Relación entre el Amo y el Esclavo

Alejandro Lozano Ayala

Universidad Nacional de Colombia – Ciencia Política
El presente documento ordena cinco perspectivas de abordaje para caracterizar la relación entre el amo y el
esclavo a partir del capítulo sobre “La verdad de la certeza de sí mismo” contenido en el libro “La
Fenomenología del Espíritu” de Hegel. En la primera columna se presentan los argumentos hegelianos sobre la
mencionada relación, y en la segunda columna de la primera página se esboza momentos de la autoconciencia
caracterizados por Hegel y necesarios para comprender la dialéctica estudiada. Sin embargo, en el documento
no se delimitan tres problemas básicos introducidos por el autor en el capítulo mencionado, a saber: La
caracterización de la vida, la determinación de la diferencia, y con ello el asunto de la negatividad.

En una segunda parte, se destacan algunas reflexiones de Jean Hyppolite, contenidas en el capítulo
“Autoconciencia y vida. La independencia de la autoconciencia”, contenido en el libro “Génesis y Estructura de
la Fenomenología del Espíritu de Hegel”. Hace falta igualmente presentar a la luz de esta obra el problema del
sentido y la alteridad del deseo, y el problema del reconocimiento.

Primera perspectiva: El amo, de la conciencia a la conciencia para sí (Independencia, coseidad, deseo, objeto,
otro)

• El amo es conciencia para sí y esto se • Con el primer momento la autoconciencia es como

presenta porque existe una mediación con otra
conciencia
• Hegel plantea que cuando se trata del amo se
alude a una conciencia cuya esencia
pertenece, al estar sintetizada, con el ser
independiente (Con la coseidad en general)
Nota: Es preciso subrayar que Hegel entiende esta
relación en términos de momentos, y destaca en el
marco de este primer trabajo de reflexión dos de
ellos.
• El amo se relaciona en un primer momento con
una cosa como tal, objeto del deseo
• El amo se relaciona en un segundo momento
con la conciencia, para la que la coseidad es lo
esencial, en tanto que él es el amo
Nota: a esta altura de la reflexión hegeliana se ha
planteado tres lugares para caracterizar la
coseidad: (a) La cosa como objeto. (b) La coseidad
en términos de ser independiente. (c) La coseidad
en general.
Atendiendo a estos dos momentos:
• El amo como concepto de la autoconciencia es
relación inmediata con ambos momentos
• Pero también de modo mediato se relaciona
con cada uno de ellos (momentos) por medio
del otro.
conciencia y para ella se mantiene toda la extensión del
mundo sensible; pero al mismo tiempo sólo como referida a
un segundo momento se alude a la unidad de la conciencia
consigo misma
• Para la autoconciencia el mundo sensible es una
subsistencia, que es solamente manifestación o diferencia,
que no tiene en sí ser alguno.
• El ser de la suposición, lo singular y contrapuesta a ella la
universalidad de la percepción, al igual que el interior vacío
del entendimiento no son ya como esencias sino como
momentos de la autoconciencia
• La autoconciencia es la reflexión que, desde el ser del
mundo sensible y percibido, es esencialmente el retorno
desde el ser del otro.
• Como autoconciencia es movimiento: en cuento se distingue
solamente a sí misma, como el sí mismo de sí. (La
diferencia es superada para ella de un modo inmediato
como un ser otro). La diferencia no es y la autoconciencia es
solamente la tautología sin movimiento del yo soy.
• Para la autoconciencia el ser otro es como un ser o como un
momento diferenciado, pero para ella también es la unidad
de sí misma
• La contraposición entre su fenómeno y su verdad sólo tiene
por su esencia la verdad, o sea la unidad de la conciencia
consigo misma; unidad esencial a la autoconciencia. Esta es
en general deseo.
• La conciencia como autoconciencia tiene un doble objeto:
(a) El objeto inmediato de la certeza sensible y de la
percepción que se halla señalado para ella con el carácter
de lo negativo. (b) Ella misma que es la verdadera esencia y
que de momento sólo esta presente en la contraposición del
primero.
(La autoconciencia se presenta como movimiento en que
esta contraposición se ha superado y deviene la igualdad de
sí misma con sigo misma)
• El objeto que para la autoconciencia es lo negativo, es a la
vez para nosotros o en sí, algo retomado a sí mismo, como
por su parte la conciencia. (A través de esta reflexión, en sí
mismo, el objeto ha devenido vida)

