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sicobiología

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La psicobiología o biopsicología, es la aplicación de los principios
de la biología al estudio del comportamiento de los animales, incluidos
los humanos. Estudia procesos mentales como la percepción, la
consciencia, la inteligencia, las emociones, la memoria y el aprendizaje
en distintas especies animales y a lo largo de la escala evolutiva,
incluyendo a los insectos, arácnidos, crustáceos, peces, anfibios, aves,
mamíferos y seres humanos. Se considera predominantemente una
ciencia biológica y secundariamente una ciencia social. 123456

Índice

 1Definición
 2Objetivos
 3Subdisciplinas
 4Metódica
 5Psicobiología de la consciencia
 6Psicobiología de la memoria
 7Relación entre el organismo y ambiente
 8Factores filogenético y ontogénico
 9Véase también
 10Referencias
o 10.1Bibliografía
 11Véase también

Definición[editar]
La psicobiología adopta íntegramente la visión científica del mundo,
que sostiene que los procesos mentales son procesos cerebrales.
Utiliza la matemática y la biología, en particular la neurociencia, y por
lo tanto la química y la física. Entre los distintos enfoques de la
psicología, la psicobiología es el enfoque más firmemente implantado
en el sistema del conocimiento científico.
La problemática de la psicobiología está formada por los hechos
conductuales y mentales (procesos cerebrales).

 Estudia procesos como la percepción, el aprendizaje y la memoria


desde una perspectiva biológica.
 Estudia los procesos cerebrales vinculados a las diversas
psicopatologías (depresión, adicciones, etc.).
 Agrega problemas de la etología, la ecología del comportamiento, y
la biología evolutiva y del desarrollo.
 Se pregunta en qué momento del desarrollo individual y de la
evolución de las especies comienza la conciencia.
 Rechaza la idea tradicional conductista de que la conciencia no es
un objeto de estudio científico.
 Plantea problemas concernientes a la lateralización cerebral, el
lenguaje y la racionalidad.

Objetivos[editar]
La psicobiología incorpora los métodos y objetivos de la psicología
animal, etología cognitiva, ecología del comportamiento y biología
evolutiva. La psicobiología no se limita a describir la conducta, sino
que intenta explicarla en términos neurobiológicos. El fin último de la
psicobiología es la construcción de teorías, tanto generales como
específicas, capaces de explicar y predecir hechos conductuales y
mentales en términos biológicos.

Subdisciplinas[editar]
De acuerdo a Pinel y Barnes (2021), la biopsicología está compuesta
por las siguientes subdisciplinas:
Psicología fisiológica: El estudio de los mecanismos neuronales del
comportamiento a través de la manipulación y registro del cerebro en
animales de laboratorio.
Psicofarmacología: La manipulación y estudio de la actividad
cerebral con drogas y psicofármacos en animales de laboratorio (y en
humanos en aquellos casos en que la ética lo permite).
Neuropsicología: estudio de los efectos psicológicos de las
disfunciones cerebrales en pacientes humanos. Es una disciplina
aplicada y estudia disfunciones causadas por enfermedades,
accidentes o neurocirugías, con el objetivo de beneficiar a los
pacientes siempre que sea posible.
Psicofisiología: Estudia la relación entre la actividad fisiológica y los
procesos psicológicos en los seres humanos, usualmente mediante
métodos no invasivos como el electroencefalograma.
Neurociencia cognitiva: es la división más joven de la biopsicología,
y se ocupa del estudio de las bases neuronales de la cognición,
incluidos procesos intelectuales como el pensamiento, memoria,
atención y procesos perceptuales complejos. La mayor parte de la
investigación se realiza con participantes humanos usando métodos
no invasivos como las imágenes cerebrales funcionales.
Psicología comparada: Estudia el comportamiento de los animales,
comparando a distintas especies para entender la evolución, genética
y función adaptativa de las conductas. Algunos psicólogos
comparados estudian a los animales en laboratorios, y otros realizan
investigación etológica, que es aquella que estudia a los animales en
su entorno natural. (Pinel y Barnes, 2021, pp. 33-36) 7

Metódica[editar]
La psicobiología utiliza los métodos de la neurociencia cognitiva,
la electrofisiología y la psicofisiología para estudiar los
comportamientos y experiencias conscientes de los organismos en
relación con sus ambientes, sin reducir las experiencias a conductas.
Utiliza plenamente el método científico, debido a que observa,
manipula y estudia sistemáticamente los procesos mentales, a los que
considera procesos cerebrales. Hace uso del método experimental,
que emplea en la actualidad una enorme variedad de técnicas precisas
y sofisticadas.

