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LOS MALAJIM CAIDOS Y LOS NEFILIM

Yosef ben Leví

1. Gn. 6: LOS NEFILIM Y LOS ANGELES CAIDOS.

Gn. 6,4: Había gigantes en la tierra en aquellos días,


y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres,
y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad
fueron varones de renombre. (RV.60)

Mirar también 2ª P. 2,4.:


- 2Pedro 2:4 Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que
arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser
reservados al juicio; -RV60.

(Aparece también en Libro de Los Jubileos cap. IV; en Enoc cap. VI y VII;

Primero tendríamos que preguntarnos ¿Qué sentido tiene que sean seres celestiales que después de
una lucha celestial han sido expulsados a la Tierra y ahora se dedican a procrear? ¿Con el objetivo de
pervertir una Creación que luego se redime? ¿Es que acaso no lo fue ya en Gn. 3,15 en una caída
primera de Javá?

Y suponiendo que sean seres celestiales que no se han rebelado contra el Eterno ni han sufrido
ninguna expulsión, ¿Podríamos imaginar a esos seres procreando con humanas por puro placer?

La cuestión principal, es que no tenemos nada parecido en toda la Escritura, pero si tenemos el
aspecto de la alternativa a una traducción más coherente a todo el contexto sobre este concepto de
malajim en el TaNaJ.

Pero primero analicemos. La aparente relación que se hace con 2ª de Kefa, es solo una aplicación a
modo de ejemplo típica hebrea que hace el shaliaj. En Kefa se habla de falsos profetas y maestros;
estos se han enorgullecido y han fabricado herejías que son causa de división entre los mismos
yahudim. Y es entonces cuando enlaza este pasaje con el de los NEFILIM o ENGREIDOS QUE SE
HAN ENALTECIDO COMO GIGANTES O DICTADORES.

El texto dice en 2 Kefa 2,4 que ―Dios no perdonó a los ángeles que pecaron‖
DESTRADUZCAMOS DEL CASTELLANO AL HEBREO; y veremos que la palabra que vendría
aquí, sería MALAJIM….pero vayamos más allá y recordemos que la puntuación masorética siempre
obedecía a un contexto para entender el texto; así en lugar de hablar de seres invisibles con alas que
bajan del cielo a procrear, hablemos de REYES ENGREIDOS como gigantes. Y esto es del todo
legal porque la forma para reyes es MELAJIM; la misma raíz, las mismas letras.

Y volviendo al texto de Gn. 6. …La otra corriente, en la cual encontramos a Ibn Hezra, Abarbanel,
Luzzatto, entre otros, sostiene que Bené Elohim son seres humanos. En los albores mismos de lo que
más tarde será la base de la exegesis bíblica Onkelos traduce ‫רברביא בני‬- Hijos de nobles-, hijos de
personas importantes o hijos de los fuertes.
Además sabemos que para hablar de ―Elohim‖ no implica hablar de seres celestiales, sino de jueces
como dice Sal. 82,6-7.

Gn. 6,2: Para el hecho de que esos gobernantes corruptos engreídos ―tomaron mujeres‖ la idea que
propone Najmanides es que tomaron por la fuerza en acto de violación a las mujeres y en perversión.

Gn. 6,4: Cuando habla de ―gigantes en la tierra‖ está haciendo referencia a la forma hebrea: - ְִ‫ פיל נ‬-
S5303, que traduce como: patán, derribador, tirano. Estos gigantes o hijos de Anac como dicen los
espías enviados por Josué (Nm. 13,33), implican precisamente un grupo bien determinado de
dictadores como nunca antes lo había habido sobre la Tierra. Todo ello, era nuevo para las primeras
civilizaciones.

Además esta palabra, viene de una raíz que es –NAFAL- que significa: ―caer‖; aparece solo en dos
ocasiones aquí y en Nm. 13,33 con los espías.

Otro de los argumentos a tomar en cuenta es que la descendencia de LOS HIJOS DE DIOS, sea
proveniente de los hijos de Set o Caín.

