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Universidad Alberto Hurtado

Facultad de Ciencias Sociales 23 de octubre,2019


Arqueología / Antropología

Cazadores-recolectores complejos:
Más que una etapa una estrategia de subsistencia

Por: Diego Craviolatti Leiva


Teoría Arqueológica III
Resumen

El objetivo de este trabajo es analizar y reconocer las características que


convierten a un grupo cazador-recolector simple en uno complejo, y entender esta
transformación dentro de su contexto ambiental y tecnológico. Además, un breve análisis
de porque estos grupos fueron subestimados al simplificar su realidad. Al igual que Mena
(1991) se busca reconocer la gran variabilidad de estrategias que presentan los grupos
de cazadores-recolectores complejos y contradecir la concepción rígida y homogénea que
se tenía de estos grupos, evitando englobarlos en una categoría de simplicidad como se
hizo y ha hecho por tanto tiempo.

INTRODUCCIÓN

Cuando se habla de culturas de cazadores recolectores (C-R) habitualmente se


conciben como sociedades absolutamente primitivas y con una tecnología rudimentario,
sumado a que estos grupos dependen en su totalidad de las inclemencias del tiempo,
geografía, recursos de la zona u otros agentes externos, vagando de forma estacional por
el medio en el que viven, eso sí, con un conocimiento profundo de este espacio en el que
habitan.

Está generalización y simplificación de los grupos cazadores-recolectores, derivan


de las ideas generadas y expuestas de la conferencia “Man the Hunter” dirigida por
Richard Lee e Irven DeVore en 1966, donde se generó una imagen restringida de los
grupos Cazadores-Recolectores, la cual quedo con la idea generalizada de que lo que los
engloba es la simplicidad de estos grupos.

Debido a lo anterior, muchos de estos grupos de C-R son clasificados como


grupos arcaicos, o paleo grupos, esto porque en todo el mundo estos fueron los inicios de
las sociedades que posteriormente evolucionaron hasta llegar al holoceno como grupos
sedentarios que viven de la agricultura y ganadería. Pero, ¿qué pasa cuando estos
grupos no “evolucionan” ?, cuando viven de la caza y recolección no por obligación, sino
que, por opción y estrategia de subsistencia. Y a pesar de conocer modos de vida
sedentarios y complejos estos siguen con una estructura social y económica más sencilla
y viven de una forma nómade.
Universidad Alberto Hurtado
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Arqueología / Antropología

¿Qué define a los cazadores recolectores complejos?


Los cazadores recolectores complejos (CRC) y los cazadores recolectores
generalizados (CRG) son dos categorías en que Hocsman (2002) a catalogado y
abreviado para hacer más entendible sus diferencias, este autor señala que estas
categorías no necesariamente son contrapuestas, sino que pueden ser paralelas y surgen
como resolución a distintos fenómenos.

Los CRC se caracterizan según Hocsman (2002) por una movilidad residencial
reducida o semi-sedentarismo. Además, un factor necesario, es la presencia de
circunscripción social, estas limitaciones son impuestas por las condiciones naturales y
sociales. Aschero y Yacobaccio (1998/1999) señalan que estas circunscripciones dan
como resultado una movilidad residencial reducida y también mantiene a los individuos
dentro de su respectivo grupo.

Además, Hocsman (2002) se apoya de Yacobaccio (2001) para señalar que los
CRC se definen por la presencia de un comportamiento territorial, llegando incluso a la
defensa agresiva de su zona. Este comportamiento se pronuncia más en los grupos con
un mayor índice de sedentarismo o con una movilidad reducida. Este punto por lo visto
solo aplica a CRC con movilidad reducida, puesto que las tribus nómades, parecen
mantener una buena relación entre estas. Por ejemplo, en el texto de Mena (1991) los
CRC muestran distintas tácticas para subsistir y una de ellas, en el caso de los CRC con
una mayor movilidad, es el respeto por las otras sociedades cazadoras, evitando el
enfrentamiento e incluso apoyando la difusión entre ellos como lo fueron las tradiciones
canoeras, que en sus inicios navegantes, al no poder permanecer de forma permanente
en sus embarcaciones, mantenían sus bases aún en tierra, compartiendo muchos rasgos
culturales y tecnológicos con las tribus aledañas, que, al igual que ellos buscaban el
mismo fin de pasar su base terrestre a una marítima. Posteriormente estas sociedades al
mejorar sus capacidades navegantes y después de haber dejado su base marítima
original para internarse en las múltiples islas de Tierra del Fuego, dieron vida a los
antepasados de los Kaweshkar y Yámana (Mena 1991).

