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JEFATURA NACIONAL DE ENFERMERIA 

DIPLOMADO CUIDADO AVANZADO DE HERIDAS ESTOMAS Y


QUEMADURAS 
HOSP. GENERAL ISSSTE ACAPULCO  
 
 
RESUMEN No. 7
MODULO V

PIE DIABETICO
PIE DE CHARCOT
MÉTODOS DE DESCARGA
ÚLCERAS ARTERIALES
ÚLCERAS VENOSAS
 
 
 
 
 
 

 
Profesor titular y/o adjunto: Claudia Ortega Aguirre  
Persona responsable de la Unidad: Carmen Karina Serrano Reyes  
Nombre del Alumno: Abraham Asahel Espinosa Muñoz 
Fecha: 30 de Julio del 2022 
INTRODUCCIÓN
Si bien las complicaciones relacionadas con el pie diabético, úlceras y
amputaciones, como consecuencia de la neuropatía diabética con o sin
coexistencia de artropatía periférica, representan la mayor causa de morbilidad y
discapacidad, con un elevado coste para la sanidad.
Las úlceras del pie diabético pueden ser prevenibles con una adecuada estrategia
que comprenda el cribado, la clasificación del riesgo y medidas efectivas de
prevención y tratamiento.
Por otro lado la neuroartropatía de Charcot, si bien es una de las complicaciones
más incapacitantes de la diabetes mellitus, asociada con una marcada reducción
en calidad de vida y aumento en la morbimortalidad, es considerada
principalmente, una manifestación tardía de la diabetes mellitus.
Las úlceras del pie diabético pueden ser prevenibles con una adecuada estrategia
que comprenda el cribado, la clasificación del riesgo y medidas efectivas de
prevención y tratamiento.
Son factores de riesgo modificables asociados a úlceras, complicaciones en el pie
o amputaciones: neuropatía, enfermedad vascular periférica, deformidades en el
pie o callos plantares.
Pese a ello, la demanda clínica y la difícil accesibilidad del paciente a otros
profesionales encargados del manejo del “pie diabético” implica en muchas
ocasiones que el responsable último será el enfermero, implicando una gran carga
asistencial al realizar el seguimiento de una entidad de larga evolución, alta
prevalencia y tratamiento variado que muchas veces no consiguen alcanzar la
situación previa del paciente.
DESARROLLO
 PIE DIABETICO
La diabetes es una afección en la que los niveles de glucosa (azúcar) en sangre
son demasiado altos. La glucosa proviene de los alimentos que consume. Las
células de su cuerpo necesitan glucosa para obtener energía.
Una hormona llamada insulina ayuda a que la glucosa entre a las células.
Los problemas en los pies son comunes
en personas con diabetes.
Pueden ocurrir con el tiempo cuando los
niveles altos de azúcar en sangre dañan
los nervios y los vasos sanguíneos de los
pies.
El daño a los nervios, llamado neuropatía
diabética, puede provocar entumecimiento,
hormigueo, dolor o pérdida de sensibilidad
en los pies.
La Neuropatía Diabética afecta a
diferentes tipos de fibras nerviosas
(sensitiva, motora y autónoma).

Los principales síntomas son:

 Pérdida de la percepción ante estímulos dolorosos, presiones excesivas,


cambios de temperatura y propiocepción del pie.
 Atrofia y debilidad de la musculatura de la extremidad inferior. Lo que
produce deformidades de los pies y aumento de las presiones en
determinadas zonas del pie.
 Sequedad de los pies, dejando la piel más frágil y con tendencia a
agrietarse.
 Edemas y distensiones vasculares.