Psicobiología de la consciencia[editar]
El estudio psicobiológico de la consciencia ha incluido estudios en
animales sobre la organización y función del cerebro y el
procesamiento perceptual, y también estudios en pacientes humanos
con distintos síndromes neurológicos, y el estudio de seres humanos
sin patologías mientras realizan actividades específicas, por ejemplo
prácticas de meditación.89
Un pionero del estudio de la consciencia fue el neurocirujano Wilder
Penfield, cuyos hallazgos son relevantes hasta hoy.8 Durante los años
1940s y 50s, él aplicó estímulos eléctricos a áreas del cerebro de
pacientes epilépticos despiertos para localizar las áreas cerebrales
involucradas en procesos como el lenguaje, pensamiento y otros. El
tejido cerebral no es sensible al dolor (cuando decimos que duele la
cabeza, en realidad lo que duele son las arterias cerebrales, y las
envolturas del cerebro o meninges), por lo que no era necesario dormir
al paciente. Se aplicaba anestesia local para abrir el cuero cabelludo y
el cráneo, y luego se operaba en el cerebro con el paciente
consciente.
Cuando Penfield estimulaba determinadas áreas, los pacientes
reportaban experiencias subjetivas como “oír una melodía”, escuchar
“la voz de mi hermano” y otras (imaginación, recuerdos visuales, etc.),
demostrando que tales recuerdos parecían estar almacenados en las
neuronas estimuladas. Estos procedimientos proporcionaron evidencia
sólida del rol de la corteza cerebral en las experiencias conscientes. 810
11

Posteriormente, desde los 1990s ha surgido un boom de teorías


biopsicológicas sobre la consciencia. Éstas incluyen la teoría de la
consciencia nuclear y ampliada de Antonio Damasio, la teoría del
núcleo dinámico de Gerald Edelman, y la teoría de la información
integrada de Giulio Tononi, entre otras.121314151617
De acuerdo al neurólogo Antonio Damasio, la consciencia surgió de
las funciones de auto-regulación biológica (homeostasis) de los
organismos, evolutivamente determinadas. Además, existe una forma
sencilla de consciencia (la consciencia nuclear) y una forma más
compleja (la consciencia ampliada).1819
Las formas más primitivas de mapeo de sí mismo son no conscientes.
La representación y regulación neuronal del estado del organismo en
función de su homeostasis es inconsciente. Damasio llama proto-self a
estas representaciones inconscientes. Este mapeo es realizado por
ciertos núcleos del tronco del encéfalo, y también estructuras del
hipotálamo y cerebro anterior basal, y ciertas cortezas
somatosensoriales.18
El proto-self es un requisito para la posterior aparición de la
“consciencia nuclear”. La “consciencia nuclear” le proporciona a los
organismos una sensación del self en el aquí y ahora. En cambio, la
“conciencia ampliada” es más compleja y otorga a los organismos que
la poseen un sentido más elaborado de sí mismos (self) y lo sitúa en el
tiempo histórico, esto es, el pasado recordado y el futuro anticipado.
La consciencia ampliada depende de la memoria y aumenta su poder
por el uso del lenguaje.
La consciencia nuclear consiste en la vigilia y la narración en
imágenes no verbales de lo que sucede con el organismo y algún
objeto en su entorno. Damasio llama “self nuclear” (a veces traducido
como “sí mismo central”) a la forma de auto-percatación propia de la
consciencia nuclear. La consciencia nuclear es un requisito necesario
pero no suficiente para que exista además la consciencia ampliada y la
sensación de sí mismo que trae consigo, el “self autobiográfico”.
La consciencia nuclear depende de las proyecciones ascendentes del
tallo cerebral a la corteza, y también de los colículos superiores
(tectum), el tálamo y la corteza del cíngulo.20
La consciencia ampliada involucraría a la corteza prefrontal y a las
áreas que procesan imágenes del recuerdo y del futuro anticipado,
además de a las áreas necesarias para el proto-self y el self nuclear. 18
De acuerdo a Damasio,19
“… las imágenes que constituyen una autobiografía se implementan en gran medida en
los espacios de imágenes situados en la corteza cerebral (…) no obstante, para que sean
conscientes, esas mismas imágenes tienen que interactuar con la maquinaria del proto-sí
mismo que, como hemos visto, se halla en gran medida en el tronco encefálico. Construir
un sí mismo autobiográfico exige mecanismos de coordinación muy sofisticados…”
A. Damasio, 2010, p. 322.

