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INSTITUTO HIDALGUENSE DE EDUCACIÓN


DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN BÁSICA
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN PREESCOLAR
COORDINACIÓN ESTATAL DE INTEGRACIÓN EDUCATIVA
PREESCOLAR

ELABORACIÓN Y DISEÑO:
CLARA HERSILIA PELÁEZ GUTÍERREZ

PACHUCA, HGO. FEBRERO DE 2003


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PRESENTACIÓN
Es un hecho que las dificultades de comportamiento de los alumnos es uno de los
problemas que más afectan a los maestros. Este hecho puede ser explicado por
varias razones:

• En primer lugar, la elevada presencia de este tipo de trastornos en el


ámbito escolar.
• En segundo lugar, porque la mayoría de estas dificultades cuestionan la
práctica docente, ya que el maestro se encuentra desorientado, y en
algunos casos, incluso agredido como persona.
• En tercer lugar y no por ello menos importante, el profesor se siente
preocupado porque estos problemas puedan hacerse permanentes e
impidan una vida satisfactoria del niño, cuestionándose de nuevo el sentido
de una educación escolar excesivamente centrada en los aprendizajes
académicos.

Este trabajo se realizo con la idea de poder proporcionar a los docentes, en este
caso específico, del nivel de preescolar, algunas estrategias de trabajo para los
niños que presentan dificultades en el comportamiento. El trabajo está dividido en
tres secciones: en la primera se mencionan algunos aspectos teóricos de estas
dificultades. Como son los tipos de alteraciones, sus causas, y qué son. En la
segunda se mencionan estrategias de atención que pueden ser llevadas a cabo
dentro del aula del Jardín de Niños y por último se manejan algunas actividades y
juegos que ayudan a mejorar algunas de las dificultades de los niños con
hiperactividad.
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DIFICULTADES EN LA CONDUCTA
Es un hecho que las dificultades de comportamiento de los alumnos es uno de los
problemas que más afectan a los maestros. Este hecho puede ser explicado por
varias razones:

En primer lugar, la elevada presencia de este tipo de trastornos en el ámbito


escolar.

En segundo lugar, porque la mayoría de estas dificultades cuestionan la práctica


docente, ya que el maestro se encuentra desorientado y, en algunos casos, incluso
agredido como persona.

En tercer lugar y no por ello menos importante, el profesor se siente preocupado


porque estos problemas puedan hacerse permanentes e impiden una vida
satisfactoria del niño, cuestionándose de nuevo el sentido de una educación
escolar excesivamente centrada en los aprendizajes académicos.

Hay tres tipos de dificultades en la conducta:

1. Trastornos por ansiedad excesiva:

• Fobias
• Inhibición Social
• Tics
• Trastornos de ciertas funciones fisiológicas:
➢ Alimentación: anorexia y bulimia.
➢ Sueño: Terrores, rituales y pesadillas.
➢ Eliminación: Enuresis y encopresis.

2. Trastornos por una socialización incorrecta:

➢ Conducta agresiva
➢ Conducta desobediente
➢ Mentiras.
➢ Conducta delictiva

3. Síndrome de déficit de atención con hiperactividad.


Conjunto de síntomas y signos en los que predominan los trastornos de la
atención.
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CAUSAS:

Sus causas son muy variadas y desde 1930 se reconoce este síndrome a
través de diferentes etiologías ya sean orgánicas e inorgánicas.

Algunos investigadores atribuyen las causas a dos grandes factores:

1. Orgánico.- Cualquier factor físico y bioquímico que modifique las funciones


cerebrales como desordenes endocrinos, intoxicaciones, herencia, etc.
2. Psíquico.- Se asocia particularmente a factores emocionales y de
aprendizaje.

1. Esta división es ficticia pues las causas se superponen en el


entendido de que cualquier lesión o alteración orgánica acarrea una
alteración psíquica, y pueden tener su origen en cualquiera de los
tres periodos siguientes: pre, peri y post natal.

Este taller está enfocado al tercer tipo de trastorno de conducta mencionando


anteriormente o sea el síndrome de déficit de la atención con hiperactividad.

DEFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD


El término “Déficit de atención con Hiperactividad” se refiere a un cuadro clínico
que presentan ciertos niños cuya inteligencia es normal o muy cercana a la
normal, que sufren trastornos de aprendizaje que van de moderados a severos,
asociados a discretas anormalidades del sistema nervioso central. Tales
desviaciones se manifiestan como trastornos de la percepción, conceptualización,
lenguaje, memoria, atención y control de los impulsos motores. Las
anormalidades parecen estar relacionadas con variaciones genéticas,
irregularidades bioquímicas, lesiones cerebrales perinatales, otras enfermedades
que afectan al sistema nervioso central durante periodos críticos de su
maduración, o bien con causas desconocidas.

Para Clements y colaboradores las 10 características más consistentes son:

1. Hiperactividad.
2. Impedimentos perceptivo – motores.
3. Labilidad emocional.
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4. Incoordinación muscular.
5. Inatención.
6. Impulsividad.
7. Desordenes de la memoria y el pensamiento.
8. Trastornos específicos del aprendizaje.
9. Desordenes del lenguaje y signos neurológicos blandos.
10. Irregularidades Electroencefalográficas.

Otros autores (Gross y Wilson) incluso llaman “clásico” a un cuadro clínico que
comprende los siguientes datos, de los cuales basta con que sean identificables la
mitad para establecer el diagnostico de probabilidad.

1. Hiperactividad (no situacional)


2. Inatención.
3. Distractibilidad
4. Híper-reactividad a los estímulos.
5. Impulsividad-
6. Inconsistencia y conducta impredecible
7. Dificultad para completar tareas
8. Incoordinación
9. Defectos del lenguaje
10. Temeridad (incapacidad para advertir el peligro)
11. Incapacidad para aprender de la experiencia
12. Respuestas inadecuadas al castigo
13. Déficits senso–perceptivos
14. Rabietas o berrinches

De acuerdo a la experiencia y los trabajos realizados por el Dr. Rafael Velasco


Fernández, el diagnostico del Síndrome se justifica cuando están inequívocamente
presentes los siguientes datos:

1. Hiperactividad. No como mera expresión ocasional, temporal o


situacional de un problema preponderantemente emocional. Traduce la
incapacidad del niño para organizar, regular y controlar su conducta
motora.
2. Impulsividad. Se expresa frecuentemente en forma de agresividad y
de conducta impredecible, debido a los cambios del humor. Cabe
mencionar aquí a la “perseveración” que consiste en la dificultad para
suspender a tiempo una actividad repetitiva.
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3. Retraso en el desarrollo de actividades especificas. Se traducen


principalmente en problemas de aprendizaje. Sobresale como dato
relacionado a este retraso, la inatención.

4. Incapacidad para comprender y cumplir órdenes. (“desobediencia


patológica”), en los términos que describiremos más adelante.

5. Sintomatología presente desde antes de los 7 años

6. Trastornos de conducta variables. Siempre que se puedan


identificar como consecuencia de la hiperactividad: relaciones personales
muy obstaculizadas, expresiones de baja tolerancia a la frustración,
temeridad (incapacidad para valorar adecuadamente el peligro), etc...

7. Ausencia (segura) de trastornos psicopatológicos diferentes que


“explicarían” la sintomatología: psicosis, retardo mental bien definido,
desordenes afectivos.

Respecto a los criterios recomendables para calificar algunos de los síntomas, los
de la DSM III nos parecen suficientes, a saber:

A. Inatención.

Al menos deben estar presentes 3 de estos datos:

1. Frecuentes fracasos para completar tareas,


2. Frecuentes actitudes típicas de “no estar escuchando”,
3. Facilidad para distraerse,
4. Dificultad para concentrarse en las tareas escolares o en otras que exigen el
sostenimiento de la atención,
5. Dificultades para persistir en una actividad determinada.
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B. Impulsividad

Al menos deben poder identificarse 3 de los datos siguientes:

1. Actuar antes de pensar.


2. Desviaciones excesivas de una actividad a otra.
3. Dificultades para organizar el trabajo.
4. Evidente necesidad de supervisión.
5. Frecuentes interrupciones durante la clase
6. Dificultades para respetar el turno en los juegos de grupo y en otras
situaciones que lo requieren.

C. Hiperactividad.

Deberán existir al menos dos de los datos siguientes:

1. Frecuente ir y venir.
2. Molestar excesivamente a los demás.
3. Dificultad para permanecer sentado.
4. Movimientos excesivos durante el sueño.
5. Estar siempre en movimiento.

El síntoma que hemos llamado “desobediencia patológica” merece el esfuerzo de


una descripción. Un hecho observable es que los niños con déficit de atención son
desobedientes, pero su actitud ante las reglas y limitaciones establecidas por los
adultos que tienen autoridad sobre ellos no es la de quien desobedece a sabiendas
de que comete una falta que habrá de ocultar, sino de quien no ha comprendido la
prohibición y su significado, ni mucho menos la necesidad de acatarla. El niño
comete una y otra vez la misma falta sin tratar de ocultarla y sin comprender por
qué se le castiga. De hecho se muestra sorprendido cuando se le llama la
atención, considerándose injustamente tratado. Respecto a la conducta de estos
niños con relación a su desobediencia, las madres suelen expresarse así: “mi hijo
no es capaz de obedecer…. he probado hasta diciéndole las cosas al
revés, pero no obtengo buenos resultados”, “después de una explicación
y una amenaza, apenas me doy la vuelta ya está haciendo lo que le
prohibí”.

