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Análisis práctico de los principios

en materia tributaria.

PONENTE
L.D. y E.D.C. Omar Valenzuela Bautista
ovalenzuela@mrvconsultores.com

BOLETÍN EJECUTIVO
CIRCULACIÓN RESTRINGIDA A CLIENTES
JULIO 2021
• L.D., E.D.C y E.D.F Omar Valenzuela Bautista
CURRICULUM VITAE

Licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, Especialista en Derecho
Constitucional por el Postgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, y especializante
en Derecho Fiscal por la misma institución.

DESARROLLO PROFESIONAL
Activo desde 2012 como abogado litigante en las áreas de derecho fiscal, administrativo y constitucional, así como en el
sector público brindando asesoría a autoridades en materia de contribuciones federales y en materia de responsabilidades
administrativas de los servidores públicos.

• DESARROLLO FISCAL EMPRESARIAL, S.C., Abogado litigante y consultor de autoridades fiscales en la firma.
• KAYE TRUEBA ABOGADOS, S.C., Abogado litigante y consultor de autoridades fiscales en la firma.
• BANCO DE MÉXICO, Abogado en materia de responsabilidades administrativas de los servidores públicos.
• MARTÍNEZ, RUIZ, VALENZUELA Y ASOCIADOS, S.C., Socio de la firma.
• Expositor de temas Fiscales y Empresariales en diversas capacitadoras del país.
Reglas y Principios
Reglas Principios

• Son disposiciones jurídicas. • Son la base y fundamento de todo


• Obligan, prohíben o permiten una ordenamiento jurídico.
determinada conducta en forma • Actúan como directrices que deben
definitiva. servir para interpretar de manera
• Son mandatos definitivos. hermenéutica las reglas jurídicas al
• Una vez que ocurre el supuesto de momento de su aplicación.
hecho contenido en el enunciado • Su realización en mayor o menor
jurídico, entonces necesariamente grado depende no del valor que en sí
debe ocurrir también la mismo engloban sino de las normas
consecuencia jurídica. que los reconocen, protegen o
tutelan.
• Son una exigencia de la justicia, la
equidad o alguna otra dimensión
Principios Tributarios
Tienen eficacia jurídica propia porque son
normas concretas constitucionales que Tienen un carácter
pueden aplicarse sin necesidad de un vinculante y deben
desarrollo legislativo posterior o si este cumplirse por los poderes
desarrollo es indispensable para exigir su públicos.
aplicación.

No cualquier aspecto financiero tiene que


observarlos, sino sólo aquellos que tengan
Su ámbito de aplicación
una naturaleza tributaria, es decir, que
consiste en la actividad deriven en sí mismos del poder impositivo
estatal. del Estado, vinculado directamente con
todos los aspectos de las contribuciones.
Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos
“Artículo 31. Son obligaciones de los mexicanos:
(...)
IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la
Federación, como de los Estados, de la Ciudad de
México y del Municipio en que residan, de la manera
proporcional y equitativa que dispongan las leyes.”
Proporcionalidad tributaria
• Conlleva que los sujetos pasivos deben contribuir al gasto
público en función de su respectiva capacidad
contributiva, aportando una parte adecuada de sus
ingresos, utilidades, rendimientos, o la manifestación de
riqueza gravada.
• Para que el impuesto no sea un acto indebido, ni esté
sujeto a arbitrariedades, debe ser proporcional, con lo cual
queda limitada la soberanía del Poder Legislativo de un
Estado en la imposición de cargas fiscales.
• El límite constitucional a la facultad del legislador, para
decretar un impuesto, a fin de que éste sea proporcional,
es no acabar, jamás destruir, la fuente de la imposición
fiscal.
Proporcionalidad tributaria
• Se vincula con la capacidad económica de los
contribuyentes, para que en cada caso el impacto sea
distinto, no sólo en cantidad sino en lo tocante al mayor
o menor sacrificio, reflejado cualitativamente en la
disminución patrimonial que proceda, y que debe
encontrarse en proporción a los ingresos, utilidades,
rendimientos o la manifestación de riqueza gravada.
• Para que un gravamen sea proporcional, debe existir
congruencia entre el impuesto creado por el Estado y
la capacidad contributiva de los causantes.
Proporcionalidad tributaria
• La potestad tributaria implica para el Estado, a través de
las autoridades legislativas, la facultad de determinar el
objeto de los tributos, involucrando cualquier actividad de
los gobernados que sea reflejo de capacidad
contributiva.
• Uno de los principios que legitima la imposición de las
contribuciones es el de la identificación de la capacidad
para contribuir a los gastos públicos por parte de los
gobernados.
• Se respeta en la medida en que se atiende a la capacidad
contributiva de los sujetos pasivos, pues debe pagar más
quien tiene una mayor capacidad contributiva y menos
el que la tiene en menor proporción.
Proporcionalidad tributaria
No existe obligación de observarlo cuando:
• No se incida directamente en la obligación sustantiva.
• No exista relación con alguno de los elementos
esenciales de las contribuciones.
• Sólo se establezcan controles de la autoridad
hacendaria para la recaudación de impuestos.
• Desmotivar el incumplimiento del contribuyente.
Registro digital: 2021453
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 6/2020 (10a.)
COMPENSACIÓN DE SALDOS A FAVOR. EL ARTÍCULO 25, FRACCIÓN VI, DE
LA LEY DE INGRESOS DE LA FEDERACIÓN PARA EL EJERCICIO FISCAL DE
2019, QUE ESTABLECE LA MECÁNICA RESPECTIVA, NO SE RIGE POR LOS
PRINCIPIOS TRIBUTARIOS DE EQUIDAD Y PROPORCIONALIDAD.
Los principios de justicia fiscal tienen eficacia jurídica propia porque son normas
concretas constitucionales que pueden aplicarse sin necesidad de un desarrollo
legislativo posterior o si este desarrollo es indispensable para exigir su aplicación,
tienen un carácter vinculante y deben cumplirse por los poderes públicos; y su
ámbito de aplicación consiste en la actividad estatal, porque no cualquier aspecto
financiero tiene que observarlos, sino sólo aquellos que tengan una naturaleza
tributaria, es decir, que deriven en sí mismos del poder impositivo del Estado,
vinculado directamente con todos los aspectos de las contribuciones. En esa línea
argumentativa, se sigue que el artículo 25, fracción VI, de la Ley de Ingresos de la
Federación para el Ejercicio Fiscal de 2019, no se rige por los principios tributarios
de proporcionalidad y equidad, en virtud de que no incide directamente en la
obligación sustantiva, ni se relaciona con alguno de los elementos esenciales de las
contribuciones, sino que sólo establece el mecanismo para llevar a cabo las
compensaciones en el ejercicio fiscal correspondiente, lo que constituye un control
de la autoridad hacendaria para la recaudación de impuestos.
Registro digital: 2015829
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 169/2017 (10a.)
TELECOMUNICACIONES Y RADIODIFUSIÓN. A LAS MULTAS IMPUESTAS CON BASE
EN LA LEY FEDERAL RELATIVA NO LES RESULTA APLICABLE EL PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA PREVISTO EN EL ARTÍCULO 31, FRACCIÓN IV,
DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. Conforme al artículo 299 de la Ley Federal de
Telecomunicaciones y Radiodifusión, las multas previstas en el numeral 298 de ese
ordenamiento se determinan sobre el ingreso acumulable del concesionario, autorizado o
infractor, excluyendo los obtenidos de una fuente de riqueza ubicada en el extranjero, así
como los gravables si éstos se encuentran sujetos a un régimen fiscal preferente para los
efectos del Impuesto sobre la Renta del último ejercicio fiscal en que se haya incurrido en
la infracción respectiva. Si bien la ley recurre a un concepto de carácter fiscal como lo es el
ingreso acumulable, no menos cierto es que se trata de un ordenamiento relativo a la
materia de telecomunicaciones, ajeno a cuestiones de carácter tributario y al cual no es
aplicable el principio de proporcionalidad tributaria previsto en el artículo 31, fracción IV, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos porque la utilización de ese
elemento del derecho fiscal sólo se entiende como un parámetro de carácter económico
porque corresponde a un dato económico producto de la actividad que, en su caso, realiza
el sujeto de la ley, por lo que su uso es un mero parámetro objetivo, real y regulado a
través del cual se otorga seguridad jurídica en cuanto a la base sobre la cual se
determinarán las sanciones aplicables. En este orden, son inoperantes los argumentos a
través de los cuales se pretende demostrar que el referido precepto legal es contrario al
principio de proporcionalidad tributaria por tratarse de una base para la imposición de
sanciones que no atiende a la capacidad económica o contributiva real del sancionado.
Registro digital: 2006239
Tesis Aislada: 1a. CLXIX/2014 (10a.)
DETERMINACIÓN PRESUNTIVA DE CONTRIBUCIONES. EL ARTÍCULO 41, FRACCIÓN II, DEL
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN QUE LA PREVÉ, NO INFRINGE EL PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA.
La finalidad del Congreso de la Unión al aprobar el procedimiento de determinación presuntiva
desarrollado en el artículo 41, fracción II, del Código Fiscal de la Federación, fue establecer una
base objetiva que permita motivar correcta y suficientemente la cantidad a pagar con motivo de la
omisión en el pago de la contribución respectiva, por lo cual, para desmotivar el incumplimiento del
contribuyente, se estableció que la cantidad a pagar fuera igual al monto mayor que se hubiera
determinado a su cargo en cualquiera de las seis últimas declaraciones de la contribución omitida.
En ese sentido, el parámetro adoptado por el legislador federal responde a criterios de
razonabilidad, es decir, no se previó una presunción arbitraria, sino que al determinarse la cantidad a
pagar, se tuvo como fin legítimo el reparto justo de las cargas públicas, desmotivando el
incumplimiento del contribuyente y obligándolo a tributar mediante una determinación presuntiva, sin
la cual no aportaría contribución alguna. Así, el parámetro adoptado por el Congreso de la Unión,
apoyado en una presunción iuris tantum, no infringe el principio de proporcionalidad tributaria
reconocido por el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, al basarse la carga fiscal en índices aportados por el propio contribuyente en sus seis
últimas declaraciones, justificándose razonablemente esa medida en los términos apuntados, sin
que exista exigencia constitucional para el citado Congreso para considerar un método diverso,
porque el ejercicio de la facultad de ese órgano legislativo persigue una finalidad objetiva y
constitucionalmente válida, la cual no se revela como expresión de un uso distorsionado de la
discrecionalidad, es decir, no resulta arbitraria, amén de admitir prueba en contrario dentro de límites
precisos y objetivos, consistente en la presentación de su declaración (medio idóneo), a efecto de
que el contribuyente destruya tal presunción autodeterminándose para atender a su verdadera
capacidad contributiva.
Capacidad Contributiva.

