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rEVISIÓN

Asimetría cerebral y dopamina: más allá de


las implicaciones motoras en la enfermedad
de Parkinson y hemiparkinsonismo experimental
Ana B. Segarra, Inmaculada Banegas, Isabel Prieto, Manuel Ramírez-Sánchez

Introducción. La asimetría cerebral se puede definir como la existencia de diferencias funcionales, anatómicas o neuro- Área de Fisiología. Universidad
de Jaén. Jaén, España.
químicas entre los dos hemisferios cerebrales. Se trata de un fenómeno dinámico modulable por factores endógenos y
exógenos. Su significado funcional está apenas aclarado y sólo lo está en algunos casos muy concretos como, por ejem- Correspondencia:
plo, la relación existente entre el contenido cerebral lateralizado de dopamina y sus efectos motores, que se manifiesta Dr. Manuel Ramírez Sánchez.
Área de Fisiología. Universidad de
especialmente en la enfermedad de Parkinson. Jaén. Edificio B3-263. E-23071 Jaén.
Desarrollo. El contenido asimétrico cerebral de dopamina no sólo da lugar a efectos motores lateralizados, sino que se E-mail:
extiende a consecuencias autonómicas y de conducta igualmente lateralizadas. De hecho, la enfermedad de Parkinson msanchez@ujaen.es
se caracteriza por síntomas motores unilaterales, que surgen en las fases iniciales de la enfermedad, y por otros síntomas no Aceptado tras revisión externa:
motores, como alteraciones autonómicas o cognitivas, que también se manifiestan de forma lateralizada. 19.04.16.

Conclusiones. La asimetría cerebral ha sido un aspecto infravalorado a la hora de analizar la patogenia de las enfermeda- Cómo citar este artículo:
des cerebrales, y sólo en determinados casos, como en la enfermedad de Parkinson, se ha profundizado parcialmente en Segarra AB, Banegas I, Prieto I,
Ramírez-Sánchez M. Asimetría
su estudio. Sin embargo, se ha puesto en evidencia que es necesario considerar este fenómeno para la adecuada com- cerebral y dopamina: más allá
prensión de algunas patologías cerebrales, como es el caso de la enfermedad de Parkinson. de las implicaciones motoras en
la enfermedad de Parkinson y
Palabras clave. 6-hidroxidopamina. Asimetría cerebral. Dopamina. Enfermedad de Parkinson. Hemiparkinsonismo experi- hemiparkinsonismo experimental.
mental. Rev Neurol 2016; 63: 415-21.

© 2016 Revista de Neurología

Asimetría cerebral rosas diferencias interhemisféricas tanto en el con­


tenido de neurotransmisores clásicos y monoami­
Entendemos la asimetría cerebral como la existencia nas, como en el de neuropéptidos, así como en el de
de diferencias funcionales, anatómicas o neuroquí­ las enzimas encargadas de su metabolismo. Si tales
micas entre los hemisferios izquierdo y derecho ce­ actividades enzimáticas se distribuyen asimétrica­
rebrales. Debido a que dichas diferencias surgen o se mente, sus sustratos endógenos y las funciones que
modifican dependiendo de factores endógenos o ejerzan previsiblemente estarían modificados de
exógenos, hablamos de un concepto dinámico más una forma lateralizada. Sin embargo, el significado
que estático. Por lo tanto, desarrollo y envejecimien­ funcional, así como las bases neuroquímicas que
to, género, condiciones ambientales de luz y oscuri­ presumiblemente deben subyacer a las asimetrías
dad, influencia de fármacos, etc., son algunos ejem­ funcionales, aún no han sido aclarados o lo han sido
plos de factores que modulan la asimetría cerebral. parcialmente en algunos escasos ejemplos. Uno de
Además, la depresión, el autismo, la esquizofrenia o estos ejemplos es la relación existente entre el con­
la enfermedad de Alzheimer son otros ejemplos de tenido asimétrico cerebral de dopamina y sus re­
alteraciones psiquiátricas que conllevan desequili­ percusiones motoras lateralizadas, pero la relación
brios en determinadas asimetrías cerebrales, incre­ entre el contenido lateralizado de esta catecolamina
mentando o reduciendo las diferencias fisiológicas y sus funciones cognitivas es aún escasamente co­
entre ambos hemisferios. No obstante, aún se des­ nocida [1]. Qué duda cabe de que la investigación
conoce si tales modificaciones en la asimetría basal que se lleva a cabo en este sentido implica a la en­
formarían parte de las causas o serían consecuencia fermedad de Parkinson (EP), pero dadas las limi­
de dichos procesos patológicos [1,2]. taciones de la investigación con seres humanos, ha
La asimetría cerebral ha sido y está siendo am­ sido necesario desarrollar modelos animales que
pliamente estudiada, en especial en sus aspectos permitieran análisis en mayor profundidad. Entre
funcional y neuroquímico, y se han descrito nume­ dichos modelos, el más ampliamente utilizado es el

