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TEMAS
HISTORIA DE LA AMAZONIA PERUANA
CARACTERÍSTICAS DE LAS CLASES SOCIALES
CIENCIA Y TECNOLOGÍA PARA LA AMAZONIA
CONTRIBUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS EN LA AMAZONIA
CURSO
REALIDAD NACIONAL Y DESARROLLO REGIONAL AMAZÓNICO
IQUITOS – PERÚ
2022
La Amazonia Peruana
La Amazonía peruana comprende un área de 782,880.55 km² al este de la Cordillera de los Andes.
Se trata de una de las áreas con mayor biodiversidad y endemismos del planeta, cubre dos regiones
naturales: selva alta y la selva baja, ocupando más del 62% del territorio peruano, después de Brasil,
es el segundo país en territorio de selva amazónica.
Es la región menos densamente poblada (8%) de este país. Sin embargo, goza de la mayor
diversidad humana, ya que distintas etnias aborígenes hacen vida en ella. La selva peruana es una
región ecológicamente muy importante, dada la gigantesca biodiversidad que alberga, bastante a
salvo de las intromisiones de la humanidad.
Millones de años atrás, el Amazonas no pertenecía a la cuenca del atlántico, pero sí, desembocaba
en el Océano Pacífico, antes de que existiera la Cordillera Andina. Sus antecedentes están
relacionados con la existencia de un viejo continente desaparecido. Hoy se reconoce en las
montañas del gran escudo de Guayana y en las montañas del Matto Grosso la existencia de dicho
continente.
El gran escudo de Guayana es una montaña maciza formada por antiquísimas rocas de granito y
cuarcitas de la era precámbrica 4,550,000,000 de años el mismo que se extendieron por la gran
planicie norte de la América meridional. La región montañosa de Mato Grosso se encontraba al sur
del actual Amazonas. Ambas elevaciones dividían los océanos pacífico y atlántico. Cuando salió del
fondo marino parte de una cuenca ubicada al oeste de ambas montañas los ríos que estaban cerca
del atlántico comenzaron a descender hacia el pacífico.
Millones de años después se inició el ascenso de la cordillera andina, originada por el choque de
una gigantesca placa submarina del pacífico contra Sudamérica comenzando así su inclinación
hacia el atlántico. Desde la cumbre de los andes se deslizaron cuantiosos sedimentos, los mismos
que se fueron depositando en la cuenca marina cuya salida única era hacia el Este. Poco a poco se
abrió un enorme valle entre las montañas de Guayana y mato grosso, comenzando a fluir hacia el
atlántico y se formó el Amazonas actual. Por un proceso largo en el tiempo las aguas saladas se
fueron convirtiendo en dulces, la fauna marina se adaptó a las nuevas condiciones ecológicas de la
naturaleza fluvial.
Durante el período de la conquista y colonización española de América, este territorio se asoció a
los mitos indígenas de El Dorado y el País de la Canela. Durante principios del siglo XX fue una
región de intensa explotación del árbol de caucho.
Los incas lo llamaron la región del Antisuyo, hoy es la selva alta, los andes amazónicos recorren de
norte a sur, las últimas estribaciones orientales de la cordillera andina. Están cubiertos por una
tupida vegetación., Los andes amazónicas cumplieron en rol importante en la cultura amazónica,
porque allí se desarrollaron muchas de las culturas por efectos de la colonización serrana.
En este sentido los andes en épocas muy remotas no fueron barreras de contención que impidieran
la penetración de grupos migrantes procedentes del llano Amazónico, de otra manera no hubiera
evidencias de ocupación en ambas partes.
El poblamiento de la Amazonía.
Tiene su antecedente en el poblamiento de América 50,000 años a. c vencida la barrera del mar del
ande y de la selva, los migrantes desplazaron en oleadas sucesivas por distintas direcciones. Sus
movimientos son de norte a sur, de este a oeste. Unos se asientan en las selvas marginales de
Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, parte oriental del Uruguay y Venezuela.
La Amazonia según estudios de Luis E. Valcárcel y Luis lumbreras, fue poblada hace más de
20,000 años. Los chibchas descendientes de los mayas, ascendieron la meseta andina para luego en
grupos descender por la cuenca del río magdalena y establecerse en las zonas del Caquetá,
Putumayo y Napo. Otro grupo fueron los caribes, que desde el lago Maracaibo, siguiendo el curso
del río Casiquiare llegaron al Amazonas y se establecieron en los territorios del Caquetá y
Amazonas. Los arawaks, se desplazaron de la boca del Orinoco, también siguiendo el curso del río
Casiquiare, penetraron al Amazonas, Ucayali y Tambo, llegando hasta la selva central. Los tupi-
guaraníes se desplazaron desde la cuenca del Paraguay hacia la Amazonia ocupando las selvas del
Brasil y del Perú.
