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CAPÍTULO 3

Conociendo la posición antiperonista del Ejército, Frondizi se apresuró a intervenir las


provincias donde había triunfado el peronismo, “para garantizar la forma republicana
de gobierno”. Ante esta incongruencia del Presidente, renunciaron todos los ministros
y secretarios de Estado.

El golpe militar
El diario La Prensa, vocero del sector más reaccionario, condenó las “consecuencias
fatales de una pésima política”. Las fuerzas conjuntas del Ejército, la Marina y la Ae-
ronáutica, decidieron la destitución del jefe de Estado. Frondizi buscó ayuda en el ge-
neral Aramburu, quien no se la dio y que declaró a los periodistas que “la renuncia del
Presidente no significará la quiebra del orden constitucional porque en la Constitución
están previstas todas las circunstancias de sucesión del gobierno”.
Pese a estas presiones, Frondizi respondió “No renuncio ni doy parte de enfermo, ni
me voy de viaje. Sigo siendo el Presidente”. Por ello, las Fuerzas Armadas anunciaron
el 29 de marzo de 1962 que “el presidente de la República ha sido depuesto por las
Fuerzas Armadas”. Con custodia militar lo retiraron de la residencia presidencial de
Olivos. Como Yrigoyen en 1930 y Perón en 1945, Frondizi fue detenido y trasladado a
la isla Martín García.
Sin una estrategia clara, se apresuró a jurar como Presidente ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación el presidente del Senado José María Guido. Es decir, las Fuerzas
Armadas organizaron un nuevo golpe de Estado, pero no ocuparon directamente la
Casa de Gobierno.

El gobierno provisorio de Guido


La pseudodemocracia
El gobierno de Guido no tenía realmente el poder, sino que éste estaba en manos de
los militares, que le iban señalando qué debía hacer. Pero los militares se dividieron
en dos sectores: azules y colorados. Los colorados o “gorilas” dominaron al principio el
gobierno de Guido. Luego les tocó el turno a los azules o pseudolegalistas, que creían
en la progresiva integración del peronismo a la vida política del país. Las luchas entre
estos sectores (tratadas más adelante) tuvieron como consecuencia la inestabilidad del
gabinete presidencial: durante el breve gobierno de Guido juraron en total cincuenta
ministros y secretarios de Estado.
El presidente Guido declaró estar “identificado plenamente con los ideales de la Revo-
lución Libertadora” y dispuso el receso del Congreso y la caducidad de las autoridades
de los partidos políticos. Volvió a poner en vigencia el Decreto 4161 de Aramburu, por
el que se proscribía cualquier símbolo peronista o la simple mención del nombre de
su líder. Anuló los comicios de 1962 y envió quince interventores. El peronista Andrés
Framini (gobernador electo por la provincia de Buenos Aires) mostró legalmente su
rechazo a esta situación, por medio de un acta donde declaraba que se le impedía ha-
cerse cargo del puesto ganado en las elecciones.

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Argentina entre los golpes militares de 1955 y 1966

Para eliminar la influencia del voto peronista, estableció


que para las próximas elecciones se pondría en funcio-
namiento el sistema de representación proporcional. Éste
permite que mayor cantidad de partidos obtengan bancas
en el Congreso; pensaban que, al tener los partidos más
chicos posibilidad de acceder a diputaciones, se atomiza-
ría el electorado y se le restarían posibilidades o fuerzas
al peronismo. De todos modos, éste estaba inhibido de
actuar por el Decreto 4161 y por el nuevo Estatuto de los
Partidos Políticos, que lo catalogaba como “totalitario”.

La política económica
Aunque cambiaran los titulares del Poder Ejecutivo entre
1955 y 1963, la política económica desnacionalizadora,
caracterizada por la penetración de las empresas trans-
nacionales en la industria y en los servicios, no cambió su
rumbo. Federico Pinedo en apenas quince días en el mi-
nisterio de Economía sembró el caos económico con una
brusca devaluación que benefició a un corto número de
conocidos del Ministro. Luego, la presencia de Álvaro Al-
sogaray como ministro de Economía muestra la continui-
José María Guido saliendo de la
Catedral de Bs As, 1962 dad con los gobiernos anteriores de Aramburu y Frondizi.
Las medidas fueron solicitar un nuevo acuerdo stand by
con el FMI, reducir los derechos sobre las importaciones,
aumentar los impuestos al consumo y las tarifas de los
servicios públicos. Esta política era condición del FMI y
desfavorecía a nuestra economía. Las consecuencias fue-
ron, en el gobierno de Guido, la disminución del Producto
Bruto Interno en 316 millones de dólares; la reducción del
salario real (que entre 1958 y 1963 disminuyó un 35 por
ciento), el descenso del consumo de leche y carne por
habitante, y una recesión generalizada. Alsogaray dispuso
el pago del aguinaldo en cuotas, el cobro de los sueldos de
octubre a fines de noviembre y la devaluación del peso. En
diciembre fue reemplazado por otro equipo económico,
uno de cuyos integrantes era José Alfredo Martínez de
Hoz, más tarde responsable del plan económico durante
la última dictadura militar.

