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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

UNIVERSIDAD MARIA AUXILIADORA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE FARMACIA Y BIOQUÍMICA

FARMACOLOGÍA

PRÁCTICA N ° 11

TEMA: FARMACOLOGÍA DE LOS ANTIPARKINSONIANOS

DOCENTE:

TURNO: NOCHE

CICLO: VI

SECCIÓN: N2

INTEGRANTES:

FLORES ORTEGA, KIMBERLY

LANZA PALOMINO, MIRELLA JACKELINE

LEGUIA HUACHO MARILUZ

PEREZ LARA, PAMELA LISSETH

VASQUEZ JUAPE, JUAN CARLOS

VERGARAY RAMIREZ, CRISTIAN ROBERTO

FECHA DE LA PRÁCTICA: 15/09/2022

FECHA DE ENTREGA: 22/09/2022

2022-II
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. MARCO TEÓRICO
2.1. Enfermedad del Parkinson
2.1.1. Etiología
2.1.2. Clínica
2.1.3. Diagnóstico
2.2. Neuropatología y neuroquímica del Parkinson
2.3. Tratamiento de la enfermedad del Parkinson
2.3.1. Levodopa
2.3.2. Agonistas de dopamina
2.3.3. IMAO
2.3.4. ICONT
2.3.5. Amantadina
2.3.6. Bloqueadores de acetilcolina
3. CONCLUSIONES
4. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS
1. INTRODUCCIÓN

La enfermedad de Parkinson (EP) es una enfermedad neurodegenerativa, de causa

desconocida y curso crónico, progresivo e irreversible, que se caracteriza por

temblor, rigidez y bradicinesia. Afecta aproximadamente a 2 de cada 1.000

personas, siendo dicha prevalencia mayor según se incrementa la edad de la

población. Esto hace que la enfermedad de Parkinson sea la segunda enfermedad

neurodegenerativa más prevalente en nuestro país, tras la enfermedad de

Alzheimer.

Su etiología es desconocida y, en términos generales, la causa subyacente sería la

combinación de factores ambientales y genéticos. Su base anatomopatológica se

caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas de la sustancia

negra pars compacta (SNpc) del mesencéfalo, así como la presencia de inclusiones

intracelulares llamadas cuerpos de Lewy, que están formados por agregados

insolubles de proteína alfa-sinucleína anormalmente plegada. El resultado de dicha

neurodegeneración es la denervación dopaminérgica de las proyecciones de la

SNpc hacia el núcleo estriado, lo que condiciona una alteración en la fisiología

normal de los ganglios basales (GB) que origina las principales manifestaciones de

la enfermedad.

La EP se caracteriza clínicamente por la presencia de la tríada motora acinesia o

lentitud de movimientos, temblor de reposo y rigidez y por ello ha sido clásicamente

considerada y estudiada como un trastorno motor. Sin embargo, en las últimas

décadas, ha aumentado el reconocimiento de manifestaciones no motoras como la

apatía, el deterioro cognitivo o los síntomas disautonómicos entre otros. Estos


síntomas han recibido especial atención por parte de neurólogos e investigadores

debido a su elevada frecuencia e impacto en la calidad de vida de los pacientes y

familiares, siendo actualmente considerados parte integral de la enfermedad. El

diagnóstico de sospecha es clínico y actualmente no disponemos de marcadores

biológicos específicos. Exploraciones complementarias como la Resonancia

Magnética de cráneo (RMc) que permiten excluir otras causas de parkinsonismo y

aportan apoyo al diagnóstico de EP.

A pesar de que no existe tratamiento curativo, disponemos de un arsenal

terapéutico amplio que permite un buen control sintomático en cada una de las

fases de progresión de la enfermedad.

El objetivo de este seminario es actualizar los aspectos clínico-diagnósticos y

terapéuticos de una enfermedad que condiciona la calidad de vida de los que la

sufren y que constituye un problema creciente de salud pública debido al

envejecimiento de la población.
2. MARCO TEÓRICO

2.1. Enfermedad del Parkinson.

La enfermedad de Parkinson (EP) es la segunda enfermedad

neurodegenerativa con mayor prevalencia en el mundo después de la

enfermedad de Alzheimer Se caracteriza por ser una enfermedad de curso

lento manifestada por lo general alrededor de los 60 años de edad, existiendo

también casos de inicio, anterior a los 50 años. Incluso existen reportes de

casos de extrema peculiaridad, de inicio muy temprano, cuya aparición tiene

inició alrededor de los 20 años. Los signos cardinales de EP son aquinesia

(ausencia sustancial de movimientos), temblor en estado de reposo, rigidez,

aumento de la tensión muscular y resistencia al movimiento (rigidez en

“dientes de sierra”) e inestabilidad de la postura por pérdida del equilibrio, que

lleva a frecuentes caídas y algunos otros síntomas que incluyen disartria y

bradicinesia.

2.1.1. Epidemiología

La prevalencia de la EP en países industrializados se estima del 0,3%

de la población general y del 3% al 10% de los mayores de 65 y 80

años, respectivamente. La incidencia anual se estima alrededor de 13

casos/100.000 habitantes. La edad de inicio de los síntomas suele ser

entre los 40 y 70 años. Puede afectar a personas de todos los

orígenes étnicos y los varones son ligeramente más propensos.

2.1.2. Etiología
La mayoría de los casos de la enfermedad de Parkinson son

esporádicos, siendo el envejecimiento el principal factor de riesgo. Por

otra parte, son conocidas algunas formas de EP causadas por una

mutación genética específica. En el caso de la EP de inicio joven (<40

años) que representan alrededor del 5% de los pacientes con EP, la

probabilidad de un origen genético es mayor que en los de inicio más

tardío y principalmente se asocian a una herencia autosómica

recesiva. En los pacientes con EP de inicio anterior a los 45 años, la

mutación más común es la del gen de la parkina, presente en el 50%

de los casos familiares y en el 15% de los esporádicos. Además,

algunos factores ambientales como la exposición a pesticidas o

traumatismos cráneo-encefálicos repetidos han sido asociados a un

aumento de riesgo, mientras que otros como el consumo de cafeína,

tabaco o alcohol, o la toma de antiinflamatorios no esteroides podrían

ser factores protectores.