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A.B. Segarra, et al

modelo de hemiparkinsonismo experimental indu­ Por lo tanto, la mayor parte de los estudios enca­
cido por la administración intracerebral del neuro­ minados a relacionar una asimetría neuroquímica
tóxico 6-hidroxidopamina (6-OHDA), como poste­ con una función lateralizada han sido los que han
riormente veremos [3]. intentado asociar el contenido dopaminérgico es­
triado con la conducta motora, tanto en animales
como en seres humanos. Así, inicialmente se de­
Sistema dopaminérgico cerebral mostró que los niveles de dopamina estriada predo­
minaban (un 15% superiores) en el lado contralate­
Los grupos neuronales A8 a A10, localizados en el ral al que las ratas eligen espontáneamente al intro­
mesencéfalo, constituyen la principal fuente de do­ ducirlas en un laberinto en forma de T [12]. No
pamina cerebral y se corresponden respectivamen­ obstante, si a estos animales se les administraba an­
te con el área retrorrubral, pars compacta, de la fetamina, la diferencia interhemisférica de dopami­
sustancia negra y el área ventral tegmental. Todas na se incrementaba al 25% [13]. Estudios posterio­
ellas proyectan tanto al estriado como a zonas cor­ res utilizaron el modelo ya comentado de compor­
ticales y al sistema límbico. Participan no sólo en tamiento espontáneo de rotación que se observa en
funciones motoras, sino en funciones cognitivas, roedores a los que se les lesionaba unilateralmente
conductas emocionales y procesos centrales de re­ la sustancia negra con 6-OHDA. Estos animales
compensa [4]. Los grupos dopaminérgicos hipota­ mostraban una manifiesta conducta rotatoria tras
lámicos A11 a A13, algunos de los cuales proyectan la administración de diversos fármacos, como la
hacia la médula espinal, podrían participar en la re­ anfetamina. Inicialmente se pensó que los animales
gulación de procesos neuroendocrinos [4-6]; de he­ rotaban fundamentalmente hacia el lado contrala­
cho, en las neuronas dopaminérgicas hipotalámicas teral al que contenía mayor concentración de dopa­
la dopamina coexiste con aminoácidos y neuropép­ mina o mayor número de receptores dopaminérgi­
tidos, lo que apoya el papel neuroendocrino de di­ cos, pero, aunque fundamentalmente es así, el mo­
chas neuronas [6]. Según lo anterior, no es de extra­ delo resultó ser mucho más complejo y puso de
ñar que en los pacientes con EP se manifiesten no manifiesto diferencias sexuales en la dirección de
sólo síntomas motores, sino alteraciones cogniti­ giro, así como la existencia de poblaciones diferen­
vas, emocionales y autonómicas [7]. ciadas dentro de cada género [14]. Esta variabilidad
podría explicarse en función del carácter dinámico
de la asimetría cerebral, en la que variaciones de
Asimetría cerebral y dopamina factores exógenos, como, por ejemplo, las condicio­
nes de luz y oscuridad [1], o modificaciones en los
Hace ya más de tres décadas se observó que la dopa­ factores endógenos, como el tipo y nivel de esteroi­
mina predominaba en el globo pálido izquierdo so­ des sexuales [15,16], condicionarían en parte las ca­
bre el derecho de cerebros humanos post mortem racterísticas de la asimetría cerebral y la respuesta
[8]. Posteriormente, otros autores contradecían apa­ fisiológica.
rentemente dicha observación al describir que los Posteriormente se observó que diversas condi­
receptores D2 de la dopamina predominaban esen­ ciones experimentales influían sobre dicho com­
cialmente en el estriado derecho [9]. Tales autores portamiento rotatorio; así, la privación de agua y
sugirieron la relación de esta asimetría con determi­ comida daba lugar a alteraciones en la utilización
nadas funciones motoras que podría relacionarse de la dopamina cerebral y modificaba la asimetría
con la tendencia espontánea a una determinada ro­ en el comportamiento de rotación inducido por la
tación hacia la derecha o la izquierda en la rutina administración de anfetamina [17,18]. Además, se
diaria que se observa en los seres humanos [10]. En observó que el tratamiento con antidepresivos eli­
los seres humanos, la conducta equivalente al mar­ minaba el comportamiento rotatorio de ratas con
cado giro que se observa en los animales a los que se tendencia de giro hacia la derecha, pero no hacia la
les ha lesionado selectivamente el estriado izquierdo izquierda, lo que sugería una relación de la asime­
o derecho es la tendencia de giro que se manifiesta tría dopaminérgica cerebral (en la corteza prefron­
en pacientes con hemiparkinsonismo, es decir, aque­ tal) con la depresión [19]. Posteriormente, otras in­
llos pacientes en los que sólo se afecta un lado del vestigaciones sugirieron que el comportamiento ro­
estriado. En estos pacientes, al igual que en los ani­ tatorio podría relacionarse con el consumo de alco­
males lesionados, se observa una marcada rotación hol. Se observó que las ratas que tenían preferencia
espontánea hacia el lado lesionado, es decir, el que de giro hacia el lado derecho consumían más etanol
presenta menor contenido de dopamina [11]. que las que preferían el lado izquierdo [20]. Pang et