Constituye la potencialidad real de contribuir al gasto público que el legislador


atribuye al sujeto pasivo del impuesto en el tributo de que se trate.

Se vincula con la persona que tiene que soportar la carga del tributo, o sea,
aquella que finalmente, según las diversas características de cada contribución, ve
disminuido su patrimonio al pagar una cantidad específica por concepto de esos
gravámenes, sea en su calidad de sujeto pasivo o como destinatario de los mismos.

Los gravámenes deben fijarse de acuerdo con la capacidad de cada sujeto pasivo,
esto es, en función de su potencialidad real para contribuir a los gastos públicos, de
manera que las personas que obtengan ingresos elevados tributen en forma
cualitativamente superior a los de medianos y reducidos recursos.
Registro digital: 184291
Tesis de Jurisprudencia: P./J. 10/2003
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA. DEBE EXISTIR CONGRUENCIA ENTRE EL TRIBUTO Y LA
CAPACIDAD CONTRIBUTIVA DE LOS CAUSANTES.
El artículo 31, fracción IV, de la Constitución Federal establece el principio de proporcionalidad de
los tributos. Éste radica, medularmente, en que los sujetos pasivos deben contribuir al gasto público
en función de su respectiva capacidad contributiva, debiendo aportar una parte adecuada de sus
ingresos, utilidades, rendimientos, o la manifestación de riqueza gravada. Conforme a este principio
los gravámenes deben fijarse de acuerdo con la capacidad económica de cada sujeto pasivo, de
manera que las personas que obtengan ingresos elevados tributen en forma cualitativamente
superior a los de medianos y reducidos recursos. Para que un gravamen sea proporcional debe
existir congruencia entre el mismo y la capacidad contributiva de los causantes; entendida ésta
como la potencialidad real de contribuir al gasto público que el legislador atribuye al sujeto pasivo
del impuesto en el tributo de que se trate, tomando en consideración que todos los supuestos de las
contribuciones tienen una naturaleza económica en la forma de una situación o de un movimiento de
riqueza y las consecuencias tributarias son medidas en función de esa riqueza. La capacidad
contributiva se vincula con la persona que tiene que soportar la carga del tributo, o sea, aquella que
finalmente, según las diversas características de cada contribución, ve disminuido su patrimonio al
pagar una cantidad específica por concepto de esos gravámenes, sea en su calidad de sujeto pasivo
o como destinatario de los mismos. De ahí que, para que un gravamen sea proporcional, debe existir
congruencia entre el impuesto creado por el Estado y la capacidad contributiva de los causantes, en
la medida en que debe pagar más quien tenga una mayor capacidad contributiva y menos el que la
tenga en menor proporción.
Capacidad Contributiva. Impuestos
directos e indirectos.
Impuestos directos.
• La capacidad contributiva se manifiesta de forma directa e inmediata
como los que recaen en la renta o el patrimonio, porque son
soportados por personas que perciben, son propietarias o
poseedoras.
• Mediante el establecimiento de tarifas progresivas se puede lograr
que las personas que obtengan ingresos elevados tributen en mayor
medida que los de medianos o reducidos recursos.

ØEn ambos casos debe salvaguardarse el principio de


proporcionalidad tributaria; debe atenderse a la naturaleza del
impuesto y, por tanto, analizar la forma en que se manifiesta la
capacidad fiscal, por lo cual la base y tasa imponibles no pueden
ser idénticos en todas las contribuciones.
Capacidad Contributiva. Impuestos
directos e indirectos.
Impuestos indirectos.
• La capacidad contributiva tiene un carácter mediato como la circulación
de bienes, la erogación, el gasto y el consumo, en la medida de que
parten de la previa existencia de una renta o patrimonio, y gravan el
uso final de toda la riqueza a través de su destino, gasto o tipo de
erogación que refleja indirectamente dicha capacidad contributiva.
• La capacidad contributiva no se mide en términos tradicionales al no
gravar el movimiento de riqueza que corresponde a la operación, sino
que atiende al patrimonio que soporta esa operación, es decir, si dicho
patrimonio es suficiente para soportar la erogación también lo es para
absorber el impuesto.
• Deben tener una tasa impositiva coherente con la naturaleza del tributo
sin rebasar los limites constitucional y razonablemente permitidos pues
de los contrario al aplicarse a la base imponible puede impedirse el
ejercicio de las libertades humanas.
Capacidad Contributiva. Impuesto al
Valor Agregado.
• Los impuestos indirectos gravan manifestaciones indirectas de riqueza, es decir,
atienden al patrimonio que la soporta -el del consumidor contribuyente de facto-.
• El legislador considera que si dicho patrimonio es suficiente para soportar el
consumo, también lo es para pagar el impuesto.
• Sus elementos cuantitativos como la tasa imponible o tipo de gravamen, no
pueden quedar al margen de regularidad constitucional, ya que es ineludible que
el monto de la tasa impositiva no ponga en riesgo la eficacia de un postulado
constitucional o el acceso a valores mínimos humanos.
• En el caso del IVA, el principio proporcionalidad exige que se vincule el objeto del
impuesto, con la cantidad líquida que se ha de cubrir por dicho concepto.
• Necesidad de la figura jurídica del acreditamiento.
o Al permitir que se disminuya el impuesto causado en la medida del impuesto acreditable,
tiene como efecto que el contribuyente efectúe una aportación a los gastos públicos que
equivale precisamente al valor que agrega en los procesos de producción y distribución
de satisfactores.
Registro digital: 175025
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 56/2006
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA. ALCANCE DE DICHO PRINCIPIO EN RELACIÓN CON
LOS IMPUESTOS INDIRECTOS.
Los impuestos indirectos, como el impuesto al valor agregado, gravan manifestaciones indirectas de
riqueza, es decir, atienden al patrimonio que la soporta -el del consumidor contribuyente de facto-,
de manera que sin conocer su dimensión exacta y sin cuantificarlo positivamente, el legislador
considera que si dicho patrimonio es suficiente para soportar el consumo, también lo es para pagar
el impuesto; de ahí que la sola remisión a la capacidad contributiva del sujeto pasivo es insuficiente
para establecer un criterio general de justicia tributaria, toda vez que un simple análisis de la relación
cuantitativa entre la contraprestación recibida por el proveedor del bien o del servicio y el monto del
impuesto, no otorga elementos que permitan pronunciarse sobre su proporcionalidad, por lo que el
estudio que ha de efectuarse debe circunscribirse a la dimensión jurídica del principio de
proporcionalidad tributaria, lo que se traduce en que es necesario que exista una estrecha
vinculación entre el objeto del impuesto y el monto del gravamen. Consecuentemente, en el caso del
impuesto al valor agregado el citado principio constitucional exige, como regla general -es decir,
exceptuando las alteraciones inherentes a los actos o actividades exentos y a los sujetos a tasa
cero-, que se vincule el objeto del impuesto -el valor que se añade al realizar los actos o actividades
gravadas por dicho tributo-, con la cantidad líquida que se ha de cubrir por dicho concepto, y para tal
efecto, resulta necesario atender al impuesto causado y trasladado por el contribuyente a sus
clientes, al impuesto acreditable trasladado por los proveedores al causante y, principalmente, a la
figura jurídica del acreditamiento, toda vez que ésta, al permitir que se disminuya el impuesto
causado en la medida del impuesto acreditable, tiene como efecto que el contribuyente efectúe una
aportación a los gastos públicos que equivale precisamente al valor que agrega en los procesos de
producción y distribución de satisfactores.
Registro digital: 2022782
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 59/2020 (10a.)
IMPUESTO SOBRE NÓMINAS. EN ATENCIÓN AL PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA, PARA SU DETERMINACIÓN DEBE APLICARSE
UNA TASA FIJA A LA BASE GRAVABLE, PARA QUE EL CONTRIBUYENTE CONOZCA
LA CUOTA TRIBUTARIA QUE DEBE PAGAR A LA HACIENDA LOCAL.
Criterio jurídico: Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
concluye que para determinar la cuota tributaria por concepto del impuesto sobre nóminas
debe aplicarse una tasa fija a la base gravable, con lo que se salvaguarda el principio
constitucional de proporcionalidad tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución General.
Justificación: Por mandato constitucional los sujetos pasivos deben contribuir al gasto
público en función de su respectiva capacidad contributiva, aportando una parte adecuada
de sus ingresos, utilidades y rendimientos. Para tales efectos, esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación ha señalado que la tarifa progresiva es una herramienta que
indudablemente permite acercarse a la capacidad contributiva de los contribuyentes; sin
embargo, conviene acotar que esa aseveración se vincula con los tributos que gravan la
riqueza, esto es, los ingresos, el patrimonio o el capital, pues en todos estos casos su
determinación conlleva un grado de subjetivización en los aspectos particulares del
contribuyente. En cambio, el impuesto sobre nóminas es un tributo local, indirecto, objetivo,
instantáneo y monofásico que grava la erogación. Por tanto, con el objeto de salvaguardar
el principio de proporcionalidad tributaria, en su dimensión jurídica, para la determinación
del impuesto sobre nóminas a la base gravable debe aplicarse una tasa fija para calcular la
cuota tributaria a cargo del contribuyente.
Registro digital: 2020809
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 144/2019 (10a.)
PRODUCCIÓN Y SERVICIOS. EL ARTÍCULO 2o., FRACCIÓN I, INCISO I), DE LA
LEY DEL IMPUESTO ESPECIAL RELATIVO, NO TRANSGREDE EL PRINCIPIO
DE PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA.
El precepto citado, al establecer las tasas del 6%, 7% y 9% según el grado de
toxicidad aguda del plaguicida, no transgrede el principio de proporcionalidad
tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, ya que la tasa se gradúa en atención al nivel de lo
tóxico de los componentes del plaguicida, esto es, si su base imponible refiere a
plaguicidas de toxicidad aguda, por idoneidad la tasa debe fijarse por grado de
perjuicio para que, al final, si la comercialización es de acuerdo con el producto de
mayor daño se pague una cuota más elevada, sin que la cifra varíe al aumentar la
magnitud de dicha base; de ahí que no podría aplicarse una tarifa progresiva a la
base en virtud de que el impuesto no reconoce las situaciones de cada
contribuyente, sino el aspecto general como es la negociación final dependiendo de
la toxicidad aguda del producto. Además, ese impuesto es de carácter indirecto, lo
que implica que no se mide en términos tradicionales de capacidad contributiva del
causante, en tanto que no grava el movimiento de riqueza que corresponde a la
operación, sino que atiende al patrimonio que soporta esa transacción (el del
consumidor) al considerar que cuenta con la capacidad económica suficiente para
soportar la compra y absorber el impuesto.
Proporcionalidad Tributaria. Impuesto
Sobre la Renta.
• Su objeto lo constituyen los ingresos percibidos, dicho gravamen se
determina considerando como base la utilidad fiscal, lo cual implica
que el ingreso bruto debe ser atemperado con determinados
conceptos, como son los relacionados con el costo de la producción
del ingreso.
• La base imponible deriva de la conjunción de una serie de
disposiciones que esencialmente incorporan componentes positivos y
negativos, necesarios para su configuración.
• Para la determinación de la cantidad líquida a cargo del contribuyente
del ISR, concurren figuras:
o Sustractivas: Deducciones, créditos, amortizaciones, los supuestos de
exención o no sujeción, coeficientes de decremento, entre otros.
o Aditivas: Acumulación de ingresos, elementos que amplían el radio de
acción del propio impuesto, como ocurre en el caso de los presupuestos
asimilados o equiparados, coeficientes de incremento, entre otros.
Proporcionalidad Tributaria.
Deducciones.
• Conceptos que disminuyen los ingresos brutos, a fin de
determinar una utilidad, en caso de que los ingresos excedan a
las deducciones, o bien, una pérdida, en el caso contrario.
• Las deducciones no tienen un valor real equiparable a su valor
nominal, lo cual obedece a que dicho concepto incide
previamente a la aplicación de la tasa del impuesto.
• Una deducción únicamente disminuye la base del impuesto
conforme al monto deducido, a diferencia de lo que ocurre con la
deuda tributaria correspondiente, misma que se aminora
únicamente en razón de la tasa del impuesto.
o Si una persona aplica una deducción de mil pesos en un marco
normativo que contempla una tasa del treinta por ciento, la base
imponible efectivamente se verá disminuida en mil pesos, pero la
cantidad líquida a cargo únicamente se reducirá́ en trescientos pesos
(el 30 % de los mil pesos que se dedujeron), en relación con la que
hubiere correspondido de no aplicarse la deducción.
Proporcionalidad Tributaria.
Deducciones.
Razones que pueden dar lugar al establecimiento de
deducciones en materia de ISR:
• Razones estructurales.
oInternas, propias de la mecánica del tributo o de las
exigencias constitucionales;
• Razones no estructurales.
oDe política pública (no necesariamente de política fiscal),
que obedecen a la intención del legislador de promover o
disuadir ciertas conductas, y que aprecian en el sistema
tributario un mecanismo idóneo para tal efecto.
Deducción estructural.
Son reconocidas por el legislador en acatamiento al principio de
proporcionalidad tributaria.

