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Valeria Isabella Sanchez Fernandez CC 1067592923

Radicales libres y antioxidantes frente a enfermedades humanas

Todos los procesos metabólicos que involucran la reducción del oxígeno, como la
respiración o procesos inmunológicos, producen radicales libres que pueden ser
especies reactivas de oxígeno (ROS), de Nitrógeno (RNS) u otros. Estos también
pueden provenir de radiación ionizante y contaminantes ambientales cotidianos
como el humo de automóviles o de cigarrillos, pesticidas, etc.

Estas especies tienen un electrón desapareado que las hacen altamente reactivas,
aunque su campo de acción sea relativamente pequeño y existan por sólo algunos
milisegundos, su interacción con otros componentes generan más radicales libres.
En total, se considera que un 4 - 5% del oxígeno que llega a cada célula por la
sangre se convierte en ROS.

Como tal ROS trae beneficios para la producción de ATP y eliminación de bacterias
invasoras. Sin embargo, al acumularse en el organismo, sobre todo de fuentes
externas, es muy dañino ya que oxida también proteínas, carbohidratos y lípidos de
las membranas, así como el ADN nuclear y mitocondrial. Esto lleva a la célula a un
estado conocido como estrés oxidativo en el que se dificultan los procesos de
síntesis de proteínas y enzimas.

Se ha establecido una relación directa entre el estrés oxidativo y las siguientes


enfermedades: arterioesclerosis, asma, Alzheimer, VIH, diabetes, influenza, artritis
reumatoidea, Parkinson, cáncer, hipertensión, pancreatitis, lepra, infarto del
miocardio, isquemia - reperfusión, deficiencias nutricionales, enfermedades
autoinmunes, envejecimiento, así como daño y enfermedades en hígado, pulmones,
piel, riñones, tracto gastrointestinal y sangre.

Afortunadamente las células tienen un sistema de defensa contra el exceso de


radicales libres, los antioxidantes que pueden interactuar con ellos antes de que
puedan dañar células y tejidos. Cada antioxidante reacciona con un radical libre, por
lo que se requiere un constante suplemento. Estos se encuentran naturalmente en
muchos alimentos, pero también pueden obtenerse de forma sintética y son
utilizados como tratamiento para prevenir muchas de las enfermedades
anteriormente mencionadas.

Los antioxidantes tienen muchas formas de prevenir la acción de los radicales libres,
sin embargo, por esta misma razón la tasa de efectividad de un mismo tratamiento
puede variar entre individuos, o ser menos eficientes si son obtenidos por los
alimentos e incluso volverse agresivos, pero esto último es muy poco probable.
Según su forma de acción pueden clasificarse en anti radicalarios, agentes
reductores o sinérgicos.
Principales Radicales libres

Superóxido (O2•–) Óxido Nítrico (NO•)

Hidroxilo (OH•)
ROS RNS
Peroxilo (ROO•)

Hidroperoxilo (HOO•) Dióxido de nitrógeno (•NO2)

Alcoxi (RO•)

Hidrógeno (H•) Halogenuros (X•)

Otros Metilo ( •CH3) Tricloruro de carbono (•CCl3)

Glutatiil (GS•) Iones ferrilo (FeOO2•2+)

Principales Antioxidantes

Enzimáticos No enzimáticos

Superóxido dismutasa o SOD Hidrofóbicas Vitamina E, carotenoides,


metalotioneína, melatonina.

Catalasa o CAT Hidrosolubles Vitamina C, ácido úrico,


ceruloplasmina, transferrina,
haptoglobina.

Glutation Peroxidasa o GPx Exógenos Flavonoides, allopurinol.

La relación específica de los radicales libres con las enfermedades mencionadas es


difícil de establecer debido a la corta duración de los radicales libres en el
organismo, sin embargo diversas investigaciones permiten hacer las siguientes
estimaciones:

Arteriosclerosis: Oxidación de LDL produce altos niveles de colesterol en la sangre


que aumenta la producción de radicales libres, estos pueden dañar los lípidos de las
células endoteliales de los vasos sanguíneos.

Alzheimer: el estrés oxidativo produce una marcada acumulación de proteína beta -


amiloide, principal componente de las placas neuríticas en el cerebro. Así como
depósitos de ovillos neurofibrilares e hilos de neuropilo, característicos de esta
enfermedad.
Parkinson: Estrés oxidativo en la sustancia gris disminuye los niveles de dopamina
estriatal, que se cree es la causa principal de esta enfermedad.

Artritis reumatoidea: Los fagocitos, prostanoides, proteasas y leucotrienos de las


articulaciones inflamadas producen ROS que produce daño en el tejido.

Carcinogénesis: El daño oxidativo al ADN se ha asociado a cáncer de páncreas,


esófago, estómago, etc. Además, la deficiencia de Vitamina A facilita la metaplasia,
mientras una constante ingesta de vitamina C, E, glutatión y carotenoides
contrarresta los efectos carcinogénicos y mutagénicos de los radicales libres.

Diabetes: La insulitis se asocia a una liberación citotóxica de óxido nítrico y ROS


que puede ser contrarrestada con terapia con antioxidantes como vitamina C.

Daño renal: ROS causa peroxidación de lípidos de células, especialmente de los


túbulos proximales, que genera una modificación en la permeabilidad de los
glomérulos a las proteínas.

Daño pulmonar: Haloalcanos y abuso en consumo de etanol, paracetamol,


cloroformo, etc; Causa citólisis y esteatosis con necrosis, inflamación y fibrosis.

Se ha demostrado la eficacia de la terapia con antioxidantes para prevenir y mejorar


la condición de estas y otras enfermedades relacionadas a los radicales libres, se
trata como tal del equilibrio entre el consumo de antioxidantes y la cantidad de
radicales libres para el funcionamiento apropiado del organismo.

Sharma GN, Gupta G, Sharma P. A Comprehensive Review of Free Radicals,


Antioxidants, and Their Relationship with Human Ailments. Crit Rev Eukaryot Gene
Expr. 2018;28(2):139-154. doi: 10.1615/CritRevEukaryotGeneExpr.2018022258.
PMID: 30055541.

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