GREGORIANUM

K. McDONNELL, Does Origen Have a Trinitarian

Doctrine of the Holy Spirit?

A. ORBE, Los hechos de Lot, mujer e hijas vistos

por san Ireneo

P. J. BURICE, Conceptual Thought in Karl Rahner

P. GILBERT, Substance et présence

J. D. JONES, Poverty and Subsistence

G. PELLAND, A propos d'un ouvrage récent

PONTIFICIA UNIVERSITAS GREGORIANA

 GREGORIANUM 75, 1 (1994) 37-64

Los hechos de Lot, mujer e

hijas vistos por san Ireneo
(adv.haer. IV, 31, 1, 15/3, 71)

Las páginas de IRENEO sometidas aquí a análisis' se inspiran en la

doctrina de un Presbítero2; discípulo más o menos inmediato de los
Apóstoles'.
La doctrina del Presbítero impugnaba otra anterior, herética, que
distinguía en exceso los dos Testamentos: el Antiguo, gobernado por un
dios, y el Nuevo dominado por otro'. Los herejes combatidos por él se
complacían en desautorizar a los personajes más insignes del A.T. Des-
prestigiaban por su medio al dios que los protegía. Alegaban a tal obje-
to algunos actos, literalmente inmorales.
Dos grupos de herejes merecen aquí mención: los marcionitas y los
vulgarmente llamados gnósticos.
MARCION era enemigo de la alegoría'. Acérrimo defensor del senti-
do literal, le hacía valer con verdadera complacencia para envolver en el
mismo desprecio a los justos del A.T. y a su dios. Desconocemos su
exegesis de la historia de Lot. De seguro se cebó en el incesto del pa-
triarca y en el drama de su mujer'.

