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viernes, 6 de agosto de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 1 6-8


INTRODUCCIÓN
Materia
La comunicación es esencial para todos, especialmente para los abogados que
necesitamos la comunicación para argumentar correctamente.
Vamos a ver dos grandes puntos; una primera parte con hincapié en la oratoria y la
retórica, que no son lo mismo pero se entienden hoy por hoy como sinónimos. Y una
segunda parte la argumentación jurídica.
Oratoria es la comunicación, todos somos oradores, pero si uno está en un tribunal,
en un juicio, el discurso debe tener de objetivo el convencer a un tribunal, a un Juez,
y hasta en provincia, un Jurado.
Esa oratoria con propósito de convencer, persuadir a alguien es para el lado del
Abogado Defensor. Si somos fiscales, debemos también tener la capacidad oral de
poder convencer, persuadir a las partes, de que aquella persona sentada en el
banquillo del acusado debe ser condenada.
Esa comunicación con propósito es muy importante en la labor del abogado.

Tendremos en Contenido de Curso, cada Unidad, que es la clase por escrito más
bibliografía.

Profesor
Dr. Martín Cáceres, licenciado en periodismo en la USAL, recibido de Abogado en la
UBA.
La titular de cátedra es la Dra. Cano.

Parcial
Primera o segunda semana de Octubre hay parcial. antes de eso, hay dos o tres
trabajos prácticos.
viernes, 6 de agosto de 2021
UNIDAD 1: ORATORIA Y RETÓRICA
Comunicación
Todos, como seres humanos, nos comunicamos, es imposible no comunicarse.
Estamos acostumbrados a la comunicación clásica expresiva, pero también se
puede comunicar “sin decir nada”, sin hacer nada, ya que sigue siendo un gesto
específico expresivo, el silencio, sobretodo en el derecho civil, es otorgar, afirmar y
comunicar. “El hacer o no hacer, es hacer” La comunicación no verbal termina
también diciendo mucho, por ende, todos comunicamos, siempre.
¿Cómo podemos comunicarnos de manera precisa?

Si hablamos de comunicación, se deben dar distintos elementos para identificar a la


misma y entender su importancia, sobre todo la oratoria y la retórica.
Comunicar es, decir algo. Pero, ¿Quién dice algo? El emisor, por ende, podremos
separar a los elementos de la comunicación:
Emisor: el que emite un mensaje.
Mensaje: El mensaje pronunciado por el emisor.
Receptor: El que recibe el mensaje.
En la oratoria, serían el Orador, el Discurso, y la Audiencia.
Ahora, en estos elementos se analiza estrictamente a la comunicación, pero hay
otros elementos, sobre todo en la oratoria, que existen;
Feedback o Retroalimentación: Los gestos o comentarios, las reacciones, del
receptor al mensaje del emisor.
Este feedback permite un intercambio de roles instantáneo entre emisor y receptor
con un mensaje relacionado con el mensaje anterior, es esto lo que hace que se
diga “Circuito de Comunicación”, no hay comunicación si solo tenemos los tres
elementos, no estamos hablando legítimamente de comunicación.
Como emisor, uno debe estar atento y consciente de que el mensaje sea notado
como debe, no debe ser malinterpretado, no debe aburrir, debe ser de condiciones
óptimas no solo para su recibimiento, sino para poder convencer, la gestualidad del
mismo debe ser tal que atrape.
Otro de los elementos más impactantes y contraproducentes de la oratoria es el
miedo. El miedo puede paralizar, puede hacer malfuncionar tu discurso. Pero, este
miedo, también es uno de los elementos que más ayudan, ya que en la “cantidad”
viernes, 6 de agosto de 2021
justa, lo mantienen alerta y abierto al feedback y a su gestualidad no verbal, para
poder así perfeccionarse en el instante.

La Oratoria es el arte de hablar (con elocuencia). Todos utilizamos la palabra, por


ende, somos todos oradores de una u otra manera, mejor o peor, diferente, pero
oradores al fin y al cabo. Hoy lo escrito tiene mucha más predominancia que antes,
pero la voz, la oratoria, el uso oral, la palabra hablada, es imprescindible.
La oratoria, entonces, el el arte de hablar con elocuencia. El agregado de
elocuencia, es el significado de hablar para conmover a la otra persona, en el
sentido de recibir del receptor una reacción, con esperas de que sea positiva en pro
del objetivo del discurso. La indiferencia de reacción al discurso es una forma de dar
feedback negativo, uno termina aclarando que le “es indiferente”.

