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EL QUEHACER ÉTICO

Para poder analizar los problemas éticos a los que la

enfermera debe enfrentarse en el ejercicio de su profesión es


preciso conocer primero quê entendemos por ética, qué ca-
racterísticas tiene, qué aporta a la reflexión sobre los actos
humanos, córno nos ayuda en la toma de decisiones y en la
elaboración de juicios morales, etc. Esta es una tarea propia
de la filosofia, pues la ética es una disciplina filosófica con
una larga tradición en la historia del pensamiento que atien-
de a la pregunta por la acción del ser humano y el sentido
de tal acción, y que está relacionada con otros aspectos de
lo humano, como la pregunta por el ser dei hombre —la
dimensión antropológica— o ia pregunta por el lugar que
ocupa en el universo —la dimensión metafísica—.

1. Qué es Ia ética

Nuestro mundo cotidiano nos acosa continuamente con


interrogantes acerca de nuestras acciones. En cada acto que
llevamos a cabo estamos poniendo en marcha todo un sis-
tema de toma de decisiones con un sustrato de valoraciones
personales, jerarquias de princípios, análisis de consecuen-
cias, opciones basadas en la experiencia, hábitos, aprendi-
zajes, esperanzas, etc. Comúnmente nos encontramos en una
situación de «inconsciencia operativa», es devir, un estado en
el que ejecutamos acciones sin analizar su forma, su conte-
nido o su intención, basándonos en la costumbre. A ello nos
ayudan los mecanismos de automatización de tareas, que
impiden una sobrecarga en la actividad de nuestro cerebro
por medio de la habituación a los procesos y la consiguiente
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para deslindar este quehacer de las posturas morales concre- ces'ariamente, para otros interrogantes que atafien al ser hu-
tas, es decir, de las máximas particulares de actuación en la mano, como pueden ser el conocimiento y el sentido de su
vida cotidiana. propia existencia.
La tarea de la ética parte, pues, de las acciones morales;
éstas son el origen de su reflexión y el verdadero punto de Por tanto, la dimensión antropológica no puede ser ol-
partida. Sin embargo, la ética toma una cierta distancia con vidada: está en la misma constitución dei ser humano su
respecto a los actos morales concretos, es decir, se sitúa en «ser moral». La constatación dei hecho de que los seres hu-
un nivel de análisis sobre la moralidad. La ética pretende manos actúan moralmente es un «dato primario» que se nos
fundamentar lo moral: elabora un discurso teórico, propio de impone como realidad en la observadón dei mundo. Es de-
la tarea reflexiva de la filosofia, y argumenta en un proceso cir, resulta evidente que los seres humanos llevan a cabo
de búsqueda de criterios racionales que puedan orientar las acciones morales. Tienen la capacidad de actuar conforme a
acciones morales. Así, la ética intenta «dar razón» de los jui- razones y valores, pueden tomar decisiones, su propia reali-
cios morales y buscar un método para que sus resultados dad les obliga, les exige tal actuación. Es lo que, siguiendo
puedan traducirse en actos morales. Es decir, no se restringe Ia denominadón de 3. L. López Aranguren, limamos «moral
a los resultados teóricos, sino que permite que tales resul- como estructura» 6 El ser humano tiene una estructura mo-
.

tados tengan una aplicación concreta en la vida práctica. Se ral, una especial constitución que permite que se dé la mo-
trata, pues; de un doble movimiento: de la moralidad a ralidad. Desde ella va haciendo su vida, va optando entre las
reflexión sobre el hecho moral, y de esta reflexión de nuevo
posibilidades que se le ofrecen y justificando tales dedsiones.
a la moralidad.
- En ese recorrido va configurando un modo de ser, una de-
terminada personalidad, una identidad. La estructura moral
b) El ser humana como ser moral dei ser humano es, por tanto, una forma, un marco, un «es-
queleto» que le permite actuar moralmente. El proceso de ir
De lo dicho cabe deducir que los actos morales son algo rellenando ese «esqueleto» con contenidos materiales ccincre-
propio dei ser humano. Por eso, la reflexión filosófica sobre tos, con opdones, es ia «moral como contendo». Este se-
la condición moral dei ser humano está unida a otras pre- gundo aspecto de la moralidad tiene que ver con princípios,
ocupaciones sobre diversas dimensiones dei hombre y hace con el bien y el mal, con lo correcto y lo incorrecto, con las
referencia, en última instancia, a la pregunta sobre el propio normas, con los valores. Es el campo de los juidos morales,
ser humano. Cada vez que nos cuestionamos la idoneidad de las evaluaciones sobre lo justo o lo injusto de las acciones.
de un acto moral nos remitimos a esferas que participan en
Y presupone la estructura moral, sin ella no podría darse.
la constitución dei ser humano que realiza ese acto, de modo
Por eso podemos decir que los seres humanos son seres
que resulta ineludible preguntarse por ia misma definición
morales y no pueden no serio (en cuanto a la estructura).
dei hombre. Es lo que I. Kant expresó con sus famosas tres
Del mismo modo que J. P. Sartre afirmó que «el hombre está
preguntas de la filosofia: «LQué debo haver?», a la que res-
condenado a ser libre», podríamos parafrasearlo didendo que
ponde ia ética, «Lqué puedo conocer?», a la que responde la
teoria dei conocimiento, y «t.qué me cabe esperar?», a la que el ser humano está condenado a ser moral. Lo cual no quiere
responde Ia metaffsica y la filosofia de ia religión. Esas tres 6
J. L. LÓPEZ ARANGUREN, Ética. Alianza, Madrid, 1990. Aranguren sigue
preguntas él las consideraba resumidas en una única cues- las ideas expresadas por X. Zunia!, Sobre el iwmbre. Alianza, Madrid,
1986.
tión: «.Qué es el hombre?» La pregunta antropológica resulta
así punto de partida, y tamblén puma de llegadu, pata la
cuestión ética, su misma. urdimbre. Como lo es tamblén, ne

