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PERIÓDICO S3MA1TAL DS LITSKATUI^A T A R I S S .

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TOMO i P DOMINGO 21 DE ABRIL DE IBoO. NUMERO 7 ? i y

L- índice de este número.—Las Atarazanas.^^Dcl Claáieiáiiio y iltl Ro]iiniitÍL>i.srno.=iUt


Pastora, ^ í o e s m . = L a cjeciiciou de una sentencia de m u e r t e . = l l i » t u i ' i a de Aláiaga^ con-
tinuación. •>
[ . _ ^, ^ ._ .?

LAS ATARAZANAS, inoliiios de pólvora q u e ecsiñtian inmediatos


á él en la plazuela llamada de Arríol». E s -
tos incendios que se verificaron, el uno el
•eaoco^
ano de 4Í>0ÍÍ y el otro el de 1 6 X 8 , causa-
ron enormes danos á las Atarazanas, q u e
l l U t í n g n R s e con este nombré iiiio <]e los se repararon desíie luego con la reedificacio»
niai aiitig^iios edífíeiosde Mála(ra, rceoiiicn- de varias bóvedas y murallas. ¿Vosotros,
"dable no tan solo por esta circunslancia, si- contra la opinión de don Cecilio G a r r í a
nu purque á un'tiempo nos revela, apegar de la Ltcivij creemos q u e la fabrica que mas
d e las mutilacioiiea q u e debe á los sigilos y se asemeja á las construcciones romanas es
á los hombres, la g;randeza de las eonstrnc- la de los grandiosos arcos de ladrillo q u e
ciuiies romanas, y el carácter de la de aquel se encuentran en el segundo i n g r e s o , l o
cual está conforme con la denominación de
.pueblo entusiasta y conquistador q u e salió
arsenales antiguos q u e se da á esta (larte
de los dcsierto.s arenales de Arabía {>ara
del edificio; si bien la entereza en q u e s e
:inipo]ier la ley ú la mitad del mundo y se-
conservan aquellos induce á creer q u e fue-
llar con el lujo oriental desde las orillas del
ron rceilincailod ó revestidos, ya en tiempo
-Eufrates basta las fértiles tierras de Anda- del emperador Carlos V , ó ya poBterior-
lucía. H a y también en este edificio alf^una mente con motivo de dichos inceudios.
'ol>ra críitiana de bajos tiempos, y para
completar sus velaciones con todas las épo- E l nombre de Atarazanas espresa bien
cas y con todas las jyeneraeiones, no le fal- el objeto á q u e estuvo destinada esta obra;
tan sus postizos de nuestros din;^, q u e por y en efecto por los años de 9 1 1 Abder-
cierto no hacen allí el mas brillante papel. rabman I I I ó Anasir, rey moro de C ó r d o -
. £ a virtud, piles, de estas dotes eterogéneas ba, y á quien se dio el renombre de Alman-
y vicudole mutilado y derruido y adiecíu- zor en galardón de sus victorias, estableció
uado, que es su mayor mal, al {Ktrarnos de- a-jiii los famosos arsenales para constrnecioo
l a n i e d e estos vestigios venerables que pcr- de galeras y otras embarcaciones. T a l fue
vinauecea allí como un sig;no representativo durante la dominación árabe la principal
de lo3 siglos, como una l¡y;ura iiiperbólica aplicación de este cdtlício, en el q u e tam-
d e la bbtüria de Mála{>-a, sentimos cruzar bién babia una elegante mezquita, á doude
por adpstra imojj^tnaciou y e n órilen casi at:uílian á liacer oración las gentes de la
croaológficT) lasdÜVrenteiedadesde estepue- mar, y correspondía seguramente al p l í o
jjjlo desde los Patricios basta los Amasuíns- cuadrado á que da entrada la lujosa puerta
düs, desde los Abdcramencs hasta los F e r - de mármol blanco que subsiste aun en toda
su pureza. Llévanos á esta conjetura no
niiird(M. solo l o q u e manifiesta el citado la L e ñ a e n
]Va es fácil dísting^uir e n el día la obra sus conversaciones respecto á la enunciada
romana d é l a pbra á r a b e , por las transfor- puerta, sino la magiiifíccncia de que da idea
•iittcioács que lia sufi'ido este edificio, á que uua cornisa de piedra labrada <|ue se eucucn-
no pocár:CQatribuTcraa.dQ^ ioceudit^de los
tm^s

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t r a e n i U c l i u palioj^ poi' ló ¡luc ci'ccmos q u e DEL-«"LASÍCISMO


esta pat-te mas ÑUÍIIUUÍMI y diatiojruida tlebfú
ser ia deñliiiada á aqiicí objcío sa^-ado. E ü Y DEL UOMAKTffGíSMa
el uúmei'ü ií tJc esty pcríóiUco, at tratai'-da,
la historia de Múlag-a, se dio ya eucnia de i^^^fÍAS^ ^«>33ee< .^•S-ífc'i
esta puerta como de tas iascripi:Ít>iicá o.á-
. Si la liza cu cjue se combaten clasicos y
crítas en l;ii edoudua de armas «iie se ha- románticos estuviera auu dividida por uua r a -
llan en la» enjutas (tei-árco: lios aosteiieinos j a de cüclusiou y de ianatisnio, no toniai-íainos
upr esto de repetir BU tradueciuu, cuiileu- parte eu la lucha, couveucidos de que las a r -
tándonoá con recouiciitiui' á \a .ubriei'vaeiua mas de la discusiou nos serian inútiles contra
d e tüs inala{j;'ueriu» eile recuerdo lau puru, las pasiones y el espíritu de partido. Mas albr-
tan vivo, que noü lian dejadu lus orientales. tiinadamente,lacuest¡ou que por mucho tiem-
^ "" Creemos Uinibieii fuadatia la deducción po "ha sido para los bandes literarios'uu albcf-
de que en este mismo Jienzu de muralla rotado campo de batalla, se convierte j a en
liabi'ia otro arco correspondiente ai que de- una lucida y ordenada justa. ¿Qué íiaiL coii-
jañios marcado, por ci etial tendrían losar- Sfguidolos sectarios de ambos géneros míeu-
henales mas moUemoá su verdadera entra- tias üehau obstinado en probar la bondad a b -
da, pues ta de los antiguos dehió ser tu qii<^ solutu del uno con la absoluta nulidad del otro?