La retórica es el arte de hablar (bellamente). En contrapunto de La Oratoria y La


Retórica. Esta es la vieja discusión de la comunicación, que para resolverla
debemos remontar a Grecia y a Roma. Hablar con elocuencia es tratando de
conmover a la otra persona. Hablar con belleza, hablar bellamente, también es
buscar el conmover, pero con una mayor importancia en el “como digo” las
cosas, en vez de “que digo” (que sería la oratoria elocuente). La retórica y la
oratoria van de la mano, y su uso combinado da espacio a usarlos como sinónimo,
pero originalmente no era así, en Grecia eran dos escuelas distintas.

En Grecia, todo se manejaba con oralidad, debates, democracia, guerras,


estrategia, acusaciones de delito, defensas de delito. Lo original, lo común, era la
oratoria. Esta era el arte de hablar, pero estaba más cerrada a los procesos
políticos, forenses, judiciales, gubernamentales, etcétera. Esto era por la pertinente
necesidad de conmover al otro, pues la organización era abstracta.
Un comerciante usaba la palabra, pero por ahí, le faltaban palabras, le faltaba
formación para tener un discurso mejor armado, obviamente había personas de
mayor talento al expresarse, entonces el comerciante o persona de carente
formación le pagaba a los talentosos para que estos hablen de manera agradable
en pro de poder conmoverlo. Muchas veces, estos hablantes pagos, utilizaban
palabras muy bonitas, bellas, alambicadas, puntillosas, rimbombantes (que,
viernes, 6 de agosto de 2021
irónicamente, son palabras alambicadas, puntillosas y rimbombantes), así como la
comunicación no verbal, los gestos, ropaje y postura, etcétera. A este método bello,
este arte de hablar de manera bella para conmover al receptor, se lo llamó “La
retórica”, que era el uso de la palabra, sin importar el contenido verdadero o falso,
existente o no existente, sino la técnica de hablar y los gestos al momento de
hacerlo.
De la oratoria y la retórica surgen dos escuelas, del último;
Los Sofistas (Retórica), era mal visto el pago por hablar, entonces, estas personas
que ofrecían el bello discurso por intercambio económico eran mal vistas, encima de
esto, a los sofistas se los conocía por no decir la verdad. Esto no era
necesariamente malo hoy por hoy, pero en la época era algo muy grande debido al
honor.
La escuela de Platón (Oratoria), Platón, discípulo de Sócrates, cuya escuela tenía
como principal base de creencia a la verdad. Entonces, un buen orador, según esta
escuela, siempre debería decir la verdad, ergo, no necesita adornarla, porque la
verdad “luce por si misma”.

Nosotros como abogados debemos partir siempre de la verdad y nada más que la
verdad. Muchas veces la verdad es fea, desagradable y no convence por sí misma.
Ahí, en esos casos, parecería que puede venir en nuestra ayuda un poco de
“maquillaje”, entonces, primero, aquí, en la profesión, encontramos la fusión de los
términos, y el gran debate entre si la retórica y la oratoria hoy por hoy se consideran
fusionadas o no.
Aristóteles, discípulo de Platón, escribe sobre la Retórica, ahora, esto puede sonar
extraño ya que Platón estaba en contra, pero Aristóteles era más conocido como un
medio; explaya, un orador puede usar técnicas para poder expresarse mejor,
siempre con la verdad, tomando lo mejor de los sofistas (las técnicas) y de Platón (el
uso de la verdad) y generando, de por medio, una tercera y tardía escuela; La
escuela de Aristóteles. Eso si, con una distinción entre la verdad y lo verosímil,
que sería aquello que se asemeja a la verdad.
El abogado, a veces se encuentra con momentos en los cuales el relato del cliente
es un poco “desmotivador”, por lo tanto, se debe apegar lo verdadero lo más posible
en pro de convencer al Juez, debemos volverlo verosímil.
viernes, 6 de agosto de 2021
La escuela de Aristóteles toma el hecho de hablar con la verdad, de hablar con
técnicas, y de apegar los argumentos a la realidad, a lo veraz, para cumplir el
objetivo principal del orador, el convencer, persuadir, lograr una reacción, una
conmoción. Aquí se produce la fusión de ambos términos.
Ahora, con estos términos actualizados, la oratoria es el hablar con contenido que
permite el convencimiento, mientras que la retórica son las técnicas que fluctúan
ese contenido para poder dar un mejor ambiente al discurso.

