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UNIDAD EDUCATIVA CRISTIANO “VIDA NUEVA”

EDUCACIÓN INICIAL EN FAMILIA COMUNITARIA - PRIMARIA COMUNITARIA VOCACIONAL


SECUNDARIA COMUNITARIA PRODUCTIVA

FERIA INTERDISCIPLINARIA

“LA DISCRIMINACION EN EL DEPORTE”


“ENTONCES PEDRO, ABRIENDO LA BOCA, DIJO EN VERDAD
COMPRENDO QUE DIOS NO HACE ACEPCION DE PERSONAS”
Hechos 10:34

PARTICIPANTES:
GARCIA CAMARGO MAYRIN CECILIA
GAVINCHA RODRIGUEZ ALEJANDRO BORIS
GUTIERREZ URUCHI ANGELA FLORENCIA
HINOJOSA MENA DILAN RAUL
ILLANES TARQUI SARAHI
LIMA MERLO AILEEN CELIN
LIMA SIÑANI ALAN CESAR
LOPEZ ACUÑA MIROSLAVA MAYRA
MARTINEZ MAMANI BRISA CAMILA
CURSO: 5TO. “A” DE SECUNDARIA

TUTOR: PROF. EUGENIO ANGOLA

LA PAZ – BOLIVIA

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INDICE

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………..3

1.MARCO TEORICO………………………………………………………………………4

1.1. DEFINIENDO LA DISCRIMINACION………………………………………………4

1.2. ¿QUE ES LA DISCRIMINACION EN EL DEPORTE?.......................................5

1.3. ¿QUÉ TIPO DE DISCRIMINACIÓN SE ENCUENTRA EN EL DEPORTE?......6

2. ORIGEN DE LA DISCRIMINACION EN EL DEPORTE.....................................6

3. TIPOS DE DISCRIMINACION............................................................................7

3.1. DISCRIMINACION POR EDAD………………………………………………….….7

3.2. DISCRIMINACION POR SEXO…...……………………..………………………….7

3.3. DISCRIMINACION POR CLASES SOCIALES……………………………………8

3.4. DISCRIMINACION POR CREDO RELIGIOSO………………………..…………..8

3.5. LA DISCRIMINACIÓN A PERSONAS CON CAPACIDADES DIRERENTES…9

4. CONSECUENCIAS DE LA DISCRIMINACION.................................................9

5. COMO PREVENIR LA DISCRIMINACION……………………………………….10

6. VENCER A LA DISCRIMINACIÓN, EL GRAN RETO DEL DEPORTE……….11

7. ACCESO AL DEPORTE …………………………………………………………...13

8. CONCLUSIONES……………………………………………………………………15

9. BIBLIOGRAFIA……………………………………………………...…………..….16

10. ANEXOS.......................................................................................................... 17

10.1. ESTADÍSTICAS…………………………………………………………………….18

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“LA DISCRIMINACION EN EL DEPORTE”
INTRODUCCION.
Los hechos acaecidos en Valencia con Vinicius el jugador del Real Madrid que fue
víctima de agravios racistas por parte de plateítas del club valenciano, parece
indicarnos que la discriminación es otra clara señal de violencia social trasladada al
futbol. Esto no debe tomarnos desprevenido. No es algo nuevo , ya los hubo y
desde mucho años atrás el caso Terry - Ferdinam, en Inglaterra , el caso de las"
bolas de Fraile" en Argentina, nos sitúa en los 90, donde fallos judiciales se sacaron
de encima los casos con absurdos argumentos, el primero del juez ingles que
sostuvo que Terry había dicho " jodido n...de m.... a Ferdinand por su color de piel
solo con el propósito de alentar y no insultar, mientras que el argentino interpreto
que el acto realizado por la hinchada de Independiente de arrojar esos alimentos en
la cancha de Boca no violaba las garantías constitucionales.

La discriminación que en un principio empieza con gestos verbales hoy se disfraza


de otras actitudes que generan el mismo dolor, moobing en los trabajos, bulling en
los niños, discriminación en sus variadas formas e incluso llegando a los ataques
físicos. Todas absolutamente todas causan daños.