Hace 5000 años a.C. hubo otro movimiento desde la boca del río Amazonas hacia la selva. Jeanine
Levisrre de Ruíz, nos dice que en el actual territorio de Manaos se estableció un núcleo cultural
amazónico donde se instalaron numerosas comunidades sedentarias perteneciendo a etnias de
lenguas proto-arawak o proto tupi-guaraní. Se especula que son descendientes de los arwaks: los
amueshas, campanas, machiguengas y piros; de los tupi-guaraní: los cocamas, cocamillas y
omaguas.
Es el periodo que marca la presencia de huelles de vida en las cuencas del Amazonas y del Orinoco,
coincidiendo con los cambios de habitad en las costas del atlántico y del pacífico hace
aproximadamente 5 000 años a.C...
PERIODO FORMATIVO.
Está asociado con el formativos del oriente ecuatoriano y peruano. No se define aun la procedencia
un origen de la presencia de la cerámica en el formativos selvático unos dicen que está en el
noroeste de América del Sur otros dicen que proceden de la sierra con fechas anteriores al año 2000
a.C. Lathrap, Lumbreras y Ravines nos dicen que la cerámica formativa fue introducida de los
andes septentrionales a través de la selva.
Corresponde a una época de desarrollos nuevos: cerámica roja entre incisiones y cerámica
corrugada. Sus orígenes estuvieron fuera de la amazonia superior, en la Amazonia central o en la
sierra.
PERIODO TARDÍO.
Se llama clases sociales a los distintos peldaños en que se puede estratificar la sociedad, atendiendo
a diferentes diversos principios de clasificación, como pueden ser el poder adquisitivo o económico,
la posición dentro de una burocracia o institución, o la función productiva en el marco de la
sociedad. Asimismo, la clase social es un concepto construido sociológicamente, basado en
observaciones empíricas y teóricas, y en este sentido, vale la pena ver cómo se constituye, para que
podamos utilizarlo de la mejor manera posible.
Cada una de las clases sociales suele distinguirse de las demás en base a características específicas
que definen su nivel y calidad de vida, su rol en la jerarquía de la sociedad, entre otras cosas, lo cual
no significa que sean capas aisladas, sino que usualmente se consideran estratos interdependientes,
que se necesitan orgánicamente.
Ciencia y conservación
Los avances científicos han tenido influencia en todo lo que se ha propuesto y logrado para
conservar el Amazonas. Pero como se demostrará, su influencia ha sido limitada y a menudo
concentrada en identificar áreas protegidas, desarrollar proyectos de pequeña escala que combinan
objetivos socioeconómicos con el cuidado del medio ambiente y, apenas en pocos casos, a la
adopción de legislación ambiental que, lamentablemente, se ha aplicado parcialmente y que nunca
ha podido contrarrestar la legislación que promueve el desarrollo convencional.
Hasta hace una década, el argumento más común para establecer áreas protegidas en la
Amazonía ha sido la demostración de la magnitud (“megadiversidad”), singularidad y
patrones de distribución de su diversidad biológica, impulsados por la demostración de los
crecientes riesgos de su extinción -por ejemplo, las Listas Rojas de la UICN- junto con su
utilidad real o potencial en agricultura, medicina u otros usos. Las evidencias de
especiación y endemismo en los Andes, teorías como los refugios del Pleistoceno, la
existencia de “puntos calientes” (hotspots) seguidos por los “puntos fríos” (coldspots), así
como las teorías de aislamiento y fragmentación del hábitat, tamaño crítico mínimo y efecto
límite, entre otros, fueron argumentos utilizado con frecuencia y hasta cierto punto
aceptados para crear más áreas protegidas y más grandes. Estos descubrimientos científicos
también fueron insumos para la adopción de zonas de amortiguamiento y las propuestas de
corredores biológicos. La intensificación de la investigación de campo permitió el
redescubrimiento de presuntas especies extintas y el descubrimiento de 1661 nuevas
especies apenas entre 1999 y 2013 y de muchas más hasta la fecha. La investigación
también está reconociendo la calidad de ecosistemas a biotopos que durante mucho tiempo
fueron ignorados, como las arenas blancas del Amazonas, lo que sugirió la necesidad de
más áreas protegidas.
