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MINI ENSAYO PAES. 18 de mayo.

NOMBRE:
Lee con atención y responde a las preguntas.

Lectura 1

Señor director:

1. De la infinidad de juicios formulados en torno al relato de Fernando Solabarrieta al culminar


el partido de tenis en que Nicolás Massú se adjudicó la segunda medalla de oro en los Juegos
Olímpicos de Atenas, me parece que el más acertado fue el del argentino Martín Liberman,
conductor de programas de Fox Sport. Dijo: “Yo me encargo siempre de aclarar al aire que
no soy hincha de la selección de mi país o de los representantes nacionales, sino que un
periodista”. Con Solabarrieta ocurrió un fenómeno uy especial. Por las circunstancias,
asumió el papel de relator y dejó de lado el de periodista.

2. En las transmisiones deportivas, antiguamente (ahora no tanto) era muy diferenciado el


papel de uno y otro. Al relator se le permitía “ponerle color” y transformar soporíferos
partidos de fútbol en ardorosas batallas, para satisfacción de los auditores. De esto pueden
dar fe quienes seguían los relatos de Darío Verdugo, cuya enorme popularidad empezó a
decrecer en cuanto aparecieron las radios a pila y fueron llevadas a los estadios. El relator
inventaba, el periodista analizaba. El relator creaba figuras seudoliterarias que por lo
general prendían en el público: “El arquero atajaba volando como un Caravelle” gritaba
Hernán Solís, o describía que el meta se apoderaba del balón “haciéndose un ovillo en el
suelo”. Famoso era también Carlos Gonzáles Márquez, después parlamentario: “Esto
comienza señores”. Y el final: “Esto se acaba, señores, esto se va a acabar”. El “justicia
divina” de Julio Martínez, nació en un relato suyo, no es comentario y sirvió para suplicar el
mérito de Leonel Sánchez en el gol que le hizo al soviético Lev Yashín en Arica durante el
mundial de 1962. El “Me pongo de pie” de Pedro Carcuro, surge em el relato de la final del
Mundial de España (gol italiano por supuesto), no en el comentario.

3. Por lo tanto, en esta incidencia, a Solabarrieta hay que juzgarlo como relator, no como
periodista. Y no deja de ser lo sucedido una elección para TVN: en los Juegos Olímpicos no
tenía relator ni comentaristas. Allí había dos periodistas. Muy buenos los dos. Pero como no
sabían de tenis, uno se dedicaba a alentar al tenista (“Vamos que se puede”) y el otro
describía lo mismo que estaba viendo en la pantalla, sin que ninguno de los dos tuviera la
culpa.

Julio Salviat ¿Relator o periodista?

1. ¿Cuál es propósito comunicativo del emisor del texto?

A) Establecer criterios para calificar la actitud de un periodista en un encuentro deportivo.


B) Argumentar en favor de los relatores deportivos que fundaron las bases de este estilo.
C) Criticar a los medios de comunicación por su decisión en la contratación de personal.
D) Caracterizar el perfil de relatores y periodistas deportivos competentes en su área.
2. De la conclusión que expresa el emisor del texto, se desprende que…

A) Solo un periodista contribuyó favorablemente a la transmisión televisiva del partido.


B) Ni los periodistas ni el medio de comunicación aludidos son responsables de lo sucedido.
C) Las Olimpiadas exigen al menos dos especialistas distintos para tener una cobertura adecuada.
D) Los medios de comunicación requieren personas con habilidades específicas en ciertas
funciones.

3. ¿Con qué fin el emisor cita frases de otros relatores en el texto?

A) Valorar el aporte al periodismo deportivo hecho por grandes relatores de partidos.


B) Destacar la necesidad de crear un lenguaje que renueve la forma de transmitir el deporte.
C) Defender la presencia de los relatores en una transmisión en vivo de un encuentro
deportivo.
D) Mostrar el rol del relator para diferenciarlo del rol de periodístico.

4. De la lectura del texto, es posible concluir que…

A) Solabarrieta emitió muchas valoraciones al terminar el partido de tenis de Massú.


B) El relato de Solabarrieta provocó una controversia inesperada en el medio.
C) Solabarrieta no relató el partido, sino que inventó una historia sobre él.
D) Solabarrieta no consiguió alentar al público asistente al partido de tenis.
Lectura 2

1. Con el Renacimiento comienzan nuevos tiempos. Todo está en movimiento. Se


ensayan todas las direcciones: renovación de lo antiguo, vuelta a lo nuevo,
exaltación por grandeza conseguida y recaída en la duda; ya se espera todo de la
clara razón, y se vuelve a poner la esperanza en los misterios de la naturaleza y en
la fuerza del destino; ora se aclama al hombre como un segundo Dios, ora el hombre
se declara incapaz de olvidar al Dios verdadero.