Para que el tributo resultante se ajuste a la capacidad contributiva.

Reconoce los costos inherentes a la producción del ingreso y permitiendo que


el gravamen pese únicamente sobre el impacto positivo en el haber patrimonial
del causante.

Contribuyen a la exacta definición y cuantificación del presupuesto de hecho,


de la base imponible, del tipo de gravamen o de la cuota tributaria.
Pueden afectar a la riqueza o al sujeto gravado, con base en consideraciones que
obedecen fundamentalmente a la aptitud de contribuir para sufragar los gastos
públicos, o a la propia condición del sujeto y, por otro lado, no excluyen la
posibilidad de asumir finalidades extrafiscales con carácter secundario.
Deducción estructural.
• Se trata de una exigencia del principio de
proporcionalidad en materia tributaria, en su implicación
de salvaguardar que la capacidad contributiva idónea para
concurrir al sostenimiento de los gastos públicos, se
identifique con la renta neta de los causantes.
• No implica que no se puedan establecer requisitos o
modalidades para su deducción.
oVálidamente pueden sujetarse a las condiciones establecidas
por el legislador.
oLos requisitos para las deducciones se encuentran sujetos al
juicio de razonabilidad, a fin de que no se implementen de tal
manera que se afecten los derechos de los gobernados.
Deducción estructural.
Se trata de figuras sustractivas o minorativas que tienen
como función:
• Subjetivizar el gravamen, adecuándolo a las
circunstancias personales del contribuyente;
• Frenar o corregir los excesos de progresividad;
• Coadyuvar a la discriminación cualitativa de rentas;
• Rectificar situaciones peculiares derivadas de
transferencias de recursos que son un signo de
capacidad contributiva.
Deducción no estructural.
• Figuras sustractivas que auxilian en la configuración de las
modalidades de la base imponible del ISR.
• A diferencia de las estructurales, tienen como objetivo el
conferir o generar posiciones preferenciales, o bien,
pretender obtener alguna finalidad especifica, propia de la
política fiscal del Estado, o bien, de carácter extrafiscal.
• Es producto de una sanción positiva prevista por una
norma típicamente promocional.
• Pueden ser equiparadas o sustituidas por
subvenciones publicas, pues en estos beneficios se tiene
como objetivo prioritario el plasmar criterios de
extrafiscalidad justificados en razones de interés público.
Deducción no estructural.
• Erogaciones en las que no se observe la característica de ser
necesarias e indispensables.
• No tienen que ser reconocidas como deducciones autorizadas pues su
realización no es determinante para la obtención del ingreso.
• El legislador puede implementar mecanismos que permitan deducir
cierto tipo de gastos que no sean estrictamente necesarios, ya sea en
forma total o en parte para conseguir de naturaleza fiscal o extrafiscal,
pero sin tener obligación de reconocer la deducción de dichas
erogaciones,
• Estas deducciones son otorgadas, no reconocidas por el legislador.
• Obedece a razones sociales, económicas o extrafiscales.
• Ejemplos: Donativos deducibles, las deducciones personales de las
personas físicas, etc.
Proporcionalidad tributaria. Deducciones
personales.
• Deducciones personales se realizan en forma adicional a las
"autorizadas en cada capítulo”.
• Tienen el carácter de no estructurales.
o Se refieren a los desembolsos efectuados con motivo de consumo
personal, sea por su origen, por su propósito o por su efecto.
o Se trata de gastos diversos y contingentes, dado que no son
erogaciones que habitualmente deban realizarse para la generación de
la utilidad o renta neta del tributo.
o No cumplen con el requisito de estricta vinculación con la generación
del ingreso.
o Constituyen gastos o beneficios fiscales, los cuales se conceden
atendiendo a fines de política fiscal, social o económica.
ØEl 151 de la Ley del ISR, al establecer un límite para las
deducciones personales, no viola el principio de
proporcionalidad tributaria.
Registro digital: 2021588
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 24/2017 (10a.)
RENTA. SON INOPERANTES LOS ARGUMENTOS EN EL SENTIDO DE QUE EL ÚLTIMO
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 151 DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE A PARTIR
DEL 1 DE ENERO DE 2014, AL ESTABLECER UN LÍMITE PARA LAS DEDUCCIONES
PERSONALES, VIOLA EL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA.
Para respetar el principio de proporcionalidad tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es necesario atender a la capacidad
contributiva de las personas afectas al gravamen y, en el caso de la contribución de mérito, ello se
cumple cuando la base gravable se constituye por la utilidad real, a la cual se arriba restando de los
ingresos brutos los gastos que se realizaron para su obtención (deducciones estructurales); de ahí
que las erogaciones no vinculadas con la generación de esos ingresos (deducciones no
estructurales) no tienen impacto en la utilidad o renta gravable, por lo que no pueden estimarse
como aminoraciones que el legislador deba contemplar forzosamente a fin de observar el principio
de justicia tributaria en comento. Ahora, las erogaciones concedidas como deducciones personales
para realizarse en forma adicional a las "autorizadas en cada capítulo", en términos del artículo 151
de la Ley del Impuesto sobre la Renta, tienen el carácter de no estructurales, pues se refieren a los
desembolsos efectuados con motivo de consumo personal, sea por su origen, por su propósito o por
su efecto, es decir, se trata de gastos diversos y contingentes, dado que no son erogaciones que
habitualmente deban realizarse para la generación de la utilidad o renta neta del tributo. En
consecuencia, las deducciones personales de las personas físicas, al no cumplir con el requisito de
estricta vinculación con la generación del ingreso, no son del tipo de erogaciones que el legislador
debe reconocer para acatar el principio de proporcionalidad tributaria, sino que constituyen gastos o
beneficios fiscales, los cuales se conceden atendiendo a fines de política fiscal, social o económica.
Por tanto, son inoperantes los argumentos en el sentido de que el último párrafo del artículo 151 de
la Ley del Impuesto sobre la Renta, al establecer un límite para las deducciones personales, viola el
principio de proporcionalidad tributaria.
Proporcionalidad tributaria en los
requisitos formales de las deducciones.
• Cuando la norma no impida el ejercicio del derecho a la
deducción, sino que señale la forma en que deben
efectuarse las erogaciones.
• Se establecen por razones de política fiscal a efecto de
identificar el pagador del gasto que se deduce.
• Se otorga mayor certeza de que las personas que las
realizan son quienes efectuaron el gasto y que sean
coincidentes con las erogaciones a que se refiere la ley,
lo que permitirá evitar actos de evasión y elusión fiscal.
• Facilita el ejercicio de las facultades de comprobación.
Registro digital: 2019643
Tesis de Jurisprudencia: 1a./J. 28/2019 (10a.)
RENTA. EL ARTÍCULO 151, FRACCIÓN I, DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE A
PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 2014, NO VULNERA EL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
TRIBUTARIA.
El artículo mencionado al prever la posibilidad de que las personas físicas que tributan en el Título II
de la Ley del Impuesto sobre la Renta, puedan realizar diversas deducciones adicionales a las que
les corresponden a cada una de las actividades que desarrollan, tales como son los pagos por
honorarios médicos y dentales, así como los gastos hospitalarios, pero condicionando a que esas
erogaciones se efectúen a través de cheque nominativo del contribuyente, transferencias
electrónicas de fondos, desde cuentas abiertas a nombre del contribuyente en instituciones que
componen el sistema financiero y las entidades que para tal efecto autorice el Banco de México o
mediante su tarjeta de crédito, de débito, o de servicios, no vulnera el principio de proporcionalidad
tributaria, en tanto que la norma no impide el ejercicio del derecho a la deducción, sino que señala la
forma en que deben efectuarse dichas erogaciones. Ahora bien, tal condicionante, se estableció por
razones de política fiscal a efecto de identificar el pagador del gasto que se deduce, lo que otorga
mayor certeza de que las personas que las realizan son quienes efectuaron el gasto y que sean
coincidentes con las erogaciones a que se refiere la ley, lo que permitirá evitar actos de evasión y
elusión fiscal, además de que facilita el ejercicio de las facultades de comprobación con las que
cuenta la autoridad hacendaria, de lo que se tiene que es válido que las personas físicas, por regla
general, deban efectuar sus erogaciones a través de los esquemas instaurados por el sistema
financiero. Por tanto, el establecimiento de requisitos formales por parte del legislador para poder
efectuar una deducción, en principio, no implica una vulneración al principio de proporcionalidad
tributaria, pues la imposibilidad de considerar un gasto dentro del esquema del impuesto sobre la
renta deriva del incumplimiento de esa formalidad, pero no por el desconocimiento –per se– por
parte del legislador de ese gasto.
Registro digital: 2020866
Tesis Aislada: 1a. XC/2019 (10a.)
RENTA. EL ARTÍCULO 27, FRACCIÓN V, PÁRRAFO TERCERO, DE LA
LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, NO VULNERA EL PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA.
El principio de proporcionalidad tributaria, previsto en el artículo 31, fracción
IV, de la Constitución Federal, consiste en que los sujetos pasivos de un
tributo deben contribuir al gasto público en función de su capacidad
contributiva real, lo cual implica que los gravámenes deben fijarse de
acuerdo a la capacidad contributiva de cada persona, de tal forma que debe
pagar más quien tenga una mayor capacidad y menos quien la tenga en
menor proporción. Ahora bien, el artículo 27, fracción V, párrafo tercero, de la
Ley del Impuesto sobre la Renta, al condicionar la deducción de un servicio
subcontratado a que el contratante obtenga del contratista diversos
documentos relacionados con los trabajadores respectivos y con el pago de
las cuotas obrero patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social, no
vulnera el principio constitucional aludido, en virtud de que no veda el acceso
a la deducción tratándose de gastos derivados de la subcontratación laboral,
sino únicamente condiciona su ejercicio a que se exhiba la documentación
mencionada, por lo cual la capacidad contributiva no se construye de forma
ficticia o irreal.
Proporcionalidad tributaria. Impuestos
ecológicos.