El pronóstico es muy variable aunque, en términos generales, la edad

avanzada en el momento del diagnóstico y la presentación como forma

rígido-acinética serían factores predictores de una progresión más

rápida, mientras que la forma de inicio tremórico tiene mejor

pronóstico. Aunque el arsenal terapéutico disponible ha mejorado

sustancialmente la comorbilidad de la enfermedad y alargado la

supervivencia de los pacientes con EP, la mortalidad sigue siendo

ligeramente mayor que la de la población general.


La EP se considera el producto de la conjunción de múltiples factores que

actúan a la vez, como el envejecimiento, la vulnerabilidad genética y las

exposiciones ambientales.

● Envejecimiento

Anatomopatológicamente, el envejecimiento se asocia a una disminución de las

neuronas pigmentadas de la SN, un aumento de la detección de CL (hasta en un

16% de las necropsias de ancianos sanos), una disminución de la captación de F-

DOPA (F-fluoro-L-Dopa) evidenciada en algunos estudios de PET (tomografía con

emisión de protones) y una reducción de los transportadores de DA del estriado

objetivada en estudios con SPECT (Single Photon Emission Computed

Tomography). A pesar de lo anterior y aunque la incidencia de EP aumenta con la

edad, se acepta que ésta no constituye simplemente una aceleración del

envejecimiento.

● Predisposición genética

La mayoría de los enfermos de EP no tienen antecedentes familiares. Un 15% de

los pacientes con EP tiene un familiar de primer grado afectado. Se han identificado

nueve loci genéticos asociados a un parkinsonismo autonómico dominante o

recesivo. En ciertos casos familiares se han encontrado mutaciones en alguno de

los genes que codifican la α sinucleína (principal componente de los CL), la parkina

o la ubiquitina terminal C hidrolasa terminal L1. Sin embargo, la vulnerabilidad

genética desempeña un papel más importante en la enfermedad de inicio juvenil

que en la de inicio tardío.

● Factores ambientales
Cabe destacar el contacto con pesticidas y herbicidas, el entorno rural, el consumo

de agua de pozo y tóxicos como el MPTP (1-methyl-4-phenyl-1, 2, 3,6-

tetrahidropiridina). No obstante, determinadas exposiciones ambientales pueden

reducir el riesgo de EP, véase el hábito del tabaquismo y el consumo de cafeína

procedente del café y de otras fuentes. No existe una explicación clara para esta

relación inversa.

2.1.3. Clínica

La enfermedad del Parkinson afecta principalmente a personas de


edad avanzada entre 50 y 60 años, con una progresión lenta durante
los 10-20 años siguientes a su aparición. Sin embargo, también se
puede dar a edad temprana, pero su aparición es rara.

Esta enfermedad es de carácter progresivo que, sin tratamiento,


produce un acortamiento de la esperanza media de vida. En su fase
inicial es difícil que los pacientes puedan reconocer los síntomas y
signos, pero con el paso del tiempo se hace más notorio su
padecimiento mostrándose incapacitados requiriendo medicación.

Los primeros síntomas vamos a tenerlo en la fase “premotora” de la


enfermedad, pueden aparecer muchos años antes de que se detecten
síntomas motores, y pueden pasar inadvertidos o ser malinterpretados.
En esta fase podemos destacar los siguientes síntomas sensación de
astenia, rigidez, flexión de un brazo con ausencia de balanceo,
lenguaje monótono, disautonomía, disfunciones gastrointestinales,
urinarias y sexuales, trastornos del estado del ánimo y del sueño y
enlentecimiento general.

Ya en la fase de síntomas de tipo motor van a destacar el temblor, la rigidez, la


bradicinesia o acinesia y las alteraciones posturales:

● El temblor en reposo, a 4-6 hercios, es el resultado de una contracción lenta de


los músculos tanto agonistas como antagonistas. Es la forma más frecuente de
presentación de la enfermedad. El temblor es principalmente distal, afecta
sobre todo a las extremidades superiores y, con menor frecuencia, a labios,
mentón, lengua y extremidades inferiores. Es característico que desaparezca
con el movimiento para reaparecer de nuevo cuando el miembro vuelve a estar
en reposo. También es típico que cese durante el sueño y aumenta con la
ansiedad.

● La rigidez consiste en un aumento del tono durante el movimiento pasivo de


una extremidad. Ésta puede ser sostenida durante todo el desplazamiento o
durante el movimiento completo; en este caso se le conoce como rigidez “en
tubo de plomo”. La rigidez suele ser más evidente en los segmentos distales
de las extremidades y en las articulaciones de la muñeca y el tobillo. En
ocasiones, la rigidez está sujeta a interrupciones rítmicas, denominándose
entonces “rigidez en rueda dentada”, y se atribuye al temblor postural que
afecta a la extremidad, aunque éste no sea siempre visible.

● Entendemos por bradicinesia o acinesia a la lentitud en la ejecución de


cualquier movimiento, con una reducción progresiva de la velocidad y la
amplitud de los movimientos repetitivos. Su consecuencia es una falta de
expresividad motriz, siendo característica la aparición de una facies
inexpresiva, con disminución del parpadeo. También puede afectar al habla,
provocando una disminución del volumen de voz, así como a la masticación y
la deglución, a la falta de balanceo de los brazos en la marcha. Las
alteraciones posturales se suelen manifestar con posturas en flexión de
miembros y tronco. Están alterados los reflejos posturales y de
enderezamiento. En ocasiones, esto puede provocar caídas y una marcha en
la que parece que el paciente busca su centro de gravedad, con el cuerpo
inclinado hacia adelante y pasos cortos.