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Asimetría cerebral y dopamina

al [21] deplecionaron unilateralmente de dopamina cas de la pars compacta de la sustancia negra, cuyos
los hemisferios izquierdo o derecho de ratas a las axones proyectan al estriado, áreas corticales y sis­
que, con posterioridad, sometieron respectivamen­ tema límbico. Hoy en día, el diagnóstico es clínico,
te a una isquemia del hemisferio izquierdo o dere­ pero aún sujeto a error, por lo que existe una intensa
cho, y observaron que, tras la isquemia, la excitabi­ investigación dirigida a la identificación de posibles
lidad neuronal disminuía más en el lado derecho marcadores bioquímicos de la enfermedad [28].
que en el izquierdo. Posteriormente, Xu et al [22] La 6-OHDA es una neurotoxina catecolaminér­
demostraron que las depleciones unilaterales de gica estructuralmente similar a la dopamina y a la
dopamina provocaban un mayor aumento de los noradrenalina, y presenta una alta afinidad por sus
receptores D2 en las del lado derecho que en las del transportadores de membrana, a los que utiliza pa­
izquierdo, por lo que especularon que dicho au­ ra introducirse en las neuronas que contienen di­
mento en el lado derecho reduciría más la excita­ chos neurotransmisores a nivel central y periférico,
bilidad neuronal estriada, lo que aliviaría el daño provocando su destrucción. La 6-OHDA daña las
neuronal subsiguiente a la inducción de isquemia. neuronas catecolaminérgicas mediante un efecto
Por lo tanto, la diferencia en la respuesta compen­ combinado del oxígeno reactivo y las quinonas, ya
satoria para los receptores D2 entre el estriado iz­ que, una vez disuelta, se oxida y libera peróxido de
quierdo y el derecho podría contribuir a un efecto hidrógeno (H2O2) y paraquinona [29]. La adminis­
protector asimétrico de las neuronas estriadas con­ tración sistémica de 6-OHDA se utiliza para pro­
tra la inducción de una isquemia cerebral tras de­ ducir una simpatectomía química. Sin embargo, la
plecionar unilateralmente de dopamina el sistema neurotoxina no atraviesa la barrera hematoencefá­
nigroestriado [22]. lica y, para producir una lesión central dopaminér­
gica, deberá administrarse intracerebralmente me­
diante técnicas estereotáxicas [30]. La administra­
Alteraciones motoras ción intraventricular lesiona bilateralmente las vías
dopaminérgicas y da lugar a un cuadro grave de afa­
La EP es una de las enfermedades neurodegenerati­ gia y adipsia que habitualmente conduce a la muerte
vas más frecuentes relacionadas con el envejeci­ de los animales [31]. Por lo tanto, la lesión se suele
miento [23]. Esbozando la clínica de la EP, diremos llevar a cabo de forma unilateral, generando de esta
que ésta se caracteriza por síntomas motores, como forma un hemiparkinsonismo experimental. La neu­
temblor en reposo, lentitud y pobreza de movi­ rotoxina se puede inyectar en la sustancia negra, en
mientos voluntarios, rigidez, e inestabilidad postu­ el fascículo prosencefálico medial o en el estriado, y
ral y del equilibrio. Síntomas muy similares apare­ se produce, en éste último caso, la destrucción de
cen en los modelos animales de la EP, como acine­ las neuronas dopaminérgicas por transporte retró­
sia, bradicinesia, rigidez, temblor, alteraciones en la grado de la 6-OHDA [32]. La lesión unilateral per­
marcha y posturas anormales [24]. Los síntomas mite cuantificar fácilmente el grado de depleción
motores son inicialmente unilaterales, pero progre­ dopaminérgica mediante la observación de la con­
sivamente, conforme evoluciona la enfermedad, se ducta de rotación del animal al administrarle anfe­
manifiestan bilateralmente [25]. El lado donde co­ tamina. El animal girará manifiestamente hacia el
mienzan los síntomas motores parece condicionar lado de la lesión con un menor contenido de dopa­
el pronóstico de la enfermedad; por ejemplo, la apa­ mina, debido a que la conducta se potencia tras la
rición de temblor predominantemente en el lado administración de anfetamina y la consiguiente ma­
derecho tiene mejor pronóstico en contraste con la yor liberación de dopamina en el lado no lesionado,
aparición predominante de bradicinesia y rigidez lo que incrementa el desequilibrio en el contenido
en el lado izquierdo. Además, la aparición en gene­ de dopamina entre ambos hemisferios [33].
ral de síntomas motores en el lado izquierdo se aso­
cia con un posterior deterioro cognitivo mayor que
si aparecieran en el lado derecho [26]. También, van Alteraciones autonómicas
der Hoorn et al [27] han demostrado que la laterali­
dad manual y el lado de predominio en el inicio de Por otro lado, el contenido asimétrico de dopamina
los síntomas están estrechamente relacionados, en cerebral no solamente está implicado en la latera­
el sentido de que los síntomas iniciales de la EP sur­ lización del comportamiento motor, sino también
gen más a menudo en la mano dominante. en la del control neuroendocrino [1,34,35]. Los pa­
Básicamente, la enfermedad está causada por la cientes con EP también presentan disfunción hipo­
degeneración progresiva de neuronas dopaminérgi­ talámica con alteraciones autonómicas [36,37].