“Soy Muhammad Ali, recordado como uno de los más grandes campeones de boxeo
de la historia, pero detrás de mis logros deportivos se esconden casos de
discriminación racial y religiosa. En la década de 1960, logré desafiar las
expectativas y me convertí en un icono de la lucha contra la discriminación en el
deporte. En 1960, fui seleccionado para competir en los Juegos Olímpicos de Roma,
pero cuando llegó la hora de entrenar, me di cuenta de que las instalaciones y
equipos disponibles eran diferentes para los atletas de raza blanca y negra. Los
atletas negros fuimos puestos en un hotel más alejado y las instalaciones que se
nos proporcionaron eran inferiores en comparación con las que recibieron los atletas
blancos. Esto me causó gran indignación y me impulsó a ser más abiertamente
crítico de las injusticias raciales en el deporte y en la vida en general. En 1964, me
convertí en campeón mundial de boxeo en la categoría de peso pesado, pero poco

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después, abrase la religión musulmana y cambie mi nombre (de Cassius Clay a
Muhammad Ali). Como musulmán, enfrenté discriminación religiosa en el deporte y
en la sociedad en general. A menudo se me preguntaban sobre mi religión, y me
negaba a comprometerme con la política y la militarización de los deportes que se
practicaban en su época. Me negué a hacer el servicio militar en la Guerra de
Vietnam, ya que mi religión me impedía matar. Esto me costó mi título y mis ingresos
mientras estuve fuera del ring. A pesar de las consecuencias, defendí mis principios
y fui una voz fuerte en la lucha contra la discriminación religiosa y racial.”

Tras saber su testimonio podemos destacar la perseverancia de Muhammad Ali y su


lucha contra la discriminación en el deporte y en la sociedad en general, ha sido un
ejemplo inspirador para muchas personas. Sus victorias dentro y fuera del ring, así
como su reconocimiento al quedarse fiel a sus creencias y su lucha contra la
discriminación, han dejado un legado duradero que ha cambiado el rumbo del
deporte para siempre.

1. MARCO TEORICO
1.1. DEFINIENDO LA DISCRIMINACION

Las personas somos todas diferentes: en los rasgos físicos, en las características
culturales, en el origen nacional, en los gustos y costumbres, en las prácticas
religiosas y en un sinfín de otras cualidades. Las sociedades se enriquecen cuando
pueden reconocer el valor intrínseco que tiene esa pluralidad y progresan
notoriamente cuando dejan de enfrentarse innecesariamente por prejuicios y miedos
infundados.

El desafío consiste en que ninguna de esas diferencias se traduzca en desigualdad


de derechos, libertades y oportunidades, ni en violencias simbólicas o físicas en
torno a la identidad.

En línea con estos postulados y para avanzar en una conceptualización más precisa
y práctica, recurrimos al Plan Nacional contra la Discriminación de 2005, el cual

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define como prácticas sociales discriminatorias a cualquiera de las siguientes
acciones:

a) Crear y/o colaborar en la difusión de estereotipos de cualquier grupo humano por


características reales o imaginarias.

b) Hostigar, maltratar, aislar, agredir, segregar, excluir y/o marginar a cualquier


miembro de un grupo humano del tipo que fuere por su carácter de miembro de
dicho grupo.

c) Establecer cualquier distinción a un miembro de un grupo humano del tipo que


fuere, con el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio de los derechos humanos o libertades fundamentales.
Asimismo, introduce otra dimensión de vital importancia a la hora de analizar los
actos discriminatorios y el marco social en el cual tienen lugar:

Las prácticas sociales discriminatorias no se explican por ninguna característica que


posea la víctima, sino por las características del grupo social, sociedad o Estado que
lleva a cabo el proceso discriminatorio. El problema lo tiene quien discrimina y no
quien es discriminado y, por tanto, es el que discrimina. Ese modelo de normalidad
hegemónica que mencionamos más arriba cuando comentamos cuáles eran las
categorías elegidas por las hinchadas para utilizar a modo de insulto o agravio.
Efectivamente, a los procesos discriminatorios hay que analizarlos a la luz de esa
dicotomía artificial, generada históricamente, que separa arbitrariamente a las
personas. Y remarcar que se trata de prácticas sociales antes que individuales, lo
cual supone corrernos del caso puntual, anecdótico, para centrarnos en su
dimensión social y su trasfondo cultural.

1.2. ¿QUÉ ES LA DISCRIMINACIÓN EN EL DEPORTE?