Muy breves las que le consagra PH. BACQ, De l'ancienne á la nouvelle Alliance selon
S. Irénée, Paris 1978 p. 214-215. De interés su presentación por Fr. LOOFS según el propio
BACO (344-345). Con mayor amplitud las examinamos en Ecclesia, sal terrae según san
Ireneo, en RSR 60, 1972, p. 219-240; en bastantes perfiles con distinta exegesis.
2 IREN IV,27,1,1ss: aQuemadmodum audivi a quodam presbytero, qui audierat ab his
qui Apostolos viderant, et ab his qui didicerant...».
Cf. Tu. ZAHN, Forschungen zur Geschichte des neutestamentlichen Kanons VI, Leip-
zig 1900 p. 64s; A. HARNACK, Geschichte der Altchristlichen Litteratur bis Eusebius I. Leip-
zig 1893 p. 64s; Der Presbyter-Prediger des Iren¿ius (IV, 27, 1-32,1), en Philotesia zu P.
Kleinerts 70. Geburtstage, Berlin 1907 p. 1-38.
4 IREN IV, 32,1,1ss: «Hujusmodi quoque de duobus Testamentis senior (=presbyter)
Apostolorum discipulus disputabat, ab uno quidem et eodem Deo utraque ostendens».
5 A. VON HARNACK, Marcion: Das Evangelium vom Fremden Gol'', Leipzig 1924 p.
66s 86 104* 259*s.
6 No los mencionan TERTULIANO, adv. Marcionem, el autor del Diálogo De recta in
Deum fide y SAN EPIFANIO.
 38 ANTONIO ORBE, S.I.
La tesis del Presbítero fundada en el valor prefigurativo de la histo-
ria de Lot tenía poca eficacia para los marcionitas. La tenía en cambio
contra los vulgarmente llamados gnósticos; y en particular contra los
Ofitas y los valentinianos, abiertos todos ellos al sentido alegórico y a la
prefiguración en determinados actos del A.T.'.
Los gnósticos discurrían en dos planos. Urgían el sentido literal
para combatir al dios que lo inspiraba, árbitro del A.T. Y agregaban en
ocasiones el sentido espiritual, aplicándolo a la Dispensación del verda-
dero Dios. No consta que el aparente incesto de Lot les haya merecido
doble sentido. Ni que hayan presentado a la mujer, statua salis, con la
riqueza eclesial que IRENEO.
El modo de hablar del Presbítero (resp. IRENEO) que, sin apenas
detenerse en la letra, inquiere lo que prefigura, denuncia un principio
fundamental de exegesis, en abierta pugna con la peyoración que go-
bierna a la de los gnósticos. Un drama al que cabe otorgar valor prefigu-
rativo, no se prueba inmoral. El valor de la letra se subordina a su
prefiguración.
Tal principio, siempre latente en el Presbítero, le induce a salvar
asimismo la letra. Es la propia Escritura la que, por el trato que dispen-
sa a los actos en litigio, señala el camino para su interpretación. La
reserva de la Escritura para la calificación literal del hecho, indica «a
priori» la existencia de una Dispensación más alta para calificarlo. He
aquí las palabras del Presbítero:
De aquello que las Escrituras no reprenden, y simplemente consig-
nan, no debemos hacernos acusadores; pues no somos más celosos que
Dios, ni podemos superar al Maestro'. Tócanos inquirir su valor de figura
(«sed typum quaerere»), porque nada de cuanto consignan sin acusación
las Escrituras está de sobra'.
Antes de ahora se había pronunciando IRENEO, con el Presbítero,
sobre los delitos de ilustres personajes paleotestamentarios, abierta-
' Véase lo que sobre el símbolo de la statua salis entre los valentinianos apunta el
«Evangelio según Felipe» 35-36. Lo estudiamos en «Ecclesia, sal terrae» según SAN IRENEO,
RSR 60, 1972 p. 228ss.
Cf. Mt 10,24; Lc 6,4.
IREN IV,31,1,9ss: «De quibus autem Scripturae non increpant, sed simpliciter sunt
posita, nos non debere fieri accusatores, non enim sumus diligentiores Deo, neque "super
magistrum" possumus esse, sed typum quaerere: nihil enim otiosum est eorum quaecum-
que inaccusabilia posita sunt in Scripturis». «Inaccusabilia» por «inaccusata». Cf. TERT.,
Nat I, 2,4: «soletis inaccusatos et indefensos non temere damnare»; Apol 49,3.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 39
mente consignados como tales en la Escritura'', y reprendidos. ¿Qué
decir de acciones al parecer condenables, consignadas sin nota de re-
prensión?
Antes de adelantarnos, por cuenta nuestra, a condenarlas — he ahí
el criterio del Presbítero, a que se suma el Obispo de Lión — conviene
en lo posible inquirir el valor "suyo figurativo: no vayamos a ser más
celosos que Dios, y superiores al Maestro, que no se significan sobre el
particular.
El Presbítero aplica su criterio a dos estampas de la historia de Lot:
a) la unión de Lot con sus hijas (Gen 19, 31-38); b) la mujer de Lot,
estatua de sal (Gen 19, 26). Las estudiaremos, por la forma como las
presenta IRENEO, en las dos partes del artículo'.
Parte la: Lot y sus hijas
(ken IV, 31, 1, 15/2, 63)
IRENEO pasa por alto muchos elementos', y se detiene con extraor-
dinaria concisión sobre el drama de la cueva'. Ya que la Escritura no
condena el acto, algún misterio habrá en él. Es de presumir que obede-
cía a una Dispensación más alta. El Obispo de Lión halla así modo de
excusar primeramente a Lot, y más tarde a las hijas. En ningún caso
condena el acto; ni siquiera al modo de ORIGENES:
Es el caso de Lot — escribe IRENEO -que sacó de Sodoma a sus
hijas. Las cuales concibieron de su padre... En efecto, Lot por no dejarse
llevar de voluntad ni de concupiscencia carnal", como quien no tenía
conciencia ni idea de tal acto, llevó a cabo una figura («consummavit
typum»)'5.
1° Sobre los pecados de David (IV,27,1,13ss) y de Salomón (IV,27, 1,65ss). Cf. BACQ,
Alliance 205-207.
11 FutoN las ofrece en el orden bíblico: primero la Mujer estatua de sal (Quaestt. in
Genesim IV,52) y después el drama de la cueva (Quaestt. in Genes. IV,56s). Lo mismo
ORIGENES (Homil. V in Genes. 2 la Mujer de Lot; ibid. 3ss el drama de la cueva).
12
V.gr. la subida de Lot con sus hijas al monte, estudiada recientemente en ORIGENES
por J. FERNANDEZ LAGO, La Montaña en las homilías de Orígenes, Santiago de Compostela
1993 p. 173ss.
A diferencia de ORIGENES que consagra al caso toda una homilía (Homil V in Gene-
sim: SC 7bis p. 168ss).
" Cf. Joh 1,13: «quoniam is qui non ex voluntate camis neque ex voluntate viri natus
est Filius hominis» (IREN 111,19 ,2,32s); «in fine non ex voluntate camis neque ex voluntate
viri sed ex placito Patris manus ejus vivum perfecerunt hominem» (LEEN V, 1,3 ,86ss).
" IREN IV, 31,1,15ss: «Quemadmodum et Lot, qui eduxit de Sodomis filias suas, quae
conceperant de patre suo... Etenim Lot non ex sua voluntate (=ex voluntate viri), neque
 40 ANTONIO ORBE, S.I.
Aduce IRENEO en confirmación la perícopa relativa al drama Lot/
hijas, y agrega:
En consecuencia, ya que el hombre no era consciente ni servía a la
libido, daba cumplimiento a la Dispensación («Dispensatio
perficiebatur»)16.
Un Lot consciente del incesto merecería condena. Inconsciente, no
servía a la libido. Hay que acudir pues a la Dispensación". Obedecía a
singular designio de Dios. Miraba a la Economía de la humana salva-
ción.
ORIGENES tiene en cuenta los reparos de IRENEO, mas no excusa a
Lot de todo pecado. Se dejó culpablemente emborrachar, y además dos
veces". Así al menos en sus Homilías in Genesim, donde libremente
revelaba su opinión personal, en contraste con el Contra Celsum, donde
se veía obligado a suavizar — contra el escándalo de los herejes — lo
que la historia presentaba".
IRENEO hubo de resistirse a la acusación de iterada embriaguez. Mal
ex sua concupiscentia carnali (=ex voluntate carnis), neque sensum neque cogitationem
hujusmodi operationis accipiens, consummavit typum».
16 IREN IV, 31,1, 21ss: «Quemadmodum Scriptura dicit
(Gen 19,33): "Et intravit ma-
jor natu et dormivit cum patre suo nocte illa; et non scivit Lot cum donniret illa et cum
surgeret". Et in minore autem hoc idem (Gen 19,35): "Et non scivit, inquit, cum dormisset
secum nec cum surrexisset". Nesciente igitur homine neque libidini serviente, Dispensatio
perficiebatur». Cf. mi art. Ecclesia sal terrae 222ss.
17 Cf. IREN II1,18,2,19ss: «a Patre descendens et incarnatus
scendens et dispensationem consummans salutis nostrae».
et usque ad mortem de-
18
Homil. V in Genesim 3: «Non enim invenio eum (Lot) insidiatum esse aut violenter
eripuisse pudicitiam filiarum, sed magis insidias passum et arte circumscriptum. Sed neque
rursum circumventus fuisset a puellis, nisi inebriari potuisset. Unde videtur mihi in parte
culpabilis, in parte excusabilis inveniri, Excusani namque potest, quod a concupiscentiae et
voluptatis crimine liber est et quia neque ipse voluisse arguitur neque volentibus consensis-
se ; subiacet yero culpae, quod decipi potuit, quod vino nimis indulsit et hoc non semel, sed
iterum fecit».
El Contra Celsum es más reservado, y se allega a la actitud de IRENEO. A propósito del
proceder de las hijas, escribe el Alejandrino (C. Cels. IV,45): «No ignoro que algunos se
han escandalizado de esta determinación de las hijas de Lot y han condenado por impío su
hecho... A decir verdad, no se ve que la divina Escritura apruebe por bueno el acto, ni
tampoco que lo condene o reprenda. Como quiera, cabe interpretarlo figuradamente, y
puede también hasta cierto punto defenderse en sí mismo».
19
C. Cels. IV,45 in medio: «Siquiera brevemente, vamos a suavizar lo que la historia
tiene de escandaloso».
Es probable que en la Homilías in Genesim se sintiera ORIGENES libre, ante un audito-
rio piadoso y doméstico, para condenar el acto. Al paso que Contra Celsum tuviera en
cuenta la exegesis marcionítica y heterodoxa del drama, y propendiera como IRENEO a
salvarlo.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 41
podía avenirse a hacer de Lot figura de Cristo en actos pecaminosos.
Las noticias de Escritura relativas a Lot hubieron de presentarse libres
de pecado. IRENEO pasa por alto muchas de ellas. Pero al otorgar al acto
valor de «typus», en cumplimiento de la Dispensación, creyóse obligado
a justificar hasta lo que pudiera normalmente parecer condenable.
Lot y la «Dispensatio»
¿En qué consistió la «Dispensatio» a que servía Lot? ¿De qué mo-
do llevó a cumplimiento la Economía? Responde el Obispo de Lión:
En consecuencia, ya que el hombre no era consciente ni servía a la
libido, cumpliase la Dispensación con que se significaban las dos hijas, a
saber las dos sinagogas adoptadas para criar hijos de un solo y mismo
Padre, sin libido carnal".
La Dispensación a que obecede Lot al unirse a sus dos hijas es de
contenido espiritual. Por su medio se prefiguran las dos sinagogas adop-
tadas por un solo y mismo Padre para criar hijos sin deleite carnal.
Las cortas líneas de IRENEO son tan densas como oscuras. Los dos
linajes, viene a decir, que las dos hijas procrean limpiamente («sine
carnis libidine») a su padre Lot, prefiguran los linajes que las dos sina-
gogas procrean espiritualmente al único y mismo Padre. Pero ¿cuáles
son las sinagogas? ¿quién el único y mismo Padre? ¿cuándo y cómo
tiene lugar tal procreación espiritual?
Las dos sinagogas. Las expresiones «duae filiae, hoc est duae syna-
gogae» se prestan al equívoco, y evocan en absoluto:
1 - las dos iglesias, de Israel y de la gentilidad, de circuncisos e
incircuncisos. En igual sentido cabría tomar la «maior et minor
synagoga»21: mayor la iglesia de Israel y menor la de los gentiles. Y lo
mismo, más tarde, en la forma «duae synagogae», id est duae
congregationes»n. En tal sentido las declaré antes de ahora'.
2° IREN IV, 31,1,25ss: «Nesciente igitur homine neque libidini serviente, Dispensatto
perficiebatur, per quam duae filiae, hoc est duae synagogae, ab uno et eodem Patre in
sobolem adoptatae (tsicvonouicréquvca) significabantur sine carnis libidine». Puede verse
Ecclesia sal terrae 222ss.
21 IREN IV 31,2,44s.
22 IREN IV, 31,2,61s.
23 En el art. Ecclesia sal terrae 223.
 42 ANTONIO ORBE, S.I.
Contra semejante exegesis está el que, a poco, la Iglesia figura ton
toda claridad en exegesis a la mujer de Lot'. Llevaría a confusión hacer
de la Iglesia lo figurado por la mujer de Lot, y por la doble descendencia
emanada de las hijas del patriarca. Tampoco se comprende que, en
lugar de confluir dos iglesias en una, vengan a fructificar de un solo y
mismo Padre. Resulta además sintomática la insistencia sobre el voca-
ble «duae synagogae».
2 - los dos Testamentos Antiguo y Nuevo; y mejor aún los dos
pueblos del Testamento Antiguo y Nuevo, que reconocen por único y
mismo Padre al prefigurado por Lot. Según doctrina del Presbítero, los
dos Testamentos provienen del único y mismo Dios".
Los Apóstoles todos enseñaron que de un lado hubo dos Testamen-
tos en dos pueblos, y de otro un solo y mismo Dios, el cual dispuso ambos
para utilidad de los hombres'.
De la unión de las dos hijas con Lot proceden dos pueblos, los
Moabitas y los Ammonitas. En figura, de la unión con el único Padre
proceden los dos pueblos — Antiguo y Nuevo, Judío y Cristiano —
gobernados por los dos Testamentos.
Los herejes oponían el Testamento Nuevo al Antiguo. El Testa-
mento y pueblo Antiguo era sinagoga de Yahveh, dios animal. El Testa-
mento y pueblo Nuevo constituía la iglesia del verdadero Dios y Padre.
Eran dos sinagogas diversas, en paralelo con los dos dioses a que ser-
vían.
En contraste con ellos el Obispo de Lión hace de ambos Testamen-
tos y pueblos dos sinagogas venidas del mismo único Padre, origen del
Testamento y pueblo Judío, y del Testamento y pueblo Cristiano. Son
dos sinagogas, dos pueblos o «congregationes» — Judío y Cristiano —
bajo los dos Testamentos, según la Dispensación del único y mismo
Dios, que los gobierna conforme a la «utilidad de los hombres»28.
24 IREN IV, 31, 3, 67s: «Quoniam et Ecclesia
quae est sal terrae, subrelicta est in
confinio terrae».
25 IREN IV, 31,2,62 «ex patre suo».
26 IREN IV; 32, 1, lss (véase nota 4).
27 IREN IV, 32,2,31ss: «Apostoli enim omnes duo quidem
Testamenta in duobus popu-
lis fuisse docuerunt, unum autem et eundem esse Deum, qui disposuerit utraque ad utilita-
tem hominum».
Cf. A. Vox HARNACK, Die MiSsion und Ausbreitung des Christentums4 , Leipzig 1924
p. 261ss.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 43
En el gobierno de los pueblos atiende Dios a su disposición, para
utilidad de ellos. Sería contraproducente gobernar al pueblo Judío
(resp. al A.T.) con la perfección del Cristiano. Y viceversa, gobernar al
pueblo Cristiano con los criterios del Judío.
Lot, el padre. Lot figura como padre; a él se unem sus dos hijas
para dar origen a los dos pueblos. ¿A quién simboliza Lot? También
aquí hay lugar al equívoco.
1 - Lot prefiguraría a Dios Padre, origen de ambos Testamentos y
pueblos. Es lo que apuntan los testimonios recién alegados, leídos con
sencillez". Lot padre seria figura de Dios Padre.
Tal exegesis tropieza con un axioma ireneano. Dios Padre, infinito
y trascendente, no puede mezclarse ni unirse directamente al humano
plasma de sus creaturas (resp. hijas), dando origen a los dos Testamen-
tos o pueblos. Entiéndase, con la comunión Espíritulcarne, o Dios/natu-
ra carna13° . Solo puede mezclarse así indirecta y mediatamente, por me-
dio del Verbo su Hijo.
2 - Lot prefigura al Verbo=Padre, origen de ambos Testamentos
y pueblos. Solo el Verbo de Dios es capaz de unirse en Espíritu a la
naturaleza humana, en ambos pueblos. Solo el Verbo puede infundir
como Lot su Espíritu — simiente vital — para fructificar en hijos espiri-
tuales (vivientes) al Dios viviente".
Contra semejante exegesis cabría preguntar. ¿Es posible, dado el
tecnicismo trinitario, llamar «Padre» al Verbo Hijo de Dios?
Un fenómeno análogo ocurre entre los propios valentinianos. El
epíteto «Pater» se aplica según ellos generalmente con la Escritura a
Dios Padre, Dios Ignoto. Pero también se aplica, dentro del más escru-
puloso tecnicismo, al Unigénito de Dios'.
TEOFILO ANT. y A Diogneto le llaman sin reparo «padre» al
Salvador".
IRENEO invoca Deut 32,6 para la paternidad del Verbo: «¿Acaso no
29 IREN IV, 32, 1, lss; 32, 2, 31ss.
313 IREN IV, 31,2 58ss: «Quoniam semen Patris omnium, hoc est Spiritus Dei... com-
mixtus et unitus est carni, hoc est plasmati suo, per quam commixtionem et unitatem duae
synagogae... fructificant ex patre suo filios vivos vivo Deo».
Adviértase la distinción entre el Padre («ex patre suo») y Dios (=Dios Padre: «vivo
Deo»).
32 IREN I, 1,1,15s: «A este Intelecto y Unigénito le llaman también Padre y Principio
de todas las cosas». Cf. FR.-M. SAGNARD, La gnose valentinienne et le témoignage de saint
Irénée, Paris 1947 p. 325-333.
33 Cf. Ad Auto!. 1,3 y 4; Ad Diogn. 9,6. Véase el art. Ecclesia sal terrae 220s.
 44 ANTONIO ORBE, S.I.
es este mismo (Verbo de Dios) el Padre tuyo que te adquirió y te hizo y
te creó?»34. El Paterfamilias de Mt 13,52 simboliza asimismo al Verbo,
no a Dios Padre'.
El Obispo de Lión no tardará en identificar expresamente al Padre,
aquí prefigurado, con el Verbo de Dios.
** *
ORIGENES conocía la exegesis del Presbítero (¿en Ireneo?), en tor-
no a las hijas y Lot. Escribe en efecto:
Verum scio nonnullos, quantum ad allegoriam pertinet, Lot traxisse
ad Domini personam et filias eius ad duo Testamenta. Sed haec, qui sciat
quid de Ammonitis et Moabitis Scriptura dicit, qui ex genere Lot descen-
dunt, nescio si libenter accipiat. Quomodo enim poterit aptare Christo
quod, qui de semine eius generantur, «usque in tertiam et quartam proge-
niem (cf. Ex. 34,7) non introibunt in ecclesiam Domini» (cf. Deut
23,3)?36.
Según principio elemental de exegesis, en las parábolas, y más co-
múnmente en las alegorías, no conviene apurar perfiles. Al Presbítero
(resp. a Ireneo) le interesa urgir un elemento, en el drama de la cueva:
ni para Lot ni para sus hijas intervino la libido. Presidió el acto la
Dispensación".
Las hijas de Lot y su dispensación
IRENEO invoca el término «dispensatio» para el acto de las hijas, y
según él lo excusa y aun lo declara. Sigue dos pasos: el primero, sin salir
de la letra; y el segundo, con recurso al valor figurativo.
Atento sin duda al valor figurativo, comienza IRENEO por salvar, a
la letra, la historia de las hijas:
En efecto no había otro (fuera de su padre) que les pudiera dar
simiente de vida y fructificar en hijos. Según está escrito (Gen 19,31-32):
«Dijo empero la mayor a la menor: Nuestro padre es viejo, y ninguno hay
34 IREN IV,10,2,42ss.
" IREN IV,19,1,5ss y 24ss.
36
Homil V in Genesim 5 initio.
37 IREN IV, 31, 1, 26: «Dispensatio perficiebatur».
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 45
en la tierra que venga a nosotras, según es uso en toda la tierra. ¡Ea!
démosle a beber vino a nuestro padre, y durmamos con él, y saquemos
posteridad de nuestro padre»38.
La propuesta de la hija mayor a la menor, ¿es o no buena? Mien-
tras la Escritura no la dé por maliciosa — discurre el Presbítero — hay
que darla por ingenua.
Estas cosas decían las hijas, escribe IRENEO, por simples e ingenuas,
en la creencia de que todos los hombres habían perecido como los de
Sodoma". Y de que la cólera de Dios se había extendido a toda la
tierra'.
IRENEO presenta a las hijas de Lot mucho más simples e ingenuas
que ORIGENES. Según el Alejandrino, tenían ideas confusas sobre el fin
del mundo por el fuego.
Chicuelas como eran, sabían algo, mas no claramente, sobre la con-
flagración del mundo. Habían visto cómo el fuego destruía su propia ciu-
dad y comarca, y suponían que la supervivencia del género humano de-
38 IREN IV,31,1,29ss: «Nec enim alter erat aliquis qui semen vitale et filiorum fructum
posset dare eis, quemadmodum scriptum est: "Dixit autem major ad minorem: Pater no-
ster senior, et nemo est super terram qui intret ad nos, ut oportet omni terrae. Veni,
potionemus patrem nostrum vino, et donniamus cum eo, et suscitemus de patre nostro
semen"».
" Análoga explicación, no tan simple, en ORIGENES (Homil V in Genesim4): «Sed et
filiarum eius propositum puto diligentius considerandum, ne forte etiam ipsae non tantum,
quantum putatur, accipere criminis mereantur. Refert enim Scriptura quia dixerunt invi-
cem sibi: "Pater, inquit (Gen 19,31s), noster senior est et nemo est super terram, qui intret
ad nos, sicut convenit omni terrae. Veni et potemus patrem nostrum vino et dormiamus
cum eo et suscitemus de patre nostro semen". Quantum ad ea quae de his dicit Scriptura,
videtur etiam pro ipsis quodammodo satisfacere. Apparet namque filias Lot didicisse quae-
dam de consummatione mundi, quae immineret per ignem, sed tamquam puellae non inte-
gre perfecteque didicerant. Nescierunt quod sodomitis regionibus igne vastatis multum
adhuc spatii integrum resideret in mundo; audierunt in fine saeculi terram et omnia ele-
menta ignis ardore decoquenda (cf. 2 Pe 3,12). Videbant ig,nem, videbant sulphureas flam-
mas, videbant cunda vastari; matrem quoque suam videbant non esse salvatam. Suspicatae
sunt tale aliquid factum quale in temporibus audierant Noe, et ob reparandam mortalium
posteritatem solas se esse cum parente servatas. Recuperandi igitur humani generia deside-
rium sumunt atque instaurandi saeculi ex sese dandum opinantur exordium. Et quamvis
grande iis crimen videretur furari concubitum patris, gravior tamen jis videbatur impietas,
si humanae, ut putabant, posteritatis spem servata castitate delerent. Propter hoc ergo
consilium ineunt minore, ut ego arbitror, culpa, spe lamen argumentoque maiore».
IREN IV, 31, 2, 36ss: «Illae quidem filiae secundum simplicitatem et innocentiam
putantes universos homines periisse, quemadmodum Sodomitas, et in universam terram
iracundiam Dei supervenisse, dicebant haec».
 46 ANTONIO ORBE, S.I.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO
47
pendía de su padre y de ellas, y quisieron en esa suposición
vara el mundo". que se conser Exegesis figurativa

