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ABSTRAC

En el siguiente trabajo se analizaran las poblaciones cazadoras recolectoras de Sudamérica, en


relación a su movilidad, subsistencia y modo de vida. Además se llevara a cabo junto a una
reflexión sobre las problemáticas generadas por la colonización occidental sobre el modo de vida
de las sociedades cazadoras recolectoras de Sudamérica. Esto se llevara a cabo en base a los datos
recolectados por los distintos autores, relacionándolos a la deforestación y urbanización de los
ambientes selváticos de América del Sur, con el fin de reflexionar sobre si este modo de vida
siegue siendo viable en la actualidad.

Palabras clave: cazadores recolectores; Sudamérica; movilidad; sobreexplotación; destrucción;


Amazonía

Introducción
El modo de vida de los cazadores recolectores está basado en un sistema de sobrevivencia de
movilidad y como su mismo nombre lo dice caza y recolección. Este modo de vida perduro a
durante los inicios y gran parte de la historia de la humanidad, incluso aún en día perduran grupos
que subsisten por medio de este modo de vida. Pero esto se ha visto amenazado por el avance de
la colonización y urbanización occidental, la que trae consigo la destrucción de los espacios
naturales vírgenes, de los que los c-r obtienen la mayoría si no todo, su sustento y gracias al cual
pueden mantener su modo de vida.
Modo de vida Cazador Recolector
El modo de vida cazador recolector, basa su subsistencia en la caza y recolección de los que su
medio ambiente les ofrece, mantienen una movilidad constante. Ejemplos de estos son los Shuar,
Aché, Nukak, Achuar, entre muchas otras. Podría separar la movilidad diaria (Shuar Nu) y
estacional y ejemplificar con algunas sociedades c-r. Sus estilos de vida son alejados de los lujos,
pero no viven en forma precaria. Normalmente, su movilidad y dieta, es en relación al medio
ambiente en en el que habita. En el caso de los C-R de Chile, tenemos a los grupos Huentelauquén
de la zona del norte semi árido, incluidos en la Fase I y II de Llagostera (2005) y profundizado en
mayor medida con los estudios de Jackson durante la década del 2000. La cultura Huentelauquén
vivían en campamentos acentuados muy próximas a la costa, estos subsisten principalmente de
productos de la costa, pero de igual forma mantienen una conexión con las quebradas interiores
para la obtención de materias primas y alimentos terrestres, (lama guanicoe). Mantienen una
movilidad logística media –alta, llamado también patrón de “Nucleado-disperso”, por Jackson et
al. (1999), donde el grupo mantiene un campamento residencial base, y con una movilidad hacia
las campamentos de tarea, que están dispuestos hacia el interior según la necesidad de recurso ya
sea materias primas, alimentos, etc. En el otro extremo del país tenemos a los Selk´Nam quienes
presentan una situación un poco más extrema, debido a que la Patagonia presenta una gran
cantidad de isla a lo largo de XXXX Km, es por esto que los Selk’Nam desarrollaron un modo de
vida basada en la movilidad por medio de canoas, donde además vivían, logrando una gran
destreza para la navegación marítima. Estos grupos subsistían gracias a la recolección y pesca de
productos marinos, complementada en cierta medida con la caza de guanacos.

“Posteriormente, para comienzos del primer milenio de nuestra era, la abundancia de recursos
atraería el interés de las sociedades que vivían en los oasis y quebradas altas del interior,
provocando movimientos a lo largo de la transecta altitudinal” (Aldunate et al. 2010)

