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C.I: 30.827.599
PASOS
CLASIFICACIÓN
Los asientos contables se clasifican en asientos por su fondo y asientos por su forma.
Los Asientos por su fondo, son aquellos registros que se exponen en comprobantes
de diario con la finalidad de reflejar el contenido de una transacción, estos a su vez se
sub clasifican en: Asientos de Apertura, de Ejercicio, de Ajuste, de Cierre y
Reapertura.
Los asientos de apertura, son registros que tienen por finalidad abrir o
aperturar el legajo de registros en una gestión, se los realiza únicamente al
inicio de actividades de una empresa. Estos asientos dan origen a la
preparación del Balance de apertura.
Los asientos de ejercicio, son registros que tiene la finalidad de reflejar todas
y cada una de las transacciones suscitadas diariamente en una empresa.
Los asientos de ajuste, son registros que tiene la finalidad de incorporar
operaciones pendientes, modificar saldos de ciertas cuentas y/o incorporar
disposiciones contables y legales, estos se realizan periódicamente.
Los asientos de cierre, son registros que tiene la finalidad de cerrar todas las
cuentas que hayan tenido movimiento durante una gestión, estos se realizan
únicamente al cierre de cada gestión.
Los asientos de reapertura, son registros que tienen la finalidad de reabrir o
reaperturar un nuevo legajo de registro al iniciar una gestión, estos se realizan
únicamente al reinicio de actividades de una empresa.
Los asientos por su forma, son aquellos registros que se exponen en comprobantes
de diario con la finalidad de reflejar el número de cuentas que intervienen en una
transacción, estos y se sub clasifican en: Asientos Simples y compuestos.
Por otra parte, gracias al balance de comprobación, las empresas pueden ver de
forma clara y sintetizada toda la información del Mayor. Cuando estos datos se junten
con los del balance de situación, será posible conocer en qué estado se encuentra la
situación patrimonial de la compañía.
¿Cómo se realiza?
Se trata de una herramienta contable que permite conciliar el libro mayor con la
estructura económica y financiera de la empresa. Su efecto sobre el cierre contable de
cualquier empresa es determinante ya que, como decíamos, la finalidad de este
documento es comprobar que la contabilidad se ha cuadrado correctamente.
Para elaborarlo, por una parte, necesitarás los movimientos del “debe” (deudores)
y el “haber” (acreedores) de cada cuenta. De la diferencia entre ambos saldrá el saldo.
Si se trata de cuentas de activo o de saldo, hay que restar el haber del debe (debe-
haber= saldo).
Para que las cuentas tengan el equilibrio deseado, los saldos deudores deben ser
iguales a los saldos acreedores.
Si los asientos de cada una de las cuentas utilizadas en el libro diario están
cuadrados, esto facilitará un cierre contable rápido y sin errores.
El importe del debe es mayor que el del haber: eso quiere decir que tu
empresa tiene saldo deudor o, lo que es lo mismo, saldo positivo a tu favor
(te deben dinero).
El importe del haber es mayor que el del debe: significa que tu empresa
tiene saldo acreedor, es decir, que debes dinero a alguien.
Si las sumas totales del debe y el haber dan el mismo importe que las del
saldo deudor y acreedor, la contabilidad está cuadrada correctamente.
Una vez que has realizado el balance de sumas y saldos, debes trasladar esa
información al balance de situación final.