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Contexto histórico de las representaciones discursivas de las

patologías psíquicas I: Michel Foucault (1964 - 1973)

FACULTAD DE LETRAS
Docente: Natalia Díaz A.
2022

Re exión de este encuentro…

Sujeto Asilo

Locura
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Lecturas de base para este módulo:

• Foucault, M. El gran encierro, en Historia de la locura en la época clásica (pp.


43-69)
• Foucault, M. Clase del 7 de noviembre de 1973, en El poder psiquiátrico (pp.
15-34)

Interrogantes para hoy...


¿Quiénes cuidan de la locura?

¿Qué representaciones sociales, en tanto creencias compartidas, se vinculan a la


locura?

¿Con quiénes se asocian a los locos?

¿Cuáles son las categorías que entran en tensión durante la creación de los
asilos o los internados?

¿Cuáles son los cambios hermenéuticos que con guran la locura en el contexto
de la edad clásica?

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Antecedentes
La legislación griega y romana para cuidar de los locos
asignaba guardias que eran responsables de ellos y de
sus actos.

Después, se abordaba a los sujetos que padecían algún


rasgo de locura desde una responsabilidad doméstica,
cuya familia era quien debía asumirla.

Antecedentes

Hacia nes de la Edad Media empezó a surgir una


segregación más formal, inspirada por el deber cristiano
de la caridad. Por tanto, la custodia y el cuidado de los
locos permaneció en manos de las órdenes religiosas.

Ejemplo: La casa religiosa de Santa María de Belén o


Bethlem Hospital en Londres lo mismo ocurre en
distintas ciudades de España.
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El gran encierro, Foucault


La locura, cuya voz el Renacimiento ha liberado, va a ser reducida al silencio por
la época clásica.

Desde el siglo XV, se puede encontrar el primer manicomio en los países bajos.
En los siglos XVI y XVII se extiende la presencia de estos recintos por varios
lugares en Europa.

Desde el siglo XVII, se han creado los internados en Francia ! 1656 decreto de
fundación en París del Hôspital Général.

Hay un aumento de Workhouses o Zuchthäusern, donde se comienzan a mezclar


los sujetos: los pobres, los desocupados, los mozos de correccional y los
insensatos.

“¿Cuál era, pues, la realidad que se perseguía en toda esa


población de la sociedad que, casi de un día para otro, es
recluida y excluida con mayor severidad que los mismos
leprosos?”

(Foucault, 1964, p. 89)


El gran encierro, Foucault

Se genera un cambio de hermenéutica en el tratamiento


de los sujetos.
El gran encierro, Foucault

La Iglesia ha separado al mundo cristiano de la miseria.

Habrá, de un lado, la región del bien, la de la pobreza sumisa y conforme


con el orden que se le propone; del otro, la región del mal, o sea la de la
pobreza no sometida, que intenta escapar de este orden. La primera acepta
el estar internado puesto que encuentra su reposo; la segunda lo rechaza y
en consecuencia lo merece. (Foucault, 1964, p. 97)

El gran encierro, Foucault

Por tanto, esta dinámica se reproduce en los hospitales


se separa el trato por bene cencia como por represión.

Todo internado queda sujeto a esta valoración ética, se


lo tratará como un sujeto moral, antes que un sujeto de
conocimiento médico o de piedad cristiana.
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El gran encierro, Foucault


Consecuencias:

La locura se encierra junto a los pobres en estos nuevos recintos.

Hay una nueva sensibilidad que nace: una social asociada al


orden de los individuos en la ciudad.

“Se sustituyen las medidas de exclusión, por las de un encierro,


por tanto, se da una nueva relación entre el sujeto internado y
la sociedad con obligaciones implícitas: tiene el derecho a ser
alimentado, pero de aceptar el constreñimiento físico y moral
de la internación.”
(Foucault, 1964, p. 104)
El gran encierro, Foucault

El internado o asilo no tuvo un n terapéutico al


principio, sino, más bien, una medida policial decretado
por ordenamiento que deriva del Estado.
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El gran encierro, Foucault

Desde el siglo XVII, la locura ha estado ligada al espacio


de los internados cuya estructura es semijurídica.
El gran encierro, Foucault

En la Edad Media, la locura estaba asociada a la


presencia de trascendencias imaginarias.