Volviendo al tema de la carta de Kefa. La palabra TARTARO, solo puede ser entendida en la
mitología griega como un dios. Esta palabra solo aparece aquí. Pero bajo el contexto hebreo, el
tártaro podría implicar las tinieblas, abismos o regiones inferiores no físicas; estas regiones son los
aspectos también en que una persona puede encontrarse en forma alegórica, cuando vive en tinieblas.

El Tártaro es visto como un lugar del inframundo y también como deidad. El Tártaro
era un lugar mucho más profundo que el Hades. Así como el Tártaro, el Hades Griego
fue considerado como deidad y un lugar donde habitaban las almas de los muertos. Más
tarde, con los romanos, que siguieron muchas tradiciones de la mitología
helénica, aplicaron el concepto de Tártaro al lugar en la que iban las almas pecadoras.
El poeta Virgilio describe el lugar como muy inmenso, rodeado del incandescente rio
Flagelonte y de grandes murallas que lo hacían inaccesible para el escape. Los
pecadores eran castigados allí por sus obras terrenales.

Así, se podría decir que, los malajim - mensajeros, jueces con rango autoritativo de aquella época y
aun puede ser de nuestro tiempo transgredieron al Creador y al hacerlo el mismo Eterno los dejo en
sus propios deseos carnales, encadenados en ese “abismo de tinieblas” que toda persona puede
―caer‖ y de esta manera reserva juicio para sí mismo. El texto de Yehudá también puede aplicarse a
esto:
Yehuda 1:6

Y a los malajim que no mantuvieron su posición de autoridad, sino que abandonaron su


propia morada, los tiene perpetuamente encarcelados en oscuridad para el juicio del gran Día.

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LOS HIJOS DE DIOS


Se piensa que este concepto es en referencia únicamente a malajim o seres espirituales en el TaNaJ.
Pero ¿es esto correcto?

Los bené elohim, también se usa con respecto a seres humanos que creen en Dios, Su poder y Su
justicia, de ahí el término elohim. Y mientras se argumenta que aparece en textos apócrifos como el
apócrifo de génesis o el de Enoc, el Targum de Onkelos traduce ‫ בני רברביא‬- Hijos de nobles-, hijos
de personas importantes o hijos de los fuertes. Tampoco es muy lícito añadir autores con influencias
helénicas como fuera Filón de Alejandría y otros autores griegos para aclarar este pasaje, ya que para
ellos y la idolatría pagana, si existía esta posibilidad en el panteón de Zeus.

También tenemos los testimonios de Abarbanel, Maimónides o Najmanides diciendo que son seres
humanos. Así Najmanides el RambáN ha entendido que estamos frente a un caso de perversión
sexual donde: ‗Los hombres tomaban a las mujeres en contra de la voluntad de las mismas — y la
Tora lo relata como injusticia — amen de posesionarse de mujeres desposadas.‖

Pero recordemos que cualquier persona que ama al Eterno y guarda Su Palabra, es considerado un
hijo.
Cuando en los escritos hebreos aparece frases como Ben haEl (‫)בן האל‬, Ben Elohim (‫)בן אלהים‬, o Ben
Elóa (‫)בן אלוה‬, entre otras, lo más común es que se traduzca a otros idioma como ‗Hijo de Dios‘, en
caso del español o ‗Son of God, en caso del inglés, como si dicha frase significara ‗un ser divino‘,
sin embargo esa es una pésima traducción del idioma hebreo.

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LOS NEFILIM
Recordemos que su raíz significa CAER, pero no del cielo, sino en pecado. Es decir son personas
que eran justas en Dios. Cuando se habla de ―valientes‖ en 6,4 se entiende como ―hombres fuertes,
déspotas o soberbios como en Iov. 15,25 o 36,9 y Sal. 101, 5 cuando se habla de los ojos altaneros.
En estos casos se usa la misma raíz que para GUIBOR. - 1361. - Se usa también con este
‫גּבה‬
sentido y raíz en Is. 3,16; Ez. 28,2; Sal. 101,5; Ecl. 7,8.

