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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA

CALIFORNIA

Instituto de Ciencias Agrícolas

Programa de Posgrado: Maestría en Ciencias en Sistemas de Producción


Animal.

Curso: Fisiología Ambiental

Actividad #1: Maduración del mecanismo de termorregulación

DOCENTE:

Dr. Ulises Macías Cruz

ALUMNA:

Graciela Chavarría Pérez

“Por la realización plena del hombre”


Ejido Nuevo León, Mexicali, B.C. a Febrero de 2022.

1. Introducción

Uno de los mecanismos más importantes para la estabilidad y bienestar de


los organismos desde que nacen es mantener su temperatura puesto que es una
de las características biológicas fundamentales, la cual puede ser utilizada como
factor para determinar una causa a un comportamiento y reacción de un animal.
Existen dos tipos de temperatura que influyen en el organismo una es la
temperatura del medio ambiente al que está expuesta y otra la temperatura
corporal que es resultado del funcionamiento interno del metabolismo animal (Ruíz
et al., 2019).

Existen diversas causas que participan de manera directa para modificar la


temperatura del cuerpo de los animales como la variación de la temperatura
ambiental por época del año, la edad de los animales incluso la actividad del
organismo por digestión o actividad física a causa de movimiento.

Existe una clasificación de los animales de acuerdo a su estrategia


biológica para regular su temperatura corporal; los animales poiquilotermos son
aquellos que tiene una menor termogénesis en comparación con los mamíferos y
las aves puesto que la temperatura de estos organismos está influenciada por la
temperatura ambiental, en el caso de ambientes fríos su temperatura corporal será
baja y alta en ambientes cálidos. Es por ello que estos animales realizan un
considerable ahorro de energía en comparación con los animales homeotermos
aunque internamente sus células, órganos y tejidos enfrentan cambios de
temperatura, los peces reptiles y anfibios pertenecen a esta clasificación (Hill,
1980).

Por otro lado los animales homeotermos se caracterizan porque para tener
un mantenimiento estable de su temperatura interna no participa la temperatura
externa en este caso el organismo tiene un gasto de energía por mantenimiento
para equilibrar su temperatura a través de su metabolismo, los mamíferos y aves
corresponden a esta clasificación (Cook et al., 2020).
Es evidente la influencia que la temperatura puede ejercer en el crecimiento
y desarrollo de los organismos y desde un punto de vista en cuanto a la
producción animal en donde la capacidad de un buen mantenimiento de la
termorregulación de individuos recién nacidos marca la deferencia en su
supervivencia.

2. Mecanismo de termorregulación

El mecanismo de termorregulación es la capacidad del mantenimiento de una


temperatura tisular relativamente constante de los organismos y de acuerdo a ella
son clasificados por categorías de relaciones térmicas (poiquilotermos o
ectotermos y homeotermos o endotermos). En los mamíferos existe el fenómeno
de la endotermia. La cual está asociada con una producción de calor importante
que permite que tanto mamíferos y aves puedan mantener constante su
temperatura interna corporal, gracias a que tienen estrategias para minimizar o
maximizar las pérdidas de calor mediados por el hipotálamo anterior, en donde se
encuentra el centro termorregulador encargado de que el cuerpo se mantenga a la
temperatura adecuada (Sarubbi et al., 2016).

Fig. 1.- Esquema de la termorregulación (López, 2014)


La temperatura debe de ser considerada como una variable importante en la vida
del animal, independientemente de la categoría a la que pertenezca puesto que
contribuye a determinar propiedades funcionales y con ello sus componentes
como en el caso de enzimas, sus receptores y otras proteínas tisulares que
cambian sus conformaciones tridimensionales conforme existen modificaciones en
la temperatura (Daza-Pérez & El-Hani, 2019).