Las proyecciones ascendentes desde el tronco encefálico son


sistemas de valor que al liberar neurotransmisores particulares
“marcan” los sucesos actuales como positivos o negativos (para la
supervivencia). Damasio sugiere que la consciencia ampliada (y por
tanto el sí mismo autobiográfico) depende de la coordinación entre
tales sistemas de valor y las imágenes biográficas corticales, y
propone la hipótesis de que tal coordinación podría llevarse a cabo en
el tálamo, en las cortezas de asociación posteromediales y en el
claustro.19

Psicobiología de la memoria[editar]
La psicobiología se ocupa también del estudio de las distintas formas
de memoria, tales como la memoria procedimental, memoria
semántica, memoria episódica, y memoria autobiográfica, en los seres
humanos, y de cómo tales funciones evolucionaron. También aborda
la cuestión de la existencia o no, y en qué forma, de estas funciones, o
de precursoras de las mismas, en otras especies animales. 2122
Así, por ejemplo, el paradigma de supervivencia-
procesamiento sostiene que la memoria está adaptada para recordar
los tipos de escenarios que tendían a ser relevantes para la
supervivencia en ambientes ancestrales.21
Un debate contemporáneo es el de la existencia o no de la capacidad
de viajar mentalmente en el tiempo en otros animales, esto es, de
cuándo evolucionó la memoria episódica, la capacidad de imaginar de
manera explícita eventos del pasado y futuro. Este debate incluye el
problema de las cualidades fenomenológicas de la memoria episódica
o de los precursores de la misma en animales no humanos. 216
En los seres humanos, la hipótesis de la simulación episódica
constructiva afirma que la memoria episódica tiene un rol clave en la
capacidad de simular (en la imaginación) eventos futuros. Según esto,
la imaginación de eventos del pasado y de posibles eventos del futuro
se basa en información similar, que está almacenada en la memoria
episódica. Puesto que se sabe que el recuerdo de sucesos del pasado
es un proceso constructivo y no fiel a los sucesos tal como ocurrieron,
la hipótesis asevera que el mismo tipo de procesos constructivos
subyace a la reconstrucción del pasado y a la construcción prospectiva
de sucesos futuros. Imaginar el futuro involucraría la extracción y
recombinación de información episódica almacenada, para la
simulación de un evento nuevo. 2324

Relación entre el organismo y ambiente[editar]


En su libro Fundamentos de Psicobiología, Águeda del Abril Alonso et
al. (2009)25 señalan que el conductismo fue útil en su momento para el
desarrollo de la psicología experimental. El problema fue que padecía
un reduccionismo ambientalista, pues veía al organismo humano como
una tabula rasa en la que el reforzamiento, la cultura y la educación
eran los únicos determinantes del comportamiento. Estos autores
comentan:
“Sin embargo, ya en la misma época que el Conductismo inicia su camino, los hechos
científicos y el sentido común ponían de manifiesto lo erróneo de su planteamiento y así,
en 1917, el norteamericano Robert Woodworth (1869-1962), proponía el paradigma:
estímulo — organismo — respuesta ( E - O - R ) , como marco de referencia en el que
encuadrar todo estudio científico del comportamiento. De esta forma, la conducta dejaba
de ser una variable que sólo estaba en función del estímulo, para depender también del
organismo. En qué medida uno y otro ejercen sus efectos, es la tarea que desde
entonces viene ocupando a los que nos dedicamos al estudio del comportamiento. El
modelo E-R perduró hasta bien mediado el siglo XX en los círculos conductistas más
radicales, pero el paradigma E - O - R, en el que se encuadra formalmente la
Psicobiología, es en la actualidad el marco de referencia de cualquier estudio científico
del comportamiento.”
Águeda del Abril Alonso et al., 2009, p. 21.

