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El Trastorno Bipolar es una Enfermedad Compleja

Resumen objetivo elaborado


por el Comité de Redacción Científica de SIIC sobre la base del artículo
Canadian Network for Mood and Anxiety Treatments (CANMAT) and International Society for Bipolar Disorders (ISBD)
2018 Guidelines for the Management of Patients with Bipolar Disorder
de

Yatham L, Kennedy S, Berk M y colaboradores

integrantes de
University of British Columbia, Vancouver; University of Toronto, Toronto, Canadá; Barwon Health, Geelong, Australia.
El artículo original, compuesto por 74 páginas, fue editado por
Bipolar Disorders
20(2):97-170, Mar 2018

Debido a que el trastorno bipolar es una enfermedad compleja desde el punto


de vista diagnóstico y terapéutico, es importante tener en cuenta la información
obtenida en los estudios más recientes al respecto.

Introducción y objetivos plementaria de estrategias psicosociales resulta útil. Existen


En 2018, la Canadian Network for Mood and Anxiety datos que indican resultados positivos ante la aplicación de
Treatments (CANMAT) trabajó en conjunto con la Interna- psicoeducación, terapia cognitivo conductual (TCC), tera-
tional Society for Bipolar Disorders (ISBD) con el fin de ac- pia familiar, terapia interpersonal y del ritmo social (TIPRS)
tualizar sus recomendaciones y brindar información sobre la y apoyo de pares durante la fase de mantenimiento. Dichas
eficacia, la seguridad y la tolerabilidad de los tratamientos estrategias se incluyen como complemento del tratamiento
disponibles para los pacientes con trastorno bipolar (TBP) y farmacológico. Es necesario contar con estudios que permi-
elaborar recomendaciones de utilidad para la práctica clíni- tan conocer los resultados de la aplicación de otras estrate-
ca, tanto en el campo de la psiquiatría como de la atención gias psicosociales.
primaria de la salud, en concordancia con los criterios del
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales Manía bipolar aguda
(DSM-5). La agitación es frecuente en presencia de manía, especial-
De acuerdo con lo estimado, el TBP es una enfermedad mente en pacientes con episodios mixtos. Antes de aplicar
mental relativamente frecuente e incapacitante, asociada un tratamiento, debe descartarse la presencia de acatisia.
con un nivel significativo de morbilidad y mortalidad. En ge- El tratamiento con drogas antimaníacas por vía oral dismi-
neral, comienza durante la adolescencia o la adultez joven, nuirá la agitación. En ausencia de respuesta será necesario
y se caracteriza por la presencia de síntomas clínicos o sub- un tratamiento adicional que puede administrarse por dife-
clínicos que generan un nivel considerable de disfunción y rentes vías. Las drogas de utilidad en estos casos incluyen el
alteración de la calidad de vida. A esto se suma el costo eco- valproato, los antipsicóticos atípicos y típicos y las benzodia-
nómico que supone la enfermedad. Debido a la naturaleza zepinas, loxapina inhalable y asenapina sublingual. También
crónica, remitente y recidivante del TBP, el tratamiento debe resulta útil el tratamiento por vía intramuscular con drogas
ser multidisciplinario y a largo plazo. como aripiprazol, lorazepam, haloperidol y olanzapina.
El diagnóstico de los pacientes con TBP incluye la conside- A la hora de tratar a los pacientes con manía debe con-
ración de un espectro de cuadros clínicos, de acuerdo con siderarse que cerca de la mitad responderán a la monote-
los criterios incluidos en el DSM-5. En un extremo se úni- rapia de primera línea luego de tres a cuatro semanas de
ca el TBP tipo I, caracterizado por la presencia de episodios tratamiento. La monoterapia de primera línea incluye la
maníacos que pueden incluir síntomas psicóticos e implicar administración de litio, quetiapina, divalproato, asenapina,
la necesidad de internación. En el otro extremo del espec- aripiprazol, paliperidona, risperidona o cariprazina. La carba-
tro bipolar se ubica la ciclotimia, caracterizada por síntomas mazepina, la olanzapina, la ziprasidona y el haloperidol son