2. En los mismos comienzos del Renacimiento nos encontramos con lo que ha dado
el nombre a la época: el renacimiento de lo antiguo. El empuje exterior lo da el
contacto de Oriente y Occidente en los concilios unionistas de Ferrara y Florencia
(1438), así como la inmigración en Italia de numerosos sabios procedentes de
Bizancio, perdida para Occidente en 1453. Pero la misma ciencia medieval había ya
suspirado en sus adentros, por las fuentes genuinas. Ya en 1440 había surgido en
la Florencia de los Medicis una nueva “academia platónica” que no tardó en
brillar con nombre destacados: Platón, Besarión, Ficino, Pico della Mirandola.
Vuele a haber platónicos, pero también aristotélicos, estoicos, apicureos. El
humanismo desentierra todo lo que es antiguo. Y no solo los libros: también es
espíritu de la antigüedad, el espíritu pagado es resucitado a nueva vida. Se rebaja el
cielo hasta la tierra. El hombre es “Dios en la tierra”. Mientras todavía Dante
había diseñado un orden metafísico y transmundano, el ser lo que debe ser, ahora
el hombre es descrito tal como es, con sus lágrimas y sus risas, con lo que tiene de
grave y lo que tiene de ridículo; cualquier cosa, con tal que sea humana, merece ser
objeto del arte y de la filosofía. En comparación con la Edad Media es realmente un
espíritu nuevo. Compárese en cambio con el Cusano, para quien también es el
hombre la medida de todas las cosas, pero sin olvidar al mismo tiempo que el
Dios trascendente es la medida última y primordial.
3. Como mérito especial del Renacimiento se ha celebrado siempre el nacimiento de
las modernas “ciencias de la naturaleza”. Como su precursor se citan algunos
filósofos italianos de la naturaleza, sobre todo Giordano Bruno (1548-1600), que
fue, más que un investigador, un bardo de la doctrina de uno- todo. Los verdaderos
progresos son los de Copérnico (1473-1543), Kepler (1571-1630), Galileo (1564-
1642) y Gassendi (1592-1655), seguidos algo más tarde por Boyle y Newton. Se suele
designar su método como estudio empírico-inductivo y mecánico-cuantitativo de
la naturaleza. Gassendi renovó al atomismo. Newton reducirá a leyes la mecánica.
La atención se pone ahora en la observación de los fenómenos: se registran, se
analizan sus diferentes factores, se señalan los decisivos y se reducen a una formula
matemática que explica en su núcleo el hecho total y a la que, finalmente, se
atribuye vigencia general, es decir, se la considera como ley natural científica. Los
factores son todos de índole cuantitativa, se pueden designar con expresiones
matemáticas, su curso es automática-mecanicista. Los resultados de este método
fueron grandiosos. En ellos se funda la técnica moderna, a la que Francisco Bacon
(1561-1626), el filósofo del método empírico, había profetizado: 2Saber es poder”,
cosa que hoy estamos experimentando, para bien y para mal. La ciencia de la
naturaleza necesitará siempre de la filosofía, su metafísica y su ética, si quiere llegar
a dominar los poderes que ha conjurado.

4. Ciertamente, la idea del poder fascinó en un principio, no solo en la física, sino


también en la nueva idea del hombre y del Estado, que no cesó de desarrollarse
en el Renacimiento. Prueba de ello es Maquiavelo (1469-1527). Su filosofía del
hombre, del derecho y del Estado es una consideración mecánico-cuantitativa de la
naturaleza. Su libro El Príncipe es una instrucción sobre la jugada que es
oportuna en cada concreta situación de las fuerzas políticas. Los hombres son en
todo caso cuantos, de poder, y el príncipe es también una magnitud de poder. Así,
si quiere mantenerse ha de tener más poder que su adversario. De esto depende
todo. Para el príncipe es ciertamente una ventaja el tener a su favor la apariencia
del derecho y de la religión. Pero si no los tiene, no debe retroceder ante ninguna
medida. Si los hombres son malos, no queda otra salida que ser una también malo
y, si es necesario, aun peor.

5. Un rayo de luz en estas tinieblas es Tomás Moro (1487-1535), fino humanista,


idealista y santo. En su Utopía, traza el retrato de un pueblo insular, retrato hecho
ironía y caricatura para que resalte mejor la figura verdadera e ideal. Maquiavelo
hubiera replicado que no hay que preguntar lo que debe ser el hombre, sino lo
que en realidad e, pues de lo contrario se sale perdiendo. De hecho, Tomás Moro
salió perdiendo. Pero este realismo no quiere saber nada de lo que debe ser, ¿no
es la verdadera razón del desasosiego del hombre moderno?

Johannes Hirschberguer. El Renacimiento (fragmento)


5. De acuerdo a lo señalado en el párrafo tres, es correcto afirmar que

A) la ciencia y la filosofía no tuvieron relación durante el Renacimiento.


B) la filosofía naturalista se basó en los avances de la ciencia.
C) las ciencias de la naturaleza se iniciaron a partir de la filosofía naturalista.
D) la ciencia renacentista se resume en la frase de Bacon ‘’Saber es poder’’.

6. ¿Cuál es el tema central del texto anterior?

A) El renacimiento como precursor de la ciencia moderna.


B) Las obras más importantes del periodo renacentista.
C) El contacto entre dos mundos: Oriente y occidente.
D) La filosofía y la ciencia del hombre renacentista.

7. ¿Cuál es la relación entre los párrafos cuatro y quinto?

El párrafo cuarto El párrafo quinto


Explica el contenido de la obra El príncipe Demuestra el error en que cayó Tomás
A)
de Maquiavelo. Moro con su obra.
Señala la filosofía de Maquiavelo frente a la Reconoce en la obra Utopía una
B)
política. caricatura en la sociedad.
Ejemplifica el concepto de poder en el Contrasta la idea de hombre y Estado con
C) periodo renacentista. la obra de Tomás Moro.

Advierte sobre la magnitud que el poder Comenta las características de Utopía para
D) tiene en los hombres. resaltar la figura del estado.

8. De acuerdo a lo expresado en el segundo párrafo, el Renacimiento

A) restablece el espíritu pagan o a través de la ‘academia platónica’’ en Italia.


B) restituye las cualidades humanas al hombre gracias a la obra de Dante.
C) reivindica las características superiores del hombre por sobre Dios.
D) recupera la esencia humanista de tiempos pasados.

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