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26-9-2022
científica y tecnológica en la vida
del hombre y el problema de la
libertad , de reflexionar sobre la
Libertad y determinismo .
En el mundo moderno, por vez primera, la ciencia deja de ser un factor más de la historia para convertirse
en una fuente impulsora. La historia de nuestra época está decisivamente afectada por la ciencia, por sus
aplicaciones técnicas. Tanto la ciencia como los científicos están implicados en la historia económica,
política, militar o del pensamiento. El sabio aislado en su laboratorio, dedicado a experimentar según sus
curiosidades o fiado en el azar, dejó de concebirse en nuestra época.
Desarrollo
En la segunda mitad del siglo XX, la introducción de la ciencia en la vida cotidiana se aceleró
extraordinariamente con la revolución científico-técnica. La ampliación e intensidad de la introducción de
los resultados científicos en la vida impuso la necesidad de reconsiderar las nociones sobre el lugar de la
ciencia en el sistema de valores de la cultura. Junto a las transformaciones materiales de la vida,
emergieron cuestionamientos éticos y existenciales profundos. Dentro de este desarrollo científico uno de
los apremiantes que más controversia ha ocasionado es precisamente el impacto de esta revolución
científico técnica en el campo de la salud junto a otros grandes descubrimientos que han alertado a todo
el planeta como son la clonación y la transgénesis.
En el campo de la salud son innumerables los ejemplos relacionados con el desarrollo de la ciencia y la
técnica y sus implicaciones éticas, tal es el caso de los nuevos conceptos de muerte en especial el de la
muerte encefálica y el estado vegetativo persistente y es que la muerte, como hecho que afecta al ser
humano y desde los propios orígenes del hombre, ha sido abordada de forma muy heterogénea según la
concepción teológica, filosófica o científica que se tenga del mundo, esta heterogeneidad se debe a que
las diferentes maneras de analizarla no siempre coinciden, mucho menos se complementan a plenitud.
Cada una de ellas aspira a interiorizar, conocer y poseer el fenómeno de la muerte por lo cual definir a
una persona como muerta presupone una serie de dilemas éticos legales y morales, la introducción del
concepto de muerte encefálica origina nuevos cuestionamientos donde los métodos históricos
relacionados con el tema deben ceder ante nuevos criterios probados científicamente. Esto motivó una
verdadera revolución en el concepto de la muerte, cuando la atención se desplazó hacia definiciones
basadas en considerar la pérdida definitiva de funciones integradas en el encéfalo.
Los avances de la genética molecular, han creado, por supuesto, no sólo un gran interés en todo el
mundo, sino una amplia expectativa sobre la contribución que sus resultados pueden dar al mejoramiento
de la salud humana, el alargamiento o «inmortalidad» de la vida, a tener hijos por encargo, etcétera. Sin
embargo, estos avances tomaron desprevenidas a las disciplinas del deber ser y las enfrentaron, cruda e
inesperadamente, a una serie de acuciantes preguntas en relación con qué debe ser permitido, dentro de
qué limites y hasta cuáles consecuencias. Lo cierto es que las respuestas éticas resultantes no se
corresponden con el desarrollo que en este sentido ha alcanzado el mundo científico .
La clonación en mamíferos, particularmente la de una oveja adulta a partir de una célula mamaria (Dolly),
permitió valorar las perspectivas que abrían estos resultados, pero también las interrogantes que se
planteaban sobre la posibilidad de extensión de esta tecnología al ser humano, pues en esos momentos
se encontraba en plena efervescencia el desarrollo del proyecto sobre el genoma humano. El impacto de
estos resultados dio origen a respuestas inmediatas, entre las que se encuentran lo planteado en la
Declaración Universal sobre el Genoma Humanos y los Derechos Humanos, aprobada en la Conferencia
General de la UNESCO en 1997, en relación con a la cual su Director General expresó: "Más allá de los
conocimientos y las capacidades tecnológicas, corresponde a la ética tasar el límite entre lo posible y lo
aceptable. Ni la ciencia ni la tecnología pueden hacerlo" .