Algunos consejos podológicos son los siguientes:


Calzado:

 Los zapatos deben de llevarse con calcetines, ya que evitan que el pie se
deslice y lo protegen de roces.
 Los calcetines deben ser de fibras naturales (algodón, lino o lana) sin
costuras y que no aprieten.
 Las mujeres que usen medias, no deben ser cortas, ni tener gomas o ligas
y deben llevarse con las costuras hacia fuera.
 La mejor hora para comprarse un zapato es el final del día, ya que el pie
está más dilatado.
 A la hora de comprar un calzado, este no debe apretar ni estar muy suelto.
 La anchura interna del calzado debe ser igual a ancho del pie, sin que
comprima los dedos.
 El calzado debe ser de piel flexible y suela gruesa que no permita un
movimiento excesivo y que aísle el pie del suelo. Evitar calzado tipo “24
horas”.
 Es recomendable que se adapte con cordones o velcro y que no tenga
costuras en el interior.
 Es muy importante revisar el interior del calzado con la mano antes de
ponérselo para detectar cualquier cuerpo extraño que pueda lesionar su
piel.

Hábitos higiénicos:

 Asegúrese de que la temperatura del agua no es excesiva.


 Utilizar jabón neutro para no dañar la piel.
 Secar cuidadosamente el pie, incluyendo entre los dedos.
 Utilizar cremas hidratantes diariamente únicamente por la
noche y sin aplicarlo entre los dedos.
 No usar callicidas, están hechos con ácidos que queman la
piel y producen heridas.
 No utilizar cuchillas ni objetos cortantes para quitarse las
durezas. Esta función la realiza el PODOLOGO.
 El corte de uñas debe ser recto y con alicates, en caso de
dificultad acudir al podólogo.
 Eliminar los picos de las uñas con una lima de cartón,
nunca metálica.
 No andar descalzo en casa, en piscinas y en playas. Ya
que ha riesgo de dañarse el pie.

 PIE DE CHARCOT
El pie de Charcot es una afección progresiva que afecta al pie y al tobillo. El pie de
Charcot ataca a los huesos, las articulaciones y a los tejidos blandos y puede
hacer que se formen llagas en los pies o que el pie cambie de forma.
Los síntomas tempranos en los pies pueden incluir:

 Dolor leve e incomodidad


 Enrojecimiento
 Hinchazón
 Calor en el pie afectado (notoriamente más caliente que el otro pie)

Aunque el pie de Charcot en sí mismo no tiene una causa identificable, ocurre en


gran parte en aquellos con neuropatía periférica. Es una afección que afecta a los
nervios de los pies y a las extremidades inferiores y que puede causar una pérdida
de sensibilidad en los pies. Esta pérdida de sensibilidad puede significar que los
primeros signos del pie de Charcot pueden ser difíciles de detectar o pasar
desapercibidos.

La neuropatía periférica está causada más


comúnmente por la diabetes, pero también puede
ser por Parkinson, VIH, traumatismo
espinal, enfermedad reumatoide, psoriasis o
abuso de alcohol y drogas. No todos los casos
de neuropatía periférica llevan al pie de Charcot,
pero algunos sí.

El tratamiento para el pie de Charcot se enfoca en quitar la tensión del pie


afectado, previniendo que la afección se desarrolle más, y en algunos casos,
realizar una intervención quirúrgica para reparar los huesos afectados. Para
empezar, el peso se mantiene fuera del pie mediante la aplicación de un yeso, que
lo protege y evita que se mueva demasiado. Por lo general, el yeso se usa durante
varios meses, tiempo durante el cual tendrás que usar una silla de
ruedas o muletas para moverte.

Generalmente los médicos que se especializan en las afecciones del pie, como
un cirujano ortopédico especializado en el pie y el tobillo, tratan el pie de Charcot.

 MÉTODOS DE DESCARGA
Existen múltiples estrategias diferentes para la reducción de la presión plantar,
muchas de las cuales no son excluyentes entre sí, sino que deben aplicarse de
manera protocolizada para poder conseguir unos resultados favorables en la
cicatrización de las úlceras.