• Los impuestos ecológicos buscan el reconocimiento de los gastos que
deben realizarse para remediar o al menos paliar los efectos negativos
que se originan en un proceso productivo que contamina o que tiene un
impacto ecológico cuyo autor, en vez de internalizarlos e incorporarlos
a sus erogaciones, traslada al Estado la carga económica de
repararlos.
• La traslación de costos constituye el beneficio económico que obtiene
quien realiza un proceso productivo que contamina.
• El agente contaminador debería responder por tales erogaciones; sin
embargo, las ganancias derivadas del proceso contaminante no se ven
reducidas con esos gastos, dado que no se encuentran internalizados.
• Quien contamina debe pagar en una proporción razonable respecto de
la prevención o, en su caso, de la reparación del probable efecto
causado o deterioro ambiental y en la cuantía suficiente para corregir el
daño en el ambiente, lo cual equivaldrá a la incidencia económica en el
gasto público.
Proporcionalidad tributaria. Impuestos
ecológicos.
• Los indicios de capacidad contributiva, tratándose de
impuestos ecológicos, no se evidencian con la mera
posesión o intercambio de riqueza, sino con el
aprovechamiento y beneficio económico que se obtiene
de los bienes ambientales.
• Es necesario que exista una relación causal entre el
presupuesto del tributo y las unidades físicas que
determinan un daño o deterioro ambiental (por
utilización del ambiente, consumo de un recurso ambiental
o de una fuente de energía, producción de emisiones
contaminantes, etcétera) lo cual se consigue incluyendo en
la base imponible una incidencia o relación razonable
respecto de tales unidades físicas.
Proporcionalidad tributaria. Impuestos
ecológicos.
• La base imponible debe tomar en consideración las unidades
físicas sobre las cuales se tenga certeza de que su consumo o,
en su caso, liberación en el ambiente, suscita efectos negativos o
impactos de carácter ecológico.
• La valorización consiste en recuperar el valor remanente o el
poder calorífico de los materiales que componen los residuos
mediante su reincorporación en procesos productivos, sin que se
limite al propio proceso productivo que dio origen al residuo.
• La base del impuesto debe dar certeza respecto de la proporción
en que el depósito o almacenamiento de residuos genera impacto
ambiental, debiendo establecer la parte del material que no es
susceptible de ser reutilizada, sin limitar tal aspecto al propio
proceso productivo que generó el material, ni excluir el co-
procesamiento o integración ambientalmente segura de los
residuos generados por una industria, como insumo a otro
proceso productivo distinto.
Registro digital: 2022285
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 55/2020 (10a.)
IMPUESTOS ECOLÓGICOS O COSTO EFICIENTES. PARÁMETROS PARA ANALIZAR SU APEGO AL PRINCIPIO DE
PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA.
Criterio jurídico: La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelve que los impuestos ecológicos o
costo eficientes previstos en las disposiciones reclamadas, en virtud del aspecto económico que gravan, tienen parámetros
específicos para analizar los argumentos referidos al principio de proporcionalidad tributaria.
Justificación: Los impuestos ecológicos en estricto sentido buscan, entre otros aspectos, el reconocimiento de los gastos
que deben realizarse para remediar o al menos paliar los efectos negativos que se originan en un proceso productivo que
contamina o que tiene un impacto ecológico cuyo autor, en vez de internalizarlos e incorporarlos a sus erogaciones, traslada
al Estado la carga económica de repararlos. La referida traslación de costos constituye el beneficio económico que obtiene
quien realiza un proceso productivo que contamina, pues tal agente contaminador debería responder por esas erogaciones;
sin embargo, las ganancias derivadas del proceso contaminante no se ven reducidas con esos gastos, dado que no se
encuentran internalizados. Tal reconocimiento se inserta en el deber de contribuir al gasto público, consagrado por el artículo
31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dado que quien contamina debe pagar en una
proporción razonable respecto de la prevención o, en su caso, de la reparación del probable efecto causado o deterioro
ambiental y en la cuantía suficiente para corregir el daño en el ambiente, lo cual equivaldrá a la incidencia económica en el
gasto público. Ahora, en relación con el principio de proporcionalidad tributaria, los indicios de capacidad contributiva,
tratándose de impuestos ecológicos en estricto sentido, no se evidencian con la mera posesión o intercambio de riqueza, sino
con el aprovechamiento y beneficio económico que se obtiene de los bienes ambientales. Por tanto, para que tales tributos
respeten el referido principio de justicia fiscal, es necesario que el hecho y la base imponibles tomen en consideración las
unidades físicas sobre las cuales se tenga certeza de que su consumo o, en su caso, liberación en el ambiente, suscita
efectos negativos en el ambiente o impactos de carácter ecológico. En otras palabras, es necesario que exista una relación
causal entre el presupuesto del tributo y las unidades físicas que determinan un daño o deterioro ambiental (por utilización del
ambiente, consumo de un recurso ambiental o de una fuente de energía, producción de emisiones contaminantes, etcétera)
lo cual se consigue incluyendo en la base imponible una incidencia o relación razonable respecto de tales unidades físicas.
Registro digital: 2022283
Tesis Aislada: 2a. XXXIII/2020 (10a.)
IMPUESTOS ECOLÓGICOS O COSTO EFICIENTES. LOS ARTÍCULOS 28 A 34 DE LA LEY DE HACIENDA DEL ESTADO
DE ZACATECAS QUE GRAVAN EL DEPÓSITO O ALMACENAMIENTO DE RESIDUOS, TRANSGREDEN EL PRINCIPIO
DE PROPORCIONALIDAD TRIBUTARIA.
Justificación: Tratándose de impuestos ecológicos en estricto sentido, para atender el referido principio de justicia tributaria,
la base imponible debe tomar en consideración las unidades físicas sobre las cuales se tenga certeza de que su consumo o,
en su caso, liberación en el ambiente, suscita efectos negativos o impactos de carácter ecológico. En el tributo de mérito, la
base se constituye con la cantidad total (medida en toneladas) de residuos depositados o almacenados, al mes, en
vertederos públicos o privados. Ahora bien, la definición de residuo de las normas reclamadas se refiere a cualquier material
generado en los procesos de extracción, beneficio, transformación, producción, consumo, utilización, control o tratamiento,
cuya calidad no permita usarlo nuevamente en el proceso que lo generó, es decir, se limita la probable reutilización en forma
exclusiva al proceso que originó el residuo. Así, en términos del artículo 5, fracciones IV, XXIX y XLIV, de la Ley General para
la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, se define como residuo a todo material o producto cuyo propietario o
poseedor desecha y que se encuentra en estado sólido o semisólido, o es un líquido o gas contenido en recipientes o
depósitos, y que puede ser susceptible de ser valorizado o que requiere sujetarse a tratamiento o disposición final. Asimismo,
la valorización consiste en recuperar el valor remanente o el poder calorífico de los materiales que componen los residuos
mediante su reincorporación en procesos productivos, sin que se limite al propio proceso productivo que dio origen al residuo.
Además, los residuos son susceptibles de co-procesamiento, esto es, de la integración ambientalmente segura de los
generados por una industria o fuente conocida, como insumo a otro proceso productivo distinto. En ese orden de ideas, el
solo acto de verter o desechar no implica que el material no sea susceptible de ser co-procesado, valorizado o reutilizado, no
sólo en el propio proceso productivo que lo generó, sino hasta en otro distinto de la misma industria o de una diversa, con lo
cual incluso sería posible, en principio, su integración ambientalmente segura. Por tanto, la base del correlativo impuesto
contraviene el referido principio de justicia tributaria, ya que no permite tener certeza respecto de la proporción en que el
depósito o almacenamiento de residuos genera impacto ambiental, pues no se puede establecer la parte del material que no
es susceptible de ser reutilizada, además de que se limita tal aspecto al propio proceso productivo que generó el material, lo
cual excluye el co-procesamiento o integración ambientalmente segura de los residuos generados por una industria, como
insumo a otro proceso productivo distinto.
Equidad tributaria
• Exige que los sujetos identificados en una misma hipótesis
de causación guarden idéntica situación frente a la norma
jurídica que establece y regula el gravamen.
• Implica que los contribuyentes de un mismo impuesto
deben guardar una situación de igualdad frente a la norma
jurídica que lo establece y regula.
• Implica que una diferencia de trato debe ser adecuada y
racional para alcanzar la finalidad pretendida por la norma.
• Se configura como uno de los valores superiores del
ordenamiento jurídico, lo cual significa que ha de servir de
criterio básico de la producción normativa y de su posterior
interpretación y aplicación.
Equidad tributaria
• Radica en la igualdad ante la misma ley tributaria de todos
los sujetos pasivos de un mismo tributo, los que en tales
condiciones deben recibir un tratamiento idéntico en lo
concerniente a hipótesis de causación, acumulación de
ingresos gravables, deducciones permitidas, plazos de
pago, etcétera.
• No implica la necesidad de que todos los sujetos se
encuentren siempre, en todo momento y ante cualquier
circunstancia en condiciones de absoluta igualdad.
• Impide que se deba soportar un perjuicio (o una falta de
beneficio), desigual e injustificado en razón de los criterios
jurídicos por los que se guía la actuación de los poderes
públicos.
Registro digital: 192290
Tesis de Jurisprudencia: P./J. 24/2000
IMPUESTOS. PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA PREVISTO POR EL
ARTÍCULO 31, FRACCIÓN IV, CONSTITUCIONAL.
De una revisión a las diversas tesis sustentadas por esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en torno al principio de equidad tributaria previsto por
el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Federal, necesariamente se
llega a la conclusión de que, en esencia, este principio exige que los
contribuyentes de un impuesto que se encuentran en una misma hipótesis de
causación, deben guardar una idéntica situación frente a la norma jurídica
que lo regula, lo que a la vez implica que las disposiciones tributarias deben
tratar de manera igual a quienes se encuentren en una misma situación y de