● Las alteraciones posturales se suelen manifestar con posturas en flexión de


miembros y tronco. Están alterados los reflejos posturales y de
enderezamiento. En ocasiones, esto puede provocar caídas y una marcha en
la que parece que el paciente busca su centro de gravedad, con el cuerpo
inclinado hacia adelante y pasos cortos.
El paciente en las etapas avanzadas, ya no puede caminar, queda como congelado
en una silla de ruedas con un temblor cada vez más intenso que hace que ya no
pueda atender a sus necesidades diarias y depende totalmente de la atención de
sus familiares. La esfera psíquica también se afecta marcadamente con el desarrollo
de un cuadro de depresión de intensidad creciente, que puede llegar a ser muy
grave. Si no hay un tratamiento oportuno se puede llegar a la demencia.

2.1.4. Diagnóstico

El diagnóstico de la enfermedad del Parkinson se centra principalmente en el


estudio de los síntomas, los antecedentes, el examen físico, pudiendo
precisarse la realización de estudios complementarios, incluidos datos de
neuroimagen y biomarcadores.

La buena respuesta al tratamiento dopaminérgico también constituye un dato


diagnóstico importante. Los criterios de diagnóstico clínico aceptados son
altamente sensibles para identificar esta enfermedad, alcanzando un alto
grado de especificidad. La confirmación histopatológica no se alcanza en
vida, realizándose post-mortem en la mayoría de los casos en los que se
obtiene.

Los trastornos neurodegenerativos como es el caso de la demencia con


cuerpos de Lewy, la atrofia multisistémica o la parálisis supra renal progresiva
afectan mínimamente a los pacientes con sospecha de padecer la
enfermedad del Parkinson. Por ello, el diagnóstico para diferenciar esta
enfermedad de otros trastornos productores de parkinsonismo puede ser
difícil, principalmente en los estadios evolutivos tempranos de la enfermedad,
cuando se superponen los signos y síntomas.

2.2. Neuropatología y neuroquímica del parkinson

La neuropatología de la Enfermedad de Parkinson se inicia a principios del siglo XX,


con la identificación de cuerpos de inclusión intracitoplásmicos en las neuronas
pigmentadas de la sustancia negra en casos de EP por Lewy en 1912 y con la
descripción de la palidez de la sustancia negra en casos de EP por Tretiakoff en
1919. El déficit de neuronas pigmentadas en la parte compacta de la sustancia
negra y los cuerpos de inclusión de Lewy constituyen las lesiones primordiales en la
EP, aunque hasta ahora no se conocen con precisión los factores que conducen a
ese fenómeno neurodegenerativo. Esos dos hallazgos, cruciales en la
neuropatología de la EP, no fueron interpretados oportunamente, ya que hasta ese
momento no se conocía la vía nigro-estriada ni la significación funcional de ésta en
el control del movimiento y, además, por el hecho de que los cerebros de EP no
muestran alteraciones macroscópicas en los ganglios grises subcorticales que,
ahora se sabe, por sus conexiones con la corteza cerebral y la sustancia negra
forman parte de circuitos neuronales para la regulación del movimiento voluntario.
La confirmación ulterior de los hallazgos de Lewy y de Tretiakoff por otros
investigadores, y la aparición de casos de parkinsonismo postencefalítico, en los
que se demostró la lesión en la sustancia negra, contribuyó a precisar la relación
sustancia negra-ganglios basales. El déficit de dopamina y la identificación de la vía
nigro-estriada llevaron al conocimiento actual de las bases neurales del cuadro
clínico de la EP, de posibilidades terapéuticas y, eventualmente, preventivas.

La neuropatología de la enfermedad de Parkinson es caracterizada por pérdida de


neuronas dopaminérgicas únicamente. Esta muerte neuronal provoca una
disminución paulatina de los niveles de dopamina en estriado, lo que produce un
desequilibrio funcional en los circuitos neuroquímicos cerebrales con el consiguiente
desarrollo de los signos y síntomas típicos de esta enfermedad. No obstante, se ha
encontrado neurodegeneración en sistemas neuroquímicos como noradrenérgico
(pérdida de neuronas del locus coeruleus, niveles disminuidos de noradrenalina, de
sus metabolitos y de las enzimas de síntesis), serotoninérgico (degeneración de
neuronas del núcleo del rafe, disminución de serotonina y sus metabolitos) y
colinérgico. Sin embargo, las vías de lesión serotoninérgica y noradrenérgica no
están tan claramente caracterizadas como la lesión del sistema dopaminérgico.

2.3. Tratamiento de la enfermedad del parkinson

De manera general la respuesta a cualquier tratamiento es inicialmente buena, de


larga duración, sin fluctuaciones y sin complicaciones, pero progresivamente la
mejoría sintomática es insuficiente, de perfil temporal limitado y asociada a efectos
secundarios.

Actualmente no se tiene un tratamiento eficaz capaz para detener la progresión de


la enfermedad, por ello, se busca mejorar los síntomas, las aproximaciones
terapéuticas farmacológicas pueden ser clasificadas en dos grandes bloques:
farmacología sintomática, destinada a disminuir la presencia de sus síntomas
característicos; y farmacología neuroprotectora, que centra sus esfuerzos en
intentar prevenir y/o frenar el desarrollo de la enfermedad.

Dentro de los fármacos utilizados para el tratamiento de la enfermedad del


Parkinson podemos mencionar a los agonistas de dopamina, el L-DOPA, los
inhibidores de la monoamino oxidasa B, como la selegilina (también conocida como
deprenil), la activación de los receptores dopaminérgicos con fármacos agonistas,
como Bromocriptina y Pergolida.

2.3.1. Levodopa

La levodopa es un aminoácido neutro de cadena larga. La levodopa


administrada por vía oral es absorbida en su totalidad en el duodeno y
primeras porciones del yeyuno, el estómago actúa como reservorio, su
ingreso al torrente circulatorio desde el intestino es mediado por
transporte activo En este paso compite con otros aminoácidos para su
absorción, por ello, aminoácidos aromáticos y de cadenas ramificadas
de los alimentos pueden afectar su absorción. En el plasma sufre
metabolismo hepático y aclaramiento renal.