Segunda perspectiva: Amo y siervo (Relación mediata)

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 • El amo se relaciona al esclavo de un modo
mediato a través del ser independiente, pues a
esto precisamente es a lo que se halla sujeto el
esclavo
• Esta es la cadena del esclavo de la que no
puede abstraerse de la lucha; y por ella se
demuestra como independiente, como algo que
tiene su independencia en la coseidad

Nota: Tres asuntos es preciso recalcar: La relación

mediata a de ser considerada en este caso
atendiendo a: (1) la situación del amo como ser
independiente. (2) la naturaleza de esta
independencia en y desde la coseidad. (3) La
sujeción del esclavo atendiendo a los dos asuntos
anteriores.

De otra parte, Hegel caracteriza esta relación

mediata como lucha.

Tercera perspectiva: (Potencia. Lucha y negatividad)

Lugar del amo

• El amo es la potencia sobre este ser (el
esclavo) pues ha demostrado en la lucha que
solo vale como algo negativo, y al ser la
potencia que se halla por encima de este ser y
este ser, a su vez, la potencia colocada por
encima del otro, así en este silogismo, tiene
bajo sí a este otro
• El momento que corresponde al deseo en la
conciencia del amo, parecería tocar a la
conciencia del esclavo el lado de la relación no
esencial con la cosa. Mientras la cosa mantiene
su independencia
• Se reserva aquí la pura negación del objeto, y
con ella, el sentimiento de sí mismo sin mezcla
alguna.
• Esta satisfacción es algo que tiende a
desaparecer, pues le falta el lado objetivo o la
sustancia.

Cuarta perspectiva: Amo y esclavo (Relación mediata e inmediata) La cosa y el goce

• El amo se relaciona con la cosa de un modo

mediato, por medio del esclavo.
• El esclavo como autoconciencia en general, se
relaciona también de un modo negativo con la
cosa y la supera; al mismo tiempo la cosa es
para él algo independiente, no puede consumar
su destrucción por medio de su negación, sino
que se limita a transformarla.
• Por el contrario, a través de esta mediación la
relación inmediata se convierte, para el amo,
en la pura negación de la misma o en el goce,
lo que el deseo no logra lo logra él: acabar con
aquello y encontrar satisfacción con el goce
• El deseo no podía lograr esto a causa de la
independencia de la cosa; en cambio el amo
intercala al esclavo entre la cosa y él; se une a
la dependencia de la cosa y gozarla
puramente, abandonando el lado de la
interdependencia de la cosa al esclavo que la
transforma.