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«inconsciencia» de los actos. Una «inconsciencia» que tiene buscando presupuestos que fundamenten estos
un carácter práctico y operativo (pues nos permite dividir comportamientos y planteando una pregunta general
nuestra atención y, ai mismo tiempo, no sobrepasar nuestra acerca de la dimensión Moral dei hombre.
capacidad de memoria), y que es un procedimiento que des- De este modo, al referimos a «la ética» en sentido ge-
aparece en el momento en que, por cualquier razón, se re- neral, es necesario distinguir dos vertientes bien diferencia-
quiere nuestra atención en la ejecución dei acto. Esto, que das. Una es la referida ai propio acto humano, es lo que
funciona de este modo en las acciones cotidianas (como con- llamamos moral, el acto de mi sujeto que opta entre un aba-
ducir o cerrar puertas), también tiene un correlato en accio- nico de posibilidades, inscribiendo su acción dentro de un
nes con una mayor entidad e importancia, como pueden ser proyecto vital temido de su propia vicisitud personal,
los comportamientos habituales en el nivel profesional cultural e histórica. Pero existe otro nivel, el que se refiere a
(cómo atendemos a las personas con las que nos relaciona- la reflexión filosófica sobre la misma capacidad de obrar
mos, cómo 'respondemos de las actividades que nos son moralmente dei ser humano. Este 'segundo nivel es de
encomendadas, etc.), los modos de actuadón y reacción en carácter científico y es el que nos permite considerar la
momentos críticos, etc. En todas estas ocasiones actuamos ética como una tarea racional de análisis de la moralidad.
conforme a patrones preseleccionados que tenemos interio- La ética es, pues, aquella dimensión de la filosofia que
rizados hasta el punto de no ser conscientes de elos y re- reflexiona sobre la moralidad.
sultamos dificiles de explicitar. La ética es una reflexión racional. Su tarea consiste en
Pues bien, a pesar de disponer de este tipo de mecanis- esclarecer la razón suficiente de la moralidad, es decir, su funda-
mos automáticos, resulta obvio que todos los actos que eje.- menta a la luz de los fines qy por ello no puede sino estar
cutamos tienen un sentido y un fundamento, y que difícil- inserta en la filosofia, ese esfuerzo conceptual que busca los
mente podemos ser ajenos ai -mimo. De cualquier acdón fines racionales dei ser humano. La ética es un «saber de lo
que nevemos a la práctica podría «pedírsenos cuentas», es práctico», en palabras de Aristóteles g, y tiene por objeto el
decir, deberíamos ser capaces de justificaria conforme a ra- hecho de la móralidad en cuanto tal. Esto es, trata de pre-
guntarse «Lpor qué debo?» frente ai «iqué debo hacer?», que
zones (entendidas en sentido amplio bien podrían ser sen-
corresponderfa a la moral. La moral, por su parte, se refiere
timientos, por ejemplo). Ese intento de «justificar» las opcio-
a los códigos que rigen las acciones concretas: son las nor-
nes elegidas es precisamente el modo en que se presenta, en mas que responder a esa pregunta acerca de qué se debe
el nivel más vivendal, la ética. hacer, y es evidente que tienen un carácter prescriptivo, es
decir, «mandan» hacer algo. La ética no atiende a estas pres-
a) Las acciones morales, punto de partida de la ética. Ética y cripciones, sino que da razón de ellas, es decir, se pregunta
moral
por el fundamento de ia moralidad, es filosofia moral. Sin
La libertad y Ia voluntad para elegir entre los-,posibles embargo, en muchas ocasiones hay una enorme dificultad
cursos de acción que una situación real ofrece o que nosotros  A. CORTINA, «Apontes sobre Ia concepción y método de una ética fi-
somos capaces de intuir como viables nos sumerge en el losófica»: Pensamiento 36 (1980) 339-352, 342. Cortina sigue aqui las opinio-
mundo de los actos morales. Decidir qué tipo de acción nes kantianas expresadas en su Crítica de la razón pura, Alfaguara, Madrid,
nevar a cabo es una tarea de elección que implica un 1984, 13 867, A 839.
' ARISTÓTELES, Ética a Nicóinaco. Gredos, Madrid, 1985, libro VI.
proyecto personal. Pero, al rnismo tiempo, podemos «tomar
distancia» dei acto y analizarlo más aliá de su dimensión
individual y de sus repercusiones en la vida concreta,

