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BARROCO

TEÓRICA 1b
Historia y Crítica de la Arquitectura y el Urbanismo II - 2020
Gianlorenzo BERNINI (1598-1680)

“Podemos centrar el espíritu del Barroco en la ciudad de


Roma, y en dos artistas: Bernini y Borromini. La totalidad
de la ciudad es el objeto de proyecto en este humanismo
eminentemente urbano en que todos y cada uno de los
elementos de la antigüedad se adaptan al cristianismo y
se ambientan magistralmente en la Roma de los papas.
Gian Lorenzo Bernini, Francesco Borromini, Pietro Da
Cortona, Carlo Rinaldi, Carlo Fontana, representan a
modo de deuteragonistas la llamada escuela romana
que –en su equilibrio entre clasicismo y
experimentalismo- acaba de definir y construir la Roma
barroca como modelo arquitectónico y urbano.
Bernini en 1625 eleva como manifiesto del nuevo estilo
el baldaquino en el crucero de San Pedro Vaticano. (…)
A modo de una de arte total, en su rica arquitectura se
integran la escultura, el lujo y textura de los materiales y
las artes menores, dentro del principio barroco de
subordinación de las partes al todo”.
“En 1645 Bernini empezó a trabajar en la
capilla Cornaro, para el cardenal Federico
Cornaro de Venecia, construida en el
transepto de Santa Maria della Vittoria (esta
iglesia, una de las tantas de Roma que
siguieron el modelo de la del Gesu, fue
proyectada por Carlo Maderna, también
llamado Maderno, y edificada entre 1608 y
1620, aunque la fachada la terminaría
J.B.Soria más adelante). En la parte
superior de la capilla, Bernini diseño un
fantástico fresco ilusionista alrededor de la
ventana, con ángeles y un cielo de
abombadas nubes, algunas de ellas de
estuco labrado en alto relieve y cubriendo
partes de las molduras arquitectónicas. (…)
Bernini recreó ese momento en su famosa
escultura El éxtasis de Santa Teresa,
transmitiéndolo en términos físicos, de
manera que el observador pudiera captar
fácilmente esa experiencia espiritual a
través de su equivalente físico.”
“En 1645 Bernini empezó a trabajar en la
capilla Cornaro, para el cardenal Federico
Cornaro de Venecia, construida en el
transepto de Santa Maria della Vittoria (esta
iglesia, una de las tantas de Roma que
siguieron el modelo de la del Gesu, fue
proyectada por Carlo Maderna, también
llamado Maderno, y edificada entre 1608 y
1620, aunque la fachada la terminaría
J.B.Soria más adelante). En la parte
superior de la capilla, Bernini diseño un
fantástico fresco ilusionista alrededor de la
ventana, con ángeles y un cielo de
abombadas nubes, algunas de ellas de
estuco labrado en alto relieve y cubriendo
partes de las molduras arquitectónicas. (…)
Bernini recreó ese momento en su famosa
escultura El éxtasis de Santa Teresa,
transmitiéndolo en términos físicos, de
manera que el observador pudiera captar
fácilmente esa experiencia espiritual a
través de su equivalente físico.”
Iglesia de Sant’ Andrea del
Quirinale, Roma, 1658-1670
El pórtico de entrada está enmarcado por un orden
corintio gigante, rematado por un frontón triangular.
Al pasar al interior se descubre con sorpresa que el
eje de circulación coincide con el eje corto de la
elipse, y no con el largo, como es lo habitual. En
realidad, no existe un verdadero eje perpendicular,
ya que, al haber cuatro capillas a cada lado, un eje
realmente perpendicular debería cortar a los
machones divisorios de las capillas por sus mismos
centros y no a través de los nichos.

ROTH, Leland; Entender la arquitectura, sus elementos,


historia y significados, editorial Gustavo Gili, Madrid, 2016
El altar principal, que ocupa el extremo del eje
corto, está contenido en un nicho precedido por un
pórtico sostenido por dos pares de columnas
corintias de mármol rojo veteado; detrás del altar
hay una pintura del martirio de san Andrés,
iluminada por una fuente de luz oculta. Las
columnas corintias están rematadas por un frontón
hendido en su centro para alojar una figura
ascendente de San Andrés. Sobre el conjunto se
eleva una cúpula ovalada, amenizada con figuritas
angélicas de yeso que revolotean entre los
elementos arquitectónicos.”

ROTH, Leland; Entender la arquitectura, sus elementos,


historia y significados, editorial Gustavo Gili, Madrid, 2016
Plaza de San Pedro,
Roma, 1657

Se precisaba de un amplísimo espacio donde se pudieran congregar las muchedumbres que


acudían a recibir la bendición papal en pascua. El problema que tuvo que afrontar Bernini es que
los edificios del palacio Vaticano existente interferían por el lado norte, de modo que
imposibilitaban la creación de un gran recinto de forma geométrica simple. Su solución consistió
en dividir la plaza en dos partes: la porción inmediatamente adyacente a la fachada tendría forma
trapezoidal, mientras que, con la porción más alejada de la basílica, se formaría una amplísima
plaza de forma ovalada, rodeándola de dos columnatas toscano dóricas curvas, y emplazando
sendas fuentes en los focos de la elipse entre ellas, ocupando el centro geométrico de la elipse,
quedaba un obelisco que había sido erigido por orden del papa Sixto V como parte de sus obras de
embellecimiento de Roma, en 1585-1590.”
“Bernini también empleó la forma ovalada para resolver su proyecto arquitectónico más ambicioso,
la gran plaza que da frente a la basílica romana de San Pedro y que supondría, por fin, en 1667, la
terminación de la obra iniciada por Bramante un siglo y medio antes. Antes de que Bernini recibiera
este encargo, Carlos Maderna ya había cerrado la basílica y construido la fachada principal. En
efecto, tras incesantes vacilaciones entre las opciones de planta central y de planta longitudinal, la
decisión final de la congregación de cardenales fue la de prolongar la nave, para aproximarse más a
la planta de cruz latina, y ensanchar la fachada prevista por Miguel Ángel, dándose por concluidas
las obras de prolongación de la nave en 1605 y las de la fachada en 1612.”
“Para Bernini, las columnatas perimetrales representaban los brazos maternales de la Iglesia,
que, según sus propias palabras, ‘abrazan a los católicos para reforzar su fe, a los herejes para
devolverles al seno de la santa madre Iglesia y a los ateos para iluminarles con la luz de la
verdadera fe’.”

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