Sin haber alcanzado el triuufo de sus ojiinio-
ge halla á la vuelta en ía plazuela de A r -
UL-s se hau acarreado su descrédito, y !o q | e
rióla V que se llamó ¡merln de los fjiífanlcn'^ es mas seusible, han cootagiado á la literatu-
y aun,adelantamos nuestro juicio Itaúta pen- ra moderna con un carácter dctlebilidad c in-
sar que tas puertas de dicho arco deliíendo decisión que cada vez la estravia inasd"i í-vñii-
estar forradas de colire |wna resistir á las dtí y fiíusOílcü objeto de su instituto—tíci ;;dc-
olas del m a r q u e las huliun, y halláaduse se- laiitatiiiento del Oideti socia'. hnposiijiíitadCs
g ú n el mismo ¡a L e n a , á Unes del síjjío pa- los partidos de sostener con raaones sufi tejí-,
sado deiitríi de las Atarazanas, tai vez sea.i riiis Psclusivas, BC apoderaron del ridículo pa-
las mismas que están hoy en la parte poj- ra minar las opinionis contrarias, lo que iitúa
" t e r i o r d e la AIlióiidi{ja que se construyó conseyuido en parte; porque, el ridiculo ajha-
^ o r aquel tiempo. S e a d e esto lo (pie íuerc •ga con sus imágenes ú la uiuititud, para quicoj.
y cosirti'leraiidfj el eililicio en su actual es- las imi'.gi-nes son ideas asi como es reaüdud la
tado, iió duilaino!; en anejyurar que es ;iim iiusion óptica. Pero este arm^ alevosa es im-
de los objei-os arlístieos mas tlijjiiüs de aten- potente cuando aUca verdades que son la tdji^
de los siglos. Solo el l'anatismo de un román-
ción que se encuentran en Afílala, y eomo
tico Ccsagcrado su atreverla á escarnecer al
laí nos lia parecido conveniente hacer de clasieisiiio, á un género tan puro , esacto y
él particular iueneion. bello como una Citátua griega. Solo !a ruti-
naria tenacidad de un clásico putlif^ra acrimi-
Ademas de la couslruccion de buques nar al romanticismo con la nota de disolvente
'sirvió alj»un tienq)o de tortiücaeiou de este é irripio, fuaiido el rouiaiiticisino es religio-
pueblo en el reinadu del j a refcri to Ahdcr- so, aéreo y sublime como un.i virgen de J\lu-
'rabman, y aun después en el de Cái'los V rillo. Atriiviinieuto inconcebiljle en hombres
"se coronaba de arlitleria cuanto to reclauía- que pasan por ilustrados. iNo han visto que
ba la defensa .leí puerto, por l o q u e lomó uíti'ajaiido ¡ti clasi^ismu ajaban los gLorifisos
ei nombre ile Alai^azaiias reates. I5u el ano laureles que se conservan í'resuos y tiondosba
de 1 4 í ) l los religiosos Trinitarios Culza-.los con la memoria de Uonia y de Atenas; iiÍ que
'alcanzaron de ios reyes católicos la eonce- vituperando al romanticismo empañaban la
gloria de nuestros valientes caballeros y la a u -
'sion de establecer aqui su convenio, y a los
reola de nuestros mártires! iNoiotros, respetan-
siete años se li-aslailaron á otro locaí por la do dos géneros de literatura igualmente dignos
incomodidad del sitio. Desde entonces se de admiración y de estudio, no entraremos en
' b a n d a d o á este edlííeio dlíercnteá aplica- la cuestión de cual de ellos es absolutaineiiíe
'cloties,,destinándole ya para euarleí, ya pa- superior al otro; cuestión én uucstro concep»-
ra hospital, ya para alniiieenes de nuinieio- to imposible de resolver. Nos ocuparemos puls
n«6 y otros efectos de {jiierra. ilnicamente en ecsainiuar cual de los dos és
•' * • - J . M. BrcmoR. mas análogo al espirita del siglo, cual podrá
.Si3^:ma S£ SI
w
^^i^J^«r,•aT*T^^•|i•'s•i^lV**
iíl

ser la v e r d a d e r a espresion de ouest^o estado r a canta con entusíasnio los versos de S h a k s -


social. • '• '-'•••••í p e a r e , en Alemania los de Goethe, flu Italia
A m b o s gétieros son el resultado de dos ó r - \ •los del Tasso, y en España los de C a l d e r ó n , al
d e n e i sociales enterarneute opuestos e n t r e si: p a r q u e en F r a n c i a , la nación clásica p o r e s -
