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TEONíN DE LOS
DERECHOS HUMANOS
A Diana y Santiago Rafael
DERECHOS RESERVADOS: DECRETO LEGISLATIVO N" 822
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&L.-.'",
'r'rlr I I I
H
Concepto y fundamento
de los derechos humanos
en la teoría jurídica contemporánea
25
"[La] ignorancia, el olaido o el menosprecio de los derechos del hom'
bre
son las únicas cnusas de los males públicos y de la corrupción
delos gobiernos".
,. INrnoouccróN
,t' El objetivo de este trabajo consiste en abordar la problemá-
iüca fundacional de los derechos humanos desde las diversas co-
qrientes actuales que encontramos en la teoría jurídica contem-
. poránea. Indudablemente se trata de una problemática demasia-
do amplia y compleja, con innumerables aristas y maüces que
, no puede ser reducida a unas pocas páginas, pero vamos a tratar
de realizar un acercamiento aproximaüvo hacia las grandes con-
,,Eepciones y doctrinas jurídicas contemporáneas a través de un
tudio comparativo-relacional entre dichas propuestas a través
sus distintos autores.
27
¡ l,\,rÁ¡rl lJ¡r l¡Lril &rr¡¡l¡\¡f¡L,r¡t r¡U¡Y¡J'¡¡\Lr!
28
'rronfR DE Los DERECHoS HLTMANoS
II"\IIAIit, ENRIQUE A(;UILEI{A P()R.IhT.tiS
categoría compleja en nuestra tradición política y jurídica. No ehos humanos se convierten en un referente para la interpreta-
eludo ta dificultad que conlleva hablar del fundamento de los clón y argumentación jurídica(a) en todo razonamiento judicial,
derechos humanos porque, por un lado, estamos habiando de $ decir, los derechos humanos son ei pilar básico a través dei
un concepto que aglutina esferas y ámbitos distintos y, por otro ctral debe ser interpretado todo ordenamiento jurídico. Toda in-
lado, el concepto de derechos humanos adolece de una vague- 'terpretación jurídica básica tiene que atender 1os derechos fun-
dad congénita e inherente(4). Pero esta imprecisión o vaguedad damentales pues estos son el fundamento legítimo de toda legis-
semántica no constituye una dificultad a mi modo de ver sino lación y lo que es más importante de todo Estado democrático y
una característica esencial de la Constitución misma de los de- hcial de derecho.
rechos humanos. Según el profesor Luis Prieto Sanchís: "los de- Et punto de partida de la doctrlna d[HeibeiQ,eq _gyg.-e-1.§on-
recho§ fundamentales, como categoría ética, cultural e histórlca
y Fnido {e la Constitución e+ en su mqy,gr pallg indelerr.rlillgdo
-es decir, prejurídica-, no constituye una concepción cerrada I_gge, por consiguiente, la Constitución vive de Ia interpreta-
acabada que los ordenamientos positivos tan solo pueden acoger ilóru es decir, de la hermenéutica. En este senüdo, Háberle dis-
o rechazar en su totalidad, sino más bien un concepto abierto a
distintas concepciones y desarrollos" (5). pg aquí que precisemos 'tlñHi. entre interpretación e intérpretes "en sentido estricto" y
'"bn senüdo amplio"Q). La interpretación en sentido estricto es
abordar su fundamento desde una pluralidad metodológica de
'Una actividad consciente dirigida a la comprensión y aplicación
corrientes iusfilosóficas(6), pues nos encontramos ante una reali- ^de
la norma. La interpretación en sentido amplio comprende
dad compleja que difícilmente se deja atrapar en una definición §ualquier "actualización" de Ia Constitución (cualquier ejercicio
simple y sencilla.
de derecho consütucional, de una función constitucional...). La
EI problema del concepto de los derechos humanos no es puesta en práctica de Ia Constitución es pues, interpretación de
una cuestión baladí, estéril o supelflua sino que tiene una jnlima "la Constitución
en sentido amplio y en elIa participan todos los
reiláóión con sus procesos de garantí,a, plotección e inlerprgla- ciudadanos, grupos sociales y órganos estatales. Todos ellos son
cjón de los mismos, tanto por parte del Poder Legislativo co.mo
de! Poder Judicial. Por consiguiente, la búsqueda del concepto y
J\J
fundaménto de los derechos humanos toma especial relevaRtia
uh [1p1"_.¡r: d: positilacián legislativa como iu interpret-ación ,0) El uso de este término se debe en gran medida a la obra de H. G. Ga»elmn y
y.¿plicación judicial{7). El problema del concepto y fundamento r rmportante obta
su importante
§u lruth ancl
obra Truth and Meth, en Ia dela daro
la cual deja claro que la Ihermenéutica
no es un método para conseguir la verdad (Geoeurn, H.G., Wrdad y método.
de los"déréchos humanos adquiere vital importancia sobre todo Fundamentos de una hermenéutica filosófica, trad. de Manuel Olasagasti, Sígueme,
en lo que concierne a la interpretación jurídica, pues los dere- Salamanca, 1.977; Fxnnents, Maurizio, La hermenéutica, lrad. de José Luis Bernal,
Taurus, México, 1999). Véase para un estudio más acabado y riguroso del tema
la obra de Pedro SrnN¡, Filosofta del Derecho y paradigmas epistemológicos, Porrúa,
Pn¡rro SeNcuÍs, Luis, "Derechos fundamentales", en G¿'nzór.I Vl¡,pÉs, Ernesto y México, 2006.
Lrronre, F, J. (comps.), E lDerechoy la justicia,Conseio Superior de Investigaciones
Véase HÁssnlr, Peter, La Constitución como proceso público (tiffentlich) y Materiales
Científicas - Tfotta, Madrid, 1996, pp.501-504, esp. 501.
parn una teorin constitucional dc la sociedad abierta. También puede consultarse
(5)
Pn¡rro Slt tct.tís, "Derechcls fundamentales" , cit., p. 507 . la obra del profesor Esdvnz AneuJo, l. A., La Constitución como proceso y la
desobediencin ciuil, Trotta, Madrid, 1994. Aquí se realiza un estudio pormenorizado
filosofia dcl tlcrecho, Taurus, Madrid, 1999.
(6)
Dl¿rz, Elf as, Sociologln y
de las implicacioncs y consLrcuernclas constittrcionales de la desobediencia civil
Í71 Dr Asfs Ro¡ci, Ilscrilos sttbre l)artr:hos /rrtrrrnrtos, cit. cn un Estado dcmocrótic«r dc Dr¡roeho.
30 3l
I{AFAH,L E,NRIQUE A(;UII-ERA P()I{IhLEs tpon͡ DE Los DERECHos HUMANos
" fitetzas productivas interpretadoras'(10) que proporcionan mate- derechos humanos es tratar a su vez de indagar y averiguar
riales hermenéuticos a los intérpretes en sentido estricto. De este concepto posible de los mismos. Igualmente, tratar de defi-
modo, podemos decir que la interpretación de Ia que vive la Cons- conceptualmente los derechos humanos es al mismo tiempo
titución es una forma de parücipación cívica y democrática. un fundamento posible de estos. Asimismo, por "funda-
" y "fLlttdamento" vamos a empleario como sinónimo
Peter Háberle constata le relación estrecha y directa entre
"justificacíón", por ello, fundamentar los derechos humanos
el desarrollo de los derechos fundamentales y procesos cultura-
a dar razones a faaor de dicho figura socio-jurídica y, sobre
lgg(tt). Ambos procesos, el normativo y cultural, se estimulan re-
responder ante posibles objeciones y dudas que vayan surgiendo.
clprocamente provocando una sinergia e interacción constante.
El deterioro del entorno cultural, las regresiones autoritarias, ia NIo obstante, conviene precisar que en ningún momento ha-
auseneia de poiíticas culturales precisas y adecuadas, las defi- de un intento de fundamentación de los derechos hu-
ciencias institucionales, las tensiones políticas no resueltas, fas no nos referimos a los intentos iusnaturalistas teológicos
crisis económicas y sociales afectan directamente al desarrollo y o arraigados en nuestra cultura occidental(14), sino a
crecimiento de los derechos fundamentales. Los derechos fun- intentos doctrinales iusfilosóficos que puedan servir de
damentales tienen una fuerza expansiva a 1o largo del tiempo y para una auténtica promoción, difusión y protección de
cuentan con una dinámica propia que les permite desdoblarse derechos humanos, puesto que.detrás de estos subyacen pre-
hacia nuevos espacios y ensanchar su contenido. De.estg"glq-do, éticos, epistemológicos y ontológicos jurídicos en los
e I p ro f es or al em á¡ H á! 9 r-le- inte{p re-!a la,Cpn s titu ci óp;¡q^aol o
descansa su aceptación.
como un entramado jurídico de {9g1as sino- como condición cul-
tural d-eunBugAlo. "Ño es la Cons-titución solo un té¡io-ir¡ríeii(o ! La cuestión d elcóncep tb,i," fu¡d am9l!9_-d
-e*r_gs derc ehqq ñIk
¿ro un entramado de reglálñói*áiivas sino tam¡ien éxpréqigae
": una sifuáción cultural dinámica, medio de autorrepresentae(n
cültural de un pueblo, espejo de su legado cultural y fundamen- -*^"*-
to de sus esperanzas"$2).
ttemplar cómo los derechos humanos pertenecen a tres nor-
Por tanto, existe una interrelación entre concepto y funda-
tivas diferentes pero entrelazadas; ámbito$@,¡uridico y
mento de los derechos humanos(13). Buscar el fundamento de
ftiütEsta mezcla o confusión de los tres nñéles Xlce más
tico el intento de fundamentación y constituye uno de
(t0) HÁssnis, Peter, Libertail, igualdad, fraterniilad: 1-789 como historia, actualidad y futuro grandes desafíos y retos de la Filosofíay Teoría del Derecho
del Estado Constitucional, prólogo de Antonio López Pin4 Trott4 Madri d, l99B;
Bn¡cs C.ANaezaNo, Joaquíry "Estudio preliminar" a HÁnrnlr, peter, El federalismo De aqui que cuando habiamos de derechos hu-
y el regionalismo cotno forma estructural del Estado Constitucional, UNAM, México,
2006; Dítz Rrvonro, Francisco Javier, La Constitución abierta y su interyretación,
Palestra, Lima,2004.
