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Envejecimiento y vejez
En cambio, la vejez es el estado de ser viejo, al hablar de “la vejez” nos referimos al estado
en que están las personas de más de 60 años como un grupo concreto ya existente,
podríamos decir que es un concepto más estático.
La vejez es un fenómeno social, las sociedades tienen personas viejas dentro de su seno y
las perciben de cierta manera. Les atribuyen ciertas características y esperan ciertos
comportamientos de las personas que son consideradas viejas. Es decir, hay una
percepción del envejecimiento “fabricada” a partir de la sociedad.
También la sociedad determina cómo envejecen sus distintos grupos, los pobres envejecen
de manera distinta de los ricos, los campesinos de forma distinta de quiénes viven en las
ciudades.
Las características de la vejez, tanto como las posibilidades de la misma, son recogidas
por el entorno social para fijar pautas y dictaminar qué puede y qué no puede, qué debe y
qué no debe hacer una persona vieja o cómo debe o no debe lucir.
Cuando observamos las imágenes sabiendo la edad, podemos darnos cuenta gráficamente
como lucía una mujer cincuentona en diferentes momentos históricos, de acuerdo al
mandato social y cómo se esperaba que luciera en esa época; pero lo más interesante es
ver cómo esa imagen socialmente aceptada ha ido cambiando a lo largo del tiempo.
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Las cuatro primeras imágenes han sido tomadas de: Hitzig, J: Introducción a la Biogerontología. El estallido
de la longevidad. Universidad Maimónides. Buenos Aires 2009.
actitudes negativas surgen en las sociedades que tienen miedo al envejecimiento porque
no lo ven como un proceso natural.
Estas ideas funcionan dentro el contexto social ya como mitos o como prejuicios, pero en
todo caso perjudicando el buen envejecer y dificultan la adecuada inserción de las
personas adultas mayores a la sociedad.
b. Para las sociedades que tienen su origen en culturas orientales, como las culturas
nativas de América, el envejecimiento es natural y se lo percibe como un proceso.
El desarrollo humano no pasa por etapas sino que es un proceso permanente que
empieza antes del nacimiento y no termina con la muerte. La vida es entendida
como un permanente proceso de cambio en el cual ninguna de sus partes es más
importante que otra, de este modo se valora al niño por su inocencia, al joven por
su fortaleza y al anciano por su sabiduría.
Imagen de la vejez en los centros de acogida
Nos muestra el imaginario colectivo que subyace en la sociedad cruceña, sobre la atención
a las personas ancianas.
Cada centro de acogida debería reflexionar sobre la imagen de vejez que domina nuestras
acciones, los estereotipos y prejuicios, que quizá sin pensarlo, estamos difundiendo.
Si somos conscientes de que la vejez es un concepto que fabricamos entre todos, y que
cada cultura, en diferentes épocas ha fabricado una idea de vejez, debemos analizar con
cuidado ¿cuál es la vejez que estamos fabricando ahora?
Y luego, asumir con seriedad que esa es la vejez que viviremos, la que estamos fabricando,
no pensemos en normas para “las personas adultas mayores” en tercera persona, sino
“para mí”, en primera persona, pues nosotros seremos quienes viviremos la vejez social
que estamos fabricando.
La Paz, 26 de agosto 2013.