Otro elemento que según Hocsman (2002) define a los CRC, seria su alta
densidad poblacional y la presencia, en la mayoría de los casos, de grandes grupos, se
ha sugerido que los lideres aparecen como respuesta a la necesidad de controlar estos
grandes grupos (Kosse 1994 citado por Hocsman 2002). Este punto solo aplica para los
grupos de CRC semi-sedentarios de la Puna Meridional Argentina y del Norte de Chile,
puesto que los CRC nómades al menos en la zona del Cono Sur del continente
americano, la mayoría de estos grupos, no dejan una huella permanente y como señala
Mena (1991). “Es dudoso que ello responda a un aumento poblacional […] especialmente
si consideramos que la densidad demográfica efectiva en las planicies y mesetas
interiores, se mantuvo por debajo de la franja explotable […]”. (p.145)

Los CRC destacan por un conocimiento profundo del espacio en el que habitan, su
movilidad estacional requiere un amplio conocimiento de la geografía, recursos y época
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en donde estos abundan. Además, en algunos casos, como los CRC del Cono Sur,
prefieren zonas ecotonales, es decir donde convergen más de un bioma, ya que estas
zonas suelen atraer mayor diversidad y por lo tanto una gran abundancia de recursos de
distinta índole.

Los CRC también destacan por la creación y uso de una tecnología especializada,
la cual se crea o mejora en base a los recursos obtenibles y para la explotación de estos
mismos. Se han encontrado desde boleadoras para la caza de guanaco; arpones para la
caza marítima; molinos para la molienda de vegetales; puntas de proyectil para la caza de
fauna moderna, e incluso canoas (Mena 1991).

También, se hace presente la explotación intensiva de recursos particulares y por


presentar una especialización ocupacional, la que, en conjunto de una tecnología
especializada, dando como resultado una caza o recolección especializada. Como lo es
en el caso de las puntas de proyectil lanceoladas asociadas a la caza especializada de
camélidos en los Andes centro-sur (Hocsman 2002) esto por su recurrencia justo a los
restos óseos de estos animales. O en el caso del uso de boleadoras o de la bola perdida
para la caza de estos camélidos como ocurre no solo en la Patagonia, sino también en
Tierra del Fuego (Mena 1991)

Incluso la horticultura fue practicada en cierta medida por los CRC, en el caso de
los guaraníes se hace presente el maíz y otras plantas que solo se daban en estas zonas
tropicales amazónicas, frente a esto los cronistas señalaban que estas formas de cultivo
no se llevaban a cabo en lugares más fríos. “La necesidad de tierras para la horticultura
los llevó a establecer el control sobre algunas islas, que los cronistas mencionan incluso
con nombres de caciques guaraníes”. (Loponte et al, p.52)

Cabe destacar que para que se considere a un grupo como Cazadores-


Recolectores Complejos, no es necesario que se cumplan con todas estas características.
Los CRC han desarrollado su complejidad en base al ambiente, situación y recursos de la
zona en la que viven, por lo que las características de cada grupo dependen en su
mayoría de estas variables.

¿Qué obliga a estos a mantener la tradición C-R?


En la mayoría de los casos, esta estrategia de subsistencia se ve impulsada por
factores externos, en el caso de la Patagonia y Tierra del Fuego (Mena 1991) cuya
tradición C-R es la que más perduro en el continente (<1000 años). La variabilidad
ambiental es la gran impulsora de la mantención de esta, puesto que, en zonas del cono
sur, la agricultura es casi imposible, pero mantienen una variada fuente de recursos
faunísticos y para recolección.

En el caso de los grupos CRC de la zona Delta Paranaense, ubicados en el


humedal del Paraná inferior, se desarrollan en un ambiente casi inundado donde
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aproximadamente solo el 20% del área corresponde a zonas no inundables. En estas


zonas de gran fauna de mamíferos acuáticos/terrestres tales como coipos y carpinchos,
los pulsos de inundación condicionan tanto la fauna como las actividades humanas,
haciendo casi imposible los asentamientos permanentes, obligando a la vida humana de
esa zona a llevar una vida de alta movilidad (Loponte et al. 2003).