(l 1)
GlncÍe, Carmelo, Los derechos humanos en la situación actual del mundo, PPC,
HArrnrn, Peter, El Estado Constitucional, trad. de Héctor Fix Fierrq UNAM, Madrid, 7999, p. 27 , Los derechos humanos por tanto se vertebran en una doble
México,2001. dimensión que aunque distintas ncl necesariamente están divorciadas: jurídico-
(12)
HÁannrr, Libertacl, igualdnd, frnternidacl, cit., p.46. polltica y ético-culturali KlurunNru, A. y Hassnnrr& W., El pensamiento jurídico
contemporáneo, ed, a cargo de G. Robles Morchón, Debate, Madrid, 1964; Lennuz,
(13)
Dr Asfs llo¡c, Escrítos sobrc Dcrechoshumnnos, cil. Karl, Derecho justo, Fundamentoa de étian jurldica, Civitas, Madrid, 2000.
i2 J.l
)l{l'Al-ti§
rroRf¡ DE Los DERECHoS HUMANoS
ltAl.htx- IiN RIQL'ti A(iult,tlRA P(
.t4 .15
TEORÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS
RAFAEL ENI{IQUE AGUILERA POKTALES
conectados con esta categoría de legitimidad. "usando la tradi- mo de "búsqueda de un primer principio indemostrable, a
cional dicotomía entre cuestiones de hecho y cuestiones de valOr, pffitir del cual pueda deducirse un conjunto de normas morales"(21),
llamaremos a las cuestiones de hecho a nuestro problema cues- d¡lo más bien en un sentido "hLolista" , esto es, atento a la totalidad
tiones de legitimación, y a las cuestiones de valor las llamaremos las condiciones que hacen posible el fenómeno de fundamentar.
cuestiones de le gitimidad."
(20) tipo de fundamentación es el que predicó Kant cuando buscaba
"condiciones de posibilidad" delfaktum de la moral€2).
Lalegitimidad esun término que hace referencia a un conjun-
to de valóres, procedimientos, exigencias y principios que tratar Por consiguiente, resulta interesante abordar el problema de
de operar con criterios de justificación de normaslinstituciones' fundamentación desde la distinción entre contexto de descubri-
Ngeitras insütuciones políticas y jurídicas precisah de una ma- y contexto de justifícación de los derechos humanos. Desde
yor legitimidad porque asistimos en ia actualidad a una grave distinción es evidente que los derechos humanos son un pro-
crisis áe h esferá púbtl.r. La legitimidad equivale a la idea de histórico-jurídico de nuestra cornunidad política{23) que se
justicia o justificación ética, con 1o que podemos decir que un en la tradición cultural de Occidente y cómo a partir de
rirt.*u jurídico-político es legítimo cuando es justo. Un sistema descubrimiento han ido expandiéndose de forma universal.
jurídico-político tier,e legitimidad o es legítimo cuando sus nor- dentro de nuestra tradición multisecular se producen
mas están dotadas de cierta justificación ética aceptable. fuentes y corrientes como la iusnaturalista ontológica,
raturalismo trascendente, iusnaturali?ta_ dejntológica, iuSpo-
¡ista, contra ctu ali s ta e histori ci sta. ELfU silfAttlrali smo raciona l;
3. CONrtxrO DE JUSTIFICACIóN Y CONTE¡TO DE DESCUBRIMIENTO
¡lucionario fue la fuente gu-e B:pitó y ggp!ó iágonqüístát6
DE LOS DERECTIOS HUMANOS humanos
I ere chos hu
derechos mano s en las revoiuciones ri C an a y
pS q ameri¿ana v ffrance-
rance-
,.1gyg]yg o,,
".n- Bs rarne
Cuando hablamos de fundamento de los derechos humanos no ', mi entras gu e e l, {up4 4 tu rq_li p mo. p.AliS_tJ.AJ? f Usn!..e__gu e
-f-,i
entendemos esta expresión en una senüdo "fundamentalista", como
36 37
, eÍia=.í:,
RAFhEL ENIUQUE AGUILERA PoRIALES ttonfa DE Los DERECHoS HUMANoS
inspiró la primera formuiación de los derechos humanos en el Ia variabilidad histórica de los mismos, su heterogeneidad
Reino Unido (Bill of rights,1.689). antinomias qug apa-rpcen entre lo-s derechos invocados Por
En este senüdo, Ia profesora Victoria Camps prefiere hablar
álrtir,tor sujetó{. Bóuuiq ha insistid-o que el cen119 {9 bpto-
de "descubrimiento" en vez de "fundamentación"Q5).Por tanto, "¿U..delos¿eié¿troSíumanoittó-résld-eéñs-u"fundamento, Como bien
r el desafío de su tutela y protecciól iurí{5a'.
los derechos humanos no son un producto abstracto y etéreo de
el fundamento absoluto no es solo una ilusión, sino que
una reflexión racional sobre el hombre y su dignidad, sino una reacciona-
l€e ha sido un pretexto para defender posiciones
respuesta concreta a situaciones de injusticia en determinados
contextos históricos determinados. Los derechos humanos, por
Árnqr", .o*o ét dice, no se trata de llegar a un fundamento
Por tan-
IUIO, sino hallar los diversos fundamentos posibles.
tanto, son producto de su tiempo y unas necesidades concretas
p h.i que renunciar a distintos intentos limitados {
pl"T]::
que desarrollan los individuos dentro del entramado socia1G6).
ñtación racional en defensa de los derechos humanos
De aqui que todo contexto de justificación tenga que remitirse
,y, en particular, tampoco a buscar una adaptación y
a un contexto de descubrimiento, F"g5gge"Jgs-de19g,¡9§_-[um¿nos
aá to, *irmos a los ñuevos contextos de ia sociedad
ng ggrl un produ,gto- r3_qio-n41, sino histórico, fáctico y concreto. ránea. "EI problema de fondo relativg a los-derechos
Y aunque todo hombre ha sido siempre poseedor de estos no es hoy lin¡g -e-! {9 iustifi-carlos como el de- pfQteger-
derechos, su conocimiento y definición ha estado sujeta a un lar- iun ptout"*u * rlo;¿fico sina'- Poll[i co"(28)
go proceso de descubrimiento histórico€7), paralelo al descubri-
esta perspectiva, considero que esta perspectivu 1Yt-
miento de la exigencia de libertad, justicia e igualdad para todo
de priorüar la tutela y protección- jurídica.implica
individuo por el hecho de ser persona humana. Esta reflexión debemos
¡ fatta de visión del problema mismo de cómo
filosófica sobre el hombre ha influido decisivamente en la toma cultura sólida de
consolidar e implantar una verdadera
progresiva de conciencia de los dere'chos humanos, la ocasión in- y viola-
Gf€chos humanos. Él problema de la conculcación
mediata de la misma ha venido dada, sobre todo, como respues- parte al problema
áe 1os derechos humaños se debe en gran
ta a situaciones concretas en Ia que estos estaban menoscabados la teórica-conceptual
Daración drástica y dramática esfera
ieferu práctica¡urídica de los {e1e9!os humanos' S¡n duf,
en la práctica. 5
El propio Norberto Bobbio asevera que es inútil buscar un letica jürídica áo,,.o praxis judicial depende estrechamente
fundamento absoluto de los derechos humanos, aduciendo cua- itermánérüca jurídiia de los derechos humanos, entendien-
Itr hermenéutica jurídica el trabajo ineludible
e imprescin-
tro razones para justificar su postura, la vaguedad de la expre-
de interpretacióí argumentación, conceptualización
filo-
C-avrs, V., "El descubrimiento de los Derechos humanos", en Mucurnza, l. (ed.), de los derechos humános. Por supuesto, con esta opiniÓn
El fundamento de los dercchos humanos, ed.preparada por G. Peces Barb4 Debate, ¡y cuestionando la primacía, en ciertos casos, de la praxis
Madrid,1989.
Knrerr, Martíry "L"universalitá dei diritti dell'uomo", enRioista lnternazionale di en su Elproblema
Filosalia tlel Diritto, gennaio-marzo Milano, 1,992, pp. 3-26. ¡!to, N, "Sobre el fundamento de los derechos del hombre",
i;'i;:rr;^ y hs aías de la pa.z, Gedisa, Barcelona,
!992:!,P- :-,":1]'^'3:1::2'
Madrid,
Mucurnze, J., "La alternativa del disenso", en Mucusnze, J. (ed.), El fundamento Ñn]it8i",'i¡i ;rrp;';; n, a*rl*rár,trad. de Rafaer de Asís Róis, sistema, en
de los tlerechos humnnos, ed. preparada por G. Peces Barba, Debate, Madrid, 1988, ,' liii t. át' vi¿. Pncs-B¡nue.deM'rn¡fN n&
.G
*F:"ti?, "
l:-'j::":*: lrlanos
rnzón práclica, Nr¡ 144, Madrid, 2004, p.144.