manera desigual a los sujetos del gravamen que se ubiquen en una situación
diversa, implicando, además, que para poder cumplir con este principio el
legislador no sólo está facultado, sino que tiene obligación de crear
categorías o clasificaciones de contribuyentes, a condición de que éstas no
sean caprichosas o arbitrarias, o creadas para hostilizar a determinadas
clases o universalidades de causantes, esto es, que se sustenten en bases
objetivas que justifiquen el tratamiento diferente entre una y otra categoría, y
que pueden responder a finalidades económicas o sociales, razones de
política fiscal o incluso extrafiscales.
Equidad tributaria
Elementos objetivos que permiten delimitar al principio de equidad tributaria:
• A iguales supuestos de hecho deben corresponder idénticas consecuencias
jurídicas.
• No toda desigualdad de trato por la ley supone una violación al principio de
equidad tributaria, sino que la violación se configura únicamente si aquella
desigualdad produce distinción entre situaciones tributarias que pueden
considerarse iguales sin que exista para ello una justificación objetiva y
razonable.
• No se prohíbe al legislador contemplar la desigualdad de trato, sino sólo en los
casos en que resulta artificiosa o injustificada la distinción; y,
• Para que la diferenciación tributaria resulte acorde con las garantías de igualdad,
las consecuencias jurídicas que resultan de la ley deben ser adecuadas y
proporcionadas para conseguir el trato equitativo, de manera que la relación
entre la medida adoptada, el resultado que produce y el fin pretendido por el
legislador, superen un juicio de equilibrio en sede constitucional.
Registro digital: 2017431
Tesis de Jurisprudencia: PC.V. J/20 A (10a.)
IMPUESTO PREDIAL EJIDAL. LOS ARTÍCULOS 17 A 20 DE LA LEY DE
INGRESOS Y PRESUPUESTO DE INGRESOS DEL AYUNTAMIENTO DEL
MUNICIPIO DE CAJEME, SONORA, PARA EL EJERCICIO FISCAL DE
2016 QUE LO PREVÉN, VULNERAN EL PRINCIPIO DE EQUIDAD
TRIBUTARIA.
Los artículos referidos, al prever el impuesto predial ejidal, vulneran el
principio de equidad tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en tanto que el
hecho de que los sujetos obligados exploten o aprovechen el bien ejidal o
comunal, obtengan o no producción, y la comercialicen, provoca inequidad y
desproporcionalidad en las contribuciones, pues en el primer caso deberán
cubrir el impuesto respectivo y, en el segundo, no tendrán obligación de pago
alguno, ya que no hay base gravable pese a que, para efectos de un
impuesto real, como lo es el predial, ambos contribuyentes demostraron
tener capacidad tributaria al ser poseedores de predios similares o tal vez
iguales.
Equidad tributaria de las normas
Para llevar a cabo un juicio de igualdad o equidad
tributaria es necesario:
• Contar con un punto de comparación, es decir, con algún
parámetro que permita medir a las personas, objetos o
magnitudes entre las cuales se afirma existe un trato
desigual, en razón de que el derecho a la igualdad es
fundamentalmente instrumental y siempre se predica
respecto de algo.
• La carga argumentativa de proponer el término de
comparación implica que sea idóneo, pues debe permitir
que efectivamente se advierta la existencia de algún
aspecto homologable, semejante o análogo entre los
elementos comparados.
Registro digital: 2017007
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 54/2018 (10a.)
IGUALDAD O EQUIDAD TRIBUTARIA. LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN
O AGRAVIOS EN LOS QUE SE HAGA VALER LA VIOLACIÓN A DICHOS
PRINCIPIOS, SON INOPERANTES SI NO SE PROPORCIONA UN
TÉRMINO DE COMPARACIÓN IDÓNEO PARA DEMOSTRAR QUE LA
NORMA IMPUGNADA OTORGA UN TRATO DIFERENCIADO.
Para llevar a cabo un juicio de igualdad o equidad tributaria es necesario
contar con un punto de comparación, es decir, con algún parámetro que
permita medir a las personas, objetos o magnitudes entre las cuales se
afirma existe un trato desigual, en razón de que el derecho a la igualdad es
fundamentalmente instrumental y siempre se predica respecto de algo. En
ese sentido, la carga argumentativa de proponer el término de comparación
implica que sea idóneo, pues debe permitir que efectivamente se advierta la
existencia de algún aspecto homologable, semejante o análogo entre los
elementos comparados. Así, de no proporcionarse el punto de comparación
para medir un trato disímil o que éste no sea idóneo, el concepto de violación
o agravio en el que se haga valer la violación al principio de igualdad o
equidad tributaria deviene en inoperante.
Registro digital: 2013902
Tesis Aislada: 2a. XXV/2017 (10a.)
RENTA. LOS ARTÍCULOS 96 Y 152 DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE A PARTIR DEL 1 DE
ENERO DE 2014, AL ESTABLECER TARIFAS QUE CONTIENEN UNA TASA MÁXIMA PARA EL CÁLCULO
DEL TRIBUTO APLICABLE A LAS PERSONAS FÍSICAS, DISTINTAS A LA TASA FIJA QUE
CORRESPONDE A LAS PERSONAS MORALES, NO VIOLAN EL PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA.
Conforme a los artículos citados, las personas morales calculan el tributo conforme a una tasa fija del 30%,
mientras que las físicas están sujetas a la aplicación de tarifas que prevén diversos rangos de ingresos, que se
acotan por un límite inferior y uno superior, una cuota fija (que opera respecto del monto que no rebasa tal límite
inferior) y un porcentaje o tasa (aplicable únicamente al excedente del límite inferior). Ahora bien, tal
circunstancia no implica un trato diverso que transgreda el principio de equidad tributaria contenido en el
artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debido a que entre las
personas físicas y las morales existen diferencias objetivas, pues atendiendo a la naturaleza de sus actividades,
al volumen de sus ingresos o al momento y forma de sus operaciones, no se ubican en situaciones
comparables y, por ende, se encuentra justificado que el legislador ordinario establezca distintos esquemas
tributarios para cada categoría de contribuyente. Esto es, las personas físicas responden con su patrimonio de
manera total; cuentan con un patrimonio unipersonal y, en términos generales, tienen una menor capacidad
administrativa y económica; en cambio, las personas morales responden de manera limitada (atendiendo a la
modalidad o tipo de sociedad adoptada); cuentan con un patrimonio multipersonal y, generalmente, permiten
apreciar una mayor capacidad administrativa y económica. Adicionalmente, en la composición legal de la base
gravable de las personas físicas y morales, se tiene en cuenta que entre ellas existe distinta aptitud contributiva
de la riqueza, pues mientras que aquéllas tributan conforme a un régimen cedular, atendiendo a las distintas
fuentes de sus ingresos, estas últimas son gravadas conforme a un régimen global, según el cual la obtención
de sus ingresos está delimitada por la ejecución de su objeto social. En consecuencia, el legislador apreció
elementos suficientes para efectuar una distinción entre las personas morales, por un lado, y las personas
físicas, por el otro, con base en los cuales justificó el tratamiento diferenciado entre ambos grupos de
contribuyentes, atendiendo a finalidades económicas y sociales, así como a razones de política fiscal.
Registro digital: 2013901
Tesis Aislada: 2a. XXXII/2017 (10a.)
RENTA. LOS ARTÍCULOS 96, 111, 151, ÚLTIMO PÁRRAFO, Y 152 DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE A
PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 2014, AL ESTABLECER UN TRATO FISCAL DISTINTO ENTRE EL RÉGIMEN DE
INGRESOS POR SALARIOS Y EN GENERAL POR LA PRESTACIÓN DE UN SERVICIO PERSONAL SUBORDINADO Y
EL DIVERSO DE INCORPORACIÓN FISCAL, NO VIOLAN EL PRINCIPIO DE EQUIDAD TRIBUTARIA.
En la Sección II del Capítulo II del Título IV del ordenamiento de referencia, se regula el régimen de incorporación fiscal, el
cual es optativo y transitorio, además de que sólo es aplicable a personas físicas que realicen únicamente actividades
empresariales, que enajenen bienes o presten servicios por los que no se requiera para su realización título profesional, así
como que los ingresos que obtuvieron en el ejercicio inmediato anterior, no hubieran excedido de dos millones de pesos. Los
contribuyentes de este régimen (entre otros aspectos) calculan y enteran el impuesto en forma bimestral, el cual tiene el
carácter de pago definitivo y además el monto a pagar es susceptible de disminución durante un periodo de 10 años (en el
primer año la reducción es del 100%, la cual se disminuirá 10% en cada uno de los subsecuentes, hasta llegar al 10%).
Ahora, el hecho de que ese régimen cuente con un trato fiscal diverso al de ingresos por salarios y en general por la
prestación de un servicio personal subordinado, encuentra una primer justificación en la diferencia de las actividades que
generan el ingreso, pues las empresariales y los servicios personales independientes tienen como objeto fundamental el lucro
mercantil, mientras que las personas físicas asalariadas o asimiladas no tienen como finalidad primordial la especulación
comercial, aunque obtengan ingresos por los servicios que prestan; de ahí que no podría preverse idéntico diseño tributario
para fuentes de ingreso distintas, dado el carácter cedular o analítico del impuesto sobre la renta tratándose de personas
físicas. Aunado a ello, existen razones de política fiscal, económica y social, que avalan la implementación del régimen de
incorporación, como el ofrecer un esquema de tributación sencillo con determinados beneficios que hicieran atractiva la
incorporación a la formalidad (tanto en el ámbito fiscal como en el de la seguridad social) para las personas físicas que
desarrollaban actividades empresariales sin enterar impuestos; también se pretendió instrumentar la sustitución de los
regímenes intermedio y de pequeños contribuyentes que se preveían en la ley abrogada, debido a que algunas de sus
características permitían que se evadieran o eludieran obligaciones fiscales; así como permitir a los contribuyentes el
desarrollo de su actividad económica, para que, una vez que hayan alcanzado madurez y estabilidad fiscal, transiten al
régimen general para las actividades empresariales. En ese orden de ideas, las diferencias entre las fuentes de ingreso y los
diversos fines de política fiscal, económica y social, permiten concluir que los artículos 96, 111, 151, último párrafo y 152 de la
Ley del Impuesto sobre la Renta no violan el principio de equidad tributaria contenido en el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Legalidad tributaria
Constituye una exigencia de primer orden, conforme al cual
ningún órgano del Estado puede realizar actos individuales que no
estén previstos y autorizados por una disposición legal anterior.