La discriminación en el deporte por sexo, raza, color o nacionalidad divide, separa,


aleja todo lo contrario lo que el deporte profesa, hacer amigos, aunque jueguen para

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el equipo del frente, competir sanamente, enriquecer el espíritu de las personas que
interactúan en las disciplinas deportivas.

1.3. ¿QUÉ TIPO DE DISCRIMINACIÓN SE ENCUENTRA EN EL DEPORTE?

La discriminación en el deporte existe y se hace notoria a través de escándalos


públicos. Más allá del fanatismo deportivo, aún presenciamos hechos
discriminatorios por cuestiones de raza, género, religión o ideas políticas.
Paradójicamente, cada disciplina se proclama como un espacio integrador del ser
humano. Si bien la discriminación se va reduciendo, nos encontramos con casos de
abuso físico y maltrato psicológico, que suelen venir dados por una figura masculina,
la cual puede ser su entrenador o incluso un compañero.

2. ORIGEN DE LA DISCRIMINACION EN EL DEPORTE

La discriminación siempre ha sido un tema polémico. Incluso el fundador de los


Juegos Olímpicos modernos, Baron Pierre de Coubertin, afirmó, en 1896: «Sin
importar qué tan fuerte sea una atleta, su organismo no está hecho para soportar
ciertos shocks». A partir de ahí, la igualdad de género en los deportes ha avanzado
exponencialmente. La UNESCO reconoció al deporte y la actividad física como un
Derecho Humano, no sólo para los hombres, en 1978.

En muchas especialidades deportivas, la mujer tuvo y tiene que soportar adjetivos


descalificadores por practicar deportes que son considerados sólo aptos para los
hombres por su fuerza y rudeza, como por ejemplo el fútbol y el rugby.

Las investigaciones respaldan la noción de que se valoran menos los deportes


femeninos, lo que conlleva salarios y cobertura desigual en comparación con los
deportes masculinos. Según la Fundación Deportiva de Mujeres, a pesar de que,
aproximadamente, un 40% de los practicantes de deportes y actividades físicas son
mujeres, sólo entre un 6% y 8% de la cobertura de los medios de comunicación
deportivos se dedican a sus atletas.

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Con el paso del tiempo hemos podido apreciar que la discriminación de la mujer en
el deporte se está reduciendo, pero aun así seguimos encontrando casos y, lo que
es peor, situaciones de violencia de género y abusos sexuales.

3. TIPOS DE DISCRIMINACION

En todo deporte, existen diferentes tipos de discriminación por razón de edad, raza,
sexo, religión, condiciones de capacidades diferentes y otros factores que, muchas
veces, están interrelacionados entre sí.

Aunque es importante conocer los diferentes tipos de discriminación, también es


fundamental entender que las personas no encajan de manera simple en un solo
colectivo o categoría. Cada persona puede identificarse, o ser identificada, con varias
categorías que se superponen y entrecruzan entre ellas y que aumentan el grado de
discriminación.

3.1. DISCRIMINACION POR EDAD

La discriminación por edad se produce cuando se excluye a individuos o grupos por


su edad. Puede tener diversas expresiones, tales como actitudes prejuiciadas,
actitudes discriminatorias y políticas que perpetúan estas creencias estereotipadas.

En nuestra cultura obsesionada con la juventud, la discriminación por edad en el


deporte parece ser el prejuicio más “normalizado’ de todos los prejuicios habituales.
Por ello, los anunciantes y medios tienen la oportunidad de crear una nueva visión
del deporte sin sesgos.

La discriminación por edad o edadismo, es la discriminación contra personas o


colectivos por motivo de edad. Engloba una serie de creencias, normas y valores
que justifican la discriminación de las personas según su edad.

3.2. DISCRIMINACION POR SEXO

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La discriminación por razón de género ocurre cuando se trata a las personas de
forma diferente por su género y no por sus habilidades o capacidades individuales.
Este tipo de discriminación se puede dar en todos los ámbitos de la vida (en el
hogar, en la escuela, en el trabajo o en los espacios públicos, entre otros) e
intensifica los efectos negativos de todas las demás formas de exclusión, y, por
ende, es diferente y, en muchos casos, peor para las niñas, adolescentes y mujeres.

La desigualdad de género se produce en todos los deportes y a todos los niveles de


profesionalización.
3.3. DISCRIMINACION POR CLASES SOCIALES

La discriminación clasista es posible debido a que se asume que la sociedad está


separada en clases sociales. De la discriminación clasista son víctimas quienes
ocupan la posición de la clase baja o clase media por las clases dominantes.