La Roma antigua, entra en historia cuando queremos referenciar al trabajo del


jurista, la razón es simple; en Roma se produce la fusión de un Abogado con un
Orador, la Oratoria y la Retórica se funden en el trabajo del derecho.
En Roma, el foro era lo que hoy es tribunales, se debatían los asuntos jurídicos, de
manera oral.
viernes, 13 de agosto de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 2 13-8


UNIDAD 1: ORATORIA Y RETÓRICA
Oratoria y Retórica; Repaso
La clase pasada hablamos de la Oratoria y la Retórica. La oratoria fue lo primero
que encontramos, el arte de hablar persuasiva, elocuentemente. La retórica es la
escuela de los Sofistas, donde el foco no era el contenido, sino el Arte de hablar
bellamente, aparatosamente (de manera positiva), la retórica entonces es una forma
de hablar.
En esto se enfocaba la lucha entre Escuela de Platón (Oratoria) y la Escuela de los
Sofistas (Retórica). La oratoria se enfocaba en el contenido de la comunicación, con
objetivo en persuadir, conmover, causar un reaccionar, en el otro.
Si un comerciante no tenía la oratoria para persuadir, contrataba a un Sofista para
que discurse por el. Los sofistas eran mal vistos por; uno, vender su Arte, y dos, el
hecho de la indiferencia al mentir.
Para Platón y su escuela, la verdad era elocuente por si misma, no hacía falta
adornarla (pro de la escuela de Platón)
La verdad muchas veces, es cruel, violenta, desagradable, es cruda, necesaria,
pero cruda. Entonces, esa crudeza se nos interpone en la persuasión (contra de la
escuela de Platón)
Entonces, el factor de “como” se dicen las cosas ayuda a llegar a la conmoción
buscada.
Las dos escuelas tienen cosas buenas y cosas malas. Cada escuela por sí sola le
hace falta un factor común completo.
La Escuela de Aristóteles defiende una pseudo retórica. Por un lado, las técnicas en
la modalidad de la retórica, y por el otro, la importancia de la verdad de la oratoria,
fusionando ambos términos.

Orador y Objetivo
El orador tiene como fin lograr un objetivo específico, a grandes rasgos, es
una reacción en la audiencia, es una conmoción, una inflexión emocional que
genera una respuesta.
viernes, 13 de agosto de 2021
A niveles específicos, es dependiendo del Orador, por ejemplo, un alumno
quiere que los profesores entiendan que el entiende y que lo aprueben en base a
esto.
El paso a paso del orador para cumplir su objetivo específico es dependiendo del
mismo, para retornar al alumno que da lección, tiene que tener confianza, debe ser
pausado y debe hablar con seguridad, esto es para no demostrar falta de
conocimiento, miedo, ansiedad, nerviosismo.

Persuasión
Hablamos de hablar para causar conmoción por medio de nuestro contenido y
nuestras formas de habla, la Oratoria/Retórica. Esa elocuencia de nuestro hablar,
esa reacción, debe ser en pro de lo que nosotros exponemos, debe ser una
reacción positiva a nuestra línea de pensamiento.
Esa persuasión es el objetivo a grandes rasgos, es decir, es la conmoción, si, pero
la conmoción que genera una respuesta a favor de nuestra ideología, no lo
contrario, que sería repeler.
Informar, tiene un objetivo de reacción de información sin necesidad de persuadir,
en teoría, pero en la práctica, como C5N o Infobae, no funciona así.
Las ideas son modificables a través de mantener la mente abierta y el intercambio
de información, adornada o no.
Esto genera un debate, elemento importantísimo de la justicia y la formación de las
leyes hoy por hoy.