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Áreas centrales que participan en el control neu­ hemiparkinsonismo experimental izquierdo o de­
roendocrino, como el hipotálamo y el sistema límbi­ recho, podrían activar o inhibir tales enzimas. Al­
co, interaccionan con tejidos periféricos [38], inclu­ ternativamente, estos resultados pueden indicar tam­
yendo la sangre [39], presumiblemente a través del bién que las actividades aminopeptidásicas sean se­
sistema nervioso autónomo. Existen asimetrías en gregadas al torrente sanguíneo desde orígenes aún
los diferentes niveles del sistema neuroendocrino desconocidos. Estas localizaciones serían activadas
[40], no sólo en estructuras cerebrales involucradas o inhibidas asimétricamente, dependiendo del lado
en el control neuroendocrino, como el hipotálamo, de la lesión [35,38,39].
la corteza prefrontal o la amígdala, sino en las pro­ Los resultados en experimentación animal no
pias glándulas endocrinas pares, como las gónadas necesariamente se pueden extrapolar a los seres
o las adrenales [1]. Lesiones unilaterales izquierdas humanos. No obstante, se ha descrito una disminu­
o derechas del sistema nigroestriado en ratas, indu­ ción de diversas actividades aminopeptidásicas en
cidas por la inyección de 6-OHDA, afectan a la acti­ plasma de pacientes con EP [44]. Banegas et al [35]
vidad de algunas enzimas proteolíticas plasmáticas, también observaron un descenso de la actividad de
al igual que al contenido plasmático de óxido nítri­ aminopeptidasa A en animales con depleción iz­
co. Dicha influencia depende del hemisferio en el quierda de dopamina y no con depleción derecha.
que se llevó a cabo la lesión, lo cual sugiere que las Los autores indican que la inducción de un hemi­
hormonas circulantes, susceptibles de hidrolizarse parkinsonismo experimental conduce a una patolo­
por tales enzimas y los efectos que ejerza el óxido gía aguda no comparable con el estado crónico que
nítrico, también se modificarán dependiendo del presentan los pacientes con EP en la que se impli­
lado lesionado y, consecuentemente, lo podrán ha­ can múltiples factores. Sólo los estadios iniciales de
cer las funciones que tales hormonas lleven a cabo la enfermedad, que habitualmente comienza con sín­
[34,35]. Por lo tanto, en pacientes con EP, así como tomas unilaterales, podrían ser comparables [45].
tras la inducción de un hemiparkinsonismo experi­ Por tanto, esos resultados son un estímulo para lle­
mental, se puede alterar la asimetría fisiológica del var a cabo estudios que analicen el comportamien­
sistema neuroendocrino y dar lugar a que el sistema to plasmático de tales enzimas en pacientes con
