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Facultad de Psicología
Tesis de Licenciatura
“Las redes sociales en la construcción de la
subjetividad e identidad de la época”
LU: 387953670
DNI: 12498854
Indice
Introducción ......................................................................................................... 3
Objetivos ............................................................................................................. 4
Objetivo General .............................................................................................. 4
Objetivos específicos ....................................................................................... 4
Metodología ......................................................................................................... 5
Planteo del problema .......................................................................................... 5
Estado del arte .................................................................................................... 7
Marco teórico ..................................................................................................... 13
Desarrollo .......................................................................................................... 25
Corporalidad y narcisismo en las redes sociales ........................................... 29
La representación virtual del sujeto ............................................................... 32
Nuevas formas de vínculos en el espacio virtual. ¿Una posible explicación
freudiana? ................................................................................................... 25
Conclusión ......................................................................................................... 33
Bibliografía ........................................................................................................ 34
2
Introducción
El siglo XXI está signado por los avances tecnológicos y la proliferación
de las telecomunicaciones a gran velocidad. La influencia de este fenómeno en
la construcción de las identidades y las interrelaciones es harto evidente. La
aparición de la web 2.0, el uso generalizado de las redes sociales y su
implicancia a este respecto han sido estudiados por muchos autores desde
diferentes disciplinas. En el ámbito académico son moneda corriente los trabajos
desde las perspectivas de las ciencias sociales, la crítica cultural y la
antropología. No obstante, los desarrollos desde el marco psicoanalítico resultan
escasos.
Objetivos
Objetivo general
• Analizar si es posible aplicar algunos de los conceptos de la teoría
psicoanalítica en el estudio de las redes sociales y si dicha aplicación
contribuye efectivamente a los estudios de otras disciplinas en torno a
dicho fenómeno.
3
Objetivos específicos
Metodología
4
El diseño de la investigación será no experimental ya que se manejará en el
ámbito teoríco donde no habrá ningún tipo de manipulación de variables.
Además, será un estudio transaccional ya que se explora el tema en un
determinado momento sin establecer un período temporario del que se haga
seguimiento.
5
modifica conceptos antes trabajados por la sociología y la psicología como los
de agencia y subjetividad. A diferencia de una era previa, donde la dimensión
subjetiva y emocional de una persona era confinada al contexto de la vida
privada o de las relaciones primarias que uno mantenía con personas cercanas,
hoy estamos inmersos en una cultura de comunicación masiva fuertemente
subjetivada, narrada desde el Yo, cargada de intimidad, que permea la vida
social compartida a través de los dispositivos de Internet.
6
Estado del arte
7
sentimientos inmediatos, pero que guarda el interés, adicionalmente, de que
todos los actos de comunicación quedan registrados, lo que vuelve más fácil su
análisis. A partir de eso se despliegan una gran cantidad de artículos (desde
diferentes escuelas psicológicas, no necesariamente desde el psicoanálisis) que
se proponen diseccionar cada emoción que tiene cabida en las redes. En esta
misma línea, Pantti & Tikka (2014) estudiaron la empatía, a partir de la capacidad
de mostrar pena y pesar por las tragedias de los otros y producir videos de
YouTube a partir de ese sentimiento; Livingstone et al (2014) estudiaron el
malestar frente al encuentro de contenido inapropiado en Internet (sexting);
Sagioglou & Greitemeyer (2014) estudiaron la envidia frente al status de otros
en Facebook; Lin & Utz (2015) estudiaron el odio a partir de la identidad anónima
que permite la mayoría de los foros de comentarios y finalmente Jakoby & Reiser
(2014) estudiaron el duelo y luto por la muerte de seres queridos expresado en
redes sociales.