Farmacocinética:
● Levodopa se absorbe rápidamente en el I.D.; depende del
vaciamiento gástrico y del pH.
● Algunos aminoácidos compiten con la levodopa para su
transporte en el I.D. y sangrecerebro.
● Concentración plasmática en 1-2 hrs, Los metabolitos aparecen
en orina a las 8 hrs.: ÁCIDO 3-METOXI-4-
HIDROXIFENILACÉTICO (HVA) y ÁCIDO
DIHIDROXIFENILACÉTICO (DOPAC).
● Sólo el 3% de la dosis penetra al cerebro.

Mecanismo de acción
La levodopa cruza la BHE por medio de transportadores de la misma
clase que permiten su ingreso desde el intestino. Una vez en la
circulación encefálica, entra a la neurona directamente y es convertida
mediante la DDC en dopamina. La levodopa y sus productos siguen
diversas vías metabólicas intra y extra neuronales.
Efectos secundarios

Frecuentes: náuseas, vómito, estreñimiento, ansiedad, confusión,


nerviosismo, cambios en el estado de ánimo, depresión mental,
pesadillas, pulso irregular, hipotensión postural, dificultad para la
micción, movimientos involuntarios de diversas partes del cuerpo.

Poco frecuentes: anorexia, diarrea, resequedad de boca, cefalea,


insomnio, sacudidas musculares, cansancio, caída de párpados.

Raras: anemia hemolítica, presión arterial alta, úlcera duodenal,


oscurecimiento de la orina.

Efectos adversos

Arritmias cardíacas: taquicardia, extrasístoles, fibrilación auricular; por


formación periférica de catecolaminas Incremento en la formación
periférica de catecolaminas Hipotensión postural o HAS (IMAO o
simpaticomiméticos no selectivos).

2.3.2. Agonistas de dopamina


Actúan directamente sobre el receptor de dopamina; efecto benéfico
adicional,
Los agonistas dopaminérgicos no ergóticos (AD) son tratamientos
útiles en la enfermedad de Parkinson (EP). Revisamos la
farmacología, el grado de evidencia en cuanto a eficacia y tolerabilidad
de pramipexol, ropinirol y rotigotina
En el momento actual se dispone de formas de liberación prolongada
(LP) de pramipexol y ropinirol y de administración transdérmica de
rotigotina, que contribuyen a una mayor estabilidad plasmática de los
valores del fármaco. En la EP inicial los 3 fármacos mejoran de forma
significativa las escalas de incapacidad de los pacientes, retrasan la
aparición de discinesias y permiten retrasar la introducción de
levodopa. Además, los 3 han sido capaces de inducir una mejora
significativa en las escalas de la calidad de vida relacionada con la
salud. Las fórmulas de LP han demostrado la no inferioridad frente a
las de liberación inmediata, e incluso una mejor tolerabilidad (ropinirol).
A pesar de su buen perfil de seguridad, entre los efectos adversos
graves cabe destacar el trastorno de control de impulsos, cuya
aparición puede ser precoz, y los accesos de sueño (sleep attacks).
Aunque la terapia combinada no ha sido estudiada específicamente,
algunas asociaciones (como la de apomorfina y otros AD) pueden ser
beneficiosas. El cambio de un AD a otro es factible de un día para otro,
aunque en los primeros días puede haber una sumación de efectos
adversos dopaminérgicos que debe tenerse en cuenta. La suspensión
brusca del tratamiento con AD puede inducir un síndrome de
deprivación dopaminérgica. La retirada de cualquier AD, en particular
pramipexol, se ha asociado a aparición de apatía que puede ser grave.

Efectos adversos de agonistas de la dopamina.


Gastrointestinales: Anorexia, náusea y vómito, estreñimiento,
dispepsia y síntomas de esofagitis por reflujo y hemorragia por úlcera
péptica

Cardiovasculares: hipotensión postural, vasoespasmo digital no


doloroso, arritmias cardíacas; obliga a suspender el tratamiento.
Edema periférico Pergolida, suele causar valvulopatía cardíaca

Trastornos mentales: confusión, alucinaciones y otros trastornos


psiquiátricos

Diversos: cefalea, congestión nasal, aumento en el despertar,


infiltrados pulmonares, fibrosis pleural y retroperitoneal, eritromelalgia,
tendencia incontrolable para dormir

2.3.3. IMAO Inhibidores de la monoaminooxidasa tipo B (iMAO-B)


La selegilina y rasagilina inhiben de manera irreversible la
MAO-B. Estos medicamentos han sido usados en el tratamiento
sintomático inicial de la EP, pero la mejoría en los
síntomas solo es leve por lo que termina siendo necesario.

Los IMAO-B generan pocos efectos adversos, pueden mejorar la


calidad de vida, retrasan la necesidad de levodopa y, en el caso de la
rasagilina, podrían estar asociados a un efecto neuroprotector. Las
dosis recomendadas son: selegilina 5 mg/día en terapia asociada a
levodopa, rasagilina 1 mg/día en monoterapia o 0,5-1 mg/día en
terapia con levodopa y safinamida 50-100 mg asociada a levodopa.
Los efectos adversos incluyen náuseas, cefalea, mareo, hipotensión
ortostática, confusión y alucinaciones

La selegilina

Su acción consiste en aumentar la cantidad de dopamina (una


sustancia natural necesaria para controlar el movimiento) en el
cerebro.