pp.19-56. ñá*lJri" s"ubi«r,,, en
claoes
.18 t9
IIAFAEL ENIUQUE A(;UILEM POR]ALES rroú¡ DE Los DERECHoS HUMANoS
sobre la teoría, sobre todo, cuando se trata de situaciones límite Actualmente, debemos destacar que existe una ciara tenden-
que requieren de una protección jurídica inmediata. ci4 por parte de pensadores neopositivista, pragmatistas y post-
Todos los filósofos políticos y jurídicos han resaltado el ca- ¡nodernos de descalihcar y prescindir de los distintos intentos
posibles fundacionales de los derechos human6s(31) s¡ beneficio
rácter práctico de esta problemática fundacional, en la cuai Ia
de un funcionalismo normativo vacío, políticas pragmáticas o un
reflexión filosófica realiza un seguimiento al contexto político pihilismo escéptico que niega su existencia. Desde esta perspec-
y jurídico concreto en la que nos hallamos inmersos. Ante este
tiva, considero preciso reivindicar una reflexión hermenéutica
problema de disociación dramática entre teoría y praxis pode-
y epistemológica de los derechos humanos dentro de su pro-pia
mos afirmar que es probabie que la vieja idea de Platón del filó-
soferey que pusiera en práctica algunos planes cuidadosamente Fonstitución tridimensionalidad interna compleja y variad¿(sz).
pensados constituya un cuento de hadas inventado por la aristo-
cracia terrateniente ateniense. Y existe una evidente desconexión El coxcrpro DE DIGNIDAD HUMANA coMo rREMISAANTRoPo'
entre teoría y praxis, en cuanto a su plasmación y realización. lócrcl DEL EsrADo CoNsurucroNAl
Pero todas las revoluciones políücas liberales han surgido de
[*qmbre a 1o largo de Ia historia h4 i-do,4firmandosu'-pro-
planes racionales, ideas, sueños, emociones, pasiones, que evi-
dencian la necesidad de un cambio político profundo. En conse- Sniaád-!-pq¡tii-{eéiigérrclas-{q1i-b91!a{e-ig113ld4d-dryle,
a-6Gñente, se derivan los derechos humanos. Estqcate"gona
cuencia, las ideas filosóficas han ejercido un notable influjo en la
icq de 1A dimi4e{ húmaná@l-ños"ñuestra la óónvicció4ie
historia y han sido causas de relevantes acontecimientos históri- t s.i h"**áno püede iéi usado-óóüq pulo grédió^i1stm-
cos, políücos y sociales. La historia nos demuestra la conexión e
implicación entre las distintas formuiaciones filosóficas como el fue una práctica generalizada muy normal en otras épocas,
movimiento intelectuai de la Ilustración y su realización socio- y sociedades así como la subordinaciónhistórica de la mu-
política e histórica concreta(2e) en acontecimientos como la Revo-
al hombre desde nuestra larga herencia patriarcal judeocristia-
lución Gloriosa inglesa (1688), la Revolución Francesa (1789) y la
pero, indudablemente, nos encontramos en un nuevo contexto
Revolución americana (1776). Por tanto las primeras declaracio-
surgen nuevos derechos, nuevas sensibilidades, nuevas de-
nes de derechos fundamentales revolucionarias surgieron de un
que deben renovar nuestra sociedad hacia fórmulas más
proceso de positivación de la filosofía iusnaturalista ilustrada.
ticas, igualitarias, abiertas y tolerantes.
"Las normas jurídicas fundamentales, a las cuales también está
obligada una praxis socio-estatal, se comportan dialécticamente
en relación con las construcciones iusnaturalistas en las cuales
'WÉtzBt,H.,lntroilucciónalaFilosofiailelDerecho.Derechonaturalyiusticiamaterial,
fueron legitimadas antiguamsnlg"(30).
trad. de F. González Vicén, Aguilar,Madrid,1971'. i' l
1l
,Rrw¡,s, !,, El liberalismo político, Crítica, Barcelona, 7996, p.727.
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40 1l
RAFAEL ENRIQUE A(.IUILEM POR I1TLES
ruoRf¡ DE Los DERECHos HUMANos
Peter Háberle desarrolla la idea de la dignidad humana como le son inherentes..., son fundamento
(34) der orden porítico y de ra
) " premi sa antrop o1ó gica-cultu r al" de una sociedad Pl_ena¡nent paz social".
,\.í['.l té desarrottada, el conjunto de derechos y deberes permiten al
,, ,
ser humano lle$ar a sef persona, serlo y seguir sién{g-§Elqamo AI respecto, podemos adoptar
el profesor Antoñio-Enrique pá-r.ez fa lefinición presentada por
''ri es Que el sér humáno llega a ser persona nos ofrege.igtdicios de Lyño, ,,fo, alru.^o, frrául
Io que sea la "dignidad hümana", y aquí debemos dislingüi"áos nos constituyen-un €oniuntode fácultades ;,,
e institucrone§ que, , ,
12
,
TIAFAEL ENIUQUE A(;UILEI{A POKI ALE§ troRfe DE Los DERECHoS HUMANoS
dad como categoría socio-jurídica fundamental(3e) ha ido cobran- 5. Drsrr¡vr¡r.s pRopuEsrAs o EsTRATEGTAs FUNDACToNALEs DE Los
do fuerza en oposición a las desigualdades que el propio hombre DERECHOS HUMANOS
ha ido realizando a lo largo del tiempo. Igualdad fundamental de
su dignidad (Santo Tomás), de su racionalidad (Locke, Kant), de En primer lugar, voy a tratar de clasificar de forma breve y
sus pasiones (Bentham, Mill) o de su pertenencia a la esencia ge- , Bucinta los distintos intentos posibles de fundamentación de los
nérica humana (Marx), igualdad deliberaüva (Habermas), igual- derechos humanos en el amplio panorama de la Teoría y Filoso-
dad de oportunidades (Rawls), igualdad de recursos (Dworkin), fla jurídica contemporánea en cinco grandes corrientes, enfoques
igualdad de capacidades (Amartya Sen). Del mismo modo, que o bloques doctrinales para posteriormente tratar de profundizar
podemos hablar de diversidad de sentidos de libertad: libertad €n ellas.
social, política, jwídica, psicológica metafísica, moral, libertad-
autonomía (Kant), libertad-participación (Hegel), libertad-pres- a) Posición neopositiCIista
tación (Marshall), libertad positiva o negativa (Berlín). , El neopositivismo jurídico impregnado de una visión ideo-
Los derechos humanos, desde el inicio de la modernidad, I lógica cienüficista pretende fundamentar los derechos humanos
han significado un conjunto de facultades jurídicas-básicas co- I en su positividad, validez o efectividad jurídica. En esta estrate-
munes a todos los hombres(40). Por consiguiente, un rasgo fun- gia se enconkarían pensadores como Kelsen(42) (iuspositivismo
damental que marca el origen de los derechos humanos es su normativista), Norberto Bobbio(as) (iuspositivismo metodológi
carácter universal. AI respecto, el profesor Truyol y Serra señala: I co) y Hart(4) o Austin y Ross (positivismo analítico inclusivo)-
"La conciencia clara y universal de los derechos humanos es mo- El término "iusposiür'ir*6/(as) es una acepción muy ambi-
derna; es en la modernidad cuando a la conciencia universalista
I gua, volátil y polisémica, pero podemos caracterizarla de forma
de dignidad, una vez hecho el recorrido desde los medievales
'derechos estamentales'hasta los'derechos del hombre', se aña-
de la reivindicación de la protección jurídico-poIítica de los de- Ksr.ssN, Hans,Teoríapura ilel ilerecho, trad. de Roberto J. Vernengo,2s ed. [original
alemán: 19321, Porrúa-UNAM, México, 199L; YÁzauaz, Efrén, "La teoría pura
rechos que a dicha dignidad corresponden"(41). del derecho: entre la ciencia jurídica y la política iurídica", en Ensayos jurídicos
yde política jurídica, IlJ-Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad
PÉnrz Luño, Antonio-Enrique, Dimerciones de la igualdad, Dykinson, Madri{ 2006. Autónoma de Nueva LeórL Monterrey [México], 2003.
Véase también Acurr.rna Ponrelrs, Rafael Enrique, "La igualdad como valor (.r) Bonnro, Norberto, El problema dcl positioismo jurídico, trad. de E. Garzón Valdés,
normativg axiológico y político fundamental", en Frcurnurr.o Bunnmze, Angela ef Eudeba, Buenos Aires, 1965; Bonrro, Norberto, "Filosofia del Diritto e Teoria
al. (eds.), ¿Igualdad ¿para qué? , Comares, Granada, 2007 , pp. 1549, 2007 . generale del diritto", en Stuili sullaTeoría generale del Diritto, Giappichelli, Torino,
HÁrrnrr, El Estado Constitucional, cit., p. 177. HÁsrnln indaga cómo la'teoría 1955, pp. 27-52; Seurtte, Agustír¡ "¿Qué debemos al pensamiento jurídico de
de la Constituciór! entendida como ciencia jurídica de los textos y la cultur4 Bobbio?", en Cón»ove Vrevrllo, C. y Sarezen Ucnnrr, P. (comps.) Política y
Derecho: repensar a Bobbio,IIJ-UNAM/Siglo XXI, Méxicor200§ , pp.268-288.
puede asociarse con una "filosofía de las imágenes",ya que la teoría del derecho
del Estado trabaja tanto con la "imagen de hombre", "imagen del Estado" y la Henr, H.L.A. , El concepto de ilerecho, trad. de Genaro R. Carrió (original en inglés:
"imagen del mundo". 1961), Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1995.