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subjetividad desde el enfoque psicoanalítico y la estructuración del psiquismo. El
autor plantea interrogantes tales como de qué manera circulan el deseo y la
pulsión del sujeto a través de las redes sociales y cómo se ubica el sujeto
respecto al deseo del Otro en las redes sociales. Como metodología lleva a cabo
un análisis teórico relacionando las nociones de Internet, Redes Sociales, y
Facebook, con conceptos psicoanalíticos aportados por Freud y Lacan en cuanto
a la estructuración del psiquismo. También aborda el tema desde lo teórico-
clínico con el análisis de una película que describe posicionamientos subjetivos
respecto al uso de las redes sociales. Finalmente, llega a la conclusión de que
el uso ilimitado de las redes sociales puede generar efectos de desubjetivación.
9
favorezca la operacionalización de esta categoría de estudios. La metodología
se llevó a cabo como una investigación cualitativa con base en entrevistas
semiestructuradas con usuarios del Facebook. Como conclusión, el autor pudo
comprobar la existencia de un proceso dialéctico de producción subjetiva entre
los usuarios de las redes sociales. Las repercusiones de la estetización del self
son la expresión de las contradicciones de las personas por medio de los
recursos audiovisuales de las redes sociales. Esto vuelve a los sujetos más
visibles e interactivos, así como más capaces de evidenciarse a sí mismos y a
los otros dentro de una trama intersubjetiva de las redes.
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Como dice la autora, con amor cortés del siglo XIX o con Tinder y sexo virtual
del siglo XXI, la relación sexual es tan inexistente antes como ahora. Lo que hay
son realidades veladas, identidades que se alcanzan a través de la máscara y la
pretensión y relaciones sexuales inexistentes.
11
virtual”. La identidad virtual es la forma en que se encarna un sujeto en una
materialidad distinta, lo que permite entender la idea de avatar, de identidad en
red. El avatar posibilita una multitud de operaciones de reinvención sobre la
propia identidad, por ejemplo la elección de cero de un género, una edad, un
estilo y una nueva apariencia, sin las limitaciones que impone el mundo físico.
La autora siempre se mantiene apegada al punto central de su investigación: la
detección de los efectos subjetivos del uso de las tecnologías y el examen del
cuerpo en la experiencia virtual y su singularidad. La inquietud surge de la misma
práctica clínica, a partir de registrar en el decir de los analizantes, el orden de lo
virtual en la causa de una angustia o malestar.
Marco teórico
Conceptos fundamentales del psicoanálisis para el análisis de las redes
sociales
En este apartado, se introducirán algunos de los conceptos de la teoría
psicoanalítica que serán considerados en el análisis sobre las redes sociales.
12
y necesaria para dicho desarrollo. En efecto, la tarea del cuidador es la de
interpretar el llanto del infante y cancelarlo mediante una acción específica,
cancelando también el estímulo endógeno que causa ese llanto y aplacando la
sumatoria de excitación que lo había desestabilizado. A través de la misma se
produce en el infante una vivencia de satisfacción que ha de quedar inscripta en
el psiquismo del sujeto mediante una huella mnémica que buscará ser revivida
en forma de identidad de pensamiento.
13
1. La fuente: Se trata del punto de anclaje de la pulsión en el cuerpo, el
proceso somático de excitación de un órgano o parte del cuerpo. La
misma está ligada a la zona de intercambio de los cuidados
maternales del infante prematuro, mediante el cual se establecen las
zonas erógenas del cuerpo.
2. El esfuerzo: Se trata de la fuerza o el empuje constante que constituye
el motor de la pulsión. El mismo surge del efecto de la pérdida del
objeto que impide la satisfacción plena.
3. Meta: Consiste en la satisfacción que ha de alcanzarse únicamente
mediante la cancelación del estado de estimulación de la fuente de la
pulsión.
4. Objeto: Se trata de aquello por lo cual se alcanza la meta. El objeto
aparece como perdido, pero el sujeto puede hallar objetos sustitutivos.
Cabe considerar que estos últimos no logran alcanzar nunca al objeto
original. Asimismo, es preciso indicar que no existe un único objeto
sustitutivo, sino que éste consiste en algo variable y contingente.