Mecanismo de acción:

La selegilina es un antagonista no competitivo de la


monoaminooxidasa de tipo B (MAO-B), la principal forma de esta
enzima en el cerebro humano. La monoamino oxidasa de tipo B es
responsable de la desaminación oxidativa de dopamina en el cerebro.
En los seres humanos, la dopamina cerebral se metaboliza
predominantemente por la MAO-B. El bloqueo de esta enzima reduce
el metabolismo de la dopamina, pero no la de noradrenalina o
serotonina. Dosis de selegilina de 10 mg/día bloquean la actividad de
toda la MAO-B en el cerebro adulto. La duración de acción de la
selegilina depende del tiempo requerido para regenerar la MAO tipo B.
En dosis más altas (por ejemplo, selegilina, 20-40 mg / día), se
bloquea en el cerebro la MAO no selectiva, lo que predispone a los
pacientes a los riesgos de las IMAOs tradicionales (por ejemplo,
hipertensión). La selegilina potencia los efectos de levodopa y también
puede inhibir la captación presináptica de dopamina. Otras acciones
de la selegilina pueden estar relacionados con el hecho de que se
metaboliza a metanfetamina y en cantidades más pequeñas de
anfetamina en forma de L-isómeros de estos compuestos. Las
anfetaminas aumentan la transmisión dopaminérgica mediante la
estimulación de la liberación de dopamina. Por último, la selegilina
disminuye la producción de radicales libres. Se desconoce si los
beneficios observados en la enfermedad de Parkinson se producen
por un aumento de la transmisión dopaminérgica o por una
disminución de la tasa de muerte neuronal debido a los radicales
libres.

Farmacocinética:

La selegilina se administra por vía oral, se absorbe fácilmente en el


tracto gastrointestinal y atraviesa la barrera sangre/cerebro. Las
concentraciones séricas máximas se observan en 0,5 a 2 horas. El
fármaco es rápida y completamente metabolizado a tres derivados
activos con los siguientes periodos de semidesintegración: N-
desmetildeprenilo, 2 horas; 1-anfetamina, 17.7 horas y 1-
metanfetamina, 20.5 horas. La duración de acción de la selegilina
depende del tiempo requerido para regenerar tipo la MAO B. La
selegilina es eliminada lentamente por los riñones; alrededor del 45%
de una dosis única de 10mg se elimina en la orina en 48 horas como
los tres metabolitos activos. Como ocurre en el caso de la fenelzina,
los efectos de la selegilina son acumulativos, con efectos beneficiosos
observados en pocos días a varios meses.

La rasagilina

Actúa aumentando las concentraciones de determinadas sustancias


naturales en el cerebro.La rasagilina se usa sola o en combinación con
otro medicamento para tratar los síntomas de la enfermedad de
Parkinson (una enfermedad progresiva lenta del sistema nervioso que
provoca rigidez e inexpresividad de la cara, temblores en reposo,
movimientos más lentos, que se arrastren los pies al caminar, postura
encorvada y debilidad muscular).

Mecanismo de acción

La rasagilina ha demostrado ser un inhibidor selectivo de la MAO-B


potente e irreversible, que puede causar un aumento de las
concentraciones extracelulares de dopamina en el cuerpo estriado. La
alta concentración de dopamina y el subsiguiente aumento de la
actividad dopaminérgica son los probables mediadores de los efectos
beneficiosos de la rasagilina observados en modelos de disfunción
motora dopaminérgica. El 1-aminoindano, es el principal metabolito
activo y no es un inhibidor de la MAO-B.

2.3.4. ICONT Inhibidores de la Catecol-O-metiltransferasa (i-


COMT)

La tolcapona y entacapona evitan el metabolismo de L-dopa a 3-O-


metildopa, con lo cual aumentan la vida media plasmática de la
levodopa cuando se dan simultáneamente con ésta. Estos
medicamentos se usan principalmente en el tratamiento de las
fluctuaciones motoras asociadas al tratamiento con levodopa,
aunque su inicio conjunto con levodopa no retrasa la aparición o
disminuye la frecuencia de discinesias.

La tolcapona

Se utiliza como un complemento para el tratamiento de la levodopa-


carbidopa en la enfermedad de Parkinson. La tolcapone prolonga la
semi-vida plasmática y aumenta la duración de la acción de la
levodopa disminuyendo así el requisito diario del fármaco. En
comparación con el otro inhibidor de COMT, entacapona, tolcapone es
más potente y de acción más larga. Tolcapone aumenta la duración de
la acción en aproximadamente 94% mientras que el entacapona
aumenta la duración en sólo 42-65%. Además, el tolcapone actúa
tanto periférica como centralmente, mientras que el entacapona actúa
sólo periféricamente. La tolcapone se ha probado principalmente en
pacientes con enfermedad más avanzada.

Mecanismo de acción: la tolcapona es un inhibidor selectivo y


reversible de la catecol-O-metiltransferasa (COMT), no es un agonista
del receptor de dopamina. COMT se distribuye en varios órganos
siendo las actividades más altas en el hígado y el riñón. La COMT
también está presente en el corazón, pulmón, músculo liso, músculos
esqueléticos, tracto intestinal, órganos reproductivos, varias glándulas,
tejido adiposo, piel, eritrocitos, y tejidos neuronales, especialmente
células gliales. Al igual que la monoaminooxidasa (MAO), la COMT es
responsable del metabolismo de las catecolaminas, si bien la COMT
es más específica y de acción más rápida que MAO. La COMT
cataliza la transferencia del grupo metilo de la S-adenosil-L-metionina
al grupo fenólico de sustratos que contienen una estructura catecol.
Los sustratos de COMT incluyen dopa, dopamina, noradrenalina,
epinefrina, y sus metabolitos hidroxilados. En presencia de un inhibidor
de la decarboxilasa (por ejemplo, carbidopa), la COMT se convierte en
la principal enzima metabolizante para la levodopa que resulta en la
formación de un metabolito (3-O-metildopa) que interfiere con el
transporte de levodopa en el SNC. Este metabolito también está
asociado con el fenómeno "desgaste". La inhibición del COMT por
tolcapona y la inhibición de la decarboxilasa por carbidopa dan como
resultado concentraciones plasmáticas más sostenidas de levodopa (y
concentraciones más bajas de 3-O-metildopa). Como resultado, más
levodopa está disponible para la difusión en el sistema nervioso central
(SNC) donde se convierte en dopamina, potenciando así la actividad
de la dopamina. Las concentraciones en líquido cefalorraquídeo de
levodopa y dopamina total aumentan significativamente (88% y 92%,
respectivamente) después de 8 semanas de tratamiento con tolcapona
y levodopa-carbidopa.
Farmacocinética: la tolcapona se administra por vía oral. Después de
la administración oral, la tolcapona se absorbe rápidamente, con un
Tmax de aproximadamente 2 horas. La biodisponibilidad absoluta tras
la administración oral es de aproximadamente el 65%. Los alimentos
administrados entre 1 hora antes y 2 horas después de la dosificación
disminuyen la biodisponibilidad relativa en un 10-20%.

