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Es decir, que finalizada la audiencia del proceso monitorio, que tendrá el contenido
de la audiencia preliminar y en su caso de la audiencia complementaria, el
Tribunal se retirará para considerar su decisión y a continuación pronunciará
sentencia, cuyos fundamentos podrán formularse dentro del plazo de 15 días
siguientes.
En los casos que la complejidad del asunto lo justifique, podrá prorrogarse la
audiencia por plazo de no mayor de 30 días para dictar la sentencia y sus
fundamentos.
El principio general es que la sentencia sea dictada y leída íntegramente en
audiencia (fallo y fundamentos).
Este principio general admite 2 excepciones:
-Postergar los fundamentos del fallo (10 días si es sentencia interlocutoria y 15
días si es sentencia definitiva).
-Postergar fallo y fundamentos si la complejidad del asunto lo justifica.
En cuanto al contenido
En ese caso:
- No se pronuncia sobre las demás excepciones y defensas Art. 358 CGP.
- La resolución es apelable mediante recurso de apelación previsto en el Art. 250.2
y Art. 254 CGP. Esta apelación será con efecto suspensivo por ser una sentencia
interlocutoria con fuerza de definitiva que pone fin al proceso y hace imposible su
continuación Art. 252.1 CGP.
- La sentencia que hace lugar a la incompetencia pondrá los costos y las costas a
cargo del actor y dispondrá que los autos pasen al Tribunal competente para la
decisión del processo.
Todo lo actuado anteriormente será válido.
El CGP en el Art. 357 CGP (audiencia en el proceso monitorio), remite a los Arts.
340, 341 y 343 CGP, que son los que rigen la audiencia preliminar y la audiencia
de conciliación en el proceso ordinario.
Definitiva
En este caso no son extensibles porque el actor habrá fijado domicilio en el radio
del Tribunal.
Anticipada
El Art. 354.2 CGP finaliza diciendo “una y otra cosa sin noticia del deudor”.
Más allá de defectos gramaticales de puntuación y separación del texto en
numerales, esta oración se refiere al Art. 354.1 y al Art. 354.2 CGP, o sea tanto a
la providencia inicial que acoge la demanda ejecutiva como a la que la desestima,
una y otra son dictadas por el Tribunal “inaudita altera pars”, sin noticia del deudor
demandado.
El Art. 354.2 CGP finaliza diciendo “una y otra cosa sin noticia del deudor”.
De impulso procesal
Para la oposición de excepciones rigen las reglas de Arts. 131 y 132 CGP
(concentración, eventualidad, acompañar prueba documental y mención de los
concretos medios de prueba que hay intención de valerse) que el CGP las reitera
en el Art. 355.1 CGP.
DEMANDA EJECUTIVA
Se aplican reglas generales del proceso ordinario Art. 117 CGP siguientes.
A la regla general del Art. 118 CGP de la prueba en la demanda, se suma la regla
coincidente pero específica de los procesos monitorios del Art. 352.1. “En todos
los casos para promover la demanda se requerirá documento auténtico o
autenticado notarial o judicialmente en la etapa preliminar respectiva”.
En el caso del proceso ejecutivo habrá que acompañar la demanda con el título
ejecutivo (documento auténtico, real o presunto en el caso del Art. 124 de DL
14.701 o autenticado).
Es de tener en cuenta Art. 72.1 CGP cuando dice que cuando se presente un
documento a los efectos de su ejecución deberá acompañarse el original el cual
podrá ser devuelto con constancia de su presentación si se proporcionare copia
para ser agregada al expediente.
La sustitución a la que hace referencia Art. 72 CGP sólo puede hacerse al tiempo
de presentación de la demanda ejecutiva.
- Se solicita además la traba del embargo sobre el bien o bienes del deudor que
han de asegurar el resultado del proceso ejecutivo y que con posterioridad, de no
oponerse excepciones por el demandado o ser rechazadas las que se opusieren,
habrán de constituir el objeto del proceso ejecutivo que habrá de seguir al juicio
ejecutivo.
Para decretar y trabar el embargo deberá seguirse el orden que establece el Art.