subclínicos de hipomanía y depresión. Entre ambos cuadros drogas de segunda línea debido a cuestiones de seguridad
se ubica el TBP tipo II, asociado con episodios de hipomanía y tolerabilidad. El tratamiento combinado de primera línea
y depresión. Resulta fundamental efectuar un diagnóstico puede consistir en la administración de litio o valproato y
oportuno y distinguir el TBP frente al trastorno depresivo quetiapina, aripiprazol, risperidona o asenapina.
mayor (TDM), entre otros cuadros. Entre las herramientas de La olanzapina puede emplearse en combinación con el li-
evaluación que pueden emplearse para mejorar el diagnós- tio o el valproato, pero está considerada entre las opciones
tico se incluye el Mood Disorders Questionnaire (MDQ). Es de segunda línea. En ausencia de respuesta al tratamiento
importante evaluar las comorbilidades y el riesgo de suicidio, con opciones de primera línea a pesar de la optimización de
una de las principales causas de mortalidad de los pacientes la dosis, se recomienda cambiar de fármaco o agregar un
con TBP. nuevo agente de primera línea o de segunda línea si no se
obtienen resultados adecuados. Las opciones de tercera lí-
Tratamiento de los pacientes con TBP tipo I nea se reservarán para los casos más resistentes al tratamien-
La farmacoterapia es fundamental para lograr un resulta- to e incluyen el uso de clorpromazina, clonazepam y otras
do satisfactorio en pacientes con TBP y la aplicación com- drogas, así como la aplicación de estimulación magnética
transcraneal o terapia electroconvulsiva (TEC). No se reco- Los lineamientos terapéuticos aplicados en caso de depre-
mienda el uso de drogas como allopurinol, eslicarbazepina/ sión bipolar aguda tipo II coinciden con los considerados en
licarbazepina, gabapentin, lamotrigina y los ácidos grasos pacientes con depresión bipolar tipo I. La quetiapina es la
omega 3. única droga de primera línea recomendada en estos casos.
Como drogas de segunda línea se incluyen el litio, la lamo-
Depresión bipolar aguda trigina, la sertralina y la venlafaxina. El bupropión puede
El tratamiento farmacológico es esencial para los pacien- emplearse en combinación con otras drogas, en tanto que
tes con depresión bipolar aguda tipo I. Si bien no existen la TEC también es una opción a considerar. Las opciones te-
estrategias psicosociales de primera línea, puede optarse rapéuticas de tercera línea para los pacientes con depresión
por estrategias de segunda línea como la TCC. La farma- bipolar aguda tipo II incluyen el divalproato, la fluoxetina en
coterapia debe iniciarse con drogas de primera línea como caso de depresión pura, la tranilcipromina, el tratamiento
la quetiapina, el litio, la lamotrigina o la lurasidona. Estos adyuvante con agomelatina, bupropión, ácido eicosapen-
dos últimos fármacos también pueden utilizarse en forma taenoico, N-acetilcisteína u hormonas tiroideas. No se reco-
complementaria. La respuesta observada luego de dos se- mienda el empleo de paroxetina.
manas de tratamiento predice en cierta medida la respuesta. La terapia de mantenimiento es importante para la pre-
Es decir que la ausencia de mejorías luego de dos semanas vención de las recaídas. Asimismo, permite disminuir los sín-
predice la ausencia de respuesta. No obstante, la lamotrigi- tomas subclínicos y mejorar la calidad de vida. Las drogas de
na requiere un período más prolongado para actuar, ya que primera línea a considerar incluyen la quetiapina, el litio y
la dosis debe titularse en forma paulatina. El divalproato, la la lamotrigina. Como opción de segunda línea se incluye la
administración complementaria de ISRS o bupropión, la TEC, venlafaxina, en tanto que la carbamazepina, el divalproato,
la cariprazina y la combinación de olanzapina y fluoxetina el escitalopram, la fluoxetina y la risperidona son de utili-
se incluyen entre las opciones de segunda línea. No se re- dad en ausencia de respuesta a las opciones anteriores. En
comienda la monoterapia con antidepresivos, aripiprazol y el caso de la risperidona, su empleo es recomendado para
ziprasidona en pacientes con depresión bipolar. prevenir la hipomanía.