La dosis inicial de tolcapona es 100 mg tres veces al día, aunque no


está disponible en nuestro medio; la dosis de entacapona es de 200
mg con cada tableta de levodopa, hasta un máximo de ocho dosis por
día.

Los efectos adversos más frecuentes son las discinesias,


alucinaciones, confusión, náuseas y coloración de la orina.

La entacapona

Es un inhibidor reversible de la catecol-O-metiltransferasa (COMT)


periférica y se utiliza como un complemento a la terapia de
levodopa/carbidopa en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson.
Desde el punto de vista clínico, los inhibidores de la COMT mejoran la
disponibilidad de la levodopa en el SNC, prolongando así la respuesta
motora al tratamiento con levodopa. La entacapona permite reducir la
dosis de levodopa del paciente, lo que resulta en una disminución en
la incidencia o gravedad de los efectos secundarios (por ejemplo,
discinesia, náuseas, etc.). Al iniciarse la terapia con la entacapona,
puede observarse un aumento de los efectos secundarios inducidos
por levodopa hasta que la dosis de este fármaco se ajusta a la baja. El
tratamiento con entacapona de los pacientes con enfermedad de
Parkinson se ha asociado con un aumento significativo diario de "IN"
tiempo y disminuye en el tiempo "OFF". Además, la entacapona
mejora las actividades totales de la vida diaria y las puntuaciones de la
función motora. La entacapona puede administrarse con formulaciones
regulares o de liberación controlada de levodopa/carbidopa con o sin
el uso concurrente de selegilina. En comparación con el otro inhibidor
de la COMT disponible, tolcapona, entacapona tiene una menor
duración de la inhibición de la COMT pero parece tener un mejor perfil
de efectos secundarios y no requiere monitoreo adicional de
laboratorio.

Mecanismo de acción: La entacapona es un inhibidor reversible,


selectivo de la catecol-O-metiltransferasa (COMT) periférica. Esta
enzima eliminando catecoles biológicamente activos y sus metabolitos.
La COMT cataliza la transferencia del grupo metilo de la S-adenil-L-
metionina al grupo fenólico de sustratos que contienen una estructura
de catecol. Los sustratos dela COMT incluyen la dopa y las
catecolaminas (dopamina, epinefrina y norepinefrina) y sus metabolitos
hidroxilados. La COMT se distribuye en varios órganos estando el más
alto nivel de actividad en el hígado y el riñón. Otros órganos que
contienen la COMT son el corazón, pulmón, músculo liso y
esquelético, el tracto intestinal, órganos reproductivos, el tejido
adiposo, diversas glándulas, piel, células de la sangre y los tejidos
neuronales, células gliales especialmente. Después de una dosis de
200 mg de entacapona, la actividad de la COMT en los eritrocitos se
inhibe más o menos en un 65% y vuelve a los valores basales dentro
de las 8 horas. En presencia de un inhibidor de la descarboxilasa (por
ejemplo, carbidopa), la COMT se convierte en el principal enzima
metabolizante de levodopa, lo que resulta en la formación de un
metabolito levodopa (3-O-metildopa) que se ha asociado con la
eficacia reducida de la levodopa y discinesia. La inhibición de la COMT
por la entacapona y la inhibición de la decarboxilasa carbidopa
resultan en concentraciones plasmáticas más sostenidas de levodopa
y las concentraciones de 3-O-metildopa marcadamente inferiores.
Como resultado, hay más levodopa disponible para su difusión en el
SNC, donde se convierte en dopamina, potenciando así la actividad de
la dopamina en el SNC. Cuando la entacapona se administra con
levodopa y carbidopa, el AUC de la levodopa se incrementa en
aproximadamente un 35% y la semi-vida de eliminación de la levodopa
se incrementa de 1,3 horas a 2,4 horas. En general, los niveles
plasmáticos máximos levodopa y tiempo hasta el pico los niveles
plasmáticos no se ven afectadas. Cuanto mayor sea AUC y la duración
de la acción puede ocurrir un aumento de los efectos adversos de
levodopa, a veces requiere una reducción de la dosis de levodopa.

Farmacocinética: La entacapona se administra por vía oral y exhibe


una farmacocinética lineal independiente de la administración
concomitante de levodopa/carbidopa. La entacapona es absorbida
rápidamente con una biodisponibilidad absoluta del 35%. La Cmáx
media de 1160-1500 mg /ml se alcanza alrededor de una hora
después de una dosis de 200 mg de entacapona.

La entacapona se une extensamente (98%) a las proteínas, en


particular a la albúmina y, por lo tanto, no se distribuye ampliamente
en los tejidos. La entacapona se metabolizapor isomerización al
isómero cis, seguida de glucuronidación directa del fármaco y del
isómero cis. Los metabolitos glucurónidos son inactivos.

Después de la administración oral, el 10% de la dosis de entacapona


se excreta en la orina y 90% en las heces vía excreción biliar. Sólo una
cantidad muy pequeña (0,2% de la dosis) se encuentra sin cambios en
la orina.