380.2 CGP “bienes muebles, inmuebles, créditos” y a falta o insuficiencia de éstos
“genéricamente en los derechos del ejecutado” es decir, el habitualmente llamado
embargo genérico.
Dicho de otro modo, dice Abal que el presupuesto del proceso ejecutivo será la
existencia de una pretensión para cuyo trámite está previsto el proceso ejecutivo.
- Un título ejecutivo:
Este título tiene requisitos formales (documento escrito calificado por ley como
título ejecutivo) y requisitos sustanciales (obligación que surga del documento de
pagar cantidad líquida y exigible).
Abal menciona que por excepción la ley habilita el proceso ejecutivo sin que haya
título ejecutivo como sucede en caso de pretensión de cobro de deuda por precio
de arrendamiento de inmueble.
Abal agrega como tercer requisito del título ejecutivo el cumplimiento, también
debidamente acreditado en forma documental, de las obligaciones correspectivas
que pudiera tener el actor y aclara que por excepción la ley habilita que no se
acredite este cumplimiento como en el caso de pretensión por cobro de deuda por
precio de arrendamiento de inmueble.
Cabe precisar que quien selecciona la vía procesal en principio es el actor con su
abogado y el Tribunal resuelve si la vía procesal es la adecuada.
Las pretensiones que son presupuesto habilitante del proceso ejecutivo son:
Título ejecutivo
En general se acepta que título ejecutivo es el conjunto formado por una particular
obligación de dinero y su prueba.
La legitimación pasiva, surgirá del propio título donde aparecerá quien puede ser
demandado, en posición que podrá ser única o compartida.
El Art. 353 se refiere a obligación de pagar cantidad, pero lo cierto es que siempre
se entendió que se refiere a cantidad o suma de dinero.
La obligación que se pretende tiene por objeto dar una suma de dinero, la que al
ser una suma es necesariamente fungible. En puridad, el dinero puede ser o no
fungible, pero toda suma de dinero lo es.
Cabe aclarar que, si bien el Art. 364 CGP al referirse al proceso de entrega de la
cosa excluye, a texto expreso, la pretensión de entrega de cosas que sean dinero,
se entiende que lo que se excluye es la obligación de dar suma de dinero. Cuando
se trate de dinero cierto y determinado, no se reclama por el proceso ejecutivo
sino mediante el proceso de entrega de la cosa, aún cuando la fórmula empleada
en el Art. 364 parece excluirla.
El Art. 353 establece también que debe tratarse de una obligación líquida.
La mayoría de la doctrina y la jurisprudencia entienden líquida en sentido amplio:
es líquida la obligación cuya cuantía está precisamente determinada en términos
de unidad de medida, en este caso una unidad de dinero, (pesos, dólares,
unidades reajustables, etc.), o también, cuando la cuantía exacta es fácilmente
determinable.
ABAL aclara que para el Art. 353 CGP, la liquidez de la obligación existe:
- Cuando el monto resulta determinado desde el inicio, por ejemplo U$S 10000 sin
intereses ni reajuste.
- Cuando se prueba la conformidad del deudor respecto a todos los elementos
necesarios para su determinación, en forma tal que ésta pueda tener solamente
un resultado que se tiene por aplicación de esos mismos elementos y de leyes
matemáticas cuya existencia no es necesario probar. Por ejemplo, en el
documento del deudor reconoce un crédito para el actor de U$S 10000 con un
interés del 5% mensual desde la exigibilidad al pago.
- Cuando la prueba es innecesaria por tratarse de hechos notorios. Por ejemplo se
indica un interés del 5% mensual desde la fecha de asunción de Vázquez al
gobierno.
- Cuando los elementos para la determinación surgen directamente del –derecho
Positivo. Por ejemplo, se formula una remisión a la tasa legal de interés.
Cabe finalmente aclarar que el criterio de liquidez del Art. 353, no es el mismo del
Art. 1502 CC que establece “el crédito se tiene por líquido si se justifica dentro de
los 10 días”.
Esta norma refiere exclusivamente a la compensación y no al a liquidez con
carácter general y además, la norma dice “cuando a un crédito se lo tiene por
líquido”, lo cual no es lo mismo que decir que el “crédito es líquido”.
