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Páginas 12-18 escritas en el texto “Proyecto Pedagógico” Escuela alternativa

Espacio libre Candil. Aquí hablan brevemente algunos de los periodos de la infancia
de EVANIE REICHERT

Periodos en el desarrollo:
Conociendo las etapas de la infancia, cultivando la autorregulación en materia de
educación, trabajando para no reproducir de forma automática las neurosis del
adulto en el más pequeño, acertaremos más y nos sentiremos menos culpables de la
violencia cotidiana que ejercemos con nuestros hijos.
Evânia Reichert6

Evania Reichert habla de 6 periodos, que abarcan desde la gestación hasta el ingreso
en la adolescencia.
I. Periodo de Sustentación. (Gestación, parto y primeros días de vida)

II. Periodo de Incorporación (Recién Nacido-18Meses)

III. Periodo de Producción (18Meses-3Años)

IV. Periodo de Identificación (3-6Años)

V. Periodo de Estructuración (6-12Años)

VI. Ingreso en la Adolescencia

Veamos con más detalle cada momento hasta los 6 años:

I. Período de sustentación.

Que las emociones y vivencias de una gestante son percibidas por su bebé en el
interior del útero es ya una certeza. Tanto si la madre desea o no a su futuro bebé, si
vive el embarazo con tranquilidad o ansiedad son aspectos que se transmiten a través
del cordón umbilical que los une. Al nacer, y durante las primeras semanas de vida, el
recién nacido necesita recrear lo que vivía dentro del útero: sonidos suaves del
entorno, la voz de su madre y el contacto de toda su superficie corporal con el cuerpo
de su madre para escuchar su corazón y olerla. Además de alimentación, la s ucción
de la leche materna le permite, de hecho, abarcar las anteriores sensaciones de
contacto, olor y escucha.
II. Etapa de Incorporación. Fase Oral (Recién Nacido-18 Meses).

Todos observamos con fascinación como un recién nacido tan sensible y delica do, en
pocos meses será capaz de desplazarse por sí mismo, alcanzar y manipular aquello
que desea y expresarse. El bebé no está pasivo, sino receptivo. En los primeros meses
de vida (al menos los 12 primeros), la fusión madre-bebé es tan intensa que éste no
se siente un ser separado de ella. Y realmente es no debería existir separación entre
ambos. Laura Gutmman7 afirma de forma contundente que es falso que el niño
necesite de guarderías para socializarse; necesita a sus padres. El ser humano es un
ser social y como tal, no necesita socialización, más bien necesita un proceso de
individualización que le lleve a conocerse a sí mismo identificándose como una
persona única.

7 Laura Gutmman: Psicopeda goga a rgentina , formada con la renombrada psi coanalista francesa Françoise Dolto. Es experta
en familia, crianza y en psi cología femenina en el puerperio.

Los primeros registros de vínculo, confianza en su madre, padre y demás personas


próximas quedan grabados en el cuerpo y psique del bebé generando sentimientos
posteriores de fe en la vida, en los demás y en uno mismo. En la fase oral, el bebé
incorpora el mundo, no sólo el alimento, sino el afecto y amor de su madre y padre.
Algunos estudios realizados con bebés y niños en orfanatos que han sido bien
alimentados, pero que no recibieron afecto o contacto físico, crecieron con
problemas no sólo emocionales, sino también físicos.
Un dato físico a tener en cuenta es que el bebé conoce el mundo a través de la
exploración oral. La boca le ofrece la experiencia idónea para hacerse una idea de lo
que le rodea: el pecho materno que le ofrece amor y alimento, las características de
los objetos (duro/blando, frío/caliente, grande/pequeño...) y el entrenamiento de sus
motricidad fina (precisión en agarrar lo que ve y quiere, llevárselo a la boca, darle
vueltas...).