Discurso
El discurso es el enunciado con el cual se expresa de manera oral un pensamiento,
razonamiento o sentimiento. Un género de discurso es el de:
El discurso deliberativo, es aquel en el cual, se debate la cosa pública, la res
pública según Aristóteles, deliberar es esta discusión en base a los asuntos
públicos, sobre todo se da en la política, en los cuerpos colegiados donde se
discute. El objetivo de este discurso deliberativo, de un diputado o senador, es
mostrar lo bueno de determinado asunto para que el cuerpo colegiado entienda
su punto, o mostrar lo malo de la cuestión. Es decir, la demostración de los
viernes, 13 de agosto de 2021
aspectos públicos positivos o negativos al cuerpo colegiado en pro de conseguir
apoyo. Los oradores deberán “mirar hacia el futuro” para poder dar estos discursos.
Otro género es:
El discurso forense, es aquel discurso dado por litigantes para defender o acusar a
un factor. Es decir es el discurso del abogado actor o fiscal o abogado defensor para
acusar y demostrar verídicamente las pruebas en pro de ganar el litigio. Los
forenses se enfocan en el pasado, con objetivo de probar la culpabilidad o
defender la inocencia de su cliente.
El último según Aristóteles es:
El discurso demostrativo, es aquel hecho como alabanza, “praise” en inglés, la
valentía, el coraje, la defensa de la nación, son discursos de homenaje, alentadores,
donde el hilo argumentativo es la valentía y las cualidades de los soldados. Se
enfoca en el patriotismo presente, con objetivo de
viernes, 20 de agosto de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 3 20-8


UNIDAD 2 - ELEMENTOS DEL PROCESO: ORADOR
Elementos de la Oratoria
El proceso oratorio cuenta con tres elementos:
El orador.
El discurso.
La audiencia.

El Orador
Cualquier persona es orador. Pero la utilización de la oratoria, el saber y conocer la
forma de expresión, es para pocos, este elemento de el Orador se basa en esto.
Para el abogado es importantísimo saber sobre la oratoria para dar pie a una
efectiva actividad laboral. Ser orador cuando uno es abogado, nos permite usar la
palabra para convencer a todos alrededor en favor nuestro.
El abogado debe ser un excelente orador, por eso es que tenemos A.J.O.
“Orador es cualquier persona”, porque todos nos comunicamos, pero, no todos
alcanzamos alcanzar el objetivo de la conmoción y persuasión en la otra persona.
Entonces, para alcanzar esos objetivos, no alcanza con hablar de algo. No es
simple ser un Orador hecho y derecho. Distintos autores están de acuerdo en base
a qué elementos se necesita para ser un Buen Orador, es decir, las cualidades a
cumplir para lograr conmoción y persuasión en la oratoria, si bien obtener estás tres
cualidades es lo ideal, no necesariamente es obligatorio, pueden flaquear en
algunos aspectos, mientras que otros pueden desarrollar estas cualidades y hasta,
en el caso de no poder desarrollarlas a pleno, poder pulirlas.

Cualidades Morales: La responsabilidad moral de no decir falsedades, de ir con la


verdad, digno de la Escuela de Platón. Esto permite mantener un hilo de confianza y
veracidad, que al orador se le cree. Si el orador miente, no le creerían, no habría
comunicación porque no le interesaría al público escuchar a un mentiroso.
Estas cualidades morales también aplican a tener una vida moral y respetuosa, un
juez no puede ir a un “bar de señoritas” o a “apostar en las carreras” (Situaciones
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non santas), ya que esto es amoral y eso hace caer la investidura de la magistratura
de ser un Juez. Hablar con la verdad, ser creíble, llevar una vida moral.

