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ASESOR:
FEDERICO MARTÍNEZ ÁNGEL
ALUMNA:
MARIA MAGDALENA BASILIO MARTINEZ
CICLO ESCOLAR:
2022 – 2023
1. TAINOS
Los taínos fueron el primer pueblo indígena con el que Colón contactó tras la
llegada al Nuevo Mundo. Entonces habitaban buena parte del Caribe, desde lo
que hoy son las Bahamas a Cuba, Jamaica, la Española o Puerto Rico. Sin
embargo, se trata de una de las culturas más desconocidas de la América
precolombina, prácticamente olvidada frente a la fama de otras más populares,
hasta el punto de que incluso se la ha considerado «extinta». Ahora, un equipo
internacional de investigadores ha proporcionado la primera evidencia genética
clara de que lejos de desaparecer, los taínos aún están entre nosotros. Aquellos
que vivieron asombrados (y aterrorizados) la llegada de los colonizadores tiene
descendientes vivos.
La clave ha sido el hallazgo de un diente de una mujer de hace mil años
encontrado en una cueva en la isla de Eleuthera en las Bahamas, que ha
permitido secuenciar el primer genoma humano completo del Caribe. La mujer
vivió en algún momento entre los siglos VIII y X, al menos 500 años antes de que
Colón tocara tierra.
Los científicos compararon ese genoma antiguo con el de 104 puertorriqueños
contemporáneos incluidos en el Proyecto 1000 Genomas. De esta forma,
descubrieron que estos están más estrechamente relacionados con los taínos que
con cualquier otro grupo indígena en las Américas. Tal vínculo había sido sugerido
previamente por otros estudios basados en el ADN moderno, pero este es el
primero en recurrir a un genoma antiguo. Sin embargo, argumentan que es poco
probable que esta característica sea exclusiva de los puertorriqueños y están
convencidos de que los estudios futuros revelarán legados genéticos similares en
otras comunidades del Caribe.
Los hallazgos
pueden ser
especialmente
significativos
para las
personas que
han reclamado
durante mucho
tiempo el
patrimonio
indígena taíno, a
pesar de
algunas narraciones históricas que incorrectamente los califican de «extintos».
Tales tergiversaciones han sido fuertemente criticadas por historiadores y
arqueólogos, así como por las mismas comunidades descendientes, pero hasta
ahora carecían de una evidencia genética clara para apoyar su caso.
2. TRIBUS AMAZONAS
El Amazonas es el río más grande y caudaloso del mundo. Sus 7.020 km de
extensión atraviesan casi toda América del Sur de
Occidente a Oriente. A su alrededor, crece una
inmensa selva tropical conocida como la selva del
Amazonas que, junto con el río, forman lo que se
conoce como la región de la Amazonia. Esta increíble
selva dibuja una imponente barrera natural que
posibilita que sus pueblos originarios se mantengan
aislados del resto del mundo.
Las tribus de la selva amazónica han logrado sobrevivir en este entorno gracias a
su entendimiento con la naturaleza. Este equilibrio perfecto entre el ser humano y
la madre tierra ha ayudado a preservar la Amazonía en su estado natural. Brasil,
Perú y Colombia son las zonas del Amazonas con más presencia de pueblos
indígenas. Aprendamos un poco más sobre ellos gracias a los estudios realizados
por los antropólogos.
Las 5 tribus indígenas de la selva amazónica
Piripkura (Brasil)
Los Piripkura son un grupo de unas 20 personas que fueron encontrados por
primera vez en los años 80. La ubicación de su poblado se halla en la región de
Mato Grosso. Su lengua es el tupi-kawahib. Una familia de idiomas que comparten
con otras tribus indígenas del Brasil.
Hoy día, las cosas han cambiado considerablemente para este pueblo del
Amazonas. Con la crisis del Covid 19 la protección de la tribu Piripkura disminuyó
considerablemente. Los invasores han aprovechado esta circunstancia para tratar
de invadir sus tierras, lo que indicaría que el destino de este pueblo indígena
podría estar tristemente marcado.
Kawahiva (Brasil)
Hace unos años la población de esta tribu de la selva amazónica alcanzaba un
total de 50 personas. Hoy se sabe que pueden ser bastantes menos habitantes.
Esto es debido a que las tribus del Amazonas son perseguidas por madereros e
invasores en busca de la riqueza de la selva. Esta circunstancia impide a los
pueblos amazónicos cultivar sus tierras y reproducirse. Básicamente su sustento
depende de la pesca y la caza. Por el momento, el territorio de los Kawahiva no es
un lugar protegido, por lo que su desaparición podría estar muy cerca. La falta de
respeto por el medio ambiente por parte de los madereros, ha llevado a esta tribu
a abandonar sus hogares para protegerse del asedio de los invasores. Las ONGs
han advertido: “sin selva no hay Kawahivas”.