III. Etapa de Producción. Fase Anal (18 Meses- 3 Años)

La principal característica de esta etapa es un impulso vital de autonomía. La madre


y el padre (y familiares) advertimos claramente el momento en el que empiezan a
responder con un “no” a nuestras peticiones. Y es que el conocimiento y dominio de
su cuerpo se ha ampliado de forma significativa: andar, correr, arrojar, subir, bajar,
comer sólo, quitarse la ropa….. Esta necesidad de independencia trae consigo un
deseo de responder a su voluntad casi inmediatamente; si ésta no es satisfecha
cuando ellos lo requieren, vivenciamos lo que se ha pasado a llamar las pataletas o
rabietas (términos que no nos gustan demasiado, dicho sea de paso).
Todas estas reacciones son normales y deseables para su sano desarrollo. Alrededor
de los 2 años ó 2 años y medio surgen impulsos de autonomía y diferenciación. A raíz
de aquí formarán su primer registro de poder personal (yo puedo, yo sé, tengo valor).
El ser conscientes de esta delicada fase nos ayuda a ser pacientes y amorosos.
Debemos tener cuidado con etiquetarlos (ahora y siempre) “es un protestón/a”, “es
un llorón/a”… o hacerlos sentir culpables “me sacas los nervios de quicio”, “es toy
cansada/o de ti”…
Su palabra más utilizada es el "no" y es fácil de entender: negando al otro, empieza a
expresar lo que él/ella "no es" porque aún no sabe realmente lo que "es". I ntentamos
explicarnos mejor:

¿Cómo se yo (peque) que soy otro y puedo hacer cosas diferentes a mi mamá/papá?
¡Pues llevándoles la contraria! Puede que aún no tenga claro lo que voy a ser pero así
sé lo que no soy: yo no soy mi s padres, por lo tanto ¡soy otro!8
8 La Crianza Feliz. Rosa Jové

El único problema para los niños y niñas, es que les conlleva un conflicto emocional
importante porque como los padres no entienden lo que pasa y normalmente se
enfadan con ellos, los niños notan que se están enfrentando a los seres que más
quieren y eso les provoca una ambivalencia de sentimientos. Eso, nada y más y nada
menos son las famosas “rabietas”. En estas conductas del niño o la niña no hay
ningún sentido de "ponernos aprueba" ni hay ningún juego de poder entre medio
(bueno a veces los padres/madres sí que se lo toman como tal, pero el niño/niña
nunca pretende "desafiar" al adulto, solo hacer cosas diferentes a sus progenitores).
Si el niño/a lleva la contraria es para comunicar algo muy importante: "¿lo ves?, me
hago mayor. ¡Yo no soy tú! Puedo querer, desear y hacer cosas que tú no quieres".
Como afirma Jové, las rabietas se pasan con la edad. Pensemos algo: Quiéreme
cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite, o lo que es lo
mismo: "intenta ponerte en mi lugar porque yo también lo estoy pasando mal".
En cuanto a los límites9, cabe recordar que antes de los tres años todavía tienen una
limitada capacidad para asimilar y recordar órdenes; quizás tengamos que repetir la
misma regla varias veces para que pueda integrarla. Las madres y padres (y
acompañantes) debemos practicar una firmeza amorosa. Y paulatinamente
expresaremos los límites cuando sean necesarios y seguidos siempre de una
explicación y razonamiento mediante un diálogo. Nunca deben ser impuestos.

Recordemos que de hasta pasados tres años de edad, el neocórtex infantil es incapaz
de procesar más de dos o tres prohibiciones. Si dirigimos 30 ¡noes! al niño... nos
parecerá que nos desobedece 27 veces. ¡Y no es eso! (E. Reichert)

Otra característica de esta etapa tiene que ver con la higiene y aseo personal10. Una
de las primeras proezas absolutamente personales que los niños realizan es el control
urinario y de la expulsión de heces. Este período sensible exige, también apoyo,
comprensión y paciencia. Debe ser un proceso fluido, sin presiones y angustias. Cada
cual tiene su ritmo.
10 Cabe destacar que existe la opción de la higiene natural infantil o “método sin
pañal”. Que consiste en observar e ir conociendo las necesidades y señales de
comunicación de tu bebé.

Quizás las madres notemos que nuestro hijo o hija requiere nuestros brazos más a
menudo y le cuesta mucho despegarse. Y es que en su “descubrir el mundo” y
desplegar su autonomía surge un miedo a lo desconocido y a separarse de aquello
que conoce y tanto quiere. Así que frases como “tiene mamitis” o “está demasiado
pegado” dichas con la intención de expresar que algo va mal, están fuera de lugar. Es
normal que requieran ese apego y no debemos etiquetarlos y hacerlos sentir mal por
un impulso innato que poseen y que no pueden ni debieran evitar.

IV. Periodo de Identificación 3-6 años

La importancia del Desarrollo sexual.