Cabe decir que ni siquiera es una verdadera desobediencia, ya que difícilmente se


desobedece una orden que no se ha comprendido.
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Invariablemente este síndrome provoca baja autoestima. El niño se


descubre o auto percibe como incapaz, inhábil, malo, no digno de ser
amado, lo que acarrea además sentimientos de culpa.

Con todas estas características no es difícil que estos niños tiendan al aislamiento,
a pesar de su falta de límites, sus relaciones amistosas son superficiales ya que al
intimar un poco más, la relación se interrumpe a causa de las demandas de
atención excesivas. Podría decirse que el niño hiperactivo no cuenta con el equipo
psíquico necesario para relacionarse con los demás sin conflictos. Cualquier
relación implica conflictos difíciles de entender y resolver por el mismo.

Concluyendo, se tendría que pensar que el niño con déficit de atención no solo es
el resultado de su herencia, de su temperamento o de su lesión intracraneal, sino
también del ambiente familiar y la capacidad educativa de ellos mismos y los
maestros, la calidad de la escuela y la ética del docente aunado al ambiente
sociocultural.

FAMILIA Y ESCUELA:

El conocer las características de este síndrome no basta, es necesario estudiar dos


aspectos que son indispensables para tener una impresión clara de este déficit, la
familia y la escuela. Su estudio se hace necesario ya que son los contextos
naturales de cualquier niño. Las manifestaciones conductuales que tiene el niño
hiperactivo afectan no solamente al niño y su ambiente, sino que también son
alteradas las expectativas de los padres y la autoestima del propio niño.

La idea de ayuda que puede prestar la familia se basa fundamentalmente en la


comprensión y corrección de actitudes inadecuadas frente a su hijo.

Básicamente la orientación va en el sentido de una reestructuración familiar en


donde la creación de reglas y normas claras ante las conductas infantiles, debe ser
prioritaria. La jerarquización, precisión y claridad en las órdenes y el acuerdo entre
padres y maestros sobre el trato y educación del niño son algunas de las
condiciones necesarias para que exista mejoría en el niño.

Por otro lado, la escuela como institución normativa exige al alumno atributos y
habilidades que el niño con déficit de atención no puede cumplir. La atención y
concentración, la disciplina y la obediencia, la tolerancia a la frustración, la
paciencia, anticipación y planeación son los requisitos fundamentales para el
aprendizaje, funciones que en el niño hiperactivo se encuentran alteradas. Ante
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esta situación la consecuencia inmediata por parte de los maestros, es el rechazo o


el trato inadecuado e inclusive hostil que sólo agrava la problemática.

Debido a la falta de información y, por qué no decirlo, de disposición de parte de


los maestros, estos niños no permanecen por mucho tiempo en una sola escuela.
Los cambios de escuela se convierten para ellos en situaciones no solo conocidas
sino generadoras de aún más ansiedad e incertidumbre.

Así como se requiere la participación del maestro también la estructura de la


escuela es importante. El niño con estas características requiere de espacios
adecuados para realizar actividades físicas, de una ubicación donde la
contaminación por ruido y estímulos sea menor, que la ventilación de las aulas sea
apropiada, la presencia del personal docente sea constante y predecible.

Concluyendo, en la atención al niño con déficit de atención con hiperactividad es


indispensable la comunicación entre especialistas, padres y maestros, ya que solo
de ésta forma integral podrá superarse la problemática de los niños con este
síndrome tan difícil de diagnosticar, manejar y vivir.

LOS PROBLEMAS DE APRENDIZAJE COMO UNA CONSECUENCIA DE LA


HIPERACTIVIDAD:

Entre los problemas que presenta un niño con hiperactividad se encuentran los
problemas de aprendizaje, los cuales producen inquietud, tanto en los padres
como en los profesores porque están asociados directamente al rendimiento
escolar.

En ocasiones por falta de información y de observación son confundidos con


indicadores de Discapacidad Intelectual, por lo que se hace necesaria una
detección oportuna y un diagnostico diferencial.

Básicamente la hiperactividad se encuentra relacionada con inatención y pobre


concentración además de desordenes en los procesos cognoscitivos y
preceptúales.
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DETECCIÓN:

OBSERVACIÓN

La detección precoz de posibles problemas de aprendizaje en un niño hiperactivo


tendrá que partir de la observación de los logros en el desarrollo motor,
cognoscitivo y socioemocional tanto en el hogar como en la escuela.

Si se piensa que la maduración hará que el niño esté listo para la experiencia
escolar con un buen número de conquistas académicas, la detección de
indicadores de riesgo será a través de logros madurativos del Sistema Nervioso
Central, sin embargo, la detección temprana deberá hacerse con reservas ya que
durante los primeros años de vida del niño suele ser muy peculiar y discrepante en
algunos casos, por ejemplo al desarrollar gran habilidad en un área específica
(lenguaje), y habilidades limitadas en otra área (motricidad fina).

Por lo tanto es difícil determinar si es un niño en riesgo de presentar


posteriormente problemas de aprendizaje o necesita tiempo para madurar.

Por lo tanto es necesario hacerlo siempre con las reservas del caso.

EN EL HOGAR:

Los indicadores que podrán poner en alerta a los padres son:

• Problemas pre, peri o postnatales.


• Pobreza en el contacto visual.
• Impulsividad.
• Inquietud constante.
• Atención a varios estímulos a la vez.
• Trastornos del niño.
• Incomprensión de órdenes.

EN EL AULA:

La detección de indicadores dentro del aula por parte de los maestros es de suma
importancia para el diagnostico considerando:

• Inquietud ( su actividad parece no tener objetivo)


• Manifestación inadecuada de la agresión
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• Memoria deficiente.
• Dificultades en la adquisición de la lecto-escritura y en el manejo de
conceptos numéricos.
• Necesidad de supervisión constante.
• Incomprensión de instrucciones.
• Incapacidad para esperar turnos.
• Impulsividad.

EN ACTIVIDADES COTIDIANAS

• Hiperverbalización.
• Falta de modulación en el tono de voz.
• Incomprensión de cualquier correctivo.
• Falta de límites en donde se requiere de ellos (restaurante, sala de espera,
etc.)
• No respeta el espacio de los demás.
• Deambulación sin objeto.
• Ansiedad extrema.

INATENCIÓN: IMPULSIVIDAD Y PROBLEMAS VISOMOTRICES


Los problemas de aprendizaje de un niño con déficit de atención tienen su base en
la distractibilidad ya que impide la concentración y obstaculiza este proceso tan
importante para el aprendizaje. La inatención está relacionada con la
hiperactividad sensorial. Es como si el niño se viera forzado a reaccionar ante
todos los estímulos, sintiéndose atraído por los detalles irrelevantes. Está situación
refleja una incapacidad para organizar jerárquicamente las ideas, no discriminando
el estimulo más relevante del que no lo es.

Otro indicador importante es la impulsividad entendida como la perdida de la


capacidad para inhibir una conducta. El niño es inmaduro y hace lo que su
impulso le dicta sin pensar en las consecuencias de sus actos. Esto afecta
gravemente, sobre todo en la escritura, ya que una vez iniciada una tarea es
incapaz de detenerse.

Finalmente la incoordinación muscular e inmadurez motora hace que la actividad


del niño se torne desorganizada y torpe, puede sufrir caídas frecuentes, golpearse
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contra los muebles o tener poca seguridad para retener cosas con las manos,
dificultándosele los movimientos finos y precisos que requiere la escritura.

TRASTORNOS DE APRENDIZAJE MÁS FRECUENTES EN EL


NIÑO HIPERACTIVO
Como en el niño hiperactivo el área perceptomotriz se encuentra alterada, es
factible que presente, dislexia, digrafía o descalculia.

La gnosis corporal puede definirse como la intuición global de nuestro cuerpo en la


que intervienen las funciones de relaciones espaciales, esto es, el espacio y los
objetos que lo rodean. Esta noción de cuerpo depende también de la integración
propioceptiva y de la coordinación visomotora. Cuando se forma en el niño esta
conciencia del propio cuerpo se propicia la localización y control de las distintas
partes del cuerpo. En la digrafía se observa una relación muy estrecha entre la
noción corporal pobre y la dificultad en el trazo de letras.