Terapia de mantenimiento Poblaciones especiales


La terapia de mantenimiento es necesaria en la gran ma- Las mujeres en edad fértil que padecen TBP deben ser
yoría de los pacientes con TBP con el fin de prevenir nue- asesoradas con el fin de aplicar estrategias de planificación
vos episodios, disminuir los síntomas residuales y mejorar familiar. En este caso, es importante mencionar los efectos
el desempeño y la calidad de vida. La farmacoterapia es la adversos potenciales del tratamiento farmacológico sobre el
estrategia principal empleada en estos casos, aunque puede feto, así como la probabilidad de recurrencias o transmisión
ser insuficiente para prevenir las recurrencias. Por lo que se de la enfermedad a la descendencia. La continuidad o la mo-
recomienda el tratamiento complementario con intervencio- dificación del tratamiento debería ser consensuada con la
nes psicosociales. En cuanto al tratamiento farmacológico de paciente, de acuerdo con los riesgos y beneficios de cada
mantenimiento, la elección de las drogas debe tener lugar opción. La aplicación de métodos anticonceptivos es reco-
según la eficacia, la seguridad y la tolerabilidad. Además, mendable, en tanto que la interrupción preconcepcional del
el tratamiento debe consensuarse con los pacientes y sus tratamiento debe evaluarse en forma minuciosa. En caso de
familiares o cuidadores y escogerse de acuerdo con los ante- embarazo, se recomienda el trabajo conjunto con los espe-
cedentes clínicos y de respuesta. cialistas en ginecología y obstetricia. Los profesionales debe-
Los fármacos de primera línea para la terapia de mante- rán tener en cuenta toda la información disponible a la hora
nimiento de los pacientes con TBP incluyen el litio, la que- de decidir el esquema farmacológico a administrar e invo-
tiapina, el divalproato, la lamotrigina, la asenapina y el aripi- lucrar a las pacientes y sus familiares en esta instancia del
prazol. Asimismo, puede optarse por la combinación de litio tratamiento. Se recomienda administrar monodrogas en do-
o divalproato con quetiapina o aripiprazol. Debe tenerse en sis mínimas posibles y efectuar evaluaciones periódicas para
cuenta que el aripiprazol no fue evaluado en profundidad conocer el estado de salud fetal. Debido al riesgo elevado
para la prevención de los episodios depresivos. Las opciones de recurrencias durante el período posparto, las pacientes
de segunda línea incluyen olanzapina, risperidona, paliperi- deberán optimizar el tratamiento lo más pronto posible. En
dona y carbamazepina, así como la combinación de litio o esta instancia, es recomendable discutir con la paciente los
valproato con lurasidona o ziprasidona. No se cuenta con riesgos y beneficios del tratamiento durante la lactancia.
información sobre la utilidad de la risperidona de acción El inicio del TBP durante la infancia o la adolescencia su-
prolongada inyectable, la paliperidona y la ziprasidona para pone un cuadro más grave asociado con un nivel elevado
prevenir los episodios depresivos. de comorbilidades, tratamiento inadecuado y riesgo espe-
cialmente elevado de suicidio. Para realizar el diagnóstico se
Tratamiento de los pacientes con TBP tipo II considerarán los mismos síntomas evaluados en pacientes
El TBP tipo II se caracteriza por la presencia de episodios adultos. Es importante efectuar un diagnóstico diferencial
de hipomanía y depresión, en ausencia de manía. La infor- apropiado ya que los síntomas asociados con la manía pue-
mación disponible sobre el tratamiento de los pacientes den coincidir con los síntomas provocados por el trastorno
con este cuadro es relativamente escasa, lo cual indica la por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno
