos aprenden también
que los chicos orinan de pie, cosa que no pueden hacer las niñas, lo cual estos perciben como una
superioridad, mientras que la niña imagina que su clítoris crecerá.

Alrededor de los 5 o 6 años de edad las pláticas con los otros y los juegos sexuales entre
niños y niñas resolverán sus dudas.

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