De acuerdo a Alonso et al (2009), la teoría de la evolución de Darwin y


el funcionalismo americano de William James fueron también
importantes contribuciones para el surgimiento de la psicobiología en
el siglo XX. El funcionalismo americano sostenía que los procesos
mentales deben ser analizados como actos que hacen posible la
adaptación de los organismos a sus entornos, productos de la
selección natural y presentes en distintos grados de complejidad en las
especies animales, no solo en el ser humano.26 Estos autores agregan
que:
“Es indudable que la Psicobiología da una explicación en términos fisicalistas tanto de la
conducta como de los procesos mentales. La mente está ineludiblemente ligada al
organismo, es un producto de su actividad neural, consecuencia de la acción de la
selección natural y, por tanto, dependiente enteramente del sustrato biológico que la
genera. Por ello, cualquier intento de explicación de la mente como proceso
independiente del organismo está abocado al fracaso. Los fenómenos mentales son
fenómenos cerebrales y uno de los objetivos de la Psicobiología es identificar los
sistemas neurales cuya actividad específica es mental (afectiva, perceptiva, intelectual o
volitiva) y explicar dicha actividad mental. La actividad de los sistemas neurales, por
mucho que se pueda poner de manifiesto, como luego veremos, a través de diferentes
procedimientos como el electroencefalograma o las técnicas de neuroimagen, no es
conducta, sino procesos que la controlan y regulan. Por tanto, la actividad mental, dado
que es la actividad de determinados sistemas neurales, tampoco es conducta. De otra
forma, para considerar los procesos mentales como conducta deberían ser, como se
indicó anteriormente, manifestaciones públicamente observables…”
Águeda del Abril Alonso et al., 2009, p. 22.

Los sistemas neurales son entonces el sustrato físico de los procesos


mentales que controlan y regulan las conductas, y éstas son
interacciones entre el organismo global y su ambiente. Las conductas
son reguladas por el sistema neuroendocrino y la actividad mental es
actividad neuronal (por ejemplo el pensamiento) que no conlleva
necesariamente la realización de conductas públicamente
observables. Sin embargo, el pensamiento y demás procesos internos
siguen siendo objeto de estudio de la psicobiología.
Además, los rasgos individuales surgen de la interacción entre la
dotación genética y los factores epigenéticos. Estos últimos son los
factores ambientales que modulan la expresión del genotipo. 27

Factores filogenético y ontogénico[editar]


Las características estructurales, fisiológicas y conductuales de
cualquier persona son consecuencia de dos factores: el filogenético y
el ontogénico. El filogenético hace referencia a la historia evolutiva de
nuestra especie. Este factor se recoge en nuestros genes, a través de
los cuales se transmiten, de generación en generación, los logros
adaptativos de nuestros ancestros que la selección natural ha hecho
posibles y que configuran las características generales de nuestra
especie. El otro factor, el ontogénico, se refiere a las circunstancias a
través de las cuales el factor filogenético es modulado por el medio
ambiente interno y externo (factores epigenéticos) desde el momento
en que comienza nuestra vida; abarca, por tanto, el periodo que va
desde la concepción hasta la muerte.
El factor filogenético determinará las características generales de
nuestra especie, tales como el tipo de órganos sensoriales que
poseemos, los sistemas de regulación del medio interno, los sistemas
de locomoción etc., todos los cuales determinarán
qué estímulos podemos captar y qué tipo de respuestas podemos
emitir.
Es evidente que, aparte de estas características generales de nuestra
especie, existen variaciones entre los individuos que la conformamos.
Estas diferencias son causadas por la variabilidad genética que
presenta cualquier población humana y por el segundo factor a que
hacíamos referencia como determinante de la conducta de un
individuo, es decir, la interacción entre el factor filogenético y el
ambiental.
Si el factor filogenético es el causante de las diferencias entre
especies distintas, la variabilidad genética y la interacción entre genes
y ambiente, son las que hacen que los individuos de una misma
especie no sean idénticos ni morfológica, fisiológica o
conductualmente. De esta forma podemos concluir que la conducta de
un individuo estará en función de su genotipo y de la interacción de
este con el ambiente en que se desarrolle, pudiéndose hablar en
términos generales de causas lejanas y próximas de la conducta.
En este contexto, no cabe duda de que, dentro del conjunto de
sistemas que regulan la actividad biológica de los seres vivos,
el sistema neuroendocrino, por la estrecha relación existente entre su
actividad y la conducta, es el más importante de cara a la explicación
del comportamiento. Por tanto, para comprender la conducta de un
individuo, es preciso conocer, entre otras muchas cosas, las
características biológicas del mismo, cómo dichas características son
determinadas por los genes, qué mecanismos modifican la información
genética a lo largo de la evolución y por último, cuáles son las
características del sistema neuroendocrino que permiten a este regular
la relación activa del individuo con su medio ambiente, es decir, emitir
un comportamiento.