u n o y o t r o se dÍTtdeii el dominio d e ' l o s t i e m - celencia, el p u e b l o ha p b r m a n e c i d o indiferen-
p o s , y la época q u e los separa r e c u e r d a la t e á los acordes acentos de la lira de Raciíie',
m a s portentosa revolución q u e se h a verifica- c u y a armonía ha v i b r a d o solo en los salones
d o en el m u n d o moral—la caída del imperio y d.í la aristocracia literaria. E l héroe de u n d r a -
la p r o p a g a c i ó n deí cristianismo. La l i t e r a t u r a ma r o m á n t i c o p u e d e ser hijo de la iiuaginicion
clásica p e r t e n e c e d los tiempos antiguos, y la del ptieta, v hacerse sin emb;irgo histórico p a -
romántiL-d á toa m o d e r n o i , c o n t a n d o ' desde el r a el putíI)lo p o r q u e *e eo él una p e r s o u i t í c a -
p r i n c i p i o d e la edad media. Aquella t u v o su orí- cioH de sus creencias y de sus c o s t u m b r e s ; al
jen en u n a s o c i e d a d idólatra y materialista, y se p a r q u e el h é r o e rcaln:ente histórico de u n a
dedicó p o r cousíguiente al c u l t o d é l a s íorm-is; h e r m o s a trajedia clásica no deja en él una im-
ésta nació en una sociedad espiritualista y con- preaiou mas d u r a d e r a q u e el tiempo q u e p e r -
templativa, V seentregó iwrconsiguiente'al es- manece en la escena. Lo q u e p r u e b a q u e el
t u d i o de los sentimientos; aquella tuvo p o r b a - "clasicismo, c o m o a r t e de m e r a imitación. nÓ-
se la tnitologta, y esta b reiígion de J e s u c r i s - pnede ser la l i t e r a t u r a esclusiva de uiia socie^
to; aquella en Un, no viú en el m u n d o sino lUid c a y a s creencias conducen á la inspiracioA
á la naturalezii, y esta se nbsoivló en la c o u - y al idealismo. Semejante .i u n a hermosa flir
templacion de u n Dios q u e la creó—Spguu es- q u e creció espontánea en su país n a t a l llena
tos principios irrecusables, tendremos q u e el d e a r o m a y lozanía, p e r o q u e tra.9pl»utada á
clasirismoej^estraño en nuestro s u e l o y c o n t r a - i)tros c ü m a s v e g e t j apenas inodora y débil e n -
r í o á nuestra socíeiiad. E s estrafio en n u e s t r o t r e estufa» y cristales,—su frágil ecsisteueia nt>
suelo p o r q u e no ha nacido en él, p o r q u e uo podría resistir al a i r e l i b r e de los c a m p o s .
t i e n e relación alguna con su historia; es con-
t r a r i o á n u e s t r a sociedad p o r q u e sus bases son E l paganismo m a t c r i a l i / n n d o al h o m b r e ,
opuestas á su réligiun v A sns c o s t u m b r e s . - - c m h a r g ó s u pensamiento con las riquezas m u n -
"y tal género p o d r á b a s t a r al desarrollo de danas v con el Itifoso. y espléndido a p a r a t o d e
nuestras idease c o m o p r e t e n d e n los clisieos? la naturaleza e s l e r i o r : consagrando el p l a c e r
Cómo u n a l i t e r a t u r a identificada con u n a r e - s o b r e la tierra y ofreciendo el m u u d o á sus
ligión q u e instituía p o r dogma al lataüsmo, ha ojos c o m o u n magriífico jariliu s e m b r a d o de
dt; a r r a i g a r s e en- nuestra sociedad llenando fe delicias y embalsamado de voluptuosos p e r f u -
en u n a divínida.I invisible, q u e p e n e t r a hasta mes lo condujo al deleite y al mas t o r p e s e n -
lo mas profundo del corazun, y q u e juzga no sualismo. P o r eso el h o m b r e de aquellos t i e m -
p o r las accinhes sino p o r los senlimiéntos? pos no vio mas q u e su esclava en la m u g e r , y
Cómo u n a l i t e r a t u r a q u e se alimenta de la la- la cousideró como i n s t r u m e n t o d e sus p l a c e -
b u l a p u e d e b i l l a r simpatía en un p u e b l o c u - res; p o r eso fue entonces el a m o r u n a pasión
ya religión condena aquellas lalsedadfs? Q u é vergonzosa y c r i m i n a l .