Otro trastorno que merece mencionarse dentro de este síndrome es la memoria


deficiente. La atención es un fenómeno muy ligado a la memoria, así como la
tensión. La primera para favorecerla y la segunda para frenarla. Los niños con
déficit de la atención presentan sólo pequeños lapsos de atención necesaria para el
aprendizaje, a esto puede agregarse que las tensión se ve aumentada como
resultado de la intensa actividad. Si se piensa en esto, resulta lógica la
incapacidad para recordar. Cuando el trastorno se encuentra en el área de la
gestalt del niño, éste es incapaz de integrar las partes de un todo, lo que se
podría relacionar con una falla en traducir los estímulos visuales en motores. No
integra los detalles en una globalidad, por eso no puede dibujar correctamente las
formas que se le presentan visualmente, las invierte, las fragmenta o las mutila.
De ahí que posteriormente los problemas de aprendizaje se hagan evidentes en la
escritura, lectura o deletreo de palabras.

IMPLICACIONES EMOCIONALES:
Los problemas de aprendizaje no implican una sola condición de incapacidad sino
toda una serie de características definidas y definibles.

Los niños con problemas de aprendizaje son los que manifiestan una discrepancia
significativa en términos educativos y pueden afectarles a lo largo de toda su vida.
En la primera etapa de la vida escolar se manifiestan de manera clara los
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problemas de aprendizaje, así como los desfases entre habilidades y logros.


También los problemas socioemocionales son un factor importante en dicho
periodo. Aunque generalmente son detectados en la edad escolar existen
indicadores en la infancia temprana a los que hay que poner atención, pues
precisamente aquí es cuando los desordenes en el proceso de adquisición de
habilidades como inatención e hiperactividad puede ser el génesis de un problema
de aprendizaje ulterior.

Hay que recordar que los niños con déficit de atención que presentan problemas
de aprendizaje generalmente tienen una dotación natural dentro de los límites
normales, sin embargo poseen déficit en los procesos básicos de aprendizaje y que
pueden ir o no acompañados de una disfunción demostrable del Sistema Nervioso
Central, que pueden o no mostrar una discapacidad intelectual o un déficit
educativo o cultural y también trastornos emocionales graves o perdida sensorial.

Los niños con dificultades de aprendizaje, a menudo tienen problemas de


conductas sociales y emocionales. El niño con problemas sociales suele ser
incapaz de interactuar adecuadamente con sus compañeros como por ejemplo:
Dificultad para hacer amigos, no aceptar bromas, etc.… A diferencia de los
problemas sociales, los problemas emocionales tienen que ver con los factores
intrínsecos a la persona. Un niño con déficit académico y a su vez con problemas
emocionales puede tener una baja autoestima y pobre habilidad para manejar la
tensión y la frustración o fracaso.

Los problemas del área socioemocional muy frecuentemente se mezclan con los
problemas de aprendizaje. Aunque no siempre es claro si los problemas
emocionales contribuyen a las dificultades académicas, si se observa que algunos
rasgos de comportamiento del alumno son contraproducentes para el aprendizaje
y por consecuencia limitan el éxito académico. Por otra parte, los problemas de
aprendizaje ciertamente contribuyen a crear problemas socioemocionales cuando
el niño se enfrenta al continuo fracaso académico y a su resultante frustración.

Autores como Masser, Verr y Bryan subrayaron que los niños con problemas de
aprendizaje muestran impulsividad en el momento de tomar decisiones, lo que da
como resultado múltiples errores académicos y sociales. Las funciones del yo
como la tolerancia a la frustración y la consideración a los demás no se desarrollan
de manera normal; utilizan estrategias de razonamiento egocéntrico y son menos
capaces que sus compañeros a la hora de tomar decisiones morales basadas en
expectativas y normas de grupo.
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El niño con estos problemas constantemente viola las reglas del comportamiento
social e incluso muestran franca rebeldía ante normas ya conocidas. Carecen de
habilidad para entender las emociones, sentimientos, los motivos y las intenciones
de otras personas. Algunos de ellos son malos conversadores, poco asertivos y su
actitud es pasiva y de poca o nula competitividad. Cuando se les pide que
enjuicien su propio comportamiento tienden a atribuirlo a aspectos externos a ellos
mismos, ajenos a su control, en detrimento a su propio esfuerzo y responsabilidad.

Los problemas socioemocionales de los niños con trastornos en el aprendizaje por


déficit de atención suelen ser el resultado de varias causas interrelacionadas que
tienen que ver con su ambiente en el hogar y en la escuela. Los padres de estos
niños con frecuencia los perciben de manera más negativa que a cualquiera de sus
otros hijos, a juicio de ellos son los que dan más problemas en el hogar, atribuyen
sus éxitos escolares y sociales a la “suerte”, mientras que sus fracasos se los
adjudican a su “falta de capacidad”.

Se ha observado que los niños con este déficit poseen índices más bajos de
atención sostenida y son más disruptivos que sus compañeros sin estos problemas.
También se ha visto que la mayor parte de las veces sufren de inmadurez
emocional, por lo tanto lanzan demandas excesivas de atención y son más
dependientes. Padres y maestros finalmente cumplen estas demandas aunque sea
con carácter eminentemente correctivo. Paradójicamente, en lugar de que estas
interacciones sean positivas sencillamente son el motivo de mayores dificultades
para llevar a cabo aprendizajes escolares.

En las relaciones con sus compañeros estos niños muestran ser poco populares,
rechazados e inclusive ignorados; cuando se trata de elegir con quién se desea
formar un grupo de trabajo nunca piensan en ellos ya que los consideran más
agresivos, menos hábiles y muy dependientes.

Como puede verse tanto en el hogar como en la escuela, el niño es “etiquetado”


no sólo por sus padres y maestros sino por todo el que se relaciona con ellos. Los
maestros tienden a valorarlos y a compararlos en relación a los otros niños, a
veces con actitudes bastante negativas, que lógicamente afectan, no solo el
rendimiento académico sino todo su comportamiento socioemocional,
convirtiéndose esto en un círculo vicioso donde la agresividad, la hiperactividad, la
inatención, la inhabilidad social hace de los niños siempre frustrados, seres que no
comprenden ni participan en las actividades dentro del aula y del hogar y mucho
menos logran enfrentar situaciones nuevas exitosamente. Todas estas
inhabilidades les producen rechazo social.
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Otro punto importante es que los maestros tienen escasas expectativas respecto al
futuro social y escolar de estos niños, lo que ocasiona poco interés y desánimo,
concentrándose en interacciones correctivas y claramente punitivas. Esto nos lleva
a pensar que la autoestima ya deteriorada se vea aún más dañada, hundiéndose
más en la problemática.

Conviene mencionar que los niños en cuestión tienen alterados los tres aspectos
básicos de la autoestima, los cuales son: sentimiento de pertenencia al grupo,
reconocimiento de la valía personal por parte de los demás y conocimiento de las
propias habilidades. La baja autoestima con elevados niveles de ansiedad y la
pobreza en la ejecución académica son otras de las consecuencias en estos niños.

Existen una gran variedad de trastornos emocionales vinculados a las dificultades


de aprendizaje, aquí mencionaremos las más comunes y significativas.

HIPERACTIVIDAD: Los niños con déficit de atención desarrollan una actividad


motora sin finalidad clara, se distraen muy fácilmente, son torpes e irritables.
Cuando se les pide un trabajo estructurado difícilmente lo realizan. Ante estas
conductas los padres y maestros intentan normarlos constantemente corrigiendo
conductas aisladas y no como características de un síndrome. La pobre
información que poseen acerca de este trastorno, hace que crean que
hostigándolos, reprendiéndolos y comparándolos constantemente con otros, basta
para que se corrijan. Al no obtener respuesta, el maestro del aula deja de intentar
integrarlos al grupo, haciendo sentir al niño más rechazado, aislado y
consecuentemente sus respuestas son de desorganización.

INATENCIÓN: Algunos niños no pueden concentrarse por completo en una


actividad concreta, tienden a atender a los estímulos irrelevantes y pasan más
tiempo dedicados a comportamientos no productivos. Si en la escuela o en el
hogar se les exige concentración sin tomar en cuenta su déficit, vuelve
nuevamente la sensación de fracaso, atentando con su autoestima.

AUTOCONCEPTO BAJO: Se refiere a la poca confianza que el niño tiene en sus


propias habilidades. Está directamente relacionado con el logro (cuanto más bajo
sea el nivel del logro, más pobre es el auto concepto). Debido a sus contantes
fracasos sociales y escolares no es de sorprender que estos niños posean
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sentimientos negativos de autovaloración. Por tanto la motivación para emprender


cualquier tarea es casi nula pues la ansiedad ante la idea de fracasar llega a
bloquearlos. Además del temor a fracasar, se relacionan pobremente con sus
compañeros, pues la idea de minusvalía siempre está presente en ellos.

DEFICÍT DE LAS HABILIDADES SOCIALES: Otro de los problemas que


generalmente aparecen, es la falta de comprensión de las situaciones sociales. No
reaccionan apropiadamente ante las expresiones faciales de otros, ante ademanes
de manos y brazos, tonos de voz y gestos en general; esto es que no saben
interpretar, juzgar o evaluar las expresiones afectivas. Esto lo lleva a manejarse
en una realidad confusa en la que no saben que esperar de los demás. Este déficit
es de los menos tomados en cuenta por padres y maestros, creando en ellos
confusión e impotencia y exigen en el niño respuestas adecuadas y decisiones
congruentes.