Por otro lado, en la amazonia paraguaya tenemos a los Aché, quienes presentan un nivel de
movilidad muy alta, donde no están en sus campamentos más de 1-2 días, no cuentan con
almacenamiento de alimento, puesto que lo consiguen y lo consumen durante las 24 hrs
siguientes, además los campamentos una vez abandonados, estos eran quemados. Pero para esto,
es necesario que el ambiente provezca gran cantidad de recursos y comida. Esta situación se daba
en la zona amazónica de América del Sur. Donde antes de la urbanización y la explotación de sus
recursos, era un paraíso de recursos, gracias a los cuales este modo de vida era posible. En el lado
de Brasil, los Nukak también aprovechan dicha amazonia, con movilidades logísticas donde
vuelven cada cierto tiempo a sus campamentos, el cual al dejar las semillas de los frutos comidos
anteriormente, se encuentra abastecido por estas mismas semillas, ya florecidas. Los nukak
reutilizan sus refugios y al igual que los Aché respetan los refugios que pertenecen a otra familia o
cultura, esto puede ser tomado como un indicador de que los recursos eran abundantes y no era
necesario la competición por estos. Es más debido a la abundancia de la selva, su modo de vida
esta bien nutrido y debido a la densa vegetación que además crece rápido, es mucho más fácil no
asentarse en ningún lugar en especial. Por su lado los Shuar, ubicados en la Amazonia Ecuatoriana
Sur, presentan una movilidad media baja, denominados semi-nómadas, este grupo presenta una
movilidad cada 5 años, moviéndose una vez acabado los recursos de la zona donde se encuentran.
Problemáticas

Este modo de vida ha sido sustentable y de bajo impacto, sin embargo este modo y el medio
ambiente donde se desarrolla, se ha visto amenazado, no por la sobreexplotación por parte de los
C-R sino por el avance de la sociedad occidental y colonizadora.

El avance del empresariado, el principal culpable de la destrucción de la amazonia, en busca del


petróleo escondido bajo la tupida selva amazónica. Persiguiendo este preciado recurso, una parte
de la población occidental busca explotarlo y exportarlo, trayendo consigo una urbanización
inminente que arrasa con el terreno que alguna vez fue plena selva. 16% de la selva amazónica en
su totalidad se ha deforestado ya sea por la presencia de poblados o por la deforestación para
agricultura y/o ganadería. A esta gran pérdida de los bosques tropicales se le suma la gran
cantidad de incendio durante los últimos años, alcanzando casi los 80,000 incendios en 2019 (BBC,
2019). Estos desastres, debido a la humedad y barrera natural del Amazonas es casi imposible que
se produzcan por manera natural, siendo en su mayoría iniciados por la acción humana, ya sea por
negligencia, o por la misma intención de deforestación para así ganar terreno para la agricultura
y/o ganadería.

Dicha deforestación trae consigo trae consigo la invasión de los territorios indígenas que aún
conservan su modo de vida de gran movilidad. Es aquí donde afecta principalmente ya que no solo
se reduce el territorio donde solían circular, sino que consigo reducen la cantidad de recursos
disponibles y por otro lado aumentan los peligros, incendios, enfermedades, escases de alimentos
y recursos, entre otras.

Esta situación no es algo actual, sino que presenta una larga trayectoria siendo incluso reconocida
a durante 1960, la cual se ve reflejada en la fundación del Museo Abya-Yala, antiguamente
conocido como el Museo Amazónico. Este museo fue fundado por el Obispo chileno Monseñor
Cándido Rada, quien llega a este país promoviendo la educación y expansión del sistema
Salesiano. Pero también llego con la emergente preocupación de la desaparición de las
poblaciones indígenas, ya que en Chile, el pueblo Selk´Nam fue perseguido y cazado debido a que
no se adaptaron al modelo de vida occidental y al tocar los intereses de los colonos, fueron
exterminados por el etnocidio indígena más grande al menos en Chile. Suerte parecida corrían los
grupos cazadores recolectores de la Amazonía ecuatoriana, ente ellos los Shuar, quienes se veían
invadidos por las empresas extractivistas en busca del petróleo que se ocultaba bajo la selva.

Además, podía inferirse de ciertas señales que los mismos grupos c-r comenzaban a dar. En el caso
de los Aché que originalmente quemaban sus campamento hasta 1982, posterior a esta fecha, los
campamentos ya no eran quemados e incluso presentaban equipamiento guardados en ellos, se
piensa que con la intención de volver a estos en algún momento dado. Además estos grupos se
asientan en las cercanías de las fuentes de agua, y debido a que los campamentos que no fueron
quemados presentan una cercanía a estos cursos hídricos, es prudente pensar que este recurso asi
como sus emplazamientos alejados de las urbes comienza a escasear.
El gran problema de la amenaza a este modo de vida, es que lo que la amenaza no necesariamente
puede notarse simple vista, algunas de estas amenazas van camufladas de buenas intenciones
pero que de igual forma afectan de forma negativa.

Conclusión

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