relaciua h a y entit; aquella l i t e r a t u r a y las E l cristianismo p o r el c o n t r a r i o , a p o d e -
creencias y c o s t u m b r e s de n u e s t r o p u e b l o ? r á n d o l e del e s p í r i t u del h o m b r e lo elevó á I»
Se p o d r á n aiTnigar las unas y c o r r e g i r l;is ininensidad de los cielos y le señaló la e t e r n i -
otr.tsoiVEciri.idole iuiúgeiiesque no p u e d e cre(;r dad como el linico fin de su creación: p r e d i -
y q u " llevan eh sí el sello del mas sensual m a - c a n d o la h u m i l d a d y la penitencia Uatnó á e s -
terialismo? te m u n d o valle de liigrimas, y c o n c e n t r ó toda-
s« esperanza en Dios. P o r eso el h o m b r e de la
E l r'jinant cismo p o r e l c o n t r a r i o , es u n g é - edad media elcvanLlo la m u g e r b a s t a , s u a l t u -
n e r o intli^end en las sociedades m o d e r n a s p o r r a la consideró como la dulce c o m p a ñ e r a q u e
q u e ha nacido de ellas mismas; es un espejo en h i h i a d e enjugar su llanto y e s p a r c i r algunas
el q u e el p u e b l o ve r e t r a t a d a su p r o p i a ílso- flores por ei arillo caniino de ¡a vida-' y a o o
iioiiiia, y p o r eso sus producciones lo c o n m u e - fue sn esclava, í'ue la m a d r e de sus hijos, fue
ven p r o f u n d a m e n t e , identificado con la r e l i - el ol)jeto de su a m o r y d¿ un c u l t o c a b a l l e -
gión de nuestros p a d r e s é i m p r e g n a d o de p o é - resco, delicado y sublime q u e ha dulcificado
ticos r e c u e r d o s y gloriosas t r a d i c i o n e s , es el nuestras c o s t u m b r e s , como el E v a n g e l i o n u e s -
r o m a n t i c i s m o como » n h i m n o sagrado y n a - t r a s instituciones socia'.e^í.
cional en el q u e rada genevacion p-íne su e s - De to espuesto se infiere, p r i m e r o , q u e el
t a n c i a , y c u y o c a n t o es siempre solemne y g r a - clasicismo fundado eu bases t a u c o n t r a r i a s días
t o p a r a el p u e b l o . Asi vemos q u e e a I n g U t e r - de nuestra sociedad, uo p u e d e ser sil p r o p i a

K:.
"•^sa^M
literatura, porque detiicailo al culto (lela^ for- Y ves ornada tu freute .v
mas no hdsta al ilesenvolviniieiitoiW iilealisíuo, De tan florida gulnialda!
tipo q^iie caracteriza á ios tiempos modernos. Ya que el pecho congojoso
Y segundo, que el romanticismo ti*atfndo sus Con triste llanto abundoso
raices en nuestro suelo es su literatura propia, Da caudal á tu corriente
y que estando, como eslá, en armotiia con nues- Liviana }' murmuradora,
t r a religión, nuestra historia y nuestras cos- Ten piedad, y antfs qu« esi)¡re
tumbres, es la verdadera espreslou de nuestro Dame que en tus ondas miro
estado social. La imagen de mi pastora.
Sin embargo , tan lejos estamos de hallar
incompatibilidud entre ambos géneros, que no \ Sauces que ornáis la pradera
eonceuerémos períeccíon en literatura hasta Cou la apaciiíic verdura
que se encuentren diestramente combinados.— De la gentil cabellera
Úistinguiéndose el uno por la períecciou délas Q;'ie os dio galana n a t u r a !
formas y por la belleza de las imágenes, v <^l Entretejed vuestros brazos
otro por la proíuuditlad eu las ideas y la eie- Cou fuertes menudos lazos
vacioii de los pensamientos, nosadmiranios co- De impenetrable espesura,
mo no se haya notado antes que no puede ec- Sedme propicios agura
sistir una perlecta literatura sin el ausiiio de Formando apartado asilo,
ambos géneros. El moderno lia venido á ser el Do pueda Uoiar tranquilo
cor<jplemento del antiguo. Asi el soplo divino • lia muerte de mi pastora.
que dio vida a l a matiu'ia fue el complemento
d é l a obra mas perfecta que salió de las manos \ PajariUos que atguu día
del Autor del Universo. La creación del hom- De mi placer coiunovidos,
t r e j:3ede servir de prueba irrecus;d)le deque Cou cánticos de alegría
no están eu oposición la nwtt'ría j el espíritu, Regalasteis mis oidos!
y de cJRJuplo grandioso de la armoiiia que re- Compadeced mi dolor.
sulta de la asoci ciou de ambos elemeníos. Callad ei canto de amor,
•al • Los romiíutleot, píU'asostfner el absohitis- Y cou lúgubres gemidos
mo cñ sus principios alecanqae el pensamien-
Haced saludo á ía aurora
to puede pasarse muy bien sin la tonoa- Un
artista, diceu, puede represtnitar á la Madre ^ u c boy nace descolorid» i,ir ,^,, ,WKJ3.
de, Dios bajo formas imperfectas si couaiü;ue Llorando perlas sentida ... ^.iv-.^, r,^
csprcsar su inmaculada pureza y ,su candor For mi íaoceiUe pasiora.
virginal. Hs cierto: pero esto probará solo
que la materia está subordinada a», espíritu, ¡Aura pura del. abril,
.mas no en oposición con él. Porque si toda esa Que de aromas perfumada
¿íev-acion d-' sentimientos, si -a subl¡mid.id de En su guedeja gentil
„aquel os atributos se ostentaran sobre una be- Te columpias eucantada,
lla y acá hada forma ¿qué habria ya que desear Y bebiste el azaar
.eu el arte? De su dulce respirar!