nervioso autónomo responda de forma diferencial­ síntomas lateralizados, lo que abriría nuevas posi­
mente alterada, incluyendo la activación o inhibi­ bilidades diagnósticas de la enfermedad. Además,
ción de la inervación de los vasos sanguíneos, en Durán et al [46] han descrito mayores niveles de la
función del lado de la lesión [34,35]. En este sentido, actividad de tales enzimas en plasma en pacientes
se ha descrito un drástico incremento de la presión aún no tratados que en los que ya reciben trata­
arterial en ratas tras haberles lesionado el sistema miento, por lo que sugieren que una terapia dirigi­
nigroestriado izquierdo con 6-OHDA. Sin embargo, da a normalizar la actividad proteolítica podría ser
los animales con lesión derecha no mostraban dicho útil en el tratamiento de la EP.
incremento [41]. Los autores sugieren una regula­
ción asimétrica autonómica de las resistencias peri­
féricas más que una implicación del gasto cardíaco. Alteraciones cognitivas
Estos resultados confirman la importancia de la asi­
metría cerebral en la respuesta autonómica. Existe una amplia bibliografía que analiza otros sín­
La EP muestra normalmente una disfunción au­ tomas no motores, como es el caso de alteraciones
tonómica donde predominan los síntomas cardio­ cognitivas que se observan en la EP, así como en el
vasculares, gastrointestinales y urogenitales [42]. hemiparkinsonismo experimental. Del mismo mo­
Como la EP implica lesiones noradrenérgicas pos­ do, algunos de estos trabajos describen la existencia
ganglionares del sistema simpático, parece conlle­ de asimetrías en la manifestación de tales alteracio­
var no sólo una alteración motora, con pérdida de nes. Los síntomas no son los mismos si la neurode­
dopamina en el sistema nigroestriado, sino también generación dopaminérgica se desarrolla en el he­
una alteración autonómica con pérdida de noradre­ misferio izquierdo o en el derecho.
nalina en el sistema nervioso simpático [36,43]. Por Como consecuencia de la degeneración nigroes­
lo tanto, una alteración en la asimetría fisiológica triada dopaminérgica (así como la de sus proyec­
del sistema nervioso autónomo en los animales le­ ciones corticales o límbicas), afectando de esta for­
sionados con 6-OHDA en el lado izquierdo o dere­ ma su aporte, se pueden presentar alteraciones en
cho podría explicar los cambios observados en las las funciones dependientes de tales regiones [47,48].
actividades proteolíticas plasmáticas. Determinados Además, se ha demostrado que, junto con la carac­
factores plasmáticos, presentes en los animales con terística degeneración dopaminérgica nigroestria­