Según IRENEO, ninguna necesidad tenían las hijas de IRENEO la compendia en breves líneas. Las palab
Lot de confu- ras de las hijas,
sas doctrinas estoicas para creer extensivo a todo el animándose al acto, encubren un sentido muy alto.
mundo el fuego que Las profieren sin
veían. Más ingenuas y también más piadosas, atribu ánimo libidinoso. Las dos sinagogas (resp. los dos
ían a la cólera de Testamentos y pue-
Dios sobre la tierra el castigo del linaje humano, blos Antiguo y Nuevo) quieren dar familia al único
pecador como el de y mismo Padre".
Sodoma". Las ideas de la conflagración estoica que, Sus palabras significan alegóricamente cómo los dos
con notoria inge- Testamentos Judío
nuidad, asigna ORIGENES a las hijas de Lot, ceden el y Cristiano, simbolizados por las dos hijas de Lot,
puesto en IRENEO a han de criar hijos
otras, espontáneas en vírgenes temerosas de Dios. para Dios, de un único y mismo Padre. De lo contrario:
a) el Testamen-
to o pueblo Antiguo, simbolizado en la hija mayo
r, unida a un padre
Por lo cual también ellas tienen excusa, pues creían haber tendría familia de él; y b) el Testamento o pueblo
quedado Nuevo, simbolizado
solas con su padre para conservación del linaje humano, en la hija menor, unida a otro padre tendría famil
y por eso enga- ia de este otro.
ñaron al padre. Sus palabras (Gen 19,31s Triunfaría la doctrina gnóstica: el A.T. reconocerí
) daban a entender que no que- a por padre al
daba otro, fuera de nuestro padre, capaz de engendrar hijos Demiurgo animal, y le daría hijos propios; mientras
para la sina- el N.T. profesaría
goga mayor y para la menor'''. por padre al Dios Espíritu, y le daría hijos diversos
de los del A .T. Un
padre tendría el A.T., y otro el N.T. Un Dios vener
De singular interés el texto latino: aría el pueblo Judío;
y otro el Cristiano.
He ahí la razón última por que las dos hijas — Testa
Quapropter et ipsae excusabiles sunt, arbitrantes se solas mentos o pue-
relictas blos — han de unirse a su común padre: para, de
cum patre suo ad conservationem generis humani, un único y mismo
et propter hoc padre, engendrar hijos para Dios.
circumveniebant" patrem. Per verba autem earum signif
icabatur nemi-
nem esse alterum qui possit filiorum generationem majori
et minori syna- * * *
gogae praestare quam patrem nostrum.
Ahora bien, el padre a que se unen las dos hijas es,
en espíritu, el
Las líneas adquieren excepcional importancia. Sin Verbo de Dios. Lo dice expresamente el Obispo de
previo aviso, el Lión:
Obispo de Lión pasa del sentido literal al espiritual.
Excusa primera- Ahora bien, el Padre del género humano es el Verbo de
mente las palabras de las hijas, y su conducta. Y Dios, co-
levanta luego a la mo lo muestra Moisés al decir (Deut 32,6): «Acaso este mismo, tu Pa-
altura de la Dispensación tanto las palabras como
el acto. dre, no te adquirió y te hizo y te creó?»'.