Véase también[editar]
 Biopsicología de la emoción
 Donald Hebb
 Psicología
 Emoción
 Neurobiología
 Neuropsicología
 Neurología de la conducta
 Neurociencia
 Psicofisiología

Referencias[editar]
1. ↑ Fountoulakis, K. & Nimatoudis, I. (Eds.) (2019). Psychobiology of
behaviour. Springer.
2. ↑ Gadenne, V. (2006). Filosofía de la psicología. Herder.
3. ↑ Gazzaniga, M. & Blakemore, C. (Eds.) (1975). Handbook of
psychobiology. Academic Press.
4. ↑ Godfrey-Smith, P. (2017). Otras mentes. El pulpo, el mar y los orígenes
profundos de la consciencia. Penguin Random House Grupo Editorial.
5. ↑ Kaas, J. H. (Ed.) (2020). Evolutionary neuroscience. Academic Press.
6. ↑ Saltar a:a b Murray, E., Wise, S., & Graham, K. (2017). The evolution of
memory systems. Oxford University Press.
7. ↑ Pinel, J. & Barnes, S. (2021). Biopsychology. Pearson.
8. ↑ Saltar a:a b c LeDoux, J., Michel, M. & Lau, H. (2020). A little history goes a long
way toward understanding why we study consciousness the way we do
today. Proceedings of the National Acaemy of Sciences of the U. S. A., 117,
6976–6984.
9. ↑ Davidson, J. M. & Davidson, R. J. (Eds.) (1980). The psychobiology of
consciousness. Plenum Press.
10. ↑ Penfield, W. & Perot, P. (1963). The brain’s record of auditory and visual
experience: A final summary and discussion. Brain, 86, 595–696.
11. ↑ Penfield, W. (1975). Mystery of the mind: A critical study of consciousness and
the human brain. Princeton University Press.
12. ↑ Crick, F. & Koch, C. (1990). Toward a neurobiological theory of
consciousness. The Neurosciences, 2, 263-275.
13. ↑ Crick, F. & Koch, C. (1992). The problem of consciousness. Scientific
American, 267, 3, 111-119.
14. ↑ Damasio, A. & Meyer, K. (2009). Consciousness: An overview of the
phenomenon and of its possible neural basis. En: S. Laureys & G. Tononi
(Eds.), The neurology of consciousness: Cognitive neuroscience and
neuropathology (pp. 3-14). Academic Press.
15. ↑ Edelman, G. M., & Tononi, G. (2000). A universe of consciousness. Basic
Books.
16. ↑ Sacks, O. (2017). The river of consciousness. Knopf.
17. ↑ Tononi, G., Boly, M., Massimini, M., & Koch, C. (2016). Integrated information
theory: From consciousness to its physical substrate. Nature Reviews
Neuroscience, 17, 450–461.
18. ↑ Saltar a:a b c Damasio, A. (2000). Sentir lo que sucede. Andrés Bello.
19. ↑ Saltar a:a b c Damasio, A. (2010). Y el cerebro creó al hombre. Ediciones
Destino.
20. ↑ Damasio, A. (2000). Sentir lo que sucede. Andrés Bello.
21. ↑ Saltar a:a b c Michaelian, K. (2016). Mental time travel. Episodic memory and
our knowledge of the personal past. The MIT Press.
22. ↑ Murray, E., Wise, S., & Graham, K. (2017). The evolution of memory systems.
Oxford University Press.
23. ↑ Addis, D. R., Schacter, D. L. (2012) The hippocampus and imagining the
future: where do we stand? Frontiers in Human Neuroscience, 5, 173.
24. ↑ Schacter, D. L., Addis, D. R., & Szpunar, K. (2017). Escaping the past:
Contributions of the hippocampus to future thinking and imagination. En: D. E.
Hannula & M. C. Duff (Eds.), The hippocampus from cells to systems (pp. 439-
465). Springer.
25. ↑ Alonso, A., Flores, E. A., De Blas, M. R., Caminero, A., García, C., De Pablo,
J. (2009). Fundamentos de psicobiología. Sanz y Torres, p. 21.
26. ↑ Alonso, A., Flores, E. A., De Blas, M. R., Caminero, A., García, C., De Pablo,
J. (2009). Fundamentos de psicobiología. Sanz y Torres, pp. 21-22.
27. ↑ Alonso, A., Flores, E. A., De Blas, M. R., Caminero, A., García, C., De Pablo,
J. (2009). Fundamentos de psicobiología. Sanz y Torres, p. 22.