3. La termorregulación y el bienestar del neonato.

El primer episodio en cambio de temperatura importante es al momento del


nacimiento, en el caso de los mamíferos pasan de una temperatura al permanecer
en el útero de su madre aproximada de 39° C, a disminuir 10° C siendo muy
importante el mantenimiento de la temperatura corporal en los primeros instantes
de vida. En este caso en particular la termorregulación de la cría recién nacida es
llevada a cabo por la capacidad de poder generar calor mediante la transformación
de la grasa parda y disminuir la pérdida al ambiente por medio de la piel.

Los neonatos enfrentan dos etapas críticas en las que son vulnerables a la
hipotermia, la primera es durante las primeras 5 horas de nacido puesto que al
nacer en condiciones de humedad existe una excesiva pérdida de calor por
radiación y la segunda etapa crítica es en el lapso de 12 a 36 horas después de
haber nacido debido al consumo de las reservas energéticas si aún en este
momento la cría aún no ha consumido la suficiente cantidad de calostro (Plush et
al., 2016).

La termorregulación realizada por mamíferos o aves requiere neuronas


(células nerviosas) que registran la temperatura corporal y también necesita
centros de control de la termorregulación en el cerebro, que mediante el
procesamiento de la información térmica obtenida, dirigen el uso de los
mecanismos productores y perdedores de calor en forma apropiada para
estabilizar la temperatura corporal. Los mamíferos y las aves detectan la
temperatura corporal en muchas partes del cuerpo, hay neuronas termo sensibles
en la piel, médula espinal y el cerebro. Los centros de control principales que
procesan toda la información sensitiva y dirigen los mecanismos
termorreguladores, se localizan en el hipotálamo y las regiones preópticas del
cerebro (Sarubbi et al., 2016).

4. Aumentar la producción de calor - termogénesis

La producción de calor del neonato es atribuida a dos mecanismos principales los


cuales son la termogénesis proveniente de la grasa parda y la termogénesis por
contracciones musculares la cual su fuente principal es la metabolización del
glucógeno muscular. El calor generado por el metabolismo del tejido adiposo
pardo (BAT) que se encuentra principalmente en la región abdominal, inguinal y
las áreas perirrenales del recién , se ha demostrado que el contenido de esta grasa
parda en los neonatos depende directamente de la alimentación de la madre
durante la gestación. El tejido adiposo pardo se diferencia del tejido adiposo
normal en que contiene mitocondrias densamente empaquetadas, un alto
contenido de citocromo C y una vasta red vascular. El calor se genera en BAT al
desacoplar el mecanismo de conductancia de protones de la producción de ATP,
lo que da como resultado la producción de calor en lugar de la energía
almacenada. La capacidad de los neonatos para resistir el enfriamiento difiere
entre individuos y esto probablemente se deba a factores tanto genéticos como
fenotípicos (Plush et al., 2016).

En el caso de termogénesis mediante la grasa parda es representada de un


40 a 50% mientras que el resto se atribuye cuando la producción de calor es
generada por las contracciones musculares. El movimiento de la grasa parda es
dependiente de las fibras nerviosas que alcanzan los adipocitos, la oxigenación y
el sustrato (lípidos) (Hill, 1980).

5. Comportamiento del neonato y su relación con la capacidad de


termorregulación.

Existe una relación muy importante entre el comportamiento del neonato y el


desarrollo de su capacidad de termorregulación se ha demostrado que en aquellos
que tienen un movimiento más lento en sus intentos por levantarse y alcanzar la
ubre para su alimentación tienen una temperatura rectal menor a aquellos que
tienen comportamientos más vigorosos, es por ello que se ha relacionado que las
crías con temperatura baja tienen una probabilidad menor de alcanzar la ubre de
su madre y los que se levantan y se alimentan en menor periodo presentan una
taza de crecimiento mayor. (Plush et al., 2016).