1. El trastorno hacia lo contrario, que oscila entre una meta activa (mirar) y
una de pasiva (ser mirado);
2. La vuelta a la propia persona;
3. La represión;
4. La sublimación.
Asimismo, Freud a partir de 1920 indica que las pulsiones pueden ser de dos
tipos, de vida o de muerte. No obstante, cabe considerar que no existen, de
acuerdo con la teoría freudiana, mociones pulsionales puras, sino que ambas
clases de pulsiones se dan en una suerte de amalgama en la que existen
mayores proporciones de una sobre la otra. Esta clasificación, propuesta por
Freud (1992) en la segunda tópica, implica entonces un dualismo en el que se
proponen como contrarias, aunque inseparablemente unidas, por una parte el
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conjunto de pulsiones que habían sido descriptas en la primera tópica, a saber
las pulsiones sexuales, las pulsiones de autoconservación y las pulsiones yoicas,
englobadas bajo la clase se pulsiones de vida (Eros) y por otra la pulsión de
muerte (Thánatos), que implica la tendencia de todo ser vivo al retorno a un
estado inerte e inorgánico.
El narcicismo
El concepto de narcisismo fue introducido por Freud (1984) para explicar
aquella conducta mediante la cual un sujeto busca alcanzar la satisfacción a
través de su propio cuerpo, usándolo como utilizaría cualquier otro objeto sexual.
No se trata, cabe destacar, meramente de un cuadro de perversión o parafrenia,
sino de una característica de la constitución normal del sujeto ligada a la pulsión
de autoconservación. En efecto, Freud (1984) plantea al narcisismo como una
fase normal de la libido intermedia entre el autoerotismo y la elección de objeto
en el contexto del desarrollo sexual del hombre. De acuerdo con este desarrollo,
se trata de una fase en la que las pulsiones sexuales, disociadas hasta entonces,
logran conjugarse en una unidad. De este modo, el yo es investido como objeto
para poder, más adelante, investir a otros objetos del mundo exterior.
15
investiduras libidinosas de objeto. El yo se empobrece en favor de estas
investiduras así como del ideal del yo, y vuelve a enriquecerse por las
satisfacciones de objeto y por el cumplimiento del ideal (Freud, 1984: 96-
97).
Del mismo modo que Freud (1984), Lacan (2009) parte del carácter
prematuro del infante, que no puede valerse de sí mismo y, por tanto, requiere
del auxilio de otro cuidador. El cuerpo del infante se encuentra, en un primer
momento, fragmentado. Dicha fragmentación corresponde al momento del
autoerotismo para Freud. La unificación del cuerpo propio se da a través del paso
del infante por el estadio del espejo: éste le brinda una imagen de totalidad,
unificadora. Sostenido por su cuidador frente al espejo, el infante se reconoce a
través de dicha imagen totalizante que éste le devuelve.
Lacan (2009) indica que esa captación del sujeto de su propia imagen en
el espejo corresponde a la noción freudiana de narcisismo primario. En efecto,
el fenómeno de alienación a la imagen se da de forma análoga a la identificación,
puesto que para reconocerse en la imagen devuelta por el espejo es necesario
que haya allí un Otro que confirme que es su propia imagen lo que devuelve el
espejo.
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En efecto, Lacan (2007) indica que, puesto que no basta con poseer una
noción de la propia imagen corporal, la cual procede de otro, el Sujeto en sentido
estricto tiene su surgimiento a través de su inscripción en el registro simbólico, a
saber el orden del lenguaje.