«Nuestro Padre» en las palabras de la hija mayor (Gen 19,31s), es

41 Contra Cels. IV, 45. Cf. FILON, Quaest. in
Genesis IV,56: «Aggressum interim pro- el que Moisés presenta como «Padre tuyo» (Deut 32,6). No el
positum ad morem spectans matrimonii, iniquum
est, et novarum rerum rnolitio enormis; Dios
veniam tamen habere videtur. Quoniam putant virgine Padre, sino su Verbo. Porque — tal parece la ideolo
narum, combustas cum vidissent civitates illas una
s istae ob ignorantiam rerum exter- gía ireneana — solo
cum habitantibus, quasi yero universum
genus humanum consumptum fuisse, neque ullum
alicubi mansisse praeter se tres. Ideo
providam prudentiam reputantes, ne prorsus desola
ta reperiatur terra, et deperdatur genus
humanus, aggressae sunt praesumptionem audaci
ssimam ad superandam rem (vel per rem)
intolerabilem atque haesitationem. Littera haec
42 habet».
htEN IV,31,2,38s: «Et in
universam terram iracundiam Dei supervenisse IREN IV,31,1.26ss: «Per quam (Dispensation
tes)». Cf. Ef 5,6: «Propter haec enim (putan- em) duae filiae, hoc est duae synago-
venit ira Dei in filios diffidentiae»; gae, ab uno et eodem Patre in sobolem adoptatae
IV,27,4,179ss y 186ss aduce los dos testimonios Rom 1,18. IREN significabantur sine carnis libidine».
paulinos. Prefigurado por Lot, padre de las dos hijas.
43 IREN IV, 31,2,39ss.
44 Cf. ORIGENES, Homil V IREN IV, 31,2,45ss: «Pater autem generis human
in Genesim 3: «Sed neque rursum circum i Verbum Dei, quemadmodum
(pater) a puellis, nisi inebriari potuisset». ventus fuisset Moyses ostendit dicens (Deut 32,6): "Nonne hic ipse Pater
tuus possedit te et fecit te et
creavit te?" - Cf. mi art. Ecclesia sal terrae 221.
 48 ANTONIO ORBE, S.I.
el Verbo de Dios adquirió e hizo y plasmó al hombre, como autor suyo
directo e inmediato. El mismo que redime y vivifica al hombre; y como
Vida o principio vivificante colgará de la cruz.
Tal identidad habíala ya denunciado IRENEO capítulos antes48. El
«Pater tuus» era el mismo que como Verbo nos creó en el principio, y
más tarde, en los tiempos novísimos, nos redimió y vivificó, y el que
colgó de la cruz como Vida nuestra.
Harto sabe IRENEO que también el Dios Ignoto adquirió e hizo y
creó al hombre. Mas nunca directa e inmediatamente, con énfasis («hic
ipse, hic idem»), sino mediante el Verbo. Prefiere referir los tres verbos
al Logos, y hacer de él el autor lo mismo de la creación que de la reden-
ción del hombre.
En conclusión, para nuestro caso, Lot prefigura, como «padre
nuestro» (de las dos hijas), al Verbo de Dios, Padre (directo e inmedia-
to) del género humano, representado en los pueblos Judío y Cristiano.
El misterio de la paternidad de Lot
La paternidad de Lot se presta a dos sentidos: la entendida por él, y
la determinada por sus hijas. El primer sentido no ha lugar, porque Lot
actuó inconsciente. Interesa el segundo. ¿Cómo vieron las hijas la pa-
ternidad del patriarca?
Este mismo segundo aspecto se presenta en dos planos: el de la
letra y el del espíritu.
Sentido literal. Es el horizonte que se abre a la mirada de las hijas.
El texto (TREN IV,31,1,29ss), arriba°. Las hijas, por sí solas, no se bas-
tan para conservación del humano linaje. Requiérese un hombre que
les pueda otorgar descendencia. Necesitan un varón que les infunda el
«semen vitale» y las fecunde.
El término «semen» adquiere dos significados: a) el principio mas-
culino fecundante («semen vitale»)50; b) la posteridad que del acto nor-
malmente se sigue («suscitemus... semen»).
48 En TREN IV,10,2,42ss: «Et rursus significans quoniam qui ab initio condidit et fecit
eos Verbum, et in novissimis temporibus redimens nos et vivificans, ostendetur (Deut
21,23; Gal 3,13) "Pendens in ligno" et non credent ei. Ait enim (Deut 28,66): "Et erit Vita
tua pendens ante oculos tuos, et non credes Vitae tuae". Et iterum (Deut 32,6): "Nonne hic
idem Pater tuus possedit te et fecit te et creavit te?"».
49 Véase p. 44-45.
La "vis seminis" de CIC., de nat. deorum 2,58; 2,94; de divinatione 1,128. Cf. SEXT.
EMP. 9, 196.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 49
Importa en nuestro caso el primero. Las hijas buscan el acto para
obtener de Lot el principio vital que las fecunde: simiente de vida (hu-
mana). Levantado el drama al nivel prefigurativo, el «semen vitale»
indicará la simiente de Vida (divina).
De donde las circunstancias: embriagar con vino, adormecer, pro-
vocar la efusión seminal, y por fin fundar descendencia; circunstancias
todas que del plano literal ascienden al de la «Dispensación».
Sentido espiritual. IRENEO asciende a la «figura» (o prefiguración).
Aplica el intento de las hijas a la paternidad del Verbo. Identifica pri-
meramente el «semen vitale». No contento, declara cuándo tuvo lugar
la misteriosa efusión seminal.
En consecuencia, ¿cuándo derramó éste (el Verbo de Dios) la si-
miente de Vida («vitale semen») en el género humano, a saber el Espíritu
de remisión de pecados, mediante el cual somos vivificados? ¿No fué
cuando comía con los hombres y bebía vino en la tierra — pues «Presen-
tóse, dijo (Mt 11,19), el Hijo del hombre que comía y bebía»—, y cuando
recostado se durmió y cogió el sueño. Así lo dice el mismo (Hijo del
hombre) en David (Ps 3,6): «Yo dormí y cogí el sueño»? Y que esto lo
hacía al comunicar y vivir con nosotros, lo dice de nuevo (Jer 31,26: LXX
38,26): «Y mi sueño me resultó suave»".
Indicamos arriba lo que, como acto prefigurativo, representaban
Lot, «nuestro padre», y sus dos hijas.
Lot prefiguraba al Verbo de Dios. Sus dos hijas eran figura de los
dos Testamentos (y pueblos) Antiguo y Nuevo, Judío y Cristiano'.
La unión Lot/hijas se declara solo indirectamente, a merced del
«vitale semen». Lot se mezcló primero con la mayor; y al día siguiente
con la menor (cf. Gen 19,33-35). ¿Distinguióse en el tiempo la comu-
nión Verbo/sinagoga mayor, de la comunión Verbo/sinagoga menor?
IRENEO no toca el punto, pero discurre al parecer en sentido afirmativo.
Uno mismo es el Padre (Lot = Verbo de Dios). Uno mismo su «vitale
semen» (el Espíritu de Dios emanado del Verbo). Una misma la deseen-
>' IREN IV, 31,2 48ss: «Quando igitur hic vitale semen, hoc est Spiritum remissionis
peccatorum per quem vivificamur, effudit in humanum genus? Nonne tunc cum convesce-
batur cum hominibus et bibebat vinum in terra — "Venit enim, inquit (Mt 11,19), Filius
hominis manducans et bibens" — et cum recumbens obdormivit et somnum cepit, quemad-
modum ipse in David dicit (Ps 3,6): "Ego dormivi et somnum cepi"? Et quoniam in nostra
communicatione et vita hoc agebat, iterum ait (Jer 31,26: LXX 38,26): "Et somnus meus
suavis mihi fatus est"».
52
Cf. Ecclesia sal terrae 224ss.
 50 ANTONIO ORBE, S.I.
dencia habida de las dos hijas: hijos dotados de Vida divina criados para
Dios Vivo. De la lyija mayor — Testamento y pueblo Judío — el Verbo
tuvo hijos divinos para el único verdadero Dios. Y de la hija menor —
Testamento y pueblo Cristiano — tuvo igualmente hijos divinos para el
único Dios verdadero. La distinción de las hijas en el tiempo, así como
la de su comunión con el Verbo, salva la unidad de la Dispensación en
ambos Testamentos.
Contra la doctrina de los valentinianos, los dos Testamentos Anti-
guo y Nuevo no tienen dos padres. Ni de consiguiente el Antiguo conci-
be de un padre (psíquico) hijos de vida psíquica; mientras el Nuevo
concibe de otro (pneumático) hijos de vida pneumática. Ambos Testa-
mentos conciben de un único y mismo padre, Verbo de Dios, hijos de
una única y misma Vida: como venidos de un solo y mismo «semen
vitale» o Espíritu del Verbo.
* * *
En el «vitale semen» asignado al Verbo, descubre IRENE0 «el Espí-
ritu de remisión de los pecados, mediante el cual somos vivificados».
Más simple hubiera sido presentarlo como el Espíritu vivificante ema-
nado del Verbo. Al ofrecerlo como Espíritu de remisión, atiende al
«semen vitale». «Vital» el Espíritu del Verbo, porque infundido en am-
bos Testamentos, remite los delitos de sus hijos, y de muertos como
estaban antes a Dios, los anima con la Vida del Espíritu, y consagra a
Dios.
Por lo cual el mismo Isaías torna a decir, volviendo sobre la distin-
ción (Espíritu y hálito; Espíritu y alma): «Porque el Espíritu saldrá de mí,
y yo hice todo hálito» (/s 57,16). Asigna en propiedad a Dios el Espíritu
— el cual derramó en los tiempos últimos (cf. Act 2,17) sobre el linaje
humano con la adopción de hijos — y en común al mundo creado el
hálito, manifestándole como hechura".
El «vitale semen» que infunde el Verbo en las dos sinagogas, sus
hijas, no está animado de vida natural, como el que derrama Lot en sus
hijas. Está dotado de Vida divina, y fructifica en hijos divinos.
53 IREN V,12,2,23ss: «Propter quod rursus ipse Esaias distinguens ea quae praedicta
sunt ait (/s 57,16): "Spiritus enim ame exiet (=a Verbo exiet) et afflatum omnem ego feci",
Spiritum quidem proprie in Deo deputans, quem in novissimis temporibus effudit (cf. Act
2,17) per adoptionem filiorum in genus humanum, affiatum autem communiter in conditio-
ne, et facturara ostendens ifium».
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 51
Un modo indirecto para declarar el «semen vitale» lo ofrece el fac-
tor tiempo: a saber, cuándo infundió el Verbo su simiente de Vida en el
linaje humano (resp. en sus dos hijas). IRENE0 se significa en forma de
pregunta:
Nonne tunc cum convescebatur cum hominibus et bibebat vinum in
terra — «Venit enim, inquit (Mt 11,19), Filius hominis manducans et
bibens» — et cum recubuisset obdormivit et somnum cepit, quemadmo-
dum ipse in David dicit (Ps 3,6): «Ego dormivi et somnum cepi»?".
Solo al conocer a punto fijo cuándo tuvo lugar la efusión del «se-
men vitale» por el Verbo, será posible determinar cómo fué tal efusión,
y aun su naturaleza.
Hay correlación entre la figura (Lot) y lo figurado (el Hijo del hom-
bre, el Verbo hecho hombre). La efusión del «semen vitale» se cumple
también en la figura y en lo figurado. En la figura, Lot bebe vino, em-
briagado se acuesta, duerme, y cogido el sueño despierta". En lo figura-
do, el Verbo hombre come y bebe vino entre los hombres, mortal se
acuesta difunto, y cogido el sueño resucita.
Según eso, la efusión del Espíritu de Dios por el Verbo a) tiene
lugar en los últimos tiempos, porque el Espíritu vivificante proviene del
Verbo hecho hombre; b) emana del Verbo que come y bebe con los
hombres; c) mas no durante su convivencia con los hombres.
Al igual que en Lot la efusión se cumple mientras beodo se acuesta
y duerme, cogido el sueño de que despierta; en el Verbo hombre la
efusión del Espíritu vivificante tiene lugar después que se acuesta con la
muerte, como los hombres con quienes convive, duerme y coge el sueño
de que despierta. Las acciones de Lot («recumbere, dormire, somnum
capere») prefiguran las más calificadas del Verbo humanado, que mue-
re, duerme como los difuntos y despierta de la muerte, para infundir —
glorificado en cuerpo — el Espíritu Santo'.
Los versos bíblicos que mejor denuncian la correlación entre el
54 IREN IV, 31,2,51ss. Véase Ecclesia sal terrae 224ss.
55 Los dos verbos «dormir y despertar» a que responderán en Cristo la muerte y la
resurrección, se prefiguran indirectamente en Gen 19,33 y 35: «cum dormiret illa (major) et
cum surgeret», «cum dormisset secum (cum minore) nec cum surrexisset».
56 Cf. IREN IV,22,1,11ss: «Quapropter et recumbentibus eis (discipulis) ministrabat
escam significans eos qui in terra recumbebant, quibus venit ministrare vitam, sicut Hiere-
mias ait: Recommemoratus est Dominus sanctus Israel mortuorum suorum qui praedor-
mierunt in terra defossionis». Sobre el significado de "recumbere", puede verse Estudios
Eclesiásticos 44, 1969, 315s.
 52 ANTONIO ORBE, S.I.
sueño de Lot y el de Cristo, son paladinamente asignados a la muerte y
resurrección del Señor'''. Y más claro aún (en Epideixis c. 73):
Y dice de nuevo David a propósito de la muerte y de la resurrección
de Cristo (Ps 3,6): «Yo me acosté y me dormí; me desperté porque el
Señor (= el Padre) me acogió». David no decía esto de sí mismo, porque
muerto él no resucitó. Sino el Espíritu de Cristo, que habló también de El
en otros profetas, dice asimismo ahora por medio de David: «Yo me
acosté y dormí; me desperté porque el Señor me acogió». Llama «sueño»
a la muerte, porque resucitó.
Una temprana tradición aplicaba el verso del salmista a la muerte y
resurrección de Cristo". IRENEO se hace eco de ella, y la declara a la luz
de la figura en Lot, y de su cumplimiento en Cristo.
Un escrupuloso análisis de vocablos los haría valer en figura y en
figurado.
En la figura (Lot), el vino adormeció al patriarca. En el figurado,
como vivencia del Hijo del hombre (Mt 11,19)', sugiere su índole mor-
tal; el tránsito de beber vino a dormir. En ambos casos, adquiere un
valor positivo. El vino se opone a la libido, y explica el sueño, secuela
de la humana condición. Cristo duerme o muere, no como los demás
hombres por el pecado contraído en Adán, sino como Hijo del hombre.
Bebe vino, duerme y coge el sueño de que despierta.
En la figura, el acostarse a dormir con las hijas miraba a recostarse
Cristo difunto en tierra60, para beneficio de los dos Testamentos o pue-
blos. En el figurado, el sueño de la muerte fué necesario para que el