Entre estas estrategias encontramos las siguientes:


 Corte laminar de las queratopatías
La formación de queratopatías se debe a un intento de compensación de la
piel para contrarrestar el exceso de presión local. Respecto al manejo
correcto de las queratopatías, el corte laminar es un simple pero efectivo
tratamiento para la reducción de la presión. 
 Ortesis de silicona
La silicona es un polímero bicomponente que pertenece al grupo de los
elastómeros y está hecho principalmente de silicio.
 Descargas temporales
La descarga se realiza aplicando el fieltro alrededor de la úlcera mediante
un diseño adaptado al tamaño, la localización y la biomecánica del
paciente. Este punto es el más importante en la realización de la descarga,
porque un error del patrón puede llegar a producir el fracaso terapéutico o
el empeoramiento de la úlcera. 
 Ortesis plantares personalizadas
En este caso la descarga va adaptada en la ortesis plantar y nos permite
mejorar el apoyo y realizar una redistribución de las presiones. 
 Zapato temporal posquirúrgico
El zapato posquirúrgico ideal debería proteger el pie durante la
recuperación de una cirugía o lesión. Se puede prescribir tanto para
acomodar vendajes voluminosos como para conseguir descargar presiones
plantares mediante la eliminación de parte de la fase de propulsión de la
marcha.
 Yeso de contacto total
La técnica consiste en la aplicación de una venda de yeso reforzada con
venda de fibra de vidrio sobre el complejo pie-tobillo-pierna, produciendo su
inmovilización. Si no se aplica adecuadamente, puede dar lugar a efectos
no deseados como abrasiones, quemaduras o úlceras yatrogénicas. 
 Férulas para la marcha prefabricadas
Son una alternativa al TCC y mantienen la articulación del tobillo en una
posición de 90°, limitando la propulsión digital durante la marcha y
reduciendo la presión sobre la planta del pie. Inicialmente, este producto se
diseñó para el tratamiento de las fracturas y ha sido posteriormente
utilizado para reducir la presión en las úlceras plantares.
 Cirugía preventiva
Esta cirugía tiene como objetivo corregir las deformidades estructurales y la
limitación de la movilidad articular que se asocian a un aumento de las
presiones plantares y un mayor riesgo de sufrir úlceras en el pie. 
 ÚLCERAS ARTERIALES
Las úlceras arteriales son lesiones que aparecen como consecuencia de un déficit
de riego sanguíneo y procesos isquémicos crónicos, siendo la obstrucción
arteriosclerótica la causa más importante de los procesos obstructivos arteriales
de la extremidad inferior.
Factores que pueden influir en la aparición de una úlcera arterial:

Se localizan en las zonas distales de la pierna y prominencias óseas como los


maléolos o cabezas de metatarsianos, son ulceras pequeñas con bordes bien
definidos redondeados, la piel perilesional es pálida, delgada, seca y brillante,
suele tener una placa necrótica seca, los pulsos están ausentes.
El paciente refiere dolor en las extremidades con el ejercicio; sensación de
adormecimiento o fatiga de las piernas; dolor nocturno en los pies cuando el
paciente ya está recostado, que se quita al moverse o ponerse de pie; o dolor al
caminar determinadas distancias que le impidan seguir avanzando.
El diagnóstico se confirma realizando estudios vasculares
invasivos o no invasivos, como el ultrasonido dúplex arterial
o la arteriografía, considerada como el estándar de oro para
este diagnóstico.
Este tipo de heridas requiere de un tratamiento
multidisciplinario, en el que el cirujano vascular, mediante
cirugía abierta o cerrada, revasculariza (regreso de la
circulación normal de la sangre) la extremidad afectada y el
especialista en el manejo de las heridas logra, mediante
técnicas avanzadas, el cierre total de la herida, así el paciente mejora su calidad
de vida y se reincorpora a su vida diaria de una manera más rápida.