Para avalar la teoría sobre la existencia de seres híbridos gigantescos en estatura física, usan libros
apócrifos como el de jubileos, apócrifo de bereshit, Enoc, o el de los gigantes de Qumran. Pero
hemos de recordar que son escritos en hebreo y arameo, y que la palabra usada allí es la misma cuya
raíz es nafal y eso no implica la existencia de lo creado más tarde por photoshop. Pero además, no se
puede establecer una doctrina sobre la existencia de un ente maligno que se reveló un día en el cielo,
en base a literatura apócrifa altamente simbólica sin tomar en cuenta su contextualización hebrea.
Recordemos el aspecto de hagadá y masal o hipérboles que contemplan los escritores antiguos. (El
tema de estos libros apócrifos se verá más ampliamente en la sección dedicada a ellos).

BREVE COMENTARIO A LOS APOCRIFOS Y LOS GIGANTES

Libro de Enoc: (de la biblia etíope); presenta una descripción más detallada sobre los gigantes
bíblicos (3000 codos!!!!). El diluvio universal, y como consecuencia la destrucción de toda la
humanidad fue provocada por estos seres (cap. 10:1-9), que no habrían sido creados según los
planes de Dios, (cap. 10:15-16). Y cap.15, no tienen capacidad espiritual y por tanto no tienen
resurrección.

Libro de los Jubileos: (de la biblia etíope), complementa la historia presentada en el Libro de Enoc.
Baruc: "Allí nacieron los famosos gigantes de los primeros tiempos, de gran estatura y expertos en
la guerra. Pero no fue a ellos a quienes Dios eligió y les dio el camino de la ciencia; ellos perecieron
por su falta de discernimiento, perecieron por su insensatez". (Baruc 3:26, 3:27 ,3:28).

Libro de la Sabiduría: (un libro Deuterocanónico de la Biblia) "Así también, al comienzo, cuando
murieron los orgullosos gigantes, la esperanza del mundo se refugió en una balsa (Arca de Noé) que,
conducida por tu mano (Yahvé), dejó al mundo la semilla de una nueva humanidad". (Sabiduría 4:6)

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¿GIGANTES O PERSONAS GRANDES?

Hay comentaristas que creen ver estos nefilim transformados en gigantes de tamaño real, fruto de la
unión de ángeles caídos con mujeres humanas. Para ellos, son una especie de híbridos malignos que
vivieron en la tierra y citan por ejemplo:

El gigante irlandés, Charles Byrne (s. XVIII), nacido en Tyrone al norte de Irlanda. Su estatura es
de 2,28, superando a los 2,15 de Pau Gasol jugador de baloncesto de la NBA. Sencillamente nos
encontramos ante una persona normal y corriente como un jugador de baloncesto. Aunque a decir
verdad, han existido personas más altas que el Sr. Byrne como fuera el caso de Robert P. Wadlow
con 2,72 en Illinois (1918-1940) MISMA ALTURA QUE GOLIAT -6 codos y un palmo 1 S.
17,4-. O también John W. Rogan (1868-1905) era de etnia africana y midió 2,64. O Leonid Stadnyk
de Ucrania con 2,59. Hay un largo etcétera, pero como ejemplo estos tres son suficientes.

El fraude del gigante de Iowa. Otro caso que se cita es el caso de los restos de un gigante
encontrado en un pozo el 16 de octubre de 1869, en Iowa. Este gigante según ellos, medía 3.04 de
altura.

William Newell, que vio en el gigante petrificado un buen medio para obtener unos ingresos extra -y,
¡quién sabe!, a lo mejor poder dejar de trabajar- decidió desenterrarlo y exponerlo al público por la
módica cantidad de 25 centavos la visita. Como quiera que se corrió la voz y que la gente empezó a
agolparse frente al lugar, en sólo dos días el precio de la entrada había ascendido de 25 a 50
céntimos. Newell no tardó mucho en darse cuenta del valor de su gigante y poco tiempo después lo
vendió por 23.000 dólares de la época (una cantidad que hoy serían aproximadamente 420.000$, una
cifra nada desdeñable) a un grupo de cinco hombres.