Espíritu del Verbo humanado se infundiese en los dos pueblos Judío y
Cristiano.
En la figura, lejos de poder el sueño con Lot, pudo el patriarca con
el sueño. De donde lo del salmista: «Yo dormí y cogí el sueño». En el
figurado, Cristo despertó del sueño de la muerte; el sueño se le hizo
suave, por las secuelas que de él — de la muerte — se le siguieron. Lo
57 IREN IV,33,13,280ss: «Qui autem (prophetae)
dixerunt eum dormisse et somnum
cepisse et resurrexisse (cf. Ps 3,6) quoniam Dominus suscepit eum».
58 Véase 1 CLEM 26,2; JUSTINO, 1 Apol 38,5; dial
97,1. La tradición se contamina
platónicamente en CLEM. AL., Strom V, 14, 105, 3-4: «Y quizá el Espíritu vaticinó del
Salvador por boca de David: "Me acosté y me dormí. Me desperté, porque el Señor me
acogerá". No solo llama en alegoría "despertar del sueño" a la resurrección de Cristo, sino
también "sueño" a la bajada del Señor en carne».
«Vino el Hijo del hombre, que comía y bebía».
Cf. lux IV, 22, 1, llss.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 53
confirma un verso de Jeremías, asignado también al Verbo: «Y el sueño
mío se me hizo dulce» (Jer 31, 26). He aquí las palabras de IRENEO:
Y (para indicar) cómo esto lo hacía por nuestra comunión y vida,
dice nuevamente (el Verbo en Jer 31, 26): «Y el sueño mío se me hizo
suave»61 .
Las dos citaciones — del salmista y de Jeremías — están puestas en
boca del Verbo humanado, capaz de dormir y despertar, de morir y
resucitar.
SAN JERONIMO (ORIGENES) relaciona asimismo los dos testimonios,
de Jeremías (31,26) y de David (Ps 3,6). Dice Jeremías: «Ideo experge-
factus sum et vidi: et somnus meus dulcis fuit mihi» Comenta SAN JERO-
NIMO:
Expergefactus sum et vidi Dominum, scilicet suscitantem atque di-
centem (Ef 5,14): «Surge qui dormis et elevare a mortuis, et illuminabit
te Christus». — «Et somnus, inquit, meus dulcis fuit mihi», ut imitarer
Domini mei verba dicentis (Ps 3 ,6):.«Ego dormivi et soporatus sum, et
exsurrexi, quoniam Dominus suscepit».
La tradición de IRENEO ha visto en el sueño del Logos el misterio de
la Dispensación entrañado en la muerte de Cristo. Sueño o muerte,
para Cristo, suave, por lo que de él se le siguió. En la figura se siguió la
fecundidad de las dos hijas. En lo figurado, la filiación divina a que el
Espíritu del Verbo humanado levantó con el género humano a los dos
Testamentos.
***
Resume IRENEO el misterio oculto en la comunión de Lot con sus
hijas:
Todo ello venía significado por Lot, ya que la simiente del (Verbo)
Padre del universo, esto es el Espíritu del Dios (Verbo), mediante el cual
fueron hechas todas las cosas (cf. Joh 1,3), se mezcló y unió a la carne,
esto es a su plasma; y mediante esta mezcla y comunión las dos sinagogas,
esto es las dos asambleas, fructifican de su (único y mismo) padre al Dios
viviente hijos vivientes62 .
61
IREN IV, 31,2,55ss. Cf. mi art. Ecclesia sal retrae 224.
IREN IV, 31,2,57ss: «Totum autem significabatur per Lot, quoniam semen patris
82
omnium, hoc est Spiritus Dei, per quem facta sunt omnia, commixtus et unitus est carni,
 54 ANTONIO ORBE, S.I.
IRENEO compendia el sentido espiritual de la unión Lot/hijas. El
misterioso acto prefigura la mezcla y comunión del Espíritu divino del
Verbo con el humano plasma (o carne), lo mismo en el A.T. simboliza-
do en la hija mayor, que en el N.T. representado en la hija menor.
No prefigura la Encarnación misma del Verbo, por mezcla y comu-
nión del Hijo de Dios con el humano plasma°. Por sí sola la Encarna-
ción no fructifica ni fecunda a las dos sinagogas con hijos de Dios.
Prefigura la efusión del Espíritu del Verbo, a raíz y en virtud de la
muerte y resurrección Suya. El Verbo, humanamente glorificado derra-
ma su Espíritu sobre el humano plasma: primero en el propio Verbo, y
luego sobre los creyentes del Antiguo y del Nuevo Testamento, a quie-
nes vivifica haciendo de ellos hijos vivientes del Dios Vivo. He ahí el
misterio figuradamente significado por la mezcla y comunión de Lot con
sus hijas".
Solamente, a partir de la glorificación del Verbo, en cuanto hom-
bre, pasa a ser «Padre» de los dos pueblos (resp. Testamentos) Antiguo
y Nuevo, como Lot pasó a ser padre de las dos sinagogas emanadas de
sus hijas.
Prevengamos una dificultad. Se comprende que el Verbo glorifica-
do infunda su Espíritu sobre los creyentes del N.T. Pero ¿cómo derrama
también su Espíritu sobre los Justos del A.T., haciendo de ellos hijos
vivientes del Dios Vivo?
La antropología de IRENEO ofrece elementos de solución. La carne
o humano plasma a que se mezcla y une el «Semen vitale» o Espíritu del
Verbo es de alcance universal. Excluye toda naturaleza que no sea la
humana. El «semen vitale» no afecta a los ángeles, sino a los hombres.
Y en los hombres, a la naturaleza toda, común a los individuos del
Antiguo y del Nuevo Testamento.
Según los adversarios de IRENEO, uno es el dios (psíquico) del A.T.,
y otro el Dios Espíritu del N.T. Uno asimismo es el Mesías del A.T., y
otro el Cristo Verbo del N.T. Finalmente uno es el pneuma racional de
los Justos del A.T.; y otro el Espíritu justificante del N.T. Una la sina-
goga o iglesia (psíquica) del Testamento Antiguo, y otra la Iglesia
(pneumática) del N.T.
hoc est plasmad suo, per quam commixtionem et unitatem duae synagogae, id est duae
congregationes, fructificant ex patre suo fijos vivos vivo Deo (cf. Rom 7,4)».
Cf. IREN IV, 20, 4, 82ss: «Praedicaverunt (prophetae) ejus secundum carnem ad-
ventum, per quem commixtio et communio Dei et hominis secundum placitum Patris facta
est».
" Cf. IREN V, 6, 1, 39ss: «Spiritus enim et non horno vocatur: commixtio autem et
unitio horum omnium perfectum hominem efficit»; ibid. 24ss. «Cum autem Spiritus hic
commixtus animae unitur plasmati, propter effusionem Spiritus spiritalis et perfectus homo
(=filius vivus) factus est».
55
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO
Contra ellos urge IRENEO la unidad del Dios, del Cristo, del Espíri-
tu, de la Iglesia en ambos Testamentos. Unidad imperada por la del
«Semen vitale», o Espíritu de Dios, que vivifica la única entera humana
substancia, en los dos pueblos Judío y Cristiano, engendrando para el
único verdadero Dios vivo hijos dotados de Su misma Vida.
La dualidad de Testamentos — en el pueblo Judío y el Cristiano —
supone identidad de natura en ellos y en el Verbo de que proceden.
Tanto el Testamento Antiguo como el Nuevo son de la misma naturale-
za o substancia humana (resp. «carne», «plasma») que el Verbo de
quien reciben el «Semen vitale» que los deifica: el A.T. para los Justos
habidos antes de Cristo; el N.T. para los habidos después de Cristo.
Unos y otros, hijos animados del mismo Espíritu y Vida de su Padre el
Verbo, a raíz de Su muerte y resurrección.
Parte Ha: la mujer de Lot
(ken IV, 31,3, 64-71)
A la exegesis de la unión Lot/hijas siguen en IRENEO breves elemen-
tos sobre la mujer de Lot. Helos aquí:
Y cuando esto ocurría (en la caverna), había quedado la mujer
(«uxor») en Sodoma, no ya en substancia de carne corruptible («jam non
caro corruptibilis»), sino en «estatua de sal» (Gen 19,26) que permanece
siempre y muestra mediante las partes sexuales («per naturalia») lo acos-
tumbrado en el hombre. Porque también la Iglesia, por ser «sal de la
tierra» (Mt 5,13), fué abajo abandonada en los confines de la tierra, so-
metida a los humanos sufrimientos. Y mientras le quitan con frecuencia
miembros, persevera íntegra como estatua de sal, a saber como sostén (o
firmamento) de la fe, que da firmeza a sus hijos y los envía por delante
hacia el Padre de ellos65 .
La mujer de Lot tiene su historia, y su prefiguración peculiar. IRE-
NEO permite distinguir dos planos, literal y alegórico.
Sentido literal. La historia denuncia significativos elementos:
65 IREN IV, 31, 3, 64ss: «Et cum haec fierent, uxor remanserat in Sodomis, jam non
caro corruptibilis sed «statua salis» (Gen 19,26) semper manens et per naturalia ea quae
sunt consuetudinis hominis ostendens, quoniam et Ecclesia, quae est «sal terrae» (Mt 5,13),
subrelicta est in confinio terrae, patiens quae sunt humana; et dum saepe auferuntur ab ea
membra, integra perseverat statua salis, quod est firmamentum fidei, firmans et praemit-
tens filios ad Patrem ipsorum». Véase mi art. Ecclesia sal terae 226ss.
 56 ANTONIO' ORBE, S.I.
1. lugar del fenómeno. La mujer de Lot salió de Sodoma, no de sus
confines o aledaños; en régimen intermedio entre la perdición de l'os
Sodomitas, y la salvación de Lot e hijas.
2. conversión en estatua de sal. Los Sodomitas mueren abrasados
por el fuego. No así la mujer de Lot. Queda convertida en estatua de
sala. "Jam non caro corruptibilis sed statua salis". La Escritura no lo
presenta como castigo, e invita veladamente a estudiar las propiedades
de la estatua.
3. propiedades de la estatua de sal. Se reducen a tres:
a) perseverancia, b) en menstruación, c) en integridad.
Perseverancia («semper manens»). Era tradición atestiguada desde
Sap 10, 7 por JOSEFO, CLEMENTE ROMANO y otros66. La estatua de sal
permanecerá, según parádosis hebrea, hasta la resurreción de los
muertos.
b) En menstruación. TUNEO acoge una creencia ignorada en escri-
tos anteriores. La estatua padece, como mujer estéril, la regla: «per
naturalia67 ea quae sunt consuetudinis hominis»68. La menstruación va
con alguna pérdida («dum saepe auferuntur ab ea membra»).
c) En integridad. La estatua, no obstante los fenómenos consuetu-
dinarios en mujer, manteníase entera. Lo que perdía por el flujo ganaba
o recuperaba de otra forma.
Sentido espiritual. La mujer de Lot, convertida en estatua de sal,
prefigura a la Iglesia sal de la tierra. La «statua salis» (de Gen 19,26) es
figura de la «sal terrae» (Mt 5,13). IRENEO lleva la prefiguración a mu-
chos particulares, en conformidad con los que acabamos de señalar.
1. lugar del fenómeno. La Iglesia simbolizada por la mujer de Lot
es la Iglesia terrena, Esposa de Cristo. «Subrelicta in confinio terrae»,
vive en los confines de la tierra, entre la vida terrena (de los Sodomitas)
y la celeste (de Lot en el monte). Terrena y celeste a partes iguales,
pertenece a la tierra de donde sale, y al cielo hacia donde se dirige.
2. conversión en sal de la tierra. Abandonada por el Esposo en la
tierra, como estatua de sal, la Iglesia tiene doble simbolismo: estatua o
columna, signo de firmeza («firmamentum fidei», «firmans filios»); y de
'6 Comprobantes en Ecclesia sal terrae 230.
67
Esto es «per partes sexuales». Cf. A. CORNELIUS CELSUS, De medicina 4, 28, 1: 5, 20,
4; 5, 26, 13; 7, 28; CoLum. De re rust. 6, 27, 10; JUSTIN. Hist. phil. 1, 4, 2. Para «natura»
como órganos generativos, CIC., de nat. deorum 3, 56; de divin. 1, 36 et passim.
El dato pasó al poemita Sodoma, entre las obras de S. CIPRIANO, ed. HARTEL III,
294 vv. 119-126.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 57
sal, para conservación de sus hijos, a quienes encamina hacia el Padre
(Cristo)69 .
3. propiedades de la Iglesia, sal de la tierra.
a) Perseverancia. A pesar de su condición terrena, la Iglesia, «sal
terrae», durará hasta la consumación de los siglos. Mientras subsista el
mundo, se dejará sentir en él como principio de conservación, y sacrifi-
cio agradable a Dios.
b) En menstruación. En régimen de sufrimientos y de persecución.
La Iglesia celeste no conoce tal fenómeno. Nadie la persigue ni atenta
contra su integridad, arrebatándole hijos. Los sufrimientos afectan a la
Iglesia terrena; a la que, por su apartamiento del Verbo Esposo, padece
flujo y engendra hijos en dolor. La menstruación de la Iglesia terrena
explica su esterilidad en un sentido altísimo. Dícese estéril la que no
tiene hijos; y también la que no los retiene en vida. La Iglesia «sal
terrae» engendra hijos para el reino de su Esposo, cuando al parecer los
pierde, con la persecución, para sí". Su verdadera fecundidad para el
cielo descansa en la esterilidad para la tierra.
c) En integridad. El fenómeno había sido relevado por S. JUSTINO y
otros para la Iglesia terrena. Cuanto más perseguida fuese, en sus
miembros, más se multiplicaban estos'. Columna de sal, firmamento de
la fe, la Iglesia se mantiene en pie, íntegra, a través de las persecucio-
nes. No con la integridad de la Iglesia celeste, sino con la de una madre
trabajada en la tierra, que envía por delante a sus hijos, mártires, hacia
Cristo, su Esposo, para salvarlos. Ella permanece abajo, en los confines
de la tierra; mientras los mártires, sus hijos, se dirigen a Cristo, envia-
dos por ella, en continuo flujo de la tierra al cielo.
***
La mujer de Lot, estatua de sal, se presenta al margen de toda
peyoración, como figura de la Iglesia inserta y perseguida en el mundo.
Esposa de Cristo, lejos de corromperse por comunión con la tierra,
supera las contrariedades y persecuciones habituales en ella, confirma
Véase Ecclesia sal terrae 227-229.
70
Cf. Epideixis 94.
71 JUST., dial 110,4: «Nos decapitan, nos clavan en cruces, nos arrojan a las fieras... y
nos someten a toda clase de tormentos. A la vista está que no apostatamos de la fe. Antes
cuanto mayores son nuestros sufrimientos tanto más en número se hacen, mediante el
nombre de Jesús, los creyentes y devotos de Dios»; A Diogn. 6, 9; 7, 8; TERT. , Apolog. 50
ante fin.: «Plures efficimur, quoties metimur a vobis. Semen est sanguis christianorum».