Azules y colorados
Los enfrentamientos entre los grupos militares azules y
colorados se fueron haciendo cada vez más duros, hasta
Álvaro Alsogaray, 1963
llegar al choque directo. Los azules –entre quienes estaba

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CAPÍTULO 3

el general Juan Carlos Onganía, jefe de Campo de Mayo– estaban preocupados por la
indisciplina del Ejército, debido a las divergencias políticas que había en su seno. Lo
apoyaban la Aeronáutica y, dentro del Ejército, la Caballería. Los colorados (“gorilas”
y golpistas) no querían la salida electoral porque desconfiaban de la capacidad de los
partidos “democráticos” para vencer al peronismo, y caían en el contrasentido de ins-
talar una dictadura para defender la “democracia”. Estaban en esta línea la Marina, y
los cuerpos de Infantería y Artillería del Ejército. Controlaban al presidente Guido, por
lo que pidieron el relevo de dos generales azules. Onganía y los azules rechazaron estas
órdenes: sus tanques salieron de Campo de Mayo hacia Capital Federal, y tomaron dos
radios. También los colorados ocuparon parques y plazas. Se produjeron combates en
el cruce de Etcheverry y en la misma ciudad de Buenos Aires, en Parque Chacabuco,
Parque Avellaneda y en la plaza de Constitución.
Triunfaron los azules y elevaron a la opinión pública su famoso Comunicado Nº 150
(redactado por el periodista Mariano Grondona para el azul Onganía) donde se esta-
blecía que las Fuerzas Armadas no debían gobernar directamente, sino que su papel
era garantizar el cumplimiento de nuestra Constitución. Juan Carlos Onganía fue de-
signado, entonces, Comandante en Jefe del Ejército. Se relevaron numerosos oficiales
colorados y se procedió a la detención del principal responsable colorado, general
Federico Toranzo Montero.
La cercanía de las elecciones hizo que en el nuevo enfrentamiento entre azules y co-
lorados (que nuevamente finalizó con la victoria azul), en su Comunicado Nº 200, los
azules ratificaran los términos del Comunicado 150, pero sosteniendo la proscripción
del peronismo. Dentro de esta línea, apoyaron la política intervencionista de Estados
Unidos contra Cuba, y se aprobó en la OEA la moción argentina de coordinar las fuerzas
armadas de toda América en el bloqueo de Cuba.

Enfrentamientos entre Azules y Colorados, 1962

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Comunicado 150 del Comando Azul de Campo de Mayo


[...] Quiera el pueblo argentino vivir libre y pacíficamente la democracia, que el Ejército se
constituirá a partir de hoy en sostén de sus derechos y en custodio de sus libertades. Esta-
mos absolutamente convencidos de que no habrá solución económica ni social de los graves
problemas que nos aquejan, sin la estabilidad política ni la paz interior. Las Fuerzas Armadas
deben tomar su parte de responsabilidad en el caos que vive la República, y enderezar el
rumbo de los acontecimientos hacia el inmediato restablecimiento de estos valores. Una vez
cumplida esta urgente tarea, podrán retornar a sus funciones específicas con la certeza de
haber cumplido un deber y de haber pagado una deuda. Confiamos en el poder civil, creemos
en nuestro pueblo. A sus representantes dejamos la solución de los problemas argentinos.
[...]

Comunicado 200
[...] En cuanto al Ejército, las ideas que lo guían son las siguientes:
1º- Ratificación total del comunicado 150.
2º- Oposición terminante al retorno del régimen peronista y a la implantación de todo otro
totalitarismo o extremismo. Se considera “régimen peronista” a la estructura establecida y
al plan sistemático ejecutado por el dictador depuesto y sus personeros para provocar la
deformación del estilo de vida tradicional de nuestro pueblo [...]
3º- Firme apoyo a la salida constitucional prometida, lo que implica, entre otras cosas: Ga-
rantizar que habrá elecciones; respetar el libre juego de las agrupaciones políticas, mientras
se encuadren en las normas legales [...]