Las redes sociales fueron adquiriendo cada vez más popularidad en los
últimos tiempos y su éxito radica en que los usuarios pueden interactuar con una
infinita cantidad de personas, sin importar la distancia física o las diferencias
culturales. Pero además del componente interactivo, hay que destacar la
novedad que generan en lo que podemos denominar la presentación pública del
sujeto, tal como sugiere Seidman (2013) desde la psicogía social. A través de
blogs y microblogs, páginas web personales, sitios para subir fotos y videos,
páginas de citas virtuales y todo tipo de foros de debate y redes sociales, las
personas pueden de forma continua crear, refinar y actualizar sus auto-
presentaciones. Cuando otros nos etiquetan en fotos o responden a cualquier
elemento de esta auto-presentación, agregan una nueva capa digital, en este
caso externa, a este artefacto del self. Aún más, podemos mandar un mensaje
de whatsapp o escribir un mail con la facilidad asincrónica de nunca tener que
vernos con aquellos con los que nos comunicamos cara a cara.
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Nos enfrentamos a fenómenos que no estaban presentes antes o que,
aun estando presentes, no tenían la posibilidad de vehiculizarse con la agilidad
e intensidad con la que sucede en los tiempos presentes. Los psicoanalistas
norteamericanos Desmond y Lambert (2013) en su trabajo una línea posible
sobre cómo Internet podría estar afectando el narcisismo y la importancia del
reconocimiento público y la celebridad. La atomización de los grupos de interés
junto con elementos como el anonimato, el pseudoanonimato y los sentimientos
de distancia creados por Internet todos destacan el impulso por obtener
reconocimiento virtual, por adorar a figuras y ser adorado, por desarrollar
conductas online que no tendrían lugar (o no tendrían esa intensidad al menos)
en la realidad tridimensional.
18
Según Erik Erikson (1902-1994), psicoanalista estadounidense de origen
alemán, destacado por sus contribuciones a la teoría del desarrollo, la identidad
es psicosocial. Considera que es en parte consciente y en parte inconsciente
(Revilla, 1996). Erikson se refirió a la formación de la identidad como uno de los
elementos fundamentales del desarrollo de la personalidad en la adolescencia.
Consideraba que el desarrollo de la identidad era importante para poder llevar
una vida adulta completa y productiva. Erikson, define a la identidad como el
desarrollo en términos de coherencia individual y continuidad, que tiene un
rumbo lineal y se orienta hacia agentes de socialización como la familia, la
escuela o el trabajo.
Subjetividad en redes
Desde el punto de vista psicoanalítico, Oleaga (2011) explica que la
subjetividad se considera una creación que surge cuando se produce en la
presentación amorosa y con palabras entre el bebé y el Otro que lo atiende,
donde la narratividad o textualidad, es el punto central del encuentro.
19
recibido a través de la historia familiar). De esa forma, el yo sucede en un mundo
de lenguaje que lo antecede y designa.
…no tiene nada que ver con lo que se llama lo subjetivo en sentido vago,
en el sentido de lo que mezcla todo, ni tampoco con lo individual. El sujeto
es lo que defino en sentido estricto como efecto del significante. Esto es
el sujeto, entes de poder situarse por ejemplo en tal o cual de las personas
20
que están aquí en estado individual, antes incluso de su existencia de
vivientes (p. 55).
Desde un enfoque social y cultural, la tecnología antes que ser vista como
herramienta, puede pensarse como una suma de dispositivos que potencian
modos de actuar y de interactuar, modalidades de estar con otras personas y
con uno mismo. Las redes sociales son un modo privilegiado para la
comunicación y por lo tanto, también lo son para sostener el proceso de
subjetivación y socialización, especialmente considerando la corta edad que
caracteriza a los usuarios de la mayoría de las redes sociales (en todas ellas el
segmento mayoritario es menor a 25 años). El encuentro con el semejante existe
pero se produce en un espacio virtual. Éste tiene características que lo
distinguen notoriamente del espacio tridimensional, entre ellas la inmaterialidad,
el protagonismo de las imágenes, y la tendencia a la exposición de lo privado en
la esfera pública. Esto se da en el contexto de lo que el filósofo francés Guy
Debord (1967) denominaría una espectacularización de la intimidad.