Implica que mediante un acto formal y materialmente legislativo se


establezcan todos los elementos para realizar el cálculo de una
contribución, fijándolos con la precisión necesaria para que:
o Impida el comportamiento arbitrario o caprichoso de las autoridades que directa o
indirectamente participen en su recaudación.
o Genere certidumbre al gobernado sobre qué hecho o circunstancia se encuentra
gravado; cómo se calculará la base del tributo; qué tasa o tarifa debe aplicarse;
cómo, cuándo y dónde se realizará el entero respectivo y todo aquello que le
permita conocer qué cargas tributarias le corresponden en virtud de la situación
jurídica en que se encuentra o pretenda ubicarse.
Registro digital: 2023106
Tesis Aislada: (IV Región)1o.58 A (10a.)
DEVOLUCIÓN DE SALDO A FAVOR DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA. PROCEDE AL
TRABAJADOR POR CONCEPTO DE SUELDOS Y SALARIOS, AUNQUE NO ESTÉ ACREDITADO
QUE EL PATRÓN CUMPLIÓ CON SU OBLIGACIÓN DE DECLARAR Y ENTERAR LA CONTRIBUCIÓN
RETENIDA.
El primer párrafo del artículo 22 del Código Fiscal de la Federación establece que las autoridades fiscales
devolverán las cantidades pagadas indebidamente y las que procedan conforme a las leyes fiscales, y
que en el caso de contribuciones que se hubieran retenido, la devolución se efectuará a los
contribuyentes a quienes se les hubiera retenido la contribución de que se trate. Así, los trabajadores a
quienes se les retuvo el impuesto sobre la renta, tienen derecho a pedir la devolución respectiva a la
autoridad hacendaria, quien deberá autorizarla si el solicitante demuestra la retención con la declaración
de impuestos y con la constancia de sus ingresos y retenciones por sueldos y salarios, ambas por el
ejercicio correspondiente; sin que pueda negárseles por la circunstancia de que no esté acreditado que el
patrón cumplió con su obligación de declarar y enterar la contribución retenida, pues ello sería en
perjuicio de sus derechos humanos de legalidad tributaria y seguridad jurídica, ya que el artículo 22
citado no prevé que la devolución esté condicionada al cumplimiento de la obligación patronal señalada,
porque en materia fiscal las normas de restricción o las que imponen sanciones a los particulares deben
estar expresamente reguladas, esto es, precisar específicamente determinada sanción para una
conducta concreta. De ahí que no es necesario que el patrón retenedor haya pagado el impuesto para
que sea procedente la solicitud de devolución del trabajador, porque la hacienda federal es una
maquinaria técnica-jurídica que cuenta con todos los recursos humanos y materiales para fiscalizar a los
contribuyentes y compelerlos a cumplir sus obligaciones fiscales, en términos del artículo 42 del código
tributario federal. Aunado a que el párrafo décimo cuarto del propio artículo 22, en su texto anterior a la
reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 8 de diciembre de 2020, indica que la autoridad
podrá autorizar la devolución, incluso sin haber ejercido sus facultades de fiscalización.
Registro digital: 2015101
Tesis de Jurisprudencia: PC.XVI.A. J/19 A (10a.)
SALDO A FAVOR. CUANDO SE PRESENTA UNA SOLICITUD DE DEVOLUCIÓN, LA AUTORIDAD PUEDE HACER
USO DE LAS PRESUNCIONES PARA VERIFICAR LA EFECTIVA REALIZACIÓN DE LAS OPERACIONES DE LAS
QUE AQUÉL SE HACE DERIVAR Y, EN SU CASO, CONCLUIR QUE NO SE MATERIALIZARON.
El empleo de la presunción en el ámbito tributario es frecuente y necesario en la medida de la posible existencia de
conductas fraudulentas de los sujetos obligados, y tiene su fundamento en el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; asimismo, la presunción constituye un medio probatorio que
se define como la consecuencia que la ley o el juzgador deduce de un hecho conocido para averiguar la verdad de
otro desconocido; la primera se denomina legal -cuando la ley la prevé expresamente-, y la segunda humana -cuando
de un hecho conocido se deduce otro que es consecuencia ordinaria de aquél-, en el entendido de que debe existir un
correcto equilibrio entre el hecho demostrado y el que se presume, de manera que uno sea consecuencia necesaria
del otro, es decir, que ese proceso deductivo sea racional y coherente con el hecho que se encuentre plenamente
demostrado. Así, al conceder la ley a la autoridad la facultad de verificar la efectiva realización de las operaciones de
las que se hace derivar el saldo a favor solicitado, la dota con la atribución para hacer uso de los medios probatorios
previstos legalmente, como lo es la presunción, y porque además, el hecho de que los procedimientos previstos en el
artículo 22 del Código Fiscal de la Federación, en los que debe decidirse si procede la devolución solicitada tengan la
característica de sumarios, dada la brevedad de sus plazos y lo específico de su objetivo, justifica que no sea
legalmente exigible para la autoridad un rango de prueba directa de la inexistencia de las operaciones, de ahí que
puede hacer uso de las presunciones; proceder que no puede a priori calificarse de arbitrario, porque debe recordarse
que el fisco federal, como órgano del Estado, desarrolla sus funciones bajo los principios de legalidad y buena fe, lo
cual implica que dentro de la relación tributaria actúa siempre respetando los derechos de los contribuyentes, y es por
ello que sus actos gozan de la presunción de legalidad, conforme al artículo 68 del código aludido, hasta en tanto no
se demuestre lo contrario. De modo que cuando se presenta una solicitud de devolución de saldo a favor sustentada
en comprobantes fiscales que cumplen los requisitos previstos en los artículos 29 y 29-A del ordenamiento referido, la
autoridad puede hacer uso de las presunciones para verificar la efectiva realización de las operaciones de las que se
hace derivar ese saldo y, en su caso, concluir que no se materializaron.
Doble aspecto del principio de legalidad
tributaria
Legalidad administrativa. Reserva de ley.

• Toda actuación de la • Consiste en que una norma


administración pública debe constitucional establece si
realizarse conforme a lo todo o solo algunos elementos
establecido en la ley. de la materia tributaria deben
• Se encuentra prevista en el necesariamente estar en una
artículo 14 y 16 Constitucional. ley.
• Ningún órgano del Estado
puede realizar actos
individuales que no estén
previstos y autorizados por
una disposición legal anterior.
Legalidad tributaria
• Exige que las autoridades sólo deberán aplicar las disposiciones
generales de observancia obligatoria dictadas antes de cada caso
concreto para:
o Evitar el cobro de impuestos imprevisibles o a título particular;
o Que el particular pueda conocer la forma cierta de contribuir al gasto
público, al ser el legislador y no otro órgano, quien precise los
elementos del tributo.
• Las leyes tributarias deben otorgar certeza jurídica a los
contribuyentes en cuanto a la amplitud y alcances de su
obligación de contribuir al gasto público.
• La base gravable como elemento esencial del tributo debe
regularse en una ley en sentido formal y material expedida por el
Congreso de la Unión.
o Por el papel que desempeña en la cuantificación del hecho imponible
en concreto y de la obligación tributaria en general, debe cumplir con
las exigencias del principio de legalidad en materia tributaria.
Legalidad tributaria

No se infringe el principio de legalidad tributaria:

