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La ejecución de las penas y medidas de seguridad

Introducción

En esta lectura, desarrollaremos los puntos más relevantes de las modalidades de


ejecución de las penas, tanto de las privativas de la libertad como de las demás penas
enumeradas por nuestro Código Penal y nuestra ley de ejecución penal vigente.

1. La ejecución de las penas y medidas de seguridad

[1]
Ley de ejecución de las penas privativas de la libertad. Ley 24.600

[1]
Texto s/ley 27.375- BO; 28/07/2017.

☰ 1) Finalidad

La ejecución de la pena privativa de la libertad, en todas sus


modalidades, tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera
la capacidad de comprender y respetar la ley procurando su
adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el
[2]
apoyo de la sociedad.

[2]
Art.1, Ley 24.660. (1996). Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3ADBDNR

“Esa meta procura lograrse mediante la incorporación del interno a un régimen de


ejecución cuyos caracteres centrales son la legalidad ejecutiva, la progresividad, la
individualización y el control judicial permanente en la ejecución” (De la Rúa y Tarditti,
2015, p 597).
☰ 2) La progresividad
La progresividad es una característica central en la ejecución de la pena privativa de la
libertad, que significa, según refieren De la Rúa y Tarditti (2015), la atenuación gradual de
las restricciones propias a la prisionización hacia modalidades que van flexibilizando el
encierro carcelario y que, luego, bajo determinadas condiciones, van incorporando
modalidades que permitan al interno incorporarse al medio libre. Pretende, así, limitar la
permanencia del interno en los establecimientos cerrados y facilitar su incorporación a
instituciones que se basan en la autodisciplina (art. 6, Ley 24.660). 
El régimen de progresividad cuenta con cuatro períodos: 
1) observación; 
2) tratamiento; 
3) prueba;
4) libertad condicional.
Figura 1: Sistematización de la progresividad

Fuente: elaboración propia. 

a) El período de observación es el inicial y corresponde a un área técnica


multidisciplinaria, cuya principal tarea es efectuar el diagnóstico y pronóstico criminológico
y la propuesta del período al que debe ser incorporado, como también el establecimiento
de destino.

b) El período de tratamiento comprende el programa individualizado para procurar el fin de


readaptación social mínima, que es obligatorio en cuanto a reglas
convivenciales/disciplinarias, el trabajo y la escolaridad obligatoria; mientras que otras
tareas son voluntarias…

c) El período de prueba se encuentra situado en el último tramo de la ejecución de la pena


privativa de libertad. En este, se puede acceder a un menú de alternativas que flexibilizan
el encierro carcelario antes de las libertades anticipadas…

Por último, el período de libertad condicional se inicia en el plazo inmediato anterior


(cuarenta y cinco días) al cumplimiento de los tiempos mínimos de obtención de este
beneficio que, por sus particularidades, será objeto de estudio diferenciado. (De la Rúa y
Tarditti, 2015, pp. 601-605). 

[3]
Salidas transitorias y semilibertad

[3]
Según texto de la Ley 27.375, BO: 28/07/2017.

Las salidas transitorias tienen como objeto preparar al interno para que su regreso al
mundo exterior no sea abrupto o repentino, sino gradual. La meta principal es la
resocialización (López y Machado, 2014). Este beneficio está dirigido, por un lado, a
aminorar las consecuencias del encierro y, por otro, a ser el primer paso en la preparación
del condenado para su reintegro social. El objetivo es afianzar y mejorar los lazos
familiares y sociales, mediante la realización de actividades educativas o la participación
en programas específicos de prelibertad.

La semilibertad, por otro lado, es un instituto que le otorga al interno la posibilidad de


desarrollar extramuros una actividad laboral, como si se tratara de un hombre libre.
Constituye, principalmente, un régimen de confianza que tiene como efecto aminorar el
efecto de la institucionalización y preparar al interno para una reinserción a la sociedad.
Para acceder a ello, debe tener asegurado con carácter previo un trabajo u ocupación y
cumplir con las exigencias que se observan en el art. 17 de la Ley 24.660.

Requisitos para acceder al régimen de salidas transitorias y de semilibertad

El art. 17 de la Ley 24.660 establece: 

ARTÍCULO 17. — Para la concesión de las salidas transitorias o la


incorporación al régimen de semilibertad se requiere:
I. Estar comprendido en alguno de los siguientes tiempos mínimos
de ejecución:
a) Penas mayores a diez (10) años: un (1) año desde el ingreso al
período de prueba.
b) Penas mayores a cinco (5) años: seis (6) meses desde el ingreso
al período de prueba.
c) Penas menores a cinco (5) años: desde el ingreso al período de
prueba.