Como otro elemento importante a tener en cuenta en la peligrosidad de estos métodos es que se alimenta
la idea de que algunos hombres pueden tener un dominio total sobre la existencia de los demás, hasta el
punto de programar su identidad biológica. Esta concepción selectiva del hombre tendrá, entre otros un
basamento eugenésico en detrimento de la integralidad del individuo y por tanto violando los preceptos
éticos conocidos hasta el momento en el desarrollo de la humanidad.
Uno de los grandes proyectos de finales del Siglo XX, el conocido Proyecto Genoma Humano y sus
indudables beneficios posibilita que los conocimientos derivados de él puedan causar perjuicios a las
personas y a la sociedad en su conjunto. Existen enfermedades que, aún cuando pueden ser
diagnosticadas tempranamente, no se conoce exactamente la función específica del gen que las
determina y, por tanto, no se pueden establecer métodos de terapia, e incluso muchas de ellas se
manifiestan en edades tardías. Lo que plantea el problema ético de si se debe promover el aborto de un
futuro ser humano que quizás pueda llevar una vida normal y completamente sana lleva a preguntarnos si
es correcto anticipar el diagnóstico de enfermedades que hasta el momento no pueden prevenirse o
tratarse y, por tanto, de mejorar su pronóstico.
En el caso de estas enfermedades, aun cuando se logren identificar los genes predisponentes, esto no
representará un beneficio preventivo o terapéutico; sin embargo, el conocimiento de esta afección puede
generar profundos dilemas en lo afectivo y en la calidad de vida de las personas involucradas.
El desarrollo de los métodos diagnósticos, acelerados por los resultados del mapa del genoma humano,
puede ser usado como instrumento de discriminación genética de individuos o familias, de modo que
encarezcan su cobertura de salud o incluso impidan o limiten su acceso a determinados trabajos. Esto
propiciaría la aparición de ciudadanos de segunda categoría, aquellos que por herencia, estuvieran
predispuestos a cualquier enfermedad crónica como la diabetes, la hemofilia, enfermedades
cardiovasculares, etcétera, lo que pudiera representar una nueva forma de minusvalía. Ahora que el PGH
ha demostrado que más del 99% del genoma es idéntico en todos los seres humanos, lo que deja sin
valor los argumentos biológicos para explicar las diferencias raciales, se acude a la discriminación
genética y se asume que ciertas constituciones son mejores que otras las células de una nueva función.
Se hace necesaria entonces la transición del médico de familia del pasado siglo a un médico que,
deslumbrado por los avances tecnológicos, subvaloró la significación de sus vínculos cognitivo-afectivos
con el paciente y su familia, los cuales fueron desplazados como recursos básicos en su gestión
profesional por el equipamiento moderno. El paciente dejó de ser una persona y se convirtió en un
conjunto de órganos, cuyas disfunciones o lesiones eran evidenciadas mediante pruebas de laboratorio o
gabinete, cada vez más sofisticadas, y cuyo diagnóstico y terapéutica, con igual nivel de aparataje,
llegaron a ser considerados los objetivos exclusivos de la más humana de las profesiones.
La atención al hombre y a su salud como concepto amplio ha sido beneficiado enormemente por el
desarrollo de la ciencia y la técnica y los ejemplos serían infinitos, la aparición de nuevas tecnologías que
facilitan la recuperación de la persona con una calidad de vida adecuada, equipamientos de todo tipo que
hacen posible llegar hasta lugares impensados del cuerpo humano, medicamentos preventivos que
posibilitan curar la mayor parte de las enfermedades conocidas, el trasplante órganos y tejidos, la cirugía
de mínimo acceso, vacunas para un gran número de enfermedades o la atención sistemática de
enfermedades crónicas entre otros aportes , nos hacen pensar en la necesidad de la aplicación ética de
cada uno de estos aportes, para beneficio del hombre y de la humanidad.