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Asimetría cerebral y dopamina

da, existe una degeneración paralela neocortical (es­ con síntomas motores mayoritariamente derechos
pecialmente frontal) de otras monoaminas que po­ (que revelan una lesión del hemisferio izquierdo)
dría contribuir a las alteraciones motoras y, en par­ presentan síntomas psicóticos y alteraciones cogni­
ticular, a las cognitivas y afectivas que se observan tivas mucho más graves que los pacientes con sín­
en la EP [49,50]. En este sentido, se ha sugerido que tomas motores predominantemente izquierdos (le­
los circuitos frontoestriados, que median procesos sión del hemisferio derecho).
cognitivos, están alterados en la EP [51,52]. Ade­ Finalmente, aparte de los estudios llevados a ca­
más, estos pacientes muestran en las primeras fases bo en pacientes con EP, así como en modelos ani­
de la enfermedad, en las que ya se observan altera­ males, asimetrías dopaminérgicas en alteraciones
ciones cognitivas y conductuales [53], atrofia en el psiquiátricas sólo se han descrito en pacientes es­
hipocampo y la corteza prefrontal, con una relación quizofrénicos en los que existe un incremento de
directa entre la atrofia del hipocampo izquierdo y la dopamina en la amígdala izquierda [62] y un des­
alteración de la memoria que presentan [54]. censo en la captación de ácido gamma aminobutíri­
En relación con la lateralización que presentan co en el hipocampo. Este descenso correlaciona en
los síntomas motores iniciales de la enfermedad [25], el hemisferio izquierdo con el aumento de dopami­
se especula que, aunque la lesión primaria (una de­ na en la amígdala izquierda [63].
generación dopaminérgica asimétrica) se localice
en la sustancia negra pars compacta, la degenera­
ción neuronal podría implicar a otros sistemas res­ Conclusiones
ponsables de los síntomas no motores, incluyendo
neuronas dopaminérgicas mesocorticales, noradre­ La degeneración dopaminérgica unilateral se desa­
nérgicas del locus coeruleus, serotoninérgicas de los rrolla en paralelo a otros cambios neuroquímicos
núcleos del rafe, colinérgicas del núcleo basal de también lateralizados, que pueden, en parte, ser co­
Meynert e histaminérgicas, o también implicar a rresponsables de las alteraciones cognitivas y auto­
diversos sistemas neuropeptidérgicos, como es el nómicas que se observan en la EP y en los modelos
caso de las angiotensinas [55], las encefalinas [56] o animales de hemiparkinsonismo. Dichas alteracio­
la oxitocina [57], cuya lateralización en la EP aún nes pueden reflejarse periféricamente en el plasma,
no está determinada [58]. La función de tales neu­ lo que podría abrir nuevas posibilidades diagnósti­
ropéptidos está regulada en parte por la acción de cas y terapéuticas. Modificaciones en la asimetría
neuropeptidasas, como es el caso de angiotensina­ basal fisiológica de tales factores pueden desorgani­
sas, encefalinasas u oxitocinasa, cuyo comporta­ zar el equilibrio interhemisférico y desencadenar
miento es asimétrico en respuesta a la depleción alteraciones funcionales cerebrales y periféricas. El
dopaminérgica del sistema nigroestriado izquierdo correcto desarrollo de las funciones en las que está
o derecho. En consecuencia, estos datos sugieren implicado un neurotransmisor/neuromodulador pue­
un comportamiento también asimétrico de sus co­ de depender de una determinada distribución bi­