58 ANTONIO" ORBE, S.I.
en la fe a sus hijos, les sostiene hasta la muerte, y los encamina hacia su
Esposo celeste. - ellos alegre y gozosa de la partida, como si fuera invitada a un banquete
Ocurre empero preguntar: ¿A dónde envía la Iglesia terrena a los
mártires, sus hijos?
La respuesta, al parecer, no ofrece dificultad. Se los envía a su
Padre de ellos, a saber al Verbo (humanado), no a Dios Padre". Nueva
pregunta: ¿Se los envía directa e inmediatamente a presencia del
Verbo?
Según IRENEO, el propio Cristo, a su muerte, no subió derechamen-
te de la cruz a Dios Padre. Mucho menos — discípulos no superiores al
Maestro (Lc 6,40) — irán las almas de los mártires derechamente de
este mundo a Dios Padre. ¿Irán siquiera a presencia del Cristo glorioso?
En la ideología de IRENEO, parece que no; sobre todo, en la hipótesis de
que Cristo esté glorificado en presencia de Dios Padre.
Subirán a un lugar celeste invisible, de donde — en la final resu-
rrección (y consumación) — unidas a sus cuerpos gloriosos irán al lugar
definitivo de Salud, a vista de Dios Padre".
De donde el perfil del Verbo empleado repetidas veces por IRENEO.
No son los mártires directamente enviados (con el verbo «mittere») por
la Iglesia al Padre (Verbo) o a su reino. Son enviados por delante (con
el verbo «praemittere»). No directamente a presencia del Padre (Ver-
bo), sino hacia el Padre (Verbo), a un lugar celeste invisible, vestíbulo
del definitivo de la Salud, en espera aún de la resurrección final.
Tanto el vocabulario como la mentalidad de IRENEO se echan de ver
en la Carta de las iglesias de Viena y Lión, a propósito de los mártires:
Y la bienaventurada Blandina, la última de todos, como noble
madre" que ha infundido ánimos a sus hijos y los ha enviado por delante
n Véase arriba p. 55.
n Cf. IREN V, 31,2,40ss: «Cum enim Dominus "in medio umbrae monis abierit" (Ps
22,4), ubi animae mortuorum erant, post deinde corporaliter resurrexit et post resurrectio-
nem assumptus est, manifestum est quia et discipulorum ejus propter quos et hace operatus
est Dominus animae abibunt in invisibilem locum definitum eis a Deo et ibi usque ad
resurrectionem commorabuntur sustinentes resurrectionem; post recipientes corpora et
perfecte resurgentes, hoc est corporaliter, quemadmodum et Dominus resurrexit, sic ve-
nient ad conspectum Dei. "Nemo est enim discipulus super magistrum: perfectus autem
omnis erit sicut magister ejus" (Lc 6,40). Quomodo ergo magister noster non statim evo-
laos abiit sed sustinens definitum a Patre resurrectionis suae tempus, quod et per Jonam
manifestatum est, post triduum resurgens assumptus est, sic et nos sustinere debemus defi-
nitum a Deo resurrectionis nostrae tempus praenuntiatum a prophetis, et sic resurgentes
assumi quotquot Dominus hoc dignos habuerit».
Figura de la Iglesia. Véase la Nota justificativa de A. ROUSSEAU para IRENEO III,
16,4,149s (SC 210 p. 322).
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 59
victoriosos hacia su Rey (3Tpóg Tóv &talla), después de hacer tam-
bién ella el recorrido de todos los combates de sus hijos, volaba hacia
de bodas y no arrojada a las fieras".
Blandina simboliza a la Iglesia, madre de mártires, a los cuales
envía por delante hacia su Rey de ellos (y Esposo de ella).
Antes aún de la muerte del propio Cristo, hablase dado el fenóme-
no. Los Inocentes de Belén se adelantaron al Reino de Cristo; no a
presencia de Cristo'.
IRENEO vuelve sobre la exegesis de la mujer de Lot en una página
paralela a la que vamos analizando:
Por eso, en todas partes, por el amor que tiene para Dios, envía la
Iglesia por delante, en todo tiempo, hacia el Padre multitud de mártires.
Al paso que todos los demás no solo son incapaces de revelar a su haber
tal cosa, sino que ni siquiera afirman que tal martirio sea necesario...
Unicamente la Iglesia soporta con pureza el oprobio de quienes padecen
persecución por la justicia (cf. Mt 5,10) y toleran todas las penas y son
llevados a la muerte por el amor a Dios y la confesión de su Hijo. Debili-
tada con frecuencia, y al punto acrecentada de miembros y vuelta a su
integridad; como también su figura (o typos), a saber la estatua de sal
(«salis figmentum») de la (mujer) de Lot (cf. Gen 19,26).
La mujer de Lot, convertida en estatua de sal («salis figmentum»),
prefigura a la Iglesia que en todas partes y en todo tiempo envía por
delante muchos mártires hacia el Padre (Cristo), su Esposo.
Una vez más aparece el verbo «praemittere ad» con tecnicismo
análogo aplicado a los mártires.
75 EUSEBIO, HE V, 1, 55.
76 IREN III, 16,4,147ss: «Propter hoc et pueros eripiebat qui erant in domo David,
bene sortiti illo tempore nasci, ut eos praemitteret in suum regnum, ipse infans cum esset
infantes hominum martyras paraos, propter Christum qui in Bethlehem natus est Iudaeae
in civitate David interfectos secundum Scripturas».
77 IREN IV, 33,9,149ss: «Quapropter Ecclesia omni in loco ob eam quam habet erga
Deum dilectionem multitudinem martyrum in omni tempore praemittit ad Patrem, reliquis
autem omnibus non tantum non habentibus hanc rem ostendere apud se, sed neque quidem
necessarium esse dicentibus tale martyrium... Opprobrium enim eorum qui persecutionem
patiuntur propter justitiam et omnes poenas sustinent et mortificantur propter eam quae
est erga Deum dilectionem et confessionem Filii ejus, sola Ecclesia pure sustinet, semper
debilitata et statim augens membra et integra fiens, quemadmodum et typus ejus quae fuit
illius (uxoris?) Lot salis figmentum».