Bibliografía[editar]
 Alonso, A., Flores, E. A., De Blas, M. R., Caminero, A., García, C.,
De Pablo, J. (2009). Fundamentos de psicobiología. Sanz y Torres.
 Llinás, R. (2003). I of the Vortex. MIT Press.
 Damasio, A. (2000). Sentir lo que sucede. Andrés Bello.
 Davidson, J. & Davidson, R. (1980). The psychobiology of
consciousness. Plenum Press.
 Edelman, G. (1992). Bright air, brilliant fire. Basic Books.
 Pinel, J. & Barnes, S. (2021). Biopsychology. Pearson.
 Kandel, E. (2007). En busca de la memoria. Katz.
 Marx, M. y Hillix, W. (2005). Sistemas y teorías psicológicos
contemporáneos. Paidós.
 Gadenne, V. (2006). Filosofía de la psicología. Herder.
 Kalat, J. (2004). Psicología biológica. Thomson.
 Purves, D., Augustine, G., Fitzpatrick, D., Hall, W., Lamantia, A.,
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McNamara, J. y Williams, S. (2008). Neurociencia (3.ª Ed.).
Editorial Médica Panamericana.
 Rosenzweig, M., Leiman, A. y Breedlove (2005). Psicología
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 Tamorri, S. (2004). Neurociencias y Deporte. Paidotribo.
 Rudy, J. W. (2014). The neurobiology of learning and memory (2nd
ed.). Sinauer Associates, Inc. Publishers.
 Tommasi, L., Peterson, M. & Nadel, L. (2009). Cognitive
biology. MIT Press.
 Zeise, M. L. (2021). Neuroscience for psychologists. An
introduction. Springer.

Psicobiología: definición,
características y ámbito de
estudio
Esta disciplina analiza la influencia que tienen nuestros órganos y
funciones biológicas en el desarrollo de la conducta al mismo tiempo
que intenta descifrar cómo ha evolucionado el comportamiento animal
a lo largo de la Historia.

Pol Bertran Prieto


Microbiólogo, divulgador científico y Youtuber
Temas relacionados

 Historia De La Ciencia
 Biología
 Conducta

Solemos pensar en la biología y la psicología como dos


disciplinas totalmente independientes. Una es una ciencia
natural y la otra, una ciencia social. Una estudia cómo es la
anatomía, fisiología y evolución de los seres vivos y la otra,
cómo nos comportamos y cómo reaccionamos ante los
estímulos. A priori, puede parecer que no están relacionadas.

Nada más lejos de la realidad. Ya desde finales del siglo XIX, los
científicos se dieron cuenta de que es imposible entender la
psicología humana sin echar mano de los conocimientos en
biología, del mismo modo que no tiene sentido estudiar
nuestra biología sin tener en cuenta los misterios de nuestra
conducta y comportamiento.

Ante esta necesidad mutua de ambas disciplinas nació la


psicobiología, la cual se considera una rama de la psicología y
tiene el (complicado) objetivo de entender cómo nuestros
órganos y funciones biológicas influyen en el desarrollo de
nuestra personalidad, conducta, emociones y comportamiento.

En el artículo de hoy analizaremos esta disciplina en


profundidad, una ciencia que tiene también el ambicioso
objetivo de analizar cómo ha ido evolucionando el
comportamiento animal a lo largo del tiempo.

¿Qué es la Psicobiología?
La Psicobiología es un rama de la Psicología, lo que
significa que su ámbito de estudio es el de la conducta
humana. Sin embargo, como su propio nombre indica, se
relaciona estrechamente con la biología, por lo que pretende
entender el origen y desarrollo de este comportamiento
teniendo en cuenta el papel que influye nuestra fisiología, es
decir, los órganos y procesos biológicos.