El clasismo es un fenómeno que se entrecruza en ocasiones con el racismo. El


origen de la discriminación no se basa en este caso en diferencias étnicas, sino en la
pertenencia a diferentes clases sociales, debido a las condiciones socioeconómicas
del individuo o grupo social. Los indicadores de pertenencia a dichas clases,
percibidos como signos de éxito personal o distinción, están asimismo basados casi
siempre en la apariencia externa de los individuos. El problema se agrava cuando la
estratificación de las clases coincide con determinadas etnias, produciéndose un
solapamiento de sentimientos discriminatorios racistas y clasistas.

3.4. DISCRIMINACION POR CREDO RELIGIOSO

La discriminación religiosa consiste en tratar a una persona o grupo, de manera no


favorable debido a sus creencias religiosas. Esto incluye cuando los adeptos de
diferentes religiones, confesiones o no religiones son tratados de manera desigual
debido a estas creencias, ya sea ante la ley o en entornos institucionales, como el
empleo o la vivienda. Está relacionada con la persecución religiosa, la forma más
extrema que incluye instancias en que las personas han sido ejecutadas por
creencias percibidas como herejes. Las leyes que solo tienen castigos leves se

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describen como formas leves de persecución religiosa o como discriminación
religiosa.

3.5. LA DISCRIMINACIÓN A PERSONAS CON CAPACIDADES DIRERENTES:

Las personas con discapacidad, que refirieron tratos despectivos, falta de


infraestructura y de disciplinas adaptadas o directamente la negación de la
posibilidad de participar. Quienes trabajan o conducen clubes y federaciones tienen
la obligación de avanzar en la transformación de esta realidad, para eliminar la
brecha entre la igualdad formal y la igualdad real. Por un lado, promoviendo la
formación de profesores/as y entrenadores/as al respecto, así como también
realizando las inversiones de infraestructura que fueren posibles. Pero, sobre todo,
tomando conciencia acerca de la injusticia que representa esta negación derechos,
y comprometiéndose a hacer todo cuanto estuviere a su alcance para acercar el
deporte a las personas con discapacidad.

El segundo gran eje que aparece en las denuncias es el racismo estructural,


categoría que abarca la discriminación por color de piel, por pertenecer a pueblos
indígenas, por la situación socioeconómica, por el lugar de residencia, por ser
migrante, entre otras. Se trata de una dimensión de la discriminación que perjudica a
las personas que no encajan en ese modelo de “normalidad” hegemónica que
mencionábamos.

4. CONSECUENCIAS DE LA DISCRIMINACION

Esto tiene consecuencias graves y de gran alcance para su salud, su bienestar y


sus derechos humanos. Cuando una persona sufre de discriminación empiezan
algunos de las siguientes consecuencias

 La reducción de su calidad de vida

 El incremento de su aislamiento social y su soledad.

 La restricción de su capacidad de expresar su sexualidad.

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 El aumento del riesgo de violencia y abuso contra ellas.

 Disminuye autoestima y auto concepto positivo

 Refuerzo de estereotipos sexistas

 Abandono de dicho deporte e incluso de cualquier actividad deportiva que no sea


impuesta.

 En quienes aplican castigo: Refuerzo de conductas violentas, agresivas, etc.;


disminución de empatía.

5. ¿COMO PREVENIR LA DISCRIMINACION?

Podemos empezar con la educación a través del deporte empieza en el lugar donde
las personas se encuentran en su entorno social. Para ello, es imprescindible
disponer de conocimientos y herramientas de pedagogía social y didáctica. La FIFA
en su Guía de buenas prácticas en materia de diversidad y lucha contra la
discriminación recomienda ir más allá de vídeos promocionales. Por ello, la
educación debe ser sostenible, involucrando a todos los grupos objetivo (p. ej.
jugadores jóvenes, aficionados u oficiales de partido) y fomentar el diálogo
constructivo. Algunas herramientas para las organizaciones deportivas y educativas
son:

Utilizar lemas visibles, las noticias y el infoentretenimiento para comunicar su lucha


anti discriminación. Un ejemplo es utilizar el lema "¡Sí a la diversidad, no al racismo
y la discriminación!"