60 ANTONIO ORBE, S.I.
Es la Iglesia, prefigurada en la mujer de Lot, estatua de sal, la que
los envía por delante al Padre Cristo.
El cotejo sistemático del fragmento último (IREN IV, 33,9) con el
que analizamos (IREN IV,31,3) nos llevaría lejos. Baste llamar aquí la
atención sobre un elemento de importancia. ¿A quiénes impugna IRE-
NEO, en su exgesis de la mujer de Lot?
Por solo IREN IV,31,3 se inclinaría uno a pensar en los valentinia-
nos. Elevada la mujer al simbolismo de la Iglesia, Esposa del Verbo
representado en Lot, el Obispo de Lión daría perfecta unidad a los dos
Testamentos, situando a la Esposa (Iglesia) en el A.T., y al Esposo
(Cristo) en el N.T. y proyectando a los hijos de la Iglesia terrena hacia
el Verbo Cristo. Esto que «a priori» evoca el dualismo de A. y N.T. ,
vendría confirmado con las líneas de IREN IV,33,9,151ss:
Reliquis autem omnibus non tantum non habentibus hanc rem osten-
dere apud se, sed neque quidem necessarium esse dicentibus tale marty-
rium: esse enim martyrium verum sententiam eorum, nisi unus aut duo
aliquando, per omne tempus ex quo Dominus apparuit in terris, cum
martyribus nostris quasi et ipse misericordiam consecutus opprobrium
simul bajulavit nominis (cf. 1 Pe 4,14) et cum eis ductus est, velut adjectio
quaedam donata eis.
He ahí la nota peculiar del verdadero martirio, según los discípulos
de VALENTIN. Denunciada asismismo por CLEMENTE AL. 78. Es muy pro-
bable que al oponer a la actitud de la magna Iglesia, ante el martirio, la
de «todos los demás», pensase IRENEO en la doctrina común a muchos
gnósticos, y no simplemente en los valentinianos. Serían los gnósticos
que tenía en cuenta el Presbítero en precedentes capítulos. Todos ellos
invocarían como único verdadero martirio el testimonio de la propia
conciencia; y se creerían libres para apostatar en público del Dios Crea-
dor y huir de los tormentos y oprobios de la persecución.
Con esta ocasión apunta sin embargo el Obispo de Lión un elemen-
to irreductible a los valentinianos:
Unicamente la Iglesia soporta con pureza («sola Ecclesia pure susti-
net») el oprobio de quienes padecen persecución por la justicia y aguan-
78
IV, 4,16,3: «Afirman que es verdadero martirio la "gnosis" del Dios que
realmente es». Véase lo que dijimos en Los primeros herejes ante la persecución, Roma
1956 p. 242ss (Cap. IX: El verdadero martirio y confesión valentinianos).
61
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO
tan todas las penas y son conducidos a la muerte por el amor a Dios y la
confesión de su Hijo".
El sintagma «pure sustinet» resulta decisivo. Según IRENEO, aparte
la Iglesia, hay quienes soportan oprobios, penas y aun la muerte por
amor a Dios y confesión de su Hijo. Mas no puramente. El Obispo de
Lión piensa en los marcionitas.
Efectivamente — escribe el anónimo montanista — de las otras he-
rejías algunas tienen numerosísimos mártires, y no por esto vamos a pres-
tarles asentimiento ni a confesar que poseen la verdad. Los primeros, al
menos, los que se llaman marcionitas por seguir la herejía de MARCION ,
también ellos dicen que tienen mártires innumerables, pero a Cristo mis-
mo no lo confiesan conforme a la verdad'.
IRENEO condena como impura la actitud de tales marcionitas frente
a la confesión de la fe. La exegesis espiritual de la mujer de Lot solo
conviene a las persecuciones y martirios de la magna Iglesia. Con él
concuerda CLEMENTE ALEJANDRIN081. Aunque los marcionitas tengan
que sufrir persecuciones y hasta muertes, al exterior, como los miem-
bros de la magna Iglesia, solo ésta — según Ireneo — sufre con pureza
el oprobio de los perseguidos, tolera limpiamente las penas y va a la
muerte por el amor al verdadero Dior y la confesión de su Esposo, el
Verbo hecho hombre. Como sufría con pureza la estatua de sal los fenó-
menos consuetudinarios, perdiendo para sí los miembros que ganaba
para su Esposo.
***
IRENEO hace valer las propiedades de la sal. La estatua de sal prefi-
gura la sal de la tierra. La mujer de Lot la Iglesia terrena, esposa de
Cristo, en régimen transitorio para sus miembros.
Los habitantes de Sodoma se corrompen como carne. Lot y sus
79 IREN IV, 33,9,159 ss.
80 EUSEBIO, HE V, 16,21.
se precipitan en la
81
Strom IV, 4,17: «También nosotros desaprobamos a los que
Hay en efecto algunos, no de los nuestros, que tienen de común con nosotros solo
muerte.
al nombre (de Cristianos). Los cuales bullen por entregarse, por odio del Creador; desgra-
ciados, deseosos de morir. Estos, afirmamos nosotros, se quitan la vida sin martirio aunque
vengan flagelados en público, porque no conservan el carácter del auténtico martirio por
no reconocer al verdadero Dios, y se lanzan a una muerte vana, como los gimnosofistas
indios a inútil hoguera». Cf. HARNACK, Marcion2 p. 150 n. 4.