“Se lo tiene por líquido” puede abarcar un crédito que quizá no lo sea y el Art. 353
reclama liquidez en sí.
4. Obligación exigible
En primer lugar se debe precisar que para que prospere cualquier pretensión de
condena, sea en proceso ordinario, proceso extraordinario o monitorio, la
obligación debe ser siempre exigible.
- Hay autores que entienden que es una condición acordada, condición que al
igual que cualquier otra si no se cumple impide el nacimiento de la exigibilidad.
Entre quienes sostienen esta posición hay quienes entienden que para el
nacimiento de la exigibilidad es necesario haber cumplido la obligación
correspectiva directamente o por oblación.
- GAMARRA, entiende que hay exigibilidad toda vez que se cumple el plazo o la
condición de la obligación, si es que se pactaron; en el caso de contratos
sinalagmáticos nunca debe entenderse como condición la necesidad de cumplir u
ofrecer cumplir la propia contraprestación.
5. Obligación que consiste en alguno de los documentos que indica Art. 353
CGP
Finalmente cabe agregar que, si bien hay una teoría de la necesaria unidad
documental, la mayoría de la doctrina adhiere a la teoría según la cual la
obligación y sus elementos pueden resultar acreditados a través de más de uno de
los documentos citados en el Art. 353.
La teoría de la unidad documental excluye de las pretensiones que habilitan el
proceso ejecutivo, las dirigidas contra el fiador que se ha constituido como tal por
carta de garantía independiente del documento principal.
Finalidad
La diligencia de reconocimiento pasa a tener doble finalidad:
1° Determinación de la autoría a efectos de completar el título ejecutivo.
2° Tácito preaviso de iniciación del juicio.
- Instrumento privado con su firma ratificada ante escribano público que certifique
autenticidad.
- Si se trata de vales (pagarés o conformes) pues según expresa el Art. 124 DL
14.701 de 1977, se presume auténticos sin perjuicio de la prueba contraria y
constituirán título ejecutivo sin necesidad de protesto ni diligencia judicial de
reconocimiento de firma.
- Si se trata de letras de cambio por cuanto para la letra la ley prevé el protesto
personal que autentica la firma y concede sin más trámite la acción ejecutiva,
siempre y cuando el protesto haya sido personal y el aceptante no hubiera
opuesto la tacha de falsedad en el acto del protesto.
Si se cita al representante, las consecuencias son las mismas que en el caso del
obligado.
Puede haber reconocimiento expreso, si concurre y reconoce la firma como suya;
puede haber reconocimiento tácito si no concurre o si concurre y da repuestas
evasivas; puede haber desconocimiento expreso en cuyo caso, según la doctrina
mayoritaria se cierra la vía del proceso ejecutivo y queda el acreedor la vía del
proceso ordinario (TEINELBAUM admite la posibilidad de pericia caligráfica como
diligencia preliminar para acreditar la autenticidad del documento).
Se deberá probar la representación al tiempo del otorgamiento del documento lo
que puede hacerse con una constancia notarial de aquella época, exhibiendo
testimonio del poder con un certificado negativo de revocación del Registro de
Poderes, etc.
TARIGO plantea que ante la hipótesis que el obligado diga que no sabe si la firma
que luce en el documento es la de su representante, no se puede tener el
documento por reconocido:
Porque ello no está establecido en la ley.
Porque no se trata de un acto personal y perfectamente el representado puede no
conocer la firma de su representante y si además no conoce que su representante
haya otorgado el documento, no puede imponérsele la carga de pronunciarse
categóricamente sobre la firma.
En definitiva, TARIGO afirma que el problema se soluciona citando al
representante y no al representado, aunque en este caso habrá que probar la
representación a la fecha del otorgamiento.
Procederá entonces:
1) si el título ejecutivo es un vale ya que el Art. 124 del DL 14.701 establece que
los vales, pagarés o conformes se presumirán auténticos, sin perjuicio, de la
prueba contraria y constituirán título ejecutivo sin necesidad de protesto ni de
diligencia judicial de reconocimiento de firma.
3) Si el título ejecutivo consta en instrumento público, salvo que fuera uno de los
previstos en el Código Tributario.