necesidad de contar con estudios adicionales al respecto. El oposicionista desafiante, el abuso de sustancias y los trastor-
tratamiento agudo de los pacientes que presentan hipoma- nos de la personalidad, entre otros. Los principios genera-
nía frecuente, grave o que genera disfunción consiste en la les aplicados al tratamiento de los niños y adolescentes con
administración de estabilizadores del estado de ánimo como trastorno bipolar coinciden con los aplicados en la población
el litio o el divalproato. Asimismo, pueden administrarse an- adulta. En pacientes jóvenes existe un requerimiento fre-
tipsicóticos atípicos. Si bien se sugirió la utilidad de la N- cuente de polifarmacia que debe evaluarse de acuerdo con
acetilcisteína, es necesario contar con estudios que permitan el desempeño, los síntomas y la salud física. Las opciones
corroborar su efecto. de primera línea para el tratamiento agudo de los episodios
maníacos incluyen el litio, la risperidona, el aripiprazol, la necesidad de efectuar evaluaciones periódicas. Las drogas
asenapina y la quetiapina. En pacientes con TDAH comórbi- de primera línea para el tratamiento de los ancianos con
do y sin obesidad, se recomienda administrar risperidona en manía aguda son el litio o el divalproato. La quetiapina es
lugar de litio. Las drogas de segunda línea son la olanzapina una droga de segunda línea, en tanto que la asenapina, el
y la ziprasidona, debido a su perfil de seguridad y tolerabi- aripiprazol, la risperidona y la carbamazepina son drogas de
lidad. En este caso también puede administrarse quetiapina tercera línea. En caso de depresión bipolar en ancianos, las
en forma complementaria. La opción de tercera línea es el drogas de primera línea son la quetiapina y la lurasidona. En
divalproato. No se recomienda el uso de oxcarbazepina. En segundo lugar, puede considerarse el tratamiento con litio
caso de depresión bipolar en niños y adolescentes, la lurasi- o lamotrigina, en tanto que el divalproato, el aripiprazol y la
dona es una droga de primera línea. El litio y la lamotrigina carbamazepina son drogas de tercera línea. Algunos enfer-
se incluyen entre las opciones de segunda línea, en tanto mos pueden beneficiarse al recibir antidepresivos en combi-
que la combinación de olanzapina y fluoxetina es una opción nación con estabilizadores del estado de ánimo. Finalmente,
de tercera línea, al igual que la quetiapina. Los antidepresi- la terapia de mantenimiento puede efectuarse mediante el
vos solo deben emplearse en combinación con los estabili- uso de litio, lamotrigina o divalproato.
zadores del estado de ánimo. La terapia de mantenimiento
debería efectuarse preferentemente con aripiprazol, litio, Conclusión
divalproato o lamotrigina. El TBP es una enfermedad compleja desde el punto de vis-
El manejo de los ancianos con TBP debe incluir la consi- ta diagnóstico y terapéutico. Con el fin de lograr resultados
deración de las comorbilidades médicas como hipertensión, satisfactorios, es importante tener en cuenta la información
diabetes y síndrome metabólico. Las recomendaciones para obtenida en los estudios más recientes. Las recomendacio-
el tratamiento farmacológico coinciden con lo enunciado nes elaboradas por la CANMAT tienen el objetivo de brin-
para los pacientes adultos. No obstante, se recomienda con- dar información útil y fundamentada para la práctica clínica,
siderar la tolerabilidad, los cambios farmacocinéticos relacio- tanto para los médicos especialistas como para los médicos
nados con la edad, las interacciones con otras drogas y la generalistas.
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