(41)
Tnuvor v Snnne, Antonio, Los derechos humanos, Tecnos, Madrid, 1,984, p. 12. Los Al neopositivismo jurídico, como corriente filosófica del derecho, le gustarfa
derechos fundamentales constituyerL de este modo, la categoría jurídica que ver un derecho objetivo, neutro, técnico-cientíh.co, eficaz despojado de todo
engloba a los derechos humanos (universales) y los derechos positivos de Ios contenido ético-político-ideológico. Tal pretensión cientificista o positivista no
ciudadanos. Ambas clases de derechos fundamentales son, parte integrante, deja de ser una corriente ideológlca que se inició por el empirismo anglosajón
ncccsaria e ineludiblc de la cultura jurldica de todo "Estado Constitucional". de Francis Bacon y, más tarclc, Dnvld Humo; recuperada pclsteriormente por la
14 1,
TEORÍA DE LOS DERT,CHOS HUMANOS
TIAFAEI, ENRIQUE A(;UILERA PORTALES
el ámbito del "deber ser". Como bien apunta el profesor Pérez En realidad cuando hablamos de iusnaturalismo o iuspositi-
Luñq desde un punto de vista intrasistem{¡ise(so) resulta contra- vismo cuestionando Ia difícil frontera existente entre moral y de-
dictorio respecto a los propios presupuestos teóricos de la Teoría recho, es por esta razón que nos remitimos al problema de la com-
pura del derecho, que la norma fundamentadora del sistema de pleja y Iáberíntica relación entre moral, política y Derecho, {u€
fuentes jurídica no sea una norma puesta, es decir, positiva. I indudablemente, resPonde a la estructura tridimensional de los
en el plano extemo, establece una iuridificación y reduccionis- derechos humanos. ios derechos humanos como exigencias éti-
mo demasiado estricto del Estado, desapareciendo el dualismo cas (derechos morales), como asPifaciones políticas y sociales
(de-
derecho-Estado en la medida\que concibe el Estado soio como rechos liberales) y como noffnas jurídicas (derechos posiüvos).
un "orden normativo".Lafre,a de una teoría "putta" o "formal"
del Derecho en el sentido de avalorativa o descriptiva constituye EI segundo modelo de separación relativa simboliza la rela-
una auténtica ilusión kelseniana y bobbiana, una creencia inde- ción entre-derecho, mofal y poiítica bajo la forma de una pirámide
fendible desde el mismo punto de vista de la ciencia. en cuya cuspide aparece la moral (un mínimo éüco) como criterio
legitimadoid.l dÁ.u.ho. La teoría jurídica de Hart defiende y for-
Norberto Bobbio caracteriza ejemplarmente estas dos con- rnirlu un contenido mínimo del derecho natural. l,o integrarían un
cepciones iusfilosóficas: "Por iusnaturalismo entiendo aquella co- conjunto de verdades obvias que aparecen en el seno del derecho'
rriente que admite la distinción entre derecho natural y derecho Todo esto nos demuestra, según Hárt§2), que el derecho no puede
positivoy sosüene la supremacía del primero sobre el segund.o. explicarse exclusivamente en términos puramente formalistas, sin
Por positiaismo jurídico entiendo aquella corriente que no admite hacer refefencia a contenidos o necesidades sociales. La idea har-
la distinción entre derecho natural y derecho positivo y afirma tiana de derechos humanos traduce un derecho natural universal
que no existe otro derecho que el derecho positivo."(51) a un derecho igual de todos los hombres a ser libres'
,,El aludido proceso de diferenciación funcional no ha 11e-
metafísica de las costumbres es en realidad una doctrina general de los deberes
donde distingue entre dos tipos: deberes jurídicos (Derecho) y deberes de la gadO por tanto, á ,r,u total separación y aislamiento de los dis-
virtud (Moral) para Kant "metafísica" significa "conocimiento apriori", es decir, iir,tor .urnpot de normas. Y este hecho se debe en gran medida
a que, a pesar de la diversidad funcional en quese han desarro-
un conocimiento derivado de Ia razón pura e independiente de la experiencia y
todo elemento sensible. Véase también HenrnrraAs, J., El discurso de la modernidad,
Thurus, Madrid, 1983; LraNo Ar,oNso, Fernando H., El humanismo cosmopolita [aáo, loi diferentes sistemas de normas responden a un mismo
elemento estructLrral de base."(s3)
il
de Inmanuel Kant, lnstituto de Derechos Humanos "Bartolomé de las Casas",
Dykinsor; Madrid,2002; BneN»1 R., "Observaciones critico-históricas al escrito
de Kant sobre la paz", en Ananaevo, R.R.; J. Mucurnze y C. Ror.oÁx (eds.), Lapaz
y en el idcal cosmopolita de la ilustración. A propósito del bicentennrio de "Hacia la paz
perpetua" de Kant, Tecnos, Madrid, 7996, pp.31-63.
H.L. Hart, desde postulados de la filosofía analítica, elabora una teoría del
derecho en su obra El concepto del Derecho (cit.), en la cual trata de subrayar
PÉnrz Luño, A. 8., Teoría del Derecho. Una concepción de la experiencia jurídica, las
Tecnos, Madrid, 1977, véase capítulo IX y especialmente X. Cfr. Kr,rsr;N, Teoría diferencias entre Derecho, coacción y moral. Hart, aun dentro de la corriente
que
pura del derecho, cit. positivista, llega a afirmar que la separación_entre Derecho y moral no implica
el derecho r,o lerrgu un mínimo deiontenidos morales lo cual ofrece legitimidad
Bonnro, El problema dcl positioismo jurídico, cit. La postura de Bons¡o respecto
al derecho. Por tinto, la Moral y el Derecho son diferentes en algunos asPectos,
al Derecho natural es más moderada y comprensiva que la de Hans Kelsen
pero no están seParados entre sí.
o Alf Ross, quienes tienen agudas y contundentes críticas hacia esta filosofía
del derecho rratural. Véase H. K¡rsnN y Boanro, N., Crítica ilel Derecho Natural, Dr Cesrno Cto, 8,, "Moral y Derecho", en FrnuÁNprz-Ge¡'¡euo y B' qe Clsrno
introducción y traducción de E. Día¿ Thurus, Madrid, 1966, Ct», Lecciones ¡te Teoría del Derecho y Derecho Naturnl, universitas, Madrid, 1999'
48 49
RAEAEL ENRIQUE A(;UILERA POR'I ALES 'ruoRfa DE Los DERECHos HUMANoS
Otro gran problema que aborda la Filosofía del Derecho es tico tiene legitimidad o es legítimo cuando sus normas
el problema de la justicia. El problema de Ia justicia es, por tanto, dotadas de cierta justificación ética acéptable.
un tema fundamental, central y hegemónico de la Filosofía del
Derecho; detrás de los Derechos humanos subyacen siempre un
Po sici 6n ne oiusnatur alist a
Teoría de la justici4 es decir, una concepción del mundo, un sis-
tema de valores jurídicos como dice el profesor ElíasDíaz: 'El neoiusnafuralismo ha sido una corriente histórica de
ión filosófica de los derechos humanos, aunque en
"[...] porque detrás de todo Derecho positivo hay siempre o una corriente muy plural y heterogénea. EUusnatu-
una teoría de Ia justicia, es decir, una concepción del mundo, deontológico contemporáneo s.ostiene que lps derechós
un sistema de valores jurídicos. Negarse en absoluto a tratar qlgs po:een un fundamento ético, esto es que son ,,4g\"-
de ello, significa fraccionar arbitrariamente esa totalización moráles", es déiir, los derechos humanos serian un híUiido
en que se expresa la realidad jurídica, aislar ficticia y f.or- _en_t¡é gxigé¡ciás étiaas y defbihos propiamente por él
malistamente el Derecho positivo vigente, contribuir a una de ser h_o"rrbres.
clausura más o menos concluyente. Precisamente desde la
Sociología y, más radicalmente como veremos, desde Ia Fi- §in duda el término iusnaturalismo$7) responde a una ex-
losofía del Derecho, 1o que se pretende es penetrar en el aná- enormemente polisémica, equivoca y ambigua que ofre-
lisis de las interconexiones normas-valores, interconexiones gran variedad de sentidos en el ámbito de los estudios
filosóficos, de aquí que resulte imprescindible atisbar
l\ L. enffe sistemas de legalidad y sistemas de legiümidad'(il). ucidar alguno de sus significados. Por iusnaturalismo pod.e-
J'.
I
-r I
I
f tI / 4.a kgrtim¡[li(iat .ssnstituye un término..nos re4_i_tg , ,., .o.,-l entender una multiplicidad de corrientes doctrinales muy
't
junto de valores, procedimiento, exigencias y principios para pero todas ellas con un núcleo común: la creencia en un
tratar de operar con criterios de justificación de normas, insTitu- objetivo supraposiüvo jurídico de carácter universal, per-
ciones. Lá le§iÍimid4-d equivale a la idea de justicia o justificación e inviolable que contiene los vaiores últimos de todo
ética(s6), con lo que podemos decir que un sistema jurídico-políti- to humano.
co es legíümo cuando=-9sju§.-tg. P_or consiguiente, un s!.s_!g_1¡1alurí-
Una objeción histórica que se le ha realizado al iusnaturalis-
ۤ el paso f.alaz e indebido del ser al deber ser, es decir, la lla-
falacia naturalista(58). En ella se hace una inferencia errónea
Consúltese también la obra Blocn, Ernst, Derecho natural y dignidad humana, trad. de la naturaleza a Ia ley, del hecho al valor. Su intento de
de Felipe González Visen, Aguilar, Madrid, 1980.