Este consorcio trasladó el petrificado cuerpo del gigante a Siracusa, una ciudad del estado de Nueva
York en la que la afluencia de gente fue muchísimo mayor. Tanto que hasta el célebre Phineas
Taylor Barnum se llegó a interesar en su compra ofreciendo unos exhorbitantes 50.000 dólares. Ante
la negativa del consorcio a vendérselo, P.T. Barnum decidió que tendría su propio gigante petrificado
y encargó una réplica hecha en yeso que publicitó como el gigante original y que el de Siracusa era
una vulgar propia del suyo. Entonces, con dos gigantes petrificados, empezó la guerra sobre cuál era
auténtico, si alguno de ellos tan siquiera lo era y cómo casaba eso con la presunta ―creación‖ del
dios cristiano. Desde las universidades se alzaron voces anunciando el fraude ya que no conocían
ningún procedimiento por el que se consiguiese convertir la piel humana en piedra. Por el otro lado,
los creacionistas recalcaban que era la prueba de que, como anunciaba el Génesis, en tiempos
remotos había habido gigantes sobre la faz de la Tierra.

¿Quién tenía razón?

Pues la razón la tenían aquellos que defendían que se trataba de un engaño puesto que el gigante
petrificado nunca había sido un ser vivo. Todo nació de la mente de un empresario tabacalero,
George Hull. Hull era un hombre extremadamente escéptico en lo referente a la ―creación divina‖, y
para darle en las narices a los creacionistas decidió ―demostrar‖ la existencia de los gigantes
fabricando una escultura de yeso natural de un hombre yacente pero aumentando la escala. En 1.868
encargó un bloque de este material a una cantera de Iowa, diciendo que se trataba del material
necesario para erigir un monumento a Abraham Lincoln, presidente estadounidense que había sido
asesinado 3 años antes. Una vez que el bloque estuvo listo lo envió a Chicago, donde contrató a un
prestigioso escultor de origen alemán llamado Edward Burghardt, a quien ofreció una buena cantidad
de dinero a cambio de la escultura y, lo más importante, a cambio también de su silencio sobre la
naturaleza de la obra. Una vez que la estatua estuvo acabada decidieron dañarla de diversas formas
para simular el paso del tiempo. Le tiraron varios ácidos encima, le pintaron manchas e incluso lo
golpearon con un tablón repleto de clavos diminutos para simular los poros de la piel. Cuando estuvo
a su gusto trasladó el ―cuerpo‖ en tren hasta la granja de William Newell, quien casualmente era su
primo. Un año más tarde convenció a su primo de la necesidad de construír un pozo en un lugar
determinado de su granja. Cuando Newell accedió, el gigante petrificado salió a la luz y las
discusiones empezaron casi de inmediato. Un tanto divertido por la enorme magnitud que estaba
cobrando su broma (en la que, por cierto, se había gastado más de 2.500 dólares), Hull finalmente
decidió aclarar el asunto y dejar claro que el gigante de su primo era obra suya. Tras su confesión
publicada en los periódicos el día 10 de diciembre, P. T. Barnum comenzó a publicitar más su copia
alegando que esta sí que era real, lo que llevó a alguna gente a reírse descaradamente tanto de
Barnum como de la gente que pagaba por ver una imitación de un fraude. Barnum montó en cólera y
llevó a juicio a David Hannum, quien ganó notoriedad con la frase:

A cada minuto que pasa nace un mamón

Esta frase se refería a los cientos de crédulos que iban a ver al gigante petrificado, dando dinero a
espuertas a P. T. Branum por algo que se sabía que era un fraude. En el juicio se determinó que no
era posible juzgar a nadie por llamar engaño a un gigante falso, con lo que el bochorno para P. T.
Branum fue doble. Tiempo después se utilizó el gigante para una exhibición en la Exposición
Panamericana de 1.901.

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