IMPULSIVIDAD O FALTA DE CONTROL: Un niño impulsivo habla o actúa


rápidamente sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos. Si partimos de
que la idea de que el comportamiento de todo niño es inicialmente controlado por
los adultos con arreglo a ciertas normas que muy a menudo se oponen a sus
deseos, tales normas externas e impuestas en un niño “normal”, llegan a
interiorizarse en el curso de su desarrollo, de forma tal que ese control externo da
pie al autocontrol. Este proceso se encuentra alterado en los niños con déficit de
atención, observándose una franca tendencia a la satisfacción inmediata de sus
deseos, situación que provoca frustraciones ante la imposibilidad de cumplirlas, en
los adultos propicia desesperación e intolerancia además de impotencia.

COMPORTAMIENTO PERTURBADOR: AGRESIVIDAD. El comportamiento


agresivo constituye una de las alteraciones conductuales infantiles que más
preocupa a padres y educadores, tanto por sus repercusiones negativas como por
la resistencia que ofrece a sus intentos de control. La agresividad extremadamente
reactiva, el lenguaje procaz y el sarcasmo, con frecuencia son el resultado de una
frustración del niño ante una larga cadena de fracasos.
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FRACASO: El fracaso socioemocional suele ser la consecuencia del poco éxito del
niño ante situaciones de interacción, o debido a un sentimiento de incompetencia.
Algunos niños suelen tornarse apáticos y aislados socialmente, pues son incapaces
de relacionarse positivamente. Los padres y maestros no encuentran la relación
entre sus dificultades escolares y su aislamiento tratando de manejar el problema
superficialmente.

DEPENDENCIA: Muchos de los niños muestran una superdependencia con


respecto a sus padres, maestros y otras personas, exigiendo excesiva ayuda y
seguridad en diversas actividades. Cuando se encuentran con obstáculos a la hora
de realizar tareas encomendadas, que ven que los otros niños llevan a cabo o que
les demande el entorno social, se convierten en personas incapaces y utilizan la
dependencia como estrategia. Aquí los adultos son quienes pueden alentar la
dependencia si continuamente le suplen en sus tareas y los encaminan a pedir
ayuda, incluso en actividades que pueden realizar por sí solos. La falta de éxito
académico puede conducir a una excesiva ayuda o seguridad.

OBSESIVIDAD: Los rasgos obsesivos pueden ser un factor determinante para


que fracasen académicamente, pues el insistir en realizar una tarea sin percatarse
de la necesidad de cambiar de actividad lo lleva a desfasarse, a perder atención en
detrimento de su progreso escolar. También aquí la obsesividad se ve como el
detonador de fracasos continuos. Es obvio que las dificultades académicas
causadas.

Por los problemas en los procesos de aprendizaje en un niño provocan


frustraciones, ansiedad, bajo auto concepto, pobre autoestima y cambios de
humor. Difícilmente puede determinarse en qué grado los problemas de
aprendizaje contribuyen a los trastornos emocionales; sin embargo no puede
negarse su interferencia. La comprensión de las dificultades académicas y
socioemocionales en los niños se ve aún más complicada y con pocas posibilidades
de solución, por la concepción que tienen los adultos de un niño con estos
trastornos.

Tomar conciencia de esta realidad y familiarizarse con los principios básicos de los
problemas de aprendizaje, así como de las técnicas objetivas para manejar los
problemas socioemocionales siempre pueden ser herramientas útiles tanto para la
tarea pedagógica como la de crianza dentro del hogar, asumir la problemática e
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intentar su mejoramiento deben ser fines que vayan más allá de la transmisión de
información; debería suponer realizar un esfuerzo de análisis y planeación de las
estrategias cotidianas.

En conclusión se trata de apoyar una tendencia hacia la estructura dentro del


hogar y la escuela que de cabida a las diferencias individuales, permitiendo así, la
expresión de las capacidades especificas de cada niño.

TRATAMIENTO… UN ENFOQUE PSICOPEDAGÓGICO


Hablar de aprendizaje es hablar de un tema muy difícil o complicado porque
aprender, es algo natural, algo normal, cuando un niño no aprende en la escuela,
cuestiona con su actitud y conducta a todos los involucrados en el aprendizaje. La
mayoría de los padres de familia niega de una manera rotunda el que exista la
posibilidad de que su hijo No Aprenda (algunas veces por un mal manejo de
frustración, otras por desconocimiento). El maestro también se cuestiona y el Niño
se Angustia.

Este niño no aprende al Mismo Ritmo que la mayoría de los niños y no importa el
“nombre” con el que se llame a estas dificultades sino el ¿Qué Hacer? es lo
importante; ¿Qué Hago? Dicen los maestros de grupos de alumnos de preescolar,
primaria y secundaria.

¿Qué Hago por que en el grupo yo tengo otros 39 niños aparte de él?

¿Qué puede hacer el maestro por el niño hiperactivo?

• No debemos angustiarnos, porque transmitiremos esa angustia al niño, ya


de por sí angustiado.
• Es importante que pensemos que este niño No está enfermo, si es que
tiene este trastorno debemos ayudarlo a superarlo.
• Empiece por hablarle de frente….mirándole a los ojos.
• No le dé órdenes muy largas y háblele despacio.
• Piense que para ayudar a un niño con estas características es
importantísimo hacer labor de sensibilización a los padres de familia del niño
para que busquen apoyo para él.
• Los trabajos que realice con el niño. los puede hacer con todo el grupo, de
esa manera apoyará al niño en cuestión y servirá para apoyar a todos los
demás. No será muy fácil, pero si realmente quiere apoyarlo será una buena
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experiencia, además aprenderá y ganará la gratitud del alumno aunque


usted no se dé cuenta.
• Piense que ante todo es un niño y sufre mucho, lo que le lleva a un retraso
importante en su madurez psicológica y tiene sentimientos de culpa e
inadecuación muy importantes, cuando sienta su apoyo no cambiara su
conducta inmediatamente pero hará que por lo menos intente cambiarla
y su angustia será menos.
• Ayúdele a controlar su comportamiento en el aula, lo que repercutirá en una
mayor relación con los demás, en unos mejores resultados académicos y en
una mejora de su autoestima.
• Estimule sus habilidades sociales básicas y habilidades de solución de
problemas interpersonales para que mejore la relación con sus compañeros.
• Estructure las tareas en tiempos cortos, permitiendo que haga descansos al
concluir, vaya aumentando los periodos de atención, controlando el
ambiente para que haya menores elementos de distracción posibles.
• Enséñele ejercicios de control muscular y ejercicios de respiración y
relajación.
• Enséñele a pensar antes de actuar para que regule su comportamiento,
tanto a la hora de enfrentarse a una tarea como en sus relaciones
interpersonales.

Es sabido que el profesor determina la evolución de cualquier niño no solo en el


sentido académico sino también en el terreno afectivo. Los profesores
desempeñan para los niños pequeños un rol semejante al de un segundo padre o
madre. Por este motivo ven en él o ella un modelo a contrastar con el familiar,
una nueva fuente de autoridad ( a la que aceptar o contra la que enfrentarse), un
nuevo punto de referencia sobre su escala de valores y un nuevo reflejo de su
propia imagen.

➢ Para cada una de las conductas que quieras cambiar en tu alumno


trata de utilizar el mayor numero de aproximaciones diferentes al
problema. Por ejemplo si tu alumno no termina las tareas, puedes
premiarlo por hacerlo, pero también puedes asegurarle el éxito si adaptas el
entorno (le sitúas cerca de su mesa para poder reforzarlo a menudo cuando
trabaja, le permites que ocupe una mesa aislada y contra la pared para los
momentos que requiera concentración),puedes, además adaptar la
exigencia de la tarea a sus posibilidades de atención y concentración
modificándola o pidiéndole que la realice por partes y que te la enseñe más
frecuentemente, puedes también ponerle un límite en caso de que
21

remolonee ( las fichas sin terminar se llevan a casa y se terminan allí),


puedes prestarle atención sólo en los momentos en que está concentrado
(acariciándole la cabeza o parándote en su mesa y sonriendo), etc. Hay que
recordar que varias estrategias combinadas surten menos efecto.
➢ Retira la atención ante malas conductas cuando estas se
produzcan con mucha frecuencia y refuerza (premia) con atención
las contrarias (por ejemplo, ignórale cuando se levante para llamar tu
atención y acércate a mirar lo que hace cuando esté trabajando).

➢ Plantea las normas de clase para todos, no solo para el niño


hiperactivo y señala también las consecuencias ( no se puede correr
por el pasillo, el que corra tendrá que entrenarse y deberá correr el pasillo
andando despacio 5 veces).

➢ Trata de evitar aquellas situaciones que sabes que el niño


hiperactivo no puede controlar, por ejemplo, evita las esperas en la cola
de la tiendita o pídele que deje los juguetes que ha traído de casa, en algún
lugar, hasta la hora del recreo.