Huye de aquesta morada
* Y por que no habrá de suceder lo mismo De llanto y de ¡uto agcra,
en literatura? Si la forma y la idea tienen Remonta, brisa, tu vuelo,
sus t>elle7^s respectivas, por qué una idea ele- Que allá en erapireo cielo
Tdda y suhúme no se ha de ademar con toda ¿aliarás d mi paitara.
la-gala y maguiíiceuuia de la forma clásica?...
¡Oh luna resplandeciente,
• n
£. Que" desde el cieiu all(:»mbrad(t i/ft
Lanzas tu luz refuigeute
Sohre las flores dui piado.
Tu, que con llama tan pura
.,..Alumbraste mi ventura,
m SASíí^lKA» l^ Oculta el disco argentad»
. y otro emisferio decora-:
•Que ya me causas enojo;»,
j Cnstalina y pura fuente Pues no te mirau los ojos
Qus corres eutí'tí esmeraldas, A ito- -•
pe mi Cándida pastora.
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¡Pftiílo y flores, clara fueute, espectadores entran apresurados en la pía-


,--:>-}(."Vérilw sauces, zeriiiiloa, za, y al procurarse un sitio anuncian ^a
Hermosa iuua naciente, llegada de aquel. Todos iiiíran la caUe por
iDOCfiíites pajariltos, donde debe entrar. '
Y estrellado firmamento,
Que veis el crudo tormeuto Rodeado de ^ ariosministros del Alt'ísinió,
Dt tan amargo vivir! entre dos hileras fie soldados, vestido con úu
Llorad como el alba llora, saco amarillo, se ve aparecer mustio y aba-
Y un tíirmiuo á mi gemir tido el ¡uTurtunado reo. S u paso es tardo
-Dadme tranquilo morir y mal seguro. ^ ,, ^•
^l lado de mi pastora. A l descubrirlo la nitiltifud pone térmi-
J. Bouligu^. no á las intciupestivas conversaciones qiJe
la ocujMiban. Fija sus miradas en é l , y ob-
-«Vi serva atentamente sus nioviniicntos
L a s m u g c r e s , á quienes un acto dc esta
. L A EJECÜCIOIV naturiicza, acto imponente y a t c n a d o r , y
que desdice tanto de la delicadeza de su
iOE UNA SEIVTE3ÍCIA DE MUEnTE, sceso, debería retraer de acudir á un siiJó^
teatro de espectáculo tan triste como re-
pugnante, mezcladas con iiombres y »iii<i
eiíacbus esperan el momento cuyo recSci'-
, y i ; . a^,^' -j-^.i, •.•....Todo reLozaha de cupcoiado-
mhc-^í (vi* , , j ..í-.res. Gritubun .1 g^igant» IJCJ iJn do solo escita !a sensibilidad dc un cora-
' -. - - j ^ ^ ti'iillcaiites eii Siingie huinu- zón humano. P u g n a n por ocupar un sJtío
- " ' ' a . = ¿ Quién (¡uitrc iitiu»:' ¿(Jiiiéri qucci-f'cn mas cómodo, y por el que pro-
; qoiuie uii JLiueii atiJilUoi'
vucun riñas que ofeutlen Ja moral y p^jica
ficíorMt^o. ' cu duda la CÍA ilinación.
E l reo ha llegado al pie d^l cadalso^ .
.-vu,;". • I. •'• •. -; •'•' E l ejecutor de la justicia, ocupa en é l
-r.sr-.lK'aa doce de la noclic: cu medio de una frió é impasible el lugar que le está desti-
aucliiii-Oaa })!axa se IcvaiiUha iiii cudulsu. l a )o. L o s sacerdotes ofrecen á aquel los
E í tieuipj era ÍVio y Iiiimcdo, y áiii embar- consuelos de la religión, y ei pueblo caEla,
go una crecida toneurrcueia euiileiii[)lalia mas en secreto calcula los miinitos que aun
los traUajoé. Los guipes del niai-lillo del vivirá el sentenciado. Este ba sido un ladrón,
operario, ftO coiifiindiaii con la inl'ernal at- un asesino, y por esto muere ; empero el
j^azara dc los Cápeetadores, (|ue se eiii¡>la- hombre es incorregible, la ley no hasta
- zabau para presenciar por la luariaiia la ejc- Una turba de rateros se ocupa en estracr
.fticiun de una sentencia de nitiertc ! los pañuelos de los que con el sudor en Ja
S e concluyó el cadalso y el verdugo su- frente han corrido á ver quitar la vida á uu
bió á él, y después lo eesaininó dcleniíla- semejante!