 ÚLCERAS VENOSAS
Normalmente aparece en la región supra maleolar interna, aunque también puede
aparecer en la zona externa o situarse ligeramente hacia arriba a la altura de
media pantorrilla. Su tamaño es variable, y se caracteriza por la falta de dolor,
(excepto cuando están infectadas). El fondo tiene distintas características desde
átono hasta francamente regenerativo.
La causa de las úlceras venosas es la presión alta en las venas de la parte inferior
de la pierna. Las venas tienen válvulas unidireccionales que mantienen la sangre
circulando hacia el corazón. Cuando estas válvulas se debilitan o las venas
presentan cicatrices y se bloquean, la sangre puede devolverse y represarse en
las piernas. Esto se llama insuficiencia venosa.
Esto lleva a presión alta en las venas de la parte inferior de la pierna. El aumento
de la presión y la acumulación de líquido impiden que los nutrientes y el oxígeno
lleguen a los tejidos. La falta de nutrientes provoca la muerte celular, dañando el
tejido, y se puede formar una herida.
Los factores de riesgo para las úlceras venosas abarcan:

 Venas varicosas
 Antecedentes de coágulos sanguíneos en las piernas (trombosis venosa
profunda)
 La obstrucción de los vasos linfáticos, lo que causa la acumulación de
líquido en las piernas
 Hinchazón en las piernas
 La edad avanzada, ser mujer o ser alto
 Antecedentes familiares de insuficiencia venosa
 Obesidad
 Embarazo
 Tabaquismo
 Sentarse o pararse por períodos prolongados (generalmente por el trabajo)
 Fracturas de huesos largos en las piernas u otras lesiones graves, como
quemaduras o daño muscular

Recomendaciones del cuidado de una úlcera venosa:


 Mantenerla herida limpia y vendada para prevenir la infección.
 Mantenga secos el vendaje y la piel alrededor. Tratar de no humedecer
mucho el tejido sano alrededor de la herida. Esto podría ablandar el tejido
sano y expandir la herida.
 Antes de colocar un vendaje, limpiar bien la herida, según las instrucciones
del médico.
 Proteger la piel alrededor de la herida manteniéndola limpia y humectada.
 Usar medias de compresión o vendajes sobre el apósito.
CONCLUSIÓN
El pie diabético debe ser una señal de alerta para el podólogo, ya que está
considerado como un pie de elevado riesgo.
En conclusión, en pacientes diabéticos se recomiendan los programas
estructurados de cribado, estratificación de riesgo y prevención y tratamiento de
pie diabético.
Se recomienda educación integral del pie diabético para mejorar conocimiento,
fomentar autocuidado y reducir complicaciones. Quienes atienden a pacientes
diabéticos deberían evaluar en las visitas de control el riesgo de desarrollo de pie
diabético. Recomendado anual en bajo riesgo, 3-6 meses moderado y 1-3 meses
alto riesgo.
Finalmente es importante fomentar la formación en el manejo del pie diabético de
los profesionales que atienden a estos pacientes.
Es importante informar bien al paciente de la enfermedad que padece y a cerca de
los cuidados y hábitos que cumplir estrictamente.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
 Álvarez–Guisasola F., Blanco-Tarrio, E., Sánchez-Jiménez, J. Guía de
Buena Práctica Clínica en: Dolor neuropático en el paciente diabético. IMC.
1ª Ed. Madrid. 2012
 Diabetes. Nota descriptiva N°312 OMS. Septiembre de 2012. OMS. 1ª Ed.
2012.
 Federación internacional de la diabetes. Plan mundial contra la diabetes
2011-2012
 International Diabetes Federation 2015. www.idf.org/diabetesatlas.
 Pereira, N., Suh, H. P., & Hong, J. P. J. (2018). Úlceras del pie diabético:
importancia del manejo multidisciplinario y salvataje microquirúrgico de la
extremidad. Revista chilena de cirugía, 70(6), 535-543.
 Neyra-Arisméndiz, L., Solís-Villanueva, J., Castillo-Sayán, Ó., & García-
Ramos, F. (2012). Pie diabético. Revista de la sociedad peruana de
medicina interna, 25(2), 76-88.
 López-Gavito, E., Parra-Téllez, P., & Vázquez-Escamilla, J. (2016). La
neuroartropatía de Charcot en el pie diabético. Acta ortopédica
mexicana, 30(1), 33-45. 

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