Recordemos la cita de Debord (1967) que tanto viene al caso en esta exposición:
“Toda la vida de las sociedades en las que domina las condiciones modernas de
producción, se presenta como una inmensa acumulación de espectáculos. Todo
lo que era vivido directamente se aparta en una representación” (Debord, 1967:
1).
21
psicoanalista Blanca Sánchez (2008) atravesamos el terreno que va del tener,
propio del siglo XX, al parecer, sostenido por los avances tecnológicos que
priorizan lo visual. El consumo exacerbado de publicidades que denotan de
forma indiscutida ciertos mandatos estéticos y de belleza conducen a la
exaltación de la imagen y de la fotografía compartida. En este contexto es que
se hace presente la selfie o autofoto, estandarizando modos de sensualidad (con
qué frecuencia aparece la selfie femenina colocando la boca en forma de pico o
tomada en el espejo del baño, una completa normalización de un tipo
determinado de imagen) y convirtiendo a la pieza fotográfica en una imagen
construida de sí mismo.
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gamers y desarrolladoras, periodistas y críticas mujeres de videojuegos
cuestionando la capacidad de las mujeres para usar tecnología y participar con
ella de la vida pública (Massanari, 2017). Este fenómeno, al mismo tiempo, tuvo
picos y momentos de ascenso en relación a la agenda política global. Luego de
la votación del Brexit se registró en Reino Unido un aumento de los casos de
discurso racista y discriminatorio incluyendo islamofobia y antisemitismo, con
una fuerte notoriedad de los casos online por sobre los offline (Devine, 2018).
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contraste con la visibilidad, el anonimato se vuelve una cualidad importante en
los entornos online (Hardaker y McGlashan, 2016). El trolling tiene la intención
de generar disrupciones en el intercambio ordinario y normativo en un foro y,
luego de reiterados ataques sobre una misma víctima, el propósito de segregarlo
de la participación e integración colectiva.
Desarrollo
En las páginas que siguen, se abordará la incidencia de las redes sociales
en la construcción de la subjetividad y las nuevas formas de interacción social
desde la perspectiva psicoanalista. Para ello, nos valdremos de algunos
conceptos del psicoanálisis freudiano y lacaniano. Se trata de poder dar cuenta
de los modos en que los sujetos se crean a sí mismos en el contexto del
ciberespacio.
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del otro. Es por esta razón que, desde la perspectiva escogida, se considea ir a
los conceptos básicos del psicoanálisis para dar cuenta de cómo y por qué se
generan estas formas de construcción de identidad e interacciones mediante el
empleo de las redes sociales.
25
De acuerdo con lo desarrollado por Freud (1992), el sentimiento oceánico
proviene del contacto del sujeto con una totalidad, el cual tiende a generar una
sensación de ilimitación eternidad, de unión con el mundo, que deriva en un
sentimiento de atadura y co-pertenencia: en otras palabras, se trata de ser uno
con el todo. Asimismo, el autor en cuestión indica que el origen del sentimiento
oceánico reside en los estadios más primitivos del desarrollo del yo.
26
En esta línea, se debe considerar que el fomento de una nueva forma de
socialización ligado al uso de las redes sociales tiene su anclaje en los nuevos
modos de comunicación inaugurados tras la aparición del espacio virtual,
principalmente con el uso de la web 2.0. Estas formas novedosas de
comunicación se diferencian de las tradicionales puesto que dan lugar a modos
discursivos y de despliegue de fantasías que no se dan en las relaciones cara a
cara. Asimismo, es preciso tener en cuenta que estos cambios conciernen al
modo en que el cuerpo se hace presente en la ausencia en el contexto virtual.