ASESOR:
FEDERICO MARTÍNEZ ÁNGEL
ALUMNA:
MARIA MAGDALENA BASILIO MARTINEZ
CICLO ESCOLAR:
2022 – 2023
LAS ANTILLAS (Proceso de conquista)
La presencia de los españoles en las Antillas
produjo distintas reacciones por parte de los
nativos, predominando en el comienzo una
acogida favorable y cálida. La hospitalidad
hacia los recién llegados se manifestó, por
ejemplo, en los intentos por establecer un
diálogo con Colón, en la entrega de
alimentos y obsequios y el alojamiento los
españoles en sus poblados. En La Española, sobresalió la figura de Guacanagarí,
cacique del Marién en el noreste de la isla, quien trabó amistad con el Almirante y
aceptó la construcción del fuerte Navidad en sus dominios (diciembre de 1492).
Así las cosas, Colón retornó tranquilo a España confiando en una rápida sumisión
de los aborígenes de las Antillas.
El panorama sería muy diferente al regresar el
Almirante en 1493. Una vez desembarcado en la isla,
Colón observó las ruinas del fuerte Navidad, mientras
un acongojado Guacanagarí lo recibió en su bohío y
explicó lo sucedido. La guarnición se había
comportado en forma abusiva con los indígenas,
especialmente con las mujeres, lo cual motivó una
furiosa reacción de caciques vecinos, encabezados por
Caonabó, quienes incendiaron el fuerte y mataron a los treinta españoles que allí
había. El ataque no pudo ser repelido, a pesar del apoyo que Guacanagarí y su
gente prestaron a los sitiados. Una nueva realidad cobraba forma: la resistencia al
invasor que, en adelante, sería una constante de todo el proceso de conquista de
América, al igual que la actitud colaboracionista de facciones indígenas con los
españoles.
Las represalias de Colón y sus sucesores con los
nativos en el sentido de "meterle miedo a la
gente", sólo engendraron más violencia y
motivaron mayores tentativas por
enfrentar a los extranjeros. Otras cargas
impuestas a los taínos, como los tributos en
oro y algodón, también generaron recelos.
Caonabó sería el primer gran conductor de la
resistencia taína hasta su apresamiento y muerte; luego su mujer Anacaona
continuó la lucha hasta que, engañada por el gobernador Ovando, fue quemada
viva junto a otros caciques. En otras islas, la resistencia se expresó en
alzamientos como el liderado por el célebre Hatuey en Cuba.
La rebelión taína más exitosa fue, sin lugar a dudas, la encabezada por el
denominado Enriquillo en La Española. Enriquillo era hijo del cacique Maxicatex,
muerto junto a Anacaona, había pasado su infancia en un convento de los
franciscanos y recibió de las autoridades un grupo de indígenas y tierras para sus
sustentos. Un problema muy puntual de índole personal provocó la rebelión del
cacique en 1519, quien instó a otros señores a la sublevación. Se enfrentó a los
españoles hasta 1533, valiéndose de un acertado plan de guerrillas en las
montañas de la isla. Su posición casi invulnerable en los refugios que
proporcionaban los montes, forzó a los españoles a la negociación y les significó
cuantiosos gastos del erario real. Enriquillo falleció en paz y triunfante en sus
dominios, sin poder ser desalojado nunca.
Las rebeliones antillanas implicaron asimismo el abandono de los conucos, para
derrotar al invasor dejándolo sin alimentos. Lo mismo derivó en una elevada
mortandad indígena a causa del hambre. El desgano vital y los suicidios colectivos
constituyeron otras de las facetas que adquirió la resistencia, incidiendo
significativamente en la fuerte caída demográfica de las Antillas.
CENTROAMERICA Y COLOMBIA (Proceso de conquista)
Una vez consolidado el dominio hispano en las Antillas,
concretamente en La Española, algunos capitanes ávidos
de riqueza, honra y poder consiguieron autorizaciones de
la corona para realizar las llamadas empresas de rescate.
Se trataba de tomar contacto con los indígenas de Tierra
Firme (actualmente las costas atlánticas de
Centroamérica y Colombia), para intercambiar con ellos
chucherías por oro.
Los contactos esporádicos fueron aumentando hasta que
Alonso de Ojeda y Diego de Nicuesa obtuvieron del rey el
título de gobernadores de Urabá o Nueva Andalucía
(costa noroeste de Colombia) y Veragua o Castilla de Oro (costa atlántica de
Panamá, llamada Darién) respectivamente en 1508. La primera ciudad fundada en
el continente americano fue Santa María la Antigua del Darién en 1510, la cual se
constituyó en el centro de la gobernación de Castilla de Oro.