Cualidades intelectuales: Se puede ver desde cuatro puntos de vista que en


realidad se interpelan unas con otras; inteligencia, imaginación, memoria,
sensibilidad.
La inteligencia conceptualmente es “el que sabe más”, es un factor importante para
conocer del tema y tener la información como recurso. Esta información la toma de
distintos libros, artículos, etcétera, pero no es la única fuente, el orador que sabe no
solo adquiere información de la bibliografía, sino de la vida cotidiana, de la
experiencia.
En muchas situaciones de derecho, se ve plasmada una ficcionalidad solo conocida
en la ficcionalidad de entretenimiento, no solo en la bibliografía del tema a dar. Aquí,
en esta tarea de mechar datos con construcciones apegadas o inspiradas en la
ficcionalidad, donde la imaginación interpela la inteligencia.
La imaginación es encontrarle una nueva vuelta, una nueva tonalidad al hilo
argumentativo que estamos llevando, para poder entremezclar información de todo
tipo que ayude a nuestro punto. La imaginación nos ayuda a crear situaciones
desde otras perspectivas, en la abogacía, que es donde aplicamos la oratoria,
podemos usarlo para generar hechos y sucesos en el público.
La memoria juega un gran rol en estos dos elementos anteriores, ya que en ambos,
asumimos una fuente de información absorbida de la cual fundamentar nuestra
construcción argumentativa, pero no nos pusimos a pensar que para tener esta
fuente, debemos tener la memoria para poder adquirirla y retenerla.
La sensibilidad es el componente interpelado principal y final, la sensibilidad es el
regulador emocional de conocer a la audiencia para hacer que nuestro hilo
argumentativo, lleno de datos y mechado de perspectivas, todo gracias a la
memorización, tenga una carga emocional.

Cualidades Físicas: Cuando se habla de las cualidades físicas, éstas, se entiende,


serían las que no es fácil cambiar. Si uno es alto, bajo; delgado o rellenito; con voz
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grave o muy aguda; monocorde o demasiado estridente…uno ya viene con eso
incorporado.
¿Y entonces? Desde ya que si es alto, no puede hacerse bajo; si es bajo puede
usar zapatos que lo “eleven” de estatura (o utilizar un estrado con un “banquito”); si
es muy delgado puede utilizar ropas holgadas o en varias capas y si es rellenito,
usar algún estilo que “afine” la silueta; se sabe que existen algunos trucos que
pueden disimular entonces alguna cuestión de apariencia.

¿Una persona “fea” puede ser un buen orador? ¡Claro que sí! ¿Una persona que
tiene problemas para hablar? ¡Obvio que también puede ser buen orador! Puede
suceder que a primera vista las personas se queden enfocadas en la “fealdad” o en
el “defecto físico” del comunicador…pero en cuanto conecte con su palabra y su
contenido, cautivando a su público, ya no se reparará tanto en lo visual sino en lo
que dice.

En cuanto a tener algún problema en la dicción (tartamudez; mala modulación) no


todo está perdido: el gran orador griego fue Demóstenes, que en sus orígenes tenía
grandes dificultades para hablar. Conciente de ello, se entrenó, por ejemplo,
tratando de articular poniéndose piedritas en la boca; para elevar el tono de su voz,
hablaba en medio del mar y las olas para vencer ese ruido sólo con el poder de su
sonido vocal. Y a base de esfuerzo, perseverancia y entrenamiento, logró su
objetivo y a más de dos mil años, su nombre resuena todavía como ejemplo de
ORADOR.

Pero la herramienta principal del orador, valga la verdad de Perogrullo, es su


voz. Y como no todos tenemos voz de locutores o de actores de Hollywood,
debemos saber que podemos “educar” a nuestra voz y tornarla agradable a la
audiencia.

Respecto a las condiciones de una buena voz, ésta debe ser agradable; debe
ser segura; flexible (el ritmo debe variar para no ser monocorde, debe elevarse para
enfatizar, debe bajar cuando sea la calma lo que debe evidenciarse); la dicción
depende de una buena articulación de las palabras (no relatando una carrera de F1
ni tan lenta como un disco en 16 revoluciones – recomiendo que busquen en Google
lo que era un disco de 16 rpm, eso dará cuenta de la edad del profesor, jajaja-) y
viernes, 20 de agosto de 2021
debe tener cuidado en cuanto al volumen (no muy fuerte que sea estridente ni muy
despacio que apenas se escuche).