rrespondientes sustratos endógenos, como angio­ lateral de éste. Desviaciones de esta distribución
tensinas, encefalinas u oxitocina, ante un hemipar­ pueden dar lugar a alteraciones en tales funciones,
kinsonismo experimental izquierdo o derecho [34, co­mo ocurre tras la degeneración dopaminérgica
35,59]. Además, el sistema dopaminérgico meso­ unilateral. Además, hay que considerar que la asi­
cortical desempeña un importante papel en la regu­ metría cerebral es un fenómeno complejo y dinámi­
lación que la corteza prefrontal ejerce sobre el es­ co sujeto a la influencia de factores cambiantes exó­
trés y la emoción. En estudios de depleción de la genos y endógenos, por lo que son necesarios estu­
dopamina mesocortical se ha demostrado que este dios que traten de dilucidar el complejo modelo
proceso se lleva a cabo de forma asimétrica y que que relaciona la asimetría cerebral con la función
está sujeto a diferencias de sexo [60]. Los autores dopaminérgica, lo cual sin duda ayudará a com­
destacan la importancia que este hecho puede con­ prender adecuadamente la patogenia de enferme­
llevar dadas las marcadas diferencias de género en dades como la EP o la esquizofrenia.
los procesos de ansiedad, lo que habría que tener en
cuenta en el caso de la EP. Bibliografía
Por otro lado, Cubo et al [61] sugieren que el 1. Ramírez M, Prieto I, Vives F, De Gasparo M, Alba F.
daño del hemisferio izquierdo en los pacientes con Neuropeptides, neuropeptidases and brain asymmetry.
EP desempeña un papel marcadamente mayor en Curr Prot Pept Sci 2004; 5: 497-506.
2. Banegas I, Prieto I, Araque A, Alba F, Vives F, Segarra AB, et al.
relación con los síntomas no motores que se obser­ Asimetrías neuroquímicas en las alteraciones psiquiátricas.
van en la EP. Estos autores describen que pacientes Psiq Biol 2005; 12: 159-65.

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Brain asymmetry and dopamine: beyond motor implications in Parkinson’s disease and experimental
hemiparkinsonism

Introduction. Brain asymmetry could be defined as the existence of functional, anatomic or neurochemical differences
between both hemispheres. It is a dynamic phenomenon, regulated by endogenous and exogenous factors. Its functional
significance is poorly clarified and is only partially understood in very specific cases such as the relationship between the
lateralized brain content of dopamine and its motor effects which is specially patent in Parkinson’s disease.
Development. The asymmetric brain content of dopamine not only displays lateralized motor effects but also behavioral
and autonomic asymmetric consequences. In fact, Parkinson’s disease is characterized not only by unilateral motor
symptoms that arise at the early stages, but has other non-motor symptoms such as autonomic or cognitive alterations
that are also revealed asymmetrically.
Conclusions. Brain asymmetry has been underestimated when analyzing the pathogeny of brain diseases and it has been
partially studied only in some specific cases, such as Parkinson’s disease. However, in order to appropriately understand
some brain diseases such as Parkinson’s disease, the need to consider this phenomenon has been highlighted.
Key words. 6-hydroxydopamine. Brain asymmetry. Dopamine. Experimental hemiparkinsonism. Parkinson’s disease.

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