(54)
Dírz, Sociologíay filosofía del derecho, cít., p.252
(55)
'FtnNÁ¡{»ez, Eusebio, "El iusnaturalismo", en Ganzóu ValoÉs, Emesto y Lenonra,
Lenonra, Entrc el Derecho y la moral, cil., p.74. Véase también supra n.20. ,
! I, (comps.), El Derecho y la justicia, Consejo Superior de Investigaciones
, Clentlficas - Tiott4 Madrid, 1996, p.267; FnnuÁuoeL, E., Teoría
(56)
La expresión "Derecho justo" procede de un libro célebre que Rodolfo Sreruulrn de la lusticia y
I Dcrcchos humanos, Debate, Madrid, 1,984, pp.41-42; FrnNÁNorz, 8., EÁtud¡os ie
publicó en 1902. Desde entonces se ha utilizado en obras de filosofía del derecho
lüca iurldica, Debate, Madrid, 1,990, pp,47-44,
y en la literatura jurídica en general, aunque no siempre se haya entendido del
modo como Stammler lo planteó en un inicio. Cfr. L.lnrNz, Karl, Derecho justo, Vid. G.E. Moonr, Principia Etl¡icn, UNAM, México, l9Z2;Huu., D., Tratado de la
Funilamentos de É,tica juríáica, Civitas, Madrld, 2000i Sre¡u¡vr¡.an, R., Tiatado de fiaturalezn humnna (tftulo original e.n lngléal ATleatise of Human Nature), Tecnos,
.filosofln del derecho, trad. de W. Roccs, Edlhra Naclonal, México, 1980. Madrid, 1988. Véase B¡ucuor; Mauriclo, "Dsrocho natural y falacia naturalista,,,
50 5t
RAEAEL ENRIQUE ACUILEM PORTALES TEORÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS
fundamentar los derechos humanos en una supuesta naturaleza como Ambrosetti, Luño peña, Maritairy Finnis, viiley, Gilson,
humana fija indeterminada e inmóvif hoy por hoy, resulta un I\rfillán Puelles o Agustín Basave.
intento fallido y fracasado, dado Por un lado que nuestra con- 2) Iusnaturalismo deontorógico, crítico o m,derado,
cepción antropológica ha cambiado !, por otro lado, se realiza que no niega
ta juricidad det derecho poriti"o iryusto, pero estabrece
una inferencia equivocada ai deducir de la naturaleza humana ros crite-
(ser) directamente los derechos humanos (deber ser). ,1or g.l* comprob.ar zu áisvalor y,'por tantg para fundamentar
*lr:.u y. su sL stitución por un orden jurídicó justo (Bloctr, Del
*tl
vecchlo/ Stammrer, Legaz Lacambr4 Recaséns siches,
Dentro de nuestra tradición multisecular iusnaturalista de- werzer, -
bemos distinguir dos grandes tendencias que suponen dos gran- Dworkin, Pérezluño- ñ. Fernánd ez, C.S. Nino)(al. -
des versiones del iusnaturalismo(se): El iusnaturalismo radical(62) ha ffopezado siempre
con el es-
1) lusnaturalismo ontológico, dogmático o radical, que postu- rfpone negar la condicióñ-de derechou rur'i"gisraciones
ff]!-q:" responden a determinados criterios áe justicia.
la un orden de valores producto de un objetivismo metafísico fl::.::T 3l:,"o
Esta postuJl tiene a su favor el rechazo del relativismo
transcendente(60). En esta corriente podemos insertar autores y escepti_
cismo axiológicos, pero en su contra h?{ qy. advertir
qr" proprg_
nan un orden ontológicg cerrado y ahisiórico de
valáres metafí_
Iii::r:
.-::*os e inmulabtes..El
.-^ proil"r,,u
r.vv,r ar.q L\¿tDlDLtr
consiste elt
en el riesgo oe
et rlesgo
en su Filosofla y derechos humanos, Siglo )fi| México, 2006, p. 135; FINNrs, J.,
este sector de imponer una "ttraníade valores,,
de
Natural Law and Natural Rights, Clarendon Press, Oxford, 1980. a los demás],,Las
soqedades abiertas y pluralistas acfuales parecen
PÉnrz Luño, Antonio-Enri que,Trayectorias contemporáneas delaEilosofuy htp.oría más proclives
a admitir un iusnaturalismo racionarista deontordi;
delDerecho,4? ed., Palestra, Lim4 2005, p.41. Severr& igualmente, ha distingu\do y crítico,
entre un uso dogmático y un uso crítico del derecho natural: "El primero es el que que las versiones ontorógicas que, no obstante sigüe.
contando
busca el establecimiento inexpugnable de la verdad, el segundo un instrumento con la adhesión de un.amplio séctor de estudioror"qr"
capaz de descubrir por contraste lo falso. Lo que brinda el derecho natural es un a.fienden
posiciones confesionales éspecialmente neo-tomis
patrón o baremo universal para lngar la rectitud de los derechos vigentes en ¡as,, $3).
iada estado, no un superderecho inmutable cuya autenticidad es base de todos
los restantes" (Sevrrrn, F., "Fundamento y disputa de los derechos humanos",
enÉtira como amor propio, Grijalbo-Mondadori, Barcelon4 L988).
Hilary PurNlr¿ intenta articular una interdependencia entre verdad y En la comunidad iberoamericana ha existido un tradicional
iusnaturalismo en la firosofía der Derecho, exprícitament"
dominio der
racionalidad en una posición denominada "realismo intemo" enfrentada tanto i.rrr,rtrralismo
neoescolástico, fuertemente conservador y. dogmático. ""
a la ingenuidad de las teorías de la verdad-copia-representacionistas ("el punto Esto explica que Ia
aparición de corrientes críticas haya sido Áar táaiu
de visá del ojo de Dios") como a la indolencia del relativismo epistemológico y a"¡,i q""'i"-ir.op" o
Estados. Unidos, y gue algunts casos como México, Chile, Argentina y
(PurNeru, Hilary, Razón, oerilad e historia, Tecnos, Madrid, 1988). Por otra 91r
España la visión iusfirosofíca analítica y positivista
parte, el iusnaturalismo ontológico parte de una concePción antropológica y haya cumpháo ,.,? rr.r.i¿n
política e intelectualmente innovadorá e inclrso crítica
metafísica fuertemente determinista y esencialista del ser humano, deberíamos en su momento. cfr.
PÉnrz Luño, Trayectorias contemporáneas de ra
caminar hacia una imagen más proteica, flexible y abierta. El iusnaturalismo Filosofia y ra Teoría der Derecho, cit.,
p. 42;PÉnzz Lreoó, I.A., ,,Teorías críticas del Dáreóho,,,
ontológico parte de un realismo metafísico ingenuo, esencialista y trascendente en GenzóN VeloÉs,
Emesto y Lenonreu F I,1co1n1;),ll-D1ry9ho y ta
que presupone la existencia de un mundo prefabricado (ready-made-World) y
Investigaciones Científicas - Tiotta, Madrid, 19ó0. ¡usticia,'linr"¡o1"rpu.io. a"
presupone la existencia del punto de vista de Dios. La verdad para el realista
metaflsico es un propiedad no-epistémica, es decir, independiente a las PÉnrz Luño, Trayectorias contcmpotánaae de rd
Filosofia y ra Teoría der Derecho, cit.,
cualidades epistémicas de las teorfas, Hilary PurN.qtu critica fuertemente esta p.137.
posición desáe la perspectiva eplctemológlca de lo que denomina "realismo
lnterno". PÉnrz Luñq Tlayectorias conrenptrtrneru de ra Filonfn y ra Teoia d.er Derecho, cit., p.42.
l¡¡--*"
rronfe DE Los DERECHoS HUMANOS
RAEAEL ENRIQUE AGUILERA PORTALES
til ,,
I{APAEL ENHIQUE A(;UILERA POITIhLES rronfa DE Los DERECHos HUMANos
56 ,7
rEoRÍ¡. DE Los DERECHos HUMANos
RAFAEL ENRIQUE AGUILEM PoI{IALES
58 59
RAFAEL ENRIQUE AGUILEITA POR.INLES troRÍ¡ DE Los DERECHos HUMANos
manera, esto eS, de una manera fiei a las nociones compartidaS res sociales: su carácter es local y particular,,e\.Lo
que
(z). es qye somos. ánimates creadores y
de sus miembros"
::T:i::j_.lodos
de culturas, pero culturas diferenciadas.
La concepción antropológica jurídica que subyace detrá
de la noción de derechos humanos es una concepción flexib ¡adores comunitaristas sostienen que la culfura
de
maleable y abierta. El ser humano es una criatura que prodt humanos ya no cohesiona a las soáedades .o*pi._
cultura, ei decir, hace mundos ileno de sentido; pero dado q rializadas y multiculturales, es decir, no aglutinan
no podemos ordenar ni clasificar estos mundos en lo concernie a en torno unas exigencias comunes míniáas
que
te á los bienes sociales, procuramos hacer jusücia a todos s t'Umir todos sus miembros. Las sociedades demo.ráti-
miembros. Con esto walzer no se sitúa en un relativismo cul FIrys tienen que hacer frentetá-crá-VéZ egixpos
ral extremo y radical pues admite que ciertos principios intt
-i";;;_
§xigen el reconocimiento de su identidaá y ir"dii.,i.._
nos a una sociedad, ciertas concepciones de los bienes social
m li.T:t,t:"lturalidad es una .*pr"riór, nírida y
son repeüdos en muchas sociedades humanas o casi todas. " hecho histórico det pturaiismo cultu;i:;il;."i"*rá
de lugares, t E¡ culturales distintos en un contexto global diferen-
fusticiá está enraizada en las distintas nociones
nores, tareas, cosas de todas clases, que constituyen un modo §entidq lo que hay que compartir no son derechos
vida compartido. Contravenir tales nociones es siempre formales, sino bienes particulares y concepciones
de
injustamente//(78). \
/
,buena.. En oposición a ia anomia(ao) que ,tó
;;;;;
de la pertenencia a comunidádes que sí
Michael Walzer apuesta por un minimalísmo moral que PrP-:::Ti*os
agunción de unos deberes, responsabilidades y *n*
es producto de una justificación compartida (las moralidar unen a los miembros de dichaiomunidad. La comu_
rro ti.n"t, principio común y universal), sino que surgen de t directamente la idea de moralidad como mecanis_
especie final de pluralismo diferencial y relativo. Se trataría menos costoso y menos coercitivo para atender
buscar en la enorme piuralidad de experiencias históricas un iy asuntos comunes.
mún denominador. Es decir, nos encontraríamos ante un in
de comprensión diferencial a escala universal. ,unitarism6(s1L desde su contexfualismo
extremq
justicia está íntimamente ligado a la noción
"Ciertamente los individuos poseen derechos no solo de
de Ia vida y la libertad, Pero estos no son resultado de nt
común humanidad; son resultado de una concepción com Afvdc de la iusticin, cit., p. 13.
