Está en la página 1de 4

ACTIVIDAD DE INTEGRACIÓN III FILOSOFIA

Nombre: ROSA LINA

Apellido: CAMPO

DNI: 16.552.031

Carrera: ESCRIBANIA

Facultad: CIENCIAS JURIDICAS

Consigna

Leer atentamente el texto de Cugota, Carmen "Ética: una apuesta por la


persona" y responder el siguiente cuestionario.

1.-¿Por qué el ethos es el fundamento del actuar humano?

A partir de la lectura del material propuesto se puede afirmar con Aranguren


que la palabra ética proviene de un vocablo griego muy antiguo: êthos, que a
partir de estudios filólogos y filósofos, entre los que habría que nombrar a
Martin Heidegger, vendría a significar “residencia”, “morada”, “lugar donde
se habita”.

Señala Helene Weiss, (discípula de Heidegger), quien apoyándose en


Aristóteles, que la profundidad de su significado remite a categorías de orden
ontológico, hasta el punto de entender por ello ya no el “lugar” donde mora el
hombre, sino el terreno simbólico que cada hombre alberga en su interior, el
ámbito mismo desde el que acoge la vida y se desenvuelve en ella, el suelo
firme a partir del cual orienta su vivir y su hacer, o, para decirlo con expresión
de Ortega y Gasset, nada menos que sus “creencias”, esas desde las que el
hombre vive y en las que está, de alguna manera, instalado

Así pues, en esta acepción antigua, êthos es el fundamento del actuar humano,
la raíz misma desde la que brotan todos los actos que el ser humano lleva a
cabo.

Aranguren diferencia entre “actos del hombre” y “actos humanos”,


comprendiéndose por los primeros todos los actos que cualquier hombre
realiza, y entendiendo por los últimos aquellos que son verdaderamente
humanos.

2.-Explicar por qué Aranguren concibe a la ética como un proceso


humano de elaboración del carácter.
Aranguren concibe, la ética como un proceso auténticamente humano de
elaboración del propio carácter o personalidad moral.

De modo que al consistir cada hombre en “esa distancia que separa el que es
del que tiene que ser”, su personal y propia tarea moral no puede ser otra que
la de salvar dicha distancia, para que cada cual pueda llegar a ser –nada más,
pero nada menos– quien tiene que ser.

Aranguren toma a dos grandes filósofos españoles que fueron sus maestros:
José Ortega y Gasset y Xavier Zubiri y aporta sobre la idea de la vida como
quehacer; y la idea de considerar la moral como una de las estructuras
centrales del ser humano, dejando así en claro que el hombre es un ser
estructurado moralmente, lo que supone una marca esencial para la
diferenciación entre el ser humano y el resto de seres vivos,

Como reflexión final podemos apuntar que no resulta nada fácil de explicar a
los jóvenes de hoy, imbuidos como están en un ambiente y un clima en el que
el naturalismo y, el darwinismo social, lo están invadiendo todo, con las
consecuencias que podemos apreciar y que a muchos nos llena de
preocupación.

3.-"La esencia del hombre, (...) es su vocación", ¿qué significan las


palabras de Aranguren?

Aranguren, el autor que estamos analizando, presenta la vida humana a


manera aristotélica y fundamenta como el trabajo cotidiano de construirse el
hombre esa “segunda naturaleza”.

Expresa: “sobre mi ‘realidad por naturaleza’ se va montando una ‘realidad por


apropiación’, una ‘realidad por segunda naturaleza’ que, unida a aquélla, la
conforma y cualifica según un sentido moral.

Interpretando el pensamiento podemos afirmar que nuestra realidad natural es


nuestra realidad en tanto que recibida: nuestra realidad moral es nuestra propia
realidad, en tanto que apropiada. Porque al realizar cada uno de nuestros actos
vamos realizando en nosotros nuestro êthos, carácter o personalidad moral”.

Por tanto, la ética se concibe como un proceso auténticamente humano de


elaboración de propio carácter o personalidad moral. Cada hombre está
comprometido en “esa distancia que separa el que es del que tiene que ser”, su
personal y propia tarea moral no puede ser otra que la de salvar dicha
distancia, para que cada cual pueda llegar a ser –nada más, pero nada menos–
quien tiene que ser.
La vida es el principal quehacer del hombre, expresa Ortega, puesto que a
nadie se le da hecha su vida. Y si esto es así, la primera tarea del ser humano
no puede ser otra que la de vivir, la de ir construyendo la propia vida, instante
a instante, reflexión tras reflexión, acto tras acto.

Se trata de un quehacer fundamental que considerado en toda su amplitud nos


encamina de inmediato hacia otro tema central de la reflexión ética: la
vocación. “La esencia del hombre, más todavía que en su ‘naturaleza’, en lo
que ‘tiene’, consiste en su ‘vocación’ y, como alguien ha dicho, ‘somos
nuestra fe’

Son palabras de Aranguren, que van más allá de meros planteamientos


antropológicos o psicológicos, porque los sobrepasan en profundidad, al
relacionarse estrechamente con la dimensión existencial.

No hay vida sin vocación, sin llamada íntima. La vocación procede del resorte
vital, y de ella nace, a su vez, aquel proyecto de sí misma que en todo instante
es nuestra vida.

Cada hombre, entre sus varios seres posibles, encuentra siempre uno que es su
auténtico ser. Y la voz que le llama a ese auténtico ser es lo que llamamos
vocación

4.- ¿Qué significa un "ethos de la autenticidad"?

Tomando el pensamiento de Emmanuel Mounier que “La persona es lo que no


puede repetirse dos veces”. Y es que es precisamente la dimensión personal
del hombre, que radica en esa realidad espiritual que configura y singulariza a
cada ser humano, la que otorga a cada persona esta particularidad exclusiva
que es su propio yo.

Así, este sentido tan personal, tan único, de su propia vida, lo irá
desentrañando el hombre desde cada acto que realice, en cada encuentro, en
cada vivencia, en los acontecimientos mismos que vayan jalonando su vivir.

Esta es la razón de que Aranguren se refiera a un ethos de la fidelidad a sí


mismo, o, lo que viene a ser lo mismo, a un ethos

de la autenticidad. Y es en el pensamiento de Ortega donde encuentra el apoyo


más sólido para esta orientación de la ética.

5.- Explicar la distinción entre "vocación personal" y "vocación


profesional".

Siguiendo la reflexión de Aranguren en torno a la ética de Ortega, hay que


distinguir entre “vocación personal”, propia de todo ser humano, y “vocación
profesional”, orientada esta última a la particularidad del ejercicio de esta o
aquella profesión, que ha de ser vocacionalmente vivida.

Pero, se hace imperante destacar la importancia de la vocación personal en la


vida de todo hombre y de toda mujer porque la gran especialización
profesional que hoy vivimos, a demanda de una sociedad cada vez más
compleja, presenta necesidades urgentes que suelen resolverse casi siempre en
detrimento de los planteamientos clásicos.

El problema surge cuando la respuesta a dichas necesidades pasa por suplantar


la ética clásica, cargada siempre de gran vigencia existencial, por las diversas
deontologías o éticas profesionales.

Se puede sintetizar con el siguiente pensamiento: lo que se está creyendo


actualmente es que así se solucionan tantos problemas éticos como se
presentan en un mundo altamente especializado y complejo; mas lo que se
consigue en no pocos casos no es sino despedazar el campo de la reflexión en
profundidad, que ha sido siempre el de la ética, troceándolo en muchas
parcelas: las de las éticas aplicadas o deontologías.

También podría gustarte