Finalidad
Evitar juicios ejecutivos abusivos en los que no se da la deudor la posibilidad de
pagar extra judicialmente sin la consiguiente imposición del pago de las costas y
costos ya que comenzarán a devengarse a partir de la iniciación del juicio
ejecutivo, dada la imposición preceptiva de unos y otros.
Oportunidad
La intimación de pago es una diligencia preparatoria previa a la formulación de la
demanda y constituye un verdadero presupuesto procesal de la pretensión
ejecutiva.
Se debe hacer con un plazo mínimo de 3 días para que el deudor tenga
oportunidad de pagar antes de iniciarse el juicio ejecutivo.
Finalmente, cabe agregar que hay autores que entienden que la intimación puede
ser notarial, no obstante la intimación notarial no está prevista con carácter
general y la mayoría de la doctrina comparte que es admisible cuando la ley lo
prevé expresamente como en la ley de prenda.
El Art. 372.4, tiene una redacción defectuosa, pero como sostiene TARIGO, lo que
la norma quiso decir es que, tanto en el caso de condena al pago de cantidad
líquida como de cantidad fácilmente liquidable, el condenado dispone:
- de 3 días para consignar lo adeudado al a orden del Tribunal
- y de 3 días, a partir de la consignación, para justificar ante el Tribunal que ha
efectivamente consignado la suma adeudada.
- El Art. 354.5, en materia de proceso ejecutivo, no menciona el segundo plazo
citado.
Racionalmente no puede entenderse que hay un único plazo para ambas cosas en
el proceso ejecutivo (cuando la intimación NO INTIMIDACIÓN de pago es judicial)
y dos plazos de 3 días, uno para cada cosa, en el proceso de ejecución de
sentencia.
Dice el Art. 354.5 CGP “... la ejecución no podría decretarse sin previa intimación
de pago...”. Se trata de una norma prohibitiva por lo que acorde a lo dispuesto por
el Art. 8 CC, su renuncia será nula.
Cabe precisar que aún en los casos en los que la ley admite renuncia de los
trámites del juicio ejecutivo, y siendo la previa intimidación de pago una diligencia
preparatoria anterior al proceso ejecutivo, igualmente la intimidación de pago no
queda comprendida en la renuncia que se hubiera pactado.
Protesto personal
Hay casos en que la ley permite iniciar el proceso sin que se haya cumplido este
preaviso, los ejemplos más claros son el juicio ejecutivo tributario y el proceso
ejecutivo para el cobro de una deuda documentada en un cheque.
El proceso ejecutivo está regulado por los Arts. 353 a 370 y 377 a 396 CGP,
procede cuando se plantea una pretensión de condena encuadrada en un título
ejecutivo, requiere previa noticia al deudor sobre la iniciación del proceso y que se
acredite documentalmente el cumplimiento de las obligaciones correspectivas del
actor que puedan existir o ser exigibles.
También procede cuando sin darse todos estos elementos, la ley establece
expresamente que es posible iniciar un proceso ejecutivo: cobro de sumas
consignadas en cheques devueltos por falta de fondos, de tributos no pagos, etc.
Por ejemplo, el proceso de divorcio, termina con sentencia del proceso de
conocimiento y no es necesario ejecución; esa sentencia satisface al actor, no es
necesario ejecución.
Por ejemplo, el proceso de daños y perjuicios por acción de tránsito, hay un
proceso de conocimiento hasta obtener sentencia de condena, pero si a partir de
ahí la parte no cumple voluntariamente, habrá que recurrir a la etapa de la
ejecución.
Para TARIGO son dos procesos diferentes; para BARRIOS DE ANGELIS, se trata
de un único proceso: proceso de ejecución.
Clasificación de los procesos monitorios previstos en el CGP utilizando el criterio
de Barrios de Angelis de diferenciación entre proceso de conocimiento y proceso
de ejecución
Son procesos de conocimiento:
Pacto comisorio Art. 366 CGP
Resolución de contrato de PEIP o casas de comercio inscriptos
Separación de cuerpos y divorcio (Nums. 2 y 7 Art. 148 CC)