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Los razonamientos conceptuales de ambos autores constituyen una sociología que permite construir y
dar cuenta de las transformaciones y conformaciones de sociedades concretas en distintas escalas; en
otras palabras, de los modos de actuar-pensar-decir y sus distintos espacios, las estructuras más
generales y las más particulares, entre otras denominaciones posibles de usar, sin ignorar ni oponer
enfoques macros y micros sobre tales procesos.
Siendo plenamente consciente de las diferencias conceptuales propias tanto Elias como Bourdieu
desarrollan, su coincidencia en los aspectos generales de sus teorías es ineludible. En ambos se puede
encontrar la inclinación a entender que el objeto sociológico no se halla de manera preexistente en el
campo social, por el contrario, depende de una “actitud mental”. Tal actitud implica objetivar aquello
que se observa, desligarlo de las relaciones preconcebidas del sentido común, de la doxa, y someterlo a
análisis criterioso siendo lo mayormente consciente de la influencia que el sociólogo pueda tener sobre
sus observaciones. También, como se anticipó, ambos coinciden en la mutua incidencia de los aspectos
más generales [macro] y más particulares [micro] de las formaciones socio-históricas y explican la
constitución de ambos aspectos por medio de la relación necesaria entre ambos, en otras palabras,
aquello que modifica e interviene en la constitución de la personalidad es necesariamente producto del
entorno social que le contiene. Pero, además, a tal relación le es inherente el carácter procesual de su
constitución, es decir, todo fenómeno de transformación y conformación social evidente en las
estructuras propias que lo definen serán de forma paulatina y gradual por oposición a modelos de
pensamiento que expresen una construcción estática y espontánea de las sociedades.
Continuando con la pretensión de este trabajo, procederemos a detallar de manera sintética el recorrido
teórico presente sobre el abordaje sociológico de las netiquetas, pero antes, conviene tratar el objeto a
abordar para comprender sobre qué se aborda.
1. Preámbulos.
Continuando con su definición, el sentido común dirá que el objetivo de las netiquetas es crear un
espacio de cordialidad en la comunicación que los diferentes usuarios puedan tener al acceder a las
distintas plataformas virtuales de internet. Dicha cordialidad se basa en respetar la integridad del
prójimo y preservar el espacio virtual del que se esté haciendo uso, fomentando la amabilidad al
expresarse y desalentando malas conductas tales como insultos y amenazas, spam, vulneración de
información privada y difusión de información falsa o no corroborada. Asimismo, se recomienda
establecer un mismo nivel de comunicación para no dar lugar a malentendidos y los perjuicios que
estos puedan provocar.
La idea común sobre las netiquetas insiste en que a pesar de que el espacio sea virtual las netiquetas
recuerdan que las formas de comportamiento deberán ser las mismas de las llevadas en la vida real.
Por otro lado, es evidente la falta de un acuerdo sobre el carácter de las netiquetas. Es posible decir que
en líneas generales se basan en los principios descritos en el párrafo anterior, pero su sugerencia parte
desde distintas posiciones: algunas veces adquieren el tono de una recomendación a tomar en cuenta,
otras el carácter de obligaciones. En cualquier caso, su observancia apela al sentido de responsabilidad,
entre otros.
Se ha dicho que tanto la recomendación como la obligación son las posturas desde la que se imparten
estos códigos de comportamiento virtual. Ambas palabras funcionan aquí como extremos de una misma
intención: el establecimiento de formas de comportamiento. La primera parte desde el consejo, desde lo
que es deseable que sucediese; la segunda parte desde el deber, de lo que se exige. Cabría preguntarse,
¿por qué se aconseja y/o se exige el establecimiento de formas de comportamiento? Las respuestas
apuntan al terreno de lo moral, palabra que deriva de moralis: costumbre, manera de vivir. Podría
decirse que es aconsejable o se exige el establecimiento de formas de comportamiento para preservar la
moral del prójimo, no ofender sus costumbres y manera de vivir. pero la palabra obligación nos habla
de una imposición, de una exigencia ¿quién nos impone, quién nos exige? Quizá unan fuerza invisible
que nos liga, que deriva de “ligar”, verbo que implica el amarre, la sujeción de los elementos. En este
caso los sujetos, es decir, individuos interdependientes.
Tenemos aquí la palabra “interdependencia”, es decir, una relación de dependencia (que “depende
de…”) ¿pero, de qué dependemos? Esto podría contestarse de dos maneras:
Dependemos del otro para que las normas/netiquetas se apliquen nos la apliquemos entre nosotros.
¿Qué sería de una norma que no se aplique? Ahora, ¿por qué recomendable? Para mantener el buen
ánimo, no faltar la integridad del otro que depende de mí. No ofender su moral, que viene de moralis:
costumbre, manera de vivir. Entonces, “no ofender la manera de vivir del otro”, es decir, sus
costumbres, sus maneras de hacer, de actuar pensar, decir ¿podría decirse maneras civilizadas? a la
manera de Elías.