2.3.5. Amantadina

La amantadina pertenece a una clase de medicamentos llamados


adamantanos, funciona controlando los problemas de movimiento al
aumentar la cantidad de dopamina en ciertas partes del cuerpo. Su
acción consiste en detener la propagación del virus de la influenza tipo
A en el cuerpo. La amantadina es un antivírico sintético el cual
posteriormente se descubrieron propiedades antiparkinsonianas y es
utilizado en las poblaciones de alto riesgo para prevenir el contagio del
virus.

Mecanismo de acción
Como antiparkinsoniano, antagonista no competitivo de los receptores
NMDA, que actúan sobre la transmisión glutamatérgica, corrigiendo el
desbalance entre las vias glutamatérgica y dopaminégica; por ello,
potencia respuesta dopaminérgica del SNC, libera dopamina y
noradrenalina almacenadas e impide recaptación.

Farmacocinética

La amantadina se absorbe por vía oral de forma rápida y completa. La


biodisponibilidad oscila entre el 86 y 90%. Las concentraciones
plasmáticas máximas se consiguen a las 2-4 horas de la
administración y la situación de equilibrio se obtiene a los 2-4 días. La
amantadina atraviesa la barrera hematoencefálica y la placenta, se
distribuye ampliamente por todo el organismo. El 90% de la dosis
administrada se elimina en la orina por filtración glomerular y secreción
tubular. La semivida de eliminación en los sujetos con la función renal
normal es de 11 a 15 horas pero puede llegar a los 7-10 días en los
pacientes con insuficiencia renal. En los ancianos, la semivida de
eliminación aumenta a 24-30 horas. La acidificación de la orina
aumenta la excreción renal. Sólo una pequeña fracción de la
amantadina es eliminada por diálisis.

Efectos secundarios

● Boca seca.
● Estreñimiento.
● Náusea.
● Vómitos.
● Disminución del apetito.
● Dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido.
● Sueños anormales.
● Dolor de cabeza.
● Confusión.
● Somnolencia.
● Cansancio.
Tensión incontrolable de los músculos, cambio de la manera
normal de caminar y caídas, patrón morado como de encaje en la
piel.

Efectos secundarios graves

● Alucinaciones (ver cosas o escuchar voces que no existen).


● Creer cosas que no son ciertas.
● No confiar en otras personas o sentir que otras personas
quieren lastimarlo.
● Depresión.
● Ansiedad.
● Pensamientos suicidas (pensar en lastimarse o matarse, o
planificar o intentar
● hacerlo).
● Falta de interés, entusiasmo o preocupación.
● Mareos, aturdimiento, desvanecimientos o visión borrosa.
● Hinchazón de las manos, pies, tobillos o pantorrilla.
● Dificultad para orinar.
● Dificultad para respirar.

Tratamiento de Parkinson Idiopático

● Adultos: 100 mg dos veces al día. Si los pacientes están


tratados con otro fármaco antiparkinsoniano, la dosis se puede
reducir a 100 mg/día.
● Ancianos: 100 mg una vez al día pudiéndose incrementar a 100
mg dos veces al día.

2.3.6. Bloqueadores de acetilcolina

Estos medicamentos, también conocidos como antimuscarínicos,


bloquean específicamente los receptores muscarínicos de acetilcolina
(Ach). Los receptores muscarínicos son importantes en el sistema
nervioso parasimpático, ya que controlan la frecuencia cardiaca,
glándulas exocrinas, músculo liso y la función cerebral.
Los antimuscarínicos fueron los primeros medicamentos disponibles
para la enfermedad de Parkinson y se siguen utilizando ampliamente.
Se cree que actúan contrarrestando un desequilibrio que existe en la
enfermedad de Parkinson entre dos sustancias químicas del cerebro
que transmiten mensajes entre las células nerviosas. Entre los
fármacos bloqueantes muscarínicos más utilizados tenemos:

A.Trihexifenidilo

Anticolinérgico que compite con la acetilcolina por los lugares de unión


en los receptores colinérgicos muscarínicos. En pacientes con
enfermedad de Parkinson, tiene efectos favorables sobre el temblor y
es menos eficaz contra la rigidez, acinesia, movimientos y postura. Por
otro lado mejora el estado de ánimo y alivia la sialorrea excesiva al
inhibir la secreción saliva, bloquea la actividad del componente
colinérgico del sistema nigroestriado, supuestamente exagerada a
consecuencia de la degeneración de las fibras dopaminérgicas
inhibidoras provenientes de la sustancia negra.

Farmacocinética

Trihexifenidilo se absorbe a través de la mucosa gastrointestinal,


alcanza concentraciones plasmáticas máximas en 1 a 2 h, se
distribuye rápido en todos los tejidos y, por contener un nitrógeno
terciario, cruza la barrera hematoencefálica. Su vida media es de 10 a
12 h. El Trihexifenidilo está indicado en el tratamiento del
parkinsonismo posencefalítico, arteriosclerótico e idiopático ademas
para el tratamiento auxiliar cuando se trata el parkinsonismo con
levodopa.

Reacciones Adversas frecuentes

● Cicloplejía.
● Visión borrosa.
● Náusea o vómito.
● Sequedad de boca y garganta.
● Disminución de la sudoración.
● Estreñimiento y retención urinaria.

Reacciones Adversas poco frecuente

● Sensación de bienestar.
● Cefalea.
● Pérdida de la memoria.
● Adormecimiento o debilidad en manos o pies.
● Dolor muscular o estomacal.
● Hipotensión ortostática.
● Confusión mental.
● Agitación.
● Alucinaciones.
● Dolor ocular.
● Erupción cutánea.

Tratamiento

Se consume vía oral de 5 a 10 mg diarios, repartidos en dos tomas. Se


debe iniciar con dosis pequeñas y ajustarlas de manera progresiva
hasta obtener la respuesta deseada o hasta que aparezcan efectos
indeseables. La dosis máxima en 24 h no debe ser mayor de 15 mg.