➢ Recuerda que no puedes cambiar todas sus conductas al mismo


tiempo. Comienza por cambiar las menos difíciles de modificar. bien
porque no son claras y sencillas o porque dependen solo de ti, no de sus
padres. Entre las conductas sencillas elige las que su modificación sea más
palpable, las más vistosas. Esa mejoría llevara a otras.

➢ Tan importante es adaptar la tarea a un niño como programar un


sistema de registro para que este compruebe de forma visible su
mejoría.

➢ Si quieres modificar una conducta debes desmenuzarla en pasos


pequeños y reforzar cada uno de ellos. Al final conseguirás la conducta
completa (por ejemplo, comienza por reforzarle que termine cada parte de
un trabajo, después le podrás exigir que además lo haga con mejor calidad
y más tarde que termine todo el trabajo.

➢ Evita la competencia de unos niños con otros.


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De todas las técnicas a utilizar debemos comenzar por la más fácil de llevar a la
práctica y por aquella que quizá nos proporcione una mejora más inmediata. Nos
referimos a las modificaciones en el espacio, distribución de los muebles,
localización de las mesas, etc. Que pueden favorecer el cambió de conducta del
niño hiperactivo.

Veamos algunas recomendaciones:

✓ El niño hiperactivo debe tener la posibilidad de trabajar solo en una mesa


cuando necesite realizar tareas que requieran concentración.
✓ La mesa debe situarse cerca del pizarrón en un lugar libre de distractores (si
esta cerca del pizarrón tiene mejor visibilidad y menos distractores).
✓ Sí situamos al niño hiperactivo cerca de nuestra mesa podemos controlarlo
mejor, no con la intención de decirle que trabaje cuando se distrae (seria
prestarle atención cuando la conducta es incorrecta, sino para tenerlo más
cerca para poderle animar cuando trabaja bien, una sonrisa, una caricia, y
un “ven y enséñame lo bien que te está quedando”, etc.)
✓ Utilizar una carpeta abierta y colocarla de pie sobre la mesa a modo de
pantalla mientras trabaja, puede ser una alternativa para momentos en los
que no son muy factibles los cambios.
✓ Situar en el salón un cesto para meter los juguetes a primera hora de la
mañana hasta la hora del recreo, evitará que tenga la tentación de jugar
con ellos durante la clase.
✓ Permitir al niño escuchar de pie cuando ya se ha caído de la silla tres veces
puede darle un respiro a su necesidad de moverse.
✓ Nombrarle encargado de cerrar el salón a la hora del recreo puede evitar
que empuje en la fila para ser el primero porque tiene que salir
forzosamente al último para cerrar la puerta.
✓ Colocar un cartel en la pared donde pueda pintar puntos o estrellas cada
vez que termine una tarea, además de funcionar como un registro de buena
conducta que aumentara el rendimiento del niño, le permite levantarse y
darse un paseo que le ayudara después a concentrarse mejor y mantenerse
otro buen rato sentado. Si colocamos un papelito en su mesa no necesitará
moverse, y como necesita hacerlo más a menudo que los demás, acabará
buscando alguna excusa poco aceptable para estirar las piernas.
✓ Prohibir estuches sofisticados ayudará a reducir la distracción.
✓ Tener fichas de laberintos, sopas de letras, de colorear, de razonamiento
lógico, etc. En la clase para los niños que terminan más pronto, nos
23

permitirá tener a los rápidos controlados y motivar a los lentos para que
terminen.

Además de estos mecanismos de adaptación podemos adaptar las tareas a su


capacidad de atención y tolerancia emocional (la mayoría de estos niños se
frustran enseguida con el trabajo intelectual) sin necesidad de hacer
programaciones especiales.

TECNICAS CONDUCTUALES APLICADAS AL SALON DE CLASE

El profesor que domina la aplicación de técnicas conductuales en el aula, suele


tener menos problemas de organización y control de las condiciones de
aprendizaje.

Recomendaciones:

Premios: Para que las conductas positivas de los niños aumenten (trabajen
sentados, cometan menos errores, etc.), los profesores deben buscar formas de
recompensar a sus alumnos. Las recompensas materiales no son aconsejables en
el contexto del aula. En primer lugar, porque las recompensas sociales, como la
felicitación del profesor o los compañeros, y la satisfacción del trabajo bien hecho
suelen ser suficientes para incrementar estas conductas y son mucho más
naturales. En segundo lugar porque la cantidad de niños no permite costear al
profesor tal cantidad de refuerzos.

El profesor tiene básicamente las siguientes recompensas a su alcance:

▪ Privilegios de clase como borrar el pizarrón, repartir el material, etc.


▪ Dedicar especial atención al alumno.
▪ Otorgar puntos individuales.
▪ Otorgar puntos de grupo.
▪ Organizar auto registros de rendimiento (el niño apunta en un registro cada
vez que ha conseguido un objetivo propuesto y el solo hecho de que lo
anote mejorará su comportamiento).
▪ El reconocimiento público ante los compañeros, padres u otros profesores.

Esperamos que las actividades que mencionaremos posteriormente para apoyar a


los niños con déficit de atención, puedan ser de utilidad para usted y para los
padres de familia del niño que lo único que requiere es de su comprensión y
apoyo.
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Vamos a iniciar considerando que los factores que intervienen en el logro del
aprendizaje escolar son:

• ORGÁNICOS
• FISIOLÓGICOS
• PSICOLÓGICOS
• SOCIALES

En estos están contemplados los niveles intelectuales, preceptúales y


psicomotores. Si un niño no puede acomodar su aprendizaje regularmente existe
en él una desorganización importante y ésta se manifiesta a través del mal manejo
corporal.

Un niño que no integra bien el esquema corporal lo más seguro será que perciba
inadecuadamente el espacio y alterará todo el proceso perceptivo. Esto traerá
como consecuencia “vicios” que se observarán en obstáculos del desarrollo
normal primero y del aprendizaje escolar después. Consideramos pues la
organización a través del mal manejo del esquema corporal. Si encontramos
problemas desde el punto de vista orgánico (alguna alteración del Sistema
Nervioso Central u órganos receptores podemos referir desorganización
perceptual, esto nos llevara seguramente a problemas en la psicomotricidad y a
manejar un buen nivel de atención (vista – oído), lo anterior repercutirá en el
manejo psicológico del sujeto, presentando quizá algún “bloqueo emocional” y
el creerá que “no puede aprender” y quizá con esta idea cierre sus conductas
perceptuales (oído, vista, tacto, etc.) y su concentración será difícil por el
razonamiento, la memoria y los conocimientos abstractos se le dificultaran de una
manera considerable y lo más probable es que presente problemas en la familia,
escuela y comunidad.
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INTEGRACIÓN

INADECUADA MAL MANEJO

DEL ESQUEMA DE LA SITUACIÓN


INTE
CORPORAL

FRUSTRACIÓN DEL
INESTABILIDAD
PERCEPCION MEDIO FAMILIAR
EMOCIONAL
INADECUADA
(NIÑO)

FRACASO
INESTABILIDAD ATENCIÓN
ESCOLAR
DEL PENSAMIENTO DISPERSA

Considerando el cuadro anterior podemos observar que la mala integración del


esquema corporal, como ya habíamos visto, nos llevará hasta una problemática
importante que tiene que ver con el medio en el que el niño se desarrollará.
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ACTIVIDADES PARA FAVORECER EL TRABAJO DEL ESQUEMA


CORPORAL:

❖ Nombrar las partes de su cuerpo mencionando su función a través de


cantos, rimas, etc.
❖ Graficar la figura humana.
❖ Favorecer la expresión oral.
❖ Propiciar que el niño se observe en un espejo realizando diversos
movimientos.
❖ Imitar acciones que le permitan al niño descubrir posibilidades de
movimiento.
❖ Propiciar que el niño advierta experiencias de calor, frío, sed, hambre,
sueño, cansancio.
❖ Proporcionar estímulos táctiles: diferenciar texturas, tamaños, formas,
temperaturas, consistencias, relieves, entre otros.
❖ Proporcionar estímulos gustativos: distinguir sabores salado, dulce, acido,
amargo.
❖ Apreciar consistencias de los alimentos.
❖ Discriminar temperaturas de los alimentos.
❖ Experimentar nuevos sabores.
❖ Proporcionar estímulos olfativos: reconocer olores de alimentos o productos
conocidos.
❖ Reconocer olores agradables y desagradables.
❖ Ubicar de donde viene el olor.
❖ Identificar olores fuertes y suaves.
❖ Proporcionar estímulos auditivos: discriminar sonidos, ruido y silencio.
❖ Apreciar intensidades del sonido.
❖ Percibir y diferenciar sonidos de la naturaleza, de instrumentos musicales,
del ambiente, entre otros.
❖ Propiciar actividades auditivo-motrices.
❖ Promover la apreciación a la música.
❖ Favorecer la memoria auditiva, ejecutando órdenes verbales secuenciadas.
❖ Proporcionar estímulos visuales: brindar al niño un ambiente visualmente
agradable y atractivo.
❖ Reconocer características de los objetos como colores, formas, grosores,
tamaños, etc.
❖ Realizar descripciones de objetos, personas y animales.
❖ Favorecer la coordinación vasomotora.
❖ Ubicar relaciones espaciales en los objetos.
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❖ Proporcionar al niño material grafico como laminas, tarjetas, cuentos, entre


otros.
❖ Propiciar experiencias posturales. Ejemplo: Trasladar un libro sobre la
cabeza.
❖ Favorecer la coordinación dinámica general.
❖ Diferenciar posiciones (parado, sentado, acostado).
❖ Ejecutar movimientos que se le indiquen.
❖ Adquirir conciencia de las partes de su cuerpo en movimiento.