La influencia de la biología y, en definitiva, de nuestra


naturaleza, en nuestra personalidad, emociones, conducta y
comportamiento a día de hoy parece muy obvia, pero no
siempre ha sido así. Y es que ahora sabemos que todo lo que
sentimos y percibimos está en el cerebro, pero esto es un
descubrimiento relativamente reciente.
Las civilizaciones antiguas de Grecia y Egipto, pese a ser
culturas extremadamente avanzadas en cuanto a
conocimientos en muchas disciplinas científicas, no le dieron
ninguna importancia al cerebro. Nadie podía imaginar, por
aquel entonces, que la base de todo estaba en este extraño
órgano esponjoso que llenaba nuestro cráneo.

No fue hasta muchos siglos después (aproximadamente en el


siglo XVIII) que se empezó a ver que la clave de todo lo que
sucedía en el interior de nuestro cuerpo estaba en algo que, en
la época, parecía imposible: la electricidad.

Gracias a distintos experimentos realizados por algunos de los


científicos más relevantes de sus respectivas épocas,
empezamos a ver que el cerebro reaccionaba a los impulsos
eléctricos. Y que todo lo que ocurría en nuestro organismo era
posible gracias a que el cerebro era capaz de generar (y
transmitir) señales nerviosas a lo largo y ancho del cuerpo.

Esto implicaba que todo lo que tenía que ver con nuestra
conducta, personalidad y emociones debía nacer
inevitablemente también en el cerebro, nuestro centro de
mandos. Este descubrimiento hizo que todo lo que sabíamos
de psicología tuviera que renovarse, pues hasta ese momento,
pese a los grandes avances en cuanto al estudio de los secretos
de la conducta humana, no sabíamos el origen ni de dónde
venían nuestros pensamientos.

Pero ahora ya sí: del cerebro. Por ello, fue imprescindible


fusionar biología y psicología en una única disciplina, la
psicobiología. Esta ciencia, pues, estudia cómo el sistema
nervioso influye en el desarrollo de nuestra conducta y
personalidad.

 Te recomendamos leer: “¿Cómo transmite el cerebro la


información?”
¿La conducta depende de la
biología?
Indudablemente, sí. Nuestra conducta depende en gran
medida de la biología, es decir, de nuestros genes.
Evidentemente, no todo depende de cómo son los procesos
fisiológicos que ocurren en el organismo, pero sí que tiene un
papel protagonista.

En este contexto, la psicobiología considera el comportamiento


humano como un conjunto de reacciones y manifestaciones
reguladas y controladas por el sistema nervioso, básicamente
por el cerebro.

Y es que es este cerebro el que procesa la información que


percibimos a través de los sentidos, el que reacciona a ellas y el
que establece conexiones neuronales entre las emociones, los
recuerdos, los sentimientos, los miedos… Todo. Todo lo que
tenga que ver con la relación con el medio y con nosotros
mismos ocurre dentro del cerebro.

Y al reaccionar a los estímulos internos y externos,


manifestamos una serie de comportamientos, los cuales, por lo
que acabamos de ver, dependen del modo en el que el sistema
nervioso procesa la información. Por lo tanto, la psicobiología
defiende la idea de que todo lo que expresamos a nivel de
conducta es fruto de cómo nuestro cuerpo reacciona ante lo
que ocurre a nuestro alrededor.

Pero de esta relación entre biología y psicología, nace una


pregunta muy interesante: ¿la conducta evoluciona a lo largo
de la Historia igual que otras características biológicas? La
psicobiología ha demostrado que sí. La evolución determina no
solo cómo somos por fuera, sino cómo nos comportamos ante
los estímulos.

 Te recomendamos leer: “¿Cómo funciona la selección natural?”


Es decir, la conducta humana puede entenderse como un
legado o herencia de caracteres biológicos que han
terminado moldeando nuestro comportamiento y procesos
mentales. Lo que ocurre en nuestra mente no viene del alma ni
de otras situaciones místicas o mágicas, viene única y
exclusivamente de cómo las neuronas captan información y la
procesan. La psicología no puede entenderse sin la biología. Y
la conducta humana no puede entenderse sin saber cómo
funciona el sistema nervioso.

La actividad cerebral (biología) es la que determina cómo nos


comportamos, sentimos, relacionamos y reaccionamos a los
estímulos (psicología). En esto podría resumirse el principio de
la psicobiología y de las ramas en las que se divide y que
analizaremos más adelante.

¿Qué estudia la Psicobiología?