T.44',A"UILERAPontelrs,RafaelyLór,BzSÁr.lcHrz,Rogelio,,,Losderechos
jurídica garantista de Luigi Ierrajoli", en lustitia. en el seno de cualquier Estado.
fundamentales en la teoría
Reaista de Inoestigación luridica, Instituto Tecnológico
de Monterrey, Ne 14,
MonterreY, 2008, PP. 67 -93'
will Kymlicka ha defendido un multiculturalismo integra-
University of Notre
donde reivindica tres formas de derechos corectivos difeien-
MrcINwnr, A., Afier l4rfae, Notre Dame (Indiana' EE'UU')'
moral, según Meclwrvnn' pasa ante la insuficiencia de la simple defensa de los derechos
Dame Press, 1981. El retorno a la racionalidad de lo
juicio- viduales para resolver adecuadamente el problema de la di-
por el retomo a la premodernidad, Porqu€ el proyecto lod"t'l:- --1srr
a Nietzsche y al emotivismo' Es necesarid, regresar a
conduce necesariamente rtsidad cultural dentro de la concepción de Estado democráti-
algo similar al aristotelismo, Porque Hyym,-«eNr' MIll
y sus:Ytrldores no
alteinativa viable' Pero' en mi opinión' Ñ4eclNtvnr §e 'de derecho. Los derechos(8s) a los qr" ,u refiere son ros derechos
póporcionan una tercera
no sea el resultado necesario del proyecto moral
!qürro.u. Tal vez el em;vismo
de este' Como señala
ilustrado, sino justamente una desviación o tergiversación
valores de la Ilustración;
H1i;, P"r*"*, ".o hay nada erróneo en ios g:randes
!t r Estados multiétnicos (Estados unidoq Canadá, México y cada vez más Francia,
el tipo de seguimiento que hace Occidente de esos valores Io que es
u, ,oío t¡r, Alemania, etc.) y Estados multinacionales (Reino unidq España, Bélgica y la
Paidós' Barcelona'
defectuoso" (cfr. PurÑ¡¡u, ¡p'ilaty) La hercncia del pragmatismo' t futura unión Europea). cfr. Kwrrcx,o,, will, "Derechos individual"s y áer"óho,
1995, p.193).
la- democracia liberal", en Isegoría. Rer¡ista de Filosofia Morál y polttiro,
del..proceso de I 9: qr."q"- "n
Kvu¡-rcxe ha trabajado el problema debido a la complejidad Na 14, Madrid, 1996, pp. 5-37, p. 14; Núñrz LeoxvÉ2r., Luis,- ,,Derechás de los
inteeración-d.iferenciación á s, ptopio pais, Canadá' EI ioncepto de. "ciudadanía ,l pr*lor. y d:r-"19: humanos", en Reoista de Estudios políticos, Na 125, julio_
con el de "igualdad compleja" utilizado
^
;';*?;;;;'¿;; ;isil parentesco
el u septiembre, Madrid, 200a, py. Z27-ZSS; Dn Luc.r,s, J., El desafio de las
froiteras.
p"i'rtai'.r'tr"r W¡,-rJn (1ó$) y es un concePto que du?!9l1uj^Pliamente Dere.chos humanos y xenofobia frente a una socieilad prurar, Temis de uoy, vtadrid,
Cfr' Dr Luces'
Io.*pto de "ciudadaníu áriti*t¡'ral" dekv*iIcxe (1995)' J'' 1994.
,,Introducción. El vínculo social entre ciudadaníay cosmopolitismo", enAA'W',
valencia, 2002, pp' Lóprz ce'¡na, N., ¿Hay derechos colectioos? Indioidunlidad y socialidacl en la teoría
El oínculo social: ciudadanía y cosmopolitismo, Tirant 1o blanch, de los derechos. Ariel, Barcelona 2000.
I t-¿/ .
62 63
RAFAEI, ENRIQUE A(;UILERA PoI{I AI,F]S
tronfr DE Los DEREcHos HUMANos
de autogobierno (exigencia de algún tipo de autonomía poiítica), Igualmente, para John Rawls, una sociedad bien ordenada
los deríchos poliitniío.s (exigenciá de respeto a la.herencia
étnica, et no solo cuando está diseñada para promover el bien. de
formas de expresión,lenguaje, respeto de sus prácticas-religiosas I miembros, sino cuando está regulada eiectivamente por una
las insütu- tepción de justicia. Rawls(88) señalaba que nuestras iocieda-
siempre que esta difereniia no obstaculice su éxito en
estos de- no están bien ordenadas y que es necesario proceder a una
ciones económicas y políticas de la sociedad dominante),
rechos protsen-eierie.! prácticas reli giosas y culturales
específicas tftstrucción del entramado normativo que pueda reordenar-
qr. r,oiur,,ldo reconócidEf por ta legislación vigente. Pensemos Sin embarga ta conculcación de los derechos fundamentales
relación
en 1as reivindicaciones de'detelmir-,aáas minorías(86) en
lengua como
con su lengua, todos conocemos la\Sortancia de Ia
determinado gru- tan complejo.
constitutiá de la personalidad. humana y de u_n
po. La lengua coñstituye un_fenómeno social y políüco amplia- ,En su libro Teoría de la justicia nos dice: ,,la justicia es la pri-
inente extándido y Hgádo a Ia reivindicación de los derechos de I virtud de las instituciones sociales,,@e),y su objeto primário
las naciones y 1ai .áiur. EI caso de Québec en Canadá es
un
egtructura básica de la sociedad, es decir, como rai institu-
ejemplo .r'ro.ir"*.nte significativo en este aspecto'(82) lgs sociales más importantes que regulan la distribución de
derechos y deberes fundamenlates y las ventajas derivadas
d) Posición neocontractualista cooperación social. En es_te pgntido, los dos principios de la
ia.serían el principio d(guaDad al más amplio sistema de
La propuesta neocontractualista pretende fundame¡t3r
tdes básicai ltiU"itaa aet!éñíamiento, conciencia...¡{so) y el
los derechoi hr*urros en un consenso entrecruzado o dialógi-
pio de {iferencia Que estructure las desigualdades'econó-
.o ¿. todos Iós afectados. El planteamiento neoco¡tfachT?IliEta
á. ñr*rr aHende a un conserrso entre cruzado.de ],os déreóhos I
F^Yr:, 1., A Theory of lustice, Oxford University press, Oxford ,1,972 (Teoría de la
Madrid, trad. de.M,D. Gonzá\e2, Fondo de Cultura Económica, México, 1993).
Frnne¡¡oo Br oí1',l.,ElEstado unitatio, elfederaly elEstado regional,Tecnos, $tttcia,
"La encrucijada de una obra de Rawls ha tenido especial repercusión. Bajo el título d,e Teoría de la
1978. Véase también Acullrne Pontelrs, Rafael Enrique,
a través del pensamiento federalista", ert 'icda ha construido, en realidad, más que una
ciudadanía constitucional europea teoríá de la justicia, una teoría
pedro y B¡ncilo Ro¡as, Daniet (eds.), La Reforma del Estado, la democracia liberal y que él ha identificado nad, menos
Tonn¡s Esrneoe, !.r" .on tu ¡rrti.iu,
:tlendo de lo que él denomina los dos principios de justici4 q,re en realidad no
Porrúa, México,2007.
slno la condensación de las premisai ideológicas que están en el origen de la
Kvrvtttcxe,lN.,Cittdadaníamulticultural:unateoríaliberaldelostlerechosdelas ¡ocracia liberal. Aunque debemos precisar que el dtsorden tiene rr,rjtitud d"
Citizenship:
minoríns,irad. de C. Castells (título original en inglés: Multicultural y causas y resultarla absurdo pretender que una simple teoría normativa
46'55;
Á t¡luA Theory of Minority Rightt,19és¡, faidós, Barcelona' 1996' .pp' solventar dicho desorden tan complefo como el ántramado jurfdico-
Inann¡ pr¡,rro-x,'F., Mdtíutltiralismo e instituciones político-constitucionales,
loclel.
P.r.rúr,México,2007;DnBmsGunnRrno,A',Nacianalismoeideologínspolíticas
conlcttr¡torrlnens, Espasa-Calpe, Madrid, 1 984' Véare.rupm nota 88.
64
rBonÍ.q DE Los DERxcHos Hr;MANos
RAF EL ENRIQUE AGUILERA l)( tltl'Al,lr,§
El consenso entrecrtzad.o o consenso de consensos sobre Wrllnrrn, Albrecht, "Modelos de libertad en el mundo moderno,,, en Tnrrreul,
esta concepción de justicia, permite llegar a acuerdos
políticos C. (ed.), La herencia *ítica de la llustración, Crítica, Barcelona, 1991..
entre diferentes coicepcionés de vida buena. Los ciudadanos, THIrnaul, Carlos, Vnclicación ilel ciudadano,, Paidós, Barcelona, 1998i Tu¡nneut
por tanto, tienen las [áves, a través de este Proceso consensual, Carlos, Los límites ile la comuniilnd: las críticas comunitaristas y neoaristotélicas al
programa moderno, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1.992; G¡r.¡rn,
y, también, de par-
iuru.o..ertar e intervenir políticas públicas Salvador, "Ctrltura republicana y polftica del porvenir,,, en GrNrn, S,; Anaós X.
ti.ipu, en la interpretación constitucional. De este modo,latazón et al,, La cultura ¡le ln ilemouncin: el fututo, Ariel, Barcelona, 2000 pp.1"BZ-172.
p,iÉfi.u ciudadana se convierte en el fundamento incondicional Rrwrs, J" El derecho da ¡pnlee y Llna nvlalón de la iclea de rnzón pública, paidós,
he la razón e interpretación pública consensual' Barce,lona, 2001 .