ACTIVIDADES PARA FAVORECER LA ATENCIÓN:


• Enfocar su atención en estímulos motivantes o reforzantes al tema: reales,
auditivos, guiñol, conversación de la vida cotidiana, escenificaciones.
• Mantener la atención en los estímulos que se le presenten en: actividades
de convivencia social (saludo, despedida, visitas, etc.), actividades de auto
cuidado, juegos educativos, juegos organizados, actividades manuales
(ensartado, recortado, pegado, doblado, etc.), actividades creadoras
(dibujo, modelado, etc.), actividades recreativas.
• Ofrecer una respuesta a los estímulos motivantes en actividades de
convivencia social.
• Participar en juegos educativos.
• Participar en juegos organizados.
• Intervenir en actividades teatrales.
• Participar en conversaciones.
• Participar en cantos, juegos y ritmos.
• Participar en actividades creadoras.
• Enseñarle al niño que siga un objeto con los ojos, como un lápiz, mientras
este es movido primero horizontal y luego verticalmente y después en
diagonal y girarlo. Estos dos últimos movimientos son más difíciles y no se
practicarán hasta que el niño pueda situar los movimientos laterales y
verticales.
• El mismo ejercicio se puede hacer con una linterna, de manera que la
intensidad del estimulo visual aumente.
• Seguir la luz de la linterna con los mismos movimientos pero ahora el niño
seguirá la luz con el dedo al mismo tiempo que con los ojos.
• Elaborar títeres dactilares.
• Con una pelota grande y luego una pequeña (tamaño beisbol), la educadora
sostiene la pelota entre las palmas y el niño deberá hacer lo mismo en los
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espacios intermedios. El maestro mueve la pelota realizando movimientos


laterales, verticales, diagonales y rotatorios, llevando las manos del niño
junto con él y diciéndole que mire la pelota mientras se va moviendo.
• Otra posibilidad es hacer ejercicios con una pelota colgada (suspendida) y
que al tocarla oscila como un péndulo. La técnica consiste en hacer que el
niño siga con la mirada el movimiento de la pelota.}
• Entrenar la percepción de formas, se sugieren rompecabezas (sencillos
primero de la figura humana), figuras de palos, tableros de clavitos.
• Preparar una serie de formas de cerillos o popotes pegados a algún trozo de
cartón o madera. El niño deberá reproducir las formas.
• El completamiento de figuras.
• Haga actividades de ensamblado.
• Jugar a la memoria.
• Observe tarjetas con figuras o fotografías y distinga, personas, objetos,
detalles.
• Jugar a “lo que hace la mano hace la tras”.
• Hacer ejercicios de repetición de movimientos en el aire, con un dedo, con
otro, con una mano, con la otra.
• Hacer preguntas al niño como las siguientes: “¿qué estás haciendo en este
momento? ¿qué está haciendo Luis en este momento? ¿Cómo lo está
haciendo?
• Emplee ocasionalmente el contacto físico directo con el niño para ayudarle a
centrar su atención. Por ejemplo, sujetar sus manos y dirigir su cabeza y
otras partes del cuerpo siguiendo ejercicios específicos tales como caminar
sobre un recorrido, dibujar un laberinto, etc.
• Enseñarle al niño a “anotar” sus propios progresos y éxitos.
• Ofrecer abundantes tareas y actividades de aprendizajes breves.
• Hacer que el niño observe el descenso de la arena de un reloj de arena.
• Hacer que el niño camine con la maestra alrededor del salón o el patio, para
practicar la inhibición muscular deseada y los movimientos motores
correctos.
• Proponer al alumno practicar carreras de “tortugas” y otros movimientos y
juegos lentos.
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JUEGOS PARA EL ESQUEMA CORPORAL:

1. Seguir las sombras. El grupo se desplaza libremente por el patio, pero


cada uno trata de colocarse “a la sombra” (detrás) de algún compañero.
Cuando éste se detiene, el que los sigue deberá buscarse otra sombra.
Variante: “seguir la sombra”: en parejas, el que va adelante hace distintos
movimientos, y el que va atrás lo imita lo mejor posible. Luego se alternan.

2. Tocar donde me tocaron. Se designa un perseguidor, éste trata de tocar


a los compañeros. Los que son tocados deben colocar una mano en la
parte del cuerpo que les tocaron y, a su vez, tendrán que perseguir a los
compañeros, pero deberán tocarlos en la misma parte que les fue tocada a
ellos.

3. ¿Cómo soy? Este juego se puede realizar en el aula o en el patio. El


maestro indica a todos que se miren muy bien, para recordar cómo somos y
también cómo estamos vestidos. Se asigna un refugio, entonces el maestro
llama “conmigo en el refugio todos los que tienen pelo largo” los llamados
deben correr a reunirse en el sitio indicado. Luego serán llamados los de
ojos verdes, los varones, las que tienen aretes. los de tenis o calzado azul,
etc.

4. La cola del lobo. La maestra elige a un “lobo”- posteriormente podrán ser


más – y le coloca la cola (cinta, cuerda, mascada, pañuelo, etc.) A una
señal determinada, el lobo sale corriendo y los demás niños lo persiguen
para quitarle la cola, la única manera que tiene el lobo de defenderse es
tocando a sus perseguidores, quienes al contacto se convierten
automáticamente en estatuas. Estás solo recuperan su movilidad si el lobo
las quiere volver a tocar. El niño que le arranque la cola, se convierte a su
vez en lobo y el juego empieza de nuevo.

5. Toque eléctrico. Los niños se colocan en parejas y juegan a darse


“toques eléctricos” en la parte del cuerpo que el maestro les vaya indicando,
pero evitando ser tocados. Por ejemplo, rodillas, espalda, pies, codos,
muslos, etc.
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6. ¿Qué puede hacer tu cabeza? Empieza hablando de todas las cosas


que puede hacer el cuerpo, empezando con la cabeza. Continua con el
resto del cuerpo hacia abajo – cabeza, hombros, brazos, caderas, piernas,
rodillas, tobillos y dedos- demostrando como se mueve cada parte. Di por
ejemplo: ¿Qué puede hacer la cabeza? Puede ir de un lado al otro, arriba y
abajo, y girar. Hagan movimientos en grupo. ¿Qué pueden hacer los
hombros? Pueden encogerse (ir de arriba abajo) y hacia delante, y hacia
atrás al mismo tiempo y por separado. Hagan los movimientos en grupo.

7. Brazos. Empieza con los brazos estirados sobre la cabeza, con las manos y
los dedos extendidos. Deja caer los dedos por los nudillos y después las
manos por las muñecas mientras que los brazos siguen rectos. Después
deja caer los antebrazos, y por último los brazos completos. Vuelve a
empezar. Primero sube los codos, luego los antebrazos, y luego la muñeca.
Estire la muñeca hasta que los brazos estén en su posición original otra vez.

8. De pie, sentados. Si todos están sentados, pídeles que se pongan de pie.


Cuando estén parados, di algo como: “Oh, cambié de opinión, vamos a
sentarnos”. Una vez que se hayan sentado, actúa como el profesor,
distraído, diciendo: “Ah espérenme tantito. Se me olvido. Mejor
pongámonos de pie”. Cuando se hayan parado di: “¿Por qué no nos
sentamos? Ellos entonces aceleran la acción de pararse y sentarse hasta
que todos ríen y se sienten muy simples. Para entonces ya habrás logrado
captar su atención y afecto porque quieren ver qué se te va a ocurrir en
cualquier momento.

9. Puedo, no puedo. Siéntense como desplomados, uno junto al otro. Las


cabezas hombros y brazos están colgados. Digan las palabras: “No puedo
hacerlo. Es muy difícil. Soy muy pequeño. No puedo. Simplemente no
puedo”. Luego cambien su postura como si fueran un tronco derecho, con
los hombros hacia atrás, el mentón hacia arriba y digan: “¡Si puedo! ¡Si
puedo hacerlo! ¡Puedo aprender, ya lo sé. Soy listo, puedo hacerlo!
Después vuelvan a la posición desplomada usando al mismo tiempo las
palabras derrotistas: “No, no puedo. Es muy difícil!” Sigan así durante un
rato, terminando, por supuesto, con la postura positiva.
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10. De semilla a flor a semilla. Adopta una posición de desplomado, todo


retorcido, con las piernas cruzadas; o ponte de rodillas. Deja que surja un
brazo como si fuera una hoja, y que la espalda se enderece como si fuera
un tallo. Deja que el otro brazo se convierta en una hoja también. Por
último, estira ambos brazos hacia arriba con la cabeza hacia atrás. Imagina
que eres una flor en botón con la cara hacia un hermoso amanecer,
entonces la flor deja caer una semilla, se marchita poco a poco y muere
haciendo los movimientos originales en reversa, regresando a la tierra solo
para volver a surgir como una semilla en primavera. En este juego la
primavera llega cada minuto.