Pensando en términos sociológicos: todas las normas son morales (revisar proceso civilizatorio), las
reglas de vinculación siempre son morales.
Un primer momento tiene que ser de ruptura y extrañamiento, o sea, dar cuenta de lo implícito que está
allí, en el objeto, en este caso netiqueta. Los manuales resultan en este caso una fuente de datos y
preguntarme cómo explicar las fuerzas sociales teniendo en cuenta de que los hechos, en este caso las
netiquetas, se imponen son parte de la realidad social y se nos incorporan aunque no queramos.
Problematizar es ver la situación problemática del asunto, desnaturalizarlo. La clave de Elías y
Bourdieu es observar qué está presupuesto en los manuales. Observar cómo opera la netiqueta, en este
caso el Proceso de Elías nos habla de como la gente regula la violencia y como caen sanciones a la hora
de tenerlas, no es que la gente controla, es la interdependencia que genera ese control porque el mundo
social demanda esas autoregulaciones. Estos comportamientos no dejan de ser incorporados al habitus,
la categoría de configuración (supongo que es de Elías) es igual a la de campo.
Introducción a problematización del fenómeno netiqueta desde la matriz teórica
conceptual de N., Elias.
Pues bien, la teoría sociológica de Norbert Elias explica el cambio social y el carácter procesual del
mismo en formaciones socio-históricas determinadas. Desde un enfoque macro se contempla el cambio
a largo plazo de las estructuras sociales; asimismo, desde un enfoque micro la teoría se concentra en el
cambio en las estructuras psíquicas individuales. Se debe establecer una relación de
complementariedad entre ambos enfoques, posibles de relacionar examinando el contexto de
integración funcional e interdependencia de las sociedades.
Para ser más específicos, las estructuras psíquicas de personalidad son aquellas las cuales constituyen
las emociones de los individuos: maneras de actuar, reaccionar, opinar, interactuar; maneras que Elías
asocia a la noción de Super-yo. Noción que es posible de asociar estrechamente con las consignas de
las netiquetas, es decir, la regulación del comportamiento por medio de normas morales instituidas en
un manual de consulta que debe, o se recomienda, ser considerado.
Al inicio se mencionó la relación entre estructuras sociales y estructuras psico-genéticas, cabría
preguntarse: ¿Qué es lo que da cuenta de la transformación de la estructura de la personalidad del
individuo que lo induce al autocontrol, mecanismo de regulación de las formas y maneras de sentir,
actuar e interactuar? Para responder esta pregunta es necesario observar la socio-génesis de ese super-
yo que adopta forma de manuales de netiqueta, por ejemplo. ¿Qué es lo que reproduce ese super-yo?
Continuando con la teoría social de Elías dicha reproducción estará estrechamente vinculada a las
relaciones interdependientes que los individuos mantienen entre sí, de otra forma no se podría explicar
el origen de tales estructuras debido a la incapacidad de constituir estructuras de personalidad en total
aislamiento, idea que el autor discute en su tratamiento de la noción homo clausus.
Las relaciones de interdependencia conforman un orden social específico, donde cada individuo posee
una función en relación a otros individuos, una tarea para con los demás la cual no puede simplemente
ignorar de una vez y para siempre.
Tales funciones son determinadas por el contexto funcional de estructura: su posición dentro del tejido
humano en el que ha nacido, se ha criado y donde desarrolla su vida. En este sentido cada una de las
personas posee una función en las interdependencias que ligan unos individuos con otros; estas
funciones pueden ser de tipo afectivo, laboral, etc. Por otro lado, si bien es cierto que el tejido de
funciones interdependientes tiene su peso y leyes de funcionamiento propias, sin ser creadas
deliberadamente por los individuos, también es cierto que el contexto funcional de interdependencias
no existe fuera de los individuos ya que son las relaciones entre estos dependiendo de las funciones que
presenten unos con otros los que darán característica a la formación social en cuestión.
Las ideas desarrolladas hasta aquí, de forma sintética, pueden ayudar a resolver las inconsistencias que
la misma teoría eilisiana pone en relieve. A raíz de esto, es posible cuestionar de la misma manera que
el planteo por medio de la teoría social bourdesiana, a saber: ¿Qué implica, qué supone la existencia de
manuales de netiqueta? ¿Cuál es el hecho social que le sostiene detrás de una formulación sosa como
la de “normas de convivencia a tener en cuenta para ser educados en espacios virtuales”?
El trabajo posterior se desarrollará entorno a estas preguntas y las que puedan surgir más adelante en
relación a las nociones expuestas sobre ambos autores y sobre las indicaciones que la cátedra estime
pertinentes.