Los avances tecnológicos, constituyen un elemento de vital importancia para la vida y la salud humana,
pues ellos condicionan, el incremento de la calidad y el nivel de vida de los hombres y estos factores, son
indicadores fundamentales de la salud humana; sin embargo, una parte considerable de la población
mundial se ve privada de estos indicadores, pues el desnivel y desproporción en ese desarrollo científico-
técnico, de los distintos países, entre las distintas clases y sectores de estos países lo impide.
Los nuevos conocimientos adquiridos por el hombre, el desarrollo de nuevas formas productivas a partir
de la ciencia y la tecnología, la ampliación de los flujos informativos; la inclusión de todo esto en la vida
cotidiana en forma de objetos e instrumentos, conocimientos y modos de vida transformados, han hecho
hoy día el cambio preferible a la estabilidad, y elevado el valor social de la novedad y la creatividad.
Esta modificación de la vida cotidiana en dirección a la preferencia por el cambio podría entenderse como
un progreso, una ventaja, un hecho novedoso positivo. Ello sería totalmente cierto, si no se tratase de un
proceso en el cual la opción por el cambio y la instrumentación del saber se han convertido en amenaza
para la propia vida, y no sólo la humana .
La aplicación de políticas neoliberales, el debilitamiento de las funciones del Estado en la esfera social,
que limitan su capacidad para garantizar un desarrollo sostenible, con equidad, justicia social y
participación popular, es el impacto de la globalización en la esfera político social.
En América Latina, después de diez años de aplicación de modelos neoliberales, los resultados para casi
la generalidad de los países han sido que al lado del crecimiento económico y la relativa estabilidad
macro económica que exhiben como éxitos del neoliberalismo; se ha producido un deterioro de las
condiciones de vida de las inmensas mayorías empobrecidas del continente, ensanchándose cada vez
más la brecha social, y acelerándose el deterioro de la naturaleza. La falta de industrialización, pues el
desarrollo científico- técnico que ha alcanzado el mundo hoy no llega a nuestros países, condenados a
carecer de tecnología de punta, al atraso tecnológico y el desempleo y la informatización de las
economías se profundiza, descomponiendo la sociedad, afectando sus valores de solidaridad y justicia
social.
Es en América Latina, donde puede observarse el abismo insuperable que abren al interior de los países
las tendencias reinantes de la globalización neoliberal, y exponen al total olvido a las masas, de quienes
dadas sus nuevas funciones en la actualidad, se ha desentendido el Estado. Las tendencias
privatizadoras se asentaron también en la esfera de los servicios de salud, convirtiendo a los médicos en
mercaderes y los servicios médicos en instrumentos de comercialización. Este fenómeno no es privativo
solo de los países del Sur, sino que incluso, en países altamente desarrollados en los hospitales públicos
la calidad y rapidez del servicio, depende de cuanto pueda pagar el paciente.
En el campo de la salud, el ejercicio libre, la clínica privada, constituyen resultados legítimos del proceso
que se desarrolla en el campo de la economía, que busca a toda costa la vía de obtener ganancias con el
servicio.
El impacto en los sistemas de salud de los diferentes países, de estas políticas públicas manifiesta las
siguientes contradicciones fundamentales:
1. El paciente como cliente consumidor, como objetivo de la propaganda del sistema de salud.
2. La enfermedad es la base que sostiene el sistema de salud. Ella impulsa a la empresa que en forma
de grandes consorcios internacionales manejan hospitales, promocionan servicios, comercializa
medicamentos, etc.
3. La mercancía que se ofrece es el servicio de salud que puede ser adquirido por quienes posean
recursos y la calidad estará en dependencia de la cantidad de recursos que posea el consumidor o
cliente.