Como cualquier disciplina de la psicología, la psicobiología
estudia los procesos mentales y todo lo relacionado con la
respuesta que los humanos tenemos ante el entorno social y
físico en el que nos encontramos. La característica particular es
que lo estudia desde una perspectiva más biológica, es decir,
intentando encontrar el origen (también a nivel evolutivo) de la
conducta humana y analizando los procesos neurológicos que
rigen nuestra forma de pensar y de comportarnos.

Esta disciplina defiende que todo lo que experimentamos a


nivel emocional y las respuestas que damos es fruto de la
química del cerebro. Y en este sentido, la psicobiología estudia,
siempre desde una perspectiva de qué sucede en el sistema
nervioso, las emociones, los pensamientos, los recuerdos, los
sentidos, los instintos (comer, beber, reproducirse y
relacionarse), el aprendizaje, la memoria, los ritmos biológicos,
las experiencias traumáticas, el sueño, el lenguaje, la toma de
decisiones, la motivación…
Además, gracias a cómo relaciona cerebro con conducta, esta
disciplina también ha contribuido (y sigue contribuyendo)
enormemente en el conocimiento que tenemos acerca del
origen de muchas enfermedades mentales como la depresión,
la ansiedad o la esquizofrenia, así como de trastornos
neurológicos que tienen manifestaciones psicológicas fuertes,
como por ejemplo el Alzheimer, el autismo o el Parkinson.

Por lo tanto, la psicobiología estudia tanto la actividad


cerebral que determina la conducta cómo los trastornos
psicológicos o neurológicos que derivan en afectaciones al
modo en el que nos relacionamos con el entorno y con
nosotros mismos.

¿Cuáles son las principales ramas


de la Psicobiología?
Desde su consolidación como disciplina científica a principios
del siglo XX, la psicobiología ha ido tomando cada vez un
papel más relevante. Esto ha hecho que, al darnos cuenta de
que si todo lo que tiene que ver con el cerebro ya es extenso e
increíblemente complejo de por sí, más lo es si lo relacionamos
con la conducta humana y con la herencia evolutiva.

Por este motivo la psicobiología se ha subdividido en otras


ramas que, con la base de que el comportamiento depende de
la actividad del sistema nervioso, abordan la relación entre
biología y psicología con enfoques ligeramente distintos. A
continuación las vemos.

 Te recomendamos leer: “Las 23 ramas y especialidades de la


Psicología”

1. Neuropsicología
La neuropsicología es la rama que estudia cómo las
alteraciones anatómicas o químicas sufridas en el cerebro
pueden derivar en afectaciones en los procesos mentales y, por
lo tanto, en la conducta. Esta disciplina es imprescindible para
progresar en el diagnóstico y tratamiento de muchas
enfermedades mentales.

2. Etología
La etología, también conocida como psicología comparativa, es
la rama que estudia cómo es la conducta y el comportamiento
entre las distintas especies animales, es decir, más allá de los
humanos. Esto permite establecer correlaciones con nuestra
forma de relacionarnos y ver en qué medida influye el hecho de
que tengamos conciencia.

3. Psicología evolutiva
La psicología evolutiva es la rama que estudia cómo los
humanos hemos ido evolucionando en cuanto a procesos
mentales y actividad cerebral, del mismo modo que analiza la
herencia de comportamientos y pautas de conducta que se han
ido pasando de generación en generación a lo largo de los
millones de año, ya desde nuestros antepasados animales.

4. Sociobiología
La sociobiología es la rama que estudia cómo influyen los
procesos mentales, funciones biológicas y reacciones
fisiológicas en el modo en el que nos relacionamos con los
demás y estructuramos nuestra sociedad.

5. Psiconeuroendocrinología
Las hormonas son las piezas que regulan la actividad cerebral,
por lo que indirectamente también tienen una importante
influencia en cómo nos comportamos. En este contexto, la
psiconeuroendocrinología es la rama que estudia cómo la
síntesis de hormonas y los problemas en esta producción
determinan nuestra conducta y estado anímico.
 Para saber más: “Los 12 tipos de neurotransmisores (y qué
funciones desempeñan)”

Referencias bibliográficas

 Del Abril Alonso, A., Ambrosio Flores, E., De Blas Calleja, M.R. et
al (2009) “Fundamentos de Psicobiología”. Sanz y Torres.
 García Moreno, L.M. (2002) “Psicobiología y educación”. Revista
Complutense de Educación.
 Berntson, G., Cacioppo, J.T. (2000) “Psychobiology and Social
Psychology: Past, Present, and Future”. Personality and Social
Psychology Review.

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