Introducir unidades especiales con elementos de inclusión social y lucha contra la


discriminación. Las actuaciones y los casos de la propia organización deberán
fundamentar esta actitud clara hacia la diversidad y la lucha contra la discriminación.

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Buscar apoyo externo de personal con formación social o pedagógica específica,
estudiantes de Ciencias del Deporte o de Humanidades y especialistas en
diversidad.

Un proyecto sencillo y a la vez efectivo consiste en que deportistas y entrenadores


contraigan compromisos voluntarios. Para ello, solo se necesita un papel, una
pizarra o similar. Además, la víspera del partido, los miembros del equipo pueden
proponerse algo que deben hacer y algo que deben evitar durante su próximo
encuentro. Estas obligaciones pueden surgir de un debate entre el entrenador y el
equipo o en colaboración con un moderador externo. Antes de los partidos, se
puede recordar al equipo este compromiso.

Reconocer el papel de los inmigrantes y las minorías étnicas en el deporte. Dar a


conocer a los inmigrantes y la importancia de las minorías étnicas en el deporte y en
su entorno significa contar historias deportivas desde una perspectiva que crea
posibilidades para la diversidad y la identificación.

Aprovechar los acontecimientos deportivos. Durante torneos y competencias se


pueden celebrar talleres, mesas redondas, etc. En ellos, los jugadores pueden
reunirse entre partidos para intercambiar experiencias sobre diversidad y lucha
contra la discriminación y para seguir aprendiendo al respecto. Los torneos pueden
adoptar un lema determinado a favor de la diversidad y en contra de la
discriminación. Además de un sistema oficial de puntos, se puede elaborar una
evaluación de la deportividad que motive el comportamiento positivo.

6. VENCER A LA DISCRIMINACIÓN, EL GRAN RETO DEL DEPORTE

Cuando a cualquiera de nosotros nos nació el gusto por el deporte, tanto para
practicarlo como para presenciarlo en algún escenario, nunca nos imaginamos que
este sano camino, lleno de pasión, pudiera cruzarse con otro que va en sentido
opuesto. Todos, alguna vez, tuvimos nuestro primer encuentro con el deporte o
fuimos simples espectadores de alguna competencia. Y a pesar del resultado que se

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haya dado, gozamos la experiencia porque el deporte siempre nos ha regalado
momentos inolvidables.

Lo que nunca he entendido es en qué instante el deporte nos enseñó a discriminar,


al grado de llegar a odiar al rival o al equipo contrario, como si humillar y ofender
fuera el mejor resultado que se pudiera obtener. En qué momento, dentro de las
diversas disciplinas que hay, nos marcaron esa tendencia en la que una rivalidad se
convirtió en sinónimo de odio.

El deporte, que debiera ser cultura, ahora es el mejor trampolín para que yo me
pueda burlar de ti y tú me odies más a mí. El deporte, que debiera arrastrar
multitudes, ahora alimenta el deseo de insultar, agredir y hasta matar.

En qué momento el deporte me enseñó a cruzar la meta para decirte que tú eres
negro y yo soy blanco, que yo soy alto y tú chaparro o yo un valiente y tú un
cobarde, cuando en realidad debiera abrazarte y quererte como a un hermano
porque los dos desafiamos una misma prueba. Pero en la tribuna ya hay reclamos,
porque entre tu nacionalidad y la mía, entre tu equipo y el mío, los odios pueden
más que una hermandad deportiva.

El espíritu competitivo cambió. Cuando al barón Pierre de Coubertin se le ocurrió


decir que “lo importante no es ganar, sino competir”, cometió un inocente error. Es
cierto, aplaudimos su frase, pero debería ver lo que ahora es una competencia,
porque en la actualidad esa frase tendría que decir “si no ganas, mejor no compitas”.
Porque hoy, el perdedor “no se la acaba”. Sí, hay quien todavía no lo quiere ver,
pero el deporte se enfermó.

 De avaricia.

 De odios.

 De revanchas.

 De discriminación.
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Vencer a la discriminación, el gran reto del deporte, pero nos parece divertido. Cada
vez que hay un Mundial, llevamos ese grito con orgullo porque otras aficiones ya lo
imitan, y el que no lo comprende de todas formas se divierte. Esos detalles, que
para muchos parecen insignificantes, son los que van minando el terreno y
calentando la cabeza de aquellos que toman el deporte como un pretexto para hacer
estallar la violencia. He visitado diferentes escenarios deportivos alrededor del
mundo y creo que lo peor es ver encuentros a puertas cerradas de algún equipo
castigado porque su público generó violencia o se presentaron actos de racismo.
Pensamos que eso es más común en Europa, como el plátano que le lanzaron a
Dani Alves, jugador del Barcelona, quien de manera espontánea y graciosa
aprovechó el momento para comérselo y seguir jugando.