La conquista de estas áreas tuvo un carácter muy frágil, especialmente en la costa
colombiana. Ello debido a la impenetrable selva costera, el riguroso clima
subtropical y las numerosas tribus nativas que dispersaban a los españoles con
sus ataques por sorpresa y les causaban muchas bajas producto de sus flechas
envenenadas.
En esta segunda plataforma de conquista sobresalió la figura de Vasco Núñez de
Balboa, quien arribó en 1510 a Tierra Firme. Gracias a su iniciativa y don de
mando rápidamente se ganó el aprecio de los soldados y constituyó un liderazgo
opuesto a Ojeda y Nicuesa. Desde Santa María la Antigua realizó varias
expediciones en dirección al Darién, donde trabó amistad con algunos caciques
indígenas de la zona y obtuvo las primeras noticias del Océano Pacífico y de un
reino llamado Pirú, ubicado al sur.
En 1513, al frente de 190 españoles y 810 indígenas, Balboa
se dirigió al istmo de Panamá. Tras una penosa marcha, los
67 sobrevivientes de la comitiva vislumbraron desde las
alturas el Mar del Sur, que luego recibió el nombre de Océano
Pacífico. Al fin se había alcanzado uno de los objetivos del
ciclo colombino: encontrar un paso para poder acceder a las
lejanas Islas Orientales de las especies.
Todo estaba dado para que Balboa asumiera el gobierno de
Castilla de Oro y continuara la conquista en esa región. No
obstante, intrigas cortesanas motivaron el nombramiento de Pedro de Arias Dávila,
conocido después como el Furor Domini Pedrarias, en calidad de gobernador.
Arribó a sus dominios en 1514, acompañado por 1.200 hombres destinados a
colonizar el Darién.Fundaciones en Castilla de Oro
No tardaron en generarse los conflictos de poder entre Balboa y Pedrarias y, a
pesar de que el primero se convirtió en yerno del gobernador, fue apresado y
acusado de traición.
En 1519, Balboa fue ejecutado en la recientemente fundada
ciudad de Panamá, frente al mar que él había avistado unos
años antes. Desde Panamá, Pedrarias prosiguió la
incorporación de territorios a su gobernación, agregando en la
década de 1520 las actuales zonas de Nicaragua y Honduras.
Pedro de los Ríos, sucesor de Pedrarias, afianzó la conquista y
autorizó nuevas expediciones por el Pacífico. Colombia y
Venezuela, mientras tanto, no fueron colonizadas y solamente
sirvieron de refugio a los buscadores de perlas que se
concentraron en las islas de Cubagua y Margarita. La conquista
definitiva del interior colombiano recién se concretaría a partir
de la segunda mitad del siglo XVI.
MAYAS
El territorio habitado por los mayas al momento de la llegada
de los españoles comprendía, a grandes rasgos, el sur de
México, la actual Guatemala, parte de Honduras y la
península del Yucatán. Se trataba de regiones cubiertas en
importante medida por una espesa selva tropical que era
muy difícil de penetrar. Si bien esta zona ya había sido
avistada por los españoles a partir del tercer viaje de Colón
(1498-1500), recién se procedió a su conquista una vez
consolidado el dominio de Centroamérica y el valle de México.
Los primeros intentos por doblegar a los diversos grupos
mayas corrieron por cuenta de Hernán Cortés, quien en 1523
envió a su lugarteniente Pedro de Alvarado a las tierras bajas
en Guatemala. En esta expedición participaron una vez más
los indígenas amigos de Tlaxcala, convertidos en valiosos
auxiliares de los 300 hombres que acompañaban a Alvarado.
A diferencia de lo ocurrido en México, los mayas, entre ellos
los grupos cakchiqueles y quichés, decidieron oponerse
desde el comienzo a la ocupación de sus tierras. No obstante,
en 1525 Alvarado había logrado derrotar las agrupaciones mayas más numerosas
de la región de Guatemala, aunque las hostilidades siguieron siendo intensas
hasta el año de 1530. El principal asentamiento hispano fundado en estos años
fue Santiago de Guatemala, erigida originalmente sobre la ciudad cakchiquel de
Iximché.
Distinta fue la situación en Yucatán, cuya
conquista había sido encomendada a Francisco
de Montejo en 1527. Su intento falló y tuvo que
dejar la empresa en manos de su hijo. Al ingresar
éste en los territorios del Yucatán sostuvo
encuentros tanto cordiales como hostiles con los
nativos. Mientras los pobladores de la antigua
Uxmal lo recibieron amistosamente, los
habitantes de los restos de Chichén Itzá y
Mayapán lo enfrentaron por las armas. Tras varios años de reñidos encuentros, en
1541 Montejo consiguió dominar la mayor parte del Yucatán, fundando la ciudad
de Mérida al año siguiente. Empero, se mantuvo un enclave maya independiente
en el Tayasal, a orillas del lago Petén, hasta 1697.