Servicios ambientales, cambio climático
Los avances científicos más trascendentes con respecto a la Amazonía son, obviamente, los
relacionados con los ciclos biogeoquímicos, especialmente la fijación o secuestro de carbono en la
biomasa y en los suelos y, el mejor conocimiento del ciclo hidrológico. Estos descubrimientos,
entre otros, acuñaron el concepto de servicios ambientales y son elementos esenciales del problema
del cambio climático. Durante mucho tiempo, medias verdades sobre la Amazonía, como la idea de
que es el pulmón del planeta o productora clave de oxígeno, dominaron la escena. Sin embargo,
diferentes líneas de investigación coincidieron para describir una realidad mucho más compleja.
Los primeros estudios sobre la biomasa se complementaron con el tiempo por un gran
número de investigaciones sobre la relación entre la deforestación de la Amazonía y el
problema mundial del carbono. Las emisiones de carbono demostraron ser significativas
también en los lagos artificiales de la Amazonía y en la generación de energía hídrica. El
carbono también se acumula en cantidades enormes en los suelos y el subsuelo de la
Amazonía e implica riesgos serios de emisiones en función del uso futuro de la tierra.
Investigaciones recientes sobre la fisiología de los árboles, el papel de núcleos biogénicos
de nubes y la precipitación de lluvia, deforestación e incendios, los llamados “ríos
voladores” y los eventos climáticos extremos están aumentando la conciencia sobre la
posible desertificación del Amazonas, pero también sobre la reducción de la precipitación
en otras regiones de América del Sur. El contexto del cambio climático implica una
revisión de la eficiencia de las áreas naturales protegidas en la preservación de la diversidad
biológica. La gran cantidad de información sobre estos temas y las crecientes evidencias de
las consecuencias socioeconómicas de la deforestación están creando conciencia,
especialmente en los países desarrollados y canalizando más recursos, pero no han
determinado ninguna decisión o medida concreta o efectiva en los países amazónicos que
continúan ampliando la red de carreteras y promoviendo indirectamente la deforestación.
Ciencia y agricultura
Antes de la década de 1960, el concepto predominante sobre la capacidad de uso de la tierra de la
Amazonía era que la región tenía un potencial muy limitado para la agricultura de labranza limpia y
bastante limitada para cultivos y pastos permanentes. La mayoría de los estudios estimaban que la
capacidad de la Amazonía para la agricultura y la ganadería era inferior al 11%. Esto se ha reflejado
en la legislación de países como Perú, que restringe la deforestación.
Los avances en las ciencias y tecnologías agrícolas, incluido el control de malezas y plagas,
la gestión de suelos y las plantas mejoradas genéticamente, entre otros, hicieron de esto una
realidad económicamente viable gracias a la demanda mundial de alimentos y la nueva
infraestructura de transporte. No menos importantes fueron los enormes progresos
realizados recientemente en materia de teledetección, que incluyen el uso de drones,
comunicaciones, tecnologías de construcción y muchos otros que, por supuesto, pueden ser
útiles para conservar la Amazonía, pero que son igualmente un activo para profundizar su
explotación, como en el caso de los estudios geológicos que revelaron la riqueza de
minerales. Otras investigaciones explicaron misterios largamente guardados, como los
resurgimientos de la fertilidad en el norte de la Amazonía.
Conclusión
A partir de esto se puede decir que la investigación ha cumplido su función de informar y alertar a
la sociedad sobre las posibles consecuencias negativas de la forma en que se está ocupando y
desarrollando la Amazonía y ha propuesto alternativas. La parte de la investigación que se ha
aplicado no es insignificante, especialmente en lo que respecta a las áreas protegidas, a una parte de
la legislación y también, posiblemente, con respecto al financiamiento futuro de medidas
relacionadas con el cambio climático.
4. CONTRIBUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE LA
AMAZONIA
Constituyen sólo el 5 por ciento de la población mundial, sin embargo, los pueblos indígenas son
los guardianes esenciales del medio ambiente. Los territorios indígenas tradicionales abarcan el 22
por ciento de la superficie terrestre del mundo, pero el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta.
Sus formas y medios de vida pueden enseñarnos mucho sobre la conservación de los recursos
naturales, el cultivo sostenible de alimentos y la vida en armonía con la naturaleza. Reavivar estos
conocimientos que tienen su origen en un patrimonio y legado histórico es esencial para hacer
frente a los retos a los que se enfrentan la alimentación y la agricultura hoy en día y en el futuro.
En nuestro país, según el Ministerio de Cultura, existen 55 pueblos indígenas, de los cuales 51
habitan en la Amazonía y 4 en los Andes. La importancia de estos pueblos radica en que habitaban
en nuestro territorio mucho antes de la llegada de los españoles y hasta hoy mantienen sus
costumbres, ponen en práctica y comparten sus conocimientos ancestrales (medicina, modo de
cultivo, conocimiento del clima), y enriquecen nuestra cultura.