De más está decir que el orador “transmite”, comunica con TODO el cuerpo. Si bien,
con la voz tendremos la mayor cantidad de información, tanto la vestimenta, los
gestos, el rostro, las manos y brazos, el modo de caminar y de pararse ante el
auditorio, proporcionarán el marco donde el público situará el discurso. Y todo debe
estar pensado para enfatizar el discurso y no ir en una dirección distinta.
viernes, 27 de agosto de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 4 27-8


UNIDAD 2 - ELEMENTOS DEL PROCESO: ORADOR
Proceso de la Comunicación
Orador.
Discurso.
Audiencia.
Son las traducciones de emisor, receptor y el mensaje.
La semana pasada hablamos del orador.

Cualidades Intelectuales: Comunicación Verbal y No Verbal


Se estila que el orador mire a los ojos de los individuos de la audiencia, que no este
leyendo para poder dar más tacto y conexión con la audiencia.
Tampoco puede recitar de memoria, sino que debe interpretar su discurso, asignar
énfasis, emoción, donde se debe.
Pero no como actores, sino como interpretes de un papel, en el sentido de dar a
entender la emoción que queremos para ocasionar la conmoción de la audiencia.
Si bien puede parecer que lo que se denomina “comunicación no verbal” es algo
relativamente reciente, desde siempre hubo preocupación y estudio de lo que rodea
a la palabra y, en especial, al propio orador para hacer más eficaz el provocar una
reacción al público.
“Es imposible no comunicar” dijimos en la unidad 1 y esto tiene que ver con que no
sólo hablamos con las palabras sino que “con todo nosotros” estamos diciendo algo
y debemos saber que el auditorio está muy pendiente, consciente o
inconscientemente de esto. De allí también que debemos nosotros estar pendientes
de nuestra imagen y de la imagen que reflejamos ante el otro, de manera que
coincidan con las expectativas que el otro tiene y con lo que estamos diciendo en el
discurso.
La emoción en el mensaje da feeling con la audiencia.
viernes, 3 de septiembre de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 5 3-9


UNIDAD 2: LOS ELEMENTOS DEL PROCESO: EL ORADOR
Cualidades Físicas del Orador
Las cualidades físicas no se pueden cambiar, si mide 1.60, no puede pasar a 1.90, y
así, entonces hay ciertas cualidades físicas que “vienen de fábrica”.
El orador acepta que ya viene con una dificultad y espera que su audiencia se
acostumbre a la misma, se olvide (por ejemplo; una voz fea).
Pero, ¿Cómo?
Es un camino arduo, se pueden utilizar ciertas estrategias y modalidades de
disimulación. Cuando damos oratoria, uno se pone en un papel, y uno lo interpreta
como tal.
A la voz la podemos manejar, de manera en la cual, por ejemplo, no hablamos todo
en el mismo tono para no aburrir, un buen orador debe tener un ritmo en cuanto
a la voz.
Si estoy hablando de algo triste, bajo la voz, si es algo alegre, la subo, es decir,
acompaño el tono del mensaje, creo un entorno con mi voz, que permite al público
guiar su reacción.
Si desfaso mi tono de mi mensaje, se pierde el foco del mensaje, se realiza una
conmoción equivoca respecto a mi hilo argumentativo.
En los gestos también reside comunicación, pero esta vez, no verbal.
Con los gestos, puede dar, plasmar, una primera impresión que sirva para guiar,
controlar, el rebaño, o para poner una barrera (si le sale mal) que no permitirá recibir
el mensaje.
El orador debe ser entonces consciente de la comunicación no verbal.
Vestimenta, movimiento, trato, manos, tonos, etcétera.
viernes, 10 de septiembre de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 6 10-9


PARCIAL
Temas y Modalidad
UNIDAD 1: PLATON, SOFISTAS, ARISTOTELES, ORATORIA Y RETÓRICA.
UNIDAD 2: ORADOR (CUALIDADES), AUDIENCIA Y EL DISCURSO.
El parcial es el viernes 01/10, escrito, nos conectamos nueve de la mañana, nueve y
diez nos sube el parcial, resolver en una hora y media por escrito, y entregar antes
de las 11am, alrededor de las 10:45 a través de BlackBoard.