B.Prociclidina

Actúa disminuyendo la actividad colinérgica anormalmente exaltada en


las neuronas de la vía nigro-estriada del encéfalo, que acompaña a la
depleción dopaminérgica del Parkinson. Adicionalmente actúa sobre la
actividad dopaminérgica a través del bloqueo del transportador de
dopamina, permitiendo que la dopamina liberada permanezca más
tiempo en la sinapsis.

Prociclidina mejora fundamentalmente los síntomas motores de la


enfermedad de Párkinson, con escaso efecto sobre los cognitivos, es
más efectiva para aliviar la rigidez muscular que el temblor, síntomas
iniciales de los primeros estadíos de la enfermedad de Párkinson,
también reducen la salivación y el sudor.

Farmacocinética

Ha demostrado mejores resultados en el Parkinson idiopático y


postencefálico que en el Parkinson arteriosclerótico. Su
biodisponibilidad es del 75%. Es absorbido rápidamente. Su semivida
de eliminación es de 12-13 h.

Tratamiento

Inicialmente a través de vía oral se ingiere 2,5 mg/8 h, incrementando


en 2,5-5 mg cada 2-3 días, hasta la respuesta clínica óptima. Si es
necesario puede administrarse una dosis adicional al acostarse.

Dosis máxima diaria: 30 mg (excepcionalmente 60 mg). Se pueden


emplear dosis menores si se emplea junto a otros medicamentos
antiparkinsonianos.

C.Benztropina

Es un agente anticolinérgico de acción central con propiedades


antihistamínicas resultantes de la combinación de la porción de tropina
de la molécula de atropina y la porción de benzohidrilo de
difenhidramina. Sus efectos anticolinérgicos se han establecido como
terapéuticamente significativos en el manejo del parkinsonismo.
Benztropina antagoniza el efecto de acetilcolina, disminuyendo el
desequilibrio entre los neurotransmisores acetilcolina y dopamina, lo
que puede mejorar los síntomas de la enfermedad de parkinson
temprana.

Farmacocinética

Benztropina se absorbe desde el tracto GI, atraviesa la barrera


hematoencefálica y puede atravesar la placenta. Después de la
administración oral, una pequeña parte de la dosis puede pasar a
través del tracto GI sin cambiar hacia las heces. Se ha informado que
el inicio de la acción de benztropina es de 1 a 2 horas y la duración de
la acción es de hasta 24 horas. Se une extensivamente,
aproximadamente el 95 %, con proteínas séricas. El metabolismo de la
benztropina es desconocido, pero la mayor parte del fármaco se
excreta por vía renal, tanto como fármaco parental como metabolitos.

Tratamiento

En el parkinsonismo idiopático, la terapia puede iniciarse con una


dosis diaria única de 0,5 a 1 mg al acostarse. En algunos pacientes,
esto será adecuado; en otros, se pueden requerir de 4 a 6 mg al día.

En el parkinsonismo postencefalítico, la terapia puede iniciarse en la


mayoría de los pacientes con 2 mg al día en una o más dosis. En
pacientes altamente sensibles, la terapia puede iniciarse con 0,5 mg a
la hora de acostarse y aumentarse según sea necesario.

Acción Antihistamínica Agregada

Algunos antihistamínicos bloqueantes del receptor H1 suelen


emplearse en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, sobre
todo en pacientes que no toleran los anticolinérgicos más potentes. La
Dietazina y la Orfenadrina son utilizados por sus efectos
anticolinérgicos, reducen el temblor y son débiles sedantes si se
administran al acostarse.

3. CONCLUSIONES
1. Como monoterapia o como terapia complementaria junto a otros fármacos
antiparkinsonianos, los anticolinérgicos son más eficaces que placebos esto
ayudará a mejorar la función motora en dicha enfermedad. En resumen, la
estrategia terapéutica de la enfermedad de Parkinson, correctamente
orientada, contando con el arsenal terapéutico actual y las nuevas
investigaciones de tratamiento, aunque no conduzcan a una curación,
permiten alcanzar los objetivos que el médico puede aspirar por el momento
ya que esto ayuda para aliviar positivamente al paciente, mejorar la
condiciones clínicas, físicas y mentales del mismo y a la vez de sus familiares
por otro lado evitará definitivamente el progreso de la enfermedad para no
alcanzar el estado final de parálisis agitante.
2. La comprensión de las características, la fisiopatología y el manejo de la
depresión en la EP están en progreso, pero el manejo apropiado de esta
característica neuropsiquiátrica aún plantea una importante necesidad
insatisfecha en los pacientes con EP. Su alta prevalencia e impacto en la
calidad de vida destacan la importancia de una detección precoz, la
identificación de biomarcadores y factores de riesgo y una mejor evidencia en
los enfoques de tratamiento. La detección temprana y exhaustiva así como la
evaluación y el tratamiento adecuados pueden proporcionar una mejoría
sustancial en estos pacientes. La validación de escalas clínicas, el desarrollo
de biomarcadores y los ensayos a mayor escala pueden orientar el manejo
de la depresión con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.

3. Se han desarrollado estrategias generales para el manejo de pacientes con


EP y depresión. La evidencia emergente sugiere que los agonistas
dopaminérgicos podrían proporcionar algún beneficio en pacientes con EP y
depresión y que los antidepresivos que actúan en los sistemas
serotoninérgicos y noradrenérgicos pueden reducir la depresión. Además de
realizar estudios con sustento estadístico adecuado para investigar los
efectos de los medicamentos antidepresivos en pacientes con EP, los
estudios futuros deben explorar los beneficios de otras estrategias de
manejo, incluidas las terapias psicosociales, los medicamentos que modulan
los factores inflamatorios y neurotróficos, así como las estrategias de
estimulación cerebral (como la TCC, la TEC y la ECP) para los pacientes con
EP y depresión. b(1)(2)(3)(4)(5)(6)(7)(8)(9)(10)

4. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS

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