• Cuando una autoridad administrativa realice la


determinación o cálculo preciso de alguno de los
elementos que repercuten en el monto al que
ascenderá una contribución corresponda.
• Bastará que en las disposiciones formal y
materialmente legislativas aplicables se prevea con
precisión el procedimiento o mecanismo que aquélla
debe seguir.
Registro digital: 190643
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 111/2000
LEGALIDAD TRIBUTARIA. LA CIRCUNSTANCIA DE QUE EL CÁLCULO DE ALGÚN ELEMENTO
DE LAS CONTRIBUCIONES CORRESPONDA REALIZARLO A UNA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA NO CONLLEVA, NECESARIAMENTE, UNA TRANSGRESIÓN A ESA
GARANTÍA CONSTITUCIONAL.
Conforme a la jurisprudencia de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, el principio de
legalidad tributaria garantizado en el artículo 31, fracción IV, constitucional, implica el que mediante
un acto formal y materialmente legislativo se establezcan todos los elementos que sirven de base
para realizar el cálculo de una contribución, fijándolos con la precisión necesaria que, por un lado,
impida el comportamiento arbitrario o caprichoso de las autoridades que directa o indirectamente
participen en su recaudación y que, por otro, genere certidumbre al gobernado sobre qué hecho o
circunstancia se encuentra gravado; cómo se calculará la base del tributo; qué tasa o tarifa debe
aplicarse; cómo, cuándo y dónde se realizará el entero respectivo y, en fin, todo aquello que le
permita conocer qué cargas tributarias le corresponden en virtud de la situación jurídica en que se
encuentra o pretenda ubicarse. En ese tenor, la circunstancia de que la determinación o cálculo
preciso de alguno de los elementos que repercuten en el monto al que ascenderá una contribución
corresponda realizarlo a una autoridad administrativa, no conlleva, por sí misma, una transgresión al
principio constitucional de referencia, pues para cumplir con éste, en tal hipótesis, bastará que en las
disposiciones formal y materialmente legislativas aplicables se prevea el procedimiento o
mecanismo que aquélla debe seguir, con tal precisión que atendiendo al fenómeno que se pretende
cuantificar, se impida su actuación arbitraria y se genere certidumbre al gobernado sobre los factores
que inciden en sus cargas tributarias.
Registro digital: 2013225
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 181/2016 (10a.)
RENTA. EL ARTÍCULO 28, FRACCIÓN XXX, DE LA LEY DEL IMPUESTO RELATIVO, VIGENTE A
PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 2014, AL NO ESTABLECER CÓMO DETERMINARÁN LOS
CONTRIBUYENTES LA DISMINUCIÓN DE LAS PRESTACIONES A LOS TRABAJADORES, NO
TRANSGREDE LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD TRIBUTARIA Y SEGURIDAD JURÍDICA.
El citado precepto contiene una regla de no deducibilidad de los pagos de ingresos exentos para el
trabajador, hasta por la cantidad que resulte de aplicar el factor de 0.53, o bien de 0.47 cuando las
prestaciones otorgadas por los contribuyentes a sus trabajadores en el ejercicio de que se trate, no
disminuyan respecto de las otorgadas en el ejercicio fiscal inmediato anterior. Así, la norma
establece los parámetros o márgenes vinculados a la determinación de la base gravable del tributo,
por lo que esa circunstancia resulta suficiente para considerar que se cumplen las exigencias de los
principios constitucionales indicados, pues en un texto formal y materialmente legislativo se prevén
los componentes básicos que han de incidir en el referido elemento esencial del impuesto; por lo
que el hecho de que el artículo mencionado, no establezca cómo determinarán los contribuyentes si
hubo una disminución o no en la magnitud de las prestaciones señaladas, para que puedan definir si
aplicarán el factor de 0.53 o el de 0.47, no conlleva una transgresión a los principios de legalidad
tributaria y seguridad jurídica, porque en esa norma primaria se establecieron las bases del
procedimiento que deberá seguirse a fin de determinar el monto de erogaciones no deducible y
correlativamente el que será deducible, lo que es suficiente, tomando en consideración que la
reserva de ley es relativa.
Registro digital: 2012930
Tesis de Jurisprudencia: 2a./J. 141/2016 (10a.)
CONTABILIDAD ELECTRÓNICA. LAS CLÁUSULAS HABILITANTES CONTENIDAS EN EL
ARTÍCULO 28, FRACCIONES III Y IV, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, NO
VULNERAN EL DERECHO A LA LEGALIDAD (DECRETO DE REFORMAS PUBLICADO EN EL
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 9 DE DICIEMBRE DE 2013).
Las cláusulas habilitantes contenidas en las referidas porciones normativas no vulneran el derecho a
la legalidad, ya que basta con imponerse de su contenido para advertir que las bases y parámetros
generales que delimitan la actuación de la autoridad (administrativa o, en su caso, del Ejecutivo
Federal), se encuentran implícitas en el referido precepto que establece la materia específica a
regular, es decir, lo relativo a los registros o asientos que se llevarán en medios electrónicos y lo
atinente al ingreso de la información contable de forma mensual a través de la página de Internet del
Servicio de Administración Tributaria. Lo anterior significa que la autoridad tiene un límite en su
actuación, constituido precisamente por el marco regulatorio de la materia a desarrollar, sin que
obste que el artículo 28, fracciones III y IV, del Código Fiscal de la Federación no establezca una
serie de lineamientos pormenorizados para desarrollar los aspectos técnicos, operativos o de
especialidad respectivos, pues además de que no existe disposición constitucional o legal alguna
que obligue al legislador a pormenorizar dichos lineamientos, esa circunstancia no significa que la
autoridad podrá actuar arbitrariamente ni constituye un impedimento para el ejercicio de la atribución
otorgada por la cláusula habilitante, en tanto su ámbito de actuación está constreñido al marco
regulatorio de la materia específica señalada.
Legalidad tributaria. Reserva de ley.
Absoluta:
• La regulación de una determinada materia queda acotada en forma exclusiva a la ley formal; en
nuestro caso, a la ley emitida por el Congreso federal o local.
• La materia reservada a la ley no puede ser regulada por otras fuentes.
Relativa:
• Permite que otras fuentes de la ley vengan a regular parte de la disciplina normativa de
determinada materia, pero a condición de que la ley sea la que determine expresa y limitativamente
las directrices a las que dichas fuentes deberán ajustarse;
• La regulación de las fuentes secundarias debe quedar subordinada a las líneas esenciales que la
ley haya establecido para la materia normativa.
• La ley puede limitarse a establecer los principios y criterios dentro de los cuales la concreta
disciplina de la materia reservada podrá posteriormente ser establecida por una fuente secundaria.
• No se excluye la posibilidad de que las leyes contengan remisiones a normas reglamentarias, pero
sí que tales remisiones hagan posible una regulación independiente y no claramente subordinada a
la ley, lo que supondría una degradación de la reserva formulada por la Constitución en favor del
legislador.
• Las normas secundarias deben hacer una regulación subordinada y dependiente de la ley, y
funcionar como un complemento de la regulación legal que sea indispensable por motivos técnicos
o para el debido cumplimiento de la finalidad recaudatoria.
Registro digital: 197375
Tesis Aislada: P. CXLVIII/97
LEGALIDAD TRIBUTARIA. ALCANCE DEL PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY.
Este alto tribunal ha sustentado el criterio de que el principio de legalidad se encuentra claramente establecido en el artículo
31 constitucional, al expresar en su fracción IV, que los mexicanos deben contribuir para los gastos públicos de la manera
proporcional y equitativa que dispongan las leyes. Conforme con dicho principio, es necesaria una ley formal para el
establecimiento de los tributos, lo que satisface la exigencia de que sean los propios gobernados, a través de sus
representantes, los que determinen las cargas fiscales que deben soportar, así como que el contribuyente pueda conocer con
suficiente precisión el alcance de sus obligaciones fiscales, de manera que no quede margen a la arbitrariedad. Para
determinar el alcance o profundidad del principio de legalidad, es útil acudir al de la reserva de ley, que guarda estrecha
semejanza y mantiene una estrecha vinculación con aquél. Pues bien, la doctrina clasifica la reserva de ley en absoluta y
relativa. La primera aparece cuando la regulación de una determinada materia queda acotada en forma exclusiva a la ley
formal; en nuestro caso, a la ley emitida por el Congreso, ya federal, ya local. En este supuesto, la materia reservada a la ley
no puede ser regulada por otras fuentes. La reserva relativa, en cambio, permite que otras fuentes de la ley vengan a regular
parte de la disciplina normativa de determinada materia, pero a condición de que la ley sea la que determine expresa y
limitativamente las directrices a las que dichas fuentes deberán ajustarse; esto es, la regulación de las fuentes secundarias
debe quedar subordinada a las líneas esenciales que la ley haya establecido para la materia normativa. En este supuesto, la
ley puede limitarse a establecer los principios y criterios dentro de los cuales la concreta disciplina de la materia reservada
podrá posteriormente ser establecida por una fuente secundaria. Así, no se excluye la posibilidad de que las leyes contengan
remisiones a normas reglamentarias, pero sí que tales remisiones hagan posible una regulación independiente y no
claramente subordinada a la ley, lo que supondría una degradación de la reserva formulada por la Constitución en favor del
legislador. En suma, la clasificación de la reserva de ley en absoluta y relativa se formula con base en el alcance o extensión
que sobre cada materia se atribuye a cada especie de reserva. Si en la reserva absoluta la regulación no puede hacerse a
través de normas secundarias, sino sólo mediante las que tengan rango de ley, la relativa no precisa siempre de normas
primarias. Basta un acto normativo primario que contenga la disciplina general o de principio, para que puedan regularse los
aspectos esenciales de la materia respectiva. Precisado lo anterior, este alto tribunal considera que en materia tributaria la
reserva es de carácter relativa, toda vez que, por una parte, dicha materia no debe ser regulada en su totalidad por una ley
formal, sino que es suficiente sólo un acto normativo primario que contenga la normativa esencial de la referida materia,
puesto que de ese modo la presencia del acto normativo primario marca un límite de contenido para las normas secundarias
posteriores, las cuales no podrán nunca contravenir lo dispuesto en la norma primaria; y, por otro lado, en casos
excepcionales, y que lo justifiquen, pueden existir remisiones a normas secundarias, siempre y cuando tales remisiones
hagan una regulación subordinada y dependiente de la ley, y además constituyan un complemento de la regulación legal que
sea indispensable por motivos técnicos o para el debido cumplimiento de la finalidad recaudatoria.
Legalidad tributaria. Reserva de ley.
• En materia de legalidad tributaria la reserva de ley es de carácter
relativo.
• Es suficiente que los elementos esenciales de la contribución se
describan en una ley, para que puedan ser desarrollados en otros
ordenamientos de menor jerarquía.
• El acto normativo primario marca un límite de contenido para las
normas secundarias posteriores, las cuales nunca podrán contravenir
la norma primaria, además de que tal remisión debe constituir un
complemento de la regulación legal que sea indispensable por motivos
técnicos o para el debido cumplimiento de la finalidad recaudatoria.
• El principio tributario de reserva de ley es de carácter:
• Relativo para los elementos cuantitativos del tributo, como son la tasa o la
base, porque en muchas ocasiones, para cifrar el hecho imponible es
indispensable realizar operaciones o acudir a aspectos técnicos.
• Absoluta para los elementos cualitativos de las contribuciones, como son
los sujetos y el objeto, los cuales no pueden ser desarrollados en un
reglamento, sino que deben preverse exclusivamente en una ley.
Registro digital: 175059
Tesis Aislada: P. XLII/2006
LEGALIDAD TRIBUTARIA. EL PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY ES DE CARÁCTER RELATIVO
Y SÓLO ES APLICABLE TRATÁNDOSE DE LOS ELEMENTOS QUE DEFINEN A LA CUANTÍA
DE LA CONTRIBUCIÓN.
El Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que en materia de
legalidad tributaria la reserva de ley es de carácter relativo, toda vez que dicha materia no debe ser
regulada en su totalidad por una ley formal y materialmente legislativa, sino que es suficiente que los
elementos esenciales de la contribución se describan en ella, para que puedan ser desarrollados en
otros ordenamientos de menor jerarquía, ya que la presencia del acto normativo primario marca un
límite de contenido para las normas secundarias posteriores, las cuales nunca podrán contravenir la
norma primaria, además de que tal remisión debe constituir un complemento de la regulación legal
que sea indispensable por motivos técnicos o para el debido cumplimiento de la finalidad
recaudatoria. En congruencia con tal criterio, se concluye que el principio tributario de reserva de ley
es de carácter relativo y aplica únicamente tratándose de los elementos cuantitativos del tributo,
como son la tasa o la base, porque en muchas ocasiones, para cifrar e hecho imponible es
indispensable realizar operaciones o acudir a aspectos técnicos, lo que no sucede en relación con
los elementos cualitativos de las contribuciones, como son los sujetos y el objeto, los cuales no
pueden ser desarrollados en un reglamento, sino que deben preverse exclusivamente en una ley.
Legalidad tributaria. Reserva de ley.
Según la SCJN, es posible que la ley encomiende a la autoridad fiscal o a alguna otra de
carácter administrativo, la fijación de uno o más componentes de la base imponible
(reserva de ley relativa):
• La disposición legal debe establecer los parámetros, lineamientos y/o principios que
delimitarán el margen de actuación de dichas autoridades, con la finalidad de
proporcionar certeza jurídica a los contribuyentes en torno a la determinación y
cumplimiento de su obligación tributaria.
• No implica una violación al principio de legalidad tributaria, porque tales aspectos
(complejos, especializados o técnicos), pueden regularse en disposiciones de menor
jerarquía.
• Bastará que en las leyes aplicables se prevean los márgenes o lineamientos que se
debe seguir, con tal precisión que se impida una actuación arbitraria y se genere
certidumbre sobre los factores que inciden en sus cargas tributarias.
• Es aceptable desde el punto de vista constitucional, que se permita a la autoridad
administrativa intervenir en la concreción de aspectos vinculados con la base
gravable, siempre que la ley establezca los métodos, reglas generales o parámetros
dentro de los cuales puede actuar dicha autoridad exactora.
Destino al gasto público.
Destinar.
• Consignar, señalar aplicar, una cosa o un lugar para un fin
determinado.