meiite. L a muchcduoibrc en su brutal cu- E l sentenciado acaba de hablar: todos
riusidad, rcclamal>a oti-u espectáculo, <>uipe- interpretan sus palabras y ninguno es iicl
To este espectáculo se retardaba todavía al- narrador dc ellas. Ocu|>a el fatal banqniüp,
gunas huras q u e juzgó siglos, y resignada encomienda su alma al E t e r n o , y demanda
á esperai', l)ien á pesar de su bárbara im- una buena muerte U n pauuej'o ctibre
paciencia, se retiró dc la plaza, )a que, aun- su cara ya no ccsiste !
que por poco tiempo, quedó desierta. Las mugcres que insensiUes han clejí-
Éii este momento cí reo contaba los ins- do este espectáculo , ahora anuncian con
tantes de vida que le restaban.... S i el cál- su clamoreo q u e ha terminado ia escena....
culo es p-ísiiílií <;« el homlire desgraciado. A l g ú n filósofo por acaso las contempla, en
tanto que los ministros de justicia son reem-
n. plazados por los herjnanos dc la caridad.
Dan las oa«« dc la mañana: la tropa es- C u a t r o centinelas custodian oJ cadalso , y
?á formada ante el cadalso. E l pueblo se contienen las oleadas dc gente que pugu:^
impacienta dc la lardan^A dci reo: nuevos por Aprocsiittarse á un cadá^ cr!
r
U c t ú a n a e los curiosos: los teatros cstáu terioridad por la mayor parte de los puebíos,
.^llenos: vueUcn á %ev uniformes las escenas cou el entusiasmo que inspiraban las virtudes
du la vida, [>cro á dos pasos del cadalso una (le sus predecesores, cometió todo grínero de
turba de niucliackos parodiaron al verdugo!! crímenes para veiígar la desastrosa muerte í!e
Aly ; pero el hijo de este príncipe Jahyé lien
'^' U n nuevo sol alumbra la tierra. E l si- Aly, luego que supo el í'allecimento de su pz-
tio que ayer ocupaba un cadalso, t:s liov
dre y la usurpación de su tio, abamlona el
transitado por los mismos que prcscncia-
roD la justicia. S e babla de ésta, como de África, donde residía con su immcrosa caba-
[ n n espectáculo cualquiera, y muy en breve, llería de negros <lc Sus, .gente aguerrida-y fe-
" desgraciadamcntej se olvida. roz, -y se posesiona de Málaga, tedtro después
de mil combates sangrientos eutre los dos pra-
ni. tendieolcs al usilrp^ado trono: apremiados, em-
,"*' D o s bombrc9 y «na niu{jer de la plebe pero, por Abderrabman, ¡I quien estas discor-
disputaban acaturadamcnlc. Las psclaiiiacio- dias civiles eran en estremo lavorahtes, su*-
ncs de ésta irritaban á aquellos mas y mas. pendíerou sus hostilidades intestinas, convi-
L a luna qite en todo su esplendor alumbra-
niendo falsamente en repartirse el mando del
"Iwla tierra, quedó cubierta de proiilo por
una nube de un color r o j i z o . . . . U n pro- imperio, destruido que fuera aquel lejíti -no
lonj^ado y lastimero gemido se oyó cnlóu- coucurreiite. Poco dospuqs Jahye Ben Aly,
" CCS. Era ei último de un moribundo. I Í « a Jrovecbando la ausencia de su tio Alcaslm,
sepulcral silencio sijjuió después. Y apoderado de Córdoba, le declaro sin dere-
Dos meses antes, en rupicl mismo sitio recho á la sucesión del reino; pero carg.ido á
se babia levantado \\n cadalso düiide se eje- su vez por las armas de estepríncípe, eulre las
cutó un asesino L a mu(jcr, el muerto que figuraban los contingentes de Málaga, se
, y su matador babían sido espectadores de refugió en Gi!jrallnr,,entaijtoqoesu tío, abor-
* í a justicia. recido V acosado por el pueblo buia tlÍ8lra2a-
Douscore y Tresor.
do hacia Jeiez para ocultar m ignonjluia. '"•
La céfehre batalla de los campos de G r a -
nada tan favorable eu sus resultados ál legíti-
mo Abderraliiiiaii y que hubiera sitio decisiva
para la reconquista del trono do sus abueloíi,
CONTIMJACION. terminó coy Ui muerte de éste rey en el mo-
mento de cantarse la víctori.i; una fatal saeta,
Aly le sucedió en el imperio, liiáíichado lanzada de la hueste enemiga, arrebató las es-
aun con la sangíe de su aiitnccsor, biirh¿ir.i- peranzas del poderoso partido de tan ilustre
t m c n t e derraruada por su mano; mas iiocurn- conm di'sgraciada dínastia, cubriendo de luto
ijjUcndu las ofertas que hiciera á los conjura- los mismos arcos triunfales erigidos en Córdo-
'•dos para restituir el trono á los desccmlleiiUs ba jiará decorar'su entrada. Le sucedió A K -
^dc los Omey-is, á pesar de suscstaürzos para d -rrabinan Almostadir Uilbi, (1) principe jóvou
Eosteiier su usurpaciou, como del apoyo cfictz hermoso, amante de las c¡rnr¡,iE y de costum-,
(lo las tropns malagiKifias, fue abogado al sa- hres las mas puras- K! monstruo qu cebaba
\\v dol bafio por los soldados de isu guardia; la sangre y la anarfjuia, abortado por las pu-
que asi es la proyídeiicía y tan visible se os- satUs contiendas, pugnando tascar el freno sua-
tenta cuando pesan cu su justicia los críipe- ve de la justicia y de la ley, ¡lunoló Ueste prío-
-ues de los hombres! cípe en su propia cámara á los ^7 úhs de sa.