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Quinta perspectiva: Lugar del esclavo (Angustia y muerte) (Temor y formación)
• La servidumbre es autoconciencia
• Para el esclavo el amo es la esencia; por lo
tanto la verdad es para ella la conciencia
independiente y que es para sí.
• Esta verdad para la esclavitud no es todavía en
ella; sin embargo, tiene en ella misma esta
verdad de la pura negatividad y del ser para sí,
puesto que ha experimentado en ella misma
esta esencia.
• Esta conciencia se ha sentido angustiada por
su esencia entera, pues ha sentido miedo de la
muerte, del amo absoluto. Ello la ha disuelto
interiormente, la ha hecho temblar a sí misma y
ha hecho estremecerse cuanto hay de fijo en
ella.
(Esto es propiamente un movimiento universal
puro; fluidez de toda subsistencia; esencia
simple de la autoconciencia; absoluta
negatividad. El puro ser para sí que es así en
esta conciencia)
Temor y formación (Momentos)
• Sin disciplina del servicio y la obediencia, el
temor se mantiene en lo formal y no se
propaga a la realidad conciente de la
existencia.
• Sin la formación el temor permanece interior y
mudo y la conciencia no deviene para ella
misma.
• Si la conciencia se forma sin pasar por el temor
primario absoluto, sólo es un sentido propio
vano, pues su negatividad no es la negatividad
en sí, por lo cual su formarse no podrá darle la
conciencia de sí como de la esencia.
• Si no se ha sobrepuesto al temor absoluto, sino
solamente a una angustia cualquiera, la
esencia negativa seguirá siendo para ella algo
extraño, sus sustancia no se verá totalmente
contaminada por ella
Autoconciencia y vida. La independencia de la autoconciencia
(Perspectiva de lectura de Jean Hyppotite)
Combate por el reconocimiento
Lucha por la vida y la muerte
Potencia
• Pero el sentimiento de la potencia absoluta en
general y en particular la servidumbre es
solamente la disolución en sí, aunque el miedo
al señor es el comienzo de la sabiduría.
• La conciencia es en esto para ella misma y no el
ser para sí.
• Paro a través (mediación) del trabajo llega a sí
misma
Lugar del trabajo
• Es deseo reprimido. Desaparición contenida.
Trabajo formativo.
• La relación negativa con el objeto se convierte
en forma de éste y en algo permanente,
precisamente porque ante el trabajador el objeto
tiene independencia.
• Este término medio negativo o la acción
formativa es, al mismo tiempo, la singularidad o
el puro ser para sí de la conciencia que ahora se
manifiesta en el trabajo fuera de sí y pasa al
elemento de la permanencia.
• La conciencia que trabaja llega de este modo a
la intuición del ser independiente como de sí
misma (Significación positiva). La conciencia del
esclavo se convierte como puro ser para sí , en
lo que es.
• Paro también (Con relación al momento
señalado) se presenta una significación
negativa: el temor
Temor y formación
• En la formación de la cosa, la propia
negatividad, su ser para sí, sólo se convierte
para ella en objeto en tanto que supera la forma
contrapuesta que es
• Este algo objetivante negativo es precisamente
la esencia extraña ante la que temblaba. Pero
ahora destruye este algo negativo extraño, se
pone en cuanto tal en el elemento de lo
permanente y se convierte de este modo en
algo para sí mismo; en algo que es para sí.
• (a) En el señor. El ser para sí es para ella otro o
solamente para ella. (b) En el temor. El ser para
sí es en ella misma. (c) En la formación. El ser
para sí deviene como su propio ser para ella y
se revela a la conciencia como es ella misma en
y para sí.
Dialéctica del amo y del esclavo
(La relación del amo y del esclavo resulta de la
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• La autoconciencia hace de la experiencia de la
lucha por el reconocimiento, pero la verdad de
esta experiencia origina otra experiencia, la de
las relaciones de desigualdad en el
reconocimiento, la experiencia de la
dominación y la servidumbre.
• Al arriesgar la vida, la conciencia experimenta
que la vida es para ella tan esencial como la
pura autoconciencia. Por ello los dos
momentos, en un principio unidos, se separan.
• Una de las autoconciencias se eleva por
encima de la vida animal, en tanto que es
capaz de afrontar la muerte, al no tener miedo
a perder la subsistencia vital; dicha conciencia
pone como su esencia el ser para sí abstracto.
(Para escapar a la esclavitud la vida, es la
conciencia noble, la del amo, que es
reconocido efectivamente)
• Otra autoconciencia prefiere la vida a la
autoconciencia, y por tanto elige la esclavitud;