Gasto público:
• Cantidad que se gasta o se ha gastado por las administraciones
públicas.
• Tiene un sentido social y un alcance de interés colectivo por
cuanto al importe de las contribuciones recaudadas se destina a
la satisfacción de las necesidades colectivas o sociales, o a los
servicios públicos.
• El concepto general de gasto público estriba en el destino de la
recaudación que el Estado debe garantizar en beneficio de la
colectividad.
Destino al gasto público.

Busca evitar que los recursos


Está referido al destino o fin
obtenidos mediante el pago
del gasto público, pero no a
de contribuciones se desvíen
su uso, pues en ese caso
para utilizarlas en
tendría que analizarse no
cuestiones ajenas al gasto
solamente si en la ley se
público, ya que dicho destino
establece la satisfacción de
es el que justifica, junto con el
necesidades sociales o
principio de solidaridad el
colectivas, o de las
desprendimiento patrimonial
atribuciones del Estado, sino
para dar sostén al aparto
también el uso, ejercicio o
estatal y lograr la
programación del gasto.
redistribución de la riqueza.
Registro digital: 161306
Tesis Aislada: 1a. CXLIX/2011
GASTO PÚBLICO. ALCANCE DEL PRINCIPIO RELATIVO.
Desde el punto de vista constitucional, el principio contenido
en el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, está referido al destino o fin
del gasto público, pero no a su uso, ya que de aceptarse
esto último, en sede constitucional tendría que analizarse no
solamente si en la ley de la materia se establece la
satisfacción de necesidades sociales o colectivas, o de las
atribuciones del Estado, sino también el uso, ejercicio o
programación del gasto, alcance que no tiene dicho principio
constitucional.
Destino al gasto público.

El hecho de que se esté ante un impuesto de carácter federal no


implica que su destino tenga que ser también "federal”.

No puede entenderse que el "gasto público" se asocie exclusivamente


con la Federación, sin que los Estados o los Municipios sean
considerados como sus destinatarios.

Lo que define el principio tributario de destino al gasto público la


constituye su objeto material, es decir, la satisfacción de ciertas
necesidades de interés colectivo, y no el tipo de entidad pública -
Federación, Estados o Municipios-, que lo opere.
Registro digital: 177017
Tesis Aislada: 1a. CXXIII/2005
DESTINO AL GASTO PÚBLICO. LA CARACTERÍSTICA DE ESE
PRINCIPIO TRIBUTARIO SE DETERMINA POR SU OBJETO
MATERIAL Y NO POR EL TIPO DE ENTIDAD PÚBLICA QUE LO
OPERE.
El hecho de que se esté ante un impuesto de carácter federal no
implica que su destino tenga que ser también "federal", pues lo que el
artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos prescribe es que las contribuciones se destinen al
gasto público que pueden realizar tanto la Federación como los
Estados de la República o los Municipios, esto es, no puede
entenderse que el "gasto público" se asocie exclusivamente con la
Federación, sin que los Estados o los Municipios sean considerados
como sus destinatarios. Por tanto, la nota que define el principio
tributario de destino al gasto público la constituye su objeto material, es
decir, la satisfacción de ciertas necesidades de interés colectivo, y no el
tipo de entidad pública -Federación, Estados o Municipios-, que lo
opere.
Destino al gasto público. Fines
extrafiscales
• Los fines extrafiscales pueden servir como instrumentos eficaces de política
financiera, económica y social que el Estado tenga interés en impulsar.
• Será el órgano legislativo el que justifique en la exposición de motivos o en los
dictámenes o en la misma ley, los fines extrafiscales que persiguen las contribuciones
con su imposición.
• En un problema de constitucionalidad de leyes debe atenderse sustancialmente a las
justificaciones expresadas por los órganos encargados de crear la ley y no a las posibles
ideas que haya tenido o a las posibles finalidades u objetivos que se haya propuesto
alcanzar.
• Podrán existir casos excepcionales en que la contribución este encaminada a proteger o
ayudar a clases marginales, en cuyo caso el fin extrafiscal es evidente, es decir, se
trata de un fin especial de auxilio y, por tanto, no es necesario que en la iniciativa, en los
dictámenes o en la propia ley el legislador exponga o revele los fines extrafiscales, al
resultar un hecho notorio la finalidad que persigue la contribución respectiva.
Registro digital: 178454
Tesis de Jurisprudencia: 1a./J. 46/2005
FINES EXTRAFISCALES. CORRESPONDE AL ÓRGANO LEGISLATIVO JUSTIFICARLOS
EXPRESAMENTE EN EL PROCESO DE CREACIÓN DE LAS CONTRIBUCIONES.
Una nueva reflexión sobre el tema de los fines extrafiscales conduce a la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación a considerar que si bien es cierto que el propósito fundamental de las contribuciones es el
recaudatorio para sufragar el gasto público de la Federación, Estados y Municipios, también lo es que puede
agregarse otro de similar naturaleza, relativo a que aquéllas pueden servir como instrumentos eficaces de
política financiera, económica y social que el Estado tenga interés en impulsar (fines extrafiscales), por lo que
ineludiblemente será el órgano legislativo el que justifique expresamente, en la exposición de motivos o en los
dictámenes o en la misma ley, los mencionados fines extrafiscales que persiguen las contribuciones con su
imposición. En efecto, el Estado al establecer las contribuciones respectivas, a fin de lograr una mejor captación
de los recursos para la satisfacción de sus fines fiscales, puede prever una serie de mecanismos que
respondan a fines extrafiscales, pero tendrá que ser el legislador quien en este supuesto refleje su voluntad en
el proceso de creación de la contribución, en virtud de que en un problema de constitucionalidad de leyes debe
atenderse sustancialmente a las justificaciones expresadas por los órganos encargados de crear la ley y no a
las posibles ideas que haya tenido o a las posibles finalidades u objetivos que se haya propuesto alcanzar. Lo
anterior adquiere relevancia si se toma en cuenta que al corresponder al legislador señalar expresamente los
fines extrafiscales de la contribución, el órgano de control contará con otros elementos cuyo análisis le permitirá
llegar a la convicción y determinar la constitucionalidad o inconstitucionalidad del precepto o preceptos
reclamados. Independientemente de lo anterior, podrán existir casos excepcionales en que el órgano de control
advierta que la contribución está encaminada a proteger o ayudar a clases marginales, en cuyo caso el fin
extrafiscal es evidente, es decir, se trata de un fin especial de auxilio y, por tanto, no será necesario que en la
iniciativa, en los dictámenes o en la propia ley el legislador exponga o revele los fines extrafiscales, al resultar
un hecho notorio la finalidad que persigue la contribución respectiva.
Registro digital: 170056
Tesis Jurisprudencia: XXI.2o.P.A. J/19
PREDIAL. EL ARTÍCULO 8o., FRACCIÓN I, INCISO G), DE LA LEY NÚMERO 270 DE INGRESOS PARA EL
MUNICIPIO DE ACAPULCO DE JUÁREZ, GUERRERO, PARA EL EJERCICIO FISCAL DE 2007, QUE
CONTEMPLA COMO BENEFICIO A FAVOR DE DIVERSOS GRUPOS SOCIALES EL PAGO DEL
CINCUENTA POR CIENTO SOBRE EL VALOR CATASTRAL DEL IMPUESTO RELATIVO DE PREDIOS
EDIFICADOS DESTINADOS EXCLUSIVAMENTE A CASA HABITACIÓN CON VALOR CATASTRAL HASTA
DE 15 MIL SALARIOS MÍNIMOS DIARIOS, ES CONSTITUCIONAL.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en la jurisprudencia 1a./J. 46/2005,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI, mayo de 2005,
página 157, de rubro: "FINES EXTRAFISCALES. CORRESPONDE AL ÓRGANO LEGISLATIVO
JUSTIFICARLOS EXPRESAMENTE EN EL PROCESO DE CREACIÓN DE LAS CONTRIBUCIONES.", que si
bien es cierto que el propósito fundamental de las contribuciones es el recaudatorio para sufragar el gasto
público de la Federación, Estados y Municipios, también lo es que puede agregarse otro de similar naturaleza,
relativo a que aquéllas pueden servir como instrumentos eficaces de política financiera, económica y social que
el Estado tenga interés en impulsar, denominados fines extrafiscales, y que ineludiblemente será el órgano
legislativo el que los justifique expresamente, en la exposición de motivos, en los dictámenes o en la propia ley.
En concordancia con lo anterior, el artículo 8o., fracción I, inciso g), de la Ley Número 270 de Ingresos para el
Municipio de Acapulco de Juárez, Guerrero, para el ejercicio fiscal de 2007, al señalar que los predios
edificados propiedad de discapacitados, madres jefas de familia, personas mayores de 60 años que cuenten
con tarjeta INAPAM o identificación oficial, así como pensionados y jubilados, todos de nacionalidad mexicana,
destinados exclusivamente a su casa habitación, hasta por el valor catastral de 15 mil salarios mínimos diarios,
pagarán el impuesto predial sobre el cincuenta por ciento del valor catastral determinado, es constitucional,
porque los fines extrafiscales de política social que persigue de apoyar a los grupos sociales vulnerables de
referencia, fueron señalados expresamente tanto en la iniciativa de ley como en el dictamen respectivo; luego,
al contenerse las razones del porqué se otorgan tales beneficios en dos de los actos del proceso legislativo, se
cumple con el criterio jurisprudencial de mérito.
¡Gracias por su
atención!

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