7. ACCESO AL DEPORTE

Como vimos recién, la tercera dimensión de la discriminación (y quizá su forma más


ostensible y violenta) es la negación del goce de un derecho sobre bases
igualitarias. Y precisamente el acceso al deporte es un derecho humano que, como
ya mencionamos, fue consagrado por la ONU en diferentes documentos y reportes
donde se listan sus múltiples beneficios y las distintas áreas
temáticas que abarca.
Asimismo, la Ley del Deporte que rige en nuestro país ordena al Estado nacional
trabajar en:
 La universalización del deporte y la actividad física como derecho de la
población y como factor coadyuvante a la formación integral de las personas.
 La Implementación de las condiciones quepermitan el acceso a su práctica a
todo ser humano, ofreciendo oportunidades especiales a las personas
jóvenes, los niños, las niñas y adolescentes, a las personas adultas mayores
y a las personas con discapacidad.

 La igualdad de oportunidades en términos de género de participar e intervenir


a todos los niveles de adopción de decisiones en el deporte.

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Pareciera que algunas personas lo entienden como una mera diversión o
pasatiempo y, por ende, tienden a restarle importancia, desconociendo (o
despreciando) sus numerosos y diversos efectos positivos (físicos y mentales) sobre
las personas que los practican, así como los empleos y actividad económica que
generan. Por eso vale la pena reafirmar de manera contundente que: entrenar un
deporte, trabajar como deportista (o en el ámbito deportivo) o bien jugarlo por mero
placer o recomendación médica son derechos que tienen todas las personas (sin
distinción de género, edad, etnia, religión, etc.) y que el Estado debe garantizar.

Sin embargo, bien sabemos que al igual que ocurre con tantas otras esferas de la
vida cotidiana, existe una disociación entre lo que las leyes y normativas consagran
y lo que efectivamente sucede en la realidad.

El deporte, uno de los ámbitos de socialización más extendidos territorialmente y


que suele ser (y que debe ser) un espacio de reunión, de amistad, de integración
geográfica y socioeconómica, de encuentro en la diversidad, etc., en muchas
ocasiones muestra otra faceta discriminatoria, excluyente y expulsiva para con
distintas personas o grupos.
Las insolencias siguen y en el deporte donde el espíritu y la especificad del
deporte apunta a conservar principios y valores que enriquezcan a las personas
como seres humanos.

Es un flagelo difícil de eliminar. Hay que trabajar con este conflicto. En el deporte
femenino son otros temas que la dirigencia no puede soslayar. Los que amamos el
derecho, la justicia, la ética y el deporte no podemos mirar para otro lado.

Es necesario encontrar soluciones, agiornar legislaciones, crear comités de diálogos


con profesionales idóneos y comprometidos. Apelar a métodos alternativos como la
mediación, que acompaña a las partes que buscan darle solución a sus problemas
construyendo puentes de unión. La mediación llegó al deporte para ayudar y mucho
a toda la familia del deporte.

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Buscar el apoyo de asociaciones, clubes y de los mismos deportistas que se den
cuenta que lejos de ser compañeros o adversarios son colegas, viven del mismo
trabajo, el que les permite vivir solos o en familia con el sustento de una actividad
muchas veces privilegiada en comparación con otras.

La discriminación en el deporte por sexo, raza, color o nacionalidad divide, separa,


aleja todo lo contrario lo que el deporte profesa, hacer amigos, aunque jueguen para
el equipo del frente, competir sanamente, enriquecer el espíritu de las personas que
interactúan en las disciplinas deportivas.

Cuidar y proteger a los niños/ as y adolescentes, a las personas con discapacidad y


a las mujeres deportistas invitándolos a crecer y hacer crecer las estructuras a las
que pertenecen para no sentirse menos que nadie.