preservada por el amo, esta conciencia es
conservada como se conserva una cosa,
reconoce al amo y no es reconocida por él.
• Los dos momentos, el del sí mismo y el de lo
otro, aparecen aquí disociados.
• El si mismo es el amo, que niega la vida en su
positividad, el otro es el esclavo, que sigue
siendo una conciencia, pero sólo la conciencia
de la vida como positividad, una conciencia en
el elemento del ser o en la forma de la
coseidad.
• Así como la oposición de los hombres conduce
a la dominación y a la esclavitud, así también la
dominación y la esclavitud conducen a la
liberación del esclavo por medio de una
inversión dialéctica. En la historia, el verdadero
señorío pertenece al esclavo trabajador y no al
noble que no ha hecho más que poner en
juego su vida descartando la mediación del ser
ahí vital.
• El amo expresa la tautología del yo=yo, la
autoconciencia abstracta inmediata
• El esclavo expresará la mediación esencial a la
autoconciencia y no percibida por el amo. Es
justamente efectuando de esta forma conciente
esa mediación domo se liberará el esclavo.
• Los dos momentos de la autoconciencia, el sí
mismo y la vida, se enfrentarán ahora como
dos figuras originales de la conciencia
lucha por el reconocimiento)
• El amo no es solamente el concepto de la conciencia para
sí, sino su realización efectiva, es decir, que es reconocido
por lo que es.
• El amo sólo es amo porque es reconocido por el esclavo, su
autonomía se debe a la mediación de otra autoconciencia, la
del esclavo.
• Al relacionarse con el esclavo que le reconoce, el amo se
relaciona también, por intermedio de aquél, con el ser de la
vida, con la coseidad.
• El amo se relaciona mediatamente con el esclavo y
mediatamente con la cosa. El amo se relaciona con el
esclavo por intermedio de la vida (En efecto, el esclavo no
es propiamente esclavo del amo, sino de la vida, es esclavo
justamente porque ha retrocedido ante la muerte, a preferido
la esclavitud a la libertad en la muerte y, por consiguiente,
no es tanto el esclavo del amo como el esclavo de la vida.
• El amo ha manifestado su elevación por encima de este ser,
a considerado la vida como un fenómeno, un dato negativo
y, justamente, es amo del esclavo a través de la coseidad.
• El amo se relaciona con la cosa por medio del esclavo,
puede gozar las cosas, negarlas completamente y de esta
manera afirmarse a sí mismo completamente: la
independencia del ser de la vida, la resistencia del mundo
ante el deseo, no existen para él.
• El ser esclavo es la vida y, por tanto, no es autónomo, sino
que su independencia está en el exterior de él mismo, en la
vida y no en la autoconciencia.
• El esclavo solo conoce la resistencia del ser ante el deseo, y
justamente por ello no puede llegar a negación completa del
mundo; su deseo conoce la resistencia de lo real, no hace
más que elaborar las cosas, trabajarlas
• Los trabajos serviles son para el esclavo que de esta
manera dispone el mundo para que el amo pueda negarlo
pura y simplemente, es decir, gozar de él.
• El esclavo contempla al amo fuera de él como su esencia –
ideal- ya que él mismo, en tanto que se reconoce como
esclavo, se humilla.
• Lo que el amo hace en el esclavo, el esclavo lo hace en sí
mismo, se reconoce como esclavo; finalmente su operación
es la del amo, no tiene sentido por sí misma, sino que
depende de la esencial operación del amo. Sin embargo, lo
que el esclavo hace en sí mismo no lo hace en el amo y lo
que el amo hace en el esclavo no lo hace en sí mismo. Así
pues, la verdad de la conciencia del amo es la conciencia
inesencial, la conciencia del esclavo.
• La conciencia servil, en su mediación conciente realiza la
independencia de la verdad en tres momentos: el del temor,
el del servicio y el del trabajo.
• La conciencia humana sólo puede formarse por medio de la
angustia que lleva al todo de su ser. Entonces desaparecen
las vinculaciones particulares, la dispersión de la vida en
formas más o menos estables y en este temor el hombre
toma conciencia de la totalidad de su ser, una totalidad que
nunca está dad como tal en la vida orgánica. La conciencia
no es solamente esa disolución de sí mismo de toda su
subsistencia, sino que es también progresiva eliminación de
toda adherencia a un determinado ser ahí, porque en el
servicio la conciencia se disciplina y se libera del ser ahí
natural
• El temor y el servicio no serían suficientes para elevar la
autoconciencia del esclavo a la verdadera independencia; es
el trabajo el que transforma la servidumbre en señorío. El
esclavo choca con la independencia del ser.