27
En esta misma línea, desde la sociología, autores como Aguilar Rodríguez
y Said Hung (2010) indican que la espacialidad del sujeto ya no puede limitarse
a un territorio determinado por la espacialidad física, sino que permite el ejercicio
de la subjetividad en y desde diferentes espacios. En efecto, estas nuevas
subjetividades se caracterizan por haber modificado sus relaciones con el cuerpo
(Gelende, 1998), el cual tiende a adquirir, en el contexto de la nueva
socialización, significados y sentidos novedosos.
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… un supuesto necesario es que no esté presente desde el comienzo en
el individuo una unidad comparable al yo, el yo tiene que ser desarrollado.
Las pulsiones autoeróticas son iniciales, primordiales, por tanto, algo tiene
que agregarse al autoerotismo, una nueva acción psíquica, para que el
narcisismo se constituya (Freud, 1984: 74).
29
En este sentido, podemos afirmar que los usuarios de las redes sociales
transitan sus vidas cotidianas reforzando el registro de lo Imaginario, mediante
publicaciones que ponen en escena de distintas formas al Yo en el espacio
cibernético. Siguiendo a Lacan (2007), tal vez podriamos decir que, el fenómeno
de la totalización del registro de lo Imaginario que se da en las redes sociales
mediante esa puesta en escena sería, de acuerdo con nuestra interpretación, un
síntoma generalizado en el socavamiento del eje de lo Simbólico.
No habría que ubicar lo que del cuerpo queda allí en suspenso como un
déficit de las redes. Por el contrario, es una característica que abre a otro
tipo de mediación entre los seres hablantes. Literalmente, un nuevo
discurso-pantalla, una forma de hacer lazo que permite construir las
coordenadas del encuentro de los cuerpos, en el marco de un particular
ordenamiento subjetivo. Por otra parte, la dimensión imaginaria del cuerpo
esta todo el tiempo presente. Lo que Lacan ubicó como la dimensión del
semblante: el cuerpo como representación, lo que se da a ver y hace de
soporte a un discurso, se despliega mediante los recursos que ofrecen las
redes. La imagen cuerpo digitalizado, la voz, la palabra escrita, funcionan
como el anzuelo que se tiende para atrapar el deseo del otro (p. 780).
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En consecuencia, la publicación de las fotografías del propio cuerpo –
generalmente idealizado mediante la selección o los programas de edición –
para el consumo del Otro anónimo confirma el excesivo “narcisismo”, no en el
sentido freudiano, que indica aquel proceso por el cual la libido se dirige hacia
uno mismo, sino en un sentido más bien general, en tanto que los usuarios
tienden a destacar aspectos “admirables” de su propia en sus publicaciones.
Este fenómeno resulta ser propio de estos tiempos, en los que los vínculos
sociales se caracterizan por el consumo de imágenes más que por el encuentro
cara a cara, erosionándose así la figura del Otro en el intercambio social. En este
sentido, quizás sea posible hablar de un narcisismo generalizado en tanto
síntoma de época. Gracias a la cercanía digital, el Otro se aleja, habiendo
espacio únicamente para un Yo omnipresente que tiende a borrar el registro
Simbólico en el que el Otro habita.
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autodefinición en el que diferentes aspectos subjetivos son exhibidos y ocultados
simultáneamente.
Conclusión
32
En lo que respecta al primer punto, se ha considerado una serie de
estudios, principalmente desde la teoría social, ligados al uso de las redes
sociales y a su incidencia en la interrelación humana. A partir de la lectura de
estos trabajos, puedo concluir que una de las principales preocupaciones de los
teóricos de las redes sociales de distintas disciplinas concierne a la modificación
que el uso de las mismas provoca en las relaciones interpersonales. Esto implica,
principalmente, una disminución considerable de las interrelaciones cara a cara,
así como de la sociabilidad y reciprocidad entre las personas. La aparición de
las redes sociales trajo consigo, entonces, nuevas concepciones del amor, la
amistad y el trabajo que inciden directamente en la vida cotidiana de las
personas.
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los modos de subjetivación de los usuarios de las redes sociales originados a
partir de la aparición de la web 2.0.
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