Desde el mismo momento de la gestación, los niños van pasando por diferentes
periodos de desarrollo conforme van creciendo y madurando. De 3 a 6 años, en
función de los diferentes autores que lo han investigado, podemos encontrar que se
llama:
Genital infantil o fálico-periodo de identificación (Reich y seguidores),

Fálico genital (Freud y seguidores)

Iniciativa versus culpa (Erickson y seguidores)

Qué pasa en este periodo de desarrollo infantil.


Después de aprender a gatear, caminar, hablar, infinidades habilidades motoras,
ahora el niño de 3 a 6 años ha llegado a esta nueva fase en la que se da una fusión
entre el cuerpo y la persona, con una curiosidad intensa y explícita: quiere saber
cuáles son las diferencias anatómicas entre los sexos y quiere explorar la energía que
ahora siente de forma diferente en sus genitales.
Además en este periodo, como investigó Erikson y que Evânia Reichert expone, se
desarrolla en el niño una preciosa virtud, la iniciativa. Una iniciativa que es fruto de la
fuerte curiosidad que nace a esta edad.
Esta curiosidad por el propio cuerpo es grande y va unidad a otras curios idades y
posibilidades de expansión y de placer. Un placer que no se puede entender como el
placer sexual adulto, centrado en el orgasmo o en lo erótico-genital. Si no que es un
placer que abarca un ámbito general.

El placer
En esta etapa de la infancia, descubrir el placer que proporciona el propio cuerpo va
unido a permitirse disfrutar del placer en todos los ámbitos de la vida: placer por
comer algo gustoso, placer de jugar con los amigos, placer de divertirse, placer de
amar a mamá y papá, placer de recibir amor.
En esta fase de desarrollo sexual infantil, los genitales del niño y de la niña reciben
por primera vez en su corta vida, una intensa y concentrada carga de excitación. En
el caso de los niños, las erecciones son frecuentes y en las niñas la libido va a activar
sensaciones intensas en el clítoris (en la zona de la vagina no será hasta llegado a la
pubertad).
Por eso es necesario que los adultos no castremos, no reprimamos, ni juzguemos de
feo o de malo las conductas de roces y masturbación en los niños y niñas.
En resumen, unido al desarrollo de la sexualidad infantil, en este periodo de 3 a 6
años también maduran otras aptitudes en el niño y la niña y todas son importantes
para su bueno desarrollo:

- la búsqueda por el conocimiento,

- la iniciativa

- la espontaneidad

- la creatividad

- la inventiva

- la capacidad de disfrutar del placer

- transición entre el Yo Soy y el Yo puedo

Destacable también en esta etapa de 3-6 años estos otros aspectos que recogemos
de Piaget:
Es la llamada etapa senso-motriz preoperativa. Esto significa que lo que necesita el
niño y la niña es activar todo su potencial sensitivo (tacto, olfato, vista, oído y gusto) y
motriz (correr, saltar, deslizarse, trepar, andar, voltear, etc.) para encontrar la calidad
de las cosas (diferencias de temperatura, humedad, rugosidad, elasticidad, etc. en el
tacto con materiales, diferencias entre sonidos, diferencias en texturas, etc.).

Todo esto se aprende interaccionando con el entorno. El adulto puede creer que es
él el que ha enseñado al niño/a a distinguir entre liso y rugoso mostrándoles
diferentes texturas, pero realmente ha sido el niño/a solo quien lo ha comprendido
experimentando con el material.

Si el niño no experimenta muchas veces con un mismo material no comprenderá


cual es la calidad de dicho material, en el mejor de los casos aceptara lo que el
maestro/a le dice y lo repetirá para satisfacer la vanidad de los adultos y poder recibir
el amor de aquellos de los que depende.
Esta etapa es importante en tanto que se descubre la calidad de las cosas para
poder en la siguiente etapa (etapa sensomotriz operativa de 7-13 años) establecer
relaciones entre ellas para saber cómo funcionan las cosas.

5 Adultocentrismo: Exa gerado egocentris mo del adul to que se cree superior al niño y la niña , ejerciendo abuso de poder.

6 Evânia Reichert es es cri tora , periodista y profesora del Progra ma SAT, creado por Claudio Na ranjo. Convencida de que la
auténti ca revolución empieza por cria r y guia r bien y que la inteligencia no depende tanto del ADN como de los besos y
abra zos que recibimos en la infancia -y ta mbién a lo la rgo de la vida . Lo expli ca en detalle en su libro “Infancia , la edad
sagrada ”. Centra su enfoque en los conceptos de autorregulación, y respeto de los tiempos y ca ra cterís ti cas de los niños
desde las pri meras etapas .

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