Además después del amamantamiento existe un reconocimiento materno que crea


un vínculo entre la madre y su cría, aunado a ello las ventajas que trae el consumo
del calostro dentro del tiempo requerido como desarrollo del sistema inmunológico
y mejora del estado nutricional; de hecho por cada minuto que se transcurra desde
el nacimiento y los intentos del neonato para levantarse y alimentarse el
porcentaje de su capacidad de sobrevivencia disminuye un 1%. Por otro lado
cuando el neonato se levanta de inmediato ocurren otros beneficios respecto a la
termorregulación e su organismo puesto que se disminuyen las pérdidas por
convección con el suelo cuando aún están cubiertos con los restos de membranas
y líquido amniótico, se dice que en crías de mayor tamaño es menor esta pérdida
por la relación de la superficie de contacto con respecto a su peso.

Cuando las crías optan por el acercamiento con su madre o el estar en


contacto con otros animales se ve disminuida la pérdida de la temperatura
corporal.

6. Hipotermia

Si el organismo pasa por un enfriamiento tiene la capacidad de activar


mecanismos para conservar su calor, aunque en el caso del neonato hipotérmico
como se mencionó anteriormente utiliza sus reservas de glucosa en forma de
glucógeno y oxígeno para la producción de calor. Pero lamentablemente cuando
agotan sus posibilidades de termorregularse y no logran adaptarse a las
condiciones ambientales la cría muere por hipotermia o hipertermia. (Sarubbi et
al., 2016).
7. Conclusiones

Cada especie tiene sus límites de tolerancia respecto al mantenimiento de


temperatura y cuán importante es este criterio que incluso las especies han sido
clasificadas de acuerdo a su estrategia biológica para regular su temperatura
corporal; es por ello que es una característica importante desde el nacimiento de
las crías por la modificación de la temperatura del medio ambiente con respecto a
la que había en el útero en los mamíferos y dentro del huevo en el caso de las
aves. En la industria ganadera se han desarrollado protocolos de manejo de la cría
desde las primeras horas de nacido (suministro adecuado de calostro en las
primeras horas de vida, instalaciones evitando corrientes de aire y humedad) que
son las más críticas y de este modo disminuir pérdidas económicas por muerte de
las crías a causa de hipotermia.
Literatura Citada.

Cook, N., Chabot, B., Liu, T., Froehlich, D., Basarab, J., & Juarez, M. (2020).
Radiated temperature from thermal imaging is related to feed consumption,
growth rate and feed efficiency in grower pigs. Journal of Thermal Biology,
94(October), 102747. https://doi.org/10.1016/j.jtherbio.2020.102747

Daza-Pérez, E. P., & El-Hani, C. N. (2019). Termorregulación En Vertebrados


Terrestres Como Concepto Integrador Explícito En La Enseñanza De Las
Ciencias Naturales. Ensaio Pesquisa Em Educação Em Ciências (Belo
Horizonte), 21, 1–22. https://doi.org/10.1590/1983-21172019210120

Hill R.W. Comparative physiology of animals an enviromental approach (1980).


Harper & Row, Plublishers, New York. Reverté S.A.

Plush, K. J., Brien, F. D., Hebart, M. L., & Hynd, P. I. (2016). Thermogenesis and
physiological maturity in neonatal lambs: A unifying concept in lamb survival.
Animal Production Science, 56(4), 736–745. https://doi.org/10.1071/AN15099

Ruiz-Jaramillo, J. I., Vargas-Leitón, B., Abarca-Monge, S., & Hidalgo, H. G. (2019).


Efecto del estrés calórico sobre la producción del ganado lechero en Costa
Rica. Agronomía Mesoamericana, 733–750.
https://doi.org/10.15517/am.v30i3.35984

Sarubbi, J., Mota Rojas, D., Mora Medina, P., Islas Fabila, P., Yañez-Pizana, A. S.,
& Roldan-Santiago, P. (2016). La termorregulación y bienestar del neonato.
BM Editores, June, 106–122. https://doi.org/10.13140/RG.2.1.1860.0561

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