-.! - proclamado su hermano Alcasin Pan Ha- ailveniínlepto al trono, como sien la n^gra pá-
Tmud, sin embargo de que Alderrahman Almos-
f*
" tadir, 5 f de este nombre y vlznietode Ahdcr- (x) Almoitnílir LUU cjuctia tlecir d (juc coiip'a
rahman el grande, babia sido jurado coa aa- en el ausilia de Dios.
Míís^
. gioa de los'Je«ti"06 humauos hubiese trazado . nuestra era: pero Jahye perdió la vida cosido
una maiK) fatídica el auatenia de proscripciou de ana lanzada á la silla de su caballo. Los ca-
de ios Ómcyas. Le sucede el ptírpetrador del balleros cordobeses y los guerreros de Málaga
"crtmeu Muliaiuad beo Alíderralimaii Ben Oljei- se retiraron afligidos á sus hogares, mientras
dala, siu fju.í bastasen á contener los desór- . que la cabeza de aquel buen rey era ofrecida
denes del Estidtí, su liberalidad, su amor á los eu espectáculo por las calles de Sevilla.
artes, é ílustrjcion propia porqiie murió eii-
veuomdo sin dejar un beredero'. Consternada esta ciudad con la muerte de
Por Cita breve noticia de los siicesds con- su monarca y estendida la fatal nueva álos gp-
temporáneos s9, introducirá el lector en la his- beruddoresde África se les vio llegar presuro-
toria de los r«5'es rnalaguefios, de la que TOV sos con Edris Ben Aly Ben iíamud, hermano
á dat^ cuenta eii consecuencia do mi propó- del infortunado principe, proclamándole ^^
sucesor y nombrándole Alolui ó el ensalzado.
'aitó.
-tJahyé'Béü Aly Beu Hamud, que dejamos Era dadivoso y benigno para con los iiileiicés:
enct-Tradó. en Gibraltar, eso rival formidable loff poetas celebraban en escogidos conceptos
de Aicasim, es el primer rey de Málaga que fiu liberalidad y su justicia. Alzó inmediata-
• encontramos en la historia por los años de mente la proscripción de losenemigosde.su
1020. Sus estados compreHdian á-Gezira At- padre, restituyendo á los desterrados sus an-
hadra, Ceuta y Tánger. Por su moderación tiguas propiedades: no se oyó en el tiempo de
Y justicia era amailo de sus pueblos. Lnego su mando la queja del descontento; visitaba
qué supo la vácapte del* -frono de Córdoba, las escuelas y los hospitales dando no s o i o m u ^ -
juzgó conveniente á su poljtica encerrjir en tras de humanidad y sabiduría, sino derraman-
nú estrecho cjlabozo á su tÍo Aleasím temero- do mercedes y beneficios por do quiera. T e - '
so de que fórmase .otro partido. Sus súhditoi, nia por primer ministro á iMuza Ben Afán, que
que tanto Ínteres tomaban por su gioria , le tan intlignamente coicspoudió á su coníianzaj
injpulsart>n á sentarse en aquel dcsieito t r o - y por mayor general desu cje'rcito á AbeuBo-
. Dp de los califas de occidente. Agoviada la ciu- kiua.
dad de Córdoba con f.l triple pe^o de la in- Naturalmente propenso á amparar al des-
certidumbre, del l'urqr y la anarquia, se con- valido prestó sus armas al señor de Azahilay
movió toda á la entrada de este príncipe, h a - de santa María Huceil líen Chalí, que ligado
:ciendo rt'souar en ios aires su escesivo albo- con otros gcíes inmediatos se atrevió a menos-
rozo. Apeoae en la gran mezquita p;u'a hacer "preciar las amenazas del rey de Córdoba. Si-
• sus oraciones, apareciendo después jKjr las ca- tiado empero en Carmona y prücsimo á sucum-
lles, precedido de los vivas pítnularcs. Iiscri- bir por falta de provisiones, se retiró con ^ 1 -
Liú Á todos los gobernadores de las pi'Ovíncias gunds centenares de soldaitos á sus dominios de
ecsigiénduics obediencia, pero ios mas retira- Ecija para implorar el socorro de Edris, ai
dos se escusaroncon pretextos aparentf;s, y los misiiio tiempo que su hijo solieitaflja la p r o - -
; ^ á s ,c(;rcaH0s osin'on dt-spreeiailc dcslgnándíjlo teccion de utios píuciprs. El general Aben
como^lnU-iiío, £1 alma de Jabyc se. indignó es- Bukliia salió de iSiálaga con un poderoso ejér-
cesivamente oon la di'sobediencia'deí A\Wi de cito para sostener el combate qne habia caí-
Sevilla, V (luciirjido hacer un escarmiento prendido Zabanaga, gobernador de Granada,
egemplar que int!in1Ü|^"d los demás previno quedando derrotadas las huestes del rey .de
d los alcaides de Jerez, Hlálaga, Siílonia y Ar- Córdoba, recuperada Carmona, y, ocupadla
-cos.que marchasen contra aquella ciudad, en Atrayana, Triana, antiguo y célebre barrio de
^anto que se les reunia con los ginetes de Cór- Sevilla.