UNIDAD 2: ELEMENTOS DEL PROCESO: EL ORADOR


Cualidades Físicas y Miedo Escénico
El orador ideal tiene la mejor voz, físico, porte, gestos, hechiza la audiencia. Pero
eso es idealismo, no todos tienen esto, por no decir nadie. La oratoria es un Arte,
tiene elementos en su proceso que son integrables en la persona, cosas que suplir.
El miedo escénico puede ser paralizador, puede exponer las inseguridades de uno,
vulnerabilizarlo en frente a la audiencia y aumentar los nervios.
Miedo no podemos dejar de tener, pero podemos aprender a superarlo.
Siempre vamos a tener miedo.
Aunque todos los factores ayuden, el miedo está.
viernes, 17 de septiembre de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 7 17-9


PARCIAL
Temas y Modalidad
Oratoria y Retórica, Proceso de la Oratoria: Orador, Audiencia, Discurso.
Va a ser de unas cinco preguntas que apunten a una definición, como “¿De qué
manera influye el miedo escénico al orador?”

UNIDAD 3: ELEMENTOS DEL PROCESO ORATORIO: AUDIENCIA


Auditorio
Hasta la clase pasada desarrollamos el punto del orador, vimos sus cualidades y el
miedo escénico que era parte de las cuestiones físicas del mismo.
En todo este momento, hablamos del Auditorio, la audiencia, el famoso receptor.
No es lo mismo hablarle a una persona que hablarle a un grupo, mucho menos
cuando ese grupo no es de 20 personas sino cientos. La predisposición psicológica
es distinta. Nuestra posición no solo como oradores sino como receptores, la
cantidad dirigida afecta al emisor y al receptor. Los factores de recepción,
vergüenza, aceptación del discurso entran en juego.
Entonces, la conformación de la audiencia, quienes la conforman, cuánto me
conocen y cuanto conocen el tema, se vuelve un objeto de estudio importante. El
lugar donde se encuentren también es importante.
Se suele decir que si uno le habla a un grupo reducido de personas, 5, 10, 20, se lo
denomina el público, una cantidad pequeña (lim. 100 personas). Cuando uno da un
discurso frente al público, mis expresiones son calmas, no voy a andar gritando,
gesticulando, haciendo las cosas en demasía, hay un acercamiento físico entre el
orador y la audiencia. Esta proximidad es una ventaja para el orador por la
inmediatez del feedback de su público, como son pocos, es fácil de analizar. Los
grupos pequeños permiten mantener la individualidad de la persona, no se diluye en
la conmoción general. Tampoco se necesitan aparatos para hacerse escuchar. En
los públicos, es más fácil usar la razón para llevar al público a donde uno quiere.
Esto es el público, pequeño grupo de personas con individualidad en un salón
cerrado, pero también existen grandes cantidades de personas, cientos, miles y
viernes, 17 de septiembre de 2021
millones. Ahí hablamos de multitud como receptores del mensaje, la multitud son
las masas, masa por la homogeneidad de la persona, uno pierde la individualidad y
siente lo mismo que el resto, se contagia el sentimiento. En estos escenarios, el
orador necesita aparatos técnicos, necesita una gestualidad y un tono comprensible
y fuerte, y no puede usar la razón para guiar a las masas, sino el sentimiento, por
eso un discurso diría “violento”. Ese control por sentimiento fue usado por los
dictadores del siglo XX, el uso de parques enormes abiertos y estrados es
simbología del receptor como chico y el orador como grande y poderoso.
viernes, 24 de septiembre de 2021

Argumentación Jurídica y Oratoria - Clase 8 24-9


UNIDAD 4: ELEMENTOS DEL PROCESO: DISCURSO
El Discurso
Tenemos un orador consciente de su forma de orar. Un público clasificado y
entendido por el orador para que el mensaje llegue. Ahora, debemos ver el
recipiente del mensaje, el discurso, no podemos dar el mensaje directo, debemos
darlo entrelazado en conceptos de un hilo argumentativo eficaz para la audiencia.
El discurso es lo que quiero decir, pero, ¿qué quiero decir? Tengo un mensaje que
transmitir, que conmociona a mi audiencia pero como lo digo, como puedo formarlo.
Si el tema fuese “una vaca”, hay diferentes ángulos, “vaca como animal”, “vaca
como materia prima”, “historia genealógica de la vaca”, son el mismo tema, distintos
discursos.
Se habla de un tema, pero sobre todo una idea del tema. Esas ideas salen de un
análisis con la realidad.

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