66 67
I{AFAEL ENRIQUE A(;UILEM PoRTALES TEORÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Sin duda, el pensador actual más destacado y revelador de turaleza humana como estructura interior que lleva a todos los
esta posición iusfilosófica es Richard Rorty, pensador controver- miembros de la especie a converger en el mismo punto, a reco-
tido que realizauna crítica radical, visceral y contundente a este ittocer como honorables las mismas teorías, virtudes y obras de
intenio fundacionalista doctrinal de los derechos humanos. In- Con frecuencia las violaciones de derechos humanos no son
dudablemente, su crítica fundacionalista se basa en una revisión
exhaustiva que realiza Rorty a la concepción antropológica ju-
0l) Figuras como Nrrrzscur, William Jeurs, Fnruo, Pnousr y WrrrcENsrErN ilustran
rídica tradicional. La idea tradicional de "solidaridad humana" lo que se ha llamado "libertad como reconocimiento de la contingencia". Este
consiste en decir que hay dentro de ca{a uno de nosotros algo ' Programa filosófico desafía abiertamente la tradición cristiano-hegeliano-
res\:-ena ante la presencia ,
-nuestra humanidad esencial- que
marxist4 caracterizada por una visión teleológica{ineal del tiempo y la historia,
de otros seres humanos. La idea es que ellos carecían de un de- ' propulsados por leyes providentes-conceptuales-económicas que gobiernan la
terminado componente que es esencial para que un ser humano , historia. La concepciónrortyanapartedela concepcióncontingentedelahistoria,
r
'i el individuo y la sociedad por la cual somos puros experimentos azarosos y
sea completo. No existe tal componente.esencial, ni existe tal yo "r i fortuitos (Ronrv, R., Essays on Heidegger and Others, Philosophical Papers, vol. 2.
nuclear(es). La idea de un comPonente humano central y univer- i Cambridge University Press, Cambridge, 1991).
El pragmatismo debe definirse como la afirmación de que Ia función de la
investigación es, en palabras de Francis Blcory "aliviar y beneficiar la situación
Ronrv, R., "Norteamericanismo y pragmatismo", enlsegoúa. Reaista de Filosofía
de los hombres", hacernos más felices permitiéndonos afrontar con más éxito el
Moraly Política, Ne 8, Madrid, 1993,pp.5-25; Ronrv, R., ¿Espetanza o conocimiento? entorno físico y la convivencia humana. El pragmatismo de Ronrv nos plantea un
Llna introducción al pragmatismo, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires,
vocabulario de la praxis, más que un vocabulario de la teoría o contemplación,
1987.
en el cual uno puede decir algo úül acerca de la verdad. En segundo luga¡, el
Este solipsismo cartesiano, o quedarse solo en el pensamiento Puro y vacío, ha pragmatismo de Ronry parte de la idea de que no hay diferencia epistemológica
sido fuertemente criticado por pensadores posteriores. sigmund Fnruo pone en entre la verdad de los que es y la verdad de lo que debe ser (falacia naturalista)
evidencia que no existe un yo autónomo. El yo psicológico cartesiano es una csmo tampoco hay diferencia metafísica entre hechos y valores, ni diferencia
ficción, entálequia o fantasía. Ei psicoanálisis nos obliga a revisar esta visión metodológica entre moralidad y ciencia, Cfr. Ronrv, Richard Consequences of
demasiado consciente del sujeto humano, a través de su noción de inconsciente. prdgmatism (Essays 1972-1980), University of Minnesota, Minneapolis, 1982 (trad.
Cfr. Ronw, R, Contingecy, Irony, and Solidarity, Cambridge University Press, de l. M Esteban Cloquell: Consecuencldc ful pragmatimo, Teoros, Madrid, 1995);
Cambridge, 1988 (trad. de A.E. Sinnott: Contingencia, ironía y solidaridad, Ronrr, R., "Norteamericaniemo y prágmatlsmo", en Isegorla. Reuista de Filosofln
Barcelona, Paidós, 1991); Hoor, Sidney, Pragmatism and the kagic Sense of Life, Moral y Polltictt, N0 8, Madrid, 1993, pp. 5.25; Ronrr, R., ¿Esperanza o coracimiento?
Basic Books, New York, 1974. Una introducción nl prdgnntiwro, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1987.
(r8 69
TEORÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS
RAEAIiL ENRIQUE A(iUILERA POII'IhLES
Como apunta Rafael del Ácu¡l-1, "el insuficiente tratamiento rortiano del Ronrv, R., Pragmatismo y política, trad. de Rafael del Águila, Paidós, Barcelona,
nosotros es quizá uno de los puntos más débiles de su pragnratismo. Su ya 7998, p.102. Ronrv nos plantea dilemas morales como conflictos entre lealtad y
aludida ingeñuidad al ver en el nosotros el producto de una sola tradiciórU justici4 donde tenemos que decidir entre la lealtadBxpresada como sentimiento
aproblematiza precisamente las decisiones más trágicas a las que nos_ vemos y la justicia expresada como el ideal de lo que sería mejor, basada.en la razón.
fórzados en el seno de nuestra cultura occidental". Vid.DEiLÁcu¡l¡, Rafael, "El Coniictos entre grupos más pequeños o más amplios. Véase también Ronrv, R.,
caballero pragmático: Richard Rorty o el liberalismo con rostro humano", en n Forjar unpaís: elpensamiento de izquierdas enlos Estqdos unidos del siglo X& Paidós,
Isegoría.Riztisla deFilosoflaMoralyPolítica,Ne 8, Madrid, 1993,p.45.Yéase también Barcelona, 1999; Acullen¡ Ponrelrs, Rafael "El problema del etnocentrismo en
Ia irítica que realiza Martha Nussneuu, basándose en el cosmopolitismo estoico el debate antropológico entre Clifford Geertz, Richard Rorty y Lévi-Strauss", en
de M¡,ncó AunnlIo, CtcsnóN y SÉNnca, así como en EurnsoN y Tuoun*u' Es Gazeta de Antropología Ne 18, Universidad de Granada, Granada, 2002.
fuertemente autocrítica con el etnocentrismo excluyente creciente. La profesora
Ronrv, R., "Feminism and Pragmatism", en Radical Philosophy 59, October,
Martha Nuss¡¿urr¡ señala la apabullante ignorancia de su propio país (EE.UU.) y diferencialidad en los derechos
1991; Ru¡ro Clnnec3no, J. L., "Globalización
en cuanto se refiere a Ia mayor parte del resto del mundo y aboga Por una Año IV Ne 8, pp. 69-91; Pr,Nen
humanos", en ALFA Etica y Rcsponcabilid.a{
educación cosmopolita para aprender más acerca de nosotros mismos. Véase
MÁnourz, José Manuel, 'lUna étlca atn obligaciones universales? Rorty y los
también Nuss¡aur,¡, Mártha c. (comp.), Los límites del patriotismo. ld.entidad,
p.26, derechos humanos", en lsegortn, N0 22, Madrld, 2000, PP. 187'796.
¡tertcnencia y ciuclad.anla mundinl, Paidós, Barcelona, 1'999, \
7l
70
RAFAEL ENRIQUE AGUILEM PORIhLES
.TEORfA
DE LOS DERXCHOS FII.]MANOS
Los cambios importantes para una vida mejor, piensa Rorty, ños más a su visión de una utopla democrática liberal ironista
han ocurrido, fundamentalmente, a través de las diversas narra- que garantizaría la expansión de los derechos fundamentales.
tivas y de grupos "separatistas" o marginales que han entrado En este sentido, los líderes de los grupos sociales marginales son
en Ia escena política. En torno al concepto de narratiaa, Rorty los que tienen la imaginación y la fuerua para cohesionar los es-
engloba las novelas, las descripciones etnográficas, los reportajes de los demás y conseguir el reconocimiento de los otros.
periodísticos, en definitiva cualquier documento que nos provea LOe feministas serían un ejempio idóneo de estas dos líneas.
áe ur, recuento amplio y preciso del sufrimiento, discriminación y
humillación de los diversos gruPos minoritarios. Tales narrativas El problema del fundamento de los derechos humanos, para
permiten acrecentar la solidaridad por medio de la comprensión i es una cuestión filosófica trasnochada, pasada de moda,
áe s, sufrimiento, y por consiguientg el horizonte del "nosotros" guarda un cierto sabor a metafísica rancia, caduca y dogmá-
puede ampliarse, crecer y expandirse mediante nuevas visiones. La Solo debemos atender a su utilidad sociai y polític4 nunca a
/fundamentación. Richard Rorty, cemo detractor de los discur-
iolidaridad(1o2) seríA pues, la habilidad para restar importancia a las
diferencias tradicionale+ disminuir su peso cuando se comparan fundacionalistas, afirma la inutilidad de la pregunta ¿por qué
con la humillación y sufrimiento de esos gruPos minoritarios. eolidario y no cruel? Solo los teólogos y los metafísicos piensan
hay respuestas teóricas suficientes y satisfactorias a preguntas
Rorty cree que los grupos separatistas, los movimientos so- esta. Por el conkario de 1o que se trata es de afirmar que te-
ciales locales(103), configuran una línea importante Para acercar- la obligación de sentimos solidarios con todos los seres hu-
y reconocer nuestra "común humanidad". Explicar en qué
te ser solidario es tratar de descubrir una esencia de 1o huma-
Ronry está planteando una nueva concepción de solidaridad como el intento de
ampliar el ámbito del nosotros tanto como podamos, viendo similitudes entre gino en insistir en restar importancia a las diferencias de raza,
el 'tllos" y el "nosotros". No podemos parür del lugar en el que no estamos, religión, edad en comparación al sufrimiento, humillación
como hacen las éticas universalistas, cuando hablan de entes abstractos como
"la humanidad", "todos los seres racionales", Porque nadie puede llegar a una
dad a la que están sometidas ampiias mayorías de seres
identificación con estas abstracciones. La solidaridad serí& pues, la habilidad sin renunciar al nosotros que nos contiene a todos.
para restar importancia a las diferencias tradicionales y disminuir su peso
iuando se comparan con el sufrimiento y la humillación de los seres humanos. Perq desde este pragmatismo(1oa) basado en la eficacia, po-
Esta definición es semejante a la que Habermas da, cuando define lo que es una preguntarie a Rorty: ¿cómo difundir los derechos hu-
identidad pos-tradicional, cuando se relativiza la propia forma de existencia,
atendiendó a las pretensiones legíümas de las demás formas de vida. Cfr. Ronrv,
R., Contingencia,-ironía y solidaridad (trad. de A. E. Sinnott), Barcelona, Paidós,
1991. Consultar también Ds Lucet J., El concepto de solidaidad, Fontamar4 rüe oposición surgen en los iímites de las tradicionaies organizaciones obreras
México, 1993. (partidos políticos y macrosindicatos) que han perdido fuerza transformadora en
Desde los años sesenta se ha producido un aumento espectacular de la Una sociedad tecnócrata. Cfr. Orru, Clauss, Partidos políticos y nueaos moaimientos
| &ciales, Sistema Madrid, 1988; Anr¡¡or, H., Crisis de la República, Taurus, Madrid,
desobediencia civil en el seno de las Estados democráticos de Derecho. En
1 973i H¿snRv n s, J., Ens ay o s polí ti co s, Península, B ar celona, 1997 .