II. No tener causa abierta donde interese su detención u otra


condena pendiente, total o parcialmente.

III. Poseer conducta ejemplar o el grado máximo susceptible de ser


alcanzado según el tiempo de internación, durante el último año
contado a partir de la petición de la medida. Para la concesión de
salidas transitorias o la incorporación al régimen de semilibertad,
deberá merituarse la conducta y el concepto durante todo el
período de condena, debiendo ser la conducta y el concepto del
interno, durante al menos las dos terceras partes de la condena
cumplida al momento de peticionar la obtención de los beneficios,
como mínimo, buena, conforme a lo dispuesto por el artículo 102.

IV. Contar con informe favorable del director del establecimiento, del
organismo técnico-criminológico y del Consejo Correccional del
establecimiento, respecto de su evolución y sobre el efecto
beneficioso que las salidas o el régimen de semilibertad puedan
tener para el futuro personal, familiar y social del condenado.

V. No encontrarse comprendido en los supuestos del artículo 56 bis


de la presente ley.

VI. En los casos de las personas condenadas por los delitos


previstos en el artículo 128 tercer párrafo, 129 segundo párrafo y
131 del Código Penal, antes de adoptar una decisión, se requerirá
un informe del equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución y
se notificará a la víctima o su representante legal que será
escuchada si desea hacer alguna manifestación. El interno y la
víctima podrán proponer peritos especialistas a su cargo, que
[4]
estarán facultados a presentar su propio informe.

[4]
Art. 17, Ley 24.660. (1996). Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad. Honorable
Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3ADBDNR

Figura 2: Sistematización del período de prueba

Fuente: elaboración propia.

Libertad asistida

La libertad asistida consiste en un beneficio que le permite al interno


condenado con pena privativa de la libertad (sin la accesoria de reclusión por
tiempo indeterminado prevista en el art. 52 del C.P. al que se le agrega los
delitos contemplados en el art. 56 bis de esta ley) egresar del establecimiento
penitenciario tres meses antes – antes se establecía seis meses – de la fecha
de vencimiento de la pena fijada. Así también, es un beneficio para aquellas
personas que no pueden obtener la libertad condicional por algún motivo. Se
trata, a decir verdad, de una incentivación motivadora para el interno durante el
cumplimiento de la pena, a fin de que trate de alcanzar objetivos propios del
tratamiento penitenciario. (López y Machado, 2014, p. 157).

Figura 3: Esquema de libertad asistida

Fuente: elaboración propia.


d) Período de libertad condicional

La libertad condicional es un beneficio que el juez otorga al condenado a pena


privativa de la libertad, mediando ciertas condiciones de procedencia, para salir
en libertad en la parte final de la pena, sujeto a condiciones de subsistencia
durante un plazo determinado que, satisfechas, determinan la extinción de la
pena por cumplimiento total. (De la Rúa y Tarditti, 2015, p. 633). 

Los fundamentos de la libertad condicional residen en que, si antes del cumplimiento total
de la pena, el interno ha podido adquirir una adaptación acorde, debe atenuarse el efecto
desocializador de la prisión y, de esta forma, posibilitar su inserción en el medio libre
condicionado durante un período de tiempo limitado.
Figura 4: Sistematización del período de libertad condicional

Fuente: elaboración propia.

Crítica del art. 14 del Código Penal


El Código Penal impone una condición negativa para conceder el beneficio: que el penado
no sea reincidente. Dicha exigencia ha generado debates no saldados en torno a su
constitucionalidad. Desde la perspectiva político criminal, es discutible la conveniencia de
esta exclusión, de allí la tendencia de los proyectos de reforma favorables a su eliminación
(De la Rúa y Tarditti, 2015).

Efecto del cumplimiento de las condiciones


Transcurrido el término de la condena o el plazo de cinco años señalado en el art. 13 sin
que la libertad condicional haya sido revocada, la pena quedará extinguida (art. 16, CP).

Referencias

De la Rúa, J. y Tarditti, A. (2015). Derecho Penal, parte general. Buenos


Aires: Hammurabi

López, A. y Machado, R. (2014). Análisis del Régimen de Ejecución penal.


Buenos Aires. Fabián Di Placido.

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