Educar en todos los espacios deportivos, políticos, diligénciales, de entrenadores,


auxiliares, y jugadores, periodistas, debiera ser la idea para sostener las
competencias y las instituciones en el más alto peldaño de una escalera que solo
ascienda respetando las normas de un deporte que promueva las virtudes del
trabajo, salud, educación y negocio lícito.
Ese es el camino, la verdad y vida deportiva que nos merecemos como Seres
humanos comprometidos con el deporte.

8. CONCLUSIONES

Todos/as los/las que formamos parte del universo deportivo tenemos un rol que
cumplir en torno a la prevención y erradicación de las prácticas discriminatorias que
atentan contra el ejercicio, sobre bases igualitarias, del derecho al deporte. Por eso
recomendamos prestar atención a estas sencillas pero importantes
recomendaciones:
1. Evitar en el club los chistes o burlas en base a rasgos y atributos de las personas,
y todo comentario basado en prejuicios y estereotipos.

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2. Promover la integración a la práctica deportiva de las personas con discapacidad.
3. Fomentar el desarrollo del deporte practicado por mujeres y disidencias.
4. Impulsar el deporte mixto, tanto para las etapas formativas como para adultos/ as.
5. Inculcar a niños/as y adolescentes del club los valores de igualdad, inclusión y no
violencia. Capacitar a profesores/as y entrenadores/as para que cuenten con
herramientas al respecto.
6. Respetar e integrar a la vida deportiva, social e institucional del club a todas las
diversidades (sexuales, étnicas, religiosas). Aprovechar las fechas alusivas para
celebrarlas y visibilizarlas.
7. No compartir en nuestras redes sociales ningún contenido que incluya mensajes
discriminatorios y/o violentos.
8. Denunciar los hechos de discriminación y violencia. No naturalizarlos ni
relativizarlos.
9. Conocer y difundir las normativas que regulan al deporte y a los clubes en
materia de discriminación y violencias.
10. Crear áreas destinadas a trabajar estas temáticas y elaborar protocolos de
actuación.

Hacer propia la lucha por un deporte igualitario, libre de discriminación y violencias.


Contamos con vos para difundir este material, generar debates en tu club y aportar
desde tu lugar para avanzar hacia un deporte que nos incluya a todos/as. Gracias

9. BIBLIOGRAFIA:
https://www.conapred.org.mx
https://creativeinsights.gettyimages.com
https://conlaa.com
https://repositorio.flacsoandes.edu.ec
https://www.amnesty.org
https://www.argentina.gob.ar
https://www.cantera.app
https://vocesenelfenix.economicas.uba.ar
https://www.lavanguardia.com
16
https://www.paho.org
Alabarces, P. (2005). Fútbol, violencia y política en la Argentina: ética, estética y
retórica del aguante. Río de Janeiro: UFRJ.
Alabarces, P., Garriga Zucal, J. & Moreira, M.
V. (2008). El “aguante” y las hinchadas
argentinas: una relación violenta, Horizontes antropológicos, pp. 115-128.
INADI (2014). Mapa Nacional de la Discriminación. Buenos Aires: INADI.
INADI (2013). La pasión en orsai. Buenos Aires: INADI.
INADI (2005). Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación. La discriminación en
Argentina.
10. ANEXOS

“DISCRIMINACION POR SEXO” (Pág. 7) “DISCRIMINACION POR CLASE SOCIAL” (Pag.8)

17
“DISCRIMINACION POR CREDO RELIGIOSO” (Pag.8) “ACCESO AL DEPORTE” (Pag.13)

“DISCRIMINACION POR DISCAPACIDAD” (Pag.9) “DISCRIMINACION POR EDAD” (Pag.7)

“DEFINICION DE DISCRIMINACION” (Pag.4)

10.1. ESTADÍSTICAS

1. ¿ALGUNA VEZ HA SUFRIDO DISCRIMINACIÓN?


7

11

32
18
2. ¿QUÉ TIPO DE DISCRIMINACION CREES QUE
SE DA MAS DENTRO DEL COLEGIO?
5

12

26

NINGUNO NO LO SÉ POCOS MUCHOS

4. ¿HAS PRESENCIADO ACTOS DE DISCRIM-


INACIÓN?
12 10

19

NUNCA MUY POCAS VECES ALGUNAS VECES TODO EL TIEMPO


19
5. ¿CONSIDERAS QUE DENTRO DE TU ENTORNO
FAMILIAR ALGUNA VEZ HA HABIDO DISCRIMI-
NACIÓN?
18

32

SI NO

20

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