El peronismo y el programa de Huerta Grande


Actividades
El peronismo se había dividido en dos bandos enfrenta-
dos: el vandorismo y la izquierda peronista.
a) ¿Cuál fue el papel que El dirigente sindical Augusto Vandor buscaba capitalizar
tuvieron las Fuerzas el apoyo de los peronistas para afirmar el neoperonismo,
Armadas, según es- y dejarle al líder el papel de simple asesor. Se inclinaba
tos Comunicados? por encontrar un status legal dentro de la proscripción del
peronismo, y negociar con los que tenían el poder. Vislum-
b) ¿Cuál te parece que braba un posible lugar del lado del general Onganía.
era el rol del partido La izquierda peronista tenía una posición anticapitalista
peronista dentro de y antiimperialista. Andrés Framini, José Alonso, Avelino
nuestra vida política, Fernández y Amado Olmos (enfrentados a Vandor) re-
según lo determinaban unieron un plenario de las 62 Organizaciones de la CGT
estos comunicados? en Huerta Grande (Córdoba) en 1962, y redactaron un
programa donde expresaban sus objetivos de retorno a
c) ¿Qué posición toma- los principios de la primera presidencia de Perón:
ban los azules con
 Nacionalización de bancos y de sectores claves de la
respecto a las próxi-
economía como siderurgia, electricidad, petróleo y
mas elecciones?
frigoríficos.
 Control del comercio estatal.
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CAPÍTULO 3

 Expropiación de la oligarquía terrateniente sin compensaciones.


 Control obrero de la producción, y proteccionismo estatal a la industria.
 Prohibición de toda exportación directa o indirecta de capitales, y anulación de los
contratos hechos a espaldas del pueblo.
Desde Madrid, Perón se dio cuenta de la actitud de Vandor, pero no lo expulsó del pe-
ronismo para no debilitar al movimiento. Por el contrario, trató de reunir las fuerzas, y
propuso la reorganización de las 62 Organizaciones con la integración de vandoristas
e izquierdistas en su Comisión Directiva, avalando ambas tendencias.

¿Qué es el vandorismo?
Extraído de ¿Quién mató a Rosendo?
de Rodolfo Walsh
El vandorismo tiene su discurso del método, que puede
condensarse en una frase: El que molesta en la fábrica,
molesta a la UOM; y el que molesta a la UOM, molesta en la
fábrica. La secretaría de organización del sindicato lleva un
prolijo fichero de “perturbadores”, permanentemente puesto
al día en los ficheros de las empresas. [...] Al despido sigue
siempre la expulsión del sindicato, o viceversa: el artículo 9
de los estatutos permite expulsar a un afiliado sin asamblea,
por simple resolución de la directiva. De este modo fueron
arrasadas a partir de 1959 las vanguardias más combati-
vas. Las denuncias rara vez llegaban a los diarios: recién
en 1967, con la aparición de fuertes listas opositoras, es
posible documentar esa interminable sangría. [...]
Ilustración de Quino
Al principio, la UOM prestaba asistencia legal a los cesantes.
Después dejó de hacerlo. [...] Hay desde luego quienes no
se conforman: protestan, agitan, piden asambleas. Actúa
entonces el segundo escalón del aparato: una buena paliza
suele disuadir al perturbador. Si aún eso no es suficiente,
o se trata de un traidor que se queda con fondos de “la
organización”, puede aparecer con un tiro en la cabeza en Actividades
un camino suburbano.
Esto no sirve cuando el rebelde tiene ciertas condiciones, a) Investiga en el libro
cuando en vez de llamarse Rodríguez (por ejemplo) se
quién era Vandor.
llama Felipe Vallese y es un luchador sin miedo. Aparece
aquí el tercer escalón: la policía. Secuestra, tortura, mata. b) ¿Cuál era la metodo-
No importa que el secuestrado en la comisaría de Villa logía que aplicaba el
Lynch dé a dos detenidos que salen en libertad el número vandorismo?
telefónico de la UOM; no importa que en efecto, llamen ahí: c) Investiga en el Nunca
“El sindicato no mueve un dedo”. No importa que todavía Más de la Conadep
haga llegar a Vandor un mensaje desesperado donde dice cómo terminó su vida
que lo están destrozando: el papelito se pierde, Vallese es el escritor y periodista
“comunista”.
Rodolfo Walsh.

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