Ia actualidad, los movimientos sociales se están convirtiendo en los nuevos
sujetos sociales que inyectan un nuevo impulso ético-político a la _sociedad. I En este sentido, según Rorty, deberfamos traducir la idea de "objetividad"
Estos movimientos tratan de impregnar de valores perdidos a la vida política r'como intersubjetividad o solidaridad y conocimiento como solidaridad.
tratando de cambiar las relaciones existentes entre los hombres; atienden a 'Debemos traducir el deseo de objettvtdad como el deseo de alcanzar el mayor
valores fundamentales como la solidaridad, la justicia, la liberta{ valores que lcuerdo intersubietivo posible. "ObJetivldad" ha de entenderse, en definitiva,
no pueden estar sometidos a Ia racionalidad instrumental o'estratégica que 'como "acuerdo" entre los mlembro¡ de nuestra comunidad epistémica y otras
gobierna nuestras deficitarias democracias formalee. Los movirnientos sociales comunidades, solo asl podrá lograrae un dlálogo y comunicación entre todos los
72
73
ilt¡&,:
rToRf¡ DE LoS DERECHoS FIUMANoS
RAF.AEL F]NRI(JUE AGUII,ERA P(»{I ALES
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RAI.hEL ENRIQUE A.GUILEITA PoI{IhLEs
TEORfA DE LOS DERECHOS HTIMANOS
entre todos los que intervienen en el proceso comunicativo(108). El (legalidad) es válido (legitimidad) cuando convoca el acuerdo de los
principio discursivo 1o podemos expresar de la siguiente forma: ciudadano s (legitimncióaIa#av-és dg procesoi pertieipaüvos legal-
"una norma es Ie_g-íti-mq si y 9o-1o sí a effa_"hubie.ra pqdldo pres-
gqta!-iecidos(112). La teoría de la ciudadanía en Habermas,
tarTe zu aséñtimieñtó to_dós"los posibtéq ui*iiáór por ella como -m,en!e
por tanto, está ligada a la conquista y ejercicio de los derechos fun,
participantqg en {ig9u.1qos r-a.cionades/(10e). Desde esta posición
damentales discursivamente legitimados por la ciudadanía.
procedimentalista, pretenden fundamentar los derechos desde
una ética comunicativa y discursiva. Esta ética del discurso no Las normas jurídicas poseen una dimensión fáctica que tiene
es un ética individualista, sino política y diaiógica en ia que se que ver con el cumplimiento y observancia acfuai y Ia coacción
busca un consenso racional acerca de los intereses comunes. LJna que la respald4 pero sobre todo con una dimensión axiológica
ética universal comunicativa y dialógica que presupone la exis- de legitimidad. Ljr_s_p_qciedades complejas actuales han de-vgr el
.tencia de una "comunidad ideal de diálogo" o "situación ideal Dgreing ryqg"oñ*üñ ractOr imposiüvó cóaéü"ó y heterónomo
de habla"(ttO) y, por tanto, entra en la utopía de la comunicación. sino como un fáctor de integración socio-cultural(113). Por eso,
ptara 1Á rró.r"é"¿"ticá- jüiiai.á ab ua6éi*ás,
-ét
Este ideai regulativo o utopía de la comunicación actuaría de pro."aimiento
fundamento legítimo de una democracia participativa directa de creación de normas reproduce el proceso argumentativo y
frente a las insuficiencias de las democracias representativas in- consensual de la razón comunicativa o dicho de otro modo, un
directas o democracias formales. Habermas no está proponiendo procedimiento democrático sin distorsiones. No se trata de una
una nueva utopía política sino una ética de mínimos que sumi- teoría de Ia validez jurídica sino una teoría de la justicia. El dere-
nistre un procedimiento formal (o sea cómo debemos acfuar, no cho es facticidad fruto de la voluntad consensual de sus afecta-
lo que debemos hacer).(ttt) dos en la que se fundamenta su legitimidad. Un derecho injusto
no puede ser eficaz porque no es integrador. Habermas nos ha-
Habermas nos plantea un paradigma discursivo-procedi-
bla de facücidad o eficaci4 validez o positividad para recalcar el
mental de Derecho, así como un modelo normativo de democra-
momento ulterior de legitimidad que completa la síntesis.
cia radi cal. Todo p_ro cedimj g1!o* lSgig*o d e producci ó"ajq!í4i9a
Hab e rm a s d efi end e l? _d--ob]e dimensiórLrnoral (iusn a tur ali s-
ta) jdge*Gusppsrtivist4de,"lp__o{e_reqhq_shumalegguetlas-
(108)
H,trrnuas, su uni ve r s f,l id e4 _lqq -o_rd ql?mie11 t9 s jurídi c o s p a r ti cu -
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d emokra ti s che
7999, pp.776y es.
76
77
TEORÍA DE LOS DERECHOS HTIMANOS
RAFAEL ENIiIQUt, A(;UILEIIA PoI{IhLES
duce a normas morales, ni impide que tengan una naturaleza bUsca el consenso racional de todos sus particiPantes. Esta situa-
jurídica que fundamenta pretensiones jurídicas reclamables. dón se construye sobre:
'1l.os -{gre_chos hg¡1_anos pose_en originariamente una na-tu.- La de participación en el discurso (libertad de ex-
ralezajuridiga, Lo gue le presta la.apariencia de derechos mora- presión o derecho igual de todos a hablar públicamente).
les ne es su contenido y con mayor motivo tampoco su estru-efi'r-=
Igualdad de oportunidades (formación cuhlrai, posiciÓn
14 sino su sentidó de validez que trasciende los ordenamlentos socioeconómica...).
jglidig_9s los Estad3s nacio4Sles- {115)
-de
Relación comunicativa simétrica (misma posición)'
K. O. Apel situa el problema de la fundamentación en elám-
Sito de la búsqueda de las condiciones transcendentales de la Ausencia de coaccron.
validez intersubjetiva de la argumentación que pueden hallarse
Aunque no acude para la fundamentación de los derechos
en la tógica (Kant), en el sistema coherencial (Hegel), en la se-
ranos al iusnaturalismo clásico. Su falta de aceptación del de-
mántica (Peirce) o en la pragmática universal (Apel-Habermas).
natural se debe a que se supone suscribir una determinada
De esta forma, hoy más que nunca se hace urgente una moral
ión ético-metafísica del mundo y del hombre, cuando la
universaf vincuiante para toda la humanidad. Apel ha subraya-
ión actual se caracterizapor el pluralismo ideológico, cul-
do la importancia de unas normas universalmente vinculantes
dotadas de validez intersubjetiva, o al menos de un principio
y de concepciones del mundo.
morai básico que sirva de base común para la práctica de la res-
ponsabilidad solidari4 indispensable para la supervivencia de CorcrustoNEs
la humanidad(116).
Los derechos humanos constituyetu paia Rawls, {aberm¿s
La situación ideal de habla(117) consiste en una comunidad ,otf<i4 exigencias éticas, políticás y sociales que esien nias
intersubjetiva de comprensión recíproca y de comunicación que i'dclapositivación jurídica y,Por tanto, se encuentran inser-
en el ámbito moral, por lo cual pueden ser entendidos como
naturales o morales que históricamente han ido posi-
015) H.rarnuas, J.,"Laideakantiana de paz perPetua", en Henenv¿s,l.,Lainclusión como fundamento, límite y umbral de todo Estado
del otro: estudios ile teoría política, Paidós, Barcelon4 1999, p.157; PÉnBz Luño,
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2001,, T. lI, p. 464; Rutz Mrcurr, Alfonso, Una filosofia del derecho en modelos
históricos: de la antigüedad a los inicios del constitucionalisma, Trottq Madrid, 2000.
n6rmativas. Esta situación ideal de habla es una hipótesis práctica que tenemos
Arrr, K.O., Tranformation des Philosophie, Suhrkamp, Frankfurt, '1973, Yol.2,
que suponer en todo acto de habla. La comunidad ideal de diálogo consiste en
pp.359-363. üna .o*pt"ttsión recíproca y de comunicación que busca el consenso racional
Hrr¡«ues realiza una profundización de la competencia comunicativa como de todoJ sus participantes. Para Habermas, la existencia de Ia sociedad es
cualidad humana. Y puesto que estamos abocados a dialogar, la cuestión poeible graciara que es factlble un entendimiento entre los sujetos.a través del
ahora es si poseemos alguna regla o norma lógica de validez intersubjetiva de i3ngua¡e, Toda acción lingülrtlca e+ de¡de nu pretensión, una acción orientada
nuestro diálogo, sobre todo cuando nos movemos sobre cuestlone¡ éticas y rl éntendimiento,
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RAFAEL E,N IUQUE A(iUILA,RA PoI{I'ALES
'rnonÍn DE Los DERECIIos r ll \ l,\Nos
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