doba. Se dio la batalla en bts inmediaciones de Entre estas guerras intestinas se pasaron
Carmoixa el 7 de Mu^arram 11) tle 1026 de varios años: achacosQ el rey Edris y agoviado
:ero. de vejez pasó los últimos de una vida consa-
* I^JÍG

grada á la virtud en los montes tle esta ciu- el iotrigaríie" asesino, aun favorecido de la for-
'dad denominados Yebaster, teraiiuando sus días tuna, íogró posesionarse de Málaga con fuer-
el año 1059 de nuestra era. zas considerables de mar y tierra, ayudado por
Sus sobrinos, los hijos del rey Jahye, qne el traidor Axetaifa, que le entrrgó á su rey
eran de inenor edad cuando la muerte de su denti'o de su mismo alcázar. Este triunfo fue
padre, se educaban en Ceuta bajo la vigilau- de corta duración, como todos los que se de-
cia de un jeque muy honrado de Algeciras lla- ben alcrinieu, porque al intentar el eslabo co-
' mado Aiiu! Hegiag, protegidos por el eslabo meter uu segundo asesinato en el cautivo Ben
Kaja, gobernador supremo de los dominios ma- Edrís, fue hecho pedazos por los soldodos ma-
lagueños en AfriCa. Era fama que aquel j e - lagueños pasando un desfdadero, con muchos de
" que, sabedor de la horíandad de tos prínci- sus adictos. Alborozada la ciudad con tan
pes, reuuiü á todos los negros que guaruecian feliz nueva y resentidos los ánimos con la opre-
el país y les tuvo este discurso: oVed los ht- sión del valido,despedazaron4 Axetaifay p r o -
KJos de vuestro rey dispuestos á daros la íeli- clamaron otra vei á su monarca, que no per"
, Bcidad si los tomáis por caudillos, y si les pres- dio ni un solo instante en atajar la efusión de
«tais vuestra adhesión y valor.» Entusiasma- sangre y los tlesórdenes inseparables de esta»
dos los negros desnudaron sus altanges para contiendas civiles. ¡
jurarles obediencia- Cuéutasequi)' en tan uite- Continuará. i
' rosante escena, Muhamad, el mas joven de
"' lúi príncipes, espresó su g n t l t u d niauífest.iu-
doles que mientras durase su vida ciíraria su
mayor honra en ser gete de los nfgros.
Sin embargo ú la muerte de Edris fue ju-
rado rey de Miilaga Jahye Ben Edrís, cono-
cido por Ayan, á esfuerzos de Aben Bokina Erratas iiel numeró 6.**
y con general contento del pueblo; pero liu'go
" que el Eslabo Naja se enteró de estos sucesos, E n la página 4 5 columna I . ' ' IIIIPO fi.=*
• Cruza precipitado el estrecho con Hacem Ben donde dice los ¡ufites, léase hs fiietiles^ y
• Jaliye, sobrino mayordel rey difunto, deeuya en la lítícaS.^ donite dice Ahianerlsi, léase
Alnaiu'.risÍ.
- voluntad disponía, y se presenta eii esta ciudad
£ u la páo'ina AA columna 1.^ línea 1 2
- decidido á coronarle. Aben Bokina, deíl-ugur donde dice Mnleij Zithñm-, léase Mtiley Zi-
- del rey jurado le hace frente con sus Tiilien- dnm^ y en las líneas 26 y 2 6 donde iliee
• tes oficiales y le obliga á r'*fuglarse en la Al- UH sttr.uflimifiito de la tierra. La tsiiecU'
• cazaba, favorecido por su alcaide. Estrechado iacio», léase un .íucufiimiento de la tierra,
en esta cindadela, falto de víveres y en emi- ¡a csftei-ulucioit.
neute riesgo de entregarse á discreción; caj)i- É n l a página A7 culuiniui 2.^ línea tfe'
' tuló, al fin, reconociejido ú Ben Edrís por rev donde tWa-tulminn-Uot, léase adm!7-ac¡i,7i.
E n la página 4 8 columna 1." linea 1 2
' d.: Málaga, rtservándose el giJjiernode los do-
ilumie dice felújrnnas, \éasefiliijyanas.
• minios del África, y-estipulando pur cuiidicion
especial, que el poderoso comerciante Asetaifa,
• ])<.n'iai del Jislabo Naja, quedase de primer
' ministro de aquel príncipe.
Hacen se haílaha pasado coi» su prima la
hennuHa Asaíia, circunstancia que fue el origen -«—T-
de su muerte prematura, perpetrada por el EoiToa, J. OE MEOIWA.
eslabo Naja ambicioso de su lecho y su ventu-
ra. Tan inesperada catástrofe originó una con- IMPUESTA» OEL Í^OMKBIOIO.
tienda cutre looa parientes de la víctima, pero

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