La búsqueda de recursos también es un factor que puede haber incidido en la


mantención de esta tradición. Por ejemplo, Mena 1991, en su texto señala, que en el caso
de las tradiciones canoeras de Tierra del Fuego, una de las posibles razones para que
estos cambiaran al mar, fue que estas sociedades fueron en busca de zonas ecotonales,
donde si bien predominan los recursos marinos, la mezcla de aguas a distintas
temperaturas en los canales interiores, favorece a una abundante biomasa en las orillas
de estos canales, estas zonas producen los recursos necesarios para la construcción de
sus canoas y la confección de los mástiles de los arpones.

Aunque bien, las razones anteriores por más que tengan sentido, no son más que
simples teorías generadas para buscar la respuesta a la incógnita de porque ocurre este
mantenimiento de la tradición C-R. Sin dejar de lado que aún se ignoran muchos factores
y posibilidades que pudieron haber empujado a estos grupos a esta estrategia.

Cazadores Recolectores Complejos una alternativa a la complejización sedentaria


Como se mostró anteriormente, la categoría de cazadores recolectores no es una
simple etapa que dio paso a la complejización sedentaria. Es más bien, una estrategia,
una flexible y simple para abordar ciertas complicaciones ya sean, geográficas, climáticas,
escases de recursos entre muchas otras, las cuales hasta el momento solo pueden ser
teorías de, por qué estos grupos decidieron o se vieron obligados a llevar este peculiar
modo de vida, que hasta a mediados de los 70’ y principios de los 80’ era considerado
simple y arcaico.

Como fue demostrado por los distintos ejemplos, la tradición cazadora recolectora,
demostró ser una alternativa a un modo de vida sedentario y complejo, en zonas donde
esto no era posible. Además, que no hayan logrado asentarse ni desarrollar la agricultura
no significa que sean más simples, si no que sus esfuerzos fueron puestos en otras
formas de afrontar su realidad, como fue en el caso de la caza especializada de guanaco
o el traspaso de una tradición terrestre a una marítima sin necesidad de asentarse en las
costas e incluso alcanzar técnicas de navegación a tal nivel de ser llamados “nómades del
mar” (Mena 1991). Esto y todo lo anterior, demuestran el gran nivel de complejidad que
estos grupos podían llegar a desarrollar, superando las barreras puestas por la geografía
y el clima de lugares tan inhóspitos que aun hoy en día no pueden ser habitados.
Universidad Alberto Hurtado
Facultad de Ciencias Sociales 23 de octubre,2019
Arqueología / Antropología

Referencias

1.-Mena, F. 1991. Tradiciones canoeras de los canales Fuego-Patagónicos. En


Cazadores recolectores en el área Patagónica y tierras bajas aledañas (Holoceno
medio y tardío) (N°4) Revista de Arqueología Americana (p. 145)

2.- Loponte, D. Acosta, A. y Musali, J. (2003) Complejidad social: cazadores-recolectores


y horticultores en la región pampeana. (Vol. 24) Archivos para las ciencias del
hombre N°1 (p. 52)

Bibliografía

1-Aschero, C. A. y Yacobaccio H. D. 1998/1999. 20 años Después: Inca Cueva 7


Reinterpretado. (N°18) Cuadernos: 7-18.

2.-Mena, F. 1991. Tradiciones canoeras de los canales Fuego-Patagónicos. En


Cazadores recolectores en el área Patagónica y tierras bajas aledañas (Holoceno
medio y tardío) (N°4) Revista de Arqueología Americana: 131-163.

3.-Hocsman, S. 2002. ¿Cazadores-recolectores complejos en la Puna Meridional


Argentina? Entrelazando evidencias del registro arqueológico de la microrregión
de Antofagasta de la Sierra (Catamarca)

4.-Loponte, D. Acosta, A. y Musali, J. 2003. Complejidad social: cazadores-recolectores y


horticultores en la región pampeana. (Vol. 24) Archivos para las ciencias del
hombre N°1:173-212.

5.-Yacobaccio, H. D. 2001. Cazadores complejos y domesticación de camélidos. En G.


Mengoni Goñalons, D. Olivera y H. Yacobaccio (eds.), El uso de camélidos a
través del tiempo: 261-282.

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