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decir que siempre actúe correctamente (en cuanto al conte- Obviamente, afirmar que los seres humanos no pueden
nido). Los actos de las personas pueden ser morales (en sen- no ser morales no es equivalente a decir que todas sus ac-
tido positivo) o inmorales, desde el punto de vista de la mo- ciones también han de ser consideradas «acciones morales».
ral como contenido, pero no pueden ser, en ningún caso, Hay una dimensión humana que se asemeja a la dei animal
amorales, pues la opción por Ia renuncia a lo considerado en tanto que ha de buscar su propia supervivencia. Lo es-
moralmente válido es ya, en si misma, una opción moral, pecificamente humano es que, además de estas acciones na-
basada en la estructura moral de los seres humanos. turales y por encima de ellas, deva a cabo acciones con sen-
El ser humano, en el mismo proceso de humanización, tido y es, además, capaz de interpretar las acciones naturales
que se desarrolla paralelamente al de homínización, da un desde su racionalidad y dotarias de un significado moral. Por
gran paso evolutivo: de nevar a cabo acciones ejemplo, la alimentación es una acción natural que compar-
exclusivamente «naturales», propias de los animales no timos coa el resto de los animales, aunque le dotamos de
humanos (es dedr, puras respuestas a estímulos internos o un derto contenido cultural (la relación interpersonal o los
externos, sim proceso de ánálisis racional ni toma de negocios) e incluso podemos convertida en una acción moral
decisiones), pasa a ejecutar acciones con sentido, que son las (la huelga de hambre como modo de reivindicación y pro-
que caracterizan ai ser humano y que permiten una testa). Sin embargo, podríamos decir, aunque pueda parecer
dimensión de captación dei mundo muy distinta a la dei exagerado, que en el ser humano esas acciones naturales
animal: el ser humano, en sus actos, manifiesta un modo de están dotadas de un sentido y el individuo deberia ser capaz
ser, un modo de relacionarse con el mundo, y por ello sus de justificarias (es ,decir, de ofrecer razones que expliquem
acciones son importantes para su propia definición como tales acciones). Su desarrollo intelectual (de obliga a ello»,
individuo y para la- constitución de su identidad. pues de no hacerlo asi entrada en una situaclón de «des-
La estructura moral dei ser humano le capacita para tales humanizac:ión», es decir, estaria renunciando a uno de los
acciones con sentido, es la base de la posibilidad de optar. rasgos que le son más propios como ser humano.
Los hábitos y costumbres aprendidos en una cultura, unidos A esto cabe afiadir que las acciones humanas podrían ser
a las experiencias adquiridas, son los que dotan de contenido clasificadas conforme a un patrón gradual de moralidad. No
tal estructura y obligan a una justificación de la decisión. Se todas las acciones tienen el mismo significado moral o pue-
puede actuar conforme al patrón establecido o de manera den interpretasse desde el mismo marco de moralidad. Hay
transgresora, se puede suspender el juicio sobre las acciones cuya relevancia moral es insignificante, mientras
normas o ser crítico con ellas, en cualquier caso ese modo que otras son, indiscutiblemente, acciones morales de gran
de actuar es ya una acción con contenido moral, porque importancia. Debe entenderse esta diversa significación mo-
resulta ineludible la opción por un determinado curso de ral como una diferencia de grado: por ejemplo, mientras que
acción, de entre los posibles. una decisión acerca de si se debe practicar o no la eutanasia
Una acción moral es, pues, aquela acción humana, do- a una persona que lo solicita con leva una acción moral muy
tada de sentido (es decir, con algún significado vital para seria y compleja, la decisión sobre si una persona debe du-
quien la ejecuta), que es fruto de una decisión personal con- charse o no cada manafia es claramente menos relevante. A
forme a patrones de razonamiento moral (esto es, referida a ello cabe afiadir dos matizaciones: la primera en cuanto a la
princípios, valores y normas) propios. Por tanto, que es po- situción concreta de la acción. Una misma acción puede
sible justificar y explicar, y que genera obligaciones de res- tener un grado diferente, dependiendo dei contexto y cir-
ponsabilidad para quien la ha levado a cabo. cunstancias en que se ejecute (por ejemplo, no será lo mismo►
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decidir acerca de la ducha si la persona cs una enfermem
trabajando en un hospital de enfermedades infecciosas que
si se trata de Ia misma persona disfrutando de sus vacado-
nes en un balneario). En segundo lugar, también esa gra-
dación difiere dependiendo de la persona que realice la ac-
ción (siguiendo el mismo ejemplo, no puede analizarse por
igual Ia acción de esa enfermera occidental que la de un
habitante de una región pobre de África). Los presupuestos
(culturales, económicos, etc.) que condicionan las acciones
llevadas a cabo son distintos, y las responsabilidades deri-
vadas de dichas acciones cambiarán notablemente eia. unos
casos y otros, -por ello su valoración moral es diferente.

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