Variaciones: Cuando florezcan los botones, deja que un compañerito


camine con una regadera y te moje la cara. Empieza siendo un gusano,
después una oruga y, por último una mariposa. Esto estimula toda una
variedad de movimientos. Deja que los niños improvisen.

11. Sonidos ambientales. Pide a los niños que estén quietos y te digan los
sonidos que escuchan, como: El tic-tac del reloj, el transito distante de la
calle, el canto de los pájaros, el carro de bomberos, el viento.

12. Imaginar sonidos. Pide a los niños que estén muy quietos, tomen turnos
para nombrar los sonidos que imaginan como: rechinido de una vieja casa,
golpear de olas sobre enormes piedras, chapoteo de agua en la playa, una
lejana sirena de bomberos, tocino que se fríe, cubos de hielo que se
quiebran.

13. ¿Quién habla? Un niño se pone de espaldas al resto del grupo. Tu


señalas a alguien del grupo para que empiece a hablar. Puede decir
cualquier cosa, desde un saludo hasta un verso, con su propia voz o
fingiendo un acento. El niño de espaladas tendrá que decir de quien es la
voz.

14. ¿De qué es ese sonido? Pídele a un niño que se ponga de espaldas al
resto del grupo. Entonces recorre el salón tocando o golpeando diferentes
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objetos, mientras el niño tiene que adivinar qué es. Tomen turnos para ser
el que hace los sonidos y el que los escucha.

Variaciones: Usa diferentes sonidos corporales; golpear la rodilla con la


mano, patear, chasquear los dedos, hacer sonidos con la lengua, etc. Pide a
los niños que adivinen como haces estos sonidos. Usa diferentes objetos
del salón y pide que los identifiquen cuando caen.

15. Susurros. Susurra el nombre de un niño del grupo muy pero muy
despacio. Cuando el niño escuche su nombre, debe levantarse (o levantar
la mano o saludar). Si alguno no escucha su nombre, aumenta el volumen
hasta que lo oiga.

16. Aplaude también. Una persona aplaude una o varias veces y los demás
imitan el aplauso.

17. Colores con movimiento. Nombra dos o más colores y asigna


movimientos a cada uno. A medida que mencionan los distintos colores, los
jugadores hacen los movimientos correspondientes. Varia el tiempo que
tienen entre un color y otro, para que tengan que pensar rápidamente y
pongan atención para escuchar que color sigue. Ejemplo: Cuando diga
“verde”, los jugadores deben de moverse hacia atrás y hacia delante como
grandes hojas de pasto. Cuando diga “rojo”, los jugadores deberán saltar
en un pie como si se quemaran. Cuando diga “azul” los jugadores deberán
agitar los brazos y volar como un pájaro. Cuando diga “amarillo”, los
jugadores deben dar vueltas como un trompo.

Variaciones: Usa sonidos en lugar de colores. Por ejemplo un murmullo


significa saltar, un silbido quiere decir caminar hacia atrás, una palmada en
la pierna significa quedarse quieto de pie, etc. Si tienes un grupo más
grande asigna a algunos el papel de “sonidistas”. El maestro puede estar
detrás de los sonidistas y tocar la espalda del que debe hacer el siguiente
sonido. Siempre que se haga un sonido, el resto de los niños se mueven de
acuerdo con los movimientos señalados. El maestro tiene la posibilidad de
mover el juego a diferentes velocidades y en distinto orden, con lo que se
hace impredecible.
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18. Recuerda. Lee a los niños una lista de palabras relacionadas. Tal vez una
lista de animales o un grupo de palabras que empiezan con la letra B, un
niño, después de escuchar la lista, trata de repetirla. Luego él dice una lista
de palabras y otro niño deberá repetirla y así sucesivamente.

19. Buscadores de sonido. Los niños hacen diferentes sonidos con sus
cuerpos. Posibilidades: truena los dedos, aplaude, golpea una rodilla con
otra, patea, suena los labios. Uno de los niños, vendado de los ojos, tiene
que encontrar cierto sonido, por ejemplo: palmadas. El buscador de sonido
camina entre los sonidistas hasta que encuentre al que está haciendo el
sonido que se le solicito identificar.

20. Números. Forma un círculo y colócate en el centro. Numera a los niños


del 1 al número de los niños que sean. Deberás decir dos números, por
ejemplo, 4 y 8, los niños que tengan estos números tratan de cambiar su
posición corriendo uno hacia el lugar del otro y viceversa, mientras que tu
tratas de llegar antes a uno de los lugares. Posteriormente el niño que se
queda sin lugar es el que deberá pasar al centro y decir dos números.

21. Haz lo que digo, no lo que hago. Pide al grupo que hagan una fila todos
juntos, cuando estén en su lugar, diles que hagan lo que dices y no lo que
haces; después dale instrucciones a cada niño, uno a la vez. El niño que
sigue instrucciones correctamente da un paso adelante. El que no las siga o
lo haga en forma incorrecta da un paso atrás. El que llegue primero al otro
lado del patio o salón, o de una línea determinada con anterioridad es el
que gana o puede ser el que dé órdenes. Ejemplo: Toca tu boca y di: “Sara
toca tu nariz”.

22. Orquesta de sonidos. Los niños son la orquesta de sonidos. Cada uno
elige que sonidos hacer. Las posibilidades incluyen: Sonidos de animales,
ruidos de carro o tren, llanto o risa, chasqueo de lenguas, sonidos con los
labios, silbidos o un sonido inventado, no conocido. Se toman turnos para
ser el director de la orquesta. Señalando con una “batuta” o con el dedo al
grupo o persona que debe hacer su sonido. El director puede indicar con
algunas señas, cual sonido quiere fuerte o suave, lento o rápido. El director
puede también intercambiar varios solos, dúos o tríos, o dejar que toda la
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orquesta toque. Todos tienen oportunidad de ser el director, o sea, el que


puede componer “la música”.

Variación: Puede realizarse el mismo juego, con un fondo musical.

23. ¿Qué hay adentro, qué hay afuera? Dale a los niños cierto tiempo para
mirar por la ventana y ver todas las cosas que hay fuera. Después pídeles
que dibujen en una hoja lo que ven. A continuación pídeles observar todo
lo que hay dentro del salón y también que las dibujen.
Variación: En vez de que dibujen algunos niños pueden decirte en voz alta
lo que ven afuera y adentro.

24. El tercer ojo. Lee en voz alta la siguiente lista, pero hazlo muy muy
lentamente. Pide a los jugadores que traten de ver cada imagen en su
mente.
▪ Una cara vieja y arrugada
▪ Un campo cubierto de nieve
▪ Montañas lejanas
▪ Una cueva subterránea
▪ Un castillo en el cielo
▪ Un dulce de algodón
▪ Un niño en un columpio

Variación: Que los niños propongan diferentes “imágenes” para que los
otros las “vean”.

25. Mírame. Por parejas un niño frente al otro deberán mirarse por un minuto.
Después que cierren sus ojos o se den la espalda y mencionen tantos
detalles como puedan del otro niño.

26. ¿Cuál es la diferencia? Un niño del grupo deberá mirarte durante un


momento. Pídele que se fije donde estas sentada, en qué posición y lo que
llevas puesto. Después pídele que salga del salón. Cuando el niño salga,
cambia algo, como quitarte el suéter, tu postura o el lugar que ocupas en el
salón. Pide al niño que regrese y cuando lo haga pídele que note las
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diferencias. Juega tan sutilmente (como desatar la agujeta del zapato) o


tan burdamente (cambiarte de silla) de acuerdo a la capacidad del niño.

27. ¿Qué hay aquí? Los niños deberán tocar objetos diferentes que se
encuentren en el salón, con la punta de sus dedos y deberán decir cómo se
sienten cada uno de estos objetos y como se distinguen uno de otro.
Ejemplo: comparen la tersura de la mesa con la de la pared; el abrigo de
piel con el de algodón, la pluma con el lápiz. Digan por ejemplo: Vamos a
sentir la mesa” Entonces vayan y siéntanla, frótenla, denle palmadas y
hagan música sobre su superficie. Después, “vamos a sentir el suéter”,
pásenlo por su cara, sus brazos, sus muslos. Hagan el sonido que les venga
a la mente cuando sienten algo suave. Froten, palmeen, aprieten, sacudan.
“Así es como se sienten las cosas suaves”. No olvides preguntar: ¿Qué
vamos a sentir ahora ¿ de modo que tu niño practique su poder de
elección.