En otro orden de cosas el hambre, las guerras, las sequías y las inundaciones, son peligros que
amenazan directamente al mundo material y espiritual de la personalidad. Todo eso guarda estrecha
relación con el desarrollo de la ciencia y la técnica. El desarrollo de la RCT en tanto que cambio
tecnológico de nuestra época conduce ineludiblemente al establecimiento de unas relaciones de
producción que se corresponde con la nueva calidad de las fuerzas productivas. La RCT se nos presenta
como parte inalienable de este profundo cambio social .
Este proceso, que acelera el desarrollo social, influye grandemente en la organización de la actividad
científica, lo cual conduce, necesariamente, a cambios en la posición que asume el Estado y una parte
importante de la comunidad científica, así mismo, este cambio en el desarrollo de las fuerzas productivas,
condicionan un cambio en la fisonomía de la producción social, el contenido y carácter del trabajo, la
división social del trabajo, modificaciones en la estructura clasista de la sociedad, en las comunicaciones
humanas, orientándose hacia nuevas estructuras para el trabajo científico y sus relaciones con el sistema
social en su conjunto.
Conclusiones
Los cambios tecnológicos, específicamente en las ciencias médicas en la época actual se desarrollan de
forma acelerada con un impacto positivo en la salud humana. En las actuales condiciones, la brecha entre
los países desarrollados y subdesarrollados es cada vez más grande, sobre todo con la implementación
de las políticas neoliberales, reflejándose en los cambios científicos y tecnológicos.
Todos los sucesos de nuestras vidas están determinados, ninguno de ellos pudo ser de
otra manera y nuestro futuro está trazado.
Quienes sienten o creen tener la seguridad de que eligen libremente viven una ilusión
fruto de la ignorancia o del autoengaño.
Segunda respuesta incompatibilista: Determinismo y libertad son incompatibles y
dentro de ello se opta por la libertad.
Las personas son seres indeterminados y la libertad es una realidad. La libertad consiste
en elecciones indeterminadas en las que la persona rompe las cadenas de la causalidad.
Llegado el momento de elegir, la persona elige libremente, cualesquiera que sean los
factores que influyen sobre ella o la biografía que haya tenido. Si fuera posible que alguien
reviviese exactamente su pasado, de nuevo y ante la misma elección podría elegir distinto.
Es decir, tanto la conducta (acciones) como los pensamientos (elecciones) de las personas
pueden estar determinados metafísicamente (sólo un futuro es posible) y sin embargo las
personas pueden ser consideradas libres.
Para hacer compatibiles ambos puntos de vista, el compatibilista nos hace reflexionar
sobre qué es realmente la libertad humana.
Para tratar de comprender el compatibilismo, considera estas cuestiones:
▪ En la posición compatibilista, la libertad se adquiere (o se pierde)
gradualmente, en la medida en que somos conscientes de los factores que
influyen sobre nosotros y somos capaces de cortar esos hilos que tiran de
nosotros.
▪ La capacidad de predecir nuestro futuro, de razonar y planificar nuestras
acciones nos hace más libres, pues el conocimiento es fuente de libertad.
▪ Igualmente, para el compatibilista la capacidad de predecir las decisiones
de otra persona no la hace menos libre ni menos responsable.
Otra manera de resumir tres las alternativas posibles al problema de la libertad es la
siguiente:
▪ La libertad, entendida como la posibilidad de elegir en el último minuto; de
tener varios futuros posibles con un mismo pasado, es irreal, es una ilusión,
como nos van demostrando los avances científicos.
▪ La libertad, entendida como la posibilidad de elegir en el último minuto, de
tener varios futuros con un mismo pasado, es real, pero es inexplicable a la luz
del avance científico e incluso de nuestro sentido común.
▪ La libertad no consiste en poder elegir en el último minuto sino en ir
construyendo nuestra personalidad día a día, y así entendida, la libertad es
compatible con vivir en un universo determinado. De hecho, que el mundo siga
leyes hace posible ese tipo de libertad, pues al conocer lo que puede pasar,
podemos también tomar medidas para evitarlo.