En la Edad Clásica, la locura es percibida a través de una


condenación ética de la ociosidad y dentro de una
inminencia social garantizada por la comunidad del
trabajo. Esta comunidad adquiere un poder ético que le
permite rechazar toda ociosidad o inutilidad social.

Consecuencias

Ímpetu de la institucionalización fue un rasgo distintivo de la


época: combinaba las exigencias del Estado racional con los
recursos de la economía de mercado.

Hubo un progresivo optimismo terapéutico bajo el signo de un


paternalismo dominante ! elites sociales y psiquiatras tenían el
derecho y la responsabilidad de tratar a los ‘desafortunados’.

Consecuencias

La edad de la razón fue la que escinde lo racional del


resto de las cosas ! Asilo como símbolo

El asilo instaló un cordón sanitario que separa lo


‘normal’ de lo ‘demente’ y que recalcó la otredad de la
locura al delimitar un espacio administrativo en el que
lo ajeno y lo extraño pudieran ser manejados,
controlados.

Consecuencias

Los asilos eran tanto útiles para las familias como para
el Estado.

El asilo o manicomio privado sirvió para ‘comercializar’


la locura, pero también funcionó como un promotor
obligado del desarrollo de la psiquiatría en cuanto
personal entrenado para manejar a los internos.

El espacio asilar y orden disciplinario,


Foucault (1973/2007)
Espacio asilar y el orden disciplinario,
Foucault
Debe haber un orden, una cierta disciplina, una cierta
regularidad aplicada tanto al exterior del sujeto como al
interior de su cuerpo ! saber médico mediante la
observación en el siglo XIX.

Cierta relación de orden, una cierta distribución del tiempo


y el espacio de los individuos observados ! objetividad
! curación del enfermo.

Espacio asilar y el orden disciplinario,


Foucault

El espacio del asilo desde la noción de disimetría


provoca las siguientes consecuencias:

i. relación no recíproca

ii. relación de poder por sobre saber de parte del médico

iii. el enfermo es tratado como un cuerpo


Espacio asilar y el orden disciplinario,


Foucault

El médico desde su aspecto físico debe ser atractivo para


marcar la disimetría ante el cuerpo del loco:

Un hermoso físico, es decir, un físico noble y varonil, es acaso, en general,


una de las primeras condiciones para tener éxito en nuestra profesión; es
indispensable, sobre todo, frente a los locos, para imponérseles. (Fodéré,
1817, como se citó en Foucault, 2007, p. 19).

Espacio asilar y el orden disciplinario,


Foucault
La disimetría también es administrada por otros sujetos:
los vigilantes, los sirvientes ante el cuerpo del paciente.

Esto marca la relación de poder que rodea al enfermo en el


espacio asilar para controlar su fuerza.

La terapia de la locura es el arte de subyugar y domesticar, por así decirlo al


alienado, poniéndolo bajo la estricta dependencia de un hombre que, por su
cualidades físicas y morales, tenga la capacidad de ejercer sobre él un in ujo
irresistible y modi car el encadenamiento vicioso de sus ideas. (Pinel, 1801,
p. 58).
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Espacio asilar y el orden disciplinario,


Foucault
Tipos de prácticas médicas:

i. el quehacer médico

ii. tratamiento moral

Se genera en el enfermo un con icto o una tensión entre la


idea ja a la cual él se ha aferrado y el temor al castigo.

“si la escena tiene un buen nal, remitir a una victoria de una idea sobre otra, que debe ser al
mismo tiempo la victoria de la voluntad del médico sobre la del enfermo” (Foucault, 2007, p. 27).
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Y qué pasa en la actualidad…?

¿Quiénes cuidan de la locura?

¿Qué representaciones sociales se vinculan


a la locura?

¿Con quiénes se asocian a los locos?

¿Cuáles son las categorías que entrarían


en tensión si se cierran los asilos o
instituciones psiquiátricas?

Próximas lecturas:

Goffman, E. (1961). Introducción y Sobre las características de las instituciones totales (El mundo del
interno), en Internados (pp. 13 - 82).

Basaglia, F. (1978). La institucionalización psiquiátrica de la violencia, en Razón, locura y sociedad (pp.


15-34).

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