62 ANTONIO ORBE, S.I.
hijas se salvan en el monte. La mujer de Lot y sus miembros se libran de
la corrupción, se afirman en la fe con las persecuciones del mundo, y-se
encaminan con el martirio a la Salud en seguimiento de Cristo.
El Obispo de Lión prescinde de lo que motivó la conversión de la
mujer en estatua de sal. Urge en cambio el paralelo con la Iglesia, sal de
la tierra. El fenómeno obedece, para el autor de la Escritura, a una
dispensación superior. En armonía con la relación Iglesia (terrena)/
Cristo. No contento con urgir tal relación, declara IRENEO la eficacia
materna de la Iglesia, en su condición terrena; no corrompida como
Sodoma, sí perseguida por el mundo. La separación de Lot que sube al
monte con sus hijas82, y su mujer que se queda como estatua de sal, hace
imposible su unión matrimonial. La mujer de Lot permanece abajo a
merced de las leyes de la materia. Se le traducen estas en dolorosa pér-
dida de miembros. La mujer en el menstruo no engendra; apunta a
engendrarlos. Esposa de Cristo, la Iglesia terrena los engendra pareci-
damente en dolor, arrancados por la persecución. En apariencia los
pierde para sí. De hecho los gana para Cristo hacia el cual los encamina
como a Esposo suyo y Padre de ellos. El drama de la mujer de Lot
prefigura de esta suerte la Iglesia de los mártires; y exalta como a tal,
por única verdadera, a la grande Iglesia.
A modo de conclusión
El Presbítero que inspira buena parte del libro IV de IRENEO enun-
cia varios principios de exegesis. Si la Escritura — es uno de ellos — no
se significa sobre algunos actos y no los condena, conviene inquirir, si es
posible, la Dispensación a que obedecen. El caso se da en la historia de
Lot, con la unión, al parecer, incestuosa de Lot con sus hijas, y la con-
versión de la Mujer de Lot en estatua del sal.
La doctrina del Presbítero pasa a IRENEO. A diferencia de ORIGENES
que se atiene al orden de la Escritura, y trata primero de la Mujer de
Loe', y solo después de la unión Lot/hijasTM, IRENEO estudia primero el
drama de la cuevas' y a continuación el de la Mujer estatua de salTM.
Cf. J. FERNANDEZ LAGO, La montaña en las Homilías de Orígenes, Santiago de
Compostela, 1993 p. 173ss.
Homil. V in Genesim 2.
84 Homil. V in Genesim 3ss.
85 IREN IV, 31,1-2.
86 IREN IV, 31, 3; cf. IV, 33, 9.
LOS HECHOS DE LOT VISTOS POR SAN IRENEO 63
¿Había algún misterio en la inversión del orden? Probablemente el
Presbítero comenzaba por salvar el caso más escandaloso, y seguía con
el menos difícil. Influyó tal vez el orden que hacían valer los herejes,
para desautorizar ante todo el ejemplo de Lot, y luego el de su Mujer.
A nuestro intento el orden importa poco. Afortunadamente IRE-
NEO sigue un plan claro en la exegesis de los dos hechos: primero, el
sentido literal o histórico; y enseguida (a veces con interferencias fáciles
de señalar) su prefiguración o sentido espiritual.
El método del Santo tiene su razón de ser. Los herejes, sus adver-
sarios, fijos en el sentido obvio literal, se niegan a todo otro sentido. El
incesto es insalvable; y la ligereza de la Mujer también. IRENEO en cam-
bio suspende el juicio de los hechos, mientras pueda descubrir otro va-
lor. Atento a la dignidad de la Escritura Antigua, y a la tradición apos-
tólica del Presbítero, en que se inspira, halla modo de interpretar los
hechos, como exponentes de una real altísima Dispensación.
Los dos hechos dan lugar a sendas partes: Parte Ia Lot y sus dos
hijas; Parte IIa la mujer de Lot.
Le exegesis de IRENEO es de gran precisión y densidad; digna por
tanto de escrupuloso análisis. Tiene en cuenta la actitud heterodoxa,
singularmente valentiniana, que asigna el Testamento Antiguo (simbo-
lizado en la hija mayor de Lot) a un padre — el dios demiurgo (psíqui-
co) — y el Testamento Nuevo (simbolizado en la hija menor) a otro
padre — el Verbo. Frente a los herejes urge el origen, de un único y
mismo Padre (Verbo de Dios), de los dos Testamentos Antiguo y Nue-
vo (resp. de los dos pueblos Judío y Cristiano). En la comunión Lot/
hijas, Lot prefigura al Verbo; las hijas los dos Testamentos (y pueblos)
Antiguo y Nuevo. El Verbo, en su unión con los Testamentos, actúa
como Verbo humanamente glorioso, origen del «semen vitale» o Espíri-
tu santificante. El acto prefigurado ha de situarse a raíz de la muerte y
resurrección del Verbo: con eficacia sobre la naturaleza humana, co-
mún a los dos Testamentos. Al margen de las líneas capitales de la
Dispensación, figuran elementos complementarios. Así el Espíritu del
Verbo emanado como «semen vitale» sobre los dos pueblos Judío y
Cristiano; y la identidad Verbo =Padre que no afecta al Logos como tal,
ni siquiera al Logos simplemente encarnado, sino al Verbo, a raíz de la
muerte y resurrección, origen del Espíritu de filiación.
Más simple, la Parte IIa descubre en la Mujer de Lot «estatua de
sal» la figura de la Iglesia de los mártires. También aquí, al margen del
tema primordial, aparecen elementos de interés. Tales las propiedades
de la estatua de sal; mujer libre de corrupción, pero sometida al mens-
 64 ANTONIO ORBE, S.I.

truo, firme e íntegra a través de las persecuciones y martirio de sus

miembros. Propiedades que solo convienen a la grande Iglesia.
La riqueza, siempre asociada a las líneas de 1RENEO, contrasta-con
la pobreza que acompaña a la exegesis peyorativa de la historia de Lot.
Lejos de encerrarla entre categorías paleotestamentaria, IRENEo la abre
a la más honda cristología y eclesiología neotestanientaria.

ANTONIO ORBE, Si.

SUMMARY

Among the exegetical norms of the "priest" who inspired a great deal of the
work of Irenaeus (adv: haer: IV), is found the following: Whenever the Scrip-
ture makes reference to actions apparently immoral, without condemning them,
it is not for us to condemn them. We must try tu discover. as far as possible, the
Dispensation to which they obey. The norm is applied as in paradigm to the
union of Lot to his daughters, and to the conversion of his wife into a statue of
salt. The "priest" explains the Dispensation of both facts. The union of Lot with
the daughters prefigures ('secundum Spiritum') the union of the Word glorified
in his humanity with the nature common to the two Testaments, the Old or
Jewish and the New or Christian. The conversion of the woman into a statue of
salt anticipates, by the cicumstances of tradition which surround it, the fruitful-
ness of the Church, mother of martyrs.