28. Cabezas de bolsa. Que uno de los niños ponga su cabeza dentro de una
bolsa de papel de estraza. Todos corren a su alrededor hasta que la
cabeza de bolsa dice: “Congelados” Todos se quedan donde están, mientras
cabeza de bolsa trata de encontrar a alguno de los jugadores. Cuando lo
logra tiene que adivinar a quien ha tocado. Si adivina, ese niño pasa a ser
cabeza de bolsa también y ambos deberán encontrar a otros niños a los
cuales identificar. Si no adivina, todos vuelven a correr a su alrededor hasta
que una cabeza de bolsa dice “congelados” otra vez y lo vuelve a intentar.
El juego continua hasta que todos los niños, menos uno tienen cabeza de
bolsa.

29. Dibuja una figura. Cada niño dibuja una figura geométrica en la espalda
de uno de sus compañeros, éste trata de adivinar cuál es la figura
geométrica que le dibujaron.

30. Troncos en venta. Los niños fingen ser troncos y se acuestan uno junto
al otro. Con un poco de ayuda de tu parte, el primer tronco rueda sobre el
segundo tronco y así sucesivamente hasta el final de la hilera. El segundo
tronco hace los mismo y el juego continua hasta que todos los troncos han
rodado.
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Variación: El primer tronco se acuesta atravesado sobre los cuerpos de los


otros niños y todos los niños que están debajo ruedan continuamente. Al rodar, el
niño que está arriba va de un extremo del grupo al otro. ¡Es sumamente divertido!

31. Sabores. Necesitarás botellas con líquidos de diferentes sabores como


vainilla, menta, limón, chocolate. Sostén la botella bajo la nariz del niño
para que la huela y pregúntale que piensa que es, luego podrá probarlo.

JUEGOS PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS

1. Las cosas que hago bien. Formando un círculo con los niños. Canten
juntos entre el turno de cada participante. Cada niño tiene que nombrar
alguna cosa que haga bien.

Empieza tú para que les enseñes cómo funciona el juego. Canción: (música
de “María tenía un corderito”).

Aquí están las cosas que hago bien, que hago bien, qué hago bien.

Aquí están las cosas que hago bien.

¿Las haces tú también?

Respuesta

Yo puedo ________________________________________

(Ejemplo: andar en triciclo)

2. Estimulación animal. Si yo fuera un animal ¡sería alguien igual que yo!


Respuesta:
Si yo fuera un animal, sería un __________________ (una foca)
Porque es bueno para __________________________(jugar)
¡Igual que yo!

3. Amigo del día. Cada semana saca de un sombrero el nombre de uno de


los niños de tu grupo. El resto del grupo dibuja su “silueta”. Pidiéndole que
se acueste en una gran hoja de papel. Después los demás niños colorean la
silueta. Posteriormente cortan la silueta. Junto a esta el maestro irá
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escribiendo comentarios positivos hechos por él grupo: “me gusta reír”


“siempre es agradable estar con ella” “ella es mi mejor amiga” etc.
Recuerde al grupo que a todos les llegará su turno.

4. La botella. Ponga a los niños unos frente a otros o sentados en un circulo


y den vuelta a una botella que debe estar al centro, acostada sobre el piso.
Cuando su boca deje de girar su boca estará apuntando a uno de los niños.
Entonces el que dio la vuelta a la botella deberá decirle algo agradable a
ese niño, incluso si la botella apunta hacia el mismo.

5. Huellas digitales. Usando un cojín entintado, ayuda a los niños a


imprimir su dedo índice en una tarjeta, revisen las diferencias entre los
niños.

Variaciones: Puedes dibujar la mano completa y poner la huella digital en


cada dedo para que los niños puedan ver que incluso cada dedo de su
mano es único.

6. ¿Quién es él o ella? Cubre la cara de un niño con una mascada y canta


está canción:
¿Quién es él (o ella)
¿Me lo puedes decir?
El (ella) es ____________________________________ (nombre)

Y nos cae muy bien.

Variación: Si tienes algún sombrero en vez de la mascada puedes usarlo.


Cantando:

¿Quién está bajo el sombrero?

¿Quién puede ser?

¿Quién está bajo el sombrero?

¿Déjame ver?
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JUEGOS PARA EVITAR LA AGRESIVIDAD Y PARA LOGRAR LA


RELAJACIÓN:

1. La goma elástica. Cogidos de la mano se forma un círculo y se dará la


indicación de que las manos son como una liga elástica que se estirará y
encogerá según se vaya dando la orden. Ganara el equipo que no rompa la
liga.

2. ¿Quién se ha ido? Los alumnos estarán con los ojos cerrados y el


maestro tocará el hombro del niño que tiene que abandonar el aula. El
grupo dirá quién falta.

3. Adivina ¿Como me siento? Pasa un alumno al frente del salón y hace la


mímica de algunos estados de ánimo que la maestra le vaya diciendo o que
el alumno quiera expresar. Se puede hacer competencia entre los equipos
al adivinar rápidamente la mímica del compañero que está al frente. Este
mismo juego se puede hacer con ilustraciones de revistas.

4. Las caritas de mis sentimientos. Se tienen mascaras con la expresión


de diversos sentimientos con un palito para que los niños la puedan tomar y
comentar como se siente y cuál es la causa.

5. Imitación de animales. El niño representará a un animal y luego podrá


explicar cómo es el animal que está representando y porque cree él que es
así.

6. Me peleo con… Pasa un niño al frente y hace la pantomima de que se


está peleando con un niño más pequeño, después con uno más grande y
por ultimo con uno de su tamaño. Se podrán hacer concursos para el mejor
imitador, el cual será el que haya representado mejor la pelea y de una
explicación de lo representado.
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JUEGOS PARA EL MANEJO DE AUTOCONTROL

1. La zapatería. Los participantes del juego se quitan los zapatos que son
colocados al frente del salón en dos grupos. Todos los jugadores se colocan
al final del salón y por parejas van pasando al frente para buscar en uno de
los dos grupos de zapatos, los suyos. Cuando el niño se coloca los zapatos
correctamente, corre al final del salón, para que el siguiente compañero
encuentre los suyos. Gana el equipo que terminé primero de encontrar los
pares.

2. Dibujos musicales. Pon la música y que los niños dibujen oyendo la


música. Deberán dibujar lo que la música les sugiera.

3. Muévete y ponte en onda. Pon cualquier tipo de música, escúchala con


tu grupo y a medida que sientan la música, deberán moverse para expresar
el sentimiento que les produce la música. Cambia a otro tipo de música y
repitan la experiencia.

Variación: Graba una cinta utilizando diferentes tipos de canciones. Cada


quien toma un turno para bailar la canción mientras que los demás niños
imitan los movimientos. Puedes tocar la cinta muchas veces y ver como
cada quien expresa en forma distinta un amplio rango de sentimientos hacia
las mismas canciones.

4. El globo. Pide al grupo que se den las manos y formen un círculo


alrededor de un niño que está alrededor de una persona que está de pie en
el centro. Diles que una persona va a ser un “inflador” y que ustedes son
su globo. El o la niña que juega ese papel deberá soplar fingiendo que infla
el globo. A medida que lo infla, los demás hacen el círculo más grande y
más grande, hasta que ya no pueden darse la mano. En ese momento el
globo revienta y todos los niños, fingiendo que son parte del globo roto, se
retuercen y caen. Tú puedes indicarles cuando deben caer. Descubrirás
que todos quieren ser el que infla el globo. Si se trata de un grupo muy
grande, deja que unos cuantos niños hagan el papel de “inflador” al mismo
tiempo.
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BIBLIOGRAFÍA:

➢ ¡Todos los niños pueden aprender! Separata de hiperkinesia.


Ruiz Anaya Armando.
Instituto de Investigaciones de Problemas de Aprendizaje,
A.C.

➢ Síndrome de Déficit de atención con hiperactividad.


Dr. Rafael Velazco Fernández
Editorial Trillas.

➢ Hiperactividad
Dr. Víctor Uriarte
Editorial Manuel Moderno.

➢ “Propuesta de intervención psicopedagógica a través del


juego, dirigida a niños con necesidades educativas
especiales”
García Molar, Pérez Hernández y Téllez Rojo.
Normal Superior del Estado de Hidalgo.

➢ Juegos para mejorar la autoestima en los niños


Barbará Sher
Editorial Selector

➢ El niño y su mundo
González Garza Ana María
Editorial Trillas.
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Mientras caminaba por la playa al amanecer,


Un anciano observó a un niño delante de él que
Recogía estrellas de mar y las arrojaba a las
Aguas.
Finalmente, cuando llegó con el niño le
Preguntó por qué hacía eso.
La respuesta fue que la estrella de mar varada
En la playa,
Moriría si se le dejaba al sol de la mañana.
“Pero la playa tiene muchos kilómetros y
Existen millones de estrellas de mar! contestó el
Anciano.
“¿Cómo pueden hacer una diferencia tus
Esfuerzos?”
El niño miró a la estrella de mar entre sus
Manos y mientras la arrojaba a la seguridad
De las olas dijo:

“Hace una gran diferencia para está”

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